ampliar la capacidad de producción: tarea urgente

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AMPLIAR LA CAPACIDAD
DE PRODUCCIÓN:
TAREA URGENTE
Sergio Molina S.
1. Elementos conceptuales
F.n la publicación de "Mensaje", correspondiente al mes de mayu pasado (n. 208), analizamos el problema de la acumulación y especialmente las fuentes posibles de aburro. Definimos el
ahorro como la diferencia entre lo que la sociedad
produce y lo que consume en un período dado.
En esta oportunidad nos interesa examinan
la formación de capital, entendiendo por tal la
creación en un período determinado de bienes que
son susceptibles de utilizarse para satisfacer las
necesidades de los períodos siguientes. Esto es lo
que se conoce en la terminología económica como
inversión bruta total, que comprende lanío la
que se refiere a capiial fijo (maquinarias, equipos,
edificación, construcciones, etc.) como la que ivsulta de tas variaciones de existencias (materias
primas, productos en proceso, productos terminados, etc.). En la inversión bruta se considera el
gasto efectuado para la reposición del capital existente y el que se deslina a incrementar la dotación
de eapiíal. Esle último constituye la inversión
neta.
Las variaciones que se producen en las existencias tienen efectos principalmente en el corto
plazo. En un proceso de fuerte expansión de la
demanda, por ejemplo, se puede provocar una
disminución de stocks (disminución de! capital
en existencias) bajo los niveles de segundad, y si
hay dificultades para proveerse de materias primas
(escasez de divisas o citrangulamientos en la
oferta en otros sectores) pueden llegar a producirse paralizaciones transitorias y dcsabastecimiento.
A pesar de la importancia económica que tiene la variación en los stocks, en esta oportunidad
nuestra preocupación se centrará en el examen
de las posibilidades de expansión de la capacidad
productiva, o sea de lo que se denomina "inversión en capital f'jo".
Antes de entrar al análisis de este tema, conviene hacer una última advertencia de carácter
conceptual. Parn satisfacer las necesidades de una
comunidad en un período determinado, no sólo
se cuenta con la adición de capital realizada en el
período inmediatamente anterior, sino que también con el stock de capital acumulado hasta la
íecha. O sea, que existe la posibilidad de que una
utilización más eficiente del stock de capital pueda contribuir ;t satisfacer más ampliamente las
necesidades de la sociedad.
En síntesis, el bienestar futuro de una comuniiliul depende de! aprovechamiento que se haga
del stock de capiial existente, de las adiciones netas de capital que se realicen cada año y de la
tasa de retomo o beneficio de dichas inversiones.
2. Evolución de la inversión en capital fijo
De acuerdo con las informaciones proporcionadas por ODEPLAN en su publicación titulada
Antecedentes sobre el Desarrollo Chileno 1960-70,
450
Composición de la inversión geográfica bruta en capital fijo
i En millones de escudos de cada año. Composición porcentual)
Construye, y otras obras
Edificios
Viviendas
2,
Edificios no íesid.
Otras construc. y obras
Maquinarias y «quipos
Importadas
Nacionales
T O T A L
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
58,8
31,5
18,1
13,4
27,3
41,2
34.3
6,9
54.2
26,6
12,6
14,0
21 ¡a
45,8
38,7
7,1
59,2
29,0
18,5
10,5
30,2
40,8,
31.9
8,9
61,1
32,6
19,6
13,0
28,5
38,9
29,9
9.0
59,3
30,6
16,2
14,4
28,7
40,7
30,7
10,0
63,1
34,1
17,9
16,2
29,0
36,9
28,2
8.7
61,2
32,8
18,6
14,2
28,4
38,8
30.6
56,9
30,8
17,3
13.5
26.1
43,1
34,2
8,2
8.9
54,7
31.0
18,8
12,2
23,7
45,3
33,4
11.9
57,0
32.5
20,8
11.7
24.5
43,0
34,3
8.7
100,0
100.0
100.0
100.0
100,0
100,0
100,0
100.0
100,0
100,0
Fuente: ODEPLAN
las adiciones netas de capital fijo han crecido en
los últimos diez años a una tasa de 4%anual aproximadamente y la inversión se ha mantenido en
alrededor del 16% del producto geográfico bruto.
La composición porcentual de la inversión geográfica bruta en capital fijo se indica en el cuadro
adjunto.
En las cifras del cuadro inserto se puede apreciar la alta proporción que ocupa el rubro construcción y otras obras, y la significativa ponderación del ítem viviendas en relación con otras inversiones. Asimismo, llama la atención lo reducido del aporte de la industria nacional productora de equipos y maquinarias, lo que indica el
estado de desarrollo incipiente de esa rama industrial y la dependencia de la expansión del sistema
productivo chileno de la capacidad del país para
importar.
En los últimos años el sector público ha aportado aproximadamente el 70% de los recursos financieros que se destinan a la inversión en capital
fijo y se constata una tendencia decreciente en la
participación del sector privado nacional en el
proceso de inversión. A pesar de esto, el sector
privado aumentó su inversión en maquinarias y
equipos en los años inmediatamente anteriores a
1970, lo que explica el aumento de producción
en 1971. Esta situación de mayor aprovechamiento
del stock de capital acutiulado en períodos anteriores, ha ocurrido con frecuencia en la economía
chilena, pero esa capacidad tiende a agotarse en
un período más o menos breve, lo que depende de
la magnitud del aumento de la demanda y de su
composición.
En los casos en que se ha producido un au-
mento significativo y persistente de la demanda y
no se ha ampliado simultáneamente la capacidad
instalada, ha disminuido el ritmo de aumento de
la producción y se han generado presiones inflacionarias en los años inmediatamente posteriores
a los en que se registró un aumento importante de
la demanda (ej.: años 1967-1968. 1972).
En consecuencia, si se opta por un aumento
discriminado del consumo como factor movilizador del sistemo económico, es indispensable diseñar una política de corto plazo orientada al aumento de la producción de los bienes cuyo consumo se desea estimular que, en el caso chileno,
está ligado principalmente a los productos del
agro y de la industria manufacturera, a los materiales de construcción y a las exportaciones que
condicionan la capacidad del país para importar.
La política de estímulo al consumo aplicada
por el actual gobierno durante el año 1971 tendió
principalmente a utilizar la capacidad ociosa que
existía a esa fecha en la industria manufacturera
y en la construcción.
De acuerdo con los datos proporcionados por
los organismos técnicos del Gobierno la inversión
en existencias y equipos nacionales habría disminuido en un 71,3% en 1971 en relación con el
año anterior. Por otra parte, la inversión efectuada en maquinarias y equipos importados se
redujo en 1971 en 16,8%. anotándose un aumento sólo en el rubro de construcción de !2,5%, lo
que determinó que el total de la inversión experimentara una disminución de un 7,7% en el año
indicado. Esto está señalando que el aumento en
la oferta de bienes disponibles ocurrido en ia economía en 1971 se debió básicamente a un mejor
451
aprovechamiento del stock de capital acumulado
en períodos anteriores y a la utilización de las
reservas internacionales existentes a fines del año
1970.
A pesar de que no existe una información
suficiente acerca del grado de utilización a la
fecha de la capacidad instalada en la industria manufacturera de bienes de consumo y en la que
provee materiales de construcción, se aprecian síntomas evidentes de cierto grado de saturación que,
si bien puede no ser generalizado, aféela a rubros
tan importantes como alimentos, vestuarios, bebidas, cemento, acero y otros de menor significación
económica.
Por lo tanto, no parece factible que el sistema
productivo pueda responder con un aumento de la
producción en el año 1972 en términos semejantes al año anterior, basándose exclusivamente en
una mejor utilización del stock de capital existente. Además, el agotamiento de las reservas internacionales limita las posibilidades de cubrir las
deficiencias de la producción nacional recurriendo a mayores importaciones. Por lo tanto, es urgente ampliar la capacidad productiva aumentando selectivamente la inversión en capital fijo, sin
perjuicio de los esfuerzos que se deben realizar
para mejorar las condiciones de productividad.
3. Posibilidad de aumentar la inversión
Decíamos que los sectores en que se requiere
con mayor urgencia aumentar la producción son
el agropecuario, ciertos rubros de la industria manufacturera de bienes de consumo y las industrias
proveedoras de materiales de construcción. Además, señalábamos que el sector externo juega un
papel clave tanto para el abastecimiento de bienes
de consumo e intermedios, como para la expansión de las actividades productivas nacionales a
través de la importación de maquinarias y equipos.
La estrategia política del Gobierno de la Unidad Popular en relación con estos sectores lia
estado encaminada a terminar en breve plazo con
el latifundio, a pasar al área estatal las actividades industriales y de la construcción consideradas
comu estratégicas para el desarrollo del país, y a
dar al Estado un control creciente sobre el comercio exterior. Estos objetivos se han logrado en
gran medida y, por lo tanto, hoy más aún que en
el pasado recae sobre la administración directa
del Estado la responsabilidad de aprovechar en
forma eficiente el stock de capital acumulado y la
ampliación del mismo para dar satisfacción a las
necesidades de !a comunidad.
a. El sector
externo
Las informaciones disponibles indican que en
el año 1972 se producirá un déficit en el abastecimiento nacional de productos alimenticios que
puede superar los 372 millones de dólares. Esta
deficiencia de la producción interna, que debe
cubrirse con importaciones, está acentuando el desequilibrio de la balanza de pagos producido en
1971 que se calculó en US$ 368 millones aproximadamente y que se pudo cubrir gracias a la
acumulación de reservas en períodos anteriores.
Ahora bien ¿qué relación existe entre esta situación de la balanza de pagos y la formación
de capital?
Recordemos que más de la tercera parte de la
inversión en capital lijo proviene del exterior en
forma de maquinarias y equipos y, además, que en
1971 ya se produjo una disminución del 17% en
la importación de este tipo de bienes en relación
con el año anterior. En consecuencia, la expansión
de la capacidad productiva se verá limitada si no
existe a muy corto plazo la disponibilidad de divisas para importar maquinarias y equipos.
Estimaciones hechas a comienzos de año por
el Instituto de Economía de la Universidad Católica determinaban que el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos podía llegar en 1972 a
USS 521,6 millones 1 .
Si se considera la tendencia que muestran los
registros de importaciones y las exportaciones realizadas en los primeros meses del presente año,
y se supone que esa tendencia se mantiene en el
resto del año, el déficit calculado alcanzaría ¡¡
una cifra muy superior a la indicada. Hacemos
esta observación con el solo objeto de llamar la
atención sobre el hecho de que el Gobierno se
verá en la necesidad de restringir severamente las
importaciones, ya que la magnitud del déficit en
cuenta corriente estimado para 1972 alcanza apro' Ver "Informe de Coyuntura nt 2" del [rutlreto
<Jf lu Universidad Católico, jnix. 53, cuadro 21.
Eccaotnla
452
ficado para realizarlos. Estos proyectos podrían
clasificarse en forma simplificada en tres tipos:
• Ampliación de instalaciones existentes;
• Nuevas fábricas completas en rubros de producción existente;
• Industrias nuevas no tradicionales.
La primera solución ha sido la más frecuente
y. al mismo tiempo, es la que produce efecto a
más cono plazo. En la actual coyuntura chilena
hajf algunos factores que dificultan esta solución
tradicional, l'ur una parte, la situación deficitaria
de la balanza de pagos hace necesario recurrir al
crédito externo, el <¡ue se ha visto deteriorado por
ximadamente al 45P(/ del valor de las exportaciones.
La restricción de las importaciones se puede
efectuar mediante una alza del tipo de cambio, un
aumento de los aranceles, un control directo del
volumen de importaciones, o de una combinación
de las medidas señaladas. Los rubros afectados por
estas medidas pueden ser los bienes de consumo,
los alimentos, las materias primas, los repuestos,
los combustibles y las maquinarias y equipos. Por
lo general, los últimos ¡tenis indicados son los que
han sufrido un mayor deterioro en situaciones similares, dado que el electo político y económico
que se produce por su reducción no es tan notorio
en el corto plazo. En todo caso, no es aventurado
pensar que será muy difícil mantener las importaciones de bienes de capital en el nivel del año
anterior que, como se ha expresado, fue inferior
al alcanzado en 1970.
b. La existencia de proyectos
Por otra parte, para efectuar las ampliaciones
en el sistema productivo, se necesita disponer no
sólo de divisas y de ahorro interno, sino que además de proveeros específicos y de personal cali-
razones polítjcBS y por el desprestigio que seacrea el incumplimiento de algunos compromisoj
externos; y, por otra, el sector privado ha detenido sus programas de inversiones debido a la
indefinición del área de propiedad que corresponderá al Estado. Además, el sector estatizado
a naves de compra de acciones o cuotas de capital, requisición o intervención ha debido enfrentar
los problemas propios de la transición que requiere concentrar de preferencia los esfuerzos en la administración de lo existente para evitar bruscas
caídas de productividad.
Esta situación puede provocar atrasos en la
decisión de las adquisiciones de nuevos equipos.
Además las fábricas en el exterior requieren un
tiempo para incluirlos en sus propios programas
y un plazo para su fabricación. Todo esto hace
pensar que es muy improbable su adquisición, instalación y funcionamiento durante el presente año.
En relación con la instalación de fábricas completas, que parece ser la orientación de los acuerdos con los países socialistas, especialmente con
la Unión Soviética, se abre unta perspectiva de interés en el mediano plazo, particularmente en los
rubros en que se perciben cslrangulamientos en la
oferta, como es el caso del cemento por ejemplo.
Pero es preciso estar consciente que desde el momento en que se produce el acuerdo y la fecha en
que la nueva industria esté funcionando puede
transcurrir un lapso de Ires años o más. O sea, que
la nueva inversión se traduciría en mayor producción en la segunda mitad del año 1975. Este
argumento no va en contra de la rápida concertación de estos acuerdos, pero apunta a dejar en
453
claro una realidad con el objeto de no despertar
falsas ilusiones acerca de la solución inmediata
de los problemas derivados de una oferta insuficiente.
Finalmente, las posibilidades de aumentar la
inversión en capital fijo en industrias nuevas no
tradicionales están condicionadas a la existencia
de proyectos y a su factibilidad económica y financiera. Por lo general, dichos proyectos están
ligados a la exportación, a la sustitución de importaciones y, lo que es más frecuente, a aquellos
que cumplen el doble propósito, o sea, que sustituyen importaciones, pero que deben dejar saldos
exportables para que su escala de producción sea
económica.
Estos proyectos se caracterizan: por una alta
densidad de capital y por la misma razón su componente importado es elevado; por un requerimiento directo de mano de obra relativamente
bajo por unidad de inversión; por el uso de tecnologías avanzadas y de mano de obra calificada;
por tener un período de maduración relativamente
largo (más o menos cinco años); por el grado
de eficiencia que se requiere en su operación, ya
que el producto debe estar en condiciones de competir en el mercado internacional, etc. Estas y
otras características son precisamente las que le
dan a estos proyectos el carácter de no tradicionales.
En las actuales condiciones el Estado es quien
tiene la responsabilidad de desarrollar este tipo
de proyectos que son los que pueden cambiar la
estructura de la producción industrial en Chile y
que, por el volumen de la inversión, por los riesgos
que implican, por la influencia que tienen las políticas públicas en las etapas de formulación, ejecución y operación de los mismos, no pueden ser
realizadas en base a la iniciativa privada nacional.
c.
Maquinarias y equipos nacionales
Los a n t e c e d e n t e s proporcionados p o r
ODEPLAN sobre variaciones de la inversión en
1971 en relación a 1970 presentan conjuntamente
los cambios producidos en existencias y en las inversiones en equipos nacionales. Esto impide determinar la influencia que tuvo cada uno de estos
rubros en la disminución de la inversión en 71,3%
que se señala para ambos. Es evidente que en el
año 1971 se produjo una importante reducción
de los stocks acumulados al mes de diciembre del
año anterior, lo que contribuyó a satisfacer parte
del considerable aumento de la demanda originado
el año 1971. F.sie es un recurso Utilizable por una
sola vez y aparece claro que a esta altura del proceso no sólo se ha agotado sino que, en cienos
casos, los stocks se han reducido a niveles que
ponen en peligro el normal abastecimiento de algunos bienes.
A pesar de no poder identificaí en forma
precisa la disminución de la inversión en maquinarias y equipos nacionales, sabemos que se produjo una importante reducción provocada por el
término del programa de expansión de la gran
minería del cobre y por la paralización de la inversión privada. Esta situación se mantiene en
el año 1972 y se puede suponer que será peor que
en el año anterior, ya que en muchos casos los
equipos nacionales constituyen una parte de un
proyecto más amplio en el que se incluyen bienes de capital importados y, por lo lanío, su ejecución está condicionada a la disponibilidad de
divisas.
En la industria nacional que produce maquinarias y equipos, a diferencia de otras, existe a
la fecha capacidad instalada ociosa y su utilización
dependerá principalmente de los programas de inversión del sector público, los que, a su vez., están
condicionados por los excedentes que se generen
en ese sector, por la disponibilidad de divisas para
importar y por la existencia de proyectos específicos en estado de iniciarse.
d. Inversión en construcciones
y oirás obras
Este ha sido el rubro en que históricamente
se ha concentrado la mayor proporción de la inversión geográfica bruta en capital fijo, más del
55% del total, y fue el que experimentó un aumento en el año 1971 en relación a 1970 (12,5%).
En él se incluye la edificación (viviendas, escuelas,
hospitales, edificios públicos, comerciales, industriales, etc.), las obras públicas (caminos, puentes,
puertos, aeropuertos, redes ferroviarias, etc.). las
obras de riego (embalses, canales, etc.), etc.
454
Eslas inversiones tienen, en general, las siguientes características: su componente importado es relativamente bajo; la ocupación directa por
unidad de inversión es mayor que la que se puede obtener con ampliaciones de la capacidad instalada o con los proyectos no tradicionales; la
mano de obra que se requiere necesita menor especialización; estimula la producción de las industrias nacionales proveedoras de materiales de
construcción; existe capacidad técnica nacional
para preparar y realizar los proyectos; y hay tina
larga tradición administrativa que permite la pronta elaboración y ejecución de estos proyectos.
Esto explica la razón por la cual el país ha
destinado gran parte de sus recursos de inversión
a esle tipo de proyectos. Sin embargo, y a pesar
de su importancia, no es posible romper la estructura de producción de Chile, ni su excesiva dependencia exlerna, si no se cambia la composición
de la inversión, en c! sentida de destinar una
cuota creciente hacia actividades directamente productivas, como son los sectores agropecuario, industrial y minero.
No obstante, dadas las circunstancias actuales,
en que existen limitaciones para importar y en que
la inversión privada está prácticamente paralizada.
la inversión en construcciones y otras obras pasa
a tener gran importancia para mantener el nivel de
la actividad económica y del empleo.
La ley de Presupuestos aprobada para el año
1972, incluida la ley de reconstrucción, contempla un aumento de 45% en la inversión fiscal en
relación con la presupuestada para d año anterior. Esta asignación para inversión no equivale al
concepto de inversión en capital fijo, ya que en
ella se contempla la adquisición de activos existentes que, si bien es una inversión para el sector
público, en términos nacionales sólo produce una
transferencia de capilal pero no adición. Por lo
lamo, desde el punto de vista que nos preocupa
en el presente análisis habría que reducir las
asignaciones para transferencias. Desgraciadamente no disponemos de esa información para piesentar las cifras depuradas.
En !odo caso, dado el aumento de precios
que ya se ha producido, que ha sido mayor en
los materiales de construcción que el acusado por
el índice de precios al consumidor, se puede concluir que la inversión fiscal, en términos reales
(o sea en Escudos- del mismo poder adquisitivo
que el año anterior), no experimentará un aumento o al menos éste será muy pequeño,
l:,sic hecho sumado a los antecedentes que se
han dado en relación a las posibilidades de incremento de inversión en otras áreas hace pensar
que las perspectivas de un aumento en la formación de capital fijo para el presente año son muy
precarias, lo que puede tener un efecto adverso
sobre el nivel de actividad general de! país en el
corto plazo y. sin duda, está creando condiciones
negativas para su desarrollo futuro.
4. El financiamicnlo
En las primeras líneas de este artículo hicimos
referencia a un número anterior de Mensaje en
que analizamos las posibilidades de generación de
ahorro en 1972. En consecuencia, no volveremos
a insistir sobre ese tema, pero es pertinente hacer
algunos comentarios sobre el financiamiento posible de la inversión con recursos que no se consideran en la definición que hemos dado del ahorro (diferencia entre lo que la sociedad produce
y lo que consume).
Estas fuentes de financiamiento corresponden
a lo que podríamos denominar flujos financieros
de carácter autónomo, o sea, que no tienen su origen en la decisión de las personas de consumir
menos que su ingreso en un período dado, o en
los excedentes producidos en las empresas, o en
el saldo positivo entre los ingresos corrientes y los
gastos corrientes del seclor público.
Para los efectos de simplificar nuestro análisis consideraremos sólo dos fuentes: la expansión
monetaria (creación de dinero) y los créditos del
exterior.
Puede ocurrir que, en condiciones de subutilización de los factores productivos (desempleo, capacidad ociosa), la autoridad monetaria cree recursos financieros para financiar proyectos de
inversión del sector público o privado, sin que
esto provoque, a corto plazo, un efecto inflacionario proporcional al aumento de la cantidad de
dinero. En la práctica se produce un efecto relardado en cuanto el aumento de los precios tiende a restablecer el equilibrio entre la oferta de
dinero y la cantidad de bienes disponibles.
455
t i uso del instrumento monetario como fuente
de Financiamiento tiene limitaciones, por cuanto
la capacidad ociosa normalmente no se presenta
como un fenómeno generalizado en la economía y,
en consecuencia, existen estrangulamientos en la
oferta de ciertos bienes que pueden provocar el
alza de precios, la escasez de algunos productos,
o la necesidad de aumentar las importaciones de
los mismos para cubrir los desequilibrios entre
oferta y demanda interna. En el caso chileno el
ejemplo más notable ha sido el de los productos
agropecuarios.
Otra limitación está dada por la capacidad
existente de producción que. una vez utilizada plenamente, no puede responder a una mayor demanda, a no ser que se amplíe la capacidad instalada.
En consecuencia, si bien pudo pensarse en
un aumento de la inversión, especialmente en
construcciones y obras, sobre la base de recurrir
al Banco Central para el financiamiento de las
inversiones públicas, este camino presenta serios
obstáculos para el futuro.
En el año 1971 se produjo un aumento en la
cantidad de dinsro superior al 100%, lo que ha
creado un alto grado de liquidez en la economía
y cuyo efecto se está haciendo sentir en el alza
de los precios ocurrida en el presente año. La expansión probable de la cantidad de dinero para el
año 1972, en el supuesto que no haya un cambio
desfavorable en la situación fiscal, sería a lo menos de 6 0 % , lo que representa una suma levemente superior a E° 11.000 millones, cifra que
es equivalente al monto de la inversión fiscal
presupuestada.
Dado el grado actual de utilización de la capacidad instalada y el agotamiento de las reservas
internacionales, el efecto inflacionario del financiamiento fiscal por la vía de la expansión monetaria será considerablemente mayor que en
1971, lo que en definitiva reducirá la inversión
real debido ai aumento de los precios.
La otra fuente de financiamiento que mencionamos es el crédito externo. No hemos incluido
la inversión directa de capitales extranjeros porque, en el corto plazo, no parece ser una fuente
significativa de financiamiento.
Los créditos externos pueden estar destinados
principalmente a financiar la importación de bie-
Construcción, único rubro en aumento
nes de consumo, materias primas y bienes intermedios; a renovar o ampliar el parque de maquinarias existente: y/o a la compra de equipos para
la instalación de nuevas industrias. Hemos descartado la posibilidad de obtener crédito para
relinanciamicnto. dado que recientemente se ha
renegociado la deuda exlerna del país.
El monto de los créditos que se puedan obtener está limitado por el nivel de endeudamienio
externo a que ha llegado Chile y por la capacidad
futura de pagos. En cuanto a las fuentes a que
se puede recurrir, están condicionadas por el tipo
de importación. En el primer caso {bienes de
consumo e intermedios y materias primas), estarán restringidas a los países habitualmente proveedores y a aquellos que, no habiendo sido proveedores habituales, dispongan de excedentes exportables y estén en condiciones de otorga!1 créditos para la venid de esos excedetues. l'or su
parte, la reposición y ampliación del parque de
456
maquinarias existente debería hacerse con equipos
similares, o sea, en el caso chileno debería importarse principalmente de los Estados Unidos de
Norteamérica y de los países de Europa Occidental.
Finalmente, el financiamiento para la instalación de industrias nuevas puede provenir de cualquier país sin más limitaciones que la calidad y
precio de los equipos, la seguridad de su mantenimiento posterior y las condiciones del crédito,
en cuanto a plazos y tasas de interés.
Hemos hecho estas observaciones para indicar
que hay limitaciones reales, más allá de la buena
voluntad de las partes, que hacen muy difícil la
solución de los problemas por qué atraviesa la
economía chilena sobre la base exclusiva de operaciones bilaterales. Todo esto sin mencionar los
problemas de dependencia que se crean cuando
se debe recurrir al financiamiento externo para
la importación de bienes de consumo.
Por último, es necesario agregar que, aun cuando se obtengan créditos externos para la importación de bienes de capital, es preciso contar con la
contrapartida de recursos financieros y reales
dentro del país que son un complemento indispensable para !a instalación de los equipos importados.
5. Comentarios finales
El análisis hecho en los párrafos anteriores
nos lleva a formular algunas conclusiones:
1 Fl aumento de la producción de bienes y
servicios destinados a satisfacer las diversas necesidades de la comunidad nacional depende del
grado y eficiencia con que se utilice el stock de
capital acumulado en períodos anteriores, de las
adiciones de capital que se haga cada año y del
beneficio que ellas reporten a la economía.
2 Dada la situación que actualmente vive el
país, en que el Estado controla directamente una
proporción importante de los medios de producción de las industrias básicas para el desarrollo, y
los mecanismos de política económica que permiten orientar la producción y el ingreso nacionales,
recae sobre su administración la mayor cuota de
responsabilidad, tanto en el mejor aprovechamien-
to del stock de capital existente como en la realización de nuevas inversiones que permitan su
incremento.
3 Las posibilidades de aumentar la inversión
geográfica en capital fijo están limitadas por la
insuficiencia del ahorro interno, por la disponibilidad de divisas y por la carencia de proyectos
específicos, salvo en el rubro de construcción y
otras obras.
4 El uso de recursos financieros en moneda
nacional, distintos del ahorro (expansión de los
medios de pago), está limitado por el efecto inflacionario que puede originar; por las consecuencias negativas que puede ocasionar sobre la
inversión privada el alza y la distorsión de los
precios; por la rigidez que presenta la oferta en
algunos sectores de la producción y la dificultad
para cubrir con importaciones la mayor demanda originada por la expansión monetaria.
5 El crédito externo puede ser un paliativo
eficaz en la medida que permita cubrir parcial o
totalmente el déficit estimado en la cuenta corriente de la balanza de pagos, porque así se
evitaría una restricción demasiado drástica de las
importaciones y, al mismo tiempo, permitiría disminuir el monto de la expansión monetaria y
atenuar las presiones inflacionarias.
Como ya se ha expresado, las limitaciones a
un mayor endeudamiento con el exterior provienen del nivel actual de la deuda externa y de las
posibilidades de encontrar las fuentes de financiamiento. Esto último presenta dificultades por
razones de política internacional, por el deterioro
que ha sufrido la imagen del pais debido al incumplimiento y postergación del pago de algunos
de sus compromisos y por la incertidumbre sobre
la futura capacidad de pago de Chile.
6 I-as observaciones anteriores nos llevan a
concluir que es de primordial importancia lograr
el aprovechamiento más eficaz del capital existente para obtener su máximo rendimiento.
Es preciso que en esta materia la administración del Estado no sólo dé el ejemplo, sino que
cree las condiciones de estabilidad y continuidad
para los empresarios y trabajadores en las distintas áreas y actividades de la economía.
457
Una actitud de esta naturaleza no puede ser
considerada como una claudicación o retroceso en
el proceso de transformaciones que estamos viviendo, sino como la más elemental medida de
prudencia para seguir avanzando.
7 Finalmente, nos parece que en las circunstancias actuales se pueden destacar algunos campos que requieren atención inmediata:
a) La agricultura y el cobre como aspectos
fundamentales para mejorar las condiciones del
comercio exterior.
b) La industria manufacturera de bienes de
consumo básicos para evitar desabastecimientos
que afecten a la gran masa de l;i población.
c) La inversión en el sector que hemos denominado "construcciones y otras obras" para evitar
una caída en el nivel de actividad y empleo.
d) Un esfuerzo nacional de ahorro para hacer frente a las inversiones que el país requiere
para .su desarrollo futuro; y.
e) Dar atención preferente a la elaboración
de proyectos específicos de inversión, encaminados a eliminar los estrangulamientos de cuno plazo en la oferta de bienes y servicios básicos y a
determinar la estructura más eficiente de producción en un plazo muí largo.
Estamos conscientes de que estas recomendaciones u orientaciones generales están muy lejos
tic ser completas y que es más fácil proponer
que hacer. Pero el propósito no es otro que examinar nuestra realidad en los términos más objetivos posibles dentro de las limitaciones que
impone el espacio y la información de que pueden
disponer quines no están interiorizados en todos
los detalles y antecedentes que son de dominio de
las autoridades políticas y técnicas del Gobierno
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