449 AMPLIAR LA CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN: TAREA URGENTE Sergio Molina S. 1. Elementos conceptuales F.n la publicación de "Mensaje", correspondiente al mes de mayu pasado (n. 208), analizamos el problema de la acumulación y especialmente las fuentes posibles de aburro. Definimos el ahorro como la diferencia entre lo que la sociedad produce y lo que consume en un período dado. En esta oportunidad nos interesa examinan la formación de capital, entendiendo por tal la creación en un período determinado de bienes que son susceptibles de utilizarse para satisfacer las necesidades de los períodos siguientes. Esto es lo que se conoce en la terminología económica como inversión bruta total, que comprende lanío la que se refiere a capiial fijo (maquinarias, equipos, edificación, construcciones, etc.) como la que ivsulta de tas variaciones de existencias (materias primas, productos en proceso, productos terminados, etc.). En la inversión bruta se considera el gasto efectuado para la reposición del capital existente y el que se deslina a incrementar la dotación de eapiíal. Esle último constituye la inversión neta. Las variaciones que se producen en las existencias tienen efectos principalmente en el corto plazo. En un proceso de fuerte expansión de la demanda, por ejemplo, se puede provocar una disminución de stocks (disminución de! capital en existencias) bajo los niveles de segundad, y si hay dificultades para proveerse de materias primas (escasez de divisas o citrangulamientos en la oferta en otros sectores) pueden llegar a producirse paralizaciones transitorias y dcsabastecimiento. A pesar de la importancia económica que tiene la variación en los stocks, en esta oportunidad nuestra preocupación se centrará en el examen de las posibilidades de expansión de la capacidad productiva, o sea de lo que se denomina "inversión en capital f'jo". Antes de entrar al análisis de este tema, conviene hacer una última advertencia de carácter conceptual. Parn satisfacer las necesidades de una comunidad en un período determinado, no sólo se cuenta con la adición de capital realizada en el período inmediatamente anterior, sino que también con el stock de capital acumulado hasta la íecha. O sea, que existe la posibilidad de que una utilización más eficiente del stock de capital pueda contribuir ;t satisfacer más ampliamente las necesidades de la sociedad. En síntesis, el bienestar futuro de una comuniiliul depende de! aprovechamiento que se haga del stock de capiial existente, de las adiciones netas de capital que se realicen cada año y de la tasa de retomo o beneficio de dichas inversiones. 2. Evolución de la inversión en capital fijo De acuerdo con las informaciones proporcionadas por ODEPLAN en su publicación titulada Antecedentes sobre el Desarrollo Chileno 1960-70, 450 Composición de la inversión geográfica bruta en capital fijo i En millones de escudos de cada año. Composición porcentual) Construye, y otras obras Edificios Viviendas 2, Edificios no íesid. Otras construc. y obras Maquinarias y «quipos Importadas Nacionales T O T A L 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 58,8 31,5 18,1 13,4 27,3 41,2 34.3 6,9 54.2 26,6 12,6 14,0 21 ¡a 45,8 38,7 7,1 59,2 29,0 18,5 10,5 30,2 40,8, 31.9 8,9 61,1 32,6 19,6 13,0 28,5 38,9 29,9 9.0 59,3 30,6 16,2 14,4 28,7 40,7 30,7 10,0 63,1 34,1 17,9 16,2 29,0 36,9 28,2 8.7 61,2 32,8 18,6 14,2 28,4 38,8 30.6 56,9 30,8 17,3 13.5 26.1 43,1 34,2 8,2 8.9 54,7 31.0 18,8 12,2 23,7 45,3 33,4 11.9 57,0 32.5 20,8 11.7 24.5 43,0 34,3 8.7 100,0 100.0 100.0 100.0 100,0 100,0 100,0 100.0 100,0 100,0 Fuente: ODEPLAN las adiciones netas de capital fijo han crecido en los últimos diez años a una tasa de 4%anual aproximadamente y la inversión se ha mantenido en alrededor del 16% del producto geográfico bruto. La composición porcentual de la inversión geográfica bruta en capital fijo se indica en el cuadro adjunto. En las cifras del cuadro inserto se puede apreciar la alta proporción que ocupa el rubro construcción y otras obras, y la significativa ponderación del ítem viviendas en relación con otras inversiones. Asimismo, llama la atención lo reducido del aporte de la industria nacional productora de equipos y maquinarias, lo que indica el estado de desarrollo incipiente de esa rama industrial y la dependencia de la expansión del sistema productivo chileno de la capacidad del país para importar. En los últimos años el sector público ha aportado aproximadamente el 70% de los recursos financieros que se destinan a la inversión en capital fijo y se constata una tendencia decreciente en la participación del sector privado nacional en el proceso de inversión. A pesar de esto, el sector privado aumentó su inversión en maquinarias y equipos en los años inmediatamente anteriores a 1970, lo que explica el aumento de producción en 1971. Esta situación de mayor aprovechamiento del stock de capital acutiulado en períodos anteriores, ha ocurrido con frecuencia en la economía chilena, pero esa capacidad tiende a agotarse en un período más o menos breve, lo que depende de la magnitud del aumento de la demanda y de su composición. En los casos en que se ha producido un au- mento significativo y persistente de la demanda y no se ha ampliado simultáneamente la capacidad instalada, ha disminuido el ritmo de aumento de la producción y se han generado presiones inflacionarias en los años inmediatamente posteriores a los en que se registró un aumento importante de la demanda (ej.: años 1967-1968. 1972). En consecuencia, si se opta por un aumento discriminado del consumo como factor movilizador del sistemo económico, es indispensable diseñar una política de corto plazo orientada al aumento de la producción de los bienes cuyo consumo se desea estimular que, en el caso chileno, está ligado principalmente a los productos del agro y de la industria manufacturera, a los materiales de construcción y a las exportaciones que condicionan la capacidad del país para importar. La política de estímulo al consumo aplicada por el actual gobierno durante el año 1971 tendió principalmente a utilizar la capacidad ociosa que existía a esa fecha en la industria manufacturera y en la construcción. De acuerdo con los datos proporcionados por los organismos técnicos del Gobierno la inversión en existencias y equipos nacionales habría disminuido en un 71,3% en 1971 en relación con el año anterior. Por otra parte, la inversión efectuada en maquinarias y equipos importados se redujo en 1971 en 16,8%. anotándose un aumento sólo en el rubro de construcción de !2,5%, lo que determinó que el total de la inversión experimentara una disminución de un 7,7% en el año indicado. Esto está señalando que el aumento en la oferta de bienes disponibles ocurrido en ia economía en 1971 se debió básicamente a un mejor 451 aprovechamiento del stock de capital acumulado en períodos anteriores y a la utilización de las reservas internacionales existentes a fines del año 1970. A pesar de que no existe una información suficiente acerca del grado de utilización a la fecha de la capacidad instalada en la industria manufacturera de bienes de consumo y en la que provee materiales de construcción, se aprecian síntomas evidentes de cierto grado de saturación que, si bien puede no ser generalizado, aféela a rubros tan importantes como alimentos, vestuarios, bebidas, cemento, acero y otros de menor significación económica. Por lo tanto, no parece factible que el sistema productivo pueda responder con un aumento de la producción en el año 1972 en términos semejantes al año anterior, basándose exclusivamente en una mejor utilización del stock de capital existente. Además, el agotamiento de las reservas internacionales limita las posibilidades de cubrir las deficiencias de la producción nacional recurriendo a mayores importaciones. Por lo tanto, es urgente ampliar la capacidad productiva aumentando selectivamente la inversión en capital fijo, sin perjuicio de los esfuerzos que se deben realizar para mejorar las condiciones de productividad. 3. Posibilidad de aumentar la inversión Decíamos que los sectores en que se requiere con mayor urgencia aumentar la producción son el agropecuario, ciertos rubros de la industria manufacturera de bienes de consumo y las industrias proveedoras de materiales de construcción. Además, señalábamos que el sector externo juega un papel clave tanto para el abastecimiento de bienes de consumo e intermedios, como para la expansión de las actividades productivas nacionales a través de la importación de maquinarias y equipos. La estrategia política del Gobierno de la Unidad Popular en relación con estos sectores lia estado encaminada a terminar en breve plazo con el latifundio, a pasar al área estatal las actividades industriales y de la construcción consideradas comu estratégicas para el desarrollo del país, y a dar al Estado un control creciente sobre el comercio exterior. Estos objetivos se han logrado en gran medida y, por lo tanto, hoy más aún que en el pasado recae sobre la administración directa del Estado la responsabilidad de aprovechar en forma eficiente el stock de capital acumulado y la ampliación del mismo para dar satisfacción a las necesidades de !a comunidad. a. El sector externo Las informaciones disponibles indican que en el año 1972 se producirá un déficit en el abastecimiento nacional de productos alimenticios que puede superar los 372 millones de dólares. Esta deficiencia de la producción interna, que debe cubrirse con importaciones, está acentuando el desequilibrio de la balanza de pagos producido en 1971 que se calculó en US$ 368 millones aproximadamente y que se pudo cubrir gracias a la acumulación de reservas en períodos anteriores. Ahora bien ¿qué relación existe entre esta situación de la balanza de pagos y la formación de capital? Recordemos que más de la tercera parte de la inversión en capital lijo proviene del exterior en forma de maquinarias y equipos y, además, que en 1971 ya se produjo una disminución del 17% en la importación de este tipo de bienes en relación con el año anterior. En consecuencia, la expansión de la capacidad productiva se verá limitada si no existe a muy corto plazo la disponibilidad de divisas para importar maquinarias y equipos. Estimaciones hechas a comienzos de año por el Instituto de Economía de la Universidad Católica determinaban que el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos podía llegar en 1972 a USS 521,6 millones 1 . Si se considera la tendencia que muestran los registros de importaciones y las exportaciones realizadas en los primeros meses del presente año, y se supone que esa tendencia se mantiene en el resto del año, el déficit calculado alcanzaría ¡¡ una cifra muy superior a la indicada. Hacemos esta observación con el solo objeto de llamar la atención sobre el hecho de que el Gobierno se verá en la necesidad de restringir severamente las importaciones, ya que la magnitud del déficit en cuenta corriente estimado para 1972 alcanza apro' Ver "Informe de Coyuntura nt 2" del [rutlreto <Jf lu Universidad Católico, jnix. 53, cuadro 21. Eccaotnla 452 ficado para realizarlos. Estos proyectos podrían clasificarse en forma simplificada en tres tipos: • Ampliación de instalaciones existentes; • Nuevas fábricas completas en rubros de producción existente; • Industrias nuevas no tradicionales. La primera solución ha sido la más frecuente y. al mismo tiempo, es la que produce efecto a más cono plazo. En la actual coyuntura chilena hajf algunos factores que dificultan esta solución tradicional, l'ur una parte, la situación deficitaria de la balanza de pagos hace necesario recurrir al crédito externo, el <¡ue se ha visto deteriorado por ximadamente al 45P(/ del valor de las exportaciones. La restricción de las importaciones se puede efectuar mediante una alza del tipo de cambio, un aumento de los aranceles, un control directo del volumen de importaciones, o de una combinación de las medidas señaladas. Los rubros afectados por estas medidas pueden ser los bienes de consumo, los alimentos, las materias primas, los repuestos, los combustibles y las maquinarias y equipos. Por lo general, los últimos ¡tenis indicados son los que han sufrido un mayor deterioro en situaciones similares, dado que el electo político y económico que se produce por su reducción no es tan notorio en el corto plazo. En todo caso, no es aventurado pensar que será muy difícil mantener las importaciones de bienes de capital en el nivel del año anterior que, como se ha expresado, fue inferior al alcanzado en 1970. b. La existencia de proyectos Por otra parte, para efectuar las ampliaciones en el sistema productivo, se necesita disponer no sólo de divisas y de ahorro interno, sino que además de proveeros específicos y de personal cali- razones polítjcBS y por el desprestigio que seacrea el incumplimiento de algunos compromisoj externos; y, por otra, el sector privado ha detenido sus programas de inversiones debido a la indefinición del área de propiedad que corresponderá al Estado. Además, el sector estatizado a naves de compra de acciones o cuotas de capital, requisición o intervención ha debido enfrentar los problemas propios de la transición que requiere concentrar de preferencia los esfuerzos en la administración de lo existente para evitar bruscas caídas de productividad. Esta situación puede provocar atrasos en la decisión de las adquisiciones de nuevos equipos. Además las fábricas en el exterior requieren un tiempo para incluirlos en sus propios programas y un plazo para su fabricación. Todo esto hace pensar que es muy improbable su adquisición, instalación y funcionamiento durante el presente año. En relación con la instalación de fábricas completas, que parece ser la orientación de los acuerdos con los países socialistas, especialmente con la Unión Soviética, se abre unta perspectiva de interés en el mediano plazo, particularmente en los rubros en que se perciben cslrangulamientos en la oferta, como es el caso del cemento por ejemplo. Pero es preciso estar consciente que desde el momento en que se produce el acuerdo y la fecha en que la nueva industria esté funcionando puede transcurrir un lapso de Ires años o más. O sea, que la nueva inversión se traduciría en mayor producción en la segunda mitad del año 1975. Este argumento no va en contra de la rápida concertación de estos acuerdos, pero apunta a dejar en 453 claro una realidad con el objeto de no despertar falsas ilusiones acerca de la solución inmediata de los problemas derivados de una oferta insuficiente. Finalmente, las posibilidades de aumentar la inversión en capital fijo en industrias nuevas no tradicionales están condicionadas a la existencia de proyectos y a su factibilidad económica y financiera. Por lo general, dichos proyectos están ligados a la exportación, a la sustitución de importaciones y, lo que es más frecuente, a aquellos que cumplen el doble propósito, o sea, que sustituyen importaciones, pero que deben dejar saldos exportables para que su escala de producción sea económica. Estos proyectos se caracterizan: por una alta densidad de capital y por la misma razón su componente importado es elevado; por un requerimiento directo de mano de obra relativamente bajo por unidad de inversión; por el uso de tecnologías avanzadas y de mano de obra calificada; por tener un período de maduración relativamente largo (más o menos cinco años); por el grado de eficiencia que se requiere en su operación, ya que el producto debe estar en condiciones de competir en el mercado internacional, etc. Estas y otras características son precisamente las que le dan a estos proyectos el carácter de no tradicionales. En las actuales condiciones el Estado es quien tiene la responsabilidad de desarrollar este tipo de proyectos que son los que pueden cambiar la estructura de la producción industrial en Chile y que, por el volumen de la inversión, por los riesgos que implican, por la influencia que tienen las políticas públicas en las etapas de formulación, ejecución y operación de los mismos, no pueden ser realizadas en base a la iniciativa privada nacional. c. Maquinarias y equipos nacionales Los a n t e c e d e n t e s proporcionados p o r ODEPLAN sobre variaciones de la inversión en 1971 en relación a 1970 presentan conjuntamente los cambios producidos en existencias y en las inversiones en equipos nacionales. Esto impide determinar la influencia que tuvo cada uno de estos rubros en la disminución de la inversión en 71,3% que se señala para ambos. Es evidente que en el año 1971 se produjo una importante reducción de los stocks acumulados al mes de diciembre del año anterior, lo que contribuyó a satisfacer parte del considerable aumento de la demanda originado el año 1971. F.sie es un recurso Utilizable por una sola vez y aparece claro que a esta altura del proceso no sólo se ha agotado sino que, en cienos casos, los stocks se han reducido a niveles que ponen en peligro el normal abastecimiento de algunos bienes. A pesar de no poder identificaí en forma precisa la disminución de la inversión en maquinarias y equipos nacionales, sabemos que se produjo una importante reducción provocada por el término del programa de expansión de la gran minería del cobre y por la paralización de la inversión privada. Esta situación se mantiene en el año 1972 y se puede suponer que será peor que en el año anterior, ya que en muchos casos los equipos nacionales constituyen una parte de un proyecto más amplio en el que se incluyen bienes de capital importados y, por lo lanío, su ejecución está condicionada a la disponibilidad de divisas. En la industria nacional que produce maquinarias y equipos, a diferencia de otras, existe a la fecha capacidad instalada ociosa y su utilización dependerá principalmente de los programas de inversión del sector público, los que, a su vez., están condicionados por los excedentes que se generen en ese sector, por la disponibilidad de divisas para importar y por la existencia de proyectos específicos en estado de iniciarse. d. Inversión en construcciones y oirás obras Este ha sido el rubro en que históricamente se ha concentrado la mayor proporción de la inversión geográfica bruta en capital fijo, más del 55% del total, y fue el que experimentó un aumento en el año 1971 en relación a 1970 (12,5%). En él se incluye la edificación (viviendas, escuelas, hospitales, edificios públicos, comerciales, industriales, etc.), las obras públicas (caminos, puentes, puertos, aeropuertos, redes ferroviarias, etc.). las obras de riego (embalses, canales, etc.), etc. 454 Eslas inversiones tienen, en general, las siguientes características: su componente importado es relativamente bajo; la ocupación directa por unidad de inversión es mayor que la que se puede obtener con ampliaciones de la capacidad instalada o con los proyectos no tradicionales; la mano de obra que se requiere necesita menor especialización; estimula la producción de las industrias nacionales proveedoras de materiales de construcción; existe capacidad técnica nacional para preparar y realizar los proyectos; y hay tina larga tradición administrativa que permite la pronta elaboración y ejecución de estos proyectos. Esto explica la razón por la cual el país ha destinado gran parte de sus recursos de inversión a esle tipo de proyectos. Sin embargo, y a pesar de su importancia, no es posible romper la estructura de producción de Chile, ni su excesiva dependencia exlerna, si no se cambia la composición de la inversión, en c! sentida de destinar una cuota creciente hacia actividades directamente productivas, como son los sectores agropecuario, industrial y minero. No obstante, dadas las circunstancias actuales, en que existen limitaciones para importar y en que la inversión privada está prácticamente paralizada. la inversión en construcciones y otras obras pasa a tener gran importancia para mantener el nivel de la actividad económica y del empleo. La ley de Presupuestos aprobada para el año 1972, incluida la ley de reconstrucción, contempla un aumento de 45% en la inversión fiscal en relación con la presupuestada para d año anterior. Esta asignación para inversión no equivale al concepto de inversión en capital fijo, ya que en ella se contempla la adquisición de activos existentes que, si bien es una inversión para el sector público, en términos nacionales sólo produce una transferencia de capilal pero no adición. Por lo lamo, desde el punto de vista que nos preocupa en el presente análisis habría que reducir las asignaciones para transferencias. Desgraciadamente no disponemos de esa información para piesentar las cifras depuradas. En !odo caso, dado el aumento de precios que ya se ha producido, que ha sido mayor en los materiales de construcción que el acusado por el índice de precios al consumidor, se puede concluir que la inversión fiscal, en términos reales (o sea en Escudos- del mismo poder adquisitivo que el año anterior), no experimentará un aumento o al menos éste será muy pequeño, l:,sic hecho sumado a los antecedentes que se han dado en relación a las posibilidades de incremento de inversión en otras áreas hace pensar que las perspectivas de un aumento en la formación de capital fijo para el presente año son muy precarias, lo que puede tener un efecto adverso sobre el nivel de actividad general de! país en el corto plazo y. sin duda, está creando condiciones negativas para su desarrollo futuro. 4. El financiamicnlo En las primeras líneas de este artículo hicimos referencia a un número anterior de Mensaje en que analizamos las posibilidades de generación de ahorro en 1972. En consecuencia, no volveremos a insistir sobre ese tema, pero es pertinente hacer algunos comentarios sobre el financiamiento posible de la inversión con recursos que no se consideran en la definición que hemos dado del ahorro (diferencia entre lo que la sociedad produce y lo que consume). Estas fuentes de financiamiento corresponden a lo que podríamos denominar flujos financieros de carácter autónomo, o sea, que no tienen su origen en la decisión de las personas de consumir menos que su ingreso en un período dado, o en los excedentes producidos en las empresas, o en el saldo positivo entre los ingresos corrientes y los gastos corrientes del seclor público. Para los efectos de simplificar nuestro análisis consideraremos sólo dos fuentes: la expansión monetaria (creación de dinero) y los créditos del exterior. Puede ocurrir que, en condiciones de subutilización de los factores productivos (desempleo, capacidad ociosa), la autoridad monetaria cree recursos financieros para financiar proyectos de inversión del sector público o privado, sin que esto provoque, a corto plazo, un efecto inflacionario proporcional al aumento de la cantidad de dinero. En la práctica se produce un efecto relardado en cuanto el aumento de los precios tiende a restablecer el equilibrio entre la oferta de dinero y la cantidad de bienes disponibles. 455 t i uso del instrumento monetario como fuente de Financiamiento tiene limitaciones, por cuanto la capacidad ociosa normalmente no se presenta como un fenómeno generalizado en la economía y, en consecuencia, existen estrangulamientos en la oferta de ciertos bienes que pueden provocar el alza de precios, la escasez de algunos productos, o la necesidad de aumentar las importaciones de los mismos para cubrir los desequilibrios entre oferta y demanda interna. En el caso chileno el ejemplo más notable ha sido el de los productos agropecuarios. Otra limitación está dada por la capacidad existente de producción que. una vez utilizada plenamente, no puede responder a una mayor demanda, a no ser que se amplíe la capacidad instalada. En consecuencia, si bien pudo pensarse en un aumento de la inversión, especialmente en construcciones y obras, sobre la base de recurrir al Banco Central para el financiamiento de las inversiones públicas, este camino presenta serios obstáculos para el futuro. En el año 1971 se produjo un aumento en la cantidad de dinsro superior al 100%, lo que ha creado un alto grado de liquidez en la economía y cuyo efecto se está haciendo sentir en el alza de los precios ocurrida en el presente año. La expansión probable de la cantidad de dinero para el año 1972, en el supuesto que no haya un cambio desfavorable en la situación fiscal, sería a lo menos de 6 0 % , lo que representa una suma levemente superior a E° 11.000 millones, cifra que es equivalente al monto de la inversión fiscal presupuestada. Dado el grado actual de utilización de la capacidad instalada y el agotamiento de las reservas internacionales, el efecto inflacionario del financiamiento fiscal por la vía de la expansión monetaria será considerablemente mayor que en 1971, lo que en definitiva reducirá la inversión real debido ai aumento de los precios. La otra fuente de financiamiento que mencionamos es el crédito externo. No hemos incluido la inversión directa de capitales extranjeros porque, en el corto plazo, no parece ser una fuente significativa de financiamiento. Los créditos externos pueden estar destinados principalmente a financiar la importación de bie- Construcción, único rubro en aumento nes de consumo, materias primas y bienes intermedios; a renovar o ampliar el parque de maquinarias existente: y/o a la compra de equipos para la instalación de nuevas industrias. Hemos descartado la posibilidad de obtener crédito para relinanciamicnto. dado que recientemente se ha renegociado la deuda exlerna del país. El monto de los créditos que se puedan obtener está limitado por el nivel de endeudamienio externo a que ha llegado Chile y por la capacidad futura de pagos. En cuanto a las fuentes a que se puede recurrir, están condicionadas por el tipo de importación. En el primer caso {bienes de consumo e intermedios y materias primas), estarán restringidas a los países habitualmente proveedores y a aquellos que, no habiendo sido proveedores habituales, dispongan de excedentes exportables y estén en condiciones de otorga!1 créditos para la venid de esos excedetues. l'or su parte, la reposición y ampliación del parque de 456 maquinarias existente debería hacerse con equipos similares, o sea, en el caso chileno debería importarse principalmente de los Estados Unidos de Norteamérica y de los países de Europa Occidental. Finalmente, el financiamiento para la instalación de industrias nuevas puede provenir de cualquier país sin más limitaciones que la calidad y precio de los equipos, la seguridad de su mantenimiento posterior y las condiciones del crédito, en cuanto a plazos y tasas de interés. Hemos hecho estas observaciones para indicar que hay limitaciones reales, más allá de la buena voluntad de las partes, que hacen muy difícil la solución de los problemas por qué atraviesa la economía chilena sobre la base exclusiva de operaciones bilaterales. Todo esto sin mencionar los problemas de dependencia que se crean cuando se debe recurrir al financiamiento externo para la importación de bienes de consumo. Por último, es necesario agregar que, aun cuando se obtengan créditos externos para la importación de bienes de capital, es preciso contar con la contrapartida de recursos financieros y reales dentro del país que son un complemento indispensable para !a instalación de los equipos importados. 5. Comentarios finales El análisis hecho en los párrafos anteriores nos lleva a formular algunas conclusiones: 1 Fl aumento de la producción de bienes y servicios destinados a satisfacer las diversas necesidades de la comunidad nacional depende del grado y eficiencia con que se utilice el stock de capital acumulado en períodos anteriores, de las adiciones de capital que se haga cada año y del beneficio que ellas reporten a la economía. 2 Dada la situación que actualmente vive el país, en que el Estado controla directamente una proporción importante de los medios de producción de las industrias básicas para el desarrollo, y los mecanismos de política económica que permiten orientar la producción y el ingreso nacionales, recae sobre su administración la mayor cuota de responsabilidad, tanto en el mejor aprovechamien- to del stock de capital existente como en la realización de nuevas inversiones que permitan su incremento. 3 Las posibilidades de aumentar la inversión geográfica en capital fijo están limitadas por la insuficiencia del ahorro interno, por la disponibilidad de divisas y por la carencia de proyectos específicos, salvo en el rubro de construcción y otras obras. 4 El uso de recursos financieros en moneda nacional, distintos del ahorro (expansión de los medios de pago), está limitado por el efecto inflacionario que puede originar; por las consecuencias negativas que puede ocasionar sobre la inversión privada el alza y la distorsión de los precios; por la rigidez que presenta la oferta en algunos sectores de la producción y la dificultad para cubrir con importaciones la mayor demanda originada por la expansión monetaria. 5 El crédito externo puede ser un paliativo eficaz en la medida que permita cubrir parcial o totalmente el déficit estimado en la cuenta corriente de la balanza de pagos, porque así se evitaría una restricción demasiado drástica de las importaciones y, al mismo tiempo, permitiría disminuir el monto de la expansión monetaria y atenuar las presiones inflacionarias. Como ya se ha expresado, las limitaciones a un mayor endeudamiento con el exterior provienen del nivel actual de la deuda externa y de las posibilidades de encontrar las fuentes de financiamiento. Esto último presenta dificultades por razones de política internacional, por el deterioro que ha sufrido la imagen del pais debido al incumplimiento y postergación del pago de algunos de sus compromisos y por la incertidumbre sobre la futura capacidad de pago de Chile. 6 I-as observaciones anteriores nos llevan a concluir que es de primordial importancia lograr el aprovechamiento más eficaz del capital existente para obtener su máximo rendimiento. Es preciso que en esta materia la administración del Estado no sólo dé el ejemplo, sino que cree las condiciones de estabilidad y continuidad para los empresarios y trabajadores en las distintas áreas y actividades de la economía. 457 Una actitud de esta naturaleza no puede ser considerada como una claudicación o retroceso en el proceso de transformaciones que estamos viviendo, sino como la más elemental medida de prudencia para seguir avanzando. 7 Finalmente, nos parece que en las circunstancias actuales se pueden destacar algunos campos que requieren atención inmediata: a) La agricultura y el cobre como aspectos fundamentales para mejorar las condiciones del comercio exterior. b) La industria manufacturera de bienes de consumo básicos para evitar desabastecimientos que afecten a la gran masa de l;i población. c) La inversión en el sector que hemos denominado "construcciones y otras obras" para evitar una caída en el nivel de actividad y empleo. d) Un esfuerzo nacional de ahorro para hacer frente a las inversiones que el país requiere para .su desarrollo futuro; y. e) Dar atención preferente a la elaboración de proyectos específicos de inversión, encaminados a eliminar los estrangulamientos de cuno plazo en la oferta de bienes y servicios básicos y a determinar la estructura más eficiente de producción en un plazo muí largo. Estamos conscientes de que estas recomendaciones u orientaciones generales están muy lejos tic ser completas y que es más fácil proponer que hacer. Pero el propósito no es otro que examinar nuestra realidad en los términos más objetivos posibles dentro de las limitaciones que impone el espacio y la información de que pueden disponer quines no están interiorizados en todos los detalles y antecedentes que son de dominio de las autoridades políticas y técnicas del Gobierno