Valparaíso, nueve de Agosto de dos mil cuatro. VISTO: Se reproduce la sentencia en alzada en toda su parte expositiva, con excepción de los párrafos tercero y cuarto del motivo segundo y el fundamento tercero, los que se suprimen. En las citas legales se agregan las de los artículos 1445, 1456, 1458, 1459 y 1682 inciso tercero, todos del Código Civil. Y teniendo en su lugar y además, presente. PRIMERO: Que en la sentencia en alzada, el juez a quo expresa que el hecho que la demandada al contestar, a fs. 12, haya reconocido que celebró un contrato de compraventa con la difunta Elia del Carmen Rodríguez Valencia, no es suficiente para dar por establecidas las cláusulas y condiciones que se pactaron en la convención impugnada, toda vez que no existe un texto expreso que permita conocerlas, porque el actor no acompañó la documentación pertinente pata tener por probado el contrato. SEGUNDO: Que el mismo juez a quo en la sentencia alzada, siguiendo con la reflexión precedente, expresa que no puede dar por existentes los vicios atribuidos al pacto ya que ellos se afirman al tenor de sus estipulaciones y no en cuanto a su referencia en general. TERCERO: Que en esta instancia, rolante a fs. 146, el actor acompañó copia autorizada de escritura pública de compraventa otorgada ante el Notario Público Don Carlos Montenegro Torres, de fecha diez de marzo de mil novecientos noventa y siete, celebrada entre doña Elia Rodríguez Valencia y doña Rosa Edelmira Araya, copia que fue acompañada a los autos con citación, como consta de resolución de esta Corte de fs. 149. CUARTO: Que el fondo del asunto versa sobre dos hechos fundantes, respectivamente de las dos acciones interpuestas en autos por la demandante, a saber, a) la acción de nulidad de contrato de compraventa de bien ra íz por vicios del consentimiento, esto es, fuerza y dolo; b) la existencia, en el contrato, del vicio de lesión enorme, acción interpuesta en carácter subsidiaria. QUINTO: Que esta Corte analizará a continuación si existe, en relación con la referida compraventa, dolo como vicio del consentimiento, que llevaría a la declaración de nulidad de dicho acto jurídico. Que el dolo consistiría, según la actora, en una maquinación urdida por la demandada para inducir a la celebración del contrato y conduciría a la declaración de la nulidad absoluta del contrato. SEXTO: Que esta Corte analizará los siguientes elementos que pueden constituir dolo: una secuencia de hechos concatenados y ocurridos en fecha cercana, a saber, a) mandato general Rodríguez Valencia Elia a Luay Rodríguez Araya, otorgado a ocho de febrero de mil novecientos noventa y siete; b) ingreso de la Sra. Elia Rodríguez al Hospital A. Nef el 23 de febrero de 1997; c) su ingreso de dicho establecimiento el 5 de marzo; d) sus condiciones al dársele el alta, al 5 de marzo de 1997; fecha de ese egreso, esto es: lucidez, pero desorientación temporo-espacial; e) contrato compraventa de bien raíz impugnada de 10 de marzo de 1997. SEPTIMO: Que los datos de los literales b), c) y d) de la razón precedente emanan de los antecedentes clínicos acompañados, en fotocopias, autorizadas por D. Patricia Torres Bahamondes, rolante de fs. 57 a fs. 92, mandadas ponerse en conocimiento de las partes por decreto de fs. 93, sin que hayan sido objetados por la contraria. OCTAVO: Que en relación con la fuerza que se haya ejercido sobre la vendedora en la escritura pública impugnada existen en el proceso los siguientes indicios: Que la testigo Ruth Noemí Ponce Muñoz, sin tacha, juramentada y dando razón de sus dichos, declara, que ? la sobrina de la señora Elia llamada Lucy Rodríguez, ejerció presión sobre la testigo y extorsionaba a la señora Elia ?para que nos echara y desde la semana Santa de 1996 la tuvieron encerrada en su casa y no dejaban verla; en agosto de 1996 sacaron las cortinas y pusieron diarios, y durante 1996 nosotros vivimos allí, pero teníamos prohibido ver a la Sra. Elia?. Que luego cambiaron las ch apas. NOVENO: Que similar testimonio presta el testigo Rodrigo Fernando Rodríguez Ponce, tambi 9n juramentado y no tachado, quien, declarando a fs. 32 vta., expresa que.. ?nosotros tuvimos que abandonar la propiedad porque llegó doña Rosa Araya con un abogado y nos dijo que era la nueva dueña y que teníamos que abandonar la propiedad?. DECIMO: Que de la declaración de los testigos mencionados, e informe clínico de la paciente analizado en la razón ?sexta?, queda establecido que D. Elia del Carmen Rodríguez nació en 1910. UNDECIMO: Que de los antecedentes analizados se desprende: a) que la demanda y sus familiares ejercieron sobre la Sra. Rodríguez Valencia una presión que llegó al extremo de mantenerla encerrada y con llave en una casa; b) que se hicieron autorizar un poder con amplísimas facultades; c) que la Sra. Rodríguez Valencia sufrió un grave quebrantamientos de su salud, detalladamente descrita en antecedentes ya analizados; d) que el alta que ella recibió no fue una constancia de recuperación de su salud, al expresarse en esa alta que le afectaba ?una desorientación témporo-espacial?; e) que a escasos días de esa alta ella otorgó la escritura de compraventa; f) que a la sazón tenía cerca de 87 años de edad. DUODECIMO: Que los hechos referidos constituyen a juicio de esta Corte los vicios del consentimiento de fuerza y de dolo. A) De fuerza. La fuerza consiste en la amenaza de un mal, para viciar el consentimiento, debe ser capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad, sexo y condición. A juicio de esta Corte, la impresión que recibió la contratante fue fuerte: nada menos que su encierro y su total dependencia de las causantes de la fuerza. Que hay que apreciar ello tomando en cuenta su edad, sexo y condición. Los requisitos se dan: edad, 87 años; sexo, femenino: condición: enferma. Que la doctrina no exige que la fuerza sea coetánea al acto rescindible. B) De dolo. Consiste en toda especie de maniobras reprobadas por la buena fe, que una persona emplea para hacer que otra incurra en un error que la determine a contratar (Claro Solar, Explicaciones. Citada por A. Alessandri B., Nulidad y Rescisión en el Derecho Civil Chileno, T. II, 2ª. Ed., p. 739. Que la serie de maniobras reseñadas en este fallo constituyen maniobras; que van contra la buena fe llevar a una convaleciente de 87 años, a 5 días de su alta, a una Notaría para que se desprenda de su única propiedad raíz, sin ser capaz, por su estado o condición, de apreciar si el acto que celebra conviene o no a sus intereses. Que en la especie concurren en consecuencia los dos requisitos que señala el artículo 1458 del Código Civil para que el dolo vicie el consentimiento, esto es, que sea obra de una de las partes y que haya sido determinante para que se llevara a efecto el contrato de compraventa concurren en consecuencia los dos requisitos que señala el artículo. DECIMO-TERCERO: Que los vicios de consentimiento de fuerza y de dolo, concurriendo en una declaración de voluntad, significan la nulidad relativa del contrato celebrado, y no el vicio de nulidad absoluta, como lo pide la actora en su libelo de demanda. DECIMO-CUARTO: Que por estas razones esta Corte acogerá la demanda y declarará nula la nulidad relativa la compraventa que se individualizará. DECIMO-QUINTO: Que la actora reclama indemnización de perjuicios, los que no se han acreditado, por lo que no se hará lugar a ellos. DECIMO-SEXTO: Que, deducida en carácter de subsidiaria la acción de rescisión por lesión enorme, esta Corte no se pronunciará sobre ella por haberse acogido la acción principal. DECIMO-SEPTIMO: Que, no habiendo sido la contraria vencida totalmente, no se condenará en costas. Por todo lo expresado y visto, además lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes y 227 del Código de Procedimiento Civil, se Revoca la sentencia definitiva de fecha quince de marzo de dos mil uno, escrita de fs. 132 a fs. 135, que no hace luga r a la demanda, con costas, y en su lugar se declara que se acoge la demanda deducida a fs. 6 por doña Ana Isabel Rodríguez Valencia en contra de doña Rosa Edelmira Araya solo en cuanto se declara: 1. que el contrato de compraventa celebrado el 10 de marzo de 1997 ante el Notario Don Carlos Montenegro Torres, entre doña Elia del Carmen Rodríguez Valencia o Elia del Carmen Rodríguez Valencia de Salas, y doña Rosa Edelmira Araya, es nulo de nulidad relativa por afectarle, en su celebración los vicios del consentimiento de fuerza y de dolo; 2. que en consecuencia se ordena la cancelación de la suscripción de dominio en el Registro de propiedad del Corredor de Bien es Raíces respectivo, a nombre de la demandada, como también, y consecuencialmente, de cualesquiera otras prácticas con posterioridad. 3. Que no se hace lugar a la condena en costas solicitada. Regístrese y devuélvase. Rol IC 3236-01 Redacción del Abogado Integrante señor Enrique Aimone Gibson