alfa y omega en… Activos dermocosméticos Francisco Zaragozá García Director del Departamento de Farmacología. Facultad de Medicina. Universidad de Alcalá. Alcalá de Henares (Madrid). Aceite de almendras dulces: es el aceite obtenido por expresión en frío a partir de las semillas maduras de Prunus dulcis (Miller) D.A. Webb var. dulcis. Es rico en ácido palmítico, palmitoleico, margárico, esteárico, oleico, linoleico, linolénico, araquídico, gadoleico, génico y erúcico. También contiene tocoferoles y otros esteroles, vitaminas A y B, proteínas y sales minerales. Se utiliza principalmente en cosmética en casos de irritación cutánea y alergias por sus propiedades emolientes en formulaciones para después del sol y del afeitado, como desmaquillante, etc. Aceite de babasú: es el aceite vegetal que se obtiene a partir de las semillas de la palma Orbignya speciosa (= Attalea speciosa) originaria de la región del Amazonas. Se trata de un aceite no secante empleado en dermocosmética que contiene ácido láurico, mirístico, palmítico, oleico y esteárico. Posee una gran efectividad como emoliente. Aceite de jojoba: es el aceite que se extrae a partir de las semillas de Simmondsia sinensis (Link.) C. Schneider, Buxaceae. Está compuesto por una mezcla de céridos; son ésteres de los ácidos eicosenoico y docosenoico y de alcoholes en C20 (eicosenol) y en C22 (docosenol). Se emplea en la formulación de cremas, leches, jabones y otros preparados destinados a ser aplicados sobre la piel o los cabellos por su acción lubrificante. Aceite de onagra: el aceite obtenido a partir de las semillas de Oenothera biennis L., Onagraceae, forma parte de numerosos productos cosméticos. Está constituido en su mayor parte por ácidos grasos insaturados, ácido gamma-linolénico, ácido linoleico y ácido oleico. Este aceite es interesante para preservar la elasticidad de la epidermis y prevenir la aparición de arrugas. Asiaticósido: es un saponósido triterpénico pentacíclico presente en la parte aérea de Centella asiatica (= Hidrocotyle asiatica), una planta con propiedades cicatrizante y venotónica. También inhibe el proceso inflamatorio que podría provocar hipertrofia en cicatrices. Además, la actividad antiproliferativa in vitro de los queratinocitos, observada tanto para el extracto como para el asiaticósido y otro saponósido relacionado, el madecasósido, podrían sugerir un uso potencial como antipsoriásico. Avenantramidas: son compuestos fenólicos con un grupo amida en su estructura. Se encuentran presentes en la avena, utilizada ampliamente en la elaboración de productos corporales por sus propiedades calmantes y nutri- 26 Más Dermatol. 2013;20:26-27 doi:10.5538/1887-5181.2013.20.26 © Editorial Glosa, S.L. Autorizado el uso en el ámbito académico o docente según lo previsto por la Ley de Propiedad Intelectual. Zaragozá García F. Activos dermocosméticos tivas. Las avenantramidas reducen de manera dependiente de la dosis la liberación de histamina en trastornos de la piel como irritación y enrojecimiento. Entre ellas, la dihidroavenantramida D ha mostrado una alta eficacia en estudios antiirritación in vivo. Betaína: debe su nombre a su aparición en la remolacha de azúcar (Beta vulgaris). La betaína se encuentra en la formulación de algunos preparados tensioactivos, en formulaciones cosméticas. Desde el punto de vista de su actividad biológica, la betaína está implicada en procesos bioquímicos de transferencia del grupo metilo. Ceramidas: son lípidos presentes en las capas superficiales de la piel. Una de sus funciones en la fisiología cutánea es la de ayudar a regular el balance hídrico entre el exterior y el interior del organismo. Su inclusión como ingrediente activo en cremas cosméticas hidratantes puede resultar de interés, ya que de alguna manera, una vez aplicadas, pueden ejercer una acción reestructurante de la barrera cutánea, favoreciendo tanto la retención de agua endógena (reducción de la pérdida de agua por transpiración) como la captación de agua exógena (humedad medioambiental, agentes higroscópicos del propio cosmético hidratante, etc.). Flavonoides: son un grupo de compuestos fenólicos presentes en los vegetales cuya principal actividad biológica es la de disminuir la permeabilidad de los capilares sanguíneos y aumentar su resistencia. En la actualidad, interesa sobre todo la interacción de los flavonoides con los radicales libres y sus posibles consecuencias en términos de prevención. Son poderosos antioxidantes que protegen a las lipoproteínas de baja densidad (LDL) del daño oxidativo, por esta razón los polifenoles se incluyen en numerosas formulaciones cosméticas antienvejecimiento. Además, existen muchos trabajos experimentales que demuestran la actividad celular de estas moléculas y los sistemas implicados en la respuesta inmunitaria y en la inflamación. Manteca de karité: es la grasa extraída de las semillas de Vitellaria paradoxa Gaertner f. (= Butyrospermum parkii Kotszhy). Está compuesta por ácido esteárico, ácido oleico, ácido linoleico y una pequeña fracción insaponificable que contiene un hidrocarburo específico. Se emplea en la industria cosmética y en la formulación de pomadas cicatrizantes y protectoras frente al sol. Superóxido dismutasa (SOD): es una enzima implicada en el control de los procesos oxidativos relacionados con el envejecimiento, ya que bloquea el primer radical de oxígeno que se forma en el tejido cutáneo. Por este motivo se incluye en distintas preparaciones cosméticas. Plantea un problema de estabilidad que se soluciona mediante el uso de liposomas. Más Dermatol. 2013;20:26-27 doi:10.5538/1887-5181.2013.20.26 27 © Editorial Glosa, S.L. Autorizado el uso en el ámbito académico o docente según lo previsto por la Ley de Propiedad Intelectual.