PANEL: ‘DIÁLOGO, MINERÍA, DESARROLLO y DEMOCRACIA’ Presentación: DE LA MINERÍA COMO DAÑO A LA MINERÍA COMO RIESGO Colombia Bernardo Toro A. Fundación Avina Una de las cosas que tiene Avina es que se define a sí misma como una entidad en que no sabe en qué consiste el cambio, además creemos muy difícil saber qué es cambio como definición, por la razón sencilla de que no existe una teoría general de la realidad, si existiera esta teoría podríamos decir por donde es el cambio; pero lo que sí sabemos es que las comunidades, las personas, las sociedades saben crear condiciones para cambiar, y el que tenga dudas piense en todo el norte de África en este momento. Y, Avina lo que trata, su esfuerzo, es crear condiciones para que el cambio suceda, siendo tres acciones, convirtiendo oportunidades en promesa de valor, juntando capital social para hacer posible esa promesa, y trabajando porque ese capital social genere agentes colectivos para que el cambio se produzca, y que ese cambio tenga un norte; haciendo posible la vida digna para todos, esa es la carreta de AVINA. Cuánto tiempo puede hablar un peruano de anchoveta y de harina de pescado si le diera el micrófono: horas. Si le diera el micrófono a un colombiano para que hablara de café, podría hablar horas, además de horas de narcotráfico y horas de guerrilla. Pero si yo le entrego el micrófono a un colombiano para que hable de minería, hablará uno, dos o tres minutos, quiere decir que no hay narrativa, que la sociedad no tiene discurso sobre el fenómeno minero. En Colombia hay minas, algunas de las minas más grandes del mundo en carbón, pero no hay discurso minero como lo tiene Chile pr ejemplo. Chile tiene memoria, historia, mineros rescatados, películas; un chileno puede hablar de minería horas de horas porque tiene narrativa minera. Entonces una cosa es tener minas y otra cosa es ser un país minero. Entonces una de las cosas importantes para América Latina es ver que en África está terminando su minería siguiendo luego sud América, con la tecnología que hay, los expertos calculan que en 50 años han retirado todo el mineral, metales de América Latina, sigue Mongolia y luego sigue Siberia; y creo que cuando lleguemos por allá la minería ya no será necesaria porque la física del carbono ahora ha avanzado tanto que podemos hacer cualquier cosa con carbono, entonces es muy importante que pensemos como continente. Lo mejor de esta reunión es que estamos entendiendo que ni los problemas ambientales, ni los problemas de diversidad, ni los problemas de convivencia, ni los problemas de minería los puede resolver un país solo en América Latina, o nos va bien a todos o peor para el que le vaya bien, porque al que le va bien, si a los otros les va mal, todos no vamos para allá, y les dañamos el logro. América Latina está de tal manera interconectada que tenemos que entender que nadie puede resolver el problema solo, y de pronto la minería es el camino. Tal como explicaba en la mesa Eduardo y Fabio, hemos llegado a una forma de cómo dialogar, hemos logrado cierto grado de confianza entre las mineras, los ambientalistas y derechos humanos; y la pregunta es: ¿Qué modelo de diálogo usamos? donde todos podamos usar el conocimiento, donde todos podamos usar los aprendizajes, y donde todos podamos hacer una proyección desde nivel micro a macro. Y dijimos que es lo que nos dificulta el diálogo: que unos piensan de la minería como daño tanto los ambientalistas como los de derechos humanos, las organizaciones sociales pensamos de la minería como un daño, pero ninguno la piensa como un riesgo, y las mineras como la piensan como daño ven la intervención social como un hospital: le he hecho mucho daño a la comunidad entonces pongámosle vendaje, démosle plata, hagámosle una escuela. Si yo pienso mi trabajo como daño, trato de hacer lenitivo, y en eso lo social es muy peligroso; porque el lenitivo calma a la persona pero no le resuelve el problema, porque el problema es la transacción no el daño. Entonces la pregunta es ¿Cómo mirar la minería? Como riesgo, que quizá es una de las cosas que en América Latina tenemos problemas, parte del abandono de los Estados hacia su sociedad, parte de los problemas es que en América Latina confundimos la seguridad con la defensa, entonces actuamos cuando las cosas ya están hechas, los daños, pero no tenemos cultura del riesgo y eso nos puede pasar con la minería. Dos cosas claves en Colombia es que: 1. La minería es un hecho y es a veces muy importante porque a pesar de la biodiversidad, se tomó la decisión de que la minería es uno de los ejes del desarrollo dentro del actual país. Y, 2. La minería es un riesgo que puede generar diferentes conflictos (armado, social, económico, ambiental, cultural, etc.), lo de armado es muy colombiano, hoy consideramos que la minería puede activar el conflicto armado a niveles insospechados porque el oro no es ilegal, la cocaína sí. Y, para los grupos armados hoy es más importante el oro que la cocaína, es un marco un poco diferente. Para tener en cuenta: ¿Qué es un riesgo? Es una situación o hecho que puede disminuir el bienestar de una persona o un grupo viviente, por eso el mundo no es un lugar seguro, este hotel no es un lugar seguro, ya que puede pasar cualquier cosa, entonces el riesgo es la forma de pensar más productiva que hay. Porque el análisis del riesgo cura el miedo. ¿Qué es vulnerabilidad? Es la mayor o menor exposición a un riesgo. Y, Daño es el resultado de un riesgo desconocido o deficientemente analizado. Son los conceptos que vamos a manejar de como mirar las cosas desde el punto de vista de riesgo, la minería como riesgo. Los riesgos pueden reducirse o manejarse. Si estamos conscientes de nuestras debilidades y vulnerabilidades frente a los riesgos existentes, podemos tomar medidas para asegurarnos de que no se conviertan en grandes daños, desastres. Cuando no hay conocimiento del riesgo se mira hacia el daño, eso es peligroso, y el daño genera miedo, y el miedo genera protección, defensa, y esta a su vez genera ataque. Entonces las mineras le tienen miedo a las ONG ambientalistas, y todas las atacan, los ambientalistas le tienen miedo a la minera y los ataca. Y, bajo el concepto de miedo y protección, no es posible dialogar, podemos hacer una verbalización, pero diálogo no, porque la matriz emocional está siendo afectada por el miedo. Los tres enemigos más grandes del ser humano son: El miedo, La culpa y la Indecisión. Queda la pregunta de a dónde pasar: ya que el modelo de reacción ha sido proteger y/o atacar la amenaza minera. Por lo que la premisa que presentamos es que “la minería vista como riesgo permite diseñar sistemas de previsión, prevención, control y si es necesario sistemas de restauración y reconstrucción de daños”. Es decir, pónganles los objetivos a la mesa de diálogo de orden político, económico y social, cuando el diálogo lo que trata es cómo construir un sistema de previsión y de prevención de problemas, de control de problemas y que si el problema no se puede controlar por alguna razón, entonces ver como restauramos y preparamos. Si no llegamos allí, socialmente no hemos avanzado nada. Una vez que se persigue una amenaza y se estudia se convierte en riesgo, a mayor conocimiento del riesgo, mayor capacidad de prever, como se va a comportar ese riesgo. Es posible prever cuando hay mucho conocimiento. La mayoría de las sociedades caso Colombia partimos con el supuesto de que tenemos poco conocimiento minero, a diferencia de la historia de África que es historia de minería, que inclusive el problema del Congo hoy viva es un problema minero, de quién se queda con Coltan, porque el oro es de tercera, el Coltan es el problema del futuro, que es la base de los misiles, los satélites, celulares, i-pods, etc. Entonces cuando no se puede prever el riesgo es que nace el problema de la seguridad, es decir cómo me protejo, cómo logro controlar el riesgo, y, para controlar el riesgo nace el problema de la institucionalidad. Un ejemplo es el caso de tener un nombre como derecho humano, como Colombia es un país de grandes conflictos armados, bombas, ataques y a veces grandes catástrofes ambientales por su estructura; tiene un sistema de defensa súper poderoso, rápido, preveniente; pero hace muchos años llegaba el Estado con todo: comida, camas, fogones y no se podía entregar nada porque la gente no tenía cédula de identificación, entonces el funcionario no entregaba nada porque sería peculado, se tuvo que desarrollar el mecanismo de entrega de cédula de identidad a todo nacido, lo que permite prevenir, entonces a mayor previsión, mayor capacidad de prevención, a mayor capacidad de prevención sabemos que institucionalidad se mueve para generar seguridad; pero pueda que las cosas no sucedan, que a pesar de todo lo que hagamos, el problema igual ocurre, entonces viene el problema de la defensa, cómo nos defendemos de las consecuencias negativas, es el problema técnico y de tecnología, que es el problema de la protección. Entonces el diálogo nos tiene que enseñar a prever, a prevenir y a proteger; para poder crear control del riesgo y si aprendemos a controlar el riesgo podemos diseñar la institucionalidad de la seguridad, y si nos falla la institucionalidad, podemos desarrollar la tecnología que se requiere para defendernos. Pero, de todas formas el daño en ocasiones puede ocurrir, entonces viene el problema de cómo recuperar y reconstruir; la posibilidad de recuperar y reconstruir un daño depende de la cantidad de conocimiento que tengamos del problema, de la cantidad de institucionalidad que hayamos desarrollado, y de la cantidad de tecnología que tengamos sobre ese problema.