JUAN GOYTISOLO Y EL COMPROMISO deja constancia al menos de este tiempo no olvides cuanto ocurrió en él no te calles (Señas de identidad, p. 435) 1 INTRODUCCIÓN En este trabajo investigaré el papel que tiene el ‘compromiso’ en tres novelas de Juan Goytisolo, a saber: La resaca (1958) Campos de Níjar (1959) y Señas de identidad (1966)1. Un gran problema puede ser indicar exactamente cómo se deben interpretar los fenómenos ‘compromiso’, ‘literatura comprometida’ y ‘compromiso literario’. En la segunda mitad del siglo pasado hubo muchas discusiones políticas y artísticas sobre estos temas que han llevado a diversas interpretaciones y teorías, pero casi nunca a definiciones. En la introducción a su tesis doctoral, De Brabander (2003) dice que generalmente se usan indistintamente los términos ‘literatura comprometida’ y ‘compromiso literario’ para indicar las relaciones entre la ética y política por una parte y por otra, la literatura. En la ‘literatura comprometida’ se trata la relación entre compromiso y literatura, o sea, ¿cuáles son los criterios según los cuales la literatura puede ser considerada como comprometida? Aquí tienen vigencia los criterios ético-políticos. Cuando hablamos del compromiso literario, debemos preguntarnos: ¿cuáles son los criterios que están en la base del compromiso literario? Por lo tanto los criterios aquí son de carácter estético-literario (De Brabander, 2003: 7). Seguiré esta distinción, investigando si en las tres novelas de Goytisolo se trata de ‘literatura comprometida’, de ‘compromiso literario’ o de combinaciones de estas dos formas. Primero, parece ser necesario investigar más detalladamente el fenómeno ‘compromiso’ aunque no es fácil definir este fenómeno sobre todo cuando se considera con respecto al arte, por tanto, la literatura. Además de los problemas que generalmente son inherentes a la hora de determinar un género literario, otros factores como ideas políticas, sociales, culturales y filosóficas tienen una gran relevancia en este contexto. 1 Gonzalo Navajas (1979) divide la obra de Goytisolo en tres períodos: ‘Primer Crítica de España’ (1949–1958) en el que se halla La resaca, ‘Testimonio de España’ (1958-1962) en el que se halla Campos de Níjar y ‘Demitificación de España (1962-1975) en el que se halla Señas de identidad. El propio Goytisolo divide su obra literaria en dos fases: la primera testimonial; la segunda problemática (Doblada, 1988: 66). 1 A causa de la complejidad del concepto ‘compromiso’, ahondaré ampliamente en algunas ideas sobre este concepto provenientes de la filosofía, el arte y la literatura. Luego formularé mis definiciones de ‘literatura comprometida’ y ‘compromiso literario’ y describiré los correspondientes criterios tanto ético-políticos, como literario-estéticos que aplicaré a las tres novelas. Durante las últimas décadas los críticos de literatura y otras artes mantuvieron muchas discusiones sobre la pregunta de hasta qué punto los datos personales del autor serían relevantes con respecto a la interpretación de su obra. Hay partidarios del punto de vista de que la obra tiene valor sólo en sí misma y que los elementos biográficos y la información sobre los motivos del autor no deben influir en el mensaje implícito de la obra. Este principio del ‘arte por el arte’ acentúa sobre todo el carácter especial de la manera en que se presenta, y menos el hecho de que la obra es una forma también de la concienciación de la realidad, un comprender esta realidad de manera personal y activa, o sea, una expresión existencial (Oversteegen, 1970: 494). Cuando está en juego el fenómeno ‘compromiso’, me parece inevitable implicar ciertos datos personales del autor para formar la imagen más completa posible del compromiso en su obra. Factores como la juventud, los estudios, el ambiente social, el contexto político y artístico pueden jugar un importante papel con respecto a la realización de una obra comprometida. Por eso aludiré a elementos biográficos de Goytisolo por cuanto son relevantes para mi investigación. Después de las reseñas y los análisis de las novelas de Goytisolo comprobaré si se trata de novelas compromitidas o si tenemos que ver con un escritor que da prueba de su compromiso a través de sus obras literarias. 2 2 LITERATURA Y COMPROMISO Literatura y compromiso son dos fenómenos para los que es muy defícil formular definiciones. Cuando hablamos de ‘compromiso’ no siempre está claro qué queremos decir. Es muy notable que incluso en enciclopedias y diccionarios2 entre las descripciones del concepto ‘compromiso’ no se encuentra una que remita a la significación de tener una actitud en cuanto a un situación social. Generalmente, el término se relacionaba con la toma de posición en general de los intelectuales y particularmente de los artistas y los escritores (Van Oudvorst 1991: 269). El fenómeno ya existía sobre todo en el campo político-social, tanto en sentido positivo como en sentido negativo, pero desde que Sartre (1948) aplicó el ‘compromiso’ a la literatura, el término se extendió muy rápidamente. A causa de su carácter de moda, el fenómeno se popularizó como una característica de una actitud contemporánea y solamente en sentido positivo. Se recomendaron libros y películas siendo comprometidos, lo cual podía ser aplicable tanto al producto como al creador. Hoy día compromiso, en el significado más amplia de la palabra, es un término para una actitud de preocupación por la actualidad social y/o política. Como término filosófico, político y literario sobre todo se relaciona con la toma de posición de un filósofo, escritor o artista en cuanto a los grandes problemas de su tiempo (Van Oudvorst 1991: 269). Al lado de ‘compromiso’ también se escribe muchísimo sobre los fenómenos ‘arte’ y por eso ‘literatura’3, con lo que casi siempre se deja de describir qué se entiende exactamente por esto. Es posible que tenga que ver con la imposiblidad de dar una definición válida para todos los interesados y para todos los períodos, y parece que, cuando se habla de ‘arte’ o literatura’, se parte del punto de vista de que el lector sabe qué quiere decir ‘arte’o ‘literatura’. Sin embargo, siempre cuando el concepto de ‘compromiso’ se vincula con el arte, y por eso también con la literatura, se encuentran muchas interpretaciones de este término. Sin duda alguna, una de las causas es el hecho de que la visión con respecto al ‘compromiso’ está estrechamente unida con la manera en la que el interesado piensa por ejemplo como filósofo, hombre de ciencia, filólogo, crítico de arte o como lector medio. También es de importancia la manera en la que el individuo se siente comprometido con el mundo que le rodea y qué punto de vista tiene en cuanto a los problemas políticos y sociales. 2 3 He consultado el Diccionario de la Lengua Española (2001) Se presta más atención al concepto de la literatura en ‘2.6 Aspectos literarios y compromiso’ (p. 10). 3 Para llegar a una delimitación del concepto, aclararé diferentes puntos de vista que existen con respecto al fenómeno ‘compromiso’ en relación con el arte. Al final de este capítulo formularé una definición tanto para la literatura comprometida, como para el compromiso literario. Al lado de eso, describiré un número de criterios ético-políticos, y literario-estéticos según los cuales analizaré las novelas La resaca, Campos de Níjar y Señas de identidad. 2.1 Compromiso Es evidente que no es facil definir el fenómeno ‘compromiso’. Hablando filosóficamente, compromiso tiene el carácter de un acto que ocurre voluntariamente y sirve para algo. Supone un actitud de preocupación por, y un sentido de respondabilidad del mundo en el que se vive (Van Oudvorst 1991: 273). En el sentido lexical la palabra ‘compromiso’ paulatinamente ha obtenido la signifación de una elección consciente, un acto. Generalmente, compromiso implica tomar posición o tomar partido4 (Van Oudvorst 1991: 271). Parece que solamente es relevante un comportamiento activo. Pensar en el arte (y por tanto también en la literatura) y en relación con lo social, creaba muchas interpretaciones tanto negativas como positivas. En el siglo XIX, el filósofo Nietzsche (1844-1890) ya tuvo una imagen bastante negativa del fenómeno ‘compromiso’. En cuanto a la relación entre el arte y la revolución social hay dos peligros: adaptarse a la utilidad social con lo que pierde su dignidad o ser devorado por lo cual el arte degenera a compromiso (Safranski, 2005: 67). Pero Sartre (1905-1980)5, que introdujo el concepto de ‘literatura comprometida’ (1948), reunió ambos elementos: lo activo y lo pasivo, formulado como: un escritor es comprometido cuando se da cuenta que está preocupado, o sea, “está en el barco” (Sartre 1948: 124). Sartre es muy claro y unívoco con respecto al fenómeno ‘compromiso’. Piensa que primero el autor debe preguntarse por qué escribe. Sartre tipifica al autor como alguien que “ha abandonado el imposible sueño de describir una imagen imparcial de la sociedad y del género humano” (Sartre 1948: 24, traducción mía). Por eso, solamente se puede escribir lite- 4 cf. Zeeman con respecto a tomar partido y tomar posición (en 2.3 Preocupación y compromiso, p. 7) Anque Sartre popularizó la idea de ’compromiso’ , Paul Nizan fue el primero que usó el termino en el sentido político (Van Oudvorst 1991: 271). 5 4 ratura que es comprometida porque “se les debe recomendar a los autores transmitir un mensaje.” (Sartre 1948: 31, traducción HM). La literatura comprometida quiere hacer tomar conciencia a los lectores de su situación existencial e intenta enseñarles su respondablidad. En cuanto a la significión literaria, Sartre fue de gran importancia. Hizo una campaña contra las anteriores generaciones de autores que hacían causa común con la burguesía y le quiso devolver a la literatura su función social (Van Oudvorst, 1991: 277). Por lo tanto, en el fondo, la teoría de Sartre no parece ser una teoría que describe, sino que prescribe. Entre las diversas acepciones de la palabra ‘compromiso’ figura una que está fuertemente vinculada al arte. La pregunta que sigue es ¿comprometida con qué o con quién? La respuesta no es clara ni fácil, pero a grandes rasgos podemos decir, que se trata de una vinculación comprometida con lo social. Sin embargo los dilemas no terminan allí: ¿comprometida con la política, con los grupos económicos, con grupos de poder, con una clase social, con determinados sectores de la sociedad? El neomarxista Georg Lukács (1885-1971)6 considera el arte como un reflejo de la realidad socio-económica y la obra de arte va a llevar una vida aislada y objetiva, cada día más alejada de la individualidad original y de las intenciones del artista. Esta obra estaría relacionada fuertamente con la totalidad social. Por lo tanto, la obra de arte sirve como instrumento del socialismo y debe ser considerado como un fin en sí mismo. Por eso, Lukács solamente acepta la forma realista. (Van den Braembussche 2000: 208, 209). Según esta visión deberían evaluarse las novelas de Goystisolo solamente según criterios ético-políticos, sin prestar atención a la posible actitud de compromiso literario del autor. La fuerza de la obra literaria se hallará en la implicación social que muestra el libro. Por lo tanto, según estas ideas, una obra como Señas de identidad, escrita de manera experimental, no podría considerarse como una novela comprometida. Adorno opina que Lukács juzga mal la importancia de la forma, porque es exactamente la forma que expresa la realidad objectiva. Según Adorno (1903-1969) nunca puede ser que toda la literatura sea compromitida, porque según él, la literatura comprometida siempre da una imagen negativa de la realidad, porque si no, no se puede hablar de una actitud crítica. Sí, la literatura puede remitir a lo harmónico, pero solamente se puede alcanzarlo de forma negativa. La disonancia en el diseño del arte es la llave de la liberación (Van den Braembussche, 2000: 225). Una gran diferencia entre Adorno y Lukács es que Adorno opina que la forma estética es la base del vínculo entre el arte y la sociedad. No es una cuestión de relación en cuanto al 6 Para una elaboración amplia de esta teoría y la reacción de Adorno a esta teoría, véase Van den Braembussche (2000), capítulo 8, pp. 203-237 5 contenido, sino en cuanto a la forma. (Van den Braembussche 2000: 225). Por lo tanto, en la teoría de Adorno se enfatiza en gran medida la importancia del ‘compromiso literario’ por lo cual la mayoría de las veces los criterios literario-estéticos prevalecerán. Aunque tratan las características de ambos fenómenos, ni Sartre ni Adorno distinguen explícitamente entre ‘literatura comprometida’ y ‘compromiso literario’. Los dos conceptos se mezclan en sus contemplaciones. En el centro de sus teorías se encuentra el artista que debe ser comprometido de modo que sus obras se clasifiquen como obras comprometidas. Para Sartre toda la literatura es comprometida, para Adorno solamente aquellas novelas que muestran una imagen negativa de la realidad, para Lukács sólo la obra de arte realista, es relevante. 2.2 Objetivo y compromiso En cuanto a las diferencias entre la literatura comprometida y el compromiso literario es necesario contestar la pregunta: ¿con qué fin escribe el autor su libro? Sartre es muy claro cuando dice: “No es verdad que uno escribe para sí mismo” (Sartre,1948: 37, traducción mía). La literatura es comprometida y por lo tanto tiene un objeto implícito. Aquí Sartre se limita a la propia literatura y no habla de las posibles acciones sociales que podrían ser causadas por esta literatura. El lector debe preocuparse por el texto y no se le incita a tomar partido de forma activa. Mientras que Zeeman (2006) afirma que el compromiso se realiza a través de la calidad de la descripción de una realidad, el crítico de arte Rutger Pontzen piensa que el efecto del compromiso más bien se realiza a través de la acción sin rodeos y con intención. Opina que el compromiso y el arte tienen una relación problemática y paradójica. “Un artista comprometido desea algo y el arte es un medio para alcanzarlo” y “compromiso social en el arte debe considerarse como preocupación con una intención clara, con el objeto de cambiar algo” (Pontzen, 2003: 127, traducción HM). Según Pontzen los artistas siempre se sienten comprometidos con el mundo; es inherente al arte. Pero el arte comprometido es sólo esto, es decir, este arte pretende retratar abusos con vistas a un posible cambio. Sin embargo, este cambio puede realizarse de distintas maneras: tanto a pequeña escala, como también a nivel social, un cambio de mentalidad o una acción con intención de producir resultados (Pontzen, 2003:126). 6 Sin ahondarme en la cuestión también imposible de definir los fenómenos ‘arte’ y ‘artista’ no me parece realista afirmar que todos los artistas están comprometidos. ¿Debe llamarse comprometido a un pintor que pinta un paisaje para un cliente, solamente para ganar dinero? Además parece bastante ambicioso afirmar que un artista debe causar cambios, como dice Pontzen. Es más realista considerar en primer lugar este cambio como un cambio de mentalidad o de visión del consumidor en cuanto a algo. Tampoco me parece realista considerar a todos los escritores como comprometidos; implicaría un empobrecimiento de este término, porque hay diversos objetivos al escribir y para todas las distantas formas deben existir distintos términos Un autor, preocupado por el mundo que le rodea, que escribe una novela con la intención de llamar la atención sobre un abuso político o social, por tanto con el acento en el contenido de la obra, quiere escribir literatura comprometida. Siempre se dará cuenta de sus motivos éticos-políticos. Van Oudvorst (1919: 278) llama esto ‘compromiso de la forma’ una forma que encontramos sobre todo en las novelas de tesis. En este caso se presenta la pregunta por qué el autor no opta por un ensayo, un artículo en un periódico o un panfleto para transmitir sus ideas. Un autor, preocupado por su ambiente político-social, podría escribir una novela en la cual daría voz a sus ideas político-sociales, pero con el objetivo de escribir en primer lugar un producto literario. Para este autor el acento estaría en el aspecto literario y su objetivo sería escribir una novela de alta calidad literaria. Determinar la línea divisoria entre estos dos puntos de partida no será siempre fácil. No cabe duda que en ambos casos el autor debe ser preocupado por algo, pero ¿hasta qué punto? 2.3 Preocupación y compromiso Es evidente que el autor de una novela comprometida está preocupado en gran medida por el asunto que trata en su obra. Pero también un autor que quiere escribir en primer lugar un producto de alto nivel literario, puede mostrar su compromiso en relación con los temas que se tratan en su novela. En un artículo sobre el autor turco Orhan Pamuk, el ganador del Premio Nobel de Literatura 2006, Michael Zeeman afirma que Pamuk no toma partido. No obstante, el punto fuerte de este autor es que toma una posición decidida. Por lo tanto, paradójicamente el compromiso se muestra tomando posición, y no tomando partido. A continuación, Zeeman afirma 7 que en la literatura, en cuanto se trata de cosas importantes, “el estilo es más importante que el resultado neto del compromiso” (Zeeman, 2006). Según este modo de ver, describir y acentuar abusos sociales no tiene por qué ser necesariamente la característica de la literatura comprometida. Más bien es importante presentar la realidad de tal modo, que el autor consiga llamar la atención del lector sobre esta realidad. Por lo tanto Zeeman acentúa la importancia del compromiso literario del autor y aquí pueden tener importancia criterios estético-literarios. Van Oudvorst (1991: 278) se refiere a Schalk que dice que en la literatura comprometida el autor aboga por un convencimiento o una ideología de carácter político, religioso o social. No se mencionan criterios estético-literarios; solamente parece necesario que el autor tome partido. Describir la realidad de tal manera que se llama la atención del lector, es según Zeeman lo más importante. Pero ¿es suficiente solamente llamar la atención? Cuando uno tiene un convencimiento o una ideología parece ser relevante también la manera en que se describe y propaga esto. 2.4 Llamamiento al lector y compromiso Cuando uno escribe un texto con el objetivo de comunicar algo, quiere que alguien lea este texto, por tanto, hace un llamamiento a un lector. La consecuencia de un llamamiento es según el filósofo Levinas (1906-1995) ser movido, lo que llevará a actuar. Cada texto es un estímulo, un motor para hacer algo (Keij, 2006: 188). Se puede considerar la comunicación como acertada cuando el emisor y el destinatorio interpretan el mensaje de la misma manera. En este trabajo me ocupo con un género específico de textos escritos, a saber, la literatura. De acuerdo con las ideas de Levinas, Sartre afirmó que todas las obras literarias hacen un llamamiento al lector. El autor escribe una obra y apela a la voluntad del lector para generar su ‘propia obra’. El lector debe revelar la obra para a continuación transformarla en una existencia objetiva (Sartre, 1948: 40). Por tanto, el ‘llamamiento’ se considera como un estímulo para reaccionar al mensaje. Cuando está en juego el compromiso, el llamamiento contendrá una intención preconcebida: el autor quiere incitar al lector a tomar una posición o a entrar en acción en cuanto a un abuso político-social. En el caso de la literatura comprometida, el autor quiere transmitir un mensaje concreto. Cuando un autor escribe una novela con el fin de hacer tomar conciencia al lector sobre un abuso social, es lógico que se pueda hablar de un llamamiento de carácter especial al lector. 8 Lo esencial es que el llamamiento que hace el autor sea el mismo que el llamamiento que interpretará el lector. Cuando un autor describe algo que piensa es un abuso con el objetivo de llamar la atención sobre esto, es posible que el lector tenga una idea del tema completamente diferente. También es posible que el lector extraiga otro abuso que el que el autor quiere decir, pues, un lector tendrá su propias ideas sobre temas socio-políticos. Cuando un autor solamente quiere transmitir un mensaje sobre un abuso políticosocial, será importante prestar mucha atención al contenido. Quiere escribir en primer lugar una obra comprometida que incite al lector a tomar una posición. Por tanto, el mensaje debe ser claro e inequívoco: el lector debe quedar convencido de que el abuso descrito es criticable. Por eso, es plausible que el autor de una novela comprometida tome partido con respecto al abuso y que en su novela se hallarán soluciones y alternativas. Son recursos literarios que pueden fortalecer el llamamiento al lector. Un autor que solamente quiere mostrar su compromiso literario se preocupará más por la forma de su obra que por el contenido. Su compromiso, que se deduce de la novela, podría ser fuerte, pero es posible e incluso probable, que el autor no tome partido sino que tome una posición objetiva y equilibrada en cuanto a lo que describe, sugiere, declara sin dar soluciones claras y concretas. Quiere escribir en primer lugar una obra literaria y su llamamiento al lector será más bien de carácter estético. 2.5 Emoción y compromiso Bas Heijne describe en De werkelijkheid (Heijne, 2004: 151) la ‘carga social’ del autor y lo formula como sigue: “No describe el mundo como se presenta, o como debe ser. Lo describe como lo padece” (Heijne, 2004: 152, traducción HM). Heijne afirma que para un hombre occidental de hoy, ya no es posible mantener una visión del mundo sin complicaciones. “Para la mayoría de nosotros el mundo ha perdido su forma. Tampoco ayuda un bombardeo de información” (Heijne, 2004: 160, traducción mía). Segun él, existe el riesgo de que el mundo exterior desfile en forma de procesión de imágenes sin gran significado. Pero el arte puede jugar un importante papel para contrarrestar esto, ya que “lo que tiene la gente en común son casi solamente sus recuerdos y con esto hemos llegado en el dominio del artista” (Heijne, 2004:160, traducción mía). 9 El artista podría reparar el vínculo perdido entre nuestra conciencia y el mundo exterior mostrando la manera en que los hechos y las imágenes que registramos día y noche influyen en nuestra conciencia, y qué tipo de hombre surge de esto. Es una tarea que no es fácil para el artista que tampoco puede abarcar con la vista todo el mundo, “pero sí puede describir lo que hace el mundo con él” (Heijne, 2004: 161, traducción mía). 2.6 Aspectos literarios y compromiso Ronald Barthes (1915-1980) distingue entre ‘écrivants’ y ‘écrivains’. Con ‘écrivants’ quiere decir los escritores de panfletos o artículos de opinión, los columnistas y los periodistas, que consideran la lengua solamente como un ‘medio transitivo’ que sirve para poner en escena sus puntos de vista de la manera más clara posible. Para ellos son importantes los criterios éticopolíticos. Los ‘écrivains’, los autores, constantemente se ocupan con el problema de cómo escribir. Un autor inserta el ‘por qué del mundo’ en el ‘cómo escribir’ su creación literaria (De Brabander, 2003: 24). Por tanto, para él los criterios estético-literarios son normativos. En el término ‘literatura compremitido’ se halla la palabra ‘literatura’ y este fenómeno remite a cierta calidad literaria y por eso parto de la idea de que también las novelas comprometidas deben cumplir las normas de cierta calidad, por más que sean arbitrarias. Se ha escrito mucho sobre los criterios según los que una novela perteneciera a la literatura. Criterios parecidos son muy arbitrarios y sujetos al espíritu de la época. De manera muy general se puede afirmar que una obra literaria supera en mucho lo común y por tanto tiene un nivel artístico con gran medida de originalidad. Toda la literatura tiene un carácter ambivalente. Por un lado es una fuerza social, vinculada con todas sus fibras con la situación social, por otro lado es un permanente intento de liberarse de la actualidad (Oversteegen, 1970: 281). Será imposible indicar exactamente la frontera entre la ‘lectura’ que implica textos ‘comunes’ que se escribieron sin aspiraciones artísticas o que según los críticos no tienen características artísticas y la ‘literatura’ que implica obras con cierto valor artístico según las ideas vigentes. La pregunta es hasta qué punto una obra comprometida debe tener cierta calidad literaria. También uno puede preguntarse si el mensaje es más importante que la forma. En otras palabras: ¿es importante que una novela comprometida tenga una alta calidad literaria aunque que el autor pueda lograr sus aspiraciones a través de un texto malo? 10 En su reseña de la nueva edición del Max Havelaar7 Rob van Erkelens dice: “Una obra maestra es, entre otras cosas, una obra maestra porque se puede leer como una obra literaria de alto nivel, independientemente del tiempo y el entorno en los que se originó y se publicó esta obra” (Van Erkelens, 1995). Por lo tanto, una obra maestra es significativa, accesible y fascinante también hoy día, aunque se desarrolle en un pasado lejano o se haya escrito hace mucho, porque trata temas humanos y universales que solamente perderían su relevancia o se harían incomprensibles si el propio hombre cambiara sustencialmente. Sin embargo, es imaginable que una novela mal escrita tenga éxito a causa de su contenido actual, de modo que logra la meta. ¿Por qué no se la consideraría como una novela comprometida? Van Erkelens se pronuncia acerca de esto de forma denigrante: “Lo que debería ser una simbiosis entre fuerza expresiva política y artística degenera (…) en una relación parasitaria en la que el arte está subordinado al panfletismo” (Van Erkelens, 1995). En los manuales de literatura se buscará en vano la novela comprometida clasificándose como un género literario. Como género de vez en cuando sí se encuentra en los manuales ‘la novela de tesis’ con la que se quiere decir una novela en la que “se trata de defender una causa o posición determinada, exponiendo sus argumentos con la acción de los personajes”8. Este género se presentaba entre 1875 y 1886, el primer periódo de la Restauración, y servía sobre todo como medio para propagar las propias ideas de los autores o atacar las doctrinas de sus oponentes (Alonso Hernández et al, 1988: 283). Este género carece de la preocupación social que se encuentra en la posterior literatura comprometida y la novela de tesis solamente se preocupaba por el contenido (Van Oudvorst, 1991: 278). Es evidente que el concepto de ‘compromiso’ se usa más bien en sentido político-social más que en sentido literario y por tanto es más lógico considerar el carácter ‘comprometido’ como una ‘segunda capa’ de una novela de cualquier género que trata sobre un abuso social. 7 La novela Max Havelaar (1859), escrita por Eduard Douwes Dekker (1820-1887), es la novela de tesis holandesa más conocida. 8 fuente: Diccionario de literatura española (Madrid, 1972) 11 3 DEFINICIONES Y CRITERIOS 3.1 Definiciones De las consideraciones anteriores he inferido las siguientes definiciones: Literatura comprometida es aquella que irradia en gran medida la preocupación del autor, que aplica sobre todo criterios ético-políticos en cuanto a una censurable situación social que es no ficticia, y la cual se describe críticamente, incluyendo posibles soluciones a este abuso, de tal manera que el lector se sienta implicado en el asunto e invitado a adoptar posiciones, después de lo cual puede eventualmente entrar en acción. El compromiso literario es la actitud de un escritor que muestra una preocupación fuerte por una o más situaciones politíco-sociales, que pueden considerarse como abusos, una actitud que penetra en su obra que sin embargo se escribió con un objetivo más importante: crear una obra literaria, para lo cual los criterios estético-literarios prevalen.. Me doy cuenta de que conceptos como ‘abuso’, ‘mala’, ‘críticamente’ son conceptos subjetivos, de modo que estas definiciones siempre dejan sitio para discusiones. 3.2 Criterios Con respecto a la literatura comprometida se podría partir de los siguientes criterios o características, que tambíen pueden hallarse en una obra escrita con compromiso literario: 3.2.1 El planteamiento de un abuso social El autor de una novela comprometida describe de manera clara por lo menos una situación político-social que se puede considerar como abusiva. Las causas y los antecedentes de este abuso se muestran claramente y la crítica del autor será evidente. Posiblemente, el autor describa altenativas. Un autor comprometido que escribe con la intención de escribir en primer lugar una obra literaria, prestará atención al plantamiento de un abuso (a causa de su compromiso) pero esto estará subordinado a sus afanes literarios. 12 3.2.2 La importancia actual de los aspectos comprometidos descritos. Para llamar la atención al público lector, el abuso descrito en una novela comprometida deberá tener significado de actualidad. Es lógico, que haya una relación fuerte entre la situación criticada en la obra y la situación real en los tiempos de la escritura y de la lectura a veces. Como el presente de hoy es el pasado de mañana, una novela comprometida perderá su actualidad. Sin embargo, no tiene que perder su relevancia y su fuerza expresiva a causa de una posible significación universal. Una novela, tratando un abuso como la violencia contra niños en 1920 en una región de cualquier país, puede considerarse como relevante en el sentido de que algo parecido también puede ocurrir hoy día. Por tanto, hay suficientes motivos relevantes para que el lector identifique este abuso. 3.2.3 Apelar a la conciencia del lector La literatura comprometida quiere hacer tomar conciencia al lector de su situación y le hace observar las responsabilidades de su propia existencia y aquella del prójimo (Van Oudvorst, 1991: 277). En el caso de una novela comprometida se trata de transmitir un mensaje y cuando un autor tiene una intención especial con su novela, debe preguntarse cuál es su grupo meta de lectores, a los que adaptará su lenguaje. El escritor formulará sus ideas ético-políticas en un lenguaje que tiene que ser claro, no complicado, y de atractiva lectura para su grupo meta, cuanto más grande mejor. El autor desea que, a través de su libro, también el lector se sienta comprometido de modo que el abuso obtenga mucha atención pública por lo cual, ojalá, se realicen cambios. Por lo tanto, el llamamiento al lector para sentirse comprometido es de carácter explícito. Auque comprometido, el autor que se propone escribir una obra literaria, no se preocupará sólo por las maneras de mostrar su compromiso. Quiere crear una obra de alto nivel literario y para él solamente funcionan criterios estético-literarios. Su compromiso es un aspecto de su personalidad que se muestra en su vida, por tanto en su obra, pero su objetivo más importante no es llamar la atención al lector sobre un abuso, su lector debe disfrutar lo literario, el lenguaje, el estilo. A esto se debe que el grupo meta pueda ser pequeño, a causa del posible carácter intelectual e inaccesible de la novela. Por supuesto, el lector puede sentirse llamado a preocuparse por algo, elaborado en la novela. En el texto el posible llamamiento al lector para sentirse comprometido es implícito. 13 3.2.4 La verosimilitud Una novela comprometida trata un abuso actual. El autor quiere hacer público este abuso esperando que se mejore esta situación. Por eso, es de gran importancia que el núcleo du su mensaje se presente de manera fidedigna y convincente a un gran público. Los hechos principales, que dan testimonio del abuso, deben verificables, los lugares mencionados en relación con este abuso, deben ser identificables, los fenómenos y las consecuencias del abuso deben ser verosímiles. Sin embargo, se trata de una novela y es evidente que el contexto, el ‘embalaje’ del mensaje, puede ser ficticio. Es inherente a esta forma literaria que haya datos ficticios en la obra. Personajes y acontecemientos pueden estar inventados, pero el hilo rojo, los elementos esenciales siempre deben ser homólogos a la realidad. Cuando el acento está más en la calidad literaria de una novela, la verosimilitud estará subordinada a la fuerza literaria de la novela. Para el autor no será importante si acontecimientos, hechos y personajes guardan semejanza con la realidad. Para él solamente hay una realidad estética y literaria. Para el lector puede ocurrir que los elementos que están basados en la realidad y por tanto son comprobables, le hagan sentirse preocupado por situaciones descritas. Para el autor será un fenómeno adicional. 3.2.5 El papel de las cualidades literarias del libro El primer objetivo de una novela comprometida es pasar un mensaje en cuanto a un abuso político-social. Todos los aspectos de la novela deben servir este fin. El lenguaje es uno de los recursos para lograr la más amplia publicación del abuso. La ventaja sobre un panfleto o un artículo en un periódico es que una novela tiene una duración de vida más larga; una desventaja podría ser que solamente los lectores de libros tomen nota de este mensaje. El languaje debe ser tal que un gran público lector pueda apreciarlo: no demasiado difícil, cautivador, claro e incitando a tomar posicón. Un autor que en primer lugar pone altas exigencias para el nivel literario de su novela, prestará mucha atención a su lenguaje. A través de su lenguaje se puede reforzar el efecto del compromiso. El alto nivel literario puede dar un carácter elitista a la novela por lo cual el mensaje que incita al compromiso, solamente alcanza un pequeño grupo selecto de lectores. El autor comprometido no adaptará su estilo a la situación que revela con el fin de cambiar esta situación, sino al lector al que quiere hacer sensible a la situación revelada (De Brabander, 2003: 22). 14 Finalmente, la censura puede jugar un papel importante en cuanto al planteamiento de la novela: un autor puede eligir someterse a la autocensura para evitar que se prohiba su obra. Este enfoque puede tener como consecuencias por ejemplo: usar lenguaje adaptado, evitar hacer observaciones demasiado claras y directas, utilizar situaciones ficticias que se refieren más o menos crípticamente a situaciones reales y descripciones sutiles. 15 4 JUAN GOYTISOLO 4.1 El autor y su ambiente literario e intelectual Juan Goytisolo, cuya obra fue prohibida por la censura franquista desde 1963 hasta la muerte del dictador, nació en Barcelona en 1931 en el seno de una familia de la burguesía de origen vasco-catalán. En 1938 su madre murió en un bombardeo en la Guerra Civil y el padre se posicionó a favor del franquismo. Al terminar la guerra, vuelve a la vida anterior y a su privilegiada posición de integrante de una familia burguesa acomoda. Su madre tenía una biblioteca que incluía a numerosos autores extranjeros como: Dostoievski, Tolstoi, Flaubert, Proust, Gide. Goytisolo sacó de ellos inspiración para sus primeros intentos literarios (Navajas, 1979: 16). Le criaron de manera muy religiosa y le enviaron a un Colegio de Jesuitas. In 1947 leyó a Unamuno y a partir de eso, empezó a tener dudas religiosas. El año siguiente se matriculó en la universidad de Barcelona para estudiar Derecho, pero tuvo más interés en la literatura francesa contemporánea que circulaba entre los estudiantes. Con la lectura de Camus, Gide y Sartre perdió los últimos restos de su creencia católica (Bush en Campos de Níjar: 8,9). En 1957 se autoexilió a París, donde trabajó como asesor literario en la editorial Gallimard. Goytisolo se casó con Monique Lange, a la que había conocido en la editorial, de la que era asesor literario. Monique era un gran amiga de Jean Genet, quien influyó notablemente en Juan Goytisolo. A finales de los años cincuenta la teoria marxista de la literatura de Lukács influyó durante breve tiempo el grupo de Goytisolo: ‘la Generación del cincuenta’9 cuyos miembros solían escribir de forma realista y crítica. A causa de su preocupación, las novelas de Goytisolo muchas veces se sitúan en los barrios de chabolas, como por ejemplo La resaca, que el autor considera como la última obra del período en el que era obsesionado por este problema (Sanz, 1977: 26). Después, el propio autor clasificó este período como bastante superficial y paulatinamente sus novelas empeza- 9 También llamado ‘la Generación del medio Siglo o ‘Grupo Formentor’ (Doblado, 1988: 66) 16 ron a desarrollarse en el medio burgués (Ceelen en Goytisolo, 1985: 409). Campos de Níjar muestra también muchas carácteristicas de la emoción social del autor. A partir de su exilio su obra cambió significativamente en cuanto a su contenido, su forma y a su difusión fuera de España. El tono de las novelas se tornó más agresivo y la intención política más directa, (Navajas, 1970:17). Sin embargo, huellas de la influencia de esta época de fuerte compromiso social ciertamente se encuentran en Señas de identidad.10 4.2 El autor como exiliado El interés de Goytisolo por la política empieza a despertarse en 1954 y se consolida a partir de 1956, a raíz de los primeros movimientos estudiantiles de la Universidad de Barcelona. Va a París alentado con la idea de liberarse del ambiente español y con el propósito de encontrar perspectivas vitales e intelectuales más amplias (Navajas, 1979: 16). Por tanto, esta búsqueda voluntaria llegó a liberarle de sus orígines nacionales y de los modos lingüisiticos y literarios de un determinado lugar y tiempo vinculado estrechamente a las influencias que experimentó en su patria . El olvido no es siempre pasivo y la voluntad de olvidar resulta en un proceso lingüístico de creación. Para Goytisolo el exilio ha sido una experiencia liberadora. Este destierro le ha llevado a lugares apartados de España y también a una nueva forma de escribir y de observar, como encontramos en Señas de identidad (Ugarte, 1999: 194). En Señas de identidad muchas veces da prueba de sus dudas de si esta partida fue una decisión justa. Un amigo de Álvaro le pregunta a Dolores por qué no vuelven a España. Ella calla. En la crítica del autor por las “Voces” en las primeras páginas de la novela, parece que se trata también de autocrítica. Las palabras con las que sus críticos refieran a su posición acomodada se parecen a las palabras de Álvaro, el narrador, que quizás se pueda considerar como el alter ego del propio autor: Lanzados tus amigos por el disparadero de la política, ¿qué hacías tú? La carta de presentación de un conocido mecenas suramericano te había abierto las puertas de la inteligentzia parisiense de izquierda y la acogida dispensada por aquel grupo de hombres y mujeres generosos habían halagado sutilmente tu vanidad (SI: 219). 10 Cuando en este trabajo se remite a una de las tres novelas investigadas, se usan las abreviaturas LR, CN y SI. 17 De manera cínica se defiende señalando que se trata de “la posibilidad exaltante de apoyar desde fuera la lucha noble de tus amigos, de contribuir eficazmente a la cabal solución de todos los males de España…” (SI: 224). Álvaro es consciente de la inutilidad del exilio y, de modo simultáneo, la imposibilidad del retorno (SI: 269). En Señas de identidad se muestra claramente que una de las cuestiones más importantes de la literatura del exilio es la destrucción de la identidad anterior (Ugarte, 1999: 195). Esta destrucción parece tener estrecha relación con la superación de las dificultades que tiene con sus sentimientos de compromiso. Da prueba del hecho que el conflicto y la aversión constituyen la fuerza catalizadora de su obra: una lucha que tiene raíces políticas pero que se torna en un alejamiento, existencial, moral e incluso sexual, de la corriente principal de la opinión pública: de la España de Franco, de la España democrática, o incluso del asilo prototípico del exiliado español, París (Ugarte, 1999: 195). Goytisolo dice en una entrevista: “El exiliado cultural tiene todas las ventajas y ningún inconveniente”(Kohut, 1983: 88). En cuanto a su compromiso dice el autor en la misma entrevista: “Los exiliados siempre quedan al margen de la vida nacional o ven la vida nacional desde la perifería (…) un gran sector de la literatura ha sido obra de gente situada en la perifería o en la marginalidad ”(Kohut, 1983: 88). Por tanto, el autor opina que no podrían crear cierta literatura los que estaban en el centro y esto se refiere claramenta a literatura crítica, a saber, literatura con características comprometidas. El exilio también tuvo ventajas para el nivel literario de Goytisolo: la experiencia le desconectó de las ideas tradicionales de una manera radical. Por ejemplo, La resaca muestra aún personajes y un contexto que corresponden totalmente con la realidad de la posguerra, mientras que Señas de identidad tiene una localización física y humana más amplia y universal. El exilio universalizó su obra, la liberó de las circunstancias limitadoras (Navajas, 1979: 241, 242). 4.3 El autor y la censura Bastantes libros de Goytisolo habían sido prohibidos por la censura. Los críticos y los medios de difusión, fieles a la ideología oficial, silenciaron durante muchos años sus novelas, incluso las ignoraron por completo (Navajas, 1979: 18). En primera instancia Goytisolo no tuvo 18 problemas con la censura cuando se publicó Campo de Níjar a causa de la autocensura a la que se sometió. Con mótivo de la publicación de la edición italiana de Campos de Níjar en 1962 en Milán, se estrenó una documental sobre sur de España. Unos falangistas robaron la película después de haber echado una bomba de humo. En seguida, en la televisión española se transmitió una versión manipulada para señalar que Goytisolo mostraba a España a través de una distorsión de la realidad (Bush en CN: 10). 4.4 El autor y el compromiso En los años cincuenta Goytisolo muestra en sus obras su adscripción a la estética del realismo crítico con que se dio a la novela una función testimonial. Por medio de sus obras quiso combatir las estructuras sociales y políticas (Doblado 1988: 66). El propio autor escribe en su Problemas de la novela (1959: 89) que es una obligación para cada escritor luchar contra la tiranía e intentar revelar la verdad. (Schwartz, 1970: 81). Esta actitud de compromiso literario es el punto de partida por exelencia para escribir novelas comprometidas. Goytisolo rechaza etiquetas políticas, preferiendo una autonomia artística en su descripción de la sociedad y sus problemas (Schwartz, 1970: 28). En su entrevista con Kurt Kohut, Goytisolo contesta la pregunta de si se considera a sí mismo como escritor comprometido: “El compromiso del escritor es consigo mismo y con la escritura. Si no es así, no creo que pueda llamarse comprometido” (Kohut 1983: 100). Esta pregunta ya indica que el fenómeno ‘compromiso’ no es un concepto bien definido. Si no, no se hubiera hecho una pregunta parecida. La repuesta es bastante confusa. El autor no explica qué implica un actitud comprometida, no pone en claro cuándo una novela se considera como novela comprometida. Es en primer lugar el autor el que define la medida de compromiso tanto para sí mismo como para sus obras y luego los lectores y los críticos están de acuerdo o no. Pero Goytisolo parece poner énfasis unilateralmente sobre el autor. Cuando, por ejemplo, un autor de novelas rosas se considera comprometido consigo y con sus novelas ¿podemas hablar de novelas rosas comprometidas? ¿Es el escritor la única persona que puede formarse un juicio sobre el hecho de si una obra se clasifica no como una obra comprometida? ¿No es posible tratar una novela sin conocer los antecedentes del autor? 19 A causa de la falta de una definición clara del ‘compromiso’ sigue existiendo la diferencia de opiniones en cuanto a considerar novelas como comprometidas o no. El lector tiene la última palabra. 4.5 Elementos autobiográficos A menudo el lector quiere saber hasta qué punto una novela es autobiográfica, sobre todo cuando se trata de una novela como Señas de identidad en la que el personaje principal muestra muchas de las características de la vida personal del autor. En diversas entrevistas se le pregunta a un autor en cuanto a estos elementos posiblemente autobiográficos. Generalmente un autor de novelas de este tipo contesta de manera dudosa o evasiva. Quizás incluso el propio escritor no sabe exactamente en qué medida su novela es autobiográfica. Martin Walser, autor alemán, tipifica este problema de manera notable cuando dice en una entrevista: “Claro que yo no soy lo mismo que uno de los personajes de mi novela. En mi libros siempre estoy presente en todos los personajes. Soy todo el sistema moral en la novela. No juzgo, sino que cuento” (Fogteloo, 2007: 12, traducción mía). También a Goytisolo a menudo le preguntaron en qué medida su obra era autobiográfica. En cuanto a este tema le contestó a Karl Kohut en una entrevista: Lo lógico es ciertamente que un escritor describa más bien cosas que ha vivido, cosas que conoce de cerca. No me propuse hacer una autobografía en la medida en que Señas de identidad es una novela y no una autobiografía, y sí (sic) hay elementos autobiográficos se integran dentro la concepción novelesca (Kohut, 1983: 80). Las tres novelas que he investigado irradian un carácter muy personal, a saber, parece que escribe una persona que a partir de su fuerte preocupación y de sus propias experiencias quiere transmitir un mensaje, con respecto a la deplorable situación de los emigrantes del sur en Barcelona, con respecto a las condiciones de la gente que vive en Almería, con respecto a la actitud del pueblo español durante la dictadura franquista. Pero Goytisolo quiso escribir novelas solamente según criterios estético-literario. Su meta principal era hacer un producto artístico y literario y porque es un hombre muy crítico, muy involucrado con la situación española, este producto tiene un alto grado de compromiso. Es evidente que este compromiso literario juega un papel importante en sus libros. El propio autor dice en la misma entrevista con Kohut (1983: 82) en cuanto a Señas de identidad: “Lo que me propuse más bien fue 20 generalizar un poco mis experiencias y tratar de hacer el retrato moral de un español de mi generación.” Por lo tanto, para comprobar si las tres novelas son comprometidas, no es de importancia saber en qué medida las novelas son autobiográficas. Los motivos inmanentes para emocionar al lector y estimularlo a tomar posición, deben hablar por sí mismos. 21 5 LA RESACA (1958) En la segunda mitad de los años cincuenta ciertos escritores emitían públicamente más que antes sus ideas políticas en sus novelas, de modo que se originó la novela sociocrítica. En este tipo de novela la crítica a España se manifiesta más que en la novela neorrealista. Se concentra más en las circunstancias miserables de ciertos grupos de población, como mineros, campesinos y vecinos de los barrios de chabolas. La resaca es un ejemplo muy claro de esta categoría (Steenmeijer 1996: 91). Como epígrafe Goytisolo cita del Diario de Barcelona del Martes 26 de febrero de 1957: “Pueden mezclarse en la resaca el trúhan, el pordiosero de oficio y el maleante, pero en general…” La elección de esta cita parece dar la nota: criticar el tachar de antemano a los emigrantes como malos. Goytisolo dijo que había descubierto una parte de la vida de Barcelona que nunca había conocido a causa de su juventud protegida (Schwartz 1970: 78). La resaca se considera como su obra más comprometida, como retrato de una clase social marginada cuya tristeza oscura es un ataque tanto al sentimentalismo utópico de unos oponentes a Franco, como al propio Régimen (Bush en CN: 16). Al escribir esta novela el autor quiso quitar sus propias emociones y le dejó las manos libres al lector. Pero su conciencia social da sentido a su objectividad (Schwartz, 1970: 79). Esta novela, que es la última de una serie sobre la España de posguerrra, se anunció al principio bajo el título Los Murcianos y la prohibió el Régimen. Abandonó tanto lo autobiográfico que se hallaba en sus anteriores obras como la fantasía y elementos poéticos, para lo- grar una realidad fotográfica de las víctimas frustradas de una parte de la sociedad que el autor hasta aquel momento no conocía y estas víctimas intentan olvidar su desesperación bebiendo (Schwartz, 1970: 78). No está claro cuando y porque Goytisolo cambio el título. Es interesante analizar el nuevo título. Tiene diversas significados11, por ejemplo: “movimiento en retroceso de las olas después que han llegado a la orilla; limo o residuos que el mar o los ríos dejan en la orilla después de la crecida; malestar que padece al despertar quien ha bebido alcohol en exeso; efecto o serie de consecuencias que produce algún acontecimiento o situación; persona de baja condición o moralmente despreciable.” Todas estas descripciones podrián remitir a la novela. Las personas del sur pueden considerarse como ‘residuos’ de la población total de España y como personas inferiores12. La 11 12 Fuente: Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (2001) cf. la cita de Ortega y Gasset en Campos de Níjar (CN: 77) 22 situación de malestar después del uso exesivo de alcohol es comparable con la desilusión de ir a parar en una situación también sin perspectivas después de los numerosos sueños de un futuro prometedor. A través de este título Goytisolo da de antemano una visión muy pesimista y negativa en cuanto a la situación y a las perspectivas de este grupo de población. La resaca fue la primera novela de Goytisolo cuya publicación prohibió la censura (Navajas, 1979: 71). 5.1 Resumen La resaca, que es más un reportaje que una novela muy trabajada, tiene como tema la vida en un barrio de chabolas en Barcelona. Aqui viven andaluces y murcianos que han emigrados para escapar de las circunstancias muy pobres del sur. Los capítulos son pequeñas historias, aparentamente no vinculadas. Los protagonistas son diversos miembros de esta comunidad y cada uno da testimonio del ambiente muy duro. Las personas pobres y los parias son víctimas del ambiente en que han crecido. Hay escenas en la taberna del Maño, que es el lugar de encuentro para los parados, los viejos, mendigos y clientes ‘normales’. Maño es un tabernero muy humano y deja a sus clientes quedarse sin obligarlos a tomar bebidas y incluso “Aquí, el que no puede pagar, no paga”(LR: 104). Hay escenas en unos hogares y hay las aventuras de la banda de Metralla, especialmente de Antonio cuya desarollo es un hilo rojo en el libro. La Iglesia tiene un papel dominante, pero en el segundo plano como autoridad que se glorifica de darles unos regalos a los niños, pero luego falla en cumplir con sus respondabilidades. Los clérigos le cuentan a la gente que no se vive sólo para el pan y que no sólo se piensa en cosas materiales. 5.2 Personajes Antonio, el personaje central, es un chico de alrededor de dieciseis años. Se relaciona con una banda juvenil y entabla amistad con líder Metralla. Antonio simboliza las imposibilidades de obtener un lugar normal en la sociedad. A través de su conducta criminal gana en unos días más dinero que su padre en unas semanas. Un ladrón de mala fama, Sabater, es su ídolo y siempre lleva su foto consigo. La esposa de un imaginero adopta a Antonio después de pagar 23 un importe a sus padres. Antonio le roba una gran suma para emigrar clandestinamente a America junto con Metralla. Pero éste le engaña a Antonio y parte solo con todo el dinero en un barco hacia el mundo con posibilidades sin limites. Antonio está condenado a seguir viviendo en la miseria. Saturio, uno de los vecinos, pierde a su pequeña hija que se envenena y a consecuencia de ello se da a la bebida. Su hijo Carlitos está elegido para pronunciar el discurso cuando viene el Delegado de la Iglesia con motivo de las fiestas religiosas. Pero en el momento culminante, cuando pasan las autoridades, solamente puede balbucear: “… somos pobres…mi padre” (LR: 274). Giner es la personificación del bando de los republicanos que tuvieron que sufrir por sus ideales. Ni su esposa, que es muy religiosa, ni sus hijos le quieren o le respetan. Idealiza a su amigo Emilio que vive y trabaja en Francia. Giner intenta movilizar a sus compañeros de taverna para entrar en acción, pero da contra un muro de desinterés. Evaristo es un veterano de cinco guerras y lleva sus medallas, lleno de orgullo. Gana su dinero para vivir coleccionando colillas. Personifica la vinculación con el pasado y es miembro de la Asociación de los antiguos combatientes de Cuba y Filipinas. A pesar del eslogan del Régimen: “ni un hogar sin lumbre ni un español sin pan”, se le echa de su casita, después de lo cual se suicida. Un personaje curioso es la mujer del imaginero que odia a su marido y no tiene nombre. Por todo el libro esta mujer aparece de vez en cuando. Perdió a su hijo y consigue adoptar a Antonio contra dinero. Sabe que Antonio le roba, pero no da pasos. Parece enamorada del joven. 5.3 Técnica narrativa En esta obra, que se tipifica también como reportaje o ‘documentary novel’ (Schwartz 1970: 78) el autor usa a sus personajes para presentar los hechos que quiere criticar. No juzga, solamente describe. El autor construye un conjunto de capítulos que cuentan algo sobre el personaje central y no hay desenlace. Hay unos hilos de narración (las aventuras de Antonio que quiere huir a América, Giner como activista, las fiestas religiosas) pero apenas hay 24 complicaciones o trama, los personajes ni se desarrollan ni son elaborados muy detalladamente por lo tanto apenas se puede hablar de una ‘novela’ de verdad13. La obra se escribió con, por así decirlo, la técnica de cámara, por lo que La resaca parece más bien un guión cinematográfico. Al escribir en tercera persona singular e insertar abundantes diálogos, Goytisolo intenta lograr la objetividad y omnisciencia de un narrador que no está involucrado en la acción. Solamente cuenta y muestra lo que sucede en la vida trivial de los vecinos (Schwartz, 1970: 85). Una escena muy fílmica ocurre en la taberna del Maño, cuando Giner intenta convencer a sus amigos para que entren en acción. Sus argumentos alternan con fragmentos de discurso radiofónico del Delegado de la Igelesia; habla una Voz (sic) de la radio. El autor crea aquí un fascinante juego de conjunto de las fuerzas contrapuestas: los pobres obreros impotentes frente a la Iglesia, fiel respaldo del Régimen opresor, representada por la ‘Voz’ de la radio. Goytisolo usa un vocubulario especial para caracterizar el ambiente de prostitutas, ladrones, encubridores, mendigos y por eso, al final de la novela, añade un glosario para el lector. Para indicar la importancia de ciertos fenómenos, Goytisolo usa mayúsculas. ‘La Voz’ de la radio significa más que sólo una voz: representa la voz del Régimen. Giner habla de los hombres del Centro y de los de las Afueras. Dos fenómenos frente en frente: el poder y la pobreza, los fuertes y los debiles. El nombre de Franco solamente una vez se halla en la novela. Las otras referencias a Franco son: el Nombre, el Caudillo y incluso el Pastor ( en el discurso del Delegado). 13 Aunque las obras La resaca y Campos de Níjar carecen de diversas características principales de una novela, sin embargo sigo tipificándolas como ‘novela’ en favor de la legibilidad de este tesina y seguiendo la tradicional historia literaria. 25 6 CAMPOS DE NÍJAR (1959) Campos de Níjar, que se publicó en 1960, es la primera de las tres novelas de viaje. Las otras son La Chanca (1962) y Pueblo en marcha (1960). Generalmente esta obra se considera como perteneciente a la literatura de viaje. Como es el caso con cada género: no es posible dar una definición clara de la literatura de viaje. Por lo tanto, hay diversas opiniones en cuanto a la clasificación de esta obra, sobre todo a causa de la mezcla con otras expresiones literarias (Lee Six 1996: 12). También la actitud del propio autor tiene un gran papel. En este caso la crítica consciente de Goytisolo provoca que esta obra traspase los limites normales de la literatura de viaje (Bush en CN: 7). Paul Fussel tipifica la diferencia entre guía y novela de viaje como: un guía de viaje se dirige a los que quieren seguir al viajero, mientras una novela de viaje se diriga a lectores que no tienen del todo esta intención (Lee Six 1966: 15). Está claro que Campos de Níjar sobrepasa ampliamente los limites de una guía de viaje. Hay demasiada protesta socio-política en esta novela par llamarla una novela de viaje (Lee Six 1966: 98). En Barcelona Goytisolo tuvo contactos con emigrantes de Almería y quiso descubrir de qué escaparon (Bush en CN: 7). En una entrevista con Rodríguez Monegal, Goytisolo dijo: “Si hago un anális de este mundo, ya sea de una región pobre del sur o de Barcelona, estoy obligado a hacerlo desde mi propio enfoque, desde mi propio punto de vista. (…) A partir de La resaca me di cuenta que si me proponía reflejar una serie de fenómenos propios de la sociedad española, tenía que (…) aceptar el subjetivismo”(Lee Six 1996: 9,10). Por lo tanto esta novela no solamente quiere describir cierta regíon, sino que el autor tiene una idea de lo que quiere mostrar con sus descripciones. En contraste con otros escritores-viajeros Goytisolo habló con los habitantes y oyó su historias. Pinta al hombre y el paisaje en el que el hombre nace, trabaja, pena y muere. Su empatía indignada es un ataque a quienes creen en características nacionales o regionales fijadas (Bush en CN: 19). Por lo tanto, aquí, el propio Goytisolo señala que se trata de literatura comprometida. El autor aprovecha al máximo las características tradicionales de la literatura de viaje y al mismo tiempo explota las ambigüedades del género, a saber, la ficción y los hechos a través de formas narrativas tanto personales como impersonales (Lee Six 1996: 15). Goytisolo, cuyo objetivo era mostrar las contradicciones en la realidad, evita dar imágenes estereotípicas del sur que suelen hallarse en muchas guías de viajes y logra combinar la belleza y la pobreza del sur (Bush en CN: 18). 26 Por lo tanto, no podemos considerar esta obra como literatura de viaje, pero en cuanto a la forma literaria faltan características importantes de la novela: un desarrollo psicológico, una trama y un desenlace. Sanz tipifica esta novela como “documento sociológico”, porque “el autor no profundiza en detalles socioeconómicos, sino que los sustituye por una atenta mirada que se detiene en los seres y las tierras” (Sanz, 1977: 64). 6.1 Resumen El viajero (quizás el propio autor, pero en todo caso el narrador) recorre una parte de Almería durante tres días y visita diversos pueblos. En el camino y en las posadas habla con mucha gente. A través de los diálogos. las descripciones de cosas características de la región y las observaciones se informa al lector de las condiciones de vida, los problemas de pobreza y el clima. Considerando las reacciones de la gente y sobre tode de los niños, es evidente que en esta región raras veces vienen forasteros. Los vecinos apenas creen que un español, y un español de Cataluña (la región rica y próspera), venga voluntariamente y por placer a esta región que a su parecer no es interesante sino muy aburrida. La gente muestra un complejo de inferiodidad persistente. No hay crítica, sólo resignación. Con respecto al forastero los vecinos se muestran amables, serviciales, hospitalarios y de vez en cuando prudentes. El viajero escucha, no entra en discusión. 6.2 Personajes Figura en Campos de Níjar un personaje principal: el viajero, el narrador que informa acerca de su viaje por una parte de Almería. La primera pregunta será: el narrador ¿es lo mísmo que el autor? El narrador debe ser Goytisolo cuando consideramos el texto como una reportaje noficcional, porque el narrador se llama ‘yo’ y en la portada está imprimido Juan Goytisolo como autor. Cuando consideramos el texto como producto literario, o sea un texto con aspectos ficcionales, el narrador es una invención literaria. Pero hay suficientes indicaciones que justifican la suposición de que el narrador, aunque no siendo Goytisolo, representa de manera convincente el retrato del autor (Lee Six 1996: 54). El narrador del texto es, como el autor, nativo del norte de España y vive ahora en Francia. En la opinón de los oprimidos andaluces es muy superior. Originario de Cataluña, la 27 región con prosperidad y posibilidades y muchos derechos para los obreros en comparación con Andalucía, el viajero se acerca a la encarnación del sueño de automejora de los Nijareños. Por lo tanto el lector no tiene que subestimar la peculiaridad del narrador ante los vecinos (Lee Six 1996: 16). El narrador no se dedica a ahondar en los sentimientos y pensamientos de los pobres habitantes y se limita a lo que le cuentan y a las opiniones que expresan ante el narrador testigo. 6.3 Técnica narrativa Goytisolo usa para sus diálogos una forma dialectal, escrita de manera casi fonética. Hay críticos que dicen que se trata de una creación literaria porque este dialecto no se podría oír en ningún lugar en el sur.14 Quizás sea para lograr un efecto ‘exótico’, pero esta ‘deficiencia’ no tiene influencia negativa en el objetivo de ser literatura comprometida. Notable es que Goytisolo de vez en cuando cambia de la primera a la tercera persona singular cuando se trata del narrador. Por ejemplo en el primer párrafo del capítulo V se habla del “autor de estas líneas…” (CN: 78) En la entrevista con Rodríguez Monegal Goytisolo dijo: “Escrito con un cuidado extremo, a fin de sortear los escollos de la censura… (…) Para eludir las redes y trampas de la censura, me había convertido yo mismo en censor.” (Lee Six, 1996: 10). Surge la pregunta hasta qué punto esta actitud reticente influyó el carácter de compromiso. Los abusos no se describieron abiertamente y el lector tiene que estar alerta para descubrir la crítica más o menos escondida. 14 Para estas críticas véase Lee Six (1996) pp 71-75 28 7 SEÑAS DE IDENTIDAD (1966) En 1966 se publicó esta novela que significó el primer paso que daría Goytisolo en el camino experimental. (Lee Six,1966: 23). La novela Señas de identidad constituye una trilogía junto con Reinvindicación del conde don Julián (1970) y Juan sin tierra (1975). En estas tres novelas el autor intenta liberarse de la identidad española, que según él, se caracteriza por la intolerancia, el egocentrismo, los celos, la malignidad y el miedo a lo físico (Steenmeijer, 1996: 105). En contraste con muchas obras anteriores de Goytisolo, Señas de identidad no es una obra realista, sino una proyección del sentirse ‘español a disgusto’ a través del personaje principal Álvaro Mendiola. Por lo tanto no se trata de una novela social crítica, sino más bien un collage de muchos tipos de textos como: monólogos interiores, diálogos, memorias, crónicas de viaje e informes de la policía. Con la ayuda de estos fragmentos Álvaro levanta un mapa de su pasado para superar su crisis de identidad (Steenmeijer, 1996: 106). Esta novela da prueba de una vida bajo la dictadura en la que hay una interrelación entre los dos aspectos opuestos: ser un biznieto de un propietario de esclavos y convertirse en un intelectual subversivo (Bush en CN: 11). El énfasis que pone la novela en el contexto socio-político da un papel importante a la rebelión del autor (Ribeiro de Menezes, 2005: 67). No es fácil clasificar Señas de identidad como género, sin embargo, porque el tema se puede describir como el autoanálisis de Álvaro podríamos tipificar Señas de identidad como una novela psicológica. 7.1 Resumen Pocos años antes de la Guerra Civil, Álvaro Mendiola nació en el seno de una familia católica perteneciente a la burguesía de origen catalán. Recuerda muchas experiencias de su juventud mirando fotos del pasado. Los retratos evocan recuerdos de una familia formada por personas ricas que simpatizaban con el bando de los nacionales. Algunos de ellos se han vuelto ricos en Cuba, pero lo perdieron todo después de la revolución socialista de Fidel Castro. Además, Álvaro viaja por España, entre otras cosas para reconstruir la muerte de su padre, a quien ejecutaron los republicanos. Pero ni a través de las fotos, ni a través de sus investigaciones, encuentra Álvaro su identidad. Tampoco lo logra en su vida de estudiante en 29 Barcelona ni como un ilustre miembro de los exiliados en París. Finalmente se da cuenta de que España tiene mala voluntad hacia él. Después de su juventud en la que se le crió de manera muy religiosa, estudió economía política y era amigo de Sergio, un compañero de estudios, que era adinerado, pero al mismo tiempo un ‘ablandabrevas’, o sea, un inútil, que, animado por su extravagante madre, mostró a Álvaro la hez de la sociedad. Desde París, donde vive como exiliado voluntario, Álvaro vuelve a Barcelona para asistir al entierro del catedrático Ayuso, un intelectual crítico de la izquierda. Álvaro tiene una relación amorosa con Dolores que toma forma durante todo el libro a través de diálogos y escenas retrospectivas. Ella es hija de exiliados, de los que salieron desterrados hacia México. Al principio los dos se sienten vinculados a causa de su exilio, pero finalmente se alejan el uno del otro “asombrado cada uno con su ignorancia de la vida del otro, algo desamparados también por el derrumbe de todos los proyectos, quimeras e ilusiones…” (SI: 372) Álvaro investiga el pasado como un individuo que está situado en un contexto sociopolítico particular. Esta búsqueda del pasado es una búsqueda existencial de su identidad (Ribero de Menezes, 2005: 63). 7.2 Personajes Álvaro es el personaje principal. Se ha escrito mucho sobre el hecho de que Álvaro es el alter ego de Goytisolo, como por ejemplo Gloria Doblado (1988, 86): “Álvaro, quien por momentos se nos aparece como un desdoblamiento de su propio creador, el ‘alter ego’ del novelista”. Sin alguna duda en la vida de Álvaro se puede reconocer muchos elementos de la vida del propio autor, aunque dice el propio autor en una entrevista con Rodríguez Monegal: “He volcado en él una serie de vivencias personales (…) y es que yo creo que el escritor debe escribir siempre sobre lo que conoce y evitar lo demás. La mejor forma para mí era situar a Álvaro en ambientes y lugares que yo conozco personalmente. Dicho esto no existe ninguna identificación de mi persona con el personaje Álvaro; creo que somos muy distintos. Si en cualquier caso ha habido una relación, ésta es, digamos, paterno-filial” (Elsener, 1994: 62). Es notable que en esta novela falte un acontecimiento de gran importancia en la vida de Goytisolo, a saber, el hecho de que su madre murió durante un bombardeo en Barcelona. En su novela deja ejecutar al padre de Álvaro por los republicanos. 30 Álvaro se distancia de su ambiente familiar que tipifica como una ‘casta’ de “comerciantes, banqueros e industriales enriquecidos en Cuba y Filipinas, autonomistas y defensores del proteccionismo económico, recia casta burguesa (ennoblecida luego) pilar y fundamento de la bolsa. la industria textil y el tráfico ultramarino…” (SI: 70). Goytisolo esboza con estas pocas palabras el bando social al que se opone. Álvaro es un hombre joven, un intelectual, que elige el autoexilio. Goytisolo lo describe como involucrado en el proceso creativo de la mirada retrospectiva al pasado con el objetivo de inventar otro futuro (Ribero de Menezes, 2005: 64). Es un escéptico, lleno de dudas ontológicas y no se siente en su casa en ningún lugar. No en España, donde el clima espiritual es sofocante, ni en París donde la subcultura del mundo de los exiliados le da asco. Busca de manera desesperada y persistente su identidad. Da prueba de la falta de sentido de la realidad cuando vuelve tras un voluntario destierro de diez años y constata que “el país seguía igual que a tu marcha, reacio al cambio de rumbo que tus amigos y tú habíais intentado imponerle” (SI: 98). Vuelve a España para hacer un documental que según dice un informe es “un film anti-español sobre la emigración obrera intervenido por la guardia civil de Yeste…” (SI: 237). Antonio, buen amigo, es un oponente activo al Régimen y por eso se le condena. Parece ser un castigo bastante ligero: vivir en un pueblo en el sur, comparable con un arresto domicilario: “encierro de límites vagos pero reales, mecanismo sabiamente dispuesto para impedir la doble fuga corporal y anímica” (SI: 240). Por tanto, tiene bastante libertad de movimiento y en ningún lugar se da prueba de tratamiento inhumano. Incluso el médico local le invita de cenar y en un restaurante el cacique don Gonzalo quiere conocerle. Pero Antonio lo rechaza: “Dígale a este señor que (…) sé escoger por mí mismo la compañia y la suya no me gusta” (SI: 232). Este incidente causa un escándalo después de lo cual se hace más pesada su pena. Enrique, que antes era un apasionado del bando de derecha, en el presente de la novela, es un activista contra el Régimen. A causa de las instrucciones para organizar huelgas y disturbios estudiantiles que traía y que la policía encontró, se le detiene y la manera en la que se le tortura cruelmente, está detalladamente descrita. Dolores, educada en “el universo gregal y anacrónico de los republicanos exiliados en México” (SI: 328), es la amante de Álvaro y como todos los otros personajes, a exepción de Álvaro, no se elabora de manera amplia. Las personas con las que Álvaro tiene contactos, se quedan ‘flat caracters’, a saber, personajes elaborados de manera superficial y no muy detallada, y figuran sobre todo en el segundo plano y apenas encontramos sus ideas políticas elabo31 radas, sus pensamientos y sus motivos verdaderos. El autor podría haber eligido este enfoque para acentuar optimalmente el desarrollo de Álvaro o para ilustrar la soledad del personaje principal y su impotencia para relacionarse con algo o alguien. 7.3 Técnica narrativa En una entrevista con Emir Rodríguez Monegal (Lee Six, 1996: 10) Goytisolo describió esta novela como un experimento para reconsiderar su actitud con respecto a la novela. Además la obra funcionaría como trampolín hacia una nueva estética. Señas de identidad se escribió, según el autor, como un ‘examen de conciencia’, de modo que en muchos aspectos se debe considerar a Álvaro y a él como iguales imprescindibles (Kohut,1983: 98). Debido a esto podemos decir que esta novela es parcialmente autobiográfica. Por lo tanto, la novela se escribió de forma experimental con claras características posmodernas. Se escribió desde dos perspectivas: el ‘yo’ que desde sus memorias de vez en cuando se dirige a si mismo, como si hablase con otra persona, llamándole ‘tú’, y un narrador externo que describe los acontecimientos y las peripecias de Álvaro en forma de comentarios. “El uso del tú reflexivo enfatiza aún más la agonía anímica del rebelde Álvaro perdido en el remolino de su conciencia y alienado de su patria y de su gente” (Doblada, 1988: 85). De vez en cuando la narración (por cuanto se trata aquí de una narración) se interrumpe a través de fragmentos en cursiva. Al principio estos fragmentos parecen enigmáticos, pero paulatinamente se desprende que se trata de un informe de la policía que sigue a ciertas personas en su vida habitual para espiarlos. La novela es una mezcla de fragmentos breves, crónicas de viaje, monólogos, diálogos, informes, conversaciones y fragmentos en francés y junto con la gama completa de personas gramáticas y tiempos verbales se pone de manifiesto la intención del autor de describir la complejidad de su mundo ficticio con un lenguaje nuevo (Elsener, 1994: 158). Al omitir el punto detrás de la última oración, el autor ilustra la imposibilidad y la infinidad de la búsqueda de su identidad de una manera totalmente convincente. 32 8 ABUSO Y CRÍTICA 8.1 La pobreza y la gente del sur La resaca La situación en la que viven los emigrantes del sur, sobre todo se muestra en las contemplaciones de Giner: “Miles de hombres, venidos del sur como él, vivían a las puertas de la ciudad, en condiciones miserables. Carentes de unión, de defensa, de portavoz, trabajaban, penaban y morían, sin otro horizonte que las cuatro paredes de sus chabolas y barracas.” (LR: 71). La pobreza de esta gente de Andalucía, se describe de muchas maneras. De manera directa, por ejemplo en cuanto a los niños: “Muertos de hambre, los pobrecillos, mientras su padre se bebe el sueldo en la tasca…”(LR: 13) y de manera más sutil e indirecta por ejemplo a través de la descripción de sus alojamientos como “miserables chabolas y barracas” (LR: 61), “vestido de harapos, mostraba orgullosamente al desnudo el blanco acordeón de sus costillas” (LR: 90). Un ejemplo fuerte es el deseo de la mujer del imaginero de adoptar a Antonio por dinero. Pero sucedieron muchas veces hechos parecidos porque “muchas familias pobres, cargadas de hijos, se desprendían de alguno a cambio de unas pesetas” (LR: 118). Las condiciones en las que viven los vecinos son humillantes. Pero cuando el Excelentísimo Señor Delegado va a venir con motivo de la inauguración de un nuevo bloque, brigadas de carpinteros y peones trabajan para remozarlo. Se distribuyen emblemas y gallardetes de puerta en puerta para adornar las chabolas. Se “ocultaban la mugre y suciedad de las chabolas y, a lo largo de los quinientos metros de explanada, no había un solo gramo de basura” (LR: 269). Esto se puede comparar con la descripción del Paseo en Campos de Níjar (CN: 72) que sirve como un exterior pulido para esconder la pobreza y la suciedad que dominan la vida de verdad de la población. ‘NI UN HOGAR SIN LUMBRE, NI UN ESPAÑOL SIN PAN’. Con este eslogan del Régimen comienza el primer capítulo. Un comienzo cínico porque el resto de la obra principalmente da testimonio de las circunstancias miserables en las que vive la gente en los barrios de chabolas. Este eslogan lo encontramos otra vez casi al final de la novela en una escena muy emocionante, después de que echaran de su casa al viejo Evaristo. Para él “expulsarle equivalía a condenarle a morir de hambre o de verguënza, en la calle o en el asilo” (LR: 264): 33 … y su mirada se detuvo en la leyenda escrita en el muro. ‘NI UN HOGAR SIN LUMBRE, decía. Evaristo se acomodó bien entre las hierbas y la observó durante largo rato, fijamente. Luego se sacó la navaja de afeitar del bosillo y, con las manos en los potes para no manchar el suelo, se abrió las venas de los brazos. (LR: 266) NI UN ESPAÑOL SIN PAN’, Evaristo se suicida. Para él no hay hogar, ni lumbre. Sin embargo, el viejo es tan decente como para no ensuciar el suelo con su sangre. El suelo que Evaristo ha servido como militar en cinco guerras; su sangre que siempre quiso honesta como para devolver al Jefe de Policía las medallas, que le dieron como veterano de guerra. Los jóvenes apenas tienen la idea de que hay posibilidades para el futuro. Juntarse en una banda es más lucrativo y el lugar donde se saben seguros se llama ‘el Refugio’, un nombre simbólico de su situación social. El modo de obrar parece derivado del ideal socialista o comunista: cada uno hace lo que puede y tiene su propia especialidad y lo comparten todo: “Entre nosotros, ninguno se va al río. O si se va, nos la paga…” (LR: 60). Hay grandes contrastes entre la visión ‘oficial’ de los jóvenes criminales y la opinión de la gente en el barrio. Un noticia de prensa clasifica a los chicos como: Los agresores (que) formaban una cuadrilla de desaprensivos ‘guirlocheros’, esa escoria social, nutrida casi en su mayoría por adolescentes que, como una plaga, cae en cualquier momento sobre los industriales de la ciudad, haciéndoles víctimas de sus robos y de sus caprichosos tributos (LR: 61). Los propios chicos se identifican con los grandes ladrones mientras los vecinos del barrio, sus educadores, “hablaban con gran respecto de ellos y comentaban elogiosamente sus audaces golpes de mano” (LR: 62). Por lo tanto, los jóvenes solamente tienen cosas negativas que les sirven de ejemplo. Su lema es: “La honradez no renta en este país (…) Aquí, el que no bribonea, se muerde los puños de hambre” (LR: 129). Sus padres no son buenos ejemplos y Antonio no quiere acabar como su padre “abrumado de hijos y de deudas, arrastrando miserablemente su fracaso por las bodegas y las tascas. Si el mundo era una gigantesca empresa de explotación no sería él quien iría a sacar las castañas del fuego a un puñado de vividores y mangantes” (LR:129). La historia de Coral es conmovedora. Es una joven prostituta que pertenece a la banda de Metralla. Su padre biológico había abusado de ella y para vengarse de su vida anterior, una infancia perdida, colecciona muñecas. Cada semana compra otra. Un día, cuanda Coral juega con sus muñecas que están vestidas ricamente, entra un cliente, un cabo y la niña debe ser otra vez adulta. Es significante que un representante de la autoridad abuse de una niña menor. Al final Coral desaparece en un Reformatorio en el que puede tener que quedarse muchos años, 34 incluso toda la vida. En la historia de Coral se muestra una terrible falta de atención del gobierno con respecto a los niños. Antonio no consigue huir a América. En los brazos de la mujer del imaginero se da cuenta de “que su niñez había muerto y que, en adelante, jamás podría escaparse” (LR: 250). Finalmente se puede concluir que el autor describe una sociedad en la cual no hay lugar para un tratamiento adecuado de los jóvenes, ni por parte del gobierno, ni de la Iglesia. Campos de Níjar Después de haber escrito La resaca Goytisolo quiso informarse de las circunstancias de la vida previa de los emigrantes y de la región de dónde vinieron. Uno de los efectos más fuertes de Campos de Níjar es que crea una imagen verosímil y emocionada de una región que es tratada de manera injusta por las autoridades madrileñas. En una entrevista Goytisolo habla de “la necesidad que sentíamos los autores de suplir la prensa y los medios de información españoles sobre situaciones reales del país” (Lee Six, 1966: 19). En ningún lugar hay crítica de manera directa. El autor escribió la obra con cuidado con respecto a la censura como si fuera una película, y mediante imágenes y diálogos el lector se forma una idea de las circunstancias en el sur. De vez en cuando las historias son conmovedoras y las descripciones provocan muchas veces compasión con los vecinos de esta región e indignación en cuanto a la actitud indiferente del gobierno. La pobreza se muestra a través de las descripciones de las casas, las observaciones de los habitantes y las descripciones de la ropa. “…sucios, mal afeitados, con las camisas raídas y los pantalones llenos de remiendos. Uno asoma los dedos de los pies por la punta de las alpargatas, otro se ciñe el pantalon con una cuerda” (CN: 63). No siempre es fácil juzgar las situaciones que se describen. Por ejemplo en una posada se hallan tres maestras de la escuela primaria del pueblo. Los huéspedes le cuentan al viajero que a causa del gobierno estas mujeres deben trabajar en el campo durante cierta época. En primera instancia esto se puede apreciar como una medida muy razonable: de esta manera en el campo también puede darse buena educación. Sería útil y educativo para las profesoras jóvenes conocer una región completamente diferente. Pero al mismo tiempo se muestra el otro lado: “Las que son ricas se amañan pagando a una sustituta” y tambíen un período tan largo es desfavorable: “Cuando se dan cuentas son solteronas y ya no encuentran a nadie que las salga” (CN: 59). 35 La deplorable situación económica es causada por la falta de árboles lo que provoca una intensa erosión del suelo. Esto explica que “el nivel de precipitaciones de la región es de los más bajos de España” (CN: 68). La arenilla origina tolvaneras que son responsables del elevado percentaje de tracoma y enfermedades de los ojos. El viajero visita una familia en la cual un niño está ciego. Tendría que ser operado, pero no hay dinero. “Como no encontramos naide que nos fíe el viaje…” (CN: 71). Como en casi todas las pobres regiones las mujeres siempre están embarazadas. “Cuanto más pobres, cuanto más hijos” (CN: 71). Señas de identidad También en Señas de identidad la denuncia de la situación de la gente del sur tiene un papel importante. De paso se encuentran observaciones sobre la situación en el sur, como “…en Andalucia hay un diecisiete por cien de niños tuberculosos” (SI: 85). Hablando de los emigrantes de las chabolas el autor los describe como: “La sempiterna miseria andaluza había econtrado allí un campo familiar donde explayarse…” Incluso les llama “muertos despiertos” (SI: 68). Álvaro viaja por el sur de España. Se describen ampliamente las fiestas locales en Yeste y se le enseña al lector la historia de la región en los años treinta con los problemas en la construcción del embalse. En la costa se encuentran los pescadores luchando por su existencia, hay historias de los que intentaron ir al extranjero, pero fueron víctimas de engaño. Álvaro se asocia con los trabajadores emigrados en París y toma apuntes de sus peripecias vitales. Elsener describe esta acción como prueba de una actitud que está condicionada por el sentimiento de culpabilidad de haber nacido en el seno de la clase social responsable de esta deplorable situación y de la convicción de que su deber es hacer algo por ellos (Elsener, 1994: 91). En estas tres novelas la gente del sur se presenta como dentro de un círculo vicioso y triste (Lee Six, 1996: 24). En Campos de Níjar se muestra en su suelo natal, soñando de un futuro próspero en Cataluña, el paraíso supuesto. En La resaca estas personas del sur viven en ‘el paraíso’, que parece solamente una continuación de sus circunstancias miserables y ahora sueñan con emigrar a Francia, la meca económica. Como Ciento Gramos dice: “En Francia podrás vivir como un señor, mientras que aquí serás toa tu vía un manflis” (LR:11). El felíz Emilio escribe en su carta a Giner: “En Francia, el obrero no vive aislado, como aquí. En Francia tiene el sindicato.” (LR: 32). Cuando, en Señas de identidad, hablan los emigrantes españoles en Paris, encontramos una nostalgia llena de ideas y sueños de una España liberada del Régimen, una España que ahora ensalzan: “tras evocar nostálgicamente el queso de Ron36 cales, el lacón con grelos y el chorizo de Cantimpalo, decretar, con unanimidad insólita entre españoles, que agua pura y fresca y restauradora como la de Guadarrama no había, pero que no señores, ninguna otra en el mundo” (SI: 261). Es evidente que Goytisolo siente compasión por la gente del sur y da testimonio de su sentimientos en estas tres novelas. La situación de los almerienses y murcianos se describe claramente en Campos de Níjar donde se comprueba que los vecinos piensan que la vida en Cataluña es mucho mejor. Sin embargo, en La resaca se pone de manifiesto que las condiciones de vida en ‘el paraíso del norte’ no son mejores. El problema de la pobreza no ha desaparecido, incluso se suman otros problemas como el problema del alojamiento y el de la criminalidad. Por lo tanto, en cuanto a la gente del sur en las tres novelas se trata de un círculo vicioso: pobreza aplastante y necesidad para las personas que se quedan en su suelo natal, desilusión y añoranza para los que se marchan (Lee Six, 1996: 25). 8.2 La Iglesia y resignación La Iglesia, que ha sido uno de los pilares básicos del Régimen y una fuente esencial de su legitimación, seguía rechazando cualquier forma de renovación. La presión conservadora se muestra en casi todas las novelas de Goytisolo como protagonista y también antagonista, como una organización que no cumple sus responsabilidades (Schwartz, 1970: 16). La resaca Uno de los hilos de narración son las preparativos de una fiesta religiosa. El sacerdote del barrio se llama ‘Padre Bueno’, un apodo que parece irónico a la luz del papel que jugaba la Iglesia. La gente descrita no da la sensación de ser muy religiosa, aunque la conciencia religiosa parece tener cierta importancia. En la taberna Cien Gramos da a su hijo HombreGato un duro cuando el chico demuestra que le han enseñado la Doctrina. Recibe el dinero cuando murmura unos términos como “Gloriam eterna…Cristum…. Anima” (LR: 99). Pero generalmente, las ideas de los vecinos sobre la moral y forma de vivir cristianas no ocupan el primer lugar y los contactos con la Iglesia muchas veces están relacionados con el interés propio. En el barrio existían varias catequesis, organizadas por Órdenes distintas. Como señuelo les ofrecían un traje nuevo a los chicos si hicieran la Primera Comunión. Uno de los vecinos, Cien Gramos, obligaba a sus hijos a apuntarse todos los años y unos chicos ya 37 hicieron tres veces la Primera Comunión. El siguiente fragmento sobre la matriculación de los chicos para la Comunión, muestra perfectamente la distancia que existía entre los sacerdotes y el mundo real de los ‘creyentes’: Los chiquillos se reunieron en un aula amueblada con una tarima, una pizarra, un escritorio y cuarenta sillas. A medida que entraban un catequista les alargaba un impreso, lleno de preguntas. -Guárdenselo ahora. Ya lo leerán cuando lleguen a sus casas. -Yo no sé leer- dijo Hombre-Gato, al cogerlo, con voz plañidera. -Los que no sepan leer, se lo darán a sus padres. -Mi padre tampoco sabe- manifiesto el niño. -Bien. En este caso….- El joven se interumpió, cortado. –En este caso…- La inspiración le falló de nuevo y concluyó, apresuradamente. –Circulen… Hala…. Circulen… (LR: 92, 93). Inmediatamente depués, se ilustra la hipocresía de la Iglesia, compañera fiel del Régimen, en un texto escrito bajo una cruz de madera y el retrato de Franco y José Antonio: EL HOMBRE NO SÓLO VIVE DE PAN. NUESTRO RÉGIMEN NO ES MATERIALISTA’ (LR: 93). El autor se burla de la avaricia de la Iglesia y del esnobismo de la gente rica cuando describe la ‘Cruzada Cordimariana’. La idea es hacer un álbum llamado ‘Libro de oro de la Consagración’ que será ofrecido al papa Pío XII. Este álbum contendrá los nombres de las familias “consagradas al Corazón de María”. En una carta la Iglesia espera que “lo mejor de España (…) querrá colaborar (…) y entregarnos un pequeño donativo…” (LR: 97, 98). Es una prueba de una acción completamente inútil con la que la Iglesia solamente se dirige a la pompa externa dejando de lado la pobreza de aquella parte de la población que es pobre y por eso obviamente indigna. La banda de Metralla se ha apoderado de un paquete de estas cartas y la usa de engañar a personas ricas. Es evidente que la Iglesia se sirve del Régimen. Las evocaciones de los sentimientos religiosos se mezclan con mensajes políticos. Durante ‘la Semana del Suburbio’ los altavoces transmitieron el discurso de un hombre “que aconsejó la devoción al Sagrado Corazón y el rezo del Rosario en familia para atajar los progresos del bolchevismo” (LR: 150). Se cita una afirmación de un obispo en una noticia de prensa: “Se habla mucho del derroche de los ricos pero dudamos seriamente que este derroche iguale siquiera al dispendio en tabaco y alcohol excluímos el vino corriente- a que se entregan las llamadas clases menos favorecidas” (LR: 115). El adjetivo ‘llamadas’ expone públicamente la duda de si la gente es ‘menos foverecida’ 38 de verdad. Este representante de la Iglesia ni busca las causas de estos excesos, ni habla a favor de investigar las circunstancias que pudieran causar el alcoholismo.15 Cuando muere la pequeña niña de Saturio lo primero que el sacerdote dice es: “Resignación. Hay que aceptar la Voluntad de Dios.” (LR: 208). No hay palabras de consuelo, ni apoyo moral, solamente murmura tópicos intranscendentes como “el Señor enviaba las desgracias para poner al hombre a prueba” y “la vidad es un eterno Valle de Lágrimas” (LR: 209). La esposa de Giner es la personificación de la manía religiosa. Trata a su marido con odio y con acusaciones injustificadas instiga a sus hijos contra su padre mientras se muestra muy religiosa al comprar muchas imágenes de santos. Cuando uno de sus hijos resulta herido ligeramente en una becerrada, le echa la culpa a Giner y sufre otros ataques religiosos. “Una estatua luminosa de Nuestra Señora de Fátima se instaló junto a la Sagrada Cena de escayola del comedor y, a la complicada bendición de la mesa, se añadió una plegaria para la pronta conversión de Rusia al Inmaculado Corazón de María” (LR: 259). Por tanto, al mismo tiempo se trata de una observación maliciosa del comunismo por parte de la Iglesia. Campos de Níjar Es notable que en esta novela apenas se encuentren descripciones de tipo religioso. Parece probable que en una región pobre y aislada en la que la vida transcurre de manera tradicional, la Iglesia pueda ejercer un gran poder. No se encuentran afirmaciones de la gente de las que se desprende que existiera odio, crítica, o miedo con respecto a la Iglesia, ni se describen acontecimientos en los que los clérigos jueguen un papel posiblemente inquietante. Mientras que Goytisolo en La resaca crítica a la Iglesia de manera sutil e indirecta describiendo actos religiosos y por ejemplo a través del carácter de la esposa de Giner, en Campos de Níjar pierde la oportunidad de escribir algo por el estilo. El viajero asiste a un entierro donde el sacerdote queda en segundo plano. En La resaca el sacerdote, que visita a la familia de la niña fallecida, causa una mala impresión por beber Coca-Cola en vez de ofrecer palabras de consuelo. Por tanto el autor, que es un declarado enemigo de la Iglesia, evita hacer observaciones críticas. La única razón podría ser que Goytisolo, a causa de la autocensura, solamente quiso escribir de la manera más objetiva posible, partiendo de la idea de que el lector a través de las descripciones y de los diálogos, puede formarse su propia opinión. 15 cf. la cita de Ortega y Gasset en Campos de Níjar (CN: 77) y mis observaciónes sobre esto en el párrafo ‘Crítica y autocrítica’ (56) 39 Una referencia breve al poder de la Iglesia y a la creencia en el ejercicio de acciones religiosas, podría ser el fragmento en que se habla de una larga sequía. Se dice: “El alcalde dijo el otro día que si continaba asín, tendríamos que sacar el santo”(CN: 98). Una pequeña burla de las costumbres supersticiosas. Señas de identidad En la primera parte se describe la educación muy religiosa de Álvaro. Al comienzo de la Guerra Civil, después de la ejecución de su padre, una niñera cría a Álvaro de forma muy religiosa. Un día, muy impresionado por un libro sobre niños mártires, Álvaro quiere entrar en una iglesia incendiada por los republicanos, como mártir voluntario. ¡Tenía cinco años! Es una referencia crítica al poder enorme del fanatismo religioso que incluso puede inducir a los niños a sacrificar su vida por un ideal abstracto. Después de este incidente Álvaro conoce la religión solamente como medio opresor por parte de sus parientes y educadores (Elsener, 1994: 79). En un monólogo interior Álvaro describe en unas palabras su vida religiosa: “Cuando ganaron los nacionales y la sociedad te recuperó, tus educadores te impusieron por el temor un culto supersticioso y masoquista del que -enfrentado a las realidades de la vida- te liberaste pronto. Desde entonces el Cristo te había desalojado y sin él vivías en paz…” (SI: 34). Es evidente que Álvaro (como Goytisolo) es un oponente encarnizado de la Iglesia. Aunque recibió una educación religiosa, más tarde se opone a este ‘culto supersticioso y masoquista’ (SI: 34). De forma sutil e ingeniosa critica la Iglesia, aliada fiel del Régimen franquista, como un bastión satisfecho de sí mismo que rechaza ayudar a la gente pobre, aprueba tácitamente los desmanes del Gobierno y se dirige hipócritamente sólo a los valores cristianos de puertas hacia fuera. En La resaca se manifiesta más claramente la crítica indirecta, mostrando el aire de importancia de los representantes de la Iglesia. En Campos de Níjar apenas hay referencias a la iglesia y en Señas de identidad, generalmente la crítica con respecto a temas religiosos se limita más bien a sentimientos personales de Álvaro que a la actitud de la Iglesia como compañera y cómplice del Régimen falangista (Schwartz, 1970: 82). El epílogo a la inutilidad de la educación religiosa de Álvaro es su ateísmo en el presente (Navajas, 1979: 180). El personaje principal muestra una repulsa total del Dios cristiano cuyo papel de redentor de la humanidad es visto por él como una ‘rocambolesca fábula’ (SI: 83). 40 8.3 La opresion franquista Los años de la posguerra representaron, desde todos los puntos de vista, una época sombría para la sociedad española. A las dificultades económicas se sumó una represión desmedida, con la que los vencedores buscaron eliminar hasta sus últimos vestigios cualquier afán de resistencia de la España derrotada y la influencia social o cultural que aún pudieran ejercer sus representantes (Lemm, 2003: 202). Los vencedores establecieron un férreo control sobre la cultura. La censura cinematográfica y literaria, en manos de sacerdotes, falangistas y militares, impedía la publicación de cuantas obras discreparan en lo más mínimo de los criterios morales, políticos o religiosos (Lemm, 2003: 202). Goytisolo era un duro oponente del Régimen, aunque en ningún lugar de sus novelas se exprese de manera directamente negativa o agresiva. Es notable que en cada una de las tres novelas el nombre del generalísimo Franco se halla solamente una o dos veces. En ningún lugar se encuentran actos, desmanes o afirmaciones del caudillo. Pero a través de su estilo y de la técnica narrativa Goytisolo logra presentar casi permanentemente la presencia amenazadora del gobierno franquista. En las tres novelas no se encuentran en ningún lugar formas de crítica directa. Las descripciones y los diálogos le dan al lector la suficiente información como para formarse una opinión. La resaca En La resaca Goytisolo protesta mediante la descripción. Por ejemplo ilustra a través de una noticia de prensa la voz de las autoridades cuando se habla por boca de un “eminente sociólogo” sobre “el bajo índice de moralidad de las clases menos favorecidas” (LR: 254). Sólo Giner da testimonio de los ideales republicanos e intenta en vano persuadir a sus amigos de que entren en acción en contra del gobierno. Sobre todo acentúa la libertad de palabra, pero sus compañeros se muestran indiferentes. En esta novela apenas se hallan referencias directas al Régimen pero en el segundo plano encontramos muchos elementos que dan prueba de la opresión franquista, la cual junto con la Iglesia, constituye el collar de fuerza que domina a la gente. En las circunstancias concretas y miserables de los vecinos, el Estado y la Iglesia parecen ser fuerzas abstractas que desde muy lejos influyen en sus vidas y que al mismo tiempo son intangibles. Por eso el autor habla de “la Voz” (LR: 211), “el Nombre” (LR: 214), “los hombres del Centro” (LR: 217). La posible resistencia solamente podría ocurrir de manera pasiva, pero la crítica implícita era para la censura tan evidente que se prohibió la novela. 41 Campos de Níjar Como he escrito, en esta novela el autor ha elegido sus palabras con cuidado ya que él era el censor de sí mismo. El nombre de Franco solamente se menciona cuando el viajero y un vecino pasan delante de un muro con inscripciones con el nombre del caudillo. De forma indirecta el autor deja al vecino contar que “Su Exelencia el Jefe del Estado visitó la mina de oro de Rodalquilar durante su triunfal recorrido por la provincia.” (CN: 54). El uso de la terminología oficial para tipificar a Franco y la palabra ‘triunfal’ se hacen bastante cínicamente porque ni en el texto ni en el contexto da prueba de que se trate de un jefe del estado que merezca respeto y que tenga motivos para sentirse triunfal. Un ejemplo de posible crítica muy sutil, y por eso más fuerte, es la manera en que el autor critica la falta de libertad de prensa. En la última página de la narración el viajero está sentado en un autobus y ve el periódico de su vecino. Mientras nos alejábamos del suburbio almeriense me entretenía hojeando las noticias: ‘La selección española de baloncesto logra su séptima victoria consecutiva sobre la de Portugal’, ‘Primera Feria Regional de Actividades Leonesas’, ‘Desplazamiento de la alpargata’… (CN:125). En comparación con la existencia amarga de los Níjareños estas trivialidades al final del texto destacan extraordinariamente. Pero aparte de esta posible referencia a la falta de la libertad de palabra, en esta obra no hay afirmaciones políticas o evidentes pruebas de la crítica al gobierno falangista. Parece que el mundo de la gente del sur solamente se compone de su casa, su pueblo y una parte de su región. Las autoridades responsables del subdesarrollo y de la pobreza pertenecen a otro mundo y se encuentran muy lejos e inaccesibles. No hay posibilidades de oponerse. Más bien utilizan su energía para sobrevivir. Quizás la autocensura de Goytisolo pueda jugar un papel. Pero también es posible que los diálogos den testimonio del miedo a hablar de y a criticar abiertamente al Régimen. Por lo tanto, el lector tiene que permanecer atento para descrubir posibles elementos críticos. Unos vecinos comentan: “-España es el mejó país del mundo. –No tendrá el adelanto de otra naciones, pero pá vivir… -Caray, que no lo cambiaba yo por ninguno” (CN: 47). Suena como propaganda y parecen palabras bastantes improbables en boca de personas pobres. Este ensalzamiento contradice la realidad amarga, una realidad que implica que las víctimas del hambre que aceptan la visión oficial como consuelo (Bush en CN: 21). 42 Una forma de crítica evidente es cuando se describe el ‘Paseo’ de un pueblo, una avenida monumental, alquitranada y con jardines, con una hilera de faroles con tubos de neón. “El conjunto parece directamente trasplantado desde Sitges16 o alguna otra playa de moda.” (CN: 72). Esta forma de lujo innecesario constituye un contraste marcado con la pobreza de los otros lugares. Los caminos que se usan a diario están mal cuidados, polvorientos y son poco transitables. En Campos de Níjar Goytisolo describe claramente una parte de la población española que vive en condiciones malas debidas a la mala política del Gobernio. Tampoco en esta novela se hallan referencias directas al Régimen; el propio lector debe estar atento a descubrir pistas que revelen el compromiso del autor. Señas de identidad Esta novela se considera como el ataque más marcado al Régimen franquista (Schwartz, 1970: 98). Las ‘Voces’ cuentan el comienzo de ‘todo’: “nosotros no tenemos la culpa en realidad no sabíamos nada cierto que en el 39 adherimos masivamente a la Falange…” (SI: 34). Había ignorancia: “…ajenos por completo a los abusos de una represión cuya existencia desconocíamos confiando ingenuamente en la probidad y el civismo de los hombres que regían los destinos del país...” (SI: 35). Hablan las ‘Voces’ del orden establecido que se excusa por el pasado. Pero al mismo tiempo mantiene en el presente el statu quo de los abusos. En esta novela en muchos lugares se ilustra la falta de libertad para ir a donde se quiere, hacer y decir lo que se quiere. Álvaro vuelve a España para filmar y los policías de la Guardia Civil le espían constantamente cuando quiere investigar los acontecimientos cerca de Yeste. Un vecino le advierte: “Si les interesa hablar de toros y encierros, todo lo que ustedes quieran… Pero de lo otro, no… Unos porque no saben y otros porque tienen miedo. Nadie les dirá una palabra” (SI: 122). De paso se señala la posición de la mujer, cuando la madre de un estudiante dice: “Las mujeres, en España, vivimos oprimidas. Si fuese un hombre iría al prostíbulo con vosotros…” (SI: 94). Sólo esta frase podría haber justificado la prohibición del libro o la supresión de esta frase en el contexto del catolicismo de la época. Se describen las aventuras de dos amigos de Álvaro: Antonio y Enrique. Los nombres de estos hombres de vez en cuando aparecen en distintos fragmentos. En cuanto a sus experiencias con el Régimen las descripciones son más amplias. A consecuencia de sus activida- 16 Un balneario de moda en Cataluña 43 des políticas se trata a Antonio de manera aparentemente tolerante. Se le somete al régimen de arresto domiciliario y le dejan mucha libertad de movimiento. Pero a Enrique se le tortura de manera muy cruel. Se habla de los métodos de interrogación a través de violencia y corrientes eléctricas (SI:178). Sin incurrir en descripciones plásticas, sin embargo, el autor indica los repugnantes métodos de interrogatorio cuando se tiene preso a Antonio, un amigo del personaje principal. Durante su libertad restringida, este Antonio rechaza la amable aproximación de un cacique por lo cual se le castigan a Antonio. Su libertad de movimiento está reducido. Pero al mismo tiempo la situación de ser prisonero es más claro: La ambigüedad desapareció. De nuevo podía pasear por el pueblo como un proscrito, adivinando en la condena muda de los otros la señal indeleble que le marcaba. La ilusión de libertad se había desvanecido al fin y la prisión atenuada era simplemente prisión: encierro de límites vagos pero reales, mecanismo sabiamente dispuesto para impedir la doble fuga corporal y anímica (SI: 240). Aquí también Goytisolo matiza. No lo presenta todo de manera solamente blanca o negra. Un teniente de la Guardia Civil le dice a Antonio: “Una cosa es el uniforme que uno viste y otra muy distinta las convicciones personales. (…) Usté sabe tan bien como yo que en este dichoso país no se puede hablar libremente” (SI: 210). Los guardias civiles eran soldados y no pertenecían a una agrupación política, sin embargo, es notable oír estas palabras de la boca de un ‘representante del orden’. La represión falangista se muestra claramente en las tres novelas, pero en ningún lugar se hallan descripciones llenas de violencia, no hay formas de crítica intensa. Al lado de los fenómenos franquistas Goytisolo muestra las debilidades de los republicanos. Aunque esta matización pueda desvirtuar la manifestación de un fuerte compromiso, precisamente la presentación de distintos aspectos del problema podrían incitar al lector a formarse su propia opinión. 8.4 Guerra Civil, republicanos y acciones Goytisolo escribió las tres novelas investigadas durante la dictadura franquista. Es la época de posguerra y de la opresión de la libertad de expresión. En estas obras el autor se muestra preocupado por los vencidos, aunque relativiza de muchas maneras y critica los dos bandos mencionando y describiendo las faltas y el comportamiento censurable tanto de los falangistas 44 como de los republicanos. Es notable la apatía, la pasividad de muchas personas que solían ser combativas, pero ahora se presentan como pasivas, fatalistas e incluso indiferentes. La resaca Giner es la personificación de la problemática de los republicanos. Su esposa y sus hijos le desprecian por sus ideales y le reprochan la miseria en la cual se encuentran. “No… el señor quería meterse a redentor del género humano. había que verle, entonces, orgulloso, como si fuera a comerse el mundo… Todo para terminar picando piedra, mientras su mujer y sus hijos reventaban de hambre en la calle…” (LR: 78). Emilio, su única esperanza y amigo suyo, emigró a Francia y para Giner funciona como símbolo de la realización de los ideales de los obreros. Cuando recibe una carta de Emilio, se la lee a todos su amigos hasta el cansancio. “…Desde hace más de seis años trabajo en una empresa de construcción… Casi la mitad de los obreros somos españoles… El Sindicato nos defiende bien… La semana pasada hicimos tres días de huelga…” (LR: 10). En resumen presenta los ideales de la izquierda: el empleo fijo, un Sindicato libre y el derecho a huelga. El comentario de un compañero de trabajo: “En Francia podrás vivir como un señor mientras aquí serás toa tu vía un manflis”17 (LR: 11). Emilio es veinte años menor que Giner y no tiene padre. Giner le solía enseñar a Emilio, que era para él como un hijo. Se aplicó a despertar su conciencia política. “Nos lo han robado todo, hasta las palabras. (…) Somos más pobres que los esclavos” (LR: 30). Por lo tanto la libertad mental es lo más importante. Giner está muy aislado. Sus viejos ideales y deseos de entrar en acción no despiertan eco en el ánimo de sus compañeros. Su esposa le prohibide escuchar programas clandestinos de la radio. “¿No comprendes que cualquiera puede oir? ¿Quieres que vuelven a denunciarte?” (LR: 75). La visión pesimista y fatalista de Goytisolo, que se muestra también claramente en Señas de identidad, se manifiesta de forma óptima en la escena en la tasca de Maño donde Giner intenta estimular a sus compañeros a entrar en acción. Impresionado por las historias de Emilio sobre las circunstancias en Francia, Giner abriga de nuevo esperanzas. Es una parte que muestra claramanente la impotencia de los republicanos que perdieron sus ideales. En el segundo plano la radio transmite un discurso del Delegado. Los presentes dedican más atención a este discurso que a las ideas de Giner, que no consigue encontrar las pala- 17 un cualquiera 45 bras adecuadas. Aquí Goytisolo enfatiza la importancia de la palabra y por tanto de la propaganda. Pone frente a frente el gobierno y los pobres, los obreros. “Los hombres del Centro se habían apropiado el lenguaje de los hombres de las Afueras” (LR: 216). El núcleo de la preocupación del autor por la situación, el fundamento de su crítica a los republicanos que desisten sus ideales y su combatividad, se formula en este fragmento: Antes las palabras eran como las monedas: había monedas verdaderas y monedas falsas. Ahora, sólo circulaban monedas falsas. Pan, Justicia, Hombre, habían perdido su significación. Eran nombres huecos, instrumentos al servicio de la mentira. Daba igual decir SÍ que NO. Los hombres de las afueras podían decir NO, que su NO siempre sería un SÍ. O decir SÍ, que su SÍ siempre sería un NO. Los hombres del Centro habían absorbido su vocabulario para esterilizarlo, trasplantándolo a un terreno yermo. La verdad no podía salir de su boca, como la hierba no crecía en el asfalto de sus aceras. Anchos de conciencia, estrechos de manga, su Pan no era Pan, su Hombre no era Hombre. Cada fórmula encerraba una ratonera; cada frase, una trampa… Y los hombres de las Afueras debían callar. No podían servirse del habla… (LR: 216, 217). Pero sus compañeros no muestran interés, no quieren entrar en acción. “A mí me han cascao y abastante. (…) Lo que es ahora, mi menda no sacará las castañas del fuego a nadie” (LR: 218). Lo cínico es que los fragmentos del discurso del Delegado que se describen en el texto, hablan de “…vuestros antiguos sufrimientos y de vuestra lucha victoriosa por el orden y la justicia social” (LR: 219), pero solamente remiten a la lucha y al sufrimiento de los nacionales. Giner opina que “para reclamar la libertad no hemos de esperar el momento en que nuestra reclamación sea factible, para que sea factible un día, hay que pedirla ahora, cuando todavía es utópica.” (LR: 220). Pero Giner es demasiado teórico y filosófico; los hombres no comprenden. Sólo Emilio entiende lo que quiere sugerir Giner: “lo que nos propones es actuar aceptando de antemano el fracaso.” “-Sí- dice Giner, -El sacrificio.” La atronadora salva de aplausos que sigue no es de los campañeros, sino de la radio. “El Delegado pronunció las invocaciones rituales18 y, como al comienzo, la multitud repitió el Nombre a gritos” (LR: 222). Giner se da cuenta de que nunca constituyeron una unidad porque fueron “gotas de agua, (que) no creaban un mar. Abejas obreras no constituían siquiera un enjambre” (LR: 262). Goytisolo tipifica a Giner, en boca de la esposa de Saturio que dice: “Usté que tiene letras y educación….” (LR: 261). Después, en Señas de identidad, encontraremos otro hombre de letras y educación, Álvaro, que puede considerarse como el propio escritor, que 18 ¡Viva Franco! ¡Arriba España! 46 también es solitario en cuanto a sus ideas. Por lo tanto, es posible que el autor exprese los sentimientos de su impotencia y sus ideales perdidos mediante del personaje de Giner. Hay unas referencias a la Guerra Civil que vemos por los ojos de Maño que piensa en “…la lucha en el Ebro. La retirada hasta la frontera. Argelés. Las playas llenas de gente. Las bayonetas de los senegaleses” (LR:110) y el tabernero caracteriza la situación de los combatientes: “Había millares, centenares de miles, esparcidos por todo el país, faltos de aire como bajo una campana de vidrio, solitarios sin norte y sin guía, ignorantes de su fuerza secreta…” (LR: 110). Apenas hay motivo para la idea de que los jóvenes tengan los mismos ideales que antes tuvieron los republicanos. A través de Antonio se muestra este pesimismo: Cada vez que oía hablar de la Revolución y de la Guerra, se sentía como estafado. Haciéndole nacer en una época carente de heroísmo, el destino le había jugado una mala pasada. La gente de antes luchaba con el fusil en la mano y ventilaba sus contiendas a tiros. Al cabo de veinte años, la prensa hablaba con horror de violencias, muertes, robos y asesinatos. Y la monotonía y mediocridad de la vida presente le inspiraban aún mayor desprecio y lástima. -Ojalá hubiera vivido entonces- murmuró (LR: 147). Goytisolo no describe ninguna idea política que pudieran tener los jóvenes. Lo que queda de los ideales socialistas, de los ‘rojos’, es el ensalzamienteo de la violencia y la sensación de la aventura. Los chicos no tienen ojos más que para el heroísmo supuesto de sus padres. Metralla dice que si hubiera nacido antes, hubiera sido pistolero, como su padre y otro chico califica a su padre como un ‘sirlero’19 también, que trajaba con los de FAI”20 ( LR: 147). Tampoco los hijos de Giner muestran interés: “La política no nos interesa”, y “-Mamá nos ha prohibido oirte hablar de política” y “La república fue una porquería. Por culpa de ella, mamá tuvo que mendigar de puerta en puerta, mientra estabas tú en la carcél” (LR: 155, 156). Campos de Níjar En Campos de Níjar apenas se refiere a la Guerra Civil. Solamente Don Ambrosio cuenta “las atrocidades de los rojos y las persecuciones que sufrió durante la guerra. (….) Propietarios, sacerdotes, personalidades, las cárceles estaban llenas” (CN: 103). Está claro que se habla aquí desde el punto de vista falangista. El autor no da un complemento republicano. 19 20 atracador Federación Anarquista Ibérica, fundada en 1927 47 Señas de identidad La Guerra Civil muchas veces juega un papel en esta novela. En 1936 ejecutaron al padre de Álvaro. El texto en un monumento dice: “por la canalla roja de Yeste” (SI: 111), por tanto por los republicanos. Pero Álvaro se da cuenta de que los ejecutores de tu padre se pudrían igualmente en la fosa común (…) y ninguna lápida solicitaba para ellos un recuerdo ni una oración (…) Evocados unos y olvidados otros, fusilados del verano del 36 y de la primavera del 39 eran todos juntamente, verdugos y víctimas, eslabón de la cadena represiva iniciada meses antes de la guerra a raíz de la matanza acaecida en Yeste en pleno gobierno del Frente popular (SI: 114, 115). En unas palabras Goytisolo describe lo trágico de una guerra civil, que al mismo tiempo tipifica como “la lucha demente y fratricida” (SI: 162) en que compatriotas se pelean. No toma partido como si tuviera razón solamente uno de los bandos. Como homenaje a las víctimas republicanas del tiroteo del 29 de mayo de 1939 se publicó una lista21 con sus nombres y apellidos (SI:117). De manera sarcástica habla del “cancer rojo” y “…muertos no, inexistentes. Negados por Dios y por los hombres” (SI: 128). En un amplio fragmento en el tiempo de las acciones estudiantiles se describe la actidud de un abogado y ex-lider de Estat Catalàn22. Es 1951, el período del ‘despertar cívico’ y parece que hay mayor diposición a entrar en acción. Pero en los largos monólogos ante Álvaro y sus amigos, el abogado hace solamente observaciones prudentes como “no se precipiten, no malogren sus posibilidades (…) la verdad se halla siempre en un justo término medio” (SI, 108). Los estudiantes no encuentran apoyo ni estímulo. Es característico de la distancia entre los ideales frustrados de las personas mayores y los de la nueva generación. Las referencias a la Guerra Civil se hallan sobre todo en Señas de identidad. Aunque la imagen de esta guerra es fragmentaria por la falta de suficientes datos históricos, el lector medio puede encontrar suficientes argumentos sobre ambos bandos para formarse una opinón. Es evidente que la dictadura franquista siempre se presenta como una amenaza terrible, un mal contra el que se debe luchar, pero al mismo tiempo el autor muestra suficientes elementos como para darse cuenta de que ambos bandos cometieron crímenes. Junto a la opresión 21 Esta lista se publicó en la primera plana de Solidaridad Obrera (un periódico anarcosindicalista) del 3 de junio de 1936 (Blas López-Angulo (2006). 22 ‘Estat Català’ es un partido independentista catalán fundado por el coronel Francesco Macià como organización política y de combate nacionalista en 1922. Durante la dictadura las acciones militares fueron las principales actividades de Estat Català. Durante la dictadura franquista ‘Estat Català’ se reorganizó en el exilio francés y mantuvo cierta estructura en el interior de Cataluña (Lemm, 2003: 224). 48 franquista Goytisolo describe y critica la actitud de los republicanos. Es notable que el autor sugiera que la combatividad anterior desapareció casi completamente y que el pueblo español se hundió en una enorme letargia. 8.5 Turismo y adelanto El gobierno franquista apenas había sufrido una evolución muy limitada desde su fundación, y al mismo tiempo sentaba las bases sociales que, en cierto modo, condicionaban la salida a un régimen democrático (Reder San Roman, 1993: 21). El período entre 1960 y 1975 se llama ‘El gran salto adelante’ en el que España se abre. En un período de tiempo reducido el número de las empresas extranjeras aumentó considerablemente. Entre 1959 y 1962 ocho millones de turistas visitaron España. El país se convirtío en una sociedad de consumo (Lemm, 2003: 249). El aumento del turismo no sólo fue una ventaja económica, sino también promovió la introducción de nuevas ideas y la aceptación de una ideología neocapitalista industrial en la sociedad (Schwartz, 1970: 18). Pero es evidente que Goytisolo trata de manera negativa las tranformaciones con respecto al adelanto de España que llevarían a la apertura. Sobre todo se muestra sarcástico en cuanto al turismo. Con una mirada previsora al autor se refiere al desarollo del país dirigiéndose a sus compatriotas: “….ahora que sois como quien dice europeos y el turismo os obliga a remozar la fachada, o por la vía expedetiva y un tanto brutal, preciso es reconocerlo, del moderno y pujante neo-capitalismo de organización…” (SI: 65). La resaca A la luz de la evidente aversión de Goytisolo hacia el comercialismo es notable que en La resaca Goytisolo mencione en diversos lugares de esta obra el fenómeno Coca-Cola, el símbolo por excelencia de la expansión comercial mundial de los Estados Unidos. Manolo, el cuñado de Saturio, es chófer de un camión de Coca-Cola. y lleva un uniforme imponente. Es un buen empleo e incluso el fenómeno de la esponsorización ya se introduce. Manolo es un boxeador y cuenta: “La empresa se porta bien conmigo. Tanto el gerente como los otros me dejan hacer lo que quiero… El gachó dice que les sirvo de propaganda. Ayer, sin ir más lejos, me regalaron un albornoz de seda con COCA-COLA escrito en letras grandes, a la espalda” (LR: 51). En diversos lugares se encuentra la marca de Coca-Cola, incluso se le ofrece una Coca-Cola al sacerdote que viene al velatorio de la hija de Saturio. Se muestra claramente la 49 influencia de los Estados Unidos que se desarrolló por ejemplo con las bases militares. Sobre todo en Señas de Identidad Goytisolo se muestra opuesto a la imitación servil de las tendencias comerciales, pero en esta obra menciona muchas veces esta marca, sin contexto crítico o cínico, como si aquí se tratase de una esponsorizacíon de verdad. Sin embargo es significantivo el momento en que Giner, después de haber hablado del ‘utopismo’, mire unos instantes el anuncio en colores de Coca-Cola, diciendo la Voz (sic) por la radio: “Camaradas, la empresa es dura, pero es propia de hombres bien glandulados, bien bregados en luchas viriles, como las que vosotros y vuestros padres, librasteis en las trincheras…”(LR: 221). Es un mensaje de dos caras. Por supuesto el Delegado habla del asunto nacionalista. pero literalmente se podía también referir al asunto de los republicanos. Dos mundos tropiezan aquí: los viejos ideales deben ser inferiores al mundo nuevo de la dictadura y también a las influencias comerciales, representadas por Coca-Cola. Campos de Níjar En esta novela Goytisolo describe burlándose a un turista francés: “…va vestido como un explorador de película, con pantalones cortos de color caqui y camisa blanca. Sólo le falta el casco” (CN: 80). La causa de esta actitud cínica podría ser una protesta contra la imagen del sur que tienen los turistas. A través de la opera de Carmen (1875) de Bizet, la imagen estereotípica de Andalucía se hizo aplicable a toda España. Costumbristas como Estebánez Calderón estimulaban la formación de esta imagen y la mayoría de las guías de viajes confirmaban la imagen romántica, evitando la miseria de los habitantes, los cuales se consideraban como elementos del paisaje (Bush en CN: 17). Quizás por eso Goytisolo no se burla de una pareja sueca (CN: 95), a los que nunca llama ‘turistas’ ya que los dos solamente disfrutan el paisaje y no se comportan de manera estereotípicamente turística. Tampoco unos marineros americanos que vienen a una posada en la que también el personaje principal se encuentra, se describen de manera favorable. Son personas que beben demasiado, no pagan y pelean. Como los turistas, quedan reducidos a caricaturas de gente que se comporta ridícula e inadaptadamente, y cuyo sitio no está en esta región, aunque la influían tanto politíca como económicamente. Esta actitud crítica en cuanto al turismo también se encuentra cuando describe el faro de Testa del Cabo: “Uno piensa con tristeza que un sitio así debería ser baza turística importante y contempla melancólicamente la carretera estrecha, polvorienta y sinuosa, por la que apenas cabe un automóvil, y cuyo acceso, para colmo de la ironía está prohibo a los 50 coches particulares que – según leo en un cartel – no dispongan previamente de permiso.” (CN: 94). El autor no está claro con respecto al dilema de traer la prosperidad para la población estimulando el desarrollo del sur, o sea industrialización y turismo, con lo que al mismo tiempo el atractivo de la región desaparecería. Se describe la vida dura de los alfareros, pero no se contesta la pregunta ¿por qúe los ceramistas no piensan y negocian más comercialmente? Tampoco los vecinos se muestran entusiastas en cuanto a los turistas, aunque podrían ganar mucho dinero a través del turismo. Sólo Don Ambrosio ve las ventajas: “El día en que hagan la dichosa carretera, las casas cuadruplicarán de valor. En verano podré alquilarlas a los turistas (CN:107). Señas de identidad Aquí se encuentra la otra cara de la imagen positiva que se desarrolló poco a poco en cuanto a las ventajas económicas. La prosperidad en aumento formaba un factor de gran importancia en el proceso de democratización, apertura y asociación de España con el resto del mundo. Pero un factor de gran importancia, el emigrante económico que provoca un flujo de dinero hacia España, es ridiculizado por Goytisolo que describe al Emigrante (sic) como una persona que vestido en “unos estrechos y descoloridos tejanos cortados aposta como para realizar sus nalgas de toreros y bailadores” (SI: 249) le cuenta a los extranjeros el tópico de que “se vive en España mejor que en ningún lado, que él ha salido como quien dice a pasear y ver mundo y que como el sol, las gachís y el vino de Andalucía ni hablar…” (SI: 249) y como una persona que “desde el país de inmigración, mantenía el contacto espiritual y humano con la madre patria gracias a la atenta lectura de los resultados de campeonato nacional de fútbol…” y que “regresaba a la tribu refiriendo extraordinarias proezas sexuales (…) con una máquina de fotografiar alemana o un soberbio reló chapado de oro, símbolo de su nueva riqueza” (SI: 250). El emigrante solamente está vinculado con la mentira, la superficialidad, la avaricia y no hay aprecio por su situación económica, su voluntad de buscar empleo y su papel de eslabón entre la España cerrada y aislada y el mundo libre. Pero, ¿en qué se diferencia el propio autor en su exilio voluntario? Goytisolo se muestra bastante negativo en cuanto a los beneficios, a la hora de apreciar la creciente prosperidad, aunque este progreso económico fue un factor importante en el proceso de la ‘apertura’ de España. A fomentar la crisis del régimen franquista contribuían 51 también los problemas que planteaba la relación del Estado con las clases dominantes, a saber, la oligarquía terrateniente, la burguesía financiera e industrial y ciertos sectores de las clases medias. Muchos miembros de estas clases “apostaban por conseguir algunas reformas internas, y en algunos casos por una amplia democratización, lo que permitiría una mejor integración de la economía española en el capitalismo internacional” (Reder San Roman, 1993: 28, 29) El capítulo VII empieza con un texto en el que se habla largo y tendido de las ventajas de la prosperidad material, como si estuviera expresado por fuentes oficiales. Se habla de: un país que secularmente pobre lanzado hoy gracias a veinticinco años de paz y orden social por la esplendorosa y ancha vía de la industria y el progreso desde hace casi cinco lustros tenemos el privelegio de un orden bienhechor como no lo saborearon nuestros padres ni nuestros abuelos ni nuestros bisabuelos… (SI: 382) Pero Goytisolo se opone a esto hablando de una “inesperada plaga salvadora de un solar condenado y baldío” y constata que “la modernización había llegado, ajena a la moral y la justicia y el despegue económico amenazaba anestesiar para siempre a un pueblo no repuesto todavía, al cabo de cinco lustros, del largo y denso sueño en que permaneciera aletargado desde su derrota militar durante la guerra” (SI, 1966: 386). El autor da pruebas de su pesimismo y visión negativa con respecto a diversas consecuencias del progreso, por ejemplo la arquitectura: “… el concepto utilitario de la moderna civilización urbana cristalizaba acá en una fórmula arquitectónica común… (…), casas fabricadas en serie para burócratas y oficinistas, igualmente deshumanizados y asépticos… (…) aquella (¿involuntaria?) parodia del mundo industrial. Cemento y piedra. Ni una flor ni un pájaro” (SI, 76: 77). La implicación de Álvaro en la situación de su patria es frustrada por la posición final a la que España ha ido a parar, una situación en la que Álvaro, como español, no se reconoce más y que provocó su crisis de identidad. Desde toda la descripción de la degeneración de su pueblo se desprende amargura. Opino que en esta parte está el núcleo de esta novela. Aquí se encuentra la enorme desesperación de un español. Aquí habla un hombre que vuelve la vista sobre la historia de su patria y ve sus ideales violados por el pragmatismo superficial del desarrollo avanzado. Poco a poco, gracias a la doble corriente de forasteros y emigrantes, expatriados y turistas en España y fuera de ella, el español aprendía, por primera vez en la Historia, a trabajar, comer, viajar, explotar comercialmente sus virtudes y defectos, asimilar los valores cremastísticos de las sociedades industriales, mercantilizarse, prostituirse y todo ello –paradoja extrema de una tierra singularmente fértil en burlas sangrientas y feroces contrastes- bajo un sistema primitiva y originariamente creado para impedirlo: bandera enarbolada un día para justificar la horrible matanza, 52 abandonado luego como un traje usado o un zapato viejo; causa sagrada (…) por la que falanges de jóvenes de pecho generoso y mente estrecha habían ofrendado la vida. Unos y otros muertos se pudrían ahora exactamente inútiles y absurdos, devorados hasta en el recuerdo, por obra de Historia caprichiosa, no sólo indiferente, sino alérgica, a las virtudes de la inmolación y el sacrificio (SI: 386, 387). Generalmente se opina que el crecimiento del turismo ha significado un enorme impulso económico para España y también ha contribuido al fortalecimiento de los contactos entre la España aislada y el resto de Europa. Sin embargo, en Señas de identidad la imagen del turismo no es muy positiva. El autor no presta ninguna atención a las ventajas del turismo y casi solamente lo describe de manera negativa. Habla de “la ruidosa ola turística” (SI: 162), de “un siniestro grupo de alemanes despechugados e hirsutos” (SI: 92), “el rebaño de turistas” (SI: 418) y se caracteriza al turista de forma cínica como “Monsieur Dupont, Mister Brown, y Herr Schmidt”, con la que ilustra el carácter estereotípico de su comportamiento. El turista se presenta como una persona que solamente viene a ver corridas de toros; beber manzanilla; tenderse al sol “como saurios…” y cínicamente el autor habla del “ejercicio indispensable de los valores industriales y cremastíticos” para que el pueblo español se convertiera en un “fértil y lozano semillero de trepadores y chorizos” (SI:162). El autor cuenta “la escalofriante noticia de un estudiante de Filosofia madrileño que se costeaba sus estudios universitarios retratándose con los turistas vestido de torero…” (SI: 422). Pero, el autor se da cuenta de que su resistencia se parece a una lucha contra los molinos de viento cuando se dice a sí mismo: Imaginaste al caballero Don Quijote (…) en medio de las bárbaras caravanes de Hunos Godos Suevos Vándalos Alanos que con gafas oscuras shorts sombreros de paja botijos porrones máquinas de fotografiar castañuelas sandalias alpargates de payés bandarillas…. (SI: 414). ¿Usa el autor la imagen de Don Quijote para sugerir que oponerse al turismo es negar la realidad o para decir que la realidad derrota las illusiones? Al lado del monumento consagrado a la memoria de los “Caídos por Dios y por España”, el guía les cuenta a los turistas que ahí está el lugar donde fueron fusilados “par les Rouges pendant notre guerre de Libération un grand nombre de hauts officiers de l’Armée de prêtres de personnalités relevantes de la vie sociale de notre ville” (SI: 430). La novela termina de manera cínica con las instrucciones en cuatro lenguas que muchas veces se hallan en los máquinas expendedoras: “introduzca la moneda, introduisez la 53 monnaie, introduce the coin, geldstück einwerfen” (SI: 435). El mensaje cínico parece ser: el país es como un autómato: introduzca el dinero y todo irá bien. También los oportunistas y los aprovechados salen malparados: “…republicanos y se volvieron la chaqueta después de la guerra. Luego se hicieron falangistas y (…) ahora se dedican a vender playas a los alemanes.” (SI: 183) Pero como en Campos de Níjar Goytisolo llama la atención hacia un cacique. Antonio se encuentra exiliado en un pueblo en el sur y el médico local habla con estima de don Gonzalo, un cacique: “Lo que cuenta es el extraordinario hombre de negocios de hoy; él, y nadie más que él, ha sabido crear una industria en el pueblo, ha revalorizado la tierra, ha atraído el turismo. Si la gente vive mejor que antes se lo debe a don Gonzalo. Las palabras no alimentan a nadie…” (SI: 214). Aquí también se puede notar la ambigüedad: un representante del latifundismo, un explotador odiado por la población pobre es de hecho una persona que puede realizar posibilidades para mejorar las circunstancias de vida para los vecinos. Al lado de eso es filántropo: “…todos los meses envía un cheque a la escuela de niños huérfanos de Murcia” (SI: 215). Es notable que Goytisolo aquí solamente le conceda la palabra a un representante del bando de la derecha. Aunque es evidente que estas personas eran las únicas que podían hablar y actuar, Goytisolo tal vez pudiera dejar oír de manera sutil un ruido en contra. Las transformaciones en la economía y en la sociedad española, desde los finales de los años cincuenta, dificultaban a largo plazo la perviviencia del Régimen franquista (Reder San Roman, 1993: 21). Por tanto, un oponente y crítico del Régimen como Goytisolo, debería haber estado de acuerdo con estas tranformaciones, que implican un turismo en progreso. Pero sobre todo en Señas de identidad el autor muestra una visión muy cínica y pesimista en cuanto a los turistas y las motivaciones económicas de los españoles. Es verdad, la España de después de 1975 apenas se distingue del resto de Europa occidental y esto no es necesariamente una cosa buena. La uniformidad a dónde el mundo actual parece dirigirse, reduce el carácter de cada pueblo en particular (Lemm, 2003: 258). Pero parece discutible rechazar integramente el adelanto, sobre todo cuando uno es partidario de la democracia. Quizás encontremos aquí lo que queda de un representante de la alta burguesía anterior con sentimientos conservadores a causa de la desaparición de los viejos valores del pasado. 54 8.6 La letargia del pueblo español La resaca Cuando Giner intenta estimular a sus compañeros a entrar en acción, parece que éstos se interesan más por el discurso del Delegado que oyen por la radio. Su exposición fervorosa tropieza con una actidud benévola pero indiferente de los habituales de la tasca. Aunque Giner se expresa de manera quizás demasiado teórica, los hombres no dan la impresion de esforzarse por comprenderlo. De vez en cuando sus amigos “le observaban con una mezcla de decepción y estupor” (LR: 219) “-To esto es muy complicao – dijo el de los mostachos, rascándose la cabeza” (LR: 221). El mensaje de Giner no alcanza su meta. De manera muy amable pero al mismo tiempo indiferente, el público en la tasca tipifica la actitud de la gente: “-Pero, a estas alturas, nadie está pa ideales ni santisidades. –La gente sólo va a lo suyo- dijo el tercer estibador. –El café, un buen carajillo… -El cine, el fútbol, los toros… - Un polvete por ahí de vez en cuando…”(LR: 223). Los compañeros se limitan a gritar: “Por la Libetá, y por la Anarquia.” pero acto seguido: “Queremos que to sea gratis” (LR: 227). La disposición a la acción es nula. No había nadie exepto Giner que diera prueba de cualquier ideal republicano. Parecen vivir al día aceptando con fatalismo su situación sin perspectiva. Giner incluso es el único que sale públicamente en defensa de Evaristo cuando se le echa de su casa, lo que muestra que incluso la solidaridad se perdió. Campos de Níjar Muchas veces se muestra la resignación de la población. En los diálogos la gente habla de sí misma en terminos negativos, como “Aquí la gente nace, vive y muere sin refelxionar” (CN: 83). Su complejo de inferioridad se describe en palabras como: “Cataluña es el paraíso soñado por todos los hombres y mujeres de Almería, una especie de legendario y remoto Eldorado” (CN: 50) o “Si viviera en Cataluña es que no me asomaría yo por Almería, vamos, ni que me mataran” (CN: 63). De vez en cuando se muestra al hombre del sur como un ingenuo que da prueba de no tener ninguna idea de lo grande que es Barcelona cuando está sorprendido porque el viajero no conoce a cierto “Paco González, uno con una cicatriz” (CN: 53). Uno puede preguntarse porqué los alfareros venden sus mercancías por tales precios bajos. Sus productos famosos tienen gran demanda y ¿por qué no pudieran preguntar otros precios? Solamente se quejan de que es “un oficio muy cansay, en realidad, rinde poco” (CN: 75). La cerámica de Níjar es famosa en todo el sur y es una de las más importantes de España. “Se venden en Madrid, Barcelona y Valencia a precios que sorprenderían sin duda a 55 sus humildes autores. En Níjar puede llenar un automóvil de cacharros por unas pocas pesetas” (CN: 75). No se pone en claro porqué los ceramistas aceptan esta situación desigual. Cuando la demanda es grande ¿por qué no suben los precios? Aunque la gente sea ignorante, sí sabe que en otro sitio sus productos se venden a precios más altos. También significativa es la reacción del amo de una fonda en cuanto a unos turistas que son apasionados por la pesca submarina: “-Locos, sí…” (CN: 95). Hoy día es inconcebible que un hombre trabajando en una fonda en la costa, no tenga una actidud más abierta y comercial ante los turistas. Señas de identidad En muchos lugares Goytisolo da prueba de su pesimismo en cuanto a la actitud de sus compatriotas. Casi veinticinco años después del fin de la Guerra Civil vuelve a su patria para constatar que “el pueblo español aprendía a aplicar por sí mismo los designios catárticos y en aquel espurio verano de 1963 tu patria se había convertido en un torvo y somnoliento país de treinta y pico millones de policías no uniformados…”(SI: 238). Piensa que “dentro de poco los funcionarios ya no serían precisos puesto que en mayor o menor medida, el vigilante, el censor, el espía se habían infiltrado veladamente en el alma de sus paisanos” (SI: 238). “Triste pueblo, patria triste, ¿qué psicoanálisis puede recobrarte?” (SI: 239). Goytisolo muestra en las tres novelas su desaprobación de la actitud pasiva y letárgica de sus compatriotas, tanto en España, donde los republicanos perdieron su combatividad como en París, donde los exiliados viven de manera pasiva. 8.7 Crítica y autocrítica La resaca La resaca es el testimonio de una realidad injusta y trista. En esta novela la manera de criticar ciertas situaciones consiste en describirlas. Con estilo cinematográfico Goytisolo lleva al lector por los barrios de chabolas en Barcelona. No hay crítica directa, no hay acusaciones literales contra el Régimen. La crítica es sutil. Por ejemplo, a través de una oración como “En medio del astrado corro de mirones, sus sotanes relucían al sol, negras y limpias” (LR: 5) el autor señala las diferencias entre la Iglesia y la gente pobre. Una breve referencia al abuso por un militar de una niña muy joven que se prostituye, acusa la mala situación de los jóvenes. Cuando muere una niña, el cura dice: “Hay que aceptar 56 la Volutad de Dios” (LR: 208) y “que el Señor enviaba las desgracias para poner al hombre a prueba y (…) que la vida era (…) un eterno Valle de Lágrimas” (LR: 209) lo que ilustra la actidud de la Iglesia: no tener ojos para los problemas reales de la gente pobre, sino solamenta para los asuntos bíblicos. La crítica más fuerte se halla en la escena en la taberna de Maño. La crítica se presenta de dos maneras: como pensamientos de Giner y como palabras dirigadas a sus compañeros. Alternando los pensamientos con el lenguaje coloquial el autor muestra claramente la diferencia entre la teoría - a saber, los ideales republicanos- y la manera en que los obreros de posguerra experimentan estos ideales. Giner habla de: “Pan, Justicia, Hombre, habían perdido su significación. Eran nombres huecos, instrumentos al servicio de la mentira. Daba igual decir SÍ que NO. Los hombres de las afueras podían decir NO, que su No siempre sería un SÍ., o decir SÍ, que su SÍ siempre sería un NO. Los hombres del Centro habían absorbido su vocabulario para esterilizarlo, trasplantándolo a un terreno yermo. La verdad no podía salir de su boca, como la hierba no crecía en el asfalto de sus aceras. Anchos de conciencia, estrechos de manga, su pan no era Pan, su Hombre no era Hombre. Cada fórmula encerraba una ratonera; cada frase una trampa… Y los hombres de las Afueras debían callar. No podían servirse del habla…” (LR:217). La crítica de los oyentes de las palabras de Giner se halla en las descripciones de su pasividad, su falta de disposición para entrar en acción y un de los compañeros expresa la duda, la impotencia y la imposibilidad de posibles acciones cuando dice a Giner: “lo que nos propones es actuar aceptando de antemano el fracaso” (LR: 221). Campos de Níjar Como ya he comentado, en Campos de Níjar la mayoría da la crítica está elaborada a través de las descripciones de la pobreza y la situación económica en Almería. En esta obra el autor describe a los turistas de una manera bastante negativa, pero al mismo tiempo Goytisolo evita un tono de superioridad y remite a su propia culpa de turista privilegiado que va a abandonar a sus nuevos amigos al volver a su existencia comfortable en Barcelona (Bush en CN: 19). Al final del capítulo IV, el autor contempla las experiencias de su primer día y cita a Ortega y Gasset23 que en La rebelión de las masas (1937) hizo referencias a la borrachera de muchos vecinos níjareños con motivo de la coronación del rey Carlos III. Indirectamente Goytisolo se muestra como su antítesis al condenar a la élite: “Son las minorías selectas, no 23 José Ortega y Gasset (1883-1955) era un filósofo del ala derecha que volvió a España después de la Gurerra Civil. No se mostró públicamente pro-Franco, pero sí dio prueba de su amor por el militarismo alemán y el centralismo castellano. En España invertebrada (1921) afirmó que solamente los castellanos serían capaces de solucionar los problemas de España (Bush en CN: 24). 57 el pueblo, quienes suelen echar el dinero por la ventana…” (CN: 77). La crítica no se hace abiertamente, sino envuelta en una cita, las contemplaciones del viajero y sus referencias sutiles al “hombre de fé que sabe distinguir, más alla de la anécdota (la de la borrachera), quienes son las víctimas y quiénes los culpables”(CN: 77). Pero seguidamente, también Goytisolo se declara satisfecho de sí mismo. De manera despreocupada habla de las bebidas y tapas de la posada y al final, a pesar de su preocupación, constata que su vida es completamente diferente de la vida de la gente del sur. Lo ilustra acentuando las cosas básicas de la vida: …la comida con un olvido tan completo de los (sic) que en el mundo ocurre que luego le hace avergonzarse. La cama es buena para quien tiene el estómago lleno y sabe que al día siguiente no habrá de faltarle lo necesario, pudiendo ir de un sitio a otro sin ser esclavo en ninguno, y mirar las cosas desde fuera, como un espectador al drama. Uno sabe también eso y, cuando apaga la luz, piensa en los otros. Las horas se suceden en el cuadrante del reloj y el sueño se le escapa (CN: 77). Aquí encontramos la desesperación del autor que se manifestará después tan claramente en Señas de identidad: por un lado su precocupación fuertísima por sus compratriotas y por otro lado su impotencia para hacer algo y por eso muestra ora indiferencia y ora la tendencia a huir de los problemas. Esta impotencia incluso se muestra a través de la mentira. Un vecino le suplica al viajero sacarle de su pueblo. El viajero usa un pretexto: “-Vendré otro día”. El propio autor lo clasifica como “una mentira piadosa, horrible” (CN: 120). Parto de la idea de que Goytisolo quiere describir en Campos de Níjar una parte del país con el fin de llamar la atención sobre la pobreza y el subdesarrollo. Ciertos problemas destacan, por ejemplo, la situación económica. Es lógico que se pueda reprochar al gobierno que abandone a su suerte a la población almariense. Faltan árboles, hay una infraestructura muy mala e insuficiente y es evidente que se presta poca atención a esta región. Pero, al mismo tiempo se da prueba de la pasividad y de la resignación de la población. Su complejo de inferioridad respecto a Castilla y Cataluña parece ser el lema y la disculpa por la falta de acciones para mejorar las condiciones de vida. El ejemplo de los ceramistas es el más evidente: aceptan sin rechistar que se vendan sus productos a precios muy bajos para que después se vendan en las grandes ciudades a precios mucho más altos. Esto no es una cuestión de opresión del Régimen, sino un asunto de oferta y demanda. En ninguna parte del libro se habla de cualquier oposición o de tomar la iniciativa con el fin de cambiar su situación económica. 58 Una parte de la crítica se puede encontrar en las palabras de Don Ambrosio. Es un cacique, de origen castellano y oponente de la población ‘normal’, representante de la clase opresora muy odiada por los republicanos. Da cuenta de las posibilidades de desarrollo de la región cuando dice: “-Si hubiese una buena carretera los turistas vendrían como moscas” (CN: 102). Critica a sus compañeros de la región: “Cuando tienen dinero lo gastan en seguida”… y “En Andalucía dicen que los catalanes son agarrados, pero es envidia. Lo que ocurre es que trabajan y conocen el valor del dinero. Todo lo contrario de aquí” (CN: 103). Habla un hombre de negocios, un hombre realista a quien le gustaría desarrollar la región, sin duda alguna en primer lugar para mejorar su situación, pero toda la población podría aprovecharse del adelanto. En esta novela la actitud ante la vida de la gente del sur se muestra de boca de un partidario del bando de la derecha. ¿Podemos tomar en serio esta crítica? ¿Por qué el autor deja decir a un latifundista estas palabras que echan otra luz sobre los vecinos? Entre las mismas expresiones se hallan observaciones de gran ambigüedad: “Cuanto más pobres, más generosos son” (CN: 103). Don Ambrosio lo dice como una crítica negativa pero lo mismo se puede interpretar como un cumplido: no son materialistas. Por lo tanto, el lector debe liberarse tanto de sus opiones como de sus posibles prejuicios ante los ricos para formarse una opinión basada en todos los elementos con respecto a la mentalidad del habitante del sur. En el capítulo IX Don Ambrosio le cuenta al viajero el trasfondo del carácter de los almerienses y la historia de esta parte de España. La imagen del almeriense no se plantea de manera positiva. Almería no se integró verdederamente en España a causa de muchas ocupaciones por fenicios, cartagineses, romanos, visigodos y muselmanes. “Una leyenda de incomprensión y olvido debía mantenerla alejada de todos los movimientos renovadores que en España se produjeron.” (CN: 112) Ambrosio llama la región la ‘cenicienta’ de las otras provincias y cuenta de manera poética: Nunca habían sido grandes conquistadores como los castellanos o extremeños, navegantes intrépidos como los gallegos o vascos, ni comerciantes de fortuna como los sevillanos o catalanes. Su aportación fue casi siempre anónima. Formaron la callada tripulación de los galeones, la sufrida tropa de los ejércitos, la mano de obra oscura y abnegada (CN: 113). Parece que Goytisolo da aquí una explicación del hecho de que los almerienses son como son. Pero se trata de una defensa expresada por un hombre que, como castellano, se siente mucho mejor que los almerienses y que como hombre de negocios durísimo rechaza alquilar una casita a una familia con problemas de alojamiento: “Somos cinco y no hay más que una 59 habitación” (CN, 108). Un hombre que se las da de gran bienhechor al repartir caramelos a los chiquillos. ¿Se debe creer a tal hombre? ¿Puede alguien, que clasifica a los castellanos como ‘nobles y leales’, dar una idea matizada de los almerienses? Parece que el autor confirma la opinión de Ortega y Gasset. El viajero no hace ninguna pregunta, ni realiza ningúna observación. Tampoco en otras partes del libro se encuentran matizaciones de esta forma de etnografía. La amplia exposición parece ser una disculpa por la actitud de resignación, pero al mismo tiempo esta excusa basada en el determinismo es irritante o hipócrita, aunque debida a la situación política de la época de la escritura. Señas de identidad Cuando hablan ‘las Voces’ (voces de los falangistas y sus conocidos y parientes pertenecientes al bando de la derecha) se describen las causas y con esto, las justificaciones de la situación de España. La mayoría de las veces esta justificación transcurre a modo de crítica hacia el personaje principal (en gran parte el propio autor) en cuanto a su ‘fuga’ a Francia y su visión sesgada. Por eso se puede interpretar parcialmente esta crítica como una autocrítica. Las largas oraciones sin puntuación en las que se describe la crítica y la justificación de la situación política en España, ilustran la complejidad y la confusión de las ideas sobre las circunstancias españolas. En la introducción en que el autor remite a la crítica falangista al personaje principal, se halla una referencia a la actitud de esta persona (¿Goytisolo?) ante el sur. claro que hay hambre y sequedad y desamparo en el tuétano de todo este escenario de Murcia y Andalucía mas hay también algo que el amanerado personajillo parisiense olvida y este algo es la esperanza más que en ningún otra parte es preciso mirar estas regiones secularmente pobres con los ojos limpios y el corazón abierto sin abrigar la insensata pretensión de trasponer su secreto mediante una visión fugaz y trashumante (SI: 13). ¿Se trata aquí solamente de palabras de reproche de los falangistas ante Álvaro? En vista de la conciencia de su posición privilegiada de la que distintas veces da prueba en Campos de Níjar, es posible que el autor a través de estas palabras también se refiera a sus propias dudas. La parte de la introducción es una oración muy larga en la que hablan ‘ellos’ al divulgarse el incidente del documental hecho por Álvaro. Los que hablan, ‘las ‘Voces’, son los críticos falangistas, pero tambíen “los hombres y mujeres satisfechos que un decreto irrisorio del destinote había otorgado, al nacer, como paisanos, borrosos amigos de infancia, inocuos compañeros de estudio, parientes de mirada frígida y torva, familiares virtuosos y tristes…” 60 (SI, 14). Es evidente: al comienzo de la novela el autor da prueba de su sentimiento de distancia respecto a sus compatriotas y España. De manera cínica ‘las Voces’ clasifican a Álvaro como alguien que “está instalado en París cómodamente con más años en Francia que en España con más costumbres francesas que españolas (…), evadido de las realidades del momento en un fácil confortable y provechoso inconformismo….” (SI: 11). Hablan con desdén, pero en este fragmento se hallan muchos puntos que, pensándolo mejor, les dan la razón. El autor deja a la ‘Voces’ decir esta crítica, pero también pueden relacionarse con sus propias dudas. Las últimas oraciones de esta introducción presentan el carácter de la búsqueda imposible de Álvaro de su identidad: al fin y al cabo no serás el primer español que ha desamado a su patria pero entonces para qué volver mejor te quedas fuera y renuncias de modo definitïvo a nosotros reflexionando aún estás a tiempo nuestra firmeza es inconmovible y ningún esfuerzo de los tuyos logrará socavarla piedra somos y piedra permaneceremos por qué buscas ciegamente el desastre olvídate de nosostros y te olvidaremos tu nacimiento fue error repararlo (SI: 15). Parece ser crítica de las ‘Voces’, pero también se puede interpretar como una forma de autocrítica: a pesar de una situación irreversible el autor sigue preocupándose por los problemas de su patria. Su compromiso no vale la pena, pero al mismo tiempo, este ‘vano’ compromiso es la base de su búsqueda de su identidad. Luego, además de la crítica al Régimen, se halla mucha autocrítica que se expresa describiendo la actitud apática y pasiva de los españoles: “…ajenos por completo a los abusos de una represión cuya existencia desconocíamos confiando ingenuamente en la probidad y el civismo de los hombres que regían los destinos del país…” (SI: 35). Se describen a los republicanos como “los que, habiendo hecho la revolución y perdido la guerra, vivían desde entonces condenados al recuerdo estéril de su juventud...”, y muchos “se volvieron la chaqueta después de la guerra. Luego se hicieron falangistas (…) y ahora se dedican a vender playas a los alemanes” (SI: 181). Parece que no se hace un llamamiento a la resistencia activa ni a la desobediencia civil. “Meterse a redentor no arregla las cosas. Ellos son más fuertes que usté y que yo, y ganarán siempre. A menos que uno tenga vocación de martirio…” (SI: 214). El autor no tiene muy buena opinión de los españoles ‘mejores’. Lo auténtico se halla en el Barrio Chino: “La única gente interesante de Barcelona se encuentra acá” (SI, 78). También el propio Álvaro (¿Goytisolo refiere a sí mismo?) se presenta como una persona pasiva. Durante sus estudios de economía política asiste sin interés a las clases “persuadido de que la política era cosa de imbéciles…” (SI: 85). 61 En busca de las huellas de su pasado Álvaro pide información, pero se le contesta cínicamente: “Si les interesa hablar de toros y encierros, todo lo que ustedes quieran… Pero de lo otro, no… Unos porque no saben y otros porque tienen miedo. Nadie les dirá una palabra.”(SI: 122). Entonces, no se dice nada de la actualidad y la política es un tabú. Pero tampoco se perdona a sí mismo. Fue un joven que abandonó su patria, abandonó a sus amigos envueltos en la lucha política, para realizar en París la obra que se sentía llamado a efectuar. Habla de sus amigos “que persistían en el noble empeño de transformarla pagando con sus cuerpos el precio que por indiferencia o cobardía habías rehusado pagar tú…” (SI: 166). Al fin y al cabo, Álvaro debe constatar: “Desertaste de la acción para ser un artista y, a fin de cuentas, ¿qué eres?: un desterrado voluntario que duerme (…), fuma (…) , come (…), bebe (…) va al cine “(SI: 388). Cuando vuelve a España se siente desilusionado y crítica de manera amarga a los españoles. Pero también se da cuenta de su propio comportamiento: “Y cuantas veces tú, el propio Álvaro, no habías pactado con el conformismo ambiente, censurándote en público y en privado, ocultando a los demás tu verdad irreductible…” (SI: 238). El personaje principal busca desesperadamente su identidad. El desgarramiento de sí mismo es provocado por el desgarramiento de su patria con su historia tan triste. Vinculando la búsqueda de sí mismo con la búsqueda de su patria, logra presentar una gran preocupación por la deplorable situación de España. Pero, parece condenado al fracaso en cuanto a la búsqueda de su identidad española. En un largo diálogo con Dolores, dice Alvaro: “España se acabó para mí” y a continuación: “He perdido mi tierra y he perdido mi gente (…) No puedo hacer nada. Ni siquiera sé quién soy” (SI, 348: 349). Por lo tanto siente desaparecer la añoranza de lo que piensa que es la verdadera España. Ve fracasar la síntesis entre lo viejo y lo nuevo, entre lo propio y lo extraño cuando constata que “aquella España errante, la España peregrina, sustituía en tu corazón a la España oficial aprendida de señores y siervos, al pueblo cerril de las fallas y los sanfermines, los cosos taurinos y las procesiones de Semana Santa” (SI: 1966: 354). Álvaro se da cuenta de que ha fallado y es inútil completamente. “Tu rebeldía tampoco cabía allá y era una mera prolongación (…) de vuestro mundo español precapitalista y feudal, hoy en vías de liquidación y derribo sin necesidad de tu intervención (…) por la escueta simple dinámica del proceso económico” (SI, 392: 355). Los exiliados parisienses no dan la sensación de que formen un bloque fuerte en cuanto a sus aspiraciones para entrar en acción con respecto a los abusos en España. Goytisolo les describe muchas veces de manera irónica por ejemplo como los contertulios con “un único e inagotable tema de conversación común: España, cuyas enfermedades y eventuales 62 remedios creían conocer los contertulios en proporción directa al número de años de su exilio” (SI, 258). Se describe una subcultura con sútiles reglamentos y leyes que se regían por el riguroso escalafón de la antigüedad. Los exiliados se reunían en el café de madame Berger para: discutir, criticar, desmenuzar, debatir, pronunciar anatemas feroces y redactar cartas de injuria, aquejados de una megalomanía incurable y una violenta indigestión de lecturas que se traducían, de ordinario, en el ejemplo de fórmulas marxistas desvalorizadas por sus múltiples y contradictorios usos o de frases invariablemente comenzadas por la primera persona del singular (SI: 266). Muchas veces se usaban palabras como “acciones”, “luchas”, “masas”, “desarrollo”, “oligarquía”, “monopolios”, “recrudecimiento”, “avance” (SI: 267) y Álvaro había formado parte del consejo de “las revistas tituladas Cuadernos de Cultura, Hojas libres, Futuro de España, Cuadernos Españoles, La Piel de Toro y otras de nombre ya olvidado, y cuya característica esencial consistía en no haber sido publicadas nunca” (SI: 269). La unidad está muy lejos aún: hay un gran número de representantes de partidos de izquierdas (véase ‘Verosimiltitud y compromiso’, p. 74) y un mitín para “la elaboración de una política de concordia y acción común que termine de inmediato y para siempre con las funestas divisiones entestinas creadas por el exilio” (SI: 274) y fracasa a causa de un desarrollo caótico y tumultuoso en el que nadie escucha a nadie. En una entrevista (Doblado, 1988: 82) Goytisolo dice: “El escritor más patriota es el que más crítica su país”. España y su entorno político, social y cultural se han convertido para el escritor en el tema capital de su obra, y acomete este tema de manera muy crítica. Generalmente la crítica de Goytisolo se muestra de manera sutil. En las novelas apenas hay formas de crítica directas, ni se hallan acusaciones fuertes. La resaca es la obra que contiene más elementos ético-políticos de modo que es la única novela de las tres, que se puede considerar como novela comprometida. En Campos de Níjar el lector encuentra descripciones de la región con sus habitantes con las cuales se puede formar una imagen de esta región pobre que ha sido abandonada por el Gobierno. Al mismo tiempo es evidente que los vecinos se muestran pasivos, sobre todo en cuanto a sus posibilidades económicas en el terreno del turismo y de la cerámica. En Señas de identidad el compromiso del autor está proyectado en el personaje principal Álvaro. Este compromiso forma parte de su carácter y es la base de su búsqueda de su identidad. Álvaro muestra una crítica que está entrelazada con mucha duda ontológica, por 63 lo cual la crítica a menudo se convierte en autocrítica. Es evidente que para la escritura de esta novela los criterios estético-literarios fueran los más importantes. 64 9 EL LECTOR Y COMPROMISO 9.1 Apelar al lector La resaca Giner es un veterano del bando de los republicanos. Su esposa se lo toma a mal y rechaza a su marido quien a través de su elección política sumerge en la miseria a su familia: “la política no nos da más que disgustos” (LR: 77). La mujer se hunde en una religiosidad fanática y mete sin ton ni son muchas imágenes de santos en su casa. El lector crítico y políticamente correcto tiende a sentir simpatía solamente por Giner. Pero a causa de la oposición bastante inesperada de su mujer se hace un llamamiento al lector para considerar más de cerca por qué estas dos personas se han vuelto pareja. ¿Por qué han permanecido juntos? La inclinación política de Giner ¿no estaba presente cuando eran novios? La mujer en aquel tiempo ¿no tenía cualquier tipo de preferencia política? Ella da la sensación de no dejarse pisar y tiene una opinión clara, por tanto ¿por qué esto no apareció antes? Giner es un hombre que parece vivir solamente por sus ideales políticos. ¿Por qué se casó con una mujer que odiaba el bando de la izquierda? Quizás en otros tiempos ella fuera prorrepública. Pero en ningún lugar de la novela se muestra que Giner le eche en cara a su mujer un eventual cambio de opinión. Por tanto no es un matrimonio muy lógico. Pero al mismo tiempo se puede mostrar comprensión por la posición de esta mujer. El período en que Giner estuvo prisionero ha sido muy duro y era muy difícil alimentar a sus hijos. Para un hombre en una familia tradicional, esto causaría inquietud. No obstante, Goytisolo invalida cualquier compasión hacia la esposa de Giner describiéndola como una arpía antipática que instiga a sus hijos contra su padre. Aquí parece como si se mostrara conscientemente el dilema: ¿hasta qué punto se mantienen los ideales cuando uno tiene hambre? La mujer guarda muchos resentimientos y reprocha a su marido la miseria en la cual se halla la familia. “Mira cómo vivimos: peor que los cerdos” (LR: 77). Pero esto no se corresponde con la realidad: a pesar de todo sí tiene dinero para comprar imágenes de santos de todo tipo. Todos los demás habitantes del barrio de chabolas también viven en circunstancias lamentables. Engañosos motivos económicos les atrajeron a los andaluces y murcianos hacia Barcelona. Sería injusto echarle la culpa a los antecedentes políticos de Giner. Goytisolo pone dos pasiones frente a frente: devoción por un ideal político relacionado con el bando de izquierdas y devoción por un fanatismo religioso, relacionado con el bando 65 de la derecha. Se invita al lector a identificarse con la problemática de aferrarse a principios políticos, a pesar de todo. Campos de Níjar Esta obra se lee como un informe de viaje. Es interesante tomar nota de las muchas características del paisaje, de la naturaleza, de la agricultura. Las conversaciones con los vecinos son animadas y muestran muchas de sus costumbres, sus problemas, su estilo de vida y sus esperanzas del futuro. Escribir es eligir. El autor seleciona lo que quiere mostrar. A pesar de la apariencia de objectividad, se trata de un reportaje muy personal. El lector se percata de las circunstancias miserables de la gente en una parte de España y, como si se tratase de lo mismo que las noticias de prensa, las fotos diarias de la miseria en todo el mundo, puede encogerse de hombros y pasar al orden del día. La pregunta es: las descripciones ¿son suficientemente fuertes para causar preocupación por el sur? El llamamiento al lector también pierde fuerza por observaciones positivas de los vecinos en cuanto a su situación. “El país es pobre, pero hermoso…. (…) En España no hay el adelanto d’otras naciones, pero se vive mejó que en ningún sitio… (…) Por esto me gusta Almería. Porque no tiene Giralda ni Alhambra. Porque no intenta cubrirse con ropajes ni adornos. Porque es una tierra desnuda, verdadera…” (CN: 123). Cuando los habitantes piensan así, ¿debemos sentir lástima por ellos? Aparte de la gravedad de varios ejemplos de pobreza que se describen, las enfermedades, y los problemas económicos, el libro carece de imágenes tan chocantes como para provocar una indignación fuerte en la mayoría de los lectores. Ojalá, el lector sin embargo se deje influir por las muchas referencias a la injusticia en Almería y comparta la cólera que siente el autor con respecto a la desesperanza de la población del sur (CN: 121). También es posible que el lector se de cuenta de que el gobierno debe hacer algo en está región, por ejemplo estimular el turismo. Para los lectores de fuera de España esta novela puede parecer comprometida: se trata de una denuncia implícita de la miseria, del analfabetismo, del caciquismo y de la explotación por las empresas mineras. Señas de identidad En cuanto a esta novela, uno puede preguntarse si un autor puede escribir literatura ‘comprometida’ sin pretenderlo. Como motivos para escribir Señas de identidad, Goytisolo mencionó argumentos estético-literarios y argumentos en cuanto a la técnica narrativa, pero nunca dijo que quisiera escribir una obra comprometida. 66 La novela no se escribió de manera provocadora o en estilo panfletario. En ningún lugar se hace al lector un llamamiento para movilizarlo e ir a las barricadas. Un español en el extranjero, como Goytisolo, pudo haber alborotado fácilmente a la gente de su patria al escribir un libro que instigase contra las autoridades. Pero parece que el autor no pretendió criticar duramente al régimen franquista y escribir antipropaganda. La búsqueda inquieta de sus propios motivos, la relación dificultosa entre él mismo y su patria llevan a la formación de esta novela. Sin embargo es un libro en el cual muchos españoles pueden reconocerse, así como la situación en la que vivían o todavía viven. La crítica con respecto a la apatía y a la pasividad y la autocítica del narrador podrían estimular a la gente a pensar independientemente y podrían también llevar a una actitud más activa y crítica. Los hechos están sobradamente claros. Pero por supuesto, estos hechos son descritos por un autor de modo que se presentan de manera subjetiva y tendenciosa, aunque en ningún lugar se encuentran términos condenatorios y en ningún lugar se acusa de manera áspera. Ciertos acontecimientos, que pueden ser hechos históricos, se describen de manera impasible e indiferente. Los reportajes, por ejemplo en forma de informes policiacos, muestran una imagen nítida de la represión de los españoles y el miedo a las ingerencias extranjeras. Se describe irónicamente la escena en la que se le limita al periodista italiano Gasparini su libertad de una manera extremamente civilizada y amable. “Yo creo que no ha captado usted bien la realidad de nuestro país… ¿Por qué se empeña usted en retratar niños tristes y chozas en ruina? ¿Cree usted de verdad que eso es España? No; a usted le han guiado mal” (SI: 315). El propio lector puede formar su propio juicio. Muy fuerte y apasionado es al contrario el fragmento, expresado en forma casi poética, después de describir la ventaja dudosa del adelanto y del turismo, sobre todo por las primeras dos palabras ‘sin embargo’: Sin embargo en este mismo ámbito de calcinada tierra cielo remoto imposibles pájaros luz obsesiva durante el reino de los Veinticinco Años de Paz reconocidos y celebrados ya hoy por los bienpensantes del mundo hombres armados habían golpeado a compatriotas indefensos con látigos fustas bastones se habían cebado en ellos con sus culatas correas botas, fusiles hombres cuyo único delito fuera defender con las armas el gobierno legal cumplir su juramento de fidelidad a la República proclamar el derecho a una existencia justa y noble creer en el libre albedrío de la persona humana escribir la palabra LIBERTAD en tapias cercados aceras muros (SI: 423). 67 Es el núcleo de la duda y de la crítica de Goytisolo al pueblo español. El propio narrador no la resuelve. Por lo tanto, aparte de lo que el propio autor haya querido pretender escribiendo esta novela, cuando se encuentran en una novela tantos elementos que incitan al lector a tomar posición, y a formarse un juicio con respecto a un abuso social, se puede clasificar esta novela como perteneciente a la literatura comprometida. Esta literatura es escrita por un autor que muestra en alta medida una forma de compromiso literario. Goytisolo dice en la entrevista con Kohut: “El lector ideal es siempre el contemporáneo y paisano del escritor y si es posible, el que haya tenido experiencias semejantes” (Kohut, 1983: 94). En cuanto a los acontecimientos históricos en España el número de lectores que tienen experiencias semejantes, descritas en estas tres novelas, disminuirá. No creo que esto sea un problema para identificarse con temas tales como: la actitud mental hacia la pobreza, la conciencia política, la oposición contra un gobierno opresor, o el progreso ecónomico desenfrenado. Son temas universales que en todos los tiempos pueden hacer un llamamiento a cualquier lector y pueden incitarlo a formar su propia opinión. 9.2 Importancia relevante La fuerza de una novela comprometida podrá consistir en que su mensaje tenga un valor universal y siga siendo relevante para el lector de cada período. Por ejemplo, la novela comprometida mundialmente famosa, La cabaña del Tío Tom (1851) de Harriet BeecherStowe tuvo gran influencía en cuanto a la formación de opiniones sobre la esclavitud. Aún hoy día se lee a menudo esta novela, ya sea por su curiosidad, ya sea por sus méritos literarios. Pero la pregunta es ¿también se sigue leyendo por la relevancia del tema, aún cuando la esclavitud tal como se describe no sigue existiendo (o se ha pasado a otro tipo de esclavitud)? La resaca El tema central es la deplorable situación de los imigrantes del sur en Barcelona. Viven en chabolas en circunstancias muy tristes. Aunque la dictadura franquista se ha terminado y ya no existe aquella situación de las chabolas en Barcelona, sin embargo este tema sigue siendo muy relevante, porque en muchos lugares de casi todos los países modernos existe el problema de la imigración. Problemas semejantes empeoran muchas veces por la formación 68 de ghettos en que los habitantes se encuentran con problemas comparables con los que se indican en La resaca. También el problema de Giner: una lucha inútil para mantener los ideales en una situación caracterizada por la letargia y la impotencia, es relevante, desgraciadamente, en cualquier época. Por lo tanto, aparte de sus cualidades literarias, La resaca tiene un gran valor para incitar al lector a pensar en los problemas de cualquier inmigración y sobre la pregunta de hasta qué punto los ideales políticos pueden conservar su fuerza en circunstancias difíciles. Campos de Níjar Un turista de hoy, viajando por el sur de España, se asombraría si leyera Campos de Níjar. En medio del fenómeno del turismo de masas, con el espectáculo de una costa casi completamente al servicio de los turistas, parece inconcebible que se tratase de una región en la que raras veces hubo turistas, una región cuyos habitantes incluso sentían aversión al turismo. La región descrita en Campos de Níjar forma definitivamente parte de un país moderno y adaptado al desarrollo de Europa. Por lo tanto, esta obra puede considerarse como un documento histórico, muy interesante e informativo sobre la situación anterior en Almería. Un posible efecto de compromiso, que podría provocar Campos de Níjar, es que un turista, después de haber leído un libro semejante, vaya a leer las guías de viaje de otra manera, a saber, más criticamente. Sería útil que uno se diera cuenta de que detrás de lo pintoresco de las regiones pobres generalmente hay un mundo lleno de miseria y de tristeza. Señas de identidad En Señas de identidad, cuando Álvaro se halla en España para hacer su documental, se da cuenta de que “soñabas despierto en una España real, en unos compatriotas elevados a la dignidad de personas, en una existencia humana impuesta frente a los voraces enemigos de la vida” (SI: 144). En términos generales Goytisolo describe su ideal: una España pura, sin ‘enemigos de la vida’. Podemos deducir de sus obras quiénes son estos enemigos: el poder político dictatorial, el poder comercial inconsiderado, la pasividad y la indiferencia con respecto a la patria. En las tres obras estos ‘enemigos’ se relacionan con situaciones anteriores. Sin embargo, el valor universal de esta concienciación consiste en que también hoy día estas fuerzas siempre podrían jugar un papel negativo. Goytisolo es pesimista y da prueba de su miedo al nacimiento de un mundo en el que no se integrará (quizás por esto vive gran parte del tiempo en Marruecos), hablando de: 69 …la nueva y helada religión industrial de los europeos” que te había hecho comprender que “estabas luchando por un mundo que sería inhabitable para ti. Bajo una apariencia engañosa de confort las condiciones de vida eran duras, los sentimientos tendían a desaparecer, las relaciones humanas se mercantilizaban. Tu rebeldía tampoco valía allá y era una mera prolongación de vuestro mundo español precapitalista y feudal, hoy en vías de liquidación y derribo, sin necesidad de tu intervención (…) por la escueta y simple dinámica del proceso económico (SI: 355). La relevancia de esta novela es que un lector, y sobre todo un lector español, se puede preguntar hasta qué punto los valores españoles del pasado se pierden en la creciente prosperidad del presente. Esta novela podría ser un punto de partida perfecto para considerar y apreciar con otros ojos la unidad europea. 9.3 ¿Tomar partido o tomar posición? La resaca Goytisolo solamente describe lo que ocurre sin dar comentario, de modo que el propio lector puede decidir (Schwartz, 1970: 85). Pero la elección de los acontecimientos, el lenguaje de las descripciones y de los diálogos, la composición de todos los elementos narrativos crean una imagen de las ideas del autor. El lector podría concluir que existe cierto optimismo en los ideales de Giner, pero al mismo tiempo no se encuentra una sola prueba de la solaridad de sus compañeros. Goytisolo no toma partido, describe. Describe lo que le parece ser importante. Podría haber optado por otro desenlace en la tentativa de fuga de Antonio, pero en vez de hacerle ‘merecer’ a Antonio un futuro favorable en los Estados Unidos, le abandona a su suerte en los brazos de una mujer más vieja. Da una visión muy pesimista. En La resaca no se hallan indicaciones de que el futuro de los emigrantes mejorará. Campos de Níjar En cuanto al problema de subjetividad y objectividad que se manifiesta en esta obra que se presentó como una ‘novela de viaje’, se ha escrito mucho24. El propio autor da una pista muy clara en la primera oración de la novela: “Recuerdo muy bien la profunda impresión de violencia y pobreza que me produjo Almería” (CN: 45). Sugiere que se trata de una impresión de caracter muy personal. Además en el curso de la narración hay muchas expresiones como 24 Vease el capítulo 3 ‘Subjectivity and objectivity’ en Lee Six (1966) en el que se encuentran diveras opiniones ampliamente elaboradas sobre este tema. 70 ‘me parece’ y el uso de adjetivos como ‘pobre, ‘fea’ etcétera, de modo que se puede constatar que en Campos de Níjar se expresan las ideas y los sentimientos del escritor-narrador ante la población y los lugares que visita. Tenemos que tener en cuenta que Goytisolo no tuvo problemas con la censura. Dijo en una carta el editor: “Lo escribí de manera que no tuviera nada a que agarrarse – un ejercicio de gimnasia mental que me dejó el gusto amargo en la boca de ser el censor de mí mismo” (CN:11). Por lo tanto al escribir de esta manera tuvo que evitar exabruptos cuyas implicaciones no hubieran resultado gratas a la censura franquista. Por esto es autocensura clara. Goytisolo no toma partido claramente. A través de un narrador interno describe de manera muy personal. Describir es eligir; describe lo que quiere describir. Al eligir los asuntos, los temas y las situaciones muestra su implicación. Un ejemplo claro es la descripción de ‘El Paseo’ (CN: 72), el único símbolo local de modernidad. Pero al mismo tiempo es una acusación contra el desperdicio de dinero en una región en la que la población necesita urgentemente cosas más utiles. En esta novela la preocupación evidente es de carácter doble: se encuentra entre líneas una protesta contra la injusticia con que se trata esta población y por otro lado el autor da prueba de su amor hacia el país y los habitantes. Uno podría preguntarse si el autor hubiera sentido las mismas simpatías si hubiera sido gente rica. La mayoría de las veces la pobreza es pintoresca y atractiva para viajeros y turistas. Cuando viajamos por un país en desarrollo sería más interesante visitar los barrios de chabolas que las construcciones nuevas y modernas en los barrios periféricos. Goytisolo ha sido educado con la idea de que los Andaluces eran perezosos e inferiores biológicamente; nacidos para trabajar. Según Ortega y Gasset los andaluces disfrutan un “sentido vegetal de la existencia” (CN: 19n). En Campos de Níjar Goytisolo ataca este tópico a través de las descripciones y tipificaciones de los vecinos. El autor presenta una combinación de descripciones de la belleza de la naturaleza, la hospitalidad de los vecinos y su indignación en cuanto a los problemas existenciales, el analfabetismo, las enfermedades por subdesarrollo económico e indica problemas del desarrollo de la región (Bush en CN: 19). Como en Señas de identidad Goytisolo aquí también lucha con dos fuerzas claramente opuestas: el statu quo en que se mantiene la situación tradicional de la vieja España a pesar de la pobreza y el subdesarrollo al lado del adelanto industrial en aumento. Pero quizas la tensión entre indignación y afecto le da a Campos de Níjar su dinamismo y vitalidad (Lee Six, 1966: 32). 71 El narrador (el autor) es el personaje principal que se halla en la situación que Goytisolo caracteriza en una entrevista como sigue: He vivido atrapado en un dilema insoluble: el que opone la visión estética y hedonista del mundo a un enfoque exclusivamente moral. Mi indignación ante las condiciones de pobreza y desamparo en que viven los hombres a quienes más cercano me siento chocan de frente con la seducción de una serie de virtudes primitivas inexorablemente barridas por el progreso e industrialización (Lee Six, 1966: 27). A través de una forma literaria que sugiere grandemente un tratamiento objetivo, Goytisolo describe de una manera, al final extremadamente subjetiva, la situación miserable de una población marginada y de una región muy pobre y al mismo tiempo muy atractiva. Señas de Identidad Esta novela se mueve en torno a la realidad de la patria del autor. En la presentación de esta realidad, Goytisolo no toma partido con respecto a la Guerra Civil o la dictadura de Franco, sino que más bien funciona como investigador de los acontecimientos históricos. Está claro que el autor es un oponente al régimen franquista de modo que en esta obra se hallan muchos ejemplos de la represión y de distintos abusos. Pero al mismo tiempo se describen defectos y delitos de los republicanos. Además de las referencias a la ejecutación del padre de Álvaro por los rojos, descrita de manera distante, se encuentra el relato extendido de la instalación del embalse cerca de Yeste en la que las autoridades republicanas no jugaron un papel honesto con respecto a la población local e incluso favorecieron al cacique de la zona cerca Yeste. Se le vendieron al cacique la casi totalidad de los bosques comunales. Las crueldades consiguientes por parte de ambos bandos se describen como si fuera un reportaje (SI: 130). La preocupación del autor se muestra a través de la manera en que se presentan estos acontecimientos desde diversas perspectivas. Las palabras con las cuales Zeeman tipifica a Pamuk, tienen vigencia integramente para Goytisolo: “Y como es autor, un autor genial e inteligente, no resuelve la lucha interior, la contradicción, no toma partido, sino deja sonar la complejidad en lo que escribe” (Zeeman, 2006, traducción mía). Goytisolo no es un hombre que toma partido sin más, sin embargo el llamamiento que hace al lector es muy fuerte a causa de los elementos de sus novelas que pueden estimular al lector a pensar en los temas tratados y a formar sus propias ideas sobre los problemas sociopolíticos que se hallan en las novelas y con la relación con situaciones actuales. 72 El hecho de no tomar partido por parte del autor puede evocar en el lector una gran preocupación. Cuando un autor toma partido sin matizar, el simpatizante de la parte contraria podría retirarse e incluso no leer el libro. En estas tres novelas Goytisolo ofrece muchos matices y dudas con respecto a distintos abusos en su patria, como la dictadura franquista, la pobreza de la gente del sur, pero al mismo tiempo a la actitud de las víctimas de la dictadura que a menudo se muestran pasivas y letárgicas. El lector no encuentra soluciones claras, ni opiniones inquebrantables y debe juzgar él mismo. 73 10 ASPECTOS LITERARIOS 10.1 Verosimilitud y compromiso En la parte introductoria de Señas de identidad se hallan distintas críticas que se publicaron en la prensa falangista25. El tono es cínico pero sin alguna duda una observación como: “no es lícito ni honesto mirar con un solo ojo no es posible negarse a ver el conjunto entender únicamente de la parte…” (SI: 13) es irrefutable. De hecho, podría ser uno de los más importantes puntos de partida para describir la literatura comprometida. La crítica de los falangistas es el hecho de que Goytisolo llama la atención solamente hacia unos aspectos de la situación de España. En efecto, Goytisolo describe situaciones en las que opina que existen abusos. La pregunta es ¿hasta qué punto se debe describir la ‘totalidad’ para criticar un elemento? Describir es eligir y eligir es seguir la propia voluntad y el entendimiento personal. Por supuesto, es posible desfigurar la realidad reflejando sólo un aspecto de esta realidad. Es engañoso sacar una foto de una manzana podrida para comprobar que todas las manzanas en la caja están podridas. Sacar una foto de una manzana podrida con el fin de llamar la atención para que esta manzana no contagie al resto de las manzanas, es honesto y lícito. Por lo tanto, es una cuestión de integridad eligir las diferentes maneras para mostrar los puntos de crítica. Este problema se muestra en la descripción del enfrentamiento de los policías con el periodista italiano (véase la página 67). Los argumentos de los policías muestran solamente su parte de la razón, vinculada a conclusiones sin matizar, por eso se trata de mentiras. Una novela comprometida siempre es una mezcla de realidad y ficción. Tanto los elementos verdaderos como los aspectos ficticios deben ser utilizados para crear la imagen más honesta y pura posible. No es necesario que todos los elementos que parecen ser reales, lo sean realmente pero finalmente, el mensaje que se puede deducir de la novela, debe referirse a una situación social o política que existe (o ha existido) realmente. La resaca En esta obra se crea una ilusión de objetividad. Los nombres de los lugares, las calles y los barrios de Barcelona mencionados en la novela, están conforme con la realidad topográfica. El origen de la gente del sur y sus motivos para trasladarse hacia Barcelona, tal como se muestra en la novela, son verosímiles. 25 Para las fuentes de esta parte véase Riberio de Menez, 2005: 70 74 Aunque en la novela no se trata necesariamente de personajes reales, sus decripciones y sus vicisitudes parecen muy reales. Además el problema de Giner, el mantenimiento de los ideales republicanos era muy real. Todos estos aspectos pueden crear una gran preocupación en el lector. Campos de Níjar En esta novela no todo es verosímil. Por supuesto el autor aporta un matiz de subjetividad. Al mismo tiempo el autor se esfuerza por sugerir una gran verosimilitud. En el libro se halla un mapa en que el lector puede seguir al narrador durante su viaje y se incluyen fotografías de los lugares recorridos, lo que contribuye a aumentar el carácter de documento objectivo de la obra (Navajas, 1979: 120). Todos los lugares, todas las indicaciones geográficas existen verificablemente, aunque Goytisolo nunca hizo el viaje descrito en esta obra. Por otro lado ha estado en distintos momentos en todos los lugares descritos (Lee Six 1996: 56). Tal vez este hecho sea interesante para clasificar la obra en cuanto a su género, pero aquí tenemos que preguntarnos hasta qué punto un planteamiento semejante afecta la veracidad para evocar el compromiso. Goytisolo proporciona datos precisos que ayudan al lector a entender de manera más exacta la vida infrahumana de los habitantes de la región (Navajas, 1979: 123). El autor cede la palabra a los habitantes muchas veces y estos monólogos y diálogos parecen muy realistas. En cuanto a un encuentro dice el autor: “Sólo recuerdo su apellido…” (CN: 92). Es un recurso literario clásico para lograr mayor verosimilitud. Don Ambrosio es una invención literaria (Lee Six 1996: 59) pero es el prototipo del conservador en España, el de los latifundistas, los caciques. Sus reacciones y su comportamiento son muy verosímiles. Los diálogos, por más que parezcan auténticos, puedan ser mezclas de hechos y ficción. Las impresiones del narrador, su uso de ciertos adjetivos, su elección de los asuntos descritos, todo eso podría tener un matiz de ficción, pero el hilo de narración: la situación de la miseria almeriense existía realmente. Todos los sentimientos de compasión y preocupación de las personas de la novela se podrían relacionar con personas de verdad. Por eso el impacto de la crítica socio-política aquí no depende del hecho de si se trata de ficción o no, sino de la medida de credibilidad de las descripciones. 75 Señas de identidad En Señas de identidad se muestra la historia de España del período de la Guerra Civil hasta el momento de la escritura de la novela: 1966. Los datos históricos de la Guerra Civil y del período franquista hasta 1966 forman el ambiente en el cual transcurre el desarrollo de Álvaro. Se describen importantes acontecimientos históricos como la huelga de los pasajeros en Barcelona. Cuando, en enero de 1951, el Gobierno autorizó el aumento del billete de referencia de 50 a 70 céntimos en Barcelona, mientras que en Madrid, en cambio, se congelaba en 40 céntimos, la indignación popular se echó a la calle. Durante los seis primeros días de marzo de 1951 una espontánea y masiva huelga de usuarios de tranvías puso, por primera vez, a la dictadura contra las cuerdas (Marc: 2003). Incluso, se habla en la novela de un “despertar cívico” (SI: 103). El monumento a los Caídos, que se menciona al comienzo del capítulo tres es un monumento verdadero. También la frase encima del monumento es la del monumento real. En 1984 se cinceló parcialmente la palabra ‘canalla’ y el resto del texto se encaló dejándolo parcialmente invisible. Se encuentran innumerables referencias a la Guerra Civil y al tiempo posterior, como “la ruptura del frente del Ebro, la toma de Belchite, la derrota de los italianos en Guadalajara” (SI: 260). La desunión del bando de la izquierda, que jugó un gran papel en la derrota de la República en la Guerra Civil, sigue teniendo repercusiones para los exiliados en París. Se describe un mitín, para poner fin a la desunión del bando de la izquierda que se ilustra a través de una enumeración de agrupaciones: “Izquierda Republicana, Partido Republicana Federal, Unión Republicana, Esquerra Catalana, Partido Republicano Gallego, (…) Alianza Democrática Valenciana Sección Exterior”(SI: 274)26. La participación era mínima. De vez en cuando se mencionan nombres de periódicos que existían en 1966 y que hoy día todavía se publican, como La Vanguardia, El Diario de Barcelona y El Correo Catalán (SI: 38). La historia de tres tristes decenios de historia española se presenta como un hilo rojo a lo largo del libro. Esta historia es el decorado en el cual transcurre la búsqueda de Álvaro de su identidad. Este decorado es verosímil aunque el autor trata la historia desde varias perspectivas. Sin embargo, en ningún lugar se impone una opinión al lector. Debido a la falta de 26 “La mayoría de estos partidos estaban activos al comienzo de la Segunda República en 1931. Había una multitud de partidos izquierdistas por lo cual la oposición contra los clérigos y los capitalistas estaba muy dividida” (Smeets, 1997, 34, traducción mía). 76 puntos de vista claros y por los muchos matices, más bien se invita al lector a pensar por sí mismo sobre la historia y la situación de la España de aquel momento. En esta novela el lector puede encontrar suficientes datos para formar su propia opinión. 10.2 Cualidades literarias y compromiso La resaca El estilo de esta obra es bastante sencillo. El lenguaje se hace entretenido por los muchos diálogos y las descripciones verosímiles de la gente y las situaciones en que viven los habitantes de las chabolas. A causa de las muchas escenas casi cinematográficas, el lector se siente involucrado en los acontecimientos y podría llegar a sentir gran preocupación por los problemas de los vecinos. Por tanto, el lenguaje contribuye en gran medida al carácter comprometido de esta novela. Campos de Níjar También en esta obra el lenguaje es muy accesible. El narrador habla mucho con los vecinos y sus impresiones del paisaje y los problemas de la región se describen de manera muy cautivadora. A causa de la prudencia con la que el autor escribió esta novela, tal vez los problemas y la crítica al Gobierno se muestren bastante opacos, lo cual puede disminuir el carácter comprometido de esta obra. Es un reportaje de un viaje que da una imagen verosímil, clara e impresionante de una región abandonada y, en el lector que sabe leer atentamente, Campos de Níjar podría causar una gran preocupación por la población y sus problemas. Señas de identitad Es una novela que no es de muy fácil lectura y por eso no parece accesible a un amplio público, tal vez solamente a una capa superior de intelectuales. Por ello se produce la desventaja de que quizás bastantes pocas personas puedan sentirse motivadas a leer esta novela. El lenguaje de Goytisolo varía desde el estilo ‘staccato’ hasta el elevado, ora poético y sensible, ora duro y, de vez en cuando, bastante inasequible. Inicialmente, el estilo en que se escribió la novela se hace desorientador. Lo fragmentario de la narración y los muchos cambios de perspectiva dificultan encontrar una clara estructura en la narración. Pero al final, esto parece ser la gran fortaleza de esta novela: la vida del personaje principal y la estructura 77 de la novela son paralelas; pues la vida de Álvaro también es ‘desordenada’, y bastante complicada. Su vida y sus recuerdos se componen de fragmentos, o sea, retazos de historias, mezclados con fragmentos actuales. El personaje principal no consigue lograr una síntesis aceptable entre el pasado y el presente y el planteamiento del libro es un reflejo sorprendente de esto. La novela trata asuntos universales como el patriotismo (¿hasta qué punto?), el materialismo, la prosperidad a expensas de ideales y se escribió a un nivel literario muy alto. Es muy probable que el libro se mantenga vigente tanto por su valor artístico como por su relevancia. Por lo tanto, se puede calificar Señas de identidad como una novela que pertenece a la literatura comprometida 10.3 Características comunes de las tres novelas La primera parte de la introducción de Señas de identidad es una larga oración en la que ‘ellos’ hablan en términos altivos y despectivos de Goytisolo. Es un resumen de las críticas de los falangistas. El autor no usa los términos usuales para los representantes del bando de la derecha y tipifica a estos críticos falangistas como ‘las Voces’. En La resaca Goytisolo tampoco menciona de manera directa a las personas del bando de la derecha por ejemplo al llamar al orador de un discurso por radio: ‘la Voz’. En la introducción de Señas de identidad también se halla un reproche con respecto a la actitud de Álvaro (Goytisolo) ante la situación del sur. Es curioso que Goytisolo describa a las personas del sur como: “tu sabías que eran más pobres que los otros y pensabas, asimismo, menos inteligentes. Como realizaban los trabajos más duros dabas por descontado que habían nacido para bregar” (SI: 393). Un pensamiento del tipo de Ortega y Gasset27. El autor se refiere al origen de La resaca y Campos de Níjar al escribir: “las familias hacinadas en los suburbios huían de algo. La pobreza de las chabolas barcelonesas era una evasión de otra pobreza aún más dura, cruel e inhumana. Este descubrimiento te inspiró el deseo de viajar por el sur” (SI: 393). Aquí se muestran otra vez las dos caras del sur, Álvaro dice: “Es el país más hermoso del mundo.” El dueño de un ventorro contesta: “Para nosotros, señor es un país maldito…” (SI: 394). 27 cf. la cita de Ortega y Gasset en Campos de Níjar (CN: 77) y mis observaciones sobre esto en el párrafo ‘Crítica y autocrítica’ (p. 56). 78 Álvaro describe cómo, durante sus viajes por el sur, “hábilmente trababa amistad” con los habitantes. El siguiente fragmento no hacen simpáticos sus motivos: A salvo tú de la necesidad, gracias al destino aleatorio que te brindara nacer en una cuna rica, les oías hablar por espacio de unas horas de su vida, familia, trabajo, privaciones, esperanzas con un interés apasionado que tus interlocutores tomaban cándidamente por hermandad pura y que tú sólo sabías en tu trasfondo, aunque al momento no lo reconocieras, dictado por el mezquino propósito de llevar a cabo tu ansiado documental sobre la emigración (SI: 405). Las tres novelas investigadas dan una buena imagen del desarrollo de la expresión de los sentimientos de compromiso de Goytisolo, por lo que opino que la novela está el servicio del compromiso social (Schwartz, 1979: 26). La resaca da una imagen impresionante de las condiciones de vida de los inmigrantes del sur en Barcelona, Campos de Níjar, al estilo de una novela de viaje, muestra de manera profunda, ya sea prudentamente, la vida de esta gente y Señas de identidad deja a Álvaro experimentar los sentimientos de un intelectual de posguerra que vive como exiliado en París. Las tres novelas están basadas en partes de la historia española que tienen gran impacto. La resaca y Campos de Níjar tratan situaciones de posguerra, mientras que Señas de identidad también se refiere a la Guerra Civil. La medida de verosimilitud, y con esto, la medida de credibilidad, es grande y a causa de la preocupación de Goytisolo por la verdad, las novelas muestran muchos matices de las fuerzas opuestas debidas a la situación de la Guerra Civil y al período de la dictadura franquista (Schwartz, 1979: 26). Por eso, el lector está en una situación ideal para pensar por sí mismo y formar su propia opinión. Goytisolo muestra su pasión tanto por su patria como por la literatura de modo que su obra es de alto nivel literario y vinculada estrechamente con temas españoles. El lenguaje en La resaca y Campos de Níjar es más facil que en Señas de identidad, que por su carácter experimental y complicado puede ser accesible solamente a un público lector bastante elitista. En la entrevista con Kohut, Goytisolo dice que hay una relación estrecha en Señas de identidad con mucha obra anterior. “La novedad es que todos estos elementos son integrados en una dinámica artística que ya no tiene que ver con lo anterior” (Kohut, 1983: 80). 79 11 CONCLUSIÓN Definir el fenómeno ‘compromiso’ no es fácil. A menudo una actitud comprometida está vinculada estrechamente con las ideas político-económicas del artista y durante el último siglo se escribieron muchos tratados sobre el tema, tanto por filósofos y escritores como por críticos del arte. Las discusiones, la mayoría de veces, se concentraron más bien en la actitud mental del artista y en sus opiniones sobre la sociedad que en el objeto artístico concreto: el cuadro, la novela, la película… Por eso carecemos de criterios claros con los que podríamos definir si una obra es comprometida o no. Incluso el propio autor apenas puede afirmar si sus novelas son comprometidas: Goytisolo se limita a declarar que el compromiso es consigo mismo y con la literatura. Una afirmación bastante confusa que no nos ayuda a analizar sus novelas en cuanto al compromiso. Para un análisis sí es útil la distinción que hizo De Brabander (2003) entre una novela comprometida en la que prevalecen los criterios ético-políticos y una novela escrita por un autor comprometido para el que los criterios estético-literarios son lo más importante. El objetivo de una novela comprometida no es más que transmitir un mensaje, en cuanto a un abuso social, al mayor público posible. Un autor comprometido que quiere escribir una obra artística al máximo nivel literario, no se esforzará por mostrar en primer plano su compromiso. Sin embargo este compromiso podrá jugar un papel que dependerá de la preocupación del autor en cuanto al tema de su novela. Además de eso, el compromiso también puede tener una función en el planteamiento de la novela. Sin duda alguna, Juan Goytisolo es un escritor muy preocupado por la situación de España. Se preocupó por la situación de su patria bajo el Régimen de Franco y su exilio voluntario a París habla por sí mismo. Pero además de por la situación política, también se preocupó por la situación cultural de su patria. Tuvo problemas con la aparente actitud carente de espíritu crítico de los españoles con respecto a la situación política, al turismo y al progreso económico. En La resaca se muestra la gran preocupación social de Goytisolo. Esta obra, más un reportaje que una novela en el sentido literario, muestra de manera profunda la vida de los emigrantes almerienses. El objetivo del autor parece ser mostrar una realidad caracterizada por circunstancias deplorables. La letargia de posguerra, la impotencia de los pobres y la pasividad del Régimen y la Iglesia podrían causar una gran preocupación en el lector. 80 La obra carece de un hilo narrativo claro y de elementos novelescos que enfaticen el carácter de una novela ‘normal’. Los criterios ético-políticos parecen prevalecer, de modo que se puede clasificar La resaca como una obra comprometida. Tampoco Campos de Níjar es una novela pura. Tiene características de una guía de viaje e introduce al lector en la vida de los almerienses que viven en el sur en circunstancias miserables. Se puede comprobar que el autor escribió esta obra con prudencia a causa de la censura. Apenas hay críticas claras: el lector debe estar atento para descubrir posibles elementos de crítica. Cuando encontramos opiniones sobre la situación almeriense, se trata de opiniones conservadoras en boca de un cacique. Los propios vecinos callan sobre la situación política y económica y permanecen pasivos frente a las oportunidades para mejorar sus circunstancias, por ejemplo, vendiendo sus productos cerámicos a precios más altos. Tampoco muestran interés en investigar las posibilidades del turismo para atraer a los turistas.. Es una obra informativa e interesante a causa de las descripciones cautivadoras de la gente y de la región pero opino que no se trata de una novela comprometida. Para escribir esta obra podrían haber estado vigentes tanto criterios ético-políticos como criterios estéticoliterarios. Es evidente que este libro fue escrito por un autor preocupado por la situación de la gente de Almería, aunque su compromiso no se muestra claramente, y también está claro que el resultado literario recibió la atención del autor. Finalmente, es una obra con bastantes cualidades literarias escrita por un autor que muestra su compromiso literario pero, a pesar de los elementos comprometidos, esta novela carece de suficiente fuerza como para convencer de que se trata de un abuso escandaloso. Señas de identidad es la novela más complicada de las tres obras investigadas. Es evidente que para Goytisolo solamente los criterios estético-literarios fueron el hilo conductor de la novela. Es una obra en la que el autor prestó mucha atención a la estructura y al lenguaje. El tema: la búsqueda de la identidad del personaje principal, está vinculado estrechamente a la situación española. Esta situación se caracteriza por los abusos de la política franquista, las condiciones de vida de la gente del sur, la letargia del pueblo español y el desarrollo económico. El personaje principal, muy similar al propio autor, toma posición de tal manera que la novela muestra un fuerte compromiso. Juan Goytisolo es un hombre muy comprometido. De las tres novelas se desprende que está muy preocupado por tanto lo bueno como por lo malo de su patria. Es evidente que era un duro oponente del Régimen franquista pero su crítica es matizada y sutil. No utiliza descripciones dramáticas o llenas de violencia. Sus novelas muestran precisamente la astucia del Gobierno que justifica su sistema de opresión subrayando la importancia de la patria y el 81 bienestar de los españoles. Al mismo tiempo critica el comportamiento de los oponentes del Régimen: rechaza la actitud pasiva y letárgica de las víctimas de la dictadura. Tampoco se perdona a sí mismo: en Señas de identidad se halla mucha autocrítica, por parte del personaje principal. El autor también se opone con fuerza a la Iglesia, que describe como una organización que no cumple con sus responsabilidades hacia las personas oprimidas. Sobre todo en España, la Iglesia católica seguía siendo un bastión conservador que respaldaba a la dictadura, aprobaba tácitamente los desmanes del Gobierno y se dirigía hipócritamente sólo a los valores cristianos de puertas hacia fuera. En La resaca se describe irónicamente la aversión y la crítica del autor por medio de las descripciones de los preparativos de las fiestas religiosas mientras que faltaba la ayuda adecuada para la gente pobre y en Señas de identidad el personaje principal acaba para sí mismo con este “culto supersticioso y masoquista”. Es notable que en Campos de Níjar no se hallen referencias a acciones de la Iglesia. En su obra Goytisolo mostró sus dudas en cuanto al progreso económico, un fenómeno que contribuyó en tan gran medida a la apertura de España y la adhesión al resto de Europa. Rechaza las apariencias con las que no puede reconciliarse y su aversión hacia el turismo es evidente. Es notable que un autor, que generalmente se expresa de manera sutil, se burle casi sin matizar de los turistas que se describen de manera estereotípica y parece que no tiene ojos para las ventajas tanto económicas como culturales que surgen de los contactos internacionales. La situación de muchos españoles, seguramente la propia situación del autor, está caracterizada por muchas contradicciones y a menudo se trata del círculo vicioso: miseria – fuga – desilusión – añoranza. Precisamente este círculo vicioso dificulta tomar una posición objetiva y causa la ambiguëdad que muestra Goytisolo a menudo. Para el lector la presencia de muchos matices y la existencia de las contradicciones impiden tomar partido unilateralmente. La ventaja es que el lector no encuentra opiniones preconcebidas y se ve incitado a formar su propia visión. En primera instancia Goytisolo es un autor con el objetivo de escribir novelas de alta calidad literaria, de modo que para él los criterios estético-literarios prevalecerán, seguramente en sus novelas después de su autoexilio. El compromiso de Goytisolo en sí es muy fuerte y este compromiso es perceptible en las tres obras investigadas. Siendo un hombre que no toma partido sin más a favor de un sólo bando, el autor revela diversos aspectos de los problemas descritos. A causa de estos matices el compromiso podría perder su fuerza en el sentido de no ser un mensaje claro y unívoco. 82 Juan Goytisolo ama su patria, ama los viejos valores del país con su rica cultura y muestra gran temor ante la pérdida de la identidad española por dejarse absorber completamente en una gran Europea occidental que aparentemente se dirige solamente a la prosperidad económica, sin atención por la identidad cultural. Pero al mismo tiempo la obra de Goytisolo, cuando trata de manera tan matizada abusos político-sociales, podría ganar en fuerza porque el lector está incitado a tomar una posición por sí mismo, basándose en la información equilibrada que ofrece Goytisolo. Juan Goytisolo escribió en Senas de identidad: “no te olvides … no te calles” (SI: 435) y dijo muy reciente en una entrevista28: “Y si no tengo nada que decir, me callo.” Ojalá, tenga que decir aún mucho para que nunca calle. . 28 Entrevista con J. Rodríguez Marcos en El País (Babelia) de 28 de abríl de 2007 83 Bibliografía: J.L Alonso Hernández / H.L.M. Hermans/ M. Metzeltin/ H.Th. Oostendorp (1988) Spaanse letterkunde Utrecht: Het Spectrum B.V. (1981) Hans Bertens y Theo D’Haen (1988) Het postmodernisme in de literatuur Amsterdam: De Arbeiderspers Richard de Brabander (2003) Engagement in spiegelschrift. 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