XXVI SEMINARIO NACIONAL DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA TIJUANA TIJUANA, BAJA CALIFORNIA NOVIEMBRE 2002. TEMA: EL NUEVO PROYECTO DE DECRETO SOBRE GARANTÍAS MOBILIARIAS A LA LUZ DEL SISTEMA DE GARANTÍAS MOBILIARIAS INTERNACIONALES Dr. Leonel Pereznieto Castro* 1. INTRODUCCIÓN El tema de las Garantías Mobiliarias en el Derecho internacional es uno de los temas actuales en los foros de DIPr. y se debe entre otras cosas, al esfuerzo por crear un sistema mundial que permita el establecimiento de reglas básicas para la liberación del crédito a nivel internacional que promueva el comercio entre países. Conforme a un sistema internacional de este tipo, se trata de crear una serie de principios que permitan que los créditos sean recuperados por los acreedores al tiempo que los deudores tengan acceso a un crédito en términos competitivos a escala mundial. En la medida que exista cierta seguridad para los acreedores de que sus créditos serán recuperados, el riesgo disminuye y el costo del crédito también con lo cual se puede acceder de parte de los comerciantes, industriales y prestadores de servicios establecidos en México, a costos del crédito más competitivo a escala internacional. Dentro del esquema internacional que se está construyendo hoy en día, se aprobó en febrero del 2002 la Ley Modelo Interamericana sobre Garantías Mobiliarias * Profesor de Carrera de la UNAM, Investigador Nacional Nivel III. Profesor del ITAM y Consejero en el Despacho Von Wobeser y Sierra, S.C. 1 durante la Sexta Conferencia Especializada Interamericana de DIPr . Asimismo, en el Grupo de Trabajo sobre Prácticas Contractuales Internacionales de la Comisión de Naciones Unidas sobre Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL) se está discutiendo actualmente el mismo tema y se piensa contar con un proyecto de Guía Legislativa sobre Operaciones Garantizadas para finales del año próximo. Es en este contexto en el que en el mes de abril de 2002 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) envió al Congreso de la Unión un proyecto de Decreto por el que se reforman diferentes disposiciones relacionadas con el sistema de Garantías Mobiliarias que la propia SHyCP había propuesto al Congreso y éste aprobado, en el 2000. Como se puede apreciar se trata de un tema de gran interés por lo que me permitiré comentar brevemente el citado Proyecto de Decreto a la luz de los documentos internacionales a que me he referido, no sin antes mencionar unos breves antecedentes a fin de contextualizar el tema. 2. ANTECEDENTES. A partir de 1998 se discutió en el grupo de la Asesoría Externa de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y por espacio de más de dos años, el proyecto de Ley Uniforme sobre Garantías Mobiliarias, presentado por National Law Center de Arizona (NLCA)1. Durante el tiempo en que se discutió el proyecto la entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI) intervino de forma importante, incluso elaboró su propio proyecto que presentó para su discusión en 1999. Este proyecto más tarde fue incluido en un proyecto más amplio que se elaboró conjuntamente entre la SRE, SECOFI y el NLCA. El objeto de este trabajo 1 Working Document for a Model Inter.- American Law on Secured Transactions. National Law Center for Intr- American Free Trade, 1998. 2 consistió fundamentalmente en que la normatividad contenida en dicho proyecto fuera compatible con la legislación y la realidad mexicanas. El citado proyecto conjunto fue puesto a la consideración y discutido con la Asociación Mexicana de Bancos la que aportó observaciones que fueron incluidas en el proyecto. Lo mismo sucedió con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores la que expresó sus puntos de vista por escrito2; sin embargo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) a quien la Consultoría Jurídica de la SRE citó formalmente en varias ocasiones a participar en las discusiones, no asistió. Pero no solo esto sino que ignorando al citado proyecto del cual se le envió copia en cada citatorio, presentó al Congreso de la Unión, en diciembre de 1999 un Proyecto de Decreto por el que se modificaban las disposiciones que ahora se tratan de volver a modificar con el nuevo proyecto de Decreto al que aluden estos comentarios. Aquellas modificaciones fueron aprobadas en el 20003 y provocaron una serie de protestas del sector bancario porque las disposiciones que entraron en vigor, plantean varios problemas, como es el caso del establecimiento de una desacertada figura de Garantías Mobiliarias, que poco tiene que ver con la nueva normatividad internacional en la materia y que lejos de promover el crédito interno, lo inhibió. Es ampliamente sabido que estas disposiciones vigentes hoy en día no se utilizan por ninguna institución crediticia pues debido a su inoperancia se siguen otorgando créditos con las disposiciones tradicionales que ya son hoy en día, poco eficientes. Sin embargo, y es de justicia mencionarlo, pese al grave problema que plantearon estas reformas, al menos sirvieron para introducir en la legislación mexicana algunos de los principales conceptos relacionados con las Garantías Mobiliarias modernas, terminología que al menos ya ha empezado a ser conocida por un cierto público. En las disposiciones que entraron en vigor en el 2000, se introdujo como instrumento para la operación de las garantías, la figura del Fideicomiso, que 2 3 Oficio 601-I-DGDIL-13048-01. Diario Oficial de la Federación de 23 de mayo de 2000 3 como es de todos sabido, se trata de una institución local mexicana con grandes diferencias respecto de instituciones semejantes en otras partes del mundo y que además, para fines de un sistema de Garantías Mobiliarias Internacionales resulta una figura totalmente ineficiente, tanto por el costo como por el procedimiento para su realización, aspectos que comentaré más adelante. Por otro lado y debido a la falta de técnica legislativa con la que se elaboró la propuesta de la SHyCP, ésta provocó prácticamente una parálisis en la operación de los fideicomisos de garantía que habían sido un instrumento muy utilizado en los últimos 50 años en el país y de ahí una gran presión de los bancos para que el sistema fuera rehabilitado. Existen otros problemas que provocó esta reforma que por no estar vinculados directamente con el tema y con objeto de no alargar innecesariamente estos comentarios, no los menciono. 3. EL NUEVO PROYECTO DE DECRETO. Lo comentado en párrafos anteriores, dio como resultado que la SHyCP debiese preparar un nuevo proyecto de Decreto sobre el mismo tema4 para modificar o corregir los errores cometidos en las reformas del 2000, pero desafortunadamente la propuesta se volvió a elaborar sobre normas muy parecidas a las anteriores y por consiguiente, no se alcanzan a corregir todos los problemas del Decreto anterior pero sobre todo, y esto hay que subrayarlo, la SHyCP volvió a actuar nuevamente con una total desaprensión del proyecto de Ley Modelo Interamericana sobre Garantías Mobiliarias que para esas fechas (abril de 2002) México había negociado con los Estados Unidos y Canadá y del cual se le volvió a informar a la SHyCP desde finales del 2001. Incluso, se le dieron a conocer a la SHyCP las bases de este último documento que fueron presentadas para su discusión a la Reunión de Expertos preparatoria para la CIDIP VI que se celebró en Washington en febrero del 20005. El Proyecto final fue presentado, como ya se 4 Copia del Proyecto de Decreto se adjunta a la presente ponencia. Principios discutidos por la Delegación mexicana a la luz de las diferentes propuestas en materia de Garantías Mobiliarias ( Doc. REG/CIDIP_VI/ INF-3/00 Si usted desea una consulta mas amplia 5 4 mencionó, como propuesta conjunta de los tres países para su aprobación ante la Sexta Conferencia Interamericana Especializada de Derecho Internacional Privado (CIDIP-VI), proyecto que finalmente fue aprobado por los países miembros de la Conferencia6 Dicho en otras palabras, las autoridades hacendarias consideraron que el compromiso internacional de México con sus socios del Acuerdo de Libre Comercio no debía ser tomado en consideración y por tanto volvió sobre sus planes originales. La posibilidad de que México cuente con una normatividad moderna en materia de Garantías Mobiliarias, en la que se contemplen los principios básicos que actualmente la rigen, sería la llave para abrir el crédito a México por parte de los productores extranjeros, situación altamente recomendable por la carencia de capitales para el crédito sobre bienes muebles cuyo comercio requiere de un gran impulso en el país, incluyendo bienes de capital y de equipo para el desarrollo de la industria. Por otro lado, el establecimiento de un sistema de esta naturaleza estaría acorde con los compromisos derivados del TLCAN con los países que son socios comerciales de México y próximamente con sus socios de la Unión Europea, en donde hay un proceso de uniformización en la materia que se refleja en la ya mencionada Guía Legislativa sobre Operaciones Garantizadas que se discute en la UNCITRAL. Un Sistema de Garantías Mobiliarias moderno también sería un detonador para el crédito interno en México en materia de bienes muebles. De ahí que sea necesario hacer una crítica al citado Proyecto de Reformas presentado por la SHyCP al Congreso así sea en sus partes más sensibles y derivar de ahí algunas conclusiones7. sobre este tema, me permito sugerirle la lectura del trabajo publicado al respecto en la Revista Mexicana de Derecho Internacional Privado, No. 11 de mayo del 2002, por un servidor. 6 Doc. OEA/Ser.K/XXI.6 CIDIP-VI/RES.5/02 de 27 de febrero de 2002. 7 Varias de las observaciones que a continuación expreso, son el resultado de las conversaciones que sostuve con el Prof. Alejandro Garro de la Universidad de Columbia en Nueva York, durante la pasada Reunión de Expertos que se celebró en el mes de diciembre de 2001 en la sede de la UNCITRAL y en donde se discute, la Guía Legislativa sobre Operaciones Garantizadas, ideas que 5 4. COMENTARIOS GENERALES DEL NUEVO PROYECTO DE DECRETO A LA LUZ DEL SISTEMA INTERNACIONAL. El Proyecto de Decreto (PD) no establece ni desarrolla los principios modernos que configuran lo que hoy se considera en los mercados crediticios internacionales, el concepto unitario de la Garantía Mobiliaria que es el eje sobre el que se desenvuelve el tema a nivel mundial y tampoco reconoce como hoy se acepta en el mundo, el concepto de la plena autonomía de la voluntad que, como se sabe, es uno de los fundamentos del comercio internacional moderno. De la falta de estos dos principios se derivan una serie de dificultades que prácticamente anulan el efecto que se busca con un sistema moderno de Garantías Mobiliarias y por tanto hacen en buena medida, inoperante lo propuesto por la SHyCP en el PD, al menos por lo que respecta a este tema. El PD tampoco establece un cambio estructural en lo relativo al sistema de publicidad registral. A pesar de que la Secretaría de Economía tiene una propuesta muy avanzada de registro en la materia, esta propuesta no es aludida en el PD, ni tampoco existe una referencia que pudiera indicar la forma cómo el sistema de garantías que propone el PD puede ser compatible con un sistema de registro de tal naturaleza. Es importante aclarar que sin un sistema de registro electrónico moderno con libre acceso nacional e internacional, no se puede pensar siquiera en establecer un sistema serio y eficiente de Garantías Mobiliarias. En este sentido el PD resulta una propuesta poco seria. En lo que corresponde al concepto unitario de Garantía Mobiliaria y ante la necesidad de llevar a cabo por parte de México una profunda reforma que modernice el área de las operaciones crediticias y las armonice con las de sus socios comerciales de América del Norte y de la Unión Europea, es muy importante unificar en el PD el contenido de las diferentes figuras y conceptos que amablemente me hizo llegar mas tarde el Prof. Garro por escrito, pero desde luego, las opiniones que aquí expreso son de mi personal conocimiento y responsabilidad. 6 se utilizan. Esto evitaría una serie de inconvenientes posteriores y propendría a desarrollar las diversas nuevas figuras en toda la legislación mexicana, especialmente las que se mencionan en el PD, tales como la Prenda sin transmisión de posesión (PSTP), el Fideicomiso de Garantía (FG), el Crédito Refaccionario (CR) y de Habilitación y Avío (CHA), la Caución Bursátil (CB) y el Arrendamiento Financiero (AF). En la Ley Modelo Interamericana recientemente aprobada por la CIDIP–VI, como en el proyecto de la Guía Legislativa sobre Operaciones Garantizadas que actualmente se discute en UNCITRAL, a lo que ya he hecho alusión, se propone un concepto de Garantía Mobiliaria en el que se incluye tanto a las garantías que exigen desplazamiento de la posesión a favor del acreedor (Garantías Mobiliarias Posesorias) como las garantías mobiliarias sin desplazamiento de la posesión a favor del deudor (Garantías no Posesorias). Lo anterior implica necesariamente incluir en la reforma que propone la SHyCP, modificaciones al Código Civil Federal y a otras disposiciones de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTyOC) distintas a las que se refiere el PD o de forma diversa a las que el PD establece. Como podría ser el caso de los Arts. 334-335 de la Ley citada. Como se recordará, en el Art. 334 se establecen los ocho supuestos conforme a los cuales se constituye la prenda, pero en ninguno de éstos se habla propiamente del concepto moderno de constitución de las nuevas garantías posesorias y no posesorias. Por lo que habría que agregar estos nuevos conceptos, distinguiéndolos y deslindándolos de los conceptos tradicionales de constitución de la prenda. Por lo que se refiere al Art. 335 antes citado, se habla, como se recordará, de bienes fungibles dados en prenda y que esta subsistirá aún cuando éstos sean substituidos. Sin embargo, en el nuevo sistema se requiere un concepto aparte y más amplio, como es el caso del descrito en el Art. 2° De la Ley Modelo Interamericana en donde se establece: “Art. 2° las Garantías Mobiliarias a que esta Ley se refiere pueden constituirse contractualmente sobre uno o varios bienes muebles 7 específicos, sobre categorías genéricas de bienes muebles o sobre la totalidad de los bienes muebles del deudor garante, ya sean éstos presentes o futuros, corpóreos e incorpóreos, susceptibles de valoración pecuniaria al momento de constitución o posteriormente con el fin de garantizar el cumplimiento de una o varias obligaciones presentes o futuras....” O sea, se trata de un concepto lo suficientemente amplio para que sea funcional y eficiente y cree un sistema moderno de Garantías Mobiliarias. En cuanto al principio de la plena autonomía de la voluntad, el concepto usado en el PD es ambiguo y falto de la amplitud que requiere el comercio crediticio moderno. En todo momento se refiere a que “las partes pueden convenir” tal o cual cosa. La fórmula correcta debe ser más amplia y exenta de ambigüedad, en este sentido se tendría que definir claramente que, salvo pacto en contrario y sin afectar derechos de terceros y con las limitaciones que marque el orden público, las partes pueden con toda libertad, convenir los derechos y las obligaciones relativos a sus contratos. De ahí que no solo se trate de reforzar la convencionalidad del fideicomiso como se desprende del PD sino de todo el campo convencional crediticio, especialmente el relacionado con las Garantías Mobiliarias. Esta actitud revela por otra parte un hecho que suele ser recurrente en las autoridades mexicanas y que específicamente muestra que todavía no permea en el área jurídica de la SHyCP lo que se busca internacionalmente con el concepto amplio de la autonomía de la voluntad. Actitud que por otro lado, no deja de sorprender sobre todo cuando fue precisamente México el país que propuso el proyecto de la Convención Interamericana sobre Contratación Internacional, mismo que fue aprobado en 1995 en la CIDIP-V y hoy en día es un Tratado internacional ratificado por México. Como ustedes recordarán, en dicho Tratado se establece precisamente el concepto amplio de la autonomía de la voluntad y hoy es derecho mexicano de alta jerarquía. 8 5. COMENTARIOS PARTICULARES SOBRE EL PROYECTO DE DECRETO EN RELACIÓN AL SISTEMA INTERNACIONAL. Me refiero ahora de forma breve, a algunas de las disposiciones concretas más relevantes en el PD y que tienen relación con el sistema internacional de Garantías Mobiliarias. 1. Prenda sin Trasmisión de Posesión (PSTP). El Art. 353 del PD referente a la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTyOC), constituye indudablemente un paso adelante en el sistema de Garantías Mobiliarias en México al promover la derogación de la norma que prohíbe constituir prenda sobre bienes pignorados: se trata de que sea el acreedor el que decida si le conviene otorgar crédito sobre bienes anteriormente dados en garantías y hasta qué monto. Para el deudor esta alternativa le abre la oportunidad de poder adquirir diversos créditos sobre los mismos bienes pignorados. Sin embargo, al referirse la disposición que se comenta a que la prenda no puede constituirse sobre los bienes “estrictamente personales de su titular” obligaría al posible prestatario extranjero a contratar los servicios de un abogado mexicano para que le elabore una opinión sobre lo que entiende el derecho mexicano acerca de ese concepto, encareciendo así los gastos de transacción para el otorgamiento del crédito en perjuicio del futuro deudor mexicano. De ahí que hubiera sido adecuado definir una lista que mostrara a qué bienes se está refiriendo el PD, cuando menciona a “bienes estrictamente personales de su titular”. Un problema de fondo se plantea en el PD en el Art. 361 de la LGTyOC. Efectivamente, en esta disposición se repite el error de la legislación vigente; es decir, que “El deudor no podrá transferir dicha posesión (de los bienes dados en garantía) sin la autorización del acreedor”, cuando el principio moderno en la 9 materia es el opuesto. Se trata de que el deudor cuando se encuentre desarrollando su actividad principal o preponderante, pueda libremente transferir los bienes pignorados, ese es el objetivo básico de un sistema moderno de Garantías Mobiliarias. De ahí que la Ley Uniforme Interamericana establezca como única limitación a esa transferencia el caso cuando el deudor reciba del acreedor la notificación en el sentido de que desea ejecutar la Garantía Mobiliaria (Art. 65). Por tanto el artículo en comento del PD debe ser totalmente reformulado en su contenido pues de otra forma hace inoperante al sistema propuesto. En el Art. 374 del PD relativo a la LGTyOC, se vuelve a plantear un problema que, como en el caso del planteado en el Art. 361 antes comentado, revela que la SHyCP no ha entendido lo que constituye un sistema moderno de Garantías Mobiliarias. En efecto, en el Art. 374 vigente y producto de las reformas del 2000 se estableció que el deudor está obligado a solicitar por escrito del acreedor garantizado, las enajenaciones que vaya a realizar de los bienes garantizados, fuera del curso normal de sus negocios. En condiciones normales de mercado, el deudor no debe por ningún motivo realizar enajenaciones fuera precisamente del curso normal de sus negocios. Un contrato sobre Garantías Mobiliarias tendrá que ser muy claro en este sentido; sin embargo, la disposición del 2000 pudo verse como una precaución extra y está bien, no obstante, en el PD se adicionan a la disposición dos párrafos que establecen en síntesis que si la enajenación no se lleva a cabo por parte del deudor dentro del curso normal de sus negocios y sin la autorización del acreedor, se considerará una enajenación nula. Planteado así el problema, en primer lugar conviene aclarar que si el sistema de Garantías Mobiliarias es un instrumento para el apoyo y promoción del comercio, difícilmente un comerciante (deudor en este caso) va a enajenar su mercancía fuera del curso normal de sus negocios y si así lo llegara a hacer se trataría de un incumplimiento del contrato lo que, por un lado tendría como efecto, su vencimiento anticipado y por el otro, daría lugar a daños y perjuicios. 10 Al establecerse en el PD que un acto de esta naturaleza sería nulo o que la venta realizada en estas condiciones es nula, además de que violenta la reglamentación normal de terminación de los contratos, se corre el riesgo que una tal nulidad de lugar a un juicio ante tribunales poco deseable para el acreedor garantizado, máxime si se trata de un acreedor extranjero. Por otra parte, es importante aclarar que la transmisión del bien pignorado depende directamente de su registro y si quien lo adquiere, lo hace de buena fe, no debe ser sancionado de la forma general que lo pretende la disposición en comento; es decir, con la nulidad de la operación. Sobre todo, porque se trataría de una sanción inusitada en el derecho mexicano, ya que la no inscripción en el registro público de una limitación de esta naturaleza, no debe provocar efecto alguno en contra de terceros y menos aún cuando se trate de un adquirente de buena fe. La sanción en todo caso debe ser en contra del deudor infiel y no del adquirente de buena fe. Fideicomiso y Fideicomiso de Garantía. Desde las reformas anteriores se criticó la inconveniencia de haber introducido la figura del fideicomiso en este tipo de garantías; sin embargo se volvió a cometer el mismo error en el PD. Hay varias razones, y tan solo me refiero a las más relevantes. El fideicomiso es una figura regulada internamente por el derecho mexicano y como lo mencioné antes, no coincide en muchos aspectos con figuras semejantes en otras legislaciones lo que obliga al futuro prestatario a contratar a un abogado mexicano para que mediante una opinión le muestre en qué consiste esta figura especialmente en México, lo que encarecerá los costos de transacción en perjuicio del deudor mexicano. Asimismo, el costo del Fideicomiso, gastos de abogado en México para la elaboración del proyecto de contrato, los honorarios del Banco que 11 va a actuar como fiduciario y los honorarios del notario público además del gasto del registro, en un cálculo aproximado alcanzan una suma cercana a los dos mil dólares cuando en un sistema moderno de Garantías Mobiliarias con un registro eficiente y computarizado con accesos nacionales e internacionales, este concepto es aproximadamente de veinte dólares. Este solo hecho hace inoperante comercialmente el costo de la garantía a nivel internacional y a nivel nacional encarece innecesariamente el otorgamiento del crédito. El Fideicomiso no es por tanto el instrumento idóneo para este tipo de garantías y como lo he mencionado, hace inoperante la propuesta contenida en el PD. Además, en el sistema propuesto hay errores que deben corregirse por tratarse de errores de técnica jurídica y son, entre otros, los siguientes: En el Art. 381, del PD relativo a la LGTyOC, el concepto según el cual el Fideicomiso previsto en el PD transmite a la institución fiduciaria “la propiedad o la titularidad” de “uno o más bienes o derechos” es ambigua y se presta a confusión. En el derecho mexicano se puede ser titular de un derecho sin ser su propietario, por lo que no se sabe a ciencia cierta a que se refiere el PD y por tanto habría que aclararla. El problema de la transmisión de la propiedad, tratándose de bienes muebles puede suscitar la cuestión fiscal local, pero ésta es otra historia. En el Art. 383 vigente, de la LGTyOC último párrafo que el actual PD intenta corregir mediante el Art. 382, párrafo 5°, se establece que las partes deben de ponerse de acuerdo en un fiduciario sustituto en caso de que el fiduciario sea el mismo fideicomisario. En el PD no se dispone acerca de la consecuencia de si hay una omisión en este sentido, y no se sabrá qué puede suceder en caso de conflicto por lo que lejos de aportar una solución crea un nuevo problema. Se puede omitir ese párrafo o incluir que un juez a petición de parte pueda nombrar al fiduciario sustituto, lo que si bien es una solución, por otra parte, amenaza con la posibilidad de iniciar un juicio que puede convertirse en una acción gravosa para el acreedor. 12 Con objeto de no alargar más estos comentarios ya que el DP tiene otros varios errores como los que he mencionado, pero que no están directamente vinculados con el tema que nos ocupa, paso a un último punto vital en materia de Garantías Mobiliarias. Se trata de lo relativo al procedimiento extrajudicial y judicial para ejecutar la Prenda sin Transmisión de Posesión (PSTP). Este punto es sumamente sensible ya que, en buena medida los créditos no fluyen a México porque los posibles acreedores saben que si su crédito es llevado ante el conocimiento de los tribunales mexicanos por las vías tradicionales, corren el riesgo de que los juicios puedan durar varios años al cabo de los cuales, cualquier decisión, aún una decisión favorable, representa una pérdida para el acreedor por el tiempo transcurrido y porque en la práctica el deudor, en tanto tiempo, muy probablemente habrá cambiado en sus condiciones económicas lo que agregará una dificultad mayor a la recuperación del crédito. En otro orden de ideas, los gastos que durante esos años necesitará erogar el acreedor para pagar a los abogados que lo representen en juicio, es una razón suficiente para no otorgar créditos en México. De ahí que habrá que hacer un esfuerzo por definir con mayor precisión los procedimientos de remate previstos por el PD así como los de desapoderamiento de los bienes. Quizá sea aquí en donde el PD tiene los mejores planteamientos pero que no conoceremos si en la práctica las propuestas son eficientes hasta que un sistema semejante empiece a operar. Ya el establecido en el 2000 no operó por las deficiencias que ahora se tratan de corregir con el PD y veremos resultados. En las reformas del 2000 y nuevamente en el PD se establece un procedimiento extrajudicial a través de notario público mediante el cual se puede requerir al deudor la entrega de la posesión de los bienes y de no proceder este procedimiento porque el deudor se niegue a entregar los bienes, quedará abierta la vía judicial. 13 En el PD se reforma esta disposición y se establece una modificación al Art. 1414 bis 8 del Código de Comercio en donde se prevé un mecanismo adecuado para el desapoderamiento de los bienes en los siguientes términos Artículo 1414 bis 8.- Presentado el escrito de demanda, acompañado del contrato respectivo y la determinación del saldo que formule el acreedor, y cuando el acreedor sea una institución de crédito, anexando la certificación de saldo que corresponda, el juez bajo su más estricta responsabilidad, si encuentra que se reúnen los requisitos fijados en el artículo anterior, en un plazo no mayor de dos días, admitirá la misma y dictará auto con efectos de mandamiento en forma para que el deudor sea requerido de pago y, de no hacerlo, el propio deudor, el depositario, o quien detente la posesión, haga entrega de la posesión material al actor o a quien éste designe, de los bienes objeto de la garantía indicados en el contrato. En este último caso, el acreedor o quien éste designe, tendrá el carácter de depositario judicial y deberá informar al juez sobre el lugar en el que permanecerán los bienes que le han sido entregados, en tanto no sean vendidos. Ojalá que en la práctica una disposición de este tipo tenga la eficacidad que requiere el sistema y los jueces actúen con la responsabilidad necesaria. 6. CONCLUSIONES. De este rápido recorrido, se pueden desprender algunas cuestiones. En primer lugar, la SHyCP, sigue aferrada a una concepción internista conforme a la cual, considera que las modificaciones al sistema jurídico nacional en temas relevantes como el de las Garantías Mobiliarias pueden seguirse haciendo de forma indiferente a lo que hoy se discute internacionalmente, cuando en realidad lo que provoca con una actitud tal es, en primer lugar mostrar su nula capacidad de coordinación con las demás dependencias del Ejecutivo y en segundo lugar ignorar los compromisos que México ha adquirido con sus socios comerciales lo que finalmente implica aislar a México de las corrientes modernas que propugnan lo contrario, es decir, por el establecimiento de un sistema que permita la fluidez del crédito que tanto requiere nuestro país en el momento actual. 14 Por otro lado, una actitud de este tipo, deja en claro que el desapego de nuestras autoridades hacendarias de lo que se discute internacionalmente, perjudica a México en un momento en el que el crédito es la palanca para darle al país un apoyo para desarrollar su comercio internacional y consolidarlo como la décima potencia económica mundial y el séptimo país exportador en el concierto de las naciones. 15