Poder Judicial de la Nación LABORAL. INDEM. 9688.VALORACIÓN DE LEY LA PRUEBA. PERICIA MÉDICA. TESTIGOS. VINCULACIÓN CAUSAL O CONCAUSAL ENTRE EL HECHO DEL TRABAJO ,DOLENCIA Y SU CONSECUENTE DEFICIT. ALCANCE PROBATORIO DEL DICTÁMEN PERICIAL MEDICO. ARTROSIS: ADMISIÓN DEL RECLAMO. REUNIÓN PLENARIA DEL 575/1994.RECHAZO CUERPO DEL MÉDICO RECLAMO FORENSE FUNDADO DEL EN LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL: REMISIÓN AL VOTO VERTIDO IN RE “AGUILERA” SALA 19/9/1996).VALORACIÓN III DE (sentencia TESTIGOS del DE TESTIMONIOS DE COMPAÑEROS DEL ACTOR. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN R.S.3 T.173 F*113/116 //la ciudad de La Plata a los 15 días del mes de septiembre de dos mil nueve, reunidos en Acuerdo los Señores Jueces que integran la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de La Plata, toman en consideración el expediente N° 16.609/09 caratulado “R., M. M. c/ E.F.A. s/ Ley 9688”, procedente del Juzgado Federal de Primera instancia N° 4 de ésta ciudad, Secretaría N° 12, para resolver el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de fs. 198/201vta.. El Tribunal establece la siguiente cuestión a resolver: ¿Se ajusta a derecho la sentencia apelada? Practicado el pertinente sorteo el orden de votación resultó: Dr. Antonio Pacilio, Dr. Carlos Alberto Nogueira y Dr. Carlos Alberto Vallefin. EL DOCTOR PACILIO DIJO: I. La sentencia de primera instancia viabilizó las aspiraciones indemnizatorias articuladas en el inicio al amparo de la ley especial de accidentes, ello motiva el alzamiento de la parte demandada, quien expresa su discrepancia a mérito del memorial obrante a fs. 213/218vta. El recurso fue concedido a fs. 219. La contestación de agravios del accionante luce a fs. 220/221. II. Se agravia -sustancialmente - la accionada por haber reputado el a quo demostrada la existencia de una vinculación concausal entre las tareas que el actor realizó para la empresa demandada y la incapacidad la atribuída designado en causa dolencias constatadas como en por el perito consecuencia aquél médico de las (espondiloartrosis columnaria e hipertensión arterial), imputando eso a una errónea valoración de la prueba producida en autos. III. La queja introducida tendrá –por mi intermedio- parcial acogida. Me explicaré. Cabe, en principio, destacar que cuando el médico refiere que las tareas son causa o concausa de la dolencia está expresando una consideración de orden científico en abstracto sin alusión concreta a que efectivamente las haya cumplido el accionante. En tal sentido se ha dicho que la vinculación causal o concausal entre el hecho del trabajo y una dolencia y su consecuente déficit, no constituye un hecho material susceptible de ser probado por el informe médico, sino que, más bien, se trata de un proceso de comprensión en el cual el especialista asesora al magistrado para ayudarlo a advertir si aquélla existió (cfr. CNAT, Sala I, SD 67.353, del 29/09/95). La jurisprudencia es pacífica y reiterada en el sentido de que la relación de causalidad y/o concausalidad entre la afección y el trabajo no puede considerarse probada sobre la base de un dictamen pericial médico (en el que se señala que el trabajo ha incidido en la enfermedad) sin que la mecánica en que se desarrollaron las tareas haya sido fehacientemente acreditada. Examinadas las constancias de la causa, Poder Judicial de la Nación entiendo que el nexo concausal establecido en grado debe ser ratificado en orden a la afección columnaria constatada en el trabajador, no así en cuanto a la hipertensión arterial. a) Artrosis. Según surge de lo dictaminado por el perito médico a fs. 95/96 complementado con la contestación de fs. 142vta. en virtud de la impugnación de la demandada de fs. 100, existiría una relación concausal entre las afecciones columnarias y el factor trabajo dado la tarea de esfuerzo que el mismo requería. Sobre las causas de la artrosis existe una profusa bibligrafía caracterizada por una serie de “opiniones médicas”, pero en realidad hay muy pocos trabajos, en conclusiones humanos, en categóricas los por que lo se llegue difícil de a la realización de los mismos siguiendo las pautas exigidas internacionalmente para que los estudios científicos tengan validez (toma de muestras, doble ciego, etc.). Si bien microtraumatismos producir no demostrado laborales artrosis, estrechamente está por cuando en relacionadas a sí solos las la que los puedan articulaciones tarea se puede demostrar claramente que las lesiones son de una mayor significación que en el resto de la economía, se podrá considerar la posibilidad de agravación. Si el proceso artrósico es generalizado, involucrando también articulaciones no comprometidas por el trabajo, es aceptable pensar que se trata de una enfermedad artrósica ajena al mismo. De modo que el hecho de que no pueda establecerse -en virtud de su etiología- una relación causal entre la artrosis y el factor trabajo no obsta a que puede demostrarse una vinculación concausal. Por lo que de ser así y dado la ley que resulta de aplicación en el caso (23.643), en nada modificaría la cuestión. Sobre la dolencia en examen, el Cuerpo Médico Forense en su reunión plenaria del 05.05.94, no descartó la vinculación concausal de la artrosis con el trabajo cuando las tareas impliquen el uso excesivo de las articulaciones, o en los supuestos de traumatismos repetidos sobre las superficies articulares cuando el proceso tenga relación topográfica con el trabajo, sin evidencias de compromiso en otras articulaciones (DT 1994, pág. 2249). La patología del actor se encuentra en el segmento cervical y lumbar de la columna, por lo que existe una relación topográfica con las tareas por ella desarrolladas, lo que hace descartar la idea de una artrosis generalizada sin vinculación con el trabajo. Asimismo, a la luz de la testimonial arrimada a la causa(ver fs. 81 y vta. y 111 y vta.) –la que no se advierte se haya efectuado en contradicción a lo dispuesto por el art. 443 del CPCCN- entiendo suficientemente probados los hechos narrados en la demanda respecto de la índole de las tareas que el accionante debió desempeñar para su empleadora, en lo atinente a los esfuerzos físicos y a la adopción de posiciones viciosas. Los deponentes dan razón de sus dichos por haber sido compañeros de trabajo del actor, no se trata de testigos ocasionales sino de quienes tienen un conocimiento necesario y cierto del tipo de trabajo. En tal sentido se ha señalado que “si los testigos tenían la misma calidad que el actor, cabe concluir que tenían conocimiento suficiente de los hechos y pendiente la circunstancia contra la de que accionada no tengan debe juicio conducir necesariamente a descartar sus dichos, sino sólo a examinarlos con la precaución que tal óptica impone” (cfr., entre muchos otros CNAT Sala I “Wojcik Juan c/ Establecimiento Modelo Terrabusi S.A. s/ acc-ley 9688", SD 64.257 del 23/12/93), máxime cuando como -en el presente- los dichos precisos y concordante de los testigos no surgen desvirtuados por ninguna prueba idónea. b) No correrá la misma suerte, el reclamo fundado en la hipertensión diagnosticada. Tal como lo sostuviera entre otros in re Poder Judicial de la Nación “Aguilera, Juan Regino c/Universidad Nacional de La Plata s/indemnización - enfermedad profesional” (fallo del 19.09.96, registrado en el Libro n° 1, folios la “teoría de la indiferencia de la 188/191)(1), concausa surgió para dar satisfacción a ciertos casos de enfermedades causadas por el trabajo, en los que la existencia atribuir de una sólo a predisposición aquél la orgánica calidad de impedía causa de la incapacidad. Se ideó así un sistema que, acreditada la nocividad de la tarea o las condiciones de sus prestaciones, atribuía la incapacidad sólo a la causa laboral, desechando como indiferente la causa extralaboral. Va de suyo que la llamada concausa laboral, es tal porque es, ante todo, causa, que concurre con otra u otras. Es decir, aunque parezca obvio, que debe poseer virtualidad lesiva por sí misma. En mayor o menor medida, todo la trabajo negativo para salud contraer enfermedades del constituye sujeto un factor predispuesto incapacitantes. Lo que a no significa que, en todos los casos, deba ser considerado como factor concausal, a efectos de la aplicación de la ley especial de accidentes. Sólo será así cuando la índole del mismo, o las condiciones ambientales, sean eficaces por sí mismas para desencadenar el específico mal incapacitante”, extremo este no acreditado en autos respecto de esta enfermedad. La prueba cumplida en autos no permiten constatar, en el trabajo desarrollado por el actor para la demandada, imprevistos o la de existencia grandes de acontecimientos proporciones aptas para dejarle secuelas, o que las tareas cumplidas o el ambiente donde se desempeñó, fueran anormales o que lo expusieran a situaciones estresantes en la medida necesaria para poder producir, acelerar o agravar esta dolencia. En el caso de autos se trata del cumplimiento normal y regular por parte del empleado de los deberes de diligencia y colaboración definidos en el art. 84 de la L.C.T.. En consecuencia, no resulta posible concluir que el trabajo haya sido el factor concausal de la hipertensión arterial diagnosticada, por ello opino – como lo adelantara- que debe acogerse el agravio en cuanto a esta dolencia. IV. En virtud de lo decidido en los considerandos precedentes, el porcentaje de incapacidad indemnizable será el equivalente al 20% de la t.o. asignado por el espondiloartrosis galeno al columnaria. actor La por la determinación definitiva del monto de condena se difiere al cálculo que se practicará en la oportunidad prevista en el art. 132 de la ley 18.345, observándose las pautas firmes del pronunciamiento de origen. V. En síntesis, con respaldo en las razones expuestas propugno en este voto: a) Modificar la sentencia apelada con los alcances que se desprenden del considerando IV que antecede; b)Decretar las costas de alzada por su orden atento la forma en que se resuelve. Así me pronuncio. El doctor Nogueira dijo: Que adhiere al voto precedente. Con lo que terminó el acto firmando los señores Jueces intervinientes y la Secretaria autorizante dejándose constancia que el doctor Carlos A. Vallefin no suscribe la presente por aplicación de lo dispuesto en el art. 125 de la Ley 18.345. La Plata, 15 de septiembre de 2009. Y VISTOS: POR TANTO: En mérito a lo que resulta del Acuerdo que cuya copia autenticada antecede, SE RESUELVE: a) Modificar la sentencia apelada con los alcances que se desprenden del considerando IV que antecede; b) Decretar las costas de alzada por su orden atento la forma en que se resuelve. Regístrese, notifíquese y devuélvase. Firmado jueces Sala III Dres. Carlos Alberto Nogueira-Antonio Pacilio NOTA (1): se transcribe a continuación: Poder Judicial de la Nación PODERJUDICIAL DE LA NACIÓN //la ciudad de La Plata a los 19 días del mes de septiembre de mil novecientos noventa y seis, reunidos en Acuerdo los Señores Jueces que integran la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de La Plata, toman en consideración el expediente nE 58 caratulado "A., J. R. c/Universidad Nacional de La Plata s/indemnización-enfermedad profesional", procedente del Juzgado Federal de Primera Instancia N*3 de Lomas de Zamora, Secretaría N* 7, para resolver el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de fs. 438/442 vta..El Tribunal establece la siguiente cuestión a resolver: ¿Se ajusta a derecho la sentencia apelada? Practicado el pertinente sorteo el orden de votación resultó: Dr. Antonio Pacilio, Dr. Héctor Gerardo Umaschi y Dr. Carlos Alberto Nogueira. EL DOCTOR PACILIO DIJO: I.La sentencia de grado otorgó andamiento a las aspiraciones indemnizatorias articuladas en el inicio, y ello provoca el alzamiento de la parte demandada quien expresa agravios a fs. 451/453 vta.. II.El juez de grado tuvo por acreditado un vínculo concausal entre el "stress" que se dice provocado por las tareas realizadas por el accionante y el infarto agudo de miocardio con secuela de insuficiencia cardíaca padecido por éste el 05.03.88, que lo incapacitara en forma total para el trabajo. La parte demandada se queja de dicha conclusión y, a mi juicio, con razón, paso a explicarme. La teoría de laindiferencia de la concausa surgió para dar satisfacción a ciertos casos de enfermedades causadas por el trabajo, en los que la existencia de una predisposición orgánica impedía atribuir sólo a aquel la calidad de causa de la incapacidad. Se ideó así un sistema que, acreditada la nocividad de la tarea o las condiciones de sus prestaciones, atribuía la incapacidad sólo a la causa laboral, desechando como indiferente la causa extra-laboral. Va de suyo que la llamada concausa laboral, es tal porque es, ante todo,causa, que concurre con otra u otras. Es decir, aunque parezca obvio, que debe poseer virtualidad lesiva por sí misma. No es dudoso que cualquier persona afectada por una enfermedad tendrá mejores posibilidades de eliminarla o controlar su evolución si no trabaja. De donde se infiere que, en mayor o menor medida, todo trabajo constituye un factor negativo para la salud del sujeto predispuesto a contraer enfermedades incapacitantes. Lo que no significa que, en todos los casos, deban ser considerados como factores concausales, a efectos de la aplicación de la ley especial de accidentes. Ello sólo ocurrirá cuando el tipo de trabajo o las condiciones ambientales sean eficaces por sí mismas para desencadenar el específico mal incapacitante (cfr. CNAT, Sala VI, S.D. 30.012 del 31.10.88).En tal orden de ideas memoro que el fundamento de la responsabilidad establecida en la ley 9688 reposa en el concepto de concausa como "factor eficaz". Como integrante de la Sala I de la Cámara Nacional del Trabajo, reiteradamente he sostendio que todo trabajo constituye en menor o mayor medida un factor negativo para la salud del sujeto predispuesto a contraer enfermedades incapacitantes, pero ello no significa que deba ser considerado "factor concausal". Para que esto acontezca es preciso que el tipo de trabajo o el medio ambiente laboral "sea eficaz por sí mismo" para desencadenar o agravar el específico mal incapacitante (ver autos "Acosta La Cruz c/Dirección Nacional de Construcciones Portuarias s/accid.", S.D. 60.839 del 21.01.92; id. "Marrone, Domingo c/Entel s/accid. ley 9688", S.D. 63.987 del 26.10.93; Sala VI, "Colombo c/YPF s/accid.", S.D. 30.082 del 31.10.88). También se ha dicho que no resulta equitativo apreciar al trabajo como concausa de ciertas afecciones por su incidencia en el stress, a menos que se pruebe que el tipo de tareas o las condiciones de su prestación configuran una causa de stress apreciablemente mayor que la que puede suponerse normal en la vida de una persona sometida al ambiente en que se mueve. Sólo en ese supuesto puede generarse responsabilidad laboral (CNAT, Sala III, 22.11.90 "Magliarini, Alfredo c/Entel" S.D. nov. 1991 nE 11). Desde dicha perspectiva, liminarmente tengo para mi que el actor no ha logrado acreditar que sus tareas fueran estresantes en la medida exigida legalmente para constituir concausa de su afección. En efecto, los testimonios vertidos en la causa en conjunción con lo informado por el perito agrónomo a fs. 22/37, revelan sintéticamente que las tareas que el actor realizaba en el campo experimental de la Universidad, consistían -en lo sustancial- en el cuidado y manejo de los animales y otras propias de la actividad agropecuaria camporil -que ordinariamente demandan jornadas extensascomo arado, siembra, desmalezado y enfardado. No se aprecia de dichos elementos de juicio que las condiciones de prestación de las tareas constituyesen una causa de stress mayor que la que pueda suponerse normal en la vida de Poder Judicial de la Nación una persona sometida al ambiente de campo, lo cual controvierte los alcances que el a quo atribuye a las historias clínicas que menciona y al certificado de fs. 9. En tal contexto, las opiniones vertidas por el perito médico (quien no se constituyó en el lugar de trabajo) referidas al stress que se dice provocado por las tareas y a su vinculación concausal con la dolencia, están expresando una consideración de orden científico en abstracto, carente de la virtualidad suasoria que pretende endilgársele. Por tal motivo no resulta posible concluir que el trabajo, haya sido el factor concausal del infarto y su secuela. Al respecto, entiendo que al no mediar la configuración de un hecho traumático la sola circunstancia que el episodio cardiológico haya comenzado a exteriorizarse mientras el actor desarrollaba tareas para la reclamada, no significa -de suyo- que aparezca la figura de la enfermedad accidente "indemnizable" ya que si bien el original campo de aplicación que se otorgó al "accidente de trabajo" se amplió hasta comprender aquella, en realidad no se incluyó todo tipo de enfermedad, sino solo las que podrían vincularse causal y/o concausalmente al hecho del tipo de trabajo. Memoro que le corresponde al trabajador probar la causalidad y más aún la concausalidad que puede existir entre su trabajo y la afección que padece cuando en ella se pretende basar la resolución del caso, dado que no es posible para el Juzgador querer, ante la carencia de ellas resolver el caso sobre la base de presunciones basadas en referencias e indicios hipotéticos o conjeturales, debido a que la aplicación jurisprudencial de la teoría de la concausa, basada en una razón de justicia, amplía el campo de responsabilidad legal, lo que hace necesario proceder con ponderación necesaria y en su virtud exigir la plena demostración de la relación afección-trabajo, por cuanto la responsabilidad emergente de la concausa, dentro de la ley 9688 pone a cargo del empleador la totalidad de la misma, y de la relación concausa-afección no se deriva esa integridad sino solo una parte, como su propia expresión lo pone de manifiesto (CNAT, Sala VII, S.D. 697, 27.02.81, "Ledesma, Francisco Amado c/FFAA s/cobro de pesos"; CNAT, Sala VII, S.D. 1070, 29.05.81, "Oliveri, Florencio c/SNIAFA S.A.I.C.F. s/enfermedad accidente"). En este sentido es dable hacer notar que si bien la teoría de la indiferencia de la concausa elimina la vinculacion directa en cuanto al origen de la afección con la ocupación, y amplía el ámbito de responsabilidad, solo lo hace siempre que se pruede que las condiciones ambientales, tarea cumplida y todo aquello relacionado con su ocupación específica ha desencadenado, favorecido o agravado la enfermedad, ya que, sin dicha prueba, no reúne la enfermedad genérica o común de cualquier persona el carácter de enfermedad accidente indemnizable (CNAT, Sala VII, S.D. 697, 27.02.81, "Ledesma, Francisco Amado c/FFAA s/cobro de pesos"). Para finalizar señalo que el stress o síndrome general de adaptación, es producido por las reacciones del organismo al adaptarse a las exigencias y modificaciones del entorno o de su propio interior, y no puede evitarse mientras subsiste la vida, ya que todo sistema viviente se adapta de modo constante a las variaciones internas y externas. Los factores laborales son una de las fuentes posibles de stress, pero a los fines de obtener la indemnización derivada de la ley de accidentes de trabajo es necesario que se acredite que la tarea que realizaba el actor requería grandes responsabilidades supuesto este que no surge evidenciado en el sub lite. Al influjo del análisis que antecede, no vacilo en afirmar que la pretensión recursiva articulada debe tener acogida favorable. III. Atento el resultado al cual arribo y lo dispuesto en el art. 279 del CPCC, debe dejarse sin efecto lo dispuesto sobre costas. En atención a lo prescripto en el art.68 del C.P.C.C., no hallando mérito para excepcionar el principio general consagrado en el citado artículo, se impone declarar las costas de ambas instancias a cargo del actor vencido. IV. En consecuencia, con respaldo en los argumentos expuestos, propugno en este voto: a) Revocar la sentencia apelada y en su mérito rechazar la demanda entablada por el señor A. contra la Universidad Nacional de La Plata en todas sus partes; b) Dejar sin efecto la imposición de costas efectuada en origen; c) Imponer las costas de ambas instancias como se indica en el apartado III. Así me pronuncio.LOS DOCTORES UMASCHI Y NOGUEIRA DIJERON: Que adhieren al voto precedente. Con lo que terminó el acto, firmando los señores Jueces intervinientes y la Secretaria autorizante. Firmado Jueces Sala III Dres. Carlos Alberto Nogueira.Antonio Pacilio. Héctor G.Umaschi. //Plata,19 de septiembre de 1996. Y VISTOS: POR TANTO: En mérito a lo que resulta del Acuerdo cuya copia autenticada antecede, SE RESUELVE: a) Revocar la sentencia apelada y en su mérito rechazar la demanda entablada por el Señor A. contra la Universidad Nacional de La Plata en todas sus partes; b)Dejar sin efecto la imposición de costasefectuada en origin; c) Imponer las costas en ambas instancias como se indica en el apartado III. Regístrese, notifíquese y devuélvase.Firmado Jueces Sala III Dres.Carlos Alberto Nogueira.Antonio Pacilio.Héctor G. Umaschi. Poder Judicial de la Nación Dra.Concepción Di Piazza de Fortín.Secretaria.