Causa y concausa: Concepto de causa: “relación existente entre el resultado y la acción, que permite afirmar que aquel ha sido producido por esta”. Teorías de la causalidad: teoría de la equivalencia de las condiciones o de la conditio sine qua nom (causa del resultado es toda condición que colabora en su producción y sin la cual aquel no se hubiera producido; Todas las condiciones tienen idéntica relevancia causal), teorías de la causalidad eficiente y de la causalidad adecuada (intentos teóricos de limitar la excesiva amplitud de la anterior teoría; teoría de la última condición; teoría de la condición más eficaz; Teoría de la causa adecuada: no todas las condiciones necesarias de un resultado son equivalentes y se reconoce como “causa adecuada” para ver determinado un nexo de causalidad relevante aquella que, según el curso natural y ordinario de las cosas, es idónea para producir el resultado (conf. Jorge Bustamante Alsina, Teoría General de la Responsabilidad Civil, Luis Diez Picaso: causa adecuada es aquella que, según el curso normal y ordinario de las cosas, resulta idónea para producir un resultado, debiendo regularmente producirlo La reforma del art. 906 del Código Civil por la ley 17.711 receptó la teoría de la causalidad adecuada y enseña Bustamante Alsina que para establecer cuál es la causa de un daño conforme esta teoría, es necesario formular un “juicio de probabilidad”, es decir que cabe considerar si tal acción u omisión del presunto responsable era idónea para producir regular o normalmente un resultado, juicio que debe hacerse en función de lo que un hombre de mentalidad normal, juzgada ella en abstracto, hubiese podido prever como resultado de su acto (Bustamante Alsina, ob. cit., pág. 264). Es que probabilidad es sinónimo de posible de suceder. Código Civil y Comercial: Art. 1726.- Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles. Art. 1727.- Tipos de consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y ordinario de las cosas, se llaman en este Código “consecuencias inmediatas”. Las consecuencias que resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman “consecuencias mediatas”. Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se llaman “consecuencias casuales”. 1. La teoría de la indiferencia de la concausa: sus dos reglas. a) no es necesario que el factor laboral sea la causa exclusiva de la patología incapacitante, bastando que haya participado agravando, exacerbando o sacando una enfermedad de su latencia o estado subclínico. Es la regla contraria al originario art. 22 de la ley 9688 bajo cuya vigencia no regía la indiferencia de la concausa. b) determinada la participación concausal del factor laboral en el estado de incapacidad actual, resulta indemnizable, en los términos de la tarifa legal, el total de esa Profesor Miguel Ángel Maza minusvalía sin que quepa limitar la reparación al grado de participación concausal del factor laboral. 2. Lao causalidad en las enfermedades en la ley 9688. 2. a) Art. 22 original ley 9688: “Cuando un obrero se incapacita para trabajar o muere a causa de una enfermedad contraída en el ejercicio de su profesión, tendrá derecho a la indemnización acordada por la ley...” y el último párrafo agregaba: “Las enfermedades profesionales deberán ser taxativamente enumeradas por el Poder Ejecutivo, en decretos reglamentarios, previo informe de las oficinas técnicas...”. Los incisos a) y b) del art. 22 además requerían, respectivamente, que la enfermedad sea declarada “efecto exclusivo de la clase de trabajo que realizó la víctima durante el año precedente a la inhabilitación”, al tiempo que se excluía el pago de la indemnización en caso de acreditarse “...que el obrero sufría esa enfermedad antes de entrar a la ocupación que ha tenido que acompañar...”. El artículo 149 del decreto reglamentario de la ley estableció: “Las enfermedades profesionales, que por ahora se comprenden a los efectos del art. 22, párrafo final de la ley, son: pneumoconiosis, tabacosis pulmonar, antrocosis, siderosis, saturnismo, cuprismo, arsenicismo, oftalmía amoniacal, sulfocarbonismo, hidrocaburismo, fosforismo, pústula maligna (o carbunclosa), dermatosis y anquilostomiasis”. Posteriormente, el decreto del 9 de febrero de 1932 incluyó la fiebre ondulante (brucelosis) y mediante decreto del 29 de abril de 1936 se añadieron los trastornos toxológicos debidos al radio y demás sustancias radioactivas, a los rayos X y a los epiteliomas primitivos de la piel originados por la manipulación o el empleo de alquitrán, de la brea, de los aceites minerales, de la parafina, o de compuestos, productos de esta sustancias. Por último, en virtud del decreto Nº 29.776 del 7 de noviembre de 1944 se incluyó el calambre profesional del telegrafista, o neuromio-trauma eléctrico. 2. b) Ley 18.913 del 15 de enero de 1971. Artículo 4º, conceptualizó a la enfermedad profesional como “...toda aquella que sea motivada por la ocupación en que se emplee el obrero o empleado...”. 3. Art. 2 párrafo 3º ley 24.028: “En caso de concurrencia de factores causales atribuibles al trabajador y factores causales atribuibles al trabajo, sólo se indemnizará la incidencia de estos últimos, la que será determinada por la autoridad administrativa o judicial según correspondiere”. párrafo 4º: “La indemnización será exigida del último empleador que ocupó al trabajador. Si la enfermedad por su propia naturaleza pudo ser contraída gradualmente, los empleadores anteriores que ocuparon al trabajador en la clase de trabajo causante de la enfermedad, estarán obligados a resarcir proporcionalmente al último empleador la indemnización pagada por éste, determinándose la proporción por arbitradores o juicio sumarísimo, si se suscitare controversia”. 4. Art. 6 ley 24.557 texto original: Apartado 2º: “Se consideran enfermedades profesionales aquellas que se encuentran incluidas en el listado de enfermedades profesionales que elaborará y revisará el Poder Ejecutivo anualmente, conforme al procedimiento del artículo 40 apartado 3 de esta ley. Profesor Miguel Ángel Maza El listado identificará agente de riesgo, cuadros clínicos y actividades, en capacidad de determinar por si la enfermedad profesional”. 5. Art. 6 según 1278/2000: apartado 2 a) “Se consideran enfermedades profesionales aquellas que se encuentran incluidas en el listado que elaborará y revisará el Poder Ejecutivo, conforme al procedimiento del artículo 40 apartado 3 de esta ley. El listado identificará agente de riesgo, cuadros clínicos, exposición y actividades en capacidad de determinar la enfermedad profesional”. Enfermedades no listadas: Art. 6 apartado 2 b): “Serán igualmente consideradas enfermedades profesionales aquellas otras que, en cada caso concreto, la Comisión Médica Central determine como provocadas por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de los factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo”. 6. Decreto 49/2014: a) Hernias: “La invocación de incapacidades preexistentes al inicio del vínculo laboral deberá acreditarse mediante el examen preocupacional confeccionado con arreglo a los requisitos exigidos por la Ley de Riesgos del Trabajo y demás normas aplicables”. “Cuando el examen no se hubiera realizado, y se demuestre la realización de actividades habituales con sujeción a las condiciones de exposición y valores límites arriba expuestos, se presumirá la vinculación causal con el trabajo, salvo que se acredite por medio fehaciente el carácter congénito o extralaboral de la dolencia o la concurrencia de factores concausales extralaborales, que en tal caso se desagregarán”. b) Disposiciones comunes: “Con relación a todas las enfermedades contempladas en este Anexo, en cada caso concreto el órgano encargado de la determinación de la incapacidad deberá establecer científicamente si las lesiones fueron provocadas por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de los factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo. Sólo se indemnizarán los factores causales atribuibles al trabajo, determinados conforme lo anteriormente indicado. Lo expuesto precedentemente es sin perjuicio del cumplimiento pleno de las prestaciones médico-asistenciales y sustitutivas de la remuneración en el período de Incapacidad Laboral Temporaria, cuando se demuestre la influencia causal de factores atribuibles al trabajo”. Profesor Miguel Ángel Maza