Causa y concausa - Página Web del Profesor Miguel Ángel Maza

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Causa y concausa:
Concepto de causa: “relación existente entre el resultado y la acción, que permite
afirmar que aquel ha sido producido por esta”.
Teorías de la causalidad: teoría de la equivalencia de las condiciones o de la conditio
sine qua nom (causa del resultado es toda condición que colabora en su producción y sin
la cual aquel no se hubiera producido; Todas las condiciones tienen idéntica relevancia
causal), teorías de la causalidad eficiente y de la causalidad adecuada (intentos teóricos
de limitar la excesiva amplitud de la anterior teoría; teoría de la última condición; teoría
de la condición más eficaz;
Teoría de la causa adecuada: no todas las condiciones necesarias de un resultado son
equivalentes y se reconoce como “causa adecuada” para ver determinado un nexo de
causalidad relevante aquella que, según el curso natural y ordinario de las cosas, es
idónea para producir el resultado (conf. Jorge Bustamante Alsina, Teoría General de la
Responsabilidad Civil,
Luis Diez Picaso: causa adecuada es aquella que, según el curso normal y ordinario de
las cosas, resulta idónea para producir un resultado, debiendo regularmente producirlo
La reforma del art. 906 del Código Civil por la ley 17.711 receptó la teoría de la
causalidad adecuada y enseña Bustamante Alsina que para establecer cuál es la causa de
un daño conforme esta teoría, es necesario formular un “juicio de probabilidad”, es decir
que cabe considerar si tal acción u omisión del presunto responsable era idónea para
producir regular o normalmente un resultado, juicio que debe hacerse en función
de lo que un hombre de mentalidad normal, juzgada ella en abstracto, hubiese
podido prever como resultado de su acto (Bustamante Alsina, ob. cit., pág. 264). Es
que probabilidad es sinónimo de posible de suceder.
Código Civil y Comercial:
Art. 1726.- Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo
adecuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal en
contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles.
Art. 1727.- Tipos de consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a
suceder según el curso natural y ordinario de las cosas, se llaman en este Código
“consecuencias inmediatas”. Las consecuencias que resultan solamente de la conexión
de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman “consecuencias mediatas”. Las
consecuencias mediatas que no pueden preverse se llaman “consecuencias casuales”.
1. La teoría de la indiferencia de la concausa: sus dos reglas.
a) no es necesario que el factor laboral sea la causa exclusiva de la patología
incapacitante, bastando que haya participado agravando, exacerbando o sacando una
enfermedad de su latencia o estado subclínico. Es la regla contraria al originario art. 22
de la ley 9688 bajo cuya vigencia no regía la indiferencia de la concausa.
b) determinada la participación concausal del factor laboral en el estado de
incapacidad actual, resulta indemnizable, en los términos de la tarifa legal, el total de esa
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minusvalía sin que quepa limitar la reparación al grado de participación concausal del
factor laboral.
2. Lao causalidad en las enfermedades en la ley 9688.
2. a) Art. 22 original ley 9688:
“Cuando un obrero se incapacita para trabajar o muere a causa de una enfermedad
contraída en el ejercicio de su profesión, tendrá derecho a la indemnización acordada
por la ley...” y el último párrafo agregaba: “Las enfermedades profesionales deberán ser
taxativamente enumeradas por el Poder Ejecutivo, en decretos reglamentarios, previo
informe de las oficinas técnicas...”.
Los incisos a) y b) del art. 22 además requerían, respectivamente, que la enfermedad
sea declarada “efecto exclusivo de la clase de trabajo que realizó la víctima durante el
año precedente a la inhabilitación”, al tiempo que se excluía el pago de la
indemnización en caso de acreditarse “...que el obrero sufría esa enfermedad antes de
entrar a la ocupación que ha tenido que acompañar...”.
El artículo 149 del decreto reglamentario de la ley estableció: “Las enfermedades profesionales, que por
ahora se comprenden a los efectos del art. 22, párrafo final de la ley, son: pneumoconiosis, tabacosis
pulmonar,
antrocosis,
siderosis,
saturnismo,
cuprismo,
arsenicismo,
oftalmía
amoniacal,
sulfocarbonismo, hidrocaburismo, fosforismo, pústula maligna (o carbunclosa), dermatosis y
anquilostomiasis”.
Posteriormente, el decreto del 9 de febrero de 1932 incluyó la fiebre ondulante (brucelosis) y mediante
decreto del 29 de abril de 1936 se añadieron los trastornos toxológicos debidos al radio y demás
sustancias radioactivas, a los rayos X y a los epiteliomas primitivos de la piel originados por la
manipulación o el empleo de alquitrán, de la brea, de los aceites minerales, de la parafina, o de
compuestos, productos de esta sustancias. Por último, en virtud del decreto Nº 29.776 del 7 de noviembre
de 1944 se incluyó el calambre profesional del telegrafista, o neuromio-trauma eléctrico.
2. b) Ley 18.913 del 15 de enero de 1971.
Artículo 4º, conceptualizó a la enfermedad profesional como “...toda aquella que
sea motivada por la ocupación en que se emplee el obrero o empleado...”.
3. Art. 2 párrafo 3º ley 24.028:
“En caso de concurrencia de factores causales atribuibles al trabajador y factores
causales atribuibles al trabajo, sólo se indemnizará la incidencia de estos últimos, la
que será determinada por la autoridad administrativa o judicial según correspondiere”.
párrafo 4º: “La indemnización será exigida del último empleador que ocupó al trabajador. Si la
enfermedad por su propia naturaleza pudo ser contraída gradualmente, los empleadores anteriores que
ocuparon al trabajador en la clase de trabajo causante de la enfermedad, estarán obligados a resarcir
proporcionalmente al último empleador la indemnización pagada por éste, determinándose la proporción
por arbitradores o juicio sumarísimo, si se suscitare controversia”.
4. Art. 6 ley 24.557 texto original:
Apartado 2º: “Se consideran enfermedades profesionales aquellas que se encuentran
incluidas en el listado de enfermedades profesionales que elaborará y revisará el Poder
Ejecutivo anualmente, conforme al procedimiento del artículo 40 apartado 3 de esta ley.
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El listado identificará agente de riesgo, cuadros clínicos y actividades, en capacidad de
determinar por si la enfermedad profesional”.
5. Art. 6 según 1278/2000:
apartado 2 a) “Se consideran enfermedades profesionales aquellas que se encuentran
incluidas en el listado que elaborará y revisará el Poder Ejecutivo, conforme al
procedimiento del artículo 40 apartado 3 de esta ley. El listado identificará agente de
riesgo, cuadros clínicos, exposición y actividades en capacidad de determinar la
enfermedad profesional”.
Enfermedades no listadas:
Art. 6 apartado 2 b): “Serán igualmente consideradas enfermedades profesionales
aquellas otras que, en cada caso concreto, la Comisión Médica Central determine como
provocadas por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo la
influencia de los factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo”.
6. Decreto 49/2014:
a) Hernias:
“La invocación de incapacidades preexistentes al inicio del vínculo laboral deberá
acreditarse mediante el examen preocupacional confeccionado con arreglo a los
requisitos exigidos por la Ley de Riesgos del Trabajo y demás normas aplicables”.
“Cuando el examen no se hubiera realizado, y se demuestre la realización de
actividades habituales con sujeción a las condiciones de exposición y valores límites
arriba expuestos, se presumirá la vinculación causal con el trabajo, salvo que se
acredite por medio fehaciente el carácter congénito o extralaboral de la dolencia o la
concurrencia de factores concausales extralaborales, que en tal caso se
desagregarán”.
b) Disposiciones comunes:
“Con relación a todas las enfermedades contempladas en este Anexo, en cada caso
concreto el órgano encargado de la determinación de la incapacidad deberá establecer
científicamente si las lesiones fueron provocadas por causa directa e inmediata de la
ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de los factores atribuibles al trabajador
o ajenos al trabajo. Sólo se indemnizarán los factores causales atribuibles al trabajo,
determinados conforme lo anteriormente indicado. Lo expuesto precedentemente es sin
perjuicio del cumplimiento pleno de las prestaciones médico-asistenciales y sustitutivas
de la remuneración en el período de Incapacidad Laboral Temporaria, cuando se
demuestre la influencia causal de factores atribuibles al trabajo”.
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