Exploración de Plantas en Los Bosques Húmedos Tropicales

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Exploración de Plantas en Los Bosques Húmedos Tropicales
Durante nuestra expedición botánica al Parque Nacional Natural Las Orquídeas en Colombia, cada
día estamos más acostumbrados a las fuertes condiciones. Es húmedo y cálido, y las montañas y
colinas que nos rodean parecen como innumerables pliegues sobre un manto de vegetación sin
fin, atravesada por numerosos ríos y arroyos. Estamos colectando plantas en el interior de los
bosques colombianos de los Andes y el Choco, ambos hacen parte de las regiones más
amenazadas, poco conocidas y mega diversas del mundo.
En el descenso al Parque Nacional Las Orquídeas atravesamos los bosques de niebla húmedos y
fríos, maravillados ante la imponencia de los helechos arborescentes y los verdaderos árboles
como los robles nativos y los laureles envueltos por la niebla. Los bosques nublados de montaña
son cruciales para mantener el balance hídrico de la región, previniendo deslizamientos de tierra e
inundaciones. Sin embargo, los bosques nublados han sido reducidos al 10% de su extensión
original. Sorprendentemente, los bosques que nosotros atravesamos no están en tan mal estado.
Algunos árboles considerados maderas finas, y ahora incluidos en la lista roja de especies
amenazadas, se pueden observar aquí y allá. Por cuánto tiempo estos bosques amenazados van a
durar, no lo sabemos, pero cada vez que viajamos a esta región en general nos hemos encontrado
con madereros que derriban grandes vigas de madera; esta vez no es la excepción.
Las epifitas, plantas que crecen sobre otros árboles sin afectarlos, son las más diversas, pero
también las formas de vida menos colectadas en los bosques pluviales, son un bosque en lo alto
del bosque. El PNN Las Orquídeas es especialmente rico en epifitas, y las orquídeas son
principalmente importantes entre este grupo. Estimamos que podría haber hasta 500 especies
diferentes de orquídeas en el parque y que el 8 o 10% de ellas son probablemente nuevas para la
ciencia. Aquí nos encontramos orquídeas increíblemente hermosas como las especies de Dracula,
Masdevallia o la diminuta y compleja Lepanthes calodictyion con solo una hoja del tamaño de una
moneda de un dólar y flores de alrededor de dos milímetros de largo. Las orquídeas tienen flores
altamente modificadas que se adaptan a un polinizador específico, a veces imitando
perfectamente la pareja de un insecto. Por lo tanto, encontrar una clara muestra de la variación en
forma, tamaño y modificación revela la complejidad evolutiva de estos ecosistemas y su
importancia. Aunque no es tan obvio para nosotros hasta que la crisis de abejas amenazaba con
reducir la producción de cultivos en Estados Unidos, preservar la interacción entre plantas y
animales es crucial para la supervivencia del ecosistema.
Debido a que el parque cuenta con un amplio gradiente altitudinal y consecuentemente un rango
de vegetación, desde los 300 metros sobre el nivel del mar hasta los 3200, nosotros también
viajamos a través de los bosques tropicales de tierras bajas. La alta diversidad de plantas en el
oeste de Colombia esta correlacionada con la elevada pluviosidad, y algunas partes de esta región
son consideradas super-humedas; de hecho, no lejos del parque se encuentra Tutunendo,
conocido por ser el lugar más húmedo del mundo. La precipitación anual en el Parque Nacional
Natural Las Orquídeas es de 118.11 a 157.48 pulgadas (3,000-4,000 mm) y prácticamente en
cualquier época del año el parque puede ser empapado por lluvias torrenciales, obstruyendo los
caminos del bosque con barro y agua y haciendo imposible el cruce de los ríos. Este último año ha
sido inusualmente lluvioso en Colombia, alcanzando máximos históricos en la precipitación día tras
día. Hemos programado nuestra expedición para que coincida con la época menos lluviosa; sin
embargo los caminos son traicioneros, llenos de lagunas profundas y barro muy pegajoso.
Después de unos pocos días de un clima excelente con cielos soleados y temperaturas no muy
altas, experimentamos una fuerte lluvia que inicio en la noche y continúo al siguiente día. Después
que la lluvia paso, a 800 metros de altura, nosotros despertamos en un clima diferente, un lugar
frio cubierto por una niebla espesa que ocultaba la vegetación alrededor. Esto es lo que llamamos
bosque nublado de tierras bajas, y lugares como este tienden a tener una notable diversidad. Para
mantenernos calientes llevábamos nuestras chaquetas gruesas y bebíamos con más frecuencia la
bebida de caña de azúcar caliente “agua panela”, que es una bebida común en las zonas rurales
de Colombia; bloques hechos de los azucares obtenidos de la caña de azúcar que son hervidos en
agua y a veces se le añade canela, limón, y las hojas de plantas locales que infunden un sabor
picante o acido.
Con la fuerte lluvia el rio cercano a la estación de campo creció bastante y cambio de azul
profundo a café, arrastrando sedimentos y fluyendo con bastante fuerza que desconecta el
rudimentario sistema de tubería que abastece de agua la estación de campo. La lluvia también
llevo una diminuta rana cristal hasta nuestro grifo del lavaplatos; no más de una pulgada de larga,
la piel de esta pequeña rana esmeralda es tan delgada y traslucida que podemos ver su estructura
ósea. En esta región los ríos suelen desbordarse y el agua de escorrentía drena libremente sobre la
superficie del suelo, después que la lluvia paso, vimos escuelas de natación de pequeños peces en
los senderos lejos del rio, escondiéndose de nosotros a medida que caminamos a través del agua
que corre.
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