minería págs 66 / 67 La empresa de Calama lleva 15 años reciclando baterías de plomo-ácido para abastecer de ánodos a la minería chilena. Una industria que no está del todo regularizada y que todavía cuenta con un tráfico informal de residuos. Por: Matías Marambio F | Recimat Apuesta por el reciclaje industrial Jun 2014 ueron las necesidades en los procesos del sector minero las que hace 15 años llevaron al Grupo Inppamet Electrodos EW a crear en Calama una nueva empresa de reciclaje ambiental de residuos peligrosos: Recimat. Desde entonces, esta nueva empresa se ha dedicado a recoger, fundir y reciclar diversos residuos generados por los procesos metalúrgicos de la minería, tales como borras anódicas y ánodos fuera de desuso. Junto con eso, y debido a la necesidad de Chile de dar un tratamiento y disposición final a las baterías de plomo-ácido fuera de uso, Recimat amplió sus procesos para tratar adecuadamente este residuo. Para esto en 2007 instaló maquinarias de alta eficiencia para el reciclaje de baterías de plomoácido, residuo que, según explica Ivo Ivicevic, gerente de Medio Ambiente de Recimat, a la fecha se disponía y se exportaba sin ninguna regulación. De esta forma, en la actualidad se recicla casi el 90% de este material peligroso, “pero todavía no se erradica la exportación ilegal hacia los países vecinos de este material”, agrega Ivicevic. Este reciclaje no sólo ha contribuido al tratamiento de residuos, sino también le ha permitido a Recimat abastecer las necesidades de ánodos a la minería chilena y disminuir así al mínimo la importación de plomo primario desde Chile, evitando el ingreso de este elemento químico considerado peligroso al territorio nacional. “Tenemos una capacidad de tratamiento de 2.000 toneladas mensuales, la que podría tratar el 100% de este residuo a nivel nacional”, dice el ejecutivo. Aunque el mayor generador de este residuo –baterías de automóviles– es el rubro del transporte, arriendo de ve- Ivo Ivicevic, gerente de Medio Ambiente de Recimat. hículos, mantenciones, entre otros, las baterías de autos no son las únicas que contienen plomo, existiendo otro tipo de baterías que contienen este mineral, como las de tracción, unidades de respaldo, generadores, las que suelen ser de mayor tamaño. Una vez recolectadas estas baterías, en primera instancia se someten a un proceso de separación de sus componentes, en donde el principal es el plomo, el cual se ingresa a un horno de fundición y posteriormente es refinado, obteniéndose plomo puro para la fabricación de ánodos nuevos para la minería. Junto con eso también se obtiene plástico y ácido sulfúrico. El primero pasa por varios procesos de limpieza y se paletiza para su venta, mientras que el segundo se neutraliza generando sulfato de calcio (yeso) y se dispone como residuo industrial. “Nuestros procesos nos permiten abastecer en un 100% a una de las empresas más importante del mundo en fabricación de plomo como es el caso de Inppamet, donde la política del holding y principal restricción es no comprar plomo en mercados internacionales, sino que siempre reciclarlo, manteniendo el círculo de los sistemas. Por eso las empresas cupríferas nos prefieren para tratar sus residuos peligrosos consistentes en plomo y por otro lado, recuperamos todo el plomo que existe disperso en nuestro país a través de baterías de plomo-ácido. Por lo mismo podemos decir a cabalidad que somos una empresa sustentable, ya que no incorporamos Jun 2014 minería pág 68 “Nuestros procesos nos permiten abastecer en un 100% a una de las empresas más importante del mundo en fabricación de plomo como es el caso de Inppamet, donde la política del holding y principal restricción es no comprar plomo en mercados internacionales, sino que siempre reciclarlo, manteniendo el círculo de los sistemas, señala Ivo Ivicevic, gerente de Medio Ambiente de Recimat. este metal a Chile y además lo eliminamos como residuo en todos sus aspectos de generación”, asegura Ivicevic. Desafíos de la industria Uno de los problemas que afecta a la industria del reciclaje en Chile es el tráfico informal de residuos, principalmente en el norte del país. “En el caso de las baterías, el problema se concentra en Putre, zona que se usa para pasarlas fuera del país. Ahí interviene la PDI, quienes decomisan y finalmente culminan con un informe a la Fiscalía. Este último organismo nos informa y de esta manera ofrecemos el servicio de destrucción del material incautado con la aprobación de la Seremi de Salud regional”, cuenta el ejecutivo de Recimat. Sin embargo, Putre es una de las tantas salidas de baterías fuera del país, ya que existen muchas más. En este sentido, según Ivicevic falta más cooperación e intervención de los organismos del Estado con competencia en este tema, partiendo desde la primera línea, el recolector informal. “Actualmente en el país se mueven cerca 2.000 toneladas mensuales de baterías provenientes del mercado informal, donde no hay una preocupación de un correcto almacenaje ni disposición final. En este sector, principalmente Jun 2014 gobernado por chatarreros, sólo prima el concepto de precio que es la gran preocupación, ya que estamos hablando de un residuo altamente peligroso, que contiene plomo y ácido sulfúrico que contamina a las personas, animales y suelos. En este caso, como el residuo sale principalmente por la frontera del altiplano, se elimina el ácido sulfúrico directamente en zonas de reservas y en ríos cercanos, aguas que son utilizadas para la agricultura de los poblados de sector”, denuncia. Para atacar este problema, la empresa considera que falta una mayor fiscalización de la norma existente, y una mayor coordinación entre los distintos organismos de competencia ambiental. “Hemos encontrado exportación de residuos peligrosos tales como ánodos de plomo fuera de uso, que es altamente tóxico ya que contiene cobre metálico, plomo metálico y adherido a la plancha óxidos de plomo o sulfatos de plomo que son muy contaminantes. También se ha exportado borras ánodos (óxidos o sulfato de plomo). Todas estas exportaciones se han realizado incumpliendo el compromiso con la OCDE y los principios del Convenio Basilea, de tratar los residuos peligrosos en los lugares más cercanos a su generación y en país de origen”, señala Ivicevic. En ese sentido, el ejecutivo agrega que debiese existir una normativa específica sobre el uso de residuos peligrosos plomados mineros, ampliando el decreto N° 2 que aborda la prohibición de la exportación de baterías de plomo-ácido. Un punto clave en esta discusión es el proyecto de Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), en la que el productor se hace cargo de los residuos asociados a su producto. Para Ivicevic es un gran avance en términos de responsabilizar a los generadores o importadores de un determinado producto. “Con esta legislación, los productores estarán obligados a preocuparse no sólo de la venta sino de crear una cadena de logística inversa, en la que el reciclaje sea parte de la solución para el manejo de la vida final del producto. Además incentivaría la aplicación de un principio llamado ‘de la cuna a la tumba’, que consiste justamente en preocuparse de la fabricación del producto y luego de su uso, del desecho que genera”, señala. En el caso de las baterías de plomoácido fuera de uso, en Chile existen sólo dos empresas autorizadas, Recimat ubicada en Calama y otra empresa en San Antonio.