DICTAMEN D.A.T. 53/06 Buenos Aires, 3 de octubre de 2006 Fuente: página web A.F.I.P. Dirección General Impositiva. Dirección de Asesoría Técnica. Impuesto a las ganancias. Beneficiarios del exterior. Retención. Intereses pagados por préstamos de entidades financieras del exterior. Mutuo. Adquisición de paquete accionario de sociedad del exterior. Rentas de fuente argentina. Texto: I. Las presentes actuaciones tienen su origen en la presentación efectuada por la firma del asunto en los términos de la Res. Gral. A.F.I.P. 1.948/05, mediante la cual consulta acerca del tratamiento que cabe dispensar en el impuesto a las ganancias, a los intereses que serán pagados en forma semestral por la rubrada a varios bancos del exterior, producto de un contrato de préstamo que tiene como único y exclusivo objeto financiar la adquisición del paquete accionario de una sociedad mexicana denominada “X.X.” S.A. de C.V. Más precisamente consulta si dicha renta obtenida por ciertos sujetos del exterior (prestadores), puede encontrarse alcanzada por lo dispuesto en el Tít. V de la Ley de Impuesto a las Ganancias - Beneficiarios del exterior y, en su caso, si corresponde aplicar el mecanismo de ingreso dispuesto en el art. 91 de dicha norma legal. Al respecto describe que el movimiento de los fondos en cuestión se realizó de acuerdo con lo normado por el Banco Central de la República Argentina en materia de regulación cambiaria, lo cual involucra “... ingresar al país las divisas provenientes de dicho crédito y girarlas luego al exterior, por el mismo valor por el cual habían sido ingresadas, neto de impuestos y gastos, debido a las características particulares de la operación...”. Agrega, asimismo, que esto es así por cuanto la Com. B.C.R.A. “A” 3.712 y sus modificaciones del Banco Central de la República Argentina, establece la obligatoriedad de la liquidación de divisas en el Mercado único y libre de cambios, cuando éstas fueran originadas por operaciones de endeudamiento financiero del sector privado. Recuerda que el contrato “... se pactó en forma expresa que cualquier otra utilización de los fondos que no sea la compra de acciones de ‘X.X.’ S.A. producirá la anulación de las operaciones del préstamo”. Posteriormente y luego de analizar distintas normas legales y variada doctrina y jurisprudencia, concluye según su parecer, que en las mismas se “... ha otorgado preeminencia al lugar de utilización económica del capital que devenga los intereses, a los efectos de determinar el origen de la renta para los beneficiarios del exterior que los perciben”. En tal sentido, alude a fallos donde se determinó que los intereses girados a prestamistas del exterior son de fuente argentina cuando el préstamo tomado ha sido utilizado económicamente en nuestro país. Asimismo, señala que el “... propio Fisco en el Dict. D.A.T. 85/02, al analizar la fuente de las ‘comisiones de compromiso’ que se abonan a entidades financieras del exterior por mantener fondos en el exterior a disposición de sujetos del país, concluyó ‘... que no existe una utilización económica en la Argentina del dinero por el cual se paga la comisión de marras, en tanto esos pagos se efectúen por el lapso que va desde la fecha de puesta a disposición del préstamo hasta la utilización del mismo...’”. En función de tales fundamentos, concluye que “... los ingresos obtenidos por entidades financieras del exterior, generados por el otorgamiento de un préstamo financiero a la sociedad local ‘S.R.’, con el único y exclusivo objeto de facilitar la adquisición del paquete accionario de una sociedad domiciliada en el exterior, no constituyen renta de fuente argentina para dichos beneficiarios, encontrándose excluidas de las previsiones establecidas en el Tít. V de la Ley de Impuesto a las Ganancias”. II. Cabe en primer término advertir que este Servicio Asesor abordará el tema desde un punto de vista teórico, de acuerdo con la información brindada por la solicitante y sin llevarse a cabo verificación alguna. Realizadas que fueran dichas observaciones, seguidamente pasaremos a analizar el tema consultado a la luz de las disposiciones legales vigentes en la especie. Al respecto, es de hacer notar que de acuerdo al tercer párrafo del art. 1 de la Ley de Impuesto a las Ganancias (t.o. en 1997 y sus modificaciones) los “... no residentes tributan exclusivamente sobre sus ganancias de fuente argentina, conforme lo previsto en el Tít. V”. Corresponde observar que en el caso bajo análisis nos encontramos frente a rentas recibidas por entidades financieras que revisten la calidad de sujetos no residentes en el país, por lo que dichos ingresos sólo se encontrarán sujetos a imposición en la medida que se consideren provenientes de fuente argentina. A tales efectos, el art. 5 de la ley del gravamen establece: “En general, y sin perjuicio de las disposiciones especiales de los artículos siguientes, son ganancias de fuente argentina aquéllas que provienen de bienes situados, colocados o utilizados económicamente en la República, de la realización en el territorio de la Nación de cualquier acto o actividad susceptible de producir beneficios, o de hechos ocurridos dentro del límite de la misma, sin tener en cuenta nacionalidad, domicilio o residencia del titular o de las partes que intervengan en las operaciones, ni el lugar de celebración de los contratos”. Por su parte, el art. 9 de la reglamentación del gravamen dispone: “En general y sin perjuicio de las disposiciones especiales de la ley y de este reglamento, son ganancias de fuente argentina: ... b) los intereses provenientes de depósitos bancarios efectuados en el país; los intereses de títulos públicos, cédulas, Bonos, Letras de Tesorería u otros títulos valores emitidos por la Nación, las provincias, las municipalidades o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; los dividendos distribuidos por sociedades constituidas en el país; el alquiler de cosas muebles situadas o utilizadas económicamente en el país; las regalías producidas por cosas situadas o derechos utilizados económicamente en la República Argentina; las rentas vitalicias abonadas por entidades constituidas en el país y las demás ganancias que, revistiendo características similares, provengan de capitales, cosas o derechos situados, colocados o utilizados económicamente en el país; ....” Asimismo, destaca su segundo párrafo que “...se considerarán ganancias de fuente argentina las generadas por créditos garantizados con derechos reales que afecten a bienes situados en el exterior, cuando los respectivos capitales deban considerarse colocados o utilizados económicamente en el país”. Ahora bien respecto al criterio de vinculación para intereses abonados a financistas extranjeros, cabe señalar que destacada doctrina entiende que la localización económica del hecho imponible se relaciona directamente con el domicilio del deudor. Así pues, Carlos Raimondi y Adolfo Atchabahian, refiriéndose al contrato de mutuo, explican que “... habiendo pasado los bienes o el dinero al dominio del mutuario, no puede hablarse de ganancia proveniente de ellos, pues no le pertenecen. La fuente de la ganancia es el crédito contra el mutuario” (Cfr. “El impuesto a las ganancias”, Tercera Edición, Editorial De Palma, Año 2000, pág. 107). Añadiendo: “La ley recurre al criterio de colocación de un capital o valor: aun cuando no define ni uno ni otro término, entendemos les es aplicable el significado atribuido en el lenguaje corriente, según el cual un capital prestado está colocado en el lugar donde reside el deudor” (Op. Cit., págs. 107 y 108). Más adelante, afirman que “Puede existir divergencia entre el lugar de colocación de un capital (en depósito o en préstamo), y el lugar de su utilización: el primero coincide, cabe suponer, con el domicilio del deudor, mientras el segundo depende de los lugares donde el deudor tenga sus activos. En el caso de empresas no es posible vincular ninguna parte de su pasivo (constituye una universalidad) con parte alguna de su activo (otra universalidad), salvo en razón de convenciones arbitrarias” (Op. Cit., Pág. 113). Consecuentemente, sostienen que “... la noción de utilización sólo es aplicable a los derechos concedidos para el uso de conocimientos y otros similares, cuya explotación es otorgada a cambio de un precio”, siendo que en el caso de capitales “... solo puede hablarse del lugar de colocación ...” y que en tales circunstancias “... no cabe hablar de lugar de utilización de los capitales” (Op. Cit., págs. 113 y 116). No obstante, advierten que la ley carece de definición general sobre la forma de determinar el lugar de colocación, estimando allí que “Colocar un capital significa confiar o entregar ese bien a cambio de una promesa: es una operación donde prevalece la solvencia del deudor, y el concepto moral que este merezca. Tal entrega al colocar el capital se realiza con alguien, o en manos de alguien. Se trata de una colocación que no tiene otro lugar de realización sino en el domicilio de alguien, que no es otro que el deudor”. De esta forma concluyen que “... toda vez que, de acuerdo con la ley, el lugar de la fuente es el de la colocación del capital, resultan de fuente argentina las ganancias provenientes de capitales prestados a una persona o empresa domiciliada en el país, o invertidos en un ente domiciliado en el país” (Op. Cit., Pág. 116). Por su parte, Enrique Reig cita en su obra “impuesto a las ganancias” un estudio efectuado por E.M. Pasman donde, refiriéndose a intereses, “....ofrece una regla práctica que permite, en la segunda categoría, definir con cierta precisión el criterio de fuente: es la de determinar el lugar donde la retención del impuesto debería hacerse ya que el sistema de la retención está edificado sobre la base de las ventajas que reporta al Fisco el pago del impuesto en la fuente; señala que de esa manera será fácil decidir casos dudosos y la fuente se encontrará generalmente en el lugar donde reside quien paga tales rentas” (Impuesto a las ganancias; Enrique Reig, Jorge Gebhardt, Rubén Malvitano; Undécima Edición; Ediciones Macchi; Pág. 99). Ahora bien, respecto al Dict. D.A.T. 85/02, mencionado por la consultante, cabe manifestar que en dicha oportunidad no se relacionó el concepto de utilización económica con el hecho de la colocación o no de un capital en nuestro país, sino con la prestación de un servicio por parte de un sujeto no residente. Así fue que se expresó que la “... comisión de compromiso se abona por fondos que no ingresan al país, sino que están disponibles en el exterior sin ser utilizados económicamente en el país y la obligación a la retribución por parte de tomador surge en razón de la no utilización del préstamo puesto a disposición. Es decir no hay un capital colocado en el país sino una actividad realizada en el exterior”. En cuanto a la jurisprudencia citada por la firma, si bien en todos los fallos aludidos se menciona el criterio de utilización económica de los fondos para determinar el origen de la fuente, esta utilización es definida en función del país de residencia del deudor como lugar de colocación del capital. Así pues, en la causa “Acindar Industria Argentina de Aceros S.A.”, de fecha 1/10/81, la Cámara Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala III, hizo prevalecer el poder de imposición que corresponde al país donde se “colocaron” los capitales. Dicho temperamento resulta, a nuestro entender, compatible con la opinión de Pasman citada por Reig ut supra, en el sentido de que, en los supuestos de rentas surgidas de la colocación de capital, el origen de la fuente esta íntimamente relacionado con el lugar de residencia de quien paga dichas rentas. Por todo lo expuesto y en el entendimiento que el capital suministrado en el marco de un contrato de préstamo internacional no se encuentra colocado en otro lugar que el correspondiente al domicilio del deudor –pues como dijera la doctrina es una operación donde prevalece la solvencia del mismo y la confianza que éste merezca–, esta asesoría concluye que los intereses generados por dicha operatoria constituyen rentas de fuente argentina y, por lo tanto, resultan pasibles del régimen de retención previsto por el Tít. V de la Ley de Impuesto a las Ganancias (t.o. en 1997 y sus modificaciones).