Créditos académicos Ignacio Vélez Facultad de Ingeniería Industrial Politécnico Grancolombiano 11 de noviembre de 2003 Introducción Cuando se habla del sistema de créditos muchas personas consideran que es una gran novedad pedagógica. A mi juicio no lo es. En todos los tiempos el maestro ha esperado que su alumno dedique un cierto esfuerzo en tiempo y mental para aprender su materia. Entonces el asunto lo podemos resumir en los siguientes temas: 1. Aprender 2. Trabajar 3. Exigir 4. Planear el trabajo del estudiante 5. Planear el trabajo por parte del docente Esto nos permitirá responder las siguientes preguntas: ¿Qué cantidad de trabajo debe aportar el estudiante promedio para aprender la materia? ¿Qué le debo exigir a mi estudiante para que aprenda la materia? ¿Puede un estudiante dejar el trabajo que requiere la materia para hacerlo la noche anterior al examen? ¿Qué cantidad y calidad de trabajo asigno a mi estudiante para que aprenda la materia? Olvidarse de los créditos Para entender el “sistema de créditos” lo primero que se debe hacer es olvidarse de ellos. Los créditos son lo de menos. Hay que olvidarse de los créditos para llegar a ellos. ¿Son los créditos una novedad? No. El crédito es una forma de medir todo lo que se planteó arriba. No es necesario que existan los créditos en una universidad para que hablemos de aprender, de trabajar, de exigir, de planear el trabajo por parte del docente y del estudiante. Si nuestros profesores se centran en definir los contenidos, en las actividades propicias para el aprendizaje, en los niveles de exigencia para que los estudiantes desarrollen el proceso de aprendizaje y en los mecanismos de control para que ello ocurra, estamos haciendo una labor pedagógica adecuada que redundará en un efectivo proceso de aprendizaje. El maestro deberá calibrar bien la cantidad de trabajo que se requiere para que su estudiante (en promedio), aprenda su materia. De este punto en adelante, los créditos terminan siendo un accidente. Lo importante es el proceso mencionado arriba. Qué no son los créditos Parece haber mucha confusión respecto a lo que son o no son los créditos y en las siguientes líneas pretendo aclarar lo que no son, a saber: 1. Un crédito no mide la importancia que un decano o profesor quiere asignarle a una materia. 2. Un crédito no tiene relación directa con las horas de clase dictadas. 3. Un crédito no es un número mágico que dice cuántas horas debe trabajar el estudiante por fuera en relación con las horas de clase. Entonces, qué es el crédito académico El crédito académico es una unidad de medida del trabajo que tiene que hacer un estudiante para aprender bien una materia. La universidad ofrece recursos adecuados para la formación del estudiante: profesores, biblioteca, salas de cómputo, etc. Sin embargo, esto será inútil si no somos conscientes de la responsabilidad del estudiante en el proceso. El plan de estudios debe estar diseñado para que nuestro estudiante trabaje unas 50 horas semanales entre asistencia a clase y estudio independiente. Para lograr esto el estudiante debe estudiar antes y después de clases. 2 Definición de la carga académica Teniendo en cuenta que para aprender se debe dedicar una cierta cantidad de esfuerzo y de tiempo, entonces desde el inicio de la Facultad de Ingeniería Industrial hemos insistido en exigir mucho trabajo al estudiante. Decíamos que se requería un trabajo de 2 horas de trabajo independiente por cada hora de clase. Ya podemos refinar esa solicitud. Hemos establecido la carga académica basados en la estimación por parte de los profesores del tiempo de trabajo que se necesita para aprender a cabalidad cada materia. A partir de esta información se determinan los créditos académicos. Énfasis en el trabajo independiente En concordancia con lo planteado en el perfil de nuestros egresados, el trabajo por créditos permite asignar a los estudiantes cargas de trabajo independiente y además por política, permite dar preponderancia al trabajo por fuera de clase sobre la actividad presencial en el salón de clase. Medición de la carga de trabajo ¿Cómo sabemos si el curso de Ética o de Investigación de Mercados de una universidad es equivalente al de otra? Una primera aproximación es mirar el contenido. Pero eso no es suficiente. Si creemos que la gente aprende por la cantidad de esfuerzo que le dedica a ese proceso, entonces además del contenido debemos mirar qué tanto esfuerzo debía dedicar el estudiante a esa materia y qué tanto esfuerzo eficaz y efectivo le dedicó. Lo primero, con la cantidad de tiempo necesario para aprenderla. Lo segundo, lo podemos estimar con la nota obtenida. De manera que en lugar de tener que decir que cierta materia requiere 150 horas de trabajo entre asistencia a clase y esfuerzo individual, hemos acordado una convención general (universal) que indica con un número la cantidad de trabajo. Para poder comparar programas y materias de una facultad o de una universidad a otra debemos 3 tener una convención para verificar si el trabajo de un estudiante es equivalente al desarrollado en una u otra universidad. Para ello se ha definido una unidad de medida: el crédito académico. Un crédito equivale a 48 horas de trabajo al semestre. En nuestra universidad se tienen 15 semanas de trabajo de clase por semestre y se conoce la cantidad de tiempo que se requiere para aprender una materia. Reconociendo ue los créditos no son una medida de la importancia subjetiva de la materia, podremos entonces calcular el número de créditos de una materia en particular. Cálculo del número de créditos Tabla 1. Cálculo de créditos Horas para Cálculo de créditos Créditos enteros aprender el tema (Horas)/48 50 1,0416667 1 100 2,08333333 2 150 3,125 3 200 4,16666667 4 Tabla 2. Horas totales y horas de clase Horas de Créditos Horas totales Horas clase: clase/semana 48 × Créditos 15 × hrs. Semanales 3 2 96 45 3 3 144 45 3 4 192 45 4 4 192 60 Tabla 3. Cálculo del tiempo por fuera de clase Horas de Créditos Horas fuera = Horas fuera semanal Horas fuera/ clase semana hrs. Total - hrs. clase Hrs. Fuera/15 Hora clase 3 2 51 3,4 1,13 3 3 99 6,6 2,20 3 4 147 9,8 3,27 4 4 132 8,8 2,20 4 Esta es la parte más sencilla del análisis. El trabajo es ahora “llenar” el tiempo del estudiante con actividades que le faciliten el proceso de aprendizaje. Estas actividades son tanto la asignación de lecturas para preparar la clase, como talleres, laboratorios, visitas, trabajo de campo, búsqueda de información en diferentes modalidades. Este es un proceso iterativo. Tenemos un primer cálculo de lo que se puede necesitar para aprender la materia. Podemos calcular el tiempo de clase que se requiere. La diferencia es lo que debe hacer el estudiante por fuera. Nos toca “llenar” esas horas por fuera. Una primera aproximación 1. Hacer una parcelación clase por clase. 2. Determinar qué espero que el estudiante estudie o trabaje para esa clase. 3. Asignar a cada tema la cantidad de lecturas (en número de páginas), trabajos de investigación, averiguaciones, visitas, tareas, etc. 4. Asignar un estimado del número de horas que debería dedicar el estudiante a cada actividad. 5. Sumar el tiempo de trabajo asignado. 6. Sumar las horas de clase a lo anterior y dividir por 48. 7. Esto debe indicar el número de créditos. ¿Hay que reducir temas? ¿Aumentar? ¿Reducir tiempo de clase y aumentar trabajo por fuera? 8. Verificar y repetir el proceso hasta quedar satisfecho. 9. Sume la cantidad de tiempo que se requiere para todas las materias del semestre. Si no está alrededor de 750-900 horas por semestre o 50-60 horas semanales, hay que revisar. 5 Preguntas frecuentes • Entonces, ¿si hay créditos se exige? Es una pregunta frecuente. Se dice que como la universidad no ha puesto en marcha el sistema de créditos, entonces no se puede exigir. Falso. El problema de aprender y de exigir en un curso no tiene que ver con adoptar o no el sistema de créditos. • Más importancia, más créditos. Falso. Dice un decano: esta materia es fundamental para nuestros estudiantes. Debe tener 7 créditos (sic). No. Como se dijo, todo depende de la cantidad de trabajo que se requiere para aprenderla. • ¿Con 8 horas semanales de clase, 2 créditos? Sí. Es posible. Si se trata de una materia (por ejemplo, un taller) donde sólo es suficiente el trabajo que se realiza en el aula o en el laboratorio y no requiere preparación, ni trabajo adicional, este caso sería de una materia con sólo 2 créditos (6 × 15/48 = 1,875, o aproximadamente 2 créditos). • ¿Los créditos reducen los ingresos del profesor? Esta es otra pregunta recurrente. Falso. Si estructuramos en forma adecuada nuestro trabajo llegará el momento en que la universidad reconocerá no sólo el trabajo docente en el aula, sino la asistencia al estudiante por fuera de ella. Hay que esperar a que las condiciones sean propicias para que la universidad pueda tomar esa decisión. • ¿Con 4 horas de clase se deben tener 3 créditos? No hay una relación directa entre el número de horas de clase y el número de créditos. La primera aproximación fue asignar el número de créditos por el 6 número de horas de clase. Nos toca refinar ese método con base en el tiempo de trabajo que se requiere para aprender la materia. • Pero, por cada hora de clase, 2 por fuera. Sí, esa es una norma general, pero no es una regla inflexible. Depende del tipo de materia. Un laboratorio o taller puede no tener trabajo por fuera. Habrá materias que requieren 2 horas por cada hora efectiva de clase, otras requerirán más o menos. TODO DEPENDE DE LA CANTIDAD DE ESFUERZO QUE SE REQUIERE PARA APRENDER LA MATERIA. ¿Por qué estudiar antes de clase? Hagamos cuentas: si un estudiante no prepara su clase diariamente y suponiendo que el tiempo de trabajo por fuera se dedica sólo a preparar la clase y suponiendo una materia de 3 créditos y 3 horas de clase tenemos que el estudiante debe dedicar 6 horas semanales a preparar la materia. Si un examen (el 30%) cubre 5 semanas y se deja acumular el trabajo diario, la noche anterior al examen deberá dedicar 30 horas de estudio para una sola materia. Multipliquemos sin son 5 materias: 150 horas en total para la semana de exámenes. Unidad de medida universal. Una materia con n créditos significa una carga de trabajo igual, en promedio, para toda la universidad. Más aun, para todas las universidades. Es como una moneda común. No puede ser que en una facultad se diga que tal materia tenga 3 créditos y que en otra esa misma materia tenga 2 créditos. Alguna de las dos está equivocada. La unidad de criterio es la cantidad de trabajo que se requiere. 7 Los créditos, para el promedio. Los créditos sirven para asignarle peso a la nota que recibe el estudiante. Si un estudiante obtiene 4,5 en una materia de 4 créditos y 4,5 en otra de 2 créditos ¿no es justo que se le dé más peso al 4,5 de la materia de 4 créditos? Al ponderar las notas por lo créditos se está trabajando con mayor equidad en cuanto a reconocer el esfuerzo del estudiante. Entonces ¿qué implicaciones tienen los créditos académicos? El crédito académico es una medida de trabajo y ponderación del esfuerzo del estudiante. Trabajar por créditos académicos permite flexibilizar los programas de estudio. Poner en práctica un sistema de créditos académicos implica que con anterioridad ha habido un gran esfuerzo de los docentes para hacer explícitas las actividades que deben desarrollar los estudiantes en su proceso formativo. Además, se deben poner en práctica estrategias pedagógicas que estimulen el trabajo independiente y que reduzcan los procesos pasivos de aprendizaje. El sistema de créditos es una consecuencia, no la causa de una labor docente y pedagógica cuidadosa. 8