///la ciudad de La Plata, a los 6 días del mes de octubre del año dos mil cinco, reunidos en Acuerdo los señores Jueces que integran la Sala Tercera de esta Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, toman en consideración el expediente n 10.746/05 caratulado: "M. G, V c/ Aduana La Plata s/ Contencioso Administrativo", procedente del Juzgado Federal de Primera Instancia n 4, Secretaría n 12, de esta ciudad. Practicado el pertinente sorteo el orden de votación resultó: doctores Carlos Alberto Vallefín, Antonio Pacilio y Carlos Alberto Nogueira. EL DR. VALLEFIN DIJO: I. Antecedentes. 1) La actora -por apoderado- inició con fecha 4/7/96 demanda contencioso administrativa contra la Aduana de La Plata, persiguiendo se deje sin efecto la Resolución Fallo ...del 14/6/96 recaída en el sumario AS.... Relató que siendo de nacionalidad española, obtuvo autorización del Consulado Argentino en Madrid para radicarse definitivamente en nuestro país. Explicó que asesorada por las autoridades consulares, se acogió al régimen previsto por el decreto 1434/87 y la ley 22.439, en cuanto permite a los extranjeros que ingresan en calidad de residentes permanentes, hacerlo con sus bienes personales hasta U$S 100.000, "'no siéndoles aplicables los regímenes que de algún modo restringieren la importación de los bienes en ellas comprendidos' (art. 8 in fine)", haciendo hincapié en que el art. 11 de la ley dispone que "'los residentes permanentes podrán introducir ...su automóvil, libre del pago de impuestos, recargos, tasas de importación y contribuciones de igual naturaleza'". Afirmó que tales disposiciones fueron "olímpicamente ignoradas por el fallo en cuestión, pese a haber sido reiteradas numerosas veces al Sr. Administrador de la Aduana de La Plata quien, en cambio, decreta arbitrariamente el decomiso del automóvil y ordena el pago de la suma total de 17.621,56 pesos o dólares". Ello por "haberse excedido unos días en un plazo erróneamente asignado, debido al fallecimiento de su madre en Madrid, causado por un lamentable atentado con bomba". Precisó que "ingresó al país como 'categoría C', es decir, 'Residente definitivo', solicitando la nacionalización del vehículo, pese a lo cual, erróneamente y desoyendo sus protestas, se calificó el ingreso del automóvil como 'Admisión temporaria de vehículo de turistas', dándole un plazo de tres meses. Como consecuencia del deceso de su madre y su traslado urgente a Madrid "se excedió algunos días en el cumplimiento de la presentación requerida erróneamente por la Aduana, por lo cual presentó tres notas ante la misma explicando la situación y solicitando el correcto encuadre del trámite y la nacionalización del vehículo". Se agravió en virtud de que "pese a haber solicitado el correcto encuadramiento legal del procedimiento, la administración se negó a reparar el error cometido, obstinándose en atribuir a la administrada la comisión de un ilícito aduanero, todo lo cual constituye una arbitrariedad manifiesta que invalida la decisión atacada". Consideró igualmente que deviene aplicable la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el sentido de que la buena fe resulta eximente de pena y que "debe advertirse que el ingreso de los bienes personales que autoriza la ley 22.439 y O.M. 1867 A, incluido el automóvil, no tiene finalidad comercial, por lo cual no puede encuadrarse dentro de las previsiones del art. 970 del C. Aduanero ni originar la aplicación de las multas que se aplican en base al mismo". Señaló que "a todo evento hubieran resultado aplicables al caso las eximentes previstas por el art. 1098 del mismo código", que "debe aplicarse la ley más favorable al justiciable, siendo evidente que en el caso estas eran las citadas ley 22.439, Dec. 1434/87 y reglamentarias", y que el artículo 970 cuya aplicación se pretende, no resulta adecuado desde que se refiere a la importación temporaria, no siendo el caso de autos" (fs. 54/56). 2) A fs. 90/91 contestó la demanda el representante de la Dirección General de Aduanas. Afirmó que "en virtud de que la encartada no cumplió con la obligación asumida, como consecuencia del otorgamiento del Régimen de Importación Temporaria, es decir, incumplimiento del plazo reconocido por la propia encartada: '...mi ausencia se produjo el día 23/07/95, regresando el 10/09/95, cuando ya se encontraba vencido -desde el 02/09/95-, el término concedido a la declaración jurada mencionada...', se dio lisa y llanamente cumplimiento a los pasos establecidos por el Código Aduanero, en lo que respecta al Capítulo referente a las infracciones". Sostuvo que el actor pretende restar importancia al cumplimiento de los plazos legales y en cuanto a que se lo fijó erróneamente, entendió que "no le era desconocido a la encartada los tres meses que se le habían otorgado, en virtud de que fue expresamente firmada la constancia de fs. 4 del exp. adm. y sin formular observación alguna, además claramente se consigna en el acápite Autorización, y de la documental aportada por la parte a fs. 45 que sirve como prueba se lee: '...noventa días sin prórroga para el vehículo...'". Concluyó el responde afirmando que "lo que aquí se plantea no es una falta de buena fe de quien ingresara el vehículo al territorio nacional, sino falta de cumplimiento de la normativa que regula el funcionamiento de ingreso de mercadería en forma temporal y que el mismo firmó sin formular observación en su momento" y que "si bien las intenciones y su posterior trámite fueron para la radicación definitiva a través de la ley de migraciones, ello no es óbice para ignorar aunque hoy se lo resista, que en un principio se suscribió y de plena conformidad un formulario de entrada temporal de mercadería". II. La sentencia impugnada. El señor juez de primera instancia resolvió hacer lugar a la demanda declarando la nulidad de la decisión de la Aduana. Entendió que "la autoridad administrativa, actuó con excesivo rigor formal y restringido criterio, para meritar la causal de excusabilidad formulada y acreditada por la accionante, dejando por sentado que la legislación no puede enumerar taxativamente todas las causales de excepción que la realidad propone y que se vinculen para su aceptación con la finalidad de la norma legal, y no constituyendo el accionar descripto ilicitud alguna, ni perjuicio irreparable para el Estado, que justifique el comiso de su mercadería ni pago de multa alguna, encuadrándose normativamente el hecho en los casos de fuerza mayor previstos por el código civil, como se citara, y en tanto la solicitud de nulidad del acto impugnado, se encuadra en la normativa prevista por el art. 14 inc. b) in fine [de la ley 19.549] por violación de la finalidad de la ley aplicable, corresponde declarar la nulidad de la resolución Fallo N° 40/96 del Administrador de la Aduana La Plata, y hacer entrega a la accionante del vehículo de su propiedad continuándose con el procedimiento de nacionalización conforme la normativa respectiva" (fs. 180/183). III. Los agravios. La autoridad demandada apeló y expresó agravios a fs. 209/212. Consideró que al otorgarse el plazo de 90 días para regularizar la situación del vehículo, la actora "designa a una persona en el rubro 'Autorizado' en el margen derecho del formulario, con el apellido..., por lo cual los motivos alegados de su viaje a Madrid, por cierto de importancia, no eran óbice para que la persona que ella misma había designado como autorizada, se presentara al menos frente a la Dirección General de Aduanas y/o la Aduana de su domicilio antes de vencido el plazo de noventa días a regularizar su situación conforme la facultad conferida". Insistió en que en el caso "no aparece excusable la responsabilidad de la encartada, por las características del hecho y dado que no ha mediado impedimento absoluto para el cumplimiento de la obligación, que en un simple deber de cuidado hubiera posibilitado el cumplimiento de la misma por interpósita persona en representación de la encartada". Alegó que "la propietaria del vehículo ya había realizado su actuar previsor y diligente, nombrando al autorizado para que continúe con las gestiones respecto del automotor radicado en forma temporal y que por inacción del representante designado por la actora no pudo cumplir con el plazo legal que rige la permanencia de vehículos de forma temporal dentro del territorio aduanero y, por lo tanto, se aplicó la sanción prevista en el art. 970 del Código Aduanero". Sostuvo que "no existe una relación de desproporción entre la finalidad de la norma y del acto administrativo en cuestión", haciendo hincapié en la razonabilidad demostrada a la hora de valorar los hechos, ya que se dispuso una atenuación de la pena por aplicación del art. 1115 del código aduanero. Finalmente se agravió de la imposición de costas a su parte y solicitó la aplicación del art. 531 del C.P.P.N., con expresa imposición de costas a la actora. IV. Consideración de los agravios. 1) Las constancias del sumario aduanero. El sumario...tuvo inicio a raíz de una nota presentada por la señora V. M. G. ante la Aduana de La Plata, con fecha 10/10/95, en la que consignó que "lamentablemente me han tenido ausente del país motivos familiares de la máxima gravedad, que me han impedido formalizar a tiempo el trámite correspondiente, por lo que le ruego tenga a bien considerar este hecho, a fin de autorizar la nacionalización del vehículo" (fs. 1 del expte. adm.). A fs. 2 obra un acta labrada en el domicilio de la actora con fecha 17/10/95, en la que consta que, luego del examen de la documentación del vehículo, "por encontrarse vencido el plazo acordado en la admisión temporal, se procede a la interdicción sin derecho a uso del rodado detallado precedentemente" nombrando a la interesada como depositario judicial. Se dejó constancia que el vehículo fue ingresado el 2/6/95 y que la fecha de vencimiento de la admisión temporal fue el 2/9/95. La señora M. se presentó nuevamente a fs. 5 y a fs. 25, decidiéndose a fs. 26 instruir sumario en su contra "por la presunta infracción prevista y penada por el art. 970 del Código Aduanero". Conferida la vista correspondiente, se presentó a fs. 33/36 acompañando documentación a fs. 37/52. En esa oportunidad manifestó que "encontrándose en transcurso el plazo de tres meses concedido por la Aduana de Buenos Aires, se produjo el lamentable deceso de mi señora madre, D. M. G. M., bajo circunstancias dramáticas y especiales que más abajo detallo y acredito, viéndome obligada a viajar a mi país para atender diversos asuntos. Mi ausencia se produjo el día 23/7/95, regresando el 10/9/95, cuando ya se encontraba vencido (desde el 2/9/95), el término concedido en la declaración jurada mencionada". Agregó que el deceso fue consecuencia "de las trágicas circunstancias de las que le instruirán las informaciones periodísticas adjuntas. Dicho deceso se produjo el día 22 de julio de 1995, debiendo prolongar mi estadía un tiempo más dado el estado de mi padre, herido en el mismo atentado y que, como surge de las pruebas aportadas, quedó sin casa y sin familia". Finalmente a fs. 56/59 el señor Administrador de la Aduana de La Plata, con fecha 14/6/96, dictó la resolución cuya nulidad se pretende en esta instancia, por la que resolvió "condenar a la Sra. V. M. G., por la infracción prevista y penada por el art. 970 del C.A. al comiso de la mercadería (ap. 2 del citado art.) y al pago de una multa equivalente a una vez los tributos, atenuada en la suma de dos mil pesos (art. 1115 C.A.), cuyo monto en consecuencia asciende a pesos siete mil seiscientos treinta con setenta y ocho centavos ($ 7.630,78)" (Artículo 1ro.) y "formular cargo al condenado por los tributos adeudados por la importación de la mercadería en infracción, por la suma de pesos nueve mil seiscientos treinta con setenta y ocho centavos ($ 9.630,78) conf. arts. 274 y 638 del C. Aduanero" (Artículo 2do.). 2) La norma invocada. Cabe precisar que el artículo 970 del Código Aduanero aplicado en el presente preceptúa que: "1. El que no cumpliere con las obligaciones asumidas como consecuencia del otorgamiento del régimen de importación temporaria o del de exportación temporaria, según el caso, será sancionado con una multa de uno a cinco veces el importe de los tributos que gravaren la importación para consumo o la exportación para consumo según el caso, de la mercadería en infracción, multa que no podrá ser inferior al treinta por ciento del valor en aduana de la mercadería, aún cuando ésta no estuviere gravada. 2. En el supuesto previsto en el apart. 1, si la importación para consumo o la exportación para consumo, según el caso, de la mercadería en infracción se encontrare prohibida se aplicará además su comiso". Viene al caso recordar que en la Exposición de Motivos de la ley 22.415 Código Aduanero- se consignó que "la aplicación de este sistema punitivo ha llevado, en algunos casos, a consecuencias desproporcionadas con la gravedad de la infracción cometida (basta recordar el comiso de los automóviles de turistas que se excedían en su permanencia). El Código en esta materia flexibiliza el sistema operativo (arts. 266, 269 y concordantes) y establece penas proporcionadas a la gravedad de la infracción cometida". No obstante, se ha sostenido interpretando esta norma y lo expuesto en la Exposición de Motivos, que "surge de este enunciado una somera crítica al antiguo sistema que regulaba esta infracción, a pesar de que en la legislación actual se sigue penando la infracción con multas equivalentes a los derechos de importación o exportación ante la extracción o reingreso de la mercadería en el plazo otorgado y, respecto de mercadería prohibida, con su comiso, lo que muchas veces excede las facultades de penalización que tiene el Estado por el simple retraso, por ejemplo, de un turista en regresar a su país de residencia". Agrega el autor que "si bien la legislación otorga facultades de sanción, que deben ser reguladas por quien las ejerce, éste no siempre tiene la capacidad suficiente como para entenderlas o el asesoramiento necesario, por lo que se dictan condenas que si bien se encuentran de acuerdo con la legislación, no lo están con la Justicia" (conf. Tosi, Jorge Luis, Código Aduanero Comentado y Anotado, Buenos Aires, Editorial Universidad, 1997, pág. 1133 y siguientes). Las consideraciones expuestas resultan plenamente aplicables al caso de autos. 3) Las circunstancias del caso. 3.1. En efecto, teniendo en cuenta lo actuado en el sumario instruido por la autoridad aduanera y lo expuesto por las partes, juzgo que atento las especiales circunstancias del caso, corresponde hacer lugar a la demanda, dejándose sin efecto la resolución de la Aduana impugnada en autos. 3.2. La actora invocó que el vencimiento del plazo conferido por la autoridad administrativa al ingresar al país su automóvil, por un lado fue erróneamente fijado y además se produjo debido a que debió ausentarse del país en virtud del fallecimiento de su madre en Madrid, causado por un atentado terrorista. Al respecto surge acreditado en los autos que el día 19 de abril de 1995 fue perpetrado en la ciudad de Madrid, un atentado por la agrupación terrorista ETA contra el Presidente del Partido Popular, José María Aznar, entonces candidato a la sucesión de Felipe Gonzalez como Presidente del Gobierno español. Los recortes periodísticos glosados a fs. 19/21 ilustran respecto de la magnitud del siniestro, en que un coche bomba ubicado al paso del vehículo de Aznar explotó justo frente a la casa que habitaban los padres de la aquí actora, reduciendo la vivienda a escombros. Como consecuencia de ello, el señor A. M. G. -padre de la accionante- sufrió distintas heridas y su madre, la señora M. G. M., quedó en estado de coma, falleciendo finalmente el día 22 de julio de ese año. Al día siguiente, 23/7/95, la señora V. G. M. viajó a Madrid, regresando el 10/9/95, prolongando su estadía "dado el estado de mi padre, herido en el mismo atentado y que, como surge de las pruebas aportadas, quedó sin casa y sin familia". 3.3. El plazo conferido para la regularización de los trámites del vehículo ingresado, venció el día 2/9/95. La actora se presentó ante la Aduana de La Plata poniendo en conocimiento el impedimento sufrido y solicitando la nacionalización del rodado con fecha 10/10/95, dando inicio con su presentación espontánea al expediente administrativo antes reseñado. 3.4. Sobre la base de tales extremos, la sentencia impugnada tuvo por encuadrado "normativamente el hecho en los casos de fuerza mayor previstos por el código civil". Cabe precisar que el artículo 514 del Código Civil preceptúa que "caso fortuito es el que no ha podido preverse, o que previsto, no ha podido evitarse". Se sostiene en tal sentido que "nuestra doctrina científica está conteste en que ambos términos, caso fortuito y fuerza mayor, corresponden a un mismo y único concepto; reconociéndole idénticos efectos: la liberación del deudor", agregando que "no obstante la asimilación conceptual, se advierte que los tribunales tienden a emplear la noción de fuerza mayor para las hipótesis provenientes del hecho del hombre, dejando la expresión caso fortuito para los hechos de la naturaleza" (Bueres, Alberto J. y Highton, Elena I, Código Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial, Buenos Aires, Ed. Hammurabi, 1998, tomo 2A, pág. 173 y sig.). En el caso, a la luz de las constancias aportadas y con carácter de excepción, se aprecia que las razones de fuerza mayor expresadas por la actora para justificar el retardo en la presentación ante la Aduana, autorizan a tener por justificado el incumplimiento en los plazos conferidos para regularizar la admisión temporaria del vehículo. Una conclusión diferente importaría dejar de lado los evidentes motivos de justicia y equidad que median en autos, por un excesivo rigor formal en la interpretación de las circunstancias referidas. Asimismo, la solución propuesta armoniza con el sentido que inspira a lo previsto por el artículo 157 in fine del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación en cuanto dispone que "los jueces y tribunales deberán declarar la interrupción o suspensión de los plazos cuando circunstancias de fuerza mayor o causas graves hicieren imposible la realización del acto pendiente". En el caso no puede desatenderse el hecho de fuerza mayor que se ha invocado y acreditado de manera suficiente. Es que no sería lógico exigir que frente a tal drama -su madre muerta y su padre sin vivienda por un atentadola actora anticipe su regreso para realizar los trámites de su automóvil. No solo se trata de la muerte de un familiar -lo que ya es grave- sino que en el caso se configura el agregado de las circunstancias terribles en que se produjo,en tanto sucedió en otro país y como consecuencia de un atentado terrorista, que dejó también como saldo el desamparo de su padre. En cuanto al agravio del apelante basado en la existencia de una persona designada en el rubro "Autorizado" en los papeles de ingreso del rodado (ver fs. fs. 41), es de destacar que se trata del cónyuge de la actora conforme surge del certificado de matrimonio obrante a fs. 52 de estos autos, con lo cual es válido entender que lo alcanzan las mismas razones eximentes que a la actora, no correspondiendo tampoco imputársele falta de previsión en su accionar. 3.5. Igualmente debe tenerse en cuenta, como lo sostiene el a quo, que se trata de un vehículo ingresado legalmente al país, por una persona extranjera que también se radicó legalmente, al amparo del régimen de fomento de la inmigración previsto por la ley 22.439 y que el ingreso del automotor lo fue con fines de uso particular. Todo ello impone considerar también el desconocimiento de las normas aduaneras específicas, cuando se trata de particulares que sólo por excepción se ven involucrados en este tipo de procedimiento administrativo. También es pertinente valorar que en el caso no existe ningún indicio de que el retraso en la regularización del trámite ante la Aduana implicara beneficio a la actora, como también que la actora se presentó espontáneamente a solicitar la continuación de los trámites de nacionalización del automóvil, habiendo transcurrido poco más de un mes del vencimiento del plazo, lapso que aparece como razonable dentro del marco de circunstancias relatadas. De tal manera, la sanción impuesta consistente en pago de una multa de $ 7.630,78, cargo por los tributos adeudados de $ 9.620,78 y el comiso del automóvil, resulta a todas luces desproporcionada con el accionar imputado, esto es el vencimiento del plazo de admisión temporaria del vehículo en cuestión conferido por la Aduana al ingresar al país, con lo que no supera el necesario examen de razonabilidad. 3.6. A mayor abundamiento, se advierte también que el cargo formulado en el artículo 2° de la resolución impugnada en autos "por los tributos adeudados por la importación de la mercadería en infracción", por la suma de $ 9.630,78, aparece en contradicción con lo preceptuado por el artículo 11 de la ley 22.439 -ley general de migraciones y de fomento de la inmigración-, régimen al que se acogió y a cuyo amparo ingresó al país (ver documentación de fs. 25), que preceptúa que "Los extranjeros que sean admitidos en el país como 'residentes permanentes' podrán introducir sus efectos personales, artículos para su hogar y automóvil, libres del pago de impuestos, recargos, tasas de importación y contribuciones de cualquier naturaleza, hasta el monto que determine el Poder Ejecutivo". Se consignó en la Exposición de Motivos de la norma que "en el estado actual de los procesos migratorios internacionales, cabe afirmar que no solo debe realizarse el fomento de la inmigración sino que además deben adoptarse actitudes realistas, que se definan por un fomento práctico, concreto, tangible de la inmigración. Ello debe lograrse mediante el ofrecimiento de oportunidades atractivas, facilidades, posibilidades de desarrollo, colaboración en la instalación e incorporación de los inmigrantes, posibilidades de introducir sus elementos de trabajo y enseres del hogar, y además la ayuda que necesariamente ha de brindarse". V. Conclusión. Conforme todo lo expuesto y teniendo en consideración las especialísimas circunstancias del caso, estimo que los motivos invocados y acreditados demuestran la existencia de un supuesto de fuerza mayor o causa grave que justifica el incumplimiento incurrido en el plazo de admisión del automóvil de la actora. En consecuencia, corresponde confirmar la sentencia apelada, debiendo anularse el acto impugnado emanado de la Aduana de La Plata y continuarse los trámites de nacionalización del vehículo. En cuanto a la pretendida eximición de costas que plantea el apelante, no encuentro razones que justifiquen apartarse del principio objetivo de la derrota, por lo que propicio confirmar la imposición de costas a la demandada en su carácter de vencida en autos. Costas de alzada por su orden atento a la ausencia de réplica de la contraria. Así lo voto. LOS DOCTORES PACILIO Y NOGUEIRA DIJERON: Que adhieren al voto precedente. Con lo que terminó el acto firmando los señores Jueces intervinientes y la Secretaria autorizante.Fdo.Jueces Sala Tercera,Dres.Carlos Alberto Nogueira.Carlos Alberto Vallefin.Antonio Pacilio. ///Plata, octubre 6 de 2005. Y VISTOS. POR TANTO: En mérito a lo que resulta del Acuerdo cuya copia autenticada antecede, SE RESUELVE: 1) Confirmar la sentencia apelada, debiendo anularse el acto impugnado emanado de la Aduana de La Plata y continuarse los trámites de nacionalización del vehículo. 2) Confirmar la imposición de costas a la demandada en su carácter de vencida en autos. Costas de alzada por su orden atento a la ausencia de réplica de la contraria. Regístrese, notifíquese y devuélvase.Fdo.:Jueces Sala Tercera,Dres.Carlos Alberto Nogueira.Carlos Alberto Vallefin.Antonio Pacilio.