198045. III.1o.C.57 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo VI, Agosto de 1997, Pág. 714. DOMICILIO CONVENCIONAL. SU SIGNIFICADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO). Según los artículos 28 del Código Civil para el Estado de Jalisco de mil novecientos treinta y cinco y 76 del código actual, puede designarse un domicilio convencional para el cumplimiento de determinadas obligaciones; pero uno es el domicilio convencional señalado en el contrato para el cumplimiento de una obligación, y otro que puede ser distinto, es el domicilio en que debe hacerse el emplazamiento y demás notificaciones en caso de juicio. La diferencia se aclara si se precisa lo que debe entenderse por domicilio convencional de acuerdo con las disposiciones mencionadas, ya que la palabra domicilio tiene dos acepciones, una, la que identifica el lugar, ciudad o población de cualquier categoría que sea, y la otra, la casa que la persona habita. Estos dos conceptos están relacionados de manera íntima, mas no es difícil distinguir la acepción en que se usa la palabra, teniendo en cuenta la naturaleza de la relación jurídica en que el domicilio debe producir efectos. Así, los artículos 22 del Código Civil anterior y 72 del vigente, definen el domicilio de una persona, como el lugar donde reside habitualmente o donde tiene el principal asiento de sus negocios y, en último extremo, el lugar en que se encuentra y puede entenderse que al hablar de lugar, esas disposiciones se refieren a la población, ya que en la misma acepción está tomada la palabra domicilio en las disposiciones inmediatas. De manera que cuando el Código Civil autoriza el señalamiento de un domicilio convencional para el cumplimiento de determinadas obligaciones, se refiere igualmente al lugar o población y no a la casa; en cambio, las disposiciones del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco que atañen a la notificación del emplazamiento, aunque algunas veces se emplea la palabra domicilio, no aluden a la población donde radica la persona con ánimo de estar establecida o a la en que tiene el principal asiento de sus negocios, sino a la casa en que habita, según se colige de los artículos 107, 109, 111, 112 y 113 de este último ordenamiento. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO. Amparo en revisión 257/97. Banco del Atlántico, S.A. 15 de mayo de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco José Domínguez Ramírez. Secretario: Federico Rodríguez Célis. -1-