Discurso pronunciado por el Dr. Enrique Palou García

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“If you think education is expensive, try ignorance” Derek Bok President emeritus, Harvard University Estimado Don Guillermo Jenkins Anstead presidente de nuestro patronato; distinguidos miembros del patronato; destacados miembros de los consejos empresarial, académico y administrativo de la UDLAP; autoridades estatales y municipales, rectores, invitados especiales, queridas y queridos estudiantes y colegas, señoras y señores, es un gran honor el estar aquí representando a mis colegas de la comunidad académica en un día de celebración por la investidura del Dr. Luis Ernesto Derbez Bautista como rector de esta casa de estudios para el periodo 2013-­‐2018. En días como hoy, creo yo que además de celebrar debemos reflexionar sobre nuestros logros y tropiezos, al mismo tiempo de tratar de contestar algunas preguntas de suma importancia tales como ¿a quienes debemos educar?, ¿cómo podemos ayudar a los y las estudiantes a aprender mejor?, ¿cómo sacar el máximo provecho de las oportunidades actuales en las ciencias, ingenierías y tecnologías?, ¿cómo podemos nutrir y alentar las artes y las humanidades?, ¿cómo lograr la formación integral de profesionales?, ¿cómo desarrollar una política de investigación y transferencia de conocimientos que nos sitúe en una posición de excelencia?, ¿cómo adecuar nuestra organización a nuevos modelos que profundicen en la descentralización?, ¿cómo adecuar la oferta de las acciones formativas a las necesidades del entorno?, ¿cómo impulsar las relaciones con las empresas e instituciones?, ¿cómo potenciar nuestro papel como motor de progreso social y cultural del entorno?, ¿cómo impulsar la dimensión internacional de la Universidad en todos sus niveles?, ¿como lograr un modelo de financiación suficiente y un sistema de gestión que garantice la eficiencia, transparencia y responsabilidad en la gestión de los recursos?. Que mejor manera de iniciar nuestra reflexión que estudiando nuestra historia pues pienso que quien no conoce su pasado, no puede vislumbrar su futuro. Nuestra historia empieza íntimamente relacionada con la American School Foundation que en 1940 es pieza fundamental en la creación del Mexico City College (MCC), una institución de habla inglesa clasificada como junior college de dos años cuyos valores sabiduría, paz y fraternidad todavía nos siguen acompañando. Seis años después ya es una institución de cuatro años que ofrece el grado de Bachelor of Arts. Estudiantes y profesores de muy diversos lugares de Estados Unidos y casi tres docenas de países, junto con un grupo de estudiantes locales, apoyados por una facultad multinacional, generaban un ambiente educativo de una diversidad cultural extraordinaria que no podría ser igualado por ningún otro lugar en ese momento en nuestro país. Es decir que tenemos una larguísima tradición de multiculturalidad, hoy tan de moda. Creo que debemos seguir fomentándola y haciendo que nuestros y nuestras estudiantes sean cada vez más multiculturales. Dice Joseph Quinn, ex-­‐alumno del MCC que era una institución verdaderamente única en la que México se convirtió en un gran salón de clases. Algo que hoy disfrutan cientos de estudiantes de diversos países que vienen a la UDLAP y las queridísimas y milenarias Cholulas son su gran salón de clases, promoviendo entre muchos otros valores la hermandad entre los pueblos, algo que sin lugar a duda debemos continuar impulsando. Es a inicios de los años 1960´s cuando el MCC cambia de nombre a University of the Américas y posteriormente en 1968 a Universidad de las Américas. En 1966, la Fundación Mary Street Jenkins le asignó fondos para que se estableciera en el municipio de San Andrés Cholula, en la preciosa hacienda Santa Catarina Mártir. Y es entonces cuando nuestra institución inicia un gran ascenso, el cual todavía hoy, casi 40 años después, continuamos disfrutando. Me gustaría mencionarles que el objeto de la Fundación Mary Street Jenkins, de acuerdo con la escritura constitutiva de la misma, es, y en esto digo exactamente lo asentado en dicha escritura, “hacer el bien sin limitarse a obras especiales, o especificar formas definitivas para hacerlo. Por tanto, el objeto es amplio y en llevar a cabo su misión, puede establecer y sostener instituciones de caridad o beneficencia de todas clases, construir escuelas y hospitales y ayudar en su sostenimiento, construir edificios para colegios públicos y dotarlos de equipo, establecer centros deportivos para el uso de los jóvenes de recursos módicos, establecer becas para la educación de jóvenes mexicanos en el país o en el extranjero, dar ayuda a las instituciones de caridad o de beneficencia, y ayudar en general a todo que pueda beneficiar al pueblo, y a elevar su nivel moral y material. Su radio de acción, aunque preferentemente a la ciudad y estado de Puebla, puede extenderse a otros estados”. Estimados miembros de la familia creo que indudablemente hoy don Guillermo O. Jenkins estaría muy orgulloso de la labor de la fundación. A nombre de los miles de becarios y beneficiarios de sus programas les doy las gracias así como en el mío propio, pues tuve una beca de la Fundación Universidad de las Américas Puebla para mis estudios de maestría en esta casa de estudios y posteriormente ya laborando aquí recibí el invaluable apoyo del Programa de Superación Académica que complementó mi beca Fullbright-­‐CONACyT-­‐García Robles. Han abierto las puertas del conocimiento a jóvenes de todos los estratos sociales, muchos y muchas de las cuales han sido las primeras en sus familias en ingresar a la educación superior. Una vez más, mi más sincera felicitación por su labor. Algo también de moda es la acreditación. Nosotros estamos acreditados en Estados Unidos desde 1959 por la Southern Association of Colleges and Schools, logro que hoy en día solamente seis instituciones latinoamericanas poseen y de éstas solo tres se encuentran en el más alto nivel, una de ellas es la UDLAP. Esto indudablemente acredita la calidad de nuestra institución desde hace más de cincuenta años pero también tenemos programas de licenciatura por ejemplo en ingeniería que fueron de los primeros en el país en ser acreditados hace ya más de diez años. En el caso de posgrado tenemos programas de maestría acreditados hace más de quince años y que actualmente se encuentran clasificados como “de alta calidad” así como doctorados que tienen más de 6 años acreditados y uno de ellos en el mismo nivel. Creo que hay que continuar apoyándolos, “mimándolos” para que sin lugar a dudas en poco tiempo alcancen el nivel más alto posible en el país, que según el CONACyT son los denominados “de competencia internacional”. Hace casi 24 años llegué por vez primera a la UDLA (así la llamábamos en ese entonces) y ya tenía varios años haciéndose verdadera investigación por lo que existen áreas con más de 30 años de tradición investigadora, mención aparte merecen las áreas de arqueología y antropología con más de 70 años en ello. Esto la hacía una institución muy diferente a la mayoría de las instituciones de educación superior privadas en el país, además claro de contar con carreras de las áreas de ciencias y de artes, algo inaudito en nuestro país. Creo que esta riqueza hay que mantenerla así como sostener dichas áreas de investigación pues hacen de nuestra institución una auténtica joya. En 2001 inician los programas doctorales con lo que nos convertimos en una verdadera universidad. En aquel entonces yo decía que estábamos ante una gran oportunidad de dar un verdadero “salto cuántico” y colocarnos “en los cuernos de la luna”. Lamentablemente se dejó escapar dicha oportunidad. Creo que dada la situación actual en el mundo y en nuestro país estamos otra vez ante una gran coyuntura. Confiamos en que usted señor rector, dada su reconocida trayectoria y las muchas decisiones importantes que ha tomado en su vida profesional nos ayude a aprovechar la ocasión tal y como la UDLAP (ahora se le conoce así) se lo merece. Si me lo permiten quisiera esbozar algunas metas académicas para que nuestra institución logre realizar mejor su misión y se acerque a su visión. Obviamente para ello requerimos de un verdadero liderazgo académico. Para ello utilizaré como marco teórico el modelo propuesto por Ernest Boyer en el libro Scholarship Reconsidered (Boyer, 1990). El rigor intelectual del trabajo académico va más allá de llevar a cabo investigación original y publicar los resultados de dicha investigación. En los últimos veinte años, las ideas de Boyer han recibido mucha atención en el mundo entero. Boyer sugirió que el mismo rigor académico debe ser aplicado en cuatro actividades interrelacionadas: descubrimiento, integración, aplicación, y enseñanza-­‐aprendizaje. El trabajo académico de descubrimiento (investigación) contribuye al acervo del conocimiento y al clima intelectual de un centro de enseñanza superior, debe cultivarse y defenderse con asiduidad. El trabajo académico de descubrimiento es el acto de crear nuevo conocimiento dentro de una disciplina. Ésta es la visión tradicional de la investigación en las instituciones de enseñanza superior (IES). El descubrimiento es central en los avances de cualquier disciplina, y es inspirado por el deseo de conocimiento de un investigador individual o un equipo de investigadores. Investigaciones que han impactado a la sociedad han sido llevadas a cabo en todas las disciplinas. La UDLAP ha fomentado el trabajo académico de descubrimiento por más de 30 años y sin lugar a dudas debe seguir haciéndolo. El trabajo académico de integración (síntesis) establece relaciones entre disciplinas, interpreta, conjunta y aporta una visión nueva sobre la investigación original. Debe dársele mayor atención en las IES y en nuestra institución. El trabajo académico de integración conecta o relaciona la información entre diversas disciplinas y áreas del conocimiento. La integración es el acto de tomar hechos (y conceptos) que emergen de investigaciones aparentemente no relacionadas y vincular estos hechos (y conceptos) de una manera significativa. La integración permite que los descubrimientos en una área informen a los descubrimientos en otra área. Este tipo de intercambio aumenta la velocidad a la cual los nuevos descubrimientos se hacen a través de diversas áreas de investigación. La UDLAP debe fomentar un mayor número de investigaciones que traten de integrar el conocimiento de las más diversas disciplinas. El trabajo académico de aplicación se sustenta en los trabajos académicos de descubrimiento e integración. El trabajo académico de aplicación, emplea responsablemente el conocimiento en la solución de problemas sustantivos. Es útil a los individuos y a las instituciones. De la aplicación puede surgir una nueva comprensión intelectual, es decir teoría y práctica interactúan de manera vital, una renueva a la otra. En las IES y por lo tanto en la UDLAP también debe dársele mayor atención al trabajo académico de aplicación. Después de que se descubre un nuevo conocimiento, la siguiente pregunta es ¿cómo se puede utilizar este conocimiento?. En la mayoría de los casos, los resultados de diversos campos deben ser integrados antes de que dicha información pueda ser aplicada. Los problemas sustantivos que tenemos actualmente en nuestro país son complejos y tomará tiempo atenderlos, pero tienen solución. Es claro que el México de hoy es diferente al de los tiempos en que surgió el MCC. Muchos son los avances que nuestra nación ha experimentado en lo económico, en lo social, en lo cultural y en lo político. Los niveles de vida actuales son muy superiores a los de aquellos años. Sin embargo, así como hay que reconocer los avances, también hay que señalar que seguimos padeciendo muchos males. La enorme desigualdad económica y social sigue constituyendo nuestro gran freno. La ignorancia, el desempleo, la desnutrición, las enfermedades evitables y las carencias esenciales todavía afectan a millones de mexicanos. A la resolución de estos problemas sustantivos me refiero cuando hablo del trabajo académico de aplicación que tenemos que realizar en nuestra institución. El trabajo académico de enseñanza y aprendizaje educa y atrae a futuros académicos, empieza con un profesor versado en su campo, pero además debe aplicar procedimientos pedagógicos cuidadosamente planeados, examinados continuamente y relacionados con la materia en cuestión, por lo que debe restablecerse la importancia del trabajo académico de enseñanza y aprendizaje en las facultades y escuelas y en los niveles desde preescolar hasta posgrado. El trabajo académico de enseñanza y aprendizaje pone los resultados de la investigación en la acción. Los profesores eficaces no solamente saben qué factores favorecen el proceso de aprendizaje, sino que también hacen un esfuerzo para implementar este conocimiento en sus salones de clase. La enseñanza de calidad es un proceso siempre en curso que requiere de la evaluación continua del impacto de las innovaciones educativas sobre el proceso de aprendizaje. Tal como la investigación, la enseñanza de calidad requiere de probar y verificar las hipótesis educativas. El laboratorio para el profesor es el salón de clases. La UDLAP debe fomentar aún más investigaciones que estudien la enseñanza y el aprendizaje en México y otros países iberoamericanos, así como los programas que educan y atraen a futuros académicos. Hace apenas unos días, don Pablo González Casanova, le decía a otro rector de la UNAM el Dr. Narro una frase maravillosa en referencia a lo que México requiere. Él decía: Mejor educación para más. En su frase dejaba implícito qué quería decir con más, pero el Dr. Narro se atrevió a complementar su aseveración: mejor educación para más ciudadanos, mejor educación para más bienestar, para más igualdad, para más justicia, para más estabilidad. En suma, México debe mejorar su educación para alcanzar más desarrollo (Narro Robles, 2012). Para mí, el conocimiento se puede adquirir por medio de la investigación, la práctica, la enseñanza, y la síntesis. Las cuatro formas del trabajo académico (descubrimiento, integración, aplicación, y enseñanza-­‐aprendizaje) no son independientes, sino más bien cada forma de trabajo académico se traslapa y tiene influencia sobre los esfuerzos de las otras formas del trabajo académico. Este marco teórico para discutir el trabajo académico es apropiado con respecto a cualquier disciplina (Boyer, 1990). Un miembro de la facultad de las IES o de escuelas e institutos en los niveles desde preescolar hasta bachillerato es probable que participe en todas las formas del trabajo académico en mayor o menor grado a través de su carrera. Los miembros de las cinco escuelas de la UDLAP tienen intereses diversos. Algunos miembros de dichas facultades y escuelas están profundamente comprometidos con el descubrimiento de nuevos conocimientos dentro de sus disciplinas, mientras que otros intentan integrar los conocimientos de diversas disciplinas y aplicar este conocimiento a nuevas situaciones. Mientras que otros miembros de nuestras escuelas están preocupados por mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje dentro de su disciplina. Sin embargo, la mayoría de los miembros de nuestra comunidad académica no pueden ser encasillados en una sola forma trabajo académico, sino que la mayoría se encuentra en la intersección de dos o más formas de trabajo académico. Reconozcamos estas diferencias y creemos las estructuras apropiadas para que las diversas habilidades de los miembros de las cinco escuelas de la UDLAP se puedan conjuntar de tal manera que se mejoren los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como los trabajos académicos de descubrimiento, integración y aplicación. Para ello señor rector y en nombre de nuestra comunidad académica pongo a su disposición nuestras inteligencias, conocimientos, habilidades y pericias, así como nuestro trabajo, esfuerzo y compromiso con la Universidad de las Américas Puebla, aprovéchelos para engrandecer aún más esta joya de las Cholulas, de Puebla, de México y del mundo que hoy nuestro patronato le vuelve a confiar su custodia. El amor a la sabiduría nos engrandecerá BIBLIOGRAFÍA •
Boyer EL. 1990. Scholarship Reconsidered: Priorities of the Professoriate. Jossey-­‐Bass, San Francisco. •
Narro Robles J. 2012. Palabras del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, el 12 de septiembre, en la ceremonia con motivo del centenario luctuoso de Justo Sierra, en el salón El Generalito del Antiguo Colegio de San Ildefonso. •
Shulman LS. 2000. From Minsk to Pinsk: Why a Scholarship of Teaching and Learning. The Journal of Scholarship of Teaching and Learning, 1(1): 48-­‐53. 
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