VIOLENCIA SEXUAL Y ACTITUDES Y DOBLE MORAL SEXUAL

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VIOLENCIA SEXUAL Y ACTITUDES Y DOBLE MORAL SEXUAL
SUEIRO E
DIÉGUEZ JL
LÓPEZ F
Facultad de Ciencias de la Educación.
Universidad de Vigo (Campus de Ourense)
OBJETIVO: Conocer la relación existente entre la violencia sexual y las actitudes hacia la
sexualidad y la doble moral sexual.
MATERIAL Y MÉTODO: Se trata de un estudio descriptivo transversal realizado con una
población diana de estudiantes de la Universidad de Vigo (5604). Toda ella hizo un cuestionario
autoadministrado, estructurado, voluntario y anónimo para conocer variables sociales y relacionadas
con la violencia sexual (NHSLS), con sus actitudes sexuales y con el Doble Estándar Sexual. El
análisis estadístico se realizó con el SPSS 11/Windows.
RESULTADOS: La edad media es de 20,72 años (DT = 2.61) y el 59,4% es mujer. El
59,1% está cursando primero (Edad Media = 19,61 años; DT = 2,17), el 31,9% cursa tercero (Edad
Media = 21,95 años; DT = 2,08) y el 8,9% cursa quinto/sexto curso (Edad Media = 23,79 años; DT =
2,61), en las Áreas de Humanidades-Político-Sociales (1938), Ciencia-Tecnologías (3548) y de Bellas
Artes (128).
El 5,4% manifiestan haber sido víctimas de abuso sexual, el 6.1% de acoso sexual y el 1% de
violación.
Encontramos que las personas que han sido víctimas de violencia sexual (abuso, violación y acoso)
son erotofóbicas y poseen estándares sexuales más restringidos para las mujeres que para los
hombres. Además, hallamos asociación significativa las Actitudes Sexuales y quién fue la persona
abusadora y entre la Doble Moral Sexual y quién fue la persona abusadora y acosadora y la duración
de la violación
CONCLUSIONES: Estos resultados hemos de considerarlos ante cualquier intervención
que tenga como destinatarias a personas víctimas de violencia sexual
1. INTRODUCCIÓN
Hablar de violencia sexual hoy en día continúa siendo un tema controvertido y de difícil
tratamiento, dada la escasa información que tenemos sobre el mismo, debido al hecho de que la
mayoría de los casos no se conocen y/o, una vez conocidos, no se creen o no se denuncian sobre todo, si ocurren en el seno de la propia familia-, o bien porque seguimos diferentes
criterios para valorarlos como tales, o porque el recuerdo de los acontecimientos que ocurren, en
algunos casos, en la infancia puede estar distorsionado en la adultez,... Ello contribuye a que
tengamos, tanto el público profano como quienes abordamos esta problemática, un
desconocimiento importante acerca de la misma y elaboremos creencias falsas en torno a ella.
Sin embargo, sus implicaciones abarcan múltiples campos de acción, como son:
clínicos, terapéuticos, educativos, de investigación, legal y comunitario.
Se han identificado diferentes tipos de agresión o violencia sexual, a saber:
* El abuso sexual, referido a aquellas conductas sexuales que, realizadas mediante
coerción y engaño, una persona menor de 17 años se ve obligada a consentir y que ocurren al
menos en el 20% de la población, han existido siempre aunque en los últimos años son objeto
de mayor interés y preocupación.
3907
* La violación o coito que se realiza a una persona bien mediante el uso de la fuerza o
intimidación, bien cuando se encuentre privada de sentido o bien cuando sea menor de 12 años.
A pesar de sus importantes consecuencias a medio y largo plazo, sólo se denuncian 1-2
de cada 10.
* Y, finalmente, el acoso sexual o comportamiento no deseado por la persona a quien se
dirige, de connotación sexual y que repercute negativamente en su situación escolar/laboral.
Puede ir de formas leves, como son las insinuaciones verbales, hasta formas más graves, como
son las proposiciones de carácter sexual y las agresiones físicas (López, 1995).
Sus consecuencias pueden ser ansiedad, depresión y dificultades para establecer
relaciones con otras personas.
Por otra parte, las actitudes son un conjunto de creencias, sentimientos y tendencias a
actuar. Tienen, por tanto componentes mentales (prejuicios positivos o negativos) emocionales
(reacción de aceptación o rechazo) y comportamentales (inclinación a actuar de una u otra
forma). Aunque los tres componentes de las actitudes tienden a estar en armonía, son frecuentes
las tensiones e incluso escisiones (López y Fuertes, 1999) entre ellos.
Así pues, las actitudes son predisposiciones que no nos dejan indiferentes ante aquello a
lo que se refieren. Y son muy importantes cuando se trata de temas, personas o conductas que
socialmente son polémicos y nos afectan más cuando estamos personalmente implicados. Eso es
lo que pasa de manera muy especial con los temas sexuales, concretamente con las conductas
sexuales.
Y, finalmente, cabe señalar que en la educación de la sexualidad se sigue perpetuando la
doble moral sexual -lo "bueno o correcto" para los chicos se convierte en "malo o incorrecto"
para las chicas- (Font, 1990), aunque de manera menos clara.
Después de lo señalado, nuestros objetivos con la presente investigación son:
* conocer las relaciones existentes entre la Violencia Sexual y las Actitudes hacia la
Sexualidad y
* averiguar las relaciones que se dan entre la Violencia Sexual y el Doble Estándar
Sexual.
2. MATERIAL Y MÉTODO
Este es un estudio descriptivo, transversal realizado con una población diana de
estudiantes, de primero (3356), tercero y quinto/sexto curso (2258) de la Universidad de Vigo
(5604), gracias a un proyecto de investigación concedido por la mencionada universidad.
Toda la población realizó un cuestionario estructurado, autoadministrado, anónimo y
voluntario para conocer:
3908
* Variables sociales: Edad, Sexo, Curso y Estudios,
* Variables referidas a la Violencia Sexual (Abuso, Violación y Acoso),
* Actitudes hacia la Sexualidad (Attitudes toward Sexuality Scale, de Fisher T y Hall R,
1988; adaptado y ampliado por López F) (Diéguez, López, Sueiro y López, 2005) y
* El Doble Estándar Sexual (The Sexual Double Standard Scale, Muehlenhard y
Quackenbush, 1998), donde
la puntuación de 0 supone estándares idénticos para
mujeres y hombres, puntuaciones superiores a 0, estándares más restringidos para las
mujeres y puntuaciones inferiores a 0, estándares más restringidos para los hombres.
La muestra se redujo a 4640 sujetos, tras suprimir los cuestionarios que presentaban
ítems en blanco.
El análisis estadístico fue realizado con el SPSS 11/Windows.
3. RESULTADOS
La edad media es de 20,72 años (D.T. = 2,61). El 40,6% es hombre. El 59,1% está
cursando primero (Edad Media = 19,61 años; D.T.= 2,17), el 31,9% tercero (Edad Media =
21,95 años; D.T.= 2,08) y el 8,9% está haciendo 5º/6º curso (Edad Media = 23,79 años; D.T.=
2,61). El 34,58% realizan estudios de humanidades, el 63,31% de ciencias y el 2,28% de bellas
artes.
La puntuación media en la Escala de Actitudes hacia la sexualidad es de 111,7 (D.T.=
11,82) (Diéguez el al., 2005) y la puntuación media obtenida en The Sexual Double Standard
Scale ha sido 5,2741 (D.T. = 5,4205).
El 5,4% han sido víctimas de abuso sexual, el 6,1% de acoso y el 1% de violación.
Seguidamente presentamos las puntuaciones medias obtenidas en Actitudes hacia la
Sexualidad (ATSS) y en The Sexual Double Scale (DSS), en función de las cuestiones
planteadas para cada tipo de agresión sexual investigada y referidas a las personas que
afirmaron haber sido víctimas de algún tipo de violencia sexual.
HE SIDO VÍCTIMA
MEDIA
DT
MEDIA
DT
DE ABUSO SEXUAL
ATSS
ATSS
DSS
DSS
SÍ
86,85
10,71
4,8379
5,7942
NO
86,11
12,00
5,2993
5,0485
T
,975
2,428
p
.330
.088
3909
MEDIA
DT
MEDIA
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NADIE ABUSÓ DE MÍ
76,50
13,60
2,6667
4,5092
MI M/PADRE DE IGUAL SEXO
64,67
17,01
11,5000
12,021
MI M/PADRE DE DISTINTO SEXO
81,00
15,72
2,7500
6,3443
UN/A PROFESOR/A DEL MISMO SEXO
83,67
4,73
16,5000
19,122
UN/A PROFESOR/A DEL OTRO SEXO
89,50
9,98
4,3333
6,6583
UN/A VECINO/A DEL MISMO SEXO
86,60
8,51
5,7778
3,1136
UN/A VECINO/A DE SEXO DIFERENTE
86,79
9,47
3,5088
4,4365
OTRO/A FAMILIAR DEL MISMO SEXO
91,82
6,76
6,4286
7,9393
OTRO/A FAMILIAR DEL OTRO SEXO
88,70
10,32
3,8545
3,8750
UN/A AMIGO/A DEL MISMO SEXO
87,71
12,45
8,4286
3,6450
UN AMIGO/A DE SEXO DIFERENTE
87,08
9,99
5,6000
4,8589
OTRA PERSONA
85,73
11,94
4,7955
6,7912
LA PERSONA QUE ABUSÓ DE
MÍ ERA...
F
2,155
2,408
P
.014
.005
EL ABUSO OCURRIÓ...
MEDIA
DT
MEDIA
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NUNCA ABUSARON DE MÍ
81,67
13,37
2,8000
3,8341
SÓLO UNA VEZ
86,59
11,01
4,8813
5,4188
UNA VEZ/SEMANA
89,47
9,34
6,7500
11,4012
VARIAS VECES/SEMANA
85,41
11,61
3,9359
4,1964
UNA VEZ/MES
90,25
7,73
4,5000
4,3641
F
1,381
,877
p
.232
.479
DURACIÓN DEL ABUSO
MEDIA
DT
MEDIA
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NUNCA ABUSARON
81,67
13,37
2,8000
3,8341
UNA VEZ
85,75
10,29
5,2951
5,6254
UNA-DOS MESES
87,58
10,99
5,9091
9,9423
TRES-SEIS MESES
91,11
12,39
4,6000
5,2053
SIETE-DOCE MESES
84,95
11,22
3,6667
3,3516
DOS-TRES AÑOS
90,05
7,58
2,4286
4,6136
CUATRO O MÁS AÑOS
88,86
13,95
4,8800
5,7018
3910
HE
SIDO
F
1,409
,544
p
.212
.800
VÍCTIMA
DE
MEDIA
DT
MEDIA
DT
VIOLACIÓN
ATSS
ATSS
DSS
DSS
SÍ
84,02
12,04
5,9730
8,5553
NO
86,24
11,81
5,2411
5,0491
t
-1,281
,759
p
.200
.384
LA PERSONA QUE ME VIOLÓ ERA...
MEDIA
MEDIA
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NADIE ME VIOLÓ
83,55
11,26
6,3750
5,4232
MI M/PADRE DEL MISMO SEXO
79,00
29,70
3,0000
UN/A PROFESOR/A DE SEXO DISTINTO
56,00
UN/A VECINO/A DEL MISMO SEXO
86,00
11,31
3,0000
UN/A VECINO/A DE SEXO DIFERENTE
80,71
8,79
10,2857
OTRO/A FAMILIAR DEL MISMO SEXO
88,00
9,89
2,0000
OTRO/A FAMILIAR DE SEXO DISTINTO
86,67
8,89
1,2857
4,3480
UN AMIGO/A, DE SEXO DIFERENTE
83,67
16,37
9,4000
8,8204
OTRA PERSONA
89,00
10,38
3,8333
1,9408
DT
11,0000
F
1,038
,683
P
.426
.703
LA VIOLACIÓN OCURRIÓ...
MEDIA
16,101
MEDIA
DT
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NUNCA ME VIOLARON
83,55
11,26
6,3750
5,4232
SÓLO UNA VEZ
83,77
13,39
4,6471
6,8002
UNA VEZ/SEMANA
80,00
14,75
4,2000
3,9623
VARIAS VECES/SEMANA
90,00
11,79
3,0000
,0000
UNA VEZ/MES
87,00
7,87
12,8000
18,2264
F
,376
1,019
p
.824
.413
3911
DURACIÓN
MEDIA
DT
VIOLACIÓN
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NUNCA
83,80
11,84
6,8571
5,6695
UNA VEZ
84,84
12,87
6,2000
8,8713
UNA-DOS MESES
81,00
12,11
45,0000
SIETE-DOCE MESES
80,57
11,93
6,2500
3,5940
DOS-TRES AÑOS
90,67
11,37
5,0000
2,0000
HE
SIDO
DE
LA
MEDIA
DT
F
,476
9,691
p
.753
.000
VÍCTIMA
DE
MEDIA
DT
MEDIA
DT
ACOSO
ATSS
ATSS
DSS
DSS
SÍ
86,36
11,72
5,3034
6,1614
NO
86,19
11,90
5,2522
5,0155
T
,241
,027
P
.809
.869
MEDIA
MEDIA
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NADIE ME ACOSÓ
79,29
9,74
7,2500
4,9497
MI JEFE/A, DE MI MISMO SEXO
58,00
27,000
25,4558
MI JEFE/A, DE DISTINTO SEXO
86,32
11,95
3,3043
4,0613
UN/A PROFESOR/A DE MI MISMO SEXO
90,14
7,56
6,7143
5,4685
UN/A PROFESOR/A DE SEXO DISTINTO
85,53
12,05
5,0909
5,3054
OTRA PERSONA
86,75
11,68
5,1005
5,8912
LA PERSONA QUE ME ACOSÓ ERA...
DT
F
2,041
6,253
P
.060
.000
EL ACOSO OCURRIÓ...
MEDIA
DT
MEDIA
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NUNCA
79,29
9,74
7,2500
4,9497
SÓLO UNA VEZ
85,74
11,85
4,3557
5,0432
UNA VEZ/SEMANA
86,87
10,39
5,8788
9,4431
3912
VARIAS VECES/SEMANA
87,27
12,17
6,6329
6,1523
UNA VEZ/MES
87,31
9,86
6,5714
5,3596
F
,904
2,311
p
.462
.058
DURACIÓN DEL ACOSO
MEDIA
DT
MEDIA
DT
ATSS
ATSS
DSS
DSS
NUNCA ME ACOSARON
79,29
9,74
6,1111
5,7542
UNA VEZ
84,32
11,47
4,1594
3,8716
UNA-DOS MESES
86,30
12,20
5,5798
6,1431
TRES-SEIS MESES
90,31
8,74
7,0238
9,4340
SIETE-DOCE MESES
85,43
14,39
4,1905
4,2734
DOS-TRES AÑOS
87,87
9,05
4,6667
6,5260
CUATRO O MÁS AÑOS
93,50
10,56
6,0000
5,5498
F
2,042
1,154
P
.060
.331
4. CONCLUSIONES
De toda la juventud evaluada, obtuvimos que el 5,4% había sido víctima de abuso
sexual, el 6,1% de acoso y el 1% de violación.
Resultados inferiores a los nuestros, quizá porque la edad de la muestra es menor, son
los extraídos de un trabajo realizado por la Sociedad Malagueña de Sexología (1993), con
estudiantes de F.P. y C.O.U., donde se encontró que un 3.2% de las chicas y un 2.6% de los
chicos había sido objeto de abuso sexual. Este trabajo, además, señala que el mayor porcentaje
de los abusos se inicia en torno a los 12 años, aunque hay un 7.1% de chicas que ya fue víctima
a los cinco años.
En una investigación realizada en al menos 19 ciudades de Estados Unidos y Canadá
señalan porcentajes de abusos sexuales que van del 7% al 36% para las mujeres y del 3% al
29% para los hombres. La mayoría de los estudios encuentran que las mujeres son abusadas a la
razón de 1 1/2 a 3 veces frente a los hombres (Finkelhor, 1994). Esta razón se incrementa en un
estudio desarrollado algunos años después, por Rickert y Wiemann (1998), del que se concluye
que las adolescentes y adultas son víctimas de abuso sexual cuatro veces más que cualquier
mujer de otro grupo de edad. Además, se incrementa la incidencia del abuso sexual infantil en la
población psiquiátrica adulta.
3913
Si nos aproximamos más a nuestro entorno inmediato, encontramos que una
investigación llevada a cabo por la Universidad de Sevilla, sobre delitos contra menores en 1991
y 1992, encuentra que, del total de casos registrados en España (789), el 3% corresponde a
Galicia, siendo de éstos el 8.33% (2 casos) de Lugo, el 25% (6 casos) de Ourense, el 33.33% (8
casos) de Pontevedra y el otro 33.33% de Coruña.
Si pensamos en las consecuencias que estas agresiones tienen, Lodico et al. (1996)
indican que el abuso sexual en la infancia ha sido identificado en varios estudios como un
predictor de agresión sexual adulta o victimización sexual -sexo obligado. En un estudio que
realizan con estudiantes de 9º y 12º grado identifican una prevalencia de abuso sexual del 10%,
refiriendo las mujeres cuatro veces más abuso que los hombres. Y, las adolescentes que han
sido víctimas de abuso, hablan de tener más sexo a la fuerza con un amigo que quienes no han
sido víctimas de abuso, además, son doblemente agredidas sexualmente y seis veces más
reportan victimización sexual y la concurrencia de agresión y victimización sexual. Es decir, las
adolescentes que han sido víctimas de abuso perpetúan su experiencia sexual.
Por su parte, Burton et al. (1997), señalan que el 72% de los niños y niñas agresores
sexuales habían sido víctimas de abuso sexual.
Sin embargo, la revisión realizada, por Slusser (1995), sobre diferentes estudios
confirma que no todos los niños y niñas víctimas de abuso sexual están igualmente
traumatizados y podríamos sospechar de la existencia de abuso sexual cuando las y los más
pequeños realizan conductas sexuales claras, inapropiadas para su edad.
Las personas que han sido víctimas de algún tipo de violencia sexual presentan
actitudes sexuales erotofóbicas si la comparamos con el resto de la población objeto de nuestro
estudio (Diéguez et al., 2005) y las mismas no están relacionadas, de manera significativa, con
dicha violencia (abuso, violación y acoso sexual), salvo cuando investigamos acerca de quién es
la persona abusadora sexual, donde sí se presenta relación significativa con las Actitudes hacia
la Sexualidad.
Además, poseen estándares sexuales más restringidos para las mujeres que para los
hombres. Encontramos relaciones estadísticamente significativas entre la puntuación obtenida
en The Sexual Double Standard Scale y la persona de quien fue víctima de abuso y acoso sexual
y la duración de la violación.
Como vemos, las variables que guardan más relación con las Actitudes hacia la
Sexualidad y con el Doble Estándar Sexual hacen referencia a quien fue la persona agresora,
cuál era su relación con la víctima, sobre todo en el caso del Abuso Sexual.
El abuso es un problema internacional (Finkelhor, 1994). Los abusos sexuales
constituyen un problema de salud pública. Es preciso combinar los esfuerzos de la educación,
3914
para identificar los abusos, tratar a las víctimas y una adecuada justicia criminal combinado todo
ello con el tratamiento de las y los perpetradores (Abel y Rouleau, 1995).
En suma, es necesario realizar educación de la sexualidad: promoción, prevención y
rehabilitación de la salud sexual, teniendo en cuenta estos resultados, tanto para las personas
víctimas como para las agresoras.
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3915
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