La Suma de mis Amores Elsa Levy de Morgenstern La Suma de mis Amores Elsa Levy de Morgenstern Quedan rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distibución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. La Suma de mis Amores © Elsa Levy de Morgenstern, 2007 Depósito legal: lf7832007800109 ISBN: 980-12-2355-3 Corrección de Estilo y Redacción: Magaly Ramírez Diseño Gráfico: Tania Rodríguez Foto de portada: Archivo de Revista Sambil Impreso en Impresos Minipres, Caracas Impreso en Venezuela Printed in Venezuela Todos los beneficios por concepto de la venta de este libro, serán destinados a “ Los Chiquiticos” de FUNDANA. DEDICATORIA Dedico mis memorias a la persona que tantas veces me lo pidió, entusiasta, perseverante y siempre preocupada por los menos favorecidos, esa es mi hija: Daniela Lee. No sé si seguirás mis pasos, porque siempre has sido auténtica, autónoma y decidida, pero lo que sí estoy segura es que tu profesión, que espero sea tu pasión, este ligada a lo social, a dar esperanza e ilusión donde hay frustración y dolor, ¡mi gorda querida!. Dani, igual que cuando empezamos la travesía de FUNDANA y muchos pensaron que si no podíamos salvar a todos los niños, no valía la pena esforzarse, y hoy hemos protegido a más de cinco mil niños, por cada uno de ellos sigo pensando ción para o m o r p o d n Dani hacie n la Qta. Esmeralda… un Bazar e que TODO el esfuerzo valió la pena. Gorda, quizás sean tú y Fabi (mi sobrina amada), las únicas lectoras de este relato y para mí, por su interés y esa maravillosa sonrisa de aprobación, valió la pena escribirlo. 2/3 Gracias a ustedes por hacerme sentir que las historias de los “Chiquiticos” eran importantes. Por involucrar en FUNDANA a todo aquel en el que ven una vena social y especialmente gracias por ser unas niñas tan alegres pero preocupadas, dulces pero plantadas, incluyentes pero ubicadas, mediadoras pero capaces de diferenciar por lo que vale, y no vale, la pena interceder, disciplinadas pero flexibles, en fin, gracias por ocuparse y seguir involucrando a otros para ayudarnos a ayudar a los “Chiquiticos”. Dani y Fa bi, 2005 i Fabiana, m a!! gorda bell Daniel a con Pa blito AGRADECIMIENTO Agradezco a quien lea estas memorias, por no odiarme después de tantos “yo, yo, yo” y tan pocos “nosotros”; pero como diría mi padre: “soy la nieta del egoísta de El Universal”, ya que mi abuelo predicaba: “primero yo, después la familia y tercero el negocio”. Gracias a Francis Cohen, por tener el mismo amante que yo: FUNDANA. Agradezco a la hermana mayor de mis hijos, Elisa Montemayor; para otros, mi hija adoptiva, y para mí una voluntaria empeñosa, perseverante y amiga, que desde hace años nos ha acompañado en la travesía de dejar un mundo mejor que cómo lo encontramos. Elisa gracias por tu paciencia y por el entusiasmo con que cada tarde transcribías las memorias y me decías: 4/5 “definitivamente no va ser un Bestseller, tranquila”. Gracias a todas las personas que han dejado su granito de arena en nuestros “Chiquiticos”, devolviéndoles su derecho a soñar con una vida mejor. na sy e Ilia , Su s a n a m r Mis he l medio… e y yo…la d PRÓLOGO Adorada hermana. ¡Que suerte la tuya! Son pocas las mujeres en el mundo que desde niñas descubren su vocación; más que eso lo que será la pasión de su vida. Tu trabajo, sin descanso, desde los doce años cuando descubriste tu ilimitada capacidad, te ha llevado a disfrutar cada paso del camino, viviendo intensamente, cada día, dando lo mejor de ti, a los que nada tienen; esperando a cambio solo una sonrisa y la certeza de dejar este mundo un poquito mejor. Los que te conocen no necesitan mayor introducción. Es muy fácil quedarme corta de adjetivos para describirte: intuitiva, inteligente, divertida, perseverante, provocadora, luchadora inagotable, de sólidos e incorruptibles principios, hacedora de sueños. Amante de las cosas buenas de la vida, amante de la justicia, de la familia, del sol, y de las cosas más simples también, 6/7 Elsa eres un todo terreno. Con la misma energía puedes estar colgando cuadros en Fundana, o luchando en la Asamblea Nacional, defendiendo los derechos de los niños. ¡Que suerte la mía! De tenerte como hermana. Y que suerte la de todos aquellos que de alguna manera te han conocido. Cuando una mujer ha realizado lo máximo, ha dado todo, y en el proceso ha llenado las necesidades de su familia y la sociedad, esa mujer ha logrado convertir el triunfo en un hábito. Susy Cohen. Índice I. Dejar el mundo mejor que cómo lo encontramos. 11 II. No hay mal que por bien no venga. 15 III. Puros sueños.21 IV. Cuando el sueño se hace realidad. 25 V. La bondad de nuestro insólito universo. 27 VI. Cosas y casos increíbles. 31 VII. Llega cuando lo necesitamos. 44 VIII. De institución a un hogar. 51 IX. 64 El descubrimiento de los nuevos inquilinos. X. Agrandando horizontes.67 XI. Gerencia y algo más.72 XII. ¡Echarle pichón!79 XIII. Fondos arriba. 84 XIV. Ojalá sumemos... y como dice Juan Luis Guerra, llueva café en el campo. 90 8/9 I. Dejar el mundo mejor que cómo lo encontramos. Mi Papá siempre me decía: “Ya que no tienes que trabajar para vivir, aprovecha para dejar el mundo mejor que como lo has encontrado”. Yo creo que independientemente de esa sugerencia, que viniendo de él era casi un mandato para mí, estaba predestinada a ser la que soy, ya que cuando tenía cinco o seis años, en vez de jugar con las muñecas a papá y mamá jugaba al orfanato. Siempre me preocupó pensar que hubiera niños que no tuvieran la familia que yo disfrutaba. Mi abuela, Elsa Shamis, terminó de darme el empujón que necesitaba. Ella llevaba a sus nietas a repartir la merienda en eina mi R y s a r t o s o Mami Elsa, n de los eventos prima en uno n su casa . de esos benéficos e bamos!!! no nos salvá la Asociación Venezolana de Mujeres y a la Casa Hogar de Niñas Ciegas de los Chorros, en épocas festivas. De ella aprendí que sí se podía hacer algo por los demás, y que todos somos responsables de los cambios. En pocas palabras, me enseñó a mirarme menos el ombligo y a estar más atenta a lo que ocurría a mí alrededor. 10 / 11 Mucho más tarde, Daniel Gil’ Adi (mi supervisor de Terapia de Familia, en la época, cuando creábamos ese servicio en INVEDIN), siempre me decía: “Estoy seguro que hay una Elsa abandonada, tienes que encontrarla por que una pasión como la tuya por los niños desprotegidos tiene que tener alguna carencia personal”. No sé Dan, han pasado cuarenta y dos años y sigo buscando a esa Elsa abandonada y ya no sólo me preocupa que existan niños ( ) sin familia; sino que existan familias que no son “familias”. como tu e u q s la a me refiero van una carga, sino dices- no lle tainer!! todo un con Iba a estudiar Derecho por esa búsqueda de la justicia, pero un día antes de empezar las clases me cambie para Psicología. Que buena suerte que esa fue la elección que tomé, por que ya yo tenia algo de abogada de nacimiento (no sé sí por ser la hija sándwich, la del medio), sin embargo, no tenía ni un gramo de Psicólogo, que cuanta falta me iba a hacer no solo por FUNDANA sino también para mis hijos biológicos. En la Universidad Católica Andrés Bello, estudiando psicología conocí a Francis Cohen. Para mí ella era una vieja (a pesar de que sólo me llevaba tres años), pero ya estaba casada y tenia una hija; mientras yo salía con mi novio del colegio. Así que no establecimos ninguna relación de amistad, ni siquiera para estudiar juntas. Ella era también mucho más dedicada a los estudios que yo, pero al final siempre aprobábamos las materias. Sin saberlo teníamos una relación indirecta por que varios años después, una de mis mejores amigas del colegio, sería su cuñada..... mi querida amiguita Sandra. Sandrita y yo. Al graduarme de Psicólogo me fui a trabajar junto con mi amiguita Sandra, a la Casa Hogar de Niñas Ciegas de la Congregación Religiosa San Francisco de Asís, cuya misión eran los ciegos y leprosos, en el kilómetro doce de El Junquito, en la urbanización Luis Hurtado. Esta era una mansión de paredes heladas donde las religiosas daban lo mejor que ellas podían por ese grupo de niñas ciegas, olvidadas de la sociedad. Odiaba el olor de la cocina donde preparaban la morcilla de sus propios cochinos que habían matado. ¡Eso a mí me daba un asco!. Sandrita, dice que finalmente entendió ese dicho Venezolano: A cada cochino le llega su sábado. Después, había un silencio en todos los pasillos hasta que llegaba al salón donde impartía clases de Psicología a las niñas invidentes y niñas del Barrio. andrita en S ió ib r c s e Esto lo tábamos s e o d n a u c , 1979 oral M l e n e o d n estudia y Luces. Este trabajo a mis veintidós años tenía unas cosas que me encantaban. Primero, era que podía ir vestida como yo quisiera, pues igual nadie me iba a ver. Segundo, me iba todos los recesos a merendar con mi amiguita Sandra. Al principio las dos disimulábamos y nos tomábamos un juguito y un pan, pero cuando finalizó el año escolar, ya comíamos chicharrón de cochino peludo y pare de contar. De esta experiencia laboral, yo aprendí lo fría que podría ser una institución y como las cosas que antes consideraba que eran suficientes como el tener un techo, comida, un lugar limpio y ropa; no eran ya lo que yo pensaba que hacía a una persona feliz. Hay un episodio que, aunque no tiene nada que ver con la 12 / 13 intención de escribir mis memorias, no puedo pasar por alto, y fue cuando mis alumnas de 5to año, me dijeron que nunca habían visto el órgano masculino. Claro, no había posibilidad de mostrárselo en una foto o película ya que eran invidentes, entonces, consideré que ameritaba una urgente acción educativa para prepararlas para la vida. Me fui de viaje con mi esposo David y le dije; que necesitaba que me llevara a una tienda de sexo. El se entusiasmo muchísimo, pero realmente lo único que yo iba a buscar era un pene, en tamaño natural, que pudiera llevarle a mis niñas ciegas y lo encontré. En esa época revisaban las maletas al llegar a Venezuela, y por supuesto que salieron a relucir mis útiles educativos que por más seria que defendí y aclaré que no era para ningún jueguito, nadie me creyó. Creo que eso me costó la salida de la casa hogar de niñas ciegas. Por que las niñas quedaron impactadas y toda la comunidad supo lo que había pasado. Por momentos durante mí estadía en la casa hogar, se me olvidaba que las niñas eran ciegas e inclusive les preguntaba: - ¿Has visto a María por ahí? Y ellas me respondían: -No, pero me gustaría verla- en tono jocoso. El último día que estuve en la casa hogar de niñas ciegas, las alumnas de 5to año me pidieron que les dejara tocarme la cara, ya que me reconocían por la voz, el taconeo al caminar, por como me sonaba la nariz, pero no me conocían el rostro. En ese momento comprendí la importancia de tocarse y nunca más se me olvidó, lo relevante que es el contacto físico con aquellos a quienes pretendo ayudar. II. No hay mal que por bien no venga. Un día estando en una piñata de Francis, mi compañera de Universidad, repito más vieja que yo, y a quien no veía desde que salimos de la Universidad, me dijo, que había oído que yo estaba interesada en crear un orfelinato y que a ella le gustaría 14 / 15 también dedicarse a eso. Ya no me parecía tan vieja, por que ya me había casado y casi tenía el mismo número de hijos que ella, aunque ella; siempre me llevó la delantera, ganándome cuatro a tres. Decidimos comenzar a trabajar como voluntarias de Dirección (Ad honorem), en una organización Estatal; del Instituto que yo e d s e t n a o Murió just años y hasta el sol cumpliera 15 vo cigarros a de hoy, le lle su tumba!! Nacional de Menor, (INAM), en el Centro Infantil de Protección Inmediata (CIPI), calle El Sifón de Antímano, como integrantes ( de la Fundación que acabábamos de registrar: Susana Caridi (en memoria de mi muy admirada y querida abuela paterna, ya fallecida). Allí aprendí todo lo que NO se debía hacer. Todas las malas prácticas. ) En esa época, que suena a prehistoria, no se usaban pañales desechables; ya que eran muy costosos. Todos los bebés del retén estaban envueltos en unos trapos grises, cagados, con moscas y dos imperdibles inmensos a cada lado. Dormían hasta tres bebés en una sola cuna, por supuesto que, sin ningún juguete, ninguna marioneta, chupón o mosquitero. Los teteros, grises también, se los arrojaban en la cuna, y el que lo agarraba comía y el que no, se quedaba sin comer. Recuerdo un bebé, hijo de una consumidora de estupefacientes, que nació sin brazos, ni piernas. No tenía, ni siquiera, los muñones, lo apodaron “El tronquito. Creo que tuve pesadillas con él, por más de un mes. El tuvo “la suerte”, de no recibir ninguna atención especializada, y más o menos a los cuatro meses falleció. No es que le deseaba la muerte ni nada parecido, pero no podía imaginarme como iba a sobrevivir en ese lugar, esa criatura sin ninguna posibilidad de defenderse, de ser autónomo, si los que no eran niños especiales, la pasaban tan duro. Aprovecho el haber hecho referencia a los niños “especiales”, para hacer la acotación de que todos los niños allí institucionalizados, como los que posteriormente nosotros hemos protegido, son: especiales. Sí, muy especiales, ya que el no poder vivir y crecer, con su familia biológica, los hace “especiales”. Desarrollan capacidades diferentes, apegos inusuales, y sobre todo un espíritu de lucha o de rendición. Los recuerdos de la casa hogar CIPI, me traen de nuevo la imagen de los niños grandes (entre seis y siete años), que jugando a la rueda - rueda, lo debían hacer con una sola ral de la u m l e a r e Este a Caridi n a s u S n ió Fundac en el CIPI mano, ya que con una se agarraban al compañero de un lado y la otra la usaban para sujetarse el calzoncillo, que era insostenible por que tenía la liga, totalmente vencida; ese era su vestuario permanente. El personal del CIPI a Francis, Sandrita y a mí nos apodaban, las estúpidas, los rumores sobre nuestras actuaciones y los cuidados que profesábamos a los niños, llegaron a ser procaces, calificados de pendejadas. Tenían razón, esas pendejadas, como: jugar, abrazar, cargar, contar cuentos, en fin darles atención y amor por tres horas al día, no eran para nada compensatorias del maltrato al que estaban sometidas todas esas pequeñas victimas, día, noche, fines de semanas, vacaciones, horas muy largas de abuso, soledad y un maltrato casi igual y a veces peor que el motivo por el cual el niño había ingresado al Centro, separado de su familia biológica. Como siempre me preocupó la apariencia de las personas y no por que supiera manejar tan bien el concepto de autoimagen y autoestima para el desarrollo sano del individuo, sino por la coquetería que mi mamá siempre me había enseñado; lo primero que pensé que debíamos solucionar, con urgencia, en este Centro, era proveer a los niños de ropa decente, zapatos y colitas para el cabello. Pero yo todavía seguía la línea carcelaria de la época, pues todas Debían se r chancle tudos… las franelas que trajimos eran del mismo color, así como los shorts y sandalias también eran iguales, por que estos niños en realidad no tenían derecho a vestir de una manera que no fuera uniformada e informal . 16 / 17 ( Sobre lo estético. Mi abuelo Vitaly decía: “Que la belleza era el ) reinado más corto del mundo”. Pero es que no siempre los dichos de los abuelos son, ciento por ciento, verdad. El abuelo Muño (fotógrafo de los de antes) decía: “no hay niños feos”. Siempre que veo uno feo, pienso que a éste el abuelo no lo conoció. A mi mamá le da de todo, cuando me oye decir cosas así. Me reclama: “Que bonito, la Presidenta de FUNDANA diciendo ese horror”. Y yo siempre le contesto: “soy la Presidenta de FUNDANA, pero no me quedé ciega”, y ella continúa la frase: “bueno si es feo con más razón hay que ayudarlo”. egó a ver ll o n e u q a ¡Que lástim los sesenta y pico a mi mamá a o que hubiera de años, cre que estaba reconocido equivocado! Volviendo al CIPI, los niños, alrededor de sesenta, nunca salían del Centro, la comida era escasa y desabrida; y la monja que originalmente fungía de Directora del Centro; se robaba hasta las tortas que nosotros llevábamos para celebrar los cumpleaños de los niñitos. Tiempo después supimos que la monja, que se hacía pasar por religiosa, era en realidad una impostora colombiana. Llegamos a involucrar a toda la familia, en rescatar este Centro. Any mi cuñada, les hacía fisioterapia a los bebés, David y Moisés cortaban la grama del patio, Iliana trataba de movilizar los casos en los Tribunales, etc. Pero por más que nos esforzábamos, avanzábamos un paso y retrocedíamos dos. El Centro, tenía una costurera a cargo de la lencería, la misma cobraba cada mes su sueldo pero nunca asistía, por que desde hacia dos o tres años no le habían enviado agujas de coser. Mi mamá y León tos Los cuar os en de los niñ , un el CIPI nto hacinamie total!! Nosotras muy sabihondas, y con cero conocimiento de lo que significa un sindicato, le llevamos las agujas, que en esa época costaban doce bolívares el paquete completo. Y ahí ganamos nuestra primera enemiga. En poco tiempo adquirimos la segunda enemiga, la maestra de preescolar que igualmente cobraba, pero asistía sólo una hora para marcar su asistencia y se retiraba inmediatamente, ya que no tenia útiles escolares. Nosotras tan “sabelotodo” nos equivocamos otra vez; pintamos el salón y lo equipamos de mobiliario y material psico-educativo. El fin de semana siguiente, esta maestra, ya se había llevado todos los útiles y lo que no se pudo llevar lo rompió. Realmente el salón quedó destrozado e inservible. Luego mandamos a hacer unas camitas en mampostería, como las que yo había visto en la casa de playa, donde solía ir con la familia de mi esposo, en Machurucuto; pensando que sería la única forma de que no se las robaran y el cuarto permaneciera arreglado. Esa fue la gota que derramó el vaso. En los salo todo se lo nes no había nada… robaban… Al día siguiente cuando fuimos a entrar al Centro, encontramos una nota en la puerta principal que decía: Francis Cohen, Sandra Azrak y Elsa Levy son personas no gratas; por lo que queda restringido su acceso al Centro (por supuesto, que ni un sólo apellido estaba bien escrito). Ese día lloré todo el camino de la autopista desde Antímano hasta Colinas del Tamanaco, no por que fuera la primera vez que me botaban de un lugar, sino por todos esos bebés que estaban pagando una pena sin haber cometido un delito. 18 / 19 Recuerdo especialmente a uno que se llamaba David, era regordete, y en menos de tres meses, se había convertido en un huesito demacrado y triste, ni siquiera se reía cuando lo cargábamos y apachurrábamos, ya era otro ser humano más, que había perdido las esperanzas, y no encontraba porque creer en el futuro. Pero como siempre he pensado que no hay mal que por bien no venga, Dios nos tenia preparado algo mucho mejor. Sé que si no nos hubieran botado de esa casa hogar, hoy no existiría Fundana. III. Puros sueños. Empezamos a reunirnos como tres buenas inexpertas: Sandrita, casa a r e im r p a r t Nues rdino en San Berna Francis y yo, con pocas cosas en común, excepto nuestros ideales, sueños y el deseo de dejar el mundo mejor que como lo habíamos encontrado. Hicimos un proyecto teórico de casa hogar, por que claro, éramos recién graduadas, y las tres, nos creíamos muy profesionales, (Francis y yo de Psicología y Sandrita de Psicopedagogía), aunque sin ninguna experiencia en la materia de menores en situación irregular. Francis consiguió que la constructora Sambil nos apoyara para la compra de una casa. Conseguimos una quinta en San Bernardino, en la Av. Francisco Fajardo número treinta y siete, donde funcionaba la revista Zeta. La casa había pertenecido al periodista Rafael Poleo. Y nos fue otorgada en comodato hasta la muerte. La verdad es que, nosotras no eramos tan ambiciosas sólo queríamos ayudar a treinta o cuarenta niñitos. Me había 20 / 21 adelantado casi diez años a mi proyecto original de vida, por que siempre pensé que cuando cumpliera los cuarenta, era que iba a crear un orfanato, y resultó que cuando los cumplí, ya teníamos la posibilidad de residenciar ciento veinte niños a la vez, y doce años en el máximo de nuestra capacidad. Volver al pasado es inevitable. Con la antigua casa de la revista Zeta en remodelación, se ambientaron los espacios para que resultaran gratos, para los niños, con paredes de colores, murales, lavamanos de altura infantil, juguetes Fisher Price, etc. Todo muy innovador para la época, pero aún conservábamos la tradición de un ambiente carcelario, ya que todas las ventanas estaban protegidas con láminas de acero para evitar algún asalto a la casa original y a nosotras nos pareció bien conservarlas para un orfelinato. ¡Que locas!. Luego empezó la tarea más difícil, hallar una congregación religiosa, como se acostumbraba en esos momentos, para que asumiera la atención diaria de los niños. Para eso fue una persona clave el Sr. Gastón Vera, (Que en paz descanse), siempre nos decía que no perdiéramos la fe y lo más asombroso es que creía en nosotras, aunque no ofrecíamos prueba alguna de nuestra capacidad de compromiso con el proyecto. ¿Cómo tres judías podíamos tocar las puertas de todas las congregaciones religiosas que existían en Caracas, y un poquito más allá, como la de la Madre Teresa de Calcuta (en Catia La Mar), y esperar que creyeran en nosotras?. Todas las congregaciones que visitamos con esta expectativa e ilusión, nos decían: -Tengan fe, pero esa no es nuestra caridad. “Los Chiquiticos I” Algo aprendí también de esto y es que, hoy en día, cuando me piden un cupo para un niño que no reúne nuestro perfil dada su condición, pienso: ...Esa no es nuestra caridad, podemos ayudar a miles más no podemos salvar a todos, pero todavía así, el esfuerzo vale la pena. Sandra y yo siempre soñábamos con tomarnos un cafecito en esas congregaciones tan bellas donde vivían las religiosas, por que había un ambiente de paz en esos lugares, y era algo con lo que nos identificábamos, que después siempre seguimos buscando en todas las casas que inauguraba Fundana. Francis por el contrario, siempre fue más práctica y menos romántica que nosotras dos. Nuevamente, cada vez que Dios nos cierra una puerta nos abre otra, al no poder conseguir religiosas, nos vimos obligadas a contratar personas laicas, para que nos ayudaran al manejo de ese primer sueño: La casa hogar de los “Chiquiticos”, de la Fundación Amigos del Niño Abandonado, FUNDANA. Dos puericultoras, Carolina Cabrera y Ana Rincón jóvenes y Francis c Carolina C on las “casi monjas las direct abrera y Ana Rinc ”, ón oras de la casa hoga , r muy jóvenes, se ofrecieron para ser las directoras que vivirían en esa casa hogar. Eran dos ángeles para los cuales los niños abandonados eran definitivamente su caridad. Carolina segura de sí misma e intachable. Ana, sentimental y llorona. Excelente combinación. Así nació la primera casa hogar de Fundana en 1991, cuando Sandra y yo teníamos veintiocho años y Francis por supuesto muchos más. 22 / 23 El donante que siempre nos acompaña, desde hace quince años, es Telares Los Andes, además de tener la originalidad de ser el único donante que cada año llama para pedir que le aumenten el monto a entregar. El logo fue hecho por Edith Shlesinger (mi cuñada) y diez años más tarde actualizado por Tania Rodríguez. Cuando íbamos a las empresas a pedirles que nos donaran las cunas, sillas de bebé, etc., nos miraban de manera extraña, como pensando ¿estarán locas? e inclusive en una oportunidad a Lily Stransky, que luego se incorporaría a la Junta Directiva de la Fundación, le contestaron: “Que si quería jugar, jugara con su dinero y no con el de los demás”. Ahí aprendí a aceptar el no, y no odiar por eso a la persona. Considero que cada quien tiene su caridad y que no necesariamente es igual a la nuestra. Pero que difícil es aceptar una negativa, sobretodo para alguien tan vengativo como yo, que cuando hieren a uno de mis hijos, incluyendo a Fundana que es mi cuarto hijo, me cuesta aceptarlo y no lo olvido fácilmente. Hace falta mucha, mucha madurez y auto- control. Todavía trabajo duro en eso, y sigo aprendiendo a aceptar la diversidad de opiniones, como me lo pide constantemente mi esposo David. ily Francis, L y yo… rriba Valle A b lu C l e n e s s mis primo Todo IV. Cuando el sueño se hace realidad. Un viernes en la tarde, estando yo en el Club Valle Arriba con mis hermanas y todos mis primos Levy, me entero que habían llegado los dos primeros niños a la casa hogar de Fundana. Remitidos por la Dra. Militza Curiel del Tribunal Segundo de Menores, mis queridos William y Deniré. Me dijeron que eran dos hermanitas que estaban en muy mal estado. o esos d r e u c e r a í v Toda ínense lo mí! g a im , s e ll a t de e fue para u q e t n a t r impo Hoy en día, si esos niños hubieran ingresado en el mismo estado en que llegaron hace catorce años, jamás me hubieran llamado para avisarme que había un ingreso. Me fui volando a San Bernardino y cuando llegué la niña mayor era un varón. La madre biológica había hecho una promesa y en cuatro años no le había cortado el pelo al niño, que además era tan bello que parecía una niña. La niña pequeña ingresó con un abrigo blanco de pelusa y parecía tener el cuello en color más oscuro, pero cuando me acerque vi que era un collar formado por piojos. Tenía tres dientes en la boca y seis caries. ¡Que inexpertas! llamamos 24 / 25 al Doctor Milton Gruszka de emergencia por que creíamos que si los dejábamos así esa noche se podían morir. ¡Que ignorancia y buena voluntad!. Hoy en día colocaríamos en su ficha de ingreso: “Ingresaron desaseados y en buena condición general”. Ese niñito, William, más tarde me traería su certificado de primaria, sus títulos de bachiller y de aprendíz INCE y actualmente estudia Administración de Empresas, y aspiro a poder colgar ese título junto con todos los demás en mi oficina de Las Villas. Deniré ha tenido sus buenos y malos momentos, pero cuando tiene vacaciones su voluntariado es en Fundana, a quien todavía considera parte de su familia. Entre William y yo ha seguido pasando algo inexplicable, por que cuando nos vemos lloramos los dos, no se si es de melancolía, de alegría, de orgullo o de complicidad, pero por cualquiera que sea la razón él sabe que cuenta con nosotros y solo por él valió la pena Fundana. Con William puse en práctica un relato que ha sido una fuente de inspiración para mí. Es la historia de una mujer que paseaba en una playa, que estaba llena de estrellas de mar, que habían sido arrojadas por las olas. Naturalmente después de salir el sol por completo, las estrellas de mar se secarían y morirían. Esta mujer estaba recogiendo las estrellas y devolviéndolas al agua, una por una. Alguien le preguntó, por qué seguía haciendo eso, cuando ella no tenía ninguna oportunidad de hacer la diferencia, ya que habían demasiadas estrellas de mar sobre la arena. La mujer sonrió, recogió otra estrella, la lanzó al mar y dijo: ¡Para esta, si hizo la diferencia!. Nuestros prime y Deniré en San ros niños, William Bernardino V. La bondad de nuestro insólito Universo. Lily Stransky (cuarto miembro en sumarse a la Junta Directiva), solía subir al Ávila para hacer ejercicio, o por lo menos eso nos decía. En una oportunidad se encontró con una amiga; Vera Muller, y ésta luego de oír lo que estaba haciendo en FUNDANA le dijo que le gustaría ayudarnos donándonos una casa en San Bernardino, en nombre de su madre fallecida. Esa fue la casa de “Los Chiquiticos II” de Ellita, que no logramos desocupar Aquí esta Bahia del Mmos con Mami Elsa (Todavía m ar, era implacable! en del pelo p e duele el estirad ! de caballo ara hacernos la cola o !!) hasta casi tres años más tarde, ya que allí sin permisología, funcionaba una pensión para caballeros. Por eso esa casa se llamó “Los Chiquiticos III”, a pesar de que la adquirimos antes de “Los Chiquiticos II” de Chuao. Un día, fui a la playa con mi familia como lo hacía todos los fines de semana. Tenía mucho tiempo sin ver a mi amiga del alma, de primaria, Carolina Monk. Estando en Laguna Beach, la ví en el muelle de Bahía del Mar (la playa contígua donde crecí, junto a mi abuela Elsa y mis hermanas). Me fui por las piedras 26 / 27 hasta donde ella estaba. Carolina me dijo que le encantaba lo que estábamos haciendo con los niños en FUNDANA, lo que no me sorprendió por que siempre fue una persona muy espiritual y sencilla, y me dijo que le gustaría ayudarnos. Le dije con mi estilo directo y sutil, que realmente en esos momentos no nos podía ayudar, por que lo que necesitábamos era otra casa. El lunes siguiente, recibí un sobre con unas llaves y un mensaje que decía: La casa es tuya. Eso es confianza. Me costó mucho trabajo que Carolina y su familia accedieran a firmar un comodato de la vivienda, por que yo quería tener la tranquilidad de que si algún día no estaba, ellas pudieran recuperar su propiedad. Hasta el sol de hoy, años más tarde, esa casa, que fue donde ella creció, sigue viendo crecer, ya no sólo a bebés sino a familias completas. Allí funcionan actualmente PROFAM (Programa de Orientación y Fortalecimiento Familiar) y Grandes y Chiquiticos (Programa de Colocación Familiar). La cuarta casa que recibimos, la cual llamamos “Los Chiquiticos IV” de Rosita se la ofreció la familia Benacerraf a Francis durante un evento social. Esta casa dio abrigó, por varios años, hasta sesenta niños a la vez. Cuando nos mudamos a Las Villas, la muy generosa familia Benacerraf, nos permitió su venta a la Cancillería (Ministerio de Relaciones Exteriores), y utilizar el producto de la venta para el funcionamiento de Las Villas. Pero de las odiseas de adquisición de inmuebles, ninguna como la vivida para lograr el terreno de las Villas. Habíamos llegado a un punto en que ya no queríamos remodelar más casas familiares para convertirlas en orfelinatos bonitos tipo “Anita la huerfanita”. Queríamos una nueva infraestructura, un novedoso concepto. Luego de todo nuestro costoso aprendizaje, la mayor parte por ensayo y error, queríamos diseñar una casa en función de las necesidades de nuestros niños. Cuando nos dimos a la tarea de construir las Villas, todos los visitantes de las casas citadas (“Los Chiquiticos I, II, III y IV”) nos decían: Pero para qué se van a mudar, sí esto esta tan lindo. Pero nosotras, ya sabíamos que existía una mejor opción, y no nos resistíamos a que se convirtiera en un reto conseguirla. El toque final para estar seguras de que valía la pena invertir f dando a r r e c a n e B o t Fortuna uración de g u a in e d o s r u el disc e Rosita, d ” V I s o ic it u “Los Chiq á Betzy junto a él est en el proyecto de Las Villas, fue cuando Francis y yo asistimos al congreso de Cuidado Residencial en Estocolmo. Llevamos nuestro proyectico a todo color debajo del brazo (Conste que los techos y los colores de las paredes que tienen hoy las Villas, son idénticos a los de la idea original) y allí descubrimos que el mundo estaba girando en nuestra misma dirección. Todo lo que se oía era: “Debemos cerrar todas las grandes instituciones y convertirlas en pequeñas casitas, con máximo de diez niños residenciados en cada una, con dos figuras significativas”. Que susto me daba pensar que ahora definitivamente teníamos que cerrar lo que habíamos construido con tanta dedicación y pasión, no por que nadie nos obligara, ya que estábamos sobrados para lo que existía en el país; si no por que ya sabíamos que había algo mejor. Las Villas como reto requiere de un capítulo completo. 28 / 29 Debo decir que fue maravilloso viajar con mi compañera Francis con fines educativos. Entre conferencia y conferencia nos ibamos de tiendas, de compras, nos probábamos pantalones, cada vez que ella me preguntaba o yo le preguntaba a ella: “¿Te importa que me pruebe esto?” la respuesta era “Tranquila, dale, no estan ni los niños ni los esposos”. Todo ello con la finalidad de que esta actividad relajara las largas jornadas de aprendizaje, lo pasábamos buenísimo. Conversábamos de distintos temas entre los que se encontraban nuestras inquietudes profesionales, en ese plano social compartíamos e intercambiábamos ideas sobre las motivaciones por las cuales cada una de nosotras se dedicaba con tanto entusiasmo a lo mismo: la pasión de ayudar a los bebés en situación de riesgo, que indudablemente implica, paciencia y una gran tolerancia a la frustración; perseverancia y compromiso y como dijo Einstein: “El éxito requiere uno por ciento de la idea y noventa y nueve por ciento de sudor”. Nosotras hemos sudado mucho. Francis en la aldeas, en Es entrada de las tocolmo. Alan, Nora Andrea, Ronit, Isabella, Ilana, Fabiana, Norita, Samuel, Salomón, Efraín, Déborah, Eliot, León Federico, Jessica, Gabriella y Rebeca. ) VI. Cosas y casos increíbles. Me atrevo a narrar algunas de las historias más insólitas que hemos vivido en FUNDANA, basada en que para mis muy queridos dieciséis sobrinos; que tienen edades comprendidas entre los tres y veintidós años, les resulta interesante oírlas, porque las consideran un reflejo de la Venezuela que no conocen, porque viven en el extranjero y sólo vienen al pais de pasada. En Fundana conocí las profesiones más increíbles que puedan existir. El padre de uno de los niños tenía de trabajo ser un: espescuezador. Entrevistando a su pareja me explicó en que consistía ese trabajo. Ella dijo: “A las personas que salen del metro de Propatria, él las espera, las agarra por el pescuezo y les quita lo que tengan. El es un espescuezador de profesión”. A veces en las entrevistas me daba tanta risa que tenia que salir corriendo a reírme en el baño para no soltar la carcajada delante de ellos. Y créanme que no me estaba burlando, es que me tomaban tan de sorpresa, que me sentía ingenua y en un mundo extraterrestre. Lo real es, lo que estos padres viven; 30 / 31 se adaptan a su entorno para poder sobrevivir. Otra profesión es el taquetique. Es aquella persona que entrega el ticket en el estacionamiento de un centro comercial, pero como la máquina dice en inglés “Take a ticket”, el oficio se llama taquetique. Entre las cosas increíbles, están los nombres de nuestros niños. Hemos pasado de tener niños internacionales como Len York Medio Mundo, Usnavy, todos los Yubiri....existentes. Todos los nombres de la realeza escritos en criollo, como las hermanas: Leidi Di, Leidi Mar y Mileidi. Los hermanos: Brieganny y Kriskrisbewly, Wilchi, Newman, Barbie, Beiker y Hesmar. Para cerrar con broche de oro: Hotman y cuando al niño le preguntaban ¿Cómo te llamas? El repetía: “Hombre caliente en inglés”. Volviendo a las profesiones, nosotros también, creamos una profesión de espionaje, la cual le asignamos a mi amiga Elisa Montemayor, y esta aceptó. Voluntaria de Fundana, comprometida y arriesgada. Entre sus varias asignaciones estuvo el ir a la casa hogar del Junquito y hacerse pasar por donante con la finalidad de ubicar a una niñita que deseábamos salvar pero que estaba fuera nuestro rango de edad (siete años) y por lo tanto no podía ingresar a Fundana. Era costumbre en ese centro depositar a los niños y volver acordarse de ellos cuando fueran mayores de edad. La única forma que nosotros encontramos para cambiar ese destino era obtener una foto de la niña para probar que estaba ahí y poder así postularla para una adopción internacional. La misión se cumplió a cabalidad y nos permitió rescatarla sin que la gente del centro ni siquiera sospechara de donde había salido la información. A veces hay que correr el riesgo de ir preso por lo que se cree y por defender los derechos de los que no pueden hablar, escoger y decidir su futuro. No podemos rescatar a todos los niños, pero los que ingresen a la casa-hogar definitivamente saldrán mejor que como entraron. Otro caso insólito, es el de un bebé que lanzaron por un bajante de basura desde un quinto piso, permaneció el día entero en el basurero y hoy es un bello niño con su familia sustituta. e sus d o n u n e r emayo Elisa Mont los ““Chiquiticos”” paseos con Otra anécdota increíble trata de un bebé de dos meses, haitiano, que iba con su madre en una buseta pública y como ella era ilegal en el país, al subirse un guardia nacional y pedir los documentos de identidad a los pasajeros, a esta mujer no se le ocurrió una mejor idea que la de tirar al bebé por la ventana del autobús. El niño tuvo la suerte de que un transeúnte lo atajó, antes de caer al piso e ingreso a Fundana sin un rasguño. Una niña que aparentaba seis años, ingresó a Fundana y No puedo mencionarla sin recordar a Corina Machado, María Corina Machado y Trina Alamo. todos quedamos sorprendidos del genio que teníamos entre manos. Sabia leer, escribir, sumar, multiplicar, dividir; era algo increíble, todos estábamos admirados de tanta genialidad. Después supimos que se había fugado de la Fundación Atenea, una institución de niños de más edad, ya que había oído que había una institución que paseaba a los niños los fines de 32 / 33 semana llevándolos al cine, teatro, etc. y se hizo pasar por una niña de seis años, falsificando inclusive su identidad y edad, para poder ingresar a FUNDANA. Otro caso similar fue el de una niña de cinco años encontrada por la policía con su mochilita, como si se dirigiera a un campamento vacacional. Desconocía la dirección, el nombre de su familia y cualquier dato que nos permitieran dar con el paradero de algún pariente, pero era obvio que existía un familiar que se había ocupado de ella; hasta al punto, de que tenía zarcillos de oro y en el momento en que se fue a bañar dijo: “Ay! Se me olvido meter en el bolso las cholitas para la ducha”. Luego de toda una investigación social apareció una señora de mediana edad reclamándola, quien decía ser su abuela. Cuando salió la niña a la zona de visita de la casa hogar, para que esta persona la viera, la niña negó reconocerla y le decía: “Yo no sé quien es Ud, yo no la conozco”. Luego de la persuasión de la abuela por más de quince minutos, la niña rompió a llorar y dijo: “abuelita, abuelita perdóname”. Hay gente que nunca aprende, llegamos a tener una madre que cada año, durante seis años, nos trajo a su bebé recién nacido. Nunca pudimos obligarla, por ser ilegal, ni tampoco convencerla para que se esterilizara. Tuvimos una niña con una deficiencia renal terminal, es decir, que de no ser intervenida quirúrgicamente moriría en menos de tres años. Gracias a Anabel Illien y mi hermana Iliana, la abogada de la familia, ubicaron una familia norteamericana deseosa de recibirla como hija. Eso me causaba tanta Aquí estamos Iliana y yo en la entrada de San Bernardino, disfrazadas de profesionales en 1991 admiración pero a la vez extrañeza, que hablé con ese grupo familiar para ver que los animaba para adoptar una niña que posiblemente fallecería y ellos contestaron: queremos que ella sepa que su vida ha tenido sentido y que tenga la certeza de que si muere, alguien le pondrá flores en su tumba. Wow!!, Eso si es tener una caridad. Dios los ayudó por que hoy en día esta viva, fue intervenida quirúrgicamente y además un año más tarde, buscaron a su hermano con retardo mental. Hoy viven todos juntos en los EEUU. Otro momento asombroso fue el recibir a un niño abandonado que tenia síndrome de Down, una cardiopatía y sordera. Normalmente un bebé en estas condiciones está condenado de por vida a la institucionalización y por falta de cuidados especializados a una muerte prematura. Otra vez, gracias al trabajo de Iliana y Anabel, encontraron una familia con tres niñas sanas y bellas, deseosa de asumir la crianza de este bebé con tan mal pronóstico. Nuevamente me moría de la curiosidad por conocer las razones, por las cuales una familia con hijos biológicos, deseaba llevarse este niño. Pero antes de poder Ella tenía u él, retardo na deficiencia renal, familia los a … y una maravillosa felices en doptó, hoy viven de dónde n Estados Unidos fotos… os enviaron éstas entrevistarme con ellos, recibimos una llamada del Hospital diciendo que el niño además presentaba Hepatitis. Yo pensé, esto ya es demasiado se va a caer la adopción, pero como no hay peor diligencia que la que no se hace, establecí contacto con ellos para darles la fatal noticia. Cual sería mi sorpresa, cuando se abrazaron y se besaron como si les hubiera dado un excelente pronóstico del niño. Y preguntaron: “¿Entonces éste es un niño que ninguna otra familia querría?”. A lo que 34 / 35 tuvimos que contestar que si. Ellos dijeron: “Este es nuestro bebé”. El niño fue operado de la cardiopatía exitosamente y le colocaron un dispositivo para la sordera. Hoy forma parte de una asociación de familias con niños Down de EEUU y asiste regularmente a su escuela. Que suerte tuvieron la familia y el niño de encontrarse. Gracias a Anabel e Iliana por ayudar a construir un mundo mejor. Contando situaciones inesperadas, en una oportunidad mis hijos que no tenían clases, vinieron conmigo a la casa hogar de voluntarios. Una señora nos visitaba como donante y dio un recorrido por las instalaciones, con la Directora de la casa hogar. Como era costumbre al finalizar la visita, volvió a mi oficina donde le pregunté ¿qué le había parecido la Casa Hogar?, y me dijo: “Lo que más me impactó es la cara de sufrimiento de uno de los niñitos que tiene los ojitos verdes achinados y el pelito liso, como un indiecito”. Se estaba refiriendo a mi hijo biológico Freddy. ¿Cuál es la razón por la cual los seres humanos podemos seleccionar lo que nos va a impactar, y cómo ocurre esa identificación? El caso de Jesús, el cual era un bebé criado por recogelatas. El bebé estaba sentado en un coche mugriento, lleno de latas pero no tenía una sola cortada. Cuando lo intervinieron creyeron que era morenito y cuando lo bañaron era blanco leche. El niño comía, absolutamente, de todo con cinco meses de edad: arepas, caraotas, queso, jugos cítricos, etc. Nosotras pensamos , un niño s o r g a il m s Otro de lo me de Down, con síndro por una familia adoptado icana. Aquí está norteamerevas hermanitas. . con sus nu que eso era una barbaridad y por supuesto le asignamos su tetero, su cuna y todas las previsiones necesarias. Todos estos cuidados “no le asentaron bien” y pasó una semana con cuarenta grados de fiebre. Es increíble a lo que un ser humano es capaz de adaptarse y sobre todo a tan corta edad. Por cierto, seis meses más tarde la madre apareció degollada en el Parque Arístides Rojas y logramos encontrar y proteger a cinco hermanos de este bebé, menores de ocho años. Recuerdo una vez que nos dirigíamos a ver una obra en el Teatro Teresa Carreño y cuando intentamos estacionarnos mi hermana Susy me advirtió: “cuidado ahí vienen unos indigentes”, y yo le conteste: “No te preocupes me vienen a saludar, por que nosotros les cuidamos a sus hijos en Fundana”; y hasta nos salió gratis la parada en la calle, pues ningún latero nos quiso cobrar por cuidarnos el carro. Un trueque justo, ¿no?. Continuando con los relatos de aventuras dentro de este universo complejo de Fundana, me voy a referir en esta oportunidad a los viajes a los tribunales, cuya visita constituye una verdadera hazaña llena de peligro, es necesario apretujarse en el ascensor donde sólo caben diez personas, y se embarcan veinticinco, a pesar de que recuerdo Freddy mi hijo con cara de su … “el achinadito frimiento”… esta experiencia con cariño, no olvido el roce con cabellos grasientos, la suciedad del lugar y el peligro que representaba recurrir a la via de las escaleras, con sus escalones dañados que si se pisaban en el centro se rompían. 36 / 37 = Era increíble observar como una Juez, tenía una cola de gente esperando para consignar sus denuncias entre las cuales se encontraba una madre que denunciaba el abuso a su hijo pequeño por parte de su vecino, casos de violencia doméstica y conflictos maritales de todo tipo; y sin embargo, la Juez, no los dejaba pasar a la audiencia, ya que estaba en la hora de la novela. Y que novela podía ser más real y truculenta, que la que tenía afuera, lamentablemente, basada en hechos reales. Por otra parte, me gustaría aclarar que hay Jueces que recuerdo con admiración y respeto como las doctoras: María Cristina Parra, Ninfa Herrera, Isolina Ford, Silvia Machado, Blanca Ríos, Celia Márquez de Viete, Marisol Moreno y María Eugenia Landaez, entre muchas otras. En PROFAM recibimos una familia de tres hermanitas que habían sido abusadas sexualmente por un tío paterno. Este logró por más de un año engañar a cada una de las niñas, diciéndole que si ellas no guardaban el secreto se lo haría a su otra hermanita. Las tres hermanas eran abusadas simultáneamente y ninguna denunciaba al tío por protegerse entre sí. Una vez intervenido el caso, asistió todo el grupo familiar a la terapia de familia y el padre biológico de las niñas, expresó: “De haber sabido que mi hermano les estaba haciendo esto, por lo menos le hubiera cobrado”. Recibimos a una madre que estaba denunciando ante la Fiscalía, que un hombre le había prometido que le compraría una casa, si ella le entregaba a su hija de cinco años. Esta madre ( nombre u s é ir d o n e Qu obvias!! por razones ) denuncia furiosa que luego de él haber abusado de la niña por todo un año él todavía no le había comprado la casa. Esta niña permaneció en nuestra casa hogar de Chuao, y coqueteaba con el vigilante, el portero, y con todos los estudiantes de sexo masculino que hacían sus pasantías, pues la única manera que ella conocía de recibir atención y sentirse amada era a través del contacto físico, inadecuado para su edad. No es de extrañar que en Fundana el libro de ingresos esté lleno de repeticiones de nombres como: Jesús y María, ya que hace quince años; con la Ley Tutelar del Menor, los niños eran remitidos sin haberles asignado un nombre, ya sea por que eran de corta edad y ellos no sabían decirlo, o por que no se conocía de ningún dato familiar. La boleta de ingreso a la casa hogar decía únicamente para identificar al niño: “Niño Expósito”. Como podíamos asignarle su medicación, dieta, vestido, etc., cuando ni siquiera tenían un nombre. Nuestras directoras Carolina y Ana, como buenas católicas, decidieron llamarlos Jesús o María; para después saber que el nombre s Jesuse s o r t s e u n Varios de y Marías!!! había sido asignado por nosotros, es decir que era un nombre supuesto y temporal y podría responder a otro nombre al ser reclamado por su familia biológica. Cuando estaba en vigencia la Ley Tutelar del Menor y entregábamos niños en adopción internacional, recibíamos parejas de solicitantes de Italia, España, Suecia y Francia, entre otros países. En una oportunidad vino una pareja blanca, a la cual le habían asignado un niño morenito. Era 38 / 39 costumbre en FUNDANA que con los niños de más de cuatro años, se realizara el encuentro de los futuros padres adoptivos con el niño, estando éste dentro de un grupo de niños. De esta manera si había un rechazo, el niño no sabía que era a él al que estaban repudiando. Yo preparé un grupo de cuatro niños más morenitos que él, para el encuentro. Al terminar la visita, la pareja italiana me dijo: “es que el nuestro es tan palidito, hombre aburrido comparado con los otros, que tienen gracia, tienen color.” Cuando cumplí treinta y ocho años, la Directora Patricia Araya, a quien estimo y recuerdo con mucho cariño, (por que sabia leer mis ojos e interpretar mis ideas como nadie), me dió de regalo de cumpleaños la boleta para egresar a diez niños que se encontraban institucionalizados en el 23 de Enero, Bloque F de la Casa Hogar Consuelo Navas Tovar del INAM. Este era un Centro donde siempre soñé rescatar a todos los niños. Fuimos con una camioneta de Fundana, y nos trajimos entre llantos de miedo y sorpresa a quienes serian diez “Chiquiticos” alegres de Fundana. Había terminado su tiempo de pena carcelaria. Esta institución todavía existe y tiene a treinta bebés entre cero a seis años, en mejores condiciones que anteriormente. Su directora me dijo: “nos copiamos hasta en los colores de FUNDANA”. Existe un premio Internacional de Pintura infantil el “Internacional Children’s Art Exhibition: Así pintan los Niños, 1999” que se celebra todos los años en Japón con participantes de todo el mundo. Uno de nuestros niños Yofre Martínez, de seis Nathalie Abuchaib Araya, Esther Be e, Patricia nhamú, y yo!! años pintó una casa, cuya puerta era un arco con una sonrisa y tituló la obra “Mi Casita”. Ganó el primer premio a nivel mundial con medalla de oro. Nada como un paseo a la Torre Oeste de Parque Central a las oficinas del INAM. En una oportunidad estando Francis y yo en el piso cuarenta y seis donde no existe botón para llamar al ascensor sinó que por el hueco salen cables chamuscados, sonó la alarma de incendio del edificio. Por supuesto que la cajas de los extinguidores de emergencia estaban vacías. Decidimos bajar por las escaleras de emergencia. Como veinte pisos más bajo, nos encontramos con la salida de emergencia bloqueada. Este tipo de actividad, es el tipo de deporte “Extremo” a los que nos hemos dedicado. Sin embargo, tengo que mencionar que en el INAM existió gente valiosa, es el caso de Carmen Elena Ramos, Directora de la Oficina de Adopciones, gracias a ella se llegaron a salvar hasta sesenta niños por año. Un día vimos en la jungla de cemento (en el centro de la ciudad), unas indígenas con tres bebes en muy malas condiciones. Nosotras ya sabíamos que esa era una “población intocable” en vista de que la Constitución, así lo establece. Pero como para mí es difícil darme por vencida cuando de niños se trata, comencé los dias, s o d o t o ñ a ¡La extr alen entre 2 y 3 ahora sólo s en adopción! niños al año a hablarles en todos los idiomas incluyendo el Wayúu, que ni lo conozco. Las logré convencer para que me entregaran la niña que estaba con fiebre y en muy malas condiciones, para darle atención pediátrica urgente y luego devolvérsela. Al día siguiente se presentó en la Casa Hogar toda la tribu, 40 / 41 representada por el cacique, que tenía pegado un pájaro disecado en el sombrero. Pero con una lanza que trajo me hizo entender, que le devolvíera a la niña por las buenas o me la quitaría por las malas. Que sorpresa cuando salió la niña, bañadita, cortado el pelo y vestida de citadina, con sus dos colitas. La tribu entera se echó a reír y le quitaron inmediatamente todos los accesorios femeninos que le habíamos colocado. Ahí aprendí que hay niños a los que no vamos a poder salvar, que solo podemos verlos y decir: “que Dios los proteja y si su destino es vivir, vivirán”. El caso Mc Donald´s Express. Cuando estaba en vigencia la Ley Tutelar del Menor, era posible que una madre biológica hiciera una entrega directa de su hijo a una madre adoptiva. Nosotros evitábamos ese tipo de adopciones pero a veces nos entregaban el niño y debíamos resolver la situación antes que la madre biológica se desapareciera. Eso hacia que tuviéramos un sentido de urgencia para emparentar a los niños de entrega directa entre la familia biológica y la adoptiva. Un día nos llegó un bebé que la madre deseaba entregar (o de lo contrario lo arrojaría en un basurero), para que le consiguiéramos una familia adoptiva. Por otra parte en el banco de familias sustitutas que nosotros teníamos ninguna estaba dispuesta a recibir en ese momento, a un bebé moreno, como era el caso. Entonces en ese instante entró una familia solicitando información para poder hacer efectivo su proceso de adopción. Para hacer el cuento corto les hicimos una entrega Express. Ellos vinieron buscando información para tener un hijo (aprobados blaba ni a h o n e u q í El s Wayuú legalmente para una adopción) y se llevaron el hijo. La madre biológica los acompañó al Tribunal, firmaron todas las partes y el niño hoy vive en España y todos los diciembres nos envía una postal agradeciéndonos la familia que le conseguimos. Todo esto fue posible gracias a la gorda, Veronique Bouchara. Las primeras tres bebés que recibió la casa hogar Santa María de la Caridad, fueron derivadas de Fundana, ya que requerían de una institucionalización a largo plazo. Cuando llegaron las dos bebés morochas de meses y su hermanita de tres años, olegio. . c l e e d s e d a ig Vero, mi am e y decidida! una mujer firm venían en deplorables condiciones de higiene, inclusive una de las bebés en vez de pañal traía puesto un papel de periódico. Pero lo increíble de esta historia es que la hermanita de tres años al ingresar en FUNDANA fue puesta en un grupo con niños de su misma edad. Ella jugaba en el parque y cada quince o veinte minutos subía corriendo las escaleras a la zona del reten de bebés pequeños y les hacia entre las barandas de la cuna palmaditas a las morochas y les decía “Chu,chu,chu”. Esto se repetía durante todo el día y por más que tratábamos de explicarle que no hacia falta, que sus hermanitas estaban bien cuidadas y que había suficientes adultos que las podían atender; ella continuó casi por un mes con esta conducta. Había asumido su rol de madre desde los tres años de edad, mientras la madre biológica “salía a trabajar”. En conclusión, después de quince años las experiencias vividas nos siguen sorprendiendo, impactando y enseñando. 42 / 43 VII. Llega cuando lo necesitamos. Durante los quince años hemos visto con asombro como es suficiente que nos planteemos la consecución de un objetivo, por ejemplo satisfacer el requerimiento de un niño, una villa, una madrina, un familiar de los niños, un profesional, etc… y simplemente la respuesta llega. Se que suena un poco ingenuo, esotérico, superficial, en fin todo en lo que alguien planificado y concreto no cree… pero créanme es verdad. Desde las cosas más insignificantes hasta recursos costosos y poco comunes. En un momento dado la psicóloga nos planteó que los niños de una Villa en particular, se verían beneficiados al tener una mascota que ellos pudieran cuidar, pues allí los que viven son los más grandecitos de “Las Villas”. Esa misma tarde, fui a la pastelería Danubio, una tradición que ni siquiera por no contar con la maravillosa compañía que durante años mis hermanas me dieron, antes de irse a vivir a los Estados Unidos, se extinguió en mí. Me encontré con la cuñada de Esther Saías. No me recordaba ni siquiera como se llamaba, pero no me hacia falta, ya que con solo decirle hola, era suficiente. Pero no había mesas disponibles para sentarme a merendar, y eso es sagrado. Así que me ofreció que compartiéramos la mesa, y me senté con ella. Bueno, Camila, (que así se llama la cuñada de Esther), me contó que su mamá tenía una linda perrita poodle, que acababa de tener cachorros. Unas tres semanas más tarde los “Chiquiticos” tenían su mascota. Lo llamaron Suci, sí con “c” y con “i” latina, por que siempre está sucia, pero eso sí con mucho amor, pues tiene veinte manitas para acariciarla. Ahora casi todas Las Villas tienen una mascota o “víctima” como: tortuguitas, pájaros, pececitos, etc. Estos pequeños detalles son los que hacen que nuestros niños ”!! Suci, la “victima se sientan tomados en cuenta, que sientan que la Villa es su hogar y sobretodo que les den esperanzas de que la vida vale la pena, es divertida y alegre. El día que no podamos percibir e interpretar las necesidades individuales de nuestros niños, complacerlos… si, consentirlos y como muchos piensan malcriarlos (en el buen sentido de la palabra) estaremos perdidos. Habremos vuelto al estilo carcelario, a la deshumanización de lo que requiere más humanidad, nuestros niños. Mi deseo de dar respuesta a las necesidades individuales de nuestros niños me indica que todavía estoy en FUNDANA, por la razón original que ella me escogió o yo la escogí a ella, es decir, por mi deseo de serle útil a los niños, de darles la oportunidad de 44 / 45 tener una familia, una vida mejor, como la que me tocó a mí. Situaciones como cuando desde la ventana de mi oficina en Las Villas, vi una de las cooperantes Vascas (Grupo de Voluntarias Españolas que vienen cada año por tres meses a vivir con nuestros niños) con un grupo de diez niñitos, haciendo una actividad, donde debían imaginarse que la plaza central de Las Villas era un río, y que tenían que atravesar y gritaba: “Chiquillos acostaos, nadad, nadad, hasta la orilla” y todos los niños entre risas y movimientos como que si estuvieran en el medio de un río, y “nadando” cruzaban la plaza acostados; se me salían las lágrimas. Como habíamos logrado cambiar abuso, negligencia, maltrato y abandono… por juego, imaginación, compañerismo y sobretodo “carcajadas”. Mis lágrimas son testigo de que mi motivación está intacta, luego de quince años. Francis dice que lo que pasa es que estoy vieja, y los viejos son más sensibles… no lo sé, puede que tenga razón. Creo firmemente que las cosas nos llegan cuando las necesitamos. Recuerdo que hacia diciembre del 2001, cuando el país (a consecuencia del paro petrolero) estaba, económica y políticamente, muy deprimido, perdimos muchos donantes y aportes de empresas. Tuvimos que recurrir a nuestras reservas para costear todos los gastos imprevistos, como pagos de horas extras, transporte para todos los empleados, colchones para que un turno pudiera esperar a la llegada del otro. Afrontamos así los gastos que tradicionalmente eran donados y entregados por los proveedores de la casa-hogar, como eran los de insumos médicos, productos de limpieza, comida, etc. Tres gra ahora brin ndes novedades imaginació damos . . juego, que n y comp añerismo … Cuando llegó el momento de pagar la nómina no teníamos fondos para los sueldos de nuestros empleados, que habían sido fieles, comprometidos, responsables, muchos habían dejado a sus hijos con sus vecinos y familiares para asistir a su jornada laboral en la casa hogar. Nadie, repito nadie, faltó a su trabajo. Solo algunos llegaban tarde, pero llegaban, con sus hijos biológicos, con su abuelita, etc... Pero ahí estaban, para atender a sus “Chiquiticos”, y nosotros no teníamos como pagar la quincena. Ese día, último de mes, un señor toca el timbre y dice que viene a traer un donativo en cheque de gerencia. La secretaria como es de costumbre, lo guía hasta la administración. Allí el señor dice que está muy apurado y hizo! a c n u n e u q Cosa que posteriormente recogerá el recibo. El “chequecito” que el señor anónimo trajo era la nómina de ese mes. Toda la familia Fundana cobró. Gracias señor, quien quiera que sea, nos salvó de una difícil situación y evitó que nuestros empleados perdieran su confianza en nosotros. Estoy absolutamente segura que la confianza es algo que se construye con muchas acciones, día a día, pero que con un solo acto negativo se puede perder. La lealtad y la fe que logramos de nuestros empleados es en gran medida producto de la vinculación afectiva de estos con los “Chiquiticos” y la transparencia en la relación entre los adultos (empleados- empleadores). Otro caso reciente es el de Lily Stransky, que dejó de trabajar con nosotros desde hace más o menos, cuatro años y se residenció en el exterior, perdiendo el contacto. Un día en nuestra acostumbrada reunión mañanera de los lunes, con 46 / 47 los diferentes directores de Proyectos, supimos que los niños necesitaban ropa interior (cosa que el venezolano no dona, no sé si por pudor o porque no lo consideran una pieza indispensable del vestir) y zapatos deportivos (estos si los recibimos donados o usados, pero no los podemos utilizar, ya que la horma normalmente esta desgastada). Creo que hay otras razones, pero habría que preguntarle a un ortopedista, porque a mi ya se me olvidaron. Esa tarde recibimos una llamada de la mamá de Lily, para informarnos que ella había creado una Fundación de ayuda a otras organizaciones (Step by Step) y nos estaba enviando ropa interior, baberos y zapatos. ¿Que cosa no?. Otro caso curioso, típico de esta bella Venezuela, fue el otorgamiento de un donativo del sector público para equipar una de nuestras casas hogares, próxima a inaugurarse. Un camión militar trajo cunas, literas, esterilizador de teteros, pintura, sillas de preescolar, chupones, licuadoras, ventiladores, sillas de comer para los bebes, baberos, etc.… nosotros felices con el donativo. ¡Que maravilla! Nos entregaron un recibo de la Ferretería el Fresador, que provee al donante de todos estos insumos. Al darnos cuenta de que las licuadoras eran muy pequeñas para preparar el jugo de cuarenta niños diarios, le pedimos al chofer que con el recibo de dicha Ferretería, cambiara las licuadoras recibidas por otras ajustadas a nuestras necesidades. Nuestra sorpresa fue mayúscula al descubrir que esa Ferretería, en esa dirección, no existía. Con toda esa gran la donación, a g n e v e d n o d Venga de e donen, u q a e s e u q s y sea lo a mejorar r a p o s u n u e n todo tie nuestros e d a id v e d d a d la cali “chiquiticos” variedad de productos reunidos: mueblería infantil, mueblería del hogar, ferretería, tienda de electrodomésticos, tienda de lencería, etc., creo que hubiera sido la ferretería más conocida y exitosa del país. Es bueno aclarar que como organización nos hemos mantenido apolíticos, y gracias a esta postura hemos podido crecer y fortalecernos, pues el no ser bandera de nadie, nos ha brindado la independencia y autonomía suficientes para la toma de decisiones. Hablando de crecer como organización, pienso que la “pichirréz institucional” de muchas de las ONG (Organizaciones No Gubernamentales) sólo las hace cada vez más pequeñas y fuera de contexto. En FUNDANA nunca hemos sido mezquinos a la hora de compartir con otras entidades de atención (Bambi, Atenea, Santa María de la Caridad, La Colmena, Ayuda a un niño, Abansa Mi Refugio, etc.), toda la información que poseemos como: la llamada tecnología social, las buenas prácticas, el “know-how”, que además es difícil de encontrar en el país. Por ejemplo, cuando Francis y yo asistimos a la Conferencia de Cuidado Residencial en Estocolmo, al regresar lo primero que hicimos fue, compartir los conocimientos que habíamos adquirido con veintisiete organizaciones del país, que trabajan con esa modalidad, copiándoles el material bibliográfico de la Conferencia y haciéndoles una presentación de la información que logramos recaudar. Siempre nos preocupa que podamos ir creciendo y formándonos juntas, todas las ONG hermanas; pues es una 48 / 49 forma de multiplicar las buenas prácticas y evitar duplicar errores; ya que en ambos casos los afectados son los niños(as) y/o adolescentes. Sin embargo, nos llama poderosamente la atención que las ONG sin fines de lucro tienden al aislamiento, y por más que hemos intentado formar redes, se ha impuesto su “pichirréz institucional” o el estar dedicados a las tareas operativas y difíciles del día a día. Es un asunto de prioridad y supervivencia. En FUNDANA nos hemos dado a la tarea de documentar la experiencia de todos nuestros programas, con la expectativa de que si alguien más desea aplicarla le sirva de apoyo en la compleja tarea de iniciar una entidad y evitar que tengan que aprender por ensayo y error, como nosotras lo hicimos. Hablando de donativos me gustaría mencionar algunas donaciones insólitas como: un sólo zapato, una mesa con tres patas, una nevera que dejó de funcionar antes de la Primera Guerra Mundial (tuvimos que pagar un transporte para que la buscara y otro para que la botara), pistolas de juguete, medicinas y comida vencida, veintitrés esculturas de un sólo artista (a las que les sacamos provecho en un Bingo), un cuadro de Cruz Diez como cachivache (que rápidamente vendimos), un camión 350 repleto de esponjas Lustrillo, pañales desechables defectuosos (le faltaban los teipes para cerrarlos), trescientos limones plásticos, tres mil CD de la Biblia, doscientas sillas de comer para bebé sin la bandeja, y así... pero como decia mi abuelo Vitaly “ojalá siempre sea el que dé y nunca el que pida”. Mi abuelo Vitaly y yo, en una de las veces en que le celebram sus 80 años, lo hicimos cada os año durante diez años… VIII. De institución a un hogar. A pesar de que Fundana, tenía casas de colores con lavamanos a la altura para los bebés, minipocetas, murales infantiles y mobiliario de última; ya sabíamos que teníamos que cambiar. No era suficiente que el niño tuviera su informe social al día, evaluación psicológica y pediátrica, saliera los fines de semana para su recreación, y asistiera al colegio de la comunidad, porque a pesar de haber logrado todos estos beneficios, siempre nos seguía faltando una pieza del rompecabezas, y esa era la madre. El sentido de familia, el sentido de pertenencia, y en fin, el apego a un sólo adulto significativo. Ya habíamos aprendido que solamente una bella infraestructura no se adecuaba a nuestra idea de cuidado residencial. Y empezamos a soñar con que en pequeños grupos, podían omo ¡Directora C pocas! tener una casa para cada uno de ellos y mi querida Patricia Araya me preguntó: “¿Sra. Elsa, lo que Ud. quiere decir, es que vamos a hacer unas 50 / 51 pequeñas Villas?”. En ese momento quedó bautizado nuestro nuevo reto: Las Villas de los Chiquiticos de Fundana. En ese entonces, las siglas de Fundana ya no significaban Fundación Amigos del Niño Abandonado, porque nuestros propios niños se habían encargado de cuestionar ese nombre preguntándonos: “¿Por qué dice Fundación de Niños Abandonados si yo tengo mamá, abuela, etc.?”. Como siempre, los niños tenían razón. Decidimos mantener las siglas, por la famita que tanto nos había costado alcanzar, pero cambiando su nombre por Fundación Amigos del Niño que Amerita Protección . Al asistir tiempo después a un programa televisivo dirigido por Sofía Imber, ésta hizo la gran pregunta: “¿acaso existe algún niño que no requiera protección?” Pero ya era muy tarde, las cartas ya estaban echadas, así que quedó con ese nombre sin tanta profundidad filosófica y como dice siempre Francis “nadie se fija en eso.” Retornando al proyecto de las Villas, donde sobraban los caciques y faltaban indios, nos reunimos con la amiga de infancia de Francis, Adina Kauffman, candidata perfecta para hacer el diseño arquitectónico, ya que estaba totalmente acostumbrada a nuestro estilo de trabajo, por que anteriormente había remodelado las tres casas hogares de San Bernardino y Chuao. Las Villas, que inauguramos en diciembre del 2004 en Caurimare, tienen exactamente el diseño del proyecto original, incluyendo hasta los colores de los techos (azules). Esa memoria descriptiva la llevábamos debajo del brazo hasta que Adina, la arquitecto, en la obra. estuvieron construidas y equipadas Las Villas. En ese momento empezó la verdadera odisea para hacer realidad el sueño. Primero visitamos todas las Alcaldías, solicitándoles que nos asignaran un terreno educativo para desarrollar el proyecto. La respuesta corriente era: “No hay terreno para ese uso en Caracas.” En vista de esto, investigamos en la Oficina de Catastro y encontramos, que la única Alcaldía que disponía de terrenos baldíos era la de Baruta. Así fue que conseguimos un terreno plano de treinta mil metros El proyecto se ma idéntico desde el ntuvo casi inicio. cuadrados en la Urbanización Santa Paula, siendo vecinos del mismo, la Iglesia de la Caridad del Cobre y el polideportivo de Santa Paula, ¿qué podía ser mejor que eso?. Creyendo que ya nuestras dificultades habían pasado nos acercamos a la Asociación de Vecinos ASOPAULA, para presentarles nuestro proyecto. Estábamos seguras de que les iba a fascinar. Nuestra sorpresa fue total, se convirtieron en nuestros peores adversarios y enemigos, no nos querían de vecinos y además, resultó que, cada uno de los miembros de esa Asociación ya tenía otros proyectos para ese terreno, de los esposos, hijos y abuelos, y por supuesto los defendían. Entendimos, después de esa reunión, que la batalla había comenzado. Me dirigí a hablar con el Alcalde Enrique Capriles acompañada por Mireya Cisneros, Tania D’Agostino, Cristina Tovar y mi concejal Maria Elena Navarro, para decirle que la Asociación de Vecinos no apoyaba el proyecto de Las Villas. 52 / 53 Para ese momento, a pesar de saber que las cosas no iban a ser fáciles, tenía la esperanza de que no se convirtiera en una situación limitante, pues pensaba que los vecinos no tenían la fuerza ni el derecho para detener un proyecto social, en un terreno que se suponía debía ser destinado para tal fin. Al entrevistarnos con el alcalde éste nos contestó, que sin los adie la n e u q e ic d mi amiga que ajar como yo!! pone a trab vecinos estábamos perdidas y la única forma de contar con el apoyo de la Alcaldía, sería contar con la firma aprobatoria de los vecinos de esa comunidad. Con muy buena voluntad y en los primeros años de su Fundación Venezuela Sin Límites, Mireya Cisneros nos hizo todos los formatos de recolección de firmas y envió a todo su personal junto con todo el de Fundana, incluyéndonos ella y yo, casa por casa, apartamento por apartamento; a tratar de que nos abrieran la puerta, contarle a cada vecino “el cuento” y finalmente lograr su firma. No llegamos a recolectar ni ochenta firmas. ¡Definitivamente esa no era la vía!. Había que contactar a la Iglesia vecina para conseguir su apoyo, nos dirigimos a conversar con el Padre Pablo Hernández, que en ese momento coordinaba las misas de la Iglesia, para pedirle que nos diera una mano. El nos dijo “vamos a echarle pichón, vénganse el domingo y al final de cada misa van a tener cinco minutos para tratar de convencer a los feligreses para que firmen.” ¿Cómo podíamos convencer, involucrar y hacer que creyeran . .aqui está, como sie resolviendo algo por mpre, teléfono!!! en nosotras, en cinco minutos, a toda esa cantidad de gente que ignoraba quienes éramos? Eran las preguntas que me hice por lo menos durante los dos días siguientes, hasta que se me ocurrió una idea. Llegó el domingo, todo el equipo de Fundana y Venezuela Sin Limites, estaba dentro de la Iglesia sentado entre el público con sus planillas en mano pero sin identificarse. Cada vez que terminaba una misa, el Padre de turno decía: “y ahora tenemos un anuncio que dar”. Yo subía hasta el pie del altar, disfrazada con mi collar de perlas, una camisa blanca, y el pantalón negro, parecía un monaguillo; con un bebé morenito, de una mano, y uno blanquito de la otra. Como una propaganda de Benetton. Entonces hacía Elsa “Benetto n” mi presentación y explicaba cómo y porque estos bebés necesitaban un hogar, y que ellos, podían dárselo con su firma. Recolectamos en un día alrededor de mil ochocientas firmas. ¡Qué éxito!. Ahora sí lo habíamos logrado. Una graciosa anécdota; ocurrió en la iglesia durante la misa, antes de que me dieran el derecho de palabra. Yo tenía a los bebés en brazos y resultaba obvio que los dos no podían ser míos, y, curiosamente, las personas que se me sentaban al lado, en ese banco, me preguntaban: “¿te vas a confesar?” . Yo contestaba: “no”, y ellas se retiraban. Cuando terminaron las ocho misas, le comenté a Mireya: “es curioso que todos ellos crean que cometí un pecado y la oferta que se les ocurre es invitarme a confesar”. Sin saberlo me había sentado justo en el 54 / 55 banco donde se hace la cola para entrar al confesionario. Era la primera, o segunda, vez que asistía a una misa. Concluida la recolección de firmas, salimos satisfechas de nuestra labor y volvimos a reunirnos con el Alcalde, para entregarle las firmas obtenidas. Pero para ese momento, ya la Asociación de Vecinos (Nastra de Plaza, Presidenta de ASOPAULA) había hecho su trabajo, y que ironía, las firmas ya no tenían ningún valor, al punto de que ni siquiera nos las recibieron (las conservo como recuerdo en mi casa). Ese día no me quedó otra alternativa, que decirle a mis hijos, que a veces no se consigue la meta pero que siempre hay que intentarlo, que nunca sea por falta de esfuerzo. Estaba totalmente frustrada, habíamos perdido una batalla pero no la guerra. León, mi hijo menor, mi bebé amado Mi hijo León respondió con una de sus frases predilectas: “Obtendrás el éxito, sí tu puedes tratar el triunfo y el desastre; a ambos impostores, con la misma fortaleza”. (Wimbledon). La misma gente de la Alcaldía sintió “pena ajena” (sentimiento muy común en los últimos tiempos en esta Venezuela nuestra). Tomaron entonces la decisión de abrir una licitación sobre los terrenos educativos del municipio, con la finalidad de que pudieran participar todos los proyectos de esa naturaleza. A pesar de que esta licitación se hizo pública, (en tres ocasiones), en todos los diarios de circulación nacional nadie excepto Fundana, se postuló para la misma. ¡Ganamos!. Por fin, íbamos a lograr nuestro tan deseado terreno, pero e lo decía s e r p m ie s o este dich de tenis y el lo su profesor glés precioso!! dice en un in en Caurimare, que no tenía los treinta mil metros del terreno de Santa Paula; sino sólo ocho mil seiscientos setenta y dos metros, con un área de construcción de dos mil metros, además de una zanja de aguas negras y tremendo barranco. Era tan rústico que los únicos que lo utilizaban, era el grupo de Boys Scouts llamado Singuanoi 65, (liderado por Saúl Barboza) que cada sábado se reunía a hacer sus prácticas. No conforme con lo cuesta arriba del terreno, además tendríamos que lidiar con tres asociaciones de vecinos (Arcorui, A-3-4 Caurimare y Asocaurimare) y dos alcaldías. El terreno era la línea divisoria entre el Municipio Sucre (Chavista) y Baruta (Opositor). Por si fuera poco, los nuevos vecinos de la Asociación ARCORUI de Colinas de Los Ruices liderados por Lisbeth Machado, tenían como vecino propietario al Gobernador Enrique Mendoza, cuya residencia estaba a una cuadra del terreno en cuestión y que nunca nos apoyaría. También para echarle más leña al fuego, vivía en la urbanización la Dra. Nancy Montero, quien había sido presidenta del INAM por muchos años, y se sentía la única conocedora de la verdad, en materia de menores. La Dra. Montero consideró Las Villas: “un hacinamiento inadecuado para residenciar niños”. Un lugar no digno. ¡Ganamos la licitación!!! No era posible para nosotras predecir lo que después pasaría. Cinco días más tarde de ganada la licitación, cuando enviamos a los técnicos para que realizaran el estudio de suelo del terreno, nos encontramos con que los Boy Scouts habían clausurado la entrada con un candado. Pero eso no representó ninguna 56 / 57 limitación, rompimos el candado y listo. Pero aquí fue donde la cosa se puso buena, empezaron a llegar los vecinos de Los Ruices y en unos minutos eran al menos treinta personas que gritaban desaforadamente, insultaban y amenazaban a los técnicos para que se retiraran y éstos así lo hicieron. Entregamos un volante informativo a todos los vecinos, casa por casa, en Caurimare y en Colinas de los Ruices. En esta última urbanización logramos repartir el volante en dos de sus calles, los miembros de la asociación nos prohibieron continuar su distribución. Al no tener la posibilidad de informar a la comunidad y así ganar aliados al proyecto, emprendimos una campaña pública, que no tardó en convertirse en una batalla campal. La asociación de ARCORUI se alió con los Scouts de Singuanoi 65, para defender “los derechos” de éstos, sobre el terreno que unicamente utilizaban por tres horas los sábados. Fue tan controversial la publicidad que se le dio al caso, que el Alcalde decidió convocar a una asamblea de ciudadanos, con la Asociación de Vecinos de Los Ruices, para que presentáramos nuestro proyecto. Ese fue el peor de todos los días. Llevamos un grupo de quince niños para sensibilizarlos y demostrarles que los niños no eran ningunos delincuentes. Estos llevaban un regalito que los vecinos groseramente arrojaron al piso frente a ellos. En ese momento decidimos que se retiraran los niños y fueran a Wendy´s para tratar de contrarrestar la te fuimos Con éste volan a. de casa en cas desagradable experiencia que habían sufrido. A mi memoria acude la imagen de Daily, una niña de seis años, preguntándome: “Elsa, ¿por qué ellos no nos quieren?”. El Alcalde y yo intentamos hablar y conciliar sin éxito. La gente de Incentive Group (Amnon Solomon) me entregó una propuesta para romper la resistencia entre los dos grupos. Pero los vecinos estaban ciegos, sordos y llenos de veneno, cualquier cosa que dijéramos resultaba inútil. Estuvimos hasta las doce de la noche. Había un grupo de viejas amargadas, groseras y sin oficio que parecían no tener el mínimo instinto maternal. Alegaban: ( Que íbamos a montar un Sambil. ) Que el valor de su propiedad se iba a depreciar por tenernos ncis! ¡Gracias Fra como vecinos. Que nuestros niños, de 6 años, los iban a atracar. Nos propusieron que hiciéramos Las Villas en las zonas industriales, o en las afuera de Caracas. Inclusive algunas alegaron que no estaban dispuestas a que sus hijos, que estudiaban inglés en las tardes, después fueran al parque a jugar con los hijos de los violadores. Una vez más le dije a mis hijos, que era necesario luchar por lo que uno cree aunque terminen contigo. Ellos me habían vencido, por ahora. Después de la Asamblea, decidimos entrar al terreno por la fuerza. Trasladamos dos tractores de la Constructora Sambil, que gracias a los vecinos de los Ruices no podrían volver a 58 / 59 salir del terreno hasta un mes más tarde; pues colocaron sus carros viejos en la única entrada de acceso a la propiedad y hacían guardias de día para que los tractores no pudieron salir del terreno. Solicitamos permiso a la Alcaldía para remolcar los carros y los vecinos colocaron un mini shover. En ese momento optamos por hacer una cadena humana con el apoyo de nuestros amigos y todas las organizaciones hermanas sin fines de lucro, que acudieron masivamente a la cita, y con los medios de comunicación incluidos, sorprendimos al enemigo. Finalmente, y después, de tantas luchas, a las nueve de la mañana conquistamos el terreno. De todas maneras los vecinos se sintieron ganadores de la batalla por que Fundana tuvo que invertir cerca de ciento cincuenta millones de bolívares, para construir una rampa de acceso desde una avenida rápida, como lo es, la Av. Río de Janeiro, para que así nuestros niños, y el personal, no transitaran por su urbanización, considerada de clase media. En mi opinión, luego de conocer a muchos de ellos, creo que no entendieron el proyecto, ni interpretaron, como “gente culta que son”, el aporte que tendrían las Villas para toda la comunidad. En esa época la disputa, con los residentes de la zona, llegó a los medios de comunicación y en una oportunidad nos invitaron a un programa de radio. Llegué tarde para conocer al periodista, antes de salir al aire. Cuando llego agitada, como siempre, el entrevistador me preguntó para comenzar el programa: ¿Qué ramos una g lo y … o y o p a Recibimos humana!! gran cadena hace una mujer tan bella e indefensa al frente de un tema tan duro como lo es el maltrato y el abandono?.... Yo le contesté ésta y otras de las preguntas que hizo y al terminar el programa, él, dirigiéndose a la audiencia, dijo: “Mantengo lo de bonita, pero definitivamente, de indefensa no tiene un pelo”. De ahí en adelante, Nelson Rincón, miembro de la Junta Directiva me apodó “La Indefensa” seguido por un montón de carcajadas. La lucha del terreno fue solo una parte del logro, inmediatamente necesitábamos fondos para la construcción del Proyecto, alrededor de mil quinientos millones de bolívares. El durísimo trabajado de un año, pensamos, que rindió sus frutos, cuando Conavi nos aprobó el proyecto, Pobladores de la Calle, por la cantidad de cuatrocientos millones de bolívares, para iniciar la obra. Abrimos un fideicomiso, firmado inclusive por el Alcalde, pero tenemos dos años en Las Villas y todavía no nos han desembolsado el primer bolívar ofrecido. Por cierto mi abuelo Vitaly decía: “Mija podrán robarme los reales pero el tiempo no.” Por eso los Levy cuando vamos al cine, o a cualquier otro evento, nos quedamos entre diez y quince minutos; si lo presentado no nos gusta nos salimos. Bueno, en todo caso lo que deseo resaltar es que CONAVI nos había robado ambas cosas, el dinero prometido y el tiempo invertido. También los medios de comunicación nos apoyaron. En aquel momento, y gracias a la ayuda del Presidente de Fondo Común, Fortunato Benacerraf y Laury de Cracco, de la 60 / 61 Asociación Bancaria, logramos un objetivo sin precedentes en Venezuela (exceptuando situaciones de catástrofe). Reunimos a treinta y siete bancos, que proporcionalmente, hicieron una contribución que llegó a los mil quinientos millones de bolívares. Más el aporte de setecientos millones de bolívares, producto del diez por ciento del primer Telecorazón, de la Organización Unamos al Mundo por la Vida. Insólito, pero en un año y medio, estuvieron listos el Centro de Atención Integral, el preescolar, dos maternales, ocho Villas, y la plaza central; en fin nos mudamos en tiempo record. La cerámica necesaria para recubrir las paredes hasta un metro y medio, las piezas sanitarias, puertas, rejas, pinturas, cabillas, cerraduras, lámparas, todo fueron donaciones. El día 7 de Diciembre de 2004 inauguramos las Villa con ochenta y cuatro niños viviendo en ellas. La cinta de apertura fue cortada por William, nuestro primer niño protegido en la primera casita hogar de San Bernardino, hoy en día Universitario. Yo dedique toda esta travesía y esfuerzo a mi = hermana Susy… una fuente de apoyo, que me decía ante cada dificultad: “eso no es nada para ti… mi amor… tú puedes, con eso y mucho más”. Todos los héroes que nos acompañaron en esta batalla fueron: Nelson Gavloski, José Salcedo, David Bittan, Veronique Bouchara, Nelson Rivera, Magali Trivison, Luis Sotille, Maria Margarita Gómez, Adriana D´Elias, Victoria y Nissim Schor, Maria Elena Guevara, Igor Pankov, Carlos Rodríguez Siso, ie más oyó, d a n e u q lo Quien oyó s las familias la que toda ner por ley. . deberían te do sería diferente. y así, el mun Alberto Cohen, Juan Calzadilla, Felipe Montemayor, Joaquin Díaz Cañabate, Claudia Leigthon, Juan Díaz, Maria Elisa Espinoza, Andrés Steiner, Erika Smith, Luisa Cristina Santaella, Moses Laredo, Eva Kiezcka, Iraida Manzanillo, Maria Verdeal, Pedro Pablo Fernández, Memo Arocha, Concejal Domingo Palacios, Ana Carolina Torres, Andreína Fuentes, Marisol Moreno, Proadopción, Roxani Paredes, Rafael Paredes, Rafael Guzman, José Luis López, Evelyn Reyes, Roberto Coimbra, Susy Levy, Ana María Oxford, Nelson Rincón, Federica Riverol, Pizzolante, Horacio Velutini, Esther Franco (que en paz descanse), FIPAN, Sinergia, Venezuela Sin Límites, Lenin Romero, Avelina Mejías, Jacqueline Phelan, Milangela Silva, Norma Ramones, Jimmy Graterol, Alexandra Lavie, Andrés Cova, Diana Albano, Miguel Rodríguez Siso, Tania Rodríguez, Foto aérea de Las Villas…¡a mi me parecen espectaculares! María Esther Camino, Marisela D´Lucas, Nathalie Abuchaibe, Esther Benhamú, Hay Group, Mónica Gotz, Betzy Aizaga, Aurora Medina, Elisa Montemayor, Jackelyn Guijarro (que en paz descanse), Chucky Reyna, Marisol Fuentes, Beatriz López, Fundación Artistas Emergentes, Roberto Cohen, Erika Pardo, Jorge Moreno, Gisela Tirado, Luis García Montoya, Eduardo Milgram, Juan Carlos Roldan, Carmen Elena Ramírez, María Elena Bustamante, María Elena Navarro, Concejal David Uzcátegui, Maestro Julio Ojea, Isaac Levy, Jaime Bello-León, María Krygier, Arístides Maza, Teresita Shamis, Camila Canabal, Jimmy Graterol, Sandra Azrak, los medios de comunicación y nuestras familias; entre los muchos que recuerdo con gratitud, pero que por limitaciones de espacio me es imposible nombrar. 62 / 63 IX. El descubrimiento de los nuevos inquilinos. pusieron le e u q e r b m No al timbre!! El día que los niños llegaron a las Villas, eran ocho familias con ocho niños cada una, más veinte bebés menores de un año, eso fue increible. Los niños nunca habían tocado el “tun tun”, no sabían que uno puede abrir la nevera y tomar agua cada vez que le provoque, que la patilla es una pelota gigante que cuando uno la corta es la fruta rosada que siempre les llegaba ya rebanada en su bandeja, cuando estaban en el modelo institucional de Casa- Hogar. Entrar en cada Villa era una experiencia. Los niños mostraban orgullosos antes que sus propios juguetes, su casa, su cuarto, su clóset, su cama. Estaban tan alegres y complacidos de tener una casa que, había pleitos entre ellos mismos si uno consideraba que otro no cuidaba bien la que le correspondía. Los niños que no dormían corrido de noche, empezaron Las Villas son acoged nuestros “Chiquiticooras, y s” están felices.. Mi Casita Amarilla Rondalera Daycare Alimar Indase Cendre a dormir. Los que tenían problemas de alimentación comenzaron a comer o a dejar de comer. Por primera vez, el personal, ahora madrinas y tías, competía entre si para ver quien tenía la casa más adornada y bonita. Una de las Villas tiene vista privilegiada al Río Guaire. Entre tanta emoción de la mudanza, uno de los niños, Edgar F., exclamó: “Sra. Elsa: Tenemos un río rosado.” Yo pensé, los niños ya están viendo el mundo de colores, pero ante la insistencia del niño, me acerqué a mirar. Me sorprendí; que el río Guaire estaba de color rosado, por la presencia de un colorante, arrojado por alguna industria “ambientalista”. El primer trimestre gastamos el triple del abastecimiento de Al colegio, como Chester…desde dice Ilan rumbo a la Pasto Petare ra!!! Centro Infantil América U.E. José Maitín Mi Niño Simón Inosito Mevorah Florentin Cuyuni Ieco Elena de Bueno comida que anteriormente manejábamos, por que tanto el personal como los niños no estaban acostumbrados a ver comida almacenada, y comían continuamente. Fue necesario que transcurrieran seis meses, para que todo se fuera normalizando. A las siete de la mañana son llevados y repartidos entre trece colegios públicos y privados ubicados en diferentes zonas de Caracas, sesenta y ocho niños, la logística es compleja, diariamente, hay que preparar las loncheras, vestir a los niños con los uniformes correspondientes, separarlos por sistema de educación pre-escolar, regular o especial, según sea el caso. Paralelamente, gracias a Carla Meléndez y su bien organizado equipo, los más “Chiquiticos”, son llevados 64 / 65 por sus madrinas al preescolar interno de Fundana con su uniforme y su desayuno. Esta exigencia en la apariencia, puntualidad y disciplina de los niños, los enseña para cuando asistan a un colegio externo. Por otra parte, el Centro de Atención Integral (CAI), ajustándose a los requerimientos de la nueva ley orgánica para la protección del niño y del adolescente (LOPNA 2000), inició la entrega del informe correspondiente a la evaluación trimestral de todos los niños, a nivel psicológico, pediátrico, nutricional, escolar y social, exigencia esta que no se realiza ni en las familias con los niños mejor atendidos del mundo. Para este momento ciento doce personas trabajaban para cuidar y formar a los “Chiquiticos”, más para su vida en comunidad que para la institucional. Por fin, habíamos logrado darle a los niños el ambiente familiar y la atención individualizada que necesitaban, y por sobre todo una figura materna estable; la madrina. Hasta el personal de mantenimiento trabajaba con un chiquitico a su lado… X. Agrandando horizontes. Algunos economistas y empresarios cuestionan el Proyecto de Las Villas cuando ven que la relación Adulto-Niño es casi uno a uno, pues no toman en consideración que todos nuestros niños, además de ser especiales por no haber sido criados por su familia biológica, tienen carencias afectivas y cicatrices emocionales, porque fueron abusados por quien debió protegerlos, y son incapaces de dormir, vestirse o alimentarse solos, hay que atenderlos las veinticuatro horas de todos los días del año. Cabe destacar que la nómina de Fundana contempla otros programas, como: • Ángel de la Guarda, programa que puso en funcionamiento el Lic. Danny Tovar y surgió de la necesidad de que los niños recién intervenidos (en la calle) reciban atención médica y psicológica antes de entrar en contacto con los que ya estaban protegidos en las Villas y que por lo tanto ya habían sido curados de parasitosis, escabiosis, 66 / 67 pediculosis, y todos los “osis” que existen. Este programa, nos permite en no más de treinta días, hacerles un “lavado y engrase” antes de trasladarlos a Las Villas, y evitar así que los niños rescatados anteriormente, se contagien con las enfermedades que traen los nuevos. Anteriormente, los niños que recibíamos había que desparasitalos mínimo durante 8 meses ¡Qué desastre!. • PROFAM, Programa de Orientación y Fortalecimiento Familiar, surge para resolver una pieza del rompecabezas en la vida de los niños: su familia biológica. Cuando los atendíamos siempre estábamos conscientes que de no poner esta pieza en su lugar únicamente se estaba realizando la mitad del trabajo. En PROFAM, un equipo interdisciplinario (Psicólogos, Psiquiatras, Trabajadores Sociales, Educadores de Familia y Terapeutas Familiares) de forma gratuita y muchas veces preventiva, brinda orientación y apoyo en terapia sistémica breve, a familias en pobreza extrema, multiproblemáticas, para que puedan recuperar a sus hijos o continuar criándolos. Este programa existe gracias a la persistencia de Patricia Araya que lo propuso, y al trabajo profesional de Ninoska Zambrano que lo impulsa y coordina día a día. • El Programa hasta el último Cartucho, es el primer programa de autogestión de Fundana, que nos ha llevado a ser el mayor centro de recolección de cartuchos para impresora, para reciclaje a nivel nacional. Este programa logra recaudar cerca de veinticinco millones de bolívares mensuales, teniendo inscritas cerca de novecientas compañías, entre públicas y privadas. Contamos con el apoyo de las empresas Venamcham, MRW y Domesa, que nos transportan, en forma gratuita, todos los cartuchos desde el interior del país. Este proyecto existe gracias a Viviana Futh que creyó que podíamos manejarlo, a Mónica Gotz que lo dirige y a la firma colombiana Lasargen, que nos aportó la idea. Hoy en día hemos logrado acuerdos con Lexmark, Xerox, IBM y Wincor Nixdorf. • Grandes y Chiquiticos: Este programa de colocación familiar es el bebé que siempre quise tener como proyecto. A Francis, la he amenazado diciéndole que el único puesto por el que yo abandonaría temporalmente algún día a FUNDANA, sería el de la coordinación de la Oficina de Adopciones. Un cargo y una responsabilidad gubernamental que, gracias a Dios, nunca me han ofrecido; porque pasaría de ser una amenaza, a un dilema para mí. Por cierto, creo que Francis no concibe FUNDANA sin mí, como yo tampoco sin ella. Pienso que nos complementamos como pocos equipos laborales lo hacen, tenemos en común nuestro interés por los niños y ser muy, muy frontales. Cero romanticismo, en relación a frases como: me heriste, me hubieras dicho…, me ofendiste, simplemente no existen en nuestro vocabulario. 68 / 69 De hecho, mi hermana Susy cuando me oye atender el teléfono, comenta: “Era Francis ¿No?” Y yo le pregunto, “¿Cómo sabías?” Y ella me responde: “no le dices ni hola, directo al grano ¡Que horror!”. En quince años, hemos tenido nuestras diferencias, pero nunca nos hemos peleado. Siempre decimos en tono de burla, que nuestros esposos Roberto y David, deberían imitarnos y llevarse con sus esposas tan bien como lo hacemos nosotras dos. Claro está que por “casualidad” yo tengo un temperamento similar al de Roberto y Francis al de David, así que ellos nos dieron varios años de inducción y capacitación para el trabajo de “partners,” que hemos desarrollado. Yo tuve la suerte de casarme con el hombre más paciente y tolerante del mundo. David tiene quince años oyéndome hablar de Fundana sin descanso. Definitivamente es muy paciente. Es mi controlador de vuelo, ya que él no esta apurado y por supuesto que yo si. Ñeña (quién lo crió), dice que va a vivir cien años. Yo creo que tiene razón, y ojalá así sea por que a mí me da muchísima tranquilidad saber que tanto mis hijos como yo, siempre contaremos con su cordura y filosofía de vida. Volviendo al programa de Colocación Familiar, éste nos brinda la oportunidad de formar nuevas familias acogedoras, donde colocamos aquellos niños que son técnicamente adoptables, pero que jurídicamente no están listos. Muchas de estas familias, luego de algunos años, pasaran de una medida de yo en la y id v a D o s Mi espo obra. colocación en familia sustituta a una medida de adopción. A mi papá le preocupaba que “jugáramos a ser Dios,” y mi abuelo Vitaly completaba, la frase diciéndome: “El que juega a redentor, termina crucificado.” Si ellos hubieran sabido lo serio que era para nosotros “todo este juego”; y que definitivamente no fue por desocupadas sino por preocupadas que nos metimos en él, quizá habrían comprendido que estábamos dispuestas a “jugarnos el todo, por el todo,” por aquello en lo que creemos y que puede hacer una diferencia en la vida de muchos. Gracias a sus advertencias, siempre lo pensamos cuidadosamente antes de solicitar una adopción o bien una separación definitiva de la familia de origen de los niños. Es necesario que cuando estos niños sean grandes podamos argumentar razonadamente, que no tuvimos alternativa. Gracias a Dios, es la Juez la que siempre tiene la decisión final, la última palabra y no nosotros. Muchas personas nos dicen, “ustedes van directo al cielo, por el trabajo que han hecho por los niñitos” y yo siempre pienso que el cielo lo tenemos aquí en la tierra, porque ¿quién puede dedicar su vida a lo que le apasiona?. Somos nosotras las que todos los días debemos darle gracias a Dios y a los “Chiquiticos”, a Él por habernos concedido realizar Mi papá, con mi hijo Fre nuestros sueños y a ellos por permitirnos ayudarlos. Siempre ddy al final me pregunto: “¿Quién ayudo a quién?”. Y como dice la canción de Mecano “el cielo por mí se puede esperar.” 70 / 71 XI. Gerencia y algo más. A veces nos cuesta trabajo creer como algunas personas pueden subestimar el trabajo de otras, que se dedican a obras sin fines de lucro, por que pareciera que únicamente merecen respeto aquellos gerentes que logran manejar grandes sumas de dinero. Eso me recuerda que hace poco, fui a ver la obra de teatro El Violinista en el Tejado, en la Universidad Central de Venezuela. El violinista cantaba: “si yo fuera rico… sería respetado… todos me pedirían consejos… etc”. Me sentí totalmente reflejada, quizás es un pensamiento y sentimiento muy judío, pero la verdad es que he visto esta conducta en todos los grupos, así que más bien creo que es el éxito laboral traducido en dinero, lo que genera poder, respeto y admiración, reflejando una supuesta “sabiduría”. ( ) A raíz de que mis hermanos se fueron a vivir al exterior, todas mis amistades pensaron que en poco tiempo, yo también estaría fuera del país. Cada vez que nos encontrábamos ya seis desde hace años!! me preguntaban insistentemente: “¿Por qué sigues en Venezuela?” Y cuando yo les contestaba: “por Fundana”, ellas automáticamente me decían, como si se hubieran tragado el mismo disquete: “Encarga a cualquiera de esa vaina, y tu supervisas de vez en cuando.” Para mi Fundana es todo menos un trabajo. Fundana es una pasión que me hace reír, llorar, gritar y en fin, aquello, por lo que mi vida tiene sentido. ¿Cómo alguien podría pensar que soy capaz de abandonar a mi cuarto hijo? Es verdad que no nacimos como una gerencia profesionalizada, que no contábamos con la necesaria experiencia laboral, no teníamos idea de la cantidad de responsabilidades y deberes que íbamos a tener que asumir. El reto estaba allí y a veces he pensado que quizás al más exitoso de los gerentes le costaría dirigir a Fundana por un mes. Por lo complejo que resulta lidiar con todos los deberes legales, que establece el Ministerio del Trabajo, sumado a necesidades de personal las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año y si algo le sale mal, no perderá la producción de ese día; sino que podría ser la vida de un niño (a). A título informativo FUNDANA es una organización que consume mensualmente nueve mil pañales, doscientos cincuenta y dos kilos de leche (fórmula y leche completa), contamos con ciento doce empleados, tenemos convenios con doce colegios, setenta y tres médicos especialistas y cuatro hospitales, entre otros. 72 / 73 No es corriente que una empresa obtenga insumos sin haberlos solicitado, en cambio nosotros recibimos donaciones de productos en las cantidades y épocas que no son precisamente las necesarias. Tomando en cuenta lo complicado que resulta su selección y su almacenaje, ya que no es un solo rubro, es tan variado como: medicinas (con vencimiento), alimentos (perecederos), ropa, juguetes, zapatos (en ocho tallas de hembras y varones), lencería, productos de limpieza e higiene personal, regalos para el personal, muebles, útiles escolares, uniformes, ganchitos de pelo y pare de contar. Las situaciones difíciles en la gerencia de la institución sobrepasan los límites del razonamiento. Poseemos un personal que es adiestrado y que recibe al menos una capacitación interna semanal y una externa trimestral. Se le facilitan conocimientos en el trabajo de atención, responsabilidad y educación de los niños, y de pronto ocurre lo inesperado, ese personal un buen dia decide marcharse al preescolar privado vecino por diez mil bolívares más de sueldo. Consideramos que hemos hecho una inversión social en su educación y resulta duro ver como se pierden empleados bien preparados, como los nuestros, que simplemente se retiran debido a una oferta laboral superior. Cuando se retira un empleado de Fundana, se puede tener la certeza que continuará desarrollándose en un área relacionada con niños, por lo tanto, todo lo que con nosotros haya aprendido “del deber ser” en el trato a estos, es un aporte nuestro para los próximos niños que atienda y forme. Nuestros depósitos,odo todo abulta, pero t es necesario!! Siempre le digo al encargado de Recursos Humanos: “que contrate lento y despida rápido”. Nuestra organización requiere la selección de un personal que atienda más a los detalles que a lo macro. La tarea del entrevistador es detectar si el solicitante será capaz responder, acertadamente, sobre las acciones a seguir ante las situaciones más originales que alguien se pueda imaginar, como por ejemplo: ¿Qué haría si encuentra: a un niño masturbándose, o vomitando la comida, a uno que rompe a patadas una puerta, otro que muerde, si alguno sufre terrores nocturnos y otros se autoagreden?. del este. Un paseo al parquey los nuestro personal “Chiquiticos” Por otra parte, las conductas inadecuadas del empleado como por ejemplo: ponerle sobrenombres a los niños, gritarles, sujetarlos duro por el brazo, dejarlos en el cuarto con la luz apagada como castigo, entre otras, son consideradas por nosotros motivo de despido; aunque el propio empleado haya sido educado y criado en su familia con esos métodos disciplinarios y para él sean adecuados. Igualmente como empleadores, debemos hacer la calificación de despido a través de idénticos canales que los empleadores del sector empresarial (amonestaciones, actas, y presentación nero, e e d o r e im !! Pr entiéndase , dia del trabajador, madrugadas dre y hasta el día dia de la ma odos los días!!! del árbol…t de testigos, etc.). Es difícil que un gerente dirija una organización, que no sea un hospital, que funcione las veinticuatro horas del día, todos los días del año. Por eso mis respetos a los que gerencian los centros de emergencia, seguramente, con personal profesional bien remunerado, cosa que no se acerca a nuestra realidad de ONG. 74 / 75 No es sencillo que un gerente logre motivar a sus empleados en un trabajo emocionalmente agotador, físicamente extenuante y además con un salario poco competitivo. Es complicado que un administrador tenga que planificar, sin saber con qué fondos contará. Las instituciones sin fines de lucro, dependen de subvenciones aleatorias, las cuales no garantizan su funcionamiento a largo plazo. Pero por otra parte, no es una opción postergar la solución de las necesidades básicas de nuestros “Chiquiticos”, como: alimentos, medicinas, etc.. Los niños no entienden de presupuesto, ingresos o flujo de caja. La demanda del servicio es constante, todos los días recibimos llamadas solicitando cupos para niños que se encuentran en riesgo. Que duro es que te digan que tienen tres hermanitas en manos de indigentes, durmiendo debajo de un puente, y que requieren ser protegidas en forma inmediata, pero que tengas que negarles el ingreso por no tener cupos vacantes. Por otro lado, le pides a algunas autoridades que egresen a otro grupo de hermanitos, para los cuales se encontró una abuela dispuesta a recibirlos (con una evaluación social y psicológica, que así lo garantiza) y te contestan que hoy no pueden dar la boleta de egreso, por que tienen el almuerzo del día del trabajador, no subieron el expediente a la Sala que corresponde, o simplemente que lo van a meditar (ya que cada Juez o Consejero de Protección tiene miles de expedientes activos). La diferencia entre trabajar con productos y con seres humanos, es que jamás en quince años hemos recibido dos casos que sean iguales. Y nunca dejo de sorprenderme de todas las formas de abuso y explotación que se pueden cometer contra los niños. Cuando creo que lo he visto todo, luego de haber protegido a tantos niños, llega uno con otro tipo de maltrato. Nuestra materia prima siempre es la misma, pero cada caso es diferente. A veces tenemos cunas vacías, e ingresan niños de cinco y seis años, otras veces tenemos camas y llegan cinco bebés recién nacidos que requieren protección. El costo emocional para el gerente de una empresa no es igual al del gerente de FUNDANA, porque en FUNDANA enamorarse del “producto” es equivalente a asumir un nuevo hijo. Todos nos hemos enamorado de algún “chiquitico” y hemos tenido que aprender a convivir con esa realidad, y a superar la separación y el duelo cuando es entregado a su familia biológica o sustituta. El control de calidad del servicio es sumamente difícil. Una madrina que tuvo a su cargo un grupo de diez niños por tres años y de la que nunca se reportó ningún mal trato o accidente, acidad, iv r p u s e ar tien Cada Villa ejamos de supervis pero no d namiento. su funcio relacionado con negligencia en sus labores, puede en un momento determinado descuidarse en el trato de un niño en particular. Nosotros tenemos que mediar, entre la privacidad que debe tener cada una de Las Villas, y por otro lado, supervisar constantemente su funcionamiento para garantizar el buen trato a nuestros niños. Los niños vienen de hogares sumamente violentos, por lo que un grito o un correazo de un adulto es para ellos casi rutina. 76 / 77 Ponerles límites en las Villas, sin tocarlos, sin subir la voz, es un reto que nuestras madrinas y tías (empleados ó heroes) practican todos los días. Cuando el niño les dice “Te odio”, ellas deben contestar: “Cuanto lo siento, por que yo a ti te quiero mucho”. Esta respuesta es difícil de enseñar y de practicar y en el área empresarial no se suele afrontar nada similar. El abuelo Muño, siempre decía: “Que insultar, lo podía hacer cualquiera, pero que respetar sólo unos pocos”. Nosotros trabajamos duro, para que nuestro personal practique esa máxima. Pero a pesar de todo lo antes expuesto, no hay trabajo en el mundo que tenga una mayor remuneración emocional quién a , o ñ u M buelo David y el a miró y a quién se siempre ad nto… parece ta que el nuestro. No podremos dar los mejores sueldos o un ambiente silencioso; pero les aseguro que no existe en el país un mejor salario para el alma que el que nuestros “Chiquiticos” les dan a nuestros empleados cada día: su sonrisa. Saber que cada día de tu vida te despiertas para hacer mejor la vida de alguien, no tiene precio. Por último dudo que ninguna empresa tenga la posibilidad de llamar como asesores para formar parte de su Junta Directiva, a grandes ligas como lo pueden hacer las organizaciones sin fines de lucro. No sé cuanto cuesta una hora hombre de la Junta Directiva cuando nos reunimos contando con personas como: Oswaldo Cisneros, Horacio Velutini, Boby Coimbra, Juan Carlos Escotet, Fortunato Benacerraf, Mariela Colmenares, Nelson Rincón, Esther Franco (En paz descanse), Veronique Cohen, Victoria Bigio, Alfredo Travieso, Lourdes Will e Hilda Bellorín, entre otros. Mariela Colmenares y Boby Coimbra eón, L n o c , a r g e Sally mi su abuela Dora (una Daniela y laada pa´lante) mujer ech XII. ¡Echarle pichón! De haber sabido, cuando nosotras comenzamos, todas las dificultades que se nos iban a presentar por tratar de hacer el bien, creo que nos habríamos intimidado y posiblemente no hubiéramos hecho nada. La abuela Dora siempre me decía, recordando aquel tiempo cuando estuvo en el campo de concentración, con su hija Sally recién nacida: -“Que Dios no me haga demostrar lo que soy capaz de soportar”. Por varios años no lo entendí; pero cuando mi hijo León tuvo la fractura de cráneo, a los cuatros años, tres meses después de la muerte de mi papá, comprendí el dicho de la abuela. ¡Salvando las diferencias! Poco a poco e ido dándome cuenta de la cantidad de factores a los que uno se enfrenta, que si lo supiéramos de antemano no nos meteríamos en tantos La Abuela Dora y Ñeña enredos. Por ejemplo en el caso de FUNDANA los problemas han sido tales como; desde ser llamadas traficantes de niños, 78 / 79 hasta ver como una decisión errada, en la entrega de un bebé a su familia biológica o sustituta, puede cambiar el destino de esa criatura para siempre. Por cierto Sally, es una mujer muy especial que ha llevado la adversidad con inteligencia y alegría. Es la persona más resiliente que conozco. Siempre tiene algo que dar, y se siente satisfecha de hacerlo. Ella me ha enseñado muchas cosas pero para mí fue determinante el día en que me dijo: “Todo tiene su momento, cuando tus hijos sean más grandes vas a tener la libertad de poner los adornos pre- colombinos en la sala, el florero de vidrio en la mesa, etc. pero por ahora, tanto los unos como los otros, son más una limitación que un adorno.” Sí Sally, tenías razón y gracias… solo cuando uno está listo asume, cambia, arriesga, gana o pierde. La juventud de Francis y la mía nos permitió ser arriesgadas y no medir todas las posibles consecuencias de la responsabilidad que estábamos por asumir por el resto de nuestras vidas. Tuvimos a nuestro favor que estábamos dispuestas a innovar. Somos perseverantes y aparentemente aprendemos de los errores. Pero el éxito de FUNDANA, sin embargo, no ha dependido en particular de Francis o de mí. Se ha logrado porque cada persona que ha cruzado la puerta de la Casa Hogar ha visto un personal deseoso de dar lo mejor de sí, ha encontrado unos bebés deseosos de recibir afecto sin condiciones, una organización transparente, su contabilidad es un libro abierto Sally y León y sobre todo se le ha ofrecido la oportunidad de hacer su aporte a la humanidad. Es interesante que de doscientas planillas de voluntarios que recibimos anualmente, asisten no más treinta y cinco personas y su tiempo de compromiso, de “garantía”, se vence entre los ocho y doce meses. Son contados con los dedos de las manos Los voluntarios de Funda “habrá, de los que se lleva na… mucho, pero nunca habrá ran que no nos dejan nada” de los los voluntarios con “motor propio”, es decir, que no requieren reforzamiento constante, una palmadita diaria de GRACIAS por ayudarnos a ayudar. No todas las personas están en la capacidad de relacionarse directamente con la vida de nuestros niños. Por ejemplo, Víctor mi hermano y Tina han decidido ayudar externamente con ideas innovadoras y contactos, que siempre nos son útiles. Todas las formas de apoyo son bienvenidas. El voluntariado en FUNDANA ha tenido sus bajas y una sola alta cuando estuvo bajo la dirección de Aurora Medina. No resulta fácil hacerle entender al voluntario que a la vez que contamos con él, es imprescindible que se adapte a nuestras normas de funcionamiento y que, éstas definitivamente, no son iguales a las de su familia. Alberto Cohen, miembro de nuestra Junta Directiva, y con dificultad para ponerle límites a las peticiones de nuestros “Chiquiticos”, ya que nunca pudo resistir la tentación de complacerlos, siempre me decía:“Y pensar que yo creía que tenía 80 / 81 problemas (refiriéndose a alguna dificultad en su empresa).” Recuerdo cuando una españolita de apenas seis años, tuvo que ver como se llevaban a sus padres presos por tráfico de drogas. Alberto decía: “No conoce a nadie aquí, no habla castellano sino catalán, no está acostumbrada a nuestra comida, o clima, o forma de vestir, o rutina, y todavía se sonríe y quiere que la llevemos a pasear”. Definitivamente, en la vida todo es relativo. Pero no existe edad para manejar la orfandad, sí he visto llorar por la pérdida de uno de sus padres a hombres de más de sesenta años, qué puede sentir una niña de seis años, que se queda sola. El mes pasado, Chris, el novio de mi hermana, perdió a su madre de 83 años, y en la esquela escribió: “desde hoy en adelante el sol nunca más brillará igual, porque hasta en los momentos felices, siempre faltará el poder compartirlos con ese ser querido, que ya no está”. Sabemos que hay pérdidas insustituibles, pero también que pueden haber ciertas compensaciones. Por ejemplo, cuando los jueces se referían a FUNDANA como a un hotel cinco estrellas, yo siempre les preguntaba: “¿Es qué acaso nuestros niños merecen menos?”. Siempre he pensado que si mis hijos biológicos pueden vivir en la Casa Hogar, entonces nuestro estándar es el adecuado. ¿Porqué tienen que recibir los “Chiquiticos” de FUNDANA lo que sobra, en vez de todo aquello a lo que tienen derecho?. Aquí está Alberto Cohen Jacinto, Victor Levy, Fed, con Riverol y Oswaldo Cisnero erica “supervisando la obra” …ques lujo!! Nada de harapos. Nuestros niños visten igual a cualquier otro, estrenan zapatos al inicio del año escolar, ropa el treinta y uno de diciembre y sí están de moda las barajitas, o los tazos, o cualquier otra cosa, ellos deben poder acceder a eso sin mendigar, sin robar, sin mentir, por que tienen todo el derecho a ser tratados como iguales. Creo que he oído más de mil veces el comentario de amistades o conocidos: “vi a los niñitos de FUNDANA en tal lugar y no parecían de una institución.” ¡Gracias a Dios! Nuestros niños no tienen “cachos”; son iguales a todos los demás. La violencia está presente en todos los estratos sociales, aunque nosotros sólo podamos proteger y rescatar a los que están en pobreza y pobreza extrema. Esta discriminación hacia arriba, deja desprotegidos y víctimas de maltrato a muchos niños de familias con más recursos socio-educativos. Al final, la diferencia no son los niños, son los padres; su trato, sus métodos disciplinarios inadecuados, sus carencias y sus debilidades. 82 / 83 XIII. Fondos arriba. Recabar fondos es una tarea delicada, y lo primero que se debe recalcar y dejar bien asentado, es que no sé está pidiendo dinero para el beneficio propio, si no para el de otros. Esta es una labor constante en una organización sin fines de lucro pero, que día a día, gracias a la experiencia adquirida y a la buena imagen de la organización, se hace más fácil. Durante muchos años aceptamos los eventos más insólitos que se pueda imaginar invirtiendo tiempo, esfuerzo, contactos y energía para recaudar nada o casi nada. Fueron necesarios largos años de aprendizaje para saber distinguir entre aquellos que vale la pena realizar y los que no. Es incómodo, que alguien se dirija a ti para ofrecerte un desfile, una charla, un porcentaje de la venta de un producto, etc., a beneficio de la Fundación y le tengas que decir: “no gracias”. Sin embargo, debo aclarar que, aunque algunos eventos no proporcionaron beneficios económicos, siempre ganamos uestros Las Reinas con ncesas! Príncipes y Prin en promoción. Aprendimos sobre logística y gracias a et llama t o c s E e u q lo n el beneficios e arca!! Capital de M ellos, cuando nos anunciábamos como representantes de Fundana, ya no nos decía la recepcionista: “¿De donde?, ¿De Funda Ana?” Hoy en día, Fundana ya no es un ente desconocido, es un nombre propio, es reflejo de dedicación y compromiso con los niños, sinónimo de llave, que permite que te abran las puertas. Uno de los elementos de éxito para los programas de recaudación, es el “timming”. Lo que está de moda es mucho más fácil de vender, y uno de los factores por los que debemos preocuparnos es que ese acto no sea contrario a los principios morales y a la filosofía de la organización. Si el evento es innovador y responde a lo que el público ansía ver y oír se vende solo. Gracias a Lil y Susana Me y Stransky renfeld Por ejemplo, en el momento que trajimos a Venezuela a personalidades como: Brian Weiss y Depaak Choppra era el momento en que sus escritos y charlas estaban de moda en Caracas. Yo particularmente tenía poquísima confianza en invertir económicamente en un evento utilizando los fondos de la Fundación. Pero obviamente estaba muy equivocada, y esto lo demuestra lo colectado en el Telecorazón, de la Fundación “Unamos el mundo por la vida”, cuya inversión inicial a mí me pareció descomunal, pero la recaudación también fue extraordinaria (siete mil millones de bolívares en un sólo día). Fundana ha realizado y participado eventos como: Bingos, Desfile de Moda para Honrar la Vida de Margarita Zingg, Viaje 84 / 85 a St. Marteen, Bazar Navideño, Ballet Clásico de Nina Novak, Lanzamiento de productos como: Phythologie, Teatro Negro de Praga, Ventas de CDs de la Biblia, libros de ediciones B Venezuela, Lanzamiento del Libro “La Nacionalización del Hierro en Venezuela”, Concierto de Servando y Florentino en el Sambil, Cena de gala con Irene Sáez en Miami, Juana la Iguana y el Libro Mágico, Porcentaje sobre productos navideños de Plumrose, Arte de la Mesa de Septieme, Venta Especial de Casa Blanca, Enrique Sapene Decora, Una tarde de Vaqueros de Blues, Taller de Albert Clayton, Coffee Pal, Sueños y Secretos de Raúl Villasmil en Tolón, Aporte por compra en Excelsior Gama, Bono del “Ángel de la Guarda” de Banesco, Participación en: “Dona tu vuelto” del Dividendo Voluntario para la Comunidad, Telecorazón 2004, Cena de Gala en los Estados Unidos con Venezuela sin Límites; entre muchos otros. Luego de cumplidos quince años, FUNDANA participa en no más de tres programas de recaudación de fondos, que son organizados por nosotros en el transcurso del año, en comparacion con alrededor de doce eventos en los que anteriormente participábamos. Elisa dice que es por que nos hemos vuelto viejas y no tenemos la energía de antes. Yo pienso que puede que tenga razón, pero hoy en día me gusta ser un poco más selectiva a la hora de invertir mi energía, y Francis ni hablar. A la que parece que nunca se le acaban las ganas de hacer cualquier evento, y creo que sería capaz hasta de convertir un funeral en un acontecimiento benéfico, es a Betzy Aizaga. Cuando en un periódico, en la sección de Sociales, aparecen las fotos de los eventos que se han realizado para la recaudación i parte u f o Y !! o it lo adm nto de e m o m n ú lg a en nsar!! e p e d a m r o esa f de fondos de las organizaciones sin fines de lucro, es común que algún lector opine: “mira esa cuerda de encopetadas y sifrinas tomándose foto trás foto”. Hoy en día, reconozco que es una excelente estrategia ofrecer un reconocimiento público a quienes te han ayudado. Además, juro que nunca sales bien en las fotos; y lejos de ser una gracia es una morisqueta. Adicionalmente, hacer publicidad de la donación o el aporte recibido, sirve de ejemplo multiplicador para otras empresas y potenciales donantes. Es una relación “Ganar- Ganar”. Algo que siempre tomamos en cuenta, es demostrar nuestro agradecimiento a todo aquel que colabora para el éxito de nuestras actividades de recolección. Mi abuelo decía: “de lo que cuesta poco da mucho”. Él se refería a dar las gracias, una sonrisa de apoyo, una palmada de reconocimiento, un abrazo de confianza. Debo destacar, que quienes compran las entradas, son frecuentemente las mismas personas, por eso agradezco tanto cuando no huyen al vernos. Así como, a los que les pedimos que nos ayuden a venderlas y les mandamos veinte o treinta entradas. En esta área nadie le gana a Susy Abitbol e Ivonne Levy. En los últimos años he resultado gratamente sorprendida por personas amigas o relacionadas con FUNDANA, que espontáneamente me piden que les venda una entrada, a pesar de que no podrán asistir al acto. Eso me produce una 86 / 87 agradable sensación, es una hermosa demostración de verdadero compromiso con nuestros “Chiquiticos”, es una forma de decir que consideran que lo estamos haciendo bien. Pero como hablar de eventos sin mencionar a María Alejandra, mi asistente. Ella se convierte en un “pulpo” para resolver todo lo que significa organizar un evento que nunca involucra a menos de cien personas. Ella es vendedora, curadora, relacionista pública, atención al cliente, diseñadora gráfica, psicóloga, administradora, carpintera, publicista, en fin “cuarto bate y novio de la madrina”. Que suerte la mía contar con una mano izquierda que es tan derecha. La imagen de Fundana es proporcional a la organización y éxito que se demuestra en sus eventos, por eso es tan importante cuidar la logística para que cuando finalice un acto los invitados comenten: “Esa gente si es eficiente y organizada”. En uno de los eventos de recaudación en el que alcanzamos lo impensable fue la subasta “Por amor al arte y a los niños Venezolanos”. Logramos que ciento diez renombrados artistas del país, intervinieran estéticamente un trozo de madera en forma de casa y otra en forma de niño, que representan simbólicamente, las villas y el logo de Fundana, de manera totalmente gratuita. Se exhibieron las piezas en la galería de Ciudad Banesco con apoyo de museógrafa, curadora y fotógrafa. Recolectamos el equivalente al monto que requerimos para el funcionamiento de diez meses de las Villas. e, hemos t r a l a r o m a . .Y por dinámico o ú d n u n o c contado illos Exclusivos” como “Mart Zapata y Pedro León la Elias Bentoli Creo que el mayor reto de las organizaciones sin fines de lucro, no es la recaudación de fondos, sino conseguir personal capacitado que se comprometa en la ejecución diaria del proyecto. De alguna manera los recursos siempre llegan, aunque estoy consciente de que para ganarse la lotería hay que jugarla, por eso le seguimos apostando a los eventos y programas de autogestión. Toda la administración de Fundana es llevada por cuatro personas, bajo la coordinación de Esther Benhamú. El reto de ella y su equipo, más que multiplicar los panes, cosa que hacen diariamente, es dar respuesta a todo lo que se les solicita, que es urgente y prioritario. 88 / 89 adera d r e v a n u s e Esther e milagros” “hacedora d XIV. Ojalá sumemos... y como dice Juan Luis Guerra, llueva café en el campo. Si lograste leer esta historia hasta aquí, me sentiría satisfecha de saber que éste documento de vida, que me identifica mejor que mi cédula de identidad, te inspire y pueda contribuir a que se hagan realidad tus sueños, tus deseos, tu pasión sin importar cuales sean. Yo tengo la suerte de tener un hijo mucho más intelectual que yo, Freddy. El siempre está interesado en los indicadores, estadísticas, historia universal, diversidad de culturas, etc. y se ha preocupado de mantenerme informada del único tema que él considera que a mí me interesa. A los catorce años, estudiando fuera del país, me mandó un e-mail que decía lo siguiente: “Si se pudiera encoger a la población del mundo en una villa de cien personas, pero manteniendo la misma proporción poblacional actual, estaría conformado de la siguiente manera: or, y yo. ay Freddy mi hijo m 57 asiáticos, 21 europeos, 8 africanos, 14 del hemisferio occidental, 52 mujeres, 48 hombres, 70 no blancos, 30 blancos, 70 no cristianos, 30 cristianos, 80 vivirían en casas inadecuadas, 70 no tendrían posibilidades de leer, 50 serian desnutridos, uno estaría cerca de morir y uno cerca de nacer, uno sólo tendría computadora y uno (si sólo uno) tendría posibilidades de educación universitaria”. En nuestra Villa de ciento veinte niños: el 99% son Venezolanos, son más varones que niñas, más morenos que blancos, más de la religión cristiana que de cualquier otra, 99 % desescolarizados, 80% desnutridos y el 100% es responsabilidad de todos los Venezolanos. 90 / 91 Nuestros “Chiquiticos”.. 100% responsa bilidad de todos los venezolanos Escribo sin transitar los caminos de la literatura, las memorias antes de perder la memoria, escribo de lo que he vivido y aprendido en quince años de dedicación a la Fundación Amigos del Niño que Amerita Protección, FUNDANA... donde tú formas parte de las “Suma de mis Amores”.