Código de Ética - Procuraduría General de Justicia del Estado

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Código de Ética
Código de Ética
De la
Procuraduría General de Justicia en el Estado
Aprobado y revisado por el Comité Ciudadano para el Desarrollo Humano de la Procuraduría
General de Justicia. Publicado para su vigencia oficial en el Periódico Oficial “El Estado de
Sinaloa”, el lunes 13 de noviembre del 2006.
Presentación.
Desde el momento de la comparecencia ante Consejo Estatal de Seguridad Pública, dentro del
proceso formal para hacer la designación del titular de la Institución del Ministerio Público en el
Estado de Sinaloa, fue expresión manifiesta el compromiso ante sus integrantes y la sociedad
de elaborar el Código de Ética, que habría de regir el desempeño del personal de la
Procuraduría General de Justicia en la entidad.
Tal compromiso está sustentado en las directrices trazadas por el gobierno del licenciado
Jesús Alberto Aguilar Padilla, Gobernador Constitucional del Estado, que desde su campaña
ofreció a la ciudadanía el mejoramiento de la institución del Ministerio Público, con servidores
públicos comprometidos para el ejercicio de su función y el impulso a renovadas prácticas de
gobierno que fortalezcan la legitimidad de las instituciones, mejoren el rendimiento e incorporen
valor a la gestión gubernamental.
En congruencia con dicho ofrecimiento quedó establecido en el Plan Estatal de Desarrollo
2005-2010, dentro de las metas en la vertiente Gobierno de la Participación Ciudadana:
implementar un código de ética para los servidores públicos del gobierno del estado, con
especificidades para las secretarías que lo requieran.
Con la emisión de un Código de Ética la institución avanza en los fines superiores de generar
una actitud en el personal ministerial, policial y pericial; y en sí, de todos los servidores públicos
de la Procuraduría General de Justicia del Estado, al contener reglas para que en su actuación
impere invariablemente una conducta digna con plena vocación de servicio y beneficio de la
colectividad.
Mérito esencial y determinante en la elaboración del presente Código de Ética son las
aportaciones al efecto, por parte de ciudadanos de significada representación social que
participan estrechamente en el Comité Ciudadano para el Desarrollo Humano de la
Procuraduría, y lo cual al enriquecer los contenidos del presente instrumento validan en los
hechos el carácter fundamental del desarrollo humano como sistemática de sustento al
constante mejoramiento y perfeccionamiento individual y profesional, lo cual el Comité ha
impulsado y logrado consolidar como actividad constante y permanente en la vida institucional
de la Procuraduría General de Justicia, evidenciando también, la calidad imprescindible de la
participación ciudadana en la función pública y el elevado valor y pertinencia de sus
aportaciones.
Con la expedición de estas normas de conducta, la sociedad en su conjunto podrá verificar el
cumplimiento del comportamiento ético de los servidores públicos de la institución, lo cual sin
duda permitirá la legitimación del presente Código, y avanzar la mejor procuración de justicia y
confianza social mediante respuestas rápidas y eficientes a los reclamos y necesidades de la
ciudadanía, pues como bien lo ha expresado y reitera el Gobernador del Estado, el gobierno no
tiene el monopolio de las decisiones publicas, son los grupos sociales quienes participan en su
diseño, implementación y evaluación.
Lic. Luis Antonio Cárdenas Fonseca.
Introducción.
La categoría de servidor público entraña el compromiso de que el quehacer derivado de las
funciones conferidas en la ley para la persona que ostenta esa calidad, debe estar dirigido a la
satisfacción estricta de las necesidades e intereses de la sociedad, por encima de cualquiera
otra personal o ajena al bienestar de la colectividad.
El servidor público debe conducirse con rectitud y sustraer en su actuar cotidiano las
influencias que menoscaben su tarea de servir a la sociedad, observando una conducta en
nada cuestionable siempre atingente y justa, al dar a cada cual lo que corresponde sin
perjudicar o beneficiar a personas o grupos en detrimento del bien común.
El compromiso para el bien común, obliga al servidor público a conducirse con imparcialidad,
toda vez que el servicio público al ser para todos se legitima cuando satisface demandas
sociales y se desnaturaliza ante la inequidad y el trato preferencial a unos cuantos.
El Código de Ética, es un documento de principios y reglas rectoras para todos quienes forman
parte de la Procuraduría en un cauce coadyuvante al debido ajustamiento ético de sus
comportamientos a través de incitar la reflexión y análisis critico del actuar en un momento y
espacio determinados, cuenta habida de la congruencia ética del hacer no es cuestión genética
sino condición que se obtiene, luego entonces la ordenación metódica que el Código
materializa, se significa como una base sólida y sistémica para la permanente formación de los
sujetos a los que está dirigido, para los fines de alcanzar la deseada excelencia en el ejercicio
de la función que tienen conferida, por plena convicción de la importancia y dignidad del ethos
institucional que la ciñe.
Dicho instrumento ético recepta y desarrolla, los principios de unidad de actuación, legalidad,
protección social, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos que
rigen al Ministerio Público por disposición de su Ley Orgánica, y asimismo, incorpora en su
capitulado el conjunto de principios, deberes y valores éticos de naturaleza institucional; los
intrínsecos a las personas; los de calidad y aquellos enfocados al servicio público.
El contenido se desarrolla en seis capítulos: el primero relativo a la legalidad; el segundo, en
relación a la honradez; el tercero, hace mención a la lealtad; el cuarto, registra lo concerniente
a la imparcialidad; el quinto ve sobre el profesionalismo; y el sexto y último, trata lo referente a
la eficiencia.
La estructura y contenido del presente Código de Ética, tiene un apartado relativo a la
fundamentación, que no es otra cosa que los recursos normativos que lo avalan y le dan
soporte.
Fundamentación.
Los contenidos programáticos del Plan Estatal de Desarrollo 2005-2010 afianzan la emisión del
Código de Ética, por cuanto establecen la imperiosa necesidad de impulsar la calidad de la
gestión pública, garantizar a la ciudadanía confianza y certidumbre en cuanto a las actividades
de la Procuraduría, efectividad de los servicios y un cambio de actitud en el servicio público de
absoluto profesionalismo y honestidad.
Confluye en ese mismo sentido el artículo 46 de la Ley de responsabilidad de los servidores
Públicos del Estado de Sinaloa, al fijar precisadamente con su contenido que los servidores
públicos deben salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el
desempeño de su cargo o comisión.
Asimismo, el artículo 4, de la Ley Orgánica del Ministerio Público del Estado de Sinaloa,
establece que la función de procurar justicia, se rige por los principios: de unidad de actuación,
legalidad, protección social, eficiencia, profesionalismo, honradez, y respeto a los Derechos
Humanos. Lo que de suyo denota la alta responsabilidad que revisten las atribuciones que
desde nuestra Carta Magna se fijan para la institución ministerial y que son del ejercicio de sus
integrantes, siempre en servicio de la colectividad.
El Código de Ética detalla y expone sus principios en reglas con los contenidos éticos
inherentes a las funciones ministeriales y que propenden a permear en los servidores públicos
la constante de análisis crítico de tal orden, su convicción y acatamiento en la realización de
sus actuaciones y la emisión de resoluciones, de manera tal, que en estas exista congruencia y
observancia de tan superiores máximas; es así, que impactan a los varios ámbitos que se
distinguen en la función ministerial, como son el: el institucional, el personal, el de calidad y el
de servicio público, configurándose como las útiles e idóneas guías que en su práctica
cotidiana reafirmen y fortalezcan constantemente su actuación de cabal observancia de las
mismas por el contenido axiológico que les es consubstancial.
En mérito del bagaje de consideraciones y con apoyo en los fundamentos que han quedado
igualmente asentados con antelación, es que se estima de utilidad para la dependencia y los
servidores públicos que la integran, la emisión del siguiente:
ACUERDO
ARTÍCULO PRIMERO.- Los Servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia del
Estado de Sinaloa ceñirán su conducta en conformidad con los principios y valores previstos en
el siguiente Código de Ética:
CÓDIGO DE ÉTICA DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA DEL ESTADO DE
SINALOA
CAPÍTULO I
Respeto a la legalidad
1. Es la exigencia del servidor público de conducirse conforme a derecho, desdeñando toda
influencia que lo desvíe de su actuar legal. Por tanto, será conveniente que:
1.1. Preserve el recto ejercicio de sus atribuciones y combatiendo por todos los medios
lícitos cualquier acto que tienda al incumplimiento de las leyes.
1.2. Rechace cualquier tipo de recomendación en la investigación, integración, resolución y
dictaminación, de los asuntos que sean de su conocimiento, siempre que pretendan
desviarlo del marco legal establecido.
1.3. Institucionalice la denuncia ante cualquier acto que tienda a vulnerar su desempeño
probo y pretenda desviarlo de acuerdo a la normatividad establecida.
1.4. Emita sus acuerdos y resoluciones por las razones que la normatividad y el derecho le
suministra, y no por las que se deriven de su modo personal de pensar o de sentir,
buscando sólo el estricto cumplimiento de la ley.
1.5. Se abstenga de sugerir, insinuar o recomendar, con propósitos ilegítimos el rumbo por
donde deba dirigir su desempeño o su actividad concreta.
1.6. Evite involucrarse en actividades o situaciones que puedan directa o indirectamente
afectar su actividad en cualquier momento o en su resultado.
1.7. Procure actuar con serenidad de ánimo y equilibrio interno, a fin de que sus decisiones
estén fundadas en la Ley, y desprovistas de aprensiones y prejuicios.
CAPÍTULO II
Desempeño basado en la honradez
2. Es la actitud del servidor público frente a influencias extrañas al interés legítimo de la
institución y la sociedad, que le impele a obtener provecho o ventaja personal, obtenido
por sí o por interpósita persona, siéndole exigible:
2.1. Se oponga a cualquier tipo de corrupción en todos los ámbitos de su desempeño o
que tienda a influir en la tramitación o resolución de los asuntos que se sometan a su
conocimiento, incluso las que pudieran provenir de servidores públicos del Gobierno
del Estado.
2.2. Preserve el probo y recto ejercicio de su función denunciando cualquier acto que
tienda a vulnerar su integridad como autoridad y su buena imagen como servidor
público.
2.3. Evite involucrarse en actividades o situaciones que puedan directa o indirectamente
afectar el buen nombre de su institución.
2.4. Se abstenga de recomendar, insinuar o sugerir, con un fin ilegítimo, el sentido en que
deban emitir los demás servidores públicos cualquier determinación ministerial que
tenga efecto sobre la resolución de un asunto.
CAPÍTULO III
Cultivo de la lealtad
3. Es la actitud del servidor público ante posturas e intereses extraños tendientes a
desacreditar el trabajo e imagen institucional, y que obrando en consecuencia:
3.1. Actúa de tal forma que su conducta reafirma la confianza de la colectividad en la
integridad del servidor público y en el prestigio de la institución a la que sirve.
3.2. Reconoce el vinculo con la procuración de justicia derivada de su integración a la
institución y muestra en todo momento fidelidad a los principios éticos del presente
Código.
3.3. Busca el fortalecimiento de la institución con su trabajo diario.
3.4. Actúa de tal forma que su conducta reafirma la confianza de la colectividad en la
integridad del servidor público y en el prestigio de la institución a la que sirve.
3.5. Refrenda cotidianamente con su hacer, su adhesión a la Institución a la que pertenece,
de tal modo que refuerza y protege, el conjunto de valores elevados a categoría de
norma.
CAPÍTULO IV
Actuación con imparcialidad
4. Es la actitud del servidor público frente a influencias extrañas a la procuración de justicia
provenientes de las personas en las denuncias o querellas de hechos que se presentan para
su intervención legal. Por tanto el servidor publico:
4.1. Evita conceder ventajas o privilegios ilegales a las personas involucradas en los
asuntos de su conocimiento.
4.2. Rechaza cualquier dádiva que provenga de alguno de los probables responsables,
victimas u ofendidos por algún ilícito.
4.3. Evita hacer o aceptar invitaciones en las que el propio servidor público considere que se
verá comprometida su imparcialidad.
4.4. Se abstiene de citar a las partes o personas vinculadas con ellas, fuera de las oficinas
de la Institución en el que ejerza su función.
4.5. Se abstiene de emitir cualquier opinión que implique preestablecer la configuración de
un delito o la responsabilidad de las personas sobre un asunto sin contar con los
elementos de prueba y fundamentos legales suficientes para ello.
CAPÍTULO V
Impulso al profesionalismo
5.
Es la disposición y aptitud del servidor público para ejercer de manera responsable y
seria la función de la procuración de justicia, con relevante capacidad y aplicación en su
desempeño; debiendo:
5.1.
Abstenerse de cualquier acto que pueda mermar la respetabilidad propia de su
cargo, tanto en el ámbito público como en el privado.
5.2.
Preocuparse y ocuparse de actualizar permanentemente sus conocimientos
jurídicos, técnicos y doctrinarios.
5.3.
Procurar constantemente acrecentar su cultura en las ciencias auxiliares del
Derecho penal.
5.4.
Estudiar con acuciosidad los expedientes y proyectos en los que deba intervenir.
5.5.
Fundar y motivar sus resoluciones, evitando las afirmaciones dogmáticas.
5.6.
Dedicar el tiempo necesario para el despacho expedito de los asuntos de su
conocimiento.
5.7.
Asumir responsable y valerosamente las consecuencias de sus decisiones.
5.7.
Aceptar sus errores y aprender de ellos para mejorar su desempeño.
5.9.
Guardar celosamente el secreto profesional.
5.10. Llevar a cabo por sí mismo las funciones inherentes e indelegables de su cargo.
5.11. Tratar con respeto y consideración a sus subalternos.
5.12. Escuchar con atención y respeto las propuestas y argumentos verbales que le
formulen las personas involucradas en las averiguaciones o procesos de su
conocimiento.
5.13. Tratar con amabilidad y respeto a las victimas u ofendidos, así como a los
probables responsables de delitos.
5.14. Administrar con diligencia, esmero y eficacia el área a su cargo.
5.15. Cumplir puntualmente con el deber de asistir a su trabajo.
5.16. Saber llevar el cumplimiento de su
deber hasta el límite de sus
posibilidades, y separarse de su cargo, cuando su estado de salud u otros motivos
personales, no le permitan desempeñar eficientemente sus funciones.
5.17. Abstenerse de emitir opiniones sobre la conducta de sus pares.
5.18.
Cumplir con sus deberes de manera ejemplar para que los servidores públicos
a su cargo lo hagan de la misma manera en los que les correspondan.
5.19. Buscar con afán que sus acciones reflejen la credibilidad y confianza propias de su
investidura.
5.20. Elevar la actuación de la investigación criminal del delito a rangos científicos,
técnicos y de cooperación interdisciplinaria.
5.21. Está consciente y convencido de que las leyes tienen como esencial finalidad el
beneficio social y de las personas, por lo que en sus actuaciones prevalece la
persona como centro nodal de su quehacer como servidor público.
5.22. Sabe con certeza que la confianza de la sociedad y el respeto de ésta para con la
institución y sus servidores públicos, solo se obtiene con la observancia de una
actuación de apego legal, justa, dedicada, informada y responsablemente
ponderada.
5.23. Mantiene una permanente y prudente interrelación con sus compañeros en el
servicio público, que permita y asegure el intercambio de la información e ideas,
que sin vulnerar la debida confidencialidad o reserva, constituya una constante de
aglutinamiento en el quehacer y los resultados en la dirección y consecución de las
metas comunes institucionales, configurando el trabajo en equipo.
CAPÍTULO VI
Conquista de la eficiencia
6.
Hacer correcto uso de los recursos públicos, utilizándolos en forma adecuada para cada
caso, es una aspiración para la guarda y preservación del patrimonio institucional, por lo
que consecuentemente el personal:
6.1. Logra los objetivos de la función, con la optima utilización de recursos al obtener los
resultados de congruencia para con sus atribuciones y las metas propuestas de la
institución.
6.2. Dispone solamente de los recursos indispensables para el cumplimiento de su función.
6.3. Procura el uso racional en la aplicación de los recursos al momento del desarrollo de sus
actividades.
6.4. Establece medidas de control a fin de reducir la discrecionalidad en el uso de los recursos
institucionales.
6.5. Cuida diligentemente de los bienes patrimoniales de la institución sin menoscabo de los
resultados requeridos por las autoridades y la sociedad.
6.6. Prioriza las herramientas y técnicas aplicables para la resolución de asuntos, sin que ello
implique detrimento en el cumplimiento de las funciones.
6.7. Mantiene una actitud permanente de transformación de las ideas y prácticas existentes
hacia otras mejores, en una sistemática de avance cuantitativo y cualitativo, para que los
resultados de la gestión sean siempre los mayores y de mejor satisfacción a las
necesidades y exigencias que las personas presentan en el ámbito de su competencia
institucional, superando los retos que la realidad presenta y trascendiendo integral y
positivamente al mantenimiento de la pacifica y satisfactoria convivencia social.
ARTÍCULO SEGUNDO.- Los servidores públicos de la Procuraduría General de Justicia del
Estado aplicarán el presente Código de Ética como la permanente orientación para
cumplimentar sus atribuciones y competencias como servidores públicos siguiendo sus
principios y valores, en un constante proceso de mejoras sustanciales significativas en la
prestación de la función de procuración de justicia, con sentido de equipo a través del
intercambio oportuno y suficiente de la información de cada quien y la identificación de los
propósitos en la dirección y metas trazadas por la institución.
TRANSITORIOS
PRIMERO.-El presente acuerdo se publicará en el Periódico Oficial “El Estado de Sinaloa”.
SEGUNDO.- La Subprocuraduría General de Justicia, las Subprocuradurías Regionales de
Justicia de las Zonas Norte, Centro y Sur del Estado, la Dirección de Planeación, Desarrollo y
Atención Ciudadana, la Unidad de Contraloría Interna, la Unidad de Control de Confianza y la
Coordinación Administrativa, proveerán lo necesario para la difusión y el cumplimiento de este
Acuerdo.
DIRECTORIO
Lic. Luis Antonio Cárdenas Fonseca
Procurador General de Justicia en el Estado
Lic. Arturo Aguilasocho Rubio
Subprocurador General de Justicia en el Estado
Lic. Ramón Ignacio Rodrigo Castro
Subprocurador regional de justicia en la zona norte
Lic. Alfredo Higuera Bernal
Subprocurador regional de justicia en la zona centro
Lic. Fortino Bórquez Velázquez
Subprocurador regional de justicia en la zona sur
Lic. Ricardo Carrillo Damasco
Presidente del Comité Ciudadano
para el Desarrollo Humano de la PGJE
Procuraduría General de Justicia en el Estado
Blvd. Enrique Sánchez Alonso 1833 Nte. Desarrollo Plan 3 Ríos. CP. 80030. Culiacán Sinaloa. México.
Denuncias y Quejas: 01 800 67 03 600
Directo: 716-25-00.
Conmutador: 713-32-00 ext. 152. 123. 124.
E-mail: pgjesin@sinaloa.gob.mx
pgjuac@sinaloa.gob.mx
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