Necrológica José M.ª Sas de la Encina

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Necrológica
José M.ª Sas de la Encina
El pasado día 16 de febrero, la Ginecología catalana
perdió a uno de los miembros más representativos
de la llamada «Escola de la Maternitat Provincial».
Los que fuimos durante más de 40 años sus compañeros, perdimos además a uno de nuestros mejores
amigos.
José M.ª Sas nació en Santiago de Compostela el 25
de mayo de 1921, donde estudió también el bachillerato, y en cuya Facultad se licenció en Medicina y
Cirugía.
Pero su brillante trayectoria profesional la desarrolló
íntegramente en Barcelona, en cuya Maternidad Provincial ingresó en 1949.
José M.ª Sas formó parte de aquel selecto grupo de
ginecólogos que se reunió alrededor del Dr. Santiago
Dexeus Font (1897-1973) y que, en años muy difíciles para el desarrollo de cualquier manifestación
científica, fue capaz de mantener viva, no sólo una
asistencia obstétrico-ginecológica de primer orden,
sino también la docencia y la investigación clínica.
Cabe citar entre los elegidos a Carlos Carceller, Rafael Fuster, Luis Guilera, José M.ª y Santiago Dexeus, Ramón Ros, Juan Fortó. Ignacio Roig, José
M.ª Segur, Vicente Font, Ramón Xandri, José M.ª Girau, José A. Queralt, J. Pascual, Josep Reixach, Concepción Benach, etc. A este grupo nos unimos a partir de 1965 A. Fernández-Cid y yo mismo.
Como miembro destacado de la Escuela, colaboró
en todas las líneas de investigación que se desarrollaron en aquella época (monitorización fetal, analgoanestesia obstétrica, diagnóstico precoz de cáncer,
hemorragias del cuarto periodo, etc.).
Su intervención fue especialmente decisiva en la
implementación del estudio y tratamiento de la
isoinmunización Rh. José M.ª Sas realizó, en colaboración con el Dr. Oppenhaimer, la primera transfusión intrauterina que tuvo lugar en Barcelona (5 de
enero de 1966). Y dada la experiencia acumulada en
este campo formó parte de la delegación barcelonesa
al Congreso Hispano-Lusitano de Palma de Mallorca
(1970) que desarrolló la ponencia sobre «Isoinmunización Rh.
Pero el aspecto de la especialidad donde José M.ª
se encontraba especialmente cómodo era la tocur-
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gia. Formado junto a Santiago Dexeus Font, un taumaturgo de la operatoria obstétrica, José M.ª Sas
aprendió a realizar todas y cada una de las intervenciones, maniobras y variantes que le enseñó su maestro, pero con un toque de elegancia que le era
muy propio. Varias generaciones de residentes de
aquella época, entre muchos otros, Agrelo, Betancort, Carballal, Carrera, Fernández, Fernández-Cid,
Fontané, Fresnadillo, González-Ruiz, Hernansaez,
Hervás, Luna, Ortolá, Pallas, Porteiro, Romero, Ron,
Salido, Sánchez-Barrado, Sanmartí, Sureda, Tomás
Roig, y un largo etcétera, aprendimos de José M.ª
una habilidad especial para practicar el Fórceps de
Kjelland. Esta habilidad, junto a la práctica reglada de
las diversas maniobras para el parto podálico (versión y gran extracción, ayuda manual, etc.) constituía
en aquella época la mejor tarjeta de presentación de
un buen obstetra. Sas de la Encina, Ros y los demás
jefes clínicos y consultores de la Maternidad Provincial dominaban tales técnicas y nos las transfirieron
con total generosidad.
No hace mucho tiempo, en una Sesión de la «Societat Catalana d’Obstetricia i Ginecología» en la cual se
hablaba de «Parto podálico», y donde naturalmente
la mayoría de ponentes había relatado una alta cifra
de cesáreas, sorprendió a los mismos con una pregunta que cayó como un zurriagazo sobre la mesa:
«¿Por qué les tenéis tanto miedo a las nalgas?». Sus
argumentos y su experiencia no dejaron de deslumbrar al auditorio.
Desde el punto de vista profesional, siguió, como
era costumbre en aquella época, un triple escalafón:
el de la Seguridad Social, el de la Maternidad Provincial (donde llegó a ser Jefe Clínico y director provisional del Departamento de Obstetricia y Ginecología) y el privado, en el que alcanzó merecida fama y
prestigio.
Además desde 1956 hasta 1972 fue Jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital San Lorenzo de Viladecans. Finalmente, durante muchos años formó
parte del Consejo de Redacción de la revista «Progresos en Diagnóstico Prenatal» y ostentaba el título de Miembro de Honor de la Societat Catalana
d’Obstetricia i Ginecología.
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SAS DE LA ENCINA JM. NECROLÓGICA
Pero esta reseña biográfica quedaría incompleta si
no hiciera alusión a sus aspectos más profundamente humanos. José M.ª Sas vivía intensamente su
profesión, pero además quería y sabía disfrutar de la
vida. Practicaba todo tipo de deportes (desde el tenis a la caza), viajaba por toda España acompañado
generalmente por su hermano Manuel, también fallecido, y disfrutaba de la buena mesa y de las largas
sobremesas. Era un hombre feliz conversando con
las personas que quería. Se sentía cómodo, integrado y satisfecho en Cataluña, cuyo idioma y costumbres había aprendido con naturalidad, aunque nunca
olvidó sus raíces. Pasaba parte de sus vacaciones en
Galicia, y conservó cuidadosamente los vínculos familiares y de amistad que le unían a su tierra.
En mayo de 1956 contrajo matrimonio con Ana María Vidal-Ribas Zaragoza, una gran mujer, miembro
de una de las familias más distinguidas de la sociedad barcelonesa, que fue su soporte, consejera y
compañera durante el resto de su vida. Tuvieron seis
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hijos (M.ª José, Ana, Pablo, Ignacio, Andrea y Claudia). Y una de las satisfacciones más grandes de
José M.ª era reunirse con ellos, sus parejas y sus
nietos, y sentirse el patriarca de un gran clan. Una de
sus hijas, Andrea, ha seguido su estela profesional,
dedicándose a la ginecología.
Desaparecidos muchos de los miembros de una Escuela, que en su momento fue considerada «como
la otra Cátedra de Barcelona», la muerte de José M.ª
Sas nos deja un poco más huérfanos a los que tuvimos el honor de formarnos en su seno. Fue nuestro
maestro, nuestro confidente y nuestro amigo. Nos
dio lecciones de Obstetricia, pero también de dignidad, honestidad, seriedad, y hombría de bien.
Descanse en paz un hombre bueno, creyente, excelente esposo y padre de familia, que cultivó con ilusión el arte de partear, nos honró como su magisterio y, sobre todo, con su amistad.
Toko-Gin Pract, 2002;61(5):315-316
José M.ª Carrera
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