2 | Especial - FERIA DEL LIBRO Diario del AltoAragón - Martes, 8 de junio de 2010 Ángeles de Irisarri firmó ejemplares de “La estrella peregrina”, una historia sobre el Camino “Es un viaje por un país en ruinas y con el riesgo de ser atacadas” O. ISARRE HUESCA.- La escritora zaragozana Ángeles de Irisarri se encontraba ayer por la tarde en la Feria del Libro de Huesca, en la que firmó ejemplares de su libro “La estrella peregrina”, una “novela de aventuras” en donde relata las peripecias que una familia noble de la Bretaña francesa del siglo XI vive mientras realiza el Camino de Santiago. La expedición está encabezada por Doña Poppa, la condesa que “recientemente ha enviudado”. La cabeza de familia es acompañada durante el trayecto por sus dos hijas: la mayor Mahaut, una joven “bellísima, y la menor Lioneta, “monstruosa y enana”, indicó a este periódico la escritora. Las tres mujeres nobles son escoltadas durante todo el Camino por “unos doscientos servidores”, todo un “séquito” que incluye desde carruajes hasta soldados, porque aquellos siglos eran una “época muy peli- Ángeles de Irisarri. MIGUEL GARCÍA grosa”, con los reinos cristianos de la península azotados por Almanzor y multitud de bandidos que acosaban a los viajeros. Durante su documentación, Irisarri comprobó que “los pere- grinos con posibles hacían testamento y si no volvían en unos años, se les consideraba muertos por los moros o los bandidos”. A lo largo del trayecto, que las tres protagonistas encaran como “un viaje espiritual”, los peregrinos de esta novela son afortunados y no tienen ningún encontronazo con Almanzor, aunque por los pelos, porque el musulmán “conquista Burgos una semana después de que ellas hayan estado”. Las conquistas de Almanzor en la península dejaron “una España en ruinas” y ese es precisamente el paisaje que se encuentran las tres nobles bretonas, “un país en ruinas y con el peligro de ser atacadas, con pocos monasterios el camino y en el que únicamente los hospitales y conventos más adinerados dan de comer”. Además, otro peligro del viaje tiene que ver con la orografía, ya que “incluso hoy todavía es una dificultad subir y bajar montañas, vadear ríos, cruzarlos en barca o por puentes que se tambalean”. En cuanto a las relaciones de las tres protagonistas de la novela, publicada por la editorial Suma de letras, Irisarri señaló que la madre se comporta con sus dos hijas como “una leona muy protectora, como todas las progenitoras”. Mientras tanto, la relación entre Mahaut y Lioneta es la propia de dos hermanas, “tan pronto son las mejores amigas como se llevan a matar”. José Nicolás de Azara, “humanista de vasta cultura y un político muy diplomático” María Dolores Gimeno analiza las cartas de este oscense en una obra Alba AGUILÓN HUESCA.- Aunque en Huesca conozcamos más a Félix de Azara, altoaragonés naturalista, humanista, ingeniero, explorador... Su hermano, José Nicolás de Azara, fue en vida el más famoso de los dos. María Dolores Gimeno, doctora en Filología Hispánica y editora de la obra ‘José Nicolás de Azara. Epistolario (1784-1804)’ trata de recuperar la figura de este ilustre político oscense a través de sus cartas. Con la edición de Castalia y la colaboración del Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) y la Institución Fernando el Católico, el libro, que presentó ayer la editora junto con Fernando Alvira, director del IEA, recoge la correspondencia que escribió José Nicolás de Azara desde su nombramiento como ministro plenipotenciario de España ante la Santa Sede en 1784 hasta su muerte en París en 1804. Gimeno explicó que estos textos configuran un perfil de hábil diplomático, leal funcionario regalista y reformista, gran señor de las letras y las artes y propagador del nuevo clasicismo. Sin embargo, a pesar de sus idas y venidas entre Roma, París y España, Azara nunca perdió el sentimiento de pertenencia a la tierra donde nació, Barbuñales, en la Comarca del Somontano. “La familia Azara era de la baja nobleza no titulada y se preocupó muchísimo por la educación de sus hijos”, apuntó la editora. José Nicolás de Azara inició sus estudios en Abiego, continuó en la Universidad Sertoriana de Huesca y los terminó en Salamanca. Una vez en Madrid entró en la Secretaría de Estado, el antecesor del actual Ministerio de Asuntos Exteriores. En 1965 lo destinaron como diplomático a Roma y en 1984 recibió un nombramiento similar al de embajador. Allí era un personaje conocido, de un carácter notable, coleccionista de antigüedades, libros y obras de arte. Cuando los franceses invadieron Italia en 1796, Azara pasó a ser un diplomático activo que negociaba con el mismo Napoleón Bonaparte. En 1798 lo nombraron embajador en París y, al cabo de un año, se reencontró con su casa en Barbuñales, lugar que describió en sus cartas como “el paraíso sin exageración”. Pero tras unos meses volvió a necesitar la actividad política y lo nombraron por segunda vez embajador en París. Además de 738 cartas anotadas dirigidas a personajes María Dolores Gimeno y Fernando Alvira en la presentación del libro. víctor ibáñez relacionados con la cultura ilustrada, políticos franceses y españoles, amigos y familiares del diplomático altoragonés, la obra incluye un estudio preliminar en el que María Dolores Gimeno esboza las distintas facetas del personaje de José Nicolás de Azara. La editora destacó que con el Conde de Aranda habla de “nuestro Somontano” y que los lazos que le unen con su familia, son más invisibles que físicos. “En una carta le comentó a Godoy que estaba muy contento de reencontrarse con su hermano Félix de Azara, ya que sólo se habían visto una vez en la vida”, comentó. Gimeno también quiso recalcar la fé que tenía Azara en la función pública, en un momento actual de crisis en el sector. “Era un humanista de vasta cultura, bibliófilo, y un diplomático muy político. Quizá no ha pasado a la historia porque no ha escrito obras de creación y la correspondencia se empezó a estudiar en literatura hace relativamente poco, pero la vida de este señor es una vida notable, rodeada de amistades ilustres como fue Napoleón o el Papa Pío VI”, subrayó.