El día 7 de abril, los alumnos y profesores del colegio nos reunimos en la Parroquia de Santa María para celebrar la Pascua y a la vez hacer una oración por el Papa Juan Pablo II, a quien vimos como testigo actual de la Resurrección de Jesús. Quisimos celebrar esta Pascua para experimentar juntos la presencia de Jesús vivo. Esta vida de Jesús que simbolizamos con la luz, nos invita a vivir con alegría y con esperanza nuestra fe en ÉL. Comenzamos cantando esta alegría que nos da la presencia viva de Jesús con la canción: “Mi Dios está vivo”. Después Don Romualdo, el párroco, hizo una lectura del Evangelio. Leyó el pasaje de los discípulos de Emaús. Dirigidos por él, hicimos un comentario de esta lectura, refiriéndose sobre todo al entusiasmo que recobraron aquellos discípulos cuando descubrieron que quien había caminado con ellos era el mismo Jesús resucitado. En este contexto nos ayudó a descubrir las características del Papa Juan Pablo II que ha vivido con veracidad y coherencia las enseñanzas de Jesús y siempre nos ha invitado a vivir nosotros de esta manera. A continuación hicimos el gesto de encender del Cirio Pascual una vela cada uno, que tuvimos en nuestra mano mientras renovábamos las promesas del Bautismo. Este momento lo vivimos con mucho interés, fijas nuestras miradas en la llama de luz de la vela que sosteníamos en nuestras manos, sabiendo que ahí estaba representada nuestra FE en Jesús. Después hicimos las siguientes peticiones: • Jesús, tú que eres la LUZ del mundo, enséñanos a caminar desde la verdad, el amor y la paz. • Señor, tú sabes que a veces somos egoístas, cómodos, violentos, … queremos acercarnos a ti y llenarnos de tu LUZ. • Que sepamos hacer crecer en nuestras vidas la fe que nos regalaste en el bautismo. • Por cada uno de los que estamos aquí, por nuestras familias y por otros niños que tienen menos oportunidades que nosotros; para que contemos siempre contigo en nuestra vida. • Te pedimos Señor por el Papa Juan Pablo II que fue modelo de fe y esperanza para todos. Que esté gozando ya contigo de la Resurrección plena. Por último, coreamos todos juntos la frase que tantas veces repitió Juan Pablo II a los jóvenes, a las familias, al mundo,… ¡NO TENGÁIS MIEDO! Si vuestros ojos se llenan de sueño, si no veis nada detrás de las cosas, si la realidad es sólo lo que veis, si buscáis y sólo encontráis la frialdad del silencio, si clamáis y Dios no os responde al instante … ¡No tengáis miedo! ¡Está vivo y camina, como Señor, delante de vosotros! Si el cansancio os abruma, si la palabra no os dice nada, si las palabras os faltan, si no encontráis las razones de vivir tantas veces buscadas, si habéis perdido la ilusión, si ya todo es noche sin chispa de luz… ¡No tengáis miedo! ¡Está vivo y camina, como Señor, delante de vosotros! Si sentís el corazón triste, Si ya no veis las flores, Si sólo escucháis cantos de derrota, Si ya no quedan lágrimas en vuestros ojos, Si tenéis ya la ventana abierta para arrojarlo todo, Si ya no hay esperanza para vuestra desesperanza … ¡No tengáis miedo! ¡Está vivo y camina, como Señor, delante de vosotros! Si sois hombres y mujeres tentados por el miedo, si sois niños y jóvenes que os sentís abandonados, si lo nuevo os aterra, si os habéis acostumbrado a la rutina, si no sabéis por donde vais, si os espanta todavía la cruz… ¡No tengáis miedo! ¡Está vivo y camina, como Señor, delante de vosotros! Y al día siguiente, 8 de abril, nos volvimos a reunir, esta vez en el colegio en el momento de la oración de comienzo de jornada para, junto a todos los que ese día rezaban por Juan Pablo II, darle nuestro adiós cariñoso y agradecido. Colegio San Vicente de Paúl. Laredo. Cantabria. www.svplaredo.com