dad laboral en el sector agrícola

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ISSN 1989-948X
Riesgos emergentes en las explotaciones agrarias. La precariedad laboral en el sector agrícola
Inmaculada Sánchez Ruiz de Valdivia
Profesora Titular del Departamento de Derecho Civil. Universidad de Granada.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales.
Miembro de la Comisión Nacional en Prevención de Riesgos Laborales
.
1
Sumario: I. La prevención de riesgos laborales en el Sector
Agrícola: ¿realidad o quimera? II. La Empresa Agrícola: A) Del
profesional de la Agricultura al Agricultor profesional y del titular de la explotación agraria o agrícola al titular de la Empresa agrícola en la Ley de Prevención B) El trabajador agrícola:
protagonismo de los trabajadores autónomos. Las causas a las
que obedece la infradeclaración de los accidentes laborales en
le sector agrario. III. Normativa en prevención de riesgos laborales aplicable al Sector Agrícola. La idoneidad o conveniencia
de una normativa específica nacional para el Sector Agrario:
A) Normativa Internacional. La Organización Internacional del
Trabajo. Convenios Específicos en materia de Seguridad y Salud Laboral. Los Coloquios Internacionales de la AISS, B) Normativa Europea: La Agencia Europea sobre Seguridad y Salud
Laboral y las Directiva Marco sobre Seguridad y Salud Laboral,
C) Normativa Nacional: legal, reglamentaria y convencional.
IV) Algunos riesgos emergentes a la luz de las especialidades
del trabajo agrícola. La precariedad laboral en el sector agrícola. V) Algunas conclusiones a la luz de la jurisprudencia, civil,
penal, contencioso-administrativa y social, sobre responsabilidades del empresario por accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales en el sector agrícola. VII) Bibliografía citada.
tros laborales. A pesar de que en 2010 las muertes por
accidente laboral en el campo español descendieron
entre los meses de enero y agosto un 19,7 por ciento
respecto al mismo periodo de 20092 -año en el que
perdieron la vida durante la jornada laboral un total
de 33 agricultores (entre los meses de enero y agosto,
según datos del último avance del Boletín de Estadísticas Laborales (BEL) elaborado por el Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales)-, este dato representa
el 8,6 por ciento en el índice de accidentes laborales
mortales tal y como advierte la I Encuesta de Condiciones de Trabajo en el Sector Agropecuario –fruto
del estudio elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y el Consejo General
de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España, donde se evalúan los riesgos laborales
en el sector agropecuario3-.
Los resultados de dicha encuesta ponían de manifiesto que el sector agropecuario es uno de los más
desprotegidos a nivel laboral, ya que las causas de un
accidente son muy varidas. Y es que, la rapidez del
La prevención de riesgos laborales en el sector agrí- trabajo, el exceso del mismo sin descanso, la exposición a riesgos medioambientales, biológicos y químicola: ¿realidad o quimera?
cos, o la falta de protección de los equipos o la falta
de formación de los trabajdores/as sea puntan como
1. La agricultura, junto a la construcción y a la minería constituyen, hoy por hoy, uno de los sectores 2 Para mas información, vid., http://www.eveliosuero.com/noticias.
económicos que registran mayor número de sinies- php/es/disminuyen-los-accidentes-laborales-en-el-sector-agrario/94
Este trabajo de investigación se enmarca en el Proyectos de Investigación I+D+I DER 2010-19054, cuyo investigador principal es D.
Antonio Orti Vallejo relativo a “Instrumentos jurídicos de mejora del
acceso a la vivienda y de estimulo a la financiación y promoción inmobiliaria”, a quien agradezco su invitación para participar en dicho
proyecto y su apoyo incondicional para acometer cuantas actividades
científicas se desarrollen en el mismo.
1
Según la encuesta, el 82 por ciento de los trabajadores son conscientes de los riesgos que conlleva su trabajo, proveniente de instalaciones y equipos de trabajo potencialmente peligrosos. La causa más
común de accidente es la distracción (63 por ciento) seguida de la imprevisibilidad de los animales (25 por ciento) o la rapidez con la que
hay que realizar el trabajo (17,6 por ciento).
3
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las principales causas que provocan los riesgos laborales en la producción agrícola y ganadera.
so preventivo que las empresas de los sectores de la
construcción, industria y servicios.
2. Para conocer de forma rigurosa las particularidades que presenta este sector desde el punto de vista de
la prevención y las diferencias en las condiciones de
trabajo específicas que lo distinguen de otros sectores
más estudiados por nuestra doctrina, no existía, hasta
el año 2003, ninguna investigación de carácter nacional sobre las condiciones de trabajo y las circunstancias que rodean el riesgo en el trabajo agropecuario.
A partir de esta fecha, dos han sido las aportaciones
más interesantes que se han sucedido a lo largo de
estos últimos años y que nos servirán de apoyo, a
la vista del silencio mantenido por la doctrina, para
esclarecer los riesgos emergentes que constituyen la
principal causa a la que se debe la siniestralidad laboral y la precariedad laboral del sector.
2.2. En 2007 el Subgrupo de trabajo de Siniestralidad en la Agricultura, perteneciente al Grupo del Sector Agrario de la Comisión Nacional de Seguridad y
Salud en el Trabajo, elaboró un documento titulado:
“Análisis de la Implantación de la Ley de Prevención
en el Sector Agrario”4. Dicho estudio perseguía tres
objetivos, fudamentalmente (analizar la evolución
de la siniestralidad en el sector agrario, describiendo aquellas características específicas con una mayor
influencia en los datos de siniestralidad, analizar la
calidad de la información sobre la siniestralidad en
este sector, y por último, efectuar propuestas para la
mejora y la explotación de esta información con fines
didácticos y preventivos). Objetivos que logró cumplir, fielmente, apoyado en las estadísticas laborales
del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el estudio realizado por el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT), en el “Análisis cualitativo de la mortalidad por accidente de trabajo en
España 2003-2004”, y en el trabajo desarrollado en
el subgrupo “Análisis de la Implantación de la Ley de
Prevención en el Sector Agrario” perteneciente a este
mismo Grupo de Trabajo.
2.1. Del estudio del INSHT “Análisis cualitativo
de la mortalidad por accidente de trabajo en España
2003-2004”, se desprende que las deficiencias en la
organización del trabajo y la tarea se convierten en las
causas más frecuentes de accidente mortal en este sector, al igual que ocurre en el resto de sectores. Como
segundo grupo de causas de los accidentes mortales
aparecen los factores relacionados con los espacios y
superficies de trabajo, seguido muy de cerca por los
factores individuales. En el resto de sectores, el segundo y tercer bloque de causas más frecuentes de accidente mortal lo ocupan la gestión de la prevención
y la prevención intrínseca, respectivamente. El sistema de organización preventiva mayoritario de aquellas empresas pertenecientes a la rama de actividad
de agricultura, ganadería, caza y silvicultura, en las
que se produjeron accidentes de trabajo con baja, es el
servicio de prevención ajeno, modalidad elegida en la
mayoría de los casos por las empresas pertenecientes
a esta rama de actividad. Y es que, el riesgo que tuvo
consecuencias mortales, solamente había sido detectado en el 38,2 % de los accidentes mortales en el
sector de la agricultura investigados en este estudio.
El 66,7% de las empresas donde el riesgo había sido
detectado en la evaluación, habían previsto medidas
preventivas específicas para su control (25,5 % sobre
el total de los accidentes investigados), que sólo se
aplicaron en un 28,6 % de los accidentes (7,3 % sobre
el total de los accidentes investigados). Si bien estos
datos son muy preocupantes y tal y como se reconoce
en el estudio referido, “…constituye un indicador muy
importante del deficiente funcionamiento del sistema
preventivo español, más aparente que real…”, hay
que destacar que las empresas agrícolas investigadas
en este estudio son más “cumplidoras” con el proce-
Y es que, según información recogida en los partes
de accidentes de trabajo, no se contaba con ninguna
modalidad preventiva en 2.130 accidentes con baja en
jornada de trabajo, producidos en la rama de actividad
de agricultura, ganadería, caza y silvicultura, lo cual
supone el 7 % del total de accidentes, siendo este porcentaje mayor que en el resto de ramas de actividad.
El 36 % de las empresas de esta rama de actividad,
en las cuales se produjeron accidentes de trabajo con
baja en jornada de trabajo, no contaban ni tan siquiera
con una evaluación inicial de los riesgos laborales,
siendo en la rama de actividad de la pesca en la que
este porcentaje es mayor.
2.3. En 2009, el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT) en colaboración con el
Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros
Técnicos Agrícolas de España (CGCOITAE), elaboró
la “I Encuesta de Condiciones de Trabajo en el Sector
Agropecuario” en virtud de la cual fueron entrevistados 1.503 trabajadores autónomos del sector agropecuario, mediante entrevista personal con cuestionario
Para más información, vid., http://www.insht.es/InshtWeb/
C o n t e n i d o s / I n s t i t u t o / C o m i s i o n / G r u p o s Tr a b a j o / f i c h e r o s /
AN%C3%81LISIS%20DE%20LA%20SINIESTRALIDAD%20
EN%20EL%20SECTOR%20AGRARIO%20final%203.pdf
4
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precodificado5. Entre las conclusiones que se extraen
de dicho estudio elaborado por el Instituto Nacional
de Seguridad e Higiene en el Trabajo y el Consejo
General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos
Agrícolas de España, donde se evalúan los riesgos laborales en el sector agropecuario.
4. Tras analizar las estadísticas que sobre siniestralidad laboral existen en este sector y compararlas con el
resto de sectores (construcción, industria o servicios)
da la impresión que el trabajador/a agrícola (gran parte de los cuales son autónomos, mujeres, niños e inmigrantes) es un trabajador/a de “peor condición” que
Los resultados del estudio presentado describieron el resto de trabajadores. No es esta, sin embargo, la
un tipo de actividad con elevadas exigencias de ca- apuesta de este trabajo de investigación.
rácter físico, realizadas en condiciones ambientales
Recordemos que “todo/a” trabajador/a a desarroen gran medida extremas, con unas fuentes de riesgo llar su actividad “en condiciones que garanticen su
de accidente muy variadas, provenientes de instala- seguridad y salud” constituye un principio rector del
ciones y equipos de trabajo potencialmente muy peli- Convenio Internacional de 155 OIT, relativo a la segrosos y empleados en ambientes de trabajo aislados. guridad y salud de los trabajadores-, de la Directiva
Por otra parte, la manipulación de agentes químicos marco 89/391/CEE, relativa a la aplicación de las mepeligrosos es muy frecuente, en particular en las ac- didas para promotor la mejora de la seguridad y salud
tividades agrícolas. El conocimiento más preciso que de los trabajadores en el trabajo y de la Directiva 89/
aportó dicho estudio permitió que las autoridades pú- 654/CEE, de 30 de noviembre, sobre disposiciones
blicas y los agentes sociales implicados perfilen de mínimas de seguridad y salud de en los lugares de traforma más específica una estrategia preventiva, a fin bajo. También es un principio rector de nuestra Consde mejorar las condiciones de seguridad y salud de titución Española –contenido en el art. 40.2 CE-, del
este colectivo.
Estatuto de los Trabajadores –previsto, en particular,
3. Los trabajadores y trabajadoras agrícolas, gana- en los arts. 19, 4.2.d) y 5.b)-, de la LPRL de 1995
dero/as y silvicultores (dedicado/as al cultivo de hor- –contenido en los arts. 14 y 15-, del RD 486/1997, de
talizas) están sometidos a riesgos nuevos, muchos de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones
ellos emergentes, distintos a los expuestos en otros mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabasectores de nuestra economía. Riesgos que deben ser jo- y del Estatuto del Trabajo Autónomo aprobado, de
evitados o en su caso evaluados mediante una adecua- fecha más reciente, por la Ley 20/2007, art. 8 ETA).
da política preventiva integrada en la empresa agríco- Y es que, no podemos olvidar que en el sector que nos
la conforme al principio de la acción preventiva con- ocupa el trabajo autónomo constituye un recurso muy
tenido en el art. 15 LPLR. Riesgos que difieren según habitual.
el tipo de cultivo -a cielo abierto o en invernadero- o
el subsector agrario de que se trate –agricultura, ganadería o silvicutura-. Riegos que derivan, por ejemplo, del uso y manejo de tractores agrícolas, maquinarias y equipos agrícolas, riesgos derivados del uso
de plaguicidas y pesticidas, abonos, enfermedades
trasmitidas al hombre por los animales, picaduras y
mordeduras y condiciones meteorológicas adversas.
Pero además, no olvidemos que el trabajo agrícola es
uno de los trabajos donde más cansancio y problemas musculoesqueléticos se acumulan derivados del
uso de maquinaria pesada y sobreesfuerzos a que se
encuentran expuestos los trabajadores y trabajadoras
del campo. Riesgos, la gran mayoría de ellos, desconocidos por los propios trabajadores y trabajadoras
agrícolas -carentes de una adecuada formación para
su prevención- y, por supuesto, desconocidos por los
propios empresarios y empresarias agrícolas, la mayoría PYMES, quienes parecen no estar dispuestos a
invertir en prevención.
Para más información, vid.,http://www.insht.es/Observatorio/Contenidos/InformesPropios/Desarrollados/Ficheros/Encuesta%20Nacional%20Agropecuaria.pdf)
5
Convencidos, pues, de los riesgos específicos que
este sector presenta apostaremos por plantear la problemática desde un punto de vista más preventivo que
reparador. Confiamos que desde la cultura de la prevención muchos de los accidentes de trabajo acaecidos y resueltos por nuestro alto tribunal podrán ser,
en el futuro, evitados tras una adecuada evaluación y
planificación de los riesgos y de la integración de las
medidas preventivas a adoptar para evitarlos. Y por si
el resultado lesivo o de muerte deviniera en los/as trabajadores/as como consecuencia del incumplimiento
de medidas preventivas acudiremos a la previsión del
régimen de garantías y responsabilidades que la Ley
de Prevención de Riesgos Laborales ha previsto con
carácter general. Y es que, no olvidemos, la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales constituye una ley,
que, adelantémoslo, pivota, siguiendo el modelo europeo de la Directiva Marco, sobre la responsabilidad
del/la empresario/a y que, como tendremos ocasión
de comprobar, parece haber calado en el convencimiento de las grandes empresas pero no en el de las
pequeñas y medianas empresas (PYMES) -prototipo
de empresas agrícolas que en este como en otros sec-
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tores continúan resistiéndose a afrontar por vía del de lo que ha hecho nuestra LPRL7, compuesta, como
convencimiento los costes que comporta integrar la sabemos, por la LMEA de 19958, la LAR de 20039 y
prevención de riesgos para evitar la siniestralidad la- el RAR de 200310, ha huido de utilizar, en repetidas
ocasiones, la expresión “empresa agrícola”. En su luboral-.
Pasemos, pues, a exponer la normativa Supranacio- gar, dichas leyes han recurrido de11manera insistente
nal (Internacional y Europea) y Nacional que existe en a la expresión de actividad agraria o de explotación
–como han hecho nuestro CC, la LH o el
prevención de riesgos laborales en el sector agrícola agrícola
12
para, a continuación, exponer algunos riesgos especí- RH , para referirse al conjunto de bienes y derechos
ficos emergentes en dicho sector; lo que nos permitirá organizados con arreglo a criterios empresariales por
sostener algunas conclusiones a la luz de la casuística su titular (el empresario agrícola) que tiene a su cargo
más reciente planteada en la jurisprudencia. Compro- trabajadores (agrícolas).
baremos que la desatención de dicho sector es imputable no sólo a la doctrina sino, también, al legislador
–a diferencia de la atención creciente que le ha dedicado al sector de la construcción –un sector que se
encuentra hoy en crisis- . Pocos, por no decir, nulas
son las aportaciones que realizad la doctrina sobre los
riesgos emergentes de este sector. Apoyemos, nuestras
conclusiones, pues en los repertorios jurisprudenciales (en los distintos ordenes judiciales competentes:
civil, penal, social y contencioso-administrativo).; en
los fallos que a golpe de sentencia vienen dictando
nuestros tribunales –quienes a modo de complemento
del ordenamiento jurídico- se encuentran hoy con la
difícil tarea de poner orden a un sector que, desde el
punto de vista legislativo, no tiene puestas “pilas” en
materia de prevención.
II) La empresa agrícola.
A) Del profesional de la Agricultura al Agricultor
profesional y del titular de la explotación agraria o
agrícola al titular de la Empresa agrícola en la Ley de
Prevención.Nuestra legislación agraria6, a diferencia
Sobre el particular, vid., sin ánimo exhaustivo: AGÚNDEZ
FERNÁNDEZ, Comentarios a la Ley de Arrendamientos Rústicos, 2ª
Ed. Comares. Granada, 1994; CABALLERO LOZANO, J. Mª., «Recepción del concepto de agricultor en el Derecho privado. Últimas
vicisitudes», Revista de Derecho Agrario y Alimentario, nº 37, juliodiciembre, 2000; CARRASCO PERERA, A., «El retorno del Derecho
(privado, por supuesto)», Actualidad Jurídica Aranzadi, nº 609, 2004;
ESTRUCH ESTRUCH, J., «El profesional de la agricultura y el cultivador personal en la Ley de Arrendamientos Rústicos. Reflexiones en
torno a la Ley 19/1995, de 4 de julio, de Modernización de las Explotaciones Agrarias», Revista General del Derecho, nº 615, diciembre, 1995; DE LA CUESTA SAEZ, J. Mª. «Vicisitudes actuales de la
normativa de arrendamientos rústicos», Revista de Derecho Privado,
mayo, 1993; DE LOS MOZOS, J. L., «La nueva Ley de Arrendamientos Rústicos. Comparación crítica con la legislación anterior», Revista
de Derecho Privado, 1982; GUILARTE MARTÍN-CALERO, C., «Comentario del artículo 9», en Comentarios prácticos a la nueva Ley de
Arrendamientos Rústicos, dir. por GUILARTE GUTIÉRREZ y coord.
por DOMÍNGUEZ LUELMO, Lex Nova. Madrid, 2004; LETE DEL
RÍO, J. M. y ESPÍN ALBA, I., Los arrendamientos rústicos (Según la
Ley de 26 de noviembre de 2003). Colex. Madrid, 2005; LUNA SERRANO, A., «A propósito de la legislación de arrendamientos rústicos.
Algunas propuestas de reforma», en Operación Jovellanos. Propuesta
de reforma para la agricultura española. MAPA-Consejo General del
Notariado. Madrid, 2000; MARTÍNEZ VALENCIA, Comentarios de la
Ley de Arrendamientos Rústicos. Jurisprudencia y formularios. Dykinson. Madrid, 1991; NAVARRO FERNÁNDEZ, J. A., «La Ley de Ar-
6
Entre sus actividades típicas se encuentra el cultivo
de la tierra a cielo abierto. Hoy ya nadie niega que
también lo son el cultivo de plantas y hortalizas en
invernaderos, la cría de animales en granjas industriales13 o la explotación silvícolas o forestales –las cuales disponen de un régimen jurídico diferenciado-14.
En definitiva las actividades a las que se dedica la
empresa agraria o agrícola pueden ser muy distintas:
rendamientos Rústicos de 26 de noviembre de 2003. Una primera valoración», RCDI, 2004; KARRERA EGIALDE, M., Los arrendamientos
rústicos históricos. Análisis a partir de la realidad guipuzcoana. Madrid,
Marcial Pons, 1998; PASQUAU LIAÑO, M., «Comentario de urgencia
al Anteproyecto de Ley de modificación de la Ley 49/2003, de 26 de
noviembre, de Arrendamientos Rústicos» en Ley de Arrendamientos
Rústicos. Comentarios doctrinales y formularios. Thomson-Aranzadi,
2004 y VATTIER FUENZALIDA, C., «Sobre la reforma de los arrendamientos rústicos», Actualidad Civil, nº 34, 1995; VIEIRA JIMÉNEZ
ONTIVEROS, E., Comentarios a la Ley 49/2003 de arrendamientos
rústicos. Comares. Granada, 2004.
Mientras nuestra LPRL siguiendo el modelo comunitario previsto
en la Directiva Marco de 1989 pivota sobre el concepto de empresa y
empresario haciéndole responsable a éste último del incumplimiento
de la normativa legal, reglamentaria o convencional en prevención de
riesgos laborales.
8
Nos referimos a la Ley 19/1995, de 4 de julio, de Modernización de
Explotaciones Agrarias. Vid., la definición que sobre actividad agraria
ofrece el art. 2 de la referida Ley.
9
Nos referimos a la Ley 49/2003, de 26 de noviembre, de Arrendamientos Rústicos. Vid., la definición que sobre actividad agraria ofrecen
los arts. 1 y 2 de la referida Ley.
7
10
Nos referimos al Reglamento 1782/2003, de 29 de septiembre. Vid.,
la definición que sobre actividad agraria ofrece el art. 2, c) del referido
Reglamento.
Cfr. Las definiciones de actividad agraria que ofrecen algunas regulaciones autonómicas como la de Valencia -Ley 8/2002 de Ordenación
y modernización de explotaciones agrarias- o Castilla La Mancha- Ley
4/2004 de la explotación agraria y desarrollo rural-.
11
En los arts. 1406 CC, 8 LH y 44 RH –estos últimos refiriéndose a las
explotaciones agrícolas como fincas funcionales, o lo que es lo mismo
como unidad orgánica jurídico-real susceptible de inscripción.
13
Mayores dudas plantea la cría de animales para uso recreativo, como
es el caso de explotaciones con caballos destinados al paseo. Las dudas
acerca de incluir o no entre las actividades agrarias la cría de caballazos
ciernen a nuestra doctrina en un debate inacabado. Un debate que se
reproduce no sólo aquí sino en Inglaterra, Italia y Francia.
14
La regulación específica de dicho subsector la encontramos en la
Ley de Montes de 2003 modificada por la Ley 10/2006 de 28 de abril.
12
Num. 7, january-june 2012, Page. 22 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
agrícola (cultivo de la tierra), pecuaria (cría de gana- personalidad –comunidades de bienes19, cooperativas
do) y forestal (bosques). También puede ser mixta: agrarias y cooperativas de explotaciones comunitarias
agropecuaria o agroforestal). Subactividades que con- de la tierra20, sociedades agrarias de transformación21
forman los distintos subsectores en que se subdivide y demás formas societarias –sociedades civiles22, lala actividad de este sector.
borales23 o mercantiles24 -de responsabilidad limitada
25
El titular de la empresa o la explotación agrícola, o sociedades anónimas , en el menor de los casos) -,
ganadera o forestal es el Empresario agrícola definido titular o no (arrendatario, subarrendatario, usufructuaen el art. 2.4 por la LMEA como “La persona física rio o aparcero) de la explotación agrícola, ganadera o
o jurídica que ejerce la actividad agraria organizando forestal que contrata, bajo su dirección y dependenlos bienes y derechos integrantes de la explotación cia, a cambio de un salario, los servicios personales
con criterios empresariales y asumiendo los riesgos de uno o más trabajadores/as (agrícolas) para la ejey responsabilidades civil, social y fiscal que puedan cución en su empresa de labores típicamente agrarias
derivarse de la gestión de la explotación”. Del pro- o no.
fesional de la agricultura –concepto eje sobre el que
pivotó la LMEA de 1995- al agricultor profesional15
–concepto eje sobre el que pivota la vigente Ley de
Arrendamientos Rústicos de 200316 -. Es sobre éste
sobre el que, en todo caso, pivotaría la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para desplegar todo el haz
de responsabilidades jurídicas en prevención que se
desencadenan como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones legales en la materia.
Y no sólo eso. Hoy la doctrina agrarista exige
que el empresario agrícola tenga una dedicación profesional; lo que implica la organización y dirección de
su empresa de manera profesional con la consiguiente asunción de riesgos –resulta curioso constatar, sin
embargo, que en cambio en el ámbito laboral y de la
Seguridad Social este último requisito no haya sido
tenido en cuenta lo que justifica que algunos empresarios agrícolas debiendo estar dados de alta en el RéEn la actualidad, el agricultor17, ganadero/a o sil- gimen General de la Seguridad Social lo estén en el
vicultor, es toda aquella persona física –individual-, Régimen Especial-.
Adviértase, no obstante, que entre las labores no
jurídica -pública18 o privada-, o ente colectivo sin
15
típicamente
agrarias se encuentra el supuesto en el
Sobre el concepto de profesional de la agricultura, vid., entre otros
trabajos, los siguientes: LLAMAS VALBUENA, «Creación de la figu- que se subcontraten totalmente los servicios a prestar.
ra del profesional de la agricultura en la nueva Ley de Arrendamientos
Rústicos», en Libro Homenaje al profesor José Beltrán de Heredia y
Castaño. Ed. Universidad de Salamanca, 1984; MARÍN VELARDE, A.
«El profesional de la agricultura en la vigente Ley de Arrendamientos
Rústicos», La Ley, 1985-4; SANZ VIOLA, A., «El profesional de la
agricultura y el cultivador personal en la Ley de Arrendamientos Rústicos: delimitación de conceptos y orientaciones jurisprudenciales» Actualidad Civil, 1988-2; TORRES GARCÍA, T., «El arrendatario como
profesional de la agricultura», en Homenaje al profesor Bernardo Moreno Quesada. V. III. Ed. Universidad de Almería, 2000 y VATTIER
FUENZALIDA, C., «Concepto y tipos de empresa según la Ley de Modernización de las Explotaciones Agrarias», Revista Crítica de Derecho
Inmobiliario, nº 637, noviembre-diciembre, 1996.
Reforzada por la Ley 26/2005, de 30 de noviembre.
Sobre el concepto de agricultor cultivador personal, puede consultarse, entre otros, los siguientes trabajos: BUSTO LAGO, J. M., «La
delimitación del concepto de cultivador personal en la jurisprudencia
civil del Tribunal Supremo», Aranzadi Civil, nº 5, 1997; CABALLERO
LOZANO, J. Mª. El cultivador personal en la Ley de Arrendamientos
rústicos, Colección Jurisprudencia práctica, nº 56. Madrid, 1993, pág.
16 y «Comentario a la STS de 4 de abril de 1992», Cuadernos Civitas
Jurisprudencia Civil, nº 28, 1992, pg. 311; GARCÍA CANTERO, «Capacidad para arrendar, ser arrendatario y prohibiciones de serlo, según
la L.A.R. de 1980», Derecho Agrario y Alimentario, nº 6-7, octubre
1986-marzo 1987 y GÓMEZ LAPLAZA, Mª. C., «Cultivador personal,
jubilación y herencia», Revista Jurídica de Castilla-La Mancha, nº 19,
1994.
16
17
Advierte que no obstante la posibilidad de que la Administración
contrate personal laboral, con sujeción a las normas del Derecho del
Trabajo, no ofrece duda –a la vista del amplio tenor del artículo 1.2
ET- sin embargo, en nuestra doctrina hay quienes opinan que cuando
el empleador es la AP hay que sustraer al ámbito de aplicación de las
reglamentaciones agrícolas y de los convenios agropecuarios las rela18
ciones laborales de los trabajadores que prestan su actividad incluidos
en el círculo rector y disciplinario de la Administración Central o de sus
Organismos Autónomos (IRYDA, ICONA, INIA,...)
19
Sobre el particular, vid., CAÑIZARES LASO, A.: Estudios de derecho agrario. Ponencias y comunicaciones del VI congreso nacional de
derecho agrario. Málaga, 1997, NÚÑEZ IGLESIAS, A. en Comentarios a la Ley de Arrendamientos rústicos. Aranzadi, 2004, ad., artículo
9 y GARROTE FERNÁNDEZ-DIEZ, I.: Contratos sobre la comunidad
de bienes y figuras afines. Aranzadi. Cizur Menor. 2006.
Reguladas en virtud de la Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas. En opinión de LINDE ESTRELLA, M. ª J., y ORTIZ VALDERRAMA, Mª del (Análisis de la siniestralidad laboral y de las condiciones de trabajo en Andalucía, ed., UGT-Andalucía, Fundación para la
Prevención de Riesgos Laborales, 2005, pág. 19), esta es la forma jurídica más utilizada en Andalucía según afirman. Sobre el particular, vid.,
MORILLAS JARILLO y FELIU REY, Curso de cooperativas. Técnos.
Madrid, 2002 y PULGAR EZQUERRA, J.: Cooperativas agrarias y sociedades agrarias de transformación. Ed. Dykinson. Madrid, 2006.
20
Reguladas en virtud del Real Decreto 1776/1981, de 3 de agosto.
Sobre el régimen jurídico de las sociedades civiles sin personalidad
vid., el reciente trabajo de QUESADA SÁNCHEZ, A.J.: La sociedad
civil sin personalidad en el derecho español. Concepto y régimen jurídico. Ed. Comares. Granada, 2007.
21
Reguladas por los arts. 1665 y ss CC.
Reguladas por la Ley 4/1997, de 24 de marzo.
24
Reguladas por el art. 122 CCom.
25
En opinión de LINDE ESTRELLA, M.ª J., y ORTIZ VALDERRAMA, Mª del (Análisis de la siniestralidad laboral y de las condiciones de
trabajo en Andalucía, ed., UGT-Andalucía, Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, 2005, pág. 19), destacan por su escaso uso
en la Comunidad Andaluza.
22
23
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Ahora bien, hay ocasiones en las que no resulta fácil
determinar cuál es, en realidad, la naturaleza agraria
o industrial de la actividad económica a la que se dedica la empresa. Este hecho resulta esencial a la hora
de clarificar el cuadro de sus responsabilidades desde
el punto de vista de la prevención pues como ya se
ha advertido en alguna ocasión por parte de nuestra
jurisprudencia, sin referirse al aspecto particular de
la prevención, sino ciñéndose al carácter o no de la
actividad agrícola o industrial la subcontratación de
todos los servicios impiden imputar el carácter agrícola siendo por tanto su encuadramiento correcto en
el Régimen General de la Seguridad Social y no en
el Régimen Especial. En este sentido, no es actividad agrícola…. Según la STSJ Cantabria n. 636/2003
(Sala de lo Social) de 7 mayo de 2003 (Recurso de
Suplicación 1254/2002) –sentencia que confirmó la
resolución impugnada al declarar que resulta esencial
para determinar la naturaleza agraria o industrial de
la actividad de una empresa, el concepto jurídico económico de la actividad que ésta desempeña- cuando
la empresa –como sucede en el caso enjuiciado-, se
dedica a la subcontratación de servicios; siendo el encuadramiento correcto el RGSS.
De un lado, la gran variedad de subsectores a que
nos referimos se pone de manifiesto al advertir que
existen: empresas agrícolas, forestales y pecuarias.
En otras ocasiones existen híbridos: empresas agrícolas agropecuarias, agroforestales.
tos pensados y previstos en normas de origen industrial o terciario a sectores primarios como el agrario.
Nos referimos, por ejemplo, a conceptos como el relativo a centro de trabajo definido en el ET –normativa, recordémoslo, de origen industrial o terciario26-,
o el concepto de accidente de trabajo, o el concepto
de empresario sobre el que pivota la directiva Marco
traspuesta a nuestro ordenamiento jurídico español en
virtud de la Ley de Prevención de riesgos laborales o
en la propia LISOS. Conceptos pensados, previstos
y diseñados para empresas y centros de trabajos del
sector industria y servicios. Así por ejemplo, los conceptos de centro de Trabajo y de Accidente de trabajo
varían en función de a qué tipo de trabajador nos estemos refiriendo. Así, a diferencia del trabajador por
cuenta ajena no es accidente de trabajo el accidente
in itinere en el caso de los trabajadores autónomos.
Fuera de esta diferencia, importante, las prestaciones
económicas son muy parecidas, casi idénticas, a las
ofrecidas para el trabajador por cuenta ajena.
El trabajador agrícola: el protagonismo del trabajador autónomo. Las causas a las que obedece la infradeclaración de los accidentes laborales en le sector
agrario.
Todos tenemos en mente al típico trabajador agrícola. El labrador del campo de antaño era aquel sujeto
que se dedica a labrar y cultivar sus tierras ayudado de aperos y animales. Agricultores como éste hoy
quedan muy pocos. Pero no es de ese tipo de agriculEn la mayoría de los casos, y como complemento tor al que aquí vamos a referirnos. Hoy por hoy, el
de la empresa agrícola existen industrias complemen- prototipo de trabajador agrícola es el que trabaja para
tarias de las actividades agrarias y sus trabajadores. otro o el que lo hace para sí ayudado de una imporAsí sucede, por ejemplo, en los casos en los que el tante infraestructura humana y mecánica sobre la que
agricultor amplíe sus instalaciones para dedicarse a radica la empresa agrícola.
elaborar el vino, el aceite o el queso (de cabra o de
En este sector, el porcentaje de trabajadores por
oveja), así como en las de primera transformación de cuenta propia es mayor que en el resto de sectores; lo
los frutos o productos agrarios con productos de la co- que supone que, a pesar de poder acogerse voluntariasecha o ganadería propia, siempre que no constituyan mente a la cobertura de la prestación económica por
explotación independiente de la producción y tengan incapacidad temporal (Real Decreto 1273/2003), se
un carácter complementario dentro de la empresa.
producía una infradeclaración de los accidentes leves
Analicemos, pues, sea cual sea el tipo de empresa
agraria al que nos refiramos cuáles son los riesgos
emergentes a que se encuentran expuestos sus trabajadores y trabajadoras como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones, por parte de sus empresarios, en materia de prevención de riesgos laborales
y cuáles son las responsabilidades jurídicas exigibles
a quienes son sus titulares.
Antes de pasar a distinguir los distintos tipos de
trabajadores autónomos que en cualquier sector, en
nuestro caso en el campo, pueden existir vaya por delante el hecho de que no resulta fácil adaptar concep-
de trabajo. Y es que, en efecto, a la hora de analizar
las causas del aumento de la siniestralidad en el sector agrario existe coincidencia a la hora de vincularlas
con la alta temporalidad de la actividad agrícola, la
masiva incorporación de mano de obra inmigrante y
Quizás por ello existe una corriente doctrinal y legislativa para equiparar el seguro de accidentes en la agricultura con el establecido para la
industria. Esta parece ser también la tendencia de la legislación española; sin embargo, al tratar de aplicar la legislación se hace notar que hay
campos que no están bien delimitados, existiendo interferencias entre la
industria y la agricultura. Lo aconsejable es llegar a la unificación en el
seguro de accidentes de trabajo, aun conservando las especialidades impuestas por la naturaleza de las labores y las particularidades del medio
rural.
26
Num. 7, january-june 2012, Page. 24 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
extranjera (sin formación) 27 y al alto índice de mujeres y niños contratados en el sector. En realidad, los
altos índices de siniestralidad laboral siempre se han
registrado en este sector. Lo que ha ocurrido hasta
ahora es que antes, muchos de los accidentes laborales se quedaban como simples enfermedades comunes ya que el trabajador del campo, la gran mayoría
autónomos, no estaba obligado a cotizar por contingencias profesionales. Ahora, sin embargo, desde
hace ya algunos años, en particular desde 2003 los
trabajadores pueden voluntariamente cotizar por dichas contingencias; una opción voluntaria que a partir
del 1 de enero de 2008 ya se ha convertido en una
obligación según se ha previsto en el reciente Estatuto
del Trabajo Autónomo regulado por la Ley 20/2007 lo
que está haciendo aflorar en las estadísticas oficiales
dichos accidentes y enfermedades por contingencias
profesionales y no comunes.
Es por ello que los sindicatos descartan que el
incremento de los accidentes en el campo obedezca
a causas coyunturales. Además, la cultura preventiva
no parece haber calado, suficientemente, en el medio
rural.
Una de las razones por las cuales este colectivo no
se acoge a la cobertura de la prestación económica por
incapacidad temporal se debe a la necesidad de seguir
realizando las tareas agrícolas con independencia de
su lesión, debido en muchos casos a la temporalidad
y premura de las tareas a realizar. Pero además, la
distancia entre los lugares de trabajo y los centros
asistenciales influye igualmente, de forma sensible,
en esta infradeclaración.
Otra de las razones, obedece al hecho de que en la
gran mayoría la colaboración de familiares y personas jubiladas constituye una fuente importante de accidentes -cuya actividad secundaria se realiza en la
agricultura -aunque no reúnan los requisitos necesarios para ser considerados como accidentes de trabajo;
lo que se traduce en el hecho de que tales accidentes
de trabajo no estén contabilizados en las estadísticas
de siniestralidad-.
“Los inmigrantes asumen cada vez en mayor medida tareas con un
riesgo potencial en la agricultura”, señala José Manuel Guerrero, secretario de Salud Laboral de UGT en Andalucía. Antonio Coca, de la
Federación Agroalimentaria de CC OO, añade: “Están menos formados
para el manejo de la maquinaria, que en muchos casos es antigua, se
encargan de las actividades de mayor riesgo, como el manejo de fitosanitarios, y se utilizan medios de transporte inadecuados, como los
tractores”. Para más información, vid., http://www.elpais.com/articulo/
andalucia/agricultura/acapara/incremento/siniestralidad/laboral/subir/
elpepuespand/20070819elpand_3/Tes
27
Todo ello, unido a la diversidad de equipos de trabajo utilizados, en su mayoría específicos del sector
agrario, el carácter multicausal de los accidentes de
trabajo, y las dificultades derivadas de la interpretación de los códigos necesarios para la correcta introducción de datos en el parte de accidente de trabajo
con baja mediante el sistema Delta8, provocan en muchos casos la incorrecta cumplimentación del mismo,
que además se incrementa cuando la persona que rellena los partes de accidente no ha realizado la investigación del mismo o no está asesorada por la persona
que lo ha investigado.
Y es que, en efecto, en el sector agrícola existe
un importante número de trabajadores autónomos,
pequeños o medianos propietarios que se dedican a
cultivar sus tierras (o criar su ganado o cultivar sus
hortalizas o frutales o vinos)28, por sí mismos o con la
ayuda de sus familiares. Adviértase, de entrada, que
no todos los trabajadores autónomos son iguales29. El
reciente Estatuto del Trabajo Autónomo, regulado en
virtud de la Ley 20/2007, de 11 de julio (BOE, núm.
166, jueves 12 de julio) estableció un rumbo distinto.
Desde el punto de vista de la Seguridad Social
este tipo de trabajadores están sometidos a un régimen propio: el Régimen Especial Agrario, que será
analizado en un capítulo específico. Adviértase, no
obstante, que no resulta relevante la dedicación predominantemente manual o intelectual del trabajador,
así como su adscripción profesional o esporádica al
sector agrícola. En cambio, la legislación sobre Seguridad Social agraria lleva a cabo una especificación
restrictiva, a efectos de inclusión en el Régimen Especial Agrario, del colectivo de trabajadores agrícolas
por cuenta ajena. Y es que, en la actualidad, existe una
gran variedad de trabajadores agrícolas. Quizás por
ello analizar su protección, desde el punto de vista de
la prevención de la prevención de riesgos laborales
no resulta tarea fácil. Máxime teniendo en cuenta que
los accidente laborales producidos en dicho sector están infravalorados por las razones a las que pronto nos
referiremos. Así, podemos distinguir:
Los trabajadores autónomos clásicos, los que trabajan para sí o por cuenta propia (es decir, los que no
tienen ningún trabajador asalariado a su cargo).
Otras veces, los agricultores no son ni siquiera titulares dominicales
de los terrenos en los que trabajan: la gran mayoría son arrendatarios o
aparceros de dichos terrenos –hipótesis en la que hay que presumir que,
salvo pacto en contrario, el contrato de aparcería no comprende relación
laboral alguna entre cedente y cesionario.
29
Sobre la siniestralidad laboral en los trabajadores autónomos vid.,
http://www.autonomos-ata.com/index.php?cen=noticias/mostrarnoticia.php&id=415
28
Num. 7, january-june 2012, Page. 25 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
Los trabajadores autónomos que tienen trabajadores
a su cargo, es decir, los empresarios agrícolas; a los
que claramente les afecta la normativa en prevención
contenida en la LPRL, el RSP y el resto de normativa técnica específica. A este tipo de trabajadores es
a los que se refiere el art. 8 de la Ley 20/2007. Dicho precepto establece cuáles son sus obligaciones
en materia de prevención. En particular, el deber de
colaboración y cooperación en materia de prevención
previsto en el art. 24.1 y 2 de la LPRL, el deber de
vigilancia.
viembre de 2005, Recurso de Suplicación 1219/2005.
El dicha sentencia, el tribunal desestimó el recurso de
suplicación considerando que en el supuesto de autos
no cabía sino calificar como laboral la prestación de
servicios para un tercero a cambio de una retribución,
utilizando la maquinaria propia de la receptora de los
servicios y sujetándose a un horario determinado, sin
que lo anterior quede obviado, por la circunstancia de
que además el trabajador tenga unas pequeñas tierras
de su propiedad, que también explote, y que como
consecuencia de esta actividad está dado de alta en
Junto a los trabajadores por cuenta propia -los que el RETA o incluso por el hecho de que haya vendido
trabajan para sí- los que trabajan para otros también productos agrícolas derivados de la explotación de dilos hay que son trabajadores autónomos económica- chas tierras a la empleadora.
También son considerados trabajadores y tramente dependiente. Figura híbrida un tanto polémica
que está dando mucho que hablar a raíz de la reciente bajadoras agrícolas a efectos de estar incluidos en el
regulación legal del Estatuto del trabajo Autónomo ámbito de aplicación de los convenios colectivos del
(qué no el Estatuto del trabajador autónomo). Este campo los trabajadores que prestan un servicio único
tipo de trabajadores constituye una de las novedades y exclusivo para el empresario agrícola como cocidel Estatuto del trabajo autónomo. En particular, el neros, albañiles, carpinteros, mecánicos, conductoCapítulo III, del Titulo II de la Ley 20/2007, de 11 res,...), así como el personal administrativo, técnico
de julio (BOE, núm. 166, jueves 12 de julio) se ocu- y subalterno; hipótesis en las que dichos trabajadores
pa de desarrollar los derechos y obligaciones de los se regulan por los mismos convenios colectivos del
mismos. Este tipo de trabajadores son los llamados, campo por los que se regulan las personas contratapor algunos, “falsos autónomos”. Hay sectores en los das directamente por el empresario. Es por ello que
que no resulta fácil identificarlos pues se encuentran podemos definir al trabajador agrícola como toda pera caballos entre los TA y los TCA. El propio Conse- sona física que, independientemente de su actividad,
jo Económico y Social ha expresado su preocupación se obliga a trabajar por cuenta y a las órdenes de un
al situarse en una zona fronteriza. Acaso respecto de empleador agrícola.
este tipo de trabajadores echamos de menos mayores
Tradicionalmente, en la agricultura española,
exigencias en materia de prevención pues resulta lla- el modelo predominante existente en la empresa agrímativo constatar cómo el art. 8 se ocupa de aclarar cola, forestal o pecuaria (privada) ha sido el llevado
cuales son las obligaciones del TA mientras que en los personalmente por el titular y su familia. Es decir, por
arts. 11-18 no existe referencia alguna específica en personas vinculadas al titular de la explotación por
materia de prevención. Un olvido del legislador que lazos conyugales o de parentesco. Ahora bien, el artícomplica el tema en materia de prevención de riesgos culo 1.3, e) ET excluye del ámbito de aplicación del
laborales.
contrato de trabajo a “los trabajos de familiares”…
Tengamos en cuenta que la gran mayoría de agricultores simultanean su propio trabajo como agricultores trabajando por cuenta ajena –como asalariados- de otros agricultores (de campos o invernaderos
vecinos)30. En estas hipótesis, normalmente los trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena desempeñan
su puesto de trabajo con maquinaria propia del empresario agrícola para el que trabajan con independencia
de que el trabajador tenga sus propias tierras y como
consecuencia de su propia actividad agrícola las explote y le venda productos agrícolas a su empresario.
Ese fue el caso enjuiciado por la STSJ de Castilla-La
Mancha n.1277/2005 (Sala de lo Social) de 4 de no En otras ocasiones también simultanean su trabajo por cuenta ajena
con otros empresarios destinados a otros servicios (industria, construcción o servicios)
30
“salvo que se demuestre la condición de asalariados…”; se trata, pues, de una presunción “iuris tantum”, por lo que es posible demostrar que el familiar
de la explotación agraria es trabajador por cuenta ajena (en todo caso, la carga de la prueba corresponde al
trabajador-familiar).
Ahora bien, hemos de advertir que no son
considerados, desde el punto de vista legal, trabajadores del campo: los familiares del cultivador. Y es que,
respecto de ellos existe una clara presunción: se presume “iuris tantum”, que no es son, salvo prueba en
contrario; lo que significa que es posible demostrar
dicha condición en cuyo caso la carga de la prueba
corresponde al trabajador.
Num. 7, january-june 2012, Page. 26 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
III. Normativa Internacional, Europea y Nacional
en prevención de riesgos laborales en el sector agrario. La idoneidad o conveniencia de una normativa
específica nacional para el Sector Agrario.
La atención creciente que a nivel Supranacional
este tema ha ocupado contrasta con la “laguna” existente en el ámbito legislativo nacional. Una laguna
que contrasta con la batería de normativa que, hasta la
fecha, se ha dictado en prevención de riesgos laborales y que resulta aplicable con carácter general a este
y otros sectores de nuestra economía.
En efecto, en materia de prevención de riesgos laborales existe una legislación aplicable con carácter
horizontal a todo tipo de empresas y a todo tipo de
sectores económicos. Cabría plantearnos, entre otros,
los siguientes interrogantes: ¿resultará suficiente esta
normativa aplicable de manera horizontal o sería preciso desarrollar una normativa específica aplicable
con carácter vertical a las especialidades que plantea y suscita el sector de la agricultura?, ¿es posible
reglamentar de manera específica un sector que se
subdivide en subsectores en atención a cual sea la
actividad agrícola, ganadera o forestal en la que se
centre? Plantadas nuestras dudas expongamos cual
es la normativa internacional, europea y nacional en
prevención de riesgos laborales referidas al sector que
nos ocupa.
Normativa Internacional en prevención de riesgos
laborales en el sector agrícola.
La OIT viene trabajando codo con codo con
los gobiernos, las organizaciones de empresarios agrícolas y las organizaciones de trabajadores agrícolas a
fin de promover los principios y deberes básicos en
materia de prevención de riesgos laborales. Los grupos más vulnerables se encuentran en la agricultura de
subsistencia, entre los asalariados de las plantaciones,
los jornaleros sin tierras, los trabajadores temporales,
los inmigrantes, las mujeres y los niños. El trabajo
temporal en la agricultura se caracteriza por su carácter estacional, ocasional, por realizarse en condiciones precarias y por una protección social escasa e
inexistente.
Hasta el momento, se ha demostrado incansable en su lucha a favor de la Seguridad y Salud de
los trabajadores agrícolas. Lo ponen de manifiesto el
importante número de los Convenios Internacionales
específicos que para el Sector de la Agricultura se han
firmado.
a) Los convenios internacionales aplicables al sector de la Agricultura. Hasta la fecha se han
firmado varios convenios específicos para el sector de
la agricultura. Convenios que se suman, por supuesto,
al ya conocido Convenio núm. 155 sobre Seguridad
y Salud laboral aplicable a todos los trabajadores sea
cual ser el sector económico en el que desempeñen
su puesto de trabajo. De entre los referidos convenios
nos gustaría destacar los siguientes: el Convenio de
la OIT núm. 12 (1929), sobre la indemnización por
accidentes del trabajo (agricultura), el Convenio de la
OIT núm. 110 sobre plantaciones, el Convenio de la
OIT núm. 129 (1969) sobre la Inspección laboral en
la agricultura y el Convenio de la OIT núm. 141 sobre
las organizaciones de trabajadores rurales y el Convenio núm. 184 (2001), sobre la seguridad y salud en la
agricultura, sobre las organizaciones de trabajadores
rurales.
Destacable fue el año 1997. Fecha en la que la OIT
advirtió que un total de 170.000 personas murieron
como consecuencia de accidentes en la agricultura
y más de 160 millones de personas contrajeron enfermedades debido a los peligros y exposiciones -especialmente a plaguicidas- en los lugares de trabajo.
Unas cifras de las que se infería la siguiente traducción: la tasa de accidentes mortales en la agricultura
duplicaba al resto de sectores. Quizás por eso, en el
año 2001, firmó el Convenio núm. 184 sobre la seguridad y salud en la agricultura. En él se proporciona
un marco adecuado para establecer y pone en práctica
políticas nacionales sobre la seguridad y salud en el
trabajo agrícola ¿cómo? orientando acerca de cuáles
son las medidas preventivas y de protección frente a
los principales peligros a los que han de hacer frente
los trabajadores agrícolas: la seguridad de la maquinaria, la manipulación y el transporte de materiales,
la gestión de sustancias químicas, la manipulación de
animales y la construcción y el mantenimiento de las
instalaciones agrícolas. Otras disposiciones abordan la
protección de trabajadores temporeros y estacionales,
y la protección de trabajadoras antes y después de dar
a luz. En otras se subraya la necesidad de contar con
seguridad contra lesiones y enfermedades así como
con equipamientos de tipo social. Junto a este convenio, existen otros específicos en la materia, a los que
nos referimos antes -el Convenio núm. 141 sobre las
organizaciones de trabajadores rurales, el Convenio
núm. 129 sobre la Inspección laboral en la agricultura
y el Convenio núm. 110 sobre plantaciones-.
b) Es interesante advertir la atención creciente que el sector agrario ha ocupado en los Coloquios
Internacionales de la Asociación Internacional sobre
Seguridad y Salud (AISS) que año tras año reúne a
Num. 7, january-june 2012, Page. 27 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
expertos de todo el mundo para debatir sobre la siniestralidad laboral en distintos sectores económicos.
Durante los días 16 y 17 de octubre de octubre de
2007, en Pamplona expertos de todo el mundo estuvieron planteando el tema. El año anterior la ciudad
elegida fue Berlín. Ciudad en la que durante el Coloquio Internacional tuvo lugar durante los días 25, 26
y 27 de septiembre. A las conclusiones a las que se
llegó entonces se suman otras nuevas tras el análisis
sobre cuáles son las verdaderas razones a las que se
deben los altos índices de siniestralidad laboral en el
sector agrícola.
B) Normativa Europea en prevención de riesgos laborales en el sector agrícola.
A nivel Comunitario, el sector de la Agricultura también ha ocupado la mente del legislador Europeo. Así se pone de manifiesto en el Plan Estratégico
Sectorial 2002-2006 del Ministerio de Agricultura y
en las actuaciones que la Agencia Europea Agencia
Europea sobre la Seguridad y Salud en el trabajo en la
Agricultura
a) El Plan Estratégico Sectorial 2002-2006
del Ministerio de Agricultura. Se elaboró en concordancia con la Directiva para la formulación de los
Planes Estratégicos Sectoriales Multianuales y los
Planes Estratégicos Institucionales para el periodo
2002-2006, aprobado por el Ministerio de Economía
y Finanzas (MEF) con Resolución Ministerial Nº
084-2001-EF/1031. Para su preparación se ha tomado
en consideración la política sectorial y las estrategias
de reactivación del agro expuestos por el Ing. Alvaro Quijandría Salmón, Ministro de Agricultura, en el
mes de diciembre del 2001 -los mismos que constituyen el marco estratégico orientador-.
Este documento consta de una caracterización
de la situación del agro que permite determinar los
problemas críticos por los que atraviesa y por consiguiente determinar sus correspondientes objetivos
estratégicos generales, los cuales se orientan a: fortalecer y desarrollar el funcionamiento de los mercados
agrarios y aumentar la cobertura y calidad de la provisión de servicios públicos para el agro; contribuir a
reducir la pobreza y aumentar la calidad del empleo
rural; fortalecer la institucionalidad y la organización
privada y pública del sector agrario; y mejorar la gestión y el aprovechamiento sostenible de los recursos
naturales, protegiendo el medio ambiente y generando condiciones para el desarrollo económico y social
Para conocer el mismo, vid., http://www.portalagrario.gob.pe/politica.shtml
31
Entre las acciones emprendidas por la Agencia Europea sobre la Seguridad y Salud en el trabajo en la
Agricultura, nos gustaría destacar por su especial calado la que constituyó la tercera Encuesta Europea
sobre Condiciones de Trabajo que llevó a cabo en el
año 2000 32, cuyos resultados fueron estremecedores.
Entre los programas de acción Comunitarios no podemos decir que no hubieran estado presentes la conveniencia de desarrollar acciones específicas dirigidas
a prevenir los riesgos laborales de quienes trabajan
en dicho sector. Nada más lejos de la realidad. Por el
contrario, a principios de los años 90 hubo un intento
fracasado, hasta el momento, que apostaba por una
mayor a información y formación de los trabajadores del sector sobre el uso y manejo de los equipos e
instalaciones existentes en el sector agrario. También
se previó en la planificación del desarrollo normativo
Comunitario la adopción de una directiva sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en los trabajos del sector agropecuario, junto a otros sectores. Lo
que significa que estas actividades quedan cubiertas
por la legislación en prevención de riesgos laborales
que existe con carácter general (legal y reglamentario). Ahora bien, hay cuestiones que quedan fuera de
su regulación como es el caso del manejo de animales
o las actividades relacionadas con la caza y los trabajos forestales.
C) Normativa Nacional en prevención de riesgos laborales en el sector agrícola.
En la actualidad, como pronto vamos a tener ocasión de comprobar, no existe una ordenación jurídica
distinta de la general que se ocupe del contrato de trabajo agrícola, salvo las peculiaridades que establece
el propio Laudo Arbitral de 2000 aplicable al sector
Así lo ponen de manifiesto al advertirse que: a) Más del 40 % de los
trabajadores de los sectores agrícola y pesquero de los antiguos Estados
miembros considera que su salud corre peligro debido a su trabajo. Tan
sólo un 30 % de los trabajadores considera estar bien informado sobre
los riesgos laborales que existen en la agricultura y la pesca, el menor
porcentaje de todos los sectores, b) El período medio que pasan los
trabajadores en un empleo en los sectores de la agricultura y de la pesca
es de 17 años, el más alto de todos los sectores, c) Un 15 % de los trabajadores de la agricultura y de la pesca manipula sustancias peligrosas
durante la mitad del tiempo de trabajo o más. Sólo el sector de la construcción supera esta cifra, d) Casi un 30% de los trabajadores agrícolas
y pesqueros está expuesto a vibraciones en su trabajo durante la mitad
o más de su tiempo de trabajo, e) Casi el 60 % de los trabajadores de la
agricultura y la pesca mantiene posturas dolorosas durante la mitad o
más de su tiempo de trabajo - más que en ningún otro sector, f) Casi el
50 % de los trabajadores de los sectores agrícola y pesquero transporta
cargas pesadas durante al menos la mitad de su jornada laboral, g) Más
de un 50 % de los trabajadores agrícolas y pesqueros realiza movimientos manual repetitivos durante al menos la mitad de su jornada laboral,
h) Un 8 % de los trabajadores de la agricultura y la pesca considera que
corre peligro de sufrir alergias debido a su trabajo, i) Más del 10 % de
los trabajadores de la agricultura y la pesca estima que su trabajo los
expone a sufrir problemas cutáneos, j) Más del 20 % de los trabajadores
señala que están expuestos al ruido durante al menos la mitad de su
jornada laboral en los sectores agrícola y pesquero.
32
Num. 7, january-june 2012, Page. 28 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
que nos ocupa; lo que significa que las particularidades o especificidades que derivadas de la actividad
agraria serán las que se regularán específicamente
en el Convenio Colectivo correspondiente y no por
la legislación laboral general. A lo dicho habría que
unirle el hecho incontestable de que a pesar de que la
lucha contra la precariedad laboral ha constituido, sin
duda, una de las armas de fuerza contra la que nuestro
gobierno como lo pone de manifiesto la regulación
del Estatuto del trabajo autónomo -una regulación
que afecta de manera trascendental al sector que nos
ocupa, habida cuenta que los trabajadores del campo
son, la mayoría, autónomos- la limitación de las subcontrataciones, etc., éste (el gobierno) parece haber
centrado su atención en el sector de la construcción33
olvidando que el sector agrícola necesita de respuestas contundentes que pongan fin a los altas cifras
de siniestralidad laboral que sufren los trabajadores
agrícolas, ganaderos o silvicultores. Y es que, recordémoslo, la agricultura, junto a la construcción y a la
minería constituyen, hoy por hoy, pues, el sector económico que venimos analizando es uno de os sectores
que registran mayor número de siniestros laborales. El marco normativo existente en el sector
agrario resulta enormemente prolijo y disperso. Comprobémoslo para tras exponerlo hacer algunas consideraciones.
La nueva Ordenanza continuo la unificación a nivel
mínimo las condiciones de trabajo agrícola-laboral,
definió los criterios más importantes del derecho laboral, e intentó crear una estabilidad en el empleo a
través de la dulcificación de ciertas jornadas laborales, mínimos salariales, vacaciones, pagas extra, etc.
Estos cambios los llevó a cabo la Ordenanza General
en el Campo, de 1975, en la misma línea de la Ordenanza de 1969, diseñando un contrato de trabajo agrícola especial con un régimen jurídico particular, pero
dependiente del ordenamiento jurídico laboral.
Si bien esta ordenanza continuó estando en vigor
íntegramente hasta 31 de diciembre de 1995, tras su
derogación se llevó a cabo un proceso de negociación
con el fin de sustituirla. La negociación se extendió
durante un plazo de cuatro años y finalizó en 1999 sin
ningún acuerdo entre las partes negociadoras. Ante
la imposibilidad de llegar a un acuerdo las partes, en
el año 2000, deciden someter el conflicto al arbitraje
voluntario. El árbitro emite laudo arbitral el 6 de octubre de 2000. Con el Laudo se pretende únicamente
regular de forma uniforme y general determinados
aspectos particulares que afectan a la relación laboral agraria, como son las normas de identificación,
la organización del trabajo, la estructura profesional
y movilidad funcional, la estructura salarial, y el régimen disciplinario. Así, a todos los demás aspectos
laborales se le aplicará la legislación laboral común.
Ello nos lleva a afirmar que en la actualidad no existe
una ordenación distinta de la general que se ocupe del
contrato de trabajo agrario, salvo las peculiaridades
que establece el propio Laudo.
a) La Ordenanza General de Trabajo en el Campo
de 1969. El 2 de octubre de 1969, el Ministerio de
Trabajo promulgó la Ordenanza General de Trabajo
en el Campo34. Cuatro años después y desatendiendo
la materia preventiva se dictó, la Ordenanza de Seguridad e Higiene en el Trabajo de 1971, el 1 de julio
de dicho año. Como modo de superar las limitaciones
impuestas por la Ordenanza General del Campo an
b) El Estatuto de los Trabajadores. Tras la
terior -a través de una Orden Ministerial- la segunda
aprobación
del Estatuto de los Trabajadores, como
Ordenanza General del Trabajo en el Campo , y fue
completada con la posterior aprobación del Estatuto consecuencia del contenido de su Disposición Trande los Trabajadores, por Ley 8/1980, de 10 de marzo. sitoria Segunda, se inicia un proceso de derogación y
sustitución de las ordenanzas laborales existentes. Y
33
Un ejemplo elocuente de la atención que nuestro gobierno ha de- es que, el Titulo II del propio Estatuto de los Trabamostrado, sensibilizado, por los altos índices de siniestralidad laboral, jadores de 1980 y 1995 resultaba inadecuado a algues la batería de normativas que ha dictado en estos últimos años especí- nos sectores económicos como el que nos ocupa. Por
ficos para el sector de la construcción. Junto la Ley de Subcontratación
(Ley 32/2006) de 18 de octubre) y al Reglamento que la desarrolla (RD ello previó, en su disposición Transitoria Segunda la
adaptación del citado Título. Una adaptación y autori1109/2007).
34
Esta Ordenanza derogó todas las reglamentaciones provinciales zación de la que, hasta la fecha, no se ha hecho uso.
de trabajo agrícola existentes. Además unificó a un nivel mínimo las
condiciones del trabajo agrario a través de la creación de un contrato
agrario laboral, con un régimen jurídico particular, dentro del Derecho
del Trabajo. Así, reguló la Ordenanza el régimen de los contratos laborales agrarios, aunque a nivel reglamentario, pues la legislación general
es la norma principal reguladora. Sin embargo, se puede afirmar que la
Ordenanza no protegió de una forma especial las relaciones del trabajo
asalariado en el campo, por lo que se caracterizó por no proporciona
estabilidad y seguridad en el empleo, y además por negar el acceso a los
beneficios e instituciones sociales para los trabajadores.
c) La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) -modificada en
numerosas ocasiones- que cumple más de dieciséis
años. Una ley que prácticamente desde que se dictó ha sido inaplicada y que para muchos empresarios
agrícolas resulta un gran desconocido. Una Ley que
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no se ocupa de establecer las obligaciones empresariales especificas en relación con estos trabajadores,
agrarios, a diferencia de lo que ocurre en el caso de
los trabajadores de Empresas de Trabajo Temporal y
que se limita a reiterar determinados preceptos legales
aplicables con carácter general a todos los trabajadores, sea cual sea el sector específico en el que desempeñen su puesto de trabajo imponiendo obligaciones
información, formación, vigilancia periódica de la salud, y organización de las actividades preventivas desarrolladas por vía reglamentaria: por el Reglamento
de los Servicios de Prevención de 1997.
Pero además, resulta curioso constatar que los convenios colectivos negociados en el sector del campo
se han venido limitando a reproducir o adaptar con
leves mejoras preceptos de la Ordenanza Laboral del
Campo o de la legislación general vigente, pero sin
ampliar la regulación a materias nuevas. Este rasgo
está cambiando o, al menos, así se está intentando.
Por último, señalar que junto al convenio colectivo el
legislador no impide que pueda utilizarse otro tipo de
pacto plural entre sujetos colectivos pertenecientes a
otros sectores de la vida política, social o económica,
ajenos al mundo del trabajo, para la ordenación mediante dicho instrumento de aquellas relaciones e intereses que directamente le afecten. Así las relaciones
contractuales entre las empresas agrarias y las industrias transformadoras o empresas comerciales adquirentes de sus productos podrán adoptar algunas de las
siguientes modalidades: acuerdos interprofesionales,
acuerdos colectivos o contratos de compraventa que
se negocien.
En conclusión, en la actualidad, no existe una
ordenación jurídica distinta de la general que se ocupe del contrato de trabajo agrícola, salvo las peculiaridades que establece el propio Laudo Arbitral de 2000
aplicable al sector que nos ocupa; lo que significa que
las particularidades o especificidades que derivadas
de la actividad agraria serán las que se regularán específicamente en el Convenio Colectivo correspondiente
y no por la legislación laboral general. Nos referimos
a:
individual o colectivamente o unilateralmente a favor
de sus trabajadores. Este Laudo Arbitral se aplica a
todo tipo de empresas agrícolas, forestales y pecuarias. También resulta aplicable a todas las industrias
complementarias de las actividades agrarias destinadas a la elaboración de vino, aceite o queso; así como
también las relativas a la primera transformación de
los frutos o productos agrarios con productos de la cosecha o ganadería propia, siempre que no constituyan
explotación independiente de la producción y tengan
un carácter complementario dentro de la empresa.
Frente al incumplimiento de la normativa prevista en
el Laudo arbitral se estará al régimen disciplinario establecido en los art. 27 a 33 -dentro del capítulo VI-.
Laudo Arbitral 6 de octubre de 2000 (que vino a sustituir a la Ordenanza del Campo)
Con carácter reglamentario, la Resolución de 23 de
julio de 2001 Resolución de 23 de julio de 2001 por la
que se publica el Acuerdo Estatal de Formación Continua para el Sector Agrario Forestal y Pecuario son
los planes de formación en el sector junto con la dinámica que generan sus acciones de acompañamiento
y los órganos de gestión así como la regulación de
los permisos individuales para la formación. La regulación del régimen de infracciones y sanciones sólo
tiene una mínima referencia en el artículo 14, con la
única finalidad de señalar que será de aplicación la
LISOS. El Acuerdo se refiere exclusivamente a las infracciones y sanciones derivadas de la aplicación del
mismo, por lo que los incumplimientos serán los derivados de la ejecución de los planes de formación y
acciones complementarias, así como con la dinámica
derivada del otorgamiento y disfrute de los permisos
de formación.
Aplicable al sector agrícola sería también toda
la batería de normas relativas a la legislación sobre
plaguicidas. Y es que, en el ámbito de la Unión Europea la política de prevención y control de los productos químicos está coordinada por las Directivas y
Reglamentos que regulan las sustancias y preparados
químicos peligrosos. Los cuatro instrumentos jurídicos básicos y de carácter horizontal que regulan los
Con carácter supletorio, en defecto de una negociación colectiva sobre la materia, será de aplicación el
Laudo Arbitral 6 de octubre de 2000 (que vino a sustituir a la Ordenanza del Campo)35 El art. 5 del Laudo
Arbitral establece una garantía “ad personam” (artículo 5) señalando que las empresas deben respetar
las condiciones más beneficiosas que hayan pactado
Dictado por Rodríguez de la Borbolla Camoyán, en el conflicto derivado del proceso de negociación para la sustitución de la Ordenanza
de Trabajo en el Campo (Orden de 1 de julio de 1975).
35
Num. 7, january-june 2012, Page. 30 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
productos químicos en España36 y en la Unión Euro- agrícolas así como la promoción de la cultura prevenpea37.
tiva y el desarrollo de códigos de conducta y buenas
A pesar de la prolija regulación específica que sobre prácticas para operaciones y actividades concretas,
la prevención de los riesgos laborales que existe en más que el de desarrollar una legislación específica
ámbitos como el de la construcción, en materia de de- que dado lo amplio y diverso de las características
recho agrario existe algunas organizaciones empresa- del sector agrario resultaría difícilmente alcanzable y
riales agrarias que insisten, con razón, en la necesidad de dudosa utilidad en cuanto a conseguir por esta vía
de que se desarrolle de manera específica una norma- una protección eficaz de la seguridad y la salud de las
tiva para el sector agrario. Tengamos en cuenta que personas dedicadas al campo.
en bastantes centros de trabajo hoy se carece de evaluación de riesgos laborales adecuada, de una política
preventiva integral dentro de la empresa agrícola, de
equipos de protección individual, de formación-información sobre prevención de riesgos a toda la plantilla,
incluyendo a los de nuevo ingreso, del análisis y evaluación de situaciones de emergencia, de medidas de
primeros auxilios así como de mecanismos y actuaciones en caso de riesgo grave inminente. De deficientes
actuaciones de vigilancia de la salud y estudios epidemiológicos serios. En contra, se muestra un sector
importante de nuestra doctrina que defiende que entre
las acciones de futuro sería necesario impulsar actividades de información y formación de los trabajadores
Desde 1967, fecha en que se reconoció que las disposiciones sobre
clasificación, envasado y etiquetado de sustancias en el mercado, especialmente de los productos químicos industriales peligrosos, debía armonizarse en la Comunidad para eliminar las barreras comerciales que
podían suponer las disposiciones nacionales de los Estados Miembros,
se han adoptado una serie de instrumentos legislativos comunitarios
para alcanzar y mantener un alto nivel de protección de la salud humana
y del medio ambiente en el contexto del mercado interior. El requisito
de protección del medio ambiente se introdujo en la legislación en 1979.
Al mismo tiempo, para garantizar un control de los productos químicos
comercializados, se decidió establecer un sistema de notificación para
las “nuevas” sustancias a partir de 1981. Desde su adopción en 1967, la
Directiva 67/548/CEE ha sido modificada ocho veces y adaptada al progreso técnico en veintiocho ocasiones. Por su parte, la Directiva 76/769/
CEE, hasta la fecha, ha sido modificada en 26 ocasiones.
37
Entre las que podemos destacar, entre otras, la Directiva 67/548/
CEE del Consejo sobre aproximación de las disposiciones legales,
reglamentarias y administrativas de los Estados Miembros relativas a la
clasificación, envasado y etiquetado de las sustancias peligrosas. Real
Decreto 363/1995, de 10 de marzo, la Directiva 1999/45/CE del Consejo, sobre la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y
administrativas de los Estados Miembros relativas a la clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos. Real Decreto 255/2003,
de 28 de febrero, el Reglamento (CEE) nº 793/93 del Consejo, sobre
evaluación y control del riesgo de sustancias existentes y la Directiva
76/769/CEE relativa a la aproximación de las disposiciones legales,
reglamentarias y administrativas de los Estados Miembros que limitan
la comercialización y el uso de determinadas sustancias y preparados
peligrosos. Real Decreto 1406/1989, de 10 de noviembre. Una norma
que regula las sustancias y preparados químicos peligrosos y se basa
en los siguientes principios: a) Unificación de los criterios de clasificación, envasado y etiquetado de las sustancias y preparados químicos
peligrosos, b) Protección de la salud y seguridad de la población, consumidor y usuario profesional, c) Evaluación del riesgo de las sustancias y preparados en todo su ciclo de vida, d) Sistema armonizado de
información al ciudadano mediante el etiquetado y las fichas de datos
de seguridad, e) Procedimiento común y normalizado de intercambio de
información, f) Limitación o prohibición de sustancias y preparados en
el mercado europeo.
36
IV) Algunos riesgos emergentes a la luz de las especialidades del trabajo agrícola. La precariedad laboral
en el sector agrícola.
Son muchos los riegos a que se encuentran expuestos los trabadores y trabajadoras del sector agrícola.
Los riesgos específicos del sector varían según nos
refiramos a la explotación agrícola, agropecuaria o
ganadera. Baste apuntar que en la actividad ganadera
o agropecuaria, el manejo de animales y la cría de animales en granjas, expone a las personas que trabajan
en el sector agrario a riesgos biológicos en las granjas
de cría de animales ((bacterias, protozoos, virus, hongos y parásitos, enfermedades trasmitidas al hombre
por los animales, picaduras y mordeduras). Riesgos
cuyas medidas preventivas a adoptar para vitarlos es
la limpieza, desinfección, desinsectación y desratización de los locales, y son mucho menos frecuentes
las medidas de tipo sanitario personales (vacunación,
medicación, profilaxis, etc.). Por otra parte, el control
veterinario y la vacunación de los animales o el control del sacrificio de animales y la eliminación de los
cadáveres o desechos son prácticas habituales para la
inmensa mayoría de los ganaderos).
Centremos nuestra atención, en la explotación agrícola en la que el trabajo temporal en la agricultura
se caracteriza por su carácter estacional, ocasional y
por realizarse en condiciones precarias y por una protección social escasa e inexistente. Entre los grupos
más vulnerables se encuentran en la agricultura de
subsistencia, entre los asalariados de las plantaciones,
los jornaleros sin tierras, los trabajadores temporales,
los inmigrantes, las mujeres y los niños. La mayoría
derivan del uso y manejo de tractores agrícolas, maquinarias y equipos agrícolas, plaguicidas y pesticidas, abonos, enfermedades trasmitidas al hombre por
los animales, picaduras y mordeduras y condiciones
meteorológicas adversas. Otros derivan del cansancio
de la jornada laboral y de los La casuística de estos
riesgos específicos del sector agrario se deriva de las
especialidades de todos y cada uno de los subsectores
en los que se subdivide el sector agrario. Los riesgos
no son idénticos cuando el cultivo de la tierra es a cie-
Num. 7, january-june 2012, Page. 31 - LandAS | International Journal of Land Law & Agricultural Science
Dos son las provincias españolas que son las
lo abierto o cuando la actividad agraria se desarrolla
mayores productoras y exportadoras de productos
en invernadero. Comprobémoslo.
a) En el cultivo en invernadero, Los principales agrícolas de hortalizas: Almería y Murcia. Dada la
riesgos de accidente de trabajo percibidos por el gru- expansión de este sector, se ha producido una gran
po de trabajadores de invernaderos, frente al resto de demanda de mano de obra extranjera (inmigrantes)
–una de las principales causas de los accidentes que
trabajadores agrícolas, son:
se registran en la agricultura. En efecto, dentro de la
La exposición del trabajador/a a riesgos relaciona- figura del trabajador tienen especial interés los inmidos con el medio-ambiente laboral (en la mayoría de grantes. Resulta difícil encontrar una parcela de la
los casos expuestos a mucho calor tanto en verano realidad social que no tenga conexiones con el fenócomo en invierno y a ambientes “muy húmedos” y meno migratorio. En el ámbito agrario se concentra
bajo el plástico en un microclima hostil e instalacio- un amplio grupo de población inmigrante, la misma
nes y locales de trabajo semicerrados.
es de temporada y raramente consigue una integraLa exposición del trabajador/as al uso de sustan- ción permanente y familiar. Además, el número de
cias químicas peligrosas como por ejemplo, el uso de trabajadores inmigrantes en situación irregular en este
plaguicidas y pesticidas, abonos y la constante mani- sector es muy elevado, y sus posibilidades de regupulación y aplicación de las sustancias y productos larización han quedado prácticamente suprimidas en
químicos exigiría, por parte de los/as trabajadores/as la nueva normativa. Otra cuestión a tener presente es
observar siempre o casi siempre algunas de las buenas que el principal problema de los contingentes cuando
prácticas que influyen en la exposición (Las medidas se trata de aplicarlos al sector agrícola es su estructura
preventivas frente al manejo de tales sustancias adop- anual.
tadas más frecuentemente son: evitar tocarse los ojos,
Lo cierto es que nos encontramos ante un tipo
heridas, etc.; evitar comer, fumar y beber; realizar la de actividad con elevadas exigencias de carácter fídosificación, preparación y tratamiento de mezclas sico, realizadas en condiciones ambientales en gran
conforme a las instrucciones; o ducharse tras la apli- medida extremas, con unas fuentes de riesgo de accicación del tratamiento). El agravante es que este tipo dente muy variadas, provenientes de instalaciones y
de trabajador, comparado con el resto de trabajadores equipos de trabajo potencialmente muy peligrosos y
agrícolas, manipula este tipo de productos químicos empleados en ambientes de trabajo aislados. Veamos,
más días al año (porque su uso, en ocasiones, suele pues, algunos de los riesgos, emergentes, a los que
ser a diario).
están expuestos los trabajadores/as agrícolas.
La realización de tareas muy repetitivas y de muy
La exposición a factores medioambientales y climacorta duración exigen mantener un nivel de atención tología cambiantes; lo que provoca una exposición del
alto o muy alto, así como también del ritmo de trabajo trabajador/a a riesgos derivados del medio ambiente,
elevado y el exceso de horas continuadas de trabajo lluvia, sequedad, altas temperaturas, etc. Todo ello
repetitivo consistente en: clasificar el producto, cortar unido al hecho de que, en ocasiones, las jornadas de
o arrancar matas, tallos, hierba, leña; podar, la carga o trabajo son desproporcionadas en su duración y son
descarga manual de productos, y el mantenimiento o realizadas con climatologías adversas provoca que
mejora de las instalaciones .
queden expuestos a riesgos que debidamente evaluab) En el cultivo a cielo abierto, el típico riesgo la- dos y planificadas las medidas a adoptar serían minoboral deriva del vuelco o aplastamiento del trabajador rados para garantizar que el trabajo se desarrollase en
por el uso de de tractores y maquinaria pesada, deri- condiciones seguras.
vado de la falta de adopción de medidas preventivas
El carácter discontinuo de las tareas agrícolas lo que
(informativas y formativas) relativas a la seguridad justifica: a) la usual movilidad de la mano de obra
de la maquinaria agrícola. El usual empleo de máqui- ocasionada por el desempleo estacional, b) la contranas y herramientas, de animales de labor expone a los tación de mano de obra inmigrante, d) el desempeño
trabajadores a riesgos innecesarios. Igualmente, la ex- de otros trabajos compatibles o alternativos -como
posición de los trabajadores a condiciones meteoroló- ocupaciones complementarias a la agrícola- agrícolas
gicas adversas contribuye a aumentar los riesgos de o no.
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
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La manipulación de agentes químicos peligrosos es
muy frecuente, plaguicidas, insecticidas, etc. Unida a
la falta de formación por parte no solo de los trabajadores, sino, también, de los propios empresarios, hace
que el trabajador/a se encuentre expuesto, innecesariamente a riesgos derivados de su ambiente laboral.
Nacionalidad inmigrante de los trabajdores/as agrícolas. Según se pone de manifiesto en estudio realizado por el Subgrupo de trabajo de Siniestralidad en la
Agricultura, perteneciente al Grupo del Sector Agrario de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud
en el Trabajo titulado: “Análisis de la siniestralidad
Los altos índices de temporalidad en la contrata- laboral en el sector agrario”, en el año 2007 se proción de los trabajadores de dicho sector debido a la dujeron un total de 30.932 accidentes de trabajo con
estacionalidad de las labores agrícolas justifican la baja en jornada de trabajo en la rama de actividad de
necesidad de fórmulas flexibles de contratación en- agricultura, ganadería, caza y silvicultura, de los cuatre las que existe un claro predominio de contratos de les 6.278 accidentes los sufrieron trabajadores inmitrabajo temporales, eventuales, fijos-discontinuos o grantes, distribuyéndose de la forma siguiente por nafijos-periódicos; lo que nos indica la precariedad de cionalidades: Marruecos (32,7%), Ecuador (15,1%),
la contratación laboral –un riesgo emergente más en Rumania (13,9%), Polonia (5,5%), Colombia (5,3%),
Bulgaria (4,1%), Portugal (3,7%), y el resto de namateria de prevención-38.
cionalidades (19,6%). El mayor índice de incidencia,
Diversidad de tareas y equipos. En efecto, la diver- calculado a partir de los datos de siniestralidad de los
sidad de subsectores implica que se realicen muchas trabajadores extranjeros afiliados en el sector agrario,
tareas relacionadas directamente o indirectamente se corresponde con los trabajadores con nacionalicon el cultivo, utilizando distintos equipos en diferen- dad Colombiana (9.280). Otros índices de incidencia
tes condiciones de trabajo. Esto ocasiona múltiples importantes se corresponden con las nacionalidades
riesgos a los cuales están expuestos los trabajadores ecuatoriana (4.263) y marroquí (3339). El índice de
y las trabajadoras agrícolas durante el desarrollo de incidencia de accidentes con baja de los trabajadores
las tareas, lo que provoca accidentes de muy diversa extranjeros afiliados a la Seguridad Social en alta laíndole.
boral en la rama de actividad de agricultura, ganadeCarga física, mental y organización del trabajo. ría, caza y silvicultura (3.535) es superior al índice de
Pese a la mecanización que se ha producido en las incidencia correspondiente de trabajadores españoles
actividades agropecuarias, aún buena parte de ellas (2.555).
exige del trabajador un considerable esfuerzo físico.
Las demandas físicas más frecuentes son realizar moDestaca, también, la figura de la mujer en el trabavimientos repetitivos de manos o brazos y mantener
jo
agrícola. Tradicionalmente la explotación agrícola
una misma postura. Estos dos tipos de demandas físicas predominan en todas las actividades analizadas; europea ha sido llevada a cabo por una empresa famisin embargo, son más frecuentes los movimientos re- liar que se basaba en el trabajo de una pareja, donde
petitivos de manos o brazos en la producción agrícola la mujer ha ayudado a su marido en numerosas tareas
y, por su parte, mantener una misma postura es más cotidianas. Precisamente es esta participación activa de la mujer en la empresa agrícola la causante de
habitual en la producción ganadera.
riesgos emergentes en este sector económico. La falta
de conciliación de la vida familiar y laboral ocasiona
el incremento del número de accidentes de trabajo39
ocasiona, en un gran número de supuestos la falta
38
A la vista de la normativa que le resulta de aplicación no es un de descanso adecuado en las mujeres (una mano de
contrato especial pero nadie duda, a estas alturas, que es particular o si obra usual en las actividades agrícolas y de recolecse prefiere que tiene especialidades. Especialidades o particularidades
ción) –un riesgo emergentes que debería recibir más
que analizadas desde el punto de vista de la prevención de riesgos específicos, que los hay, merece una especial atención o consideración. atención para proteger al número cada vez mayor de
Nos explicamos. El contrato de trabajo agrario se configura como una mujeres en esa profesión, de acuerdo con un especiamodalidad o variante del género contrato de trabajo. Además, esta catlista de Extensión Cooperativa de la Universidad de
egoría integra a su vez tantas subespecies contractuales como objetos
diferenciados admiten las actividades agrarias. Y es que, en realidad, el California. Y es que, según un estudio reciente, las
contrato de trabajo en la agricultura no es una de las relaciones espe- mujeres conforman el 27 % de la fuerza laboral agríciales nominadas como tales en el artículo 2 ET, ni hasta el presente le
cola en California, casi todas ellas son latinas y en su
ha sido reconocido ese carácter en Ley distinta. Los contratos de trabajo
concertados para prestar servicios en una explotación agraria, se rigen gran mayoría son inmigrantes. El 72 % de esas mupor el Derecho común de la contratación laboral, esto es, por el ET, jeres son casadas. Según el citado estudio, “De los
normas de desarrollo y concordantes, sin más especialidades que las
previstas para la jornada y, por su normativa sectorial específica.
Para más información, vid., http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=855320
39
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30.932 accidentes de trabajo en la rama de actividad
de agricultura, ganadería, caza y silvicultura, 23.368
los sufrieron hombres y 7.564 mujeres. Calculando
los índices de incidencia a partir de los datos de población ocupada de la encuesta de población activa en
esta rama de actividad (632.600 hombres y 240.700
mujeres), estos muestran que se produce una mayor
incidencia de accidentes con baja entre los hombres
(3.694) que entre las mujeres (3.142). Sin embargo,
en este sector existen muchas trabajadoras, sobre todo
con contrato eventual, que por causa de su género poseen unos riesgos específicos en relación a las tareas
que realizan40”.
Posturas forzadas. Las posturas de trabajo inadecuadas constituyen uno de los factores de riesgo más
importantes de los trastornos músculo-esqueléticos.
Su aparición se ve favorecida por la existencia de
operaciones en las que el trabajador se ve obligado a
abandonar una posición natural de confort, para asumir una postura inadecuada desde el punto de vista
biomecánico que afecta a las articulaciones y los tejidos blandos adyacentes (fundamentalmente en tronco, brazos y piernas). Las posturas forzadas afectan
a la efectividad del trabajo desarrollado y comprenden la siguiente tipología de posiciones del cuerpo: a)
posturas fijas, incómodas o de movimiento restringido, b) posturas que sobrecargan músculos y tendones,
c) posturas que cargan las articulaciones de manera
asimétrica y d) posturas que producen carga estática
en la musculatura. La aparición de las molestias derivadas de la adopción de este tipo de posturas es lenta
y de carácter inofensivo en apariencia, por lo que se
suele ignorar el síntoma hasta que se hace crónico y
aparece el daño.
La colaboración de familiares y personas jubiladas
constituye una fuente importante de accidentes -cuya
actividad secundaria se realiza en la agricultura-. Estos accidentes, aunque jurídicamente no reúnan los
requisitos necesarios para ser considerados como accidentes de trabajo; lo que se traduce en el hecho de
que tales accidentes de trabajo no estén contabilizados en las estadísticas de siniestralidad, en realidad,
Movimientos repetitivos. El trabajo se considera
no cabe duda que derivan de una actividad dedicada
repetitivo cuando la duración del ciclo fundamental
al trabajo, en este caso familiar.
El trabajo agrícola es uno de los trabajos en el que es menor a 30 segundos, existiendo similitudes en la
los trabajadores están expuestos a un importante nú- secuencia temporal, el patrón de fuerzas y las caractemero de trastornos musculoesqueléticos (TME). Los rísticas espaciales del movimiento requerido en cada
trastornos músculo-esqueléticos incluyen gran núme- ciclo. Las patologías asociadas a los trabajos repetitiro de alteraciones de músculos, tendones, nervios o vos suelen localizarse en los tendones, los músculos
articulaciones que pueden darse en cualquier zona del y los nervios de las zonas cuello-hombro y manocuerpo, aunque las más comunes son las que afectan muñeca. En todo caso, además de la repetitividad, las
a cuello, espalda y extremidades superiores, entre los posturas extremas, las fuerzas elevadas, la velocidad
de los movimientos y la duración de la exposición son
que podemos distinguir:
otros factores que aumentan el riesgo de lesión y de
Sobreesfuerzos. En este tipo de trabajos, las exi- fatiga.
gencias físicas siguen siendo elevadas, pudiendo dar
El Síndrome del tunel carpiano. El túnel carpiano es
lugar a sobreesfuerzos. Hay dos tipos de sobreesfuerun
canal o espacio situado en la muñeca, por el cual
zos según el tipo de trabajo. Podemos distinguir entre:
a) el trabajo muscular se denomina estático cuando la pasan los tendones flexores de los dedos y el nervio
contracción de los músculos es continua y se mantie- mediano. Los movimientos de flexión y extensión de
ne durante un cierto período de tiempo y, b) el trabajo la muñeca pueden causar que la cubierta protectora
dinámico, por el contrario, produce una sucesión pe- que rodea cada tendón se hinche, haciendo presión
riódica de tensiones y relajamientos de los músculos sobre el nervio mediano, dando lugar al síndrome del
activos, de corta duración. La diferencia fundamental túnel carpiano. Las manifestaciones fundamentales
viene determinada por la irrigación sanguínea de los del síndrome son las siguientes: a) sensación de enmúsculos que es la que, en definitiva, fija el límite torpecimiento e hinchazón de las manos y b) entumeen la producción del trabajo muscular. Dicha irriga- cimiento y hormigueo molesto que puede ocasionar
ción (muy superior en el trabajo dinámico) aporta al dolor. Normalmente, esta sintomatología afecta a los
músculo la energía que necesita y evacua los residuos dedos pulgar, índice, medio y parte del anular, hacienproducidos como consecuencia del trabajo, lo que re- do que la persona afectada tenga que sacudir la mano,
colocarla en declive o en elevación.
tarda la aparición de la fatiga muscular
“Análisis…..”, cit., pág. 10.
40
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Lumbalgia, o lo que es lo mismo, dolor que se produce en la región inferior de la espalda debido a que
estas vértebras son las más grandes y las que soportan
mayor peso. Este tipo de trastornos está relacionado
con el desarrollo habitual y prolongado de actividades o tareas que requieran: a) levantamiento y manejo de pesos de forma repetitiva, b) realización de
movimientos forzados con el tronco inclinado o en
rotación, c) posturas mantenidas largo tiempo (sentado o de pie) y exposición a vibraciones (vehículos o
maquinarias).
De acuerdo con lo expuesto, la prevención de
los trastornos músculo-esqueléticos está ligada directamente con un correcto diseño del espacio y el
puesto de trabajo, el mantenimiento de una iluminación adecuada, el empleo de herramientas de calidad y una buena organización del trabajo. Entre los síntomas relacionados con la aparición de
alteraciones músculo-esqueléticas incluyen dolor
muscular y/o articular, sensación de hormigueo,
pérdida de fuerza y disminución de sensibilidad41.
En el uso de maquinaria y equipos de trabajo usados
en la producción agrícola y ganadera, el tractor ocupa un papel fundamental –siendo una de las mayores
causas a las que se le imputa la siniestralidad laboral-.
Acaso sea porque, la gran mayoría de las máquinas
y tractores (propias del sector agropecuario), tractoimpulsadas (sobre todo abonadoras y maquinaria para
la aplicación de productos fitosanitarios) y máquinas
eléctricas. Tractores que, en la mayoría de los casos
adolecen de cinturón de seguridad en el asiento del
conductor, de aire acondicionado en la cabina del
conductor y no están diseñadas para absorber y proteger de las vibraciones por lo que no llevan sistema de
suspensión. Todo ello unido a la falta de formación de
las personas que trabajan en el sector (lo que se pone
de manifiesto a la vista de los riesgos que derivan de
distracciones, descuidos, despistes o falta de atención.
derivados de los sobreesfuerzos y de ritmos y tiempos
de trabajo excesivos) anuncia un importante número
de accidentes laborales como los que pronto vamos
a ejemplificar en el estudio jurisprudencial que más
adelante realizaremos.
En la aparición de los trastornos originados por sobreesfuerzos, posturas forzadas y movimientos repetitivos pueden distinguirse tres etapas:
1ª. Aparición de dolor y cansancio durante las horas de trabajo, mejorando fuera de este, durante la noche y los fines de semana, 2ª. Comienzo de los síntomas al inicio de la jornada laboral, sin desaparecer por la
noche, alterando el sueño y disminuyendo la capacidad de trabajo, 3ª.
Persistencia de los síntomas durante el descanso, dificultando la ejecución de tareas, incluso las más triviales.
41
Todos estos riegos unidos a los que derivan de la
falta de formación, las dificultades lingüísticas derivadas del idioma, las diferencias culturales; lo que
provoca, a su vez, la incorporación de trabajadores
inmigrantes (brotes xenófobos) con ritmos de trabajo
intensos y a destajo anuncian un panorama nada deseable para el trabajador/a agrícola.
V) Algunas conclusiones a la luz de la Jurisprudencia vil, penal, contencioso-administrativa y social sobre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales en el sector agrícola.
La precariedad laboral del tajo rural no sólo es
un hecho incontestable a nivel Internacional, Europeo
y nacional –como se pone de manifiesto a la vista de
la falta de legislación específica que sobre el particular existe y a pesar de los riesgos viejos y emergentes
que existen en este sector- sino también a la luz de la
jurisprudencia analizada desde los distintos órdenes
jurisdiccionales competentes de imponer las responsabilidades jurídicas en prevención a quienes sean los
responsables. Llama la atención el hecho de que la
doctrina no haya reparado su atención en la materia.
Acaso sea por la interdisciplinariedad que caracteriza
a la prevención de riesgos laborales; uno de esos temas que terminan siendo “tierra de nadie”. Y es que,
si bien es cierto que tal y como pusimos de manifiesto páginas atrás, del sector agrícola muchas y buenas
han sido las aportaciones doctrinales que sobre el particular se han realizado, escasas son, a nuestro juicio,
las reflexiones que sobre la precariedad laboral y los
riesgos emergentes que subyacen en dicho sector han
desencadenado un haz de responsabilidades jurídicas
en prevención que hoy centra nuestra atención. Pasemos pues a apoyar nuestras conclusiones al hilo de algunas sentencias más llamativas que hemos analizado
sobre la cuestión.
1ª La prevención de riesgos laborales (o lo que es
lo mismo, la seguridad y la salud laboral) constituye
un tema de interés prioritario para los trabajadores y
trabajadoras agrícolas. También para sus empresarios.
La LPRL el, 8 de noviembre de 2007, cumplía doce
años. Cuatro más a fecha en que se publica parte de
este ponencia42. Sin embargo y a pesar de su edad, hoy
podemos decir, tras contrastar los distintos repertorios
jurisprudenciales de los distintos órdenes jurisdiccionales –social, administrativo, civil y penal-, que los
Fecha en la que se inserta esta ponencia en la mesa redonda relativa
a la Responsabilidad en el ámbito social –mesa que tengo el privilegio
de moderar- que se inserta en las Jornadas celebradas relativas a las
Responsabilidades del Agricultor. El acierto, consciente o no, de sus
organizadores resulta innegable.
42
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trabajadores y trabajadores del campo no trabajan en toda su atención en dicho sector por ser, hasta el mocondiciones seguras; más bien continúan trabajando mento, uno de los motores de nuestra economía. Un
sector que, por el momento y tras es ingente y prolija
–la inmensa mayoría- en condiciones precarias.
2ª A nivel Internacional y Europeo la lucha contra legislación preventiva parece haberse estancado, ¡pala siniestralidad laboral en el sector agrícola ocupa un radojas de la vida!, ahora que desde el punto de vista
tema prioritario entre las acciones emprendidas por la de su regulación en materia de prevención ocupa un
Agencia Europea sobre Seguridad y Salud laboral. La papel protagonista y único en el contexto europeo-.
firma de convenios específicos para el sector agrícola Una atención que consideramos del todo deseable en
por parte de la OIT, las conclusiones de la 3ª encuesta el sector agrícola que nos ocupa.
elaborada por la Agencia Europea sobre Seguridad y
Salud laboral y el tema de debate de los últimos Co4ª No ha existido ni existe en nuestro ordenamiento
loquios Internacionales organizados por la AISS en jurídico un régimen jurídico general y unitario apliBerlín (año 2006) y en Pamplona (año 2007) lo co- cable a la indemnización por accidentes de trabajo.
rroboran.
El conocimiento de las reclamaciones de responsa3ª. Los empresarios agrícolas, es decir, los titulares bilidad civil puede producirse en jurisdicciones difede explotaciones agrarias se resisten, la gran mayoría rentes que, a su vez, aplican criterios diferentes; lo
titulares de pequeñas y medianas empresas, se resis- que asegura el peregrinaje judicial a que se encuentra
ten a integrar la prevención de riesgos laborales en su sometido y expuesto, inevitablemente, el trabajador o
empresa; lo que constituye una respuesta sistemática trabajadora agrícola –igual que sucede en otros secque ofrecen las PYMES frente a la integración de la tores de nuestra economía-. Es por ello que, creemos,
prevención de riesgos laborales; una integración que como ya hemos tenido ocasión de advertir en el prillevan a cabo más que por convicción por evitar la mer congreso Nacional de acción social sobre condireacción judicial y fiscal frente a los incumplimientos ciones de trabajo que resulta imprescindible unificar
de las obligaciones en materia de prevención.
el tratamiento sustantivo y material de los regímenes
de Responsabilidad civil por accidente de trabajo tratando de evitar:
* A nivel legislativo Supranacional, el interés y la
atención que este tema ha despertado a nivel Internacional y Europeo como hemos tenido ocasión de
4.1ª. Por un lado, el indeseable “peregrinaje judicomprobar; lo que contrasta con la atención que el cial” al que, hoy por hoy, está sometido el trabajador
mismo ha suscitado en nuestra legislación nacional a cuando sufre un siniestro laboral lo que constituye
diferencia de lo que ha sucedido en otros sectores de un error del planteamiento del legislador y del juez.
nuestra economía como por ejemplo en el ámbito de También de los estudiosos del Derecho.
la construcción –sector en el que de manera insistente
se ha estado normando en esta línea preventiva-. La
4. 2ª Por otro, el tratamiento distinto que ofrecen la
carecía de una regulación específica que atienda a los
“Sala
civil” y la “Sala Social” la hora de estimar la
también específicos riesgos a que se ven sometidos
los trabajadores de este sector unida a la reticencia de compatibilidad de las indemnizaciones derivadas de
los empresarios de asumir los costes inevitables que accidente de trabajo y enfermedades profesionales del
supone la inversión en prevención. Una inversión que, trabajador. La aplicación de la teoría del descuento o
por el momento y desde el punto de vista del análisis la suma no deja de sorprender que la elección de una
económico del derecho, no parece resultarles rentable u otra vía jurisdiccional pueda terminar afectando pohace que hoy en estas Jornadas relativas a las Respon- sitiva o negativamente a los bolsillos del trabajador.
sabilidades del agricultor nos estemos preocupando
por las posibles responsabilidades en prevención.
La fatal de conocimientos específicos sobre la
materia no sólo por parte de los abogados sino también
* Del sector agrícola el legislador nacional no se ha por parte de los jueces resulta llamativa hoy después
preocupado, suficientemente, hasta el momento. Todo de doce años de vigencia de la Ley de prevención de
lo contrario. Ha centrado su atención en sectores como Riesgos Laborales y la radicalización que la misma
el de la construcción y subcontratación respecto del ha experimentado a través de las continuas reformas
cual ha desplegado una batería legislativa nada des- legislativas que ha sufrido. La prolija casuística judeñable y por supuesto necesaria. Acaso ha centrado risprudencial que hemos tenido ocasión de contrastar
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haciendo un rastreo en los distintos ordenes jurisdiccionales que dicen ser competentes para conocer de
las reclamaciones de responsabilidad en prevención
de riesgos laborales en el ámbito agrícola –social,
civil, penal y administrativo- nos permitirán extraer
muchas conclusiones. Algunas de ellas no nos resistimos a avanzar: a) primera: que los trabajadores del
campo no trabajan en condiciones seguras; más bien
lo siguen haciendo –la inmensa mayoría- en condiciones precarias. Sin pretensiones de ánimo exhaustivo
pasamos a adelantar algunas conclusiones a las que
hemos llegado a partir de la lectura atenta de algunas
sentencias relativas a todos y cada uno de los órdenes
jurisdiccionales competentes para conocer de las acciones de responsabilidad en prevención de riesgos
laborales en el sector agrícola:
1.º El número de accidentes de trabajo resulta muy
elevado, en particular por el que sigue estando ocasionado hoy en el siglo XXI por vuelco de tractor por
falta de adopción de las medidas preventivas. Tal es
el caso debatido entre otros en las siguientes sentencias:
1.1. Entre las sentencias relativas al orden jurisdiccional civil, destacaríamos, entre otras, las STS, Sala
1ª, de 5 de octubre 2006 (RJ 2006/8705), relativa al
accidente de trabajo ocasionado en la explotación
agrícola, relativa a la muerte de un trabajador aplastado en una explotación agrícola por el vuelco de un
tractor en una Explotación agrícola43. La SAP Huelva,
Sala 1ª, de 19 de septiembre 2005 (AC 2005/2078),
relativa al accidente de trabajo ocasionada en una explotación agrícola-ganadera en la que se produjo la
muerte de un trabajador aplastado por el tractor al
desembarcar ganado (600 ovejas). En esta ocasión el
debate versa sobre si la responsabilidad es imputable
al dueño tractor, a la dueña de la ganadería o a la explotación agrícola.
En esta sentencia se sienta doctrina de interés sobre la RCPRL (vid.,
el FD.5º en el que se sienta la doctrina la responsabilidad civil por riesgo según la cual: “Esta teoría está presente para supuestos como estos
en los que está presente para las personas que trabajan con máquinas o
artefactos peligrosos, tractor- grúa en una pendiente en el monte…. lo
que obliga al empresario a que pruebe: el empleo de la diligencia de un
buen padre de familia”. Según el art. 3.1 CC, supone que la diligencia
que se interesa probada con cargo al agente (Empresario) no se limita al
cumplimiento de disposiciones Reglamentarias, sino que requiere otra
específica Superior a la reglada”.
43
1.2. Entre las sentencias relativas al orden jurisdiccional penal, destacaríamos, entre otras, el Auto AP
Tarragona, Jurisdicción Penal, 24 de enero de 2007
(JUR 2000/299062), relativa a la muerte de un trabajador ocasionada por vuelco de tractor agrícola por falta
de adopción de medidas seguridad. En esta sentencia
se desestima el pretendido delito contra Seguridad
Social de los trabajadores contenido en el art 316 CC
–según el alto tribunal expresa en los Fundamentos de
Derecho 1º y 2º los trabajadores han sido informados
suficientemente de los riesgos a que estaban expuestos-. Por su parte, la SAP Ciudad Real, Jurisdicción
Penal, de 21 de julio de 2001 (JUR 2001/249151),
relativa a la muerte de un trabajador ocasionada por
vuelco de tractor agrícola por falta de adopción de
medidas seguridad. En esta sentencia se archivan las
actuaciones relativas al delito de faltas de lesiones por
imprudencia grave. Y la SAP Tarragona, Jurisdicción
Penal, de 21 de julio de 2001 (JUR 2000/299062),
relativa ala muerte de un trabajador ocasionada por
vuelco de tractor agrícola por falta de adopción de
medidas seguridad. En esta sentencia se desestima se
desestima el delito contra la Seguridad y Salud de los
trabajadores contenido en el art. 316 CC –según el
alto tribunal expresa en el Fundamento de Derecho 2º
los trabajadores han sido informados suficientemente
de los riesgos a que estaban expuestos-.
1.3 Entre las sentencias relativas al orden jurisdiccional contencioso-administrativo, en las que se solicita la responsabilidad Patrimonial de la Administración Pública, cabría destacar la STSJ La Rioja,
Jurisdicción C-administrativa, de 20 de junio de 2001
(JUR 20001/249070), relativa al accidente de trabajo
ocasionado por el vuelco de un tractor. En esta sentencia se desestima la RPAP por culpa exclusiva de la
víctima (Vid., FD 3º).
1.4 Entre las sentencias relativas al orden jurisdiccional social, destacaríamos, entre otras, la STSJ
de Murcia, Jurisdicción Social, de 17 de febrero de
2003 (JUR 224/2003), relativa a la muerte que sufre un peón agrícola atrapado por la rueda del tractor
y la SAP Huesca, Sala 1ª, de 26 de julio 2002 (RJ
2002/227941), relativa a la muerte de un trabajador
aplastado por el camión que conducía. Falta de adopción de las medidas preventivas por parte del Empresario. Cultura preventiva. En dicha sentencia se
habla de concurrencia de culpas entre trabajador y el
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propietario del tractor -socio de la cooperativa de explotación agrícola y propietario del tractor-. Y es que,
el tractor no cumplía las medidas en prevención de
riesgos laborales44.
en ningún momento el alto tribunal ni las partes implicadas si el trabajador está o no afiliado al Régimen
Especial Agrario o al Régimen General (como si el
dato no resultara de interés)47.
2. La falta de adopción de las medidas preventivas
parece ser una constante que se plantea ante los tribunales a pesar del claro tenor de los arts. 14 y 15
LPRL. Este es el caso que se plantean, entre otras,
en las siguientes sentencias: la STS Justicia, Jurisdicción Social, de 24-enero-2007 (2068/2007), en la
que se estima la RPRL del Empresario y la Aseguradora (Vid., FD 9º Recargo Prestaciones), la STSJ de
Castilla y León, Jurisdicción Social, de 23-octubre2006 (AS 1564/2006), en la que se estima la RPRL
del Empresario a quien le impone el recargo de prestaciones por omisión de medidas de seguridad45, en
la SAP de Ávila, Sala 1ª, de 1 de marzo de 2001, (RJ
2001/149613), en la que se estima la Responsabilidad
civil del Empresario concurrente por falta de adopción de medidas seguridad”.
A favor de la cultura preventiva en este sector se han producido algunos avances, pocos, pero
bienvenidos sean. No obstante continúa siendo una
constante en nuestra jurisprudencia, por desgracia, la
falta de sensibilidad judicial acerca de temas tan trascendentales como el que nos ocupa contrasta con la
especialización de la fiscalía en estos últimos años.
Una especialización que constituye no sólo un acierto
sino un claro refuerzo a otras medidas como las relativas al aumento del número de Inspectores de Trabajo
y Seguridad Social. Un incrementó que durante el año
2008 se cifra en 200 inspectores y 50 subinspectores,
según la oferta de empleo público para este año publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) 48. El
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales indica, en
un comunicado, que con ello se da cumplimiento a los
acuerdos alcanzados en la Mesa de Diálogo Social y
a la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el
Trabajo-lo que implica que el número de plazas de
inspectores de la oferta de 2008 multiplica por tres
la oferta de los últimos dos años y por diez, la media
entre los años 1997 y 2003. Y es que, en 2006, se
ofertaron 70 plazas de inspectores y en 2007, 75. En
cambio, trabajo explica que el número de plazas convocadas para subinspectores de Empleo y Seguridad
Social durante 2008 no aumenta por el momento y
se mantiene la cifra de 50 -la misma que en 2006 y
2007-, aplazando su incremento a las 100 previstas,
hasta que se cree la especialidad de subinspectores de
Prevención de Riesgos Laborales, mediante la incorporación de los técnicos habilitados por las comunidades autónomas. Confiemos que a estas medidas se
una otras dirigidas a formar y especializar a los profesionales llamados a aplicar la normativa en prevención de riesgos laborales
3. En otras ocasiones, la muerte del trabajador ha
sido ocasionada por otras causas: por incendio producido por la fuga e inflamación de gases en una fábrica
de aceite de girasol. Este fue el caso planteado en la
STS, Jurisdicción Civil, de 4 de abril de 2000, (AC
2000/2506). En esta sentencia el alto tribunal habla
de responsabilidad por riesgo cuasi-objetiva: por falta de prueba del adecuado control y uso de la maquinaria por parte del trabajador. En otras ocasiones
como sucedió en la Sentencia del Juzgado 1ª instancia, Jurisdicción Civil, de 17 de febrero de 2005 (AC
2005/216), el accidente de trabajo lo sufrió un cuidador de caballos a quien un caballo, a quien limpiaba,
le pegó una coz ocasionándole la muerte-, a la hora de
establecer la compatibilidad de la indemnización civil
y social46 resulta sorprendente que en no se plantee
Vid., F.D. 3º en el que se advierte el incumplimiento de normativas
en prevención de riesgos laborales: se incumple el art. 124.6 OGSH
Trabajo de 1971 (no derogado por la LPRL) y citada por la Orden de
1981, se incumple la Orden de 27 de julio de 1979, y la Orden de 28 de
enero de 1981 sobre Protección de Tractores con Cabinas o Bastidores,
de Seguridad en caso de vuelco y la Resolución Dirección General de
Protección Agraria de 9 de Diciembre de 1983 actualizó fechas e impuso dicha Obligación para todos los tractores de uso agrícola
45
En ambas sentencias constituyeron hechos probados: 1º El Tractor
carecía de: -Bastidores o cabina antivuelco (Incumple normativa técnica RD1215/1997, 18 de julio) Equipos de Trabajo móviles, -Techo de
protección contra caída de fustos y troncos. 2º. Que la empresa fue sancionada Administrativamente. Tras la visita del Inspector de Trabajo: la
INSS impuso al Empresario y el recargo de prestaciones 30%
44
“La compatibilidad de la indemnización satisfecha por AT y la dimanante del acto culposo, tanto por daños materiales como por los daños morales es clara ya que la reglamentación especial (LGSS) no sólo
no restringe el ámbito de aplicación de los arts. 1902 y 1903 CC sino
46
Nueve son las propuestas realiza a partir de las carencias detectadas en el sector agrario. La Deficiente
información sobre accidentabilidad en el sector agraque explícitamente viene reconociendo su vigencia, al acaparar expresamente la posibilidad de que puedan derivarse del hecho cuestionado otras acciones, que las regidas por la legislación laboral, exigibles
las mismas ante la jurisdicción del orden civil”. En el mismo sentido:
SDTS, 1ª, 29 de abril de 2004 (RJ2004, 202), y 28 de noviembre de
2001 (RJ 2001, 9530).
Vid., el F.D. 3º la doctrina relativa a la compatibilidad de acciones
de responsabilidad por indemnización de daños. 48
Para más información vid., http://www.prevention-world.com/noticias_de_prevencion/noticia.asp?ID=8143
47
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rio 49, falta de códigos específicos del sector agrario
“Análisis cualitativo de la mortalidad por accidente
50
, deficiente cumplimentación de los partes e infor- de trabajo en España 2003-2004”, elaborado por el
mes51, escasa explotación de la información de sinies- INSHT en 2003 ( http://www.eveliosuero.com/notitralidad52.
cias.php/es/disminuyen-los-accidentes-laborales-enel-sector-agrario/94)
VII) BIBLIOGRAFÍA CITADA
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RIO%20final%203.pdf)
daños y perjuicios en el nuevo derecho de contrata49
Cuatro son, en total, las propuesta formuladas: Propuesta 1. Investigar en todas las CCAA todos los accidentes laborales graves, mortales ción: el triángulo de las bermudas”, Derecho privado
y leves de relevancia que se produzcan en el sector, entendiendo por europeo y la modernización del Derecho de Obligaespecial relevancia aquellos que por su características, consecuencias ciones en España, editorial Atelier, 2011, págs. 448o reiteración puedan ser considerados significativos, aunque el grado
de la lesión sea calificado como leve. Propuesta 2. Establecer un bare- 484 (ISBN: 978-84-92788-59-0).
mo de aplicación a nivel nacional que permita clasificar con el mismo
criterio el grado de lesión de los accidentes de trabajo. Propuesta 3. Fomentar la comunicación inmediata de los accidentes de trabajo a través
del teléfono único de emergencias 112 de tal manera que se permita el
inicio de la investigación de los mismos en aquellos casos en que por
sus características se estimen oportunas. Propuesta 4. Impulsar otros
acuerdos de colaboración entre los cuerpos u organismos que realizan
atestados de accidente y la Autoridad Laboral, para facilitar la investigación de los mismos.
50
Para lo que propone: Propuesta 5. Promover una modificación a nivel europeo de los códigos de causas, lugar, trabajo, actividad y agentes
materiales para la codificación de los partes de accidentes establecidos
por el sistema Delta, incrementando, clasificando y haciéndolos más
específicos al sector agrario.
51
Propuesta 6. Mejorar la cumplimentación de los partes de accidente
recomendando que la persona que rellena los partes sea asesorada por
el personal técnico que realice la investigación del mismo., o al menos
reciba una formación adecuada para ello y la información suficiente por
parte de las empresas.
52
Para lo que propone tres propuestas: Propuesta 7. Fomentar la remisión de los datos de los informes de investigación de los accidentes
graves y mortales de las CCAA al estudio del “Análisis cualitativo de
la mortalidad por accidente de trabajo en España” coordinado por el
INSHT. Propuesta 8. Realizar estudios que pongan de manifiesto los
accidentes no declarados de los trabajadores del sector agrario. En concreto ampliar al resto de la CCAA el estudio de accidentes por vuelco
de tractor como el realizado en la CA de Murcia. Propuesta 9. Crear en
la página web del INSHT una sección de recopilación e investigación
de accidentes tipo y singulares del sector.
- “La descodificación de los remedios de que dispone el consumidor cuando se le entrega una vivienda
con vicios o defectos constructivos ¿un desacierto del
legislador?” Revista Dianlet, núm. 38, julio 2011, pp.
21-38;
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Estudio editado por la Secretaría de Igualdad de UGTAndalucía, 2010 (ISBN: 978-84-693-1503-3).
- “The problems posed by the sale of housing
stock: some solutions to the buyer who is passing
the warranty terms and limitations”, y EscucharLeer
fonéticamente“Habitability defects of the property:
a signature slope before and after the Law of construction planning”, en Legal aspects of housing, land
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Grupo, desarrollado en el 23º Congreso Internacional
ENHR en Tolouse los días 5 a 8 de julio de 2011;
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y edificios en construcción: algunos lastres del sistema Español y Portugal” y “La unificación del concepto de incumplimiento de contrato en la modernización
Internacional y Europea del derecho de obligaciones
y contratos: ¿una quiebra en la compraventa de bienes
inmuebles con defectos en la primera y segunda adquisición”, en Revista Internacional Journal of Land
Law & Agricultural Science, estando prevista su publicación en el número 7 (enero-junio 2012).
CD (ISBN: 978-84-690-3712-3), o info@accionsocialgranada2006.es
- (Coordinadora) y AA.VV.: Presente y Futuro de la
Acción Social y de las Condiciones de Trabajo en la
Administración Pública en el Primer Congreso Nacional sobre Acción Social y Condiciones de Trabajo
de la Universidad de Granada, ed., Editorial Universidad de Granada. Campus Universitario de la Cartuja,
Granada, 2007, págs. 315-345. (ISBN: 978-84-6903712-6). En formato CD (ISBN: 878-84-690-3713-3),
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