Por qué el juego es especialmente importante en los programas de cuidado infantil inclusivo ¿Por qué el juego es importante en su programa de cuidado infantil inclusivo para niños en edad escolar o preescolar? Estos son algunos de los beneficios del juego para todos los niños, con discapacidades o sin ellas: El juego determina cómo aprenden los niños. Jugar es una forma natural a través de la cual los niños aprenden. Esto es igual para niños con discapacidades y para cualquier otro niño. En lugar de pensar en los juegos y la enseñanza como dos cosas por separado, piense en el juego como en su herramienta de enseñanza más poderosa. El juego permite desarrollar habilidades. A través del juego, los niños pueden explorar el mundo que los rodea. Pueden desarrollar hipótesis, experimentar, probar roles, superar desafíos, negociar y aprender a colaborar. Estas experiencias sientan las bases sobre las cuales los niños se siguen formando a medida que crecen y aprenden. El juego promueve el desarrollo cerebral sano. El desarrollo del cerebro está directamente relacionado con las experiencias de juego en la primera infancia. Durante el juego, las células del cerebro, llamadas neuronas, se conectan entre sí, lo cual crea las condiciones para el aprendizaje futuro. Los expertos en desarrollo infantil dicen que el juego está relacionado con la memoria, el autocontrol, el lenguaje y las habilidades sociales, que son importantes para el éxito académico. El juego promueve la salud y el bienestar. El aumento del “tiempo frente a la pantalla” está haciendo que los niños pasen demasiado tiempo quietos y jugando solos en lugar de realizar juegos activos con los demás. Aparentemente, esto produce más estrés, trastornos de ansiedad y obesidad. Los niños con discapacidades tienen casi el doble de probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que otros niños, lo cual suele ocurrir porque están más tiempo quietos; es por eso que el juego activo resulta especialmente importante para los niños con discapacidades. El juego fomenta el desarrollo socio-emocional. El juego ayuda a los niños a dominar sus emociones, tomar sus propias decisiones, adoptar roles y practicar el manejo de ideas y sentimientos que pueden encontrar en la vida real. Además, enseña flexibilidad, motivación y confianza. El lenguaje y las habilidades de relacionarse con los demás también se mejoran a través del juego. Cuando los niños juegan en grupos, aprenden a atravesar distintas situaciones sociales y desarrollan las habilidades que necesitarán para crecer con competencia social. El juego es divertido. El juego brinda a los niños la oportunidad de crecer y desarrollarse a nivel social, emocional, físico y cognitivo, pero jugar ¡también es divertido! Jugar permite a los niños disfrutar del proceso de “crecer”. Jugar puede parecer que no tiene sentido, pero es la mejor forma de preparar a los niños para el mundo real. El juego tal vez es especialmente importante para niños con discapacidades. Muchos niños con necesidades especiales han tenido poco tiempo de experimentar los placeres de la infancia. A menudo, han pasado gran parte del tiempo con adultos, incluidos médicos y terapeutas. Sus momentos de “solo juego” con frecuencia se han visto limitados. Brindarle a un niño con una discapacidad la oportunidad de jugar libremente con sus compañeros es darle la posibilidad de ser solo un niño, libre de tratamientos y terapias administrados por adultos durante un rato, y dejarlos disfrutar de su infancia.