Manuel Rodríguez Díaz* DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES Este trabajo tiene por objeto desarrollar y validar un instrumento de medida de la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados, basado en la definición de los principales atributos evaluados por los usuarios. La determinación de este constructo es necesaria para establecer la forma de competir entre los diferentes centros comerciales, calcular la capacidad de atracción de demanda, establecer baremos para medir la calidad del servicio, definir el posicionamiento en el mercado y desarrollar modelos de gestión conjunta orientados al mercado. Los resultados obtenidos indican la existencia de cinco dimensiones básicas: conveniencia, precio-servicios adicionales, oferta de productos, oferta de ocio y servicio de la fuerza de ventas. Palabras clave: distribución comercial, centros comerciales, imagen corporativa, marketing. Clasificación JEL: D12, L81, M31. 1. Introducción La proliferación de los centros comerciales planificados y la reestructuración de los centros comerciales abiertos con la finalidad de incrementar su competitividad está generando la necesidad de desarrollar nuevos modelos de gestión, que permitan articular una oferta comercial conjunta e integrada. Los centros comerciales planificados han tomado la delantera, al implantar una gestión conjunta que les facilita el aprovechamiento de las sinergias que se generan entre los distintos establecimientos que componen su oferta (Más, 1997), la cooperación para aplicar una estrategia de comunicación única que permita construir una imagen de marca conjunta del centro comercial (Dennis et al., 2002), la * Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Versión de mayo de 2003. gestión de una mezcla en la que se actualice constantemente los establecimientos que más satisfacen las necesidades de los consumidores (Howard, 1992; Frasquet, 2000; Hahn, 2000; Frasquet, Vallet y Gil, 2002) y la gestión de los interiores del centro comercial, que no tiene que estar compartida con otros agentes públicos, como sucede en los centros comerciales abiertos (Molinillo, 2001), con la finalidad de incrementar su capacidad de atracción y la fidelidad de sus clientes (Adkins et al., 2002). A pesar de que los centros comerciales planificados hayan avanzado en la aplicación de métodos de gestión conjuntos, es necesario abordar con mayor profundidad el estudio de nuevos modelos de gestión de los centros comerciales (Howard, 1997), que puedan ser de aplicación, no sólo para los que se clasifican como planificados, sino para aquéllos que han surgido de forma espontánea y siguen la estructura de centros comerciales abiertos. En este contexto, muchos autores como McGol- TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 241 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ drick y Thompson (1992), Sainz de Vicuña (1996), Casares y Rebollo (1996), Dennis et al., (2002) y Molinillo (2002) consideran que los centros comerciales deben aplicar acciones conjuntas de promoción y mejora de la oferta individual de cada uno de los establecimientos que los integran, unidas a una gestión unitaria de la imagen externa que perciben los consumidores, estableciendo McGoldrick (1992:93) que la dirección de los centros comerciales debe escuchar mucho más a sus clientes para ser más competitivos. Uno de los elementos claves para poder desarrollar modelos de gestión eficaces en los centros comerciales es aplicar una orientación al mercado (Frasquet, 2000), lo cual supone la obtención de una información precisa de las necesidades y percepciones de los clientes así como de los competidores (Narver y Slater, 1990; Kohli y Jaworski, 1990). La información proveniente del mercado en relación a los consumidores puede ser de distinta índole y contenido, siendo el estudio de la imagen uno de los constructos que más se han investigado, demostrando un gran potencial para elaborar modelos para determinar la atracción de demanda (Nevin y Houston, 1980; Wee, 1986; McGoldrick, 1992; McGoldrick y Thompson, 1992; Más, 1996; De Juan, 1998). No obstante, las escalas empleadas para medir la imagen de los centros comerciales también pueden ser utilizadas para profundizar en el conocimiento de las percepciones de los consumidores, así como contribuir a desarrollar nuevos modelos de gestión integral fundamentados en una evaluación continua de los consumidores sobre los principales atributos y factores que componen este constructo. En el contexto de los centros comerciales, el estudio de la imagen ha sido objeto de investigación con mayor frecuencia que el estudio de la marca o branding (Dennis et al., 2002), considerando Nevin y Houston (1980) y McGoldrick y Thomposon (1992) que es necesario purificar las escalas de la imagen de los centros comerciales, para que sólo incluyan los atributos más relevantes que son evaluados por los consumidores. Estas circunstancias son las que nos han llevado a centrarnos en el 242 ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 estudio de la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados con el objetivo de desarrollar una escala de medición de este constructo, describiendo los distintos pasos que se han seguido para su elaboración y validación. Asismismo, consideramos que la imagen de los centros comerciales ofrece muchas más alternativas que el análisis de la atracción y el patronazgo, donde ha proliferado mucho más la investigación especializada. En concreto las escalas de imagen se pueden utilizar parar desarrollar sistemas de calidad del servicio, métodos de gestión integral de los centros comerciales y estudios de segmentación y posicionamiento, lo cual requiere profundizar en el conocimiento de la estructura de este constructo. Para conseguir este objetivo, en este trabajo se comienza por definir el concepto de imagen de los centros comerciales partiendo del marco teórico de la imagen de los productos y los establecimientos comerciales individuales. En segundo lugar, se analizan las distintas escalas de imagen de centros comerciales que se han utilizado, con la finalidad de determinar los principales atributos que la identifican desde la óptica de los consumidores y diseñar la escala de medición que se emplea en el estudio empírico realizado. Posteriormente se describen las características de la investigación en relación a su ámbito y al trabajo de campo realizado. En el siguiente epígrafe se analizan los resultados obtenidos, comprobando el grado de fiabilidad, la estructura de los factores y la validez de contenido, concurrente, predictiva y convergente. Finalizamos realizando un análisis comparativo de la imagen de los cinco centros comerciales objeto de estudio, de los cuales tres son abiertos y dos planificados, para establecer las principales diferencias que aprecian los consumidores. 2. La imagen de los centros comerciales La imagen es definida por Kotler (1996) como el conjunto de ideas, creencias e impresiones que una persona tiene sobre un objeto, sobre algo que existe en su mente. Por otra parte, Santesmases Mestre (2000) con- DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES sidera a la imagen como aquella representación mental de los atributos y beneficios percibidos del producto o marca. Desarrollar una imagen adecuada de una organización es un aspecto que tiene una gran relevancia desde la perspectiva de la definición de la estrategia a seguir, puesto que a partir de ella se determina el posicionamiento entre una determinada marca y sus competidores en el sector (Aaker, 1995, 1996). En el campo de la calidad del servicio ha sido un concepto estudiado ampliamente, considerando Grönroos (1994:165) que una imagen favorable y conocida es una ventaja para cualquier organización, puesto que ejerce una gran influencia en las perspectivas de los clientes. En este contexto, la imagen comunica expectativas a la vez que constituye un filtro que influye en la forma como se perciben las operaciones de la empresa y, por último, tiene también un impacto interno, al afectar en las actitudes de los empleados hacia la organización y la prestación de los servicios. La imagen es un concepto muy relacionado con la calidad del servicio y la satisfacción, pero el análisis de cómo interactúan estos elementos es escaso y un tanto confuso (Gil Saura, 1995). La imagen desde la perspectiva de los establecimientos minoristas ha sido tratada conceptualmente para definir las distintas dimensiones, elementos, componentes o atributos que la integran (Peterson y Kerin, 1983), considerándose como un elemento esencial para conseguir fidelizar a los clientes al satisfacer sus necesidades (Simmons, 1987). Lewison (1999:11) define a la imagen de la venta al detalle como «la impresión, personalidad o representación que surge en la mente cuando a un consumidor se le pide que describa o defina una operación de ventas al detalle en particular», estando compuestas por una combinación de cualidades funcionales (objetivas) y atributos psicológicos (emocionales). En este contexto, la literatura académica sobre la imagen de los establecimientos de venta al detalle se ha desarrollado en los últimos treinta años, y se puede categorizar en dos corrientes básicas. La primera de ellas incluye las investigaciones que se han dirigido a definir e identificar la imagen de tipos concretos de estableci- mientos. Por el contrario, la segunda corriente es básicamente conductual, y se ha centrado en establecer las relaciones existentes entre la imagen de los establecimientos minoristas y el comportamiento en la selección de los mismos. En esta última corriente se sitúan Dickson y MacLachlan (1990) que consideran que el individuo desarrolla su imagen de las diferentes alternativas a través de un proceso psicológico resultado de la interrelación de opiniones y actitudes acerca de aspectos tangibles y simbólicos de cada establecimiento. Esta concepción facilita el empleo de la imagen para determinar la función de utilidad de los consumidores en la elección de los centros comerciales para realizar sus compras (Suárez, Rodríguez del Bosque y Trespalacios, 2000; Severin, Louviere y Finn, 2001). Asimismo, Oppewal y Timmermans (1997) consideran que otra importante implicación de la imagen es la influencia que ejerce en la toma de decisiones de los minoristas en lo que respecta a cuándo, dónde y cómo instalar y gestionar sus establecimientos comerciales. La mayoría de los estudios sobre la imagen en la actividad comercial se han centrado en analizar conceptos y comportamientos de compra específicos así como los atributos que la integran en relación a establecimientos concretos (Lindquist, 1974-1975; Rosembloon, 1983; Greenber, Sherman y Schiffman, 1983; Mazursky y Jacoby, 1985; Lewison, 1999). Cuando tratamos de aplicar este concepto a la distribución comercial se aprecia que la actividad minorista se caracteriza por la tendencia a concentrarse, espontánea o planificadamente, con la finalidad de aprovechar la sinergia que generan distintos establecimientos actuando conjuntamente para atraer al mayor número de consumidores. Desde esta perspectiva, la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados es un concepto mucho más amplio que el de los establecimientos individuales, puesto que llega a englobar a toda una oferta heterogénea que los consumidores pueden identificar geográficamente y evaluarla conforme a unos atributos en una escala de medición de percepciones. Nevin y Houston (1980:84) abordan este tema definiendo la imagen de los centros comerciales o TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 243 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ distritos comerciales como el conjunto de dimensiones del área comercial percibida por los consumidores. Los estudios realizados sobre la imagen de los centros comerciales han analizado distintas perspectivas que se pueden sintetizar en cinco grandes grupos (véase Figura 1). En primer lugar, la imagen ejerce una gran influencia en el proceso de decisión de compra de los consumidores y, por lo tanto, en la capacidad de atracción de demanda de los distintos centros comerciales (Rosembloon, 1983). Este constructo ha sido empleado en distintos trabajos para determinar la capacidad de atracción en los modelos de interacción espacial (Hauser y Koppelman, 1979; Nevin y Houston, 1980; Wee, 1986; Howell y Rogers, 1980; Stoltman, Gentry y Anglin, 1991; McGoldrick, 1992; Más, 1996, 1997; Bodkin y Lord, 1997; Dennis, Marsland y Cockett, 2002), si bien la mayor parte de los mismos se han centrado sólo en analizar establecimientos específicos más que centros comerciales (Nakanishi y Cooper, 1974; Stanley y Sewall, 1983; González et al., 1998; González, Muñoz y Matías, 1999). Asimismo, se han analizado modelos sobre el proceso secuencial de elección (Timmermans y Waerden, 1992), la estabilidad de las preferencias sobre centros comerciales en el tiempo y en el espacio (Severin, Louviere y Finn, 2001) y el estudio de la elección de los centros comerciales en función de determinados establecimientos que ejercen de locomotoras o de gran atracción (Finn y Louviere, 1990; Suárez, Rodríguez y Trespalacios, 2000; Thomas y Bromley, 2003). Otro de los aspectos que más se han estudiado en la literatura especializada ha sido el patronazgo o modelos de elección de los establecimientos por parte de los consumidores. En lo que se refiere a los centros comerciales, las investigaciones han sido abundantes, destacando los trabajos realizados por Bellenger, Robertson y Greenberg (1977), Gentry y Burns (1977-1978), Hauser y Koppelman (1979), Nevin y Houston (1980), Howell y Rogers (1980), Gautschi, (1981), Weisbrod, Parcells y Kern (1984), Wee (1986), Finn y Louviere (1990), Stoltman, Gentry y Anglin (1991), McGoldrick (1992), McGoldrick y Thompson, (1992), Finn y Louviere 244 ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 FIGURA 1 INVESTIGACIONES REALIZADAS SOBRE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES Atracción Patronazgo Imagen Segmentación/ posicionamiento Calidad servicio Modelos de gestión (1996), De Juan (1998) y Adkins et al. (2002), que han recurrido generalmente a la utilización de análisis de regresión donde la variable dependiente determinaba el patrón de consumo, mientras que las variables independientes estaban compuestas por diferentes escalas de la imagen de los centros comerciales. A pesar de que los estudios sobre la imagen de los centros comerciales se hayan desarrollado principalmente en los aspectos antes señalados, progresivamente se está intensificando el estudio de este importante fenómeno asociativo a nivel minorista, ampliándose las investigaciones de la imagen hacia otros tópicos de gran interés para la dirección de los centros comerciales. En este contexto, se han realizado diferentes investigaciones donde se segmenta el mercado con la finalidad de analizar la imagen (Bellenger, Robertson y Greenberg, 1977), conocer en mayor profundidad los perfiles de los consumidores de los centros comerciales (Frasquet y Mollá, 1997), establecer modelos de selección de centros comerciales (Frasquet, Gil y Mollá, 2001) o analizar la percepción de los consumidores en función de las localidades donde residen (Wong y Yu, DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES 2003). Asimismo, el posicionamiento competitivo es otra de las funciones del marketing estratégico que ofrece grandes posibilidades para mejorar los métodos de gestión de los centros comerciales, ya que a través de los distintos atributos que integran este constructo se pueden llegar a evaluar las percepciones que tienen los clientes sobre distintos centros comerciales abiertos y planificados que compiten en un mismo mercado geográfico (Rodríguez, 2002a), facilitando la definición de estrategias competitivas y de estándares de mejora en las dimensiones comerciales. La determinación de la calidad del servicio (Parasuraman, Zeithaml y Berry, 1988, 1994) y la medición del nivel de satisfacción de los consumidores (Oliver, 1981; Westbrook, 1981; Bitner y Hubbert, 1996) son conceptos que se encuentran muy relacionados teórica e intuitivamente con la imagen, de forma que profundizar en el conocimiento de este constructo contribuirá al desarrollo de sistemas de calidad para centros comerciales. A pesar de que no se hayan realizado muchos estudios sobre la medición de la calidad del servicio y la satisfacción y su relación con la imagen de los centros comerciales, se han abordado constructos asociados a la calidad como es la medición del valor que aportan los centros comerciales a los consumidores (Frasquet, 2000; Frasquet, Gil y Mollá. 2001), la fidelización (Adkins et al., 2002) y las expectativas de los clientes (Gil et al., 1999). Un concepto también asociado con determinados atributos de la calidad del servicio es el estudio realizado por Oppewal y Timmermans (1999) sobre la percepción de los clientes del espacio público de los centros comerciales. Finalmente, Howard (1997) apunta la necesidad de mejorar los métodos de gestión de los centros comerciales, de forma que se facilite la aplicación de una dirección moderna mediante la obtención de información comercial relevante. Una primera aproximación es la que realizan Frasquet (2000) y Frasquet, Vallet y Gil (2002), planteando un modelo de gestión de los centros comerciales basado en la teoría de los recursos y las capacidades (Wernerfelt, 1984; Barney, 1991, Peteraf, 1993), donde se puede apreciar que las escalas de la imagen suelen medir aspectos concretos de los activos tangibles (aparcamientos, infraestructuras, variedad de establecimientos, etcétera) e intangibles (trato de los vendedores, reputación, etcétera) pero no de las capacidades. Otra metodología empleada para desarrollar modelos de gestión en este ámbito ha sido la elaboración de un cuadro de mando integral (Kaplan y Norton, 2000) aplicado a los centros comerciales abiertos, donde la imagen percibida es considerada como un indicador crítico para evaluar la perspectiva de los consumidores (Rodríguez, 2002b). 3. Definición de la escala de atributos de la imagen de los centros comerciales Elaborar una escala de atributos de imagen de los centros comerciales requiere un trabajo en dos direcciones: revisar la literatura especializada y elaborar la escala a utilizar en el estudio a partir de una metodología contrastada. En lo que respecta al primer aspecto, la revisión de las investigaciones realizadas permite analizar las distintas escalas utilizadas, siendo de gran ayuda para comenzar a determinar las principales variables que las han de integrar así como la estructura factorial subyacente. En el Esquema 1 se exponen las principales escalas empleadas para medir este constructo, pudiéndose apreciar que ha variado sensiblemente en cuanto al número y al tipo de atributos considerado. La escala más reducida ha sido la de Más (1996) con nueve atributos, mientras que la más extensa es la de Wee (1986) con treinta y un variables, concentrándose la mayoría de las investigaciones incluidas en el Cuadro 1 en analizar entre dieciséis y diecinueve dimensiones. Otro aspecto a destacar es que una gran parte de las investigaciones se han fundamentado en la escala de dieciséis atributos elaborada por Nevin y Houston (1980) (Más, 1996; Wong y Yu, 2003), llegando algunos autores a realizar sus investigaciones empleando exactamente la misma escala (Stoltman, Gentry y Anglin, 1991). TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 245 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ ESQUEMA 1 ATRIBUTOS UTILIZADOS PARA MEDIR LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES Autor Atributos utilizados GENTRY y BURNS (1977-1978) Proximidad a casa Disponibilidad de aparcamientos Variedad de productos Limpieza de los establecimientos Precios Congestión de tráfico Amabilidad del personal de ventas Edificio y espacios libres Horarios amplios Disponibilidad de aparcamientos gratis Publicidad Calidad de los establecimientos Variedad de establecimientos Compras comparativas Reputación de los establecimientos Tipología de los clientes Valor por el precio HAUSER y KOPPELMAN (1979) Diseño de los establecimientos Servicio Prestigio de los establecimientos Variedad de productos Calidad de la mercancía Financiación Precios razonables Acontecimientos especiales Aparcamientos gratuitos Distribución del centro Ambiente de los establecimientos Posibilidad de aparcamientos Ambiente del centro Atención de los vendedores Oferta de los establecimientos Variedad de establecimientos NEVIN y HOUSTON (1980) Calidad de los establecimientos Variedad de establecimientos Calidad de los productos Selección de los productos Nivel de precios general Ventas especiales/promociones Layout del área Facilidad de aparcamiento Disponibilidad de almuerzo/refrigerio Áreas de confort Eventos especiales /exhibiciones Atmósfera Personal de los establecimientos Facilidad para llevar niños Grandes espacios para pasar el tiempo Un centro bien conservado HOWELL y ROGERS (1980) Atractivo general Calidad de los productos Ambiente Limpieza Atractivo de los edificios y entorno Amabilidad de los vendedores Atención al cliente Especialización de los vendedores Productos novedosos Variedad de estilos Compra comparativa Cantidad de publicidad Calidad de la publicidad Información publicitaria Comodidad en general Comodidad de horarios Facilidad de aparcamientos Facilidad de acceso en coche WEE (1986) Lugar interesante para comprar Tiene todo lo necesario Antigüedad y cuidado Artículos de moda Comprar con niños Variedad de establecimientos Oferta de restauración y bares Publicidad Iluminación Facilidad de acceso en autobús Seguridad Facilidad de acceso en coche Aseos públicos Diferenciación con otros centros Atención de los vendedores Amplitud de horarios Precio de los aparcamientos Proximidad de los establecimientos 246 ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES ESQUEMA 1 (continuación) ATRIBUTOS UTILIZADOS PARA MEDIR LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES Autor Atributos utilizados WEE (1986) (continuación) Planificación Limpieza Entorno agradable Aparcamientos Teléfonos públicos Lugares de entretenimiento Oferta de grandes almacenes y locomotoras Se compra aún con mala climatología Surtido de los establecimientos Facilidad de aparcamiento Señalizaciones Se acude a comprar aún con poco tiempo Precios competitivos MCGOLDRICK (1992) Limpieza Calidad de los establecimientos Iluminación Amplitud del espacio Lugar con muchos establecimientos Posibilidad de sentarse Grandes almacenes o locomotoras Amplitud de horarios Lugar para pasar el tiempo Se compra aún con mala climatología Restaurantes y bares Decoración general Cordialidad del ambiente Seguridad Facilidad de aparcamiento Aseos públicos Surtido en los establecimientos Disposición de tiendas Variedad de establecimientos Aire acondicionado Atención de los vendedores Lugar para llevar niños Acceso en autobús Acceso en coches Aglomeración de visitantes Nivel general de precios Características no deseables MÁS (1996) Variedad de productos Profesionalidad de los vendedores Informalidad en el vestir del comprador Tranquilidad en la compra Limpieza Facilidad comunicación establecimientos Facilidad de aparcamientos Precios bajos en relación a la calidad Facilidad de horarios GONZÁLEZ et al. (1998) Calidad de los productos Variedad de los productos Relación calidad/precio Facilidad de aparcamiento Limpieza del establecimiento Atención de los vendedores Posibilidad de usar tarjeta Amplitud de horarios Fácil acceso Marca de los productos Facilidad transporte público Garantía del establecimiento Posibilidad de devolución Atención reclamaciones WONG y YU (2003) Localización adecuada Localización en zona comercial Reputación Calidad de la mercancía Variedad de la mercancía Nivel de precios en general Calidad del servicio Variedad de servicios Oferta de moda exclusiva Facilidad de aparcamientos Diseño de las entradas Transporte vertical Asientos Layout Disponibilidad de supermercado Eventos especiales Amplitud de horarios Promoción y publicidad TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 247 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ ESQUEMA 1 (continuación) ATRIBUTOS UTILIZADOS PARA MEDIR LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES Autor Atributos utilizados Atributos utilizados en este estudio Calidad técnica de los establecimientos (*) Variedad de establecimientos Calidad de los productos Variedad de los productos Nivel de precios general Ventas especiales/promociones Distribución de los locales comerciales Facilidad de aparcamiento Disponibilidad de almuerzo o refrigerio Profesionalidad del personal de ventas Facilidad para llevar niños Agradable para pasear y relajarse Nivel de infraestructuras (*) Atención y amabilidad personal de ventas Facilidades de pago Horarios amplios Fácil acceso (*) Oferta de ocio (multicines, recreativos, etcétera.) NOTA: (*) Variables eliminadas en el análisis estadístico. El análisis de los atributos de los distintos trabajos realizados se han tenido en consideración para orientar el proceso de elaboración de la escala que se emplea en este trabajo. En concreto se ha tomado como principal modelo la escala desarrollada por Nevin y Houston (1980) que, dada la dificultad para traducir literalmente algunos términos empleados por estos autores así como la compleja, variada y dinámica realidad de la concepción que pueden tener los consumidores sobre los distintos centros comerciales, nos llevó a definir una nueva escala donde se mantenía una gran parte de las variables empleadas por dichos autores y se introducían otras nuevas que, a nuestro juicio, incorporaban información relevante sobre este tema desde la perspectiva de los consumidores. Para verificar la adecuación a la realidad actual de los distintos atributos empleados por Nevin y Houston (1980) y para completar adecuadamente las variables a considerar para medir la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados, se desarrolló una escala de medición mediante la realización de las siguientes etapas: 1.º) creación de grupos de personas para realizar dinámicas con la finalidad de establecer los atributos que más valoraban en la determinación de la imagen y la calidad del servicio general de los centros comercia- 248 ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 les abiertos y planificados, siguiendo la metodología de la técnica del incidente crítico (Hayes, 1995); 2.º) las dimensiones definidas se ordenaron de forma estructurada en categorías homogéneas desde una perspectiva teórica, en concreto se siguió el esquema propuesto por Rodríguez (1993) sobre las variables del reatiling-mix; 3.º) las dimensiones obtenidas se analizaron con la finalidad de simplificar su número hasta adecuarlo a una escala manejable en encuestas personales realizadas en cada uno de los centros comerciales seleccionados, siguiendo el criterio de mayor discriminación, mayor similitud e importancia de los atributos para el consumidor; y 4.º) los resultados obtenidos se compararon con la escala de Nevin y Houston (1980) para homogeneizarla en la mayor parte posible. El resultado final de este proceso fue el diseño de una escala de medición que consta de 18 dimensiones, que están recogidas en la última fila del Cuadro 1. De estas variables, nueve se pueden considerar como iguales a las empleadas por Nevin y Houston (1980), mientras que tres de ellas se pueden considerar similares, como es el caso de la «selección de los productos» que la transformamos en «variedad de productos», «layout del área» que fue sustituida por «distribución de los locales comerciales» y «personal de los establecimientos» que DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES se cambió por «profesionalidad del personal de ventas». Además de las variables reseñadas se optó por introducir cinco nuevas dimensiones, una vez que en la actualidad la imagen que tienen los consumidores de los centros comerciales es más compleja. En las dinámicas de grupo se puso de manifiesto que existen otros aspectos que tienen una gran relevancia en las decisiones de compra de los consumidores, así como en la evaluación que éstos hacen de la imagen y la calidad percibida. Por estas razones se decidió introducir las variables «nivel de infraestructuras» y «atención y amabilidad del personal de ventas», puesto que la fuerza de ventas y la empatía son aspectos muy considerados por los consumidores y ha sido utilizada por Gentry y Burns (1977-1978), Hauser y Koppelman (1979), Howell y Rogers (1980), Wee (1986), McGoldrick (1992) y González et al. (1998). Asimismo, se optó por incluir dimensiones sobre servicios adicionales como las «facilidades de pago» y la disponibilidad de «horarios amplios», siendo esta última empleada por Howell y Rogers (1980), Wee (1986), McGoldrick (1992), González et al. (1998) y Wong y Yu (2003). Finalmente, hoy en día lo que realmente caracteriza y diferencia a los centros comerciales es contar con una amplia «oferta de ocio», donde los clientes puedan combinar la realización de sus compras con la posibilidad de distracción para todos los miembros de la familia en multicines, juegos infantiles, salones recreativos, etcétera, que son un complemento a la restauración entendida en toda su amplitud –bares, restaurantes, franquicias, etcétera.—. 4. Características de la investigación Para la medición de la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados se tomó como referencia cinco centros de estas características que se encuentran localizados en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. De ellos, dos son centros comerciales planificados, puesto que son edificios que cuentan con una superficie bruta alquilable (SBA) superior a los cien mil metros cuadrados, con un hipermercado cada uno de ellos como unidad alimentaria que realiza la función de locomotora. Los otros tres centros son abiertos por generación espontánea, en el que se incluye la tradicional Zona de Triana, el distrito comercial de Mesa y López donde se encuentran instalados dos grandes superficies de El Corte Inglés y, finalmente, la Zona Comercial de Pedro Infinito, que se puede considerar como de un nivel secundario frente a las otras dos, por su número de comercios y clientes habituales (véase Cuadro 2). Los principales problemas que se plantean a la hora de medir la imagen son establecer el número de alternativas a utilizar para medir cada uno de los atributos considerados, y establecer el tipo de escala a emplear entre diferencial semántico (Nevin y Houston, 1980; Gentry y Burns, 1977-1978; Hauser y Koppelman, 1979), Likert (Wee, 1986; McGoldrick, 1992) o de importancia (Howell y Rogers, 1980). La mayor parte de los autores se inclinan por utilizar escalas de 5 puntos (Gentry y Burns, 1977-1978; Nevin y Houston, 1980; McGoldrick, 1992) y de 7 puntos (Hauser y Koppelman, 1979; Howell y Rogers, 1980), apreciándose casos en los que se repiten experiencias pasadas ampliando el número de puntos de la escala utilizada originalmente, como sucede con Stoltman, Gentry y Anglin, (1991) que emplearon la misma escala que Nevin y Houston (1980) con la diferencia de que las valoraciones de los consumidores se realizaron con 7 posibles alternativas en vez de 5. No obstante, existe una amplia discusión en la literatura especializada por establecer el tipo de escala que es más conveniente para realizar los trabajos de investigación, manifestando Devlin, Dong y Brown (1993) que no existe una escala perfecta, y demuestran que las escalas de 4 puntos también tienen resultados muy satisfactorios en los estudios de percepciones de los consumidores, ya que al eliminar el término medio obliga a los encuestados a posicionarse y discriminar en sus respuestas. Por otra parte, Gleason, Devlin y Brown (1994) analizan con mayor profundidad las diferencias entre las escalas de 4, 5 y 10 puntos para medir percepciones y actitudes relacionadas con la calidad del servicio y la satisfacción de los TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 249 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ ESQUEMA 2 FICHA TÉCNICA DE LA INVESTIGACIÓN Características Universo Ámbito geográfico Centros comerciales analizados Método de recogida de la información Tamaño de la muestra Error muestral Nivel de confianza Procedimiento de muestreo Trabajo de campo Encuesta Usuarios de centros comerciales abiertos y planificados Las Palmas de Gran Canaria Planificados: Las Arenas y La Ballena Abiertos: Triana, Mesa y López y Pedro Infinito Encuesta personal a usuarios con suficientes conocimientos de las características de los centros comerciales 525 encuestas realizadas de las que 504 resultaron válidas 4,45% 95% p = q = 50% Fijación de cuotas por edad y sexo Del 1 de abril al 31 de mayo de 1998 consumidores, obteniendo unos resultados altamente satisfactorios para las escalas de 4 puntos en relación a las otras dos. Estos estudios alentaron a probar con escalas de cuatro alternativas, con la finalidad de comprobar si efectivamente también eran adecuadas para medir la imagen de los centros comerciales que, como se podrá comprobar en el análisis de resultados, se demuestra que pueden ser tenidas en cuenta en este tipo de investigaciones. Por lo tanto, para medir cada una de las variables que integran el cuestionario se empleó una escala de diferencial semántico de cuatro puntos, utilizando como términos de discriminación muy mala-excelente, inadecuada-adecuada, en desacuerdo-de acuerdo y muy difícil-muy fácil. El trabajo de campo consistió en la realización de ciento cinco encuestas personales en cada uno de dichos centros comerciales objeto de estudio, seleccionando la muestra aleatoriamente entre aquellos consumidores que se encontraban en el momento de la recogida de la información realizando sus compras. El procedimiento de muestreo fue el de fijación de cuotas por edad y sexo, para que los resultados obtenidos recogieran la evaluación de las diferentes tipologías de consumidores según los criterios demográficos señalados. 250 ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 Finalmente, las encuestas realizadas fueron revisadas con el fin de detectar aquéllas que no se hubieran efectuado con criterios de racionalidad y coherencia por parte de las personas seleccionadas. De este proceso se rechazaron veintiuna encuestas, por lo que la cifra final fue de 504 encuestas válidas. Dado que el universo objeto de estudio se considera como infinito, el error muestral es del 4,45 por 100 con un nivel de confianza del 95 por 100. 5. Análisis y resultados de la investigación Para el desarrollo de la escala de medición de la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados se siguieron las siguientes etapas: 1) ratificación de la validez de contenido; 2) recogida de la información mediante una muestra; 3) realización del análisis factorial para determinar las dimensiones subyacentes de la escala y del análisis de la fiabilidad de la misma; y 4) comprobación de las propiedades psicométricas relativas a la validez concurrente, predictiva y convergente. En este apartado se aborda el análisis de resultados obtenidos sobre la fiabilidad y validez de la escala empleada así como de las hipótesis planteadas. Para finalizar, se analiza comparativamente la imagen de los centros comerciales sobre los cuales se ha realizado el estudio. DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES Estructura de los factores y fiabilidad Se llevó a cabo un análisis factorial para determinar el número de dimensiones subyacentes que integran la imagen de los centros comerciales. Ello permitió depurar la escala inicial, procediendo a suprimir tres variables que no obtenían la carga factorial mínima o eran incluidas en más de un factor con escasa relevancia para la definición de los mismos. En el Cuadro 1 se puede observar que de la escala depurada de 15 ítemes se obtuvieron cinco factores definidos por aquellas variables que superaban la puntuación de 0,4, denominados de la siguiente forma: F1) conveniencia; F2) precio/servicios adicionales; F3) oferta de productos; F4) oferta de ocio, y F5) servicio de la fuerza de ventas. En el Cuadro 1 se comprueba que en la definición de un centro comercial tienen una gran importancia para los consumidores aspectos como la «facilidad de aparcamiento», «facilidad para llevar niños» y «agradable para pasear y relajarse», que obtienen en el primer factor una varianza explicada del 22,3 por 100. Por otra parte, el factor dos explica el 15,7 por 100 de la varianza e incluye variables relacionadas con el precio, la forma de pago, la disponibilidad de horarios y la distribución de los comercios. Los tres factores restantes explican una menor varianza pero incluyen variables esenciales para diferenciar los centros comerciales en cuanto a la oferta de productos y establecimientos, la fuerza de ventas y, especialmente, el factor cuarto que incluye un aspecto diferencial de esta estructura comercial al incluir las variables de la «restauración» y la «oferta de ocio», que explican el 8 por 100 de la varianza. En lo que respecta a la fiabilidad de la escala utilizada, se procedió a realizar el análisis estadístico del Alfa de Cronbach, obteniendo un valor para toda la escala de 0,74. Asimismo, se calculó la fiabilidad de las variables que integran cada uno de los factores obteniendo los valores de 0,75, 0,62, 0,61, 0,69 y 0,68, que se pueden considerar como aceptables siguiendo los criterios de Nunnally (1967) y Murphy y Davidshoter (1988). Un análisis comparativo con el estudio realizado por Nevin y Houston (1980) pone de manifiesto que los resultados de fiabilidad por factores aquí obtenidos son más homogéneos, puesto que el alfa de los tres factores definidos por dichos autores fue de 0,85, 0,64 y 0,4. Finalmente, para analizar la validez factorial se utilizó el análisis de correlaciones entre las distintas variables que integran la escala, agrupadas en función de los factores donde obtuvieron un mayor coeficiente. Este procedimiento lo expuso Bagozzi (1981, 1991) y fue empleado por Babakus y Boller (1992) para establecer la validez factorial de la escala SERVQUAL (Parasuramant, Zeithaml y Berry, 1988). Las normas de Bagozzi sobre «convergencia» y «discriminación» dictaminan que cada variable que representa a una determinada dimensión, debe estar altamente correlacionada con aquellas otras variables de un modelo o estructura uniforme, y no guardar una correlación tan elevada con las variables asociadas a otras dimensiones o conceptos. En el Cuadro 4 se observa que las variables que integran el factor 1 –conveniencia—, se encuentran estrechamente relacionadas entre sí, pero también lo están con el factor 4 de la oferta de ocio. En el factor 2 —precios/servicios adicionales— y el factor 3 –oferta de productos— se aprecian determinadas variables, como es el caso del precio, que están relacionadas con dimensiones que miden la oferta de productos. En último lugar, el factor 5, que representa el servicio de la fuerza de ventas, aparece como la única dimensión claramente diferenciada del resto de los factores definidos. Un análisis más profundo de estos resultados permite observar que las variables relacionadas con la oferta básica de los centros comerciales asociada a los productos, servicios y precio forman un grupo relacionado entre sí. Por otra parte, la oferta ampliada de los centros comerciales que hace referencia a la conveniencia, el esparcimiento y el ocio, conforman otro grupo correlacionado entre sí. Finalmente, la atención personalizada aparece desmarcada del resto de las variables, por lo que es un concepto que los consumidores evalúan de forma específica. Como conclusión, debemos señalar que, si bien no se obtienen factores claramente diferen- TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 251 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ CUADRO 1 RESULTADOS DEL ANÁLISIS FACTORIAL Factor 1 Conveniencia Variables Aparcamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Paseo y relax . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Llevar niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Facilidades pago . . . . . Horarios amplios . . . . . Distribución locales . . . Precios . . . . . . . . . . . . Ofertas promocionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Factor 2 Precio/servicios adicionales Factor 3 Oferta productos Factor 4 Oferta ocio Factor 5 Servicio fuerza de ventas 0,64 0,81 0,82 . . . . . 0,69 0,75 0,53 0,52 0,45 Variedad productos . . . . . . . . . . . . . . . . Calidad productos . . . . . . . . . . . . . . . . . Variedad comercios. . . . . . . . . . . . . . . . 0,79 0,52 0,77 Restauración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Oferta ocio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,78 0,84 Profesionalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Atención y amabilidad . . . . . . . . . . . . . . 0,85 0,80 Varianza total = 61,7 . . . . . . . . . . . . . . . 22,3 15,7 8,5 8,0 7,2 Alfa total = 0,74 . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alfa = 0,75 Alfa = 0,62 Alfa = 0,61 Alfa = 0,69 Alfa = 0,68 K.M.O. = 0,746 ciados, se observan relaciones que conviene seguir estudiando en futuras investigaciones, para poder desarrollar progresivamente una escala de medida de la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados con mayor nivel de fiabilidad y validez. Validez de la escala La validez de contenido hace referencia a la consistencia del lenguaje empleado así como a la naturaleza de la conexión entre los términos teóricos y los conceptos empíricos que se tratan de medir. Para alcanzar este objetivo en los apartados anteriores se detalló cómo se han realizado las etapas de definición de 252 ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 las variables y elaboración del cuestionario así como la recogida de la información. No obstante, para asegurarnos de la validez de contenido de la escala procedimos a someterla a la opinión de un grupo de expertos en temas de investigación comercial, y se realizó un pretest con el fin de detectar anomalías en la redacción de la encuesta. Para poder llevar a cabo el análisis de la validez concurrente los individuos fueron clasificados en dos categorías, atendiendo a las puntuaciones medias dadas en la escala de medición de la imagen. Los individuos con baja percepción de imagen estaban integrados por aquellos encuestados cuyas puntuaciones medias fueron inferiores a la mediana. En cambio, los DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES CUADRO 2 CORRELACIONES ENTRE LAS VARIABLES DE LA ESCALA AGRUPADAS POR FACTORES V1 V2 V3 V1 - aparcamientos . V2 - paseo . . . . . . . . V3 - llevar niños . . . . 1,00 0,38 0,58 1,00 0,57 1,00 V4 V5 V6 V7 V8 . . . . . 0,08 0,18 0,19 0,11 0,26 0,0 0,02 0,20 0,07 0,17 V9 - var. productos . . V10 - calidad prod. . . V11 - var. establec. . -0,1 -0,1 0,02 V12 - restaurantes . . V13 - oferta ocio. . . . V14 - profesional . . . V15 - atención . . . . . - facilidad pago . horarios . . . . . dist. comercios precios . . . . . . promociones . . V4 V5 V6 V7 V8 0,0 0,09 0,16 0,11 0,21 1,00 0,31 0,19 0,24 0,11 1,00 0,29 0,23 0,30 1,00 0,17 0,29 1,00 0,24 1,00 0,02 0,05 0,10 0,0 0,0 0,08 0,10 0,14 0,10 0,11 0,14 0,16 0,17 0,15 0,29 0,21 0,13 0,26 0,40 0,44 0,23 0,14 0,38 0,39 0,08 0,04 0,15 0,13 0,20 0,11 0,01 0,02 0,14 0,17 0,16 0,12 0,11 0,18 0,19 0,18 0,24 0,17 individuos que obtuvieron una puntuación media superior a la mediana se incluyeron en el grupo con alta percepción de imagen de centros comerciales (Martín Santana, 1996). Una vez agrupados los individuos en estas dos categorías se procedió a determinar la existencia de diferencias significativas entre ambas categorías en relación a dos preguntas que se realizaron sobre conceptos y comportamientos de compra teóricamente relacionados, como era la evaluación de la calidad del servicio global y la frecuencia de compra al centro comercial, de tal forma que si se produjeran dichas diferencias de medias podríamos decir que la escala es válida. Para ello se realizó un análisis ANOVA de un factor y un test de la t para muestras independientes. Los resultados de estos análisis confirman que se trata de una escala válida, ya que se aprecian diferencias significativas entre las dos categorías de individuos definidas (véase Cuadro 3). V9 V10 V11 V12 V13 0,11 0,14 0,18 1,00 0,36 0,42 1,00 0,26 1,00 0,07 0,0 0,24 0,22 0,07 0,0 0,16 0,11 0,14 0,04 1,00 0,53 1,00 0,13 0,24 0,24 0,21 0,20 0,15 0,26 0,20 0,17 0,20 0,21 0,07 0,12 0,03 V14 V15 1,00 0,52 1,00 La determinación de la validez predictiva se lleva a cabo generalmente por medio de un análisis de regresión múltiple. En este caso se procedió a realizar una pregunta sobre el concepto, como es el caso de la calidad del servicio global, que guarda una estrecha relación, no sólo teórica sino intuitiva, con el constructo imagen de centro comercial. Para ello, se empleó como variable dependiente la calidad del servicio global, mientras que las cargas de los cinco factores se utilizaron como variables explicativas. Los resultados expuestos en el Cuadro 4, muestran que el coeficiente de determinación fue de 0,33, lo cual no es lo suficientemente elevado para corroborar la validez predictiva. Para determinar la validez convergente se utilizó la escala de la imagen y una pregunta abierta que se le formuló a cada individuo sobre su evaluación de la imagen global del centro comercial donde estaba realizando sus compras. Para determinar la relación exis- TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 253 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ CUADRO 3 ANÁLISIS ANOVA DE UN FACTOR Y TEST T PARA MUESTRAS INDEPENDIENTES Nivel de percepción N Media DT F (p) t (p) Frecuencia de compra Alto Bajo 203 205 3,6601 3,3659 1,2218 1,3239 5,440 (0,02) 2,33 (0,02) Calidad del servicio global Alto Bajo 203 205 3,1626 2,6634 0,5955 0,6852 61,629 (0,00) 7,856 (0,00) Imagen global del centro Alto Bajo 203 205 3,2020 2,7415 0,6082 0,6542 54,204 (0,00) 7,365 (0,00) Variables CUADRO 4 ANÁLISIS DE REGRESIÓN MÚLTIPLE Variable dependiente Calidad del servicio global B Variable independiente Factor 1 . . Factor 2 . . Factor 3 . . Factor 4 . . Factor 5 . . Constante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . T ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 Sig. 8,683E-02 3,106 0,002 0,156 5,580 0,000 0,233 8,320 0,000 0,139 4,971 0,000 0,233 8,331 0,000 2,912 104,276 0,000 R cuadrado ajustado = 0,33 tente entre ambas medidas se llevaron a cabo dos análisis estadísticos, el ANOVA de un factor junto con el test t para muestras independientes (véase Cuadro 5) y un análisis de regresión múltiple donde la variable dependiente era la pregunta sobre la imagen global y las variables dependientes las cargas de los cinco factores de la escala de la imagen (véase Cuadro 6). Si bien el análisis ANOVA pone de manifiesto que existe una relación significativa, al obtener en el test de la t un valor de 7,365 (p = 0,00), los resultados de la regresión múltiple ponen en evidencia que el 254 Imagen global B t Sig 0,120 4,080 0,000 9,671E-02 3,296 0,001 9,981E-02 3,402 0,001 0,142 4,851 0,000 0,226 7,715 0,000 2,971 101,368 0,000 R cuadrado ajustado = 0,223 coeficiente de determinación de 0,223 no es suficiente para confirmar la validez convergente de la escala. Análisis comparativo de la imagen de los centros comerciales El estudio comparativo de los centros comerciales analizados se llevó a cabo mediante la determinación de la media obtenida por las quince variables de que consta la escala para cada uno de los cinco centros. Asimismo, se elaboró una medida global de la imagen DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES realizando una media de todas las dimensiones empleadas, en una escala de cuatro puntos, por lo que la puntuación más baja era 1 y la más alta 4. Los centros comerciales planificados se denominaron con las letras «A» y «B», mientras que a los abiertos se les asignaron las letras «C», «D» y «E». Como se puede apreciar en el Cuadro 7, el centro comercial cuya imagen obtiene una mayor puntuación global media es el B (3,07), seguido del A (2,99). Estos centros se diferencian de los abiertos especialmente en los factores 1 –conveniencia— y 4 –oferta de ocio—, donde obtienen una puntuación media de las variables que los integran sensiblemente superior. Esto pone de manifiesto que los centros planificados logran comunicar una imagen general más coherente y diferenciada, que es captada por los consumidores en una idea más concreta en contraposición a los centros abiertos o no planificados. Por otra parte, la siguiente zona comercial en puntuación global es la C, al alcanzar una puntuación media de 2,61 sobre cuatro, mientras que los centros D y E obtienen una valoración de 2,60. Dentro de las variables que más contribuyen a diferenciar la imagen de los diferentes centros comerciales están la de «aparcamiento», «atención y amabilidad», «paseo y relax», «niños y recreo» y «ocio». De aquí se deduce que las principales carencias de los centros comerciales abiertos se centran en no contar con suficientes aparcamientos para cubrir las necesidades de sus clientes, puesto que las medias obtenidas no alcanzan el valor 2 mientras que los planificados superan la puntuación de 3. Otro aspecto a destacar es el de la oferta de ocio, que es sensiblemente superior en los centros planificados, siendo la zona comercial D la excepción dentro de los centros abiertos al obtener un valor de 2,84. Finalmente, las zonas de paseo y recreo para niños y adultos es otro factor diferenciador, puesto que los centros planificados obtienen puntuaciones que rondan el valor 3, mientras que el único centro comercial abierto que se asemeja a éstos es el C, sobre todo porque la variable «paseo y relax» es la que alcanza la máxima valoración por parte de los consumidores (3,46). Análisis discriminante entre centros comerciales abiertos y planificados Se llevó a cabo un análisis discriminante para analizar si efectivamente existen diferencias significativas entre las dos categorías de centros comerciales objeto de estudio y establecer las dimensiones que más contribuyen a su diferenciación. Para ello se procedió a crear una variable de clasificación con dos alternativas –abiertos y planificados—, y que fue utilizada como variable dependiente. Las dimensiones independientes empleadas para este análisis fueron los 15 ítemes que integraban la escala de medición de la imagen. El resultado fue una función en la que los valores de cada una de las variables utilizadas ordenados por el tamaño de la correlación con dicha función se recogen en el Cuadro 8. Se puede observar que la variable «aparcamiento» es la que obtiene una mayor ponderación, lo cual significa que es una dimensión esencial para discriminar entre centros comerciales abiertos y planificados, como era de esperar. Asimismo, las variables «llevar niños», «oferta de ocio» y «restauración» también son determinantes para diferenciar entre los dos tipos de centros comerciales. En el lado inverso, las variables «variedad de productos» y «calidad de productos» obtienen puntuaciones negativas pero de escasa magnitud, tal vez porque los consumidores consideran que la oferta de productos, en líneas generales, es ligeramente mayor en los centros comerciales abiertos. Otro dato que viene a confirmar la capacidad de discriminación de la escala son los valores de los centroides en relación a la función extraída, que es de 2,05 para los centros comerciales planificados y de –1,106 para los abiertos. Finalmente, se procedió a realizar un análisis de clasificación de los casos según la función de discriminación, pudiéndose observar en el Cuadro 8 que el 93,9 por 100 de los casos se clasificó correctamente, lo cual confirma que la escala de medición de la imagen de los centros comerciales permite diferenciar entre los planificados y los abiertos en función, esencialmente, de las variables asociadas al aparcamiento, posibilidad de llevar niños y el ocio. TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 255 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ CUADRO 7 MEDIAS DE LAS PUNTUACIONES OBTENIDAS EN LOS CENTROS COMERCIALES DE LAS 15 VARIABLES Variables Aparcamiento . . . . . . . . . . Paseo y relax . . . . . . . . . . Niños y recreo . . . . . . . . . Media factor 1 . . . . . . . . . Facilidades pago . . . . . . . . Horarios amplios . . . . . . . . Distribución locales . . . . . . Niveles de precios. . . . . . . Promociones. . . . . . . . . . . Media factor 2 . . . . . . . . . Variedad productos . . . . . . Calidad productos . . . . . . . Variedad comercios. . . . . . Media factor 3 . . . . . . . . . Almuerzo, refrigerio . . . . . . Ocio (multicines, etcétera.). Media factor 4 . . . . . . . . . Profesionalidad . . . . . . . . . Atención y amabilidad . . . . MEdia factor 5 . . . . . . . . . Imagen total media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A B C D E (*) 3,32 2,93 3,04 3,10 2,86 3,21 2,92 2,84 2,77 2,92 2,98 3,03 3,09 3,03 3,40 3,28 3,34 2,52 2,67 2,60 2,99 3,48 3,03 3,14 3,22 3,10 3,33 3,09 2,94 2,92 3,08 2,94 2,97 3,22 3,04 3,14 2,97 3,06 2,82 3,03 2,93 3,07 1,73 3,46 2,51 2,57 2,70 2,64 2,82 2,61 2,23 2,60 3,01 3,02 3,05 3,03 2,36 1,69 2,03 2,63 2,74 2,69 2,61 1,39 1,63 1,32 1,45 2,95 3,20 2,87 2,49 2,50 2,80 3,24 3,31 3,00 3,18 2,82 2,84 2,83 2,70 2,68 2,69 2,60 1,46 1,75 1,30 1,50 2,96 3,26 2,96 3,17 2,46 2,96 3,49 3,14 3,45 3,36 2,13 1,19 1,66 2,80 3,26 3,03 2,60 (*) Variables medidas en escalas de cuatro alternativas (1-4). CUADRO 8 RESULTADOS DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE 256 Variables Función Aparcamiento Llevar niños Oferta ocio Restauración Paseo y relax Ofertas promocionales Variedad productos Calidad productos Horarios amplios Precios Distribución locales Facilidades de pago Atención y amabilidad Profesionalidad Variedad comercios 0,788 0,498 0,408 0,291 0,192 0,146 –0,128 –0,084 0,077 0,049 0,046 0,036 –0,025 –0,019 –0,01 ICE TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 Funciones en los centroides de los grupos Función Centros comerciales planificados 2,05 Centros comerciales abiertos –1,106 Resultados de la clasificación Planificados Abiertos Planificados Abiertos 96,50% 7,50% 3,50% 92,50% Clasificados correctamente el 93,9% de los casos agrupados originales DETERMINACIÓN DE LA IMAGEN DE LOS CENTROS COMERCIALES 6. Conclusiones La principal conclusión a la que se llega en este estudio es que se puede definir una escala de medida de la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados, de forma que sirva para analizar conjuntamente los principales atributos que los consumidores evalúan con respecto a este constructo. Se demostró que la escala inicial de 18 variables no obtenía los mejores resultados, por lo que se redujo su dimensionalidad a 15 variables. Por medio del análisis factorial se identificaron cinco dimensiones latentes: conveniencia, precio-servicios adicionales, oferta de productos, oferta de ocio y servicio de la fuerza de ventas. Este resultado está en la línea apuntada por Nevin y Houston (1980) y McGoldrick y Thompson (1992) sobre la importancia de purificar las escalas de la imagen de los centros comerciales, con la finalidad de que se determinen los atributos más relevantes que son evaluados por los consumidores y, consecuentemente, se obtengan los factores que determinen la estructura subyacente de las percepciones de los encuestados. La elaboración de escalas para medir constructos requiere un análisis más profundo sobre la fiabilidad y validez de la misma. En este trabajo se comprueba que la escala empleada muestra un nivel aceptable en la fiabilidad, así como en la validez de contenido y concurrente. Por el contrario, los análisis realizados para determinar la validez predictiva y convergente no dieron resultados excesivamente satisfactorios. Otro aspecto a señalar es que los resultados ponen de manifiesto que la escala elaborada logra mejorar los resultados obtenidos anteriormente por otros autores, y profundiza en la metodología que se ha de seguir para poder llegar a conseguir una escala de medida de la imagen de los centros comerciales cada vez más fiable y válida. La determinación de las posibles diferencias entre los centros comerciales abiertos y planificados fue otro de los aspectos abordados en este estudio. En primer lu- gar, se llevó a cabo un análisis comparativo de las medias obtenidas en los distintos atributos de la imagen de los cinco centros comerciales analizados, alcanzándose unos resultados concluyentes que ponían de manifiesto que los centros comerciales planificados obtienen una puntuación media superior a la conseguida por los abiertos. En segundo lugar, se determinaron las variables que más contribuían a diferenciar la percepción de los clientes, para lo cual se llevó a cabo un análisis discriminante entre los dos tipos de centros comerciales. De este análisis se pudo concluir que las variables «aparcamientos», «llevar niños» y «oferta de ocio» son las que más contribuyen a distinguir entre las dos categorías consideradas. Este análisis se puede considerar como concluyente ya que la función que se obtuvo permitió clasificar correctamente el 93,9 por 100 de los casos que integraban la muestra. Como conclusión final, este trabajo contribuye a mejorar las escalas de medición de la imagen de los centros comerciales abiertos y planificados, utilizando escalas de cuatro puntos que obtienen buenos resultados, pero se precisa continuar investigando en esta línea para conseguir mejorar determinados niveles de validez. Se pone de manifiesto que este constructo ofrece otras alternativas de investigación a los modelos de atracción comercial, teniendo un alto potencial para contribuir a mejorar y desarrollar nuevas técnicas de gestión orientadas a los consumidores, la definición del posicionamiento competitivo y la calidad del servicio. Los distintos análisis estadísticos empleados evidencian que esta escala permite ser empleada en las dos categorías de centros comerciales analizadas así como en la realización de análisis comparativos entre centros comerciales competidores entre sí. Estas conclusiones nos llevan a poner un especial énfasis en la necesidad de continuar estudiando este interesante constructo, y seguir profundizando en el proceso metodológico aplicado en este estudio para mejorar las escalas sobre la imagen de los centros comerciales. TRIBUNA DE ECONOMÍA Mayo-Junio 2004. N.º 815 ICE 257 MANUEL RODRÍGUEZ DÍAZ Referencias bibliográficas [1] AAKER, D. A. 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