19-COM-2013 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a

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19-COM-2013
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las once horas y veinte minutos del
catorce de marzo de dos mil trece.
VISTO el incidente de competencia negativa suscitado entre el Juez Segundo de lo Civil
y Mercantil de Santa Ana y la Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, a fin de que
esta Corte determine el Tribunal que debe conocer del Proceso Ejecutivo Mercantil, promovido
por el Licenciado JORGE ANTONIO V. C., actuando en su calidad de Apoderado General
Judicial con Cláusula Especial de la Sociedad BANCO AZTECA EL SALVADOR, SOCIEDAD
ANÓNIMA que se abrevia BANCO AZTECA EL SALVADOR, S.A., contra los señores
CÉSAR ENRIQUE B. G. y YESENIA MARGARITA R. R., reclamándoles cantidad de dinero y
accesorios.
VISTOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
I.- El Licenciado Valladares Castillo, en la calidad indicada, presentó demanda Ejecutiva
Mercantil ante el Juzgado Segundo de lo Civil y Mercantil de Santa Ana, motivando su
pretensión en un pagaré sin protesto, el cual fue aceptado por los señores César Enrique B. G. y
Yesenia Margarita R. R., por la cantidad de UN MIL CIENTO SETENTA DÓLARES DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, que venció el treinta y uno de enero de dos mil doce,
reclamando la cantidad adeudada más el interés convencional del tres punto ochenta y uno por
ciento semanal, calculados a partir de la emisión del pagaré, e intereses moratorios de cinco
dólares sesenta y cinco centavos de dólar de los Estados Unidos de América por cada
semanalidad atrasada a partir del día siguiente al vencimiento del pagaré; y habiendo incurrido en
mora e incumplido con la obligación contraída, es que promueve el proceso de mérito.
II.- El Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de Santa Ana, mediante auto definitivo de
las nueve horas quince minutos del diecinueve de octubre de dos mil doce, a folios 8, en lo
medular resolvió, de conformidad al Art. 40 CPCM, corresponde al Tribunal examinar la
competencia objetiva y territorial, de lo que infiere que el legislador le confiere a ése Juzgado
competencia objetiva en razón de la materia y la cuantía, ya que el documento base de la
pretensión es un pagaré, es decir, un documento típicamente mercantil que da lugar a un proceso
ejecutivo mercantil; sin embargo, en cuanto a la competencia territorial, para el caso es
incompetente por la regla especial de competencia territorial para títulosvalores -debido al lugar
de cumplimiento de la obligación- la que tiene supremacía sobre cualquier otro título de
competencia. Por lo anterior, comenta entre las características de los títulosvalores la literalidad,
una de las más importantes, cuyo significado radica en que la letra del documento determina la
extensión y demás circunstancias consignadas en el título. Agrega, que el pagaré no es un
contrato, sino un documento de los especiales que regula el Código de Comercio, Art. 623 y
siguientes, en relación al Art. 788 Com., por lo cual existen reglas especiales que aplicar con
preferencia a otros títulos de competencia, como lo es, el lugar de cumplimiento de la obligación;
por ello debe tomarse en cuenta que en el pagaré documento base de la pretensión, se consignó
como lugar de cumplimiento de la obligación, la ciudad de San Salvador, consecuentemente es
competente el Juez del lugar del cumplimiento de la obligación, criterio que fortalece
comentando alguna jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia en materia de conflictos de
competencia, que determinan debe pagarse el importe contenido en el pagaré en el lugar señalado
en ellos. En vista de lo anterior, declara improponible la demanda, por ser incompetente en razón
de la regla especial de competencia territorial para los títulosvalores, y la remitió al Juzgado
Primero de lo Civil y Mercantil de San Salvador.
III.- La Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, por resolución de las quince
horas seis minutos del cuatro de diciembre de dos mil doce, a folios 23, esencialmente dijo, que
el proceso fue remitido a ése Tribunal por el Juzgado Segundo de lo Civil y Mercantil de Santa
Ana en vista de haberse declarado incompetente en razón del territorio, en el cual se promueve un
proceso ejecutivo mercantil, cuyo documento base de la pretensión es un pagaré por la cantidad
de un mil ciento setenta dólares de los Estados Unidos de América, monto que constituye el
reclamo; sin embargo, el procurador ha dicho que la cantidad reclamada en concepto de capital,
los intereses convencionales y los moratorios ascienden a cuatro mil cuarenta y ocho dólares con
tres centavos de dólar de los Estados Unidos de América; en tal sentido la jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia en materia de conflictos de competencia, ha señalado que para efectos
de reclamar no debe sumársele al capital demandado los intereses para fijar la cuantía, puesto que
son accesorios al reclamo de lo principal, por ende conforme lo señala el Art. 37 en relación con
los Arts. 30 y 31 ord. 4° todos del CPCM, la demanda debe conocerse en un proceso ejecutivo de
menor cuantía, y por tanto, no es competente para conocer del proceso. En base a lo razonado
declara improponible la demanda, por ser incompetente en razón de la cuantía, y la remitió a esta
Corte a fin de que determine quién es el Juez competente.
IV.- Los autos se encuentran en este Tribunal para dirimir el conflicto de competencia
suscitado entre el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de Santa Ana y la Jueza Primero de lo
Civil y Mercantil de esta ciudad. Analizados los argumentos expuestos por dichos funcionarios,
este Tribunal hace las siguientes CONSIDERACIONES:
El primer funcionario se declara incompetente en razón de la regla especial de
competencia territorial para títulosvalores, que refiere al lugar de cumplimiento de la obligación;
la segunda argumentó que es incompetente en razón de la cuantía en virtud del monto reclamado
en concepto de capital.
Con el afán de determinar la competencia territorial se procede a examinar el títulovalor
base de la pretensión, el cual consiste en un pagaré con la cláusula sin protesto, como instrumento
de crédito mediante el cual una persona y en ajuste a las formalidades establecidas en la ley,
promete pagar a otra, una suma determinada de dinero, en el lugar y plazo indicado en el mismo;
se infiere del mismo que cumple con los requisitos señalados en el Art. 788 Com.; en tal pagaré
se estableció lo siguiente: que se pagará a la orden de Banco Azteca El Salvador, Sociedad
Anónima, en su domicilio ubicado en San Salvador, la cantidad de un mil ciento setenta dólares
de los Estados Unidos de América, por tanto, se especifica el lugar de pago, requisito nominado
en el romano IV del artículo relacionado supra.
Del anterior precepto se desprende que el "lugar del pago", es la regla que en primer
término determina la competencia territorial. En esa virtud, el suscriptor señor César Enrique B.
G., fijó en forma directa para con otra, - llamada acreedor o beneficiario, o a su orden, pagar una
cierta cantidad de dinero en una fecha establecida- como lugar de cumplimiento de la obligación
la ciudad de San Salvador. Siendo así, que tal aceptación de parte del suscriptor, es
absolutamente decisiva para determinar el contenido del derecho documentado, además como ya
se indicó, cumple con los requisitos y formalidades exigidos en la ley.
En ese orden, es imperioso referirnos a la cantidad reclamada en la demanda en concepto
de capital y que asciende a un mil ciento setenta dólares de los Estados Unidos de América, cuyo
monto de conformidad al Art. 31 ord. 4° CPCM, es competencia de los Juzgados de Primera
Instancia de Menor Cuantía, criterio sostenido por la Jueza Primero de lo Civil y Mercantil de
esta ciudad, el cual esta Corte comparte; de igual manera se establece que ninguno de los Jueces
señalados son competentes y por ende el conocimiento del caso sub lite le corresponde a un
Juzgado de Menor Cuantía; de ello se advierte que el Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de
Santa Ana remitió el proceso a un tribunal que carece de competencia objetiva, por la cuantía.
En Conclusión, en el caso de autos ciertamente no hay conflicto de competencia que
dirimir, habida cuenta que ninguno de los Jueces en conflicto lo es para conocer del juicio
ejecutivo mercantil; sin embargo, en aras de garantizar el respeto a los principios rectores del
proceso, como son los de Economía Procesal, Celeridad, Abreviación, el de una Tutela Judicial
Efectiva, y a fin de evitar dilaciones innecesarias en la tramitación del proceso, se determina que
es competente para ventilar y resolver el proceso, la Jueza Tercero de Menor Cuantía de esta
ciudad (Jueza 2); lo que así se declarará.
POR TANTO: De acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y Arts.
182 at. 2ª y 5ª Cn. y 47 inc. 1°. CPCM., esta Corte a nombre de la República, RESUELVE: A)
En el caso de que se trata, no hay conflicto de competencia que dirimir; B) Declárase que es
competente para sustanciar y decidir el proceso de que se ha hecho mérito, la Jueza Tercero de
Menor Cuantía de esta ciudad(Jueza 2); C) Remítanse los autos a dicha funcionaria, con
certificación de esta sentencia, a fin de que disponga el llamamiento a las partes para que
comparezcan a hacer uso de sus derechos en el término legal correspondiente; D) Comuníquese
esta resolución al Juez Segundo de lo Civil y Mercantil de Santa Ana y a la Jueza Primero de lo
Civil y Mercantil de esta ciudad, para los efectos de ley. HAGASE SABER.
J. B. JAIME.---------M. REGALADO.-------O. BON F.-------DUEÑAS.------------D. L. R.
GALINDO.---------R. M. FORTIN H.---------E. R. NUÑEZ.---------J. R. ARGUETA.-------PRONUNCIADO
POR
LOS
MAGISTRADOS
Y
MAGISTRADAS
SUSCRIBEN.-----------S. RIVAS AVENDAÑO.------RUBRICADAS.
QUE
LO
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