Curiosidades de la geografía. - UAM-I

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Curiosidades de la geograf¶³a
Caupolic¶an Mu~
noz Gamboa
Departamento de Ingenier¶³a El¶ectrica,
CBI, UAM Iztapalapa
email: cmg@xanum.uam.mx
Recibido: 02 de marzo de 2006.
Aceptado: 03 de mayo de 2006.
la Luna y el Sol se encuentran alineados con la Tierra se tenga el momento de mayor efecto de mareas
altas (lo que ocurre con la Luna nueva y la Luna llena), ya que es cuando se produce la mayor fuerza
gravitacional combinada. Tal efecto provoca l¶ogicamente que en las zonas situadas perpendicularmente a esta alineaci¶
on, se produzcan las mareas m¶as bajas. Por ello y por la rotaci¶
on de la tierra, los mares no tienen un nivel constante lo que contribuye a
fortalecer la imagen de que la Tierra no es perfectamente esf¶erica.
En nuestro planeta podemos encontrar innumerables sitios interesantes, no s¶olo por su belleza natural, sino por los fen¶omenos que all¶³ se mani¯estan con m¶
as fuerza. Algunos de ellos son las mareas,
las formaciones naturales, los glaciares y las diferentes alturas sobre el nivel del mar y latitudes geogr¶
a¯cas en las cuales los seres humanos vivimos. De estos asuntos trataremos en este art¶³culo.
Mareas
Adem¶
as de fen¶omenos naturales que se presentan
de vez en cuando, tales como marejadas, tormentas y huracanes, los habitantes de la costa experimentan diariamente el fen¶omeno de las mareas. El
mar se recoge a ciertas horas, dejando una gran lengua de playa al descubierto, en tanto que con la misma regularidad sube de nivel, inundando las zonas
que anteriormente hab¶³a despejado. Este acontecimiento se conoce desde siempre ya que se mani¯esta con mayor o menor intensidad en todas las playas del mundo.
De acuerdo a la forma en que se originan las mareas, el mayor retroceso del mar ocurre en las playas donde la placa continental desciende suavemente a medida que se interna en el mar, aunque esto depende m¶
as bien del ¶
angulo de inclinaci¶
on de la
playa por efecto de la masa continental que de la
marea misma. En el caso contrario, cuando la costa es abrupta, se tiene una visi¶
on distinta ya que el
agua puede subir varios metros por la pared costera en unos pocos minutos, altura que tambi¶en depende solamente de la intensidad de la marea.
En consecuencia, el nivel del mar no es un valor ¯jo, como uno podr¶³a imaginar, ya que las aguas de los
oc¶eanos no se encuentran est¶aticas. Adem¶
as de subir y bajar con las mareas, se mueven constantemente, lo cual se debe a la in°uencia de los vientos, de las
variaciones de la presi¶on atmosf¶erica y de las corrientes marinas, condiciones que causan las olas que observamos en cualquier playa. De todos estos fen¶
omenos uno de los m¶as importantes son las mareas, las
que se producen por efectos gravitacionales. Como la
Tierra se encuentra rotando sobre su eje, la Luna orbita alrededor de ella, y ambos cuerpos lo hacen alrededor del Sol, se crean combinaciones de fuerzas gravitacionales que in°uyen en los mares, los que son
atra¶³dos por ambos, aunque la luna ejerce mayor in°uencia debido a su proximidad. Los movimientos
de los tres cuerpos astron¶omicos hacen que cuando
Las mayores mareas en Europa se observan en Bristol, en el Reino Unido (donde se produce una variaci¶
on entre la alta y la baja de 14.6 m), y la Bah¶³a
de Mont Saint Michel, ¯gura 1, p¶
ag. 16, en Francia (12.3 m). Este u
¶ltimo lugar, declarado patrimonio de la humanidad en 1984 y punto tur¶³stico de
gran importancia cuyas primeras construcciones religiosas se iniciaron en el a~
no 709, es el m¶
as conocido, ya que congrega a m¶
as de tres millones de visitantes al a~
no. Se trata de una isla rocosa que se conecta al continente por un delgado puente natural
de tierra que, antes de ser modernizado, se cubr¶³a de
agua con la marea alta, el cual se despejaba durante la marea baja, convirti¶endolo en una isla de mareas. En la actualidad el puente est¶
a casi permanentemente despejado, por lo que el acceso est¶a garantizado, ya que la gran a°uencia de turistas permane15
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Figura 1. Isla de Saint Michel, Francia.
Figura 2. Cabo Hopewell con marea alta.
ce durante todo el a~
no, disfrutando de la atm¶
osfera
medieval que reina en el lugar. S¶olo de vez en cuando la pen¶³nsula se convierte en una isla cuando se
producen las mayores mareas a causa de una alineaci¶
on m¶
as perfecta del sol y la luna.
cando lentamente su forma con lo que puede generar hermosas formaciones como las mencionadas. Debido a la gran variaci¶
on de las mareas, en Cabo Hopewell es posible ver c¶
omo el mar inunda la bah¶³a dos
veces al d¶³a y tambi¶en dos veces al d¶³a es posible caminar por el fondo marino admirando las enormes
e interesantes formaciones rocosas que se han producido a causa de la erosi¶
on provocada por las mareas y las olas.
Aunque es la m¶as conocida, Mont Saint Michel no
es la u
¶nica isla de mareas del mundo, ya que existen varias otras, entre las que se cuentan Lindisfarne en Northumberland y St. Michael's Mount en
Cornwall, Gran Breta~
na; Brough of Birsay en Orkney, Escocia; Lihou en el Canal de la Mancha; Bar
Island en Maine; y Bennelong Island en Sydney,
Australia.
Aunque en otras partes del mundo tambi¶en se presentan grandes mareas, como en Puerto Gallegos en
Argentina (13.2 m), Bhaunagan en la India (12.2 m)
y Derby en Australia (11.8 m), se dice que la mayor de todas se aprecia en la Bah¶³a de Fundy entre Nueva Escocia y Nueva Brunswick, Canad¶
a (15
m). En esta Bah¶³a se encuentran, Cabo Hopewell y
las Rocas Hopewell, el mayor punto tur¶³stico de Nueva Brunswick.
Formaciones naturales
El mayor atractivo de Cabo Hopewell, ¯g. 2, lo constituyen las formaciones naturales llamadas \rocas
°oreros" por su apariencia. Se trata de altas formaciones rocosas talladas por las mareas, que simulan gigantescos °oreros o forman grandes arcos, las
que han sido separadas de la pared rocosa del litoral por el desgaste que produce en la l¶³nea costera el
constante ir y venir de las aguas. En lugares como este, aunque el borde costero parece estar muy de¯nido, la acci¶
on de las olas y de las mareas va modi¯-
Sin que las mareas sean necesariamente responsables de ello, en otras partes del mundo se encuentra una in¯nidad de formaciones rocosas similares
entre las que destacan especialmente los arcos situados cerca de la costa. Aunque se encuentran en
casi todos los pa¶³ses, algunos de los m¶
as conocidos y emblem¶
aticos son La Roca del Elefante, en
la Isla del Pr¶³ncipe Eduardo (Canad¶
a), La Portada, en Antofagasta (Chile), La Catedral en La Reserva Nacional de Paracas en Ica (Per¶
u) y, por cierto, El Arco, en Cabo San Lucas (M¶exico). Sin embargo, en los desiertos del mundo tambi¶en se presentan formaciones similares. Por ejemplo, en el Ennedi Range del desierto de Sahara perteneciente a
Chad hay varios cientos de arcos naturales muy poco conocidos porque es una regi¶
on de dif¶³cil acceso y
muy poco explorada. Algo similar ocurre en el Akakus Plateau en el suroeste de Libia, donde se encuentran m¶
ultiples arcos poco documentados porque el acceso a esta regi¶
on s¶
olo es posible con veh¶³culos de doble tracci¶
on y conductores expertos. Asimismo, en el monte Cuquenan en las mesetas de Venezuela conocidas como las Tepuis se encuentran muchas formaciones naturales que, aunque peque~
nas,
se caracterizan por sus formas intrincadas e inusua-
Curiosidades de la geograf¶³a.
Caupolic¶
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¶
Figura 3. Arbol
de Piedra en el Desierto de Siloli, Bolivia.
Figura 4. T¶empano en la Laguna de San Rafael, Chile.
les y porque pueden verse desde gran distancia debido a que las mesetas son abruptas. Finalmente cabe mencionar que en los desiertos de Estados Unidos, particularmente en Utah y Arizona, en diversos parques nacionales se encuentran cientos de arcos y puentes muy conocidos (porque se encuentran
sobre un curso de agua), algunos de los cuales alcanzan a cubrir m¶as de 90 metros de extensi¶on y similar
altura.
va se deposita sobre una quebrada o el lecho de un
r¶³o, donde puede enfriarse super¯cialmente formando una costra dura. Esta circunstancia permite que
los gases que contiene queden atrapados en el interior formando burbujas de diferente tama~
no que
en algunos lugares forman cavidades de varios cientos de metros de largo, muy apropiadas para la espeleolog¶³a y el turismo.
Al igual que los arcos, en diferentes desiertos se encuentran formaciones rocosas de diverso tipo, que
suelen semejar plantas, animales o construcciones
¶
humanas. Entre ellas podemos mencionar El Arbol
de Piedra y las Rocas de Dal¶³, en el Parque Nacional Eduardo Avaroa en el Desierto de Siloli
(Bolivia).
Asimismo, en muy diversos lugares del mundo la naturaleza ha creado cavernas o grutas producto del
paso de un antiguo r¶³o subterr¶aneo o de la solidi¯caci¶
on de un r¶³o de lava. En el primer caso, como en las cercanas Grutas de La Estrella, en el Estado de M¶exico, y de Cacahuamilpa, en Guerrero, los
r¶³os han cambiado su curso dejando s¶olo los t¶
uneles por donde corr¶³an. En ellos, las ¯ltraciones de
agua saturadas de los minerales del subsuelo han generado estalactitas y estalagmitas, as¶³ como muy diversas formaciones que los visitantes han ido bautizando con muy apropiados y merecidos nombres
debido a que parecen ser ciertos objetos, personas
o animales. Tales formaciones tambi¶en se encuentran en otros estados de la Rep¶
ublica como Nuevo Le¶
on y Chihuahua.
En cuanto a las cavernas que se producen al enfriarse la lava de un volc¶an, ¶estas se originan cuando la la-
Sin embargo, no s¶
olo las mareas, el viento, las precipitaciones, la nieve y dem¶
as agentes naturales pueden crear formas notables, tambi¶en el hielo puede generar formas sorprendentes, ¯g. 4, aunque como es
natural no permanecen tanto tiempo ni es f¶acil observarlas, no obstante las formas especiales de los
t¶empanos desprendidos de muchos glaciares son un
ejemplo excepcional que puede observarse en determinados lugares del mundo.
Glaciares
Los glaciares se encuentran distribuidos en diferentes latitudes de la tierra en lo alto de volcanes y
monta~
nas o pr¶
oximos a lagos o mares, aunque son
m¶
as comunes y m¶
as espectaculares cuando se hallan cerca de las regiones polares, en lugares tan diversos como en Alaska, Islandia, Suiza, Groenlandia, Rusia y Sudam¶erica. Son b¶
asicamente impresionantes r¶³os de hielo que °uyen con gran lentitud desde una cumbre nevada que los alimenta hasta que llegan a desgajarse majestuosamente en una laguna,
en un lago, en el mar o, simplemente, sobre la ladera de la misma monta~
na que los genera. En esta forma, se van derritiendo o despedazando poco a poco cuando la temperatura se eleva en el verano o
se van quebrando y desplomando cuando el agua de
mar o de la laguna donde llegan los calienta suavemente y los hace desprenderse en los monumenta-
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nes producen enormes presiones al chocar con el estorbo, por lo que si ¶este resiste, resulta que el hielo del punto de contacto o de choque se derrite y
vuelve a congelarse r¶
apidamente adapt¶
andose al medio que lo contiene para tomar su conformaci¶
on, ya
sea que se divida, se una a otro brazo helado, se doble o se cuelgue sobre una pendiente.
Figura 5. Glaciar de San Rafael, Chile.
les bloques que se encuentran al ¯nal de su elegante trayectoria.
Los fen¶
omenos de la formaci¶on y de la din¶amica de
los glaciares son por dem¶as interesantes. El hielo del
glaciar se alimenta en forma permanente de la nieve
que se deposita en la cima de una monta~
na, donde
los cristales se van apisonando y compactando con
el peso y el tiempo hasta formar grandes masas de
hielo que presionan con enormes fuerzas a las capas
de m¶
as abajo. Mientras m¶as nieve, m¶as presi¶
on y
m¶
as hielo. En consecuencia, ¶este debe ir movi¶endose
lentamente generando un l¶anguido r¶³o congelado.
La formaci¶
on de hielo de los glaciares se desliza a
raz¶
on de unos cuantos cent¶³metros cada a~
no y parece incre¶³ble que sea un solo volumen congelado. A pesar de ello, puede avanzar amold¶andose al lecho constituido por las paredes y quebradas de la monta~
na
que lo genera, exactamente como si fuera un gran
caudal de agua. A pesar de la solidez del hielo, sorprendentemente, el glaciar puede dividirse en dos (o
m¶
as) brazos cuando se interpone un obst¶aculo su¯cientemente fuerte en su camino; puede unirse al brazo de otro glaciar, como el r¶³o que acepta un a°uente; consigue doblarse en cualquier direcci¶on, incluso en ¶
angulo recto, cuando la monta~
na lo obliga a
torcerse o ajustarse; y se cuelga como una cascada congelada, si en su avance encuentra una pendiente abrupta o la topograf¶³a lo obliga a dar un salto al vac¶³o, ¯g. 5.
>C¶
omo puede realizar tales malabares si es una sola masa de hielo? Las propiedades del agua (y por
consiguiente del hielo) le permiten, seg¶
un las circunstancias, comportarse en forma muy especial. Al encontrar un obst¶
aculo muy ¯rme, los grandes vol¶
ume-
Este fen¶
omeno, que se produce lenta pero permanentemente, tambi¶en lubrica el desplazamiento del
hielo, le proporciona m¶
ultiples colores, genera grandes grietas y contribuye a conformar tanto el hielo como la roca sobre la que se mueve. Por la misma raz¶
on, en todo momento el glaciar produce estruendos y crujidos impresionantes que hacen pensar que se trata de un enorme monstruo herido que
se queja y se agrieta poco a poco, como si estuviera sometido a la enorme tortura de avanzar con colosal di¯cultad por el estrecho camino que la naturaleza le ha se~
nalado. Por ello, despu¶es de cientos o
de miles de a~
nos de lento avance, el extremo del glaciar se ha ido cuarteando, resquebrajando y despedazando en grietas que dejan largas huellas en su trayectoria, las que culminan en torres, llamadas penitentes, que se alzan al cielo como descomunales brazos implorando piedad.
Glaciares relevantes
Algunos de los m¶
as interesantes glaciares se ubican en el extremo austral de nuestro continente, entre los que se cuentan el San Rafael, el Perito Moreno y la Avenida de los Glaciares, la que se encuentra en el Canal de Beagle. El glaciar San Rafael
est¶
a situado aproximadamente a la latitud del paralelo 46o 50' S, lo que en el hemisferio norte equivale a la latitud de las ciudades de Quebec (Canad¶
a) o Berna (Suiza), por lo que tambi¶en es el glaciar m¶
as pr¶
oximo al ecuador cuyos t¶empanos caen
al mar. La pared de hielo que desemboca en la laguna del mismo nombre presenta una extensi¶
on de
unos dos kil¶
ometros, con columnas de hielo (o penitentes) que se alzan alrededor de 70 metros sobre
el nivel del mar y se sumergen (posiblemente) varios metros m¶
as. Por lo mismo, es muy posible contemplar en unas cuantas horas varios desprendimientos de los m¶
as diversos tama~
nos, algunos de los cuales levantan olas que hacen muy peligroso aproximarse a la pared glacial. Sin embargo, nadie resiste la tentaci¶
on de abordar peque~
nas y fr¶
agiles embarcaciones para admirar m¶
as de cerca el impresionante fen¶
omeno y experimentar la incre¶³ble sensaci¶
on de hacer un viaje en el tiempo para contemplar uno de los m¶
as fabulosos espect¶
aculos que pro-
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dujo la tierra en tiempos remotos.
El espectacular glaciar Perito Moreno, el m¶
as conocido del Parque Nacional de los Glaciares de Argentina y declarado Patrimonio Natural de la Humanidad en el a~
no 1981 por la UNESCO, desemboca en el Brazo Sur del Lago Argentino presentando un imponente frente de casi 5 km y una altura de unos 60 m. El parque consta de 2600 kil¶
ometros cuadrados de campos de hielo, de los que descienden varios glaciares. Entre ellos el de mayor tama~
no es el Upsala, aunque el Perito Moreno es el m¶
as
conocido mundialmente, lo cual se debe a que presenta un fen¶
omeno muy interesante ya que cuando avanza sobre el Brazo Sur del Lago Argentino cierra el paso de las aguas, produciendo una especie de embalse donde el agua llega a superar los 20 m de desnivel. La represa arti¯cial que se crea no es perfecta ya que el punto de contacto de la masa de hielo con la tierra es el m¶as d¶ebil, ya que all¶³ siempre existe una peque~
na ¯ltraci¶on. Cada cierto n¶
umero de a~
nos, 16 veces en el siglo pasado, el desnivel
genera una gran presi¶on que incrementa lentamente el °ujo de agua y el tama~
no de la ¯ltraci¶
on hasta que se produce una impresionante ruptura, proceso que puede durar varios d¶³as durante los cuales el °ujo de agua va socavando el hielo hasta que
se forma un hueco muy grande el que por la presi¶
on del agua termina por derrumbar el enorme dique de hielo. La u
¶ltima vez que se produjo este impredecible fen¶omeno fue en marzo de 2004.
Otra caracter¶³stica notable del Perito Moreno es que
el espectador puede aproximarse por tierra hasta
un mirador desde donde, en la temporada de verano, se contempla desde muy cerca el desprendimiento de los bloques de hielo de diferentes tama~
nos desde la pared congelada, se escucha el estruendo que
producen cuando se precipitan al lago, y desde donde se observan transformados en maravillosos t¶empanos °otantes. Tambi¶en el visitante puede experimentar las experiencias u
¶nicas de caminar sobre el hielo provisto de zapatos especiales o con una suela de
agudas puntas o clavos llamados crampones, as¶³ como tambi¶en existe la posibilidad de navegar por varios brazos del lago y adentrarse en el bosque subant¶
artico de esta zona.
Al sur del Estrecho de Magallanes, entre la gran isla de Tierra del Fuego y la m¶as peque~
na isla Navarino, se encuentra el u
¶ltimo paso de comunicaci¶
on entre los oc¶eanos Atl¶antico y Pac¶³¯co emplazado antes del Cabo de Hornos: el Canal de Beagle. Adem¶
as
Figura 6. Puerto Williams, Chile.
de distinguirse por ser uno de los u
¶ltimos con¯nes del
continente, se destaca porque en los m¶
argenes de su
extremo oriental se encuentran dos destacados asentamientos australes del continente: Ushuaia y Puerto Williams, ¯g. 6 aunque tambi¶en sobresale muy especialmente por la imponente Avenida de los Glaciares que adornan el brazo noroeste del canal. Navegando desde el oc¶eano Pac¶³¯co hacia el Atl¶antico se observa el curioso espect¶
aculo que en la costa norte del canal se encuentran las cumbres nevadas de los Andes, en el tramo que se conoce como la
Cordillera de Darwin. Aunque en toda su trayectoria, desde el Ecuador hasta la Patagonia, la Cordillera de los Andes corre de norte a sur y tiene monta~
nas de gran altura, en esta regi¶
on austral del continente se tuerce hacia el este a medida que comienza a sumergirse suavemente en el mar y sus c¶
uspides van disminuyendo paulatinamente de nivel. Por
tal raz¶
on, el continente se desgaja en numerosas islas de diversos tama~
nos y caprichosas formas que
se van regando hacia el Pac¶³¯co, donde se observa que muchas de ellas est¶
an majestuosamente coronadas por los u
¶ltimos picos de la cordillera.
A causa de este fen¶
omeno, las costas presentan
m¶
ultiples bah¶³as, canales y ensenadas, en tanto que
las islas de esta regi¶
on casi no disponen de playas,
por lo que los estrechos canales se convierten en ¯ordos que dan la impresi¶
on de navegar entre monta~
nas.
Esta circunstancia tan especial permite apreciar muy
de cerca los glaciares que arrancan de las nieves eternas de la Cordillera de Darwin, se deslizan por entre las cumbres nevadas, se asoman a la escarpada costa y arrojan sus t¶empanos en el Canal de Beagle. Entre ellos vale la pena mencionar a los ventisqueros Espa~
na, Romanche, Alemania, Francia, Holanda e Italia, por ser los m¶
as grandes y los m¶as es-
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pectaculares.
En cuanto a su forma, los hay que cuelgan desde
el borde de la monta~
na y dejan caer sus t¶empanos
desde gran altura, a veces directamente al mar y
otras veces sobre otro glaciar ubicado m¶as abajo, al
que alimentan y unidos al cual esperan su turno para
caer directamente al mar a~
nos m¶as tarde. Tambi¶en
pueden observarse algunos que forzados a pasar por
una quebrada se estrechan como en un gran embudo,
los que se bifurcan en dos o en tres brazos a causa de
los obst¶
aculos naturales que encuentran en su paso,
los que se abren camino arrastrando enormes rocas,
tierra y piedras, los que forman una peque~
na laguna
de hielo antes de concluir su perezoso avance, los que
se re¶
unen en uno solo como a°uentes del mismo r¶³o
y los que se doblan casi en ¶angulo recto, simulando
una colosal cascada congelada.
Lamentablemente muchos de los glaciares del mundo han estado retrocediendo lentamente en los u
¶ltimos a~
nos, fen¶
omeno que es muy notorio en Alaska, por lo que all¶³ en verano es posible caminar sobre los hielos reblandecidos con zapatos o botas que
dispongan de buenos dibujos en la suela, al contrario de otros lugares donde no es posible hacerlo debido a que el hielo es muy duro y resbaladizo. Por cierto que las caminatas sobre hielo pueden ser fatigosas, aunque sean experiencias notables, pero no son
las u
¶nicas dif¶³ciles de realizar, ya que los a¯cionados a las caminatas que presentan gran reto suelen
hacerlo en los senderos m¶as elevados del mundo, como en la regi¶
on del Tibet en China, en el Camino
del Inca en Per¶
u, en el parque del Annapurna en Nepal o en las orillas del Lago Titicaca en Per¶
u y Bolivia. Tales alturas tienen, por supuesto muchos encantos para el turismo aventura y tambi¶en para el
ciudadano com¶
un que puede realizar un viaje a lugares cuyas caracter¶³sticas son sobresalientes. Tanto en las alturas extremas como en el fr¶³o de las regiones polares del planeta se encuentran ciudades
donde sus habitantes se han adaptado perfectamente a tales condiciones extremas.
Los techos del mundo.
La Paz, capital de Bolivia, se encuentra situada en
una hondonada excavada en el altiplano por el R¶³o
Choqueyapu, por lo que su altura var¶³a entre 3300 y
3800 metros sobre el nivel del mar (msnm). El centro
de la ciudad se ubica a 3500 msnm, por lo que se
trata de la metr¶opoli m¶as alta donde tiene asiento
el gobierno de una naci¶on. Asimismo su aeropuerto,
llamado \El Alto" por razones obvias, se ubica en el
Figura 7. La Paz, Bolivia.
cercano poblado del mismo nombre a una altura de
4018 msnm.
La Paz, ¯g.7 no es la poblaci¶
on m¶
as alta del mundo, ya que de acuerdo al libro Records de Guinness el
asentamiento humano m¶
as alto es el pueblo de Wenzhuan que se encuentra en la carretera norte de Qinghai en la cordillera Tangla del Tibet en la provincia de Sichuan, ya que se levanta a 5099 msnm. Por
otro lado, Lhasa, la capital administrativa de la Regi¶
on Aut¶
onoma del Tibet se encuentra a 3612 msnm,
por lo que suele ser conocida con el apodo de \techo del mundo". Tampoco El Alto es el aeropuerto m¶
as elevado del mundo, ya que ese honor le corresponde al aeropuerto de Bangda, tambi¶en en el
Tibet, a 4334 msnm. Por cierto, el tercero en altitud es Gongga de Lhasa, a 3542 msnm, que es algo m¶
as bajo que El Alto.
En contraposici¶
on a estas elevadas localidades, Arica es una ciudad costera del norte de Chile cuyo aeropuerto est¶
a ubicado, como puede suponerse, al nivel del mar porque est¶
a muy pr¶
oximo a la costa. Entre Arica y La Paz hay vuelos internacionales regulares que son relevantes debido a que ambos aeropuertos est¶
an a gran diferencia de altura. Por ello, volar de Arica a La Paz implica transportarse del nivel
del mar hasta 4000 metros de altura en apenas cuarenta y cinco minutos de vuelo. Tal situaci¶
on se presta para realizar el sencillo experimento que se describe a continuaci¶
on.
Una botella de pl¶
astico vac¶³a, de las que normalmente contienen agua para beber, se cierra herm¶eticamente en Arica poco antes de abordar el avi¶
on. En
ese momento se la puede aplastar sin que el aire contenido en el interior ofrezca mucha resistencia, sin
Curiosidades de la geograf¶³a.
Caupolic¶
an Mu~
noz Gamboa.
embargo, cuando se desembarca en La Paz la botella se encuentra sometida a gran presi¶on como si contuviera agua mineral con bastante gas. Esto se debe a que el interior de la botella conserva la presi¶
on atmosf¶erica que hay en cualquier playa del mundo, por lo que al abrirla a 4000 msnm se siente el siseo caracter¶³stico que acompa~
na la apertura de cualquier botella de agua carbonatada.
Ya de regreso, es posible realizar el experimento inverso: la misma botella vac¶³a se cierra herm¶eticamente en El Alto y se observa lo que ocurre al volar y al
descender del avi¶on en Arica. Es sorprendente comprobar que el pl¶astico se va comprimiendo poco a poco como si lo estuvieran aplastando. Adem¶
as, los envases de pl¶
astico sellados se in°an y algunos pueden
reventarse por la diferencia de presiones al ir de Arica a La Paz. La diferencia de presiones atmosf¶ericas entre ambas ciudades es su¯ciente para producir estos curiosos fen¶omenos.
Pero la presi¶
on no s¶olo produce estos efectos. Resulta que a nivel del mar el agua hierve a 100± C, pero a la altura del aeropuerto de La Paz lo hace tan
solo a 87± C, en tanto que en nuestra ciudad hierve a 93± C. Asimismo, el ox¶³geno, que a nivel del mar
se encuentra a una presi¶on atmosf¶erica de 760 mmHg y en una proporci¶on del 21 % del aire, a medida que se asciende contin¶
ua estando en la misma
proporci¶
on pero como hay menor presi¶on, al respirar hay tambi¶en menos mol¶eculas de ox¶³geno disponible por cada inhalaci¶on. Por ello, cuando se practican los deportes de alta monta~
na o se visitan ciudades de tanta altitud puede experimentarse el llamado \mal de altura", no solamente porque la diferencia de presiones puede in°arnos o aplastarnos como
a una simple botella de pl¶astico, sino m¶as bien por
la falta de ox¶³geno que es vital para la vida. En el aeropuerto de El Alto se tiene una presi¶on atmosf¶erica de s¶
olo 465 mmHg, lo que signi¯ca que el porcentaje de ox¶³geno se ha reducido aproximadamente un 40 % en cada respiraci¶on. Cuando se visita La
Paz o cuando se desea vivir all¶³, se requiere un tiempo de aclimataci¶on que depende mucho de cada persona y de la altura a la cual se encuentra la ciudad de su residencia habitual. En nuestra congestionada ciudad estamos a 2200 msnm, de modo que
el cambio puede pasar desapercibido para la mayor¶³a de los habitantes del D.F.
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Ciudades remotas
En el extremo austral del continente americano
se localizan pocos asentamientos humanos, por lo
que las ciudades se encuentran escasamente pobladas y muy separadas unas de otras, lo que se debe a que tanto el clima como la geograf¶³a hacen
que las condiciones de vida en esas latitudes sean
muy severas. Sin embargo, en esta regi¶
on se encuentran algunas de las ciudades m¶
as interesantes del
continente.
La Cordillera de los Andes concluye su larga trayectoria a trav¶es de Am¶erica del Sur generando desde Puerto Montt y en una extensi¶
on de m¶
as de 1500
kil¶
ometros, un impresionante despliegue de cumbres
nevadas, islas, canales, ¯ordos, campos de hielo, glaciares, bosques, lagos, cabos, pen¶³nsulas y bah¶³as que
van a morir con las u
¶ltimas islas del continente en
el legendario Cabo de Hornos. El punto m¶as austral de la masa continental, sin contar las numerosas islas, es el Cabo Cruz del Sur, el que se encuentra situado en la ribera norte del Estrecho de Magallanes casi a la altura del paralelo 54± S y a menos de 100 km al sur de Punta Arenas. All¶³ sirve de gu¶³a a los navegantes que atraviesan este
estrecho.
Punta Arenas, en Chile, es una ciudad de poco m¶as
de 100 mil habitantes, cuya actividad se centra en
la pesca, la ganader¶³a, el turismo, la extracci¶on de
petr¶
oleo, gas y carb¶
on, as¶³ como en las industrias derivadas de ¶estas. Al mismo tiempo es la u
¶ltima ciudad importante de la masa continental que mira hacia el estrecho, primer paso natural entre los oc¶eanos
Pac¶³¯co y Atl¶
antico el cual debe su nombre al explorador que lo descubri¶
o y que fuera tambi¶en el primero en navegarlo.
En una posici¶
on m¶
as austral y separado del estrecho por la gran isla de Tierra del Fuego se encuentra el Canal de Beagle, segundo y u
¶ltimo paso interoce¶
anico, que lleva el nombre del barco que condujera a Darwin a trav¶es de los dos oc¶eanos. En la ribera norte del canal est¶
a el asiento de Ushuaia, enclavada entre las monta~
nas y el mar casi al llegar
al paralelo 55± S. A pesar de su ubicaci¶
on tan austral es una bella ciudad de gran actividad tur¶³stica, aunque tambi¶en industrial, que ha experimentado en los u
¶ltimos a~
nos una impresionante explosi¶
on demogr¶
a¯ca promovida por medio de bene¯cios
econ¶
omicos y privilegios especiales a sus habitantes,
a las empresas que se establecen all¶³ y a los que la visitan, que la han hecho crecer hasta llegar a m¶as de
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ContactoS 60, 15{23 (2006)
40 mil habitantes permanentes. Tiene una gran actividad cosmopolita, industrial, mar¶³tima y tur¶³stica que la convierten en un lugar u
¶nico en el continente, cuyos residentes de¯enden tenazmente con la frase \ciudad del ¯n del mundo". En la orilla sur del Canal de Beagle, en la isla Navarino y a unos 30 km
hacia el Atl¶
antico, se localiza Puerto Williams, localidad originalmente fundada como una base naval de la marina chilena. En la actualidad tiene cerca de unos 2 mil habitantes y una modesta actividad comercial y tur¶³stica, aunque su principal ocupaci¶
on se re¯ere a las relacionadas con la conservaci¶
on de la soberan¶³a sobre las islas del extremo sur
del continente.
Estas localidades no son los u
¶nicos centros poblados
de la regi¶
on, pero son posiblemente los m¶as importantes y conocidos. Sin embargo, si se quiere avanzar m¶
as hacia el polo sur se encontrar¶a que en la isla Rey Jorge, perteneciente al continente ant¶
artico
y donde se concentran las bases cient¶³¯cas m¶
as importantes de varios pa¶³ses, se localiza el u
¶nico asentamiento civil permanente de la Ant¶artica a la altura del paralelo 62± S (antes del c¶³rculo polar). Se trata de la modesta Villa Las Estrellas, de menos de 200
habitantes, pero que no est¶a compuesta s¶olo de personal cient¶³¯co o militar transitorio, como las bases de investigaci¶on de diferentes pa¶³ses situadas en
esa misma isla. En Villa Las Estrellas hay familias
que pueden desarrollar una actividad pr¶acticamente normal con escuela, cl¶³nica, banco, mercado, telefon¶³a y centro deportivo, todo de acuerdo al tama~
no de la localidad y a su ubicaci¶on geogr¶a¯ca. Todo esto es posible debido a que esta isla presenta un
clima mucho menos riguroso que el resto del continente ant¶
artico, ya que una buena parte de ella no
se congela completamente, especialmente en la costa, lo que permite que la actividad humana se realice m¶
as c¶
omodamente.
Sin embargo, a pesar del clima riguroso y que la isla est¶
a situada en el continente ant¶artico, todav¶³a
hay que adentrarse mucho m¶as en ¶el para alcanzar el c¶³rculo polar (66± 33' S). No ocurre lo mismo en el hemisferio norte, donde el c¶³rculo polar ¶
artico se encuentra casi dividiendo en dos la pen¶³nsula escandinava. En esta regi¶on, conocida por el sol de
medianoche en verano y las auroras boreales en invierno, viven unas quinientas mil personas. All¶³ se
localiza Hammerfest en Noruega ciudad considerada, desde hace mucho tiempo, como la m¶as septentrional del mundo con alrededor de 7000 habitantes, ya que se encuentra ubicada sorprendentemen-
Figura 8. Hammerfest, la ciudad m¶
as septentrional del
mundo.
te un poco arriba del paralelo 70± N, ¯g. 8
Aunque experimenta noches y d¶³as de hasta 24 horas y en invierno sus temperaturas oscilan alrededor
de los 0± C, en verano presenta un clima muy agradable debido a la in°uencia notable de la corriente c¶alida del golfo de M¶exico. Por ello y por la extrema latitud de la zona, se ha convertido en un centro tur¶³stico importante de quienes quieren llegar hasta Cabo Norte (71± 10' 21" N), punto de reuni¶
on de viajeros de todo el mundo. Esto ha impulsado la creaci¶
on de diversos asentamientos tur¶³sticos en la regi¶
on, siendo el poblado de Honningsvº
ag (2800 habs.),
puerto de gran actividad pesquera y de procesamiento industrial del pescado, uno de los m¶
as cercanos
por lo que ha desarrollado una importante infraestructura. Sin embargo, los turistas que pernoctan
all¶³ y cuyo objetivo ¯nal es llegar a Cabo Norte deben pasar por Skarsvº
ag (71± 5' 60" N), peque~
no poblado pesquero con menos de 200 habitantes, por
lo que es el asentamiento humano m¶
as septentrional de Europa. Y por cierto, un poco m¶
as al norte y
al oeste de Cabo Norte se encuentra el peque~
no, desolado y cercano Cabo Knivskjellodden que, situado en 71± 11' 8" N, es realmente el punto m¶
as septentrional de Europa.
>Qu¶e mueve a los seres humanos a desa¯ar los elementos y asentarse en estos sitios tan apartados,
donde hay noches o d¶³as muy largos o de s¶
olo unas
pocas horas, dependiendo de la estaci¶
on? Posiblemente una de las razones m¶
as poderosas sea que
en los extremos norte y sur del mundo, particularmente en nuestro continente americano, la natura-
Curiosidades de la geograf¶³a.
Caupolic¶
an Mu~
noz Gamboa.
leza se encuentra pr¶acticamente virgen y se dispone de uno de los paisajes m¶as extraordinarios, extensos, desolados, impresionantes, sobrecogedores y variados de la tierra. Eso puede ser su¯ciente para sentirse especial, para hacer caso omiso a los efectos de
la intensa radiaci¶on ultravioleta debida a la delgadez de la capa de ozono y para soportar las m¶
as duras condiciones de vida de un lugar en donde hasta el aire parece ser diferente.
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