Claves para mejorar la utilización de las pasturas de alfalfa en primavera Usar eficientemente el forraje no es tarea sencilla, dado que presenta grandes variaciones en cantidad y calidad a lo largo del año y según las condiciones climáticas. Es habitual que más del 50 % del pasto producido por las alfalfas durante la época de mayor crecimiento (primavera y verano) no se consuma. Reducir estas pérdidas, en un alimento de alta calidad y bajo costo Como es el forraje fresco, es un verdadero desafío fio. Aquí proponemos algunas recomendaciones de manejo para aumentar el aprovechamiento en los lotes de alfalfa en estos meses cuando el ritmo de crecimiento es alto y la producción ion excede la capacidad de aprovecharlo. Programar los pastoreos Para realizar una organización eficiente de los pastoreos, que permita a optimizar el rendimiento de la pastura y reducir las pérdidas sin afectar la producción de los animales, es necesario tener en cuenta al menos 3 puntos: Conocer cuánto pasto hay en el lote (disponibilidad de forraje): Si bien hay información sobre la producción estacional de las alfalfas en la región, considerando que los lotes no producen todos igual, la medición de la disponibilidad, es una herramienta muy importante que permite determinar, por ejemplo, el tamaño de la franja de pastoreo. Definir el tamaño de parcela para lograr el consumo deseado: Para el caso de franja diaria, con los datos de disponibilidad, eficiencia de pastoreo, cantidad de cabezas y consumo, se realiza el siguiente cálculo: Franja diaria (m2) = (Cant. Cab. x consumo (kg MS/cab/día) x 10000 m2/ha) / (Disponibilidad (kg MS/ha) x Eficiencia (%)) Por ejemplo, para un rodeo de 150 animales, que deba consumir 7 kg de MS/cab/día, en un lote con una disponibilidad de 2000 kg de MS/ha, donde se estime un 70 % de aprovechamiento, el tamaño de la franja será: Franja diaria (m2) = (150 cab x 7 kg MS/cab/día x 10000 m2/ha) / (2000 kg MS/ha X 70 %) = 7500 m2/día. Recorrer semanalmente el lote para confirmar o realizar ajustes. La observación permite evaluar si el remanente es adecuado, realizar cambios 0 definir el momento para sacar los animales y dar otro destino a la pastura según la maduración del cultivo. En estos meses las tasas de crecimiento son muy altas (alrededor de 90 kg de MS/ha/día) y también muy variables según las condiciones climáticas, lo que hace necesario el seguimiento frecuente. ¿Cómo medir disponibilidad? Podemos estimar la disponibilidad de forraje de manera rápida y confiable cortando, secando y pesando pasto. Se necesita un marco de superficie conocida (generalmente 0.25 m2), tijera, microondas y balanza. Para obtener la muestra se deben realizar varios cortes de pasto. La cantidad debe ser suficiente para representar al lote y varía según la homogeneidad de la pastura. El corte Se debe realizar a una altura de 4 a 5 cm. La muestra compuesta por todos los cortes se pesa y se calcula la disponibilidad de forraje en kg de materia verde por hectárea: 1 kg MV/ha = Peso cortes (kg) / sup cortada (m2) x 10.000 (m2/ha) Para calcular la materia seca: 1. Separar una muestra más pequeña de 50 a 100 g. 2. Pesarla y Iuego secarla en microondas durante 3 minutos a potencia media. 3. Pesar nuevamente y volver a secar un minuto más 4. Pesar y volver a secar hasta que la muestra no pierda más peso. (Tener Ia precaución de colocar un vaso con agua en el interior de microondas para que no se incinere el forraje). Para calcular el porcentaje de materia seca usamos el peso inicial de la muestra y el final: % MS = Peso final / Peso inicial x 100 Finalmente se calcula la disponibilidad de pasto usando el valor de forraje verde y el % de materia seca calculado: Disponibilidad (kg MS/ha) = kg MV/ha x % MS / 100 Pastorear cantidad y calidad Durante primavera-verano es muy importante realizar la utilización del forraje teniendo en cuenta el estado de madurez del cultivo, buscando no afectar la producción ni la calidad. En épocas de altas tasas de crecimiento es recomendable ingresar a los potreros antes de prebotón y salir del Iote cuando se inicia la floración. En ese momento, si es necesario, las últimas parcelas se deben desacoplar de la rotación y destinar a otro fin (pastoreo con una categoría de menores requerimientos, corte para heno o silo). Cuando se entra anticipadamente a las alfalfas, se afecta el nivel de reservas acumuladas en las raíces, y esto se expresará en menor producción y persistencia. En el otro extremo, al avanzar la madurez disminuye la calidad del forraje, baja la digestibilidad y la proteína y aumenta la fibra. Aprovechar los excedentes Las altas tasas de producción de forraje de excelente valor nutritivo en primavera/ verano de la alfalfa justifican los esfuerzos para planificar y presupuestar el forraje para transferir a otras épocas del año en forma de heno o silo. 2 Cualquier método de conservación que se utilice no mejorará la calidad ni la cantidad original. Es necesario tomar ciertos cuidados en el momento de la confección para lograr la mejor calidad posible de estos excedentes. En el caso de los rollos, cortar cuando los pronósticos indiquen que no habrá lluvias en los días siguientes, controlar el buen estado de las cuchillas para garantizar un corte neto de los tallos v realizar el enrollado en horarios que minimicen la pérdida de hojas. La confección de silo es una alternativa menos habitual debido a que la cantidad de pasto a ensilar es reducida y el costo de la confección elevado, pero se trata de una reserva de muy buena calidad que puede realizar un aporte significativo de proteína a las dietas. Para la confección de estos silajes, es importante Ia utilización de inoculantes que permiten conservar forraje de alfalfa húmedo con buenos resultados en cuanto a la preservación del valor nutritivo. El pastoreo con categorías de animales de menores requerimientos es otra alternativa para aprovechar los excedentes de forraje de alfalfa. Maximizar el consumo Durante los meses de octubre a diciembre, las alfalfas tienen bajos contenidos de materia seca, menor al 25 % (cada 10 kg de pasto consumido, menos de 2,5 kg es materia seca, el resto es agua), lo cual puede limitar el consumo. El pastoreo mecánico y suministro en comederos o el corte hilerado y pastoreo en andanas, son prácticas que contribuyen a mejorar el aprovechamiento de las alfalfas. Cuando se parte de un forraje de alta calidad y disponibilidad, este manejo permite mejorar la eficiencia de cosecha, aumentar la carga, el consumo y disminuir la selección por parte de los animales reduciendo el riesgo de empaste y permitiendo una mayor producción total. Hay que tener en cuenta que esta práctica reduce la calidad del forraje consumido porque es menor la selección que realiza el animal, y se debe considerar cuando se realiza el balance de Ias dietas. El pastoreo en andanas puede reemplazar la práctica bastante adoptada de desmalezar las alfalfas luego del pastoreo de los animales, de modo que en este caso no incide en los costos, ya que solo es un cambio en el momento de realizar la tarea. Cuidar las pasturas Tomar recaudos en el control de plagas y malezas es fundamental para mantener una buena calidad y producción de la pastura. Las malezas anuales (cardos. rama negra, quínoa, setaria, pasto cuaresma. etc.) y perennes (gramón, pasto puna, cebollín) que se desarrollan en los lotes dc alfalfa afectando su producción y persistencia, se deben identificar y controlar con anticipación ya que en los meses de primavera y verano Ia mayoría de los tratamientos no son eficientes. En el cuadro se presentan los umbrales de daño, que dependen de la altura del cultivo y del número de larvas mayores a 10 mm. Cuando el recuento es mayor al límite superior se debe controlar, debajo del Iímite inferior no se hace control y en el rango intermedio se debe continuar el muestreo. También es necesario monitorear la presencia de pulgones y realizar controles de acuerdo a los rangos presentados en el cuadro. En condiciones de elevadas temperaturas combinadas con 3 condiciones de sequía, pueden provocar importantes pérdidas de producción y calidad, además de ser vectores de enfermedades. Tomar precauciones para evitar empaste El riesgo de empaste en esta época está asociado a temperaturas moderadas, alta radiación solar y adecuada humedad que generan altas tasas de crecimiento de la pastura. Se recomienda tomar ciertos cuidados: Adecuar los horarios de ingreso a las nuevas parcelas favoreciendo el oreo del pasto (por ejemplo a partir de media mañana hasta que se ponga el sol) y una alta disponibilidad de tiempo para la vigilancia del rodeo. Evitar pastoreos con lluvia, heladas o rocío que aumentan el contenido agua en el rumen y la fragilidad de las hojas. Impedir el ingreso de animales hambreados, para permitir un llenado ruminal más parejo en el tiempo. Por ejemplo dar el mixer o el rollo previamente. Realizar el pre-marchitado del forraje con corte, que genera menor velocidad de digestión inicial de las hojas y menor posibilidad de selección debido a la forma en que el forraje es presentado al animal. Suplementar con alimentos fibrosos de alta calidad (silo de maíz); también se pueden incluir productos (tensioactivos/antibióticos) en la ración. Utilizar tensioactivos asperjados sobre la pastura. Utilizar tensioactivos en la sala de ordeñe en vacas lecheras. Dosis de tensioactivos: Ejemplo para un producto en base a alcohol etoxilado al 25%: 4 Agua de bebida: 80 ml (otoño-primavera) o 50 ml (verano)/ 100 litros de agua, dividiendo la dosis en dos veces diarias (mañana y tarde) Asperjado en la pastura: 8 ml/100 Kg PV/día (en caso de rocío o Iluvia, repetir) Ej: 100 animales de 350 kg con 3 días de permanencia en la parcela: 100 animales x 350 kg PV = 35.000 Kg Si la dosis es 8 ml cada 100 kg PV/día entonces: (35.000 kg x 8 ml)/100 kg = 2.8 Its/día x 3 días = 8.4 lts de tensioactivo/ parcela Por vía oral en los bretes de ordeñe: 8 gr/100 Kg PV/día (Generalmente Se suministran en los casos donde hay comederos individuales en la sala de ordeñe, utilizando tensioactivos en polvo distribuidos» de manera homogénea en la ración). Producir y utilizar las alfalfas de manera eficiente es el resultado de una cantidad de decisiones, vinculadas al tamaño de las parcelas, momento de pastoreo, tiempo de uso, entrada y salida de los animales para reservas, control de malezas, etc. Todo Ío anterior requiere atención permanente, en especial en los meses de primavera y verano. Fuente: INTA – EEA General Villegas 5