Núm. 4.417 Año XVI. ECO 1 1 C PRECIOS DE SUSCRICION. PUNTOS DE SUSCRICION. «BQUIMCA éROOA. diid y ^rovinoia8, corresponaaks de la oaaa de Saavedm. En Cai-tagena un mea 8 rs.—Tríuiestrq 24. —Fuera Jo ella, trimestre SO.—Números sueltos un real. _j_^ ca disminuya su reproducción, diccompletamente en sus condiciones taion medidas tan acertadas como climatotóglcas, y que en Unus sea el saludables. Aun permanecen en tocambio de las estaciones mas violenda su fuerza y vigor las leyes proto y rápido que en otras. No solamulgadas al efecto en algunos paímente en la temperatura de algu_ _ ses ilustrados, que á tan benéfica nas locaildadesh.i causado el homLOS BOSQUES previsión deben indudablemente bre, con su falta de inteligencia, D £ L A I S L A DE C U B A . hallarse abastecidos siempre de un efecto.s contrarios á los que era prearticulo do inmenso consumo en las cisó buscar en" ella, sino que, por infinitas aplicaciones á que se dea, Rica Como pocos piúses es lagransu causa; algunas tierras fecundas tina. de Antilla en maderas pruoiosas y y fértiles en otro tiempo, se hallan de construcción, pero esta riqueza En la isla de Cuba, privilegiada, con vertidas al presente en estériles y desaparecerá bien pronto *le su suoen varias producciones, éntrelas eriales; porque hasta aqui en vez de lo, si la ignorancia de gran paite que se cuentan las mejores maderas beneficiar la tierra inteligentemente, de sus agricultoreKsigue, como haa> del mundo, como hemos dicho anla ha desangrado sin orden ni reta ahora lo ha hecho, talando sin tes, se ha mirado siempre con regla alguna, sin estudiar de una mapiedad los montes, que tan nccesaprensible abandono este ramo de la nera científica y razonada lo que A rios ion,' además del inmenso pi;>oriqueza publica, no consultando mas sus necesidades é intereses convof 4'Uc4o> que pueden rondir sus madeque al interés particular en las renia. , ras, para modificar considorable(latii^as takis y; desmontéis que se La atmósfera es también como U te los e«tremo9 d«'la temperatura han eíeptuadq ep¡aquel p ^ . Pe estierra un elemento «ajete «I cultivariable y propensa á graneles perta desvastacion^ llevada á cabo s^i vo del honhfb^b: sita ciencia y la obtarbaciones que predomina en aquel orden ni regla alguna, nacen la esservación 'Rufián nuestros trabt^ós '^ode'rosos, operan en ambos ñola- • terilidad y el desarreglo en los campais. bios atmosféricos, que se notan en bles maravillas. Ya en las naciones Sabido ts ya que el hombre puevarias lóCiilidades de aquella Antien que la agricultura está mas adede, no si trastornar completamente lla. La falta del arbolado hace que lantada, se obtienen sjii^r&njientes las condiciones esenciales de la nasean mas sensibles en algunos disresultados, Canto en ta mejora de turaíejia, variar y atemperar de tritos el calor de los triSpicos y las los climas y drcünstancias atmosun modo ostensible las circunstandestrucciones de las sequías. féricas de diversas regiones, como cias climatológicas de una poblaen Iw riiHyor aptitud y disposición A la grata sombra de los bosques ción ó (jlistrito cualquiera. de las tit'^a^ para sbr ben^ifioiase acogen y descansan los fatigaEl de«icuaiedia las tierras y las tados viageros, los cazadores y los bolas de los montes, la desecación de ' t)( arbolaio es ui)o de-los mas yeros con sus ganados. Los árboles las lagunas y pantanos, la apertuhermoiios encantos de la admirable refrescan la atmósfera, y sin ellos ra de cauces y canales, la creación Jiaturale?^, La inmensa variedad df las tierras presentarían en algunos de bosques y arboledas verificados Cüutos y f^isges eoftbellece ydá vida;, puntos la viva imagen de la estecon la inteligencia conveniente, seanimacii^in, y aun movimientotr rilidad, puesto que aquellos con gún la clenpiA preceptúa y la prácpermítasenos la frase,—á sus: mag* sus despojos las dan calor y fertica y la eaperiencia aconsejan, reníflcoa cuadros, que sin estaaicpatilizan. gularizan el curso de las estaciones, diciones presentaría un aspecto t^'i6hacen saludable un territorio morti{Se concluirá.) f«ro Y mfl|»(»Pi vt^mpjan IQ» rigo(LaCrónlca «te CatWúJI».) * Martes 6 de Junioo. mente rígida y helada, y modifican los estremos de un clima c&Udo 6 húmedo con esceso. El hombre ha necesitado miles de aíios parallegar'tti conocimiento de estas verdf^des; mas cuando la cieno s ppdo ensjefj^rlas, y^ aquel, en tan larga sucesión de tiempo, con^etio por su ignorancia t^tos y tan grandes desaciertos, desvastando i su capricho y sin medida la tierra jijie lé sustenta, que solo áellps puee achacarse la singular anomalía de que, poblaciones situadas á iguales grados de latitud, difieran S mas déla mitad del consumo áiiual de esta mercancía en Francia,' porque se calcula en unos liÓ.üOO kilogramos la cantidad dé ráatOrlacápilar invertida en mofíus, tt'enzus, rizos,étc., y quo una vez trabajácfa dá lugar auna exportacioíiá Ingfaterra y Améiíca do mas do dos tYlillonesde fi'ancos ;\l añ). Es de advertir que una gran parte de los cabellos m:inufactur^d,^^s ppr los especialistas son recogidos por los traperos de París. Se calcula etj unos 50 kilógramqs la cantidad d« caballo que diarymente «aedélas eabezas limeninos de la gran ciudad, bajo la acción d^l peine. Muy poco de este cabello s e desperdicia, y seguramente algunos vuelven en calidáfld^ adorno ' i>os-' tizo ala misma uabeza«ti^^ue^litéron antes adornó natural. ^ u)», En el café.—Mozo,, un periódico. ¿Cuál quiere usted?—Cualqttieira<»No estamos suscritos á ese. u; i i; Duelos.—]lin duelo de ^9^^^ copsecuenciasaeiía yei'ifioadp^^úUinfiamente en Praga,, entre ¡«I ,hijq (Jel príncipe Áuerap^rg,,presidente ^ei Consejo de mÍHÍst^;oa4e.AHif^tria, y el conde Leopoido^ l{(p.lowrat, ,|- , JÉI joven príncipe jresullóirp,upí,to por su advejrsjjirío. .;;•; El duelo fué precedido de circunstancias bastante sing,ulares4:-li]l conde Kolowrat, que tenia reBeAti" mientes contra el príncipe, acometió á este á puñetazos en iu estación del ferro-carril d« Praga eh el mdmaüt» en que el prinoips iti« ái lomar su billete. Los agenttja' dopóUcia y algunas otras personas quo se servacion del arbolado, importante hallaban presuntos lograron sepavenero de la riqueza pública, opuso rarlos, no sin gran trAbajo.-; •'" Miscelánea. represivas medidas á la desvastadoEl duelo se verificó k pistola, dos ra mano del hombre, egoísta por días después de esta escena, y .en naturaleza, con la intención laudaun bosque reservado. Importación de cabello.—-En los ble de precaver la falta de una de El príncipe da Auersperg, ha silas prjimeras xnateria^t' que e« de QStadQs del movimiento comercial do ent«í<^íc>o<>h gjTatTp0(npa. Toda de M^sella encontramos el curioso absoluta necesidad en todos ios dato de haberse importado por los la alta aristocracia liberal de Boheramos de la industria humapa> )La8 mia, ^ presidente del Consejo y pabuques é introducido al interior naciones cultas, convencidas de la rientes del finado, formaban parte^. conveniei^cia de publicar una ley, 75.000 kilogramos de «cabello hudel cortejjo fúnebre. mano» procedente de los países porta cuál, en los terrenos baÍdios« El conde Kolowrat, que es oftoiMl orientales, Asia Menor, Grecia, Chino éé midiesen talar lós bo&ques del ejércitp se ha constituido enaro na y el Indostan. ni' arbolados, sin que precedletie resto en un cuartel deViena, , > Esta importación constituye algo otra nueva siembra, para que nün* f^b.~.. Uiift'í: '..,,:.i.Émi¿i¡::'.