detección temprana de pérdidas auditivas en niños

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respuestas de los niños ante
estimulación de tonos, en una cabina
sonoamortiguada o sonorizada.
d. Audiometría verbal adaptada.
Podría emplearse a partir de los 3
años y se realiza con palabras
indicadas para niños, que debe
escuchar claramente y repetir.
dependen de lo precoz que sea el diagnóstico.
Es importante recordar que cualquier tipo de
hipoacusia infantil mantenida durante un
período largo, determina un retraso muy
significativo en el aprendizaje del lenguaje y,
consecuentemente en el desarrollo global del
niño, afectando su socialización hasta con
otros niños.
Pruebas Audiométricas Objetivas.
Realizadas por audióloga clínica.
a. Impedanciometría o clínicamente llamada inmitancia
acústica y el reflejo estapedial. Su interés reside en la
comprobación objetiva de evaluación de estado y
funcionalidad del oído medio y con base en los reflejos
se evalúa la existencia o no de la audición pero tiene un
valor discutido en lactantes, dadas las características
del conducto.
b. Audiometrías de electrofisiológicas. Registran en
forma de ondas la actividad eléctrica de las vías
nerviosas auditivas cuando son estimuladas por un
sonido.
Entre las cuales se encuentran:
ç Potenciales evocados auditivos de tronco cerebral. Es
el método objetivo más empleado. Se pueden obtener
desde el nacimiento, incluso en niños prematuros. Son
útiles, y consiguen una sensibilidad de 97-100% y una
especificidad de 96%.
ç Otoemisiones acústicas. Las otoemisiones son una
prueba rápida (diez minutos entre los dos oídos), se
consideran apropiadas para la primera fase de un
programa de tamizaje neonatal conocidos como
Screeningneonatal. Obtienen una sensibilidad de 95%.
TRATAMIENTOS DE LAS
PÉRDIDAS AUDITIVAS EN NIÑOS
Ante la presencia de cualquier pérdida auditiva ya
diagnosticada con pruebas auditivas y con valoración por
el pediatra, otorrinolaringólogo u otólogo es importante
tener en cuenta que incluso en un grado severo, tiene
posibilidades de tratamiento o intervención. Los
resultados de la rehabilitación (superación) tomada
FUNDACIÓN
VALLE DEL LILI
Excelencia en Salud al servicio de la comunidad
Número 181
En la intervención sobre un niño con problemas de
audición participan profesionales de muy diversos
campos, especialmente otorrinolaringólogos, otólogos,
audiólogos, fonoaudiólogos, pediatras, psicólogos y los
educadores.
EDITORIAL
La hipoacusia, sordera o disminución de la audición es una
condición frecuente en los niños. Se puede presentar al
nacimiento (el niño nace con alteración de este sentido) y
las denominamos HIPOACUSIAS CONGÉNITAS, o se
pueden adquirir después del nacimiento y son las
HIPOACUSIAS ADQUIRIDAS.
Entre algunos de los tratamientos o intervenciones que se
realizan a los niños con pérdidas auditivas (previo
exámenes y criterios profesionales) se encuentran:
ç Adaptación de audífonos. No restablecen la audición
del niño, pero le ayudarán a sacar provecho de la mayor
parte de su capacidad de audición restante.
ç Otro método para remediar la pérdida de audición
neurosensorial puede ser la utilización de un implante
coclear. Se utiliza en algunos casos de pérdida de
audición profunda y sordera. Un implante coclear es un
dispositivo que transforma el sonido en impulsos
electrónicos que se transmiten a la cóclea en el oído
interno.
ç Si el caso de pérdida auditiva del niño por infecciones o
alteraciones del oído medio, se deben intervenir tanto
por el médico pediatra como el otorrinolaringólogo,
quienes con exámenes previos, determinará si se
requiere un tratamiento farmacológico o algún
procedimiento quirúrgico, que le ayude a superar su
enfermedad.
Un niño que nace y permanece con audición normal podrá
desarrollar un lenguaje oral que le permitirá comunicarse,
adquirir otros procesos como la lectoescritura, aprender un
segundo idioma y desarrollar una habilidad musical entre
otros.
Es muy importante detectar las pérdidas auditivas en los
niños sobre todo si son profundas y en ambos oídos de una
manera precoz, pues de esto depende la posibilidad de
realizar una intervención temprana; tener la opción de
utilizar alguna de las ayudas auditivas existentes
permitiéndole así, desarrollar la vía auditiva que va del
oído hasta la corteza cerebral; adquiriendo un lenguaje
oral antes de cumplir la edad de “cierre” del desarrollo de
esta vía que ocurre aproximadamente a los 4 años de edad.
De la misma manera las pérdidas auditivas leves merecen
detección e intervención temprana pues de lo contrario, el
niño oirá muchos fonemas distintos de forma similar
llevándolo a no articular los fonemas de una forma clara o
a articular las palabras deficientemente (dislalias). PARA
APRENDER A HABLAR ADECUADAMENTE SE
DEBE ESCUCHAR MUY BIEN.
Los conceptos y opiniones contenidos en los artículos de la Carta de la Salud, corresponden únicamente al de los autores y editorialistas.
Esta publicación pretende mejorar su información en temas de la salud en general. Las inquietudes que se relacionen
con su salud personal, deben ser consultadas y resueltas con su médico.
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FUNDACIÓN
VALLE DEL LILI
El Diario de nuestra gente
Excelencia en Salud al servicio de la comunidad
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Línea de Atención al Usuario: 6500870 - Bogotá D.C.
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SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD
Dra. Marisol Badiel
Dr. Carlos Alberto Cañas
Dr. Carlos Serrano Reyes
Dr. Jaime Andrés Barreto
Mayo 2011
Mónica Alexandra Niño S. - Fonoaudióloga, Especialista en Audiología
Recuerde, que gracias a todos los avances técnicos,
tecnológicos, médicos y audiológicos hoy en día es
posible que los niños con pérdida auditiva alcancen un
adecuado desarrollo del lenguaje. Es responsabilidad
nuestra de los padres y educadores detectar
tempranamente esta condición para poder ofrecer los
tratamientos y la tecnología que existe en la actualidad.
Espacio Gráfico Comunicaciones S.A. - Manizales
Dr. Paulo José Llinás
Dr. Jaime Orrego
Dr. Jorge Madriñán
Dr. César Augusto Arango
ISSN 1900-3560
DETECCIÓN TEMPRANA DE PÉRDIDAS AUDITIVAS
EN NIÑOS
Comité Editorial:
Dr. Martín Wartenberg
Dra. Martha Ligia López
Dra. Diana Prieto
Dr. Pablo Barreto
Dra. Zamira Montoya
www.valledellili.org
Sugerimos entonces que todos los niños al nacer deben
tener la oportunidad de ser evaluados, realizarles una serie
de exámenes sencillos para detectar pérdidas auditivas
(screening neonatal) y en caso de identificar una
hipoacusia, iniciar un seguimiento estrecho con el médico
otorrinolaringólogo-otólogo, el pediatra, la audióloga y la
terapista del lenguaje, para poder identificar la posible
causa de la pérdida auditiva, ofrecer un tratamiento
médico, quirúrgico, o una ayuda auditiva para amplificar
el sonido; adaptándole unos audífonos o un dispositivo
implantable por medio de cirugía tipo implante coclear o
audífono de conducción ósea que se conoce como
BAHA(bone anchored hearing aid).
De la misma manera aconsejamos a los padres y
profesores insistir en que les hagan un examen de audición
(audiometría e impedanciometría) a todos los niños ojalá
antes de iniciar su escolaridad formal que cada vez
empieza más temprano (a los 3-4 años).
En la actualidad y gracias a la tecnología avanzada en
audífonos y ayudas auditivas implantables por cirugía,
estos niños pueden asistir a colegios normales al igual que
los niños oyentes, lograr su autonomía y ser útiles a la
sociedad al llegar a la adultez.
En esta Carta de la Salud la doctora Mónica Niño
(audióloga) explica cómo detectar las pérdidas auditivas
en los niños y las pruebas audiológicas existentes en la
actualidad para su identificación.
Susana Santamaría M.D. – Otorrinolaringóloga.
Subespecialista en Otología y Neurotología.
Directora del programa de implante coclear
y ayudas auditivas implantables.
Fundación Valle del Lili
La Fundación Valle del Lili es una institución privada sin ánimo de lucro que pertenece a la comunidad; organizada para ofrecer
servicios de salud de alta tecnología a todas las personas sin distingo de su condición socio-económica.
La audición es el sentido que permite adquirir el
lenguaje, es el camino a través del cual los niños se
desarrollan comunicativamente, aprenden de
manera activa y desarrollan su pensamiento y
conocimiento.
ç
ç
ç
ç
Moderada, con umbrales entre rangos de 41 a 60dB
Moderada-severa entre rangos de 61 y 80dB
Severa entre rangos 81 y 100dB
Hipoacusia de grado profundo o cofósis con rangos
mayores a 100dB.
Cuadro Niveles de Pérdida Auditiva según la Audiometría.
La audición se logra a través de un complejo proceso
mediante el cual el oído externo capta el sonido que se
desplaza por medio de ondas y lo lleva, a través del canal
auditivo, al tímpano. Dichas ondas hacen vibrar el
tímpano que transmite la fuerza de la onda a la cadena de
huecesillos (martillo, yunque y estribo) moviendo el
líquido del interior de la cóclea o caracol en el oído interno.
De esta manera las células ciliadas se mueven y transmiten
esta energía mecánica eléctrica que viaja por el nervio
auditivo hasta el cerebro donde se hace la interpretación
del sonido.
El proceso auditivo se puede ver afectado por diferentes
factores externos e internos que desencadenan
disminución total o parcial de la capacidad de percibir o
entender los sonidos, y se conocen como hipoacusia,
llamada también sordera.
A su vez, también se puede clasificar según el grado de la
pérdida auditiva, que se mide en decibeles (dB) en
diferentes frecuencias que van entre 250 y 8000Hz y se
mide en un examen llamado AUDIOMETRÍA. De esta
manera se establece que:
ç En la audición normal el rango está entre 0 y 20dB
ç Hipoacusia leve entre rangos 21 y 40dB
En diferentes estudios han encontrado algunas
condiciones importantes como son:
1. Antecedente familiar de hipoacusia o sordera
2. Infecciones en el embarazo (toxoplasmosis, sífilis,
rubéola e infecciones virales como herpes, sarampión,
citomegalovirus).
3. Anomalías congénitas de cabeza y cuello, incluyendo
anomalías del pabellón, atresias de conducto.
4. Peso al nacimiento menor de 1500g y prematuros
5. Disminución total o parcial de oxígeno al nacer
(hipoxia , anoxia)
6. Hiperbilirrubinemia (niveles altos de bilirrubina)
7. Uso de medicamentos tóxicos para el oído interno de la
madre.
8. Meningitis bacteriana.
¿CÓMO DETECTAR UNA
PÉRDIDA AUDITIVA?
¿HAY MUCHOS NIÑOS
CON PÉRDIDAS AUDITIVAS?
De acuerdo con estudios realizados en Estados Unidos
3 de cada 1.000 nacidos vivos presentan hipoacusias
severas y profundas, pero también 3 de 100 nacen con
alguna pérdida auditiva permanente de grados moderados
y que al igual que la anterior condición debe detectarse
y estudiarse lo más pronto posible después del
nacimiento.
La hipoacusia se puede clasificar así:
ç La hipoacusia conductiva o de transmisión:
En ella se encuentra afectado el mecanismo de
transmisión de la onda sonora a nivel del conducto
auditivo externo, de la membrana timpánica,
huesecillos o cavidad del oído medio.
ç La hipoacusia neurosensorial o de percepción:
La alteración está a nivel coclear o del nervio auditivo.
ç La hipoacusia de origen central:
En este caso, el daño impide recibir la información. Es
posible que la alteración esté a nivel de procesamiento
del lenguaje en la corteza cerebral. Es decir, el niño
recibe la información, pero no responde o no
comprende lo que había oído.
FACTORES DE RIESGO
PARA PÉRDIDA AUDITIVA
En la población colombiana según datos suministrados
por el DANE en estudios del año 2004 de 720.984 niños
nacidos vivos, cerca de 4.325 niños tenían pérdidas
auditivas convirtiéndose esto en un problema de salud
muy importante. De la misma forma se han demostrado
que más de 35% de las sorderas son de origen congénito,
osea el niño nace con sordera (factores de herencia o
enfermedades durante el embarazo como la rubéola,
toxoplasma, varicela, sarampión, infección por
citomegalovirus), o se adquiere después del nacimiento
por problemas durante el parto como falta de oxígeno
(hipoxia neonatal).
Un factor muy recurrente y generador de pérdidas
auditivas, lo constituye la presencia de otitis media
(infecciones en los oídos), entre 85% y 96% de niños
menores de un año han presentado por lo menos un
proceso otitis y aproximadamente 1/3 de ellos presenta
múltiples cuadros de ella hasta la edad de tres años, sin ser
tratados por un médico o en algunos casos con “remedios
caseros” que no ayudan a superar las molestias, ni la
infección.
Es de vital importancia evaluar a todos
los niños y con mayor razón los
nacidos con alto riesgo, con las
entidades o enfermedades nombradas
o con historia familiar de sordera.
Las estadísticas muestran que entre
40% y 50% de los niños detectados con
pérdida auditiva no tienen historia
familiar de sordera ni son niños de alto
riesgo.
Los padres deben estar alerta a cualquier signo de pérdida
de la audición y consultar al pediatra, médico o al
otorrinolaringólogo de confianza para iniciar unos
exámenes de valoración y descartar la presencia de una
pérdida auditiva. Algunas de las preguntas que pueden
generarse, teniendo en cuenta la edad y madurez en el
desarrollo de los hijos son:
En el niño menor de 10 meses
¿Despiertan al niño los ruidos como golpes fuertes,
timbres o sirenas?
¿Siente el niño aproximarse, o reacciona al oír hablar a
personas conocidas sin verlas?
¿Intenta localizar el niño ruidos que le llamen la atención?
¿Balbucea? (realiza sonidos como ma, bu).
En el niño de 10-18 meses
¿Responde de alguna manera el niño a preguntas sencillas
sin gestos?
¿Responde de alguna manera al timbre o al teléfono?
¿Responde de alguna manera cuando se le grita desde otra
habitación?
¿Emite sonidos articulados o melódicos? Tales como
mamá, papá, agua, tete.
¿Ha comenzado a hablar?
En el niño de 2 años
Repita las preguntas de 10-18 meses y las siguientes:
¿Responde a preguntas sencillas, sin gestos y sin mirar a
los labios?
¿Dice palabras sencillas habituales?
¿Construye frases de 2 palabras? Por
ejemplo “deme tete”.
En el niño de 3-6 años
¿Tiene el niño un lenguaje adecuado
para su edad?
¿Grita el niño excesivamente al
hablar?
¿Contesta el niño ocasionalmente o
frecuentemente con un qué?
¿El niño sube muy alto el volumen del televisor?
¿Tiene problemas de relación o integración en el jardín o
colegio?
¿Es introvertido, distraído o agresivo?
Cuestionario adaptado de Matkin ND. Early recognition and
referal of hearing impaired children. Pediatr Rev 1984; 6: 151.
PRUEBAS PARA LA DETECCIÓN DE PÉRDIDAS AUDITIVAS EN NIÑOS
El objetivo primario de una evaluación auditiva es detectar
las pérdidas, confirmar u determinar su magnitud.
Específicamente con los niños es importante tener
en cuenta que si existe un factor de riesgo, es
necesario realizar unas pruebas de screening
auditivo postnatal. Si esta prueba es superada
satisfactoriamente, se deben revisar con
pruebas diagnósticas objetivas por lo menos
cada 6 meses hasta los 3 años y en intervalos
apropiados a partir de entonces.
Las diferentes técnicas se deben emplear
según el desarrollo y edad del paciente. Se
dividen en dos grupos: pruebas
subjetivas y pruebas objetivas.
Pruebas audiométricas subjetivas.
Las realiza la audióloga clínica
a. Audiometría comportamental.
Se evalúa la respuesta o
reacción del niño ante un
estímulo sonoro.
b. Audiometría de reflejo
condicionado. Se asocia un
componente de juego para
atraer la atención del niño.
c. Audiometría tonal, por
encima de los 3-5 años. Es la
prueba ideal, cuando es
posible, ya que se evalúa las
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