111_09 Aju 047-216 fortea luna 16/10/09 12:10 Página 491 Actas del Sexto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Valencia, 21-24 octubre 2009, eds. S. Huerta, R. Marín, R. Soler, A. Zaragozá. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 2009 Origen de la bóveda tabicada Manuel Fortea Luna La bóveda tabicada parece un asunto escurridizo en lo que a su estudio y análisis se refiere. Difícil de explicar, difícil de encontrar sus orígenes, difícil de predecir su comportamiento, difícil de adivinar su funcionamiento. El propósito de esta disertación es profundizar exclusivamente en la búsqueda de sus orígenes dejando el resto para otra ocasión. Algunos se han atrevido a señalar el nacimiento de la bóveda tabicada atendiendo exclusivamente a algún pequeño indicio, bien de orden documental o arqueológico, pero el asunto es un poco más complejo. En principio hemos de convenir que la bóveda tabicada, por sus características propias no puede provenir de lugares fríos y húmedos donde el yeso es un material extraño e inusual. Igualmente y por las mismas razones, tampoco puede provenir de lugares donde desconozcan la construcción sin cimbra. Y ésta es una técnica que no surge por generación espontánea, es suficientemente depurada y compleja de concepto como para no aceptar un nacimiento repentino producto de una idea feliz de un iluminado. Al contrario su nacimiento es la culminación de un proceso evolutivo en el que se han ido sorteando paulatinamente los obstáculos planteados. El proceso evolutivo de la bóveda tabica bien podría haber sido el siguiente: Partimos de una técnica de construcción de bóvedas de fábrica de ladrillo sin cimbra, que tiene su cuna en Mesopotamia. En un lugar donde se tuviera conocimiento y dominio del yeso es fácil imaginar que se tratara de aprovechar las ventajas de este material con el objeto de economizar re- cursos, tanto humanos (por necesitar menos tiempo de mano de obra) como materiales (por necesitar menos números de ladrillo). Es decir surge la bóveda tabicada como la versión optimizada de la bóveda de rosca. En Extremadura podemos encontrar las mismas bóvedas en versión «bóveda de rosca» y en versión «bóveda tabicada» (Fortea Luna y López Bernal 1998). Las bóvedas tabicadas siempre han sido elementos «baratos» de poca «dignidad arquitectónica», por lo que siempre han necesitado estar revestidas y adornadas, a excepción de los espacios de segunda o tercera categoría como instalaciones agropecuarias o industriales. En España han convivido con naturalidad las bóvedas de rosca con las tabicadas, siempre dando por sentado que aquellas son de una clase superior. Las bóvedas de rosca tienen la consideración ante el público en general (tanto experto como neófito) de ser superior a las tabicadas en resistencia, en durabilidad, en costo, y consecuentemente en consideración social. Un punto de vista que no se corresponde con la realidad. La bóveda tabicada es un refinamiento tecnológico y conceptual y por ello la dificultad de su aprehensión. ELEMENTOS FUNDAMENTALES DE LA BÓVEDA TABICADA La bóveda tabicada tiene dos características definitorias, una la construcción sin cimbra, la segunda es la utilización del mortero de yeso. Una tercera, también 111_09 Aju 047-216 fortea luna 492 16/10/09 12:10 Página 492 M. Fortea definitoria aunque no singular, es la utilización del ladrillo. Ladrillo. Yeso. Construcción sin cimbra. Estas tres cuestiones nos deben de conducir a su origen. Dicho de otra manera, no conseguiremos descubrir su origen si olvidamos sus características esenciales. Empezando por la última, la construcción sin cimbra, la bóveda tabicada ha de surgir donde ya exista la cultura y el conocimiento de la construcción de bóvedas sin cimbra, y no conocemos otra tipología de esta técnica más que las mesopotámicas y sus derivadas. En segundo lugar la bóveda tabicada no pudo nacer en un lugar que no se conociera el yeso, tanto su producción como su utilización. En tercer lugar la bóveda tabicada necesita obligatoriamente la concurrencia de la cerámica, del ladrillo, aunque el conocimiento de esta tecnología es fácil encontrarlo casi en cualquier sitio. Su origen debe estar donde exista cultura y conocimiento de las tres, es decir de construcción de bóvedas sin cimbra, de utilización profusa del yeso y de fabricación de ladrillo que no es más que cerámica cocida. El punto de origen para las construcciones abovedadas sin cimbra es Mesopotamia, ni siquiera Bizancio. La cultura que mas dominio ha demostrado sobre el yeso ha sido la árabe o islámica. La cerámica es una tecnología común y muy extendida. El punto donde confluyeron las dos primeras en un momento remoto de la historia es la península ibérica sobre todo en el levante de la España musulmana. Choisy (1883) nos enseña como los mesopotámicos inician su evolución hacia las estructuras de fábrica interponiendo piezas cerámicas entre las dovelas pétreas, absorbiendo con aquellas la junta en forma de trompa y evitando el tener que labrar las piezas. Con este método todas las dovelas son iguales, paralepipédicas, evitando el complicado corte de la piedra, sustituyendo la montea por la albañilería. Esta tecnología de fábrica evolucionó, como todas, hacia una mejora de resultados y hacia la simplificación de ejecución. Fueron los mesopotámicos los que descubrieron la innecesariedad de colocar los ladrillos con juntas radiales en un arco, observando que cuanto más horizontales los colocaban mejor se sostenían durante su ejecución hasta el punto de no necesitar ningún elemento de sustentación auxiliar. A partir de aquí el aparejo venía determinado por las condiciones de ejecución y no por otras cuestiones, máxime cuando la fábrica estaba destinada a ser revestida. El mudéjar cuando labra un arco con cimbra no coloca las juntas radiales, en este caso las sitúa más verticales, facilitando la ejecución de los arranques en los muros, consiguiendo juntas más homogéneas y las formas caprichosas en el centro del mismo. El yeso es una sustancia que se encuentra en algunos lugares de la naturaleza. Químicamente es un sulfato cálcico hidratado. Cocido a temperaturas moderadas pierde las dos moléculas de agua, y triturado posteriormente se convierte en un polvo que tiene la propiedad de endurecerse con cierta rapidez cuando se mezcla con agua. En España el yeso es abundante sobre todo en el Levante, desde Castellón hasta Almería, donde se encuentra en forma de cristales. Se ha venido utilizando desde hace mucho tiempo. Por ejemplo en las obras realizadas en la Alhambra bajo el reinado de los Reyes Católicos se utilizaron tres tipos de yeso, «yeso de Gabia», «yeso para la yesería» y «yeso en piedra» (Malpica Cuello y Bermúdez López). El ladrillo es uno de los materiales de construcción más antiguos que se conocen. Su fabricación más rudimentaria consiste en arcilla simplemente amasada, secado en rejales, y cocción en piras apilados con el combustible. Desde fines del neolítico, la población mesopotámica hizo amplio uso del adobe y del ladrillo. Los caldeos y asirios utilizaron losetas de arcilla concha para proteger los tapiales. En uno de los primeros lugares que aparece el ladrillo es en la pavimentación y la construcción de bóvedas (tumbas de la III dinastía Ur). El ladrillo vitrificado apareció en el I milenio a. J.C. en Babilonia. Los arquitectos musulmanes de Siria hicieron uso del ladrillo desde fines del periodo Omeya. La expansión del Islam supuso una paralela difusión de la técnica constructiva en ladrillo. PHILIPPE ARAGUAS No muchos autores se han atrevido a datar el nacimiento de la bóveda tabicada, o al menos fechar tempranos ejemplares. La dificultad es doble, por la ausencia de documentación escrita y la escasa información que aportan las pruebas arqueológicas. De la documentación escrita solo podemos esperar encontrar noticias de su existencia, pero no encontraremos un libro de texto donde se explique y enseñe un oficio como el de construir bóvedas. La ciencia y el conocimiento de cualquier arte estaban guardados secreta y celosamente por los gremios, y no será hasta 111_09 Aju 047-216 fortea luna 16/10/09 12:10 Página 493 Origen de la bóveda tabicada el renacimiento que dichos conocimientos se divulguen en escritos y tratados traspasando las fronteras gremiales. George R. Collins dice que la referencia más antigua de la que dispone es la de «una carta de Martin I el Humano a principios del siglo XV, que trata de la construcción de la Capilla Real de la catedral de Barcelona» (Collins 2001). Philippe Araguas data el nacimiento de la bóveda tabicada en 1.382, entendiendo el término desde un punto de vista arqueológico, basado en un documento del rey D. Pedro de Aragón, donde se describe el descubrimiento de una nueva técnica como «una manera de trabajar con el yeso y el ladrillo más provechosa, más ligera y de poco peso». El documento tiene forma de carta dirigida a un tal Merino firmada por el propio rey en Algeciras el 22 de junio de 1382 (Araguas 1998, 135). Nuevos hallazgos documentales permiten aportar información sobre bóvedas tabicadas realizadas en la capilla de los Jofre del Convento de Santo Domingo de Valencia en el mismo año, realizada por el maestro Juan Franch (Gómez-Ferrer 2008, 138). Ambos hechos tienen lugar bajo el reinado de Pedro IV de Aragón, y en sus dominios. El rey Pedro IV de Aragón cuando escribe desde Algeciras en 1382, está ante una ciudad que había sido incendiada, arrasada aniquilada y abandonada solo tres años antes. Presumiblemente se encontraría en estado lamentable y parcialmente en proceso de reparación o reconstrucción, pero lo que no sería momento es de presenciar alguna construcción lujosa o espectacular. Por tanto lo que se podría observar allí en aquel momento es una tecnología muy estándar y muy conocida. 493 sistente en situar en el reinado de Pedro IV de Aragón el nacimiento de la bóveda tabicada, estaba amenazada por la existencia de la cúpula tabicada de Aznalcóllar de Sevilla. La teoría de Araguas se desmorona al penetrar en territorio andalusí, el otro gran país del ladrillo según sus propias palabras. El caso de Aznalcóllar no es un caso aislado, junto a ella, y del mismo tipo, se pueden citar la iglesia de Nuestra señora del Valle de Palma del Condado, la ermita de Gelo en Benacazón, y las parroquiales de Hinojos y Gerena, solamente dentro de la provincia de Sevilla (Torres Balbás 1981, 287). Pero volvamos al imperio nazarí en tiempos de Mohamed V, tiempos brillantes para la Alhambra. Hablar de la Alhambra de Granada es imposible sin recurrir a D. Leopoldo Torres Balbás (Muñoz Cosme 2005). En la Alhambra, los ricos decorados de las viviendas palatinas le roban protagonismo a otras piezas arquitectónicas. La utilización de bóvedas de ladrillo dentro de la zona palacial se limita casi exclusivamente a los baños, mientras que en la zona militar su empleo fue generalizado. Para D. Leopoldo Torres Balbás uno de los tipos mas interesantes de tales bóvedas es el de gallonadas, de las cuales «existen tres ejemplares poco divulgados: dos, en la Puerta de las Armas, y uno en una torre situada al sur del Patio de los Leones, en la salida de éste al Partal ... La primera bóveda agallonada bajo la que se pasa es una cúpula sobre cuatro trompas de semibóveda de aristas, que cubre un espacio cuadrado de 3,15 m. De esta planta octogonal se pasa a otra de 16 lados, de los que arrancan otros tantos gallones que forman la cúpula y se encuentran en arista viva. La cúpula está recubierta de un enlucido de yeso pintado de rojo imitando el despiece del mismo material» (figura 1). D. LEOPOLDO TORRES BALBÁS El discurso de Araguas nos ha llevado hasta Algeciras, perteneciente al reino nazarí en la época de Mohamed V de Granada, bajo cuyo mandato fue construido el Patio de los Leones de la Alhambra. Araguas reconoce que «subsiste una duda (sobre su teoría) por la existencia de la pequeña capilla de Aznalcóllar de Sevilla, parcialmente arruinada, que presenta una cúpula con los ladrillos colocados de plano», indicando que este caso de Sevilla «es la única manifestación precoz de esta técnica en el otro gran país del ladrillo que es Andalucía» (Araguas 1998, 135). Efectivamente la teoría de Araguas, con- La segunda cúpula gallonada de la Puerta de Armas cubre igualmente un espacio cuadrado de 3,15 m, solo que ésta es de ocho gallones (figura 2). La tercera cúpula gallonada, inmediata al Patio de los Leones, cubre un espacio cuadrado de 4,20 m, a una considerable altura. Se trata de una torre por la que se accede a los nuevos jardines del Partal, donde se construyó una cúpula gallonada semejante a la descrita en primer lugar» (figura 3). Las aristas vivas que separan los gallones parecen hechas de ladrillo de plano. «Parece indudable que su 111_09 Aju 047-216 fortea luna 16/10/09 12:10 494 Página 494 M. Fortea Figura 1 Bóveda gallonada de la Alhambra. Puerta de las Armas Figura 2 Bóveda gallonada de la Alhambra. Puerta de las Armas construcción es anterior a la del Patio de los Leones, obra de Muhammad V (1354–1391)... Tal indicio nos lleva a suponerlas construidas en la primera mitad del siglo XIV» (Torres Balbás 1981, 34). Si damos crédito a D. Leopoldo Torres Balbás, y admitimos que los ladrillos están colocados de plano, estamos ante una bóveda tabicada. Encontramos bóvedas gallonadas en la segunda mitad siglo X en la Mezquita de Córdoba (961–969) y en varias iglesia mozárabes. En el siglo siguiente, en el mihrab del oratorio de la Aljafería de Zaragoza. En el XII en la mezquita de Tremecen. Cúpulas gallonadas encontramos en Zamora, Salamanca, Toro o León, pero donde abundan mas en número es en Andalucía y Extremadura, baste nombrar la de la iglesia de Lebrija o la del Convento de las Clarisas en Zafra. Las influencias sirias, y consecuentemente mesopotámicas, eran frecuentes en la España musulmana, siendo sus puntos de entrada más importante los puertos de Almería y Málaga. Esas influencias eran de diferente género, tanto de importación de tecnología y modas, como de transferencias comerciales en ambas direcciones. No obstante, el sur del levante peninsular ya había tenido relaciones con Oriente en épocas pasadas. El imperio Bizantino no consolidó su presencia en Hispania, pero si dejó varios gérmenes de su cultura y conocimiento que arraigaron con profundidad y dieron sus frutos. Uno de ellos fue la construcción de bóvedas de ladrillo, tanto en su técnica de construcción sin cimbra, (precursoras de las bóvedas tabicadas) como en la morfología de las bóvedas gallonadas, herederas de la cúpula central de Santa Sofía que en realidad es una bóveda gallonada de 40 elementos. AL IDRISI Figura 3 Convento de Santo Domingo. Valencia. Bóveda de una de las capillas Si Araguas nos había conducido hasta Algeciras a finales del siglo XIV, D. Leopoldo Torres Balbás nos ha llevado por una senda de pesquisa hasta abandonarnos en Pechina en el siglo IX. Hasta ahora han sido textos cristianos los que nos han ayudado a seguir la pista de la bóveda tabicada, a partir de este momento será imprescindible recurrir a textos árabes de la España musulmana que nos den luz sobre el tema que nos ocupa. Parece que el lugar mas indicado para encontrar referencias escritas es bucear en la geografía. 111_09 Aju 047-216 fortea luna 16/10/09 12:10 Página 495 Origen de la bóveda tabicada En el siglo XII aparece Al ldrisi, el primer y mayor geógrafo hispano-musulmán que describe la Península en su totalidad. Abû ‘Abd Alláh Muhammad b. Abd Allah b. Idris al-Sarif nació en Ceuta el año 1099, a mediados del siglo XII, en época almorávide, conoció en su decadencia la antigua capital califal, donde acabó sus estudios (Muñoz Cosme 2005). En el año 1138, tras su traslado a la corte de Palermo por invitación del rey Roger II de Sicilia (1121–1154), inició la redacción de su obra geográfica titulada Nuzhat al-Muπtâq, y, cuando murió su señor, continuó sus investigaciones científicas bajo el patrocinio del nuevo monarca Guillermo (1154–1166), muriendo en el año 1164. Lo concerniente a la España de entonces se encuentra en el llamado Cuarto clima. Al Idrisi terminó su obra geográfica en 1154. De los escritos de Al Idrisi nos interesa justamente donde nos dejó D. Leopoldo Torres Balbás, Pechina y por extensión Almería. Al Idrisi nos muestra una Almería industriosa, comercial y rica (Al Idrisi). En su descripción de la ciudad, que como ya se ha dicho anteriormente no son muy extensas, se detiene de manera sorprendente, singular y directa al yeso, a las canteras de Alhama, a su producción, su uso y comercialización. Todo el esplendor de Almería que cuenta con tanto fervor y entusiasmo el cronista, (970 paradores, mas de 800 talleres de tejidos, etc.) se vuelve desolación en el último párrafo. Es de suponer que su momento mas álgido se situara unos años o décadas anteriores a esta crónica. VALENCIA: CONVENTO DE SANTO DOMINGO A partir del siglo XV es relativamente fácil encontrar vestigios e incluso ejemplares de bóvedas tabicadas. Collins fijaba en el principio de este siglo el conocimiento de su existencia, al menos documental. El límite de nuevos rastreos estaba fijado justo ahí, y es a partir de esa frontera donde hemos empezado a indagar. El primer caso que hemos encontrado es el convento de Santo Domingo de Valencia, un edificio del siglo XIV, que tras diversas reformas, ampliaciones y adaptaciones, hoy alberga un complejo de instalaciones administrativas militares. Ya se ha comentado anteriormente la existencia de documentación que permite datar la construcción de dicho convento en en el año 1382, y más concretamente poder afirmar que se trata de bóvedas tabicadas por el término con- 495 tenido en el texto «vueltas de ladrillo doble de plano». El documento se refiere a una capilla, adosada al ala este del claustro, en la misma donde está la sala capitular (Magnifico ejemplar de bóvedas con plementería de rosca de ladrillo). En algunas de las capillas anejas al claustro se puede apreciar con claridad el sistema constructivo del sistema abovedado empleado: Unos nervios de piedra cuyas plementerías se rellenan con bóveda tabicada. Por la disposición de las hiladas de los ladrillos se puede afirmar con tranquilidad que el operario no dominaba la técnica, va rellenando el espacio como puede sin ningún orden ni criterio en la dirección de las hiladas, produciendo juntas desiguales y alocadas. Esto no tiene ninguna trascendencia en la estabilidad de la estructura, que se mantiene igualmente segura independientemente de la homogeneidad de las hiladas, pero si pone en evidencia, además de la inexperiencia del operario, la voluntad inicial de no dejar vistas estas fábricas, es decir, estaban construidas para ser revestidas posteriormente, no permitiendo descubrir estas pequeñas mezquindades en una obra de prestancia y dignidad. Justo en el rincón del Claustro del Convento de Santo Domingo, se observa como el inicio de la plementería sobre el nervio de esquina, se realiza con fábrica de rosca, para cambiar a bóveda tabicada a partir de cierta altura (figura 4). Podría ser éste el punto crítico del inicio de la utilización de esta técnica en este edificio. El resto de las pandas y las capillas son de bóvedas tabicadas, la sala capitular es de bóveda de rosca. Sea o no el punto crítico, lo cierto es que en este edificio se mantuvo el sistema estructural, nervios de piedra con plementería de ladrillo, cambiando la fábrica de ladrillo de rosca a tabicada, pero manteniendo el concepto gótico de crucería. GRANADA: LA ALHAMBRA La primera constancia que se tiene de la Alhambra es del siglo IX, denominada al Qal’a al-Hamra (el castillo rojo), es cuando Sawwar ben Hamrun se refugia en ella en 889. Con Mohamed III (1302–1309) se trazaron las líneas maestras de organización general o distribución. Yúsuf I (1333–1353) y Mohamed V (1353–1391) representan el periodo de mayor brillantez. 111_09 Aju 047-216 fortea luna 496 16/10/09 12:10 Página 496 M. Fortea riores realizan la transformación a un polígono de 16 lados. Está revestida con un revoco imitando el ladrillo visto. Esta técnica es frecuente en la arquitectura hispano musulmana; por un lado se reviste el ladrillo, entendiendo que la fábrica desnuda no es apta para ser vista por razones técnicas, y por otro en ausencia de decoraciones mas ostentosas, se recurre a una imagen sencilla y neutra como es la imitación a la fábrica de ladrillo, eso si de líneas perfectas y tratamiento homogéneo. La tercera bóveda gallonada perteneciente a la Puerta de Armas es de tan solo 8 gajos, y sus nervios, más poderosos de sección, arrancan del punto medio de los lados de la base en lugar de los vértices, arrancan del vacío al igual que las mukarnas. AZNALCÓLLAR: LA ZAWIYA Figura 4 Convento de Santo Domingo. Valencia. El inicio de la plementería está ejecutado a rosca, el resto tabicado D. Leopoldo Torres Balbás hablaba de tres bóvedas gallonadas, una de ellas situada en las proximidades del patio de los leones y las otras dos en la Puerta de Armas. La primera la databa en la primera mitad del siglo XIV por entender que debía haber sido construida con anterioridad al reinado de Mohamed V, no pronunciándose sobre la datación de las otras. La Puerta de Armas, ya conocida con este nombre desde finales del siglo XV, era la entrada que comunicaba la fortaleza con la ciudad. De tres plantas, además de las bóvedas de gallones contiene otras bóvedas. Sabemos que la construcción de la Puerta de Armas es de finales del siglo XIII. Dos de las bóvedas gallonadas de la Alhambra son de 16 gallos. Sobre los chaflanes de las esquinas se construyen 4 semibóvedas de aristas, pasando de una base cuadrada a otra octogonal, y unos vuelos supe- Aznalcóllar es un pueblo perteneciente al área denominada Aljarafe de la provincia de Sevilla. Dicha zona da al monte Aljarafe (al-Saraf) de donde recibe el nombre. En época musulmana Aljarafe era un distrito de la «Cora de Sevilla». Con la caída del Califato en 1035 Sevilla adquiere la soberanía, convirtiéndose en el reino de taifa más poderoso. Aznalcóllar en ese tiempo fue una población, menor con una pequeña edificación militar, formando parte de la línea defensiva de todo el Aljarafe, como protección del núcleo principal que era Sevilla. En 1224, el Aljarafe es atacado por tropas leonesas y los castillos del Aljarafe son tomados por el disidente gobernador de Sevilla ‘Abd Allah al-Bayyasi, aliado de Fernando III. Con esta derrota, declina finalmente el dominio almohade en el Reino de Sevilla. La Capilla del Cementerio formaba parte de una edificación de mayor entidad hoy desaparecida Un estudio reciente, aún sin confirmar, afirma que se trata de un edificio islámico denominado «Zawiya», que era destinado a fines religiosos y levantado en torno a una tumba venerada de un «Santón» (en árabe waliya o sahid ) que residía allí cuando vivía o de algún fundador de órdenes religiosas. Tuve la oportunidad de visitar esta capilla en agosto de 2006, justo cuando la Escuela Taller de esa localidad estaba realizando unas obras de restauración de la bóveda. Acompañado por la directora Dña. Manuela Serrano y aprovechando que estaban los andamios colocados, subimos por ellos hasta tocar con las 111_09 Aju 047-216 fortea luna 16/10/09 12:10 Página 497 Origen de la bóveda tabicada 497 gón de cal de varios centímetros de espesor, y una nueva hoja de ladrillo colocado de plano tomada con mortero de cal. La primera hilada de la hoja interior de cada cuña, está compuesta en la base por 8 unidades. Esta sección se mantiene así durante 24 hiladas horizontales, y a partir de aquí, cuando ya queda poco para cerrar la bóveda, cambia la posición del ladrillo para ser colocado de canto, con objeto de poder soportar con comodidad un pequeño cupulín ciego sobre la clave (necesario para el contrapeso de la bóveda). Las hiladas colocadas de plano están supuestamente ejecutadas sin cimbra. La parte de la clave con los ladrillos de canto presumiblemente necesitarían algún pequeño soporte auxiliar. Los ladrillos miden aproximadamente 25 cm de largo, 12 cm de ancho y 3 cm de espesor, no llegando su peso por unidad a 1,5 kilogramos (figura 6). Esta iglesia, también conocida como «La Zawiya» ha sufrido muchas vicisitudes a lo largo de su Figura 5 Capilla del cementerio de Aznalcollar, también conocida como «La Zawiya» puntas de los dedos la clave misma de la bóveda, y apreciar en proximidad lo que no se puede captar desde la lejanía. Sobre una base cuadrada, a cierta altura, emergen cuatro semibóvedas de aristas en las esquinas haciendo chaflán transformando el cuadrado en octógono (procedimiento similar al de las bóvedas de la Alhambra) (figura 5). Desde cada lado del octógono arranca una cuña de bóveda de cañón, de simple curvatura con hiladas horizontales rectas. En la terminología de Fray Lorenzo de San Nicolás, esta sería una bóveda esquifada de ocho lados. Cada una de estas cuñas se compone de 24 hiladas de ladrillos colocados de plano (bóveda tabicada) y catorce hiladas en la cumbre de ladrillos colocados de canto (bóveda de rosca). Las patologías y las obras de reparación han permitido conocer con precisión la sección de esta bóveda que está compuesta, comenzando por el intradós de: Primero una hoja de ladrillo colocado de plano tomada con mortero de yeso, una capa de mortero u hormi- Figura 6 Cúpula de la capilla del cementerio de Aznalcollar, donde se puede apreciar con claridad la colocación de los ladrillos, las hiladas de plano y las de canto 111_09 Aju 047-216 fortea luna 498 16/10/09 12:10 Página 498 M. Fortea historia, quedando hoy reducida a una pequeña capilla, otrora cabecera de una iglesia hoy inexistente. Antes de las actuales intervenciones de la Escuela Taller de Aznalcóllar, la capilla era prácticamente una ruina. Las aguas habían penetrado en la bóveda ocasionando graves desperfectos, no obstante después de las reparaciones recibidas, con alguna que otra prótesis, hoy se mantiene en pie con dignidad. Una inscripción en la puerta da testimonio de «la restauración llevada a cabo por los alumnos del módulo de Recuperación Monumental de la Escuela Taller La Zawiya, finalizando la misma en junio de 2004». El revestimiento interior es una pintura prácticamente sobre el ladrillo, sin otro soporte previo, y por los motivos, como la flor de lis, deben ser posteriores a la dinastía borbónica española. Los historiadores locales datan su construcción en el siglo XIV, alimentando la duda de si en la cabecera (justo la actual capilla) se aprovecho un antiguo oratorio musulmán. Hasta ser pintada, la bóveda debió permanecer desnuda, sin ningún revestimiento. No es habitual en este tipo de estructuras, que como ya se ha dicho, se completaban con un tratamiento exterior diferente según el destino. Lo que nos lleva a pensar que dicha obra quedó inconclusa en el momento de la ejecución, circunstancia que nos ha brindado la oportunidad de conocer su interior. En 1224, el Aljarafe es tomado por tropas leonesas. No era Castilla en esa época un reino que brillara por su industria ni por su arte. Tanto al rey conquistador, como a su hijo Alfonso X, les costó repoblar los territorios conquistados, y siempre contando con el conocimiento de los oficios de las gente del lugar, el arte mudéjar. La Zawiya de Aznalcóllar, fuese construida antes o después de la conquista cristiana, está hecha no con tecnología castellana, sino con tecnología hispano-musulmana. Por otro lado, una pieza menor como ésta en el escalafón arquitectónico, no parece que sea merecedora de acaparar el esfuerzo de hacer venir de lejanas tierras a algún afamado artífice con una técnica novedosa para su ejecución. Por su ubicación, uso y escala más bien parece ejecutada por artesanos del lugar, o al menos de la zona, con una técnica conocida y dominada, que por circunstancias ignotas la dejaron inacabada. Una de las primeras acciones de Fernando III El Santo era ordenar la construcción de un templo, capilla o ermita, en proporción a la población conquistada, y siendo la Zawiya los restos de la construcción cristiana más antigua del pueblo es lícito pensar que pueda datar de la segunda mitad del siglo XIII. ALMERÍA Almería y su entorno estuvieron bajo el mandato de Justiniano en el siglo VI y mantuvo relaciones constantes e intensas con Oriente durante su época musulmana, por lo que está justificado que conocieran las técnicas mesopotámicas de construcción de bóvedas de ladrillo sin cimbra. Está constatado que Almería fue un importante centro de producción, utilización y venta de yeso en el siglo X por las crónicas de Al Idrisi. Según Torres Balbás la bóveda gallonada mas antigua que se tenga noticia cierta en España la sitúa en Pechina en el siglo IX. También de Pechina, en este caso de la mezquita aljama, describe Al-Udri una cúpula semiesférica formada por once arcos notablemente esculpida y con cenefas de extrañas facturas (Sánchez Martínez 1976, 48). Un conjunto de ingredientes suficientes como para pensar que al menos en la Almería del siglo XI ya existía la bóveda tabicada, entendiendo por tal una bóveda de ladrillo colocado de plano, tomado con mortero de yeso y construida sin cimbra. No deja de ser curiosa esta coincidencia, que prolifere la técnica de construir con yeso en un lugar donde existe buena piedra y de buena calidad. Hasta hoy es conocido y apreciado el mármol denominado «Macael» Las canteras de donde se extrae este material no son nuevas. Su explotación en época musulmana, en la Sierra de los Filabres, convirtió a Almería en una de las regiones andalusíes más ricas en el comercio y explotación del mármol. Empleado como material de lujo, revistió los pavimentos y zócalos de los edificios más significativos de al-Andalus. Las salas de recepción de Madina al-Zahra, el mihrab de la mezquita de Córdoba o numerosos espacios de la Granada nazarí, como el Maristán y especialmente la Alhambra, se beneficiaron de sus productos. Almería además de disponer de materiales de calidad era una ciudad rica, industriosa e inclinada al lujo y al dispendio, según Al Idrisi, y no obstante un lugar donde abunda la edificación con yeso. Esto corrobora la teoría de que la bóveda tabicada no nace por la ausencia de recursos, no es fruto de la pobreza, sino que es una tecnología depurada 111_09 Aju 047-216 fortea luna 16/10/09 12:10 Página 499 Origen de la bóveda tabicada y refinada cuyo objetivo final era agilizar el proceso constructivo, economizando en medios y plazos de ejecución. Una técnica que separa radicalmente el elemento portante de la membrana superficial, el esqueleto de la piel, lo oculto de lo visible. En el elemento portante se cuida solamente la solidez, la garantía, la fiabilidad, y en la última capa superficial la vistosidad, el lujo, el trabajo minucioso y perfeccionista. Tanto la bóveda tabicada como las filigranas de yesería se hacen con el mismo material, y casi por las mismas manos. Una optimización de los procesos, una cuestión totalmente de actualidad en esta sociedad nuestra tan supuestamente avanzada. La relación entre Al-Andalus y Bizancio no era casual ni puntual, sino permanente. Varios autores lo han expresado con profusión (Collins 2001). Baste la cita de Al Idrisi referente a los adornos enviados por el emperador de Constantinopla para la mezquita de Córdoba (Al Idrisi, 209). Justamente en Constantinopla se puede apreciar con claridad la distinción entre el elemento portante y la decoración exterior. Santa Sofía está revestida de ricos mosaicos, como edificio representativo y visitado. La cisterna, edificio utilitario, escondido bajo tierra, sin iluminación y de acceso muy restringido exclusivamente a los cuidadores, (hasta el punto de haber estado cerca de 200 años perdida) está completamente descarnada, el ladrillo desnudo en sus bóvedas, apoyadas sobre pilares reutilizados de diferentes clases y dimensiones. CONCLUSIÓN Si comparamos la bóveda de Aznalcóllar con la del Convento de Santo Domingo de Valencia encontramos el elemento común de la técnica tabicada, pero también son notables las diferencias, de las que destacamos dos: La primera es el concepto estructural, mientras en Valencia se le confía la misión portante a unos nervios de piedra, en Aznalcóllar es la propia bóveda tabicada la que se convierte en elemento portante y elemento soportado. La segunda es la colocación de las hiladas, mientras en Valencia no responde a criterio alguno, en Aznalcóllar están todas perfectamente alineadas obedeciendo a un orden preestablecido. Por otro lado la obra de Valencia es una obra emblemática en la que están involucradas las más al- 499 tas autoridades y los más cualificados artistas, mientras la de Aznalcóllar parece una obra común, dentro de su categoría, realizada por artífices locales. Por ello no parece que la bóveda de Aznalcóllar sea una manifestación precoz, sino mas bien una técnica consolidada, mientras que la de Valencia tiene un aire más experimental. El camino hasta aquí recorrido nos ha conducido a Al-Andalus, a la arquitectura hispano musulmana, señalando a Almería como el epicentro donde confluyen las condiciones propicias, o mejor indispensables, para que se produzca la evolución de las bóvedas hasta cristalizar en las bóvedas tabicadas, a saber: Una cultura de sistemas abovedados sin cimbra procedente de Oriente, y una producción abundante de un material necesario como el yeso. A ese epicentro de las bóvedas tabicadas hemos llegado de la mano de Al Idrisi, que aunque el escribiera en el año 1154, podemos suponer que las bóvedas tabicadas ya existían allí al menos en la centuria anterior. Se puede aventurar que en Almería, en el siglo XI, es el lugar y el tiempo donde situar la referencia de las primeras técnicas conocidas de bóvedas tabicadas. Fuera cual fuese su origen exacto en la península ibérica, las bóvedas tabicadas evolucionan en tres direcciones diferentes: Una en su expresión más sencilla, en forma de bóveda de cañón de diferentes secciones. Ha sido la formula mas extendida y popular, siendo su centro de irradiación Cataluña, por lo que ha llegado hasta nuestros días con el sobrenombre de bóveda catalana. La segunda de bóvedas de arista con una fuerte presencia e implantación en Extremadura y zonas limítrofes. Y la tercera un sistema sofisticado de cúpula de doble hoja con abundantes ejemplares en el antiguo reino de Valencia. La bóveda tabicada no se puede comprender sin traspasar las fronteras de los reinos cristianos peninsulares de la edad media. Es necesario sumergirse en la España musulmana para profundizar en su origen, conocimiento y evolución. D. Leopoldo Torres Balbás llamaba la atención sobre las bóvedas de la Alhambra, alentando a estudiarlas en profundidad, consciente de estar ante unas piezas de gran valor no suficientemente reconocido. Para completar la historia de las bóvedas tabicadas será ineludible recorrer la arquitectura hispano musulmana con minuciosidad, y especialmente la producida en Almería en los siglos X y XI. 111_09 Aju 047-216 fortea luna 500 16/10/09 12:10 Página 500 M. Fortea LISTA DE REFERENCIAS Al-Idrisi. Description de l’Afrique et de l’Espagne, Traducción de Reinhart, P. A. Dozy et Michaël J. de Goeje, Oriental Press, Amsterdam, 1969, republication intégrale de l’édition de Leiden, 1866. [En línea] 10 de Septiembre de 2002. http://penelope.uchicago.edu/ Thayer/F/Gazetteer/Periods/. Araguas, Philippe. 1998. «L’acte de naissance de la Boveda Tabicada ou le certificat de natutalisation de la “voûte catalana”»; Bulletin Monumental, tome 156-II année 1998, Société Française d’Archéologie. 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