los rojos nunca mueren Año XIV Núm. 38 Junio 2012

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POLITICA
OBRERA
LAS ELECCIONES DEL 2012
José Díaz Aguirre
ELECCIONES 2012
María Olmos
los rojos nunca mueren
Año XIV Núm. 38 Junio 2012
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“El comunismo no es una doctrina, sino un movimiento; no
parte de principios, sino de hechos. Los comunistas tienen
como presupuesto no tal o cual filosofía, sino toda la
historia pasada y en especial sus resultados efectivos
actuales en los países civilizados. El comunismo es el
producto de la gran industria y sus consecuencias, de la
edificación del mercado mundial, de la concurrencia sin
trabas que le corresponde, de las crisis comerciales cada
vez más fuertes y universales que se convirtieron en crisis
perfectas del mercado mundial, de la creación del
proletariado y de la concentración del capital, de la lucha
resultante del proletariado contra la burguesía. El
comunismo, en la medida que es teórico, constituye la
expresión teórica de la posición del proletariado en esta
lucha y el resumen teórico de sus condiciones de
emancipación”.
Engels. (1)
(1) “ Los Comunistas y Carlos Heinzen” Octubre de 1847, en werke, vol. IV pp. 321-322
LAS ELECCIONES DEL 2012.
La lucha entre las facciones de la burguesía mexicana se polarizó de marzo de
2004 a abril de 2005. Ante la certeza de que Andrés Manuel López Obrador
estaba dispuesto por competir para presidente de la República, la facción de la
burguesía que actuamente controla el poder del Estado mexicano, encabezado
por Fox en esos momentos y ahora por Calderón, trató por todos los medios de
impedir que eso fuera posible. Finalmente, su empeño por sacar de la jugada a
López Obrador fue derrotado y este último salió muy fortalecido de esa pugna. Sin
embargo y a pesar de esto último, la historia y su desenlace todos lo sabemos: en
base a un megafraude electoral, quizá de las dimensiones del que se registró en
1988, ganó el actual presidente Felipe Calderón. La gran burguesía imperialista
mexicana impuso a su candidato, al candidato que más garantizaba sus intereses.
La lucha entre los distintos sectores de la gran burguesía monopolista mexicana,
tiene ya años de estar polarizada. El enfrentamiento es total y las próximas
elecciones de julio de 2012, pueden resolver esa lucha en uno u otro sentido.
Hace seis años el gran capital financiero internacional, es decir los bancos
internacionales que dominan la economía mexicana, como BBVA, SANTANDER,
CITI, HSBC, resolvió que Calderón era quién mejor representaba sus intereses.
Seis años después, otra vez, a través de un proceso electoral, las distintas
facciones de la burguesía mexicana, principalmente las facciones de la burguesía
monopolista, se vuelven a enfrentar. El poder del Estado capitalista de nuevo está
en juego. ¿Qué es lo qué está en disputa? Lo que está en juego en estas
elecciones es algo parecido a lo de hace 6 años. Lo que se está disputando son
los intereses de los grandes grupos monopólicos que dominan y gobiernan este
país. Para empezar, al igual que hace 6 años, está el dominio casi total y absoluto
que el gran capital financiero internacional, representado por unos cuantos bancos
extranjeros como HSBC, SANTANDER, BBV BANCOMER, CITI BANAMEX, tiene
sobre la economìa mexicana, a la que mantienen estancada, a merced de sus
pingües negocios.
Esta en juego el control de las telecomunicaciones. En esto reside la clave del
conflicto. Al parecer eso es lo que se juega fundamentalmente en estas
elecciones. Conflicto que es el más visible y que enfrenta a Televisa, Tv Azteca,
Telmex, MVS y las empresas de cable. Este enfrentamiento entre los grandes
monopolios de las telecomunicaciones, es sin lugar a dudas el determinante en
estas elecciones. Pero también, están en disputa los intereses de las grandes
empresas mineras, de las automotrices, de las siderúrgicas. En resumen, en estas
elecciones están en disputa los inmensos intereses y las grandes ganancias de
las empresas monopólicas, ya sean nacionales o extranjeras, que existen en este
país. Es decir, las próximas elecciones, como las anteriores, las van a decidir la
Bolsa de valores y los bancos.
¿Puede haber un cambio en la condiciones de vida de la clase obrera, el
proletariado en general y los campesinos pobres, si gana alguno de los actuales
candidatos? No. De ninguna manera. Todos los candidatos a la presidencia de la
República, representan al gran capital monopolista. Unos más a cierto sector y
otros más a otro sector, pero todos son políticos al servicio de los grandes
capitalistas imperialistas que gobiernan México.
Hay quien piensa que López Obrador, sin ser revolucionario ni nada por el estilo,
puede detener en algo el avance que los grupos más retardatarios han logrado. Es
decir, piensan, que López Obrador puede impedir la criminalización del aborto, la
influencia de la iglesia católica en la educación, la reforma laboral, la reforma
educativa que son cosas que los grupos más retardatarios de la burguesía han
impuesto y nos quieren imponer, a la vida de los mexicanos y que nos tienen
viviendoen las peores condiciones económicas y políticas de la vida moderna de
este país. Nosotros dudamos que eso sea posible. Golpe dado ni dios lo quita,
dice el refrán. Y eso es lo que ha pasado en otros países, como España, Italia,
Francia, Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú e inclusive Venezuela. Dónde
llegan al poder políticos de tendencia socialista o progresista y los cambios en la
vida de la gente son realmente imperceptibles. De que hay cosas diferentes de un
gobierno a otro, ni duda cabe, pero en cuanto a la vida de los obreros, del
proletariado y los campesinos pobres, las cosas no cambian. El capitalismo sigue
siendo capitalismo. Pero no sólo eso, consideramos que sí, por ejemplo en 1988
Cárdenas hubiera ganado, si las cosas serían diferentes, aunque no de manera
escencial. Pero ahora, después de los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox y
Calderón, ya no hay mucho que hacer. Los cambios en la vida y la política han
sido definitivos y no hay forma de que nadie pueda echarlos para atrás.
Para entender la actual situación política en México, hay que considerar cuáles
han sido los cambios en la correlación de fuerzas al interior de la clase capitalista.
La incesante lucha entre las distintas facciones de la burguesía por controlar el
poder del Estado y orientarlo hacia dónde más les conviene, es algo permanente.
Sin embargo no es igual en las distintas fases del desarrollo capitalista. Es decir,
contra lo que muchos opinan, acerca de que en estos momentos se repite la lucha
entre conservadores y liberales, o entre los independentistas y realistas o entre
revolucionarios y porfiristas, la situación actual es muy diferente y obedece a la
actual fase desarrollo capitalista por la que atraviesa México: el imperialismo.
Esto significa que en la pugna por el control del poder político, por el control del
Estado y el gobierno capitalistas en México, están luchando, en primer lugar los
grupos de capitalistas imperialistas y monopolistas mexicanos. Pero no sólo ellos.
También los imperialistas norteamericanos, japoneses, españoles, ingleses,
italianos y de los demás países que tienen capitales en México. También están los
capitalistas independientes y algunos grupos de la pequeña burguesía. Por lo que
respecta a los obreros, estos no tienen una política independiente, de clase, que
les permita influir o pretender algo.
El imperialismo es la fase superior del capitalismo. Su fase última de desarrollo. A
nivel mundial dicha fase se presentó al fin del siglo 19 y principios del 20. El
imperialismo es el capitalismo monopolista. Algunas empresas se vuelven
gigantescas, se convierten en cartel, en trusts, en sindicatos, en bancos enormes,
en empresas realmente inmensas. Se logran superganancias que aumentan día a
día. Desde que el mundo capitalista arribo a esta fase de su desarrollo, hubo 4
países que han estado explotando a todos los demás, han sido los países
financieramente ricos. Un puñado de países, Inglaterra, Francia, Alemania y
Estados Unidos que extendieron sus monopolios en proporciones inabarcables,
obteniendo centenares, si no miles de millones de superganancias. Con el tiempo
y después de dos guerras mundiales y de un intensivo y cruento reparto del
mundo, a esos países se han incorporado varios más, como Japón y Rusia. A bajo
nivel pero con bastante importancia, están Holanda, Italia, Suecia, España y
Canadá. No sólo eso. Algunos países que siempre han sido parte de los países
pobres, dominados por el imperialismo, han llegado en su desarrollo capitalista
interno, a ser imperialistas.
Tal es el caso de México. De Corea, la India, China, Brasil y hasta dónde tenemos
información nada más. Es decir, estos países han llegado en su desarrollo
capitalista interno a la etapa de los monopolios y la exportación del capital. Hay un
punto de vista que dice que el imperialismo son los 4 países que mencionamos
atrás, es decir, el imperialismo original y que las cosas no han cambiado. No se
tiene en cuenta que finalmente, varios países inmersos, como todos en este
momento de la historia mundial los están, en el desarrollo capitalista, pudieran y
han llegado a la fase imperialista y se disputan el mundo; exigen un nuevo reparto
del mundo. Pero eso es que en cuanto a su política exterior, cada vez es menos
“democrática”. Pero en cuanto a su política interior, igualmente, esta tiende a la
dominación, a la dictadura más que a la democracia. Eso significa que en los
hechos hay una regresión en cuanto a los valores democráticos. Lo vivimos a
diario. En el aspecto laboral, hay una violación constante a los derechos de los
trabajadores, la cual se ha convertido en una iniciativa de ley para modificar la
constitución en contra de los derechos de los obreros y los trabajadores en
general.
Hay una renuncia clara y explícita a la laicicidad del Estado y la educación. El
clero católico en paricular, cada vez más impone sus condiciones en cuanto a las
leyes sanitarias y educativas. En fin hay una restricción absoluta en términos
democráticos, a los derechos de la población en general. Evidentemente, esto
genera que la lucha por la democracia se desarrolle. El sugimiento del EZLN y de
muchos movimientos por el reconocimiento de los derechos de la gente en todos
los sentidos se manifiesten. Esta lucha por impedir la restricción democrática que
conlleva el régimen político monopolista, podría ser valiosa para el movimiento de
los obreros y los campesinos pobres, siempre y cuando no estuviera condicionado
a los intereses de los distintos grupos políticos capitalistas que actúan en la
escenario político nacional, lo cual en las actuales condiciones políticas, es
imposible, sobretodo, porque desgraciadamente, salvo los campesinos indígenas
de Chiapas, a través del EZLN; la clase obrera en general y los campesinos
pobres de este país, están uncidos a la política burguesa de los distintos grupos y
partidos políticos capitalistas.
Lo hemos dicho muchas veces y no nos canseremos de afirmarlo: lo que se
necesita es en principio desarrollar una organización de revolucionarios
comunistas, capaz de dar al movimiento obrero independencia política, unidad,
coherencia y continuidad. Una organización que coadyuve al desarrollo de la
conciencia de clase de los proletarios y que en esa medida, desarrolle su
organización y su lucha por destruir el sistema capitalista y su Estado político.
José Díaz Aguirre.
ELECCIONES 2012
“Obreros, campesinos y el pueblo en general deben entender que mientras exista
el maldito, brutal e injusto sistema capitalista, todos los gobernantes: los
presidentes municipales, los diputados federales y locales, los gobernadores, los
jueces, los senadores y el Presidente de la República serán políticos burgueses,
representantes y servidores de la burguesía, no importa como se llamen a sí
mismos, no importa que traten de disfrazarse con otros nombres, no importa a que
partido político burgués pertenezcan; no importa que se llamen “socialistas” o
“comunistas”, si defienden al capitalismo, si permiten que los burgueses sigan
explotando a los obreros, si defienden la propiedad privada, si lanzan al ejército y
a la policía contra las masas trabajadoras que protestan y exigen una vida mejor,
esos gobernantes, esos políticos serán políticos y gobernantes ¡BURGUESES!*
En particular esta elección presidencial del 2012 nos está demostrando en la
práctica que las elecciones son un instrumento de la burguesía para mantener la
paz y la tranquilidad del sistema capitalista, porque sirven para canalizar el
descontento de la clase trabajadora y la clase media, por la situación de carencias
económicas, por lo que están atravesando desde hace años.
* “Las Elecciones: Instrumento de la Burguesía para Engañar a la Clase Obrera y a las Masas Trabajadoras”,
Grupo Federico Engels, Noviembre de 1973.
Desde 1968 a la fecha la burguesía ha recorrido un largo camino: apertura
democrática, reforma política, plurinominales, IFE, TRIFE y a nivel estatal sus
similares, para conservar y consolidar su poder político y económico primero como
clase y en especial de uno de sus sectores el financiero y monopolista. Y, si antes
de 1988 casi toda la clase burguesa estaba representada por el PRI, a partir de la
salida de un grupo importante del PRI, encabezado por Cárdenas Solórzano, la
lucha de las facciones que eran “privadas” se convirtieron en públicas, porque se
empiezan a manifestar por medio de los diversos partidos que algunas ya existían
y toman fuerza como el PAN, otros dejan su careta de comunistas y crean el PRD.
Repetimos en especial esta contienda porque nos demuestra que la llamada clase
política mexicana o los políticos representan a la burguesía como clase, pero cada
político como ciudadano representa a un sector de la burguesía, por eso ahora
vemos a un Vicente Fox, Manuel Espino, René Arce, Rosario Robles apoyar a
Enrique Peña Nieto del tan odiado PRI y a Manuel Bartlet apoyando a Andrés
Manuel López Obrador, también hay apoyo visible de empresarios que se están
manifestando abierta o veladamente. Vemos que Azcárraga Jean y Salinas Pliego
apoyan a Peña Nieto, Torruco a López Obrador, Manuel Arango a Vázquez Mota.
Al ver la lucha electoral entre la burguesía la realidad nos demuestra que las
elecciones son un engaño para tener una vida mejor como trabajadores, para
terminar con la explotación a la que somos sometidos todos los días, en las
fábricas, en las minas, en nuestro lugar de trabajo, que no existe cambio en poner
una u otra persona, ahí tenemos el ejemplo del 2000 con el voto útil para el
cambio que tanto proclamo la burguesía y la pequeña burguesía incluyendo a los
intelectuales, analistas políticos, nos beneficio de algo pasar del gobierno del PRI
al PAN, no, al contrario nuestro salario en términos reales bajó, basta con ver los
precios del frijol y la tortilla, subió el desempleo y seguimos siendo explotados.
Solo habrá “cambio verdadero”, para nosotros los obreros con la abolición de la
propiedad privada de los medios de producción y para logarlo tenemos que
organizarnos en nuestro partido.
María Olmos
13 junio de 2012
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