Universidad Autónoma del Estado de Morelos. “Las personas jurídicas son susceptibles de derechos humanos”. Autor: Lic. Rodolfo Bautista Jiménez. Correo electrónico: bautista_1204@hotmail.com Teléfono: (045 777) 136 07 21. Coautor 1: Lic. Horacio Saucedo Elías. Correo electrónico: horaciosaucedoelias@msn.com Teléfono: (045 777) 132 04 36. Coautor 2: C.P. Nereyda Salazar Galeana. Correo electrónico: nereyda.salazar@uaem.mx Teléfono: (045 777) 111 71 01. Capítulo: Aspectos legales en los negocios. XIX CONGRESO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Gestión de las Organizaciones rumbo al 3er milenio “De la regionalización a la globalización” Del 21 al 24 de abril de 2015 Universidad Juárez de Durango, Durango, Durango México 1 RESUMEN En este trabajo se busca el demostrar que las personas morales son sujeto de derechos humanos. Para llegar a esto, en este trabajo se expondrá primeramente las reformas en materia de derechos humanos que sufrió la constitución en el año 2011 mostrando los cambios en texto y por ende en materia que se vieron generados. Posteriormente desarrollaremos lo que son los elementos conceptuales de derechos humanos, persona física y persona moral para que los lectores tengan acceso claramente a los elementos que hacemos referencia. Posteriormente se hará un estudio de ciertas tesis que ha emitido la Suprema Corte de Justicia de la Nación e n relación a las personas morales y si son sujetos o no de derechos humanos. Por último señalaremos nuestras conclusiones en relación a lo estudiado anteriormente. PALABRAS CLAVE 1.-Derechos Humanos 2.-Persona 3.-Persona Moral I.- INTRODUCCIÓN Las reformas constitucionales en materia de amparo y derechos humanos de junio de 2011, originaron una transformación fértil en todo el orden jurídico mexicano, pues a partir de ellas fue reconocido a nivel constitucional la obligación de toda autoridad de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos identificados no sólo en nuestro derecho interno, sino también en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado mexicano. 2 Estas reformas constitucionales mostraron como punto sustancial, principalmente que el capítulo I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, transitó de ser denominado “De las Garantías Individuales” a ser citado “De los Derechos Humanos y sus Garantías”. Se trata, sin duda alguna, del cambio constitucional en materia de derechos básicos más importantes del último siglo, que representa un nuevo paradigma para el respeto, protección, garantía y satisfacción de los derechos humanos. (Tinoco, 2011: 39.) Además, con estas reformas constitucionales se reconoce la obligación a cargo de los jueces nacionales y en general, toda autoridad en el ámbito de su competencia, de ejercer de oficio un control difuso de convencionalidad en materia de derechos humanos, que les comisiona a salvaguardar no sólo los derechos fundamentales previstos en el ámbito interno, sino también el conjunto de valores, principios y derechos humanos que el Estado ha reconocido en los instrumentos internacionales, (Voto razonado del Juez AD HOC Eduardo Ferrer Mac-Gregor en relación con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México, de 26 de noviembre de 2010) adoptando una interpretación que depare mayor beneficio a favor de la persona, lo que se conoce como principio pro persona. No obstante, partiendo de la connotación que el reformado artículo 1o. de la Constitución Federal sustituyó el término “individuo” por “personas”, como se aprecia a literalidad siguiente: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozarán de las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los Párrafo reformado DOF 14-08-2001 3 que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Párrafo reformado DOF 10-06-2011 4 Surge el siguiente cuestionamiento que no debe dejar de observarse: ¿La expresión “personas” que puntualiza el párrafo primero del artículo 1o. de la Constitución Federal, comprende únicamente a las personas “físicas” consideradas en su calidad de seres humanos, o también, abarca a las personas jurídicas como susceptibles de derechos humanos? La Constitución Federal no otorga una respuesta puntual a esta interrogante, pues no señala si las personas jurídicas pueden ser o no titulares de los derechos humanos reconocidos en la propia Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte. Por lo tanto, este artículo pretende dar respuesta al cuestionamiento expuesto en el párrafo previo, así también persigue analizar esta situación a través del análisis de criterios emitidos no solo por tribunales nacionales, sino también, por tribunales interamericanos que se han pronunciado al respecto. ¿LAS PERSONAS JURÍDICAS SON SUSCEPTIBLES DE DERECHOS HUMANOS, ASÍ COMO DE LAS GARANTÍAS PARA SU PROTECCIÓN? 5 Antes de las recientes reformas de 10 de junio de 2011, a la Constitución General de la Republica, el carácter de ella, como marco en el cual se deben apegar las diversas disposiciones de carácter interno, se encontraban en crisis, o bien había dejado de ocupar un lugar privilegiado en la escala jerárquica de las normas relativas a los derechos humanos (Sánchez Cordero, 2014: 04). Este escenario que generaba una vulneración al texto constitucional, y por ende, automáticamente una transgresión a los derechos humanos y libertades primordiales, era provocado debido a que: “Los poderes constituidos se alzan cada vez más abiertamente contra el constituyente y su creación jurídica superior; los mecanismos de control se desnaturalizan o se suprimen francamente; el alzamiento de los poderes constituidos contra la Constitución tiene todo género de matices: va desde el olvido candoroso del texto magno, pasando por la anomia de espacios sociales y políticos sobre los cuales la Constitución determina principios y deja su detalle a las “leyes complementarias”, pasando también por la supresión o insuficiencia de los mecanismos de control, hasta llegar a las acciones extremas.(Fernández Bulté, 2009:368 y 369).” Por lo tanto, uno de los motivos de las reformas constitucionales de junio de 2011 fue el contrarrestar esta situación, pues a partir del reconocimiento de los derechos humanos en el texto constitucional obedece a un principio que ningún régimen democrático puede desconocer: que no existen razones de Estado por encima de las razones de los ciudadanos. Los derechos humanos van más allá de la voluntad del Estado; así, la única razón válida y justa de éste, es el reconocimiento y protección de los derechos y garantías fundamentales de los individuos.( Martínez Valero, Dora Alicia, INICIATIVA con proyecto de decreto, que reforma y adiciona los artículos 1, 3, 15, 33, 71, 73, 76, 89, 102, 103, 107, 110 y 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el artículo 48 de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Diario de los Debates, 25 de abril de 2007, p. 04). 6 Antes de las reformas constitucionales de junio de 2011, el texto de la Constitución Federal establecía que los “individuos” gozaban de “garantías” que la propia norma constitucional otorgaba; hoy en día, se habla del reconocimiento de derechos humanos y derechos fundamentales, por lo que es sustancial establecer cuáles son sus distinciones. Al respecto, el doctor Miguel Carbonell marca las diferencias entre “garantías individuales, “derechos fundamentales”, y “derechos humanos”, dando una argumentación sólida para poder realizarlo. Primero que nada señala inadecuado utilizar el término de garantías individuales, para designar derechos, ya que el termino garantía es más bien un medio para asegurar algo que vuelva a su estado original cuando se ha violentado o no ha sido respetado. Por su parte, los derechos fundamentales son los que están previstos en la constitución y en los tratados internacionales. Por su parte, señala que lo que se refiere a los derechos humanos, se constituyen en sentido más amplio que los derechos fundamentales, que pueden estar provistos o no en una norma jurídica, pero esta noción de derechos humanos se vincula con la de derechos fundamentales cuando se encuentran en la norma jurídica suprema.( Carbonell, 2004: 6-10). El hecho de que los derechos humanos pertenecen al ser humano de forma universal y por el puro hecho de serlo, pueden estar escritos o no en un elemento normativo para que estos sean reconocidos. La titularidad de los derechos humanos pertenece a toda persona o colectividad, es decir, que los individuos en forma colectiva pueden también exigirlos y gozarlos. Pero, ¿Qué son los derechos humanos? El maestro Álvarez Ledesma nos da una conceptualización que él llama “provisional” de derecho humano que desarrollaremos ahora para su análisis: “Parece claro que las actividades o prácticas en que se usa la expresión “derechos humanos” son las relativas al respeto, protección, promoción o reivindicación de la persona humana ante una o varias formas de manifestación de poderes sociales o políticos. El concepto “derechos 7 humanos” alude entonces a una forma específica de entender lo que es dicha persona humana y cuál es la posición que guarda respecto de las otras en lo individual y colectivo. Se trata de una concepción ética que del ser humano guardan e intentan aplicar nuestras sociedades en las diversas dimensiones o prácticas de su vida comunitaria.” (Álvarez Ledesma, 2003:19).” Aquí hay dos partes en las que se puede dividir el concepto citado. La primera parte que vemos es en la que se refiere a los derechos humanos como una expresión relativa a una serie de elementos de índole moral más no jurídico. El respeto, la protección, la promoción y la reivindicación frente a un elemento de poder externo, en este caso citado como social o político. Aquí el autor en citando nos da a entender que son herramientas de preservación de la persona humana en su integridad, que no deben de verse como simples elementos jurídicos. Esto se señala, ya que en la segunda parte de la definición, vemos que nos aparece incluso la mención de la ética, como un elemento facilitador de estos derechos que tienen como fin ser aplicadas por el individuo frente a otros individuos o la colectividad misma para permitir la vida comunitaria. En pocas palabras, lo que el autor nos da a entender en su concepto es que los derechos humanos, más allá de una expresión o de un elemento jurídico, los trasciende y busca la preservación del individuo y por ende como pilar de la vida social humana. Así pues, las reformas constitucionales de junio de 2011 trajeron consigo grandes cambios en el sistema jurídico mexicano, entre los cuales podemos enunciar: 1.- Se sustituyó la denominación tradicional del título primero, capítulo primero de la Constitución federal, “De las garantías individuales” (como sinónimo de derechos individuales), que debía considerase anacrónico, por el de “Derechos humanos”. (Fix-Zamudio, 2011:425). 8 2.- Se hizo “explícitamente” obligatorio el control interno de convencionalidad, que implica que todas aquellas autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos no sólo los contenidos en la Constitución Federal, sino también bajo la observancia de aquellos contenidos en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano y criterios vinculantes y orientadores de la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 3.- Es especialmente relevante el reconocimiento de la naturaleza de las normas de derechos humanos presentes en las cartas fundamentales Constitución o tratados internacionales-; esto es, el conformarse como principios mínimos susceptibles de ampliación mediante un sistema de reenvíos, y de integración con otros ordenamientos, lo que expresa la cláusula de interpretación conforme ahora recogida en el nuevo artículo 1o., segundo párrafo, de la Constitución.(Caballero Ochoa, 2011: 105) . 4.- Surge el principio pro persona que marca un patrón interpretativo que debe realizarse entre las normas de derechos humanos internas e internacionales, prefiriendo siempre aquella que produzca una protección más amplia a la persona, ya sea por su extensión protectora, o bien, porque constituye menores restricciones. No obstante, es sustancial resaltar aquel cambio que sufrió el artículo 1o., de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativo a la sustitución del término “individuo” por “personas”, como se aprecia a literalidad siguiente: Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos Artículo 1o. En los Estados Unidos Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozarán de Mexicanos todas las personas las garantías que otorga esta gozarán de los derechos humanos Constitución, las cuales no podrán 9 reconocidos en esta Constitución y en restringirse ni suspenderse, sino en los tratados internacionales de los los casos y con las condiciones que que el Estado Mexicano sea parte, ella misma establece. así como de las garantías para su Por una parte, el término “individuo” parece apuntar a un sujeto de derechos, en el sentido kelseniano de un punto de atribución de derechos y obligaciones por parte de las normas positivas vigentes, y esto se puede comprobar con la lectura de la antigua redacción del artículo 1o. constitucional, según la cual es la Constitución la que “otorga” las garantías individuales. Por el contrario, hablar de “personas” es hablar de sujetos que poseen una serie derechos que el Estado no otorga sino que “reconoce”. (Rodríguez Moreno, 2011: 41). Para detallar la idea expuesta en el párrafo anterior, se puede concebir a partir del contraste de los términos “hombre” y “persona”. Es decir, cuando pensamos en estos términos resulta común que los utilicemos como equivalentes, sin embargo, podemos afirmar que no siempre la palabra “persona” se refiere a “hombre” y viceversa. Cuando nos referimos al término “personas”, entendemos todo ente físico y moral -tal como es el caso de las sociedades mercantiles y las asociaciones y sociedades civiles- capaz de asumir derechos y obligaciones, por su parte el término “hombre” refiere a aquel ser animado racional, varón o mujer. Así, es importante analizar qué es una persona, y además, establecer la clase de personas que son reconocidas en nuestro orden jurídico nacional. Al respecto, señala Planiol y Ripert en su obra: “Se llaman personas, en el lenguaje jurídico, los seres capaces de tener derechos y obligaciones. Mas brevemente, se dice que la persona es todo sujeto de derecho. La idea de personalidad, que es necesaria para dar una base a los derechos y obligaciones, es, pues, inútil en las teorías que discuten la existencia de derechos y de subjetivos entre individuos. (…) En la doctrina corriente se reconocen dos clases de personas, primeramente los hombres, considerados como individuos y llamados a veces personas físicas; y en segundo lugar ciertos establecimientos, fundaciones o seres colectivos a los cuales se les da indiferentemente los nombres de personas morales, personas civiles, personas jurídicas o personas ficticias.”(Planiol, et, 2003:3-4). 10 A esto diferenciando entre persona física y moral, podemos señalar que “persona física” es el ser humano, sea hombre o mujer, sujeto de derechos. De manera puntual señala el doctor Fernando Flores García: “La persona física tiene su sostén en la realidad sustantiva humana, realiza sus actos por sí misma y únicamente recurre a la representación cuando la ley o su voluntad lo exigen o desean. Las personas morales o jurídicas colectivas que requieren siempre de órganos gestores -personas jurídicas individuales- para actualizar sus funciones.” (Flores García, 2000:249 y 250). Por tanto, digamos que el sentido del concepto “persona” es ambiguo, pues depende siempre de un contexto. Unas veces se puede designar con él a un número indeterminado de seres humanos: pensamos en la ficción jurídica “persona moral”, otras, a un individuo concreto. (Ibid., p. 16). Ahora bien, en la introducción de este artículo formulamos un cuestionamiento y ha llegado el momento de responderlo. ¿La expresión “persona” que puntualiza el párrafo primero del artículo 1o. de la Constitución Federal, comprende únicamente a las personas “físicas” consideradas en su calidad de seres humanos, o también, abarca a las personas jurídicas como susceptibles de derechos humanos? Tomando en consideración el estilo de redacción del artículo 1o. de la Constitución Federal, no debe comprenderse que al referir el término “personas”, únicamente lo hace para reconocerle derechos humanos a todo ser humano, sea hombre o mujer, es decir, a las “personas físicas”, sino también debe ampliarse a las “personas morales o jurídicas”, pues si bien de acuerdo con su naturaleza no tienen derechos humanos, pues se trata de una ficción jurídica y éstos sólo son inherentes al ser humano, tal situación no es óbice para que no se le reconozcan, porque detrás de esta ficción, existe el ser humano, es decir, la persona física; entonces, estos derechos de los seres humanos (personas físicas) asociados para formar una persona moral repercuten en el derecho humano. (Tesis aislada 11 número I.3o.P.6 P (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro XXIII, tomo 3, agosto de 2013, p. 1692, número de registro: 2004275). Entonces, nos encontramos con que son personas físicas las que conforman las personas morales, y estas personas físicas son, en sí, acreedoras a los derechos humanos. Así, el término “todas las personas”, alcanza no sólo a las personas físicas, en su aptitud de seres humanos, sino también a las personas morales o jurídicas, por tanto éstas gozan de derechos humanos, además como de las garantías para su protección. Para sustentar el argumento anterior, se cita la consideración “primera” que realizó al respecto las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos, con opinión de la Comisión de Reforma del Estado, respecto la minuta proyecto de decreto que modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y reforma diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de derechos humanos: Primera.- Respecto al párrafo primero del artículo 1° constitucional, estas comisiones dictaminadoras estiman conveniente precisar que la incorporación del término “persona” propuesto desde la cámara de origen es adecuado, entendiendo por tal, a todo ser humano titular de iguales derechos y deberes emanados de su común dignidad y en los casos en que ello sea aplicable debe ampliarse a las personas jurídicas. Así mismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos al resolver el Caso Cantos vs. Argentina, a través de la sentencia del 07 de septiembre de 2001, señaló de manera puntual la literalidad siguiente: 27. En el caso sub judice, la Argentina afirma que las personas jurídicas no están incluidas en la Convención Americana y, por lo tanto, a dichas personas no se les aplica sus disposiciones, pues carecen de derechos humanos. Sin embargo, la Corte hace notar que, en general, los derechos y las obligaciones atribuidos a las personas morales se resuelven en derechos y obligaciones de las 12 personas físicas que las constituyen o que actúan en su nombre o representación. […] 29. Esta Corte considera que si bien la figura de las personas jurídicas no ha sido reconocida expresamente por la Convención Americana, como sí lo hace el Protocolo no. 1 a la Convención Europea de Derechos Humanos, esto no restringe la posibilidad que bajo determinados supuestos el individuo pueda acudir al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos para hacer valer sus derechos fundamentales, aun cuando los mismos estén cubiertos por una figura o ficción jurídica creada por el mismo sistema del Derecho. No obstante, vale hacer una distinción para efectos de admitir cuáles situaciones podrán ser analizadas por este Tribunal, bajo el marco de la Convención Americana. En este sentido, ya esta Corte ha analizado la posible violación de derechos de sujetos en su calidad de accionistas. (Co IDH, Caso Cantos vs. Argentina, excepciones preliminares, resolución de 07 de septiembre de 2001, serie C, número 85, párrafos 27 y 29). Por tanto, las personas jurídicas son titulares de los derechos humanos y de las garantías establecidas para su protección, en aquellos supuestos en que ello sea aplicable, con arreglo a su naturaleza, al constituir figuras y ficciones jurídicas creadas por el propio sistema jurídico, cuyos derechos y obligaciones se resuelven en los de las personas físicas. (Tesis aislada número IV.2o.A.30 K (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro XXIV, tomo 3, septiembre de 2013, p. 2628, número de registro: 2004543). Es sustancial referir que las personas morales, si bien es cierto son susceptibles de derechos humanos, también cierto es que, no podrán gozar de aquellos derechos humanos que son exclusivos de los seres humanos, es decir, no podrán gozar de los derechos humanos que presupongan características intrínsecas o naturales del hombre (por ejemplo: la dignidad humana). Por lo tanto, las personas morales o jurídicas son solo acreedoras de los derechos humanos necesarios para resolver sus fines; más no tienen acceso al total del catálogo de derechos humanos que prevé la Constitución internacionales en su totalidad. 13 Federal y los tratados CONCLUSIÓN. Previo a la reforma del artículo primero constitucional las personas morales estaban en posibilidad de ejercer sus derechos, pero sólo a través del ejercicio de los derechos humanos de las personas físicas que les representaban, con la citada reforma, al sustituir en el texto la palabra “individuo” por el término “personas” da cabida a que las personas jurídicas se posicionen como acreedores de derechos humanos por sí y no sólo por los derechos que le asisten a quien las represente. Lo anterior obviamente excluye aquellos derechos que son exclusivos de los seres humanos, los que para su goce hace falta poseer la naturaleza física humana. Es importante mencionar que el considerar como sujeto de derechos humanos a las personas morales no es algo innovador en nuestro país, pues estas ya se consideraban como tal en la Convención Europea de Derechos Humanos. Las personas morales efectivamente son sujeto de derechos humanos, reconocidas textualmente en nuestra Constitución, pero no sólo por estar contenido ese derecho en la Legislación, sino porque de cualquier manera si consideramos que las personas morales son figuras y constituciones ficticias jurídicas creadas por el mismo sistema jurídico, y que necesitan de una persona física para que le represente, un ser humano, sus derechos y obligaciones por lo tanto, se hacen valer a través de los de las personas físicas que los representan. 14 BIBLIOGRAFÍA. Tinoco Carmona, Jorge Ulises, (2011) “La reforma y las normas de derechos humanos previstas en los tratados internacionales”, en Carbonell, Miguel y Salazar, Pedro (coords). 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Martínez Valero, Dora Alicia, INICIATIVA con proyecto de decreto, que reforma y adiciona los artículos 1, 3, 15, 33, 71, 73, 76, 89, 102, 103, 107, 110 y 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el artículo 48 de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Diario de los Debates, 25 de abril de 2007, p. 04. 15 Disponible en: ˃http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/proceso/lxi/117_DOF_10jun11.pdf˃, consultado el 20 de noviembre de 2014. Fix-Zamudio, Héctor, (2011) “Las reformas constitucionales mexicanas de junio de 2011 y sus efectos en el sistema interamericano de derechos humanos”, en González Oropeza, Manuel, y Ferrer Mac-Gregor, Eduardo (coords.). El juicio de amparo. A 160 años de la primera sentencia, México Caballero Ochoa, José Luis, (2011) “La cláusula de interpretación conforme y el principio pro persona (artículo 1o., segundo párrafo, de la Constitución)”, en Carbonell, Miguel y Salazar, Pedro (coords). 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SON TITULARES DE DERECHOS HUMANOS CONFORME A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y, POR TANTO, OPERA EN SU FAVOR LA SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN EL JUICIO DE AMPARO. 16 1 Disponible en: ˃http://insyde.org.mx/wpcontent/uploads/2011/03/dictamen_reforma_dh_2011.pdf˃, consultado el 22 de noviembre de 2014. 1 CoIDH, Caso Cantos vs. Argentina, excepciones preliminares, resolución de 07 de septiembre de 2001, serie C, número 85, párrafos 27 y 29. Disponible en: ˃ http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/Seriec_85_esp.pdf˃, consultado el 22 de noviembre de 2014. Tesis aislada número IV.2o.A.30 K (10a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, libro XXIV, tomo 3, septiembre de 2013, p. 2628, número de registro: 2004543. PERSONAS JURÍDICAS. SON TITULARES DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LAS GARANTÍAS ESTABLECIDAS PARA SU PROTECCIÓN, EN AQUELLOS SUPUESTOS EN QUE ELLO SEA APLICABLE, CON ARREGLO A SU NATURALEZA. 17