Boletín Fiscal 2003-09 / 3 de marzo de 2003 1 Boletín fiscal Contadores Públicos Autorizados y Consultores Miembro en Panamá de Grant Thornton International Una consideración especial sobre los alquileres de bienes inmuebles. Por supuestas conveniencias, muchas personas mantienen sus residencias bajo la figura de una sociedad anónima o fundación de interés privado ************************************** El contenido de este boletín fiscal, al igual que los anteriores, es de tipo informativo y general sobre temas que nuestra firma considera pueden ser de interés para nuestros clientes y amigos. Bajo ningún concepto, el contenido de estos boletines debe ser considerado como una opinión formal de Grant Thornton Cheng y Asociados. +507/264-9511 Siempre hemos mantenido cierta incomodidad por el hecho que muchas personas mantienen la titularidad de su vivienda u otros bienes de uso personal bajo la figura jurídica de una sociedad anónima, sin percatarse de posibles consideraciones tributarias. Este hecho toma mayor relevancia ahora que la recién introducida reforma tributaria en virtud de la Ley 61 de 2002, específicamente en su numeral 4 del literal b del Parágrafo 1 del Artículo 12, se refiere al arrendamiento de bienes inmuebles y corporales muebles. En esta norma se incluye el arrendamiento de bienes inmuebles como afectos al ITBMS, siempre y cuando caigan bajo los parámetros de que el arrendador tenga ingresos más allá de B/.36,000 anuales y el inmueble no sea para uso de vivienda. Hacemos la advertencia para las personas que mantienen su vivienda en una sociedad anónima, que por razón de ser el dueño de esa sociedad, no paga un arrendamiento. En el caso que comentamos, mantenemos la firme convicción de que las autoridades tributarias podrían interpretar este acto como un ingreso en especie del arrendatario, a no ser que, utilizando la misma reforma tributaria, se tipifique el acto como de donación cuyo impuesto fue precisamente eliminado en la referida reforma tributaria. Nuestra experiencia también nos lleva a la consideración de aquellas personas (con justa razón) que, a pesar de que el artículo 29 del Decreto 170 de 1993 taxativamente excluye de la posibilidad de deducir valor alguno que se atribuya al espacio ocupado por el contribuyente que realiza su actividad en inmuebles de su propiedad, desean incorporar dentro de sus gastos deducibles un espacio proporcional de su vivienda que utiliza como oficina para realizar sus actividades rentables. Llamamos la atención en este particular toda vez que el simple hecho de combinar su vivienda con actividades productivas, desvirtúa automáticamente el concepto de que la propiedad sirva exclusivamente para vivienda, entonces, la convertiría en una actividad sujeta al pago del ITBMS. Independientemente de las observaciones anteriores, es bueno advertirles a aquellos accionistas únicos de sociedades inmobiliarias para uso de ellos mismos que es prudente asignar un canon de arrendamiento cónsono con el total de los gastos que tengan relación con los bienes inmuebles y los otros gastos de carácter general de la sociedad, respaldado con contrato, recibos y registros de contabilidad para darle una forma de vida. En todos estos casos se recomienda utilizar una tasa de depreciación de 2.5% anual, toda vez que no se requiere utilizar el máximo permitido por la norma tributaria. Finalmente es importante tener en consideración contabilizar, hasta donde se pueda, una separación de los valores del inmueble. Es decir, debe estar claramente establecido el valor del terreno, por un lado, y por el otro lado el valor de las mejoras. Teniendo esta separación, podremos depreciar adecuadamente la construcción y no afectar el valor del terreno.