Poder Judicial de la Nación Y VISTOS: En la ciudad de Buenos Aires, a los 2 días del mes de mayo de dos mil siete, se reúnen los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal n° 1, Dr. Martín E. Vázquez Acuña en su carácter de Presidente y los vocales Doctores Alberto Huarte Petite y Luis R.J. Salas para dictar sentencia en esta causa n° 2536 seguida de oficio contra FERNANDO MARTÍN STORCHI, argentino, titular del D.N.I. nro. 18.315.341, nacido el 25 de octubre de 1966 en esta ciudad, casado, hijo de Nilo y Lilia Adriana Donnini, domiciliado en O’Higgins 1610, 2º piso de esta ciudad, identificado con el Prontuario Policial serie C.I. 7.356.228 y en el Registro Nacional de Reincidencia con el expediente nro. O1013006; HORACIO ROBERTO BUGALLO, argentino, titular del D.N.I. nro. 13.808.228, nacido el 1º de mayo de 1960 en esta ciudad, divorciado, hijo de Horacio Humberto y María del Luján Galarza, domiciliado en Mercedes 1684 de esta ciudad, identificado con el Prontuario Policial serie C.I. 8.817.744, y en el Registro Nacional de Reincidencia con el expediente nro. O1013202; JULIO CÉSAR GIRALDI, titular del D.N.I. nro. 20.373.439, nacido el 8 de agosto de 1968 en Chacabuco, Provincia de Buenos Aires, hijo de Giraldo Cristino y de Zulema Noemí Echeverría, domiciliado en José Luis Cantilo 5368, 1º, “4", de esta ciudad, identificado con el Prontuario Policial serie C.I. 13.563.294, y en el Registro Nacional de Reincidencia con el nro. O1013204; MARÍA CECILIA PRIVATO, argentina, titular del D.N.I. nro. 23.221.133, nacida el 14 de enero de 1973 en esta ciudad, hija de Daniel Montenegro y de María Elisa Privato, domiciliada en Terrero 3263, piso 8º, “B”, de esta ciudad, identificada con el Prontuario Policial serie A.G.D. 874.651, y en el Registro Nacional de Reincidencia con el expdiente nro. O1013206; GISELLE VANESA KAMENETZKY, titular del D.N.I. nro. 23.328.675, nacida el 25 de marzo de 1973 en esta ciudad, hija de Helio y de Beatriz Perla Tkacz, domiciliada en Rodríguez Peña 126, 3º,”D” de esta ciudad, identificada con el Pontuario Policial serie C.I. 11.908.506, y en el Registro Nacional de Reincidencia con el expediente nro. O1021399; por el delito de homicidio culposo. 1 Intervienen en el proceso la Sra. Fiscal General Dra. Irma Adriana García Netto, la Sra. Marisa Claudia Rombolá y el Sr. Alejandro Oscar Möller como querellantes, patrocinados por el Dr. Alejo Ramos Padilla, el Dr. Fabián Luis Grosso y la Dra. Mabel Susana Lassi, como letrados defensores de Horacio Roberto Bugallo, el Dr. Mariano Silvestroni y el Dr. Julio Virgolini como letrados defensores de Fernando Martín Storchi, el Dr. Juan Pablo Alonso y el Dr. Esteban Evangelista como letrados defensores de Julio César Giraldi, el Dr. Nicolás Guzmán y el Dr. Gabriel Gandolfo como letrados defensores de María Cecilia Privato y los Dres. Cristian A. y Ariel J. I. Poletti como letrados defensores de Giselle Vanesa Kamenetzky. Y CONSIDERANDO: Establecido produjera que existencia las del que fue en cuestiones hecho a la deliberación decidir delictuoso y se sus que refieren a se la circunstancias jurídicamente relevantes, a la participación de los imputados, la calificación legal de su conducta y sanción aplicable y costas, el Tribunal entiende que: I.- La parte querellante en oportunidad y en los términos del art. 346 del Código Procesal Penal de la Nación, a fs. 2155/2207, formuló el requerimiento de elevación a juicio. Básicamente imputa en dicha pieza procesal la muerte de Florencia Möller Rombolá, ocurrida el día 12 de febrero de 2001, en el natatorio del club “All Boys”, a título de dolo eventual en los términos del art. 79 del Código Penal, a María Cecilia Privato, a Giselle Vanesa Kamenetzky, a Horacio Roberto Bugallo, a Julio Cesar Giraldi y a Fernando Martín Storchi. En este sentido refiere en su acusación que la imputación a los mismos está dada básicamente por la producción y la realización del peligro creado por ellos, peligro desaprobado en el sentido penal, citando Frisch (“La Imputación Objetiva”, Ed. Belgrano, página 34). Señaló, asimismo, que los responsables de la institución, quienes tienen el deber de evitar el riesgo en el 2 Poder Judicial de la Nación natatorio del club “All Boys”, incrementaron el riesgo llevando a la trágica consecuencia que terminó con la muerte de la menor. Agregó que la conducta de colocar a un grupo de niños de siete, ocho y nueve años que no saben nadar en la parte profunda de una pileta constituye una elevación del riesgo cuya intensidad es absolutamente independiente del disvalor de la intención, lo que lleva a entender a la parte requirente que la indiferencia presentada permite encuadrar la conducta en la figura del dolo eventual. A María Cecilia Privato le atribuye haber colocado a la niña en situación de riesgo, haber elevado el mismo, optando por la indiferencia frente al resultado probable. El hecho de haber llevado a los niños a la parte profunda del natatorio, haciendo realizar ejercicios a 2,20 metros de profundidad implicaba colocarlos en una situación de peligro, por lo que su obligación era el cuidado de los mismos, debiendo evitar justamente ponerlos en tal situación de riesgo. Agregó que de sus propias manifestaciones surge que hizo ingresar a una niña de nueve años que no sabía nadar, a la parte honda de la pileta, sabiendo además que existía una sola bañera, que ésta no tenía un lugar adecuado para visualizar lo que ocurría en la pileta –plataforma sobreelevada- y no controló las acciones de Florencia, pues solo se enteró de lo que ocurría cuando otro niño, Giuliano Bacchi, dio la voz de alerta. Asimismo agregó que aún cuando se prescindiera de sus manifestaciones es un dato objetivo que actuaba como profesora en una pileta de natación, con conocimiento de que el natatorio no reunía las condiciones de seguridad que establece la ordenanza respectiva y lejos de adecuar su conducta hacia el cuidado de los menores optó por realizar la conducta contraria, causando el resultado que necesariamente se ha representado, ya que admitió que llevaba mas de diez niños que no sabían nadar a la parte honda de la pileta. En relación a Giselle Vanesa Kamenetzky refirió que era quien en esa ocasión actuaba como bañera. Su propia función demuestra la conciencia que tenía del riesgo que existe en una pileta de natación y sin embargo, permitió en el caso concreto, 3 que se elevara el mismo al autorizar que se llevara a niños de siete, ocho y nueve años que no sabían nadar a la parte profunda de la pileta y dejó, en un momento dado a Florencia, totalmente desprotegida librada a su suerte y el resultado fue su muerte. Asimismo agregó que no estamos frente a una mera imprudencia o negligencia porque en el caso no solo tenía presente el resultado probable sino que advirtió que un grupo de niños de corta edad, que no sabían nadar, estaban siendo colocados en una situación de mayor riesgo cuando eran llevados a la parte honda y en vez de cumplir con su obligación de guardavidas y tomar los recaudos necesarios, lo omitió por indiferencia, optando por correr el riesgo y asintiendo implícitamente la producción del resultado muerte. Que como bañera tenía la obligación de velar por la vida y seguridad de las personas que ingresaban al natatorio y extremar los cuidados, sobre todo, cuando a la ya precaria situación que existía, se le agregaba esa elevación del riesgo, consistente en llevar a niños de corta edad que no saben nadar, a la parte honda. En relación a Julio Cesar Giraldi, coordinador de deportes, Fernando Martín Storchi presidente de “All Boys 2000 S.A.” y Horacio Roberto Bugallo, Presidente del club “All Boys” los considera los máximos responsables de la muerte de Florencia Möller Rombolá. Refirió la querella que los nombrados tuvieron una acabada representación que generaban sus acciones y omisiones en lo que hace a la seguridad, organización, control, fiscalización, supervisión del uso adecuado del natatorio y de las condiciones en que el mismo se encontraba, máxime cuando quienes concurrían eran niños de corta edad. La desaprensión –señala la parte querellante- con que actuaron los nombrados es el elemento subjetivo que hace a la tipicidad que propone y está cabalmente demostrado que los nombrados conciencia Storchi, que su Bugallo y actividad o Giraldi su tenían omisión iba plenamente a derivar inexorablemente al resultado muerte, y pese a ello, no tomaron los recaudos para evitar el trágico suceso, prevaleciendo el 4 Poder Judicial de la Nación afán de lucro. Bugallo en su condición de Presidente del club “All Boys” no podía desconocer las condiciones en las que funcionaba el natatorio y cual era su obligación. Asimismo refiere que la omisión, derivada en el caso de la desaprensión y la desidia, permitieron que el riesgo existente por la condición del natatorio, la falta de personal suficiente, de la plataforma sobreelevada con dos guardavidas y la falta de la canaleta perimetral fácilmente aprensible –ordenanza 41.718- culminaron con el lamentable suceso. Asimismo refirió que la desaprensión de Bugallo se traduce en que ni siquiera sabía si la pileta estaba habilitada. Sosteniendo su conclusión la querella indica que en el contrato suscripto entre el club “All Boys Asociación Civil” y “All Boys 2000 S.A.” se determina con claridad en la cláusula 18ª. que el primero podía designar representantes para la fiscalización de actividades de la concesionaria. Más allá de esta cláusula es obvio que las autoridades del club no podían permitir el funcionamiento del natatorio en las condiciones ya citadas, engañando a la gente para que se asocie y realice actividades en una pileta que no estaba en negar la vigente y condiciones de funcionar. Que aplicación ninguno de la de los ordenanza especialmente en lo Recuerda la intimación que que procesados 41.718 hace a de pues puede estaba cuestiones mejoras de que seguridad. efectuara la Dirección General de Verificaciones y Habilitaciones con fecha 28 de noviembre de 2000, se la hace a tenor de dicha normativa bajo apercibimiento de las penalidades correspondientes. Además indicó como contravenciones a dicha normativa que en la pileta había un solo guardavidas, que no había una plataforma sobreelevada ni tampoco una canaleta perimetral, lo que no podía ser desconocido por Bugallo, Storchi y Giraldi. Agregó asimismo que la estructura del natatorio y las condiciones de funcionamiento era responsabilidad de Bugallo, Storchi y de Giraldi y no podían ignorar el incumplimiento de las condiciones de seguridad exigidas por la ordenanza 41.718, arts. 15 y 31, básicamente. Quiere decir –señaló la querella5 que frente a la representación acabada del riesgo, las intimaciones municipales, la conciencia plena de la falta de elementos de seguridad exigidos por la normativa vigente, actuaron con indiferencia y desaprensión frente a la muerte que posiblemente se habían representado. Sostiene que Storchi junto con Bugallo, son los máximos responsables de la tragedia que se investiga, actuaron con afán de lucro, indiferencia, y desaprensión respecto de las condiciones y seguridad del natatorio que funcionaba sin el personal suficiente, sin la plataforma sobreelevada, sin los dos guardavidas y sin la canaleta fácilmente aprensible. Son también los que permitieron que funcionara el natatorio sin la habilitación y que diariamente se reitera el descontrol y la elevación del riesgo al aceptar que se llevara chicos de ocho y nueve años a la parte honda de la pileta, su ánimo de lucro lo llevo a la indiferencia –reitera-. En lo que hace a Giraldi, la querella le atribuye que en su condición de ser coordinador deportivo del club “All Boys” y quien tenía la obligación de efectuar la planificación del área era el encargado de evaluar la cantidad de guardavidas y es así que aún violando la ordenanza 41.718 posibilitaba llevar adelante las actividades de natación, sin importarle el resultado, concluyendo que dicha desaprensión permite reprocharle también el delito de homicidio doloso. Por todo lo expuesto, luego de analizar los distintos elementos probatorios incorporados durante el sumario, principalmente los dichos de los imputados, de los niños y demás participantes de la colonia y de otros profesores y de describir los ejercicios de natación que efectuaban en la misma, especialmente en el que se ahogara Florencia, señaló que todas las personas imputadas deben responder por el delito de homicidio, art. 79 del Código Penal. En el requerimiento de elevación a juicio de fs. 2596/2605 Cecilia el Sr. Privato Fiscal y a de Instrucción, Vanesa Giselle 6 atribuye Kamenetzky a María el hecho Poder Judicial de la Nación consistente en haber producido la muerte de Florencia Ayelén Möller Rombolá el día 12 de febrero del año 2001, entre las 15 y 15:30 aproximadamente; hecho ocurrido en el interior de la pileta del club “All Boys” sito en Álvarez Jonte 4180 de esta ciudad, y en oportunidad en que la nombrada Möller Rombolá se encontraba revestían bajo el la rol custodia de de profesora ambas de imputadas nado y quienes guardavidas, respectivamente. La imputada Privato, como profesora del club “All Boys”, se encontraba dirigiendo ejercicios acuáticos a un grupo de diez niños de un promedio de ocho años de edad en un sector donde estos no hacían pié, más precisamente donde existía un metro cuarenta de profundidad. Según el Representante del Ministerio Público Fiscal, el ejercicio último realizado antes del deceso de la menor estaba estructurado de la siguiente manera: los distintos niños se iban arrojando de a uno al natatorio hacia donde estaba la imputada Privato, a la que llegaban nadando no más de tres metros, y luego que los menores alcanzaban a la nombrada, ésta los direccionaba hacia una escalera que se encontraba en diagonal a la profesora, repitiendo el ejercicio con cada uno de los chicos que tenía a su cargo, una vez que el que estaba dentro del agua llegaba a la escalera de la pileta. Durante esa secuencia, Privato, en forma negligente e imprudente, no prestó la atención necesaria que requería el caso en cuestión, posibilitando así el deceso de la menor Möller Rombolá por asfixia en el interior de la pileta, toda vez que no advirtió que la menor no alcanzó a salir de la misma. Por otra parte, el Sr. Fiscal de Instrucción atribuyó en dicha pieza procesal que la otra imputada, Kamenetzky, guardavidas del natatorio del club, es decir quien revestía el rol de garante de la seguridad de los bañistas, tampoco advirtió cuando la menor no alcanzó a salir de la pileta y terminó hundiéndose en el fondo de la misma, sino que recién lo hizo, motivado por el grito de alerta de uno de los menores que se encontraban haciendo el ejercicio junto a la víctima. 7 A su entender, omitieron cumplir profesora y con el guardavidas tanto papel al Privato que haber como exigía su desatendido Kamenetzky calidad el deber de de vigilancia, control y protección que debían tener sobre la persona de Florencia Ayelén Möller Rombolá. II.declaración Los imputados indagatoria al durante ser la llamados audiencia a prestar de debate, manifestaron lo siguiente: MARÍA CECILIA PRIVATO, expresó que en 1992 realizó un curso de profesorado de natación en el Instituto Privado de Educación Física, se recibió, y en 1994 comenzó el Profesorado Nacional de Educación Física en el instituto mencionado, concluyendo sus estudios en 1997; que antes de ese año comenzó a trabajar como auxiliar en una escuela que pertenece al instituto, Esteban Echeverría, como asistente en educación física; que en el verano de 1997 y 1998 también trabajó como auxiliar en la colonia de la U.P.C.N. y luego de recibirse comenzó a trabajar en el colegio Santa Brígida, en el área de natación. Asimismo manifestó que en el colegio Santa Brígida trabajó con el nivel inicial, jardín de infantes; que en diciembre de 1998 y enero y febrero de 1999 hizo la colonia en esa escuela y en 1999 continuó en el colegio; que por su parte también realizó el mismo trabajo en el colegio Monseñor Dillon, que pertenece a la misma asociación, trabajando todo ese año simultáneamente en los dos colegios siempre en el área de natación; que también hizo suplencias en otras áreas (hockey); que así conoció a otra docente que trabajaba con ella en los dos colegios quien le comentó que laboraba en la red de clubes “Megatlón”, específicamente en el club All Boys, por lo que la declarante le acercó un currículum a mediados de 1999 y para noviembre tuvo una primera entrevista en el club citado donde le dijeron que le iban a hacer una prueba; que lo iba a trabajar con otro profesor en la pileta y la iban a evaluar; que entonces efectuó la prueba y la pasó, por lo que empezó a dar clases en dos niveles; que cumplió una suplencia por el 8 Poder Judicial de la Nación término de quince días en reemplazo de una docente que se casaba. Añadió que, terminada la misma, le ofrecieron trabajar en el período 1999-2000, en la colonia que tiene dos turnos, de 9 a 12.30 y otro de 13.30 a 17; que ella trabajó en los dos horarios; que se dividían por niveles de edades y los profesores o pareja pedagógica trabajaban con el grupo en actividades de campo y en la pileta, separando al grupo en dos niveles; que recuerda que el viernes 2 de febrero de 2001 Giraldi, coordinador deportivo, vino con la señora Marisa Rombolá y con su hija Florencia, se acercaron al grupo y los presentaron; que ella estaba con Marcelo Ávila que era su compañero; que la mamá tenía algo importante que contarle y le dijo que su hija había tenido colocados “diábolos” en los oídos y que por prescripción médica no podía tirarse de cabeza ni bucear, aunque metía la cara en el agua y quería que aprendiera a nadar, por lo que la deponente le contó cómo trabajaban; que en su grupo había dos niveles, “nivelito 2" y “nivel 1", que el primero tenía como objetivos la flotación ventral (boca abajo), flotación dorsal (plancha), desplazamientos con patadas o brazadas sin técnica específica de estilos, entradas al agua en parte playa y profunda y desplazamientos en ambos; que se hace un fortalecimiento de los contenidos que se trabajan en el nivel menor y el techo del nivelito 2 es el piso del nivel 1; que una vez que los chicos tienen incorporados estos conceptos pasan al nivel 1, aclarando que la mecánica respiratoria simplemente es tomar aire y largarlo abajo del agua; y que en el nivel 1 se trabajan específicamente las técnicas de nado. Asimismo señaló que ella le explicó todo esto a la mamá, como también que había tres días donde le dedicaban mayor tiempo a la enseñanza de la natación y otros dos donde se trabajaba más el aspecto recreativo en la pileta y que siempre cuando se trata de chicos hasta 12 ó 13 años uno trata de enseñar por medio del juego; que sabe que la señora los vio trabajar ese día y el resto de la semana; que ese mismo viernes después de la actividad de campo fueron a la pileta y le hicieron el test de nivelación; que le pidió a Florencia que bajara por la escalera y su primera actitud con el agua fue sin temor, 9 caminó, luego ella le pidió que se colocara boca abajo en el agua y lo hizo, todo esto en la parte playa de la pileta, luego en posición dorsal, boca arriba, y también lo logró, después la hizo ir desde el borde hasta ella como pudiera, lo cual concretó; que tenía respiración mecánica que es lo que se trabaja en ese nivel, es decir tomaba aire y lo largaba bajo el agua, aunque no tenía estilo para nadar, lo que llevó a decidir que quedara en el nivelito 2; que fueron a la parte profunda y le pidió que hiciera lo mismo, que fuera hasta ella e hicieron pequeñas entradas al agua, aclarando que la chica hacía las entradas al agua sentada en el borde porque no podía bucear; que no tenía terror para entrar al agua y aunque era muy callada disfrutaba de la actividad; y que así transcurrió toda la semana. Añadió que la pileta tiene una línea que divide parte baja de la profunda, que ahí hay 1,40 m, va bajando hasta 2,20 m y luego va subiendo hasta que termina la parte profunda, donde hay 2 metros; que las actividades las hicieron en los 2 m y 2,20 m; que en 1,40 m está la escalera para ascender; que toda la semana trabajaron en la parte profunda pero el mayor tiempo de trabajo era en la parte baja; que así transcurrió toda la semana hasta que llegó el lunes 12; que su bloque de trabajo era primero deportivo, luego 45 minutos de pileta y después una actividad expresiva o artística, dibujo, coreografías aeróbicas, además había un proyecto en común de toda la colonia sobre ecología y reciclaje. Aclaró que ese día como primer ejercicio fueron a las canchas de pasto sintético e hicieron un juego predeportivo de hockey en el que Florencia participó con sus compañeros; que a las 14.45 tenían que entrar a la pileta por lo que fueron a los vestuarios, las nenas con ellas y los nenes con Avila y se encontraron arriba en la pileta. Trazando un croquis en la pizarra de la Sala ilustró al Tribunal que en un sector había una pileta libre, de la gente que no recibe clases ni es de la colonia, socios del club, adultos o menores, afirmando que los menores no pueden estar solos sino tenían que estar con un adulto; que en ese momento había unos diez socios y ella entró con su grupo, 22 chicos, 10 10 Poder Judicial de la Nación con Avila en el nivel 1 y 11 con ella en el nivelito 2; que se ubicaron primero en la parte playa los dos grupos juntos, mientras que la guardavidas estaba circulando la pileta, entraron y se sentaron en el borde, aclarando que siempre entran primero los profesores; que había un andarivel que les limitaba el espacio; que los chicos, sentados en el borde, se iban tirando de a uno al agua; que hicieron una especie de juego para entrar en calor, una “mancha puente” donde los chicos pasaban por entre las piernas de otro para “salvar”; que en este juego la dicente le indicó a Florencia que no pasara por debajo, que si era “mancha” tocara y nada más, pero de todos modos la nena era muy consciente de sus limitaciones; que luego terminaron el juego los 22 chicos juntos y Avila se fue con su grupo a la parte profunda, mientras que ella se quedó unos diez minutos más trabajando en el mismo lugar, ya sea efectuando flotación o desplazamientos; que alrededor de las 15 o 15.05 dijo que iban a ir a trabajar a la parte profunda por lo que fueron al otro lado de la pileta caminando, en tanto que Marcelo seguía trabajando ahí; que ella utilizaba como elemento de trabajo una plancha de “goma eva” grande que usaba como tobogán, quedando una parte afuera del agua; que entonces ella se metió en el agua frente a la tabla y los diez chicos fueron entrando al agua, aclarando que uno no había pasado la revisación y se quedó sentado con los pies hacia afuera sobre la colchoneta mirando la clase; que tenían que bajar al agua por la colchoneta y luego desplazarse pegados al borde hasta llegar a la escalera; que ella los acompañó en todo el trayecto hasta que subían la escalera y volvían a la fila; que así lo hizo Florencia mientras ella iba al lado desplazándose, recordando que había un nene muy atemorizado, Mariano, que iba pataleando agarrado de ella y metiendo la cara en el agua; que lo hicieron dos veces y terminado ese ejercicio les indicó a los chicos que se iban a deslizar sobre la tabla, con entrada de cabeza al agua, haciendo luego el mismo ejercicio; que cuando le tocó el turno a Florencia, como no se podía tirar de cabeza, se deslizó como un cocodrilo por la colchoneta, agarrada de sus manos para evitar que se sumergiera, igualmente 11 la niña enseguida sacaba la cabeza, y luego nadó pegada al borde, lo cual hizo dos veces, es decir que fueron cuatro pasadas en total; que cuando terminaron de pasar advirtió que estaba cerca el horario de cierre; que en ese momento vio que Avila iba hacia la parte baja y que la guardavidas ahora estaba ubicada en el lugar que señaló en el croquis, a unos tres metros de ella, cada una para un lado de la escalera; que entonces se hicieron una seña con su compañero de que ella le iba a ir mandando los chicos para el juego final y les indicó a estos que eligieran cómo iban a entrar al agua y luego fueron pasando, llegaban hasta ella, le tocaban la mano y allí les daba un impulso para ese recorrido corto que serían otros tres metros hasta la escalera que estaba ubicada a 1,40 m, luego de lo cual los chicos tenían que caminar y reunirse en la parte baja con Marcelo, entrando por la escalera; que así fueron pasando y recuerda una nena (Ailin) que no respetó la consigna, pues cuando llegó a la escalera le dijo que quería ir por el agua; que esta nena era del nivel 1 pero siempre quería estar con la dicente y ese día el otro profesor se lo había permitido, entonces la chica fue nadando por el agua y la declarante le avisó a su compañero. Agregó que por lo que leyó en el expediente hubo otro chico, Tomás, que también fue por el agua; que el resto de los nenes lo hicieron bien; que cuando le tocó a Florencia, que estaba en el medio, 5a. o 6a., se tiró como cocodrilo, luego ella le dio el impulso para ir hasta la escalera del medio, la de 1,40, la chica se agarró de la escalera y lo último que ella vio es que puso el pie en el escalón y la cola saliendo del agua, después de lo cual ella le dio paso al siguiente chico, que le parece que era Nathalie, con la que Florencia se había hecho amiga y siempre estaban juntas; que Nathalie llegó a la escalera y empezó a subir, igual que Florencia, luego pasó Santiago, no recordando exactamente el orden pero lo dice por lo que ha leído en el expediente, luego Giuliano; que ella lo impulsó para llegar a la escalera del medio y cuando estaba llegando pegó un grito, “señorita hay alguien abajo del agua”, ante lo cual ella le 12 Poder Judicial de la Nación gritó a Giselle y abrazó a Giuliano que estaba asustado, Giselle entró al agua y sacó a Florencia, la apoyó sobre el borde y ella salió con Giuliano en brazos; que una de las profesoras que estaba en la pileta más chiquita la ayudó a sacar al resto de los chicos y se fueron al vestuario a cambiarse; que luego a ella la vinieron a buscar y le dijeron que Florencia había fallecido; que estaban los padres en la pileta por lo que subió y estuvo allí con ellos; que la madre le preguntó qué había pasado, desesperada, y también el papá, y ella les comentó lo narrado; que entiende que no actuó ni negligente ni imprudentemente, que tomó todos los recaudos y prestó la atención suficiente de acuerdo a las normas y reglas que se utilizan para la enseñanza de la natación; que una persona tomada de la escalera, bien agarrada, saliendo del agua como estaba Florencia, en 1,40 m, poco más de lo que ella medía, que sabía desplazarse y tenía autonomía en el agua, no consideró que fuera una situación de riesgo, por lo tanto siguió trabajando con el resto de los nenes; que obviamente no pudo ver qué hizo que una vez que Florencia, agarrada y subiendo como estaba la escalera, se hundiera, pues estaba mirando al resto de los chicos; que cuando el resto de los nenes iban hacia la escalera volvió a mirar hacia ésta y no la vio, suponiendo que estaría afuera con Avila, pero lamentablemente lo que no pudo ver era que estaba sumergida, tal vez no pudo verlo por el reflejo del sol que produce un espejo en el agua; que tampoco hubo ninguna situación de alerta, que la niña chapoteara, levantara un brazo, gritara o cayera desde la escalera, algo que los alertara de lo que pasaba, nadie lo vio, ni los otros profesores, ni la guardavida ni sus compañeros, es decir que no lo pudo remediar porque no lo pudo ver; que es evidente que algo le pasó, que algo hizo que ella una vez agarrada y sostenida de la escalera se desvaneciera, pues no hubo ningún ruido ni nada, nadie lo pudo advertir; que también es importante tener en cuenta que la escalera a esa altura está bien apoyada en el borde, los barrales y los escalones llegan casi hasta el fondo de la pileta, por lo que no se lo puede explicar ya que en 1,40 una 13 nena que mide 1,37 m, por lo que leyó, simplemente poniéndose en puntas de pie o dándose un leve impulso podía salir a la superficie, pedir ayuda, pero nada de eso pasó, tenía los escalones a la mano, por eso entiende que algo más sucedió. Por otro lado expresó que no se siente responsable de lo que le pasó, aunque siente el dolor que sufre la familia pues ella también tiene una nena de tres años; que espera que en este juicio se pueda llegar a entender que lo que pasó fue algo grave, gravísimo, muy terrible, pero fue producto de una fatalidad, pues ella hizo todo lo que pudo y la cuidó. GISELLE VANESA KAMENETZKY, dijo que su función era de guardavidas en horario de 14.30 a 22; que el 12 de febrero de 2001 llegó a las 14.30 y los grupos de colonia estaban ingresando en la pileta; que había un grupo en la pileta chiquita, otro en el solarium y otro dividido en dos en la pileta grande y también adultos y chicos en ésta, chicos sin adultos custodiándolos, por lo que no puede decir qué cantidad de gente había; que la pileta mide 25 metros y tiene seis andariveles; que subiendo unas escaleritas hay una pileta pequeña, de la que no puede decir las dimensiones, aclarando que hace seis años que no volvió al lugar. Agregó que era un momento del año en que había mucha gente, que en ese horario la iluminación era natural y el techo tiene un sector de policarbonato que se podía abrir; que no lo recuerda con precisión pero entiende que no había zonas donde no pudiera ver bien; que en el lugar solía haber mucho ruido, pues los chicos cuando juegan son ruidosos. Explicó con respecto al hecho que estaba parada en el borde de la pileta, aclarando que ella en general circulaba o estaba parada en un lugar; que estaba parada donde indicó Privato en el gráfico, en la parte baja de la pileta grande, desde donde observaba prácticamente todos los sectores del natatorio hasta que en un momento escuchó un llamado de alarma de la profesora; que gritó el nombre de la dicente y algo como que había alguien abajo, ante lo cual miró y vio a una persona abajo de la escalera, fue corriendo y se tiró a sacarla; ubicó en el croquis de la pizarra el lugar 14 Poder Judicial de la Nación donde estaba la dicente, añadiendo que vio a la niña abajo de la escalera; que no puede precisar a qué distancia estaba de la profesora y de la escalera, pero era a distancias similares; reiteró que la niña estaba debajo de la escalera, en el borde; que los chicos de pileta libre circulaban por toda la pileta y los de la colonia estaban con sus profesores; que en ese lugar que mencionó circulaba gente; que ese día los profesores no le indicaron que mirara a los chicos que no sabían nadar y que iban a la parte honda; que la dicente se tiró a la pileta de cabeza, tomó a la chica del brazo y enseguida la sacó a la superficie, donde desde afuera la ayudó a sacarla de la pileta el profesor Marcelo Avila; que luego comenzó con las maniobras de reanimación pero vio que la niña no tenía signos vitales, tampoco los tenía desde un primer momento; que ello lo hizo hasta que subió el médico, luego la trasladaron a un lugar más amplio y entre los dos le administraron las maniobras, no pudiendo decir cuánto tiempo, pero no pararon ni un segundo hasta que llegaron los médicos; que las maniobras que hicieron fueron manuales, sin aparatología. Explicó también que no era habitual que los chicos usaran salvavidas o flotadores, sí elementos didácticos que flotaban, colchonetas, los tubos llamados “flota-flota”, aunque en pileta libre no podían usar esos elementos, siendo los únicos autorizados los profesores para sus clases; que cuando llegaron los médicos ella se apartó y los dejó trabajar, bajó al sanitario, volvió y se quedó en la cabina de la recepción por si necesitaban algo; que en el curso que realizó no se indicaba la utilización de tubos pero sí de mascarillas para ello para no entrar en contacto con el cuerpo de la víctima; que no utilizaban ninguna ayuda mecánica. A preguntas de la Querella respondió: que no puede decir las dimensiones exactas de la pileta chica; que las escaleras estaban bien amuradas, pero en ocasiones se movían; que las tareas de resucitación se realizaron en el sector que se indica el croquis, lo cual resulta aproximado porque no recuerda bien; que había una cabina de recepción de la pileta, sector que era más amplio, entonces movieron a la chica ahí y con el médico realizaron las maniobras en ese lugar; que en la pileta había 15 un solo guardavidas en el turno tarde, ella sola; que no había plataforma sobreelevada, pero el borde de la pileta estaba elevada con relación al piso; que no tenían equipo de salvamento de varas con ganchos, sí salvavidas; que la pileta tenía demarcadas las zonas de mayor y menor profundidad; que ella no constató que la profundidad fuera la indicada por las demarcaciones, principalmente en lo que se refiere al nivel de 1,40 m; que tiene entendido que el día del hecho uno de los alumnos le avisó a la profesora y ésta a la dicente, pero esto se lo contaron ya que ella sólo escuchó el grito de la profesora y no sabe si algún otro alumno la vio; que para levantar y sacar del agua a Florencia necesitó la colaboración de alguien desde afuera del agua para sacarla más rápido, esta persona es el profesor Ávila y tiene entendido que también era guardavidas pero no estaba cumpliendo estas funciones; que entiende que no estaba entre sus funciones verificar si la pileta tenía habilitación; que, en el momento de realizar el ejercicio con Florencia, la profesora Privato no hacía pie; que nunca dijo que tuviera dificultades para controlar la pileta, sí dijo que tenía que prestar atención a varios sectores de la pileta y a varios rangos etarios de asistentes, por lo que era una posición bastante exigida. Asimismo señaló que desconoce si estaba dentro de las obligaciones de la profesora proceder al salvataje; que la profesora permaneció con el grupo y no hizo dichas maniobras; que sabe que se requiere un guardavidas por cada cien personas; que no sabe quién era el encargado de hacer cumplir la ordenanza municipal sobre este tema; que entiende que cuando se lleva a chicos que no saben nadar a la parte profunda el profesor toma recaudos y el guardavidas intenta cubrir ese sector sin desatender el resto de sus obligaciones; que no recuerda hacia dónde miraba cuando se ahogó Florencia; que desde donde ella se ubicó no podía ver el fondo de la pileta chiquita; que en el turno de la mañana como guardavidas estaban Horacio Carlini y otro de nombre Mauricio, cuyo apellido no recuerda; que la pileta no tenía una canaleta cuyo borde fuera aprehensible con la mano. A preguntas de su Defensa 16 Poder Judicial de la Nación respondió: que no hacía diferencias entre la atención de los bañistas de la parte profunda y los de la parte más baja, es decir que el nivel atencional era el mismo en todos los sectores, pues existen riesgos en ambas piletas, además había chicos solos en la parte baja en “pileta libre”; que no podría decir quién de las dos, Privato y ella, podía llegar más rápido a la menor, pero considerando que ella estaba afuera podría llegar más rápido porque iba corriendo, aunque no puede decirlo con seguridad; que cuando la dicente tomó del brazo a la menor no hacía pie. A otras preguntas respondió: que por su entrenamiento estaba en condiciones de hacer un rescate sola sin ayuda de terceros de una chica de 9 años, de hecho lo hizo varias veces; que ella nadaba en la pileta fuera de su horario y no tenía inconveniente para asirse del borde de la pileta cuando quería descansar y no había una escalera cerca; que descansaba en la parte baja y no se asía pero hubiera podido hacerlo; que un menor probablemente hubiera tenido inconvenientes en agarrarse, hubiera podido hacerlo pero no habría sido tan fácil como para un adulto; que ella para agarrarse rodeaba con el brazo el borde completo, pero también uno se puede sostener con la punta de los dedos; que no había mucha distancia del agua hasta ese borde, diría unos 20 cm aproximadamente pero hace seis años que no concurre a la pileta; que desconoce si la afluencia de chicos que iban a la colonia en el turno mañana era mayor que el de la tarde, probablemente fuera mayor en la colonia, no así en “pileta libre”; que en los sectores donde trabajaba la colonia no tenían acceso las personas que hacían pileta libre y justamente una de sus obligaciones era que la gente de pileta libre respete su espacio y no perturbe la actividad de la colonia; que cuando estaba el grupo de la profesora Privato y el de Avila la gente de pileta libre usaba los andariveles centrales para nadar y los chicos de pileta libre usaban el otro sector de la pileta, que señaló en el croquis; que no recuerda si en algún momento Avila utilizó el sector de pileta libre, pero a veces rotaban; que, de haberlo utilizado, ese sector estaría vedado para la gente de pileta libre, pues siempre estaban 17 separados los sectores por andariveles; que en ese momento en el piletón estaba Gabriela Scarpato y no recuerda si había alguna otra profesora; que estos “colonos” tenían unos cuatro años aproximadamente; que cuando en el piletón había actividades de colonia no estaba permitido hacer “pileta libre” en ese lugar; que no recuerda cuántos chicos había en ese momento en el piletón, unos diez, y no recuerda si tenían dos docentes; que sabe que los grupos de Privato y de Avila hacían habitualmente trabajos en la parte profunda. Asimismo expresó que trabajaba como guardavidas en “Megatlón” desde 1995; que la contrató la red de clubes para trabajar en el club “All Boys” y ella trató constantemente con “Megatlón”; que recibía instrucciones sobre organización del natatorio de parte de Julio Giraldi y de Mariano Rosemberg; que a Bugallo lo veía habitualmente en el club utilizando las instalaciones con sus hijos y sabía que era el presidente del club, pero su trato con él era como usuario y no recibió instrucciones de parte del nombrado; que desconoce si aquél tenía incidencia en las decisiones. Agregó que ese día no había más de cien bañistas; que entiende que ya sea una persona mayor o menor no tenía dificultad alguna en asirse de las escaleras; que con el trato cotidiano conocía qué personas sabían o no nadar, pero dentro de la escuela no le informaban quién sí y quien no; que cuando vio el cuerpo bajo el agua en la escalera era visible; que no estaba en contacto con la escalera, que la escalera no llegaba hasta el fondo, había un espacio no muy grande entre la escalera y el fondo y ahí estaba el cuerpo, que no tenía movimiento, estaba cerca del fondo y al lado de la pared, no recordando en qué posición. JULIO CÉSAR GIRALDI, expuso que está casado con una profesora nacional de educación física y tiene dos hijas menores; que desde 1989 se viene desempeñando como profesor de educación física habiendo trabajado mayormente en el ámbito privado; que desde 1995 es profesor titular en el instituto “Hansen” de Belgrano, en el nivel de jardín de infantes y escuela primaria; que también organiza un campo de deportes con 18 Poder Judicial de la Nación estos chicos, que es optativo, desde hace más de diez años, donde se hacen deportes y natación y concurren alrededor de 50 chicos todos los años; que su relación con “Megatlón” data desde 1994 cuando un profesor que está trabajando aún allí le informó que buscaban profesores para la colonia de vacaciones, por lo que le alcanzó un currículum; que tuvo una entrevista con el coordinador del Club Almagro, profesor Canavese, un período de prueba en la colonia por una semana y luego le dieron el trabajo; que estuvo trabajando en el “Club Racing” de Avellaneda en la temporada ‘94/95´; que luego tuvo un ofrecimiento para la colonia en los dos veranos siguientes y a fines de 1997 tuvo una entrevista con el gerente de deportes, el Sr. González, siéndole ofrecida la coordinación deportiva de “Megatlón All Boys”, lo cual aceptó. Explicó que en el primer año facturaba honorarios, en el segundo lo efectivizaron y comenzó a cobrar como empleado de “Megatlón”; que desde 1997 hasta la fecha del hecho se desempeñó en tal rol y estuvo hasta 2002, en que fue promovido a gerente de otra sede; que las sedes se dividen en un área deportiva a cargo del coordinador deportivo y invierno que un va área de administrativa; marzo a que noviembre y hay el un de ciclo de verano de diciembre a fin de febrero o marzo, en el que está comprendida la colonia de vacaciones; que en el ciclo de invierno su función es proyectar y planificar objetivos y actividades del club; que también hay objetivos de red para todas las sedes y otros para su sede específica; que en el verano las escuelas deportivas se reducen y los chicos se vuelcan a la colonia de verano pero se empieza a planificar dos meses antes, así los coordinadores se reunían con el gerente Canavese para organizar el tema de la colonia, ya que nada debía quedar librado al azar; que de estas reuniones surgió el “instructivo de colonia para profesores”, que trataba de contemplar la mayor cantidad de situaciones posibles, incluyendo una planificación a cumplir para la colonia de verano y reuniones con el plantel de profesores para que éstos puedan volcar su experiencia para optimizar la herramienta de trabajo; que dicho instructivo incluía el tema de natación, hábitos comunes de pileta, cómo 19 utilizar los materiales, respetar los turnos para el natatorio, dónde dejar las toallas, cómo rotar en una pileta, los objetivos generales de la escuela de natación, etc, pero estos los proveía el área de natación, a cargo de Alberto Canavese, gerente de deportes de “Megatlón”. En cuanto a la organización de la colonia “instructivo de propiamente colonia” dicha, para los refirió padres que con había un información básica, turnos de trabajo, aranceles, etc y también había reuniones informativas; que había una ficha de inscripción del “colono” con sus datos y los de los familiares y una ficha médica donde insistían en que no obviaran ningún dato importante para que el médico pudiera obrar eficazmente en caso de accidente; que en las reuniones se trataba con los padres el tema de natación, se les informaba que se hacía una nivelación masiva al comienzo y se les asignaba a los chicos un nivel de nado, había un bloque de entrada al agua de 45 minutos, tres días de actividades específicas de natación y dos días de juegos guiados por los profesores; que también se trabajaba sobre la seguridad en la natación, había servicio de emergencias, médico y guardavidas permanente, los cuales tenían dos turnos de trabajo y había uno por turno; que si la cantidad de bañistas ameritaba llamar a otro guardavidas, así se hacía, aclarando que no era su responsabilidad su contratación sino del gerente de deportes de “Megatlón”, Canavese, quien tenía las estadísticas de asistencia diaria de colonos y si había que contratar otro guardavidas se los informaba. Agregó que en noviembre de 2006 el Consejo Metropolitano de Guardavidas adoptó una normativa internacional sobre la cantidad de guardavidas para piletas de 25 metros donde se establece que un guardavidas es suficiente, de lo cual desea aportar copia en este acto. Añadió que se había creado la figura del profesor “guardia de campo”, que trabaja en la colonia pero no tenía grupo asignado; que muchos padres se acuerdan a último momento y quieren anotar a los hijos, dejarlos e irse a trabajar ese mismo día y por eso había un coordinador de guardia, también para el caso de que se sobrepasara el número; que además había 20 Poder Judicial de la Nación un profesor “guardia de agua” que trabajaba solamente en la pileta, por ejemplo si un grupo de 26 a 28 chicos trabajan bien con dos profesores en el campo, pero si en la pileta tenían que dividirse en tres subgrupos, uno de estos profesores tomaba el tercero; que además había socios “VIP” que podían optar por la colonia sin cargo en el verano en el turno mañana, entonces la colonia a la mañana era masiva y allí tomaba más relevancia la figura del profesor “guardia de agua”, sobre todo en enero, no tanto en febrero donde las colonias son más reducidas. En cuanto al hecho refirió que el 1° de febrero lo convocaron de la recepción porque una familia quería averiguar sobre la colonia; que el dicente se presentó, les mostró el instructivo para profesores y conversaron sobre las actividades; que la mamá explicó por qué los cambiaba a sus hijos de colonia, dijo que el agua no era limpia y que no les enseñaban a nadar; que el dicente la invitó a recorrer las instalaciones y ella también le manifestó que tenía temor por la adaptación del chico más chico, por lo que le pidió tener un día de prueba, a lo cual accedió para el viernes 2; que ese día vino el matrimonio con los dos hijos, incorporaron al más chico al grupo de 3 y 4 años y la madre le comentó que Florencia estaba operada de adenoides, que tenía diábolos puestos y no podía sumergirse y que no usaba tapones para los oídos, a lo que él respondió que no había inconveniente y la presentó al grupo; que si bien la niña tenía 9 años recién cumplidos junto con los padres optaron por que estuviera en el grupo de 8, aclarando que el grupo que seguía eran chicos de 9 a 12 porque a la tarde los grupos eran más reducidos; que entonces fue con la chica hasta el grupo, le presentó a los profesores Avila y Privato y les explicó el tema de las adenoides, como también le pidió a la mamá que le aclarara el tema a la profesora delante suyo, entonces comenzaron a hablar y el dicente se retiró a buscar la ficha de inscripción y constató que lo dicho estaba asentado en la parte médica, estimando que decía que no podía sumergirse; y que ese es todo el contacto que tuvo con la mamá de Florencia. Por su parte explicó, en cuanto a la nivelación de pileta de la menor, que estuvo a cargo de Privato, que con el grupo sentado en el 21 borde se le pidió que actividades, aclarando “nivelito” y 2 Avila hiciera que del distintos Privato grupo de estaba nivel ejercicios a 1, cargo y del integrándose Florencia al grupo de nivelito 2 que era el más bajo de natación de su edad; que en el nivelito 1 había chicos de 3 a 5 años y en el nivelito 2 de 6 y 7 años y en ese estaba integrada Florencia; que en el “1" se hacía flotación ventral, desplazamientos, entradas sencillas al agua, etc, y en el “nivelito 2" la aspiración máxima es flotación de cúbito ventral, flotación boca arriba, desplazamiento para lograr la mecánica de “crawl”, sin técnica, tomar aire y soplar, entradas al agua en distintas partes de la pileta y entradas al agua con desplazamiento en la parte profunda; que los grupos eran reducidos, las actividades se hacían en toda la pileta y los chicos tenían que adaptarse a las distintas profundidades, todo bajo la mirada de la guardavida Kamenetzky. Señaló por otro lado que la pileta cuenta con un amplio mirador propio y desde la sala de musculación se trabaja de cara a la pileta, es decir que el trabajo era visto en forma permanente por los socios, además siempre invitaban a los padres para que pudieran pasar un momento divertido con sus hijos y ver cómo organizaban las actividades, el nivel de infraestructura y de seguridad; que luego no tuvo más contacto pero vio conversar a la mamá con la profesora Cecilia, también vio al padre retirar a los chicos a la salida y nada le comentaron. Que el 12 de febrero estaba cumpliendo sus funciones en la sede, supervisando diferentes lugares y a las 14.45 subió a supervisar la pileta, recordando que el día era claro y fresco, el agua estaba transparente y no había casi nadie en la pileta libre; que los grupos de Cecilia y Marcelo se dirigían a sus lugares de trabajo pero no vio qué lugar ocupaba cada uno; que normalmente el grupo de Avila comenzaba en la parte profunda y el otro en la parte baja y el nivelito 2 hacía la mayor parte del trabajo en la parte baja; que a eso de las 15.15 estaba en la oficina ubicada debajo del natatorio y oyó ruidos, se asomó y vio venir a la recepcionista Nora Sierra gritando que había habido un accidente en la 22 Poder Judicial de la Nación pileta, por lo que le pidió a la nombrada y al señor Roberto Gruschke que llamaran al servicio de emergencias médicas, subió corriendo las escaleras y encontró a Kamenetzky y al médico Saudan realizando maniobras de “RCP” sobre una nena de un grupo de ocho años, pero no vio quién era porque trabajaban sobre ella; que le preguntó a Avila quién era y le dijo que era Florencia, recordando que estaban cerca del sector que marca 1,40 m en la pileta; que entonces le pidió a la gente de pileta libre que abandonara el natatorio, bajó y encontró a Gruschke hablando con “Vittal”, le sacó el teléfono, se identificó y pidió que enviaran el servicio de emergencias y lo reiteró para que supieran cuál era la magnitud del accidente; que cortó, pidió la ficha desarrollaba la médica, subió situación y al que natatorio, seguían las vio cómo se maniobras de reanimación, volvió a bajar y a llamar para constatar que el móvil estuviera en camino, luego llamó a la mamá para que viniera lo más rápido posible diciéndole que Florencia había tenido un accidente; que la mamá preguntó qué había pasado pero él no sabía; que la señora le interrogó si había llamado a la línea roja de OSDE y él dijo que no, entonces cortó, tomó la planilla de la chica, marcó 310-3200 pero era “American Express”, volvió a marcar y le dijeron que no tenía que ver con OSDE, entonces pidió a la recepción que buscaran el número y llamaran, aunque luego supo que no lo pudieron hacer; que 20 o 25 minutos después llegó el móvil de “Vittal”, siguió con las maniobra de reanimación, luego llegó la madre, el dicente la acompañó hasta la pileta, la señora le preguntó si se había comunicado con el padre, pero todavía no lo había podido hacer por lo que bajó para hacerlo y dejó un mensaje en el interno “165”, volvió al natatorio, le informó a la madre y luego volvió a llamar para lo cual bajó, atendiéndolo un señor Hernández de seguridad quien dijo que el papá ya se había retirado; que volvió a subir alrededor de las 16.10 y ahí llegó el otro móvil de “Vittal”, también el de “OSDE”; que la madre seguía preguntando si había podido hablar con el padre y le pidió que intentara en la casa, tampoco lo pudo ubicar, dejó mensajes y volvió al natatorio; que recuerda que entonces la 23 madre le hizo dos comentarios: cómo podía ser que le hubiera pasado esto a la niña si ella le había enseñado a flotar verticalmente, y que seguramente ella la había forzado a comer demasiado, recordando que en el lugar había como restos de comida, pero el declarante le dijo que no creía que estuviera relacionado; que minutos después llegó el papá y cesaron las maniobras de reanimación, aunque la madre pedía que continuaran, llegó la policía y comenzó el procedimiento. Añadió que posteriormente pudo hablar con Privato, quien le contó el ejercicio que estaban haciendo y que era acorde a los contenidos a trabajar en el nivelito 2; que era un trabajo triangular desde los 2m o 2,20m en el que iban adonde estaba ella, los encaminaba a la escalera y de ahí iban a la parte baja a terminar jugando con el resto del grupo a cargo de Avila. A preguntas de la Querella respondió: que la guardavidas que estaba a cargo de todo el natatorio era Kamenetzky, que era la única; ya que había un guardavidas conforme a la reglamentación para piletas de 25 metros, no habiendo más de cien bañistas por turno y era la misma para las dos piletas. Señaló en el croquis la ubicación y aclaró, con respecto a la cantidad de personas en la pileta, que en el piletón había doce niños con dos docentes a cargo; que el grupo de Privato tenía 11 chicos y Marcelo también 11, más la gente de pileta libre habría unas cuarenta personas en total; que quiere remarcar esto porque para la seguridad de estas personas había cinco adultos responsables, Privato, Avila, Kamenetzky, Freiling y Pérez Ferrer, y se le está imputando que organizó mal la colonia; que tiene entendido que abajo del agua a Florencia la vio el niño que seguía después, lo cual constató hablando con Privato; que en ese momento no había en la pileta una plataforma sobreelevada para divisar a los bañistas; que había dos guardavidas trabajando, con muchos años de experiencia, y nunca mencionaron la necesidad de tal plataforma, pero sí había un borde sobreelevado; que si se lo hubiesen dicho lo habría transmitido a la gerencia de deportes pero nunca se lo pidieron; que desde donde marcó en el croquis no se podía ver 24 Poder Judicial de la Nación el fondo de la pileta chica, aclarando que esta última tiene profundidad de 20 a 70 cm y allí había dos docentes; que la pileta no tiene canaleta perimetral fácilmente aprehensible con la mano; que no recuerda si la habilitación de la pileta estaba a la vista de todos los bañistas; que además él no estaba encargado de exhibirla sino que es una cuestión gerencial de la administración del club o de “Megatlón”; y que tiene entendido que la pileta estaba habilitada. Asimismo explicó que continúa realizando actividades vinculadas a los natatorios; que en “Megatlón Devoto” que tiene pileta abierta los domingos, solarium y hay muchísima gente, no hay un solo guardavidas, sino tres o cuatro según la cantidad estadística de bañistas que hay; que el profesor “guardia de agua” no era guardavidas y tampoco requería ese título; que no sabe cuántas piletas tiene “Megatlón” en su red pero sabe que hay en Devoto, “All Boys”, Villa Crespo, Barrio Norte, Caballito; que la cantidad de guardavidas en esas piletas sigue la norma que acaba de mencionar, un guardavidas hasta cien bañistas en piletas de 25 metros; que no sabe si después del contrato realizado entre “All Boys” y “Megatlón” hubo más personas que concurrieron a la pileta y no le atañe el tema del contrato, agregando que cuando él ingresó ya funcionaba así; que el tema del cumplimiento de la ordenanza y del libro foliado y rubricado del natatorio es un tema de la gerencia de deportes, no del coordinador; que del tema del cloro, PH del agua, pintura, infraestructura, se ocupaban las personas de mantenimiento; que no informó a Storchi el tema de la plataforma sobreelevada por las razones que ya dijo, aclarando que no tenía contacto con Storchi y sólo lo vio en una fiesta de fin de año; que el responsable del natatorio en cuanto a la seguridad son los guardavidas, pero en cuanto a las habilitaciones no lo sabe, porque no corresponde a deportes y es un tema gerencial, supone que corresponde a “Megatlón central”; que no recibió reclamos de Kamenetzky sobre la cantidad de lugares que debía controlar en el natatorio; que cuando la guardavidas tenía que ir al baño supone que los profesores que estaban en la pileta miran la pileta o si había mucha gente se saca a todos hasta que regrese; que desconoce si 25 para proceder a un salvataje de una persona de mucho peso la guardavidas requiere colaboración pues no es guardavidas; que en las reuniones informativas no se conversaban estas cuestiones; que no sabe si la pileta tenía 1,40m donde decía que había 1,40 pues nunca lo fue a medir, aunque entiende que estaba señalado correctamente, además la pileta estaba habilitada. A preguntas de la Defensa respondió: que el gerente de “All Boys” al momento del hecho era el profesor Rubén González; que la normativa relativa a la seguridad en pileta la confeccionaba el personal de la colonia y también los temas surgían de las reuniones; que en cuanto a las consignas de seguridad en el grupo de Privato era que los chicos estuvieran en la parte profunda, sentados, ingresen de a uno, lleguen a la escalera y salgan de la pileta, en cambio en el grupo 1 (Avila) tienen otra autonomía de nado, pueden trabajar en la parte profunda, en abanico, para estar siempre a la vista del profesor; que el del nivelito 2 tiene que ser un trabajo muy seguro y trabajan de a uno; que no se le advirtió en febrero que algún profesor no cumpliera con las consignas de seguridad. Al exhibírsele el instructivo de fs. 900, lo reconoce, manifestando que era muy útil para los profesores. Añadió que la cantidad de guardavidas variaba según la cantidad de gente que concurría; que se hacían estadísticas y el gerente Canavese decidía si había que prever la llamada de otros guardavidas y los llamaba; que si una mañana había más de cien personas inmediatamente se llamaba a alguien de un listado que tenían para casos de emergencia; que en esos casos la decisión partía de ellos para poder solucionar rápidamente el problema; que si bien los grupos entraban en bloque ellos podían prever a las 9 de la mañana la cantidad de chicos que iban a ir a la colonia y si presumían que iba a haber más de cien bañistas llamaban a otro; que él estaba habilitado para llamar a otro guardavidas porque era una situación que había que solucionar rápidamente; que el que se encargaba de las habilitaciones de los clubes era Guido Miguez, de “Megatlón central”; que en “Megatlón All Boys” el que estaba a cargo de estas cuestiones era el gerente y 26 Poder Judicial de la Nación supone trabajaría con otras personas que estaba más arriba; que cuando habla de “Megatlón All Boys” se refiere a “Megatlón”, que era presidida por Storchi; que conoce a Bugallo y lo tiene visto porque usaba las instalaciones; que cuando Bugallo asumió la presidencia del club no recibió instrucciones de él sobre organización entendido del que natatorio el u nombrado otras no cuestiones; tiene que incidencia tiene en la organización del natatorio o en la contratación de personal; que del tema de las intimaciones vinculadas con el natatorio se encargaba la gerencia del club y tiene entendido que se las llevaban al gerente de la sede; que tiene entendido que la pileta está actualmente habilitada; que actualmente el natatorio no cuenta con la plataforma sobreelevada; que cree que los gastos de funcionamiento del natatorio los autoriza el gerente de la sede que está a cargo de “Megatlón All Boys”, pero ello no le consta; que la contratación del personal la hace recursos humanos de “Megatlón Central”; que con respecto al ingreso de personas en la pileta se hacían estadísticas, diariamente se hacía una planilla a mano con las personas que iban ingresando al natatorio y luego se tomaban bloques horarios para determinar la asistencia, de tres o cuatro horas; que en pileta libre los socios no tenían restricciones para retirarse pero para ingresar sí, sobre todo los chicos menores de 14, que no podían estar en pileta libre solos; que no recuerda si en aquel momento se entregaban bonos de regalo para hacer conocer la pileta, pues no estaba vinculado con sus tareas; que en cada andarivel no puede haber más de seis o siete personas; que había dos andariveles de pileta libre, como se señala exclusivos en el plano; y no puede que los ingresar espacios ninguna de colonia persona; que son la diferencia entre los dos niveles de los grupos que mencionó tiene que ver con una edad cronológica, se arma una estructura de trabajo y la idea es que los chicos puedan desarrollar estos contenidos, como ya dijo “nivelito 1" eran hábitos comunes de pileta, dónde dejar las ojotas, la toalla, caerse y poder levantarse, pérdida de verticalidad, desplazamientos de cualquier manera, entradas al agua, adaptación a la pileta 27 grande en parte baja y profunda, y en nivelito 2 es el dominio de la flotación ventral, respiración mecánica, desplazamientos con tendencia a desarrollar la mecánica de “crawl” sin técnica y se trabaja en parte profunda, flotación con desplazamientos, que es lo que estaba haciendo la profesora en ese momento, que era acorde a ese nivelito para chicos de 6 a 7 años, aclarando que los chicos tenían 8 y Florencia 9; que los guardavidas son la autoridad máxima en la pileta y pueden informar si algún profesor está haciendo un trabajo no acorde con la seguridad, pero aclara actividades que Privato acordes para estaba el grupo capacitaba y la y realizaba guardavidas nada mencionó en contrario; que el dicente le dio a Privato la misma indicación que los padres le dieron al dicente respecto de Florencia y él también le pidió a la madre que le ampliara el tema a la profesora; que cuando llegó a la pileta a la niña le estaban realizando maniobras manuales de “RCP”; que el plantel médico estaba a su cargo y contaba con lo necesario para las maniobras de resucitación o atención primaria de cualquier golpe, luego tenían el servicio de emergencias médicas; que quiere recalcar que en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires se trabaja como se trabaja en el club, el instructivo es una herramienta importantísima que minimiza un montón de problemas que se pueden dar, ya que hay muchas situaciones descriptas; que posteriormente se reunieron con la mamá, escucharon sus quejas y dolencias que son muy válidas pero el trabajo que hacen ellos es de primera línea; que realmente no encontró motivos ni sabe qué pudo haber pasado ya que a Florencia la vieron subir a la escalera, era una nena muy consciente y había estado cinco días en la colonia, no puede entender lo que pasó, cómo la profesora no vio ningún gesto, tampoco la guardavidas, nadie vio nada, por eso no puede entender qué sucedió. Que se dio lectura de la declaración indagatoria de HORACIO ROBERTO BUGALLO de fs. 408/411, prestada en sede instructoria en la que manifestó que: “el día del hecho el dicente se encontraba en el laboratorio Casasco, donde trabaja, en el cual es tesorero, sito en la calle Carabobo 22 de esta 28 Poder Judicial de la Nación ciudad. Que ahí se enteró por un llamado telefónico de su señora, a las 16:20 hs., aproximadamente, de que había habido un accidente en la pileta del club All Boys. Que el dicente entonces llamó a la parte deportiva de fútbol y preguntó si había pasado algo, diciendoles que todavía no sabían nada. Que fueron a averiguar y lo llamaron por teléfono comunicándole que había habido un accidente y que había fallecido una nena en la pileta. Que el declarante pidió permiso en su trabajo y se fue volando para el Club. Que cuando llegó se encontró conque estaba la nena fallecida en un costado de la pileta y estaba la gente de las ambulancias y el médico del club, así como gente de la Comisaría. Que también estaba la madre de la nena abrazándola. Que el dicente preguntó qué pasó al Comisario, como asimismo al médico y a la chica que estaba de guardavidas, Giselle. Que los profesores y el coordinador estaban sentados y todos muy mal. Que la versión que recogió en ese momento de todos fue que a la nena algo le habría pasado porque no se podían explicar cómo había fallecido. Que la guardavidas le contó que le había hecho respiración artificial y que la nena había vomitado. Que al declarante también le dijeron, no recordando específicamente quien fue, que los chicos estaban haciendo un ejercicio en la pileta, en la parte de la mitad para la parte profunda y que la profesora estaba en el agua. Que tenían que tirarse e iban hasta la profesora, 1a tocaban y tenían que volver a la escalerita que está en la mitad de la pileta, donde la pileta tiene aproximadamente 1,60 metros de profundidad. Que también le dijeron al dicente que no sabían lo que había pasado y que estaba la quardavidas parada y otros profesores. Que para el dicente la guardavidas es excelente por lo tanto cuando se enteró lo que había pasado no lo podía creer, pensando siempre que había tenido un paro cardíaco. Que también habló con la madre de la menor en ese momento, a quien le dijo que iba a esperar la autopsia para ver si había tenido un paro cardíaco, porque era impensado que se podía haber ahogado ahí, teniendo a la profesora adentro del agua, con la salvavidas afuera y otros profesores. Que la madre estaba desconsolado y lo único que le pedía era que en el club no había equipos de electroshock y que no volviera a ocurrir lo 29 que le había pasado a su hija. Que también la madre en ese momento pensaba que había sido un accidente. Que preguntado por S.S. para que diga con qué equipos y organización cuenta el club para los auxilios por problemas en el natatorio, el dicente refiere que en primer lugar está el médico en el club permanentemente, que también hay una bañera pero desconoce si hay otro. Que con relación a los equipos médicos no puede aportar datos, dado que como está concesionada la pileta y toda la parte social son ellos los que se ocupan de organizar el tema y son los encargados. Que al respecto quiere aclarar el dicente que el Club All Boys está concesionado desde el 30 de agosto del año 1995 a la empresa All Boys 2000 S.A.. Que el dicente como presidente del Club Atlético All Boys sólo se hace cargo de toda la parte de futbol profesional y amateur del club. Que la concesión abarca la pileta, gimnasio, aeróbica, patines, organización de eventos y demás actividades que surgen del contrato que en este acto aporta y por orden de S.S. queda agregado a la presente causa. Que el dicente también aclara que recién fue nombrado presidente el 25 de junio de 2000, pero el contrato de concesión ya viene desde el año 1995 y es por diez años con opción a cinco más. Que por lo tanto todo lo tiene que ver con las áreas mencionadas en el contrato y referidas anteriormente, está a cargo de Al1 Boys 2000 S.A. quien se encarga en consecuencia, de cumplir con las normas de habilitaciones, del personal que se elija para las funciones, del seguro, de hacer socios nuevos y todo lo que se relaciona con ello. Que cuando All Boys 2000 S.A. se hizo cargo del club sólo habían inscriptos mil socios y actualmente hay aproximadamente entre tres mil quinientos y cuatro mil. Que con eso quiere decir que hicieron un buen trabajo, que reformaron todo el club, proveyéndolo de instalaciones modernas y en muy buen estado. Que la concesión pertenece a la Red Megatlon que tiene varios clubes a su cargo. Que el presidente de Megatlon es Fernando Storchi con quien habló por el tema de la nena. Que éste le dijo que había sido un accidente y que iban a esperar la autopsia para saber bien que había pasado, pero estaban 30 Poder Judicial de la Nación seguros de que había sido accidental. Que con respecto a la organización de las actividades y del natatorio ha conversado con gente de All Boys 2000 S.A., como ser el gerente Rubén González, por cosas que han pasado en la escuelita de fútbol como ser poner diferentes horarios de clases y otros problemas menores, pero no hubo otro tipo de situaciones que motivaran dichas conversaciones. Que el dicente agrega que incluso el día del velatorio de la menor sintió que tenía que estar presente y fue el único del club que se presentó a pesar de que la gente que estaba allí le hicieron reproches, le manifestaron hostilidad y finalmente le pidieron que se vaya. Que también dio una nota para Crónica TV donde hizo saber que había sido todo producto de un lamentable accidente. Que siempre el dicente fue el único que dio la cara. Que en relación al hecho que se le imputa el dicente estaba tranquilo porque la gente de All Boys 2000 S.A. le dijeron que ellos eran los responsables, que estaban los seguros, que ellos se iban a hacer cargo de todo, incluso del velatorio, pero después no apareció nadie. Que también le dijeron Storchi y Miguez que son el presidente y director, respectivamente, que se habían puesto a disposición de los padres. Que eso se lo hicieron saber el día del fallecimiento de la nena, a la noche, a la salida de la Comisaría. Para finalizar y por lo expuesto, el dicente niega rotundamente el hecho que se le imputa, aclarando que la parte responsable de acuerdo a lo que surge del contrato es la firma All Boys 2000 S.A. Que el dicente pensó que la pileta estaba habilitada. Que en septiembre u octubre le firmó a All Boys 2000 S.A. distintos papeles, que no puede precisar, para ser presentados en el Gobierno de la Ciudad. Que el dicente entendió que eran por modificaciones que iban a hacer en la parte aeróbica. Que al dicente agrega que es grande su sorpresa al enterarse con la prueba exhibida que la pileta no estaba funcionando con la habilitación otorgada, puesto que pensó que ello era así y nunca se imaginó lo contrario. Que en el año 1995 cuando se firmó el contrato con All Boys 2000 S.A. se comprometieron a hacer todas las modificaciones, pero recién el dicente empezó a ser socio en febrero de 1997 donde ya se había hecho la refacción de la pileta. Que desde ese momento no se 31 hicieron nuevas refacciones y quedó igual”. Por su parte FERNANDO MARTÍN STORCHI al ser indagado al inicio del debate también se remitió a su declaración prestada durante la instrucción oportunidad en la que manifestó que: “Antes que nada el dicente quiere referir su profundo dolor por el hecho sucedido el 12 de febrero y que es su intención que se esclarezca el hecho cuanto antes. Qué en este sentido, el dicente manifiesta que está absolutamente a disposición del Juzgado para aportar toda la información y documentación que sea necesaria. Que él dicente en el año 1991 se recibió de licenciado en Administración de Empresas, en la UBA y siempre tuvo una fuerte vocación por el deporte y que en consecuencia, decidió desarrollar emprendimientos deportivos de manera empresarial. Que su primer emprendimiento fue un centro deportivo donde se construyeron canchas de fútbol 5, de paddle y un gimnasio en la zona de Floresta, en el año 1991. Que en el año 1992 la sociedad Almagro 2000 en la: cual el dicente integraba el directorio, firmó un contrató de concesión con el Club Almagro para explotar la sede sita en la AV. Medrano 522 de esta ciudad. Que se realizó una inversión muy importante lo qué permitió tener instalaciones acordes con las necesidades de los socios. Que el contrato básicamente consistía en la admistración de todos los espacios deportivos, de la sede y el otorgamiento del servicio deportivo. Que en el año 1994, se firmó un contrato similar con el Club Racing con una sociedad Racing 2000. Que posteriormente, en el año 1995 la Sociedad All Boys 2000 S.A. que preside desde esa fecha en la que fue creada, firmó un contrato de concesión y gerenciamiento con el Club All Boys el cual fue aprobado por Comisión Directiva y ratificado por Asamblea de socios. Que por dicho contrato, la sociedad tenia que realizar una inversión muy importante para refaccionar y construir espacios deportivos dentro de la sede del club de Alvarez Jonte. Que la obra insumió alrededor de un año de tiempo y se realizó una una inversión de aproximadamente setecientos mil pesos. Que por dicho contrato, 1a sociedad además de la obra, debía realizar la administración y gestión 32 Poder Judicial de la Nación deportiva de todas las actividades que se desarrollaban en el club. Que el contrato tiene una duración de diez años con opción a cinco años más. Que el club All Boys en concepto de canon recibe el equivalente al 50% de la cobranza de las cuotas sociales. Que a través de la inversión realizada y la gestión deportiva y administrativa la masa societaria del Club All Boys creció de 1000 socios que tenia en el año 1995 a mas de 3000 socios que posee en la actualidad. Que el club logró reinsertarse en el barrio a través de la exitosa gestión que se realizó. Que el club “All Boys” es integrante de la Red de Clubes Megatlon que en la actualidad posee ocho centros deportivos en la Capital Federal y alrededor de veinticinco mil socios que utilizan las instalaciones. Que al efecto acompaña y quiere aportar tres presentaciones institucionales tanto de Red de Clubes como de All Boys donde se explican las características de este proyecto y las actividades que se realizan en los clubes, las que por orden de S.S. quedan reservadas en Secretaria. Que los ocho centros de la red de Clubes ofrecen una oferta de servicios deportivos similares. Que la Red de Clubes es el primer proyecto de estas características en la Argentina. Que también se repite en todos los clubes la estructura organizativa y de gestión. Que el dicente realiza tareas de dirección en la Red de Clubes y su oficina se encuentra en la Av. Juan B. Justo 2650 donde se encuentra la estructura organización central central existen los de la Red. siguientes Que en la departamentos: comercial, imagen y comunicación, cobranzas, legales, recursos humanos y administración y finanzas y deportes. Que estos departamentos hacen de soporte técnico a las estructuras organizativas dadas por la Red que existen en cada uno de los centros deportivos. Que cada club tiene su estructura organizativa que es la siguiente: un gerente del cual depende un coordinador de deportes y una jefa de administración, más todo el personal que incluye profesores, personal de limpieza, médicos, guardavidas, seguridad. Que en personal todos los administrativo, clubes se personal repite la de misma estructura. Que en el caso de All Boys el gerente del Club es Rubén González, el coordinador es Julio Giraldi, y la jefa de 33 administración es Alejandra Cualla. Que Cualla tiene a su cargo tareas administrativas supervisión de todo como el las personal cobranzas que está de a cuotas cargo y la de la recepción del club. Que el coordinador de deportes tiene como función coordinar las actividades deportivas que se desarrollen en el club y es el referente de todos los profesores que trabajan en la institución. Que en el verano, el coordinador es el encargado de coordinar la colonia de vacaciones, tomar personal si asi fuere necesario porque los profesores que están durante el año generalmente trabajan en la colonia. Que es una tarea que realiza en coordinación con el gerente de deportes de la Red de Clubes, quien es Alberto Canavese. Que el gerente del cual depende el coordinador, que en el caso es Rubén González, tiene funciones más generales en cuanto a la administración del negocio, analiza la evolución del Club en toda sus formas como ser mantenimiento, atención al socio, calidad de servicio, etc. Que el coordinador de cada sede trabaja en el Club. Que la vinculación de Rubén González con la estructura central es a través de Guido Miguez, que es el que coordina a los gerentes de todos los centros deportivos. Que lo relacionado con el mantenimiento de las instalaciones está a cargo del gerente del club, en este caso, de Rubén González. Que a su vez hay un jefe de mantenimiento en cada club que depende del gerente y que en All Boys es el Sr. Juan García. Que el dicente quiere dejar en claro que esta estructura que se repite en todos los centros es el fruto de más de ocho anos de experiencia en el campo deportivo en los distintos centros mencionados. Que este hecho es el primero que sucede en la larga historia de la red de Clubes. Que la Red de Clubes brinda a cada una de las distintas áreas manuales operativos que indican cómo deben desarrollarse las tareas. Que para citar como ejemplo los manuales de mantenimiento, de administración, instructivos para el área de deportes aportando en este acto dicho instructivo para la colonia lo que por orden de S.S. queda reservado en Secretaría. Que en lo relacionado con la actividad deportiva el personal se selecciona a través del coordinador deportes de cada centro y 34 Poder Judicial de la Nación el gerente de deportes Alberto Canavese es el que designa a su vez a los coordinadores de cada centro. Que con relación a la selección del personal hay distintos procesos. Uno de ellos es cuando se abre un nuevo centro se hace una selección de mayor número de personas y el procedimiento es el siguiente: a través de un aviso en el diario y base de datos que tiene recursos humanos, se hace una selección de los mejores curriculum, entrevistas personales, luego se toma una prueba de nivel y finalmente un período de prueba de treinta días. Que ello lo hacen varios coordinadores, en el caso de apertura de una nueva sede, para hacer una mejor evaluación. Que cuando la sede se encuentra abierta y se tiene que tomar algún personal, se hace una selección averiguación curricular de generalmente por el antecedentes y estos coordinador, entrevistas, período prueba. profesores son de Que recomendados por profesionales que ya trabajan en la red, pero todos tienen que tener título habilitante y experiencia laboral anterior porque de lo contrario no ingresan. Que en este acto aporta a la instrucción los curriculums de Giraldi, la profesora Privato, el profesor Marcelo Avila y la bañera de All Boys, para que se tome en cuenta la idoneidad de esa gente, lo cual por orden de S.S. queda reservado en Secretaría. Que por lo tanto niega completamente haber abandonado a su suerte a la menor porque le otorgó la mejor organización que ya fue descripta y que puso a disposición de ella y de todos los socios, siendo una estructura organizada. Que eso por otra parte, esta reconocido por todos los padres que mandan a sus hijos a las distintas colonias entre temporada de las cuales colonia que se pasó encuentra fue la All Boys. quinta en Que el la club mencionado. Que jamás hubo ningún tipo de inconveniente serio ni hecho semejante. Que con respecto a la actividad que se estaba desarrollando el día del hecho, refiere que sabe que los chicos de colonia del turno tarde ingresaron al club a las 13:30 horas, salvo los que hacen turno completo. Que una vez reunidos con los profesores realizaron actividades recreativas habituales. Que siendo las 14:45 hs, ingresaron al natatorio dividiéndose los chicos en dos grupos de trabajo, uno a cargo de Cecilia Privato y el otro a cargo de Marcelo Avila. Que en 35 cada grupo había diez chicos. Que el grupo de Cecilia estaba haciendo ejercicios de rutina en la mitad de la pileta, donde cree que hay un metro con cincuenta de profundidad. Que el ejercicio era en triángulo de modo que se tenían que tirar de a uno a la pileta, deslizándose por una colchoneta de aproximadamente un metro y medio de largo en forma de tobogán, e ir hasta la profesora, ubicada a aproximadamente no más de tres metros del borde de la pileta. Que luego de tocarla a la profesora, ésta los impulsaba hasta la escalera que se encontraba a una distancia similar. Que la menor participó en ese ejercicio. Que solamente había un chico en el agua haciendo el ejercicio y que el de atrás se tenía que tirar cuando el compañerito de adelante se hubiera aferrado a la escalera. Que todo lo referido le fue dicho en primer lugar por el gerente del Club All Boys, Rubén González en una reunión que tuvieron el día posterior al hecho. Que días después, mantuvo reuniones con el coordinador Giraldi y con la profesora, que le dieron una versión igual al anterior. Que la profesora le dijo al dicente que ella vio llegar a la nena a la escalera y agarrarse de la misma y que después volcó la vista sobre el nene qué venia en el turno. Que la profesora le contó que vio a la nena subiendo la escalera y ahi fue cuando desvió su vista de ella. Que un niño que venía atrás de Florencia la vio a ésta en el fondo de la pileta, a la altura de la escalera. Que Florencia no realizó ningún gesto que haya dado a entender qué algo le estaba sucediendo. Que resulta inexplicable para el dicente el hecho sucedido y que está seguro que algún problema fisico tuvo antes de sumergirse la menor. Que en todos los casos la gente que tiene problemas en natatorios hace algún tipo de gesto de pedido de auxilio o de resistencia. Que inmediatamente sin que haya transcurrido más de un minuto fue rescatada por la guardavidas que se encontraba a dos metros del hecho. Que sabe también que actuó el médico del club en forma inmediata y otros profesionales del servicio de emergencias. Que luego de las reuniones que se mantuvieron con motivo del hecho, las únicas decisiones que se tomaron fue 36 separar a Privato y la Poder Judicial de la Nación guardavidas a tareas más periféricas, por la gran conmoción que les causó el hecho. Que la guardavidas se encuentra efectuando tareas administrativas en las oficinas de la Red de Clubes junto al gerente haciendo tareas de de deportes Canavese. organización y de Que Privato asistencia a está demás profesores pero no en el natatorio. Que Giraldi tuvo algunos días de licencia pero retomó sus tareas. Que también se contrató una psiquiatra para hablar con los profesores que estaban trabajando en la colonia de vacaciones y brindarles un apoyo psicológico. Que se realizó un duelo de 48 hs en todo el club. Que siguieron cuando se reinició concurriendo la la gran actividad mayoría de de los la colonia chicos que asistían a la misma anteriormente llegando el porcentaje hacia el final de la colonia al 95% de asistencia. Que con respecto al grupo de Florencia, sólo dos chicos no regresaron a la colonia. Que con respecto a la habilitación del natatorio en general refiere que All Boys 2000 S.A. ha hecho una inversión de aproximadamente doscientos cincuenta mil pesos en la reconstrucción del natatorio, lo cual tuvo lugar en el año 1995. Que se realizaron las siguientes obras: el techado de la pileta con estructura metálica y policarbonato, se modificó todo el sistema de filtros, calderas para calentamiento del agua y del ambiente del natatorio, se cambiaron todas las veredas perimetrales de la pileta por pisos antideslizantes que antes no tenía, se eliminaron los trampolines, se le quitó profundidad reconstruyéndose todo el espacio interior, se hizo un revestimiento cerámico en todo el interior del natatorio, se modificaron los accesos, se cambió la iluminación y se dio cumplimiento a todas las ordenanzas municipales vigentes. Que la precariedad de la habilitación existente está relacionada con la precariedad de la norma que la regula, pero no con el natatorio que cumple todos los requisitos. Que el natatorio existe desde el año sesenta y siempre estuvo habilitado. Que preguntado para que diga si conocía que la habilitación precaria no estaba concedida y fue efectuada el 28/2/2001, refiere que para el dicente siempre estuvo habilitada y que todo esto es una cuestión administrativa, que por lo tanto para el dicente no es que no estuviera habilitada sino que lo estaba 37 por la normativa anterior. Que de todos modos el que se encargó de los trámites de habilitación fue Guido Miguez que era el coordinador de todos los gerentes. Que sin perjuicio de ello, el dicente agrega que se compromete a aportar a la brevedad al Tribunal todas las contancias que se hayan efectuado con relación a la habilitación del natatorio. Que las piletas de la red de Clubes tiene standares de calidad que superan con creces las normativas vigentes. Que por último refiere que siempre se contó con servicios de emergencias medicas y consultorio permanentemente atendido, como asimismo, guardavidas en todos los clubes. Que respecto al natatorio se han atendido inspecciones y se cumplimentaron todos los pedidos que se hicieron al respecto”. Posteriormente FERNANDO MARTÍN STORCHI al prestar declaración indagatoria ante el Tribunal ratificó su anterior declaración que fue incorporada y manifestó que este hecho lo ha marcado para siempre, siente un profundo dolor por el fallecimiento de Florencia y por el sufrimiento que tienen sus papás, su hermano y el resto de la familia. Agregó asimismo que considera que ha sido muy respetuoso con los papás de Florencia desde que ocurrió el hecho, a pesar de haber recibido agresiones y descalificaciones de todo tipo y lo hayan tratado de criminal y asesino, nunca tuvo intención de ocultar el hecho, tal es así que todos los doce de febrero cierran el club en homenaje a la memoria de Florencia, no porque lo haya pedido alguien, sino porque lo sienten así y así lo decidieron. Que en primer término quiere hacer una breve reseña de sus antecedentes laborales y su formación profesional, se recibió en 1991 de licenciado en administración de empresas en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, y mientras cursaba el último año comenzó con desarrollos empresariales, que el primero fue un complejo de canchas de “fútbol 5”, paddle y gimnasio en el barrio de floresta; que siempre tuvo una fuerte vocación por el deporte; que más tarde constituyó una sociedad con otros accionistas con la cual firmaron diversos contratos 38 de concesión y posterior Poder Judicial de la Nación administración con instituciones deportivas, con “Racing” en 1994, “All Boys” en 1994, “Estudiantes de BA” en 1996, Villa Crespo en 1999; que estos contratos traían aparejado que la sociedad tenía que hacer una fuerte inversión en la remodelación de las sedes sociales, pues muchas estaban muy deterioradas, se invertía en equipamiento, sistemas, luego se administraba o gerenciaba todo lo relacionado con las actividades deportivas y sociales que se desarrollaban en los clubes, como contrapartida los clubes recibían un canon o porcentaje de los ingresos; que en muchos casos el nivel de deterioro era tal que antes de su intervención no había actividad deportiva o social, que ellos no intervenían en los equipos de fútbol emprendimientos y profesional; otros que que en 1999 realizaron todos en estos inmuebles particulares se agruparon con la denominación de “Megatlón” y con un solo carnet se podía ingresar a todas las sucursales; que entiende que en “Megatlón” se hacen las cosas de manera seria, responsable y profesional, la seguridad de los socios y los empleados es un valor fundamental, jamás se desentendieron de algún requerimiento o gasto vinculado con la seguridad, de hecho desde hace unos años todas las sedes están equipadas con defibriladores automáticos, lo que implicó una fuerte inversión, aunque no está requerido por ninguna norma, pero entendieron que era un aporte valioso a la seguridad, que gracias a esta medida el año pasado pudieron salvar una vida humana utilizando estos defibriladores, a un señor que cuidaba coches en la calle Vuelta de Obligado. Agregó que la “Red de Clubes” tiene su propio centro de capacitación, existen 35 médicos que están capacitados en atención prehospitalaria, hay 160 profesores que han sido capacitados en “basic life support”, pueden utilizar los defibriladores automáticos, hay además más de 500 profesionales capacitados en “RCP”, es la única organización no médica que forma parte de la “American Health Asociation” y está autorizada para dar estos cursos; que los que trabajan en “Megatlón” saben que una situación de potencial peligro se debe resolver con mucha rapidez, no hay para ello restricciones presupuestarias, su misión como organización es mejorar la calidad de vida de la población en 39 general a través de la práctica de la actividad física, en forma honesta, responsable y muy profesional. Añadió asimismo que la organización que existía al momento del hecho era la siguiente: trabajaban en la organización aproximadamente 500 personas, era el fruto de un desarrollo de más de ocho años, lo que puede decir es que existía un directorio integrado por cuatro miembros, dos con tareas más funcionales y operativas, Guido Miguez y Diego Pellegrino, quienes siguen trabajando en la empresa, y otros dos directores generales, que no tenían tareas tan funcionales u operativas, entre ellos el que declara; que como Director General se ocupaba de negociaciones, contratos con dirigentes de entidades deportivas, negociar con propietarios inversión, asignación de de de inmuebles la la supervisión gerentes de posibilidad general de sucursales de las y hacer una actividades, de las áreas centralizadas, representación institucional de la organización, vinculación con otras organizaciones, y fundamentalmente trazar el rumbo estratégico que tenía que tener la organización; que Miguez era y es director operativo, en su momento era el gerente de los gerentes de todas las sucursales, se ocupaba de que éstas funcionaran correctamente; que Pellegrino era director de administración y finanzas. Que tenía su oficina en Villa Crespo, allí estaba el día del hecho, en la oficina central donde estaban las demás áreas centralizadas, gerencia de deportes, de sistemas, contable, marketing, recursos humanos, legales; que la gerencia de Deportes tenía a su cargo todo lo relacionado con la práctica de actividad física en las distintas sucursales, confeccionaban los programas y determinaba las actividades de cada sucursal, designaba los coordinadores deportivos de cada sede y todo lo que tiene que ver con el funcionamiento del natatorio, el gerente de deportes en aquel momento era Carlos Alberto Canavese. Por su parte explicó respecto a las imputaciones que se le formulan, especialmente respecto del tema de la habilitación municipal, que el que se encargaba de esa tarea era el señor Guido Miguez, director operativo de la organización, así lo dijo en su 40 Poder Judicial de la Nación declaración del mes de abril de 2001; respecto del tema de los guardavidas, era una decisión que tomaba el profesor Canavese como gerente de deportes de la “Red de Clubes Megatlón”, y en cuanto a la canaleta perimetral puede decir que en su momento se encomendó a un estudio de arquitectura el proyecto y dirección de obra de la refacción de la sede del “Club All Boys”, incluyendo el natatorio; que siempre se le han hecho imputaciones genéricas sobre estas cuestiones sin tener en cuenta cómo estaban asignadas las tareas en la organización; de más está decir que tiene confianza absoluta en las personas que trabajan en la organización, sabe que hacen las cosas de manera correcta y conforme a las normas; que respecto de la habilitación, sabe que había normas generales que las regulaban para las distintas actividades, no conocía su contenido, no puede estar existentes, al tanto del contenido de pero sabe que había norma una todas las normas no estaba que reglamentada y que no se otorgaban habilitaciones definitivas de natatorios; que el funcionario responsable dentro de la organización era Guido Miguez, que él mantenía reuniones con los otros directores y algunos gerentes, y jamás se le informó que existiera alguna dificultad en la habilitación del natatorio del “Club All Boys”; que nada se le mencionó respecto de este asunto, después del hecho se interiorizó más en esta cuestión y pudo determinar que las cosas se hicieron correctamente, que existía una habilitación de 1983, ellos tomaron la conducción en 1995, e hicieron una serie de refacciones que apuntaban a “aggiornar” el club en general y el natatorio en particular y muchas de las inversiones tuvieron que ver con mejorar aspectos vinculados con la seguridad; así, el antiguo natatorio tenía profundidad máxima de 4,50m, se redujo a 2,20 m, se revistió el interior del natatorio con cerámicos para mejorar la higiene, se instaló una vereda perimetral de piso antideslizante, se cambiaron los accesos para poder entrar por la parte media, ya que antes se entraba por la entender parte que subacuáticos, profunda, eran se una hizo se eliminaron fuente el de techado, los trampolines peligro luego y se los hizo por focos una presentación ante el Gobierno de la Ciudad, que de esto se 41 enteró después del hecho, dando cuenta de estas mejores, en junio de 1998; que se les hizo saber que no había habilitaciones formales y en ese momento cree que hubo una resolución de un departamento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que permitía otorgar autorizaciones precarias de funcionamiento porque la norma no estaba reglamentada y hasta el momento no lo está, aunque la norma tiene veinte años; que en julio de 2000 se hizo otra inspección por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y si se hubiese entendido que se violaban las condiciones de seguridad e higiene los inspectores tenían poder de clausura, pero no lo hicieron, el natatorio estaba autorizado o habilitado para funcionar; que de esta inspección surgió el requerimiento que llegó al club el 9 de enero de 2001, en éste se pedían una serie de mejoras absolutamente menores, como lavapiés, bebederos, reseñalización de flechas de salida, certificaciones notariales de documentación que ya había sido presentada en el expediente, dándose treinta requerimiento, el días cual hábiles al club vencía el 21 para de cumplir febrero de este 2001, entonces al momento del hecho estaba autorizado para funcionar, no tenía pedido inspecciones y de clausura, entiende que fue motivo de distintas las cosas se hicieron correctamente; con respecto al requerimiento del mes de enero, en ningún momento los inspectores dijeron nada, no se pidió nada sobre las cuestiones que se le imputan en esta causa (canaleta perimetral, cantidad de guardavidas o silla sobreelevada), entonces se pregunta qué se pretendía, que se hubieran autoclausurado?. Con respecto al tema de los guardavidas, el encargado de esta cuestión era el profesor Canavese, quien además de ser profesor de educación física, guardavidas y entrenador de natación es licenciado en Educación Física, quien trabaja en la organización desde 1993; que es una persona en la que confía absolutamente, antes y después del hecho; que él dicente no es guardavidas ni profesores de educación física, tampoco los demás miembros del directorio, ellos asignaron esa gerencia a Canavese porque creyeron que era 42 Poder Judicial de la Nación la persona correcta para desempeñar este cargo, en él se apoyaron para decidir estas cuestiones; que Canavese confeccionó un organigrama donde se fijaban los turnos según la cantidad de bañistas para cada natatorio, respaldando el criterio tomado por el nombrado, pues es el que se utiliza en el resto de la ciudad, en la provincia de Buenos Aires y en el resto del país, como así también en los demás países del mundo, con diferencia de matices; que además jamás recibieron un requerimiento para aumentar la cantidad de guardavidas en ninguno de los natatorios de la “Red”, que en aquel momento eran siete; que se le atribuye que con el fin de ahorrar dinero no ponían otro guardavidas, que esto no es cierto; que “Megatlón Devoto” (Estudiantes Buenos Aires), está abierto los fines de Canavese semana, dispone tiene para mucho esos espacio días la verde, normalmente presencia de cuatro guardavidas; que también quiere resaltar que el natatorio del “Club All Boys” no es un natatorio de fin de semana donde concurre mucha gente sino que solamente es utilizado por nadadores y para fines educativos, generalmente no hay una concurrencia masiva, no tiene espacios verdes, es un natatorio más de invierno, siendo que los días domingo, siendo un día por excelencia, está cerrado, la gente que concurre es conocida por los profesionales y guardavidas. En lo que atañe a la canaleta perimetral, refirió que para cada refacción que hacen le encomiendan el proyecto y la dirección de obra a un estudio de arquitectura, aclarando que él no es ingeniero ni arquitecto, le asignan a profesionales competentes la tarea; que la organización había construido a nuevo o refaccionado siete natatorios al momento del hecho, en uno de ellos se encomendó la tarea al arquitecto Dujovne, quien fue Decano de la Facultad de Arquitectura durante diez años, el natatorio del club “Estudiantes de Buenos Aires” y construyó uno nuevo en la sucursal centro de “Megatlón”; que entre las remodelaciones del club “Estudiantes” implementó un sistema de limpieza superficial del agua, “skimmer”, para lo cual tuvo que eliminar la perimida canaleta perimetral (la llamada salivadera), el natatorio era de la década del 60 o 70, y en la sucursal del centro instaló el mismo sistema; que idéntico criterio utilizó 43 el estudio “Bagliardi y Spagnuolo” que la organización contrató para la refacción del natatorio y del “Club All Boys”, es el mismo criterio que se utilizó para los siete natatorios; que con posterioridad al hecho averiguó y pudo observar que no se han construido en los últimos 25 años natatorios con canaleta perimetral, también lo dijo el Dr. Fachal cuando declaró, se utilizan sistemas más modernos, aquél es un sistema obsoleto, inseguro, poco higiénico; que el nivel del agua está a unos 40 cm del borde superior, entonces la canaleta tiene que hacer de agarre, pero es porque el borde está a esa distancia; que en los natatorios con sistema de “skimmer” el agua está a escasos centímetros del borde y éste es fácilmente aprehensible con la mano, así lo dijeron aquí varios de los niños que declararon; que hay una cuestión importante vinculada con la seguridad y es poder garantizar la limpieza y transparencia del agua, es un elemento que mejora la visibilidad de los bañistas; que en los sistemas con canaleta perimetral el agua que rebasa se va por el sistema cloacal, no se filtra, no retorna a la pileta, hay que hacer renovaciones constantes de agua, agua de la red que viene con sedimentos y termina enturbiando el agua, en cambio en el otro sistema se filtra el agua, vuelve a circular y así se garantiza la limpieza y excelente visibilidad del natatorio; que este sistema de “skimmers” es el mismo que utiliza el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la refacción de sus antiguos natatorios o en la construcción de nuevos, por ejemplo en el “Parque Sarmiento”, se construyó sin canaleta perimetral, también en una presentación que hizo la defensa de Giraldi pudo observar en una licitación de la “Corporación Sur”, que pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que la recomendación técnica que realizan los profesionales del Gobierno es eliminar la canaleta perimetral, tapándola con hormigón y sellándole, y se propone la utilización de “skimmers”; que este sistema se utiliza en todos los natatorios hogareños, que no tienen canaleta perimetral, y cabe pensar que nadie construiría un natatorio inseguro en su casa, sería absurdo, es increíble que aquí 44 se esté discutiendo esta Poder Judicial de la Nación cuestión; que en la imputación vuelve a aparecer esta cuestión del ahorro de dinero y por ello no se construyó la canaleta perimetral, lo cual es absolutamente falso, de lo contrario no se hubieran hecho las refacciones que se realizaron, que no serían necesarias porque además el natatorio estaba funcionando y habilitado. También existe otra imputación vinculada con la plataforma sobreelevada, y en este sentido manifiesta que en aquel momento desconocía si había una silla de guardavidas y la reglamentación, eran decisiones que se tomaban en el club con intervención de la gerencia de deportes, esta imputación tiene poco sentido, es una norma que no está reglamentada, no se especifica a qué distancia tiene que estar sobreelevada, es un elemento que cuesta menos de cuatrocientos pesos en cualquier casa de deportes, pretender ahorrar ese dinero parece un poco alejado de la realidad, máxime cuando por ejemplo el servicio de emergencias médicas tiene ese costo para el club, y no lo requería la norma; que entiende que no se lo requería porque la norma es de hace veinte años y en aquel momento estos servicios no existían, pero tampoco hoy nadie lo requiere; que Giraldi en su indagatoria habló de este tema y dijo que si le hubieran pedido otro guardavidas lo habría resuelto rápidamente con el gerente de la sucursal, Rubén González, también profesor y licenciado en Educación Física, sin tener que pedir autorización al gerente o a él; que además cuando se realizó la inspección ocular había una silla, pero se pudo advertir que no mejora la visibilidad; que el natatorio era seguro, el agua estaba limpia, estaban los profesionales para cuidar de los bañistas, al momento de hecho había cinco trabajando en el natatorio, cuatro profesores y un guardavidas, siendo que un profesor también tenía título de guardavidas, con una cantidad de 40/45 bañistas; que el borde era fácilmente aprehensible; que la querella sostiene que se cambió la ubicación de la escalera, pero ello es absolutamente falso, está en el mismo lugar en que se encontraba el día del hecho, sobre la línea roja, ello se puede observar en el video, tal vez lo que motiva la confusión de la querella es que había una marca en el piso a unos 50 cm que en realidad tenía que ver con un error de la persona de mantenimiento; que cuando quiso instalar un caño que 45 sostenía una soga lo hizo en la parte profunda y no en la parte baja, jamás se corrió la escalera de lugar. Agregó que el día de la inspección ocular se pudo observar que había una silla de guardavidas y una soga en el perímetro interno de la pileta, pero ellos no creen que sean elementos de seguridad, la silla no mejora la visibilidad del guardavidas y el borde está a escasos centímetros, es fácilmente aprehensible, pero entre otras cosas por estas cuestiones le han dicho que son criminales y asesinos y fue para responder a esta acusación, que incorporó estos elementos de seguridad; que aunque no es experto, según leyó en la bibliografía, se hizo un estudio en Francia en 2001 que habla del ahogado silencioso, que no vio la documentación que aportó la Fiscal pero tenía relación con esta cuestión, el estudio trataba de encontrar una respuesta a situaciones que ocurrían en distintos natatorios y no tenían respuesta fácil, se estudió el comportamiento de los guardavidas y se descubrió que existía el ahogado silencioso, una persona que no da señales o hace movimientos atípicos, lo dice como una posibilidad porque en la organización no encontraron respuesta para entender lo que sucedió, no saben qué sucedió, cómo y por qué, empezaron a investigar, leyeron sobre esta cuestión, y producto de esta investigación se hizo un desarrollo tecnológico en Francia, es un sistema de cámaras subacuáticas que se instalan en los natatorios y permiten detectar cuando un cuerpo está inmóvil por 4 o 5 segundos y activa una alarma en una pantalla que tiene el guardavidas, se ha instalado en natatorios de Francia y Estados Unidos. Con respecto a la situación de Bugallo, quiere aclarar que no tiene nada que ver con la organización de “Megatlón”, es el presidente del “club All Boys”; que no tiene injerencia en las cuestiones que se deciden dentro de la sede de “Megatlón”, además no era el presidente al momento en que se firmó el contrato de concesión. Al exhibírsele la copia del contrato de fs. 33/49, reconoce su firma, aclarando que Bugallo se hizo socio después de la refacción que hicieron ellos, en 1996; que le parece injusto estar acusado por estas cuestiones, y que 46 Poder Judicial de la Nación Bugallo está aún más lejos que él de esta situación. Asimismo afirmó que injustamente se lo ha traído a este juicio, pues ya en abril de 2001 describió cómo funcionaba la organización y estaban asignadas las tareas, cómo se tomaban las decisiones, y sin embargo se siguió apuntando a la cabeza de la organización solamente por eso, para apuntarle al responsable máximo, de lo cual no entiende el sentido; que considera que aquí la querella no busca la verdad y que se ha utilizado todo lo que tenía a su alcance para presionar a los distintos jueces que intervinieron en la instrucción, claro ejemplo es la intervención de la Defensoría del Pueblo, lo cual lo llenó de impotencia, la Defensora nunca tuvo la delicadeza de atenderlo, fue absolutamente parcial su actuación, está comprobado en la causa que había una amistad previa entre la nombrada y la mamá de Florencia, hay clausurarlos y recuerda día un un e-mail presionar en que entre al se ellas, Tribunal hicieron de sólo se buscó instrucción; inspecciones que masivas, concurriendo alrededor de quince personas entre inspectores del Gobierno de la Ciudad, Diputados, asesores, funcionarios de la Defensoría, y salieron directamente a clausurarlos a ellos, hubo una clara persecución, pero no pudieron clausurar ningún natatorio de “Megatlón” y terminaron clausurando algunos que no eran de la “Red”; que en la puerta de cada club había un móvil de “Crónica” esperando la clausura, sintió una impotencia muy grande, intentó hablar con estos funcionarios, siendo que en un informe piden la clausura del natatorio del club, no era un tema menor, de más está decir que el natatorio nunca se clausuró, pero además fueron los argumentos que utilizó la Cámara para dictar su procesamiento; él en primera instancia quedó sobreseído, pero el fiscal hizo un requerimiento vinculado con los títulos habilitantes de los que estaban desarrollando la actividad ese día, luego se pidió determinar la cantidad de bañistas para determinar la cantidad de guardavidas, se presentó la documentación necesaria, y de un día para otro lo procesaron por algo que ni siquiera se estaba investigando, no le dieron la oportunidad de defenderse, y no pudo apelar esa decisión; que en su momento se intentó presionar a los jueces, en la causa hay una nota que envía la 47 Cancillería con un pedido de informes de la “Liga de Derechos Humanos” con sede en la Comunidad Europea, y allí da a entender que la causa está parada por cuestiones políticas pero estas cuestiones, la relación con la prensa está vinculada con la querella, que distorsiona la realidad permanentemente y no son cuestiones menores; que también se dio a entender que gracias a la gestión del Secretario Parrilli y del Presidente de la Nación esta causa pudo llegar a juicio oral, cuestión que es recurrente y lo llena de impotencia; que entiende que se ha presionado políticamente, un diputado o senador Bravo dijo que iban a cerrar todas las sucursales de “Megatlón”, le mandó mails a Zamora, Carrió, y a Bravo, nadie lo quiso atender, todos se juntaron en una marcha, los hijos de los dos primeros concurrían a los natatorios de “Megatlón”, no hace a los hechos pero lo quería transmitir. A preguntas que se le formularon respondió: que al 12 de febrero de 2001 él era Presidente de “All Boys 2000”; que la concesión abarcaba el natatorio y los gimnasios anexos, que compone una franja sobre la Avenida Alvarez Jonte; que la sociedad tenía la administración de la sede social y dentro de ello la contratación general de personal, había un gerente de la sucursal, Rubén González, profesor y licenciado en educación física, un coordinador de deportes, Giraldi, otro de pileta, Mariano Rosemberg, un jefe de administración y un jefe de mantenimiento que dependía del gerente de la sucursal, González, que era la autoridad máxima de esa sede; que es probable que según el contrato “All Boys” tuviera la supervisión de las obras; que no recuerda si el club ejerció alguna vez esa facultad de fiscalización, tampoco sobre el personal de seguridad, pero cree que no; aclaró que el dicente no tenía relación cotidiana con los dirigentes del club, la sede tenía mucha autonomía; que con González tenía trato cotidiano para algunos aspectos, pero a él no lo llamaban para esas cuestiones; que el canon que le pagaban al club era un porcentaje de los ingresos de recaudación de cuota social, que cree que era 50% y 50% del valor de la cuota social, aclarando que el club no tenía participación en la ganancia 48 Poder Judicial de la Nación sino en los ingresos, lo cual no es lo mismo; que el encargado de obtener las habilitaciones de las piletas era Guido Miguez, ya lo dijo, que entiende que la habilitación estaba a nombre del club, pero aclara que el dicente no estaba en estas cuestiones; que no sabe cuántos niños concurrían a la colonia de “All Boys 2000”, debe estar acreditado en la causa; que antes de que firmaran la concesión había una pileta que ya describió y una muy pequeña para niños, 2,80 x 6,80, según le comentaron hace poco; que no sabe si concurrían a estas piletas niños que no sabían nadar, pero sí que los niños ingresaban con profesionales a cargo, que las cuestiones de seguridad en las piletas eran temas de la gerencia de deportes, a cargo de Canavese; que al momento del hecho él desconocía los pormenores de estas cuestiones, con posterioridad obtuvo más información; que él sabe que el nombrado Canavese hacía las cosas de manera correcta y profesional y jamás dudó de las resoluciones que pudiera tomar; que todas las cuestiones concernientes a la habilitación estaban fallecimiento seguridad, ya de que la a cargo niña no entiende de se que Miguez; que incorporaron la silla no luego del medidas de tiene dicha naturaleza; que no se tomaron medidas distintas, aclarando que había una gerencia de deportes, tenía bajo su ámbito el tema del funcionamiento del natatorio, incluyendo lo relacionado con los guardavidas, contrataron cuatro incluso mencionó guardavidas, se que en seguía Estudiantes el criterio se de Canavese; que sabe que en algún momento se colocaron dos guardavidas en natatorios donde había escuela de natación, se lo comentó Canavese; que en cuanto a la pileta chica no está al tanto de los pormenores de la habilitación, entiende que está habilitada, las cosas se hicieron correctamente, no sabe si requiere una habilitación especial; que ante la pregunta concreta si antes de la muerte de Florencia “All Boys 2000” recibió intimaciones por ordenanza 41.718, respondió que como ya explicó, reitera, después del hecho se le informó cómo había sido el tema de la habilitación, ya dijo que hubo un requerimiento por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, había un pedido de mejoras menores, se lo comentó Miguez después del hecho, en ningún momento hubo un pedido de los 49 inspectores de aumentar la cantidad de guardavidas, de colocar canaleta perimetral o plataforma sobreelevada, aunque no sabe si se exigió cumplimiento de la ordenanza citada; que la intimación la vio hace un tiempo, en aquel momento no, iba por un circuito ajeno a su incumbencia, no sabe dónde se recibió, eran cuestiones administrativas normales dentro de la organización; que tampoco sabe si hubo una intimación respecto a que pusieran equipo de salvavidas, no lo recuerda el punto específicamente, pero cree que el equipo estaba; que cree que la intimación llegó al Club “All Boys”, Miguez era el que resolvía esas cuestiones. A otras preguntas respondió que las presentaciones relacionadas con la habilitación las hacía Miguez, si formalmente se requería la firma de Bugallo lo desconoce, la habilitación está a nombre del club “All Boys”, quizás se requirió la firma por una cuestión formal; que no conoce el contenido de la colonia de “Megatlón”; que sabe que había manuales, los cuales se confeccionaban sobre distintas actividades, pero no los conoce en detalle, ya que no se ocupaba de esas cuestiones, no cree estar en condiciones de hacer una evaluación de ese material. Respecto al organigrama del personal aportado a la causa, señala que fue confeccionado hace muchos años, y no lo recuerda en detalle; que no recuerda que Miguez le haya hecho algún comentario sobre algún inconveniente con la habilitación de la “Red” de clubes y particularmente con la de “All Boys”; que la administración de la sociedad “All Boys 2000” estaba a cargo de los funcionarios específicos; que el ya describió como funcionaba la organización real. A preguntas formuladas por el Tribunal señaló en relación a la relación exterior con las autoridades administrativas que puede ser que en algunas oportunidades se requiriera la firma de algún directivo del club “All Boys”, pues el lugar era propiedad del club, ellos tienen una concesión y cuando finalice las mejoras van a quedar para el club, hay una colaboración de los directivos para resolver estas cuestiones. Leída que le fue la cláusula III del contrato de concesión, “la entrega de las instalaciones se hará efectiva 50 Poder Judicial de la Nación el 1/9/95", la defensa de Bugallo le pregunta si efectivamente se concretó en tal fecha contestando que no lo recuerda, ni tampoco si se firmó algún documento, que quizás Guido Miguez podría suministrar esa información; que tampoco recuerda si le fue entregada la obra en el plazo que figura en el contrato, no cree que haya pasado más de un año y medio o dos años; que respecto a la Cláusula 4a. en la cual se señala que “la totalidad de las obras se tendrán cumplidas... a satisfacción del concedente”, entiende que fueron aceptadas, no sabe si hay un documento en el que ello conste, de hecho no recuerda que haya habido ningún reclamo por incumplimiento de las obras; en cuanto a la Cláusula 4a. en la que se menciona que “el concedente se reserva el derecho de supervisar la ejecución de las obras”, contestó que no sabe si dicha facultad fue ejercida, puede decir que el término supervisar es bastante amplio, seguramente los dirigentes observaban el desarrollo de las obras, pero si hay elementos formales que lo acrediten no lo sabe. Finalmente mencionó que no puede describir con precisión adónde llegaban las intimaciones, seguramente las recibía un empleado y se las pasaba al jefe de administración o al gerente de la sucursal que se ponía en contacto con Miguez, no pudiendo responder si se le daba traslado a Bugallo, de ello podría responder Miguez; que sobre el tema de las cuotas sociales y reparto de los ingresos, ello está en el contrato, cree que era el 50% de los ingresos provenientes de cuotas sociales. En cuanto a los ingresos por la colonia, no recuerda si estaba arancelado o no, y en cuanto al monto originario de canon puede ser que sea diez mil u doce mil pesos, pero a la fecha aumentó. III.- Durante el debate se recibió declaración testimonial a: MARISA CLAUDIA ROMBOLÁ, expresó que su hija tenía que aprender a nadar y se decidieron porque comenzó con un principio de desviación de columna, aclarando que ella tiene 33 grados de escoliosis, que es hereditaria, más en la mujer que en el hombre; que el médico aconsejó que la niña aprendiera a 51 nadar, ya que hasta entonces ella había hecho sólo actividades recreativas en el agua; que en diciembre fue al club “Imperio”, del barrio ubicado en Villa Santa Rita, donde ellos vivían, al lado de Villa del Parque, al que concurrió quince días; que recuerda que en esos días apareció un caso de un chico ahogado en los diarios, cree que en el club Platense; que ellos se asustaron porque en los diarios se decía que se había caído a la pileta y se había ahogado, entonces decidieron que tenían que enseñarle a su hija por si la empujaban y se caía no le pasara esto, aunque sea flotar parada; que consideraron insuficiente la cantidad de profesionales que había en el club “Imperio” y por eso decidieron cambiarla y averiguar en la zona; que ella le tenía mucha “manía” al club “All Boys”, pero igualmente fueron a averiguar y su marido le dijo que ya no era el club “All Boys” sino la red de clubes “Megatlón”; que les dijeron que todos los servicios deportivos estaban a cargo de esta empresa y que sobre todo se ofrecía seguridad y les ofrecieron un plan familiar “VIP plus”, que costaba más de mil dólares por adelantado, con tarjeta de crédito, en tanto que en el otro pagaban treinta pesos; que si bien no tenían ese dinero, como querían que su hija aprendiera con todos los requisitos de seguridad decidieron hacer este sacrificio; que además ellos también podían ir a la pileta y enseñarle; que recuerda que fueron ella y su marido y estaba el bañero Carlini y estuvieron en el agua insistiendo hasta que aprendió a flotar parada, aclarando que ella no quería mandarla a una clase hasta que no supiera hacerlo; que vieron que el bañero la miraba con atención, les preguntó cosas y les pareció una persona responsable; que ella habló con el coordinador deportivo, Giraldo; que les dijo que él organizaba la actividad y que no había otra institución en el país que ofreciera tanta seguridad como “Megatlón”, que además de los profesores de grupo él ponía tres profesores de natación en la pileta para vigilar cómo aquéllos desarrollaban la actividad y también dos líderes que eran ayudantes de los profesores; que además Giraldi les ofreció clases de natación en la parte baja y le indicó que había “nivelitos”, que se hacían pruebas de nivel y los chicos se iban ubicando en distintas categorías; que en estas clases de colonia lo que se enseñaba era bastante rudimentario, no se perfeccionaba estilo pero era 52 lo que su hija tenía que Poder Judicial de la Nación aprender; que ella pidió que antes de anotarla la dejaran presenciar una clase; que había muchos profesores y le preguntó a la nena si había quedado conforme y ella dijo que sí. Agregó que le comentó a su marido que había presenciado una clase en la parte baja y que le habían dado todas la garantías, además Giraldi dijo que él mismo coordinaba la actividad e iba rotando por los distintos grupos de la pileta, es decir que la cantidad de personal quintuplicaba el de “Imperio”; que su hija casi un año atrás había estado operada de adenoides y por prescripción médica, para evitar infecciones bacterianas, no podía ni bucear ni tirarse de cabeza; aclarando que ella es periodista, licenciada en psicología e hizo un posgrado en pedagogía en la UBA, un posgrado de profesionales médicos y psicólogos sobre fisiopatología investigadora y del enfermedades hospital Durand psicosomáticas, sobre la y tiroiditis fue de Hashimoto, Master en edición por la Universidad de Salamanca, técnica en diseño y producción editorial de España y escritora, es decir que tiene mucha experiencia en salud e investigación y tiene rigor científico; que siempre se preocupó por mejorar la salud de la población y tiene marcada formación en tal campo; que tenía preocupación por la profilaxis y por ello pidieron tanta información sobre el lugar adonde iban a poner a su hija y toda esta información y garantías se las dio Giraldi y además figuraba en la folletería del club; que Florencia entonces fue a la primera clase, quedando estas recomendaciones asentadas en su ficha de inscripción; aclaró que su hija no tenía ninguna enfermedad, estaba sana; que esa semana ella habló tres veces con Privato, una vez para darle estas indicaciones, luego porque Florencia le comentó que había chicos que tenían pánico al agua, en el mismo grupo con otros que ya sabían desplazarse con patadas, lo cual le llamó la atención a la declarante; que esto fue la primera semana, entonces le preguntó a la profesora si no los iba a dividir en categorías y ésta le aseguró que sí, que los dividían por nivelitos y les iban a tomar un examen más riguroso, esto cree que fue el miércoles; que el día viernes la nena le contó que le hicieron hacer una actividad en la zona donde no hacía pie, entonces fue a hablar con la profesora para decirle que Florencia no sabía nadar en absoluto y ni siquiera 53 sabía respirar en el agua, por lo que no podía llevarla allí, pero la profesora le dijo que se quedara tranquila, que había sido un ejercicio puntual y aislado; que ella había estado en el agua con otra persona que lo ayudaba y que las clases no eran así, además sabía que Florencia no sabía nadar y en qué nivel estaba; que ella le pidió que no la llevara a lo hondo y le enseñara primero lo que tenía que aprender, patada, respiración, quedando en que lo haría y no se separaría de la nena, a quien le encomendó personalmente. Agregó que cuando habló el viernes con Privato había estado presente otra persona que había sido compañera suya en el diario Tiempo Argentino, Mabel Maldonado, y que la había acompañado hasta el club desde su casa; que habló con Privato el primer día que la llevó, que no recuerda si fue el lunes, luego el miércoles y el viernes y el lunes le devolvieron a su hija muerta; que Privato entonces no puede decir que no se dio cuenta y que no estaba avisada; que entiende que en esto hay distintas responsabilidades, pero si hay un gatillo imaginario una de las que disparó sobre su hija sin dudas es Privato, y el que estuvo del otro lado es Giraldi, y explicará por qué; que como ella sabe muy bien lo que es aprender a nadar, pues practica natación desde hace muchos años, sigue yendo a los clubes y ve que todavía Megatlón no tiene los dos guardavidas exigidos por ley; que no puede entender que no se aprenda de la experiencia; que en España en cambio se toman todas las precauciones para que no vuelva a pasar; agregó que recuerda que la llamó Giraldi y le dijo “tu hija tuvo un problema cardíaco, vení corriendo al club”; que ellos tenían el plan más caro de OSDE, entonces antes de ir al club llamó a dicha empresa médica; que no podía creer que su hija hubiera tenido un problema de ese tipo pues antes de operarla de adenoides le habían hecho estudios cardíacos, electrocardiograma, para descartar cualquier riesgo, es decir que tenían todas esas pruebas y entonces no podían decirle que tenía una enfermedad cardíaca no descubierta, por lo que ella salió corriendo pero sin poder creer lo que decía Giraldi; que cuando llegó al club encontró a Florencia al lado de la parte más profunda de la pileta, tirada en el piso con la malla mojada puesta, sin una manta que la cubriera, cuando cualquiera que saca a un ahogado sabe que lo que tiene que hacer es abrigarlo para evitar la hipotermia y luego hay que darle 54 Poder Judicial de la Nación oxígeno para que no se descerebre y tenga muerte neuronal, ello mientras se hacen las maniobras de rehabilitación, todo simultáneamente, pero nada de esto se estaba haciendo; que además le habían dicho que había un médico en el lugar, el Dr. Saudan; que ella le preguntó a Privato qué había pasado y ésta le señaló dónde estaba ubicada, a 2m o 2,20m (lo cual la testigo señaló en el gráfico), le dijo que le dio un empujón a Florencia para que llegara hasta la escalera. Aclaró que con posterioridad al suceso la escalera fue corrida, ya que ello se ve en la foto y consta en el expediente que se adulteraron las pruebas. Asimismo expresó que luego se hizo una pericia que demostró que donde decía 1,40m había 1,53, entonces quiere decir que donde había 1,70 en realidad había 13 cm más, es decir 1,83. Agregó que ha habido una adulteración flagrante de pruebas, pues para cuando se hizo la pericia posterior se corrió la escalera, se tapó el agujero; que a la altura de la escalera por donde tenían que salir había en realidad un 1,83 m de profundidad; que la responsabilidad de que no hubiera canaleta, plataforma, sabemos de quién es, pues ella hizo una investigación exhaustiva, meticulosa para llegar a la verdad y que los clubes no sigan trabajando como lo están; que el argumento de que hay que romper toda la pileta para hacer la canaleta es un cuento chino y si se hubiera hecho lo que correspondía no habrían ocurrido estas muertes. Por su parte, en relación a la imputada Privato manifestó que el día que mataron a su hija la profesora tenía a cargo a catorce chicos, no a doce como dijo; que según ella era una persona preparada, pero una persona preparada sabe que un ahogado no grita, que sube tres veces y a la cuarta se hunde definitivamente y se desmaya, no porque esté operado de adenoides sino porque así es el proceso de ahogamiento; que ese día Privato tenía a su cargo a Ailin Lorenzo, Candela Palacios Monti, Ivana Cudicio, Gonzalo Consorti, Macarena Bianchi, su hija, aclarando que éste es el orden en que estaban ubicados, y que lo sabe porque hizo dibujar a los chicos lo que sucedió después de que declararon en el tribunal y ello figura en el expediente legalizado de la Defensoría del Pueblo, Nathalie Mancipan, Santiago Díaz, Sandro Damilano Maison, Tomás Borthelle, Mariano Aparicio, Giuliano 55 Bacchi, Anahí Ridolfo y Juan Jaime, que no estaba en el agua por estar enfermo; que ella vio a todos los chicos cuyos dibujos figuran en el expediente; que Aparicio y Ridolfo no sabían ni siquiera flotar parados y le tenían mucho miedo al agua, así se lo dijeron a ella; que en realidad Jaime estaba en el grupo pero como ese día no se podía meter en la pileta lo pusieron a sostener la colchoneta y la tabla por la que se tiraban los chicos a la parte honda; asimismo refirió que luego del fallecimiento de su hija vino una madre, cree que la de Giuliano, a su casa y le dijo “¿todavía no te dijeron lo que pasó? ¿no sabés lo que hizo Giraldi?”, aclarándole, que como Jaime no podía meterse a la pileta porque tenía otitis le indicó a la ayudante docente que se fuera a la casa para ahorrarse de pagarle el día, y que lo iban a poner a él de ayudante; que hay dos personas que estuvieron presentes y se lo comentaron; que los chicos también le contaron que ese día habían hecho una actividad de 13 a 14.30, que les mandó a hacer Giraldi que estaba a cargo del grupo y a ella le dio pánico que hubieran hecho eso y luego hacerlos tirar a la pileta, lo que le podría haber ocasionado muerte súbita en el agua fría, entonces ella lo primero que hizo fue tocar el agua pero estaba templada, calentita, entonces concluyó que Florencia no se ahogó inmediatamente de tirarse al agua; que los chicos le contaron que entraron a la pileta a las 14.30 y primero jugaron a la mancha puente, por lo que descarta la muerte súbita, después de lo cual fueron a la parte más honda; que después de que declararon en el juzgado visitó a los chicos en sus casas y en los casos en que los padres autorizaron hicieron el dibujo en presencia de estos últimos; que le relataron el ejercicio que tenían que hacer, tirarse por la colchoneta y luego ir por el borde, que no tenía canaleta, hasta la escalera de la parte más honda, es decir que iban colgados, y si no les daban los brazos se hundían, añadiendo que a todo esto Privato estaba sin ayudante; que los chicos declararon que lo hicieron varias veces, la primera se tiraban como querían, después rodando por la colchoneta, luego los hizo dar la vuelta carnero en la colchoneta y caer al agua y por eso algunos chicos dicen que Florencia nadaba “colgada” del borde, después tenían que tirarse “de bomba”, luego cambió el ejercicio y Privato pasó a sostener una tabla, algunos dicen que cuando la sostenía estaba 56 Poder Judicial de la Nación afuera de la pileta, otros adentro, luego tenían que ir colgados del borde y salir; que en el otro ejercicio Privato se ubicó donde señaló en el plano y les dijo que los que se animaran podían ir a tocarle la mano y nadar hasta donde hacían pie, lo cual era bastante yendo en diagonal pero eso lo hizo solo uno, el que sabía desplazarse en el agua, en tanto que los demás tenían que ir en diagonal hasta la escalera “móvil”; que Privato acompañó a algunos pero no a su hija; que luego podían salir por la escalera ubicada a 1,83 m y caminar por afuera hasta la parte baja o pasar por abajo del andarivel y seguir colgados hasta lo bajo y esto lo hizo Nathalie Mancipan, o chapotear por el borde como pudieran; que cuando un chico llegaba a la escalera hacía tirar al siguiente entonces no veía lo que pasaba después y en el caso de su hija entiende que le dio un empujón que le hizo tragar agua, lo cual ocasionó que fuera al fondo y Privato no se enteró. Que siguieron pasando cinco chicos más y luego hicieron otra ronda más, todos arriba del cadáver de su hija; que todos los chicos coinciden en que la cuarta vuelta su hija no la hizo, es decir que su hija estuvo mucho pulmonares tiempo totalmente hundida, llenas además de tenía agua, las también cavidades agua en el corazón y el cerebro hinchado de la fuerza que hizo para respirar bajo el agua sin que la socorrieran; que cabe preguntarse qué hacía la guardavidas, y Kamenetzky estaba conversando con Avila, lo dicen todos los chicos, es decir que no estaba mirando ninguna de las dos piletas, por lo que hay un concierto de responsabilidades pero no todas en el mismo grado; que según los chicos cuando le avisaron a Kamenetzky, ésta se tiró y la sacó; que todos los chicos dibujaron el cuerpo de su hija en lo hondo; que le preguntó a Privato por qué no había sacado a su hija cuando el nene le avisó y ésta le contestó que no era su responsabilidad, ello sabiendo la importancia que tiene un minuto en la vida de un ahogado, aunque de todos modos no la habría salvado porque ya llevaba un rato abajo del agua, es decir que Privato ni siquiera se dio cuenta de que en el último ejercicio su hija no estaba, aunque se había comprometido a cuidarla. En lo que respecta a Giraldi, cuando ella llegó al club le decía “perdoname mami” y se puso a 57 llorar; que en un momento se aportó al expediente una grilla de colonia que dice que en enero a la mañana había tres profesores más dos ayudantes docentes, pero no en febrero a la tarde; que Giraldi “le vendió un buzonazo” y también se lo vendió al juzgado, pues la gente que dijo que iba a poner no estaba, no estaba la que figura en la grilla; que luego vinieron a reanimar a la nena, estuvieron los de “Vittal”, y también había restos de cuando le oprimieron el estómago para que largara el agua; que le pusieron un aparato para tratar de reanimarla, le hicieron maniobras todo el tiempo que pudieron hasta que le dijeron que no había nada que hacer y ella pedía que se la devolvieran de cualquier manera; que en el club no había un tubo de oxígeno y si lo tenían no lo usaron, tampoco tenían defibrilador, tampoco tiene sentido defibrilar a un descerebrado, pues primero habría que darle oxígeno; que lo que ella observó es que si un chico tenía que agarrarse de ese borde se iba a ahogar porque no tenía de dónde agarrarse; que también le llamó la atención lo de las piletas, una enorme y otra de 8 metros por 4, supuestamente de los niños, de hasta 90 cm de profundidad, y no había más que un guardavidas pero si hay dos piletas tiene que haber cuatro, lo dice la ordenanza, dos por recinto. Señaló también que desde que Giraldi la llamó a su casa ya estaban urdiendo un plan para modificar pruebas, pues le dijo que su hija había tenido un problema cardíaco; que ella puso un perito en la autopsia y por ese perito tiene juicio pues apareció tachado lo de la válvula del corazón, es decir que se adulteró la autopsia; que luego el perito vino a declarar y dijo que estaba todo perfecto, que no había ningún problema cardíaco con ninguna válvula y le señaló que su hija se había ahogado, que tenía el cerebro así por la fuerza que había hecho para respirar; que ellos mandaron a Europa muestras para que no se adulteraran y pidieron al juez que preservara el cadáver para que no se pudieran cambiar las piezas e hicieran la autopsia en Europa y cuando el Dr. Patitó se enteró corrigieron lo de la válvula del corazón y pusieron “sin anormalidades”, entonces hubo que llamarlo al nombrado para que ratificara esta circunstancia; que en consecuencia hubo una maquinaria enorme para adulterar las pruebas desde el primer día; que no hizo denuncia por estos hechos ya que lo hablaron con la secretaria del juzgado, le advirtieron que estaba bajo 58 Poder Judicial de la Nación juramento y el perito se desdijo, entonces no había nada que denunciar. A otras preguntas que se le formularon respondió que no vio el cartel de habilitación, además no había cartel de peligro, ni plataforma sobreelevada; que no preguntó si las piletas tenían o no habilitación, pues confiaba en las autoridades, en que estaba habilitada; que Bugallo no le hizo un comentario de que se hubiera sorprendido porque la pileta careciera de habilitación, pero ella confió en él pues fue el único que en esa distorsión de información total que había le dijo que su hija estaba en clase de natación, en la parte honda y con Privato y que no podía entender lo que pasó; que ella lo fue a ver a la casa y le dijo que tenía la oportunidad de cumplir lo que decía el estatuto del club, velar por la infancia del club, y que se desligara de “Megatlón”. Agregó que con respecto a Kamenetzky los chicos le comentaron que estaba en la parte baja y conversando con Avila; que desde ese sector es imposible ver el fondo de la otra pileta chica porque las piletas están en desnivel, la otra está mucho más alta, además es grande, tiene 8 x 4 m; que su hijo de tres años utilizaba esta otra pileta, que estaba a cargo de dos profesores, pero en esa otra pileta no había guardavidas; que sabe que después de la muerte de Florencia al club le dieron una habilitación precaria, pues leyó en el expediente que no estaba habilitada. Asimismo respondió que no recuerda si antes de que empezara la colonia le enseñaron a flotar parada a su hija en el Complejo Universidad de Córdoba y al ser confrontada con su declaración de fs. 201 en cuanto a que en la ciudad de Córdoba, específicamente en el Complejo Universidad Nacional, le enseñó a flotar parada, manifestó que lo que dijo es cierto, pero de eso había pasado mucho tiempo, pudo haber aprendido y haberse olvidado; que lo de Córdoba fue cuando ella era docente de la universidad pero no tiene presente en qué año fue; que recuerda que trató de enseñarle a respirar pero no lo logró y que ella se volvió de Córdoba en 1996; que el médico que operó de adenoides a su hija es el Dr. Chinsky, especialista en otorrinolaringología, y se ocupó del posoperatorio también, y puede aportar sus datos para convocarlo; que el médico no le desaconsejó que fuera a la pileta, al contrario, le aconsejó 59 que fuera pues no había ningún riesgo, salvo el de una infección bacteriana; que ella tiene asma alérgico pero su hija jamás tuvo asma ni alergias; que, sin mirar los dibujos, no puede recordar lo que le dijeron Santiago Díaz, Tomás Borthelle y Giuliano Bacchi, y consultando los dibujos dice que a Borthelle no lo entrevistó porque el padre no lo dejó y que no recuerda qué le dijo Bacchi, ya que no tiene el dibujo a mano; que la dicente les preguntó dónde estaban ellos, la profesora, y que le contaran qué había pasado. A otras preguntas respondió que no recuerda a qué hora ingresó a la colonia, que salió de su casa a las 13.10 y recuerda que fueron caminando doce cuadras, un minuto por cuadra; que el día que fueron a pileta libre y estaba Carlini le enseñaron a flotar parada y la agarraban ellos, lo que no recuerda es si Florencia se agarraba del borde. Al ser confrontada con su declaración obrante a fs. 201 vta.: “ese día fue a la parte honda con la nena porque la nena se lo pidió, que la nena iba pegada al borde”, manifestó que no lo recuerda, quizás flotaba un poco y la sostenía; asimismo se le recordó la frase: “que la nena le dijo que iba a hacer un tramito sola pegada al borde pero que se quedara a su lado... volvía a agarrarse al borde..”, ante lo cual la testigo dijo que puede ser, que se agarrara simultáneamente a ella y al borde. Asimismo aclaró que la pileta no siempre está llena al mismo nivel; que cuando pasó lo de su hija el agua estaba mucho más baja del borde y era muy difícil agarrarse; que tampoco es lo mismo sujetarse cuando uno se está ahogando, que cuando uno tiene la madre al lado. Añadió que no recuerda si lo que abonó en el club era por todo el año o si eran doce cuotas, sólo que pagó por adelantado más de mil dólares con tarjeta de crédito. A otras preguntas respondió que el ayudante que mencionó Giraldi le dijeron que era una mujer; que no la vio otros días que llevó a su hija, pues sólo fue un día a pileta libre cuando estaba Carlini y cuando iba a colonia la recibía Privato y también Giraldi; que el día que fue a ver las clases sí vio muchos adultos alrededor y le dijeron que eran profesores, la primera vez, cree que era a la tarde; que no sabe si estaba Carlini ese día porque se fijó lo que hacían en la pileta y no quién era el guardavidas; que desde que volvió de Córdoba en 1996 hasta el 2001 su hija hizo pileta recreativa, nunca clases de natación, y lo hacía en un lugar donde hacía pie; que cuando 60 Poder Judicial de la Nación los niños hicieron los dibujos además de ella y el padre o madre no había otra persona, que recuerde, y se confeccionaron en las casas. Agregó que en la pileta donde estaba su hijo menor, había dos profesoras que estaban con él; que ella no presenció las actividades de su hijo menor ya que los retiraba su marido, aclarando que ella no pretendía que su hijo aprendiera a nadar, sino que iba a jugar; que en la pileta pequeña no sabe cuántos niños había; que luego de la operación de su hija el seguimiento lo hizo el mismo médico, la llevaban periódicamente. Al ser prguntada específicamente si le informaron al médico que iban a enviar a su hija a una colonia donde le impartirían clases de natación respondió afirmativamente, añadiendo que estaban su marido y ella, que ya en octubre se habló del tema y su marido la llevó una vez más al médico; que esas recomendaciones fueron por ese verano, quizás por eso el doctor no indicó más tiempo, pues ellos dijeron que la iban a mandar por el verano; que con posterioridad a esa operación no hizo alguna otra consulta médica por problemas cardiológicos pues la niña no los tenía, le hicieron los chequeos con anterioridad, añadiendo que la pediatra es Graciela Duvcovsky. Por su parte agregó que el día que fueron a pileta libre su hija hizo desplazamientos pataleando pero eran sólo dos o tres patadas, por lo que era imposible que hiciera la diagonal de ocho metros que ellos calcularon, siendo imposible que lo hiciera antes de comenzar las clases de natación, añadiendo que el hecho ocurrió en la cuarta clase. Aclaró que cuando estudiaba en el bachillerato, año 1978, ella tenía idea de que “All Boys” no era un buen club y cuando se mudó a Villa Santa Rita los vecinos le dijeron que ya no era “All Boys”, que no tenía nada que ver con ese club y que era la red “Megatlón”, es decir que cuando decidió inscribirla sabía que no la estaba inscribiendo en “All Boys” sino en la red de clubes “Megatlón” y la inscribió porque ya no era All Boys; que por lo que pudo ver le pareció que las instituciones funcionaban bien, recordando que era un domingo; que no se entrevistó con Bugallo antes de anotar a su hija; que cuando dijo que “ellos” adulteraron pruebas involucra a Giraldi por lo del problema cardíaco, pero entiende que éste no trabajó 61 solo y que tenía jefes, pero no tiene precisiones sobre quiénes son sus jefes de éste ni sabe si Bugallo es jefe de Giraldi; que Bugallo fue el único que después del hecho vino a decirle que su hija estaba en clase de natación; que la gente le decía cualquier cosa, que su hija era epiléptica, “le inventaban enfermedades”. También señaló que cuando la anotó no sabía que Florencia tenía que ir a la parte profunda, supo que había ido a hacer un ejercicio puntual, con Privato al lado es una cosa, pero otra es hacer una clase de natación en la parte honda; que a su hija le enseñaron a nadar en la parte baja; que cuando habló de insuficiencia de profesores en el club Imperio quiso decir que Ordenanzas vio lo poca que gente ella a cargo miraba era y la como no conocía cantidad de las gente, profesores o guardavidas; que le consta lo que dijo sobre que taparon la escalera porque estuvo el día del hecho y el día de la inspección ocular y vio las dos cosas. A otras preguntas respondió que le pareció razonable el número de personas que le dijeron que estaban a cargo, seis profesores y dos ayudantes con catorce chicos; y que no recuerda cuántos chicos vio en el grupo de Privato el día que ella estuvo trabajando. Al ser confrontada nuevamente con su declaración de fs. 201 vta.: “no más de diez o doce”, respondió que no los contó y que el día que falleció su hija había catorce. Asimismo expresó que su hija usaba tapones para los oídos para hacer natación, pero no recuerda si los llevaba a la colonia y si los usaba, y si no tenía tapones y le entraba agua porque alguien se tiraba a la pileta a su lado no había problema porque el tema no era salpicarse, lo que no podía era bucear. A otras preguntas respondió que Florencia le comentó que la habían llevado a lo hondo, pero no que hubiera hecho progresos; que la niña podía meter la cabeza abajo del agua, ya que una cosa es nadar sobre la superficie y estaba autorizada a ir a clases de natación, pero no a bucear ni a hacer desplazamientos bajo el agua; que si hubiera continuado estaba dentro de los objetivos aprender a nadar “crawl”, pero no buceo ni tirarse de cabeza ya que el nivel de presión del agua es distinto; que el 12 de febrero no recuerda si el techo de la pileta estaba abierto pero le parece que estaba cerrado y sí recuerda que hacía mucho calor. ALEJANDRO OSCAR MÖLLER, manifestó que está casado con Marisa Rombolá, que es inspector de calidad industrial y tiene 62 Poder Judicial de la Nación estudios universitarios incompletos; que Florencia tenía una ligerísima escoliosis y el traumatólogo les recomendó que hiciera algún tipo de deporte y que la natación era lo más indicado, entonces buscaron un club con su mujer y la niña estuvo yendo unos quince días al club “Imperio”; que como a ellos no les satisfizo decidieron cambiarlo y finalmente encontraron “Megatlón All Boys” que les pareció idóneo para que Florencia aprendiera a nadar y practicara natación; que el día de la cuarta clase el dicente llegó a casa y le extrañó encontrar todo abierto; que sonó el teléfono y era Giraldi pidiéndole que fuera rápido a la pileta porque había habido un accidente; que cuando llegó eran aproximadamente las 16 y encontró a su esposa y el cadáver de su hija; que primero interrogó a Giraldi sobre qué había pasado y le indicó que había tenido un desvanecimiento en un ejercicio, que iba nadando y se había ido a pique para abajo, inmediatamente la sacaron e intentaron reanimarla pero no hubo caso; que tiempo más tarde, un cuarto de hora más o menos, se acercó a la profesora de Florencia, Privato, se sentó en el borde de la pileta con ella y le preguntó qué había pasado y cómo Florencia se había ido a pique, a lo que ella le respondió que era inexplicable lo ocurrido, que estaba nadando perfectamente bien y de repente había fallecido, que ella pensaba que era un problema del corazón, porque había sido algo repentino y no tenía explicación. Agregó que trajo el plano de la piscina que figura en el expediente, el plano municipal del expediente de habilitación, y en él señala el lugar donde se sentaron a hablar, la piscina y la pileta sobreelevada, aclarando que en las fotografías se ve con mayor claridad; que había una cuerda de andarivel que separaba la parte baja de la profunda. Señaló también en dicho plano la escalera de salida, dónde estaba Florencia y dónde se sentó él con Privato, un par de metros hacia la parte profunda, hacia la izquierda; que se sentaron los dos solos y le preguntó a Privato qué había ocurrido y la profesora le indicó dónde estaba ubicada, que los chicos se tiraban al agua, llegaban hasta ella, llegó Florencia y le dio un empujoncito para que saliera por la escalera, y después no sabía qué había ocurrido. Agregó que ha trabajado muchos años 63 de metrólogo, es decir midiendo; que en esa conversación podría decir que la distancia que calculó a ojo es de unos ocho metros, que le pidió a Cecilia que le señalara dónde estaba ella y desde allí hasta donde tenía que salir Florencia, que eran entre siete y nueve metros y está absolutamente seguro de que Florencia era incapaz de nadar esa distancia y salir con vida, además de que ellos fueron muy claros cuando la anotaron, en que la llevaban para que aprendiera a nadar; que incluso el viernes anterior habían estado alarmados en su casa porque a Florencia la habían llevado a la parte profunda, entonces su señora habló con Privato y la alertó, le volvió a avisar que no sabía nadar, le indicó que no tenía que estar en la parte profunda y que no la llevara más ahí, a lo que la profesora respondió que tenía conciencia de ello, que la acompañaba ella, que no la soltaba ni un segundo ni se alejaría de ella. Señaló en la foto de fs.94, la del medio, que allí se ve la línea de separación, la escalera, y dónde estuvo sentado ese día con la profesora. Añadió que cuando fueron a averiguar a “Megatlón All Boys” le vendieron la máxima seguridad, incluso hay una propaganda del club donde hay una frase que dice “... imaginen una pirámide invertida... a menor edad más profesores... la base de nuestro trabajo es la seguridad...”, que está en el expediente y es palabras más palabras menos lo que les dijo Giraldi; que además en una grilla que se presentó se habla de tres profesores con sus ayudantes y el nombrado les dijo que, aunque él no estaría con Florencia, estaba siempre por ahí dando vueltas vigilando cómo se hacían las cosas, pero Florencia estuvo sola con Privato en la parte profunda, donde no hacía pie, el ayudante no estaba y las otras personas que Giraldi prometió tampoco, sólo la guardavidas; que la sensación que tiene es la de que los engañaron, los estafaron, les vendieron un buzón grande como este edificio, les prometieron la máxima seguridad para el cuidado de su hija; que Giraldi fue el encargado de vender la publicidad de la empresa y enumeró todas las personas que iban a estar a cargo de su hija pero Florencia estuvo haciendo un ejercicio que no podía hacer con la profesora Privato. Asimismo refirió que ese día su hija hizo un ejercicio al sol cuando ingresó a la colonia, fue su primera actividad, luego fueron a la parte baja de la pileta y posteriormente con Cecilia a la parte honda donde las primeras 64 Poder Judicial de la Nación actividades que hicieron las considera una sesión de tortura para niños que no sabían nadar, desde el nivel del agua hasta el borde de la pileta había una distancia importante, que se aprecia en las fotos color, y los niños tenían que hacer un ejercicio, tirarse al agua, llegar hasta ese borde, colgarse y tomados del borde llegar a la última escalera que estaba al fondo y salir, esto se hizo varias veces y los niños dicen que les dolían los brazos; que él no mandó a su hija a hacer musculación en la piscina y nunca vio que una persona tenga que colgarse en estas condiciones para aprender a nadar, además no hay dónde apoyarse para pegar un saltito y agarrarse, es decir que los niños lo hicieron pero en condiciones de sobreexigencia o sobreesfuerzo y esto no tiene relación con la enseñanza de la natación. Añadió que donde se hacía dicho ejercicio había 1,70 m en la parte más baja, es decir que ningún chico hacía pie como para impulsarse para llegar hasta el borde y esto está reñido con la enseñanza de la natación. Asimismo se preguntó dónde estaba en ese momento la guardavidas que debía resguardar la vida de Florencia: estaba junto con Marcelo Avila, más cerca del extremo de la pileta que de donde estaba su hija, por lo que para él está más que claro que desde ahí no podía ver absolutamente nada, más si había otras personas en el agua; que en todos estos años el declarante no ha dejado de hacer natación, se ha dedicado a pararse en los bordes y cuando alguien se zambulle se para y piensa qué ve desde afuera y qué podría hacer si fuera Florencia, en la mayoría de los casos observa que cuando alguien se zambulle lo que pasa es que no se la ve; que ha ido a piletas en Argentina, en España, y en Montevideo, en todos los horarios y ello lo ha constatado en todos los casos; que entiende que ni ese día ni los días anteriores se veía nada y cuando la ordenanza municipal dice que tiene que haber una plataforma sobreelevada no es un capricho sino que es la única forma de ver lo que hay en el fondo de la pileta; que cree que Kamenetzky nunca vio nada abajo del agua cuando su función es ver si alguien se zambulle y no sale más porque le da un paro cardíaco, un calambre, es decir que su función es ver abajo, no arriba, y para poder ver abajo hay que estar sobreelevado de lo contrario el espejo, la 65 resolana, el resplandor, interfieren e imposibilitan la visión; que cree sinceramente que Kamenetzky no vio nada ese día y no por casualidad, tampoco los días anteriores, y no entiende por qué no se hallaba en el sector donde estaban los niños que no sabían nadar; que incluso el día que el juez Lucini hizo la inspección a “All Boys” que él y su señora presenciaron, hizo llamar al bombero que se sumergía con la cinta métrica, lo llamaban reiteradamente y no lo veían porque estaba en el fondo midiendo el lugar donde estaba Florencia y ese día no había gente y por lo tanto no había movimiento de agua, es decir que había condiciones óptimas para la visualización, pero igualmente no lo veían; que en consecuencia la presencia de dos personas mirando desde las alturas no es un capricho de la norma sino una necesidad, pues el riesgo de una pileta es ahogarse; que con respecto a la reanimación destaca que el club “All Boys” no le dio oxígeno a Florencia ni la taparon con una manta, cuando conservar el calor corporal y suministrarle oxígeno son reanimación; las que condiciones esta necesarias planificación para intentar una fue absolutamente catastrófica y se resume en lo que le dijo Privato, que le dio un empujoncito a Florencia y ésta no salió; y que los que planificaron esta actividad le exigieron a su hija hacer algo que estaba más allá de sus posibilidades, exacerbando el riesgo de una manera escandalosa. Agregó que sabe que la pileta no estaba habilitada, porque no cumplía con la norma mencionada; que cuando murió su hija había una guardavidas y luego hubo dos pero no sabe cómo estarán ahora, lo que sí ve es que hay toda una discusión en cuanto a las medidas de seguridad en la pileta que le parecen fuera de todo lugar, pues si hay una ley hay que cumplirla. A preguntas que se le formularon respondió: que desde el agua hasta el borde el día del hecho había una distancia de 40 cm; que anteriormente, el día que conocieron el club la semana anterior el nivel del agua era similar; que durante la semana que su hija concurrió a la colonia no le comentó que hubiera hecho algún avance en el aprendizaje de natación, tampoco que hubiera tenido dificultades pero sí contó con naturalidad que la habían llevado a la parte profunda, ya que generalmente le refería los juegos y las cosas que hacían en la pileta. Asimismo refirió que anteriormente Florencia jamás había tenido un desmayo o desvanecimiento; que siempre 66 Poder Judicial de la Nación les llamó la atención el interés de la gente de “Megatlón All Boys” en enfermar a Florencia, incluso a él ese día le hablaron de un problema cardíaco y hasta el portero en la puerta le dijo que era epiléptica, decían que no sabían por qué se había ido para abajo, que Giraldi le dijo “hicimos así y la sacamos” y no se explicaban qué podía haber pasado; que Florencia tenía una intensísima vida social, iba por lo menos una vez por semana a la casa de sus amigas, el sábado anterior tuvo un “pijama party”, incluso una maestra dijo que era muy querida por sus compañeras, porque siempre estaba atenta a sus necesidades y así era, las niñas hacían turno para venir a su casa a jugar y él tenía que discutir con los padres todos los días en la puerta del colegio para ver a quién se llevaba a su casa, y esto lo menciona porque cuando estos padres vengan a declarar, padres que la tuvieron días en sus casas, pueden mencionar si observaron alguna dificultad o problema en la niña; que sus compañeros de colegio no coincidían con los chicos de la colonia de “All Boys”, sí con los de “Imperio”. Añadió que la pileta grande tiene 26 x 15m, y la chica 8 m x 4m más o menos; que normalmente a las 16 el dicente iba a buscar a sus hijos cuando salían y estaba con ellos en la pileta chica; que cuando inscribió a habilitada sus pero hijos en confió la en colonia que no sabía tenían la si estaba suficiente responsabilidad y criterio como para tenerla habilitada, aunque tiempo después vio una nota del juez Bergés pidiendo que trajeran la habilitación, luego el club respondió y ahí supo que no estaba habilitada, entonces dijo a su mujer que esta gente estaba al margen de la ley; que el club ante los requerimientos contestaba que hacía calor, que había más de mil chicos, por lo que evidentemente no tenían la habilitación; que a él no le consta que hubiera esa cantidad de chicos, además hicieron mención de una cantidad enorme de socios, del extraordinario éxito económico y la forma en que funcionaban las finanzas del club, lo cual le llamó la atención porque ningún juez llamó a Bugallo o a Storchi para preguntar sobre las finanzas del club, pero ellos se explayaron al respecto aunque esto no tiene ninguna importancia; que incluso Bugallo dijo que estaba tranquilo porque le habían informado que la 67 cuota de los seguros estaba al día, lo cual al declarante lo dejó muy preocupado, pues quiere decir que cuando se planificó la actividad en el club lo que había era esto, Privato con Florencia y trece chicos más. Asimismo agregó que cuando vio en el expediente sobreelevada, cómo se considera discute que el sólo tema desde de la la plataforma más profunda ignorancia se puede cuestionar esa norma; que Giraldi no es la persona más indicada para decir si hace falta o no; que debe colocarla y listo, si es lo que dice la norma; que entiende que es lo que Storchi, Bugallo y Giraldi tendrían que haber hecho, como también Kamenetzky si advertía que no venía nada, era decir lo que estaba pasando, esto es que ahí abajo no se ve y si ocurría una desgracia nadie se iba a dar cuenta, es decir que ellos podrían haber asegurado lo esencial, que es que en esa pileta no se ahogue nadie, y es evidente que por no haber otro guardavidas y estar posicionados como estaban fue Giuliano Bacchi el que se dio cuenta de dónde estaba Florencia; que sabe que a la pileta le taparon la canaleta perimetral; que uno de los padres de los chicos le comentó que su hija, haciendo el mismo ejercicio que Florencia, no iba llegar entonces cuando se dio cuenta de ello y de que corría peligro de ahogarse decidió nadar por abajo y llegar hasta la escalera, luego la niña cuando salió se lo contó a su madre y ésta la retiró del club, previo avisar a Giraldi, es decir que hubo por lo menos cuatro padres que se lo dijeron al nombrado. El testigo continuó diciendo que en los días anteriores su hija no le hizo referencia a que hubieran hecho ejercicios inhumanos; que el viernes anterior sí le comentó que estaba muy cansada pero no le dio tiempo a reaccionar ni a hacer nada, intentó hablarlo con ella y entre una cosa y otra pasó la conversación y lo que quedó planteado para esa semana a nivel de familia era qué hacían con esto, si seguían o no, pero no lo terminó de hablar con detalle con su hija ni pudo saber a qué se refería ella el viernes; que el único comentario que le hizo era que los ejercicios que había hecho en la pileta, eran en la parte profunda. Asimismo aclaró que su hija fue operada de adenoides por el médico Chinsky, que luego hizo el seguimiento, y la única recomendación que hizo fue que no buceara porque se le podían infectar los oídos; que él preguntó si había algún peligro y el doctor dijo que no, que podía ir con total 68 Poder Judicial de la Nación tranquilidad a la pileta y que el riesgo era por la presión del tímpano y que hubiera una infección bacteriana, en cuyo caso tendría que dejar de ir a la pileta, le molestaría la cabeza etc, por lo que le indicó que nadara por arriba y no pasaría nada. Finalmente mencionó que conoce el instructivo de “Megatlón” por haberlo visto en el expediente, es decir que lo vio después, que no recuerda qué dice sobre la parte baja ni recuerda que mencionara algo sobre que en el “nivelito 2" los podían llevar a la parte profunda para vencer el miedo, pero evidentemente no se lo mostraron cuando la inscribieron a Florencia y no se lo mostró Giraldo; que ellos tenían temor de operar a Florencia por el tema de la anestesia general, pero un médico les aconsejó que fueran al Dr. Chinsky, que era el mejor, entonces el nombrado les dijo que no había ningún problema en que su hija practicara natación, pero le desaconsejaba que buceara, es decir que fue claro y categórico; que el club “Imperio” no satisfizo sus expectativas porque ediliciamente el club dejaba mucho que desear, “se caía a pedazos”, además tenía una situación de quiebra financiera y su hija dijo que no estaba contenta con ir ahí, pero no tiene quejas en cuanto a la custodia en la piscina, además que cree que hubo algún incidente pero no lo recuerda; que sabe que en “All Boys” no hubo fiscalización porque el club no estaba habilitado; que no conoció el club “All Boys” antes de ser concesionado; que su hija asistió al club “Imperio” aproximadamente la última quincena de diciembre, pues en enero se fueron de vacaciones a Córdoba; que el cambio de institución y la disconformidad lo conversaron entre todos en familia, cree que la última quincena de diciembre, pero la decisión de cambiar no puede decir que haya sido inmediata, fue algo que decidieron entre concurrieron a todos una sobre pileta, la marcha; Florencia se que bañó en y Córdoba su mujer insistió mucho en que aprendiera a hacer flotación parada, pero después jugaba en la parte baja de la pileta, además con su mujer intentaron enseñarle a nadar; que no sabe si su mujer le dijo a Privato que no la llevara a la parte honda, pero si está absolutamente seguro de que le manifestó su máxima preocupación porque estaba en la parte honda y no sabía nadar; que quedaron 69 en que su mujer hablaría con Privato y luego a la tarde ella le comentó que le había dicho eso a Privato; que, según lo que le comentaron, cuando Giuliano le dijo que Florencia estaba debajo del agua Privato lo que hizo fue avisar a la guardavidas que la sacara del agua. ALBERTO CHINSKI expresó que conoció a la menor que falleció por haberla operado; que padecía otitis media secretora, que es una secreción que se produce detrás del tímpano y generalmente está relacionada con hipertrofia adenoidal, secreción mucosa, etc; que ante la evolución y persistencia del proceso se planteó a los padres la conveniencia de sacar las adenoides y colocar un tubo de ventilación que reemplaza el funcionamiento de la trompa de Eustaquio y permite la ventilación; que entonces se realizó el procedimiento con éxito habiéndose realizado estudios prequirúrgicos: análisis de sangre, ecocardiograma, etc; que la niña evolucionó favorablemente y luego de un tiempo los tubos de ventilación cayeron espontáneamente, se testeó cómo estaba, estaba bien y tiene estudios que lo certifican, y se le dio el alta. Añadió que a la pregunta puntual de los padres si su hija podía empezar a aprender a nadar, ya que había estado limitada cuando tenía los tubos de ventilación y esta afección complica la natación, caídos que fueron los tubos y se le cerró el tímpano pudo comenzar a practicar bien, libremente. Aclaró que la caída de los tubos prácticamente siempre es espontánea y en este caso el tímpano estaba perfecto, cerrado, de lo contrario no le pudo dar el alta, pues queda una perforación, lo cual no ocurrió en este caso; que el alta fue el 13 diciembre de 2000 y el tubo se extrajo el 25 de octubre de 2000, según las constancias que tiene en su poder; que el tubo, mal llamado “diábolo”, cae hacia el conducto auditivo externo y de ahí se extrae, es decir que queda desprendido; que para colocar el tubo hay que hacer un agujerito en el tímpano y se coloca medio tubo dentro del oído medio y medio afuera; que con el correr de meses o años el tubo de ventilación, por el crecimiento, tiende a ser expulsado y finalmente se expulsa hacia el oído externo entonces inmediatamente el oído trata de regenerarse y cierra la perforación que tenía, haciendo incapié que en los niños se cierra en horas y eventualmente en días; que cuando la timpanometría es normal la persona puede hacer vida normal 70 Poder Judicial de la Nación absoluta en la pileta; que con respecto al riesgo de infección, una vez cerrado el oído tiene el mismo riesgo que cualquier chico de esa edad, aclarando que la trompa de Eustaquio se normaliza en su funcionamiento alrededor de los 8 años; que las trompas tienen salida a la faringe y por eso los niños no tienen que hacer natación cuando tienen 2 o 3 años, ya que las piletas de natación son fabricantes de problemas para los niños de esa edad, no así para los de 7 a 8 años porque ya está funcionando bien, por eso hay otitis en los más pequeños, ya que la trompa es distinta. A preguntas que se le formularon respondió que el buceo no es lo mejor para nadie, pues primero hay que aprender a flotar, nadar y meter la cabeza en el agua, pero no tiene nada que ver con la operación; que de entrada no es lo mejor que bucee pero tampoco es lo peor, lo mejor es que vaya progresivamente, primero metiendo la cabeza en el agua, es decir que no está contraindicado el buceo si la timpanometría está bien; que una vez dado de alta puede hacer cualquier cosa; que no se aconseja usar tapones para los oídos después de la operación ya que no tiene sentido, es como ponerse un broche en el dedo del pie, sí sirve cuando hay otitis externas recurrentes, es decir un problema de piel, pero en un oído normal no tienen para qué usarse. Añadió que los últimos estudios fueron dados en la fecha del alta, diciembre de 2000; que los estudios prequirúrgicos realizados fueron: coagulograma completo, glucemia, grupo sanguíneo, H.I.V., hemograma y orina completos, electrocardiograma y evaluación de riesgo quirúrgico y los resultados fueron normales, por eso se la intervino; que los estudios se realizaron el 7 de septiembre de 1998, pero no tiene registrada la fecha de la intervención; que se evaluó si tenía alguna patología cardíaca en el estudio de riesgo quirúrgico y como no la había se realizó la operación; que era una nena sana y no tenía problemas cardíacos, lo único que tenía era una pérdida auditiva temporaria por la otitis media secretora; que la niña no usaba fármacos o antidepresivos específicos, que él sepa no, pues era una nena normal y no tenía problemas; y que la otitis que refirió no puede tener vinculación con un ahogamiento por sumersión. Al exhibírsele la audiometría reservada, la reconoció. A otras preguntas que se 71 le realizaron específicamente en relación a los tubos de ventilación respondió que si le dijo a la profesora que su hija tenía tubos de ventilación se habrá expresado mal, en cambio si le señaló que tuvo tubos dijo lo correcto, si le manifestó que no podía bucear no era incorrecto, y si le dijo que de entrada no podía bucear es lógico, pues primero tiene que aprender otras cosas; que seguramente tenía convenido para marzo que se iban a volver a ver y chequear antes de empezar las clases; que al momento en que le sacó el tubo no tenía otitis, aclarando que en el mes de enero no la atendió. JOSÉ ANGEL PATITO al exhibírsele los informes de fs. 164/169, 370, 3667/3672 y 4228/4229, los reconoció. Asimismo agregó que descarta toda otra causa de muerte y que ésta se produjo por asfixia por sumersión, exclusivamente; que el proceso que lleva a la muerte, por lo que figura en la autopsia, puede variar entre tres y diez minutos, también puede ser antes; que el cuerpo se hunde, ahí comienza la entrada de agua en la vía aérea con ruptura de tejido pulmonar, que es lo que se ve en la autopsia y lleva a la constatación del elemento que hace al diagnóstico, el plancton, y se produce la muerte, porque la presencia de agua en la vía aérea impide el intercambio respiratorio, de oxígeno; que por el peso de los órganos y entrada del agua que tuvo el organismo no se puede determinar el tiempo que la persona estuvo sumergida después de muerta, salvo cuando el cuerpo permanece más de seis horas, ya que en esos casos se advierte maceración en la piel, pero si el cuerpo se extrae enseguida, no se puede establecer, pues no hay cambios que permitan determinar ese tiempo de permanencia posterior a la muerte; que cuando comienza este proceso de ingreso de agua la pérdida de conciencia es inmediata porque no llega oxígeno al cerebro. Aclaró que todos los tejidos precisan oxígeno pero el cerebro es el que requiere más, utiliza el 20% del oxígeno total, y cuando hay un déficit de aporte es el órgano que primero se resiente, por lo tanto hay pérdida de conocimiento inmediato aunque puede haber movimientos involuntarios –convulsiones-, pero la pérdida de conocimiento no se recupera y en pocos instantes se produce la muerte; que si se socorre a una persona de un proceso de sumersión se debe desobstruir la vía aérea inmediatamente; que la reanimación cardiopulmonar tiene como fin restablecer la actividad cardíaca 72 Poder Judicial de la Nación y desobstruir la vía aérea; que la técnica la realizan los médicos especializados, respiración boca a boca, masaje cardíaco externo y si es posible apoyo de otras medidas como el aporte de oxígeno, pero luego de más de 10 o 15 minutos las maniobras son inefectivas, es decir que tienen sentido cuando se efectúan en ese período de inconciencia, que no supera los diez minutos, pues ahí el tejido nervioso se destruye y es imposible la recuperación, aún haciendo las maniobras; que en ese período tienen efectividad si se realizan con la persona en estado de inconciencia, no así con paro cardiorrespiratorio que significa muerte, es decir que si no tiene paro todavía se puede restablecer la actividad cardíaca, pero las maniobras deben hacerse inmediatamente de extraído el cuerpo, sin dilación; que el paro cardiorrespiratorio se produce a los diez minutos de sumersión, a veces antes, a los cinco minutos; que si las maniobras se hacen rápidamente puede restablecerse el ritmo cardíaco pero insiste en que ello debe ser inmediato; que en este período de hasta diez minutos el corazón deja de funcionar pero puede llegar a restablecerse el ritmo cardíaco aunque es un plazo muy corto el que permite el éxito de estas maniobras. Explicó asimismo que las livideces en zona dorsal que se mencionan en la autopsia son fenómenos cadavéricos por el movimiento de la sangre, si la persona está decúbito dorsal aparecen manchas azules en la espalda, es decir que indica la posición en que quedó el cadáver después de la muerte, es un fenómeno “post mortem”; que ello se produce una vez que se extrae a la persona y se la deja acostada o en un lugar fuera del agua, en el lugar en que esté, pero reitera que es “post mortem” y guarda relación con la posición en que quedó el cadáver. En cuanto a lo asentado en los informes de fs. 3667 y 4228, dijo que se nombran una serie de posibilidades teóricas pero para poder confirmarlas necesitaría los antecedentes previos de la persona, la historia clínica, saber si durante su vida fue examinada por médicos, pediatras, y si en algún momento se detectó una anomalía cardíaca si se hizo un electrocardiograma; que las referidas son anomalías de tipo funcional y por eso dice que son posibilidades teóricas y que para confirmarlas hay que tener en cuenta los antecedentes y 73 las condiciones en que se produjo la muerte; que de todos modos la práctica de la autopsia no permite con los medios de que disponen detectar este tipo de anomalías que son alteraciones funcionales; que si tuviera a la vista los estudios prequirúrgicos podría responder las preguntas planteadas, pero aclara que hizo el informe con el Dr. David que es cardiólogo, mientras que el dicente es patólogo. Al exhibírsele la carpeta con los estudios realizados a la menor manifestó que hay un estudio del “Instituto Cardiovascular Infantil”, de octubre de 1997, donde se habla de estructuras normales, un estudio radiológico de 1999, que indica que el corazón está dentro de límites normales y no hay anormalidades en campos pulmonares, una radiografía de tórax sin alteraciones, etc.; que las enfermedades por las que se le preguntó en la pericia son congénitas; que algunas podrían haber surgido de los informes, otras no pues en los Estados Unidos hubo casos donde estudios genéticos demostraron que había alteraciones de tipo genético que ocasionaban trastornos cardíacos, después de los quince años; que sin embargo en este caso ello no fue causa de muerte y en la autopsia no encontraron patologías congénitas ni adquiridas, no había alteraciones, cardíacas, pulmonares o cerebrales. Asimismo explicó que el plancton es un elemento más en el diagnóstico, no es decisivo y es un dato cualitativo, no cuantitativo, hay o no hay; que si hay quiere decir que la muerte se produjo dentro del agua; que a veces cuando se rescata a una persona del agua les preguntan a los peritos si cayó muerta al agua o si murió adentro del agua y uno de los elementos para determinarlo es lo que se describió en la autopsia más el plancton, que son partículas que están en todas las aguas, con diferentes características según los lugares, es decir que si la persona se hunde viva entra el plancton y se va a detectar en la sangre del corazón, hígado, riñones, y entonces la positividad del plancton indica que la persona cayó con vida, respiró abajo del agua y murió en el agua, pero no indica el tiempo de permanencia ni la duración del período agónico; que es un elemento de gran valor pues, a título de ejemplo, en un caso en que se encontraron restos óseos, se investigó la existencia de plancton en la médula ósea, lo que quiere decir que el sujeto cayó con vida en el agua; que al momento de la autopsia los pulmones estaban aumentados de 74 Poder Judicial de la Nación tamaño y de peso por la presencia de agua; que el peso normal para una niña de su edad es de 170 gramos, en este caso el pulmón izquierdo pesaba 250 gramos y el derecho 510 y el aumento de peso se debe a la presencia de agua, lo cual fue confirmado por el estudio histopatológico; que el peso del pulmón no tiene relación con la duración del proceso de ahogamiento, es lo mismo que el plancton, el agua entra o no entra, si entra determina la presencia de agua en los pulmones y el aumento de peso; que en la persona que cae muerta al agua el peso no aumenta porque no respira abajo del agua y no entra agua en los pulmones; y que con la pérdida de conciencia la persona hace inspiraciones y expiraciones profundas, entonces traga agua, ésta entra violentamente en la vía aérea y se queda ahí. A otras preguntas contestó que la muerte súbita es la muerte que se produce en forma inesperada y en personas que gozaban de un aparente estado de buena salud; que se divide en dos grupos: infantil y del adulto, y ambas tienen estas característica; que habla de un estado de buena salud aparente porque quizás había una patología y no fue detectada; que en el caso de la muerte súbita infantil hay dos subgrupos: la del lactante, antes del año de vida, que es muy frecuente, y la que se produce hasta los 18 años, y las más frecuentes de esta última son las malformaciones arteriovenosas del cerebro y en muy pocos casos las alteraciones cardíacas; que las arritmias pueden ser eventual causa de muerte súbita pero no es muy frecuente, aclarando que en su práctica hacen 3500 autopsias por año y observan que es frecuente en lactantes pero no ven muchos casos de muerte súbita infantil y los pocos casos que vieron responden a patologías de malformaciones vasculares, arteriovenosas del cerebro o por ruptura de aneurismas congénitos en el cerebro, sin que hayan visto otras patologías, es decir que es poco frecuente según su experiencia, prácticamente inexistente; que la muerte súbita se produce de forma rápida en una persona que tiene buena salud y el período agónico no supera la hora; que en los adultos por hemorragia cerebral a veces es tan masiva que la muerte es inmediata, pero cuando el proceso supera la hora ya no es muerte súbita. Asimismo explicó que en los casos de arritmias en que hay 75 pérdida de conocimiento ésta es inmediata, puede durar segundos o no, y no todas las arritmias dan pérdida de conocimiento, sólo las graves; que otras producen paro cardíaco y la pérdida de conocimiento es inmediata; que en este caso descarta una arritmia con pérdida de autopsia le demuestra conocimiento que hubo y muerte fenómenos porque vitales, la hubo circulación, respiró abajo del agua y toda la autopsia indica que hubo vida, no que hubo una arritmia, es decir que no murió y se hundió sino que se hundió viva, por lo que descarta entonces la muerte súbita por causa cardíaca; que las arritmias no se detectan en la autopsia, pero ya explicó por qué en este caso descartó la arritmia; que si la persona tiene una arritmia y está en estado de inconciencia no significa que no funcione el corazón, sino que pierde el conocimiento pero hay respiración y circulación; que en este caso la muerte no fue consecuencia de una arritmia, pues si lo hubiera sido se hubiera hundido muerta. Añadió que sí pudo haber sido, porque no lo puede afirmar ni descartar, una pérdida de conocimiento por una arritmia o por un reflejo vasovagal; que hay personas a las que en contacto con el agua se les produce una reacción fisiológica, una disminución de la frecuencia cardíaca, hipotensión y pérdida de conocimiento; quiere decir que cuando una persona se hunde en el agua pueden ocurrir dos cosas: que se hunda muerta o que se hunda con vida, con vida no significa que esté despierta, puede estar inconsciente pero hay vida porque hay circulación y respiración, que si se hunde muerta no se encuentra nada de lo que halló en esta autopsia (edema, plancton, etc), entonces hace el diagnóstico por exclusión, si no tiene nada que le explique la muerte por sumersión, entonces dice que se hundió muerta. Asimismo explicó que en casos como éste, la persona se hunde con vida, porque se ve el edema, plancton, congestión de los órganos; que una posibilidad es que no sabía nadar, la pusieron en un lugar más hondo y se hundió y nadie la vio; que otra posibilidad es la que dijo recién, que haya habido no una arritmia porque en ese caso la persona se hunde muerta, pero en el campo de las suposiciones, es posible que por susto o porque tenía miedo o por algún otro motivo que desconoce, haya hecho una reacción como tenemos todos, como alguien que vasovagal, ve es sangre decir y que se desmaya, eso pudo haber tenido 76 es un una reflejo reacción Poder Judicial de la Nación vasovagal, perdió el conocimiento y se hundió, pero como estaba con vida, se hundió, siguió respirando bajo el agua y luego murió, por eso dijo que murió por asfixia por sumersión. También aclaró que el reflejo vasovagal no tiene que ver con la arritmia; que esta reacción vasovagal muchas veces puede llegar a la muerte cuando el agua está muy fría, en este caso no, y se da en personas que tienen alguna patología persistente, por ej. un asmático; que la otra forma de reacción vasovagal se produce ante hechos que conmueven, provocan reacciones de tipo afectivo, miedo, cólera, temor; el ejemplo típico es el que dijo de la sangre, donde la persona pierde el conocimiento pero no se muere, se recupera enseguida, y en caso de que esta reacción se produzca en un medio acuoso, como hipótesis, pierde el conocimiento y se hunde, no hay otra posibilidad, pero no es una arritmia, es una reacción fisiológica y la persona se recupera, es el desmayo típico, pero en casos como éste podría producir la muerte porque la persona se hunde; que en este supuesto la posibilidad de un reflejo vasovagal es una respuesta fisiológica que no tiene sustrato anatómico y él no lo puede demostrar; que si bien puede parecer difícil que ocurra en una persona que ya tuvo contacto con el agua, un día de verano, puede haber otros factores que perturbaran su psiquismo: un reto, temor, un chico puede tener un montón de fantasías. Agregó que no pudo determinar si había alguna arritmia que pudiera provocar pérdida de conocimiento, desde el punto de vista anatomopatológico; que sólo son detectables cuando hay estudios previos; que entre otras posibles causas de pérdida de conocimiento mencionó la hipoglucemia, que es el descenso del nivel de azúcar en la sangre, otras causas pueden ser el ayuno, patologías, administración de fármacos, pero en la autopsia no lo puede determinar, además los cambios cadavéricos modifican el nivel de glucosa; que en cuanto a la hipocapnia es el descenso de oxígeno en sangre y aumento del anhídrido carbónico; que ello produce pérdida de conciencia que si es muy grave puede llegar a la muerte; que produce fenómenos convulsivos, que son movimientos involuntarios que se producen por hipoxia cerebral, por ejemplo se ve en las asfixias por compresión del cuello, se producen movimientos involuntarios de 77 los miembros, también se ven en la epilepsia, donde hay más trastornos de tipo neurológico, eléctricos, más debidos al déficit de la circulación. Preguntado respecto a esta patología contestó que estos movimientos respiratorios reflejos son automáticos que están regulados por el centro respiratorio, por eso están en el sistema nervioso, en el bulbo, por eso al haber déficit de oxígeno las estructuras que más se resienten son los centros que regulan la circulación y la respiración; que en ese caso hay movimientos convulsivos pero dentro de un contexto general de estado de inconciencia y de trastornos respiratorios y circulatorios que si se prolongan pueden llegar a la muerte; que la hipocapnia es un fenómeno que coexiste con los que estamos hablando, la asfixia fundamentalmente es un déficit de oxígeno, por eso se habla de hipocapnia; que dentro de ese cuadro hay movimientos de aspiración, cuando una persona se sumerge y no sabe nadar hace movimientos respiratorios bruscos, donde el agua entra y sale bruscamente por la vía aérea por eso llega a los pulmones, los rompe, el agua pasa a la circulación, por eso más que de hipocapnia prefiere hablar de hipoxia cerebral, donde el déficit de oxígeno lleva a la muerte. Siguiendo su explicación en lo que respecta a las arritmias, al síndrome de Brugada y de QT largo, refirió que el segundo se caracteriza por trastornos cardíacos y la base es un trastorno del ritmo cardíaco, aclarando que QT es un tiempo del electrocardiograma; que ello no se detecta en una autopsia, como ninguna de las arritmias; que hay dos tipos de QT largo, uno es congénito aclarando que acá y se la acompaña niña no muchas tenía veces ese de sordera, problema, y el secundario, que se debe al uso de fármacos que ya señaló, pero la niña no tenía nada de eso; que el síndrome de Brugada fue descripto hace poco tiempo en los Estados Unidos ante un número elevado de muertes en adolescentes y donde la autopsia no determinaba la causa de la muerte; que se hicieron estudios genéticos y demostraron que había una alteración genética que condicionaba un trastorno del ritmo; que una vez detectado esto en un chico que fallece se investiga en el resto de la familia y hay medicación para tratarlo, de ahí la importancia de su diagnóstico, pero es un estudio que acá no se hace, estamos muy lejos hoy de poder llegar a eso; que en este caso la patología es congénita, viene de nacimiento, no es adquirida. Explicó que 78 Poder Judicial de la Nación cuando se refirió a que vio pocos casos de muerte súbita en niños por arritmias, se refiere a su trabajo en la morgue, aclarando que a veces llegan casos de gente de provincias que mueren en esta ciudad, pero ya dijo que son casos muy excepcionales. En cuanto a la mecánica del ahogamiento de una persona que flota, por su experiencia en la morgue explicó que cuando una persona está viva en el agua la muerte se produce por un accidente, por suicidio o por homicidio, si sabe nadar flota, y si no sabe nadar hay que tener en cuenta el estado de temor que aumenta la indefensión, cuando se va hundiendo hace movimientos desesperados por salir, hace inspiraciones y expiraciones y ahí entra el agua en la vía aérea, se va hundiendo, pierde el conocimiento, hay fenómenos convulsivos y en 3, 5 o no más de 10 minutos se produce la muerte; que en el mar el cuerpo se hunde y aparece en un lugar distante llevado por la marea, pero si es en una pileta queda en el fondo; que este proceso que lleva a la muerte y demora entre tres y diez minutos no sufre variaciones si la sumersión se produce con la persona consciente o inconsciente; que hay casos descriptos en Canadá de chicos de menos de dos años que se han sumergido con el agua a muy baja temperatura y han sobrevivido varias horas porque el agua helada disminuye los procesos metabólicos, como se hace al someter a hipotermia para operar, pues el cerebro necesita menos oxígeno y puede resistir más tiempo; que el caso que analizamos puede estimar que estuvo sumergida entre tres y diez minutos; y que si se hubiera realizado alguna práctica de reanimación antes de los diez minutos habría habido una posibilidad de éxito. Afirmó que al realizar el examen externo detectó una impronta en la boca (“comisura labial derecha impronta de color rojizo amarillento...”), que se debe a una maniobra tardía de resucitación, pues el color amarillento indica que ya estaba fallecida; que en cuanto a otras improntas que se marcan en el examen (“pliegue de codo con escasos signos de vitalidad”) indican que trataron de reanimarla, “escasos signos” quiere decir que estaba muerta, es decir que fue tardío, y la referida al “tercio medio de pierna derecha... equimosis” es un golpe reciente, pero sin idoneidad para provocar la muerte y es vital. Asimismo, explicó que en la 79 hipótesis del sincope vasovagal y de rescatarse inmediatamente a la persona hay muchas posibilidades de recuperación y no necesariamente se produce la muerte. Al exhibírsele un trabajo aportado por la Sra. Fiscal del Hospital Italiano, de un profesor de sumersión”, pediatría manifestó “secuencia que no de está eventos de durante acuerdo con la esas conclusiones que allí se vierten. Finalmente expresó que cuando se presenta la hipoxia se produce la pérdida de conocimiento, la persona no tiene conciencia de lo que ocurre y tiene movimientos involuntarios instintivos, entre ellos inspiración y expiración brusca, pero nada consciente. Al ser confrontado con las explicaciones que brinda en su libro de Medicina Legal dijo: los procesos de ahogamiento duran entre 4 y 12 minutos y en esta audiencia mencionó de 3 a 10 minutos responde que la medicina no es matemática y son tiempos estimativos; que no puede decir si el proceso de hundimiento fue acompañado de algún tipo de gesto. JOSÉ MARÍA DAVID al exhibírsele el informe de fs. 4228/4229 y lo ratifica; y al mostrarse la carpeta con los estudios previos practicados a la víctima refirió: que el electrocardiograma de la niña es normal, no tiene patología, no hay ningún signo electrocardiográfico que indique que fuera portadora de alguna de las tres patologías que se mencionaban en el informe; que si bien la última de estas patologías tiene alguna variante llamada oculta que puede no aparecer, la mayoría se pueden determinar en electrocardiogramas como éste, lo mismo pasa con el síndrome de Brugada, puede tener algunas formas que se pueden desenmascarar con un estudio más específico, pero de todos modos con este electro puede decir que la menor no tenía ninguna patología, teniendo también en cuenta también su edad; que además tiene un ecocardiograma absolutamente normal, es decir que no hay cardiopatía orgánica o estructural; que esto se condice con los hallazgos de la autopsia en cuanto a que no había una cardiopatía congénita o estructural; que estas tres patologías que mencionó, congénitas, son funcionales y pueden no tener hallazgos en la autopsia, que puede ser normal, es decir que aquéllas afectan la funcionalidad y no la anatomía. Añadió que el ecocardiograma muestra la estructura del corazón y que la función era normal; que teniendo a la vista estos estudios amplía la contestación 80 Poder Judicial de la Nación del punto 2) del informe ya que con el electrocardiograma afirma que la menor no era portadora de ninguna de estas tres patologías; que los datos importantes de la historia clínica que mencionó en el informe serían datos clínicos, es decir si había tenido consultas previas por palpitaciones, desmayos, o si algún miembro de la familia tiene alguna de estas patologías. A otras preguntas respondió que no hay un tiempo exacto o preciso para que el rescate de una persona que ha estado sumergida sea efectivo y pueda reanimarse; que la afectación cardíaca en la asfixia es secundaria a la falta de oxigenación, en el caso de sumersión hay una dificultad del organismo para oxigenar la sangre y ello tiene como efecto final la afectación cardíaca, uno puede hablar de no menos de tres a cinco minutos, pero hay dos aspectos: puede llegar a recuperarse el ritmo cardíaco, para lo cual no deben pasar más de diez o quince minutos, y a veces se recupera pero el paciente queda con daño neurológico, ya que las células nerviosas son más sensibles a la falta de oxigenación; que básicamente cuando se hace la resucitación en un caso como éste las medidas a tomar son: a) mantener la vía aérea permeable, tratar de tener un acceso a la vía aérea, lo que se logra con la intubación; b) mantener una buena oxigenación, para lo cual se hace el “bolseo”; y c) circulación, con el masaje cardíaco; que luego de esta secuencia se va haciendo de manera rítmica manteniendo el masaje cardíaco, de tres a cinco masajes y luego una respiración, se ventila al paciente con una bolsa de oxígeno, si se la tiene; que para la intubación se usa un laringoscopio, un aparato que es como una pinza en “L” que tiene una luz en el extremo, se introduce por la boca y con eso se puede mirar, ver las cuerdas vocales y ver que se está en la vía aérea, ya que detrás está el esófago, y por la laringe se va hasta la tráquea; que a veces es dificultoso; que además hay que tratar de mantener la oxigenación y también se puede usar una bolsa con aire ambiental; que esto lo puede hacer una persona entrenada con respiración boca a boca en caso de no tener los elementos, al igual que el masaje cardíaco; que la compresión abdominal para retirar el agua no es conveniente porque lo que uno logra muchas veces es que se produzca un 81 vómito o regurgitación de líquido y que esto pueda pasar a los pulmones; que en este caso probablemente el pulmón estuviera inundado y si se quiere evaluar el estómago hay que colocar una sonda nasogástrica que llega hasta él y con eso se evacúa; que entonces la producción del vómito es contraproducente, pero aclara que se puede producir espontáneamente; que antes de cualquier maniobra hay que mantener la vía aérea permeable y aislada, se coloca el tubo, que tiene un manguito, lo infla y lo aísla del tubo digestivo, entonces aunque haya vómito no hay aspiración. Agregó que el ingreso de plancton al corazón es posible porque la vía de ingreso del agua es la vía aérea, pasa por la boca, faringe, laringe, traquea, bronquios, bronquiolos, formados por alvéolos, los alvéolos están separados de los vasos sanguíneos por una membrana formada por células permeables (membrana alveolo capilar), entonces pasa a las vías circulatorias y luego a las vías cardíacas; que no se encuentra plancton cuando la muerte se produce antes de la sumersión. Asimismo, explicó que si la persona se desvanece en medio acuático y se hunde con vida, la autopsia dirá signos de asfixia por sumersión, aclarando que el cuadro sincopal es un cuadro funcional y la autopsia no puede determinar si hubo o no pérdida de conciencia previa, es decir que la conclusión sería la misma, asfixia por sumersión; que en cuanto al síndrome de QT largo, explica que el QT es una medición que se hace en el electrocardiograma, las ondas se denominan por letras, onda P, complejo QRS y onda T, entonces QT es la distancia que va desde el inicio del complejo QRS hasta que finaliza la onda T, y cuando esto está prolongado favorece las arritmias; que para cada latido se necesita una descarga eléctrica, durante cada contracción y cada descarga hay pasaje de un ion hacia adentro y salida de otro, esto determina una polaridad o carga eléctrica y en el caso del QT prolongado lo que sucede es que la duración de lo que sería la descarga eléctrica es más prolongada, al prolongarse puede suceder que en un lugar está empezando y en otro lugar ya concluyó la actividad, y esta dispersión de polaridades hace que se produzca una corriente eléctrica y esto genere las arritmias, lo cual puede ser congénito (de nacimiento) o adquirido, en este último caso producido por medicamentos, que es la causa más frecuente, también por disminución del potasio o magnesio. Asimismo dijo 82 Poder Judicial de la Nación que en la autopsia no puede determinarse si una falla cardíaca se produjo por QT largo u otro motivo; que en el caso concreto si la niña no tomaba ninguno de esos medicamentos, y cree que el examen toxicológico no lo reveló, se pueden hacer muchas elucubraciones teóricas, pero no hay elementos concretos para pensar que tuviera un QT, máxime teniendo en cuenta esto para el caso de que fuera congénito y en el adquirido si hubiera tomado alguna medicación previa. A otras preguntas respondió que las causas del QT largo son los medicamentos o metabólicas. Asimismo manifestó que cuando se desencadena una arritmia o síncope en un medio acuático, inicialmente las arritmias comprometen la circulación y la respiración se mantiene durante unos segundos y minutos, pero depende de la magnitud de la arritmia y de la tolerancia, puede haber desmayo pero el paciente seguir respirando normalmente; que en las arritmias más graves donde el efecto circulatorio es más importante, si la arritmia es de tal magnitud que afecta el funcionamiento del corazón y no le permite bombear sangre al cerebro se mantiene la actividad respiratoria pero rápidamente se pierde; que hay otras arritmias respiración que pueden conservada; que dar pérdida de conciencia en cuanto a la con inspiración irresistible o agónica explica que previo a la sumersión suele haber una inspiración profunda que se mantiene hasta que no se tolera más, se expira y luego viene otra inspiración con inundación alveolar y afectación del todo el árbol pulmonar y traquiobronqueal. Por su parte explicó que cuando mencionó como causas adquiridas del QT largo a los medicamentos se trata de los antiarrítmicos y de algunos antibióticos más específicos, de amplio espectro, a dosis elevadas en general y en dosis endovenosas, lo cual en general se ve en pacientes internados en la unidad coronaria, pero en este caso serían elucubraciones teóricas; que las causas metabólicas no provienen de la alimentación, por ejemplo el uso de diuréticos da potasio bajo pero en chicos anoréxicos incluso es raro que el potasio esté bajo, es decir que no es un marcador nutricional o de déficit de nutrición; que cuando dijo que puede ser adquirido quiere decir que una causa no congénita, que es secundario a otro proceso; que los estudios del año 1999 en este caso permiten 83 descartar existencia del QT largo congénito en el año 2000, y en cuanto a la posibilidad de existencia del síndrome adquirido no hay elementos que permitan sospecharlo, salvo que desconozca algún dato de la historia clínica. GRACIELA DUVKOVSKY expresó que fue pediatra de la víctima; que la atendió desde el 14 de enero de 1998 hasta que falleció; que recuerda que tenía una otitis serosa con disminución de la audición por hipertrofia adenoidea y mocos frecuentes hasta que se operó, le sacaron las adenoides, le pusieron “diabolos” afecciones que y tuvo se solucionó; mencionó una que otitis, en cuanto alguna a las vez una diarrea, tos, cosas comunes que tienen los niños; que la vio cinco veces en el ‘98, tres en el ‘99 y dos veces en el 2000, es decir que era una nena sana. Añadió que no le indicó algún medicamento por tratamiento prolongado y cada vez que tuvo mocos o algo le recetó las cosas comunes que se dan en esos casos; que no le consultaron por alguna pérdida de conocimiento, desvanecimiento o baja de azúcar, reiterando que era una nena sana; que la última vez que la vio fue el 23 de agosto de 2000 por una congestión de vías aéreas superiores, mocos claros y tos sobre todo matinal, que ya se le había caído el “diabolo” del oído izquierdo y que tenía dolor costal, que es común en los nenes cuando hacen mal algún ejercicio, pero no fue medicada; y que fue la última vez que estuvo enferma. Por último acompañó copias de la historia clínica de la menor. EUGENIA LILIANA LEVITIN al exhibírsele el informe de fs.4227/4288, explicó que entre las causales de pérdida de conocimiento se habla de sincope vasovagal, que es una pérdida transitoria de la conciencia con posterior recuperación o no; que vasovagal autónomo a significa nivel que depende parasimpático el del cual sistema puede nervioso deberse a distintas etiologías; que en cuanto a si hay algún indicador que en la autopsia permita decir cuántos minutos estuvo la persona sumergida en el agua, explica que depende de cuánto tiempo tarde en realizarse la autopsia; que, por ejemplo, si se realiza al día siguiente no se puede saber cuántos minutos estuvo sumergida; que no existe forma de determinar en la autopsia si una falla cardíaca fue causada por una arritmia denominada QT largo en su variante adquirida; que la existencia de un electrocardiograma normal en una persona no permite 84 Poder Judicial de la Nación descartar que con posterioridad fallezca por falla cardíaca aguda explicable por QT largo adquirido. A otras preguntas respondió que el peso pulmonar está relacionado con la cantidad de agua que se haya ingerido pero no con la cantidad de tiempo que duró el proceso de ahogamiento. ALFREDO HORACIO SAPAG al exhibírsele el informe de fs. 182/184, lo ratificó; asimismo expresó que con respecto al horario presunto determinados de signos la muerte que el aparecen cálculo en el se hace cadáver, según lividez cadavérica, rigidez muscular y temperatura, que en base a ello él estimó ese horario pero aclara que no es exacto; que había livideces en zona de declive; que luego de la muerte la temperatura va bajando 0,8 grados por hora hasta igualar la temperatura ambiente; que en ese momento no se tomó la temperatura rectal, lo cual no es lo habitual, tocaron el cadáver y estaba aún tibio; que en general el cuerpo adopta la temperatura del medio ambiente, al menos a nivel piel, recordando que era un día caluroso del mes de febrero, es decir que el ambiente era cálido pero es probable que ello sea subjetivo, aclarando que cuando él tocó a la niña consideró que estaba tibia. Asimismo señaló que las livideces son producto de la decantación de la sangre por acción de la gravedad que se va dando en las primeras horas; que la rigidez se instala en forma descendente desde los músculos masticatorios hacia abajo en las dos o tres primeras horas y por eso calculó el horario; que no pudo determinar qué tipo de maniobras se habían realizado en ese momento, sino que lo dedujo por las punturas que tenía el cuerpo y porque en el lugar había servicios de emergencia que habían actuado antes de que él llegara; que a veces se lo advierte cuando se hace una cardioversión, donde queda la cicatriz de la quemadura, pero en este caso no existía; que en cuanto a la “mancha compatible con un vómito” que se menciona en el informe, explica que es probable que haya sido producida en las maniobras resucitatorias, que se la haya obligado a expulsar el contenido gástrico; que esto es conveniente porque la maniobra resucitatoria tiende a expulsar el agua que ocupa el estómago, pulmones y demás; que cree que está documentado en el video un vómito de color medio amarronado; que el vómito 85 puede ser broncoaspirado si la persona está viva. Añadió que en una persona que es rescatada las medidas de resucitación, para que tengan resultado positivo, deben practicarse en forma inmediata, en cuanto se pueda, pues cada segundo que pasa es importante; que la muerte por sumersión depende de varios factores, la temperatura del agua, la constitución de la víctima y el tiempo puede variar de 2 a 10 o 12 minutos, es el tiempo que puede resistir una persona que respiró abajo del agua; que en cuanto a la hipotermia, hay víctimas que en aguas muy frías han tenido mayor posibilidad de vida; que en este caso, de agua cálida, depende de la constitución de la víctima, el tiempo que estuvo sumergida, la calidad del agua, ya que ésta es agua posibilidades dulce, a la mientras persona que de el agua poder salada salvarse, da de más poder resistir, ya que el agua dulce ingresa en la columna, reemplaza al aire pero además ingresa a la sangre y hace una hemodilución, en tanto que el agua salada por su constitución encharca los pulmones pero no pasa a la sangre. Explicó también que la “marca de impronta por intento de reanimación”, próxima a la comisura labial que se menciona en el informe, indica que la víctima no tenía circulación y la impronta seguramente es “post mortem”; que concluyó que se trataba de una muerte por asfixia por sumersión por la situación del lugar del hecho, aclarando que su trabajo es el examen externo de la víctima y del lugar del suceso; había una pileta, una niña rescatada de la pileta y la signología típica de una muerte por ahogamiento por sumersión, petequias o puntillado en región conjuntival y formación incipiente de hongo de espuma en las fosas nasales, lo cual habla de que la víctima respiró en el agua; que la formación de este hongo tiene distintas etapas y hay una serie de factores, inspiración respirar, cualquier profunda esto hace y persona una que en apnea el esa situación voluntaria, organismo hace trata acumule de una no anhídrido carbónico que es estimulante del cerebro, así se aguanta unos minutos, luego se hace una inspiración profunda, ingresa el agua, se mezcla con el aire residual y el moco de la vía respiratoria que tenemos todos y forma con el agua esa espuma, luego sale por nariz y boca, típico del ahogado; que si bien los libros dicen que la víctima entra en cuadro convulsivo, anoxia y muerte, el dicente no lo ha visto. Añadió que recuerda 86 Poder Judicial de la Nación haber tratado de tranquilizar a la madre de la niña, también haber visto al padre y pedirles que se retiraran para poder examinarla, lo cual cree que está en el video; que no recuerda si tuvo diálogo con la madre sobre las razones que pudieron haber llevado a la muerte de la niña ni si le dio alguna hipótesis, pero pudo haberlo dicho en el momento más que nada para tratar de consolarla, ya que estaba muy desesperada. A otras preguntas refirió que pudo haberle dicho algo a la madre sobre el reflejo vagal o un paro cardiorrespiratorio, aclarando que siempre hay distintas hipótesis, está el ahogado blanco y el ahogado azul; que no recuerda el diálogo con la señora pero sí que habló con ella y también con otras personas para interiorizarse de cómo había ocurrido el hecho; que el ahogado blanco es inhibitorio, por reflejo vasovagal, se ve en nadadores profesionales que en contacto con el agua se mueren ahogados pero no por haber tragado agua, es decir que no hay hongo de espuma porque no respiró dentro del agua; que en cambio el ahogado azul es por el aspecto cianótico, azulado y es el individuo que muere tragando agua, que es este caso, donde aparece el hongo de espuma, etc; que pudo haber conversado esto con la señora pero para él lo importante es lo que plasmó en el informe. Agregó que un reflejo vasovagal puede tener un cuadro de lipotimia sin llegar a la muerte, la persona cae en inconciencia y ahí se disparan los mecanismos que ya comentó; que la persona que cae desvanecida puede tener esa inspiración refleja y tragar el agua, si no está muerta; que puede tener un paro cardíaco, muere y cae al agua; que en otros casos hay una “anestesia” previa, una persona a la que le pegan, se desvanece, la tiran al agua y luego se ahoga pero no es el caso, ya que no detectó lesiones en la víctima. Asimismo explicó que la pileta era enorme y el agua estaba limpia, prolija; que no tomó en cuenta cómo era el nivel del agua con relación al borde de la pileta, pues la víctima ya estaba fuera del natatorio, estimando que ello puede estar en el video de cuando revisó a la víctima. A otras preguntas respondió en cuanto al horario presunto de la muerte puede haber un margen de error, que es de una hora y pico; aclaró que los chicos se enfrían más que los adultos, los gordos menos que los flacos, 87 si la persona tomaba antibióticos es distinto, etc, es decir que hay diversos elementos que hacen variar el cronotanatodiagnóstico; que los tiempos que se señalan son aproximados, tentativos; que puede afirmar que la muerte ocurrió más de una hora antes en base a las livideces, etc, es decir que hay elementos que indican que llevaba más de una hora de fallecida, no obstante quiere aclarar que ellos hacen un examen preliminar y posteriormente el médico forense en la morgue judicial realiza la autopsia y complementa el trabajo realizado en el lugar. Añadió que en el video está fijada la hora en que examinó a la víctima y cree que hablaba de las 17.30/18 como hora del examen; que él llegó al lugar pero el examen no es inmediato, estaba el juez presente, la policía, es decir que pasó un tiempo hasta que examinó a la víctima, tiempo que puede estimar en 45 minutos a una hora. CLAUDIA GRACIANA MAZZONI expresó que cuando llegó las maniobras de resucitación habían finalizado y no recuerda si vio electrodos o gel para defibrilar; que no recuerda a qué médico le preguntó, pero había un médico del club, dos unidades de “Vittal” y otra de “Paramedic”, aclarando que ella es de “Paramedic”; que no recuerda si le dijeron si la víctima tenía signos vitales cuando empezaron la reanimación; que no constató algún signo en la niña, como tampoco recuerda la temperatura, si tenía rigidez, etc.. Aclaró que en el caso de una persona que es extraída de una pileta de natación la técnica para reanimación es la apertura de la vía aérea, respiración y circulación. Explicó que la apertura de la vía aérea es en forma manual con posicionamiento de la cabeza, luego se observa si hay algo que impide la vía aérea, si hay oxígeno se le da, de lo contrario se hace respiración boca a boca y ventilación con bolsa. HUMBERTO VELÁZQUEZ manifestó que recuerda el caso pero no sus detalles; que no conoce a las partes; y que no tiene presentes las conclusiones de la autopsia, por lo que se le exhibe el informe de fs. 165/169, reconociendo su firma y haber participado en el procedimiento. Manifestó que el peso de los órganos tiene relación con el ingreso del agua en el cuerpo, pero no indica el tiempo que estuvo el cuerpo en el agua; que en el informe se habla de distintas lesiones y al ser interrogado sobre las indicadas como n° 1 y 2 del examen 88 Poder Judicial de la Nación traumatológico explicó que pueden deberse a las tareas de reanimación, que las punturas vasculares sí, pero las demás no podría asegurarlo, sobre todo la número 3 y por detrás de la comisura labial derecha, estimando que ésta podría ser, pero no puede asegurarlo; que la salida de líquido espumoso por nariz en general se constata en las personas que han tenido asfixia por sumersión; que el “hongo de espuma externo”, es un dato a tener en cuenta pues es uno de los signos presentes en los casos de asfixia por sumersión; que para determinar si al momento de sacarla del agua la persona ya estaba muerta, se verifica si existen lesiones u otros elementos vitales a posteriori del evento por el que fue asistida. Añadió que de la autopsia surge que no se observaron particularidades desde el punto de vista cardiológico y tampoco desde el neurológico, es decir que ello no surge del examen interno de la cabeza. NORMA HAMASAKI expresó que llegó al lugar y en un espacio retirado estaba el cuerpo de una nenita de unos ocho o diez años de edad; que estaba el pediatra de su servicio, Dr. Pérez, y no recuerda a otras personas; que Pérez le comentó que la nena ya había fallecido, igualmente ella le hizo maniobras de reanimación y estuvieron por lo menos una hora; que los ayudó el paramédico del móvil pediátrico y también estaba el personal de “Paramedic”, que llegó después que ellos; que luego llegó el móvil pediátrico de “Paramedic” que se quedó con la mamá, aclarando que ellos se quedaron hasta que se hizo presente la madre. Explicó asimismo que cuando ella llegó la niña ya había fallecido, pero no se sabía el tiempo; que ella le preguntó al Dr. Pérez cuánto estimaba y no le supo decir, pero por las características del cuerpo hacía mucho tiempo que había fallecido; que como es su obligación realizar algún acto, se le colocó una vía de respiración, oxigenoterapia, se la entubó, para ver si respondía y no la cardiovirtieron porque era una niña, pero el ritmo siempre dio negativo, nunca hubo ninguna respuesta; que cree que antes no había sido entubada; que el cuerpo estaba boca arriba con las manos al costado, tenía los ojos abiertos y no presentaba signos de que se hubiera hecho algo externo, aunque tal vez la hubieran masajeado, pero por lo que pudo ver no tenía marcas externas. 89 Añadió que ella estuvo por lo menos una hora con la niña, que tenía las uñas bien azuladas, signos de livideces, la piel bien marcada con signos de óbito, y aproximadamente a los quince minutos después de que se la oxigenó y si bien no tuvo un vómito, sí una eliminación de secreción, que era blanca rosada, como si realmente se hubiese ahogado, que es la secreción pulmonar, pero no tuvo vómitos de comida y además el tubo pasó bien, pero eso no significaba ningún cambio positivo para ellos; que en realidad se demoró mucho en las maniobras a la expectativa de si podía haber algún signo vital, pero no lo hubo en ningún momento; que ella no habló con médicos de la institución ya que era muy desesperante la situación, ni siquiera se fijó si había otros médicos ya que lo que se pretende es tratar de recuperar esa vida. Explicó por su parte que “asistolia completa” quiere decir que el corazón no tenía ritmo, que no latía, no tenía latidos intermitentes, nada; que ellos registraron con un electrocardiograma si había actividad o no y no había; que era positivo cuando le aplicaban las drogas, pero ello era artificial, hace un registro como si fuera una espiga, pero es un estímulo externo y responde a ese estímulo pero nada más; que le administraron adrenalina y dopamina por un suero, que cuando ella llegó no había otras personas haciendo maniobras de reanimación sino que el cuerpo estaba solo en un sector aislado y estaba el doctor Pérez, lo cual recuerda porque le chocó la situación. Por último declaró que Pérez no es su superior sino que hace la parte pediátrica; que la dicente fue en apoyo del móvil pediátrico porque sabían que era un paro y ella hace emergencias de adultos. FERNANDA ELEONOR DREILING dijo que el día del hecho estaba como ayudante de la profesora de los más chiquitos, de tres y cuatro años, no recordando cuántos chicos había pero se podría verificar la lista que se tomaba todos los días; que desde donde ellas estaban hacia la pileta grande se ve, pero ella no estaba mirando hacia allí, es decir que cuando sucedió esto no vio nada aunque escuchó el revuelo, oyó como una explosión del agua, miró hacia ese sector y vio que la guardavidas sacaba a la nena, que quedó ahí en la cabinita donde se dejaban los carnets y después no observó nada más porque sacaron a los nenes de la pileta y los llevaron a cambiarse; que ignora si la nena podía estar con vida. Agregó 90 Poder Judicial de la Nación que a la guardavidas la veía caminar continuamente mirando la pileta, a lo largo de la pileta, controlaba el piletón y la pileta grande, aclarando que ella no prestaba atención a lo que hacía la nombrada ni a lo que ocurría en la pileta grande; que hacía unos dos años que ella trabajaba allí y fue el único salvamento que vio en esa pileta; que no presenció si hicieron maniobras de reanimación, ya que trataron de sacar a los chicos más chiquitos; que después se enteró de que la nena que sacaron era la hermana de un nene que estaba con ellas; que no puede decir cómo era el nivel del agua de la pileta grande con respecto al borde pues ella se metía más en la pileta chiquita; que tiene título de instructora de aeróbica, especializada en niños y en la pileta chica era ayudante de la profesora; y que quien le dijo que tenía que cumplir funciones de asistencia a la profesora fue el coordinador Julio. Asimismo manifestó que no hay riesgos de ahogamiento en la pileta chica a su entender; que en cuanto a su profundidad puede ser que le llegue a la rodilla a ella; que está prohibido correr o saltar en la pileta; que ellas también guardaban los toallones de los chiquitos porque a veces se enredaban; que en lo que respecta a la seguridad ellos siempre estaban con los ojos abiertos; que antes de la colonia se juntaban siempre todos los profesores con el coordinador. Añadió que los chicos que estaban en el piletón tenían tres y cuatro años; que estima que allí podrían entrar diez u once chicos; que no se acuerda exactamente de la cantidad de chicos que iban habitualmente; que no sabe si fue contratada por “Megatlón” o por el club “All Boys”, aclarando que a ella la tomó para trabajar el coordinador y que para ella trabajaba para la “Red de Clubes”; que prestó servicios aproximadamente desde 1999 o 2000 hasta 2003 o 2004; que en ese período, que recuerde, no asistió a algún curso de seguridad en los natatorios, como tampoco antes de ser contratada o con posterioridad; que no oyó hablar del “profesor guardia”; que a la mañana había dos guardavidas, Horacio y Mauricio, cuyos apellidos no recuerda, y a la tarde una, Giselle; que no le explicaron por qué había dos a la mañana y uno a la tarde pero supone que era porque a la mañana había mucha más cantidad de gente que a la tarde; que nunca ocurrió que la guardavidas no 91 estuviera; que, que ella recuerde, no había plataforma sobreelevada donde se ubicara la guardavidas ni una silla elevada, sí había una silla común en una esquina del solarium. Asimismo señaló en el croquis de la pizarra de la Sala dónde quedó Florencia y por dónde la sacaron, entre lo hondo y lo bajo. También explicó que ahí empieza a descender la profundidad, pero no desciende en pico sino que va bajando de a poco como cualquier pileta; que cuando ocurrió este hecho había gente en pileta libre; que ahí también van chicos pero no sabe a partir de qué edad, aunque no son chicos chiquitos, pues éstos van con los padres; que su función específica era ayudar a la profesora, por ejemplo para que estén todos sentados, etc, y en el agua, “dos ojos más”; que en cuanto a la modalidad de juegos que se usaban en la pileta para chicos de esa edad era más la parte recreativa para que estuvieran en contacto con el agua, por ejemplo, ir a buscar algo y traerlo, llevar cosas de un lado al otro, cosas que flotaban o ir jugando; que usaban elementos de flotación, pero generalmente los traían antes de entrar a la pileta ella y la profesora y los dejaban al lado de la misma, no tenían que ir a buscarlos después para no dejar solos a los nenes; y que la guardavidas tenía que controlar la pileta. Al exhibírsele el instructivo obrante a fs. 900, manifestó que lo recuerda y que se lo dieron antes de que empiece la colonia; aclarando que se hacía una reunión donde hablaban de todo lo que iba a pasar en la colonia, antes de que empezara, se evacuaban todas las dudas sobre seguridad, las actividades que iban a tener, que los chicos iban a rotar en distintas partes del club etc.; que esas reuniones se hacían todas las mañanas, iban todos los profesores y ayudantes y se decía lo que iba a pasar ese día, el coordinador los juntaba todos los días y les decía cómo iban a rotar y les daba las actividades que iban a tener; que ella era ayudante de Marta; que anteriormente estaba Gabriela Scarpato, pero se fue de vacaciones y entonces quedó la profesora Marta y ella ayudándola; que para la declarante ambas eran profesoras de educación física; que las consignas de trabajo para el grupo de 3 y 4 años las daba la profesora; que la actividad se las daba Julio y después la profesora se la indicaba a la dicente; que en las reuniones no había gente de la “Red de Clubes”; que no conoce a Fernando Storchi, aunque lo oyó nombrar como oye que 92 Poder Judicial de la Nación Kirchner es el Presidente. Añadió que asistían a las reuniones Ávila, Adriana, Cecilia, Leonel, María, su compañera Marta y un montón más, que eran todos profesores de distintos grupos, quizás Adriana y su compañero estaban en un grupo, María con otro compañero en otro, Marta y ella, etc, aclarando que pasó mucho tiempo y no trabajó más allí, además trató de borrar un montón de cosas; que en su opinión los profesores eran experimentados, profesores en serio y tenían un montón de experiencia; que en los años que trabajó para la “Red de Clubes” no hubo quejas de padres, situaciones de riesgo o desagradables con los chicos; que cuando fue contratada por Julio lo fue para trabajar durante todo el año; que ella le presentó su currículum al nombrado; que ella dicente trabajó en otras sedes de la red “Megatlón”, pero no en pileta sino dando aeróbica infantil en “All Boys”, aclarando que cuando dice “All Boys” quiere decir en la “Red de Clubes”; que trabajó también en “Megatlón” de Barrio Norte, “Estudiantes” y como maestra maternal en “Racing”; que a ella la supervisaba Giraldi; que no fue instruida o supervisada por Bugallo, aclarando que ya dijo que no lo conocía. Por su parte quiere referir que no obstante trabajar con los imputados no tenía con ellos una relación personal, de amistad ni de parentesco; que con Bugallo no tuvo relación laboral ni de ningún tipo. También explicó que hizo un curso de maestra maternal y lo había hecho antes de febrero de 2001; que Mariano Rosemberg era coordinador de pileta y era el que instruía a los profesores sobre la pileta; que Marta Pérez Ferrer y Gabriela Scarpato fueron instruidas por Mariano Rosemberg sobre las actividades; que los guardavidas no estaban en las reuniones de la mañana, pero sí en la que se hacía antes de arrancar la colonia; que el que organizaba las reuniones era el coordinador; que ignora si en esas reuniones se decidía cuántos guardavidas iba a haber por turno de pileta; que la cantidad de ayudantes que iba a haber en la pileta se decidía por la cantidad de chicos que había; que de acuerdo a la cantidad de chicos que iban a la colonia se designaba la cantidad de profesores y de ayudantes; que desconoce cuántos chicos asistían a la colonia de “Megatlón”; que a la colonia de la mañana iban muchos chicos y a la tarde mucho menos; y que la 93 única pileta de la “Red” en la que trabajó es la de “All Boys”. Agregó que generalmente el profesor Rosemberg estaba presente en las reuniones diarias; que en esas reuniones se decidía la rotación que se iba a hacer y lo decidía Mariano Rosemberg; que cuando se decía que un grupo iba a hacer tal ejercicio en tal lugar la guardavidas no estaba en la reunión, ya que estaba en la pileta; que ellos no le informaban a la guardavidas dónde iban a estar con los chicos; que nunca un ayudante quedó a cargo exclusivo de un grupo, pues siempre había un responsable, un profesor de educación física; que los chicos que no sabían nadar estaban en la parte baja de la pileta; que si no sabían nadar no los llevaban a la parte honda; que allí iban los que sabían nadar y los que iban a la escuelita de natación todo el año; que además se llevaba a dos o tres chicos, no se llevaba a muchos; que ello lo sabe porque había nenes a los que conocía, porque iban todo el año a la pileta y los profesores comentaban por ejemplo, que alguno de ellos sabía nadar muy bien, etcétera; que los niños no iban solos a la parte profunda y se refiere a cuando iban con los profesores; que conoce el manual interno de “Megatlón” que se refiere a las actividades y nivelitos, aunque en este momento no lo tiene tan presente; que sabe que a los niños que no saben nadar no se los puede llevar a la parte profunda. A otras preguntas respondió que en las reuniones no se habló de que si los chicos no sabían nadar no los llevaran a la parte profunda; que además por seguridad uno no iba a llevar a un chico que no sabe nadar a la parte honda, para ella es algo obvio; que entiende que si estaba aprendiendo a nadar tampoco se lo podía llevar; que aunque supiera flotar generalmente se trabajaba en la parte baja y si no sabía flotar o nadar no se lo llevaba a la parte honda; que no sabe si un chico de 9 o 10 años que tuviera movimientos de flotación podría ser llevado con su profesor a la parte profunda para que aprenda a manejarse ahí, pues no estaba en eso y no se charlaba en las reuniones, que ella recuerde; y que Giraldi pasaba continuamente por todos lados, estaba en todos los grupos, en la pileta, en el campo, y también Mariano. GONZALO RAMIRO MULET expresó que no conoce a los imputados; que salió a las 18.15 de su trabajo, pasó con la moto y lo paró la policía; que ingresó al club por la entrada de Jonte, subió, acompañado por el que lo llevó y vio a la 94 Poder Judicial de la Nación niña; que conocía la pileta porque había ido anteriormente, pero aclara que había dejado de concurrir al club hace muchos años; que había ido durante un año, cuando todavía la pileta no tenía el techo; que observó que había una pileta grande y una chiquita al costado; y que no vio cómo era el nivel del agua. Al exhibírsele el acta de fs. 3, reconoció su firma. Finalmente expuso que desde la época en que él iba a la pileta cambió mucho, pero no puede decir si para bien o para mal, aclarando que habla de hace muchos años, cuando había una sola pileta que tenía luces abajo, después la achicaron e hicieron una chiquita al costado; que concurría cuando era chico y en ese entonces era grande la pileta, tenía como cuatro metros y luces abajo, pero no recuerda si tenía canaleta en los bordes. HORACIO GUSTAVO CARLINI refirió que en febrero de 2001 era guardavidas del club “All Boys” en el turno mañana; que en una época estaba solo y en otra estuvo acompañado por el señor Mauricio, de unos 60 años, que trabajó un tiempo en la empresa hasta que se jubiló; que no sabe por qué lo pusieron, que el nombrado estaba en el club que compraba la empresa, “Villa Crespo”, y como cerraba la pileta de él supone lo llevaron ahí; que el guardavidas titular era él y el otro no tenía ninguna función específica, ya que nadie le dijo nada al respecto, además iba a estar ahí sólo por un tiempo; que hace 25 años es guardavidas y cree que es el más antiguo de la empresa, en la que trabaja desde hace 10 ó 12 años; que parte del tiempo trabaja en la empresa, de noviembre a marzo, y luego tiene una empresa propia de guardavidas en España, por lo que está bastante interiorizado de cuál sería su función y nadie tiene que decirle lo que tiene que hacer. Agregó que la pileta en cuestión tiene 25 metros por 12 y un piletón de unos 8 metros x 3 aproximadamente; que él tenía que custodiar el ámbito de la pileta y los concurrentes al ámbito del natatorio; que tenían un reglamento, que existe en todas las piscinas de la empresa y en cuya confección él colaboró, y tiene que ver con las normas internas, la seguridad y la manera de manejarse de los socios y la gente que concurre, el uso de las instalaciones y el comportamiento; que en las piscinas de “Megatlón” realizó dos salvamentos, pero no de personas que se 95 ahogaban sino que se descompusieron físicamente estando dentro del agua, dos personas mayores que sufrieron una indisposición y estaban en la parte baja; que en el caso de que tenga que realizar el salvamento de una niña en la parte profunda no hay alguna técnica especial, hay que sacarla del agua y después observar lo que tiene y actuar en consecuencia; que si la puede sacar manualmente así se hace pero si tiene algún trauma hay que poner una tabla para no movilizar demasiado a la persona; que en el natatorio tienen protocolos de emergencia y cuando hacen el curso circunstancias, les pero enseñan ello cómo no actuar tiene que en ver las sólo distintas con las piscinas de “Megatlón”; que primero hay que ver si la persona tiene pulso, si respira, si tiene ritmo cardíaco y si lo tiene comenzar con las maniobras de RCP, que se pueden realizar sin ningún elemento o con elementos; que las veces que él las tuvo que hacer, que fueron tres, las hizo sin ningún elemento; que la última de ellas fue en septiembre de 2006, en el caso de un niño que estuvo sumergido, estaba en paro cardiorrespiratorio, trabajó un tiempo en él y por suerte se recuperó. Explicó también que la pileta grande estaba dividida en andariveles y se sectorizan los lugares donde trabajan los distintos grupos, y también se colocan andariveles para nadar, de los cuales cada uno tendrá aproximadamente 1,5 metros; que a Privato la vio trabajar algunas veces, ya que el dicente en ocasiones se quedaba a nadar después de su horario o iba al gimnasio, donde corría en la cinta que da hacia la pileta; que los profesores en general no les dicen a ellos qué tienen que hacer y si ven que un grupo puede requerir más de su presencia ellos colaboran con los profesores, pero éstos no les dicen que los acompañen como tampoco si los chicos saben o no nadar, además ellos ya conocen a los niños, que si los chicos están con los profesores ellos hacen una visión general, ya que están cuidados por los profesores, pero ellos tienen que ver a todos, aclarando que si la actividad se desarrolla normalmente no hay riesgo; que los profesores no necesariamente tienen que ser guardavidas, aunque algunos sí lo son; y que si un chico de un grupo se hunde, el que está más cerca para salvarlo es el profesor. Asimismo señaló que él siempre tiene que estar viendo todo ya que su función es la prevención, tiene que observar; que cuando aludió a una actividad que se desarrolla normalmente se refiere a que 96 Poder Judicial de la Nación no esté generando acciones que generen riesgo, aclarando que él nunca vio que generaran riesgo o que se salieran de los parámetros; que cuando se realizan ejercicios en la parte profunda con niños que no saben nadar, los chicos que van a la parte profunda flotan y tienen desplazamiento en el agua, de lo contrario está el profesor con un alumno; que en caso de que sepan flotar el profesor puede estar con dos chicos juntos en el agua; que a los niños no se les colocaban flotadores cuando los llevaban a lo profundo para enseñarles a nadar; que en España se trabaja bajo normas de seguridad totalmente inferiores y se utilizan mucho los flotadores de brazos, pero para él no es bueno para el aprendizaje de la natación, ya que es mejor que aprendan sin ellos; que para él no está en juego la seguridad y no cree que los chicos corran riesgos. Agregó que a Florencia y a la familia los conoció el sábado anterior a que sucediera la tragedia, recordando que había venido el grupo familiar, lo cual le llamó la atención; que prácticamente no había nadie en la piscina y era casi la hora del cierre; que como eran socios nuevos les explicó lo que les podía explicar y los atendió como atiende a todo el mundo, luego el papá y el nene chiquito fueron a la pileta pequeña y la mamá y Florencia estuvieron por toda la pileta grande; que era una familia normal con actividad normal y vinieron a conocer el club; que vio a Florencia jugar normalmente en la parte baja y en la profunda; que el día del hecho estuvo hasta las 14.30 y se retiró, pero cuando oyó por radio lo sucedido como estaba cerca volvió al club; que cuando llegó vio a Florencia cerca de la cabina con la mamá de un lado y el profesor Julio del otro, pero no podían hacer nada, también estaban la guardavidas Giselle y la profesora sentadas en el borde de la pileta; que él se sentó al lado de ellas y preguntó qué había pasado, le dijeron lo que estaban haciendo, aclarando que él conocía el trabajo porque lo hacían cada día con los distintos grupos, además vio la cantidad de gente en la pileta, en los grupos y los profesores a cargo, ya que él estuvo allí media hora antes de que pasara todo esto, tratándose de una actividad absolutamente normal y con cero riesgo por lo que nunca podría pasar lo que había pasado; que Cecilia le dijo lo que estaban 97 haciendo, que se tiraban del borde, iban hasta ella y ella los empujaba hacia la escalera, que a Florencia la vio llegar hasta ahí y cuando estaba en la escalera se puso a atender al chico que seguía, que es la forma normal de hacer el ejercicio y luego un chico que venía detrás de ella la vio, le avisó, Cecilia le avisó a Giselle, ésta se tiró, la sacaron y no pudieron reanimarla, aunque empezaron a hacerle resucitación cardio pulmonar. Expresó que él pensó desde un primer momento que por lo que sabía y le enseñaron una persona no se muere ahogada en esa cantidad de tiempo; que si bien no sabe cuánto tiempo estuvo lo calcula por el chico que pasó después de ella, es decir que pasaron segundos, ya que cree que le dijeron que el que avisó fue el tercer chico, Bacchi, que era el segundo o tercero detrás de Florencia; que entiende que una persona no se ahoga de golpe sino que está unos minutos luchando, dos o tres minutos tragando agua, otra cantidad de tiempo hasta que sobreviene el paro cardiorrespiratorio, luego el paro cardíaco y luego hay una tabla de tiempo, si se hacen las maniobras en el primer minuto tiene 90% de posibilidades de sobrevida, luego se van achicando, además tiene riesgo de daño cerebral, es decir que no se muere en 30 segundos o en un minuto; que además él había visto a la niña desplazarse en la parte profunda, es decir que si tenía que dar una brazada para llegar a la escalera podía hacerlo, por lo que presume que tuvo una descompensación o problema de salud que le impidió hacer alguna señal de auxilio o luchar para tratar de nadar, llegar a la escalera o agarrarse del borde; que supo que la causa de muerte fue ahogamiento por sumersión pero ello no cambia su conclusión; que si le encontraron agua en los pulmones es porque aspiró agua, pero no cree que haya sido porque se haya estado ahogando, de lo contrario la hubieran asistido ya que la profesora estaba ahí y él además conoce a la guardavidas, que era una persona obsesiva de la observación del espejo de agua, incluso cuando hablaba con él no lo miraba, no sacaba los ojos de la pileta, y de todos los guardavidas que conoció le parece que la persona más obsesiva con este tema era ella. Aclaró que cuando habla del espejo de agua se refiere a la piscina, además el agua siempre es transparente y se ve el fondo y si hubiera algo abajo se vería porque el agua es transparente; que en la pileta en ese momento estaba ese grupo y había poca gente de 98 Poder Judicial de la Nación pileta libre; que él participó de charlas en el club, que se hacen habitualmente y se dan indicaciones a los profesores de cómo deben realizarse las actividades; que si la actividad se desarrolla en forma normal ellos no tienen nada que informar, pero si hay algo anormal o no seguro hablarían con el coordinador de pileta, en este caso Mariano, que era el que diagramaba los grupos, el tema de los horarios y preparaba las actividades; que cada grupo tenía sus profesores y no recuerda si en este caso había ayudantes; que a veces había profesores especiales para natación dependiendo de cómo se vayan diagramando los grupos; que después del hecho hubo una reunión sobre el tema, sobre qué había pasado etc, en la que estuvieron el gerente de deportes Canavese, el gerente de la sede González, y más que nada se trabajó en la contención de los que estaban laborando ahí pues tenían que seguir trabajando; que en el barrio se hablaba mucho de todo esto, y era para ver cómo podían continuar trabajando después de lo sucedido; que no se cambió alguna medida de seguridad o alguna técnica; que no recuerda si convocaban Mariano eran los estuvo en gerentes la reunión, mencionados pero y los que estaban los profesores, no recordando cuáles. A otras preguntas respondió que la pileta no tenía un borde de donde uno pudiera agarrarse fácilmente; que esa pileta no tiene canaleta, tiene otro sistema y la gente se agarraba del borde, que estaba a 20 cm del agua; que no recuerda en qué fechas trabajó Mauricio con él, pero cree que estaba trabajando al momento del hecho; que su apellido es Silberstein o algo así; que conoce las recomendaciones mínimas de seguridad para los natatorios que recomendó el Consejo Metropolitano de Guardavidas, ya que tiene una empresa en España y para hacer las cosas legalmente se interiorizó de lo que piden acá y allá, la comunidad de Cataluña, Madrid y algunas otras, además las de acá las conoce de cuando hizo el curso de guardavidas, hace 20 años; que desconoce si se tuvo en cuenta la ordenanza 41.718 en cuanto a que tiene que haber dos guardavidas por pileta, ya que no tenía conocimiento de ello y se enteró no hace mucho tiempo, hace un par de años, cuando comenzó con el tema de España, ahí se enteró de que había un decreto cree que de Cafiero que dice 99 eso. A otras preguntas relacionadas específicamente a la necesidad de guardavidas especiales para grupos en riesgo en la pileta, es decir, chicos que no saben nadar en la parte honda, respondió que nunca había chicos solos en la parte honda que no supieran nadar; que cuando no sabían nadar iban con su profesor, se tiraban de a uno y el guardavidas tiene que estar atento como siempre y quizás seguir a ese grupo, pero sin dejar de observar el resto del natatorio, más que por seguridad. Añadió que las funciones del guardavidas en el ámbito de todo el natatorio eran de prevención y seguridad; que desde todo el ámbito del natatorio no se podía controlar el fondo de la pileta chica pero tampoco es necesario; que a la pileta grande concurren mayores de 8 años y a la pequeña menores de 6 años, es decir que nunca va a haber un niño solo en esa pileta; que él tiene que controlar el fondo de la pileta, pero también que no vaya un chico solo, es decir que de donde él esté puede controlar si a ese sector entra un niño solo y si es así no lo deja; que si entra un menor de seis años con profesor o con un adulto entra perfectamente y él no tiene que estar mirando el fondo; que la seguridad de la pileta chica estaba siempre a cargo del guardavidas, no de los profesores; que para que un niño se ahogue a 30 o 60 cm de profundidad tiene que estar solo, ya que estando con un adulto es imposible; que los profesores tenían que tener conocimientos de seguridad en los natatorios, los padres no; que para sacar a alguien de la parte profunda no se requiere colaboración para sacarlo del fondo, y para sacarla del agua quizás a Florencia podía sacarla solo porque era chiquita, pero si fuera alguien pesado lo llevaría a la parte baja. Asimismo expresó que nunca tuvo más de cien bañistas en la pileta de “All Boys”; que ellos se manejan con la norma de que hasta cien personas debe haber un guardavidas y en “All Boys” nunca pasó las cien personas; que desconoce por qué ante la Dirección de Habilitaciones se consignó que había dos guardavidas en esta pileta; que hubo muchas inspecciones ahí y en otros clubes donde le tocó estar y nunca ningún inspector se refirió a ese tema, es decir a que estuviera mal el tema de los guardavidas, sino que pedían la libreta, la reválida y ellos tenían siempre todo en orden, que Mariano Rosenberg era un chico que era coordinador y cree que al momento del hecho no estaba. Al exhibírsele la grilla de 100 Poder Judicial de la Nación trabajo obrante en el sobre n° 7 y expresa que sabe que el día del hecho no estaba Rosemberg, pero no lo puede decir respecto del resto de los días, aclarando que él no era encargado de hacer la grilla. Asimismo agregó que Rosenberg trabajaba en esa época más que nada en la organización, en la nivelación de los chicos y en la cantidad de profesores que tenía que disponer, en el armado; que el guardavidas siempre fue uno porque la cantidad de gente era siempre inferior a cien; que esta pileta no tenía canaleta perimetral fácilmente aprehensible con la mano, pero entiende que la canaleta es un elemento de higiene y no de seguridad y no tiene nada que ver que sea aprehensible con la mano, desde su punto de vista; que los chicos que no sabían nadar e iban a lo profundo iban con el profesor y no tenían ningún tipo de problema que tuviera que ver con la seguridad, no tenían dificultad porque estaban con el profesor; que si se lo deja solo a lo mejor iba a tener problemas para agarrarse, pero el chico no estaba solo, estaba con el profesor; que no había plataforma sobreelevada que asegure la visualización ni silla sobreelevada para el bañero; que entiende que ello no está de más pero no es necesario, que en realidad se desprende de la reglamentación que tiene que ver con la playa, pues allí se debe mirar el horizonte y por encima de la cabeza de las personas, en cambio acá la silla es más que nada para descansar, más que para observar, ya que él desarrolla su actividad en todo el natatorio y no va a trabajar mejor porque tenga una silla alta, simplemente se va a sentar en la silla; y que nunca tuvo problemas con la resolana para poder observar la pileta. Agregó que en febrero de 2001 trabajaba para “All Boys 2000"; que comenzó a trabajar en “Almagro” y cuando comenzó todo esto no lo conocía nadie, él habló con una persona que trabajaba en “Almagro” y que no está más en la empresa, le explicó su situación, que venía de la cancha de “Almagro” y cuando lo pudo hacer entrar lo hizo entrar; que él era guardavidas del turno mañana desde que comenzó “All Boys”. También explicó que los turnos los ordenaba el gerente que maneja cada una de las sedes y en aquel momento había una chica cuyo nombre no recuerda, pero tampoco está más; que, en caso de que el guardavidas no pudiera asistir, en la 101 gerencia había una lista de gente a la que podían llamar, guardavidas suplentes, pero eso lo manejaban las autoridades, la gerencia; que el coordinador de deportes era Julio Giraldi; que con respecto al reglamento de las piletas de “Megatlón” y respecto de la cantidad de guardavidas ellos siguen lo que dice el “Consejo Provincial de Guardavidas”, que hasta donde él sabe es la entidad madre del tema de socorrismo acuático; que la entidad madre en el mundo es la “Federación Internacional” y en la Argentina es el “Consejo Provincial de Guardavidas”, no conociendo él que haya otro ya que en el curso siempre se mencionaba ese; que si la pileta hubiera sido de 50 metros el reglamento establece dos guardavidas, también si supera los cien bañistas; que él no conoce ninguna pileta de 25 metros donde haya dos guardavidas; que conoce piscinas de la “Red Megatlón” que hayan tenido más de cien bañistas; que en ese caso se pone la cantidad de guardavidas que el gerente considere necesario; que Giraldi no tuvo intervención en la creación del reglamento; que la escuela de natación tiene normas de seguridad para los chicos en los distintos niveles, está prácticamente todo pautado, los nivelitos y las actividades que tienen que realizar. Agregó que la cabeza es el gerente de deportes, luego de ahí va a cada club, al gerente de deportes de cada sede, al coordinador de deportes y al de pileta lo que tenga que ver con pileta; que en España los criterios para la cantidad de guardavidas se guían por la superficie de agua, al menos en Cataluña, por ejemplo una pileta de 25 x 12 m, que son las medidas convencionales, siempre tiene un guardavidas; que antes de trabajar en “Megatlón” trabajó en otras piletas y en todas se utilizaba el mismo criterio que ya dijo sobre la cantidad de guardavidas; que en estas piletas hubo inspecciones y siempre se continuó adelante con la actividad, nunca tuvo una inspección por la cual cerraran la pileta. Añadió que Rosemberg era el que le transmitía los conocimientos generales impartidos por la Red hacia los profesores de natación; que el nombrado no tenía grupo a cargo; que cuando hubo inspecciones nunca le dijeron que hubiera algo que faltaba; que nunca después de la inspección agregaron un segundo guardavidas; que según su experiencia como guardavidas, profesión en la que trabaja desde hace 25 años, tiene una empresa, 102 quince clientes, quince Poder Judicial de la Nación piscinas y conoce muchos lugares, las piletas del “club de la Red” son las más seguras; que los coordinadores supervisaban el trabajo de los guardavidas y profesores ya que dan vuelta por el club, ven absolutamente todo y si tienen que decir algo lo dicen o lo hacen; y que conoce a Storchi por ser el presidente o dueño de la empresa pero nunca tuvo trato con él. Asimismo manifiestó que en el ejercicio que realizaba la profesora Privato el desplazamiento de cada niño desde que salía del borde hasta que volvía tardaba menos de un minuto; que cada tramo medía 3, 4 o 5 metros más o menos; que todo el ejercicio tardaba unos 30 o 40 segundos; que el día del hecho las sogas estaban puestas, las que delimitaban el segundo andarivel, es decir que el sector donde trabajaban estaba delimitado y de la pared al segundo andarivel, habría unos 4 metros; que otro andarivel estaba cruzando para delimitar el sector de donde estaban ellos hacia la parte profunda; que jamás se vio desbordado por el trabajo, por las exigencias que tenía que cumplir, y hizo algún reclamo por este tema; que de su trato con la gente que asistía regularmente a la pileta, padres, bañistas de pileta libre, etc, no recibió ninguna queja, salvo que el agua estaba fría, pero ninguna queja vinculada con la seguridad. A otras preguntas respondió que los signos que le hacen percibir que algo está pasando son por ejemplo una actitud que no es normal, si una persona que está nadando en un andarivel se detiene en la mitad de la piscina lo observa, si se arregla las antiparras y continúa ve que todo está bien, pero si se toca el pecho o tiene alguna otra actitud nota que algo está sucediendo. Finalmente dijo que los padres de Florencia no le hicieron alguna recomendación en particular ni hablaron de alguna patología que tuviera la niña sino que hablaron de otras cosas; que cree que en este momento hay colonia en “Megatlón”, de 9 a 13 y de 13.30 a 17; que supone que hacen ejercicios interrogatorio; que como dentro los del que se esquema describieron de cada en el sede el organizador del natatorio es el gerente, en el caso de “All Boys” al momento del hecho era Rubén González; que tiene entendido que es el que dispone en cada sede la cantidad de guardavidas, empleados, etc, es la persona responsable de cada 103 sede y por ello la que toma las decisiones, suponiendo que con autonomía; que en su opinión Privato es una muy buena profesora, como todos los que trabajan en “Megatlón”; y que no le pareció objetable desde el punto de vista de seguridad algún ejercicio; que el profesor en el agua es el que está mas cerca y tiene que estar atento a ese grupo, en tanto que el guardavidas está atento a todo; que la escalera del medio está donde estuvo siempre y está actualmente, a 1,40 m, son tres escalones y prácticamente llega hasta 30/40 cm del piso; que no advierte que haya dificultad en agarrarse; que entiende que la resolana puede afectar la visualización del fondo a alguien que está flotando dentro del agua; que los padres de la niña no le indicaron que no autorizaban a Florencia a ir a la parte honda en las clases; que cree que en la pileta había lugar para siete carriles y eran andariveles comunes, no del tipo rompeolas, que no se usan prácticamente en esta ciudad; que cuando trabajan grupos de chicos y más 10 o 15 personas más en pileta libre no se mueve mucho el agua; que el dicente no es profesor de educación física; que entiende que si hay un grupo de 8 a 9 años que tenga entre 10 y 15 chicos pueden estar bien manejados por un profesor y no tiene que ver con que sepan o no nadar ni con el nivel de natación sino con la edad, pues no es lo mismo 15 chicos de tres años que 15 de 9 años; que pueden trabajar en la parte baja y cuando van a la profunda van de a uno; que cree que no le comentaron que haya habido chicos que tuvieran miedo de hacer el ejercicio; que no le comentaron si la rutina del ejercicio fue desoída por los alumnos y algunos se fueron en otras direcciones; que por lo que le comentaron quien le avisó a la guardavidas que la chica estaba en el fondo fue la profesora y a ésta le avisó uno de los chicos. Añadió que él podía controlar ambas piletas desde donde se ubicaba, pues ya dijo que al piletón no iban chicos solos, y lo que hay que ver es que algún chico se caiga pero él se colocaba de manera tal que podía ver las dos; que no sabe si se modificó la señalización de la pileta pero se puso un cartel, ya que tiene que haber un cartel que delimite la parte de peligro; que ésta tenía una banda roja en el piso y lo que se hizo fue poner un caño con una soga y un cartel de peligro, pero no se modificó la señalización de la profundidad; que en cuanto a la diferencia de profundidad entre 1,40 y 1,73 m entiende que 104 Poder Judicial de la Nación tiene que ver con cómo se mide, depende si se mide hasta el borde o hasta donde está el agua, ya que ello le sucedió en España; que le consta que la pileta tenía 25 metros por su ojo y por lo que tarda cuando nada pero no vio ningún papel al respecto; que tiene entendido que la pileta estaba habilitada a febrero de 2001; que no sabe si a los pocos días de la muerte de Florencia se gestionó una habilitación. CRISTIAN ALFONSO NORIEGA expresó que en ese momento trabajaba en la empresa “Paramedic”; que lo llamaron por “código rojo”, siendo que ellos estaban a 15 ó 20 cuadras, en Av. Alvarez Jonte, siéndole anoticiado que era un “PCR”, paro cardiorrespiratorio; que llegó al club y en la puerta había 20/30 personas agolpadas; que a los pocos segundos vino corriendo un profesor de educación física y le indicó por dónde tenía que ir, atravesando una zona vidriada y el gimnasio, desde donde se veía la pileta; que entraron al natatorio y había dos grupos de emergencias de “Vittal” en tareas de reanimación; que la niña estaba entubada y se le estaba practicando masaje cardiorrespiratorio; que también le hicieron un electrocardiograma para ver si tenía ritmo cardíaco, pero cree que no y ahí terminó todo; que él estuvo dando apoyo porque prácticamente estaba todo iniciado; y que desde que llegó hasta que terminaron las tareas de reanimación no pasaron más de quince minutos. Añadió que no recuerda si el electrocardiograma tenía signos vitales, pero entiende que debe estarse a la historia clínica, aclarando que él no tomó signos vitales, porque la niña ya estaba en reanimación. Al confrontarse a lo declarado por él a fs. 7 bis en cuanto mencionó que hubo un resultado o registro que demostraba actividad eléctrica, respondió: que no lo recuerda pero con esa frecuencia en forma intermitente el pronóstico es bastante ominoso, que nadie puede decir si la persona está viva o muerta pues, es una zona gris, que el registro podía ser natural o debido a las drogas administradas. Explicó asimismo que uno puede desmayarse y no tener pulso, por ejemplo en casos de fibrilación ventricular o de asistolia, donde no se tiene pulso, pero en el electroardiograma no hay actividad; que para que la maniobra de reanimación 105 tenga pronóstico positivo después de estar la persona sumergida en el agua no hay ninguna norma que diga cuándo uno tiene que parar la “RCP”, salvo cuando un paciente ha sido víctima de congelamiento, pues ahí la reanimación es útil en cualquier tiempo, que en el caso del ahogado no se puede precisar, pero cuanto más tiempo está sin respirar peor es; y que no recuerda si le informaron que la niña no tenía signos vitales, pero estaba en maniobras de reanimación. EDUARDO FACHAL manifestó que después del hecho lo llamó la Dra. Oliveira, que era la Defensora del Pueblo, tuvieron una reunión y la nombrada le pidió que fuera a ver el expediente de habilitación de la pileta del club “All Boys”, ante lo cual concurrió a la Dirección Gral de Verificaciones y Habilitaciones, consultó el expediente y pudo constatar irregularidades lo que lo llevó a abrir un expediente de oficio; que se requirieron una serie de informes, se hicieron algunas inspecciones y se emitió una resolución solicitando o recomendando a las autoridades del Gobierno la clausura del natatorio, aclarando que esta resolución la firmó la Defensora del Pueblo; que estas inspecciones se hicieron en varios natatorios, pero en el caso de “All Boys” fueron en dos ocasiones; que generalmente las inspecciones se realizan con funcionarios del Gobierno de la Ciudad que tienen poder de policía, ya que ellos no lo tienen; que a la primera inspección fueron el Dr. Masquelet, Di Giorgio y el declarante y elaboraron un informe que lleva su firma, lo cual se hizo en el mes de abril, y se constató que no se cumplían algunos de los requerimientos de la ordenanza 41.718. Al exhibírsele las actuaciones de fs. 158 del expediente de la Defensoría del Pueblo que corre por cuerda, señaló que es el informe al que se refería. Añadió que los dibujos de niños incorporados desde las fs. 100 cree que los acercó la señora Rombolá, aunque no le consta; que el procedimiento de la ley nro. 3 es informal, entonces la señora podía consultar la actuación y entiende que en base a ello acompañó los dibujos; que las recomendaciones de la Defensoría se comunican a las Direcciones que corresponda, pero no son vinculantes para el Gobierno de la Ciudad, es decir que éste no tiene obligación de cumplirlas pero sí tiene obligación de contestar por qué no cumple. Recordó que la pileta en cuestión no tenía plataforma 106 elevada para los Poder Judicial de la Nación guardavidas, había un solo guardavidas y no estaba marcada o separada la parte profunda de la parte más baja, ni tenía marcadas las profundidades y tampoco tenía la canaleta perimetral para el derrame y para asirse como establece la Ordenanza; que puede ser que hubiera otras cosas menores, pero no las recuerda, y era básicamente eso, que para verificar esas faltantes se basaban en la ley vigente, y si bien el Gobierno sostuvo que la Ordenanza no había sido reglamentada, ellos consideraban que algunos de los artículos eran operativos y por ello podían ser exigidos; que desconoce con qué habilitación funciona actualmente la pileta; que en aquel momento era una autorización precaria, pues así se otorgaban todas las habilitaciones a todos los natatorios; y que lo último que sabe es que en octubre de 2006 hubo una inspección y una intimación a cumplir una serie de mejoras. Agregó que a fin de año ellos requirieron que les informaran intimaciones pero hasta ahora qué no les ocurrió con contestaron; esas que no recuerda si se exigieron también el cumplimiento específico de algunos artículos de la ordenanza 41.718, que se mencionan una serie de incumplimientos en el natatorio pero no recuerda cuáles eran; que él no tramitó actuaciones sobre la supuesta adulteración de inspecciones en ese natatorio, aclarando que hubo varias mayoría de actuaciones los de distintos natatorios modernos natatorios no cumplen y que con la las Ordenanzas, por ejemplo River; que estrictamente la Defensoría es un organismo de garantías, lo establece la Constitución de la Ciudad, y no un organismo de control, pero en los hechos cuando van comportamiento a inspeccionar de los el funcionarios gobierno y si observan advierten el alguna irregularidad se confecciona un sumario en el ámbito de la Procuración y ellos requieren el control de legalidad de esos sumarios, que en su área se hicieron numerosos controles y se pidieron la instrucción de muchos sumarios; que se hacen unas 300 inspecciones por año, casi una por día, en algunas tuvieron diferencias con el Gobierno y lo hicieron saber a través de resoluciones. Asimismo explicó que si se verificó una irregularidad manifiesta se hace una denuncia penal, lo que así se hizo en algunas oportunidades y en otros se dispuso lo 107 necesario para que se confeccione el sumario respectivo. Al exhibírsele las actuaciones de fs. 213 del expediente de la Defensoría, la reconoce, explicando que la resolución original se protocoliza en un libro y lleva la firma de la Defensora, mientras que las copias no llevan ninguna rúbrica; que en el ítem titulado “Las irregularidades detectadas...” se menciona la inspección realizada por la Defensoría, que es aquélla en la que él participó, estimando que es la de abril; que esta pileta estaba funcionando con una autorización precaria; que ellos tenían una discusión con el Gobierno sobre si la ordenanza era operativa o no y para él en cuanto a la cantidad de guardavidas era operativa; que en esta resolución la Defensoría no recomendó que se reglamentara la Ordenanza, ignorando en este momento por qué razón; que actualmente el dicente trabaja en otra área, es jefe de control comunal y gestión urbana; que las piletas nuevas que se construyeron sabe que no tienen canaleta perimetral; que no tiene conocimiento de la licitación pública n°19/2006 del Gobierno de la Ciudad para refacción de la piscina del club social y deportivo “Unidos de Pompeya”, como también que entre las obras a realizar se menciona el “cierre del sector de salivadera existente en el natatorio, que se rellenará con hormigón”. Asimismo refirió que cree que la ordenanza 41.718 no exige la contratación de un servicio médico de emergencias; que en cuanto al tema del Consejo Metropolitano de Guardavidas se le contestó que no había sido integrado, pero no sabe si al día de hoy está conformado; que su opinión es que las piletas tenían que tener dos guardavidas; que desconoce una norma posterior que reglamenta la enseñanza de natación en colegios municipales y que se refiere a un solo guardavidas; que para la segunda inspección había personal de Habilitaciones y Verificaciones, un inspector de Especiales, la diputada López Castro con uno o dos asesores, el licenciado Alberto Michi y Di Giorgio; que fueron a “Estudiantes”, “All Boys”, al natatorio de Villa Crespo y al que funciona en el club Almagro y el único que se clausuró fue el último, que cree que los que nombró pertenecían a la red “Megatlón” y el de Almagro cree que no, que era “Sports S.A.”; que el Gobierno de la Ciudad tiene poder de policía y que no se notifican previamente las inspecciones; que no puede decir qué porcentaje de las piletas tienen habilitación precaria, pero en total habrá inspeccionado unas 108 Poder Judicial de la Nación 10 y/o 12 piletas y en algunas hubo conflicto; que también inspeccionaron natatorios del Gobierno de la Ciudad que no se podían clausurar aunque para él estaban para clausurar. Finalmente explicó que se otorgaban autorizaciones precarias hasta que se reglamentara la Ordenanza, es decir que era imposible hacer una habilitación hasta que no se reglamentara la Ordenanza; que en el caso de que el natatorio quisiera una habilitación debía haber una inspección previa pero All Boys estaba funcionando sin tener la habilitación precaria; que en general habría que ver cada caso para determinar si se le otorgaba la habilitación, ya que era una autorización precaria; y que no existía en ese momento posibilidad de obtener una habilitación como otro local. Al exhibírsele la fs. 726 del expediente de la Defensoría del Pueblo y expresó que desconoce si ello se cumplió o no. Añadió que en el funcionamiento de la Defensoría, según la ley nro. 3, cuando una recomendación que hicieron no se cumple por el Gobierno, en el informe anual a la Legislatura se informa este incumplimiento, estimando que probablemente se habrá hecho en el 2002, ya que la resolución fue dictada en 2001, y se tiene que haber denunciado en el informe anual; que él tiene la obligación de presentar las recomendaciones que no fueron cumplidas, para que se informe en la Legislatura pero la Defensoría ya no insiste, sino que allí concluye el procedimiento; que en cuanto a los nuevos natatorios que no se construyen con la canaleta perimetral, ellos preguntaron a expertos si había alguna posibilidad de poner algo, una cuerda o algo de goma para sujetarse, pero les decían que era muy peligroso para los buenos nadadores, que se pueden golpear contra ello si es de material duro, además sabe que en las piletas nuevas el agua está casi a la altura del borde, entonces es simple poder agarrarse, pero no ha visto que se haya hecho ninguna modificación o construcción para que alguien pudiera asirse fácilmente. A otras preguntas respondió que en la última intimación (fs. 727 del expediente de la Defensoría), no ve que se mencione el incumplimiento de algún artículo u Ordenanza; que en una reunión que tuvo con guardavidas le explicaron que una de las cosas más peligrosas es el ahogado “silencioso”, que en las piletas puede ocurrir un 109 accidente y para los guardavidas es más fácil observar una playa que un natatorio donde hay mucha gente, pues si no están sobreelevados es muy difícil ver lo que ocurre en las partes más profundas, sobre todo cuando hay muchos chicos que gritan o juegan, por eso les hablaban de que los más modernos tienen un sistema de control por sensor, así cuando una persona queda sumergida más tiempo del necesario suena una alarma y se enciende una luz para que el guardavidas pueda verlo; que cuando hicieron la inspección la pileta estaba funcionando, aunque había poca gente porque era a la mañana; que la autorización precaria fue obtenida después de la muerte de Florencia, recuerda pero que no unos sabe cuánto inspectores tiempo fueron después, a aunque corroborar si sí las intimaciones realizadas se habían cumplido y el natatorio estaba cerrado por una orden judicial, entonces no pudieron hacer la inspección y en ese lapso se otorgó la autorización precaria; que esta autorización se hizo con un informe que decía que estaba cerrado; que recuerda que si bien había discrepancias de los miembros de la Defensoría de la Ciudad y de la Legislatura con la gente de la Dirección General de Habilitaciones no les pareció relevante hacer hincapié en ellas porque lo que se firmó en la resolución era que se pedía la clausura del local y esa era la diferencia sustancial de opinión con los funcionarios, y como había un inspector de clausura éste debió haber clausurado. Al exhibírsele las actuaciones de fs. 599/600 del expediente de la Defensoría sobre las personas que estuvieron presentes, respondió: que recuerda que había gente de la Defensoría y que en el club Villa Crespo cree que él se tuvo que ausentar; que no es común que la gente disconformidad de Defensoría con el o Legislatura procedimiento de labre la actas de dirección de habilitaciones; que el Gobierno de la Ciudad tiene distintos tipos de inspecciones, cada dirección tiene distintas funciones y el control es diferente; que hasta hace poco por ejemplo si una dirección que no era la de habilitaciones iba a un lugar a verificar por ruidos molestos y el local no tenía habilitación no se lo clausuraba, es decir que era preferible no exhibirla pues si la exhibía se lo clausuraban; que entonces a raíz de una resolución de la Defensoría la Procuración modificó el dictamen y ahora no se necesita comunicar a la dirección que 110 Poder Judicial de la Nación corresponda para clausurar, sin la formalidad de que tenga o no habilitación, es decir que era común que el inspector mirara solamente lo que le correspondía a su área. Finalmente expuso que no recuerda si se constató la presencia de dos guardavidas el 9 de octubre de 2001; que las recomendaciones de la Defensoría fueron notificadas al Jefe de Gobierno, que contestó por intermedio de la jefatura de gabinete solicitando una nueva inspección en el lugar y fue la única respuesta que tuvieron, es decir que no se expidieron sobre el tema de la clausura; que en el informe anual no sabe qué actividad desarrolló la Legislatura al respecto; que en algún momento incluso se habló de presentar una iniciativa legislativa para modificar la Ordenanza, pero desconoce si se hizo; que tampoco hubo respuesta del Gobierno respecto del tema de la operatividad de las normas. HÉCTOR MASQUELET dijo que cuando se hizo la denuncia ante la Defensoría del Pueblo se desempeñaba como secretario general de ese organismo, teniendo como tarea la supervisión de distintas áreas; que además, cuando había algún tema que la Defensora quería que tomara directamente la Secretaría General lo abordaban directamente, como en este caso, por lo menos en la primera etapa; que intervino en la primera de las inspecciones que se realizaron en la pileta en el club “All Boys”, pero no tiene presente si firmó o no el acta porque el que llevaba la actuación era el Dr. Fachal; que en esa actuación, por lo que recuerda, había algunas condiciones de seguridad establecidas en la Ordenanza que regula el funcionamiento de las piletas que no se cumplían, en particular recuerda la ausencia de la canaleta perimetral, de la plataforma, cree que era la falta de carteles indicadores o la señalización de profundidad, había una serie de circunstancias que seguramente están en el acta, y cree que también se detectaron faltantes en el servicio médico, pero no tiene presente si fue en esta inspección o en otra; que en es momento se tomó conocimiento de que pese a estar clausurada la pileta, por clausura judicial, en el medio se otorgó un autorización precaria, luego se realizó una inspección, unos dos meses después y como consecuencia de ello se resolvió recomendar la 111 clausura de la pileta. Añadió que no recuerda si participó en alguna entrevista con la madre de la niña o de otras medidas probatorias vinculadas con ello, más allá del seguimiento del expediente; que el Dr. Fachal estaba por debajo del dicente jerárquicamente pero hubo algunos cambios y no tiene presente si estaba en el área de control comunal o en la subsecretaría y también estaba el Dr. Delgado que ahora es Juez de Ejecución Penal. Al exhibírsele fs.1/2 del expediente de la Defensoría para que diga si recuerda cómo se inició y expresó que no recuerda como se inició, pero que el primero despacho está firmado por el Dr. Fachal. Añadió que apenas había un hecho que involucraba a la Ciudad, muchas veces la Defensora daba instrucciones para hacer una investigación de oficio y a veces se superponía con una denuncia particular, pero no tiene presente cómo se hizo en este caso. Al exhibírsele el acta de fs. 158 del expediente de la Defensoría manifestó que estuvo presente en esa diligencia; que no recuerda si la pileta estaba funcionando; que las fotografías son del mismo día; que ellos habitualmente trabajaban con una cámara digital que usaban para las inspecciones y el personal de la Defensoría sacaba las fotos, suponiendo entonces que son del mismo día; que además por lo que ve uno de los que figura en la foto es Di Giorgio que era uno de los jefes de verificaciones de la Defensoría; que en cuento a las conclusiones de fs. 206 expresa que él hizo el informe pero la responsable era la Defensora, ya que es un organismo unipersonal; que cree que no hubo recusación de la Defensoría en este caso, aunque ello está previsto; que no recuerda si se dio intervención a “Megatlón” o al club “All Boys” en este expediente pero aclara no se les corre traslado en las actuaciones de la Defensoría del Pueblo, pues no está dentro del procedimiento; que no sabe si posteriormente se modificó el procedimiento, ya que hace cuatro años que se fue de la Defensoría y actualmente es secretario del Consejo de Seguridad Interior de la Nación; que en ocasiones lo que se hacía era ponerlo en conocimiento del denunciado cuando se pretendía que formulara algún descargo o se le pedía informes, pero aclara que la Defensoría controla los actos de gobierno, no de prestadores privados y que los incumplimientos que se detectan son los del Gobierno de la Ciudad; que recuerda que se realizaron inspecciones en muchas 112 piletas, suponiendo que Poder Judicial de la Nación algunas pueden haber sido de “Megatlón”, incluso recuerda que él no participó en la inspección pero sí que se clausuró la del club Almagro, ignorando si era de “Megatlón”; que la Defensoría en algunos casos contrataba expertos, por ejemplo en el caso de trabajadores del subterráneo a un ingeniero especialista, ya que había trabajo técnico, pero en este caso cree que no porque una Ordenanza determinaba las condiciones de seguridad y no hacía falta indagar cuáles eran las condiciones de seguridad que debía tener, lo que en todo caso era facultad de la Legislatura. En cuanto a los estándares de seguridad que los funcionarios aplicaban respecto de los natatorios, lo primero que tienen que hacer es ver si se cumple con las previsiones de la norma, pero él no puede cuestionar la norma de la legislatura, la tiene que aplicar; que para averiguar si la norma estaba reglamentada tenían una oficina de información legislativa formada por personal del ex CEDOM, ya que quedaron vigentes las viejas ordenanzas y el Digesto de la Ciudad nunca fue actualizado, por lo que el tema es complejo de abordar entonces muchas veces se hacía un estudio previo para ver cuáles eran las normas vigentes; que en este caso recuerda que si bien había una reglamentación parcial, el criterio de la Defensoría era que las normas en materia de seguridad no requerían reglamentación sino que eran obligatorias a partir de su dictado; que también inspeccionaron natatorios del Gobierno de la Ciudad y así recuerda una inspección en la pileta del parque Chacabuco, donde hubo una serie de circunstancias y denuncias particulares, por eso lo recuerda, pero no tiene presente el resultado; que entiende que no es posible que una reglamentación establezca estándares de menor seguridad que una norma de la Legislatura; que no tiene presente si se consultó el plan municipal de natación sobre la forma en que se debían impartirse las clases en escuelas primarias, pues ellos se refirieron al incumplimiento de las normas sobre los natatorios; que la Defensoría puede recomendar la modificación de una ley de la Ciudad u ordenanza, pues tiene iniciativa legislativa; que con respecto a las piletas municipales, no recuerda si tenían plataforma sobreelevada o si tenían dos bañeros, etc., es decir no recuerda si cumplían las normas de 113 seguridad, además cree que en esa época había muy pocas gestionadas por la Ciudad ya que muchas estaban concesionadas, ni siquiera recuerda si la de parque Chacabuco estaba concesionada, pero sí sabe que era propiedad de la Ciudad. LINO DI GIORGIO expresó en esa época estaba a cargo de la oficina de verificación y actualmente está jubilado. Al exhibírsele el informe de fs. 158 reconoció su firma; que la función de la verificación siempre fue a solicitud de las autoridades para constatar la Defensoría autoridad de vecinos, que muchas veces situaciones por planteadas reclamos eran o quejas verbales y por de otras la los por solicitudes, por ejemplo una obstrucción en la vía pública, condición del arbolado, veredas; que en este caso fue avisado y acompañó a Masquelet, Fachal y el empleado Michi al Club “All Boys”, donde observaron algunas condiciones de la pileta, pero él no elaboró el informe ni las fotos; que observaron algunos temas de seguridad como la plataforma y el señalamiento en la pileta. Al exhibírsele la fs. 600 del expediente de la Defensoría, reconoce su firma; que hubo una primera visita al natatorio en abril y otra en junio y en la segunda la concurrencia fue más amplia, pues había una legisladora de la ciudad, la Dra. Castro, sus asesores e inspectores del gobierno de la ciudad; que hubo discusiones con un inspector; que los representantes del Gobierno redactaron un acta muy escueta diciendo que no se podía cumplir la finalidad de la inspección pero era evidente que había algunos incumplimientos, entonces la legisladora incompleto e y ellos hicieron manifestaron un nuevo que registro el informe de acta era por disconformidad con lo escueto y poco aclaratorio del informe de los inspectores. CLAUDIA ELENA ZADOROLLNE expresó que cuando llegó al club para buscar a sus hijos estaba cerrado, había camiones de policía, bomberos, ambulancias, y cuando ingresó nadie le explicó lo que había sucedido; que luego por su hijo Giuliano se enteró de que había una nena que se había ahogado en la pileta; que cuando volvían a la casa en el auto su hijo le fue explicando muy de a poco lo ocurrido, le quería dar tranquilidad a ella y lo único decía era que la nena estaba bien, pero no había tomado conciencia de la gravedad del hecho; que luego le fue contando la actividad que estaban haciendo en 114 Poder Judicial de la Nación ese momento en la pileta, esto es, que estaban haciendo como un triángulo, se tiraban desde el borde, tocaban a la profesora que estaba a unos pocos metros y salían de la pileta por una escalera; que su hijo en esa fecha tenía 8 años; que sabe que durante el ejercicio no estaban en la parte profunda, no recordando si le dijo que estaban de la mitad hacia atrás; que la profesora estaba parada esperándolos y Giuliano al momento de subir las escalinatas vio a la chica, avisó o gritó no sabe a quién y enseguida corrieron todos. Añadió que ese año sus hijos fueron pocos días a la colonia; que Giuliano fue a iniciación deportiva los sábados en el club; que no le comentó nada sobre Florencia respecto de si sabía nadar o no, etc; que en relación al ejercicio que describió, cree que los chicos no esperaban que el nene anterior llegara a la escalera, que la profesora les avisaba cuando tenían que tirarse, eso recuerda que Giuliano se lo comentó; que después de ello la colonia no continuó con las actividades; que le parece que posteriormente sus hijos tomaron unas clases de natación, pero no recuerda si fue ese año o el siguiente. La testigo continuó expresando que su hijo declaró una sola vez y el que relataba el hecho era su hijo; que su hija Chiara Sofía también concurría a la colonia e iba a la pileta chica; que ella contrató la colonia con el club; que sabe que está tercerizado por Megatlón pero ella fue al club, aunque la colonia y todas las actividades cree que las tiene Megatlón; que no sabe concretamente quiénes cuidaban a los chicos en la pileta, pero iban con los profesores que tenía cada grupo; que no sabe cuántos guardavidas había en la pileta y después se enteró de que reglamentariamente tiene que haber dos. Añadió que no sabe si Privato era la profesora de su hijo; que sabe que éste pegó el grito, avisó y empezaron a correr pero no sabe exactamente qué hizo, ni tampoco si hizo algún intento de rescate; que su hijo sabía flotar o intentaba, estaba en eso, no sabía nadar; que no le comentó si alguno de los chicos del grupo tenía miedo al agua. Confrontada con su declaración de fs. 173/174 específicamente en cuanto a que dijo que Cecilia le había tapado los ojos, contestó que le había tapado los ojos, pero no recuerda de que la abrazó y demás detalles; que no sabe quién estaba más cerca de Florencia, 115 según su hijo, si la profesora o la guardavidas; que no recuerda que su hijo le haya comentado que estuvieran trabajando con una tabla; que tampoco recuerda si Giuliano le comentó que hubiera algún ayudante colaborando o si algún chico no realizó el ejercicio porque tenía miedo o porque tuviera otitis, como tampoco que los chicos hicieran de asistentes en la parte profunda, ya que su hijo no le habló de la parte profunda. Agregó que desconoce en qué área de la pileta estaban trabajando pero sí que estaban a lo ancho; que no recuerda si Giuliano le comentó que hubieran realizaron otros ejercicios en la pileta antes de que se percatara de que Florencia se había ahogado; que ellos no eran socios del club sino que anotó a sus hijos para algunas de las actividades que hacían; que cree que a la colonia fueron sólo en febrero de ese año y fue el primer año que hicieron colonia, luego Giuliano hizo iniciación deportiva los sábados y pileta y la más chiquita de sus hijas también pileta, una semana; que ello no fue continuo sino intermitente ya que a veces no iban, iban un mes sí, otro no, etc.; que si sus hijos querían hacer actividad deportiva iban a ese club porque era el que tenían más cerca; que conoció al grupo de profesores y le gustó cuando Giuliano hizo iniciación deportiva, aclarando que no había trato con los padres y que ella no tenía trato con nadie; que ella iba casi siempre a buscar a sus hijos; que los chicos esperaban en la cancha de basquet reunidos por grupo, sentados en el piso, cuando estaban listos pasaban los padres y los retiraban, y cree que estaban los profesores; que salían por una puerta chica, no por la puerta principal, y había otra persona o coordinador de la colonia mirando quiénes salían, aclarando que los conocía por la cara, no tanto por el nombre; y que no recuerda si daban instrucciones por escrito sobre quiénes podían retirar a sus hijos. A otras preguntas respondió que cree que en ese momento su hijo le refirió que después de Florencia se tiró a la pileta un nene o nena y después venía él; que tuvo una entrevista con la madre de Florencia ya que ésta vino a su casa, había pasado muy poco tiempo, la señora le pidió por favor que quería pasar, tuvieron una charla pero Giuliano no estaba; que la señora fue bastante insistente en querer hablar con él, incluso le dejó una foto color de la nena que todavía la tiene; que después tuvo una charla con Giuliano y le dijo que le quería preguntar 116 Poder Judicial de la Nación unas cosas, aclarando que ella no estuvo muy encima pero le pidió que fuera breve y la dejó hablar con Giuliano, que la charla no duró mucho y estaban presentes ella y su otra hija; que cree que Giuliano hizo un dibujo en esa oportunidad pero no lo recuerda; que no recuerda con quién trató cuando inscribió a su hijo ni tampoco el nombre de las profesoras, pero ahora por lo que escuchó sabe que era Cecilia; que cuando llevaban a su hijo ingresaba por Jonte, aclarando que lo llevaba la señora que trabajaba en su casa, y que ella lo retiraba por la misma arteria, no por Mercedes; que nunca habló con el presidente del club, Bugallo; que respecto de la colonia ni sabe quién és, que no cree que haya hablado con él y ella sólo estuvo en la recepción; que sabe que las instalaciones del club estaban tercerizadas porque había carteles de Megatlón además de decir Club All Boys; que no recuerda que su hijo le haya comentado si después del hecho los chicos fueron reunidos y alguna autoridad les comentó lo ocurrido con Florencia; que al momento del hecho no recuerda con precisión dónde estaba su hija pero cree que en ese momento no estaban haciendo actividad en la pileta; que en aquel momento su hijo ya sabía escribir y la dicente entiende que podría reconocer algo hecho por su hijo a los 8 años. Al exhibírsele la el dibujo obrante en el expediente de defensoría, expresó que por las características de los dibujos no puede decir si pertenecen a su hijo, pero puede ser porque está el nombre de él; que los rasgos de la letra le hacen suponer que la escritura es de él, no los dibujos, pues en el nombre y apellido ve la manera de escribir de él, el nombre grande y la “b” larga, aclarando que actualmente cambió mucho la letra, que siempre tuvo linda letra, redondita y ella escribe bastante parecido. Asimismo manifiestó que las palabras “hondo” y “bajo” que se observan no corresponden a la letra de su hijo, ya que es distinta; que cree que su hijo no sabía cuánto medía él al momento de hacer esos dibujos, no cree que supiera; que Giuliano no le hizo referencia a que en las clases de natación en la colonia fuera sometido a ejercicios que lo sobrepasaban en su capacidad o lo sobreexigían, además si lo sobreexigían no los iba a hacer; que la actividad de la pileta era la parte de la colonia que más le gustaba, además era 117 verano y hacía mucho calor; que por comentarios de su hijo sabe que hacía ejercicios en la parte baja, pero no cree que hayan llegado a la parte profunda. GIULIANO ALFREDO BACCHI manifestó que tiene 14 años y se le hace saber que deberá ser veraz; que no conoce a los imputados por su nombre; que recuerda que estaban en la clase de natación en el club, en la colonia, se estaban tirando a la pileta; que en un momento dado se tiró Florencia, no recordando en qué sector ni si hacían pie y después cree que se tiraron otros chicos; que no recuerda si era el primer ejercicio que hacían o si hacía rato que estaban; que él se tiró al agua y cuando subía la escalerita para volver a tirarse vio en el fondo a Florencia, ante lo cual llamó a la profesora, no recuerda si a la suya u otra, ella le tapó los ojos y llamó a los bañeros, que se tiraron y la sacaron. Agregó que en el ejercicio cree que se tiraban de cabeza a la pileta pero después no recuerda qué tenían que hacer; que recuerda haber visto a Florencia en el fondo pero no se acuerda de la cara, se acuerda de verla ahí y nada más; que no recuerda si tenía relación con ella en la colonia; que cree que él ya sabía nadar; que no recuerda si iban a la parte profunda; que los que hacían el ejercicio eran un grupito, no recuerda cuántos; que hacían juegos con pelotas, flota-flota y esas cosas; y que no recuerda cuántos profesores había; que no recuerda si en los ejercicios de ese día la profesora ayudó a Florencia ni si ésta sabía o no nadar, como tampoco si le tenía miedo al agua. A preguntas que se le formularon dijo que no recuerda que en los ejercicios en el agua la profesora tomaba a los niños y los llevaba hasta la escalera o los ayudaba, pero seguramente sí lo hacía; que cree que se podían agarrar del borde de la pileta; que él le tenía “miedito” al agua cuando era chico; que no recuerda si en alguna ocasión estaba en un lugar donde no hiciera pie; que no recuerda si otros chicos también se agarraban del borde; que recuerda que para hacer el ejercicio había una colchoneta desde el borde hasta el agua y se tiraban por ahí, pero no recuerda cómo se sostenía la colchoneta; que no recuerda si había algún chico enfermo que no haya entrado al agua, como tampoco recuerda el nombre de algún chico de la colonia ya que concurrió muy poco tiempo, cree que un mes; que ese día no se escuchaba bien, había como un retumbe, un 118 Poder Judicial de la Nación murmullo grande; que no recuerda si en esa ocasión veía a la guardavidas, que los vio en varias oportunidades pero no recuerda en ese momento y no sabe si eran varios; que no recuerda si era una mujer o un hombre y una mujer. Añadió que antes de la pileta hicieron actividades afuera, fútbol, juegos con pelotas, en la cancha de básquet y cree que lo hacían todos juntos; que no recuerda si siempre estaba con la misma profesora; que cree que ese día antes habían jugado en la pileta, en la parte baja; que cree que vio cuando Florencia se tiró al agua pero no lo recuerda bien; que no recuerda si algún compañero tenía miedo al agua pero él sí tenía; y que no sabe si Florencia le tenía miedo al agua; que no recuerda si cuando se tiraban de cabeza en estos ejercicios lo hacían en la parte baja u honda; que no recuerda haber mencionado a su madre que Florencia tenía miedo al agua, como tampoco recuerda a Jaime ni a sus compañeros del grupo; que había uno con el que más tenía relación e iba a la casa pero no recuerda el nombre; que no está seguro de haber visto si se tiró Florencia, pero sí que ésta se tiró antes; que cuando hacían el ejercicio las personas que lo cuidaban eran el o los profesores y el o los bañeros, no recordando si eran uno o más; que no recuerda si en los ejercicios hacían que los alumnos sostuvieran la tabla por la que se tiraban los chicos; que le parece que hubo chicos en el grupo que no se animaron a hacer algún ejercicio en la parte honda, debido a la profundidad; que recuerda que en el ejercicio que relató había que tirarse por la colchoneta como de cabeza, agarrar o tocar a la profesora llegando hasta ella que estaba como a medio metro y volver a la escalera que estaba al lado de la colchoneta, subir y volver a la cola, que no recuerda si todos los chicos salieron por la escalera o si alguno salió de otro modo; que recuerda a un chico rubio con pecas, que le parece que era hijo de una persona que trabajaba en el club. Añadió que cuando vio a Florencia ella estaba en el fondo del agua de la parte en donde estaban, él iba a subir a la escalera y cuando miró para abajo la vio; que cuando él advirtió a la profesora que había visto a Florencia, la profesora empezó a gritar, le tapó los ojos, llamó a los bañeros, uno de ellos se tiró y la salvó, pero no recuerda si 119 la persona que la sacó tuvo colaboración; que había distintos niveles de natación y él era nivel bajo o medio; que a Florencia la vio aproximadamente un metro antes de llegar a la escalera; que después de lo que relató los llevaron a unas aulas que usaban para otros deportes, estuvieron esperando una hora y pico y después vinieron los padres a buscarlos; que en esa hora y pico vino un profesor pero no recuerda qué les dijo; que le pareció ver a alguien al costado de la pileta que atendía a Florencia pero no sabe si era médico; que no recuerda si nadaban solos hasta la escalera o si la profesora les daba un empujón para llegar; que no recuerda haberle dicho a su madre que la profesora sólo los miraba cuándo se tiraban pues fue hace mucho tiempo y tiene muy poco recuerdo. Asimismo expresó que cuando iba nadando hacia la escalera y vio el cuerpo todavía estaba en el agua, que le parece que primero pensó que la niña estaba jugando o algo pero después de un ratito, un segundo o algo así, se asustó; que no recuerda si salió solo de la pileta o si lo ayudó la profesora; que desde que él le avisó a la profesora y ésta llamó a los bañeros tapándole los ojos le parece que se tiraron ahí al toque, rápido; que era un grupito que hacía el ejercicio y se tiraban de a uno; que supone que todos los del grupito tenían más o menos el mismo nivel de natación, pero no lo recuerda; que cree que los niveles eran según si sabían nadar y no recuerda si al clasificarlos les ponían cintas de colores en los brazos; que hacían revisación médica en la pileta, suponiendo que había un médico pero no lo recuerda, le parece que era una señorita; y que no recuerda si los ejercicios que realizaban eran acordes a su nivel de natación. A otras preguntas que se le formularon respondió: que tuvo una entrevista con la mamá de Florencia en su casa, pero no recuerda qué pasó; que no tiene presente si la madre le preguntó qué había pasado ni si hizo un dibujo; y que le parece que la profesora que le tapó los ojos era la misma que les hacía hacer el ejercicio, la que estaba dentro del agua. Al exhibíresele el dibujo obrante a fs.180 del expediente de la Defensoría expuso que no se acuerda de haber hecho el dibujo pero que la letra es suya, la “G” del apellido por ejemplo, además hay errores de ortografía que eran habituales, como la hache, y las eses, que le salían mal y su mamá le corregía; que en cambio no es su letra la que dice “bajo” y 120 Poder Judicial de la Nación “hondo”. Explicó asimismo que en el centro del dibujo donde dice “cuando uno llegaba... N2 etc”, le parece que quiso decir que cuando se tiraba el primero se tiraba el segundo y así, para explicar la mecánica del ejercicio; que no recuerda si en aquel momento le midieron la altura en la colonia y si él sabía su altura; y que donde dice “el agua me tapa...” es su letra pero no recuerda si lo habían medido. ADRIANA MABEL CÁCERES expresó que el día que ocurrió el hecho pasó a buscar a sus hijos y se encontró con todo el despliegue de ambulancias; que se asustó mucho pero encontró a su hija en el gimnasio, también tenía su hijo allí y los retiró; que con posterioridad Nathalie le contó lo que había pasado pero no recuerda si fue ese mismo o día; que tuvo que hacer la denuncia y la acompañó a la comisaría para que declarara la niña, que en ese momento tenía 8 años, aclarando que la dicente estuvo presente cuando declaró; que por la niña se enteró de que estaban sentados al lado de la escalerilla de la pileta que está a mitad de aquella, hacia el lado profundo, donde no hacían pie; que estaban haciendo un juego, había varios chicos sentados en el borde; que la profesora estaba, no recuerda si estaba la bañera ahí parada y había un profesor más, los chicos se iban tirando, la profesora estaría a unos dos carriles y los iba recibiendo cuando se tiraban del borde, tenían que tocar a la profesora y volvían hacia la parte baja de la pileta, la parte menos profunda; que así se fueron tirando varios chicos, primero le tocó tirarse a Florencia, su hija estaba al lado y le tocaba tirarse después; que su hija dice que Florencia se tiró y ella no vio nada más, no recordando si tocó o no a la profesora; que a Florencia no la vio más, se tiró, tocó a la profesora y la consigna era llegar hasta la parte más baja y quedarse ahí, que es lo que hizo, fue hasta la parte menos profunda y no la vio más a Florencia, luego se siguieron tirando los chicos y el último nene fue el que vio a Florencia abajo, produciéndose un despliegue para salvarla y hacer la resucitación; que hasta ahí le contó su hija y fue lo que relató cuando hicieron la declaración en la Comisaría. Añadió que cree que Nathalie le comentó que primero se tiraba un chico, tocaba a la profesora, iba a la parte más 121 baja y luego se iban tirando todos; que Nathalie había ido a escuela deportiva desde más chica, desde los cuatro años, había aprendido a nadar y estaba perfeccionando los estilos, pues no sabía ningún estilo; que después del accidente no hizo más natación ni volvió más al club pues quedó muy afectada psicológicamente; que no sabe si Florencia sabía nadar; que Nathalie había empezado en diciembre, después ellos se fueron afuera en enero y retomó en febrero; que para entonces hacía muy poquito que había entrado Florencia y no la conocía mucho, además no era del grupo con el que ella había estado ni la conocía lo suficiente; que Nathalie no le dijo que Florencia tuviera algún problema en los oídos; que su hija le comentó que quien vio a Florencia en el fondo era un nene, no recordando si era el último de la fila o el anteúltimo, pero sí que era un varón; que no recuerda si le comentó que habían pasado muchos nenes hasta ese momento; que no sabría decir si la profesora los ayudaba cuando no sabían nadar; que sabe que tenían que ir solos hasta la profesora y luego ir solos a la parte más baja pero no sabe qué tipo de ayuda les daba ni cómo iban; que cree que Nathalie le dijo que la profesora hacía pie donde hacían el ejercicio pero los chicos no; que su hija sabía nadar perrito pero no hacía un estilo en particular, sabía nadar lo básico. Confrontada con la declaración de fs. 83, en cuanto a que si la profesora hacía pie o no, respondió: que no recuerda si dijo que la profesora no hacía pie, pues pasaron muchos años; que además fue un tema del que no se habló más en su casa y en el momento de la declaración el oficial guiaba el interrogatorio y no recuerda entonces si hacía pie o no; que lo único que recuerda es que tenían que tocar a la profesora e ir hasta la parte baja; que la dicente estaba con la nena y el oficial guiaba por lo que fue complicado el interrogatorio, ya que le preguntaba a una nena de ocho años por metros, alturas, etc; que no sabe si Nathalie se lo dijo y ella lo repitió; que recuerda que en la Comisaría le preguntaban adónde le llegaba el agua y ella contestaba preguntas más puntuales; que no recuerda lo que dijo en esa ocasión y es la única vez que fue a la policía. A otras preguntas respondió que sabe que Florencia estaba antes en la fila y Nathalie al lado pero no recuerda los nombres de los demás chicos. A otras preguntas dijo que cree que su hija le dijo que Florencia no sabía nadar, que empezaba 122 Poder Judicial de la Nación recién, al principio de febrero; que no recuerda cuántos chicos se tiraron después de Florencia hasta que fue encontrada; que a ella nadie del club le notificó lo que había pasado ni se dio a conocer, tampoco a su hija; que su hija no le comentó si algún chico no hizo este ejercicio por miedo o por frío; que no supo que algún chico tuviera miedo de hacer los ejercicios de la parte honda; que no sabe qué hacía su hija cuando se dio el alerta en la pileta de que Florencia se había ahogado, pero le comentó que se quedó jugando en la parte baja con otros nenes y luego se desencadenó todo esto; que no sabe cuál era su estado emocional, que entiende que se encontraba angustiada, y que enterados de lo que sucedió se llevaron los chicos a otro lugar, a un gimnasio; que cuando se dio la voz de alerta Nathalie estaba jugando en la parte baja con otros chicos pero no le dijo a qué jugaban; que no le comentó si en esa parte había aros o “flota-flota” para jugar; que en este ejercicio último la consigna era ir hasta el lado bajito, nada más, por lo menos es lo que recuerda que su hija le dijo, iban desde la profesora nadando hacia el lado bajito, ignorando si tenían que salir por la escalerilla, pero tenían que ir hasta lo bajo; que su hija no le comentó si algún chico tenía que salir por la escalera o por otro lado de la pileta; que tampoco le comentó si algún otro chico además del que dio el alerta vio a Florencia debajo del agua; que no sabe si utilizaron algún tipo de colchoneta para este ejercicio para tirarse al agua; que no recuerda si le comentó su hija que alguno de los chicos del grupo asistiera en las tareas de la parte honda a la profesora sosteniéndole los materiales; que no tiene presente si su hija le habló de un compañero Juan Ignacio Jaime, ya que no recuerda los nombres de los chicos; que había una pileta grande y un sector con una pileta más para chiquitos; que no le dijeron la cantidad de guardavidas que iba a haber en actividad o en la pileta pero su hija hacía mucho tiempo que iba al club, también su hijo mayor, ella conocía a los profesores y conocía todo; que ella veía en la pileta a una guardavidas, después estaban los profesores y algunos chicos jóvenes que asistían en la colonia pero no sabe si estaban en esa actividad; que había un guardavidas para las dos piletas; que Nathalie le comentó que a 123 Florencia no la vio más, la perdió, que no sabe si recién se dio cuenta cuando gritaron o cuando pasó todo pero no la vio más; que Nathalie iba desde los 4 o 5 años a la colonia y también su hijo mayor que ahora tiene 18 y cree que también fueron durante las vacaciones de invierno, pero además hacían otras actividades en el club; que a los chicos los recibían en los distintos grupos según las edades en la cancha de básquet; que ella los llevaba y los dejaba en el grupo correspondiente; que cuando los iba a retirar era en el mismo lugar y estaban sentados en el grupo que les correspondía esperando a los papás; que cree que se completaban fichas de colonia cada vez que se iniciaba y se consignaba quiénes estaban autorizados a retirar a sus hijos, aclarando que nunca tuvo problema con el retiro de sus hijos, que se los hayan entregado a otra persona, pero igualmente en general iba ella; que si quería hablar con los profesores que tenían a cargo a sus hijos podía hablar con ellos y hablaba cuando los llevaba si necesitaba algo o a la salida, pero nunca concurrió durante el tiempo que estaban en la colonia; que si hubiera querido ver las actividades supone que podría haber ido pero no fue, salvo alguna fiesta o acto que compartieran con los papás, aclarando que el club estaba abierto. Asimismo dijo que no recuerda si había reuniones al inicio de la colonia; que su hija no le comentó que le dieran ejercicios muy exigentes o que superaran su capacidad; que después del hecho la mamá de Florencia estuvo en su casa cree que el sábado siguiente a la mañana; que estuvieron hablando y la señora estaba muy consternada, muy mal anímicamente; que no recuerda si la nombrada conversó con su hija, cree que le pidió pero no recuerda si la niña estaba durmiendo; que cuando habla de “club” habla del club en general, es común en su casa hablar del club, es el lugar donde está el club, ella vive a la vuelta y siempre estuvo ahí el club, habla del espacio que se destina a las actividades; que no recuerda con quién contrató la colonia pero sus hijos ya habían estado y ella conocía a los profesores, entonces cuando anotó a Nathalie fue un trámite más, ella quería ir a la colonia y la dicente no se fijó quiénes eran los profesores pues los conocía por su otro hijo; que ella no tenía mucho trato con los profesores y aunque su hija los nombraba no recuerda los nombres, los conocía de vista; que no ubica bien a Bugallo; que sabía que el club 124 Poder Judicial de la Nación estaba concesionado, que antes de que llegara Megatlón tenía otra pileta, otra estructura y ese cambio lo hizo Megatlón, cuando Nathalie llegó no cambió comentó todo, en la todas las comisaría instalaciones; que hubiera que visto a Florencia tomada de la escalera; que su hija había ido a la escuela de natación antes de la colonia, había hecho el curso de natación desde chiquita y empezó a flotar allí, y cuando estaba en vacaciones iba a la colonia; que no sabe cuánto tiempo hizo natación antes pero hizo todo lo que hacen los chicos que empiezan a aprender a nadar, no tenía estilo, pero ella estaba tranquila de que si se caía a la pileta podía flotar o salir; y que ignora qué conocimientos tenía Florencia de natación. Finalmente expresó que la visita de la señora Rombolá fue posterior al día del hecho. SILVIA MAGNOLIA expresó que conoció a los imputados; que tuvo relación con Cecilia (Privato) por ser profesora de su hija Ailin y también conoció a la mamá de la víctima; que se encontraba en la casa de una amiga cuando recibió un llamado de su hija diciendo que se había ahogado Florencia; que luego la llevaron a declarar a la Comisaría; que recuerda que su hija le contó que estaban todos en fila en el borde de la pileta, que había como una colchoneta de “goma eva” para que los chicos se deslizaran hasta el agua y fueran hasta la primera escalera, que se tiraban de a uno y Cecilia observaba cómo llegaban al borde y salían del natatorio. Añadió que Ailin no vio qué pasó con Florencia, sí recordaba que ella estaba en el agua, parada al costado de la pileta, entonces escuchó gritos y vio cómo la sacaban del agua, para lo cual se tiró la guardavidas, y pidieron que todos los chicos salieran del natatorio y se retiraran, siendo guiados hasta la escalera para salir por el vestuario. Aclaró que pasaron muchos años y ha olvidado algunas cosas; que con respecto al ejercicio era una colchoneta que estaba al ras de la pileta y apoyada en el agua, para ingresar en la parte honda; que ella entiende que estaban en la parte profunda; que la profesora Cecilia miraba a cada alumno cómo se tiraba, de a uno por vez, y hasta que no salía uno no se tiraba el siguiente, y que Cecilia estaba parada en el borde, fuera de la pileta, según lo contó su hija, al lado de la colchoneta; 125 que a Privato la conocía porque dentro del grupo de profesores de All Boys la habían tenido sus hijos como profesora, pero no tiene relación amistosa con ella; que para esa época su hija sabía nadar; que su hija no le comentó nada sobre Florencia, ignorando si la nombrada sabía nadar o no; que recuerda que Ailin le contó que se tiró al agua y que la registra a Florencia como que estaba esperando en la fila, dos o tres compañeritos después de su hija, y a Cecilia la ubica al lado de la colchoneta, que es lo que dijo su hija; que no recuerda si cuando Ailin escuchó lo que sucedía estaba jugando con algún juego tipo aro o flota-flota, que lo que recuerda de aquel momento y ahora se le volvió a preguntar, fue un momento muy duro para todos; que Ailin nadaba perfectamente; que tiene un recuerdo del relato de cuando tenía 9 años de que estaba nadando en la pileta como yendo hasta un profesor de nombre Marcelo, que estaba en otra parte de la pileta, y los que sabían nadar tenían que nadar hacia él; que Ailin no vio nada de la situación y cuando oyó los gritos giró y vio que la guardavidas se tiraba a sacar a Florencia; que sabe que a Florencia la vieron otros pero no fue el caso de su hija, que sólo oyó los gritos; que los chicos que no sabían nadar como Ailin según introducían su de hija a uno estaban y parados Cecilia miraba en el uno borde por uno y se cómo realizaban la actividad, pero no sabe si lo hacían todos los chicos que no sabían nadar. Asimismo explicó que no sabe si Marcelo si tenía un grupo a cargo, lo que sabe es que su hija sabía nadar y podía hacer el largo de la pileta hasta donde estaba el nombrado; que no sabe si ya había terminado el ejercicio, pues fue muy confuso todo; que no sabe si alguien sostenía la colchoneta pero aclara que son colchonetas que son antideslizantes y se sostienen bien sobre el borde y se apoyan bien sobre el agua, por lo que los chicos tranquilamente pueden deslizarse e incluso pararse, es decir que la colchoneta los sostiene bien, pero no sabe si alguien la sostenía; que su hija no le comentó que en este ejercicio alguno de los chicos sostuviera algo o hiciera de asistente; que en general las madres no saben mucho de los chicos de colonia y ella no conocía a Florencia, sólo sabe que era nueva; que su hija no le comentó que Florencia tuviera miedo al agua; que su hija siempre se sintió muy cuidada por Cecilia, además sus tres 126 Poder Judicial de la Nación hijos fueron alumnos de ella, siempre sintió un respaldo y una seguridad. Asimismo manifestó que la declaración policial la prestó su hija, que estuvo cuatro horas declarando con la dicente estuvo presente ya que era menor; que cuando la llamaron de la Fiscalía para venir a declarar hoy lo pensó mucho porque fue muy fuerte para la niña, que tenía 9 años; que la dicente firmó el acta ante la policía pero declaró su hija; que la dicente la leyó y la firmó y lo que decía se correspondía con lo dicho por su hija; que recuerda que en el club había una pileta chiquita para matronatación y una pileta grande, la primera para los chicos de dos o tres años; que los profesores estaban ahí y había alguien en una cabina donde se recibían los carnets, no pudiendo afirmar cuántos guardavidas había ya que no lo recuerda; que por el club pasaron varios médicos por lo que no puede decir si conoció al Dr. Saudan, aclarando que los que conoció eran por revisación médica para entrar al natatorio; que no sabe si para las actividades se dividían por grupos, pero en la colonia estaban divididos por edades y había dos profesores por grupo según la edad, que en general su hija estaba con Cecilia, pero desconoce si había alguna actividad compartida; que la dicente tiene tres hijos y éstos fueron a la colonia durante unos años, empezó a ir su hijo mayor que está por cumplir 19, el segundo, que va a cumplir 16, siguió con la escuela de básquet y dejó de ir el año pasado, y Ailin fue dos o tres años a la colonia; que en su opinión los profesores siempre fueron muy trabajadores y responsables, cada grupo tenía un profesor y se notaba que sabían lo que hacían, lo cual notó en todos los niveles; que han tenido distintos profesores, también en natación, incluso se han quedado a dormir en el club en campamentos y siempre vinieron contentos, aclarando que ella no es una mamá que concurra al club; que a lo mejor le falta un poco de verde al club pero de los profesores no puede decir nada; que sus hijos no le comentaron que los ejercicios que tenían que realizar fueran demasiado exigentes o los agotaran, pero cuando empiezan a nadar pueden resultar cansados porque tienen la clase de natación y hacen el ancho de la pileta nadando, pero siempre salieron contentos, nunca se 127 quejaron; que sus chicos aprendieron prácticamente en All Boys y también iban en el año, aclarando que ella se refiere a ambas actividades; que la colonia tal vez es más recreativa. Añadió que ella iba de vez en cuando a verlos nadar, que hay una parte vidriada en un primer piso, en el gimnasio, que está siempre abierta y los padres pueden ir cuando quieran a ver las clases y cómo se manejan los profesores; que éstos generalmente tienen ayudantes y se les toma una prueba, así sabían a qué lado de la pileta podían ir los chicos, lo cual también era un sinónimo de tranquilidad; que con posterioridad al hecho la mamá de Florencia vino a verla a su casa, no había pasado mucho tiempo y aquélla estaba muy mal, buscaba apoyo y dejaba ver su preocupación, veía que algo estaba mal, había pasado algo muy grave y quería que los padres tomaran conciencia de lo ocurrido; que la nombrada también se entrevistó con su hija y le hizo preguntas, en su presencia; que las preguntas estaban relacionadas con la ubicación de Ailin el día del hecho y cómo había sido la clase, pero no recuerda las preguntas; que su hija hizo un gráfico en la comisaría y cree que también cuando vino la mamá de Florencia, además también se los hizo a la dicente, contaba lo ocurrido a través del dibujo; que cuando hizo referencia a campamentos dentro del club se refería a All Boys, al predio donde jugaban al básquet, llevaban bolsas de dormir, viandas, y siempre estaban dentro del predio del club, manejado todo por los profesores, había una propuesta que ella entendía era de parte del club; que ellos entraban por Jonte, pero hay otra área de All Boys que da sobre otra calle, cree que esta otra parte pertenece más a la parte de fútbol y no tiene que ver con el campamento; que también usaban la cancha de fútbol para juegos nocturnos y después dormían todos adentro; que cree que con Cecilia no hicieron campamento sino que eran otros profesores pero estaba involucrado el club; que desconoce cómo se llama el presidente, como también si el club estaba concesionado, aclarando que cuando habla del club se refiere a Megatlón; que cuando había campamentos recibía una nota de Megatlón; que además los chicos venían con un boletín donde decía si habían alcanzado los objetivos y ahí se establecía cuáles eran los objetivos para el natatorio; que la reunión con la madre de Florencia no fue el día del hecho ni al día siguiente pero cree que habían pasado unos pocos días; que 128 Poder Judicial de la Nación conoce a Giraldi, que coordinaba en el club, y entiende que estaba a cargo de la nivelación en natación; que no sabe qué cantidad de chicos había en la parte honda ni cuántos sabían nadar; que sabe que había nivelaciones grupales para la pileta y también era una forma de resguardo; que no sabe si había muchos chicos en la clase; que se les tomaba una prueba, si podían flotar, sumergir la cabeza, bucear, o si le tienen pánico al agua, y según eso armaban los grupos para trabajar; que, conociendo a Privato, entiende que está en condiciones de nivelar a una persona o a un chico en un nivel concreto de natación. AILIN AZUL LORENZO manifestó que conoce a Privato porque fue su profesora, no así a los demás imputados; que primero conoció a Florencia y a la mamá después. Refirió que estaban aprendiendo a nadar, que tenían que hacer una fila en el borde, se tiraban a la pileta, se agarraban del borde con las manos, luego subían la escalera y volvían a hacer la fila para tirarse otra vez; que el ejercicio lo repetían, no recordando si lo hicieron muchas veces; que no recuerda cuántos chicos eran, pero sí que hacían el ejercicio con Cecilia; que ella hacía mucho que estaba en clase con Cecilia, además ya sabía nadar; que algunos chicos sabían nadar y otros no; que Florencia le parece que no sabía; que el que sabía nadar tenía que ir nadando y el que no sabía se tenía que agarrar del borde; que ella la vio a Florencia agarrarse del borde; que se tiraban y se agarraban del borde y donde se tiraban no hacían pie. Añadió que Cecilia estaba en la escalera al lado de ellos, adentro de la pileta, si recuerda bien; que a los que no sabían nadar los ayudaba, les agarraba la mano y los ayudaba a ir hasta el borde; que no recuerda si ese día Cecilia ayudaba a Florencia; que en la fila le parece que ese día Florencia estaba detrás suyo pero ella no vio cómo se tiraba; que la orden para tirarse la daba Cecilia; que cuando llegaban a la escalera y estaban arriba se tenía que tirar el siguiente; que los que sabían nadar como ella iban nadando hasta la escalera, que estaba en la parte profunda; que a la pileta cree que se tiraban “de palito”, todos igual; que no oyó que Florencia dijera que no quería bucear o que tenía miedo al agua ni que 129 haya dicho que tuviera un problema en los oídos; que le parece que Cecilia no tenía ayudante para estos ejercicios; y que cree que ese día entraron todos al agua, que no había algún chico que no pudiera. Asimismo manifestó que no recuerda si en algún ejercicio Cecilia estuvo afuera del agua; que en la pileta había guardavidas, que ese día estaba, estaba cerca de ellos vigilando y era una mujer; que no sabe quién dio aviso que Florencia se encontraba bajo el agua; que ella vio cuando la sacaron, aclarando que la sacó la guardavidas, cuyo nombre no recuerda, se tiró y la sacaron; que cree que los profesores le intentaron dar respiración; que con la mamá de Florencia no recuerda si tuvo alguna conversación; que la dicente fue a declarar a la comisaría y la conversación con la mamá, si no se equivoca, fue después de ir a la Comisaría; y que no recuerda si hizo algún dibujo. Agregó que cree que no conoció a Giraldi; que en la colonia cree que no le hicieron alguna nivelación para ver sus conocimientos de natación, aunque en las clases de natación sí; que no recuerda si fue a otros cursos de natación; que no tenían complicación para agarrarse del borde, era sencillo; que no recuerda qué lugar ocupaba ella en la fila en el ejercicio, como tampoco cuántos chicos eran; que ese día cree que hicieron tres ejercicios en la parte honda; que no sabe cuál fue la última vez que vio a Florencia; y que no recuerda al médico que estaba ese día en la pileta. Al exhibírsele el dibujo de fs.101 del expediente de la Defensoría y preguntada sobre si lo recuerda respondió “algo”. A otras preguntas respondió que no recuerda si había otras personas haciendo pileta libre, que era todo colonia; que no recuerda si le hicieron prueba de nivelación al inicio de la colonia; que cuando fue a colonia cree que siempre estuvo con Cecilia; que el ejercicio era tirarse, ir nadando hasta el borde y por éste llegar hasta la escalera; que cuando iban hasta el borde Cecilia estaba adentro del agua, cree que agarrada del borde; que no tenían que llegar hasta donde estaba Cecilia sino hasta la escalera; que el grupo era mixto pero no recuerda si había profesores varones; que le suena el nombre de Marcelo Avila como profesor pero el día del hecho no recuerda si el nombrado tenía un grupo de chicos trabajando con él. SANTIAGO EDUARDO BORTHELLE expresó que no conoce a los imputados y que no tiene amistad con los padres de la 130 Poder Judicial de la Nación víctima; que el hecho ocurrió hace muchos años y es difícil recordar lo que pudo llegar a enterarse en aquel momento; que el primer día durante la cena uno de sus hijos comentó que había habido un problema en la pileta del club, aclarando que cree que sus dos hijos concurrían a esa institución; que en ese momento no pasó de un comentario y mencionaron que habían llegado las cámaras de televisión y periodistas, pero fue un comentario vago; que al día siguiente se les informó que la colonia no funcionaría; que no recuerda si hubo algún comentario vinculado con un accidente pero fue algo muy vago; que a los pocos días recibieron una citación de la Comisaría 43a. y entonces su hijo comenzó a relatar un poco más lo que él recordaba de los días anteriores; que cree que al día siguiente concurrieron a dicha comisaría; que su hijo no le había dado demasiados detalles, pero cuando se iban acercando comenzó a contarle con un poco más de detalle lo que él había vivido; que tiene más o menos presente la declaración de su hijo en la comisaría, donde dijo que estaban haciendo un ejercicio en el cual los chicos se arrojaban desde un extremo de la pileta al agua, tocaban la mano de una de las profesoras, luego se dirigían al costado derecho de ella y desde allí continuaban por el borde, que a pocos metros había una escalera y los chicos tenían la decisión de continuar hasta el final de la pileta o salir por la escalera. Añadió que cree que los chicos estaban en la parte más profunda e iban hacia la parte menos profunda de la pileta; que su hijo también comentó que no era el primero ni el último de la fila, que sobre aproximadamente siete u ocho chicos estaba quinto o algo así y detrás de él quedaban unos dos chicos más, que él no escuchó ningún murmullo o grito ni vio ninguna situación, se tiró, tocó la mano de la profesora e hizo el trayecto mencionado, pero no salió por la escalera sino que continuó hasta el final de la pileta; que salió, se fue a jugar con otros chicos y allí escuchó que había movimiento y gritaban que había una nena que se había ahogado; que en la Seccional se le pidió a su hijo que mencionara a cuántos metros estaba la profesora de donde ellos se tiraban y no lo pudo definir, porque no tenía edad suficiente para medir distancias y así se lo expresó al sumariante, lo único que 131 podía hacer era un diagrama y señalarlo con dibujos; que no recuerda que su hijo haya comentado en la declaración que hubiera visto a la nena en el trayecto del ejercicio, pero sí se lo comentó a él y a su madre, señalándoles que cuando iba por el borde profesora de en la un pileta momento después vio a de la haber nena tocado como a la sentada, bamboleándose en el fondo de la pileta, abajo del agua, y le pareció que estaba ahí como a veces hacen los chicos, por lo que no le llamó la atención, aclarando que su hijo no estaba en la ubicación siguiente a la de la niña, que ésta estaba más adelante, uno o dos chicos más; que no recuerda si su hijo le comentó que estaban en un lugar donde no hacían pie; que para entonces cree que su hijo sabía nadar, pero ello depende de lo que quiere decir saber nadar; que si bien sí es cierto que después de que tocó a la profesora siguió por sus propios medios hasta el final de la pileta; que él presentó lo del diagrama como una alternativa durante la declaración de su hijo, aclarando que fue hace seis o siete años y su hijo no tenía conceptos de distancias en metros; que él no hizo el diagrama y no puede decir con certeza si lo confeccionó su hijo o el sumariante. Manifestó que cree que su hijo marcó la ubicación de la profesora en un rectángulo pero no tiene seguridad; que el chico no le hizo ningún comentario sobre Florencia, si tenía relación con ella o sabía o no nadar, tampoco sobre otros chicos del grupo; que no sabe cuántos ejercicios hicieron su hijo y los demás chicos ese día ni si hicieron ejercicios en la parte honda; que su hijo iba a la colonia y no recuerda si ya había ido anteriormente, si era el primer mes o el segundo; que no lo tiene presente pero es práctica habitual que se haga una nivelación de los chicos. A otras preguntas expresó que su hijo no le comentó si algún chico tenía miedo de hacer algún ejercicio; que no recuerda con quién se contrató el servicio de colonia, si fue él o su señora; que no sabe si el club estaba concesionado; que no sabe por qué calle ingresaban o egresaban porque los chicos iban en un transporte; que no conoce a Bugallo; que no tiene conocimiento personal con ninguno de los profesores del club o de la colonia y no recuerda haber ido al mismo; que a las profesoras no las conoce personalmente, tiene alguna referencia porque una de ellas había sido profesora del colegio donde 132 Poder Judicial de la Nación concurren sus hijos, pero ignora su nombre; que no recorrió las instalaciones; que no fue a supervisar la actividad de pileta de su hijo; que ahora haciendo memoria cree que él lo inscribió; que la puerta de ingreso es por Jonte y entrando derecho había una casilla, una caja y de la mano izquierda estaba la pileta, pero no recuerda mucho más; que durante la actividad de su hijo en la colonia él no fue nunca al lugar; y que no sabe si por Jonte se ingresa a la cancha de fútbol. TOMÁS BORTHELLE expresó que no conoce a los imputados que le son nombrados y que conoció a Florencia y a la mamá; que recuerda que estaban haciendo un ejercicio con la profesora y se tenían que tirar a la pileta, más o menos en el medio, no hacían pie ni ellos ni la profesora, era la parte profunda; que tenían que ir a tocarle la mano a la profesora y volver a la parte bajita; que no recuerda si era la primera vez que lo hacían o si lo hicieron muchas veces; que no tenían flotadores pero el dicente sabía nadar; que no recuerda si los demás sabían nadar; que recuerda a Florencia pero no recuerda si sabía nadar o si le tenía miedo al agua. Añadió que en la fila la nombrada estaba delante suyo y cree que había dos o tres chicos entre ambos; que el chico siguiente se tiraba cuando el de adelante le tocaba la mano a la profesora, ahí tenía que tirarse y luego seguían hacia la parte baja; que se enteró de lo ocurrido a Florencia porque le contaron sus padres y vio lo que pasó; que cuando volvió a la parte baja ya había visto a Florencia pero no creyó que se estaba ahogando, pensó que estaba jugando abajo del agua con la gomita del pelo, pero el chico que estaba atrás de él le dijo al guardavidas, eso lo escuchó, “se está ahogando” y el guardavidas se tiró; que no sabe cómo la sacaron pero tiene la imagen de que los sacaron a todos de la pileta, pusieron a Florencia en el borde y el bañero le hizo respiración boca a boca. Asimismo expresó que no recuerda si vio algún médico; que cuando vio a Florencia estaba cerca del borde, no recuerda a qué distancia; que ese día las personas del club no les explicaron qué había pasado, tampoco con posterioridad; que no recuerda si ese día hicieron otros ejercicios en la pileta, sólo recuerda ese; que no recuerda cómo era la profesora, ni físicamente, como tampoco recuerda a 133 ningún profesor de la colonia; que el grupo de colonia era mixto, cree que había un profesor varón, pero no recuerda si era Marcelo Avila; que en la pileta no recuerda si estaba siempre con la profesora mujer, pero ese día estaba con ella; que no tiene presente si ese día compañeros suyos estaban con el profesor; que recuerda que había niveles por edad, pero no recuerda en cuál estaba él. Agregó que conoció a la mamá de Florencia una vez que vino a su casa para hablar con sus padres, pero no habló con el dicente; que la pileta era grande, rectangular; que no sentía que en la colonia le hicieran hacer cosas que no podía hacer, se sentía cómodo y no se quejó con los padres sobre la profesora; que ese día cuando volvió a la parte baja fue nadando, no agarrado del borde; que entre el borde y el nivel del agua no recuerda si había mucho espacio ni si le costaba agarrarse. Señaló en un croquis en papel la ubicación que tenían en la pileta, agregando que cree que todos tenían que volver por la parte baja, por el mismo lado que él; que no recuerda si había algún andarivel entre lo hondo y lo bajo, sí tiene presente que había uno en el medio de la pileta y que la profesora estaba más o menos por la zona del andarivel, el cual señala en el croquis, como también la ubicación de la profesora y dónde se tiraban. Finalmente el testigo expresó que no recuerda si había alguna colchoneta, como tampoco si los dividían por edades o según si sabían nadar o no. NORA ISABEL RIBAS expresó que no conoce a los imputados por el nombre, pero recuerda que la profesora del grupo se llamaba Cecilia y había un coordinador de pileta de nombre Julio, como también que conoció a la madre de la víctima. Refirió que fue a retirar a su hijo como todas las tardes a la colonia y llegando al club encontró un coche policial en la puerta, se asustó, entró rápidamente, preguntó qué sucedía y una persona o una mamá le dijo que había pasado algo con un chico o chica del grupo de 7 u 8 años, ante lo cual se asustó porque era el de su hijo; que la hicieron pasar a buscarlo y cree estaban en el salón de aeróbica, estaban todos los chicos juntos, retiró a su hijo y se fueron, enterándose de que una nena del grupo se había ahogado; que su hijo no contó mucho, dijo que estaban en la pileta, de repente hubo mucho movimiento, gritos, alguien gritó que una nena se ahogaba o que 134 Poder Judicial de la Nación algo había pasado y enseguida los sacaron a todos de la pileta, es decir que mucho no se dio cuenta de lo que pasó, pues fue todo muy rápido. Agregó que su hijo le comentó que la mitad del grupo estaba trabajando en la parte profunda, en la mitad hacia el lado profundo, y cuando terminaban el ejercicio iban hacia la parte bajita donde estaban todos; que su hijo ya había terminado de hacerlo; que hacían varios ejercicios, pero aclara que ella no presenció las clases de colonia, sí clases de natación; que para entonces su hijo sabía nadar e iba al club desde los 5 años; que su hijo comentó que la mamá de Florencia había dicho, aunque no sabe si fue en los primeros días de clase, que la nena no sabía nadar, pero no sabe si lo escuchó él o si fue un comentario; que no le manifestó si la niña tenía dificultades o miedo al agua; que cree que a Gonzalo antes de ponerlo en el nivel que correspondía le hacían una evaluación de lo que sabía hacer, al menos ello sí se hacía para las clases de natación, ignorando si para la colonia también; que no sabe quién se encargaba de las nivelaciones ni cuántos guardavidas había en la pileta; que había dos piletas, la grande y la más chiquita; que en el grupo de su hijo no sabe cuántos chicos había, pero eran grupos de muchos chicos, calcula más de veinte por grupo pero según le comentó su hijo en la pileta trabajaban mitad en una parte y mitad en otra y luego rotaban, desconociendo ella si todos los días hacían lo mismo. Agregó que no recuerda si su hijo le contó qué ejercicio estaban haciendo; que sabe que trabajaban con algunos materiales, pero no tiene presente qué hacían exactamente ese día; que sabe que hacían ejercicios colocando una colchoneta por la que se tiraban al agua, tocar a la profesora y luego llegar al borde, pues Gonzalo contaba esos ejercicios, pero no sabe si lo hicieron el día del hecho; que ponían una plancha de “goma eva”, se tiraban tipo tobogán a la pileta, tocaban a la profesora o profesor e iban hacia la escalera, por donde salían; que su hijo no le contó si el día del hecho fue a la parte baja por fuera de la pileta, pero cree que iban por afuera; que no conoce al profesor Mariano Rosemberg o “Nano”, aclarando que hay muchos profesores, quizás lo ha visto, ya que fue varios años a colonia y a pileta, pero ella no lo recuerda; 135 que algunas veces iba a ver las clases, que se podían observar desde un pasillo vidriado; que nunca vio nada que le llamara la atención en las clases, los veía cuidadosos, siempre iban con un profesor, nunca los chicos iban solos, terminaban los ejercicios y se sentaban en el borde de la pileta, no andaban corriendo; que fuera de la colonia, en las clases de natación, no recuerda si estaba la profesora Cecilia pero le parece que era exclusivamente de la colonia, ignorando si era del plantel del club, pero sabe que éste se reforzaba en las temporadas de colonia porque había muchos más chicos; que el nivel de natación de los chicos en los grupos era parejo, todos tenían más o menos la misma edad; que su hijo no le comentó que haya sido sometido a ejercicios sobreexigentes, incluso le costó mucho hacerlo entrar al agua, pues no le gusta nadar, le gusta el deporte y tenía miedo al agua; que se pasó prácticamente todo el primer año, cree que a los 5 años, sentado en el borde de la pileta; que entiende que le habrán tenido mucha paciencia ya que de a poco fue entrando, aprendió a nadar y a tirarse perfectamente; que ella no tiene nada que decir de los profesores que ha tenido y los grupos en que ha estado; que con respecto a la organización, no le parece mal organizado, los grupos están por horarios, por edades y en la pileta están delimitadas las zonas de trabajo. Asimismo expresó que cuando sus hijos ingresaron ya era Megatlón; que no recuerda los nombres de otros profesores; que luego de este hecho su hijo no quiso saber más nada, no quiso ir más, tenía mucho miedo, estaba muy igualmente angustiado cree que y no terminó quería hablar el pues mes del ya tema; terminaba que la colonia, quedaban pocos días, pero no fue más al club hasta tres años después; y que ella consiguió que fuera a pileta libre con un amigo, iba dos veces por semana, pero no quiso volver al club. GONZALO NICOLAS CONSORTI dijo que no conoce a los imputados por sus nombres, excepto a Privato que era su profesora y a Kamenetzky que le parece era la guardavidas; y que no conoció a los padres de la víctima. Refirió que el día del hecho ellos tenían que tirarse a la pileta, llegar hasta la profesora y volver a la escalera, estaban en la parte profunda, no hacían pie, ni ellos ni la profesora, que estaba flotando; que llegaban hasta ella, que les daba un empujoncito y así 136 Poder Judicial de la Nación llegaban hasta la escalera, que estaba justo en la mitad de la pileta, donde estaba limitada la parte que era profunda; que no recuerda si a la altura de la escalera ellos hacían pie; que se iban tirando cuando les decía la profesora pero no recuerda en qué momento se tiraban; que le parece que eran como quince chicos o un poco menos; que en esa época el dicente sabía nadar pero Florencia no sabía; que él no la miraba y no sabe cómo hacía para hacer estos ejercicios, como tampoco si entraba con algún flotador; que en la fila no recuerda en qué ubicación estaba con respecto al dicente; que recuerda que alguien gritó que había alguien abajo y ahí empezaron a hablar todos, pero no recuerda qué dijeron; que él había terminado el ejercicio, se había ido a la parte baja y escuchó desde allí; que fue hacia esa parte por afuera de la pileta; que cree que todos los chicos iban por afuera pero si querían podían ir nadando. Añadió que le parece que cuando trajeron a Florencia la mamá le indicó a la profesora que no la mandara a la parte profunda porque no sabía nadar, esto lo escuchó él pero no recuerda cuándo fue ni cuánto tiempo antes del hecho; que en el grupo había chicos que sabían nadar y otros más o menos; que no vio quién sacó del agua a Florencia ni si algún médico la estaba atendiendo; que no recuerda qué ejercicios hicieron antes ese día; que se tiraban por la colchoneta en forma de tobogán, iban hasta la profesora y volvían a la escalera, es el único que recuerda; que la colchoneta no se sostenía con nada, quedaba puesta así; que no recuerda a un compañero Juan Ignacio Jaime; que esos empujoncitos que les daba la profesora no recuerda cómo eran, eran para poder llegar mejor a la escalera y se los daba a todos; que antes de este ejercicio no recuerda si hubo otro donde tenían que ir colgados del borde. Asimismo expresó que el ejercicio que relató lo hacían habitualmente en las clases de colonia y lo habían realizado en días previos; que este ejercicio todos sus compañeros lo hacían bastante bien; que no recuerda al profesor Marcelo Ávila; que sabía que Florencia no sabía nadar porque lo dijo la mamá; que cuando estaba con ellos nadaba más o menos; que no se acuerda de la profesora, no recuerda si los cuidaba o cómo era; que nunca se quejó de sus profesores de natación ni se cansó demasiado. Al 137 exhibírsele el plano de la pileta para que marque en el papel las ubicaciones y el recorrido que hacían, su ubicación y las escaleras, procedió a indicar. A otras preguntas respondió que él salía por la escalera e iba a la parte baja; que no vio cuando sacaron a Florencia del agua; que primero hacían el ejercicio hasta la profesora, luego hasta la escalera de lo más profundo y después a la escalera de lo más bajito; que cuando iban a la escalera no iban con la profesora al lado, ésta los ayudaba un poco; que no recuerda si algún chico iba colgado del borde o todos iban en la dirección que señaló pero todos salían por la escalera; y que no sabe dónde estaba la guardavidas. MARCELO GUSTAVO PEDEMONTE expresó que no conoce a los imputados por su nombre; que su hija no vio nada de lo ocurrido y se enteró cuando pasó; que no tiene en su mente lo que le comentó la niña; y que no sabe si estaban haciendo un ejercicio al momento del hecho. A preguntas que se le realizaron expresó que tiene cuatro hijos, todos iban al club y fueron socios unos cuantos años, desde dos o tres años antes del hecho, luego siguieron yendo hasta que por la edad tuvieron que cambiarlos de club; que hacían actividades de invierno y las de verano un mes por lo menos; que sus hijos iban a escuela de natación; que él pocas veces asistió debido a sus horarios de trabajo; que vio a un profesor de natación y le pareció que estaban bien contenidos y controlados; que sus chicos no le dijeron que hicieran ejercicios demasiado exigentes para sus capacidades; que su hija tampoco le comentó que tuviera dificultades para hacer algún ejercicio de la colonia; que su mujer iba a retirarlos a la salida y cree que el egreso era normal, de lo contrario habría tenido algún comentario. A otras preguntas respondió que no recuerda si además de su hija él prestó declaración en la Comisaría; que el declarante no era socio de “All Boys”, lo fueron sus cuatro hijos; que para él eran socios de “All Boys”; que sabe que Megatlón de un día para el otro apareció con publicidades y ofreciendo servicios y cree que cuando empezaron a ir al club ya era Megatlón; y que para retirar a sus entraban al club y normalmente lo hacían por Jonte. MICAELA SOL PEDEMONTE manifestó que no conoce a los imputados por sus nombres; que conoció a la mamá de Florencia porque vino a su casa después de que falleció y la grabó y 138 Poder Judicial de la Nación también conoció a Florencia. Refirió en cuanto al día del suceso que estaban en la parte honda de la pileta, no recordando bien cómo fue el momento; que previo a ello no recuerda cuánto tiempo antes habían entrado a la pileta; que cree que estaban jugando o en alguna cosa flotando, aclarando que estaban pasando la parte media, no en la parte honda, cree que el agua le llegaba a tapar la cabeza, pero no sabe la medida del agua; que no se acuerda mucho de Florencia ni sabe si estaba en el mismo grupo, sí que estaba cerca y ella vio cuando la sacaron; que si no se equivoca estaban pasando la parte media, del lado del que entraron, del lado derecho, pero no sabe si el agua la llegaba a tapar porque en ese caso ella mucho tiempo no podría haber estado; que vio cuando sacaron a Florencia, que alguien la vio, no recuerda quién. Agregó que ella sabía nadar, iba de chiquita y había aprendido en el club; que por los recuerdos que tiene le parece que Florencia no era como para estar en la parte honda, no podía, cree que ella no sabía nadar bastante bien; que cree que había dos grupos, uno que iba a la parte honda, media, y otro a la parte bajita; aclaró que dice parte media que es desde donde está la línea y flotando medianamente se podía estar un tiempo, o haciendo pie; que hace mucho que no va al club; que cree que había un grupo que no sabía nadar; que no recuerda con qué profesor estaba, pero cree que las chicas tenían profesoras mujeres, por el tema del vestuario; que recuerda a una profesora María y a otro de nombre Marcelo, a la profesora Cecilia no; que no recuerda a sus compañeros del grupo de pileta ese día, además de ese día no se acuerda Palacios; que mucho, no pero le parece recuerda si hizo que esos estaba Candela ejercicios con Florencia; que recuerda que cuando sacaron a la nombrada la apoyaron en un borde de la pileta y apenas ahí vinieron los médicos de la ambulancia, antes estaban los profesores; que antes de eso no recuerda qué ocurrió; que cuando pasó esto los sacaron de la pileta y los llevaron al vestuario sin decirles nada; que ellos no sabían qué había pasado, sí que la habían sacado, pero no que estaba muerta, aunque cree que después se aclaró, pero en el momento no; que en ese momento no había adultos que les explicaran lo ocurrido, después por ahí sí; que 139 no recuerda quién estaba de guardavidas ese día ni en qué parte estaba de la pileta; que en general se ubicaba en la parte donde estaba el vidrio para ver, el solárium, en la otra esquina, ahí estaba el asiento, pero ese día no se acuerda dónde estaba; que en la pileta había muchos grupos, no estaban solos, y no había otra pileta más, que ella recuerde. Asimismo manifestó que no recuerda si ese día hicieron algún ejercicio; que antes de que sacaran a Florencia no recuerda si la vio subiendo la escalera, no recordando nada puntual sobre lo sucedido; que cree que había escaleras a los costados de la pileta, por lo menos dos, y cree que a Florencia la sacaron cerca de la escalera; que la mamá de Florencia habló con ell en su casa pero no recuerda si le explicó lo que había ocurrido; que la nombrada grabó la conversación; que cree que estaba con María como profesora y era buenísima, tenían buena relación, aunque ella era chica, ocupándose de ellos, estaba atenta; que cree que ella empezó a ir a la pileta a los tres años hasta los ocho o nueve, también iba durante el año, todos los años hacía natación; que cree que ya la conocían en el club, aprendió a nadar bastante bien y la iban ascendiendo de grupo todos los años; que no le hicieron hacer ejercicios que sobrepasaran su capacidad de nado ni le daban cosas imposibles de realizar, era acorde a la categoría en que estaban y a la edad; que durante el año concurría a la escuela de natación, todos los años; que recuerda haber estado con la profesora María en la colonia, pero le parece que durante el año también estaba, era morocha y de tez oscura; y que no se acuerda de la profesora Cecilia. HERNÁN GERARDO SAUDAN expresó que conoce a algunos de los imputados porque trabajó en el club para Megatlón; que a la fecha del hecho hacía la revisación médica en “All Boys” y tenía diferentes turnos; que recuerda que estaba en el consultorio, que está en planta baja, y lo vino a buscar uno de los profesores para que subiera a la pileta, porque había un problema con una chiquita, entonces subió y encontró a la guardavidas reanimando a la niña, haciéndole masaje cardíaco; que él se acercó a la chiquita, constató que no tenía ningún signo vital, no tenía respiración ni pulso, se abocó a la tarea de reanimación y pidió que llamaran a la ambulancia; que entonces entre los dos le hicieron masaje cardíaco y respiración boca a boca, que es lo que se debe realizar, la 140 Poder Judicial de la Nación reanimación básica, y más en ese medio pues quizás en medio hospitalario se pueden hacer otras cosas; que además él era el único médico; que estuvieron haciendo eso hasta que llegó la ambulancia, que tardó, luego llegaron dos o tres más y se hicieron otras tareas, se la entubó y otras cosas, una vez que ya había varios médicos, pero todas las maniobras fueron infructuosas y la niña no tuvo ninguna reacción. Agregó que no tuvo vómito sino una regurgitación que puede ser debida a las maniobras cuando la están insuflando ya que puede ir aire al estómago, y también por la presión en el estómago puede salir el contenido de agua que tuviera, sumado al masaje; que luego estuvo trabajando con los médicos de las ambulancias, aclarando que primero llegaron las de Vittal (OSDE), y finalmente el SAME cuando ya se había dado intervención a la policía; que en el consultorio tenía los medios para entubar, etc, pero lo que le salva la vida a una persona es la reanimación y los minutos son vitales; que lo que hay que hacer es el masaje cardíaco, pues si se pone a entubar puede demorar algunos minutos que le pueden costar la vida a la niña, lo demás se hace cuando hay varias manos para poder trabajar, entubar, inyectar, etc; que con respecto a la temperatura del cuerpo, la niña estaba mojada y la reanimación se hizo al costado de la pileta, pero no recuerda si se pusieron toallas o si se la secó, recordando que había toallas en el piso y que el cuerpo estaba frío, además como estaban trabajando en la parte de la cabeza y del pecho no había demasiado para darle calor, quizás sí podrían haberle tapado las piernas. Asimismo expresó no recordar desde cuándo trabajaba en el club, quizás un año y medio o dos años antes del hecho, desde que se recibió, aclarando que dio la última materia a fines de 1998 y tuvo la matrícula en los primeros meses de 1999; que trabajó en un servicio de medicina laboral y en otros clubes haciendo revisación médica; que para ir desde su consultorio hasta las piletas había que entrar por un vestuario, atravesar 30 o 40 metros y subir una escalera; que quien lo vino profesores, a buscar Marcelo; que al consultorio no sabe si era éste uno de los participó del salvataje, por lo menos mientras él estuvo no, pero tampoco tuvieron tiempo para hablar; que no recuerda a qué hora comenzó 141 su intervención; que cree que cuando él llegó la guardavidas hacía masaje cardíaco y luego el dicente se puso a masajear y la guardavidas le hacía la respiración; que trajeron un tubo de oxígeno pero aclara que para el RCP básico no se usa, sólo se masajea y se hace respiración boca a boca; que para usar los tubos se necesita más gente capacitada pero el único que estaba en condiciones de hacerlo era él; que estaba esperando que llegara alguien para colaborar e intentar algo más, pues es una maniobra que lleva tiempo y se pueden perder minutos que en este caso maniobras son de vitales; que reanimación, los en guardavidas cambio las conocen de las intubación endotraqueal no son fáciles de realizar para cualquier médico y menos en una circunstancia de emergencia; que no puede decir cuánto demoró en llegar la ambulancia pero habrá tardado unos veinte minutos y aparentemente ya la habían llamado antes de que él lo solicitara, suponiendo que ello estará registrado en “Vittal”; que no suspendió la reanimación en ningún momento antes de que llegaran los médicos; que no recuerda a la Dra. Hamasaki, sí que había una doctora y un doctor, pero desconoce sus nombres. cardíaco Explicó aparte del que lo más oxígeno; importante que cuando es el masaje llegaron las ambulancias ya eran dos o tres médicos, entonces allí pudieron intentar la intubación y demás maniobras, pues era necesario que todos “hablaran el mismo idioma”; que no desobstruyó la vía aérea porque no estaba obstruida, ya que le hiperextendió la cabeza y el aire entraba; que no se interrumpió la secuencia rítmica de los masajes; que en el caso se hacían cinco masajes y una respiración; que recuerda que llegó la madre de la niña, pero no tiene presente si habló con ella; que no se llevó a Florencia al hospital porque se constató la muerte entre todos los que estaban allí y ya era infructuoso movilizarla después de haber pasado una hora reanimándola sin que recobrara signos vitales; que el hospital más cercano supone es el “Vélez Sarsfield”, pero también está el “Hospital Alvarez”; que se decidió no continuar la reanimación cuando pasó más de una hora sin que recuperara los signos vitales, puse no se acostumbra llevar al hospital a un paciente sin vida; y que la primera ambulancia que llegó es la de Vittal, entonces él siguió haciendo la reanimación y le fue diciendo al médico el cuadro en el que estaban. A otras preguntas respondió que cuando lo 142 Poder Judicial de la Nación contrataron habló con varias personas; que siempre se hablaba con un coordinador que había allí, el coordinador de cada club, le pedían los papeles, fotocopias del título, matrícula etc, y se hablaba de los horarios; que él facturaba, es decir que no había relación de dependencia; que eran cinco o seis médicos que se turnaban y si alguno no podía ir trataba de buscar un reemplazo y se hablaba con la gente del club, el coordinador, el gerente o quien estuviera; que el dicente facturaba por mes y cobraba por hora, pagaba monotributo, dejaba la factura cuando llegaba fin de mes y se calculaban las horas que había trabajado; que hizo cursos de actualización en emergentología previo a este hecho, aclarando que hizo cursos cuando estaba estudiando medicina y después de haberse recibido tiene varios cursos de emergentología y de reanimación; que también presentó un trabajo en unas jornadas hospitalarias, lo cual es parte de su currículum, y también hizo un curso de emergencia prehospitalaria en el SAME; que su consultorio estaba en planta baja, desconoce si en la parte de “All Boys” o de “Megatlón”, que él entraba consultorio por médico, Jonte, hay siempre un mostrador ingresaba por y detrás allí, no un por Mercedes; que no recuerda a quién presentó su currículum para ser contratado. Añadió que ignora quién era el organizador del natatorio, lo que coordinador de pileta, administrativos y recuerda es coordinador gerente; que que de trabajó había guardavidas, deportes, en otras empleados sedes de “Megatlón”, en el Ateneo de la Juventud en la calle Riobamba y en “Villa Crespo”; que sabe que Bugallo era presidente del club y lo conoce de vista, pero no tuvo trato con él; que el nombrado nunca le dio ninguna orden ni tenía relación con ellos, más que nada recibían las órdenes de la gente que estaba en la “Red” en todo caso. A otras preguntas respondió que en este caso la guardavidas estaba haciendo las maniobras de reanimación que puede hacer una persona sola y cuando llegó se pusieron a trabajar juntos, es decir que técnicamente lo que estaba haciendo estaba bien; que ese día se quedaron hasta tarde en la pileta y de ahí fueron a una comisaría; que cree que no hizo ninguna declaración, pero no lo recuerda; que con respecto al tiempo en que se produce la muerte neuronal aclara 143 que no es especialista y que es algo muy específico; que sabe que se habla de tiempos estimativos, si una persona no tiene pulso y no respira, si se realiza una reanimación después de cinco u ocho minutos sin ningún tipo de asistencia, ya no tiene sentido realizarla, aclarando que los tiempos cambian en caso de hipotermia, es decir si la persona estaba en un río o en una pileta la hipotermia disminuye el metabolismo del organismo y se puede tener alguna chance más; que en este caso hubo asistencia, a la niña la estuvieron asistiendo en todo momento, pero él habla de muerte neuronal sin nadie que la atienda, ya que si la están atendiendo no corre ese tiempo que mencionó; que cuando llegaron los médicos no interrumpió la reanimación; y que él no comprimió el abdomen, aclarando además que no se lo debe comprimir. SERGIO FABIÁN CUDICIO manifestó que su hija concurría al club y que no conoce a los imputados; que estaba en su trabajo y su señora fue a buscar a su hija al club porque había acontecido este hecho; que lo que sabe es a través de los dichos de la niña, que en ese momento tenía 9 años; que vino con ella a atestiguar acá, el dicente estuvo presente y la niña dijo lo que había visto en su momento. ANDREA PAOLA MARTINEZ expresó que su hijo declaró en la Comisaría; que la dicente lo llevó a declarar y sabe que vio cuando sacaron a la niña del agua pero nada más que eso; que a esa fecha su hijo sabía nadar y tenía natación en el colegio, fuera del club; que no sabe si en el grupo había chicos que no supieran nadar, pero a medida que avanzaban los iban pasando de grupo; que según su hija el que dio la voz de alerta fue uno de los compañeros; que no sabe qué ejercicio estaban haciendo en ese momento; y que no recuerda los nombres de los profesores y si el profesor era varón o mujer ya que concurrió varios años, y que tampoco recuerda si uno de los profesores era Marcelo. GUSTAVO RAUL JAIME expresó que no conoce a los imputados y que recuerda a los padres de la niña porque estuvieron en su casa; que en este momento no recuerda lo que le comentó su hijo, sí que vinieron y que declaró en los Tribunales; que recuerda que su hijo contó que entraban por un lado de la pileta y salían por otro lado, pero es lo único que le había contado; que en ese momento él estaba ayudando a los profesores y no recuerda si era porque estaba resfriado y no 144 Poder Judicial de la Nación podía entrar a la pileta; que cree que ayudaba a salir a los chicos de la pileta, estaba al costado de la escalera y les daba la mano para salir, algo así, y es lo único que recuerda del ejercicio; que no recuerda si estaban en la parte honda o en la parte baja; y que tampoco sabe cuál era el profesor que estaba con los chicos ni si era hombre o mujer. Asimismo expresó que la señora fue a su casa y su hijo hizo un dibujo, aclarando que estaban presentes el dicente y su señora; que después de lo sucedido vinieron a su casa los padres de la niña, ellos los hicieron pasar, aclarando que los padres no se conocían porque ellos sólo dejaban a los chicos y se iban; que estas personas les pidieron si ellos podían ayudarlos en ciertas cosas y su hijo les comentó lo mismo que dijo en el juzgado, y lo que él recuerda en este momento es lo que comentó; que cree que la señora grabó la entrevista; que entiende que sólo se hizo socio de la “Red”, no de “All Boys”, ya que era para la colonia. Finalmente al exhibírsele el dibujo de fs. 175 del expediente de la Defensoría del Pueblo, expresó que la letra es parecida a la que tenía su hijo y que recuerda que hicieron un dibujo en su casa. JOSÉ GUSTAVO PÉREZ expresó que recuerda a la madre de la víctima, porque llegó en instancias del accidente, pero no tiene relación con la nombrada; que en ese momento el dicente trabajaba para “Vittal” en un móvil de baja complejidad y hacía visitas pediátricas; que les avisaron de una asistencia con un grado máximo de urgencia, por lo que concurrió al lugar con la ambulancia, aclarando que como no hacen emergencias no tienen demasiado equipamiento, pero bajaron todo lo que tenían y fueron el primer móvil de la empresa en arribar; que a su vez estaban despachando otros con mayores características técnicas y especialidad de los médicos; que entonces llegaron a la pileta, donde había un médico del gimnasio o de la institución que cree que era el que hacía revisación médica, y estaba intentando las maniobras de resucitación, maniobras manuales, ya que no tenía ningún equipamiento; que son las maniobras básicas, tratar de recuperar sobre todo la vía aérea para permitir la entrada de aire; que ellos continuaron haciendo maniobras para liberar la zona, respiración asistida boca a 145 boca y masaje con una técnica que es de uso común y no hace falta ser médico para realizarla; que en pocos instantes llegaron otros móviles con más aparatología, defibrilador, bolsa, etc., un médico de la misma empresa y dos ambulancias más de otra, que cree que era Paramedic; que luego él se retiró porque las maniobras las continuaron otros médicos que tenían más entrenamiento en estos temas. Recordó también que cuando ellos arribaron la niña, que tendría 8 a 10 años, no tenía signos vitales ni pulso, ni frecuencia cardíaca ni respiración espontánea; que cuando preguntaron a qué se podía deber era difícil obtener información, la gente estaba nerviosa y se estaban retirando los del gimnasio para no entorpecer el trabajo, ya que era un espacio bastante angosto al costado de la pileta; que le comentaron que a la paciente la habían sacado de la pileta con signos de ahogamiento, pero al arribar ellos no tenía signos vitales. A otras preguntas respondió que en el club no le ofrecieron aparatología para asistir a la niña; que la utilización temprana de ello y de medicamentos desde un punto de vista estadístico aumenta las expectativas de recuperación, pues son parte de las maniobras de recuperación; que al médico que estaba atendiendo a la niña lo recuerda vagamente, que estaba con ropa de calle, no de uniforme, arrodillado al lado de la paciente haciendo estas maniobras, tendría unos 35 o 40 años, no calvo pero con poco pelo, más bajo que él que mide 1,85, es decir que mediría aproximadamente 1,75 m y no recuerda que tuviera barba o señas particulares; que le comentó que era el médico de la institución y también se lo dijo otro personal auxiliar, no sabe si eran bañeros, profesores o asistentes de la empresa; que además de este médico no recuerda que hubiera otra persona asistiendo a la niña, al menos no en el preciso instante en que llegó el deponente; que el médico que estaba asistiendo a la niña no le explicó por qué no utilizaba la aparatología y él tampoco se lo preguntó; que cuando él llegó este médico no recuerda textualmente qué le dijo pero sí le explicó que él estaba en la sección del consultorio y fue llamado con premura porque a la chica la habían encontrado en el fondo de la pileta y siendo él el médico más cercano la había asistido. Agregó que para ellos es importante saber cuánto tiempo lleva de acaecido el hecho para hacer las maniobras de reanimación, y cree que le dijo 146 Poder Judicial de la Nación algo así como diez a quince minutos, pero no lo recuerda con exactitud debido al tiempo transcurrido; que cuando él llegó no se había procedido al vaciamiento gástrico de la niña, que él recuerde; que para la utilización de toda esta aparatología para este tipo de maniobras avanzadas muy probablemente se requiere un mínimo de dos personas, que ello no implica que los dos deban ser médicos, pero hay que hacer maniobras combinadas de compresión del tórax, respiración boca a boca, controlar tiempos, cargar y preparar la medicación, buscar una vía venosa, y el hecho que haya más de dos personas es práctico, de hecho, al poco tiempo de arribar llegó otra unidad y él y otro médico empezaron a realizar esas funciones, tener cargada la medicación para cuando fuera necesario utilizarla, etc, mientras que la médica de terapia intensiva y su paramédico comandaron las maniobras. EDUARDO RICARDO CAPUCHETTI expresó que conoció al presidente de “All Boys” porque trabajó en la zona dos años y a los padres de la niña por este hecho; que recuerda que concurrió al lugar y ya había intervenido el médico del “SAME” y se había hecho alguna maniobra de resucitación; que se puso a preservar la prueba, separar a los testigos para que no hablaran entre ellos, ver la situación de las criaturas y llamó por teléfono secretaria y al secretario también el y al juez, juez, llamó cree a que las vino la divisiones específicas; que por dichos que recogió en el lugar los niños estaban en fila a dos o tres metros de la escalera, una mujer los ayudaba a introducirse en el agua, había un andarivel donde había otra persona, luego los que sabían nadar continuaban nadando hasta la parte playa y los que no iban prácticamente acompañados por la que estaba en el agua hasta la escalera; que en el relato de las criaturas recuerda que un niño dijo que le pareció tocar algo abajo del agua o algo así, que había entre ambos dos o tres niños, sobre el final había otra persona de sexo femenino y en la pileta chica otra, no sabe si eran bañeros o qué oficio tenían; que donde se introducían para este ejercicio los chicos no hacían pie, pero donde salían sí, la niña medía 1,15 cree, en la zona de la escalera, que llamaba la atención que nadie hubiera visto a la niña debajo del agua 147 habiendo tantas personas; que repitió el proceso, preguntó a cada uno qué actividad tenía, cómo fue el tema del llamado telefónico para tener los elementos para cuando compareciera su señoría; que cuando él llegó la niña ya estaba afuera de la pileta, al parecer la encontraron cerca de la escalera; que el médico dijo que había hecho tareas de resucitación, pero no había logrado el objetivo, que se tomaron los datos para que el Tribunal los citara a declarar. Agregó que se tomaron medidas como la de profundidad, en el acta inicial constan las medidas que consideran necesarias para ilustrar, es la cabeza de la causa; además los gabinetes específicos, fotografía, planimetría, realizaron las diligencias correspondientes. Al exhibírsele las actas de fs. 1/2, 3 y 4, reconoció su firma; que cada gabinete tenía responsabilidad de su trabajo. Asimismo refirió que llevó a la señora hasta su casa y que el auto de la Comisaría al día siguiente estuvo a disposición de ellos. Al exhibírsele el plano de fs. 187 manifestó que es un plano que realizó Planimetría y que se remitió directamente al Juzgado, ya que no lleva la firma del personal de la comisaría 43a. Aclaró que este plano se realizó según dichos generales recogidos en el lugar del hecho, dónde estaba cada uno, etc, se hace a mano alzada y luego en Planimetría. Al entregársele una copia simple del plano para que señalice dónde estaba cada uno conforme los dichos que recogió de la gente que estaba en el lugar, aclarando que a los niños no los interrogó; que es posible que entre ellos hubiera personas que luego resultaron imputadas o se les efectuó lectura de derechos. Señaló que en el plano que le dieron hay una escalera que no está dibujada, está donde está la línea que dice 7. A otras preguntas respondió que algunas de las personas que le indicaron las distintas posiciones pudieron ser alguno de los inculpados. Por su parte aclaró que en el Tribunal le indicaron que se le recibiera declaración a los menores, no recordando que se le instruyera el modo de recibirla. A preguntas que se le formularon respondió que no recuerda si algún chiquito le dijo que había visto a la nena haber llegado a la escalera; que sabe que un chiquito le dijo que tocó algo en el agua, lo que motorizó todo lo demás, pero estamos hablando de un triángulo de un metro, un metro y algo, en ese triángulo pasaron todos los chicos, alguien la pudo haber visto cerca de la escalera, 148 Poder Judicial de la Nación indicando la distancia que tenía con el Dr. Alonso en la sala de audiencias, que es aproximadamente de dos metros y medio; que él se limitó a recabar información antes de que viniera el Juez para poder darle detalles sobre lo acontecido y requirió las instrucciones telefónicamente. Que él llamó a la Dra. Murado desde el club; que no sabe como obtuvo la noticia del suceso; que el llamado de una persona al comando radioeléctrico no es interpretado por quien está en una consola y retransmitido; que habrán dicho “que una nena tuvo un problema en un natatorio” y cuando ellos llegan al lugar ya están viendo el cuadro de situación; que el hombre de la consola no precisa qué delito se va a investigar. ALBA ISABEL MUSTACA expresó que conoce a Giselle Kamenetzky, ya que es su jefa, aclarando que es su directora de tesis doctoral y de beca; que ella es doctora en psicología, trabaja en el CONICET en la carrera de técnico profesional, estando a cargo del laboratorio de investigaciones de psicología y también es profesora adjunta de Psicología en la U.B.A; que en este momento es directora de tesis de Kamenetzky y de una beca que tiene, y a la vez es jefa del laboratorio donde la nombrada está trabajando y haciendo su tesis doctoral; que la ve prácticamente todos los días y ella se ofreció para ser testigo porque la conoce desde el año 2003 y es una persona que merece todo su aprecio, desde el punto de vista laboral, personal y humano; que la imputada tiene esposo y una nena de un año y medio o dos, que quedó embarazada en el tiempo en que ella la conoció y durante su embarazo y nacimiento de la nena no disminuyó su tarea laboral salvo cuando tiene que ir al médico, añadiendo que es una persona muy responsable en su trabajo. LUIS ALDO RIDOLFO expresó que su hija le relató que el día del hecho estaba afuera de la pileta, de repente alguien dijo algo, se dio vuelta, vio que sacaban a alguien del agua y después apartaron a todos los chicos; que le comentó que estaban saltando a la pileta, daban la vuelta, salían del otro lado por la escalera y seguían haciendo la fila; que no sabe en qué parte de la pileta estaban; que su hija para entonces sabía nadar un poco, no mucho, ya que había hecho clases de natación 149 en la escuela primaria; y que no le comentó de qué parte sacaron a la nena del agua. Agregó que no habló con los profesores de la institución respecto de este hecho; que fue su suegra quien retiró a la niña cuando los llamaron por teléfono; que con posterioridad al hecho la mamá de la víctima vino a su casa una o dos veces, decía que la nena era amiga de su hija, pero hacía poco que se conocían, también dejó una foto, pero no habló con su hija porque él no la dejó. Finalmente manifestó que su hija no le dijo que en la colonia hiciera ejercicios que la superaran, además recién empezaba, en febrero, y cuando pasó esto la retiró de la colonia. ANAHI KARINA RIDOLFO expuso que se estaban tirando a la pileta por una colchoneta en una parte donde no hacían pie, como un tobogán, los agarraba la profesora y les decía que fueran hacia el borde; que la profesora estaba en el agua y no era mucho trayecto hasta el borde; que Florencia también hacía este ejercicio y no recuerda si sabía nadar; que ella sabía nadar muy poco, que sabía flotar; que vio más o menos cuando la sacaron del agua a Florencia y no recuerda de qué lado era, era por donde estaban haciendo el ejercicio; que no sabe quién dio aviso, pero ella escuchó que había alguien en el fondo y les dijeron que salieran del agua; que después de eso a Florencia la pusieron en el suelo y a ellos los llevaron a una sala; y que allí les dijeron que Florencia estaba bien y nada más. Agregó que no recuerda los ejercicios que hicieron antes ese día, pero cree que no hicieron otros; que antes de entrar a la pileta le parece que habían jugado en una cancha; que en este último ejercicio de la pileta, con respecto al orden de la fila, la profesora había dicho que los que no tenían miedo o sabían nadar fueran adelante; que no le costó hacer este ejercicio; que le parece que no lo habían hecho en otras clases anteriores; que no recuerda si de la pileta salían por el borde o tenían que hacer algún recorrido. SERGIO PIZANO expresó que conoce a Privato por haber sido compañeros de trabajo durante unos cinco años, no así a los demás imputados; que es profesor de educación física, entrenador nacional de natación y guardavidas hace unos veinte años y ejerce la docencia hace quince; que en la enseñanza de la natación hay un camino general a seguir, comienza con la entrada del chico al agua, por lo general por la parte baja, 150 Poder Judicial de la Nación desplazamientos, flotación vertical, luego se enseña a sumergir la cabeza en el agua, parcialmente y totalmente, conlleva un control mínimo de la respiración, control de apnea en una primera etapa, luego la expiración en una segunda, luego se empiezan a enseñar las flotaciones boca arriba y boca abajo y luego se incorpora la propulsión, lo que implica desplazarse en el agua usando los brazos y las piernas; que a lo largo de estas etapas se pueden incorporar visitas a la parte profunda, según la metodología escogida por el docente, una vez que el chico domina inmersión y flotaciones o en otros casos cuando domina la propulsión, y también los ejercicios suponen entradas al agua por escalera, sentado y de pie en distintas posiciones. A preguntas que se le formularon señaló que conoce un ejercicio que implica ingresar al agua y desplazarse hacia un extremo de la pileta junto al borde en forma de triángulo, que es un ejercicio habitual, como también flotar verticalmente y desplazarse tipo perrito. Al ser interrogado sobre cuánto tiempo puede demandarle a un chico que tiene estas características completar un trayecto den el agua de alrededor de cuatro metros, respondió que depende de diversos factores, de la forma de entrada al agua, calidad de la propulsión del niño; que entrando desde el borde podría demandarle entre cinco, diez segundos a veinte segundos o treinta, y si tuviera un pequeño impulso del docente ese tiempo se reduce. Al ser interrogado si el reflejo en el agua dificulta la visión del fondo de la pileta, respondió que sí, cuanto más cerrado es el ángulo entre los ojos y el agua, mayor es el reflejo, cuanto más elevado está uno es menor la incidencia del reflejo. Agregó que en el ejercicio en triángulo que antes se mencionó, un chico que se desplaza como perrito, llega a la escalera y está en actitud de subir es razonable que el docente le dé paso al chico que está esperando a continuación; que si llegó sin mayores inconvenientes a la escalera y está en actitud de salir del agua, está agarrado de una superficie sólida como es la escalera, tiene un apoyo seguro, se puede dar paso al siguiente; que la cantidad de alumnos con la que se trabaja en grupo en la colonia oscila entre siete y ocho hasta catorce o quince, no más de eso. A la pregunta de que si el profesor debe 151 tomar alguna medida de protección respecto de estos niños que no saben nadar, o que sólo saben flotar, respondió que este ejercicio se realiza con chicos que ya saben nadar, quiere decir que se propulsan de manera autónoma en el agua; el hecho de que se introduzca de a uno por vez es la medida más importante de seguridad, según las características del ejercicio que le describieron; se desplaza hasta un punto fijo en el agua y vuelve al borde, una vez que está con apoyo en una superficie sólida, escalera o borde, esto es importante, este chico está en condiciones seguras como para dar paso al siguiente; que es distinto un apoyo en superficie líquida, que es más inestable, esto siempre que el niño esté en situación de salir del agua; que en cuanto al otro ejercicio, se realiza en dos variantes, tomándose del borde, que se utiliza para chicos que no tienen la propulsión, depende de la metodología de cada escuela, ellos llevan chicos a la parte profunda cuando aún no tienen la propulsión, como primera aproximación los hacen bajar por la escalera, tomarse del borde, para que hagan un reconocimiento de ese espacio, se trabajan inmersiones tomados del borde para que aprecien la diferencia de profundidad con la parte baja; que en segunda instancia soltar el borde y tocar el fondo con los pies, siendo la otra variante la de bajar por la escalera, desplazarse paralelo al borde a medio metro del mismo, esto cuando el chico tiene conocimientos de propulsión; que los ejercicios son progresivos, se va de lo sencillo a lo complejo, se empieza con distancias más pequeñas y se van agregando distancias mayores, pero esto no es taxativo, el docente da indicaciones generales, en este caso concreto de desplazamientos paralelos al borde, medio metro del mismo, si el alumno quiere alejarse a un metro lo puede hacer, está el docente para asistirlo; que en relación a los desplazamientos en diagonal, se realizan cuando el alumno ya tiene una propulsión, es lo que consideran saber nadar, si se propulsa con brazos y piernas no hay inconveniente en realizar el ejercicio, se puede hacer en tres, cuatro, cinco metros, depende del docente y del grupo que esté manejando. A otras preguntas contestó que si bien no es común que haya chicos mezclados, es decir que sepan o no desplazarse de manera autónoma, se da, aunque el ejercicio no es stándar para todos, se busca la integración efectiva con todos los compañeros. A 152 Poder Judicial de la Nación otras preguntas respondió que no le parece razonable que en el ejercicio un chico se tire a la pileta una vez que otro de sus compañeros toca la mano del profesor; que cuando habla de la propulsión, se refiere a que es la forma de desplazarse, puede ser con utilización de apoyos sólidos (caminando en parte baja, apoyándose en el borde o en el docente) o líquidos (acostado boca abajo apoyando las manos en el agua y empujando el agua para avanzar). Preguntado si según su experiencia cuando se empuja a niños que no saben nadar, éstos traguen agua y se pongan nerviosos, respondió que un chico que se sabe propulsar de manera autónoma no es común que trague agua, aún así si tragara agua, maneja la propulsión y si no ha tenido hechos traumáticos anteriores, no debería tener mayores inconvenientes. Preguntado qué pasa con el chico que no se sabe propulsar solo y recibe una propulsión del docente, respondió que puede ocurrir que ingiera agua, pero si el chico no sabe nadar no tiene que estar en la parte profunda del natatorio, salvo que vaya a hacer los desplazamientos que describió, tomado del borde, etc. Preguntado cómo se soluciona el tema del reflejo del agua, para que tenga menor incidencia y no haya problemas de visualización, respondió en primer término con la presencia de guardavidas que está fuera del natatorio y tiene mejor visión que el profesor, en segundo introduciendo a los alumnos de a uno por vez; aclaró que cuando habló del ángulo no habló de manera lateral sino con respecto a la superficie del agua; que el docente en el agua tiene ángulo más cerrado que el que está parado afuera del natatorio. Preguntado si es común la plataforma sobreelevada, respondió que trabaja en tres natatorios, en dos hay ese tipo de plataforma y en el tercero no; que se refiere a un lugar para sentarse a un metro y medio o dos metros de altura respecto del piso. Preguntado cuáles son las actividades concretas que deben orientarse entre los que saben y no saben nadar, respondió que si el chico maneja las propulsiones, se coloca a cuatro metros y no hay inconveniente, el chico entra al agua y se desplaza hasta él, si no se desplaza él evalúa qué distancia puede alcanzar impulsándose desde el borde y se coloca en el lugar al que calcula que va a llegar con el impulso inicial, porque no se puede desplazar, se 153 ubicaría más cerca del borde. A preguntas de la querella si para desplazarse de manera autónoma hay que tener manejo de la respiración en el agua, saber inspirar y expirar, aguantar, patalear, respondió: no necesariamente, el manejo de la respiración en el caso de la propulsión es relativo, es un término amplio, una parte es el control de apnea, otro es la expiración, otro la inspiración y la combinación de ambas, puede ser de manera esporádica o rítmica, no necesariamente el alumno debe manejar todos estos componentes para propulsarse de manera autónoma; que cuando se desplaza en lo que se llama “perrito” se lo hace con la cabeza afuera del agua, moviendo manos o pies, se lo puede hacer sin sumergir la cabeza, muchos chicos se desplazan de esta manera y se considera que saben nadar, de acuerdo a la definición que dio al principio; que el nado perrito es distinto de la flotación vertical, cambia la posición del centro de gravedad, en perrito el tronco está horizontal, de la flotación vertical la posición del tronco es como su nombre lo indica, cabeza sobre la cadera, en el otro la cabeza está delante de la cadera. Preguntado como guardavidas y profesor de natación, qué actitud debe tomar un mayor, profesor, cuando se le informa que hay un niño debajo del agua que se ahogó, respondió que debe concurrir al rescate, y en el supuesto de que hubiera otro chico en el agua primero recoger al chico que tenga a su cargo, sobre el cual está centrando su atención, si le dicen que hay un chico abajo del agua y él tiene a otro sobre el cual centra su atención, primero recoge a éste y luego va hacia el otro, y si no tuviera otro chico, detiene la actividad y concurre inmediatamente a auxiliar a la persona que está sumergida; que si hay la misma distancia entre el profesor y la persona sumergida y el guardavidas (que está afuera) y la persona sumergida, quien llega más rápido es el que está afuera del agua, porque la zambullida, la entrada al agua, imprime al que lo realiza mayor velocidad que la que puede alcanzar el que ya está en el agua, hay estudios que determinan que si uno se zambulle del borde y otro sale nadando del borde, el que está en el agua tarda más segundos más que la otra persona si las dos nadan a la misma velocidad. A preguntas del Tribunal sobre cuál es la posición que debería ocupar en una pileta depende, en de 25 una metros pileta x de 14 esas 154 un guardavidas, dimensiones, 25 respondió: x 12 es Poder Judicial de la Nación standard, el guardavidas no se queda quieto en un lugar, evalúa lo que está ocurriendo en la pileta, si hay un grupo en parte profunda, si no lo hay no sería aconsejable que se quede en la cabecera de la parte profunda, si algún chico quiere traspasar el límite estaría cerca si necesita rescatarlo, si hay un grupo en parte profunda el guardavidas estaría cerca de este, si hay más de un grupo en la parte profunda tiene que evaluar el nivel de cada grupo, de acuerdo a ello se colocará de manera equidistante a ambos, o más cerca de uno u otro, si hay uno en parte baja y otro en parte profunda se da prioridad al segundo, se debería estar más próximo al segundo, pero aclara que esto no es excluyente, hay diversidad de criterios, se evalúa nivel de los grupos, cantidad de grupos en el natatorio, cantidad de chicos en cada uno, nivel de visibilidad del agua, con esos elementos se toman las decisiones sobre la marcha, no hay una única decisión posible; que cuando se refiere a la visibilidad en el agua hace mención al reflejo, a si el agua está más o menos turbia, al color del fondo de la pileta, que pueden incidir en el nivel de visibilidad. PAULA MARION LEVIT expresó que sabe que la niña falleció en la colonia de “All Boys” a la que concurría su hija Lucía; que ese día sus chicos le contaron que una nena se había ahogado; que sus nenes le contaron que estaban los dos en la pileta; que uno de los grupos había salido e iban caminando por el borde; que el nene le dijo que vio una nena en el fondo de la pileta, la nena le dijo que ella estaba en el agua y los hicieron salir rápido; que la vio en el borde de la pileta inconsciente y le estaban haciendo reanimación; que ella declaró en comisaría; que según sus hijos fue un nene quien dio aviso de que la niña estaba en el fondo; que ella no siguió llevando a sus chicos a la colonia; que el club estuvo cerrado unos días; que ella se acercó un día que no había colonia con otra mamá y pidieron hablar con uno de los directores, no sabía qué había pasado, pensaron que había sido un accidente, era lo que querían pensar, todos los papás pensaban que les podía haber pasado a ellos; que los atendió un señor joven que les dijo que ellos no tenían nada que ver, que seguramente Florencia había tenido una enfermedad anterior; que ellos 155 hacían todo como debían, ellas se quedaron mal y retiraron a los chicos de la colonia, no volvieron más; que no sabe si esa persona era el coordinador deportivo y no sabe el nombre tampoco; que Diana Carabajal era una compañerita de la colonia, la madre se llama Susana y es quien concurrió al club con ella en días posteriores; que a la señora Carabajal la ve muy poco, la vio el año pasado, tiene su número de teléfono. A preguntas que se le formularon respondió: que no recuerda si su hijo le mencionó en qué parte de la pileta vio a la nena. LILIANA FERNÁNDEZ JUSTONI manifestó que conoce a los padres de la víctima desde que las nenas empezaron primer grado; que del hecho conoce lo que leyó en los diarios y vio en televisión; que un día en la casa de la familia había una señora, mamá de un nene llamado Sandro, que dijo que ese día había llegado una de las profesoras al club y la habían hecho volver a su casa porque la cantidad de nenes era menor a la habitual; que los chicos estaban separados por niveles y ese día como eran poquitos los habían juntado y habían enviado a la profesora a su casa; que recuerda el nombre del niño porque lo relacionó con el artista; que la mamá del niño contó el ejercicio que habían hecho, eran como etapas o postas, tenían que ir siguiendo un recorrido; que el día que se enteró de que Florencia había fallecido se quiso comunicar con la familia, no había lugar en la casilla de mensajes; que era una nena a la que la dicente quería mucho, era muy amiga de su hija, lo sucedido los afectó terriblemente, fueron a la casa con su marido; que recuerda que se acercaron dos personas a la casa, una se presentó como vicepresidente de “All Boys”, el otro como alguien de la comisión, le dijeron que volvían de la comisaría y que el comisario les había dicho que había sido negligencia, que esto ocurrió al día siguiente del hecho, el día que estaban velando a la niña; que la conversación con la madre de Sandro fue unos días después cuando la dicente se acercó a la casa para acompañar a los papás. EDUARDO ALBERTO DIAZ dijo que con respecto al día del hecho su hijo le comentó que era compañero de Florencia en la colonia; que en la clase la chica se tiró adelante de él, él se tiró atrás, nadó un determinado tramo, llegó y después no supo más nada; que no recuerda en qué lugar de la pileta le dijo que hacían el ejercicio; que no sabe quién dio la voz de alerta de 156 Poder Judicial de la Nación que la niña se había ahogado; que su hijo estaba aprendiendo a nadar; que no hablaron con otros compañeritos y lo que le quedó grabado es que su hijo se tiró después de Florencia; que su hijo no le comentó si Florencia había llegado hasta la escalera, simplemente que él se tiró detrás; que su hijo sigue siendo socio de “Megatlón”, el dicente no, lo fue sólo un mes, que su hijo no le transmite comentarios sobre los servicios de “Megatlón”, el dicente va a buscarlo cuando sale de fútbol y no hay ningún tipo de comentarios, se siente muy bien, muy cómodo, todo es normal; que el dicente no iba a buscarlo a la salida de la colonia, iba su mujer; que no recuerda a una compañera de su hijo de nombre Nathalie Mantiñán; que cuando su hijo iba a la colonia no le comentó inconvenientes. A preguntas que se le formularon señaló que su hijo comenzó a ir a la pileta un par de años antes y empezó en temporada estival. SANTIAGO DE JESUS DIAZ de catorce años de edad, expresó que el día del hecho recuerda que Florencia se tiró y él se tiró después de ella; que estaban saltando una colchoneta, seguían nadando hasta unas escaleras, la pasó y después no la vio más, ni siquiera vio cuando la pasó, no sabe dónde estaba, después los sacaron de la pileta, cree que ya se estaban por ir de la pileta; que le parece que en ese lugar no hacían pie; que cuando llegó a las escaleras Florencia no estaba delante suyo, por eso dice que no vio cuando la pasó; que la profesora les indicaba cuándo se tenían que tirar, había que esperar que siga dos o tres metros para no juntarse ellos; que la profesora estaba adentro de la pileta pero no recuerda en qué parte; que ellos tenían que llegar hasta la profesora y luego cree había que hacer más trayecto, que él salió por la escalera porque los sacaron a todos; que no recuerda si Florencia tenía dificultad para hacer los ejercicios; que él estaba aprendiendo a nadar, sabía más o menos, nadaba crawl y pataleaba; que fue a la pileta desde los seis años y ahora va a la pileta cuando quiere y también a fútbol; que la gente del club no le manifestó nada después del hecho; que no sabe quién dio aviso de que Florencia estaba abajo del agua, se acuerda de que la sacaron, él vio cuando la sacaron pero después se los llevaron al vestuario, que la sacó un guardavidas; que el 157 guardavidas estaba donde los esperaba la profesora, afuera de la pileta, al lado de la escalera. A preguntas que se le formularon respondió: que antes hicieron ejercicios pero no recuerda cuáles; que de acuerdo al nivel que tenían estaban casi siempre en la parte baja y al final de la clase los llevaban a la parte honda; que ese día no recuerda si hicieron otros ejercicios en la parte honda; que no recuerda si Florencia sabía nadar; que en este ejercicio todos los chicos tenían que salir por la escalera, era una consigna que daba la profesora; que le parece que la profesora se llamaba Cecilia; que no recuerda a una compañera de nombre Nathalie; que no recuerda si alguna vez se tuvo que colgar del borde en la parte honda; que no recuerda ejercicio en el que tuviera que esperar que el chico de adelante tuviera que llegar a la escalera; que no recuerda haber visto a Florencia tomada del borde o de la escalera; que los ejercicios que le daban no le generaban dificultad, los podía hacer con normalidad, los demás chicos que compartían el mismo nivel también, el grupo era bastante bueno, aunque siempre hay alguno que no está en el mismo nivel; que recuerda al profesor Marcelo Avila; que no recuerda si tenía otro grupo; que el nombrado no era el guardavidas; que con posterioridad al hecho quizás conoció a la madre de Florencia pero no la recuerda, no recuerda haberla visto; que la profesora estaba en el agua pero cerca de la escalera, le parece apartada del borde, entonces hacían recorrido hasta la profesora y luego tenían que volver hacia el borde. MARÍA DEL CARMEN BOFFA señaló que es profesora de Educación Física, entrenadora de natación, trabaja en el plan del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, rectora del Instituto de Educación Física Federico Dickens; que conoce un ejercicio que implica un desplazamiento en triángulo del aprendiz hasta el profesor que está en el agua y luego regresar al borde; que hay una actividad típica del dominio del medio acuático en la parte profunda, con alguna variante es típica de esa etapa; un chico que tiene flotación y se desplaza tipo “perrito” puede hacer este ejercicio ya que “perrito” es la “técnica natural de nado”, se utiliza para que alguien pueda dominar el medio acuático; que luego se entra en técnicas de nado, se entiende que una persona domina el medio acuático cuando puede realizar dentro de él lo que quiere en ese 158 Poder Judicial de la Nación momento, esta es una actividad de esa etapa; que en esos ejercicios el profesor siempre tiene la vista en el alumno y recorre con la vista todo el ejercicio que tiene que realizar, si concluyó el circuito se supone que terminó el ejercicio, si llega al lugar que le dijo el profesor; cuando hay varios chicos en la parte profunda generalmente son trabajos individuales, cuando el niño termina la actividad se hace pasar al otro, se hace un control más individual. En cuanto al tiempo que puede tardar un chico que nada “perrito” en realizar un trayecto de alrededor de cuatro metros en el agua es entre 10 y 15 segundos, no más de eso; que no puede asegurar según su experiencia, si una persona que está flotando o parada en el agua puede ver afectada su visión del fondo de la pileta por el reflejo; en cuanto a la cantidad de alumnos que debe tener un docente a su cargo, entiendo razonable que no sea mas de quince alumnos, ese sería el límite máximo; que desde 1987 trabajó en muchas piletas, 15 o 20, ha recorrido muchas también; que siempre vio un guardavidas en dichas piletas; que trabajó en el club Imperio, había uno; en pileta del Parque Chacabuco del Gobierno de la Ciudad, de 25 metros, hay dos guardavidas, en las otras siempre hubo uno, no sabe por qué hay dos; que en el plan del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires adonde van todos los alumnos de cuarto grado, la pileta del Club Imperio es alquilada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para alumnos de sus escuelas, ahí hay un solo guardavidas. Que no sabe si había una normativa especial sobre la cantidad de guardavidas en febrero de 2001; que nadar “perrito” resulta ser una técnica natural de nado, el cuerpo está boca abajo, hay movimientos circulares de brazos y piernas, es una técnica instintiva, sale sin ser enseñada ni aprendida, sale sola, cuando el alumno empieza a tener dominio del medio acuático sale sin que se enseñe; que es una posición semivertical, no está totalmente decúbito ventral, el cuerpo está en un oblicuo. SILVIA LIDIA PALERMO expresó que conoce la pileta del club “All Boys”, durante años fue a nadar a esa pileta y también concurrían sus hijos, a tomar clases de natación y fueron juntos a la pileta durante muchos años; que después de este hecho nunca más volvió; que le llamaba la atención que 159 había una sola persona, una chica, que era la guardavidas; que ella tenía experiencia de años, 29 años de docente, es directora de una escuela, se fija mucho en el cuidado de los chicos; que tiene 400 alumnos a su cargo; que se mudó al barrio después de haber vivido en Versailles y haber ido a la pileta del Ateneo Popular de Versailles, le llamó la atención la diferencia en el cuidado de los chicos y el espacio físico; que en “All Boys” sólo hay un guardavidas; que la vio muchas veces porque ella concurría con frecuencia y durante años; que también le llamó la atención la cantidad de niños que se colocaban en una pileta pequeña, esto en el horario de colonia; que cuando terminaba la colonia cambiaba la situación, en el horario de colonia estaba superpoblada; que el día que murió la nena ella no concurrió, había ido el viernes; que esa semana anterior estuvo nadando cerca de la parte profunda y un nene se tiró y cayó arriba de ella, la guardavidas la ayudó a salir porque el golpe la dejó atontada, estuvo sentada un rato para mejorar su estado; que le parece que o faltaba una pileta o sobraban niños; que en “Megatlón” había una pileta que usaban todos, con andariveles, y una pequeña para niños pequeños que tenía poco uso; que había una sola guardavidas, además de la profesora, no había alguien específico para la pileta pequeña; que iba a nadar por prescripción médica, por problemas de columna; que no se quejó ante las autoridades de “Megatlón” porque en su caso no era necesario, se mudó a una cuadra del club y empezaron a ir a la pileta; que al principio iba ella con los chicos, nunca los mandó a colonia ahí, sí a clases de natación y tiene un buen recuerdo de las clases, que eran bien diferentes de lo que observó en la colonia, por eso no consideró que tuviera que hacer algún reclamo; que en el Ateneo de Versalles hay tres piletas, cada una es más grande que las de “All Boys”, cree había dos guardavidas por pileta, esto pasó hace muchos años, cree que desde 1993 o 1994, no volvió allí, pero no había esa superpoblación de niños ni división con andariveles. En cuanto al plan de natación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires refirió que los chicos del colegio que ella dirige participan de ese plan, el Gobierno se ocupa del tema de la pileta; que no sabe cuántos guardavidas exige este plan; que no escuchó quejas de los chicos o de los docentes de su colegio que realizaran esa 160 actividad de natación con Poder Judicial de la Nación respecto a la seguridad en las clases de natación; que ella acompañaba a sus alumnos a clases de natación, aunque no era su rol específico, porque no es profesora de educación física, tenía que controlar que fueran en el horario que corresponde, iban con un profesor de educación física, estaban también los profesores que los recibían en la pileta y la maestra que era ella; que incluso hace cuatro o cinco años acompañó a chicos siendo secretaria de la escuela, pues no estaba la maestra, pero no era su función controlar la seguridad en la pileta; que sus hijos aprendieron a nadar en “Versalles”, después tomaron clases en “Megatlón All Boys” durante años pero ya sabían nadar; que los alumnos de su colegio concurren a una pileta en “Barracas”, no recuerda el nombre, van a comenzar el próximo viernes, le parece que es Deportivo Barracas; que las piletas de “Versalles”, eran más grandes que las de “All Boys”, no mucho más grandes; que el episodio que contara le sucedió en los primeros días de febrero, alrededor de las 15 o 16 horas, fue en el sector más profundo, cerca de la escalera, no recuerda dónde estaba la guardavidas ni si acercó espontáneamente. GRACIELA STRACQUADAINI expuso que conoce a los padres de la niña; que sabe que Florencia murió en la colonia del club “All Boys”; que fue a la casa a darle el pésame a los padres; que había una señora que tenía un chico en la colonia y dijo que había una profesora encargada del grupo de chicos que no sabían nadar, y que a la profesora le habían dicho que se fuera porque no la necesitaban; que dicho chico era compañero de Florencia, cree que dijo que había pocos chicos y los iban a juntar, que no recuerda si mencionó el nombre de la profesora; que dijo que hacían varios ejercicios seguidos, hacían como un circuito de ejercicios en la parte honda, por lo que comentaron en la casa; que ella conoció a Florencia porque fue compañera de colegio de su hija desde primero hasta tercer grado; que estuvo en su casa en algunos cumpleaños; que nunca supo que se haya mareado, era una chica normal, sana; que la mamá de Sandro se refería al día en que falleció Florencia; que no sabe si la mamá de Sandro se dirigió a alguien por este tema, fue la única ocasión en que la vio. 161 ELSA BENITEZ relató que conoce la pileta de “Megatlón All Boys” porque en 1998 su hija Alejandra estuvo haciendo natación allí; que la seguridad le pareció mala, su hija tuvo una mala experiencia, al poco tiempo la pasaron a un nivel para el que no estaba preparada, no sabía nadar, cuando pasó al otro nivel no hizo pie y dijo que trató de salir y no pudo, tragó agua y chapoteando por abajo como pudo tocó la pared, no tenía de donde agarrarse y salió haciendo fuerza, tenía seis años, al salir vio que la profesora estaba conversando con otra de otro nivel, la niña le dijo que no le había dicho nada a la profesora porque había logrado salir; que en ese momento su hija no sabe cuánto medía, era una nena normal, 1,10, 1,20, no sabe; que cuanto ocurrió esto ingresaban en la parte profunda, estaba realizando un ejercicio con otros chicos; que ella veía que había un guardavidas varón, pero no puede decir qué cantidad había; que no habló con las autoridades del club porque su hija se lo contó unos días después, ella se enojó porque no se lo dijo antes; que no la quería mandar más pero su hija quería seguir yendo, por eso en esta ocasión no dijo nada; luego sucedió otra cosa, un día estaba saliendo y en el primer escalón de la escalera se acercó por abajo del agua y se agarró y cuando intentó agarrarse del escalón siguiente se hizo un tajo en el dedo, cuando la fue a buscar tardaba en salir, le dijeron que estaba en la enfermería, salió con el dedo vendado, al día siguiente la llevó al pediatra y le comentó lo ocurrido, le parecía que la herida era más profunda, le dijo que se fijara con qué se había lastimado, que no tenía que haber nada cortante dentro desinfectar; que de la pileta, también le y dijo que que se lo hablara tenía que con las autoridades para verificar con qué se había cortado, no la querían dejar entrar, insistió, le dijeron que trajera ojotas y la dejarían entrar, pero eso estaba debajo del agua, ella no había llevado nada, era al otro día, le dijeron que no había nada; que a ella no le dijeron que a los chicos los llevaban a la parte profunda; que no sabe cuáles eran las consignas de seguridad que se daban en la pileta, que a la parte profunda iban con la profesora; además sabe que había un guardavidas, que ella no hizo un reclamo por escrito, denuncia o acción judicial; que ella habló con la madre de Florencia, se acercó para comentarle lo que le había ocurrido a su hija cuando se 162 Poder Judicial de la Nación enteró por televisión de lo ocurrido a Florencia y le pidió que contara con ella, se dio cuenta de lo que realmente significó ese susto que se llevó su hija cuando casi se ahogó; que quiere aclarar que la señora Rombolá no influyó en su declaración, fue ella quien se acercó a aquélla. CARLOS ALBERTO CANAVESE expresó que es empleado de la “Red de Clubes”; que en febrero de 2001 se desempeñaba como gerente de deportes de las diferentes sucursales y trabajaba en la planificación, ordenamiento y ejecución de las actividades de los socios del club; que es profesor, maestro y licenciado en educación física, instructor y entrenador de natación, guardavidas y tiene especialidad en actividad para bebés. Añadió que se ocupaba de la organización de las colonias de verano; que entre septiembre y octubre de cada año reunían a los coordinadores de los clubes para planificar las actividades de verano, se recogía información del proceso del año anterior, se evaluaba cómo había sido el trabajo, se hacía la propuesta de calendario de la colonia, día por día y se entregaba a la gerencia de deportes para su aprobación para poder llevar adelante el trabajo; que este calendario especificaba qué se iba a hacer cada día en la colonia; que en esas reuniones no participaba Storchi; y que este mecanismo se aplicaba para la colonia del club “All Boys”. Explicó que al momento del hecho “Megatlón” tenía seis o siete sedes: “Devoto”, “Villa Crespo”, “All Boys”, “Caballito”, “Center” y “Racing”, no recordando si había alguna más; que en casi todas había natatorios; que el encargado de la sucursal de “All Boys” era Rubén González, en cuanto a la parte gerencial; que sus oficinas estaban en el club “Villa Crespo”, en la calle Juan B. Justo, al igual que las de Storchi y demás directores de Megatlón; que además de la colonia de vacaciones había una escuela de natación; que los contenidos que se enseñaban en ambas eran los mismos; que en la colonia se enseñan técnicas de natación y además los niños nadaban, entre otras actividades; que el trabajo es similar al de la escuela, tienen los mismos objetivos; que en la escuela de natación se imparte en promedio una clase por semana, que era la promoción del club, y en la colonia cinco clases por semana; y que entre sus tareas estaba coordinar la labor de los 163 guardavidas. A preguntas que se le hicieron respondió que en cuanto a los recaudos de seguridad que debe tomar un guardavidas en una pileta está que el estado del agua sea el correcto, el control de los usuarios, si saben nadar o no en qué lugar están, velar por el orden general del natatorio, que las personas se manejen en un estado de orden, que no haya cosas tiradas que obstaculicen, estar atento a cualquier situación extraña, interactuar con los nadadores sobre sus necesidades, estar atento a cualquier incidente, estar a horario, chequear que esté el médico para poder abrir el natatorio; que él trabajó como guardavidas; que en relación a la utilidad para el trabajo del guardavidas de la plataforma sobreelevada, considera que el guardavidas necesita deambular por el natatorio para estar en contacto con las diferentes situaciones, por lo que no tiene sentido ni es práctico que esté fijo en un lugar, tampoco si tuviera que rescatar a una persona, pues la idea es que haya mucha actividad de prevención; que ello sí tiene sentido en la costa, donde puede haber gente entre el agua y el guardavidas, en cambio en una pileta el agua está abajo, por lo que no tiene sentido colocarlo en una posición más alta; que él entiende que es una reminiscencia del origen de la actividad del guardavidas, que tiene que ver con el mar, y puede tener utilidad para sentarse a descansar, pero para él no hace a la seguridad del natatorio. Asimismo expresó que conoce el Ateneo de Versalles, que tiene tres natatorios de 25 x 10 m, dos de las cuales se cubren con globos a inyección de aire para que estén calientes todo el año; que él alquiló allí para su escuela de natación hace unos años y había un guardavidas general, a veces dos, para las tres piletas; que la pileta del fondo tiene menos cantidad de personas; que en “Megatlón” no se contrataban profesores que trabajaran por día; que en febrero de 2001, con posterioridad al hecho, se recibieron inspecciones en “Megatlón All Boys”, recordando una en que estando él trabajando en “Villa Crespo” les avisaron de una inspección importante en el “Club Devoto”, adonde concurrió más gente de lo habitual, luego pasaron a “All Boys” y el dicente los recibió en “Villa Crespo” a eso de las 18; que eran 14 o 15 personas de la Defensoría del Pueblo, de la municipalidad y de diferentes entidades; que se hizo una inspección profunda en el club 164 y no apareció ningún Poder Judicial de la Nación inconveniente, recordando como anécdota que había una señora Castro que conducía la inspección y como no se logró nada preguntó si había otra pileta cercana, se mencionó la del “club Almagro” y fueron allí, luego de lo cual el dicente vio por televisión a la noche que había sido clausurada la pileta de ese club; que conoce la reglamentación de guardavidas de la provincia de Buenos Aires, que exige un guardavidas cada cien usuarios; que cree que es una norma de los años “80”, pero también puede ser anterior; que el sindicato de guardavidas establece un guardavidas cada 25 metros o cien usuarios, o dos cada 50 metros; que en el caso de las piletas de 50 metros no se tiene en cuenta el número de usuarios; que los criterios que se manejan a nivel internacional son la cantidad de usuarios o los metros que tiene la pileta, y el sindicato establece los dos criterios; que según estos criterios una pileta de 25 metros con 150 usuarios tendría que tener dos guardavidas y, con 250 usuarios, tres guardavidas, es decir que la cantidad de usuarios modifica la cantidad de guardavidas. Al exhibírsele el instructivo de fs. 900 y el organigrama de fs. 913 expresó que con respecto al organigrama, el trabajo del coordinador de deportes tiene que ver con la organización de la situación, está por encima porque hay una jerarquía, y algunas decisiones las va tomando uno con respecto a otro; que por ejemplo si el guardavidas considera que la pileta no está en condiciones de apertura la debe cerrar, lo mismo si en el caso del médico que considera que la persona tiene hongos, no la habilita para ingresar al natatorio, es decir que en estos casos no importa quién esté por encima de él; que en ocasiones el guardavidas determina cerrar la pileta por diversos factores, por ejemplo en el caso de tormenta en una pileta de verano, y el club tiene que adherir a esta decisión pues el mando del espejo de agua lo tiene el guardavidas; que las condiciones de seguridad las determina el guardavidas; que, por ejemplo, si faltan elementos de seguridad o el agua está turbia, corresponde al guardavidas disponer el cierre del natatorio. Añadió que dentro de la planificación de la colonia estaba la de las actividades de natación, y hay en el organigrama un coordinador de pileta; que había un instructivo en materia de pileta que es para los 165 profesores pero viene de la mano de la coordinación de pileta; que en “All Boys” el coordinador de pileta era el profesor Mariano Rosemberg. Al exhibírsele el instructivo de fs. 903, punto 6, sobre coordinación de pileta, donde se menciona que se hará una nivelación con gomitas de colores, etc., aclarando el testigo que cuando habla del coordinador se refiere al coordinador de pileta, que lo de las gomitas es cuando hay una nivelación global, pero aclara que la nivelación se produce todo el tiempo; que en los procesos individuales de nivelación puede ser que lo nivele alguno de los profesores del grupo de edad al que corresponde el ingresante, es común; que cuando algún profesor se enferma hay una lista de profesores alternativos; que las sedes de Reconquista y Sarmiento y la de Rodríguez Peña y Santa Fe no tienen colonia, pero si en una sucursal donde hay colonia necesitan un profesor se puede recurrir a un profesor de estas sedes; que los profesores están mensualizados en cuanto al cobro de los salarios; que si por algún motivo van pocos chicos a la colonia no se envía a los profesores a sus casas, además tampoco significaría un ahorro porque ya dijo que están mensualizados. También señaló que el profesor Giraldi se desempeñó más de cinco años; que el hecho de que esté en ese cargo habla muy bien de él, pues son muy exigentes con la llegada de la gente a esos cargos, estimando que es una excelente persona y profesor; que no recibió quejas del personal, de los médicos u otras personas sobre la actuación de Giraldi como coordinador; que sí le dijeron que les parecía un poco excesivo que los hiciera llegar veinte minutos antes de la llegada de la colonia como el primer día pero no lo toma como una queja, sino que para él es un método de trabajo eficiente; que el programa de trabajo en la pileta para la colonia estaba dividido en seis partes, las dos primeras para ambientación e inicio, la primera parte del nivel inicial es el reconocimiento del medio acuático, primeras entradas al agua, meter la cabeza abajo del agua y propulsión en medio acuático, y cuando la propulsión es correcta se pasa al nivel siguiente; que conoce a Privato como profesora del club y le caben las mismas palabras que usó para Giraldi; que además hay una exigencia importante sobre el perfil de los profesores de natación; que Privato es una persona muy querida por padres y chicos y una muy buena profesora, nunca recibió 166 Poder Judicial de la Nación quejas; que como guardavidas participó de varios salvatajes; que cuando observa la pileta hay conductas que son normales, pero cuando aparecen anormalidades se da cuenta de que hay una situación de problema, por ejemplo la persona levanta la mano, hace gestos poco dinámicos en el agua, ello a veces implica un rescate, otras es una situación propia del momento. Añadió que el dicente trabaja para “Megatlón” desde 1994 o 1995; que empezó a trabajar en el “club Almagro”; que no sabe si está concesionado el club “All Boys”; que en estas reuniones que refirió no participó el señor Bugallo ni se le daba traslado de las cuestiones que se planteaban. A otras preguntas respondió que hay personas que trabajan en el tema de habilitaciones y cree que uno era Guido Miguez, pero aclara que él no tiene que ver con esa área; que la inspección que mencionó se hizo hace más de tres años seguro, por lo menos dos años para atrás; que él estuvo presente cuando la inspección llego a “Villa Crespo”, pero no en la de “All Boys” e ignora si estuvo presente Bugallo; que desconoce si se daba traslado o se notificaba a Bugallo de las inspecciones que pudieran llegar a las instalaciones de “Megatlón”, pues no participaba en este tema; que conoce a Kamenetzky, la conoce por su trabajo de guardavidas hace bastante tiempo; que con la nombrada tuvo una excelente relación, tiene conocimiento de su trabajo y es una excelente guardavidas, de lo más obsesivo que ha conocido, y pocas personas que conoce son capaces de mantener la atención en las cosas tanto tiempo. Añadió que el guardavidas no tenía injerencia en los tipos de ejercicios que se realizaban en la pileta para la enseñanza de natación; que el horario de los guardavidas era de 8 a 9 hasta el cierre, entre las 21 y las 22; que en la pileta de “All Boys” había dos guardavidas para cumplir ese horario, Kamenetezky estaba desde las 14 o 14.30 hasta el cierre, es decir unas seis o siete horas de trabajo; que en caso de que el guardavidas tenga que ausentarse de la pileta por una necesidad personal, por ejemplo ir al baño, puede determinar un cierre parcial hasta que regrese, pero en situaciones más simples y para no perjudicar la dinámica del trabajo, consulta con otro guardavidas que lo puede reemplazar en forma transitoria; que además la pileta de “All Boys” tiene 167 un baño en la planta, por lo que no hay que ir a otro lado, que si tenía que ir a ese baño se hace un “stop”, hace sus “cosas” y vuelve; que si en la pileta hay reflejo por la luz del sol, según su experiencia se pone los anteojos de sol, pero en general los guardavidas no tienen problema para ver; que ignora si en esa época se abría el techo; que la de “All Boys” es una pileta muy luminosa; que no sabe si la altura en que esté el guardavidas disminuye la incidencia del reflejo en el agua; que en el club “All Boys” hay una pileta y un piletón y no sabe si el piletón estaba habilitado, pues no corresponde a su función; y que ignora si a los pocos días de la muerte de Florencia hubo una inspección de la dirección de fiscalizaciones; que desconoce si la pileta del club “All Boys” fue intimada por distintas cuestiones; que quien se encargaba de la parte administrativa y de las habilitaciones era Guido Miguez; que si un guardavidas no puede concurrir por algún motivo la pileta no se abre hasta que venga otro guardavidas en reemplazo, ya que su presencia es condición de apertura; que hay otros guardavidas a los que pueden llamar, ya que en “Megatlón” hay varios natatorios; que no sabe cuántas personas hay en esa lista de guardavidas pero es un número importante de personas, que son empleados de “Megatlón”; que las nivelaciones son para que cada chico esté donde debe estar, pero los grupos pueden ser heterogéneos, hay niveles de piso y de techo, es decir que puede haber chicos que no saben nadar y otros que no; que en el nivel que estamos hablando se trata de que a partir de tener la propulsión, es decir, nadar “perrito”, van teniendo experiencias controladas para tener la habilidad de desplazarse en todo el natatorio, incluso en parte profunda, pero ello en forma controlada y progresiva; que la entrada al nivel siguiente tiene que ver con el dominio de estas habilidades; que si se lleva a los niños a la parte profunda, el guardavidas se acerca a una distancia razonable y el profesor en este caso hace trabajar a los chicos afuera de la pileta y van ingresando de a uno; que para salir, si es solo caminar y salir, van a poder salir solos, se toman de la escalera y salen; que además no salen controlar amontonados el profesor sino que ordenados está en y la el orden pileta. lo debe Preguntado específicamente sobre si Storchi le requería información sobre el personal de seguridad en la colonia responde que tienen su 168 Poder Judicial de la Nación jefe de operaciones, Miguez, y con Storchi conversaban sobre condiciones y cuestiones del trabajo, e imagina que en el seno de las conversaciones de la conducción se pasan estos datos; que normalmente siempre esta preocupación está en todos los niveles por cómo se va a hacer el trabajo y por que todo funcione bien; que no tiene presente quiénes eran los docentes del nivelito 1; que Kamenetzky estaba dentro del plantel; que el guardavidas cuando tiene que ir al baño se dirige a la persona más cercana que esté disponible en el club para que se cumpla la orden que está dando, y generalmente es una persona que los socios conocen. Siguiendo con el interrogatorio explicó que el procedimiento de que los chicos salgan de a uno está dentro de las indicaciones de “Megatlón”; que no sabe si Bugallo tenía injerencia en las decisiones de Miguez; que no la tenía en la organización y contratación del personal del natatorio, pues habitualmente es un procedimiento que hacen ellos; que el piletón es para papás con niños menores o para niños en clases de natación y hay una escalerita para entrar por lo que para el guardavidas es sencillo verificar el cumplimiento de lo que dijo sobre quiénes ingresan; que una de las piletas de la “Red” que tiene más transito es la del “club Devoto”, a la que asiste gente que no es de esa sede, por ejemplo los domingos en que otras sedes están cerradas; que los reportes de domingo de cantidad de personas en esas piletas son importantes, puede estar cerca de 400; que en esas condiciones habría que poner más de dos guardavidas, incluso cree que llegó a haber hasta cuatro; que el término “parejas pedagógicas” que aparece en el instructivo es una opción para grupos de colonia donde hay dos docentes, generalmente de distinto sexo para que puedan entrar a los vestuarios, pero en las actividades de campo las tareas eran mixtas; que entiende que a la pileta no ingresan cien chicos de colonia y cincuenta chicos que no saben nadar, tampoco cree puedan acceder, además cada chico entra con un docente a cargo, y así puede llegar a haber quince docentes en la pileta. MARÍA ALEJANDRA BASTIANELLI refirió al exhibírsele el informe de fs. 3659/60 que reconoce su firma. Añadió que es docente y directora del Instituto Hansen en el nivel primario; 169 que Giraldi pertenece al staff docente, se desempeña como profesor de educación física y hace diez años que se desempeña en el colegio; que su concepto como profesor es sobresaliente al igual que sus calificaciones, aclarando que ella tiene obligación de calificar a todo el personal cada dos meses aproximadamente; que además de las clases de educación física Giraldi los viernes por la tarde con los alumnos de la escuela hace “campo de deportes”, que consiste en un bloque deportivo en el club “All Boys” y otro de natación; que hace siete años que lo vienen haciendo en ese lugar y no es obligatorio para los niños, es extracurricular; que para esta actividad Giraldi es el coordinador y de él dependen tres o cuatro docentes, algunos hacen campo y otros natación, dividiéndose los grupos según la edad; que lleva entre cuarenta y cincuenta alumnos del nivel primario y también diez o quince chicos de jardín; y que el concepto de los padres sobre esta actividad es óptimo. Añadió que conoce el club “All Boys” y le parece un buen espacio, contenedor; que la pileta está en perfectas condiciones para los chicos, además pueden asistir los padres a ver las clases para lo cual van en los micros y a todos les merece la misma opinión, están contentos. MARCELO FABIAN AVILA expresó que conoce a Privato porque fueron compañeros de trabajo; que el día del hecho estaba con su grupo en la parte profunda, del lado del gimnasio, y la profesora del otro lado, cerca de la cabina de control de carnets, en la parte media; que cuando él salió de la pileta para ir por el borde del gimnasio sacó a los chicos del agua, fue con ellos por el costado, miró hacia donde estaba la profesora mientras los chicos de los grupos se gritaban entre ellos y siguió caminando hacia la parte baja y se puso en la parte baja del lado donde estaba Privato, entró a la pileta con los chicos y se puso a realizar un juego, ya que faltaba poco para terminar la clase; que estaban él, los chicos, la guardavidas y la profesora, y la guardavidas estaba ubicada entre el grupo del dicente y el de Privato, aclarando que es lo que recuerda ahora; que estaba jugando con los chicos cuando escuchó un grito y que lo llamaban, por lo que salió rápidamente de la pileta y apoyó una pierna en la escalera para ayudar a la guardavidas que ya se había tirado y estaba sacando a una persona del agua; que ésta ya tenía la mitad del cuerpo 170 Poder Judicial de la Nación afuera y él la ayudó desde arriba, luego salió corriendo, avisó a recepción para que llamaran a la ambulancia, subió corriendo, se dedicó a sacar a todos los chicos que estaban en el agua y los llevó al vestuario; y que no vio si a la víctima le aplicaron técnicas de reanimación. Añadió que cuando vio a Privato ésta estaba dentro del agua y los chicos estaban en el borde, haciendo entradas al agua; que en general trabajaban de esa forma y ellos han trabajado juntos; que el trabajo consistía que los chicos entren al agua y se dirijan a la escalera. Señaló en un plano la ubicación que tenían él y Privato, aclarando que la profesora estaba en triángulo haciendo una actividad, en el agua, y los chicos en el borde. Agregó que antes del hecho no había tenido contacto con la niña pues hacía poco que había sido papá y se acababa de reintegrar; que los profesores realizan una nivelación dentro del grupo de trabajo y él estaba en un nivel superior; que la nivelación por lo general se realiza con el coordinador a principio de mes, de la temporada, y cuando llegan chicos nuevos se nivelan con el grupo anterior, que en este caso fue nivelada por la profesora; que no vio si los padres fueron a hablar con gente del club; que ese día no recuerda si algunos de los chicos del grupo de Privato fueron hacia su grupo; que en la empresa se trabaja con mucha prudencia y seguridad; que en general terminan jugando los dos grupos juntos cuando terminan la actividad de pileta, pero es habitual que hicieran eso, no nadando, seguramente los hacía caminar por el borde, aunque aclara que no lo recuerda con precisión. Expresó asimismo que no recuerda si ese día el techo de la pileta estaba abierto o cerrado, pues prestaba más atención a la actividad que iban a hacer; que no recuerda si el reflejo del sol sobre el agua molestaba; que para él Privato es una excelente profesora, cariñosa y carismática, amaba a los chicos y si a alguno le pasaba algo ella estaba siempre antes que él; que él ya no trabaja en la empresa; que el coordinador al que se refirió es Julio, con quien él trabajó, y en sus veinte años de experiencia puede agregar que nunca conoció a una persona tan preocupada en cuanto a la seguridad; que a ellos los tenía todos los días quince minutos antes, además en la empresa aprendió que nunca daban la espalda al grupo, un 171 profesor iba adelante y otro atrás. Asimismo expresó que cuando se tomó licencia por paternidad no sabe quién lo reemplazó; que en la colonia había grupos mixtos, en general había una pareja pedagógica hombre-mujer por el tema de los vestuarios, que en cuanto a la cantidad en diciembre había muchos chicos, luego iban variando; que ese día en la pileta el dicente tenía once chicos y cree que la profesora también once, veintidós en total; que no sabe quién cumplía las funciones de Mariano Rosemberg en febrero de 2001; que quien debía controlar a los niños que estaban en un grupo de trabajo en la pileta eran la profesora y la guardavidas; que entraban a la pileta chicos que no sabían nadar, y según el instructivo se especificaban los niveles, había un techo y un piso; que si había chicos que no sabían nadar trabajaban con criterios, el “uno por uno”, que uno trabaja con las personas que tiene enfrente por temas de seguridad, por ejemplo si tiene un chico que no sabe nadar trabaja con el grupo observando a ese chico que está en el borde, y si tiene que hacer algo con este chico va a ir con él, le va a enseñar y luego lo deja; que en el grupo se tenía presente si el chico sabía o no nadar, además él sabía en su grupo quién sabía o no nadar. A otras preguntas respondió que cuando dijo que el coordinador estaba presente en la nivelación se refería al coordinador de natación, Mariano Rosenberg, que tenía la responsabilidad de hablar con ellos en todo lo que tenía que ver con niveles de natación; que no sabe cuál era el nivelito 1, aclarando que él tenía chicos más avanzados que Privato, pero no sabe quién tenía el nivel inferior a Privato; que a Florencia la asistió el médico del club, Hernán, que le parece que era pelado o tenía poco pelo, morocho, un poco más alto que él y no recuerda si tenía bigotes, tampoco su edad aproximada; que el día del suceso había gente haciendo pileta libre; que en la pileta chica había un grupito de niños; que en la pileta había a la mañana dos guardavidas, un guardavidas y el otro era como un auxiliar, y a la tarde uno, que él recuerde; que la guardavidas se movía por toda la pileta, recorría todo el predio. Asimismo aclaró que el aprendizaje de ellos no era sólo dentro de la pileta, los chicos no podían correr, empujarse, tenían que saber dónde poner las ojotas, etc, y eso lo controlaban los profesores; que en general había dos andariveles de pileta libre en el medio de la pileta, y en 172 Poder Judicial de la Nación cada andarivel para nadar bien pueden entrar tres o cuatro personas; que no sabe en ese momento qué cantidad de gente había, aunque cree entre cinco y diez personas; que no recuerda si en esa pileta vio alguna vez a más de cien personas; que no sabe si a partir de octubre de 2001 se dispuso que hubiera dos guardavidas en el natatorio; que quien comenzó las tareas de reanimación fue el médico y también le quedó presente la presencia del coordinador Julio, que desde que pasó el incidente estuvieron cuatro o cinco horas ahí y él no se movió de al lado de la chiquita; que él primero bajó a avisar, subió solo y luego sacó a los chicos, cree que por el vestuario de damas; que estaban la guardavidas, el médico y el coordinador Julio; que después de que sacaron a Florencia del agua él salió corriendo para que llamaran a la ambulancia; que los chicos de su grupo en ese momento estaban saliendo de la pileta; que no sabe qué hizo Privato en ese momento, pues no prestó atención; que cuando él se ocupó de sacar a los chicos de la pileta no sabe si alguien requirió aparatología del consultorio médico; que no conversó con los niños sobre lo que había sucedido, pues eran muy chicos para decirles en ese momento y luego hubo unos días que no tuvieron colonia, estimando que los chicos ya se habían enterado a través de los padres, y supone que lo habrán hablado pero no con una terminología tan profunda; que semanas antes de empezar la colonia tenían reuniones con los coordinadores Julio y Mariano, les daban un instructivo con los niveles, las áreas de trabajo y el tema de seguridad, las primeras páginas hablaban de eso, y quince minutos antes todos los días tenían esas reuniones; que ellos son profesores de educación física y Cecilia tenía mucha responsabilidad; que los chicos de Cecilia iban a trabajar al lugar que marcó en el plano, no fue una excepción de ese día; que Giraldi concurría a la pileta para ver las actividades que realizaban ellos; que era muy “rompepelotas”; y que no recuerda haber visto más gente en pileta libre. Asimismo aclaró que cuando dijo que se formaba un grupo de trabajo entre la profesora y la guardavidas no era un grupo de trabajo, quiso decir que no trabajaban aisladamente, que uno depende del otro, uno se encarga de enseñanza y aprendizaje y el otro de la seguridad en la pileta, 173 cada uno hace su tarea; que en los ejercicios que se hacían en la parte profunda ellos manejaban sus clases y la guardavidas estaba atenta a lo que ellos hacían, pero no le informaban adónde iban a ir o qué ejercicio iban a realizar, además ella ya los conocía; que no tenían por qué decirle el paso que iban a dar, además la guardavidas sabe cómo son los grupos y ya sabía las actividades qué hacían, la rutina, por ejemplo él iba primero a una parte de la pileta y luego a la otra; que si las actividades eran dentro del campo el coordinador era Julio y en la pileta el coordinador era Mariano; y que no sabe si alguien controlaba que en lo profundo hubiera determinada cantidad de personas por metro cúbico de agua. GUILLERMO ELOY OLIVA refirió que asumió como síndico de la quiebra de “All Boys” a mediados de marzo de 2000; que para entonces el presidente del club era el señor Brey; que la primera diligencia que se hace es cumplir con el auto de quiebra, en el cual el Juzgado dispone varias medidas; que entonces se clausuró la entidad bajo la presidencia de Brey, clausura que abarcó presidencia, secretaría y cancha de fútbol; que el natatorio y otras dependencias no fueron clausurados, aunque él quiso clausurar todo, pero el entonces presidente manifestó que ello no pertenecía al club, que había un cánon y él ya se iba a enterar de las cobranzas y de cómo funcionaba la concesión, pero no le mostró ningún papel, por lo que solicitó al letrado patrocinante en la quiebra que lo asistiera; que como ya terminaba la temporada de pileta le pidieron a Brey toda la documentación para saber cómo era ese contrato de concesión antes de clausurar indebidamente; que fueron a la oficina del tesorero pero prácticamente no había documentación, sólo elementos que carecían de validez, vales, papeles que decían “le pagué a fulano”, etc, y también se enteró de que, asesorado por sus letrados, el club había decidido transformar la quiebra en concurso; que la documentación comenzó a llegar con cuentagotas, no había prácticamente nada, los jugadores se negaban a jugar porque había deuda, él les preguntó cuánto ganaban pero no le quedó nada claro, por ejemplo en un contrato decía que un jugador cobraba mil pesos pero éste decía que alguien le pagaba más dinero, otro decía que figuraba una suma en el contrato pero el recibo se lo cobraba gente del club, el vicepresidente, es decir que había muchas desprolijidades, “le 174 Poder Judicial de la Nación ensuciaban la cancha”. Añadió que el tesorero dijo que la documentación la tenían las autoridades del club y que se la iban a entregar; que él tenía que armar la lista de las personas a las que se les debía dinero, el activo del club, y con el tiempo fue apareciendo, más o menos a los tres meses de la quiebra, que es lo que tardó en transformarse de quiebra a concurso; que a Bugallo lo conoció después, primero conoció a Brey y a Torrente, que era el vicepresidente, luego hubo una asamblea en donde se designó a Bugallo como presidente, éste vino y se presentó, más o menos para cuando comenzó el concurso; que Brey se escapaba, después no lo vio más, lo llamó varias veces para que le entregara la documentación pero le costó muchísimo hasta que se la entregó; que la actitud de Bugallo fue distinta, fue mejor pero no sabe si es la mejor, colaboró, se preocupó pero nada más; que no sabe cuándo se restituyó la documentación, pero ello se hace cuando se homologa el concurso, lo cual tiene entendido fue a mediados de 2001. Añadió que en la quiebra se desplaza al presidente del club en cuanto a la administración, pero en el concurso no, cuando se transforma en concurso la administración vuelve a la autoridad, en este caso a la del club; que él se hizo asesorar porque era la primera vez que tenía una quiebra de una sociedad civil; que desde que se abrió a concurso, a mediados de 2000, la administración pasó al presidente, vigilado por la sindicatura, pero por ejemplo para vender un jugador tiene que pedirle al juzgado comercial la autorización, le dan vista a él; que no sabe si Bugallo hizo uso de la clausula 18a. que lo autorizaba a designar a alguien para fiscalizar el natatorio, además cuando pidió ese contrato nunca le llegó y fue presentado directamente en el expediente de quiebra por Brey, es decir que no sabe qué dice la cláusula, suponiendo que su letrado lo leyó, porque tiene copia; que desconoce si Bugallo designó a alguna persona como también si la pileta estaba habilitada; que no vio un pedido de Bugallo reclamando la habilitación de la pileta, además son trámites administrativos y si los hizo Bugallo lo hizo después de la etapa de quiebra; que en la etapa concursal si la cuestión está dentro de las facultades normales del presidente la sindicatura no se mete, 175 pues no afecta a la masa de los acreedores y hace a la administración del club; que los actos propios que Bugallo podía realizar eran los relacionados con el tema futbolístico; que no sabe si hubo alguno vinculado con el natatorio o las instalaciones ni tampoco si Bugallo estaba obligado a hacer uso de la cláusula contractual mencionada, pues el dicente sólo se ocupó de si se pagaban los cánones. Agregó que al principio, cuando estuvo el tema de la quiebra, hubo una suspensión de pagos de los cánones; que en esa época hubo una pequeña convulsión pues querían sacar al presidente de una manera que no corresponde a derecho y se suspendieron los pagos, pero luego fueron normalizados; y que no sabe si la pileta fue clausurada después de la muerte de la niña ni si hubo algún reclamo de parte del club, pues son temas inherentes a la administración de éste. NÉSTOR RAFAEL PICONE refirió que conoce a Storchi porque es quien tiene la concesión de “Megatlón” en el club All Boys, del cual el dicente es vicepresidente primero, y a Bugallo por ser compañero de comisión directiva; que es socio del club desde 1966, actualmente vitalicio, fue directivo, vocal titular y secretario de prensa de 1989 a 1991, luego ocupó esos cargos desde el 2000 hasta 2002, y de 2004 hasta ahora fue vicepresidente segundo y ahora vicepresidente primero. Añadió que la secretaría de prensa informa a los socios lo que acontece en las subcomisiones del club y atiende al periodismo; que Brey fue presidente hasta el 17 de abril 2000 en que hubo una asamblea, aclarando que él no asistió por un problema personal, pero sabe que allí se le pidió la renuncia a la comisión directiva existente y se nombró a siete socios para poder seguir administrando el club hasta que hubo una nueva elección de autoridades; que el club estaba concursado en esa oportunidad; que era un club difícil y este grupo de siete personas se abocó a invitar a los socios caracterizados de la institución y ex presidentes a colaborar para levantar los compromisos que había, pero ninguno se acercó a colaborar ni se atrevió a tomar el cargo; que cuando asumió Bugallo no recuerde, había y cree ninguna que documentación estaba en un o libros, juzgado; que que él esa documentación la tuvieron para fines de 2001 o principios o mediados de 2002, pero fue bastante después de asumir la 176 Poder Judicial de la Nación comisión directiva; que no sabían qué actitud tomar con el concesionario, pues desconocían los términos del contrato; que hablaron con el síndico y le iban informando lo que pasaba día a día en la institución. Expresó también que en 1995 en asamblea se informó que una empresa quería tomar la concesión del club y muchos socios no estuvieron de acuerdo, otros sí, se pasó a cuarto intermedio y cuando él regresó a la asamblea ya se había aprobado la concesión del club a la “red Megatlón”; que en la primera asamblea explicaron que el contrato era muy positivo para el club, que tenía muchos beneficios, pero algunos lo entendieron y otros no; que por eso se hizo el cuarto intermedio y luego la asamblea lo aprobó; que Brey y la gente estaban satisfechos con la obra realizada por Megatlón; que la comisión directiva dijo que iban a inspeccionar las obras hasta que finalizaran, la parte edilicia y de construcción; que sabe que cuando terminaron las obras la pileta empezó a funcionar, pero no puede decir si estaba habilitada o no, pues ello le correspondía a la empresa concesionaria; que ellos tenían la habilitación para participar en torneos oficiales de la A.F.A., es decir que la cancha estaba habilitada para jugar partidos oficiales, y las demás actividades se desarrollaban en la parte social, pero ellos no estaban en ese tema; que el día del hecho no sabe si el natatorio estaba habilitado, sí sabe que estaba funcionando. Al exhibírsele la foja 68 del expediente de habilitación municipal, en cuanto se refiere a la intimación para realizar mejoras, expresó que nunca la vio, suponiendo que llegaban a la parte de Alvarez Jonte donde lo recibía la empresa “Megatlón”; que ellos no concurrieron a las autoridades, por ejemplo el Gobierno de la Ciudad, porque no tenían la documentación hasta que se las acercó el síndico; que después del fallecimiento de la niña trataron de conseguir la documentación necesaria para ver qué estaba pasando dentro de la parte social del club, pues no tenían cómo saber qué tenían que controlar o no controlar; que una vez recogida la documentación se empaparon de la situación y se contactaron con la gente de “Megatlón” y cree que se hicieron varias denuncias al Gobierno de la Ciudad para el control de este tipo de 177 cosas, también intimaron a “Megatlón”; que estas intimaciones las hizo la comisión directiva, salían por secretaría, es decir que él no vio las notificaciones pero las aprobaron en la comisión directiva; que era para que les explicaran cómo se estaba trabajando dentro de la empresa pues querían informarse, pero no sabe qué le respondieron. Añadió que antes de 1995 conoció la pileta, pues iba desde chico; que había una sola pileta y después de la concesión para él sigue habiendo una sola pileta, lo que hay al lado es una especie de piletón, pero aclara que ahora hace muchos años que no va a la pileta; que no conoce las normativas para piletas de matronatación ni si la pileta aludida tiene esta característica; que se enteraron del contrato de concesión a fines de 2001, principios de 2002, y la documentación estaba en el juzgado; que no reclamaron a “Megatlón” por este tema pues no sabían cuáles eran sus derechos; que no tiene conocimiento de la intimación que se le exhibió, como tampoco de que se hayan hecho reformas a la pileta por reclamos del Gobierno de la Ciudad; que los reclamos e intimaciones que ellos le hicieron a “Megatlón” eran porque querían saber cuáles eran los alcances del contrato, hacían referencia a todo lo que era la concesión, porque no tenían el contrato; que “All Boys” designó un representante para ver cómo se llevaba a cabo la explotación del natatorio, mandaron gente para el control de los socios pues querían ver cómo se manejaba la parte social, pero esto calcula fue después del 2002; que cree que “All Boys” hizo algún reclamo por unos termotanques mal instalados y que hicieron la denuncia al Gobierno de la Ciudad; que también hicieron algún reclamo a “Megatlón” porque la pileta estaba clausurada, pues querían ver cómo estaba la parte de habilitación después de lo que pasó; que no recuerda haber visto el estado de la habilitación, pero aclara que en esa época él era posteriormente vocal tuvo titular. reuniones con Asimismo expressó “Megatlón”; que de que la recaudación de las cuotas sociales “Megatlón” les daba un porcentaje de los socios activos, no recuerda el monto, pero la cifra estaba entre los doce y quince mil pesos; que no hicieron reclamos por el tiempo que estuvo clausurada la pileta, pero que él sepa no disminuyó el ingreso; y que conoce el estatuto del club. Preguntado especialmente si Bugallo tomó alguna medida para el desarrollo y protección de la niñez en “All 178 Poder Judicial de la Nación Boys”, respondió que sabe que cuando tomaron el club tenían la parte futbolística, pero no tenían nada de la parte social; que era un objetivo del club la protección del bienestar de la niñez; que Bugallo no tuvo injerencia en la actividad de la pileta mientras estaba concesionada y desconoce si se quejó por no tenerla; que una vez que tuvieron el contrato consultaron abogados y la opinión fue que era un contrato leonino, pues tenía muchas cláusulas en contra de la institución; que hubo charlas donde se habló de rescindir ese contrato, pero lo único que se rescindió fue el contrato de fútbol amateur que también estaba concesionado a otra empresa. GLORIA LETICIA MAISON expresó que con respecto al día del hecho su hijo le comentó algo que le llamó la atención, esto es que cuando sacaron a los chicos de la pileta tuvieron que dar una vuelta para no pasar por donde estaba la nena; que los llevaron a un lugar cerrado que tiene el club y les dijeron lo que había pasado, que es lo que al principio dice Sandro, pero después cuando uno empieza a preguntarle concretamente no tiene mucho que ver con lo que él vio; que no recuerda bien quiénes se lo dijeron, estimando que eran autoridades del club, profesores, los que estaban a cargo, ni recuerda qué le dijeron, pues desde entonces pasó mucho tiempo pero en aquel momento le llamó la atención; que cuando lo fue a buscar a Sandro le dio una versión y cuando le empezaron a preguntar en la casa se contradijo con el “cuento”. Añadió que Sandro le comentó que estaban haciendo un ejercicio en la parte más profunda, que tenían que hacer como un circuito, tirarse, ir nadando, salir y ponerse en fila, primero cree que estaban los varones, después las nenas, y no recuerda hoy con qué profesor lo estaban haciendo, con alguno de los dos; que según Sandro el profesor estaba sentado en el borde de la pileta; que en aquel momento Sandro sabía la ubicación de todos pero ahora lo duda; que en esa época su hijo sabía nadar y había aprendido a nadar ahí; que le parece que Florencia había empezado el día anterior o ese día, le parece que Sandro no la conocía, que no era compañerita; que según lo que le comentaba su hijo el profesor a veces estaba dentro o fuera de la pileta, según lo que tuvieran que hacer; que cuando Sandro empezó a aprender a nadar 179 ella fue a ver las clases, que estaba en la pileta chiquita, donde van los que no saben y eran poquitos nenes, aprendió con una profesora, esto a los cuatro o cinco años; que luego Sandro iba a la parte profunda; que no recuerda que le haya comentado que el profesor tuviera algún ayudante cuando iban a la parte profunda; que ella era y es socia del club y cuando anotó a sus dos hijos presenciaba las clases de natación; que cuando iban a colonia generalmente los podía ver mientras ella hacía sus actividades y no recuerda que haya habido un ayudante; le parece que cuando estaban en el agua se dividían en dos grupos, al haber dos profesores, un varón y una mujer, los que sabían nadar estaban en parte profunda con un profesor y los que no en otra parte con otro. Asimismo refirió que después del hecho sus hijos no volvieron ni al club ni a la colonia; que en aquel momento Sandro le comentó dónde estaba la guardavidas pero ahora no lo recuerda, estimando que debe estar en la declaración que dieron en ese momento; que con posterioridad al hecho tuvo contacto con los padres de Florencia; que ella al principio se negó bastante a encontrarse con la mamá, que vino reiteradas veces a su casa, y se negó por miedo, por no querer involucrarse, por proteger a Sandro, hasta que tuvo que enfrentar la situación, hablar con ella y entender lo que había pasado; que simplemente fue eso, una vuelta la señora la invitó a ella a la casa y le pidió que fuera con el nene: que si bien ella no lo llevó había escrito todo lo que había dicho Sandro y había hecho un croquis, y ese fue el primer y último contacto que tuvo con ella; que el croquis lo hizo el papá según lo que le relataba su hijo Sandro; que el croquis lo hicieron solos en su casa y ella no estuvo presente, añadiendo que a ella el tema la afectó bastante, le costó mucho hablarlo y enfrentar la situación, por eso le cedió el lugar al papá que tranquilo habló con su hijo y lo hicieron juntos. Al exhibírsele el croquis agregado a fs.100 vta. del expediente de la Defensoría, manifestó que es la letra del padre de Sandro y ahora que lo ve le parece que le dejó el original a la mamá cuando fue a la casa y ella no se quedó con nada. A otras preguntas respondió que los ejercicios que hacían en la colonia eran diversos, tirarse a la pileta, pasar por un aro, salir por otro lado, volver a la fila, poner una colchoneta sobre el agua con un agujero en el medio en la que los chicos entraban por abajo o 180 Poder Judicial de la Nación por arriba y salían por otro lado, cosas así, tirarse de palito, juegos, circuitos; que le parece que no eran actividades pautadas y salían en el momento, se ponían en fila, eran cosas simples; que no recuerda si había un profesor asignado para los chicos que no sabían nadar pero lo puede suponer, pero como Sandro sabía nadar no tenía que ver con su caso; que no recuerda que alguien le comentara algo sobre algún profesor el día del hecho, que faltara un profesor y ella se lo comentó a la querellante, pero sí recuerda otra cosa, que el día anterior o hacía dos días el profesor de los chicos había sido papá, que Sandro dijo que estaban en el borde de la pileta hablando de eso y los demás le preguntaban cómo había salido todo, cómo estaba el bebé, esas cosas; que Sandro no le comentó que hubieran realizado ejercicio que estuvieran por encima de sus capacidades, y en las clases que ella presenció tampoco vio nada que le llamara la atención sobre los ejercicios, siempre le pareció todo bien. Agregó que la mamá de Florencia vino varias veces a su casa, las dos primeras veces ella no estaba y se enteró por los vecinos, que una vez cree que estaba su hermana, que llegó a hablar con ella y le pidió que hablara con la señora; que al papá no lo conoció; que no recuerda con exactitud cuánto tiempo pasó hasta que habló con la madre, desde el hecho, pero fácil una semana; que no recuerda si Sandro estaba con el profesor que había sido papá pero sí que los chicos salían por donde los profesores estaban sentados, estaban ahí hablando en el borde de la pileta, este profesor con otros, no lo recuerda bien pero está en el croquis; que cuando dijo que las autoridades del club reunieron a los chicos no sabe si eran de Megatlón o del club All Boys, eran personas a cargo, pero no sabe adónde pertenecían; que el día que fue a la casa de la madre de Florencia no había algún otro adulto, que ella recuerde; que tampoco recuerda en qué ambiente mantuvo la conversación ni si le presentaron a alguien; que recuerda a una profesora de nombre Lucila que fue profesora de ella en el club, pero no fue profesora de sus hijos en la colonia; y que si hizo algún comentario a la madre de Florencia sobre esta profesora no lo recuerda. SANDRO MANUEL DAMILANO MAISON expresó que no recuerda 181 qué actividad hicieron ese día en la pileta ni qué actividades hacían habitualmente; que él había empezado a nadar y a ir a la pileta unos años antes; que en la colonia no recuerda si hacían actividades semejantes, cree que era más o menos lo mismo que cuado había aprendido a nadar; que eran una considerable cantidad de chicos pero no hablaba mucho con ellos, con un grupito nada más; que no recuerda a los profesores; y que tampoco recuerda a Florencia. MIGUEL ANGEL ICONOMOPULOS dijo que conoce a los imputados pero no tiene con ellos ninguna relación; que al día de hoy es director de la división de capacitación de “Megatlón” en el área de emergencias médicas; que él es guardavidas desde hace 20 años, técnico en anestesiología, instructor de la “Fundación Americana del Corazón” y estudiante de medicina, está en sexto año y le faltan cuatro materias para recibirse; que al 8 de julio de 2002 no trabajaba para “Megatlón” sino que alquilaba un espacio en “Megatlón Caballito”; que era rector del Instituto de Capacitación y Formación Profesional en el que tenían la carrera de guardavidas, que era una carrera terciaria y por ello estaban todo el día en el club, ya que la actividad docente y de rectorado implica estar todo el día en el lugar. Al exhibírsele las constancias de fs. 2352, reconoce la firma en dicha nota y el curriculum de fs. 2354/2357. Al preguntársele cuáles son los principales criterios de seguridad que rigen la actividad de un guardavidas, respondió que conoce la pileta de “All Boys”, que tiene 25 metros por 12 o 14; que de acuerdo a las piletas que conoce y el metraje que tiene para él debería tener un guardavidas, pues los criterios son por la cantidad de metros y por la cantidad de bañistas; que si se habla de chicos, si las actividades son conducidas y la parte de recreación de pileta libre se hace en la parte baja son condiciones excelentes de seguridad en el marco de un guardavidas; que la plataforma sobreelevada es de uso en el ámbito marítimo y permite ver a una persona en riesgo, delante o detrás de la ola y tiene una utilidad no constante, esto es, cuando la geografía y situación del mar lo ameritan, pero en el ámbito de una pileta normalmente no se utiliza ya que el trabajo del guardavidas es netamente preventivo y si se sienta en la silla elevada no permite desarrollar bien esta actividad; que en general los guardavidas utilizan la silla elevada para 182 Poder Judicial de la Nación descansar; que el concepto de silla alta para el guardavidas cumple ese rol, poder tener la misma visión sentado que parado y es diferente del mangrullo en el ámbito de la playa que tiene dos metros y medio, pero en la playa no es de uso constante, pues si hay poca gente se ve perfectamente, uno conoce la geografía, y por ejemplo si hay sudestada y la canaleta se hace profunda es necesario subirse para ver más allá de la ola. Añadió que estos criterios sobre cantidad de guardavidas son criterios internacionales, ellos toman esos criterios y tratan de adaptarlos al ámbito local; que por ejemplo para la reanimación de una persona ahogada uno toma esos criterios internacionales y los transmite a los guardavidas, es algo dinámico, va cambiando, los criterios en general son internacionales y los aplican al ámbito local; que si bien él no tiene experiencia internacional tiene alumnos y amigos que trabajan en España y sabe que allí los criterios tienen relación con los metros cuadrados de la pileta, por ejemplo, para piscinas entre 200 y 500 m2 se necesita un socorrista, de 500 a 1000 m2, dos socorristas y así suman socorristas según los metros cuadrados; que lo que más le llamó la atención es que las piscinas de menos de 200 m2 a veces no tienen socorristas, no tienen a nadie; y que en las playas tienen otro tipo de elementos, bolsas resucitadoras, defibriladores; que la enseñanza de la natación es una actividad conducida por un profesor, respaldada por el guardavidas en lo que se necesite; que él en diez años de playa aproximadamente participó en unos trescientos salvamentos y en pileta en ninguno porque el trabajo es preventivo, por suerte no le ha tocado; que si está mirando una persona que está nadando y se para en medio de un andarivel le llama la atención, pero puede ser porque se acomode algo o porque tiene una dolencia y esta es la prevención de un accidente; que en esas situaciones que vivió advirtió lo que ocurría por manifestaciones, la gente grita, pide auxilio, previo a la inconciencia, levanta las manos, quizás por agotamiento terminan no levantando las manos y se ve la cara de la persona, aclarando que en algunos casos lo pudo determinar por mirar la cara a través de los largavistas y es una cara de resignación, ya que la gente que se ahoga pasa por 183 ese período; que en la pileta es diferente, prácticamente uno lo puede advertir. Al ser preguntado sobre si conoce de lo que se trata este juicio y qué le parece que puede haber pasado, respondió que hay una figura dentro del ahogamiento que son los ahogados que no piden auxilio y allí se agrupan un montón de instancias, fisiología de la persona, patologías previas, pero hay un grupito que no da aviso, estos ahogados existen, muchas veces sacan personas del agua y no se entiende cómo se pudieron ahogar, porque no hicieron ningún tipo de manifestación. Agregó que entiende que habiendo una actividad conducida y una guardavidas en la pileta a no más de tres metros, si hubiera habido algún tipo de manifestación supone se hubiera visto, y si alguien hubiera levantado la mano y pedido auxilio la habrían visto; que no sabe quién dio la voz de alerta en este hecho y no conoce del suceso en concreto, sólo lo que le contaron y lo que leyó en los diarios; que si hay dos piletas con distinto nivel en relación al piso, ello no influye en la cantidad de guardavidas. Asimismo, expresó que tuvo que trabajar en el club “Barracas Central”, que era una pileta de dimensiones similares a la de “All Boys”, pero en lo más profundo tenía 1,80 o 2 metros y tenía un piletón, y el criterio era que las piletas anexas en general son piletas que sólo se utilizan bajo una actividad guiada por un profesor o bajo un padre que quiere entrar con su hijo menor, de lo contrario están cerradas; que, desde lo técnico, es difícil decir cuántos segundos tarda un niño de 3 o 4 años en perder la capacidad para respirar, pero como guardavidas diría que como el padre lo está mirando, no llega a estar cuatro minutos, el padre lo ve y lo levanta instantáneamente; que entiende que los niños no pueden perder la capacidad de respirar en treinta segundos, nadie deja de respirar en treinta segundos, a lo sumo pasarán algunos minutos hasta la pérdida de conciencia y luego se produce el paro respiratorio. Agregó que en el ámbito de la Capital Federal sabe que se utiliza la plataforma en algunas piletas, pero se emplea para descansar; que como director de la división de capacitación de “Megatlón” no tiene injerencia en la fijación de la cantidad de guardavidas que se van a colocar por pileta; que cuando dijo que “a lo sumo pasarán algunos minutos” quiere decir que la regla general es que la gente se ahoga en tres o cuatro minutos pero hay excepciones, pueden ser 184 Poder Judicial de la Nación 30 segundos, un minuto, un minuto y medio, son los ahogados silenciosos, por ejemplo que sufrieron algún tipo de trastorno y no piden auxilio; que capacita a la gente de “Megatlón” desde mediados de 2003 hasta la fecha; que no tiene vinculación con Bugallo o con la comisión directiva del club “All Boys”; que con respecto al informe que reconoció, recuerda que estaban rentando la pileta de “Megatlón Caballito” y conocía a algunas personas como Carlos Canavese, quien siendo también guardavidas le preguntó si oficialmente podía responder algunas preguntas que él le iba a hacer, entonces visitó el natatorio de “All Boys”, lo vio y se fue y también se le pidió el currículum. Respondiendo a lo preguntado por la Fiscalía, manifestó: que el guardavidas trabaja en equipo con el profesor que hace la actividad guiada, por ejemplo si se hace una actividad en parte profunda y con todos los chicos afuera, el guardavidas mira la actividad por cualquier problema que se pueda suscitar, pero también mira que los demás chicos de la pileta estén en el marco de la seguridad que esa actividad pretende, que los chicos no caminen por todos lados, es un trabajo en equipo, uno confía en el trabajo del otro y hacer su trabajo lo más profesional posible; que si hay reflejo en el agua, el guardavidas en general trabaja con anteojos de sol y se mueve en el perímetro de la pileta y si hay un punto ciego se corre hasta que lo vea, para poder ver el fondo o el lugar que no puede ver; que la altura desde la que se mira no cambia la incidencia del reflejo sino que cambia caminando el perímetro de la pileta; que en los casos de los ahogados que no hacen manifestaciones, cuando la gente está en parte profunda todos hacen cosas diferentes, recordando que hace poco salió un artículo que está en la “web” sobre un sistema de cámaras laterales en las piletas, llamado “Poseidón”, que son como sonares y detectan cualquier movimiento inusual en el fondo de la pileta, en ese caso se genera una prealarma que se dispara, se evalúa en los 10 o 15 segundos qué pasa y si sigue sin moverse se dispara una alarma sonora; que al mismo tiempo hay un monitor donde hay alguien que está mirando eso y guardavidas en el perímetro de la pileta que tienen “pagers” o vibradores que les indican dónde está y se tiran; que el artículo es muy 185 bueno porque habla de la cantidad de ahogados que hubo en los Estados Unidos y los casos que se pudieron salvar; que conoce las recomendaciones que dio el “Consejo Metropolitano de Guardavidas de la Ciudad de Buenos Aires” hace pocos meses y sabe que hay un Consejo Metropolitano, que está formado por personas de todos los sectores, guardavidas y no guardavidas, gente del sindicato, subsecretaría de de deportes, la y asociación mutual, esta hizo gente de algo la muy interesante, ha podido regular la actividad de los guardavidas en el ámbito de esta Ciudad, sacaron una libreta para los guardavidas de capital, que deben estar inscriptos en el Registro, ahora se pide la libreta y con esto se pudo organizar mejor la actividad de los guardavidas; que sabe que hicieron una normativa sobre seguridad, cantidad de guardavidas y elementos que tenía que haber en las piletas; que no sabe si “Megatlón” incorporó esas modificaciones porque él está en la parte de capacitación y se dedica a atención de las personas en emergencias médicas, pero sabe que la gente de “Megatlón” trabajó con esa normativa; que entiende que para algunas actividades hay un guardavidas más, pero aclara que no es su área, ya que se dedica a otra cosa, a capacitación y en esto “toca de oído”; que por ejemplo si llega un chico a una pileta y el guardavidas sabe que tiene un factor de riesgo, por ejemplo epilepsia, hay que dar aviso para que se ponga un profesor para su control; que para la prevención el guardavidas debe caminar la pileta, estar constantemente circulando, su actividad no es mirar el fondo sino mirando la actividad que se está haciendo, es la respuesta más lógica; que podría dar una respuesta ilógica y a veces uno cree que poner más guardavidas implica mayor seguridad, pero no es tan así, ello no implica que va a haber más seguridad en ese lugar y tiene experiencias personales de haber más de un guardavidas, muchos de ellos distraídos, que se relajan porque todos miran y nadie mira y eso implica un riesgo a tener en cuenta. JORGE ANÍBAL PHAGOUAPÉ refirió que no conoce a los imputados, sí a los padres de la víctima ya que hace algunos años era compañero de trabajo del padre de Florencia; que es guardavidas desde 1995 y actualmente es gerente de seguridad y salud ocupacional de una empresa de autopartes para sus plantas en Argentina y en Brasil; que con respecto al hecho lo supo a 186 Poder Judicial de la Nación través de los padres de la niña y entiende que ocurrió haciendo una actividad deportiva de aprendizaje en la pileta; que no conoce la pileta del club “All Boys” y conoce detalles a través de los padres de la niña. Añadió que la función de la plataforma sobreelevada es mejorar notablemente la perspectiva que tiene el guardavidas para ver tanto lo que ocurre en la superficie, como en el fondo de la pileta y se puede ver si hay alguna persona abajo que no dio voz de alarma; que en cuanto a cuántos guardavidas debe haber en una pileta donde hay chicos que no saben nadar la pregunta es difícil; que sabe que en la Capital hay una ordenanza que exige que haya dos guardavidas, pero entiende que en la medida que aumente la cantidad de personas y la superficie del natatorio debería haber más guardavidas; que entiende que los niños que no sepan nadar no deberían ir a la parte profunda y si estaban con un profesor él pediría que los llevaran a una zona más segura, como la parte baja, y si estaban solos en pileta libre les pediría que fueran a la parte baja; que el agua de las piletas se puede enturbiar por diversas razones, por ejemplo, presencia de material orgánico cuando va mucha gente a la pileta, también el tipo de agua, calidad del agua o las sustancias disueltas que hay en ella; que a veces sólo con el agregado de cloro se mejora la transparencia del agua, pero otras veces hay que agregar otras sustancias; que la función del disco negro al que se refiere la ordenanza es un disco contra fondo blanco de una medida determinada que tiene por objeto determinar si el agua está transparente y ver con claridad lo que hay en el fondo de la pileta, es una manera objetiva de saber si el agua está turbia o no y puede estar pintado o ser un objeto depositado en el fondo. Agregó que en su función los guardavidas deben preservar la vida de las personas, estar atentos a todo lo que ocurre dentro de la pileta, sobre todo en la parte profunda, y si hay una persona que se esté por ahogar o que se haya ahogado tienen que prestarle asistencia; que con respecto a quién tiene la autoridad en una pileta entiende que tiene que haber un coordinador de las actividades; que si un niño se lastima y el guardavidas debe salir del natatorio entiende que debería haber otro guardavidas que lo reemplace; 187 que la función de la canaleta perimetral es permitir que la persona se agarre, pase lo que le pase; que él conoce otras piletas y el sistema moderno, en el que el principio de funcionamiento es distinto a las viejas, tienen un borde que permite que la persona se pueda agarrar pero hoy el agua está a nivel del piso, antes estaba más abajo y estaba la canaleta; que la función esencial es permitir agarrarse en caso de tener la necesidad, si se tiene un inconveniente en el agua o la persona cayó accidentalmente al agua y no sabe nadar; que puede producirse algún resplandor o efecto espejo que dificulte la visualización, de hecho ocurre, pero todos los guardavidas trabajan con anteojos de sol, que les permite neutralizar ese efecto, además el efecto disminuye al estar sobreelevados por el grado de incidencia que tiene el reflejo sobre el agua; que tuvo muchos salvatajes, no con víctimas mortales, en el mar y en piletas, y en estas últimas personas que cayeron al agua accidentalmente y las sacó del agua, chicos que cayeron y se hundieron sin hacer nada, lo cual es muy común en los chicos, chicos que entraron a la zona donde el agua los tapaba o chicos que jugando y se van desplazando por la inclinación propia de la pileta; que hay chicos que se hunden sin hacer nada y en este sentido tuvo un caso que le quedó grabado, un chico se tiró a unos metros de él, se fue al fondo, tardó unos segundos y como no salía lo fue a buscar, encontrándolo quieto en el fondo de la pileta; que otros intentan nadar, pero como no saben cómo hacerlo tratan de moverse en el agua, pero no pueden salir; que no rescató a alguien donde hacía pie, pero un compañero suyo tuvo un caso extraño, una persona alta como él apareció ahogada en una pileta donde la profundidad no excedía los 80 centímetros, ello ocurrió en las piletas de “Villa Albertina” en Lomas de Zamora; que puede ser que la persona se desmaye o tenga distintos problemas y no sabe qué pasó en ese caso, pero sí que su compañero lo encontró flotando; que nunca vio o escuchó que alguien cierre el natatorio y haga salir a toda la población para ir al baño o para solucionar algún problema, aclarando que trabajó en piletas chicas y grandes, en el club “Villegas”, en otro en Lanús, cuyo nombre no recuerda, en “Villa Albertina” y también en el Sindicato de Trabajadores Municipales de Lomas de Zamora; que trabajó durante distintas temporadas, desde 1995 hasta hace cuatro años. Asimismo expresó que la flotación 188 Poder Judicial de la Nación vertical es estar flotando en esa posición sin desplazamiento, mientras que el nado “perrito” es una técnica rudimentaria de natación que permite el desplazamiento en el agua; que el nado “perrito” en los chicos es una técnica espontánea, es parecido a la técnica de correr, por ejemplo los chicos a determinada edad tienen la técnica de un atleta para correr, pero si no la practican se pierde, y así el nado “perrito” se pierde si no se continúa con la enseñanza de la natación; que lo ubica como algo espontáneo en chicos chicos, pero la edad es variable, ya que no todos tenemos las mismas condiciones; que el nado “perrito” se hace con la cabeza afuera del agua, es decir que se puede respirar; que la posición es la misma que utilizan los perros u otros animales para nadar, con las piernas y brazos debajo del nivel del agua, y se conoce como “nado natural humano”; que para un chico que tiene flotación ventral y sabe flotar parado, aprender a respirar, sacar la cabeza y tomar aire le lleva varias clases, pero es difícil precisarlo, ya que estamos partiendo de un nivel muy elemental de técnica que es saber flotar y estar horizontal en el agua; que la respiración es una de las partes más complicadas y depende de la técnica que se esté enseñando; que cuando los niños están con el profesor en la pileta la actividad no debería ser coordinada con el guardavidas, pues la atención de éste debe dirigirse sólo a la gente que está en la pileta, no a otras actividades. Añadió que él no es instructor de natación; que la carrera de guardavidas dura un año calendario y no hay materias de enseñanza de natación para niños; que lo que ha manifestado sobre la enseñanza lo sabe porque es guardavidas y nadador desde los seis años; que ha competido muchos años, además su esposa es profesora de educación física y de natación y guardavidas, al igual sus cuñados, y si bien no tiene formación académica como profesor ha pasado muchas horas de su vida en la pileta; que el club “Villegas2 queda en Remedios de Escalada y la pileta tenía originalmente 33 metros, pero luego se puso una pared divisoria a los 25 metros; que la del club de “Lanús” también tenía 25 metros, al igual que la de “Lomas de Zamora” que mencionó; que en la ciudad de Buenos Aires no se desempeñó como guardavidas; que no conoce el reglamento para guardavidas 189 de la Provincia de Buenos Aires, decreto 27/89; que no sabe cuántos guardavidas exige la provincia de Buenos Aires, pero sí la ciudad de Buenos Aires, porque a través de los padres de Florencia tuvo acceso a la ordenanza; que cuando estudió no le comentaron cuántos guardavidas tenía que haber en una pileta; que si bien no sabe cuántos guardavidas establece la norma provincial, él ha trabajado en piletas más grandes, las de “Villa Albertina”, y si se sentía desbordado por la cantidad de personas, le exigía al dueño que pusiera más guardavidas, pues en su caso no iba a volver, aclarando que eran piletas superiores a 25 metros; y que en las de 25 metros no se sentía desbordado. Al ser preguntado si lo que dijo sobre que el responsable de una pileta institucionalmente es un coordinador surge de alguna norma, respondió que en la pileta de “Villegas” había un coordinador administrador de de pileta colonias que y en coordinaba el invierno actividad de un los profesores y los guardavidas; que si, más allá del responsable administrativo de la pileta, como guardavidas advierte que aquélla no tiene condiciones suficientes de seguridad para los bañistas tiene facultades como para cerrarla, o al menos para hacer el intento, pero él nunca tuvo la necesidad; que en piletas de 25 metros estando solo como guardavidas le parecía que se daban las condiciones de seguridad; que no conoce el decreto 4030/75 de piletas y natatorios de la provincia de Buenos Aires; que él estudió en la “Escuela Argentina de Guardavidas” en Remedios de Escalada; que no le enseñaron que tenía que haber un guardavidas por pileta pero le parece elemental, no razonable, y cuando tuvo acceso a la ordenanza de la Ciudad de Buenos Aires se dio cuenta de la necesidad de dos guardavidas, pues es común que se lastime un chico o por algún motivo el guardavidas tenga que salir de la pileta; que no es miembro del “Sindicato Único de Guardavidas y Afines” ni de la “Mutual de Guardavidas” y no trabajó en La Plata; que no conoce el “Consejo Metropolitano de Guardavidas” de la Ciudad de Buenos Aires, tampoco sus resoluciones y de la ordenanza que mencionó conoce sólo algunos detalles; que con respecto a otros sistemas de limpieza de la superficie de agua distintos de la canaleta, entiende que hay otro sistema que trabaja por desborde de la pileta; que lo que sabe sobre el “skimmer”, es que es una marca de un sistema pero nunca lo vio en la 190 Poder Judicial de la Nación práctica, entiende que trabaja por desborde de la pileta; que desconoce a qué altura debe estar la plataforma sobreelevada, pero depende mucho de dónde se vaya a ubicar la plataforma ya que no es lo mismo tenerla en el borde de la pileta que a cinco o diez metros; que en una pileta de 25 metros entiende que debería estar a un metro y medio por lo menos si está muy cerca de la pileta y el guardavidas debería estar sentado allí. Al ser interrogado nuevamente sobre las generales de la ley, aclaró que no tiene relación laboral actual con el querellante y cuando la tuvo no tenía relación jerárquica, pues estaban en distintas áreas; que ha sido guardavidas durante clases de natación; que entiende que no debería ponerse chicos en la parte profunda que no saben nadar, tampoco para las clases; que si el niño sabe nadar “perrito” y se tiran de a uno podría realizarse el ejercicio en esa parte con un docente exclusivo para ellos; que sabe que es común que se ponga a cargo de un mismo profesor chicos con distintos niveles de aprendizaje de natación, que se simplifiquen los niveles para abajo, básicamente es hacer las actividades para que todos los chicos del grupo las puedan hacer de una manera segura y que se facilite el aprendizaje; que nunca vio que un guardavidas camine el natatorio interrogando a la gente sobre su nivel de natación y no le parecería una práctica correcta, pues el guardavidas tiene que dedicarse a vigilar lo que pasa en la pileta, no a hablar con la gente que está afuera; que en el caso que relató del niño que se sumergió éste no reaccionó de ninguna manera, quedó inmóvil; que él estaba en la parte honda, parado en el borde y el chico estaba a unos metros suyos, aclarando que esa pileta no tenía plataforma sobreelevada y que el niño estaba consciente cuando lo sacaron, por lo que no fue necesario hacer tareas de reanimación; que en la provincia de Buenos Aires las plataformas sobreelevadas que vio en general eran una estructura metálica con una escalera que permite poner una silla arriba para que se siente el guardavidas, por ejemplo, así es en el club “Villegas” pero en las otras que estuvo no había, aunque en “Villa Albertina” había un lugar donde el terreno estaba sobreelevado; que cuando habló de otros sistemas de canaleta donde se llevaba agua hasta el borde, un 191 poco más atrás en el piso está la canaleta que tiene una rejilla y el borde tiene una forma apropiada que permite asirse. PABLO BREY expresó que fue presidente de “All Boys”, por lo que conoce a Bugallo y también a Storchi; que fue presidente del club desde mediados de 1994 a mediados de 1996 en un primer período, designado en asamblea por unanimidad sin elecciones, y en el segundo período, 1996/1998, fue elegido por asamblea como único candidato; que en junio de 1998 hubo una elección que dio lugar a su tercer período, de 1998 a 2000 y en este último año hubo una asamblea donde prácticamente lo echaron del club; que entonces el dicente se presentó ante el juez de la convocatoria y ante la A.F.A. y lo reconocieron como presidente hasta representación empresa que no el del se fin club de un llamaba su mandato; contrato de “Megatlón” que suscribió concesión sino con “Nuevos en una Clubes Argentinos”. Al exhibírsele el contrato fotocopiado a fs. 137, reconoce su firma, advirtiendo que se contradice con lo que ha dicho, pero en la práctica todos los que figuran ahí, Storchi y otros, que eran cinco, formaban la empresa, recordando ahora, la denominación “All Boys 2000 en formación”. Aclaró que él no tenía nada que ver con esa sociedad, pero sí conoce a las personas que la representaban y con las que contrató; que durante su gestión como presidente del club entiende que la empresa concesionaria cumplió con las obras prometidas, que si bien él no es experto en construcciones y no recuerda ahora lo que pasó en esos años, no hubo problema con las obras; que él se enorgullecía porque “All Boys” pasó de ser un club donde no se podía entrar a la parte social, con menos de 800 socios con la cuota al día, a más de 5000 con cuota al día; que además en dos oportunidades la asamblea de socios tomó conocimiento de que el club no podía mantener las instalaciones dignamente, incluso en la misma reunión caía agua de la pileta que los mojaba, entonces creyeron que la decisión de contratar a la empresa fue muy buena; que de hecho sigue hasta hoy y cree que cumplió con todo lo que decía el contrato, aunque no lo recuerda; que no sabe qué decía la cláusula 4a. pero ellos ejercieron siempre control sobre todo; que él iba todos los días cuando dejaba su trabajo, de saco y corbata, miraba todo y no tenía nada que decir, y si lo había se presentaba a la 192 Poder Judicial de la Nación empresa, pedía que lo corrigieran y lo hacían; que además sus hijos y sobrinos iban a esa pileta; que él concurría desde chico, cuando tenía 13 años; que entiende que comenzó a ser explotada por “Megatlón” en 1995 pero no recuerda si se terminó allí la obra; que en ese año ellos empezaron a visitar algunos clubes que ya regenteaba o tenía la concesión “Megatlón” para ver qué trabajo hacía, para ver si lo que le contaban era real, esto fue en 1995; que las obras fueron aprobadas por su gestión, pero no cree que haya documentos firmados al respecto, además desde que se fue del club hace siete años no volvió a pisarlo; que hasta que se fue no pueden decir nada que no se haya cumplido; que no conoce la normativa vigente respecto del natatorio, pero cuando tenía 12/13 años ya cumplía con las normativas vigentes, de lo contrario sus padres no lo habrían mandado allí. Agregó que él firmó un papel para los organismos que permitían que la pileta funcionara, porque era una continuidad de lo que el club tenía, por lo tanto recuerda haber firmado algo que autorizaba a que la pileta siguiera funcionando como estaba; que él no era guardavidas, pero como presidente sabía que la responsabilidad no se delega, incluso ya había habido un episodio anterior donde murió un niño; que él y sus compañeros de la comisión directiva, el vicepresidente Castilla, el secretario Torrente, Fernando Espósito, mandaban sus hijos a ese natatorio. Aclaró que el episodio de ese niño que falleció ocurrió cuando él tenía 13 o 14 años y murió electrocutado porque la pileta tenía una conexión de luz en aquel momento; que cada vez que veía algo que podía perjudicar a alguno de los socios a quienes representaba o por quienes respondía exigía la corrección, por ejemplo escaleras muy mojadas, bombitas que se quemaban y no se cambiaban, es decir que controlaba todo lo que podían controlar, además todos los carnets llevaban su firma; que cuando se fue del club el natatorio estaba habilitado, pero no sabe a qué llaman habilitación, aclarando que su trabajo hoy en día es con un horno crematorio, del cual pidió la habilitación en 2002 y le dijeron que están revisando los expediente desde 2003 y que todavía no llegó el suyo, pero el horno está funcionando; que no sabe cómo funciona en la Ciudad de Buenos Aires, pero para 193 él la pileta estuvo siempre habilitada, que ello era su deber, nunca lo dejó de asumir y estaba habilitada. Asimismo manifestó que al 12 de febrero de 2001 él no era presidente de “All Boys”, suponiendo que lo era Bugallo; que él estuvo hasta julio del 2000 y luego no volvió más al club; que él iba semanalmente al club, no iba a la mañana cuando van los chicos de las escuelas ni estaba todo el tiempo, pero cuando iba revisaba todas las instalaciones y también las de la cancha de fútbol; que iba con los bomberos para ver si el chorro llegaba hasta la última tribuna, añadiendo que el presidente no puede dejar de hacer nada de eso ya que es el último responsable y está seguro de que se hacía todo bien; que Bugallo nunca le dirigió la palabra ni le pidió el contrato de concesión, tampoco atendió a sus abogados, pese a que él es uno de los acreedores mayoritarios de la convocatoria, y jamás conversó con él, aclarando que nunca reclamó esta suma hasta el día de hoy. Añadió que no sabe si se renovó el contrato de concesión, pero supone que sí porque está la misma empresa y la misma gente; que él no tenía incidencia en el nombramiento del personal de esta sociedad, pero podía pedir que lo separaran, de hecho lo hicieron con un empleado que atendía mal al público; que no tenían injerencia en el nombramiento de profesores de educación física o guardavidas, pero si les parecía que no cumplían con lo que el club pretendía pedían que los cambiaran; que no recuerda quién era el guardavidas en 1995, seguramente la conoció, pero no la recuerda; y que a los profesores de educación física si los ve los recuerda, pero no tiene presentes los nombres. JUAN JOSÉ TORRENTE expresó que ocupó el cargo de secretario general del club “All Boys” bajo la presidencia del señor Brey y recuerda que firmó el contrato de concesión. Al exhibírsele el contrato fotocopiado a fs. 137, reconoce su firma. Añadió que en esa época la empresa se denominaba “Nuevos Clubes Argentino”; que ahora que observa el contrato advierte que la sociedad se llamaba “All Boys 2000”; que cree que las obras a ejecutar no tenían una fecha límite, había ampliaciones y anexos que se podían seguir haciendo según las necesidades que tuvieran; que la concesionaria cree que cumplió con los plazos pactados; que ellos como comisión directiva prestaron conformidad con lo realizado; que ellos actuaban dentro del 194 Poder Judicial de la Nación club y éste recibía el arancel, cree que la primera parte de las obras se inauguró en 1997, fecha en que le parece también empezó a funcionar el natatorio; que dentro de sus posibilidades como dirigentes y con los conocimientos que tenían supervisaron la ejecución de las obras, todo era muy novedoso y muy bueno, se iban inaugurando cosas; que lo que supervisaban era ver si funcionaba todo; que les explicaron los proyectos y les mostraban planos, pero ellos no llamaron a algún técnico; que había una persona en la comisión directiva que era maestro mayor de obras; que ellos no tenían posibilidad de crédito ni de inversión, les sacaron terrenos, la pileta perdía, entonces con la concesión se mejoró notablemente todo; que supone que supervisaron el cumplimiento de la clásula 22a. respecto de las habilitaciones, ya que habitualmente había controles municipales, inspecciones; que el natatorio estaba en funcionamiento desde antes de contratar con la empresa y después siguió funcionando, por lo que entiende que estaba habilitado; que en el club había un libro de habilitaciones y otro de inspecciones; para los encuentros de fútbol viene gente de la Policía y del Gobierno de la Ciudad y habilita el estadio, supone que para esta parte del club también había; que ellos no tenían injerencia en el nombramiento del personal del natatorio, que él recuerde. A preguntas que le efectuó la querella, respecto a quién ejercía la presidencia al 9 de enero de 2001, expresó que ellos se retiraron, o “los retiraron”, el 17 de abril de 2000, hubo un período donde un grupo manejó el club y luego una elección donde resultó presidente Bugallo. A otras preguntas respondió que para él el responsable de que el natatorio estuviera habilitado debía ser la gente que había concesionado con ellos; que cuando cambiaron las autoridades no sabe si Bugallo pidió el contrato de concesión; que cuando Bugallo asumió el cargo no estaba presente, porque no concurrió a la asamblea; que el club tuvo un pedido de quiebra en un juzgado comercial; que se trató de transformar en concurso preventivo, y para ello necesitaban una asamblea para aprobarlo, ésta lo aprobó y les pidió que renunciaran a la dirección del club; que él sigue siendo socio, pero ya no perteneció a la comisión directiva, al día de hoy es vitalicio; 195 que Bugallo era parte de la asamblea, ya que concurrió a la misma; que había cerca de quinientas personas; que el voto de Bugallo no recuerda en qué sentido fue. Respecto a otras preguntas que se le efectuaron en relación a las habilitaciones respondió que supone que firmaba papeles, aclarando que ellos estaban muy pendientes del tema del fútbol ya que la parte social se había concesionado, pero si éstos le pedían alguna nota, por ejemplo, para solucionar el problema del gas, calcula que el pedido de habilitación se tiene que hacer con firma de la presidencia del club; que a partir de la concesión, que incluía no sólo la pileta sino también el gimnasio, donde se practicaba básquet, la parte de aparatos, boxeo, etc, paulatinamente fue creciendo la cantidad de socios, a medida que se iban conociendo lo bien que estaba el club y también por una buena campaña futbolística; que se fue llegando a un aumento del número de socios, cree que ellos percibían un cincuenta por ciento deducidos los gastos, la cuota social eran catorce pesos, cree cinco pesos por socios, según el mes, los descuentos, etc, por lo que cree que era cinco pesos; que a partir de tal cantidad de socios el canon era mayor; que el canon se calculaba sobre la cuota social; que el régimen de la colonia cree que era distinto; que cuando asumió Bugallo toda la documentación por triplicado estaba en el juzgado comercial. Agregando finalmente que iban colegios a practicar natación a la mañana, esto fue luego de la concesión; que estos colegios le parece que eran privados, de “Devoto”, “Villa del Parque”, aclarando, que no lo recuerda bien porque pasaron muchos años; que ellos no fueron los primeros en concesionar el club. MARÍA ANGÉLICA MÖLLER expresó que es tía de la víctima y hermana del padre de ésta pero no obstante ello será veraz; que ella trabaja en el campo de la psicología educacional, es docente por concurso en la Universidad de Córdoba y se desempeñó veinte años en un área de apoyo escolar del Ministerio de Educación de la Provincia; que en una ocasión recibió una llamada de alguien de “Megatlón”; que cuando pasó lo de Florencia, que fue un lunes, no consiguieron pasaje para esa misma noche, viajaron a la mañana siguiente, el martes 13; que cuando ellos llegaron los papás habían ido a la morgue, ya que el entierro era esa tarde; que en un momento determinado sonó el teléfono y alguien que se identificó como Julio César 196 Poder Judicial de la Nación dijo que quería dejar un mensaje, refiriendo ser encargado del club, por lo cual les mencionó que los papás no estaban y al recibir dicha contestación le pidió si podía tomar un mensaje para ellos; que el mensaje era que les dijera que sabía que en estos casos hacen falta muchas cosas, recursos, y que les transmitiera a los papás que podían contar con el dinero que necesitaran; que también le preguntó quién era ella, ella respondió que era una tía y que los papás estaban en la morgue, entonces el sujeto le pidió que no cortara y le dijo “disculpe que insista pero le quiero decir que yo dispongo de mucho dinero, de todo el dinero que ellos quieran pedir”, entonces tal insistencia le chocó por lo que le dijo que ellos ahora no estaban pensando en dinero, ese fue todo el diálogo; que le dolió mucho. ANAHI Subsecretaría de TIMPANO señaló Deportes de la que trabajaba Ciudad, ex en Dirección la de Deportes por eso puede ser que alguna vez haya visto a Storchi; que no tuvo relación con esta causa, sí tomó conocimiento cuando citaron al entonces director de Deportes, Waldo Kantor; que la Secretaría de Deportes no estaba a cargo de habilitaciones, que era una dirección aparte; que Deportes cree que dependía de Desarrollo Social o de Medio Ambiente; que esa secretaría con respecto a los natatorios no tenía ninguna función; que en este momento la verificación la hace la Dirección de Habilitaciones. LUCIANA MARCELA MIGUEZ expresó que conoce a Storchi y a Giraldi, después del hecho conoció a todos los imputados; que al momento del hecho ella era abogada de “All Boys 2000 S.A.”, trabajaba en la parte de legales de la empresa; que ya no forma parte de la misma. Relevada del secreto profesional contestó que con relación al trámite interno de las intimaciones que llegaban por la calle Alvarez Jonte, quiere señalar que cuando llegaba alguna intimación o notificación de cualquier tipo por Jonte 4180 era recibida en la recepción de esa sede y la “jefa” de personal administrativo de la sede lo hacía llegar al gerente de esa ubicación, que en el caso de “All Boys”, era Rubén González y éste lo remitía a las oficinas centrales de “Megatlón”, a Guido Miguez, que era el director operativo y 197 entiende sigue siéndolo hasta la fecha; que Bugallo no conoció la existencia de esas intimaciones, al menos mientras ella trabajó allí, que fue hasta hace un año y medio; que no se las hacían llegar y no las conocía; que eran temas que resolvían ellos y el nombrado no tenía que ver; que tampoco de las intimaciones se lo informaba, tampoco de las inspecciones, que las atendía “Megatlón”; que entiende que la sociedad en formación quedó inscripta en 1995, a más tardar en 1996. A preguntas que le formuló la querella respondió que es cuñada de Fernando Storchi y Guido Miguez es su hermano. Al exhibírsele el escrito de fs. 69 del expediente de habilitación, reconoce su firma. Explicó que en esa nota se pedía al Gobierno de la Ciudad que se actualice la habilitación del natatorio de “All Boys”; aclaró que recuerda haberlo visto con Guido Miguez, ellos querían que se actualice la habilitación municipal que el natatorio ya tenía, por la derogación y la existencia de la nueva ordenanza municipal; que conoce las diferencias entre un otorgamiento y una actualización, la habilitación ya estaba otorgada pero la normativa había cambiado a pesar de no haber sido reglamentada; que las intimaciones del Gobierno de la Ciudad no recuerda a quién se dirigían, ella abogada de muchas otras sociedades y ubicaciones que forman parte de “Megatlón”, pero más allá de a quién se dirigieran ellos son los que se ocupaban; que ella trabajó diez años como abogada de la empresa; que todo lo que llegaba “Jonte” tenía que ver con temas de llegara los algo espacios concesionados, relacionado con la salvo que cancha, por que error siguió perteneciendo al club; que ellos quizás por error intentaron solucionarlo, recuerda una vez el tema del baño de la tribuna popular, pero si tenía que ver con los espacios concesionados lo resolvía “All Boys 2000”, que tenía los planos de las reformas efectuadas y la documentación. A otras preguntas respondió que Bugallo no re requirió el contrato de concesión. Al ser preguntada sobre la cláusula 22 del contrato de concesión, respondió, que los trámites que hacía de sectores concesionados se relacionaban con esta obligación contractual; que no recuerda si le dieron mandato por escritura. Durante el debate se incorporaron por lectura las siguientes declaraciones testimoniales 198 prestadas en sede Poder Judicial de la Nación instructoria: Lo expuesto por MARCIO MAXIMILIANO BARCELO MANELLI quien manifestó a fs. 176/176 vta. (sic): “vi que a la chica le estaban haciendo respiración boca a boca afuera del agua y todos los que estaban alrededor fueron a ver y la nena no reaccionó. Yo soy del mismo grupo de la nena, porque tengo 7 años y estoy con los de 8 porque Julio, que es el coordinador, me dejó ir con los mas grandes, porque estoy por cumplir lo 8 años. Yo estaba en la pileta con otro grupo con el profesor Marcelo haciendo pileta libre y la nena estaba con la señorita, pero no me acuerdo el nombre, haciendo actividades adentro de la pileta. Que los chicos del otro grupo se tenían que tirar a la pileta, tocando la mano a la señorita e ir nadando los que querían hasta donde estaba el profe y los que no querían podían salir de la pileta y ponerse la toalla. Que no vi a la nena cuando se tiró a la pileta, pero el profesor Marcelo me contó que los chicos le habían dicho que la nena quiso salir de la pileta, subiendo dos escalones de la escalera y se desvaneció y se cayó al agua. Que la señorita la sacó rápido de la pileta y le hicieron respiración boca a boca. Que no se nada más de la nena. Que en la colonia se dividen en grupos, si son muchos se dividen en tres, si son menos en dos y si van muy poquitos solo uno. Que por grupo hay un solo profesor. Que ese día había solo dos grupos uno con Marcelo y otro con la señorita. Que en los grupos comemos juntos, hacemos deportes y vamos a la pileta. Que después de comer nos dicen que no nos podemos meter a la pileta enseguida, sin que los profesores nos autoricen, que es por seguridad y que no nos tiremos de cabeza en la parte bajita. Que el día de la nena, antes de meterse dejamos las toallas y las ojotas, y cuando los profesores nos dicen que nos tiremos, nos tiramos, pero no me acuerdo qué hicimos antes de la pileta”. Lo testimoniado por MARIANO DANIEL APARICIO quien a fs. 177 dijo (sic.) “Yo estaba con el grupo de Cecilia estaba también Florencia. Que ese día jugamos al hockey abajo del sol ni bien llegamos y después nos cambiamos y fuimos a la pileta todos juntos. Que en el grupo de Cecilia estamos todos los chicos que todavía no sabemos nadar muy bien. Que primero nos 199 metimos los chicos del grupo de Cecilia en la parte bajita y jugamos a la mancha puente, teniendo que pasar por abajo de las piernas de los compañeros. Que estuvimos jugando como quince minutos y después nos fuimos los del grupo de Cecilia a la parte profunda. Que salimos de la pileta y por afuera fuimos hasta la parte honda. Que una vez allí nos dijo Cecilia que hiciéramos una fila para tirarnos de a uno y ella se metió en la pileta y se quedó a una distancia para agarrarnos para que no nos fuéramos muy abajo. Que una vez que nos agarraba enseguida nos sacaba y nos dejaba que nadáramos solos hasta la escalera. Que a los que no sabemos nadar bien nos llevaba hasta la escalera tomados de su mano. Que eso es lo que me pasó a mí porque me tiré y no llegué a sumergirme que Cecilia me agarró y me llevó a la escalera. Que yo fui casi el último, después de Florencia, dos nenes más y después vine yo. Yo no vi a Florencia cuando se tiró pero sí a los otros nenes, pero no me acuerdo de sus nombres. No estaba atento porque estaba mirando para el solarium. Que me di cuenta que era mi turno porque Cecilia me dijo que me tirara. Que cuando me tocó el turno y después de que salí del agua, escuché que Giuliano, un amigo mío gritó que había algo ahí abajo, una nena. Que enseguida todos agarramos la toalla, nos pusimos las chancletas y nos sacaron de la pileta. Que yo no vi a la nena en el agua pero sí cuando la sacaron. Que la sacó la salvavidas que estaba antes justo entre la parte profunda y la bajita. Que Marcelo que estaba con otros chicos en la parte bajita también ayudó a sacar a Florencia del agua. Que apenas sacaron a la nena todos nos fuimos a los vestuarios y no pude ver mas nada. Que Florencia sabía nadar pero no mucho y estaba aprendiendo, pero no le tenía miedo al agua. Que yo fui amigo de ella y conversaba con la nena y nunca dijo tenerle miedo al agua. Que Marcelo, después de que se cambiaran nos dijo que no nos preocupáramos porque Florencia había abierto los ojos. Que Cecilia lloraba mucho después de que se cambiaron y cuando estaban camino para el vestuario”. Lo vertido por IVANA ANTONELLA CUDICIO quien declaró a fs. 260 (sic) “nos estábamos tirando desde una tabla que estaba en el borde de la pileta, hacia el interior de ésta. Que nos tirábamos de a uno por vez mientras que la profesora Cecilia estaba adentro de la pileta. Que cuando nos tirábamos 200 Poder Judicial de la Nación de a uno, teníamos que nadar un poco en el agua e ir para la escalera de la parte profunda para salir. Que la última vez teníamos que ir nadando para la parte bajita. Que Cecilia nos miraba solo cuando nos tirábamos y un poquito mas, porque después tenía que mirar al otro que se tiraba y ya no los podía mirar a los que iban para la escalera. Que cuando ibamos yendo para la escalera, Cecilia daba la orden de que se tirara otro chico. Que había dos grupos de chicos, uno con Cecilia y el otro con Marcelo. Que hacíamos ejercicios los dos grupos en la parte bajita y en la honda y nos intercambiábamos, pero en la mayoría estaba Marcelo en la parte profunda. Que Florencia estaba en lo hondo conmigo y con lo demás chicos haciendo el ejercicio que conté. Que creo que Florencia se tiró después que yo. Que no vi que pasó con Florencia, porque solamente la vi del pecho para abajo, cuando le estaba haciendo respiración boca a boca. Que tampoco escuché cuando la encontraron porque me tenía que ir a lo bajito como había indicado Cecilia la última vez. Que la señorita Cecilia decía que Florencia se tenía que arrodillar y no meter la cabeza en el agua, pero cuando nadaba la metía. Que eso lo dijo Cecilia ese mismo día, según creo, en un momento estábamos haciendo mancha sentada en la pileta. Que no era muy amiga de Florencia pero nada más era compañera y la veía, pero no hablaba mucho con ella. Que después me enteré por dos chicos, uno de ellos de nombre Giuliano y el otro que no recuerdo, que el primero la había encontrado a Florencia por debajo del agua, cerca de la raya roja, que divide la parte baja de la profunda. Que Giuliano me dijo eso, que la había encontrado allí, porque el también estaba yendo para lo bajito. Que en total eramos como veinte chicos, divididos en grupo de ocho a diez cada uno”. Lo declarado por FACUNDO EMANUEL BELLINO quien dijo a fs. 265/265 vta. (sic) “estaba con el grupo de Marcelo en la parte bajita. Que Florencia estaba en lo mediano con la profesora Cecilia y otros chicos. Yo estoy en el grupo de los que van a lo hondo con Marcelo pero cuando estamos en hora libre vamos a la parte bajita, por eso estaba allí ese día. Que entonces el otro grupo pasó al otro lado de la pileta y por eso Florencia estaba con Cecilia en la parte mediana donde ya no se 201 hace pie. Que vi lo que estaban haciendo en el grupo de Cecilia. Que los chicos se tiraban de a uno y hacían como una especie de cuadrado en el agua y salían por la escalera de la parte mediana. Que Cecilia los miraba desde adentro del agua y les decía que se tiraran. Que no vi a Florencia cuando se tiró ya que estaba en mi grupo con Marcelo distraído. Que vi cuando el doctor le estaba haciendo respiración boca a boca a Florencia, afuera de la pileta y Cecilia lloraba, pero no vi cuando la sacaron del agua. Que Cecilia les contó a todos los chicos, cuando salieron de la pileta que ella había visto que Florencia se había agarrado de la baranda y que entonces se puso a mirar al otro chico que se tiraba y no dijo mas nada. Que nunca estuve en el grupo con Florencia, porque siempre estoy con Marcelo, por lo que no hablaba con ella”. Lo manifestado por JUAN IGNACIO JAIME quien expuso a fs. 267 (sic) “yo estaba en el mismo grupo que Florencia con la señorita Cecilia y Marcelo. Yo, ese día no podía entrar a la pileta porque tenía otitis y estaba sosteniendo una tabla en el borde de la pileta para que no se caiga al agua y que los demás se pudieran tirar. Que los demás chicos tenían que deslizarse por la tabla hacia el agua y yo la sostenía. Yo estaba viendo a la señorita a quien había que tocarle la mano cuando se tiraban los chicos y después tenían que ir a la escalera. Yo la vi a Florencia cuando se tiró sentada deslizándose por la tabla en la parte mediana de la pileta. Que Florencia tocó la mano de la señorita y después de ahí no la vi mas a la nena porque estaba mirando fijamente a la señorita para que me dijera cuando se tenía que tirar el otro. Que una vez que le tocaban la mano a Cecilia ésta daba la orden para que se tirara el otro. Que no vi que hizo Florencia después que le tocó la mano a Cecilia. Que después de Florencia se tiró otro nene y le tocó la mano a Cecilia y no me acuerdo bien si fue ese chico o el siguiente que dijo que había una chica ahí abajo, casi llegando a la escalera. Que le parece que el nene que la vio era Giuliano. Que Cecilia llamó a la guardavidas y ésta última se tiró a salvar a la nena. Que vi cuando sacaron a la nena del agua y después nos mandaron a todos a los vestuarios, por lo que no vi mas nada. Que yo no hablaba con Florencia porque en realidad siempre estoy con los chicos que van a lo hondo y ese día como no me podía meter por la otitis, estaba ayudando a que se 202 Poder Judicial de la Nación tiraran a la pileta. Que los que van a lo hondo son los del grupo de Marcelo. Que no se si Florencia sabía nadar ya que siempre estoy con los chicos que van a lo hondo. Que no se cuantos chicos hay en cada grupo. Que cuando fuimos a los vestuarios Marcelo y Cecilia nos decían que nos calmemos y que esperemos noticias. Que después tomamos la merienda y nos fuimos, así que no supe mas nada”. Lo dicho por CANDELA PALACIOS MONTI quien manifestó a fs. 268/268 vta. (sic) “yo estaba en el grupo con Florencia con la profesora Cecilia. Que ese día estábamos tirándonos de una tabla hacia la pileta. Que teníamos que tirarnos desde la parte mediana de la pileta y después de nadar croll hasta la escalera que estaba en lo mas hondo y salir para sentarnos en el borde. Que Cecilia estaba adentro de la pileta teniendo la tabla para que no se caiga. Yo me tiré segunda y Florencia estaba antes de los dos últimos chicos, mucho más atrás. Que yo vi a Florencia que se tiró desde la tabla y salió nadando, pero un poquito, porque no vi cuando se fue para abajo. Que Cecilia estaba en el borde teniendo la tabla. Que la señorita nos contó después, cuando tuvimos que salir de la pileta, que Florencia se había hundido en la escalera, que se había ido para abajo. Yo solamente vi a Florencia cuando estaban tratando de hacer que respire, pero no vi quien la sacó. Que Cecilia nos contó que la había sacado la salvavidas. Que Florencia sabía nadar. Que el ejercicio lo estábamos haciendo en los honda de la pileta y ahí está la escalera donde nos dijo Cecilia que se fue para abajo. Que un varón de nombre Giuliano fue el que nos contó que había encontrado a Florencia abajo del agua y que le dijo a la señorita y ésta le avisó a la salvavidas. Que hacíamos ejercicios en lo hondo y en lo bajito, intercambiandonos con los del grupo de Marcelo. Que los que saben más nadar y hacer carreras van a lo hondo con Marcelo. Que con Cecilia se quedaban los que estaban aprendiendo y los que sabían nadar, pero menos”. Lo expresado por NOELI ANTONELLA RULLI quien dijo a fs. 269/270 (sic) “yo estaba en el grupo de Marcelo, mientras que Florencia estaba con Cecilia. Que los que sabían nadar estaban con Marcelo y los otros con Cecilia. Que los grupos 203 intercambiaban y cuando uno estaba en lo bajito el otro en el hondo y al revés. Que el grupo de Cecilia ese día estaba en lo intermedio y hondo, donde nadie hace pie. Que yo estaba del otro lado de la parte honda. Que vi que los del grupo de Cecilia se estaban tirando desde una tabla hacia la pileta en la parte intermedia. Que tenían que tirarse de cabeza y nadar croll hasta la escalera que está en la parte mas honda. Que Cecilia estaba adentro de la pileta, agarrando la tabla y flotando. Los chicos estaban en fila en el borde sentados. Que Florencia estaba del lado de la tabla para tirarse. Que no vi cuando se tiró sino cuando estaba en posición de tirarse al agua. Que Cecilia se mantenía en el borde agarrando la tabla y ayudando a los nenes que no sabían nadar. Que con eso quiero decir que Cecilia estaba adentro y los agarraba de la mano para que se tiren, pero después adentro del agua nadaban solos, pataleando para no hundirse. Que eso aclaro que no vi sino que me lo dijo Giuliano. Que yo era amiga de Florencia y ella no sabía nadar. Que cuando estaban en la parte bajita, Florencia jugaba todo el día parada. Que Giuliano me contó después que la maestra no la ayudaba a nadar a Florencia y que pataleaba sola porque había otros chicos que tenían que tirarse. Que también Giuliano me contó que la había encontrado a Florencia en el fondo del agua un poquito cerca de la escalera. Que yo vi cuando la salvavidas la sacó a Florencia del agua y la puso en el piso y llamaron al médico de revisación y le empezaron a hacer respiración boca a boca, aplastándole el pecho. Que nos hicieron salir del agua y nos llevaron al vestuario, donde nos cambiamos y nos llevaron al gimnasio. Que Cecilia después nos contó que la nena había perdido el conocimiento y que se había ido para abajo. Que la maestra Cecilia no podía ayudar a nadar a los chicos porque tenía que estar atento al que se tiraba. Que Giuliano me dijo que con una mano Cecilia agarraba la tabla y con la otra empujó a Florencia para que no se ahogue y se agarre del borde. Que aparte, yo también cuando estuve Cecilia otras veces hice ese ejercicio y me tenía que tirar de la tabla en posición de cabeza, mientras Cecilia sostenía la tabla y como yo sabía nadar le pedía que no me empujara al borde porque a los otros chicos les daba el emvión hacia dicho borde para que lleguen a la escalera que está mas o menos lejos”. Lo relatado por MABEL ANUNCIADA MALDONADO quien 204 Poder Judicial de la Nación expuso a fs. 548/549 vta. (sic): “que trabajó junto con Marisa Rombolá dos o tres años, en el Diario Tiempo Argentino y es amiga de ella. Que por la diferencia de edad, se podría decir que la dicente es como si fuera su “madre postiza”. Que no es una amiga que está todos los días, pero comparte muchos intereses con ella. Que no obstante lo cual será veraz en sus dichos. Invitada a manifestar cuanto sea de su conocimiento acerca del hecho motivo de autos, refirió: la dicente se encuentra en condiciones de referir lo ocurrido el día viernes 9 de febrero de este año. Que ese día, llegó cerca de las once de la mañana a la casa de Marisa Rombolá, quien la había llamado porque estaba haciendo una nota y necesitaba de su consulta. Que también estaban sus hijos Florencia y Lihuel. Que se quedó a almorzar con ellos y Marisa le pidió a la dicente que los acompañara porque iba a llevar a los chicos al Club All Boys, que está a unas quince cuadras mas o menos y fueron caminando juntos. Que la dicente refiere que hacía poquito que los chicos habían empezado en ese lugar. Que antes iban a una colonia que estaba cerca de la casa y no les había gustado mucho porque el bañero era medio gordito y parecía torpe y tenían miedo de que pasara algo. Que por primera vez, la dicente cuando los acompañó al club All Boys y cuando entró vio todo le parecieron hermosas las instalaciones, pero le llamó la atención con la facilidad con la que entraron sin que nadie les pidiera que se identifiquen. Que en ese momento no hizo ningún comentario al respecto, sabiendo que a la familia les había costado mucho encontrar un lugar y no quería criticarlo. Que después entraron a un gimnasio, donde estaba la profesora a la que le decían “Ceci”, siendo ella Cecilia Privato, la que estaba con un grupo de chicos, mas nenas que nenes, que según cree eran aproximadamente diez. Que Florencia enseguida se sentó al lado de la profesora y también saludó a sus compañeritas. Que Marisa, la madre de Florencia le dijo que estaba un poco preocupada, porque la nena le había contado que el día anterior habían ido a hacer un ejercicio a la hondo. Que Marisa le dijo a la profesora Cecilia que Florencia no sabía nadar y tenía dificultades para sacar la cabeza del agua y enseguida tragaba agua. Que la profesora Cecilia le dijo que no 205 se preocupara porque ella enseñaba a nadar en lo bajo y que ese ejercicio era uno solo que se había en la clase de natación. Que también textualmente Cecilia le dijo a la madre de Florencia “ya me di cuenta que la gordita no está preparada, no te preocupes porque no la voy a dejar ni un instante sola”. Que Marisa le reiteró a Cecilia ese tema de que la nena no sabía respirar en el agua, ni volver a recuperar el aire, recordando que también le refirió que se hundía. Que ya tenían que ir a la clase por lo que la conversación terminó ahí. Que entonces dejaron a los chicos y se fueron. Que la dicente se fue a su casa y Marisa Rombolá a la de ella. Que esa fue la única vez que los acompañó y después obviamente se enteró de todo lo sucedido por el padre de los chicos y luego por la madre de Florencia...Que el nene Florencia. ese día Que no estaba fueron en al el club, mismo grupo mientras que estaban hablando con Cecilia, el nene se quedó agarrado de la mano de su madre porque después se tenía que ir a otro lugar, con un grupo diferente, que según cree era de recreación. Que los nenes que estaban en el gimnasio eran del grupo de edad de Florencia, que eso le pareció así a la dicente, pero eso no es algo que tuviera en cuenta. Que lo que mas se acuerda es de la preocupación que uno tiene cuando deja a un hijo. Que no sabe finalmente donde fue el nene porque en un momento la dicente se fue al baño y se encontró en la puerta con la madre de Florencia para retirarse. Que cuando la dicente se fue al baño ya había terminado profesora...Que supo la conversación que a la nena entre la Marisa habían y la operado de adenoides, pero la nena estaba completamente sana”. A preguntas que se le formularon respecto a si en la conversación entre Marisa y Cecilia se hizo alguna prescripción de tipo médica relativa a la salud de Florencia respondió (sic): “que no se habló de ese tema, desconociendo si se lo hizo en alguna otra ocasión”. Lo expuesto por MARTA ISABEL PEREZ FERRER, quien señaló a fs. 11/vta. que (sic.): “...desde el mes de octubre del año ppdo. trabaja en el Club deportivo All Boys sito en Alvarez Jonte 4180, Capital Federal, de lunes a viernes en el horario de 09.00 a 17.00 horas, desempeñándose como profesora de educación física de un grupo de menores de edad, más precisamente entre 3 y 4 años. 206 Dicha tarea se efectúa Poder Judicial de la Nación principalmente en esta época en la planta alta del Club, lugar donde se hallan las piletas de natación. Que por la edad de los grupos que tiene a cargo, le asignan una de las pequeñas. En la fecha, siendo aproximadamente la hora 15:20, en circunstancias que se hallaba junto a un grupo de doce menores en la pileta asignada, escuchó un fuerte chapuzón en la pileta grande, lo que le llamó sumamente la atención, por lo que dirigió la mirada hacia esta, observando que el salvavidas, Giselle, desde el interior de la misma y en la parte media, al lado de una escalera metálica con los escalones forrados en goma, mantenía entre sus brazos a una menor de edad, la cual su tronco se encontraba apoyado sobre la baranda y sus extremidades en el interior del agua. En ese instante, nuevamente escuchó la voz de una mujer que llamaba a Marcelo, empleado del Club y que se desempeña como profesor de educación física con niños más grandes, cree que de 8 y 9 años, el cual se encontraba en otro extremo de la pileta. Entonces vio como Marcelo, concurrió a la parte media y ayudó a retirar a la menor de edad, del interior de la pileta, colocándola en la vereda o pasillo. Inmediatamente Marcelo se retiró del lugar y presume a buscar al médico del Club, Sr. Hernán, mientras que Giselle permaneció con la menor. Quien declara, como Marcelo había descendido a la planta baja, se encargó de cuidar y retirar a los menores que se encontraban con él, en el interior de la pileta, y cuando terminó dicha tarea, éste ya había regresado e inmediatamente los hizo trasladarse a otra dependencia. Como hay varios accesos a la planta baja y uno de ellos se llegaba por donde se encontraba la menor con problemas, la dicente en forma totalmente lenta, descendió a su grupo por el vestuario de caballeros y se dirigió con los mismos al vestuario de niños, desentendiéndose totalmente de lo que sucedió en la pileta grande. Posteriormente tomó conocimiento por compañeros de trabajo, que esta menor había fallecido...”. Asimismo, durante el transcurso del debate se incorporó la siguiente prueba: 1) El Acta de secuestro, obrante a fs. 3, que da 207 cuenta de la incautación de una malla enteriza de baño, pequeña, de color rosa con vivos azules y de un anillo de metal plateado, que fue extraído de la mano de la menor; como también de la toma de una cantidad de agua de la pileta del natatorio que fue colocada en un recipiente de plástico. 2) El Acta de levantamiento, agregada a fs. 4, de manchas color amarillentas sobre colchoneta blanca del lado izquierdo de la occisa (Muestra 1) y del secuestro de una colchoneta blanca, un toallón con un dibujo de colores, un bolsito con estuche y, por último, una muestra de agua de la pileta en frasco estéril. 3) Copia de Poder General Judicial, protocolizado mediante Escritura N° 1368, en la que Fernando Martín Storchi concurre en carácter de presidente de “All Boys 2000 S.A.”, que luce a fs. 29/32. Asimismo, copia del contrato de concesión, obrante a fs. 33/49, celebrado el 31 de agosto de 1995, entre el Club Atlético All Boys, Asociación Civil, representado por su presidente, señor Pablo José Brey, su secretario general, Juan José Torrente, y su tesorero, Carlos Alberto Oliva, (el concedente) y por la otra parte la Sociedad Anónima denominada All Boys 2000 S.A. (en formación), representada por su presidente, Fernando Martín Storchi y su vice-presidente, Pablo Daniel Colarez (la concesionaria), que da cuenta la concesión, a favor de la concesionaria de la administración y explotación comercial de los sectores propiedad del concedente (individualizados en el Anexo 1) y dentro de la mencionada explotación comercial quedan incluidas todas las funciones relativas a la administración y explotación de todas las actividades que hacen al presente, mediante la actividad del personal por la concesionaria contratada, ingresos que le corresponden conforme percibiendo los a lo convenido en el anexo 3. 4) El Legajo de Habilitación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, referente al natatorio emplazado dentro de las instalaciones del Club All Boys, que corre por cuerda, en el que constan los distintos informes de inspecciones e intimaciones de mejoras efectuadas al Club Atlético All Boys; la solicitud de habilitación municipal para el rubro natatorio (800420), efectuada por Luciana Miguez, en calidad de apoderada 208 Poder Judicial de la Nación de All Boys 2000 S.A., recibida en la Mesa de Entradas de la D.G.V.H. el 14 de noviembre de 2000 -cuya copia obra a fs. 158/159 de los autos ppales.-, y la Disposición N° 729/DGVH/2001 del 28 de febrero de 2001, mediante la cual el Director General de Verificaciones y Habilitaciones dispone autorizar el funcionamiento con carácter precario del Natatorio (800420) emplazado dentro de las instalaciones del Club ubicado en avenida Alvarez Jonte n° 4180, planta baja, piso primero, a nombre de Club Atlético All Boys, para una capacidad máxima de ciento cinco bañistas discriminados de la siguiente manera: sesenta hombres y cuarenta y cinco mujeres, hasta tanto sea reglamentado dicho uso. Superficie total: 928.03 metros cuadrados; y copias del mismo que obran a fs. 305/318 y 921/1061. 5) La fotocopia de la ficha de la colonia de vacaciones correspondiente a la menor Mölller Rombolá, obrante a fs. 230, que fuera obtenida en la diligencia de allanamiento que da cuenta el acta de fs. 228 y demás diligencias obrantes a fs. 221/244. 6) La copia de la Resolución del Subsecretario de Inspección General de la Secretaría de Gobierno, obrante a fs. 293/295, que dispone, entre otras, en el artículo 1°: facultar a la Dirección General de Habilitaciones y Permisos a conceder autorizaciones de funcionamiento, con carácter precario, para el rubro natatorio hasta tanto sea aprobada la reglamentación de la Ordenanza n° 47.718 (B.M. 17.954); art. 4°: solicitud de autorización de funcionamiento recibida la precario, el organismo técnico interviniente de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos procederá a realizar un informe descriptivo de la situación que presenta el natatorio frente a lo dispuesto en la Ordenanza n° 47.718 (B.M. 17.954), el que será elevado a consideración de la citada Dirección General, la que de entender que no se encuentran afectadas las condiciones mínimas de higiene, seguridad y/o moralidad, otorgará sin más trámite la autorización precaria de funcionamiento. En caso de considerar no cumplimentadas las mismas, procederá a requerir su regularización y art. 6°: de verificarse, una vez autorizado su funcionamiento precario, que se encuentran comprometidas las 209 condiciones mínimas de higiene, seguridad y/o moralidad, tal hecho podrá motivar la clausura de la actividad y la caducidad de la autorización otorgada como medida extrema en caso de ser necesario, aportada por la querella a fs. 319/321. 7) El informe elaborado por Margarita Tambussi, Jefe del Departamento Espectáculos y Diversiones de la Dirección General de Verificaciones y Habilitaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, obrante a fs. 328/29, respecto a que el natatorio ubicado dentro de las instalaciones del Club Atlético All Boys, contaba con autorización precaria de funcionamiento otorgada por resolución N° 6470-SSIG-1983 y que por Nota N° 133.071-DGRYCE-1990, las autoridades de la institución solicitaron la autorización de funcionamiento para el natatorio en cuestión de acuerdo al ordenamiento vigente; motivo por el cual se autorizó por Disposición N° 729-DGVH-2001, el funcionamiento de la actividad. Que las autorizaciones de funcionamiento como las descriptas son otorgadas toda vez que la Ordenanza N° 41.718 no ha sido reglamentada a la fecha, por tal motivo los permisos precarios extendidos permiten el libramiento al público de las instalaciones, recayendo también el control periódico de dicha actividad bajo la potestad de esa Dirección General. 8) El reglamento de la pileta y los requisitos indispensables para ingresar a la pileta de Megatlon- All Boysque luce agregado a fs. 516. 9) El Acta de inspección ocular de fs. 553/55 y su transcripción de fs. 593/94, que da cuenta que a los seis días del mes de junio de dos mil uno, el señor Magistrado interinamente a cargo del Juzgado interventor y la señora Secretaria, se constituyen a los fines dispuestos en autos y de conformidad con lo dispuesto en los arts. 216, 224 y cc. del C.P.P.N., en la sede del Club Atlético All Boys, sito en la avenida Alvarez Jonte 4180 de esta ciudad, juntamente con personal de las divisiones: Fotografía, Scopometría, Siniestros y del Grupo Especial de Rescate de la Policía Federal Argentina y que se encuentran presentes también la letrada de la querella, la querellante y su esposo y, el letrado de la defensa. Que de conformidad a lo establecido en el art. 226, 2° párrafo del C.P.P., se da aviso a quien se encuentra a cargo de dicho club, Rubén Oscar González, que dice ser gerente del 210 Poder Judicial de la Nación Club. Que “Se ingresó al club a través de una escalera que tiene por indicación acceso al mirador de la pileta, se llega hasta la misma. Esta se trata de una pileta de pequeñas dimensiones ubicada al nivel de la rampa de acceso. Se baja a un segundo nivel ubicado a los 1,14m en el cual sí se encuentra ubicada la pileta que da origen a la presente medida. Al sólo efecto de realizar posteriormente indicaciones, se deja constancia que apenas se accede a ese nivel se encuentra el sector de menor profundidad de la pileta, el lateral izquierdo da a una de las calles y el lateral derecho a lo que se denomina sala de musculación y obviamente el extremo opuesto al de mayor profundidad. Caminando sobre este lateral izquierdo, se llega hasta una escalera de tipo metálica que no es posible remover manualmente profundidad. Ubicada y tiene frente a la indicación dicha 1,40 escalera y m. del de lado derecho, se observa un caño metálico que sostiene un cordón -el que se encuentra colgando en la parte media un cartel con la palabra "peligro"-. Del lado izquierdo a dicha escalera y sobre el piso del borde de la pileta, se observan marcas circulares de un diámetro similar al de los agujeros en que está inserta la escalera. Que el Sr. González, presente en el lugar, refiere que allí se encontraba ubicado el caño que sostiene el cartel de peligro. A la altura en que nos encontramos y bajo el agua, se advierte una raya colorada ubicada detrás del cordel que sostiene el cartel de peligro. También a la izquierda de dicha escalera se encuentra una cabina vidriada que habitualmente se utiliza para la recepción de carnets de acceso a la pileta. Realizada una inspección por personal del Grupo de Rescate, por debajo de la superficie y al nivel de la escalera, no fueron observadas marcas evidentes de anclajes anteriores, advirtiéndose sí, la presencia de óxido. Tal presencia, también fue advertida en la inspección realizada en la escalera ubicada en el extremo opuesto de la pileta, es decir, en el lateral donde se encuentra la sala de musculación, precisando que esta escalera sí pudo ser removida y que al hacerlo la parte plástica del anclaje inferior, dejó sobre el mosaico una marca de color negro con restos de óxido que no pudo ser removido manualmente. Que en el transcurso de la inspección se determinó 211 que donde la profundidad indica “1,40” en realidad había 1,53 m. tomando esa medida desde el fondo de la pileta hasta el borde de la misma y 1,50 m. desde el fondo hasta el nivel del agua; y que se encuentra tal profundidad, detrás de la actual marca de peligro. Que el trabajo de planimetría que oportunamente aportará al Tribunal, reflejará con exactitud las mediciones que se practicaron. Asimismo, se dejan las siguientes constancias: que al momento de acceder al natatorio y observar hacia la pileta de mayor profundidad, el sol y su reflejo sobre el agua dificulta la visión hacia el extremo de mayor profundidad. Que dicha conclusión, se tomó a las 16.20 hs. Que al dar una vuelta alrededor de la pileta, también se advierte que no se puede observar claramente el fondo de la misma. También se deja constancia que la pileta carece de canaleta perimetral de desagüe y que el agua, al momento de la inspección, estaría a 3 cm. por debajo de su borde. Por último, se consigna que no hay en el lugar plataformas que permitan un nivel de observación desde una mayor altura a los bañeros”. 10) correspondiente La constancia al detalle de de Telefónica de comunicaciones Argentina urbanas e interurbanas del cliente 11-4566-4590, en el período 19-01-2001 al 22-03-2001, obrante a fs. 565. 11) El informe de la Asociación Mutual de Guardavidas Argentinos y Asociados, de fecha 31 de mayo de 2001, en el cual se explica la situación de natatorios de Red de Clubes Megatlon (Club All Boys), obrante a fs. 603/604 y aportado por la defensa de Fernando Martín Storchi a fs. 645vta.. 12) Constancias del levantamiento de clausura de fs. 277/280. 13) La copia del Convenio Colectivo de Trabajo n° 179/91 del sindicato de guardavidas, aportado a fs. 449vta. y , que obra reservada en Secretaría (sobres n° 3 y 5). 14) Las fotocopias reservadas en Secretaría conteniendo información general respecto de la “Colonia de Verano 2000-2001. Megatlon –All Boys-“: objetivos generales de colonia; aspectos pedagógicos; objetivos generales de la escuela de natación; manual de operaciones; personal del club; cronogramas de la colonia e instructivos para profesores para la colonia de vacaciones 2000/2001, aportadas a fs. 449vta. (sobres n° 6 y 7). 212 Poder Judicial de la Nación 15) La grilla de trabajo de colonia enero-febrero 2001, aportada a fs. 449vta y reservada en Secretaría (sobre n° 7). 16) Acta de Asamblea de All Boys 2000 S.A., de fecha 1/07/1999, donde Storchi es designado presidente de esa entidad, aportada a fs. 449vta. Y reservada en Secretaría (Sobre n° 7) 17) El croquis introducido por la parte querellante respecto de la ubicación de las escaleras, de M.C. Privato y de la colchoneta, elaborado conforme a las fotos de fs. 94, 95 y 97 y solicitud de acceso a la promo “Vip Plus” de la Red de Clubes Megatlon, aportados a fs. 547 y reservados en Secretaría (sobre n° 11). 18) Los curriculum vitae de Julio César Giraldi, María Cecilia Privato; Giselle Vanesa Kamenetzky, cuyos originales obran reservados en Secretaría (sobre n° 8). 19) La planilla correspondiente a rotación de colonia 2000/2001. Turno Tarde -Grupo: 8 años. Semana: 8/01/01-, que en fotocopia luce a fs. 2293 y el original se encuentra reservado en Secretaría (sobre n° 3). 20) La carpeta conteniendo folletos donde básicamente se explican los objetivos y actividades a desarrollar en la Red de Clubes Megatlon, reservada en Secretaría (Sobre n° 21) Las fotocopias del informe 10). radiológico y exámenes clínicos, de Florencia Moller, de fecha 3/07/1999, correspondiente al Centro Diagnóstico Parque; fotocopia de informe n° 94031 de fecha 5/08/1995 del Consultorio Radiológico –Conci-Carpinella S.R.L.- Diagnóstico por Imágenes; fotocopia de estudio radiológico de fecha 23 de abril de 1997 del Centro de Diagnóstico –Investigaciones Médicas-; fotocopia de Informe radiológico del Sanatorio Otamendi y Miroli del 12 de junio de 1992; audiograma Otorrinolaringología; Laringológico de fecha del Instituto Informe del 13/07/1999; Superior Instituto informe del de Oto-rino Instituto Cardiovascular Infantil del 27 de octubre de 1997; audiometría del 18 de octubre de 1999 del Centro de Otorrinolaringología Dr. Chinski; informe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Israelita del 22 de diciembre de 2000, una radiografía 213 de pulmones de Moller Florencia; todo ello reservado en Secretaría (sobre n° 9). 22) La fotocopia del Carnet Provisorio Red de Clubes Megatlon que acredita la calidad de socios de Florencia Moller Rombolá, Marisa Moller Rombolá, Alejandro Moller Rombolá y Martín Moller Rombolá, reservada en Secretaría (sobre n° 9). 23) Dos planillas de asistencia, originales, correspondientes al turno tarde, edad: 8 años, mes febrero de 2001, profesores: Marcelo-Cecilia y dos planillas de asistencia correspondientes al mes de enero de 2001, de la Colonia de Vacaciones 2000/2001, Megatlon All Boys y planillas de datos conteniendo observaciones respecto a los concurrentes a la colonia de vacaciones correspondientes al mes de diciembre de 2001, reservadas en Secretaría (sobre n° 9). 24) El informe del Sindicato Unico de Guardavidas y Afines, obrante a fs. 2317, por medio del cual se hace saber que en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, rige la ordenanza n° 41718 de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, dictada en fecha 19/12/1986, que se acompaña, la cual establece en su artículo 31 que deben permanecer dos guardavidas en el recinto de la pileta, sin especificar las medidas del natatorio ni la cantidad de bañistas como parámetros. 25) El informe de la Asociación Mutual de Guardavidas Argentinos y Asociados, agregado a fs. 2328, el cual se expide en los mismos términos que el Sindicato de Guardavidas y Afines. 26) El dictamen del Instituto de Formación y Capacitación Profesional de la Asociación Mutual de Guardavidas Argentinos y Asociados, obrante a fs. 2352, donde se señala que los criterios para analizar cuantos guardavidas son necesarios para un natatorio son el metraje de la pileta y la cantidad de usuarios que en ella se encuentran. Si la pileta tiene un metraje corto, se llama corto a las piletas de 25 metros o 500 metros cuadrados y si el número de personas es menor que 100, un guardavidas por turno será suficiente para el natatorio. Así, en piletas de menor metraje y menor número de usuarios no necesitan mas de un guardavidas por turno. Para piletas de 50 metros, el factor metros determina que hacen falta por lo menos dos guardavidas por turno, si el número de personas es menor 214 Poder Judicial de la Nación que cien. Si guardavidas Convenio el número previsto. Colectivo aumenta Que de estos Trabajo debe subir criterios del el número constan Sindicato de en el Unico de Guardavidas y Afines, como así también en el decreto número 27 del 5 de enero de 1989 de la provincia de Buenos Aires (reglamento para los servicios de guardavidas) donde establece que debe haber un guardavidas cada cien personas. 27) El informe de la Dirección General de Deportes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, obrante a fs. 2283/2286, mediante el cual se hace saber cómo está conformado el Consejo de Guardavidas de la Ciudad de Buenos Aires y se acompaña copia Reglamentario, de la Ordenanza de creación del n° 52.241 Consejo y su Decreto Metropolitano de Guardavidas y Seguridad en Balnearios y Natatorios de la Ciudad de Buenos Aires. 28) El informe del Instituto R. P. Hansen, Jardín Materno Infantil, Escuela Primaria, agregado a fs. 3659/3660 (solicitado en la instrucción suplementaria), sobre la función que cumple Julio César Giraldi en ese Instituto y acompañan copia de la última evaluación profesional del profesor Giraldi que la institución efectúa periódicamente respecto de los docentes que allí trabajan. 29) Las vistas fotográficas obrantes a fs. 63, que muestran el frasco con agua secuestrada de la pileta de All Boys (superior) y la malla que tenía colocada la menor al momento del hecho (inferior); las de fs. 94/96 que exhiben la pileta del Club All Boys, las de fs. 580/590 tomadas por la División Fotografía Policial en oportunidad de realizarse la inspección ocular que da cuenta el acta obrante a fs. 553/555, que muestran el natatorio, la escalera ubicada en la señalización 1.40 metros del mismo y las distintas mediciones practicadas en la misma; fotocopias de vistas fotográficas obrantes a fs. 788/791 del natatorio y cuatro fotos de la pileta en cuestión, aportadas a fs. 449vta., que se encuentran reservadas en Secretaría (sobre n° 4). 30) El cassette de video producido por la Unidad Médico Forense de Investigación Criminalística referente a la menor Florencia Ayelen Moller, reservado en Secretaría (fs. 215 126). 31) El plano de la pileta confeccionado por la División Scopometría de la Policía Federal Argentina que luce agregado a fs. 187 y plano elaborado por la misma División obrante a fs. 600; fotocopia de plano de las instalaciones del Club All Boys obrantes a fs. 398/400. Planos de las instalaciones del Club All Boys presentados por Diego Estevez, mandatario de All Boys 2000, en oportunidad de solicitar el levantamiento de la clausura de las instalaciones (fs. 154/160) 32) La fotocopia del Estatuto Social del Club Atlético All Boys, obrante a fs. 231/243, secuestrado en la diligencia de allanamiento que da cuenta el Acta de fs. 228. 33) La ficha de solicitud de ingreso al Club All Boys –Plus-, a nombre de Moller Rombolá, Florencia A., fecha de ingreso 3/02/01, Socio n° 169/22, obrante a fs. 229, secuestrada en el allanamiento practicado en la sede del Club All Boys. 34) La partida de defunción de Florencia Ayelen Moller Rombolá, que da cuenta del deceso de la menor ocurrido en esta ciudad, el 12 de febrero de 2001, a las 15.30 horas por asfixia por sumersión, obrante a fs. 263. 35) Las fotocopias de planillas de asistencia correspondiente al mes de febrero, turno tarde, edad 3 y 4 años, profesores Gaby-Fer-Marti, de la Colonia de Vacaciones 2000/2001 Megatlon, agregadas a fs. 2219/2222 y del listado de usuarios del natatorio, pileta libre, correspondiente a febrero de 2001, obrante a fs. 2223. 36) Copias certificadas del Expediente n° 2048/01 de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, que se encuentran reservadas en Secretaría y fotocopias color de las fotografías de fs. 158/161 del mismo. 37) Expediente n° 110.251/2002 del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil n° 14, caratulado: “Rombolá, Marisa Claudia y otros c/Storchi, Fernando Martín y otros s/daños y perjuicios”, que se encuentra reservado en Secretaría. 38) Fotocopias certificadas de la causa n° 82.203/02 caratulada: Spandonari, Horacio Daniel y otros s/delito de acción pública”, del Juzgado Nacional 216 en lo Criminal de Poder Judicial de la Nación Instrucción N° 5, reservadas en Secretaría y el Incidente de levantamiento de clausura en causa nro.82.203/2002 caratulada “Spandonari, Horacio Daniel y otros / delito de acción pública” que se encuentra reservado en Secretaría, en original. 39) Fotocopia certificada del Convenio Colectivo de Trabajo 56/89 que rige la actividad de guardavidas, celebrado en Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, el 28/12/1988, que obra a fs. 3677/97 (solicitado en la instrucción suplementaria). 40) Documentación aportada por la defensa a fs. 2134/38 respecto de María Cecilia Privato: certificado analítico de egresada como Perito Mercantil del Instituto Guardia de Honor del Santísimo Rosario del 13/12/90; certificado analítico de egresada como Profesora Nacional de Educación Física del Instituto Superior del Profesorado “Juan Bautista Alberdi”; solicitud de inscripción como docente suplente para la Escuela N° 5 en la Secretaría de Educación y Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires del 12/6/2000; constancia de prestación de servicios como maestra de educación física de la Escuela N° 5 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires del 14/7/2000; dos certificados de servicios como profesora de educación física del Instituto Nuestra Señora del Huerto del 9/3/1999; certificado de servicios como profesora de educación física del Instituto Monseñor Dillon del 25/8/2000; respecto de Giselle Kamenetzky: libreta de guardavidas expedida el 22/9/1994 por la Dirección de Educación Física de la Provincia de Buenos Aires, quedando la nombrada inscripta en el Tomo III, Folio 27 de dicho registro, constando correspondientes a en los dicha años libreta reválidas 1994/95/96/97/98/99 anuales y 2000; certificado de Curso de Primeros Auxilios realizado en la Cruz Roja Argentina del 22/4/1995; certificado de asistencia al Seminario “Equipos de Emergencia (nivel 1)” de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires del 14/12/1994; certificado de asistencia al Seminario-Taller “Psicología del Deporte” dictado Universidad de por Buenos la Facultad Aires del de Psicología 17/7/1997; de la diploma de guardavidas otorgado por la Escuela de Guardavidas “Buenos 217 Aires” del 6/12/1993; respecto de Julio César Giraldi: título de Perito Mercantil expedido por el Ministerio de Educación y Justicia del 7/1/1986; certificado analítico de egresado como Maestro Nacional de Educación Física del Instituto Nacional de Educación Física “Dr. Enrique Romero Brest” del 22/4/1992; certificado analítico de egresado como Profesor Nacional de Educación Física del mismo instituto del 17/6/1993; certificado de curso y aprobación del primer ciclo dictado en el Instituto Nacional de Tiempo Libre del 24/3/1992; certificado del Comité Organizador de la “Gimnasiada Americana” que indica la participación del nombrado en un evento del 6 al 15 de octubre de 1989; certificado de participación de un curso de Reanimación Cardio Pulmonar (R.C.P.) organizado conjuntamente con Red de Clubes Megatlon y la Cruz Roja Argentina del 15/7/2001; certificado de alumno del Curso de Especialización y Perfeccionamiento Docente de Futbol del Instituto “Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield” del 5/4/1993; certificado que acredita que Giraldi se desempeñó como preparador físico de la Escuela Internacional de Futbol de Carlos Bilardo con sede en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires durante 1991-1992; respecto de Marcelo Avila: título de bachiller de fecha 16/5/1988; dos copias del título de Maestro Nacional de Educación Física expedido por la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos participación en un Aires curso del de 7/9/2001; certificado Reanimación Cardio de Pulmonar (R.C.P.) organizado conjuntamente con Red de Clubes Megatlon y la Cruz Roja Argentina del 15/7/2001; respecto de Horacio Gustavo Carlini: certificado analítico de perito mercantil expedido por el Instituto Flores; libreta sanitaria; libreta de guardavidas de la que surge que es guardavidas desde el año 1984 expedida por la Dirección de Educación Física de la Dirección General de Escuelas y Cultura de la Provincia de Buenos Aires; respecto de Hernán Gustavo Gerardo Saudán; matrícula de médico n° 101.036 del 30/6/99; título de médico otorgado por la Universidad de Buenos Aires del 17/5/1999; certificado de asistencia al Curso de Emergencia Pre- hospitalaria del SAME del 1° al 4 de noviembre de 2000; certificado de Emergentología, asistencia al Politraumatismos curso y “Actualización Comas” del en 21/5/97, certificado de asistencia al VII Congreso Nacional de Medicina 218 Poder Judicial de la Nación del 23 al 28 de noviembre de 1997; constancia de presentación de trabajos “Traumatismos Pericárdicos” en las V Jornadas Intrahospitalarias del 19 al 21 de noviembre de 1998; la que se encuentra reservada en Secretaría (sobre n° 2). 41) Las setecientas sesenta fichas de la colonia de vacaciones con menbrete de Megatlon All Boys, secuestradas en la diligencia de allanamiento, que obran reservadas en Secretaría y cuyas fotocopias lucen agregadas a fs. 1358/2120 (caja n° 13). 42) Informes socio-ambientales de los imputados que obran en sus respectivos legajos de personalidad que corren por cuerda. 43) El informe de la División Homicidios de la Unidad Médico Forense de Investigación Criminalística de la Policía Federal Argentina, del 12 de febrero de 2001, obrante a fs. 180/184, donde se concluye que: 1- se trata de una muerte producida por asfixia por sumersión, a corroborar con los estudios pertinentes de plancton a realizarse en Morgue Judicia, 2- a la presión, se observa escasa salida de secreción espumosa por fosas nasales. 44) La los Autopsia n° 378, realizada en conjunto por Dres. José Angel Patito, médico forense de la Justicia Nacional y Humberto Velazquez, el 13 de febrero de 2001, obrante a fs. 165/170, donde se concluye que la muerte de Florencia Ayelen Moller Rombola fue producida por asfixia por sumersión. 45) El informe del Laboratorio de Análisis Clínicos, Biológicos y Bacteriológicos del Cuerpo Médico Forense, del 13 de febrero de 2001, que luce agregado a fs. 271/272, que determina que en el hisopado vaginal y en el rectal no se detecta la presencia de elementos compatibles con los del líquido seminal. 46) El informe histopatológico obrante a fs. 365/370, que completa la Autopsia n° 378, mediante el cual se determina el siguiente extravasación diagnóstico: hematica 1. pulmonar Congestión y 2. y microfocos Congestión de visceral, extravasación hematica en pulpa roja esplénica y tejido adiposo que rodea las glándulas suprarrenales y 219 concluye que de la lectura del estudio histopatológico surgen los siguientes elementos de interés médico legal: “1-Ausencia de patología a nivel del corazón, y 2- Presencia en el tejido pulmonar de “áreas de sobre distensión alveolar con ruptura de tabiques, coalescencia de alveolos, congestión capilar en los septos, áreas de extravasación hemática itralveolar e intersticial, congestión vascular. Los hallazgos mencionados al nivel de los pulmones corroboran el diagnóstico que se efectuara al realizar la autopsia en el sentido de que la menor se hundió en el agua estando con vida posibilitándose la entrada de agua en la vía área, impidiéndose de esa forma el intercambio gaseoso, y produciéndose en consecuencia la muerte debida a asfixia por sumersión”. 47) La prueba pericial que luce agregada a 433/436 con el fs. objeto de establecer si existen elementos o compuestos de interés toxicológico en el material de peritación extraído del cadáver de quien fuera en vida Florencia Ayelen Moller Rombola, concluye que no se ha registrado la presencia de elementos o compuestos de importancia toxicológica en el material de peritación. 48) El Laboratorio estudio Químico de realizado por la División la Policía Federal, obrante a fs. 513/515 (a fs. 2210 se encuentra agregada una copia del mismo), en el que personal técnico de esa división se constituyó en la sede Club All Boys de esta ciudad, sector piletas y procedió mediante Acta de Levantamiento a la recolección del material que a continuación se detalla: 1) sustancia de color pardusco (Muestra 1), contenido en un frasco de plástico blanco con tapa rosa. 2) líquido incoloro retirado de la piscina (Muestra 2) contenido en un frasco plástico blanco con tapa a rosca. De las observaciones y análisis efectuados se concluye que en las muestras retenidas no se detectó la presencia de cianuros, venenos orgánicos fijos, ni psicofármacos, en dosis tales que hagan factible la hipótesis de intoxicación y/o muerte por congestión de los mismos. 49) El informe pericial realizado por la División Laboratorio Químico de la Policía Federal Argentina, del 23 de marzo de 2001, obrante a fs. 729, que determina que en el material remitido, una malla color rosa con detalles en celeste marca “Archie”, talle 14, no se comprobó la presencia de restos 220 Poder Judicial de la Nación de sangre ni de semen. 50) Los Forense de informes complementarios del la Justicia Nacional, solicitados en instrucción suplementaria, obrantes respuesta a Cuerpo Médico si es a fs. 3667/3672 factible determinar si donde toda se da falla y/o insuficiencia cardíaca puede ser detectada a través de una autopsia y/o informes complementarios, como así también que se precise que son el Síndrome de QT largo congénito (congenital QT síndrome), el síndrome de Brugada (Brugada síndrome) y el síndrome de Wolf-Parkinson.White (WPE síndrome), qué provocan estas afecciones y si ellas son detectables a través de una autopsia. 51) El informe que luce agregado a fs. 4228/4229, requerido en la instrucción suplementaria, que en junta médica con la Dra. Eugenia Liliana Levitin concluye que la ausencia de datos de afección cardiaca en los hallazgos de autopsia no descarta la posibilidad que hubiera presentado un cuadro de pérdida de conocimiento secundario a una arritmia cardiaca. En estos casos es de electrocardiograma suma que utilidad tiene los hallazgos características típicas del en afecciones tales como el síndrome de Wolf Parkinson White, síndrome de Brugada o el síndrome de QT prolongado. Que otra causa de pérdida de conocimiento de causa cardiovascular que se acompaña de autopsia sin datos patológicos, es el síncope vasovagal, para cuyo diagnóstico la historia clínica resulta vital. Por el contrario, si hubiera tenido falla o insuficiencia cardiaca la autopsia hubiera revelado patología cardíaca que en el caso de autos no sucedió. Para descartar con certeza que la menor Florencia Rombolá hubiera padecido síndrome de Wolf Parkinson White, el síndrome de Brugada o el síndrome de QT prolongado resultan necesarios datos de la historia clínica y fundamentalmente un electrocardiograma previo de la menor. Que existen causas no cardíacas que pueden causar pérdida transitoria de la conciencia y que no pueden ser detectadas en la autopsia tales como: afecciones neurológicas (convulsiones), metabólicas (hipoglucemia, hipocapnia). 52) Documentación aportada por la defensa de Storchi a fs. 3604 consistente en un 221 Acta de Constatación y Certificación de fotografías, protocolizada en el Folio 51, registro 2014, a cargo de la escribana M. Macarena Solar Bascuñan, practicadas en SUTERH, Parque Norte y Parque Presidente Sarmiento, con fotografías y reglamentaciones de piscinas de diversos lugares, reservada en Secretaría. 53) Documentación aportada por la defensa de Giraldi a fs. 3600, que consiste en Decreto 27/89 de la provincia de Buenos Aires, -Reglamento de Guardavidas para la provincia de Bs-As. y dictamen del Director de la escuela de Guardavidas Filial Lanús, reservada en Secretaría. La siguiente documentación incorporada durante la audiencia: 54) Pliegos de Bases y Condiciones y planos respectivos, que rigieron la Licitación Pública N° 19/CBAS/06, cuyo objeto es “Refacción y climatización del natatorio del club social y deportivo “Unidos de Pompeya”, reservados en Secretaría. 55) Copia de Recomendaciones y/o Disposiciones relativas a las medidas de seguridad en los natatorios que el Consejo Metropolitano de Guardavidas ha dictado desde su creación hasta la fecha, remitidas por el Subsecretario de Deportes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aportada por la Fiscalía y que se encuentra reservada en Secretaría. 56) inspección Vistas ocular fotográficas realizada el día obtenidas 19 de durante marzo de la 2007, reservadas en Secretaría. 57) Vistas fotográficas del club “All Boys” aportadas por la defensa de Bugallo reservadas en Secretaría. 58) Fotocopia color de las vistas fotográficas que obran a fs. 158/61 del expediente nro. 2048/01 de la Defensoría del Pueblo, reservadas en Secretaría. 59) Planos confeccionados por los testigos Borthelle, Consorti y Ávila, obrantes a fs. 4548, 4549 y 4646, respectivamente. 60) Historia clínica de la víctima, aportada por la Dra. Dukovsky, agregada a fs. 4393/94. 61) documentación acompañada en el debate por el imputado Storchi relativa al sistema “Poseidón” en idioma inglés. 222 Poder Judicial de la Nación 62) “Poseidón” artículo acompañado de por “Clarín” la defensa referido de al Kamenetzky sistema en la audiencia del 9 de abril. 63) documentación relativa a tecnología de construcción de piscinas acompañada por la querella en la audiencia del 9 de abril. IV.- La Sra. Marisa Rombolá, madre de la menor, al alegar citando una frase vertida por el Dr. Carlos Elbert, gracias al cual pueden acusar en esta causa por homicidio con dolo eventual, sociedades del expresó siglo que XXI es la la que alta deja corrupción a las de víctimas las en situación de indefensión, y si el fiscal no recurre una causa en la hipótesis que dicho magistrado expone, la víctima no puede hacer sino mirar impotente cómo se le cae el juicio; que el intento de soborno que narró aquí la señora Angélica Möller y que también le ocurrió a su marido, no “Megatlón” sino otras personas que también entendió se lo hicieron a ella, demuestra que cuando alguien cree que la sociedad es comprable siente que tiene luz verde para hacer cualquier cosa, y esta es una de las bases de la conducta que va a describir. Añadió que, haciendo un enfoque institucional, una institución es un todo y, aunque a veces puede haber fracturas, sus miembros reproducen el discurso de la cabeza; que, así, la imputada Privato llevó a su hija a la parte profunda de la pileta cuando no sabía nadar, sabía flotar pero no sabía sacar la cabeza para respirar, lo cual se prueba con los dichos de la testigo Maldonado, de ella y de Consorti, lo cual la colocó en una situación de absoluta indefensión, y luego se negó a rescatarla y la abandonó en lo hondo, y si eso no es dolo ella es “Caperucita Roja”; que en cuanto a Giraldi, está probado que había puesto 36 alumnos con Privato y Avila, que no sabemos cómo estaban distribuidos otros días los alumnos pero ese día hubo mucho ausentismo y quedaron 15 niños con Privato; que en este sentido rectifica su testimonio y señala que los niños que estaban con Privato eran quince: Lorenzo, Palacios Monti, Cudicio, Consorti, Bianchi, Mantiñan, Díaz, Damilano Maison, Borthelle, Aparicio, Bacchi, 223 Ridolfo, Jaime, Pedemonte y Florencia; que otros siete niños estaban con Marcelo Avila, que éstos sabían nadar y estaban en la parte baja; que los quince niños tenían diferentes niveles de natación y así está probado que había chicos que le tenían pánico al agua y chicos que nadaban “perrito” con una sola persona en deportiva lo hondo, bien hecha pero sino ello un no es una planificación desastre, una planificación criminal, y cualquier persona con la formación de Giraldi sabe que en esas condiciones va a tener un muerto; que está claro que Giraldi en febrero, además de intentar sobornar a su cuñada, suprimió a todas las personas que había puesto en la grilla de colonia; que Rosemberg, que era su dependiente y coordinador de pileta, no estaba y no se puso a nadie a cambio, además según las declaraciones de Justoni y Straquadini y de ella, el profesor del nivel 1 fue suprimido, y si no fue así consta que no había profesor para el nivel 1, para los que no sabían nadar, y esos chicos fueron con terror con Privato colocados juntos, desarrollado de con otros que aprendizaje, en tenían la un parte nivel honda, bastante sin dos guardavidas, sin canaleta perimetral, sin equipo salvavidas, en una pileta que tenía que estar clausurada, con un chico enfermo de otitis sosteniendo la colchoneta, y cualquier persona con la formación de Giraldi sabe que mandar a una profesora a hacer eso es tener un muerto; que Privato pudo y debió haberse negado porque tenía la guarda y la custodia de su hija y se había comprometido personalmente con la dicente en que no la iba a llevar; que Privato y Giraldi conocían y sabían que su hija no sabía nadar pero no obstante obraron, como dijo, con total indiferencia y desprecio por la vida de su hija, y eso es dolo. En el caso de Kamenetzky, está claro que no cumplió con su trabajo, sabiendo que ello puede tener un muerto, debió pedirle a Giraldi que cerrara el natatorio; que jamás se vio que un guardavidas averigue el nivel de natación, sino que tiene que estar mirando en la plataforma sobreelevada si se ahoga alguien, la pretensión de Canavese y los testimonios de los empleados de Storchi son tan absurdos que sólo pueden ser entendidos por un empleado del imputado; que desde el punto de vista que es tendencioso y ridículo, jamás se vio tampoco que un bañero saque a todos los presentes de la pileta para ir al baño, eso es lo que dijo Canavese; que por su parte Storchi era 224 Poder Judicial de la Nación el que lideraba esta organización, con lo cual no podía ni debía desconocer, y además Canavese dijo que se interesaba en las actividades institución, de toda la colonia esta gente y en cómo respondía funcionaba a una la consigna institucional clara, la de un señor que sabía que la pileta debía estar cerrada porque no cumplía con las consignas de seguridad no obstante lo cual la tenía abierta, un señor que sabía que se ofrecían contratos con una cantidad de personal que era irreal. En cuanto a Bugallo, señaló que es el dueño de casa, el personal se contrata a nombre de Bugallo, y si éste da un poder para tramitar responsabilidad y cláusulas y 22a. la la habilitación transfiere, 18a. del que contrato en es porque este son es sentido básicas, su las puede inspeccionar como presidente y tiene el deber, es decir que debió hacer uso de esa cláusula, que además no consta ninguna intimación de Bugallo a “Megatlón” requiriendo la documentación, incluso podría haber ido al juzgado comercial a verla, incluso de los testimonios de Brey y del secretario del club queda claro que el nombrado inspeccionaba y a él no se le murió nadie. En el caso de Bugallo, también toma en cuenta que el contrato de concesión venció en 2005 y aunque Bugallo que se queja de que el contrato era leonino, lo renovaron sabiendo que la pileta continuaba sin habilitación, sin dos guardavidas, poniendo en peligro la vida de la gente, aunque ahora sí colocaron la soguita que no estaba el día del hecho, ya que se dieron cuenta de que la función de agarre no existía. En cuanto a la adulteración de pruebas, considera que está totalmente probado que corrieron la escalera de lugar, y ello se prueba con la inspección del juez Lucini, pues la línea roja coincide con los agujeros rellenos de cemento que era donde estaba instalada la escalera que corrieron, en cambio se observa en el video policial que la línea roja coincide con una escalera, es decir que fue corrida; que además el testigo Marcelo Avila ubica la escalera en el dibujo que hizo en el Tribunal y Giuliano Bacchi ubica a Florencia en un lugar que según el bombero tenía 1,80 m de profundidad, cuando en la declaración policial aparece en otro lado. Añadió que quisieron acusar a ella de contactos políticos pero ratifica lo dicho por su 225 abogado, si un diputado no atiende el teléfono a una persona que aparece como lavador de dinero y la inversión que hace no está ligada a la seguridad y al deporte sino a otros fines, es todo una gran estafa, la finalidad de ellos es la apariencia y el engaño y no les importa la vida de la gente, el defibrilador y lo que colocaron después fue luego de haber sido procesados y varios años después del hecho; y que, en definitiva, lo que se muestra es la congruencia de este funcionamiento institucional, hay una institución que funciona con un mensaje claro desde la cabeza, que es despreciar la vida y buscar el lucro, tener los seguros al día y obtener la rentabilidad económica más alta. Por su parte el Sr. Alejandro Möller manifestó que luego de lo expresado por su señora poco queda por decir; que en cuanto a Privato está claro, ella dijo que le tapó los ojos a Bacchi, que es el que descubrió a Florencia en el fondo, y entonces cabe preguntarse si la nombrada estaba fuera o dentro del agua, porque para abrazar a alguien, calmarlo y taparle los ojos hay que estar afuera del agua, y si estaba afuera del agua era el adulto más próximo a Florencia, con lo cual sólo tenía que zambullirse y sacarla pero se negó a hacerlo, sabiendo que la vida de su hija se contaba en segundos, y prefirió llamar a otra persona para que se hiciera cargo; que si Privato estaba en el agua, como dijo el testigo Bacchi, no se explica cómo hizo para abrazarlo, taparle los ojos y calmarlo, si lo que hizo fue salir, llegar afuera y abrazarlo cuando salieron del agua y calmarlo, en ese caso pasó nadando por arriba de su hija, alguien dijo que iba nadando, miró hacia abajo y vio a Florencia, entonces Privato sólo tenía que estirar la mano y sacarla del agua, no salir afuera e ir a llamar a la guardavidas, pues se estaba jugando la vida de su hija y ella perdió un tiempo precioso llamando a otro para que se hiciera cargo. En cuanto a Giraldi, es el que planificó que 22 asistentes ese día fuesen a la parte profunda, siete con Avila y quince con Privato, luego sucedió lo que lógicamente tenía que suceder, y ésta es la planificación que provocó la muerte de su hija, pues quién sino Giraldi suprimió a los ayudantes, el ayudante de campo para cuando había más chicos, aquí se dijo que cuando el grupo era de 16 a 18 niños se dividían en dos grupos, entonces dónde estaba el profesor del nivel de su hija, Avila dijo que no sabía dónde estaba, y lo cierto es que 226 Poder Judicial de la Nación Privato tenía los niveles mezclados, quince chicos donde había de todo, los que sabían y no nadar. En cuanto a Kamenetzky, el simple nombre de guardavidas le indica lo que tenía que hacer, es inconcebible que hubiera quince chicos que no sabían nadar y que ella no indicara a la profesora que se fuera para la parte baja, que no le permitiera estar ahí, además podría haberse puesto cerca de la parte profunda, con lo cual demostró un increíble desprecio por la vida, igual que Giraldi y Privato. Tras ello su letrado, Dr. Alejo Ramos Padilla, expresó que esa querella considera probados los hechos que ha descripto en la acusación, como también otros vinculados al homicidio, algunos cometidos antes y otros con posterioridad al crimen; que este expediente tiene algunas notas muy particulares y así se ha visto la corrupción administrativa, ejemplificada en la habilitación que se concede a los pocos días de la muerte de Florencia para aparentar que el natatorio cumplía con la ley y las condiciones de seguridad, no sólo el hecho probado y destacado por los camaristas que intervinieron y donde ya se procesó a dos funcionarios públicos por haber hecho inspecciones que motivaron que se diera esta habilitación posterior a la muerte de Florencia. Agregó que hemos visto cómo prepararon el natatorio cuando se realizó la inspección ocular, también la defensa de Bugallo denunció que se había tapado los logos de “Megatlón” para cuando se efectuara la inspección ocular, también se pudo ver que había una soga perimetral fácilmente aprehensible con la mano y en otras inspecciones que hacía el Gobierno de la Ciudad se constató la presencia de dos guardavidas al momento en que estaba funcionando, que cuando se realiza una inspección aparecen tales condiciones de seguridad que le hubieran salvado la vida a Florencia. Señaló también algunas consideraciones que hizo la señora Rombolá, vinculadas con las descalificaciones que ellos han sufrido a lo largo de estos años, pero destaca que los padres no eligieron por vocación ser querellantes sino que los imputados los colocaron en esta situación, también a los jueces que intervinieron y a la Defensora del Pueblo Alicia Oliveira se los ha denostado, lo cual llama poderosamente la atención, pues algunas incidencias pueden ser productos del dolor, pero otras son ofensivas para 227 los intervinientes en el juicio, aclarando que ello se refiere al comentario sobre el secretario general de la Presidencia y a los Diputados Carrió, Bravo, a la nombrada Oliveira y a los jueces; que más allá de ello el Tribunal tiene una oportunidad histórica para dictar un fallo ejemplar y éste es el antecedente más directo que tiene la causa “Cromañón”, donde por la actitud de empresarios y de gente que trabajaba para ellos murieron 194 personas; que es la oportunidad para dictar un hito, hay casos que están en la memoria de todos, el caso “LAPA”, donde hacían volar aviones a los que no le funcionaban los motores, lo ordenaban los empresarios y los pilotos asentían, el caso “Kheyvis” que prescribió, los de las empresas de colectivos, etc. pero ha llegado el momento, un momento histórico particular, en el que debe brindarse a la ciudadanía la idea de que hay cumplir con la ley y no jugar con la vida de nuestros hijos. Agregó que en esta causa se han discutido muchas cosas, si la ley rige, si no rige, algunas ofensivas para con Florencia, así se la quiso enfermar a lo largo del juicio, se habló de enfermedades que no están registradas en el país y que los peritos descalificaron por completo, pero Florencia estaba sana y en el debate no quedaron dudas de ello; que se dejó opinar a cualquiera sobre cualquier cosa, se han traído amigos, familiares como la señora Miguez, empleados, a contarnos si la ley debe ser o no cumplida o si los previstos en la ordenanza son mecanismos de seguridad o no lo son; que entiende que el legislador se informó y luego de un debate señaló que el estándar mínimo de seguridad a cumplirse en la ciudad de Buenos Aires es el plasmado en la ordenanza. Continuó expresando que el 12 de febrero de 2001 ocurrió la muerte de Florencia por las acciones y omisiones de los cinco imputados, que esta parte encuadró en el tipo penal del artículo 79 C.P.; que esta querella, a la que se llamó “querella solitaria”, no llega al juicio de manera tan solitaria, pues ha habido precedentes que le han dado la razón y que lo han habilitado para estar en el juicio, así lo hizo la Sala I en resolución firmada por los Dres. Donna, Filozof y Navarro, luego reiterado por otros magistrados como los Dres. Elbert y Bruzzone, y con esto quiere decir, porque se los ha descalificado en duros términos, que los magistrados que votaron representan la más amplia tradición jurídica, y rechaza como profesional del 228 Poder Judicial de la Nación derecho las descalificaciones que se han vertido en este juicio. Añadió que a continuación se va a centrar a decir qué era lo esencial en una pileta o en una cadena de piletas; que para responder a este interrogante se va a basar en la declaración de Storchi y en la del señor Möller; que quizás alguien crea que lo importante son los éxitos comerciales, la buena publicidad o contar con buenos seguros pero no es así, lo importante es que la gente, los chicos, no se ahoguen, no se mueran, y ésta es la premisa básica, que rige tanto para el presidente de “Megatlón”, como para el coordinador y la profesora de educación física; por si cabe alguna duda, y para ser más objetivo, se referirá al informe de la Defensoría del Pueblo, que actuó de oficio en el marco de sus funciones establecidas por la Constitución de la Ciudad; que en el Título referido a la normativa que rige, en este informe se señala que la ordenanza 41.718 establece los requisitos que deben cumplirse para el funcionamiento de los natatorios, lo cual es esencial para asegurar las condiciones de seguridad en ellos y esos artículos eran los que tenían que cumplir, los vinculados a la seguridad de los niños; que para encuadrar la conducta de los imputados el punto de partida fundamental es que no causaron la muerte por haberla ahogado ellos mismos, aunque párrafo aparte merecen Privato y Giraldi, sino por haber realizado una conducta equivalente a ello; que la organización del natatorio en estas condiciones de inseguridad total colocaba a chicos que no sabían nadar en la parte más riesgosa de la pileta, lo que condujo al ahogamiento y a la muerte de Florencia, una niña que no sabía nadar; que no se va a referir a las razones doctrinarias que equiparan la omisión a la acción; que los imputados estaban obligados a impedir que Florencia se ahogara y si uno se pregunta cuándo aparece la posición de garante, en el caso de la guardavidas es evidente, es un caso de facultad, y en cuanto a los otros imputados también resulta evidente, tradicionalmente se dijo que justificaba esta posición la ley, por ejemplo la ordenanza, el contrato, el contrato de concesión, o la conducta anterior, la que han tenido Privato y Giraldi. Añadió que modernamente se habla de dos categorías, en ello coinciden todos los autores, 229 cuando hay una posición institucional o una función de protección, en este caso de grupos de riesgo, como la que tienen los padres hacia los hijos, las instituciones y los profesores cuando les son delegados o depositados, los hijos son colocados en una institución de esta naturaleza, y el otro caso se da cuando hay un deber de vigilancia de una fuente de peligro, y en este sentido los fallos de la causa “Cromañón” citan enorme cantidad de jurisprudencia en cuanto a que la creación de un peligro trae en sí la obligación de prevenir sus consecuencias dañosas. Añadió que en este juicio se vino a discutir si la pileta era o no un elemento riesgoso, por lo que debe abordar el tema y, para eliminar cualquier duda, a fs.15 de la documentación traída por la Defensa de Giraldi, el Consejo Metropolitano de Guardavidas dice que existe una potencial peligrosidad para la vida humana, con lo que el carácter de cosa peligrosa está absolutamente probado; que entonces era esencial que los imputados hicieran lo necesario para garantizar la integridad física en estos ámbitos y no quitar los elementos de seguridad; que la Defensora del Pueblo calificó estos elementos de seguridad como esenciales para la vida de los que concurren a las piletas; que el imputado Storchi en su defensa dijo, un poco destruyendo lo que dijo su Defensa en los primeros días, que comprendía perfectamente la acusación y que se le cuestionaba la falta de habilitación, de guardavidas, de otros elementos de seguridad (canaleta, plataforma, etc), faltó agregar que ello ocurría en una fuente de peligro con chicos en una condición que debían ser cuidados; que Storchi justificó esto en forma liviana diciendo que no era de su competencia, que no le incumbía, que había delegado el tema de la cantidad de guardavidas, que la canaleta no tiene funciones de seguridad y que ello es responsabilidad del estudio de arquitectura, lo mismo en cuanto al tema de la silla sobreelevada, que no cumple ninguna función y además cuesta 400 pesos; que esta querella le preguntó de qué se ocupaba, y respondió que de negociaciones y de la supervisión general de las actividades; que cabe preguntarse qué es lo importante en una pileta o en dos piletas, en qué consiste esa supervisión, y en dos piletas lo importante es proveer la seguridad necesaria para que los chicos no se ahoguen y mínimamente cumplir con la ley; que no se entiende cómo una persona que se dedica desde 230 Poder Judicial de la Nación hace años a esta actividad no analizó los dos o tres artículos de la ordenanza, una persona que maneja la cadena más importante de piletas en la Ciudad, es decir que nuestros niños están colocados bajo la irresponsabilidad de quien niega y desprecia la ley, además no resiste el análisis el argumento de que desconocía la ordenanza, más allá de que la ley se reputa conocida. Agregó que además Storchi fue intimado al cumplimiento de la ordenanza 41.718, intimación que recibió su cuñada Miguez, y no se dijo nada a Bugallo, a lo cual se referirá posteriormente; que cabe preguntarse para qué sirven los dos guardavidas pero es obvio, dan más seguridad, esto más allá de que el testigo Iconomopulos, empleado de Storchi y que preparó dictámenes para esta causa que no sabemos si fueron o no pagados, diga que no dan mayor seguridad, pero esta parte entiende, porque la lógica así lo indica, que es un criterio elemental, pero suponiendo que este testigo, empleado de Storchi y amigo de Giraldi, tuviera razón, que la ordenanza no existe, cabe analizar los parámetros que trajo la Defensa de Giraldi; que éste quiso argumentar que en una pileta de 25 metros tiene que haber un guardavidas cada 100 personas, y así lo dice el art. 8 de las recomendaciones mínimas de seguridad traídas por la defensa de Giraldi, pero el art. 9 de las mismas recomendaciones señala que cuando en las piletas existan grupos de riesgo se debe disponer la presencia de guardavidas exclusivos para seguridad de dichos grupos, entonces cabe preguntarse dónde estaba este guardavidas y quién estaba mirando a Florencia si fue un chico el que tuvo que dar la voz de alerta; que, se mire por donde se mire, la presencia de dos guardavidas era una exigencia, y además en esta misma documentación aportada por la fiscalía, a fs. 3, entre los criterios para agregar más guardavidas una de las consideraciones a tener en cuenta es el tipo de público, por ejemplo personas con necesidades especiales o contingentes de colonias de vacaciones, como era el caso, por lo que vuelve a la función de protección y a la posición institucional que los obligaba a cuidarle y a garantizarle la vida a Florencia; pero veamos cómo actúan, a fs. 11 describen un operativo de seguridad y para la misma cantidad de parques para los que se 231 disponen durante el año 38 guardavidas para las mismas piletas en verano se disponen 254 guardavidas más los otros 38, éstos son los criterios básicos traídos por el coordinador de colonia; que no es que esta parte se esté apegando a la letra de la ley para pedir la condena sino que son elementos de seguridad básicos, que de haber sido respetuosos de la ley le habrían salvado la vida a Florencia pues es una fuente de peligro y eran grupos de riesgo, ya que había chicos como Florencia que no sabían nadar; que, se mire por donde se mire, la presencia de dos guardavidas o de ese guardavidas especial para grupos de riesgo no estaba por la decisión empresarial de Storchi, de Giraldi que ponía a sus “colonos” en una pileta de estas condiciones, de Privato, de Kamenetzky y también de Bugallo que tenía que conocer las condiciones de seguridad en que ponía a los socios de su club. En cuanto a la plataforma sobreelevada, entiende que era necesaria primero porque lo dice la ley, no lo dice porque sí, también dijo el testigo Pizano que cuanto mayor es la altura en que está uno menor es el “efecto espejo” en el agua, que no es lo mismo que el resplandor, y en este caso el resplandor y el efecto espejo eran importantísimos; que ello se vio al hacerse la inspección ocular, había techo corredizo y un ventanal, y en el video policial del día del hecho se ve en la propia pileta, producto del efecto espejo, tanto el techo abierto como la publicidad de “Orígenes” que se puede leer calcada en el espejo de agua, quiere decir que no se ve el fondo, y el efecto espejo sólo se rompe con los medios de seguridad necesarios, debiendo añadirse que también el Consejo de Guardavidas habla de silla sobreelevada; que además cuando se dio la vuelta a la pileta se advirtió que siempre hay un sector de la pileta que no se ve y por eso se precisan dos guardavidas además de la plataforma, pero Storchi dijo que la silla no servía para nada; que era simplemente para sentarse y no entiende entonces por qué la norma dice “para asegurar la fácil visualización”; que es normal que tengan dónde sentarse pues están trabajando ocho horas pero cuando se sientan tiene que tener buena visualización, para que no pase lo que pasó con Florencia, pero no se trata de un sillón sino de un mecanismo de seguridad que asegure la visualización. Añadió que aquí se ha discutido de todo sobre la función de la plataforma y se ha traído un 232 Poder Judicial de la Nación argumento de que sirve sólo para las playas, pero la ordenanza fue dictada para la ciudad de Buenos Aires, donde no hay ninguna playa, entonces no tiene por qué legislarse sobre las playas, pero además el efecto espejo se produce fundamentalmente en las piletas; que no es necesario explicar las características del mar argentino, que es opaco, no como por ejemplo el “Caribe”, pero se ha discutido todo, se trató de confundir el resplandor con el efecto espejo y se dijo que éste se soluciona con anteojos negros, pero éste no se produce en los ojos sino en la pileta. Asimismo expresó que cuando se hizo la inspección ocular en 2001 concurrió un buzo de la Policía Federal y un juez de la Nación, con pleno conocimiento de la trascendencia de esa afirmación en la causa, señaló la dificultad de visión hacia la parte profunda, que no se puede observar claramente el fondo y no hay prueba que pueda contradecir esta afirmación, pero mayores detalles sobre ello brindó el querellante; que además Planimetría señaló que en realidad donde decía 1,40m había 1,53m de profundidad y a Florencia la sacaron de un lugar donde ni la guardavidas hacía pie, pero volviendo al hecho que señalaba, como relató el señor Möller, el juez reclamaba la presencia del buzo al que había convocado y no lo encontraban porque estaba justo abajo del agua en la posición donde encontraron a Florencia, y por eso es clara la constatación de que no se puede observar claramente el fondo, entonces la necesidad de la correcta visualización que señala la norma es evidente, y que colocaran a los grupos de riesgo en esta pileta es un crimen enorme, un homicidio por el cual deben responder los aquí imputados. Agregó que la inspección realizada en 2007 sin duda es distinta a la de 2001, pues en la realizada este año no había nadie en la pileta y así es difícil tener la idea de los riesgos, no estaban los chicos en la parte profunda, no había gente haciendo natación, gente circulando, y por eso los mecanismos de seguridad establecidos en la ordenanza son esenciales, por más que acá digan que no es necesario, y en esa ocasión también se habrá comprobado que era imposible ver el fondo de la pileta chica, incluso en la audiencia escuchamos el caso de una persona que se ahogó a 80 cm de profundidad, y acá había chicos. Agregó que otro de los 233 argumentos de la Defensa es que ellos tienen una pileta de avanzada, con “skimmer”, y con esto pretenden que el artículo 15 de la ordenanza está en desuetudo, pero este artículo habla de otra función de seguridad, la de agarre, y se llegó a decir que la canaleta sólo sirve para escupir y que el “skimmer” es más moderno, pero la norma habla de una canaleta fácilmente aprehensible con la mano, que no existe cuando hay “skimmer”, con lo cual se quitó una posibilidad de salvataje a Florencia porque no tuvo de dónde asirse; que en la inspección ocular se pudo observar ese borde, como también que había una soga perimetral fácilmente aprehensible con la mano, que ojalá hubiera estado al momento del hecho; que en el video también se observa el borde y la distancia que hay entre el agua y la pileta y además esta parte pidió que se acompañaran copias color de las fotos del expediente de la Defensoría del Pueblo porque estando la pileta en funcionamiento, entre la superficie y la pileta hay alrededor de 40 cm y acá concurrían chicos de 7, 8 y 9 años que no sabían nadar, y cabe preguntarse qué tiene de fácilmente aprehensible este borde en chicos que tienen brazos pequeños, además la dificultad ya la tiene el que se está ahogando y por eso necesita algo fácilmente aprehensible, en este sentido la foto n° 4 es ilustrativa; que la imputada Kamenetzky confesó que no tenía problemas para asirse del borde pero los chicos sí, y esta confesión debe ser valorada en toda su extensión, nos referimos a quien al momento del hecho cumplía la función de guardavidas y percibía que los chicos no se podían asir fácilmente y que no tenía esta función de seguridad y agarre, y no tiene sentido preguntarles, como hicieron las defensas, si tenían dificultad o no para asirse, porque ellos no tuvieron un episodio como el de Florencia, además no es una pileta para profesionales sino para niños que no saben nadar y que deben ser cuidados. Añadió que se ha traído un pliego de licitación de la “Corporación Buenos Aires Sur” como prueba de que hay otras piletas donde se tapa la canaleta, y textualmente el defensor de Giraldi leyó el artículo 452 que dice que se procederá a cerrar la salivadera etc; que el dicente se opuso a esta prueba, en primer lugar porque el hecho de que se haya aprobado una licitación no tiene nada que ver con las cuestiones de seguridad, se puede ganar una licitación y después determinarse que la obra no puede 234 Poder Judicial de la Nación funcionar por no cumplir con las normas de seguridad, por ejemplo una pileta, un edificio mal construido, y desde el punto de vista jurídico nada tiene que ver una cosa con la otra; que incluso un empresario que constata que el lugar no cumple con los requisitos de seguridad tiene que autoclausurarse, es la actitud que corresponde, pues sabe que pone en riesgo la vida de los niños; que sin embargo ésta es la frase que dijo Storchi tres veces, “¿qué quieren, que me autoclausure?”, y esto es lo que correspondía, el nombrado tenía dos opciones, o se autoclausuraba o asumía el riesgo y esto es lo que va a definir el juicio, y el imputado lo confesó ante la mirada atenta del presidente y el dolor de la madre que no salía de su asombro; que esta parte sostuvo que esta prueba era improcedente, pues era como traer otros hechos para este expediente, por ejemplo tendría que traerse el expediente de “Cromañón”, que no tenía condiciones de seguridad, y no obstante Chaban permitía que funcionara el local, Storchi también y no estaba dispuesto a autoclausurarse. Agregó también que considera que éste es un juicio histórico y es el momento para decir que no desde esta nueva justicia, que no es la de los ’90, para decirles no a estos empresarios inescrupulosos a los que no les importa la vida de los niños que están bajo su responsabilidad; que no se va a explayar sobre los recaudos que hay que tener con relación a los niños, y en este sentido el Tribunal ha sido excesivamente celoso con las declaraciones de éstos, entonces cabe imaginar el cuidado que hay que tener con ellos en una pileta sin elementos de seguridad; que sabe que juzgar genera dolor, la conciencia genera dolor, pero ese dolor marca la estatura moral de los hombres, y para evitar la muerte de nuestros hijos es necesario un fallo ejemplar que mande a prisión a los “Corporación imputados; Sur”, dos que, retomando renglones más el abajo tema de la de la frase esgrimida por el abogado de la defensa, en el artículo 454 se dice que se colocará un solado antideslizante y un borde de travertino y que el borde rematará en una canaleta perimetral que contendrá una pieza que cumple la función de rejilla, remitiendo al plano; que en una de las audiencias el cuarto juez preguntó cómo era este sistema y se explicó que no se 235 suprime la función de agarre, sino que el agua llega a la altura del borde y éste es fácilmente aprehensible, es decir que no se quitan los elementos de seguridad, pero acá el borde estaba a 40 cm, incluso la guardavidas dijo que pasaba el brazo de lado a lado y lo ejemplificó con un gesto, única manera de estar seguro en la parte honda; y que la función de agarre es necesaria, fundamental, lo cual han confesado los propios imputados en la inspección ocular. Añadió que otro argumento que se ha esgrimido es que en las piletas que tengan menos de cien usuarios pueda haber un solo guardavidas, pero ya aclaró, ello salvo que existan grupos de riesgo como colonias de vacaciones; que la norma traída por la Defensa de Giraldi habla de cien usuarios, pero no está claro si se refiere a cien usuarios bañistas Megatlón”, y ello imputados ni el o a no los cuatro disminuye reconocimiento mil la de que tenía la responsabilidad la necesidad “Red de los de dos guardavidas; que además en octubre de 2001 los imputados, para demostrar que la pileta estaba bien habilitada, muestran la presencia de dos guardavidas, Cecilia Noemí Fernández y Cecilia Gabriela Best, es decir que ellos mismos reconocen después del hecho que tenía que haber dos guardavidas, o al menos es lo que muestran a la Dirección de Habilitaciones, como surge a fs. 217 del expediente de la Defensoría del Pueblo, pero el testigo Avila afirmó que en esa pileta nunca había cien personas, y si hubiera habido dos guardavidas en su plataforma o esta soga, o hubiera existido la canaleta todo habría sido distinto; que entonces, si se generaba el riesgo y se omitía cumplir con estas condiciones, debería clausurarse, pero Storchi admitió implícitamente asumir el riesgo y el resultado. Entendió que a Bugallo le corren las mismas consideraciones, al igual que a Giraldi, que no debería haber colocado a sus “colonos” en una pileta en estas condiciones, la propia Privato que es la que directamente los lleva y a Kamenetzky que es quien permite que todo ello se realice frente a sus ojos y con su conocimiento; que, volviendo al tema del dolo eventual, frente a la representación acabada del riesgo, la conciencia plena de la falta de elementos de seguridad exigidos por la normativa vigente, actuaron con indiferencia y desaprensión frente al resultado muerte que se habían representado; que estos elementos de seguridad eran esenciales, como dijo la Defensora 236 Poder Judicial de la Nación del Pueblo, y la seguridad es el primer concepto que tiene que abordar un empresario, incluso un el coordinador, presidente de un un profesor, club que una guardavidas e debe fiscalizar. Asimismo señaló que Giraldi era el coordinador de colonia, era el que disponía diariamente que chicos que no sabían nadar fueran sometidos a estos riesgos, chicos que estaban en distintos niveles de aprendizaje eran llevados a una pileta que no reunía los elementos mínimos de seguridad; que algunos de éstos tenían miedo al agua, algunos flotaban, otros flotaban con patada y con respiración rudimentaria; que en la enseñanza de natación existen tres categorías pero éstas no estaban en la colonia organizada por Giraldi, ya que los mezclaban; que Florencia no tenía por qué ir a la parte honda de esta pileta, nadie la había autorizado y hay manifestaciones concretas no sólo de la madre de Florencia sino de los chicos, que escucharon cuando aquélla se lo dijo a Privato; que Giraldi y Privato tenían la responsabilidad y la obligación de nivelarlos y está claro que Florencia no podía hacer este ejercicio en la parte honda, pero estaban los niños que podían ir nadando hasta Ávila y llegaban sin que Privato se enterara, otros salían por la escalera, otro niño no hizo el ejercicio por miedo y Florencia que no podía nadar; que el ejercicio que le hicieron hacer a la víctima era como si a los Sres. jueces les exigieran cruzar a nado un lago o el Río de la Plata, es decir, era un ejercicio imposible para ella, por eso es correcta la frase de ellos cuando señalan “a mi hija la mataron”, pues a una niña que no sabe nadar y la ponen a hacer ese ejercicio le significaba la muerte por ahogamiento, ese ejercicio no lo podía hacer sola, por más que Privato haya dicho que le dio un empujoncito. Añadió que Giraldi reconoció que era el responsable del área deportiva de la colonia, que supervisaba profesores, guardavidas, personal de mantenimiento y las actividades de los chicos, y diariamente sometía chicos que no sabían nadar, como Florencia, a este infierno, con la colaboración de Privato y Kamenetzky; que conocía el riesgo a punto tal que todos los días hacía reuniones, pero podría haber dispuesto un grupo especial para Florencia, un guardavidas especial o que estos chicos no fueran llevados a la parte 237 honda, pero quizás no era lo económicamente correcto o no se congraciaba con su jefe Storchi que ya había demostrado un desprecio por la seguridad; que el testigo Avila dijo que Giraldi era un “hinchapelotas”, pero ese modo de actuar debía estar dirigido a la seguridad y no podía poner en riesgo a sus colonos; que incluso su propio defensor aportó la documentación que acreditaba especial, y que por tenía el que contrario disponer la de un seguridad guardavidas que brindó a Florencia fue inexistente, de lo contrario no habría sido Bacchi el que dio el alerta y otro chico que la vio a Florencia bajo el agua sentada con los ojos abiertos, lo cual habla de la cantidad de tiempo que estuvo la niña bajo el agua, es decir que en esta pileta la seguridad la daban los propios niños; que Giraldi les vendió el paquete, una “super seguridad plus”, les ofreció cinco profesores más los que estaban a cargo del grupo señalando que él mismo presenciaba la nivelación y las clases, pero resultó que esos profesores no eran tales y ni siquiera estaban, es decir que no se cumplían las normas de seguridad; que los que estaban ese día en la pileta eran cuatro profesores, Dreiling, que evidenció una absoluta falta de conocimientos en materia de seguridad, Pérez Ferrer que estaba en la pileta chica con la primera y a la que le caben la mismas consideraciones, Avila que acababa de ser papá, estaba con otro grupo primero en la parte honda y luego en la parte baja, por lo que no podía mirar al grupo de Florencia y luego Privato, que no estaba mirando a Florencia, de lo contrario no habría sido un niño el que dio la voz de alerta; que los chicos hacían lo que querían, Florencia estaba en la parte honda, nadie la cuidaba y Giraldi disponía que esos “colonos” fueran sometidos a un riesgo constante que culminó con la muerte de Florencia. También agregó que Giraldi acompañó alguna documentación vinculada con las “preguntas del millón”, donde habla de un guardavidas permanente, que la seguridad es una pirámide invertida y ello es la base de su trabajo, de un excelente equipo de profesores experimentados, pero quedó claro que esa seguridad no es tal; que también trajo una grilla de trabajo de enero y febrero donde a la mañana colocan tres profesores de natación especiales y a la tarde ninguno, y esta documentación además echa por tierra la intención de deslizar alguna responsabilidad sobre Mariano Rosemberg, porque el nombrado en 238 Poder Judicial de la Nación el mes de febrero no estuvo, es decir que la organización de la colonia no cumplía ni siquiera los parámetros de seguridad que invocaba Giraldi, no ya los de la ley. Por su parte consideró que otra circunstancia que demuestra que no se cumplían esos parámetros es la declaración de Carlini, que dijo que a la mañana había otro guardavidas jubilado que no cumplía funciones pero que él solo se las arreglaba, es decir que la colonia estaba organizada para incumplir incluso sus propios parámetros de seguridad; que la necesidad de organizar un grupo especial para Florencia era evidente, pues había 38 chicos inscriptos en la colonia, aunque en la grilla invocan que había menos y que los profesores tenían menos gente, pero si estamos a la lista de la colonia, los chicos a cargo de Privato y de Ávila eran 38; que acá también hay una omisión enorme, pues era deber del omitente organizar correctamente esta colonia, en este sentido debe tenerse en cuenta el art. 96 del código contravencional, que alude a omitir recaudos de organización o seguridad respecto de un espectáculo masivo, deportivo o artístico, y ello fue uno de los argumentos utilizados por la Cámara del Crimen para responsabilizar a aquéllos que permitieron que “Cromañón” funcionaba del modo en que funcionó, porque las normas que nos indicaban un deber de actuar distinto al que realizaban estos imputados son evidentes y surgen por todos lados. Que con respecto a Privato, era la profesora a cargo de Florencia y esto nos dice mucho en términos jurídicos sobre su responsabilidad, pues fue quien llevó a Florencia a lo hondo, en un grupo de niños con distintos niveles de natación como mencionó la señora Rombolá, sabía que Florencia no sabía nadar, y aunque niegue lo que le dijo la madre era su obligación averiguarlo, obligó a Florencia a hacer estos ejercicios que como dijo el padre era imposible que realizara porque no sabía nadar y se hundía, y más allá de esta incapacidad de Florencia, con la anuencia de Giraldi la profesora mezcló los grupos, los distintos niveles, el chico que se iba nadando solo hasta Ávila, el que salía por la escalera, el que precisaba ayuda y el que no podía llegar a la escalera y se tenía que agarrar del borde que no estaba en la pileta, pero a Privato parece que no le importó colocar a Florencia 239 en una pileta en esas condiciones, y en vez de cuidarla y protegerla, de ejercer su responsabilidad, la puso en el lugar más peligroso de la pileta y se desentendió por completo de ella, y ni siquiera le importó ponerse ella en una situación de mayor complejidad para controlar a los chicos porque desde el agua, como explicó su testigo, el resplandor es mayor, sin embargo hacía tirar a los chicos a la parte honda, donde ella misma se colocó y donde no podía brindar un mínimo de seguridad, y con la representación de que alguno de los niños a su cargo se podía ahogar les ordenaba que se tiraran en la parte más peligrosa de la pileta. Con respecto al ejercicio que estaban haciendo en ese momento y al ejercicio anterior, porque no se sabe en qué momento murió Florencia, que estuvo mucho tiempo bajo del agua, señaló que se realizaron varios ejercicios, primero en el gimnasio y luego en la pileta, comenzando en la parte baja para seguir en la parte honda, quizás para que Ávila pudiera concurrir con su grupo a la parte baja y no se afectara la actividad de pileta libre, y según relataron los niños y explicaron con gráficos el tercer ejercicio, anterior a que encontraran a Florencia, consistía en tirarse y salir pegados al borde en la parte profunda, pero si tomamos en cuenta las condiciones de la pileta, la diferencia entre el borde y el agua, vemos que a los niños se los hacían nadar en una especie de cajón, sin posibilidad alguna de agarrarse, sin que estuviera la guardavidas y sin ningún elemento de seguridad, es decir que era imposible que lo realizara un chico sin la asistencia, ayuda, control y seguridad que debían brindarle; que esto lo decidió Privato pero lo permitieron Kamenetzky y Giraldi, que estaba siempre controlando los ejercicios. Añadió que nadie vio cuando Florencia se ahogó, e incluso es probable que no haya estado en el último ejercicio, aclarando que luego volverá sobre el punto; que encontraron el era ejercicio un que triángulo estaban en la haciendo parte cuando profunda, la donde Kamenetzky dijo que no hacía pie, los niños se tiraban, tocaban la mano de la profesora, y por más que ésta haya dicho que hasta que no salía el chico de la pileta no se tiraba otro vinieron los niños a desmentirla, lo cual le parece una vergüenza por parte de quien tenía la responsabilidad de cuidar a Florencia, y estos niños dijeron que se tiraban apenas le tocaban la mano, además Privato le pudo haber dado el empujón y 240 Poder Judicial de la Nación con eso complicar más la situación de Florencia, si es que con ese empujón tragó agua, pero lo cierto es que no la miró, en cambio la vio Tomás Borthelle con los ojos abiertos debajo del agua, cuando ya estaba muerta y ya había pasado mucho tiempo, y luego Bacchi que dio la voz de alerta; que Florencia no pudo avisar nada porque cuando se hundió se le inundaron de agua los pulmones y le quedó hinchada la cabeza por la cantidad de agua que ingresó en su cuerpo cuando trataba de buscar oxígeno en la profundidad; que Privato se desentendió por completo de Florencia, como se desentendió del resto de los niños en esta organización criminal que coordinaba Giraldi y apañaba Storchi, y acá tiene que decir que a Florencia la obligaron a realizar este ejercicio, y que el padre de la niña le confesó su dolor por haberle dicho, en una actitud lógica de cualquier padre, que tenía que hacerle caso en todo a sus profesores, entonces Florencia hizo caso, se tiró al agua en la parte más honda, aunque no sabía nadar, y creía que le iban a brindar la seguridad necesaria pero fue abandonada a su suerte y murió por hacerle caso a quienes debían protegerla. Asimismo refirió que la conducta de Privato es descabellada, pero no termina ahí, pues Florencia estaba muerta debajo del agua desde hacía mucho tiempo y nadie se percataba de nada, demostrando nuevamente que en esta pileta no existen las condiciones de seguridad mínimas, con lo que otra vez hablamos de la esencia de estas condiciones de seguridad; que quedó claro que en un ahogado es necesario actuar rápidamente, y esta necesidad involucra tanto a Kamenetzky, que tenía que estar atenta, como a Privato, pero veamos qué hizo Privato cuando otro niño le avisó que Florencia estaba bajo el agua, cuál era la conducta esperada, no sólo por la obligación de actuar sino desde el punto de vista humano: que la rescate, que la saque, además ella la condujo a la fuente de peligro y era la profesora a cargo, tenía el deber de evitar los riesgos, pero en cambio se limitó a llamar a la única guardavidas que hasta entonces no se había percatado absolutamente de nada; que la actitud de Privato sugiere que eso no era competencia suya, y esto lo dice porque las Defensas han introducido rescatarla, los el tema de profesores quién tenía dijeron 241 que la obligación la tenían de los guardavidas, éstos que correspondía a los profesores, y por su parte Privato tenía otra prioridad, abrazar al niño, es decir que no hizo nada por Florencia cuando lo mínimo que se espera de un adulto que tuviera el cuidado de Florencia es que tuviera algún sentimiento de humanidad e intentara un salvataje, más allá de llamar a la guardavidas y de quién estuviera más cerca, tema que han planteado también las Defensas; que aquí lo claro es que en esta pileta nadie se hacía cargo de nada y esto responsabiliza a Storchi, Bugallo y Giraldi y con ello cae otro argumento de la Defensa, de que si hay profesores no hacen falta guardavidas. En cuanto a la situación de la guardavidas Kamenetzky, entiende que está vinculada con el bien jurídico de una manera distinta que el resto de los imputados y que la elevación del riesgo por parte de los demás imputados no excluye su responsabilidad sino que la obligaba con mayor razón, incluso antes de que el hecho sucediera, como dijo el padre de la víctima, su propia función y la conciencia y el conocimiento del riesgo la obligaban a actuar de otra manera; que la nombrada sabía que había niños que no sabían nadar y que eran colocados en la parte más peligrosa de la pileta, en una situación de extremo riesgo, además sabía que no estaban los elementos de seguridad; que la guardavidas dijo que además de la pileta grande controlaba la pileta chica, a los bañistas de pileta libre, el solárium, que los chicos no corran y se golpeen, pero no se trata de una mera imprudencia o negligencia de los deberes a su cargo sino que en estas condiciones se representó el resultado probable, y en vez de cumplir con su función de guardavidas lo omitió por completo. Agregó que otro elemento que hace al tipo subjetivo es su propia confesión vinculada a que a los chicos les resultaba difícil agarrarse del borde; que aquí se trató de plantear la idea de que el guardavidas sólo cumple una función preventiva, no activa, pero en el caso la señora Kamenetzky no cumplió ni siquiera su función preventiva, de lo contrario no habría permitido que se colocara a los chicos en este riesgo mortal, y tampoco cumplió su función activa, pues no estaba mirando a los chicos que estaban en la parte más peligrosa de la pileta, como dijo el señor Möller, tenía que decirle a Giraldi que clausurara la pileta, pero no lo hizo, tampoco lo hicieron Giraldi ni Storchi y a nadie le importó la seguridad de los niños. En cuanto a 242 Poder Judicial de la Nación Bugallo no está en discusión que era presidente del club, tampoco que la pileta estaba concesionada y que las reformas y la falta de elementos de seguridad eran responsabilidad primaria de Megatlón, pero también lo eran de All Boys y el nombrado, en su condición de presidente de dicho club, no podía desconocer las condiciones en que funcionaba el natatorio y cuáles eran sus obligaciones; que como presidente su actuación más relevante fue aportar el lugar en que se llevaría a cabo la colonia, era responsable de la seguridad en el lugar, compartía con Storchi y Giraldi la decisión de utilizar este natatorio sin habilitación y en esas condiciones de seguridad se beneficiaba con los ingresos de los niños que asistían a esta colonia donde se los colocaba en situación de riesgo; que Storchi, Bugallo y Giraldi tuvieron el poder de decisión en cuestiones de relevancia vinculadas a la concreción de la colonia de vacaciones desarrollada en la pileta de All Boys, y por más que el contrato diga que era una facultad de Bugallo fiscalizar la actividad éste no podía desconocer que la pileta funcionaba sin habilitación, que había niños y que se los colocaba en situación de peligro, entonces no era posible evitar esta fiscalización, pues el beneficio que le generaba someter a los niños a este riesgo le generaba la obligación de fiscalizar, además muchos niños habrán asistido por el prestigio que les daba el propio club; que la responsabilidad de Bugallo también está establecida normativamente, así las intimaciones eran dirigidas al club, por ejemplo a fs. 68 del expediente de habilitación se menciona siete veces la ordenanza n° 41.718 y esta intimación del 28 de noviembre de 2000 se le hace al titular de “All Boys”, en la que se dice que debe señalizarse las profundidades de la pileta y otras circunstancias vinculadas con la seguridad, quiere decir que por más que por un contrato privado entre Storchi y “All Boys” se pretenda delegar la responsabilidad que frente al Estado uno tiene en materia de seguridad lo cierto es que frente al Estado Bugallo tenía la obligación de que el natatorio funcionara en estas condiciones, de lo contrario no sería él quien pide la habilitación y es intimado, y no es posible delegar responsabilidades frente al Estado a través de documentos 243 privados; que tampoco lo exime de esta situación lo que dijo su vicepresidente acerca de que ellos no tenían conocimiento del contrato de concesión, pues alcanzaba con llamar por teléfono a Storchi y preguntarle para que le informara lo que era materia de concesión, por lo que las defensas que se han plasmado en cuanto a este tema no tienen ningún sentido. Asimismo agregó que un párrafo aparte merece la cuestión de las pericias médicas; que de las declaraciones de los peritos oficiales surge que la muerte fue provocada por asfixia por sumersión, señalándose que se encontró plancton en el corazón, lo que demuestra que Florencia se hundió estando viva, y ello permite descartar algunas de las hipótesis que quisieron enfermar a Florencia; que los peritos señalaron que aumentó el volumen de los pulmones y que por lo menos, médicamente hablando, Florencia estuvo entre 4 y 12 minutos bajo el agua, que es el mínimo para que se produzca la muerte, como se señala también en el “Tratado de Medicina Legal” cuyo autor es el Dr. Patito; y considera que este tiempo es demostrativo de la desidia, falta de seguridad y dolo. En lo que hace al tema de la habilitación esta Querella considera que está probado que se concedió después de la muerte con base en dos informes ideológicamente falsos que se confeccionaron cuando la pileta estaba clausurada, es decir que no se podía constatar lo que se dice constatado y ello habla de un claro caso de cohecho, y en este sentido destaca que ya tienen procesamiento firme los dos inspectores que fraguaron las inspecciones en base a las cuales se concedió la habilitación, que además se otorgó después de la muerte de Florencia. Con respecto al tema de la reglamentación y la operatividad de la norma, señaló que es un argumento casi infantil, incomprensible, pretender que las leyes no deben cumplirse pues para comprobar su vigencia basta acudir al Boletín Oficial y al art. 2 del Código Civil, además la norma fue incorporada al Digesto de la Legislatura de la Ciudad hace poco tiempo, es decir que la ley está vigente y por otro lado no todas las normas deben ser reglamentadas; que además la reglamentación no puede establecer requisitos menores de seguridad; que la ley está para ser cumplida, de lo contrario caeríamos en una anomia total que es la que quieren instalar empresarios como Storchi o Chabán; que Carlos Nino, en su obra “Un país al margen de la ley”, se refiere a esta anomia, a esa 244 Poder Judicial de la Nación tendencia al incumplimiento de normas sociales, hubo tribunales que convalidaron que la ley no se cumpla, pero descuenta que este Tribunal no va a avalar esta nefasta doctrina. En lo que hace a la calificación legal del hecho, como lo ha hecho al formular acusación, entiende que todos los imputados eran conscientes del riesgo, la representación, lo asumieron y lo elevaron, lo que lleva a desplazar la culpa y hace pensar en el dolo eventual del homicidio simple del art. 79 del Código Penal; que la línea divisoria que hace al elemento subjetivo diferencia el tipo doloso del culposo y ello ha sido ampliamente debatido y probado en esta causa. Añadió que a las partes les corresponde acreditar los hechos y opinar sobre el derecho aplicable y al Tribunal decidir si están probados y aplicar el derecho; que para el caso de que se niegue que está probado el elemento subjetivo, entiende que cualquier condena que se dicte debe ser de cumplimiento efectivo, pues las agravantes que existen en el caso son evidentes; que, no obstante, entiende que está probado el dolo eventual, conforme los argumentos que expuso al formular el requerimiento de elevación con citas doctrinarias y jurisprudenciales a las que se remite por razón de brevedad e insiste en la aplicación del art. 79 C.P. Asimismo pide se tenga en cuenta el tiempo que estuvo sumergida Florencia sin que nadie se ocupara de ella, en el cual pasaron todas las fases de sumersión, incluso la vio el niño Borthelle con los ojos abiertos; que el Dr. Patito en su libro habla de 4 a 12 minutos, y entonces pide que en la Sala se aguarde ese tiempo en silencio y que se piense en todo lo que se puede hacer en ese tiempo mínimo de cuatro minutos, además no sabemos cuánto tiempo estuvo después Florencia sin que nadie la ayudara. Comprobado el sufrimiento de Florencia, va a realizar el petitorio concreto y a reclamar un fallo que ponga fin al desprecio de la ley, de la seguridad, y que genere conciencia, que marca dolor pero también la estatura moral de las personas; Florencia que muriera “Florencias”, no y otros tendríamos no debemos “Chabán”, que haber permitir otros permitido que “LAPA”. haya que otras Respecto del imputado Storchi considera que no hay eximentes, no fueron invocados, ni tampoco atenuantes dignos de mención, y aunque 245 careciera de condenas anteriores o gozare de buen concepto vecinal, no se posterioridad compadece al suceso con al la conducta reclamar la adoptada con habilitación del natatorio para seguir generando el riesgo criminal que ha analizado y tampoco con lo demostrado en el juicio con frases como “¿qué se pretendía, que me autoclausurara?”, lo que evidencia que privilegia el lucro frente a la seguridad y la vida de los niños; que también debe tenerse en cuenta lo establecido por el artículo 902 del Código Civil y que está probado que el nombrado dirige varias instituciones deportivas, entre ellas “All Boys”, por lo que entiende que la pena adecuada por generar este riesgo criminal y que se concretó en la muerte de Florencia, y haber persistido en él es la de quince años de prisión, con accesorias legales y costas (arts. 12, 20 bis, 29 inciso 3°, 40 y 41 C.P.), inhabilitación especial para realizar actividades o participar en sociedades que impliquen responsabilidad en atender la seguridad de los niños, ello por ser coautor del delito de homicidio simple (art. 79 C.P.), hecho ocurrido el 12 de febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá, entendiendo que la pena de inhabilitación debe ser fijada en el máximo legal (art. 20 bis inc. 3° C.P.). Respecto de Bugallo entiende que no existen eximentes ni atenuantes, tampoco fueron invocados ni los hay dignos de mención, y aunque careciera de condenas anteriores o gozare de buen concepto vecinal, no se compadece con la conducta adoptada con posterioridad al hecho al reclamar y permitir, que después de la muerte, que el natatorio volviera a funcionar; que también rigen los conceptos citados del art. 902 C.C., que el nombrado dirige una prestigiosa entidad deportiva y en consecuencia la pena adecuada por haber colocado durante mucho tiempo a niños en situación de peligro, de muerte, y haber insistido luego de la ocurrencia del hecho es la de catorce años de prisión, por ser coautor penalmente responsable del delito de homicidio simple (arts. 79 y 12, 20 bis, 29 inciso 3°, 40 y 41 C.P.), hecho ocurrido el 12 de febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá; y que entiende que la pena actividades o de inhabilitación participar en especial sociedades para que realizar impliquen responsabilidad en atender la seguridad de los niños debe 246 Poder Judicial de la Nación fijarse en el máximo (art. 20 bis C.P.). Respecto de Giraldi considera que no existen eximentes ni atenuantes, no fueron invocados ni los hay dignos de mención, y aunque careciera de condenas anteriores o gozare de buen concepto vecinal, su conducta no se compadece con las altas responsabilidades que tomó como coordinador deportivo de la institución a la que asistían grupos de riesgo; que también rige el art. 902 C.C.; y que la pena adecuada por colocar durante mucho tiempo en situación de peligro de muerte a niños es la de trece años de prisión y el máximo de la pena de inhabilitación para desempeñarse en tareas vinculadas a su profesión de profesora educación física y costas, por ser coautora penalmente responsable del delito de homicidio simple, hecho ocurrido el 12 de febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá (arts. 79, 12, 20 bis, 29 inciso 3°, 40 y 41 C.P.). En cuanto a Privato, señala que no existen atenuantes ni eximentes, no fueron invocados ni los hay dignos de mención, y aunque careciera de condenas anteriores o gozare de buen concepto vecinal, no se compadece con la actitud que adoptara diariamente antes del hecho y con posterioridad a la muerte de Florencia; que está probado que estaba a cargo de un grupo de niños a los que diariamente sometía a gravísimos riesgos de vida, y por ello pide que se le aplique la pena de doce años de prisión, accesorias legales y el máximo de la pena de inhabilitación para desempeñarse en tareas vinculadas a la educación física y la natación (arts. 79, 12, 20 bis, 29 inciso 3°, 40 y 41 C.P.), por ser coautora penalmente responsable del delito de homicidio simple (art. 79 C.P.), hecho ocurrido el 12 de febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá. Finalmente, respecto de Kamenetzky, considera que no existen eximentes ni atenuantes, no fueron invocados ni los hay dignos de mención, y aunque careciera de condenas anteriores o gozare de buen concepto vecinal, no se compadece con la conducta que adoptaba diariamente con anterioridad al hecho; que también es aplicable el citado art. 902 C.C. y está probado que, siendo guardavidas, permitía que se sometiera diariamente a los niños a gravísimo riesgo, por lo que entiende adecuada la pena de doce años de prisión, con accesorias legales y costas y el 247 máximo de la pena de inhabilitación para desempeñarse en tareas de guardavidas (arts. 12, 20 bis, 29 inc. 3°, 40 y 41 C.P.), ello por ser coautora penalmente responsable del delito de homicidio simple (art. 79 C.P.), hecho ocurrido el 12 de febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá. La querella al contestar los planteos de nulidades refirió que en relación al ocultamiento de pruebas, grabación de los menores o determinación de los testigos, precisa que ocultar pruebas es un término muy amplio, que uno trae a juicio las pruebas que considera pertinentes, útiles y legalmente hábiles para estar en juicio; que aquí no se trata de esconder prueba pues los defensores tomaron conocimiento de la existencia de un cassette justamente a través de esta parte que pretendió incorporarlo, a lo que el Tribunal sobre base de normas procesales no hizo lugar; que lo mismo ocurrió con los dibujos del expediente de la Defensoría del Pueblo, que no fueron ocultados, como tampoco las conversaciones de la madre con los niños, pero sobre la base de esto se le imputa haber determinado a los testigos; que las Defensas de Privato y Giraldi realizan quejas similares, pero en primer lugar hay que reparar en qué se pretendía que hiciera la madre después de que le devolvieran muerta a su hija, solamente cabe una respuesta: averiguar qué sucedió, lo cual nunca puede constituir un acto ilícito; que yendo a lo estrictamente procesal, no se tiene en cuenta que aquí declararon amigos, parientes, la abogada de Storchi, que recién sobre el final de su declaración dijo ser su cuñada, entonces cabe preguntarse si por una conversación de la madre con uno de los niños se pretende impugnar estos testimonios, pero no tienen la misma sanción quienes compartieron fiestas, trabajo, etc. con los imputados; que además Iconomopulos era empleado de Storchi y había firmado un dictamen a pedido expreso del nombrado. Agregó que el Dr. Silvestroni también dice que la querella fue incoherente en cuanto a la incorporación de la prueba, sobre la base de que en un primer momento pidió la confrontación de un testimonio con la declaración de uno de los niños y luego se declaró la nulidad, pero ese mismo letrado pidió se rechace el planteo de la querella, el Tribunal declaró la nulidad de las declaraciones como había pedido de algún modo la defensa y al día siguiente vino el Dr. Virgolini y de una manera incoherente 248 Poder Judicial de la Nación con su colega planteó absolutamente lo contrario, no obstante lo cual se quejan de que esta parte no planteó lo mismo que el día anterior, pero esta querella consideró válidos y suficientes los fundamentos del Tribunal, por lo que entiende que no hay incoherencia y si la hubiera no autoriza a pedir su apartamiento. Continuó expresando que también se dice que se afectó el principio de congruencia, pero se soslaya la norma del art. 401 C.P.P. y las propias actuaciones del expediente, pues estas cuestiones ya fueron planteadas y al respecto se remite a los dictámenes del Ministerio Público y a las resoluciones de los jueces que intervinieron, por ejemplo a fs. 3141 la Fiscalía señaló que es clara la imputación y que ese principio de congruencia dice que está a salvo, y lo mismo expone el juez a fs. 3150; que el otro planteo de peso que se realiza es el referido al impulso autónomo de esta querella, que no va a reiterar las fundamentaciones que ha dado por escrito, pero sí comentará cómo se habilita la acción; que antes de que interviniera esta querella habían sido citados a indagatoria los cinco imputados, luego el juez dictó el procesamiento de dos y sobreseyó a tres, el fiscal y la querella lo apelaron, hubo varias incidencias y en definitiva terminaron procesados los cinco imputados por la Cámara por el delito de homicidio culposo, en resolución que está firme; que frente a ello el juez corrió vista por aplicación del art. 346 C.P.P. y esta parte formuló acusación el 25 de noviembre de 2002, hace casi cinco años; que posteriormente se corrió vista al Ministerio Público Fiscal, que en un primer momento pidió que se verificara cuál era la normativa aplicable al caso, lo cual el juez de instrucción consideró impertinente porque la Cámara había fallado aplicando la ordenanza 41.718, es decir que a partir de allí el Ministerio Público, sin analizar la fundamentación del pedido de sobreseimiento, lo que cuestiona es el apartamiento, plantea la nulidad y allí la Sala I dicta el conocido como “fallo Storchi”, que autoriza a la querella a actuar en solitario; que ese fallo fue consentido por todas las partes y en el mismo se ordenó correr traslado de la acusación, de allí que algunas de las partes plantearon las mismas incidencias que ahora se reiteran, relativas a la violación del 249 principio de congruencia y a la descripción de los hechos, que no sólo fueron resueltas y rechazadas por el Juzgado instructor con dictamen favorable del Ministerio Público sino también por la Cámara, siendo rechazados los recursos de casación que se interpusieron; que además en el caso rige el art. 168, segundo párrafo, del código ritual, que habla de nulidades de orden publico, y si la acusación tuviera algún vicio debió haber sido declarada de oficio por cualquiera de los magistrados que intervinieron, pero en este sentido queda claro que la acusación es absolutamente completa, en ella se describieron con precisión los hechos, se les dio el encuadre jurídico que se estimó corresponde sin afectarse el principio de congruencia, se analizó individualmente la conducta de cada uno de los imputados, los elementos probatorios incorporados al expediente y las indagatorias, calificándose la conducta reprochada, también se mencionó los atenuantes y agravantes e incluso la pena requerida, pero su acusación no se limitó a ello, sino que para garantizar el derecho de defensa se analizó también los reiterados argumentos por las más importantes Defensas en sus que ahora alegatos y fueron hasta las defensas de fondo con citas de autores, todo lo cual se hizo el 25 de noviembre de 2002; que por ello mantiene en un todo su acusación, además todos los jueces que la han analizado determinaron que se cumplían acabadamente requisitos del art. 347 C.P.P., por lo que no se explica que se reiteren con liviandad los mismos argumentos para plantear la misma nulidad. Por todo ello mantiene la acusación y los planteos subsidiarios. En cuanto a la nulidad del procesamiento dictado por la Cámara del Crimen, se remite a las decisiones dictadas en este expediente y a la contestación que esta parte efectuó ante este Tribunal cuando arribó el expediente. Finalmente pide que se rechacen, con costas, todos los planteos de nulidad articulados por las defensas. La querella al hacer uso de su derecho a la réplica manifestó que se lanzaron acusaciones muy graves con relación a Fernandez de Justoni y Straquadaini; que también pidieron una actuación de oficio del Tribunal sobre la Defensora del Pueblo, pero estas testigos, a quienes confrontan con Maison, fueron ofrecidas al momento del art. 354 C.P.P. y esta parte no pretendía que dijeran algo que después Maison no recordó, de lo 250 Poder Judicial de la Nación contrario no hubieran propuesto a Maison, además lo que dicen que no recordó es absolutamente irrelevante y lo relevante es lo que recordó, esto es que cuando dijo que por una conversación que tuvo con su hijo advirtió que la versión que daba el club no era la que había percibido su hijo y que eso lo constató después de conversar con el niño, no con la señora Rombolá, por lo que no advierte motivos para la extracción de testimonios. La Dra. Irma Adriana García Netto, Fiscal General, manifestó por su parte que se inició la audiencia imputándose a Privato y a Kamenetzky el haber producido la muerte de Florencia Ayelén Möller Rombolá el 12 de febrero de 2001, entre la 15 y las 15.30, hecho ocurrido en interior de pileta del club “All Boys”, sito en Álvarez Jonte 4180, en oportunidad en que Florencia estaba bajo la custodia de ambas imputadas que revestían la calidad de profesora de natación y guardavidas de dicha pileta, imputándose a Privato que en forma negligente e imprudente no prestó la atención necesaria que requería el caso en cuestión, posibilitando así el deceso de la niña, ya que no advirtió que la menor no alcanzó a salir de la pileta y a Kamenetzky, que revestía este rol de garante de seguridad de los bañistas, que tampoco advirtió cuando la menor no alcanzó a salir de la pileta y terminó hundiéndose en el fondo de la misma. Con respecto a materialidad del hecho y en cuanto al momento en que se produjo este suceso se relata en el requerimiento fiscal de elevación los ejercicios que estaba realizando la profesora Privato. Así, respecto al modo de ocurrencia del suceso, la Fiscalía analiza en primer lugar la declaración de la imputada Privato, que tenía a su cargo a Florencia; la nombrada explicó los ejercicios y realizó un croquis con las ubicaciones, dijo que primero hicieron una actividad en la parte baja y luego otra en la parte profunda, aludió a dos tipos de ejercicios diferentes en la parte profunda, uno en que se tiraban por una colchoneta e iban nadando por el borde hasta salir por una escalera que estaba en la parte más profunda, en un extremo, iban en fila, tirándose de a uno, lo cual hicieron en dos oportunidades, y en otras 251 ocasiones hicieron un ejercicio tipo triángulo, en el que se tiraban por una colchoneta, llegaban hasta donde ella se encontraba, cerca del segundo andarivel, lo cual señaló en el croquis, y luego les daba un empujón para que salieran por una escalera que estaba aproximadamente a 1,40 m y por ahí tenían que salir, y por quinta vez hacían el ejercicio de manera más libre, es decir podían tirarse como quisieran a partir de la colchoneta y algunos podían llegar nadando hasta la parte baja donde estaba Avila con su grupo aunque la consigna era salir por la escalera y llegar hasta la parte baja; que en el croquis Privato ubica la colchoneta a 2,20 m de profundidad, a ella a unos tres metros de la colchoneta y la escalera a unos tres metros; que también dijo que hacía una semana que Florencia estaba en la colonia, que había realizado una nivelación de la niña el primer día, que había estado la mamá con ella y Giraldi, que la madre le explicó que Florencia había tenido una operación de adenoides y que no podía sumergir la cabeza y que quería que aprendiera a nadar, con lo que quedó claro que no sabía nadar, y que en otra ocasión fue a hablar con ella esa misma semana. Asimismo dijo que le hizo la prueba de nivelación, que Florencia respondió a la flotación y aunque no tenía técnica de nado tenía técnica de nado “perrito” y si bien no tenía temor de estar en el agua sí tenía mucha conciencia de sus limitaciones, así cuando ella explicó el primer ejercicio de “mancha puente” tenía tal conciencia que le indicó que se quedaba parada y que los otros niños pasaran por debajo; que Privato dijo también que llevó a los niños a la parte profunda y en el juicio los distintos profesores dijeron cómo había que realizar el ejercicio en parte profunda, Privato dijo que había que ingresar de a uno, también lo dijo Giraldi y surge del instructivo de “Megatlón”, y había que esperar a que el niño realice todo el circuito y, recién cuando estaba en superficie sólida, hacer tirar al niño siguiente; que Privato dice que Florencia ya estaba sujeta de la escalera y subiendo y que entonces dio la orden para que se tirara el siguiente chico; que indudablemente esto coincide con las técnicas que explicaron aquí distintos profesores como la testigo Boffa, que dijo que era adecuado y razonable que niños que tienen propulsión y aprenden a nadar vayan a la parte profunda pero deben hacerlo de a uno y esperar a que uno salga para que se 252 Poder Judicial de la Nación tire el siguiente; que Marcelo Avila, como estaba presente, describió además haber visto la actividad, el guardavidas de la mañana, Carlini, también vio este tipo de ejercicios; que el testigo Pizano explicó esta medida de seguridad que se debe tomar y Canavese, que era coordinador y profesor de natación, señaló que debía haber una distancia razonable con respecto a la guardavidas y que debían trabajar de a uno, lo cual también señaló Iconomópulos. Entiende que las declaraciones de quienes estaban presentes y realizaron este ejercicio son coincidentes con Privato en lo que dicen sobre el ejercicio pero no sobre la técnica y medidas de seguridad, especialmente en el último ejercicio, cuando estaban por terminar la actividad, y así escuchamos a Giuliano Bacchi, que no sólo es el que vio a Florencia debajo del agua y dio aviso sino que describió cómo era el ejercicio e hizo un dibujo de la ubicación, era el último de esta fila y vio a Florencia cerca de un metro o metro y medio antes de la escalera; que las declaraciones de los otros niños que aportan distintos detalles coinciden en cuanto al tipo de ejercicio pero Borthelle dijo cuando tocaban la mano de la profesora ahí se tiraba el chico que seguía, la profesora les daba el aviso de que tenían que seguir y el otro seguía nadando hasta la parte baja como hizo él; que Privato dijo que recordaba que una de las niñas, Ailin Lorenzo, que estaba más avanzada, le pidió ir nadando por la parte baja hasta Marcelo, y que otro de los niños también fue nadando hasta lo bajo, Tomás, pero no lo vio, es decir que ella misma reconoció que no lo vio; que Borthelle fue nadando y no salió por la escalera, es decir que no tuvo control sobre éste pero no le ocurrió nada porque sabía nadar, como la mayoría de los menores que vinieron a declarar; que Santiago Díaz, que iba después de Florencia, se tiró después de ésta, la pasó y no la vio más, es decir que Florencia todavía estaba en el agua, y no era el niño que se tiró inmediatamente después sino que ésta era Nathalie Mantiñán y así lo dijo su madre, señaló que era la que se tiró inmediatamente después de Florencia, que tenían que esperar dos o tres metros para no juntarse, pero no que el otro niño saliera, es decir que en el mismo momento Privato tenía a más de un alumno bajo su control en la pileta. Agrega que en 253 declaraciones que las propias Defensas pidieron incorporar por lectura, de otros niños que también estaban en el natatorio, prestadas en sede judicial y al poco tiempo del suceso, Ivana Cudicio dijo que Cecilia los miraba sólo cuando se tiraban y un poquito más porque después tenía que mirar al otro chico que se tiraba y ya no podía mirar al que iba para la escalera, es decir que el otro chico se incorporaba a la pileta antes de que saliera el anterior; que Juan Ignacio Jaime, que no realizó el ejercicio por tener otitis y sostenía la colchoneta, afirmó que vio a Florencia hasta que le tocó la mano a Cecilia pero luego estaba atento al chico que se tiraba después; Candela Palacios Monti vio que Florencia se tiró y nadó un poquito pero después no la vio más, es decir que ya no estaba más atenta; Marcio Barceló Manelli por su parte señaló que después de tocarle la mano a la profesora o se iba hacia el grupo de Marcelo o se salía pero no tenían esta consigna de esperar hasta que el niño anterior saliera del agua; Noelí Rulli, que estaba en el grupo con Marcelo y vio cómo se realizaba el ejercicio en la parte profunda, como tenía relación con Bacchi refirió lo que éste le contó, que Cecilia no la ayudaba a Florencia y que la vio cerca de la escalera; que aquí Privato dijo que ese día, como para demostrar su preocupación por el cuidado de los niños, a un niño que tenía miedo, Mariano, lo llevó de la mano hasta la escalera, lo cual coincide con lo dicho por Mariano Aparicio en su declaración que fue incorporada, en cuanto dijo que Cecilia lo agarró de la mano y lo llevó hasta la escalera, pero a los demás niños los agarraba cuando se tiraban y luego los dejaba nadar solos, es decir que esta situación de llevarla con la mano no se dio con Florencia cuando Privato sabía que esta niña no sabía nadar, así lo dijo la mamá y también el menor Consorti, que escuchó a la mamá decirle a la profesora Cecilia que no la llevara a la parte profunda, es decir que no hay duda de que Privato tenía la advertencia del mayor cuidado que debía dar a Florencia en la parte profunda, y lo conocía porque ella misma había hecho la nivelación y sabía que no podía nadar por sus propios medios un tiempo razonable; que éste era el último ejercicio que ya se le había descontrolado pues algunos niños salían por la escalera, otros iban hacia Marcelo, ella dijo que le había avisado a éste, pero el profesor señaló que sabía que venían hacia él, pero no estaba mirando qué niños estaban 254 Poder Judicial de la Nación viniendo, es decir que no tenía control; que si bien la mayoría de los niños hacía varios años que iban a la pileta y estaban acostumbrados a hacer esta actividad era distinto el caso de Florencia, que había estado operada y había pasado casi dos años sin actividad física, que estaba en una situación de peligro mayor como es la parte profunda y la misma profesora ubica la colchoneta a 2,20 metros, es decir que no tomó los recaudos y medidas adecuadas para el cuidado de la niña ni controló que se encontrara saliendo de la pileta antes de introducirse el próximo niño; que además ninguno de éstos dijo que efectivamente salían de la pileta antes de que Privato diera la orden de tirarse al niño siguiente, y la única que sostiene esta versión es la imputada. Entiende que es indudable entonces que la profesora Privato no estaba mirando y controlando a Florencia hasta que llegara a la escalera, y lo que dice acerca de que vio que la niña llegó hasta la escalera, suponiendo que se desvaneció y cayó al agua no condice con la posibilidad de que esto haya sucedido, tampoco escuchó el ruido y no sería posible, lo que ocurre es que no llegó a darse esta situación porque ella estaba mirando al siguiente niño que venía hacia ella porque ésta era la mecánica del último ejercicio, y aunque no hubiera mirado en los anteriores casos que los niños salieran del agua; que como la mecánica era volver a tirarse podía tener un mayor control de los que estaban en la fila, pero Privato dice que no sabe donde estaban, si estaban con Marcelo o dónde porque no tenía control, no les dijo que se quedaran allí; que además en la inspección ocular se pudo constatar que había bastantes metros de diferencia, y era evidente que con niños jugando no podía tener visión del lugar y control, sólo podía tenerlo si miraba a la niña hasta que saliera de la pileta pero no ha tenido este control en ningún momento, entonces está claro que colocó a la niña en una situación de peligro y riesgo mayor y no tomó las medidas de seguridad necesarias teniendo un deber objetivo de control; que si bien ella dice que lo hizo no hay duda de que no lo ha hecho, pues todos los testigos dijeron que el siguiente niño se tiraba antes, entonces ella prestaba atención a éste que venía hacia ella, incluso Privato reconoce en su 255 declaración la ayuda a Aparicio, que no dio a Florencia, y que no vio a Borthelle que fue directamente hacia la parte baja. Añadió que en otras declaraciones que escuchamos no se dieron tantas precisiones, como la de Sandro Damilano Maison, pero sí tenemos un conjunto de declaraciones en cuanto al lugar donde se hacía el ejercicio, la parte profunda, y algunos dijeron dónde estaba la guardavidas Kamenetzky aunque la mayoría no prestó atención a ello, pero todos coinciden en cuanto a que fue Bacchi quien dio la voz de alarma y vio a Florencia debajo del agua sumergida; que Borthelle, que había pasado antes que Bacchi, la vio en el fondo y creyó que estaba buscando una gomita y también coinciden en la voz de aviso de Privato a la guardavidas Kamenetzky que es quien la rescató del fondo y comenzó las tareas de reanimación con el médico Saudan de la institución. Agregó que uno de los argumentos de defensa que dio Privato fue precisamente éste, que era indudable que no se sentía responsable, que esto fue una obra de la fatalidad, que ella en todo momento vio a Florencia hasta que salía del agua y que ésta debe haber sufrido algún problema de salud, lo cual coincide con lo que surge de algunas declaraciones de las incorporadas por lectura, pues varios de los niños dijeron que Cecilia o Marcelo les comentaban que Florencia se había desvanecido en la escalera y había caído, pero ninguno de los niños lo había visto; que quizás lo hayan dicho para calmar a los niños en esa situación, pero es lo que se sigue manteniendo, que tuvo que haberle ocurrido algo; que esto llevó a realizar una instrucción suplementaria antes del debate y a recurrir a otros médicos y peritos para determinar si había alguna enfermedad previa, alguna arritmia cardíaca o neurológica, pero ello ha quedado totalmente descartado; que la médica Dukovsky, que aportó la historia clínica de Florencia dijo que era una niña sana, que nunca había tenido pérdidas de conocimiento, convulsiones o hechos que pudieran considerarse algún tipo de enfermedad; el Dr. Chimski, que la operó, expresó que sus análisis prequirúrgicos fueron perfectos en cuanto al sistema cardíaco, que era una nena sana y que le había dado el alta en diciembre de 2000, por lo que podía hacer cualquier actividad; que los médicos forenses Patito y David también descartaron las posibles patologías introducidas por la defensa y Patito dijo que la única causa de muerte fue la asfixia por 256 Poder Judicial de la Nación sumersión. Asimismo señaló que Privato también alegó que la niña no dio aviso, no gritó, y también lo dijo Kamenetzky, que no escuchó ningún aviso de parte de Florencia, pero dijo la propia Kamenetzky que cuando la rescató en ese lugar ella no hacía pie y que como la niña no dio ningún aviso suponían que tenía alguna enfermedad que le provocó la muerte, pero esta enfermedad fue descartada; que tampoco sabemos si Florencia dio aviso o no pues, y así lo dicen los niños y Kamenetzky, había mucho ruido en el lugar, es decir que si dio un grito o dijo algo pudo no haber sido escuchada, incluso la guardavidas no escuchó la voz de alarma de Bacchi lo que indica que no estaban atentas, que no la miraban, entonces si dio algún otro aviso en cuanto a una señal de alarma o agitar los brazos, tampoco lo sabemos ya que las nombradas no estaban mirando hacia ese lugar y la propia Kamenetzky lo reconoció, pues recién cuando Cecilia le dio el grito de alarma miró y vio a Florencia debajo del agua, es decir que podía ver ese lugar pero recién la visualizó después del grito de Privato, es decir que no escuchó el de Giuliano. Añadió que también se introdujo el tema del “ahogado silencioso”, pues hay muchos casos donde personas se ahogan en piletas, no por causal de enfermedad, y no dan señales de alarma previa, pero no se tiene que actuar ante la señal de alarma sino que tienen que tener el control y esto fue reconocido por los defensores, además en la última audiencia la defensa de Kamenetzky introdujo un artículo de “Clarín” sobre el sistema “Poseidón” en el que hay un recuadro con el título “Accidentes muy silenciosos”, donde se dice que la imagen estereotipada de quien mueve los brazos y pide auxilio está bastante alejada de la realidad, y en este caso a Florencia no la vieron ni la escucharon, aunque quizás pidió auxilio, además estaba en un lugar donde no podía salir sin ayuda; que sin embargo después de tantos años es lo primero que se quiso introducir como defensa, pero está claro que las imputadas no estaban atentas. Agregó que de la prueba incorporada surge que la causa de la muerte, sin dudas, fue asfixia por sumersión; que así surge de la autopsia de fs. 165/169 y de los informes posteriores de fs. 3667 y 4228, que no dejan dudas sobre la causa de la muerte, y también del dictamen del Dr. Sapag de la 257 Unidad Criminalística; que además se ha escuchado a los expertos en la audiencia y todos coinciden en que la niña se ahogó con vida, ya que se halló plancton en el cuerpo y la única posibilidad de encontrarlo es cuando la persona se sumerge con vida; que el Dr. Sapag también mencionó que era el caso del “ahogado azul” y que la víctima tenía esa espuma u hongo que aparece cuando una persona se ahoga, pues si cae al agua y muere por otra causa no está presente; que, en cuanto al tiempo que Florencia estuvo sumergida, que evidencia aún más la desatención y falta de cuidado sobre la niña, de no mirarla y no resguardarla hasta que saliera de este ámbito de riesgo en que la introdujo Privato, también lo dicen los médicos y la misma Kamenetzky, que señaló que cuando la sacó del agua no le vio signos vitales, asimismo lo señaló el Dr. Saudan y los expertos que intervinieron Mazzoni, Noriega, Hamasaki en las tareas y Pérez, de quienes reanimación, dijeron que hicieron todo lo posible, pero que la niña no tenía signos vitales; que esta resucitación no era posible porque Florencia ya había estado mucho tiempo sumergida en la pileta, de 3 a 10 minutos dijo el Dr. Patito, de 2 a 5 minutos el Dr. David, pero es indudable que este tiempo sucedió, lo cual se prueba con las declaraciones de los niños, pues hasta que Bacchi pasó y dio el grito de alarma pasaron cuatro o cinco chicos, Mantiñan, Diaz, Borthelle, Bacchi y tal vez alguno más, lo que quiere decir que Florencia estuvo suficiente tiempo sumergida como para que fuera ineficiente cualquier maniobra de resucitación que se realizara. Por todo ello considera que la imputación a Privato está acreditada, que la nombrada introdujo a la víctima en una situación de riesgo y no cumplió con el deber de cuidado que tenía, esto es tener la seguridad de que Florencia ya estaba fuera de la pileta antes de introducir al siguiente niño al medio acuático; que Privato conocía este riesgo y tenía la posibilidad de evitar este resultado, la muerte de Florencia. Con respecto a Kamenetzky, quedó probado que era la guardavidas, con lo cual conocía sus responsabilidades, que debía actuar ante un hecho como el que ocurrió y también realizar tareas de prevención, las cuales mencionaron los testigos, también dijo que tenía que tener cuidado de todo el sector y en la audiencia reconoció que no tenía problemas para controlar todo el sector, incluso se discutió si se necesitaba 258 Poder Judicial de la Nación uno o más guardavidas, pero la imputada señaló que no tenía problema en controlar todo y que no sintió que no lo pudiera manejar, aunque tenía que controlar la actividad de los niños fuera de la introdujeran pileta, los en otros los de pileta libre andariveles para donde que no estaban se los profesores y la colonia, de los niños más pequeños, el acceso al solárium, también dijo que no había sector de la pileta que no pudiese ver y no tener problema con el reflejo; que también reconoció que, cuando Privato le avisó, miró y vio a Florencia abajo del agua, es decir que no se trata de que no pudo ver la profundidad pues pudo verla, asumió que tenía una custodia general y asumió su deber de garante respecto de todas las personas que utilizan el natatorio. Agregó que en su indagatoria Giraldi dijo que el guardavidas era la autoridad máxima de la pileta, que aquél controlaba a los profesores y que no tuvo quejas de que Kamenetzky no pudiera controlar el lugar; que la testigo Dreiling dijo que la veía caminar por toda la pileta y que acompañaba a los profesores en distintos sectores y el guardavidas Carlini señaló que se controlaba toda la pileta y que tenían una visión general, que además dijo que él miraba todo, y que ante cualquier movimiento anormal sabe que tiene que actuar; que a ello también aludió el testigo Pizano, quien sostuvo que el guardavidas es el que tiene el mejor ángulo de visión porque está afuera, en cambio el profesor que está adentro no tiene tan buena visión; que a ello también se refirieron los testigos Avila e Iconomopulos, señalando este último de que se trabajaba en equipo con el guardavidas y el profesor; por su parte Privato dijo que no le avisaba a la guardavidas que iban a trabajar a la parte profunda y Kamenetzky dijo que miraba más a ese sector pero que no podía desatender el resto; que entiende que Kamenetzky tenía una responsabilidad individual como la de Privato pero diferente, estaba a tres metros de ese lugar pero no mirando a ese lugar en ese momento cuando eran niños los que estaban, y no es que no tenía visión porque cuando le avisaron inmediatamente la vio y si minutos antes hubiera mirado hacia allí la habría visto, pero no miró cuando se hundió ni tampoco durante el tiempo que estuvo sumergida, de lo contrario la 259 hubiese visto antes, es decir que su actuación hubiera posibilitado evitar este resultado muerte. Añadió que con la posición de garante que tiene como guardavidas de toda la pileta en algún momento tenía que mirar hacia ese lugar; que si bien no puede exigirse que mirara todo el tiempo a Florencia sí debía vigilar todos los sectores y, de haberlo hecho, en los minutos anteriores la habría visto y podría haber actuado; que si bien es cierto que le hizo a la niña las tareas de resucitación adecuadas esto era ineficaz, pues no había mirado antes y ésta es su infracción al deber de cuidado, no haber mirado anteriormente para poder rescatar a Florencia, y esta responsabilidad individual es diferente a la que tuvo Privato; que todo esto se corrobora en cuanto al lugar y la profundidad por los dichos de las imputadas y de los demás testigos, las fotografías del día del hecho de fs. 94 en las que se advierte que la escalera está colocada después del andarivel que separa las profundidades, con lo cual es evidente que Florencia estaba en una profundidad donde no iba a hacer pie, y también las constancias de la inspección ocular realizada durante la instrucción de fs. 553, en las que se indica la ubicación de la escalera, por lo que es indudable el medio en que se encontraba Florencia en ese momento; y que las demás incorporaciones de pericias, informes de laboratorio, etc, confirman cuál fue la única causa de muerte de la niña. Asimismo consideró que no existe ninguna causa de justificación ni de inimputabilidad y en cuanto la graduación de las penas tiene en cuenta, respecto de Privato, que tenía conocimiento, por su actividad y por los dichos de la madre de Florencia, de la situación de ésta, de que la estaba introduciendo en un medio de riesgo, con la voluntad de enseñarle, pero debió resguardarla hasta que saliera de la pileta, que se trata de un hecho muy lamentable y muy grave, la pérdida de la vida de una niña 9 años, y si bien no sabemos por qué no salió directamente a tratar de rescatarla, es correcto que le haya pedido ayuda a Kamenetzky pero se ignora por qué no salió ella también a hacerlo, y si bien estaba con ella el menor Bacchi éste ya estaba pasando por ese sector y habrá dado el aviso al hacer pie; asimismo tiene en cuenta la atenuantes su gravedad buen del hecho, informe su naturaleza socioambiental. y Respecto como de Kamenetzky señaló que no tomará como totalmente cierto, pues 260 Poder Judicial de la Nación pueden ser comentarios que se hacen posteriormente, lo que dijo la testigo Maison acerca de que su hijo comentó que ese día estaban los profesores y Ávila hablando del bebé de éste, por lo que la imputada pudo estar distraída con este tema, pero ello no lo puede tener en cuenta, pues es un comentario de una testigo y no tenemos certeza, entonces no sabemos si estaba distraída hablando con Ávila o si estaba distraída porque estaba mirando sólo el sector de pileta baja pero está claro que no cumplió con su función de guardavidas de controlar toda la pileta, y también tiene en cuenta la gravedad del hecho. Asimismo considera que ambas imputadas resultan autoras porque ambas tuvieron el dominio del riesgo que estaba creado en esa situación, riesgo que ubica a Privato con el conocimiento de llevar a la parte profunda a Florencia y tener la posibilidad de evitar este resultado muerte y también en la asunción de la posición de garante que tiene Kamenetzky, de saber que la pileta es un ámbito peligroso y los mismos testigos lo dijeron aquí, ella lo está asumiendo con esta función, ambas conocían y tenían la posibilidad de evitar este resultado. Por todo ello pide que se condene a la imputada Privato, por ser autora penalmente responsable del delito de homicidio culposo (artículo 84, primer párrafo, del Código Penal), a la pena de cuatro años de prisión, accesorias legales y costas e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de profesora de natación por diez años; y a Kamenetzky, por ser autora penalmente responsable del delito de homicidio culposo previsto en el art. 84 C.P., a la pena de tres años de prisión, de posible cumplimiento inhabilitación para en el suspenso, ejercicio más de la ocho años de profesión de guardavidas, ello por aplicación de los artículos 40, 41, 45, 26, 27 bis, incisos 1°, 3° y 8° y 29 inciso 3° del C.P. La Sra. Fiscal General al contestar los planteos de nulidad manifestó exclusivamente como legalidad; que planteadas sobre posibilidad de que en la su órgano primer el contestación controlador lugar de limitará del principio de reiteraron nulidades ya Cámara y la requerimiento de procesamiento querella se por realizar la elevación a juicio de manera autónoma, y al respecto se remite 261 a lo contestado por esta Fiscalía oportunamente y a lo resuelto por el Tribunal, aclarando que las Defensas plantearon la reserva del caso federal y hay un recurso extraordinario pendiente; que además en el alegato de la Defensa se agregó un argumento más, señalándose que podría tratarse de una nueva nulidad pero en realidad es un refuerzo de argumentación, y ello es el incumplimiento del deber de lealtad que tenía la querella en el ofrecimiento de prueba, ya que se sostuvo que la nulidad debía decretarse a partir de ese momento; que en el juicio se demostró que la parte querellante había realizado una investigación y la prueba a la que se refieren son los cassettes grabados y las entrevistas que mantuvo la señora Rombolá después del fallecimiento, de lo cual nos enteramos por los propios dichos de la señora en su declaración testimonial; que ello permitió a todas las partes interrogar a todos estos testigos en cuanto a esta actuación y qué habían dicho a la señora, por lo que entiende que no hubo afectación al derecho de defensa; que si bien esta prueba que no fue presentada desconoce los motivos de ello y si pudo haber afectado las declaraciones testimoniales se pudo haber constatado aquí; que por otro lado sería una exigencia muy grande de una de las partes decir que debe presentar todo aquello que ha podido investigar durante el trámite de la causa; que la defensa dice que se exige imparcialidad al Ministerio Fiscal y que no se le exige a la querella, pero el Ministerio Público también es una parte de este proceso, y en realidad al que se le debe exigir imparcialidad es al órgano jurisdiccional. Al respecto cita lo dicho por Ferrajoli, “Derecho y razón”, p. 610, donde se refiere a la verdad perseguida por el modelo acusatorio, del cual la querella autónoma es una representación, y entiende que con el ofrecimiento de prueba no se ha afectado el principio de legalidad, por lo que debe rechazarse la nulidad. Con respecto a la nulidad planteada por la defensa de Bugallo, considera que la Sra. Defensora no realizó un planteo con la fundamentación que exige el código de forma sino que sólo sostiene que la acusación fue inexistente, lo cual difiere mucho de los actos jurídicos nulos, y respecto de un acusación en debate oral sólo cabe analizar si cumple con los requisitos del último párrafo del art. 347 y los cumple si la Defensa pudo refutar sus argumentos, más allá de la valoración que el Tribunal realizará 262 Poder Judicial de la Nación sobre si esta acusación implica la atribución de un delito y la responsabilidad penal de los acusados. El Dr. Mariano Silvestroni, letrado defensor de Fernando Martín Storchi, expresó que se dividirá el alegato en cuatro partes, en la primera tratará la nulidad anticipada al comienzo del juicio y realizará una crítica de los puntos principales de la posición de la querella, en la segunda el Dr. Julio Virgolini analizará la situación concreta de su pupilo y responderá los argumentos relacionados con esta cuestión de la querella, en la tercera el Dr. Silvestroni se referirá a la supuesta creación de un riesgo jurídicamente desaprobado, a la concreción del riesgo y al aspecto subjetivo de la imputación y en la última parte el Dr. Virgolini formulará la conclusión de la defensa. El Dr. Silvestroni refirió que en la causa nos encontramos con un hecho trágico que no tiene ningún sentido; que frente a un hecho sin sentido, muchas veces se trata de buscar alguna explicación, en este caso esa explicación se trató de construir a partir de una teoría conspirativa, entonces resulta que estamos frente a la peor profesora de natación, la peor guardavidas, y ambas trabajan para “Megatlón”; que un grupo de empresarios inescrupulosos que buscan ganar dinero a costa de la seguridad de la gente, son lavadores de dinero, corruptos, modifican pruebas para ocultar el hecho, así en esta teoría todo cierra y lo que no lo tiene pasa a tener sentido; que la Querella pidió una sanción ejemplar para poner fin a la impunidad que existe en la Argentina, es decir que se fuerza la realidad, no se quiere probar la verdad sino una determinada hipótesis que no se ajusta a ella y se busca torcer la voluntad del Tribunal. Agregó que en primer lugar, con respecto a la cuestión de nulidad anticipada al comienzo del juicio, señala que fue planteada en el momento del art. 354 C.P.P., rechazada por el tribunal, también fueron rechazados los recursos, aunque está pendiente la consideró que resolución no había de la Corte sentencia Suprema, definitiva, porque se entonces es obligación de esta defensa instar el dictado de sentencia definitiva para poder recurrir contra ella. En cuanto a los 263 argumentos se remite en su totalidad al escrito presentado oportunamente, por razones de brevedad, y señala que se trataba de dos nulidades: una, el procesamiento emanado directamente de la Cámara de Apelaciones, y la otra, la nulidad de los actos vinculados al impulso autónomo de la acción por la querella sin requerimiento fiscal que lo acompañe; que la resolución de la Cámara que declaró la inconstitucionalidad del art. 348 C.P.P. es adecuada porque la norma es inconstitucional, y el fallo “Quiroga” de la Corte Suprema lo confirma, pero es nula e inconstitucional en cuanto querella. lo largo Que a otorga del un debate poder autónomo surgieron a la argumentos adicionales que apuntalan aún más las razones que fundamentaron este planteo de nulidad: así, nos encontramos con una actividad de la querella incompatible con la titularidad exclusiva de un delito de acción pública; la querella se comportó de manera incompatible con ello y ese comportamiento irregular la priva de potestad para tener en forma autónoma el impulso de la acción penal que le fue otorgado por la Cámara citada; que estos actos que fulminan de nulidad toda su actuación son los siguientes, aclarando que se lo puede ver como un planteo diferente o como razones nuevas que abonan la nulidad antes planteada: en primer lugar, el ocultamiento de evidencias, en esta causa los principales testigos son chicos que tenían entre 7 y 9 años, ahora alrededor de 14 años y no recuerdan prácticamente nada de lo ocurrido, y frente a ello el juzgado instructor no tomó medidas tales como filmar las declaraciones de los chicos, o grabar, además se encomendó parte de esta tarea a la policía que la llevó a cabo de modo deplorable, pero que no generaba motivo para declarar las nulidades que declaró este Tribunal; que en el debate surgió además que la señora Rombolá grabó las conversaciones de los menores, y así lo dijeron Gustavo Jaime y la niña Pedemonte, es decir que la querellante se dedicó a grabar a los chicos días después del hecho, y no olvidemos que además exhibió en el juicio un cassette con la supuesta conversación de tres testigos que aquí declararon; que entonces no sabemos si la querella tiene pero al menos tuvo en su poder la declaración de los chicos, y todo lo que los chicos olvidaron por el paso del tiempo y que no pudo incorporarse al juicio por deficiencia de la actuación policial la querella pudo haberlo aportado al juicio y no lo 264 Poder Judicial de la Nación aportó, lo cual es muy sugestivo, si como dice quiere buscar la verdad, pero entiende que es porque no le interesa llegar a la verdad sino acreditar su posición, porque su contenido evidentemente, pues no le convenía y por eso no lo aportó. Añadió que este ocultamiento de pruebas es un vicio esencial del procedimiento que impide a la querella conservar el rol autónomo que le fue otorgado; que cuando la ley del Ministerio Público establece el deber de imparcialidad para los fiscales prescribe que el que tiene la titularidad de la acción no puede hacer cualquier cosa, obviamente hay un vacío legal porque jamás se pensó que se podía otorgar el rol autónomo a la querella, esto es una contradicción pues la querella no puede ser imparcial, pero como mínimo y como acusadora exclusiva en un juicio penal lo que se le debe exigir es un deber de lealtad al tribunal y a las demás partes, lo cual le impide ocultar prueba, asumir posiciones contradictorias y negarse al descubrimiento de la verdad real; y que ello no se suple con el control de legalidad del Ministerio Fiscal porque éste no puede impedir tales irregularidades; que si la querella tiene pruebas y no las aporta nada se puede hacer; que una de las razones por las que se dice que se debe dar rol autónomo a querella es en función del derecho a la verdad que tienen las víctimas de los delitos, pero aquí quedó claro que a la querella no le interesa la verdad, sino probar su posición, entonces ocultó pruebas y asumió posiciones contradictorias por ese motivo. Por ello entiende que la querella debe ser sancionada procesalmente y que debe declararse la nulidad de toda su actuación autónoma, pues estos vicios eran preexistentes aunque se descubrieron en el debate y, subsidiariamente, debe anularse lo actuado a partir del ofrecimiento de prueba, momento en que cometió la mayor irregularidad, ocultar los cassettes que tenía en su poder, agregando que si bien no se puede decir que esta sanción no está prevista procesalmente, tampoco está prevista la actuación autónoma de la querella. Por ello solicitó se declare la nulidad adicionales oportunamente que evidencian planteada que la con estos querella en argumentos este caso concreto no ejerció la alta responsabilidad que le dio la Cámara como correspondía, violando el deber de lealtad, las 265 reglas del debido proceso y la defensa en juicio. También encuadra dentro de esta actuación irregular de la querella la influencia que se tuvo sobre testigos menores, pues la señora Rombolá habló con los chicos al entrevistarlos y pudo haber hecho estas afirmaciones frente a los chicos, que Florencia no sabía nadar, que ella habló con la profesora para que no la llevara a la parte honda, etc y en consecuencia no le extrañaría que la afirmación de Consorti en el juicio haya estado influenciada por ella; que además la omisión de aportar los cassettes impide descartar que haya existido esta influencia indebida. Añadió que otra muestra de lo que sostiene son las posiciones contradictorias de la querella; que cuando se analizó la nulidad de la declaración de Borthelle, que decía algo que a la querella le convenía, esta parte se opuso a la nulidad y la querella adhirió al planteo porque le convenía lo que decía ese testigo, aunque no sabía si Borthelle se iba a acordar, pero posteriormente, en otras situaciones similares, la querella asumió una posición contradictoria y se opuso a sus planteos de nulidad porque no le convenía el contenido de las declaraciones; que las defensas fueron coherentes en la cuestión y la querella totalmente incoherente, y si tiene el monopolio de la acción penal pública no puede ser incoherente, debe tener una posición y defenderla. Con respecto a las principales críticas a la posición de la querella, en cuanto al fondo de la cuestión, en primer lugar señaló la ausencia de descripción del hecho en el alegato formulado por el letrado de la querella, aclarando que no pretende plantear ninguna nulidad y que sólo destacará estas falencias como fundamento de por qué debe rechazarse la pretensión del acusador particular; que si bien éste se remitió al requerimiento de elevación a juicio, al que denominó acusación, la corte fue muy clara en el fallo “Mostacchio” en cuanto a que la acusación es la que se produce en el debate al momento de alegar, y es en ese momento es cuando debe describirse el hecho en función de la valoración que se haga de las pruebas, lo que no se suple con la descripción hecha en el requerimiento de elevación; que la querella dijo que a Storchi le imputaba una omisión, no una acción causante de un resultado, y la principal diferencia entre los delitos activos y omisivos es la causalidad, en los primeros hay causalidad entre acción y resultado pero en los 266 Poder Judicial de la Nación últimos no está presente, y esto es muy importante pues en el delito de omisión lo que se imputa al sujeto es no haber interrumpido determinado curso causal, entonces para poder establecer cuál es la conducta debida se debe determinar con precisión cuál fue el curso causal que desembocó en el resultado; que aquí la querella omitió establecer el curso causal que desembocó en el resultado, a punto tal que contradijo expresamente la versión de los hechos que había sugerido en el requerimiento de elevación a juicio; que no precisó cuestiones tales como si Florencia se hundió apenas la empujó Privato, si la niña llegó hasta el final del ejercicio, si pudo asirse del borde, si llegó efectivamente hasta Privato, si llegó a la escalera y se resbaló, y si se sumergió en el ultimo ejercicio; que de hecho la querella afirmó que se hundió en un ejercicio anterior y que luego lo explicaría pero no lo hizo, con lo cual contradijo la hipótesis fáctica del requerimiento de elevación a juicio y la contenida en todos los actos procesales principio de describió cuál relevantes congruencia. fue el a los Agregó curso fines que causal si que del respeto la querella desembocó en del no el resultado mucho menos puede describir la conducta debida; que la querella dijo que imputaba un delito de omisión y la conducta debida es la conducta dirigida a interrumpir el curso causal, entonces para imputar una omisión hay que establecer el curso causal para poder establecer el reflejo de la causalidad en los tipos omisivos que es el nexo de evitación, es decir la conducta que la interrumpe el nexo causal y conduce al resultado; que ello impide establecer si es relevante o no la ausencia de canaleta perimetral en la producción del resultado, como también de la plataforma sobreelevada, porque impide establecer si tuvo o no incidencia el reflejo en el agua, si Kamenetzky podía o no ver el fondo desde donde estaba, o si era necesaria la presencia de dos guardavidas, cuestiones que no pueden ser respondidas porque falta una precisión del curso causal que desembocó en el resultado; que esta omisión de la querella no puede ser suplida por la descripción precisa que hizo la Fiscalía respecto del curso causal que desembocó en el resultado, aunque no la comparte, de lo contrario la acusación 267 de la querella se integraría con la de la Fiscalía que carece de acción respecto de su cliente; que tampoco describió concretamente la querella qué omisión se imputa a Storchi y se formuló una revestía, acusación pero no abstracta se le basada atribuyó en actos la calidad concretos, no que se estableció concretamente la conducta debida y su omisión, sobre lo cual volverá más adelante. Con respecto a la deficiente construcción jurídica de la acusación, la querella imputó un delito de omisión y dijo que la conducta de Storchi se subsume en el art. 79 C.P., pero el primer problema es que ese artículo no describe ninguna omisión; que la querella pasó por alto esta cuestión y dijo que se remitía a la problemática de los delitos de omisión, pero debió hacerse cargo de este reparo constitucional, y en este sentido Zaffaroni es muy claro en cuanto a la inconstitucionalidad de los tipos de omisión impropia no escritos y en todo caso respecto del homicidio habrá que analizar la conducta a tenor del art. 106 C.P., que establece requisitos típicos diferentes que ameritan una defensa diferente, pero la querella no acudió a una imputación en estos términos; que otra deficiencia de la construcción jurídica de la querella es que si imputa un delito de omisión debió explicar con claridad la concurrencia de los elementos del tipo objetivo del delito de omisión impropia que son la situación típica generadora del deber de actuar; que podría haber dicho que Storchi se encontró frente a determinada situación típica que generaba el deber de actuar, no por sí sola pero en los delitos de omisión impropia hay un aditamento más que genera el deber de actuar, por otro lado es que llevó a cabo una conducta distinta a la debida, pero tampoco precisó cuál era la conducta debida ni la distinta de la debida, o si tenía la posibilidad física de llevar a cabo esa acción, que en este caso sería interesante analizar, pues aquí el testigo Fachal dijo en cuanto a uno de los puntos sobre los que versa la imputación que era imposible conseguir una habilitación en los términos de la ordenanza 41.718, la querella debió hacerse cargo de esto y no lo hizo, sí describió la ocurrencia del resultado pero tampoco se refirió a otro elemento esencial de los tipos omisivos, cual es el nexo de evitación. Asimismo señaló que otro error de la querella es la ausencia de acusación alternativa, pues Storchi fue procesado por homicidio 268 Poder Judicial de la Nación culposo, luego requerida la elevación a juicio por el delito de homicidio doloso, sin ninguna imputación alternativa, luego se elevó la causa a juicio por homicidio culposo en un auto donde además no se describió la conducta imputada a Storchi, si bien se la califica a tenor del art. 84 C.P., y aquí es acusado por homicidio doloso; que si esta acusación fuera formulada por la Fiscalía se podría decir que se aplica el art. 401 C.P.P. y el Tribunal debería evaluar si se aplica el art. 84 C.P. pero en este caso ello no es posible pues la querella expresamente dijo que estaba descartada la culpa, de forma expresa y deliberada descartó una acusación por homicidio culposo, siquiera en forma alternativa. Asimismo refirió que en esta causa la querella es autónoma, por lo que no es posible suplir su omisión, la acusación en esta causa es privada y por ello totalmente disponible, es más, si hubiera renunciado a su rol la querella habría que haber sobreseído a su cliente, o si aquélla se hubiera ausentado de alguna audiencia, entonces si la querella, autónoma, decide no acusar por homicidio culposo es evidente que deliberadamente ha dispuesto del derecho a obtener una condena por ese delito, y si el Tribunal incursionara en el análisis de esta cuestión lo que haría es suplir el error de la querella, violar las reglas del contradictorio y doctrina de los fallos “Mostacchio”, “Tarifeño” y “Santillán” de la Corte Suprema. En resumen, teniendo en cuenta las características particulares de esta causa, el principio acusatorio rige de modo estricto y no se puede suplir esta omisión de la querella de no acusar por homicidio culposo. En cuanto a otros errores e irregularidades en la actuación de la querella señala la utilización indebida de la Defensoría del Pueblo, que fue utilizada en beneficio de un interés particular y esto lo demuestra la cruzada iniciada por ese organismo contra un conjunto de natatorios, que fue totalmente infructuosa, lo que demuestra su falta de razón; además destaca la omisión de asesorarse con especialistas; que tampoco la Defensoría citó a persona alguna de “Megatlón”, lo cual demuestra una clara parcialidad y otra irregularidad; por último, en cuanto al mensaje de correo electrónico obrante a fs. 1229, o fs. 131 del expediente de la Defensoría, enviado por Rombolá a Oliveira, en 269 el cual se menciona que dinero proveniente de coimas etc. estaba siendo invertido en “Megatlón” y además en éste identifica una serie de clubes que en realidad son de la competencia, pero supuestamente son de “Megatlón”, y si se analiza qué sedes fue a inspeccionar la Defensoría están las piletas de “Megatlón” y los que la señora mencionó en su email, supuestamente vinculados a “Megatlón”, lo que pone de manifiesto una actuación irregular de la Defensoría del Pueblo, por todo lo cual entiende que no corresponde valorar este dictamen de la Defensoría, a los efectos de establecer la conducta debida. Asimismo entendió que han existido afirmaciones falsas de la querella, por ejemplo el corrimiento de la escalera, lo cual es absolutamente falso, siempre estuvo allí y así surge del video y de las fotografías; también la afirmación del Sr. Möller de que desde donde estaba Kamenetzky no se veía el fondo de la pileta es falsa, pues fue contradicho por inspección ocular y los dichos de la propia guardavidas; la supuesta sustitución del Dr. Saudan, nos querían hacer creer que había sido cambiado por otra persona pero el testigo Pérez lo describió perfectamente; la afirmación de la señora Rombolá sobre la imposibilidad de sumergirse de Florencia, que fue contradicha por el otorrinolaringólogo, entonces o mintió respecto de esto o quien sugirió ello fue otro profesional, es decir que en todo caso les fue ocultado o hubo una mentira; que también encontramos a dos testigos que declararon falsamente, por lo que pide la extracción de testimonios a su respecto, tratándose de las testigos Fernández Justoni y Straquadini, que vinieron a contar una historia de haber escuchado el día después del hecho a la madre de Sandro Damilano decir que el día del suceso se cruzó con una profesora a la que mandaron de vuelta a la casa y por eso juntaron grupos de chicos que sabían y no nadar; que en el momento de declarar estas testigos se suponía que no iba a venir a declarar la señora Maison, porque no había sido notificada pero sorpresivamente ésta compareció y no sólo negó las circunstancias de tiempo de esta supuesta conversación, que fijó en por lo menos una semana después del hecho, sino que dijo que no había otros adultos presentes y además negó el hecho mismo que supuestamente habría contado, entonces es evidente que hay dos testigos que declararon en falso. Añadió que otro argumento de la querella, muy serio y 270 Poder Judicial de la Nación muy grave, que es la sinonimia con los casos “LAPA” y “Cromañón”, la comparación de Chabán y Storchi, la apelación a una nueva justicia, y este argumento tiene un trasfondo autoritario muy claro, si estamos en contra de la impunidad, de jueces digitados, tenemos que estar de acuerdo en que hay que condenar a Storchi; que esta sinonimia pone de manifiesto la falta de pruebas que tiene en contra de su cliente, pues acude a elementos que hay en otras causas para tratar de darle contenido a una acusación que en este proceso no tiene ninguna prueba que la soporte; que respecto de estos otros expedientes, ya de por sí los hechos son totalmente diferentes, además las decisiones que se citaron son interlocutorias, decisiones de mérito que decidieron procesar para después enviar a juicio; que en el caso de “Chabán”, a quien se comparó con Storchi, se le imputó clausurar una puerta de emergencia contra la cual se apilaron decenas de personas que murieron asfixiadas, era el que controlaba ese lugar, estaba presente el día del hecho y controlaba todos los focos de peligro; que además la querella dijo que éste era el caso “pre Cromañón”, en un intento de influir indebidamente en el ánimo del Tribunal, pues intenta generar una presión totalmente fuera de lugar; que además en el caso “Cromañón”, los peligros generados eran motivo suficiente de clausura, además constituían una violación de la regla de cuidado y fueron los que determinaron la producción del resultado; que en este caso los supuestos peligros a que se refiere la Querella no eran motivo de clausura ni violaron la regla de cuidado; que en el caso “LAPA” se analizó la responsabilidad personal de cada persona, de cada director, gerente, instructor, y cuál era el conocimiento y la intervención personal que tenían respecto de los focos de peligro y por ello se dictaron los procesamientos, pero acá no existió relación de Storchi con los focos de peligro y quien tiene la carga de la prueba no se ocupó de probar absolutamente nada. Añadió que la Querella pide un fallo ejemplar y no que se falle con las pruebas de la causa sino con las de otros casos, habla de una nueva justicia, de una nueva Corte, y al respecto cabe traer a colación la opinión del Dr. Zaffaroni en cuanto a los fallos ejemplares (página 55 del nuevo Tratado), y lo que 271 se quiere hacer con este discurso de la querella justamente es atemorizar al tribunal para imponer una pena indebida; que además la Querella inferencias sobre concretamente valora lo lo que hace hechos ocurrió en posteriores para al del cuanto momento al hacer hecho, procesamiento de funcionarios municipales, la existencia actual de la soga perimetral y de dos guardavidas en ciertas inspecciones posteriores y a unas fotos que aportó la Defensa de Bugallo, pero todo ello es irrelevante para analizar lo que ocurrió al momento del hecho, el procesamiento de los funcionarios es una resolución de mérito y no tiene incidencia en la clausura de la pileta de “Megatlón”, por lo que no tienen relevancia probatoria en esta causa; con respecto a la soga perimetral, es evidente que la existencia de esta causa genera una situación de incertidumbre muy grande en cuanto a lo que está y no permitido, además se le piden quince años de prisión en el requerimiento de elevación a juicio, entonces en esa situación las personas actúan de la manera que mejor les parece; con respecto a las fotos citadas la querella se aprovecha de esto porque no tiene pruebas contra su cliente, se sugiere que “Megatlón” pintó un cartel para que no se lea ese nombre al momento de la inspección ocular, pero aquélla jamás negó la concesión del club “All Boys”, además se pintó para poner una nueva publicidad con la foto del tenista Cañas, al que patrocina “Megatlón”, y además es de estas cuestiones se ocupa Storchi en “Megatlón”, no de lo que le atribuye la querella, que transforma una causa penal en una causa civil y pretende deducir responsabilidad penal de determinadas cuestiones formales, quizás porque lo que importa es el resultado de la causa civil donde se pedirá una suma millonaria de indemnización. Agregó que la acusación de la querella es lesiva del principio de culpabilidad penal previsto en los artículos 1, 18, 19 y 33 de la Constitución Nacional del cual se deriva el principio dogmático de la responsabilidad por el hecho propio y por el cual queda descartada la responsabilidad objetiva; en este sentido cita el fallo dictado el 7/6/2005 por la Corte Suprema, en el caso “Anmat c/Laboratorios Andrómaco”, donde se reafirma la vigencia del principio de culpabilidad, y que es pertinente a los fines de la evaluación que deberá hacerse de la situación de Storchi. Por su parte el Dr. 272 Poder Judicial de la Nación Virgolini expresó que como señaló su colega, que la querella formula una imputación basada en un principio de responsabilidad objetiva ajeno al principio de culpabilidad penal; que en este sentido no pudo acreditar la existencia de ninguna omisión u acción atribuible personalmente a Storchi a la que pudiera imputársele el hecho producido; que lo que va a decir no es una sorpresa ni un argumento nuevo, pues estaba desde el principio de la instrucción y así lo dijo Storchi en su indagatoria en el año 2001, donde indicó cómo era la organización de “Megatlón” y cómo estaban organizadas las competencias de cada uno de los funcionarios que las integraban según las estructuras de las que estaba compuesta; que dio detalles de la organización de un grupo de sociedades que se dedicaban a gerenciamiento de una cantidad de centros deportivos que se despliegan de forma homogénea y según las mismas pautas y criterios, explicó que tenían una conducción centralizada en un directorio de cuatro personas, cada una con funciones, áreas de actividad y responsabilidades que no se superponen, lo que reiteró en esta audiencia; que lo que expresó Storchi es algo totalmente contrario a la afirmación de la Querella en la que basa su petición de responsabilizar a su cliente, pues la Querella sostiene que hubo delegación de funciones propias en subordinados, y que Storchi debió supervisarlos, estar al tanto, ocuparse de todo y por lo tanto era culpable de aquellas omisiones o problemas que pudiera haber en los sectores inferiores de una cadena de mando cuyo único referente superior sería Storchi, pero éste nunca dijo que haya habido delegación ni mencionó esa palabra, cuando hay división de funciones no hay delegación, sólo delega el funcionario que tiene a su cargo una tarea y la hace ejecutar por otro, pero en nombre propio; que ésta no es la organización de “Megatlón”, donde cada director tenía a cargo un área diferenciada que no se superponía, Storchi y Fernando Kleinman se ocupaban de las estrategias comerciales y relaciones institucionales, Guido Miguez de la dirección operativa, de hacer que los centros funcionen, y Diego Pellegrino estaba a cargo de las finanzas, es decir que la organización no es una pirámide, en todo caso sería una tetrarquía o una figura con 273 tres vértices, tres funciones, una de ellas realizada por dos personas; que dependiendo de Guido Miguez estaba todo un sector vinculado con los deportes, debajo de Miguez estaba Canavese, que era coordinador general de deportes, y debajo de éste los coordinadores de sedes, y por debajo los profesores y guardavidas, es decir que aquí sí hay una estructura piramidal; que debajo de Guido Miguez estaba la rama administrativa, y dependiendo de él los gerentes de cada sede, en el caso de “All Boys”, Rubén González. Añadió que lo que Storchi explicó es que sus funciones no eran jerárquicamente superiores a las del sector operativo o deportivo sino coordinadas, había coordinación, confluencia, la jerarquía no es coordinación porque la autoridad de Megatlón no es Storchi sino el directorio y en el marco de éste se deciden y discuten las cosas pero nadie invade la competencia específica del otro, por lo tanto hasta para la responsabilidad objetiva, fundamento oculto de la imputación de la Querella, falta el fundamento jurídico, esto es que desde el punto de vista jerárquico las tareas cuestionadas dependan del director al que se imputa, en el caso al director que tiene funciones institucionales y que dadas esas funciones aparece como cabeza de la empresa, pero no lo es; que ello estaba claro desde el comienzo de la causa pero el Juzgado personas, instructor la consideraba y Querella que hubo la Fiscalía tampoco errores no instó en cuanto citaron a debidamente, a la estas y si cantidad de guardavidas debió haber instado la imputación contra Miguez, contra Canavese o González, pero no lo hizo o no articuló los planteos necesarios para que esa imputación fuese efectiva y sólo instó la sobreseimiento acción de la contra Storchi, fiscalía, lo que pese al demoró pedido la causa de y obstaculizó el descubrimiento de la verdad. Asimismo señaló que Storchi era uno de los cuatro directores de “Megatlón” y presidente formal de la empresa “All Boys 2000” que era la concesionaria del club del mismo nombre, pero la administración de ésta estaba formal y materialmente a cargo del directorio de “Megatlón” con la estructura que describió; que este hecho formal no acredita ni indica que Storchi tuviera a su cargo las incumbencias que se le cuestionan, el carácter formal de presidente de “All Boys” es un mero accidente, Storchi es presidente de esa sociedad pero otros miembros de “Megatlón” 274 Poder Judicial de la Nación son presidentes de otras sociedades, por ejemplo “Megatlón Centro”, “Recoleta”, “Imprenta”, “Congreso” y “Barrio Norte” están en cabeza de otra empresa que integra “Megatlón” y cuyo presidente es Miguez, “Megatlón Belgrano” está a cargo de otra sociedad cuyo presidente es Pellegrini, etc, y en estos casos no importa que el presidente sea uno u otro porque la administración, el ejercicio de las funciones operativas y dentro de éstas el mantenimiento de las cuestiones de seguridad está a cargo del mismo organigrama; que el hecho de que se dijera que Storchi tenía una supervisión general, como cualquiera de los otros directores, no implica invadir las funciones de los demás; que las funciones de los demás, que no se superponían, se llevaban a cabo por personas que tenían conocimientos específicos, experiencia, que pueden funcionarios responder por competentes, sí mismos por de las consecuencias de sus decisiones, igualmente en cuanto al tema de las gestiones administrativas y las habilitaciones, estaban a cargo de funcionarios competentes, y la supervisión general no implica invadir este ámbito de competencias específicas a cargo de profesionales sino estar informado de la marcha de los temas, ser consultado frente a los problemas, discutir cuestiones dudosas y en el marco del directorio buscar las soluciones pero no decidir autónomamente, pero aquí la Querella no aportó ninguna evidencia de que Storchi estuviera personalmente a cargo del control o del manejo de los focos de peligro, que según la Querella habrían determinado el resultado, debiendo recordarse aquí que la carga de la prueba la tiene la Querella, no es Storchi quien tiene que probar que no se ocupaba de estas cosas sino la Querella quien debe acreditarlo, debe probar la intervención personal, el conocimiento y las decisiones de la persona a la que imputa respecto de los focos de peligro que supone causantes del hecho, pero la Querella no lo demostró y hay pruebas que indican lo contrario; que en “Megatlón” había 500 empleados al momento del hecho y ocho sucursales, era de público conocimiento, lo dijo Canavese y la misma querella lo reconoce, Canavese era el gerente de deportes, tenía a su cargo el área de guardavidas, así lo dijeron Storchi, Canavese, Giraldi y 275 Carlini y nadie lo contradijo; Miguez era el director operativo, lo dijo Storchi, Canavese, Luciana Miguez y nadie lo contradijo; Rubén González era el encargado de la sucursal All Boys, lo dijo Storchi, Giraldi, Canavese y surge del organigrama exhibido por la Querella a Storchi y nadie lo contradijo; que de esto surge que entre el hecho en sí y Storchi hay una cantidad de personas interpuestas, de abajo para arriba: están Privato y Kamenetzky, Mariano Rosemberg, Giraldi, Rubén González, Canavese y Guido Miguez, pero éste al lado y no debajo, no hay dependencia jerárquica con relación a Storchi sino con relación al directorio, porque como dijo coordinación no es dependencia ni delegación. Entendió que es inadmisible trasladar la responsabilidad penal saltando estos escalones o la diferencia de incumbencias; que ésta es una causa penal que la Querella analizó según criterios propios del derecho civil y comercial; que sí admiten la responsabilidad objetiva y ello lo demuestra que el fundamento de la querella para sostener la responsabilidad de Storchi no está en el Código Penal, sino en el Civil, art. 902; que esto se relaciona además con que los criterios para decidir la responsabilidad en el ámbito penal y civil son totalmente distintos, una de las diferencias relevantes es que en el ámbito civil no rige lo que en el ámbito penal se llama principio de confianza, en el ámbito civil o comercial aunque un comerciante confíe en un subordinado siempre es responsable civilmente por el hecho de su dependiente (art. 1184 C.C.) y ello deriva de que lo que en derecho civil se debate son las consecuencias económicas, el hecho civil o penalmente ilícito da origen a un resarcimiento y el que paga es el empleador, el titular de la explotación, la empresa misma como sujeto de derecho, aunque ninguno de ellos haya tenido el dominio del hecho, y de esto se trata la responsabilidad objetiva, que sólo es válida en cuanto a las consecuencias económicas de un injusto, de cualquier clase que sea; que incluso en el derecho civil o comercial hay otro escalón, que la Querella también salta sin motivo alguno, y es que la persona física que reviste el carácter de órgano directivo de la empresa no responde personalmente, ni siquiera económicamente por el hecho del dependiente del cual es responsable la empresa, la responsabilidad tampoco se transmite a la persona física salvo en 276 algunos casos expresamente Poder Judicial de la Nación previstos (evasión responsabilidad del por pago el de aportes, injusto etc), atribuible pero la civil o comercialmente a la empresa no se transmite a la persona física que reviste el carácter de órgano; que saltando estos reparos, la Querella recurre a criterios de derecho civil para transmitir a la persona física que representa a la empresa una responsabilidad penal por el hecho de otro. Agregó, yendo al derecho penal, y en cuanto al principio de confianza, proviene del hecho de que las personas tienen derecho a confiar que los demás actuarán siempre conforme a su rol, conforme a derecho, no tienen por qué sospechar que no actuarán conforme a derecho, no puede formularse una imputación cuando el sujeto que actúa conforme a su rol lo hace en la confianza de que los demás sujetos vinculados con la misma actividad en temas de división de funciones o incluso de delegación, aunque no es el caso, actuarán conforme a sus respectivos roles, las personas tienen derecho a asumir ese riesgo sin temor a consecuencias penales, que es el riesgo de confiar en los demás (cfr. Jakobs, “La imputación objetiva en el derecho penal” y Zaffaroni, pág. 553, con una postura dogmática distinta); que esto es conocido y por eso se omitió plantear en qué casos el principio de confianza no existe; que Zaffaroni dice que el principio de confianza cede sólo cuando se tienen indicios de que el otro no se comportará conforme a derecho o cuando es incumbencia del agente controlar las acciones de los otros participantes; que en base a tales criterios considera que en esta causa no concurren las excepciones al principio de confianza; que para ello vuelve a “Megatlón” y a la división de funciones que existía en el marco del directorio; que en este marco cabe afirmar que Storchi tenía derecho de confiar en que Miguez se ocuparía de la cuestión operativa como correspondía, más aún, no tenía ninguna razón para sospechar que no lo haría, tampoco tenía el deber de sospechar de su tarea ni de controlarla, más allá de estar al corriente de lo que hacía, pues no tenía supervisión, no tenía indicios que le hicieran sospechar que Míguez no estaba haciendo las cosas bien, además Miguez no le estaba subordinado y era un director de igual categoría; que además en “Megatlón” cada uno de los miembros del directorio 277 tenía derecho de confiar que los empleados subalternos de cada rama se ocuparían de sus funciones correctamente y también tenían el derecho de confiar en que el miembro competente en materia operativa (Miguez en ese caso) supervisaría adecuadamente a sus subordinados dentro de su área, así como Míguez tenía derecho a confiar en que Storchi supervisaría adecuadamente a los empleados que dependían de él en el área institucional, concretamente Storchi tenía derecho de confiar en lo que hacía Miguez, en que supervisaría adecuadamente a Canavese en el área de deportes y a González, en el área administrativa, y a su vez Storchi y Miguez tenían derecho de confiar en que Canavese supervisaría adecuadamente a Giraldi y a Rosemberg y que éstos a su vez supervisarían correctamente a los profesores y guardavidas; que está claro que este principio de confianza está basado en una división de funciones institucional a cargo de una gerencia de deportes por un lado y una gerencia administrativa y gerencia legal por otro lado, a cargo de Luciana Miguez, que se ocupaba de las cuestiones administrativas atinentes a las habilitaciones, y que en cada uno de estos casos demuestra que en cada sector había personas especializadas que se ocupaban de los aspectos técnicos; que entonces la distribución de competencias era absolutamente adecuada y no había razón para que Storchi sospechara de que las cosas no se harían como correspondía, pero el principio de confianza llega más allá, comienza en “Megatlón”, pero va hacia fuera, así, tanto los abogados de “Megatlón” como la dirección de deportes y el directorio tenían derecho de confiar en que los funcionarios públicos harían su trabajo correctamente, no había motivo para pensar que tales funcionarios se iban a equivocar o a hacer las cosas ilícita o inadecuadamente; que ya habló el Dr. Silvestroni del procesamiento de funcionarios invocado por la Querella, pero se trata de cuestiones posteriores al hecho, entonces ello no permite establecer ningún indicio que permita cancelar el principio de confianza respecto de los empleados de “Megatlón” que se ocupaban de cuestiones administrativas o que permita cancelar el principio de confianza de “Megatlón” respecto de los funcionarios públicos; que lo que sí es importante en la operatividad del principio de confianza en la relación entre “Megatlón” con la institución y su personal por un lado y la administración 278 Poder Judicial de la Nación pública por la otra es la conducta de la administración pública que con relación a los natatorios, su habilitación y criterios de seguridad, estableció un estándar de cuidado uniforme para todos los natatorios de la Ciudad, y eso lo hizo la administración con su conducta a través de sus inspecciones, de sus exigencias, que conformaban un estándar permanente conocido por los funcionarios específicos de “Megatlón” y ese estándar, como analizará el Dr. Silvestroni, estaba totalmente cumplido. A continuación el Dr. Silvestroni analizó la cuestión vinculada a la presunta creación de un riesgo no permitido, que puede llamarse violación del deber de cuidado a los fines del tipo del art. 84 C.P., o la norma que establece la conducta debida a los fines del tipo omisivo del art. 79 que cita la Querella; que lo cierto es que sea respecto de un delito culposo u omisivo es necesario establecer cuál es la norma que dice cuál es la conducta debida pues ambos tipos requieren acudir a una norma con la cual comparar la conducta efectivamente realizada; que la Querella, para afirmar esta violación del deber de cuidado o como se quiera llamar, invoca la violación de una norma local, la ordenanza 41.718, y si bien esta parte entiende que no hubo tal violación, antes de ello es preciso examinar esta asimilación incorrecta que se pretende hacer entre la presunta violación de una norma local y la violación del deber de cuidado. En este sentido cita a Zaffaroni (pág. 539/530) y señaló que conforme a esta doctrina la tipicidad no puede completarse con una norma local, una ordenanza municipal, no estamos ante una ley penal en blanco, que requeriría completarse con otra norma; que la violación de la norma local solo puede ser un indicio de violación del deber de cuidado a condición de que se encuentre vigente, y esto no es una cuestión formal, y veremos que formalmente no se encontraba vigente, pero en la cuestión material Zaffaroni da el caso de que cuando la administración se comporta de manera distinta la ley no se encuentra vigente, que es lo que ocurre en este caso, y también se refiere al caso de que la reglamentación fue superada por la técnica, cuestión totalmente relacionada con este caso, y en este sentido, en cuanto al tema de la habilitación, podría decirse que el que tiene una pileta que 279 funciona sin habilitación, que no es el caso, no viola este deber de cuidado. establecer reglas Añadió de que las cuidado, normas pero locales cuando se pueden está ante determinadas actividades complejas, autónomas, las reglas que la rigen son las que se deben evaluar para verificar si existe un respeto o una violación del deber de cuidado; que no se trata de una cuestión de mayores o menores recaudos sino de recaudos diferentes, acá se trata de una ordenanza que se quedó en el tiempo y aparecieron recaudos de seguridad diferentes que generan una situación global de mayor seguridad, que es lo que ocurrió en este caso, en comparación con las normas de seguridad contenidas en la ordenanza. Añadió que entonces la imputación de la Querella se basa en una violación del principio de legalidad, pues incurre en analogía al integrar el tipo penal, sea el del art. 84 que no es el caso porque esa parte lo descartó, sea el del art. 79 para establecer la conducta debida, ya que integra el tipo penal con una norma inhábil para ello porque emana del poder local y en este caso el Concejo Deliberante carece de potestad para establecer un elemento del tipo penal, porque conforme el principio de legalidad el único que tiene esta potestad es el Congreso de la Nación, pero además la Querella incluye en una triple analogía al aplicar el art. 79, al acudir a esta ordenanza y al invocar una norma del Código contravencional, pues no puede sostenerse que una norma de este tipo coloque a una persona en situación de garante para la determinar la comisión de un delito, es lo mismo que decir que el art. 108 del código de fondo coloca a cualquier persona en posición de garante respecto de la comisión del delito del art. 79 C.P., comisión por omisión, por lo que existe entonces una clara violación del principio de legalidad del art. 18 C.N., por lo que desde ya formula reserva casatoria y del caso federal. Con respecto a la ordenanza 41.718, sobre la cual la Querella basa su posición, se discutió si estaba reglamentada o no y la incidencia que esto tiene; que esta parte entiende que no estaba reglamentada y esto es determinante de su ineficacia, pues más allá de la cuestión constitucional que acaba de analizar en cuanto a que no puede integrar el tipo, la falta de reglamentación la torna ineficaz para determinar el deber de cuidado, en primer lugar porque la ordenanza se refiere expresamente 280 a la necesidad de Poder Judicial de la Nación reglamentación (art. 3), además prevé en el art. 4 que si la entrada en vigor de la reglamentación coincidiera con el inicio de la temporada estival se prorrogará su cumplimiento hasta la finalización de la misma para que puedan adecuarse las actividades, es decir que lo que está señalando es que hasta que no se reglamente no va a entrar en vigencia, de lo contrario no tendría sentido el art. 4, si la norma fuera operativa; que entonces la necesidad de reglamentación surge de la propia ordenanza. En segundo lugar entiende que la reglamentación era necesaria respecto de determinados puntos que acá fueron cruciales, por ejemplo la cuestión de los guardavidas, el art. 31 establece que debe haber dos personas con título de guardavidas en una plataforma sobreelevada y que la reglamentación podrá exigir distinto número, no dice mayor número sino distinto, con lo cual es evidente que esta norma requería reglamentación, lo mismo respecto de la plataforma sobreelevada, pues no surge de la norma su altura, ubicación, etc., por lo que esto también requería una reglamentación; que además la propia administración reconoció la necesidad de que exista una reglamentación a fin de tornar operativa la ordenanza, en una resolución en la que establece que no se pueden otorgar habilitaciones justamente porque la ordenanza no está reglamentada y en virtud de ello el comportamiento unánime de la administración respecto de todos los natatorios de la Ciudad fue otorgar autorizaciones precarias y no aplicar esta ordenanza. En cuanto al tema de la habilitación, ya vimos que la existencia o no de habilitación es indiferente para establecer la violación o no del deber de cuidado y la conducta debida, pues puede haber violación de ese deber con habilitación o no haber violación del deber de cuidado a pesar de no haber habilitación; que en este caso la pileta de “All Boys” estaba habilitada de mucho antes que “Megatlón” tomara la concesión, y una vez efectuadas las reformas se declararon ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 1998, que se tomó dos años en realizar la primera inspección, el 7 de julio de 2000, lo que motivó una intimación que fue notificada el 9 de enero de 2001 y daba treinta días para cumplir los requerimientos, que vencían después del hecho investigado, todo 281 lo cual indica que al momento de éste la pileta estaba perfectamente habilitada, de lo contrario los inspectores la habrían clausurado, y además ninguna de las intimaciones notificadas tenía relación con los supuestos focos de peligro que invoca la Querella (canaleta, plataforma sobreelevada), por lo tanto no tiene ninguna relación con el hecho que se está discutiendo en este juicio. En cuanto a la cantidad de guardavidas, ya vimos que la ordenanza no estaba reglamentada, tampoco es clara pues no establece que los dos guardavidas tienen que estar al mismo tiempo en la pileta, en la pileta de “All Boys” había dos guardavidas que se distribuían las funciones, y esta cuestión debía surgir de la reglamentación, hay consenso universal en que piletas de 25 metros y menos de cien bañistas es suficiente la presencia de un guardavidas, esta regla es inherente a la actividad que estamos analizando, lo cual surge claramente de las siguientes pruebas: de la declaración del testigo Phagouapé, propuesto por la Querella, después de cuya declaración quedó claro que para una pileta de esas características era suficiente un guardavidas, y si bien señaló que se necesitaban dos guardavidas porque así lo decía la ordenanza, dijo que le parecía bien por si uno tenía que ir al baño o atender a una persona lastimada, es decir que pueden ser necesarios para esas situaciones, pero cuando ocurrió el hecho no se dieron estas circunstancias, además estas referencias demuestran que un solo guardavidas era suficiente; que por otro lado este guardavidas no conocía la ordenanza por su profesión sino porque se la mostró la parte querellante, tampoco conocía las normas de la Provincia de Buenos Aires donde trabajaba, lo cual evidencia su falta de preparación, pero lo cierto es que su experiencia profesional le demostró que bastaba la presencia de un guardavidas en una pileta de hasta 25 metros y con cien bañistas, regla que también confirma el testigo Iconomopulos, que demostró mayor versatilidad y conocimiento. Agregó que también hay que referirse a la uniformidad de la regla a nivel nacional e internacional, y así a fs. 3605/6 natatorios de acompañó diversos esta Defensa ciudades y normas países, referidas además a nos encontramos con la adopción de la regla por parte de la administración, y así encontramos la resolución del 8 de marzo de 1989 del secretario de educación de la municipalidad donde 282 Poder Judicial de la Nación se hace referencia a la necesidad de un guardavidas, además esta regla es aquella con la que finalmente se reglamentó la ordenanza 41.718 con la resolución del Consejo Metropolitano de Guardavidas del 29/11/06, es decir que la ordenanza no estaba reglamentada al momento del hecho, pero cuando se reglamentó recogió la regla de un guardavidas; que esto pone de manifiesto cuál es la regla de cuidado y que no se violó en este caso, pero trae a colación otro problema, ya vimos que por ejemplo el art. 84 no es una ley penal en blanco, según Zaffaroni, y en ese caso el deber de cuidado se establece a partir de otros parámetros, pero si la norma es una ley penal en blanco, como pretende la Querella, si aparece una ley posterior que modifica la regla y que viene a ser una ley penal más benigna debe regir en la aplicación del caso; que en este caso la retroactividad de la ley penal más benigna está establecida en el art. 9 de la Convención Americana de Derechos Humanos, y en este sentido cita un fallo de la Corte Suprema del 15 de junio de 2004, que en el caso “Forneiles...”, caso en el que se estaba en presencia de una ley penal en blanco, fue modificada la norma remitida y se estableció una situación de ley penal más benigna que la Corte consideró en este caso que debía regir hacia el pasado; que para esta parte el art. 84 no es ley penal en blanco ni la integración analógica que se hace del art. 79 C.P., la norma de cuidado se establece de otra manera, pero si es ley penal en blanco como pretende la querella se aplicaría el art. 2 C.P. Con respecto al tema de la plataforma sobreelevada, considera que la ordenanza no dice de qué se trata y además su existencia o inexistencia no tiene relación con la violación del deber de cuidado, pues la guardavidas estaba a tres metros y pudo ver perfectamente dónde estaba la víctima; que respecto de la canaleta perimetral, entiende que no se trata de un elemento de seguridad sino de limpieza del espejo de agua, y si la hay debe ser fácilmente aprensible con la mano, pues en ese caso el borde de la pileta está elevado y hace necesario que la canaleta sea aprehensible fácilmente, pero si se utiliza un sistema moderno de limpieza, el “skimmer” o el borde finlandés, lo fácilmente aprehensible con la mano no es la canaleta sino el borde, como se vio en lo que aportó la 283 querella en las últimas audiencias, pero ese sistema no es compatible con la ordenanza, que se refiere a la canaleta perimetral, que es lo que conocemos como salivadera, y no a esa otra canaleta, lo que constituye otra contradicción de la Querella; que en este caso el sistema de limpieza de agua, que también es un sistema de seguridad porque el hecho de que el agua esté limpia hace a la seguridad, era el sistema de skimmer; que además ningún testigo afirmó la imposibilidad de tomarse del borde, el testigo Carlini afirmó que vio a Florencia tomada del borde en oportunidades anteriores, y lo que sostiene la Querella en cuanto a una distancia de 40 cm entre el agua y el borde es falso, pues el skimmer requiere determinado nivel de agua para funcionar, y si el agua estuviera a ese nivel no habría funcionado el “skimmer”, y habría que determinar hasta que altura funciona el skimmer, pero ello no se hizo y le correspondía en todo caso a la querella. Agregó que otro punto esencial de la causa, que motivó el pedido de sobreseimiento de la Fiscalía respecto de Storchi, Bugallo y Giraldi, es el vinculado a la relación de determinación entre la presunta violación del deber de cuidado y el resultado; que Zaffaroni lo denomina “relación de determinación” cuando se refiere a los delitos culposos y es lo que se analiza al tratar el nexo de evitación en los delitos dolosos de omisión pero en esencia es lo mismo, es lo que los partidarios de la teoría de la imputación objetiva denominan la concreción del riesgo en el resultado; que ya vimos que aquí no se violó ningún deber de cuidado, pero si se considerara que sí, falta esta relación de determinación entre la violación del deber de cuidado y el resultado; que analizando los supuestos focos de peligro para ver si entre éstos y el resultado hay una relación de determinación, en cuanto al tema de la canaleta, al que la Querella le dio mucha importancia a lo largo de la causa, según la hipótesis de la propia querella su existencia o inexistencia fue absolutamente irrelevante, pues sostuvo la versión de que Florencia ni siquiera llegó a la escalera y que tampoco se habría ahogado en ese ejercicio, por lo que la existencia de la canaleta no tiene ninguna importancia; que además, estando a los dichos de Privato, que por razones constitucionales emergentes de las declaraciones de nulidad efectuadas por el Tribunal no pueden ser contradichos en esta 284 Poder Judicial de la Nación causa, Florencia llegó hasta la escalera, y para contradecir esta afirmación habría que violar el derecho de defensa, porque esta afirmación sólo puede sostenerse en el hecho de que se haya borrado la prueba que corrobora lo que Privato dijo, entonces si Florencia llegó a la escalera la existencia o inexistencia de canaleta o el nivel del agua con relación al borde era absolutamente irrelevante para juzgar esta relación de determinación, y la misma cuestión se presenta respecto de la plataforma sobreelevada, que tampoco tiene incidencia, pues desde donde estaba la guardavidas se veía el fondo de la pileta, además actualmente existe la plataforma y el guardavidas parado está más alto que sentado en la plataforma, por lo que ello no tiene relación con el resultado. Con respecto a la cantidad de guardavidas, había una guardavidas a tres metros de Florencia que apenas miró el fondo de la pileta pudo ver a la persona sumergida, entonces había una situación de absoluta seguridad y frente a esto no es posible afirmar la relación de determinación, pues con el guardavidas que había y que tenía todo bajo control era suficiente para garantizar la seguridad; y que no sabemos si hubo un error humano, pero lo cierto es que la presencia de un guardavidas donde estaba era suficiente a tal fin. Con respecto a la cuestión de la tipicidad subjetiva, tratada por la Querella, que sostiene que existió dolo eventual, esa parte no dio mayores explicaciones y se remitió al pedido de elevación a juicio, por lo que no se detendrá mayormente en ella, pues entiende que es absurdo sostenerlo, pues no puede afirmarse que en el caso existió dolo eventual en alguno de los supuestos autores del hecho; que la querella cita doctrina en apoyo de esa postura pero olvida lo que dice nuestro Código Penal cuando define en la única norma, alusiva que es el art. 42, y esta parte desconoce cómo hace la querella para incluir los componentes subjetivos que mencionó en el concepto de dolo del art. 42 C.P. Agregó que en este caso tampoco habría tipicidad subjetiva con respecto a una eventual imputación por culpa, si se quiere establecer la tipicidad subjetiva del tipo culposo en función de la previsibilidad del resultado este criterio no sirve, pues en ese caso cualquier persona que tiene una empresa que maneja varias piletas debería 285 prever que alguien se puede ahogar en la pileta, por lo que este criterio de la previsibilidad del resultado es ineficiente para establecer la tipicidad subjetiva, y en todo caso lo que habría que establecer es la previsibilidad respecto de los focos de peligro, cuidado, y acá respecto de la violación del deber de volvemos a la cuestión de la carga de la prueba, la querella debió aportar aunque sea una sola prueba que permitiera afirmar que su cliente podía prever la violación del deber de cuidado, o que la previó, y que sin embargo no lo hizo, por lo tanto el aspecto subjetivo, indispensable en todo delito para respetar el principio de culpabilidad penal y no caer en la responsabilidad objetiva, no ha sido probado por la querella. Para concluir, el Dr. Virgolini expresó que la imputación que se formula a Storchi podría desgajarse en dos grandes sectores: organización del uno, que natatorio, pudo sus haber defectos profesores, en la guardavidas, medidas de seguridad, y otra que pudo haber un defecto en la ejecución concreta de esos recaudos en las personas inmediatamente al cuidado de los niños; que la imputación contra Storchi, dado el rol que desempeñaba en el directorio de “Megatlón”, sólo puede referirse al primer sector, esto es, la posibilidad de imputarle algún defecto en la organización general de “Megatlón”, en la organización general del natatorio de “All Boys”, en la disposición de los medios materiales y humanos para llevar adelante las actividades; que el primero de ellos que examinará es el relativo al ejercicio en el cual se supone, pues la propia querella no sabe si fue en ese o en uno similar anterior, ocurrió el hecho; que desde el punto de vista teórico, está claro que el ejercicio estaba bien diseñado, no hubo cuestionamientos de la acusación ni siquiera de la Fiscalía, y era adecuado al nivel de nado de los “colonos”, así lo dijeron los testigos de “Megatlón” y los expertos guardavidas y profesores que vinieron a declarar, inclusive lo reconoce el guardavidas traído por la querella, y todos dijeron que era adecuado y razonable el ejercicio sujeto a la condición de que hubiera sólo un niño en el agua por vez y aunque se realizara en la parte profunda; que estas pautas estaban en las instrucciones que sistemáticamente se daban a los profesores y se les reiteraban, entre otros por Giraldi, en el que debe rescatarse su obsesividad y compromiso 286 con la seguridad, Poder Judicial de la Nación obsesividad que fue descripta por Avila con un calificativo no crítico sino elogioso respecto del cuidado que ponía; que respecto de la organización general del natatorio se puede concluir que no presentaba ninguna crítica, además del alegato de la Fiscalía se desprende que hubo una organización adecuada y que se dispusieron los elementos necesarios de seguridad para que los “colonos” desarrollaran su actividad sin riesgo, el agua estaba limpia y transparente, permitía ver el fondo sin dificultad, lo cual se advierte en el video del día del hecho, en la declaración de Kamenetzky y pudo apreciarse en la inspección ocular que realizó este Tribunal, los guardavidas no tenían problemas para llevar a cabo su tarea, no se vieron desbordados, y así lo dijeron Kamenetzky, Avila y Carlini; que el ejercicio que realizaba Privato era adecuado, razonable y seguro conforme lo sostienen Phagouapé, Boffa, Iconomopulos, Canavese, Avila; que como ya se analizó la pileta cumplía con todos los estándares actuales de seguridad, esto en lo que se refiere a la organización general de la sede y no se advierte que haya posibilidad de imputar algún defecto en la organización que pueda a su vez ser atribuible por algún mecanismo a Storchi. Añadió que respecto de su asistido debe señalar que la Querella confunde la distribución de responsabilidades en el seno de “Megatlón” con una cadena jerárquica con un único referente final, concepción que como vimos es errónea y no permite atribuir las responsabilidades sostenidas por la Querella; que si en cambio la imputación proviene de una discrepancia sobre el modo de organización de “Megatlón”, sobre la base de pretender que la organización debió ser distinta de cómo era, la imputación revela uno de sus costados más irrazonables, no se imputa por lo que se ha hecho sino por lo que se supone que debió haber sido, en el terreno comercial, societario o de negocios, pero no es pertinente aquí imputar a comercial Storchi como si presuntos esto defectos fuera una de una violación organización del deber de cuidado, pues nada tiene que ver con él, la distribución de competencias en el seno de “Megatlón” no tiene nada que ver con esa violación del deber de cuidado y por lo tanto no puede haber una imputación que sobre esta base, real o supuesta, se 287 pueda atribuir a Storchi; que en consecuencia puede sostenerse que, en cuanto a la organización y la estructura societaria de las empresas que componen “Megatlón”, en cuanto a la organización de la administración y gestión de la empresa, en cuanto a la organización del natatorio, recursos humanos y medios técnicos se ha hecho todo del mejor modo posible, llevando elogiable adelante en una cuanto a empresa absolutamente excelente y niveles de enseñanza y servicio, seguridad. Por último dijo que restaría hablar de un problema en la ejecución, en lo que la Fiscalía respecto de otros imputados y la Querella respecto de Storchi desarrollan sus alegatos con mayor énfasis, lo tiene que analizar aquí porque de un presunto error de ejecución podría derivarse alguna imputación organizativa, pero entiende que ello no existió; que este error sería que la profesora en el caso de dos o tres alumnos habría consentido que no se esperara que el “colono” anterior se tomara de un cuerpo sólido para indicar que el siguiente se lanzara al agua, y por ello se supone, se presume, pero no se prueba que en todos los casos del ejercicio de ese día se habría hecho de la misma manera y que esto sucedió con Florencia, pero no es factible suponer esa uniformidad porque no es posible suponer el mismo nivel de nado en los colonos y el mismo nivel de cuidado para todos; que además se probó que a uno la profesora lo llevó de la mano, entonces suponer que de estos dos o tres alumnos que fueron por sí solos y no esperaron se derive que sucedió lo mismo con todos y también con Florencia, es una cadena de presunciones de la que no se puede extraer certeza alguna; que sobre la base de este razonamiento indebido la acusación sostiene que la niña no llegó a tomarse de la escalera y que se ahogó en el trayecto hacia ella, pero esto tiene un inconveniente y una eventual relevancia en los requisitos dogmáticos del delito, pues para efectuar esa afirmación se han tenido que borrar las únicas evidencias fiables de una manera distinta, esto es que Florencia sí se llegó a tomar de la escalera, el Tribunal anuló las declaraciones de tres de los niños que dijeron esto y que podrían contradecir la afirmación de la acusación con mejores argumentos, declaraciones que eran la prueba más inmediata y genuina de lo que realmente sucedió, esa nulidad por una parte es inconveniente, porque el relato de lo sucedido no pudo ser 288 Poder Judicial de la Nación reproducido ya que los niños no lo recordaban, y por ello la decisión del Tribunal fue tachada de nulidad por esta Defensa, ya que no tenía jurisdicción para hacerlo y no había necesidad de proceder con esa drástica nulidad procesal, por lo que reitera la reserva de casación y del caso federal efectuadas para el caso de que se condene a Storchi sosteniéndose que la niña no llegó a la escalera; que si bien estas declaraciones tenían algún defecto formal eran el reflejo más genuino de lo que había pasado ese día y eso no debió haberse perdido, esta nulidad privó a la defensa de una prueba de descargo y constituye por ello una violación del derecho de defensa y de las reglas del debido proceso. Agregó que, más allá de la nulidad, esta prueba contribuía a excluir que la inexistencia de canaleta perimetral haya tenido incidencia determinante en el suceso y además contribuye a afirmar que el ejercicio estaba bien diseñado y bien ejecutado, en la medida en que pueda pensarse que los defectos de ejecución sean atribuibles a la gestión general de “Megatlón”; el ejercicio estaba bien diseñado y bien ejecutado, pues no está probado por lo que acaba de decir que haya habido un defecto de ejecución, además no existe evidencia alguna de que ese eventual, supuesto e improbable defecto de ejecución, de haber existido, se haya repetido sistemática y reiteradamente por la profesora, con el asentimiento del coordinador de la sede, correlativamente con el asentimiento del coordinador deportivo y del directorio de “Megatlón”, entonces vuelve a repetirse en esta cuestión la vigencia del principio de confianza, pero esta vez sobre la base de que no sólo Storchi tenía derecho a confiar, sino que no está existido, probado por que lo aquello tanto de no lo hubo que no sospechó violación alguna. haya En consecuencia, y como conclusiones, el Dr. Virgolini señala que: 1) la imputación contra Storchi fue promovida por quien no tiene derecho a hacerlo en forma independiente; 2) tampoco tiene derecho a hacerlo de la manera irregular en que se ejerció y ello fulmina de nulidad todo lo actuado, la Querella no buscó la verdad sino forzar la prueba de un supuesto delito por parte de quien era del todo ajeno a la ocurrencia concreta del hecho; 3) en este contexto se atribuyó responsabilidad a 289 Storchi sin probar que haya tenido concretamente a su cargo las incumbencias relacionadas con los supuestos focos de peligro que habrían desencadenado el resultado; 4) se violó la regla de que la carga de la prueba corresponde a la acusación porque no fue demostrada por la Querella la responsabilidad personal de Storchi; 5) la Querella se limitó a atribuir responsabilidad a Storchi por el hecho formal de ser parte de “Megatlón” sin reparar en que la responsabilidad penal siempre es personal y lo contrario es responsabilidad objetiva, prohibida en el derecho penal por el principio constitucional de culpabilidad; 6) no corresponde a esta defensa demostrar que Storchi no tenía a su cargo las áreas de incumbencia que se le asignan, de lo contrario se violaría el principio de inocencia, de todos modos su ajenidad está probada en el expediente; 7) con independencia de todo ello se demostró que no existió una organización defectuosa, la pileta era segura, cumplía holgadamente con los parámetros de seguridad, los profesores y guardavidas eran competentes y habían sido asignados conforme las reglas de seguridad adecuadas; 8) “Megatlón” llevó a cabo importantes mejoras en el natatorio que aumentaron los niveles de seguridad por encima de los estándares mínimos; 9) no se creó ni se aumentó ningún riesgo penalmente relevante ni esos presuntos riesgos se concretaron en el resultado. Asimismo, y como sintética reflexión final sobre uno de los criterios que fue la base de la argumentación general de la Querella, que acusa a Storchi sobre la base de suponer que a través de su actuación permitió, decidió, asintió o consintió que se relajaran o disminuyeran los recaudos de seguridad, por motivos de codicia, que exigía la presencia de grupos de riesgo en la pileta, lo cual es falso; que una pileta conlleva algún riesgo como toda actividad que se realice en sociedad, que dentro de ciertos estándares esta siempre permitido, otra cosa es que se trate de grupos de riesgo o en riesgo; que en la práctica de la natación estos grupos son los obesos y los discapacitados, no los niños, además acá tampoco hubo grupos o personas en riesgo e incluso se ha hecho hincapié en que Florencia era una persona sana y que no supiera nadar era justamente la razón de su inscripción en la escuela de natación; que hay grupos de riesgo cuando las circunstancias en que se desarrolla la actividad son anormales, lo que aquí no ocurrió; que entiende que acá hay otro tipo de 290 Poder Judicial de la Nación riesgo que no se refiere al hecho sino que es un riesgo institucional, el que proviene de una acusación producida por una persona particular en miras a situaciones particulares, que son legítimas y dolorosas pero ilegítimas en su modo de expresión y manifestación, pues se expresan a través de una acusación carente de pruebas, que apela a la responsabilidad objetiva, a la inversión de carga de la prueba, aprovecha la indebida exclusión de prueba de descargo relevante y genuina y el que está en riesgo entonces es el estatuto de libertades públicas de los ciudadanos; que esto no se resuelve con una pena ejemplarizadora sino con la demostración de la imparcialidad, la objetividad y la independencia de un tribunal a través de la absolución. Por todo ello solicitó, en primer lugar, que se haga lugar a las nulidades planteadas: de todo lo actuado desde la decisión de la cámara que habilitó a continuar a la Querella de modo exclusivo con el impulso de la acción, la nulidad de la actuación impropia de la querella desde el ofrecimiento de prueba que omite prueba existente y la nulidad del procesamiento por la Cámara; asimismo mantuvo las reservas casatorias y del caso federal efectuadas respecto de las decisiones del Tribunal de anular de oficio declaraciones del sumario. En subsidio, pidió que se precise que el objeto procesal de la querella respecto de Storchi es una imputación por homicidio doloso que no deja la posibilidad de una condena por homicidio culposo. En segundo lugar, que se absuelva libremente a Storchi por el delito por el que fue acusado; que se impongan las costas a la Querella; que se extraigan testimonios ante la posible comisión de falso testimonio por parte de las testigos Justoni y Straquadini; que se tengan presentes las reservas del caso federal y de casación formuladas por la violación de la garantía de la defensa en juicio y del debido proceso por el rol autónomo otorgado a la querella y la actividad irregular desarrollada por ésta, por las indebidas nulidades decretadas por el Tribunal, principio de culpabilidad penal lesionado por la apelación al principio de responsabilidad objetiva, el principio de inocencia porque la acusación presupone la inversión de la carga de la prueba, y el principio de legalidad porque se imputa un delito omisivo y 291 se identifica la conducta debida sobre la base de una ordenanza municipal. Asimismo el Dr. Virgolini al ejercer su derecho a dúplica mencionó que es un tema cuyo debate parece innecesario, pues se trata de una denuncia hecha por las Defensas por un delito de acción pública y que en todo caso en ese sumario se podrán defender los imputados, se podrán verter los argumentos dichos ahora y por otro lado la querella posee la grabación de la conversación y podría aportarla para aclarar el tema. El Dr. Juan Pablo Alonso, abogado de Julio Cesar Girladi manifestó que en primer lugar efectuará un relato de los hechos: que según refirió la señora Rombolá, el viernes 2 de febrero de 2001 concurrió al club “Megatlón All Boys” para conocer las instalaciones porque habían tomado la decisión de cambiar de club a su hija ya que el club “Imperio” no le merecía confianza debido a la cantidad de profesores y a otros detalles; que en “All Boys” fue atendida por Giraldi quien la acompañó en el recorrido de las instalaciones, observaron cómo se desarrollaban las clases de natación y demás actividades de la colonia, instructivo, inscripción se y de le ese proporcionó mismo Florencia día y su información se completó hermano; al usual la día y un ficha de siguiente concurrió el grupo familiar, el padre completó la ficha de pago por seis meses y abonó con tarjeta de crédito como surge de fs. 816 y la actividad más relevante de ese día fue la que realizaron en el natatorio, el padre y el hijo menor en el piletón y Florencia y la madre en la pileta, bajo la mirada del guardavidas Carlini; que aquí tenemos un primer dato relevante, un testigo que observó cuáles eran las condiciones de nado de la niña, en este sentido Carlini relató que Florencia se desplazaba en el agua tres o cuatro metros y se agarraba alternativamente del borde o de la madre, incluso la señora Rombolá remarcó la atención que le prestaba el guardavidas cuando estaban en la parte profunda; que esta circunstancia de que Florencia nadaba y se tomaba del borde con naturalidad no fue reiterada en esta audiencia por la señora, lo cual motivó que esta Defensa en los términos del art. art. 391 inc. 2 solicitara se le leyera lo declarado en el Juzgado instructor, en cuanto narraba que su hija nadaba lo que podía aguantar, se 292 Poder Judicial de la Nación tomaba del borde, volvía a nadar, se tomaba de ella, seguía nadando, etc, dato importante porque la misma querellante, cuando no lo era, narró con naturalidad cómo su hija se asía sin inconvenientes del borde. Añadió que otro tema es el de la nivelación de Florencia, y en este aspecto muchas de las aserciones contenidas en la declaración de Rombolá ante el Juzgado instructor al asumir la nombrada el rol de querellante fueron modificadas, por ejemplo para explicar lo que había dicho en cuanto a que su hija se agarraba fácilmente del borde señaló que en realidad en la pileta variaba constantemente en la altura del agua con relación al borde, pero en realidad el nivel del agua debe estar a la altura de la boca de aspiración de los “skimmers”, pues de estar el agua a 40 cm del borde la bomba trabajaría en seco y se quemaría, y en el imputado ánimo de lucro sería una actitud incoherente, pues implicaría quemar la bomba de filtrado de agua de manera periódica; que el lunes 5 de febrero fue el primer día de colonia y Florencia y su hermano se incorporaron, y ya en ese momento advertimos una decisión razonable de Giraldi en su rol de coordinador porque Florencia tenía 9 años recién cumplidos pero el nombrado tomó la decisión de que estuviera en el grupo de 8 años porque el de 9 era de niños 9 a 11 o 12 años, entonces para que se sintiera más cómoda tomó esta decisión y la madre estuvo de acuerdo; que ese mismo día Cecilia Privato efectuó la nivelación individual de Florencia y decidió que se quedara en su grupo, “nivelito 2”, que dentro de los dos subgrupos de pileta de 8 años era el de menores exigencias en materia de natación, entonces tenemos dos decisiones razonables; que la querella ha cuestionado esta nivelación individual por parte de Privato, y ello sobre la base del instructivo de fs. 900/920, ya que según el punto 6 de éste la nivelación se haría por el coordinador, pero ello se refiere al primer día de colonia, día de las nivelaciones grupales, y esto fue explicado durante la audiencia e interrogado Marcelo Ávila sobre el organigrama exhibido en el juicio, entre otros a Storchi, explicó que la referencia a coordinador, en cuanto a nivelación se refería, era al coordinador de pileta que era Mariano Rosemberg, lo cual fue relatado de igual forma por Giraldi y Canavese; que aquí cabe 293 destacar cuál era el rol de Mariano Rosenberg: en los meses anteriores al inicio de la colonia se iban preparando los instructivos, que en realidad venían de colonias anteriores y se iban perfeccionando, de manera que el día de comienzo de la colonia, 11 o 12 de diciembre, como surge de fs. 920, estuviera todo bien armado y se iniciaran las actividades; que el rol de Rosemberg era transmitir los contenidos de natación de la gerencia deportiva general a cargo de Canavese a los profesores que iban a dar las clases de natación, pero había profesores que ya conocían estos contenidos porque eran parte del plantel permanente de la escuela de natación, entre ellos Privato, y también había profesores adicionales que se iban agregando por la mayor afluencia que suponía la colonia, entonces Rosemberg era el nexo en los contenidos de natación entre la gerencia general y los profesores que daban las clases, por lo tanto el rol de coordinador de colonia tiene un peso fundamental en los días previos al inicio de la colonia, en diciembre, en enero, pero después la actividad ya está lanzada y mecanizada, esto en cuanto a la transferencia de conocimientos a los profesores; que Julio Giraldi era el coordinador deportivo pero es lógico que una actividad como la natación tenga un coordinador específico y los demás deportes sean canalizados a través de un coordinador deportivo, porque como dijo el Dr. Virgolini es una actividad que puede tener algunos riesgos, pero no quiere decir que los chicos sean un grupo de riesgo; y que en consecuencia esto demuestra el interés de “Megatlón” en vehiculizar a través de una persona especial los contenidos de natación a todas las sedes que tenían colonia; que esto no significa que Giraldi no estuviera al tanto de los niveles de natación, tampoco que no estuviera en las principio de la nivelaciones colonia y grupales en los que se principales hacían al recambios (principios de enero, febrero, cambio de quincenas, etc), pero el que tenía las gomitas de colores y coordinaba esa actividad específica era el coordinador de pileta, más allá de la segura presencia de Giraldi en esos momentos. Agregó que los testigos han hablado muy claramente de la personalidad detallista, minuciosa y obsesiva de Giraldi para que las cosas estuvieran bien, los hacía llegar quince minutos antes incluso hasta el último día, consideraban aunque que los sobre el profesores final 294 de se la quejaban colonia no porque tenía Poder Judicial de la Nación demasiado sentido hacer las reuniones previas todos los días, pero en este entorno ello no hace más que hablar bien de su cliente; que además Florencia ingresó en un momento donde no había nivelaciones grupales, la nivelación era individual, entonces Giraldi le asignó la nivelación a Privato que no era una principiante, ni una aventurera ni temeraria, en este sentido la testigo Magnolia afirmó que sus hijos aprendieron en la escuela de “All Boys” y que conocía a Privato porque había sido profesora de sus hijos en los diversos niveles, también dijo otra testigo que ella iba al gimnasio y veía a través del vidrio que los profesores trabajaban con responsabilidad y de manera organizada, incluyendo entre ellos a Privato, es decir que la decisión de que fuera Privato quien nivelara a Florencia fue muy razonable y acorde a su rol de coordinador, pues la dejó en manos de una persona idónea; que durante esa semana del 5 al 9 de febrero hubo más de una charla entre Rombolá y Privato, además el 2 de febrero, Rombolá le había explicado a Giraldi que la hija no podía bucear, lo que también se asentó en la ficha de colonia, algo que no se termina de entender porque el Dr. Chimski dijo que la niña estaba dada de alta y podía bucear y sumergirse, además Giraldi presentó a la señora a Privato, otra decisión razonable para evitar incomunicaciones o distorsiones y para que la señora pudiera transmitirle sus recomendaciones; que entonces en ese marco de acceso directo a la docente, según cuenta la señora Rombolá, le habría dicho a Privato que no llevara a Florencia a la parte profunda, esto también fue narrado por el señor Möller, quien dijo que su hija contó que hacían ejercicios en la parte profunda, pero lo hizo de manera no alarmante; que en realidad el único testigo además de la señora Rombolá de estas conversaciones acerca de que Florencia no sabía nadar y para que no ingresara en lo profundo, sería Gonzalo Consorti, quien refirió que escuchó a la madre decirle a Privato que Florencia no sabía nadar, pero como señaló el Dr. Silvestroni sabemos que Rombolá ha ido casa por casa a interrogar a los niños y les hizo hacer dibujos, sin ningún control de autoridad competente, por lo que no sabemos si esto Consorti lo escuchó la semana del 5 de febrero o si es lo que Rombolá le comentó que había dicho a Privato en esa 295 semana, pero más allá de estas dudas razonables sobre el contenido de la comunicación entre Rombolá y Privato, en ningún momento se transmitieron a Giraldi tales circunstancias, no se puede afirmar que la señora dijera directamente a Giraldi que Florencia no sabía nadar o que no la llevara a la parte profunda, porque además lo expresado por Consorti hay que contrastarlo con sus propios dichos cuando narra el ejercicio en triángulo y señaló que todos los chicos hacían los ejercicios; que además, preguntarle a un chico si alguien sabe o no nadar puede no ser claro ya que los profesores Pizano y Boffa señalaron que saber nadar era una aserción ambigua y habría que aclarar si se refería al nado espontáneo o “perrito” o a alguno de los estilos; que además la señora Rombolá dijo que ella misma le enseñó a su hija a flotar en Vaquerías, Córdoba, en 1996, es decir cuando Florencia tenía cinco años, pero el señor Möller afirmó que habían estado allí en la primera quincena de enero de 2001, y si bien la niña podría haberse olvidado en cinco años, no podría haberlo hecho en quince días, además de hecho todo indica que sabía flotar y que tenía desplazamientos rudimentarios y cierta autonomía dentro del agua. Agregó que el lunes 12 de febrero asistieron 22 chicos al grupo de ocho años de la colonia, como surge de la planilla de fs. 1089/1091, y esta cantidad como también la identidad de los presentes es corroborada por las testimoniales, sean en sede prevencional, aunque algunas de ellas declaradas nulas, o judicial, de los niños y los padres y esta cifra también la menciona la querella; que como todos los días ese día el bloque de pileta del grupo de Privato y Avila comenzaba 14.45 y junto a ese grupo ingresaba en el piletón el de 3 y 4 años a cargo de Pérez Ferrer y su ayudante Dreiling, en este sentido se incorporó la declaración de la primera, de la que surge que era profesora de educación física, y además Dreiling, que fue descalificada por la querella, no sólo era profesora de aeróbica sino que había realizado cursos materno infantiles y por ello había sido colocada como ayudante de los chicos de 3 y 4 años; que de la declaración de Pérez Ferrer de fs. 11 surge la cantidad de 12 chicos y de fs. 2221/2222 la lista de presentismo de los niños; que si bien la querella critica la idea de la pirámide invertida y dice que es una gran mentira de la empresa, es una trivialidad, es algo así como 296 Poder Judicial de la Nación cuanto menos edad, más profesores, cuanto más edad, menos profesores, y no es ninguna estafa, pues las listas muestran que se respetaba la pirámide invertida, es decir que el grupo de 3 y 4 años, de doce niños, tenía dos profesores, y el de ocho años eran 22 alumnos con dos profesores, y por otro lado, además de los cuatro docentes que nombró, estaba la guardavidas Kamenetzky. Asimismo señaló la Defensa que lo habitual era que en esos horarios de colonia y en el mes de febrero se reservaran dos andariveles centrales para pileta libre, ya que era un turno de menor afluencia estadísticamente y así lo muestran las planillas incorporadas (“grilla de trabajo de colonia”, reservada), entonces quedaban para la colonia los dos sectores lindantes con los bordes (sectores C y D, que dan al gimnasio, y A y B del plano confeccionado por esta Defensa, que suministra a las partes y al Tribunal); que la querella sostiene que el grupo de Privato tenía 15 chicos y el de Avila 7 chicos, lo cual va a refutar; que en este sentido tenemos un hecho que fue introducido luego de constituida la señora Rombolá en querellante, no fue dicho ante el Juzgado instructor y no hay ninguna prueba, es decir que la querella podría haber dicho 18 y 4 y tendría tantas pruebas para afirmarlo como para sostener lo otro, es decir ninguna; que no corresponde a esta Defensa demostrar cuántos chicos había por grupo sino a la acusación, en este caso a la querella de manera exclusiva, pero no obstante ello la documentación incorporada muestra que había once chicos por grupo ese día, así surge del testimonio de Marcelo Avila, que nadie cuestionó por parcialidad y los propios acusadores utilizaron como sustento de sus aserciones, aunque la querella ha dicho que Avila era íntimo amigo de Giraldi, pero ese testigo sólo afirmó conocer a Privato y Giraldi por haber trabajado en “Megatlón” y que no trabajaba allí desde hace cuatro años; que también Ivana Cudicio, a fs. 260, dijo que en total eran como veinte chicos en grupos de 8 a 10 y Bacchi sostuvo que eran un grupito, es decir que hay muchos más elementos para sostener que eran 11 y 11 que para sostener 15 y 7 o 18 y 4, además nadie se ha referido a la heterogeneidad numérica de los grupos de manera que fuera advertida por los presentes y los únicos que insisten en ello 297 son los querellantes que no fueron testigos presenciales; que por otra parte en el grupo de Privato había un chico con otitis, Jaime, al que se le indicó que colaborara con las actividades para que no se quedara sentado mirando, y éste señaló que su grupo habitual era el de Avila, entonces habrían tenido 12 chicos en el grupo de Avila y 10 en el de Privato; que en cuanto a la cantidad de bañistas en pileta libre las referencias que hay en el expediente son oblicuas, por ejemplo surgen de la capacidad de los andariveles pero son todas referencias hipotéticas, en este sentido se señaló que dos andariveles de pileta libre permiten que estén 3 o 4 personas por andarivel, es decir un máximo de 8 personas, y allí sólo podrán hacer largos, actividad de entrenamiento, y es llamativo que si hubo bañistas en pileta libre, que serían adultos por el tipo de actividad que podían realizar, ninguno de ellos haya sido hallado, es paradigmático, máxime cuando tenían que dejar el carnet para estar en el natatorio; que entonces, aun en la hipótesis de que hubiera cuatro por andarivel sería un máximo de ocho personas en pileta libre, por lo tanto tendríamos una suma de once con Privato, once con Avila y ocho en pileta libre, treinta bañistas en total en la pileta grande, al cuidado de dos profesores y un guardavidas; que si se sumaran los niños que estaban en el piletón serían doce personas más, pues sólo ingresaban con los padres o profesores a cargo, lo que haría un total aproximado de 42 bañistas bajo el cuidado y supervisión de cinco profesionales, esto es cuatro profesores y un guardavidas, lo cual da una relación de un profesional cada 8,4 bañistas, y entonces cabe preguntarse si esto es una deficiente organización y si por ello se atribuye a Giraldi una violación del deber desprolijidades encuentra forma de cuidado organizativas; de decir que por que sus por esto incapacidades el estaba contrario y no excelentemente organizado y hay que analizar qué pasó al momento de los hechos en el natatorio, y en la hipótesis improbable de que hubiera ocho bañistas en pileta libre existiría la relación numérica de bañistas y profesionales que mencionó; con respecto al dolo eventual invocado por la querella, no encuentra las palabras precisas para señalar lo inapropiado de representarse como hipótesis siquiera directamente improbable inimaginable. En 298 el dolo cuanto eventual, a los es algo ejercicios Poder Judicial de la Nación realizados por el profesor Avila, señaló que el grupo de éste pasaba la mayor parte del tiempo en la parte profunda y culminaba sus actividades en la parte baja donde se reunía con los chicos del grupo de Privato y hacían juegos recreativos; que corroboraron esta circunstancia los testigos Jaime a fs. 267, Rulli a fs. 269 y el propio Avila y además se corresponde con el instructivo de fs.900 donde se mencionan los ejercicios correspondientes; que en cambio en el grupo de Privato había un bloque inicial en la parte baja, así se habló de la “mancha puente”, y luego iban a la parte profunda para regresar luego a la parte baja, pero Privato, y de esto era conciente Giraldi, conocía las limitaciones de Florencia, además se mencionó que la propia Florencia era consciente de esta limitación, esto viene al caso porque está claro que Privato oía las recomendaciones y también que Giraldi sabía quién era Privato, pues la conocía desde hacía mucho tiempo, era una persona responsable y si una madre le decía algo (por ejemplo que no buceara), lo cumplía; que con respecto a los tres primeros ejercicios hay algunas diferencias entre los chicos, dicen que estaban afuera del agua, algunos parados otros sentados, puede ser que primero estuvieran sentados y luego parados, luego se tiraban al agua y nadaban al lado del borde hasta la escalera señalada como n°3 en el plano de esta Defensa, en la parte profunda; que este ejercicio la querella lo llamó el “cajón”, en una peculiar versión de que estaban a 40 cm del borde, pero que fue desvirtuada en el debate; que además los chicos dijeron que no era difícil agarrarse del borde, ninguno dijo que no pudiera agarrarse del borde, además la pregunta era simple, algunos recordaron y otros no, pero los que recordaron se manifestaron afirmativamente en cuanto a que se podían agarrar, así Bacchi, Lorenzo y Díaz, que dijo que nunca tuvo problemas para agarrarse del borde y continúa yendo a la pileta, que es la misma del momento del hecho, Bacchi dijo que no tenía problemas para agarrarse y que le parecía que también Florencia se agarraba sin problemas. En cuanto al tema de la canaleta, entiende que corresponde a la querella demostrar que el borde era difícil de aprehender pero ello no lo ha demostrado, además esta parte demostró que era fácil asirse; que la querella citó 299 lo dicho por Kamenetzky, que habló de un movimiento envolvente con el brazo, pero ello implica poner la axila en el borde, lo que supone que el borde no está arriba sino que está cerca y que se puede asir haciendo un pequeño movimiento, por lo que usar a la nombrada como prueba de que el borde era difícil de agarrar es absolutamente improcedente; que entonces si pudo agarrarse del borde el tema de la canaleta sería abstracto, no obstante lo cual de todas maneras se referirá a ello ya que la querella ha insistido sobre el tema. En este sentido señaló que todas las piletas públicas o semipúblicas tienen dos sistemas de limpieza: el del fondo y el de la lámina superficial donde se depositan las motas de polvo del ambiente etc.; que el testigo Fachal reconoció que la ordenanza aludía a un sistema de canaleta perimetral, pero el sistema era bastante viejo y tuvieron inconvenientes con algunos clubes ya que hace 25 años que las piletas no se hacen con canaleta; que debe quedar claro que esa canaleta es un sistema de limpieza laminar, de la lámina de agua, y no un sistema de agarre, lo que pasa es que como la estructura de la canaleta obliga a colocar el borde muy elevado lo que tiene que ser fácilmente asible es el borde de la canaleta por donde circula el agua, pero posteriormente los ingenieros y constructores de piletas advirtieron que para poder salir había que poner el pie en la canaleta y provocaba esguinces y fracturas, por lo que se fue abandonando este sistema; que además la querella quiere hacer creer que el borde finlandés es la moderna versión de la canaleta, pero es un borde absolutamente distinto porque lo que es asible es el borde, no la canaleta que está más allá del borde, enrejillada, y obviamente la ordenanza alude a esta canaleta, no al borde finlandés; que la defensa de Storchi acompañó fotos de piletas y se observa ese borde en la pileta del SUTERH, además su característica es que no siempre es perimetral, corre a los costados más largos de la pileta, además como son piletas para competición allí se colocan los podios entonces no puede haber canaleta en esos sectores; que el otro sistema, el de “skimmer”, contrariamente a lo que dijo el testigo Phagouapé no es una marca, como surge del libro “Piscinas”, de Cusa Ramos, ya citado, que señala que el “skimmer” permite suprimir los canales de rebose; que también surge de la ordenanza de La Plata, 9885/04, artículo 23, que 300 establece que se deberá Poder Judicial de la Nación instalar para mayor higiene canaletas, “skimmer” o borde finlandés, es decir se prevén los tres sistemas, y la canaleta se mantiene debido a que existen piletas viejas que están bien mantenidas, pero en una pileta nueva jamás se colocaría canaleta perimetral. Agregó que la querella sostiene que esta parte hizo un análisis parcial de la documentación referida a la licitación del club “Unidos de Pompeya”, pero allí se dice que hay que rellenar con hormigón la canaleta, colocar un borde travertino antideslizante, una canaleta con rejilla alejada del borde, que se utilizará como sistema de limpieza laminar el “skimmer”, es decir que éste es el sistema de limpieza laminar y la canaleta citada es para el agua que queda cuando los bañistas salen del natatorio, pero no es la canaleta perimetral a que alude la ordenanza, pues a ésta se la tapa con hormigón; que por otro lado en las inspecciones que hubo, que fueron varias, y en el “raid clausuratorio” de junio de 2001 de la Defensoría del Pueblo siguiendo un poco los intereses de la querella, aunque investigación de se quiere oficio, hacer creer concurrieron que fue miembros de una la Defensoría, de la Legislatura y de la Dirección de Verificación y Control y constataron que todas las piletas de “Megatlón” carecen de canaleta perimetral, pero la autoridad de aplicación no las clausuró porque considera que mientras haya otro sistema de limpieza laminar la falta de canaleta perimetral no tiene ninguna relevancia, parecería que la querella sostiene que los políticos serían trabajadores incansables e inteligentes, pero cuando pasan a la parte ejecutiva son algo así como vagos, infradotados y coimeros; que en definitiva el tema de la canaleta perimetral no está incluido en las intimaciones de mejoras, no determinó la clausura del natatorio y el raid infructuoso clausurar de junio ninguna de pileta 2001 pese llevó a a que que no no se tenían pudiera canaleta perimetral; que la ordenanza está perimida y como mucho estamos ante una infracción formal que no se vincula con ninguna infracción al deber de cuidado, son normas extrapenales que completarían el deber de cuidado contenido en las normas penales o las exigencias de las normas penales, y está claro que el borde era fácilmente aprehensible, pues la propia señora 301 Rombolá dijo que su hija se asía del borde sin problema cuando así lo deseaba. Asimismo señaló, volviendo al plano confeccionado por esa parte, que los chicos se tiraban al agua, iban nadando, tenían el borde de un lado y a la profesora del otro, que los acompañaba hasta la escalera; que como señaló la Fiscalía en este ejercicio no hay duda de que no se infringió la ley de un solo chico en el agua, además esta regla, según dijeron testigos como Boffa y Pizano es una regla de seguridad normal y adecuada y se utiliza para capacidades de nado, además se cumplía, un grupo con estas que la propia Fiscal dijo que se cumplía en los ejercicios 1, 2 y 3, el testigo Carlini también afirmó que desde el gimnasio veía que Privato en su clase estaba organizada, que los chicos iban de a uno y las únicas variaciones en estos tres ejercicios era el modo de ingreso al agua, parados, de “palito”, “bomba”, de cabeza o deslizándose por una colchoneta; que el cumplimiento de esta regla también está acreditado con los dichos de la señora Magnolia, madre de la menor Lorenzo, que manifestó que vio a los profesores de natación, que eran cuidadosos y señaló a Privato como una de las integrantes de ese grupo de profesores, también la madre de Consorti dijo que los chicos estaban supervisados y que los profesores eran cuidadosos, incluyendo a Privato en este grupo; que asimismo Mariano Aparicio, en declaración judicial incorporada por lectura, dijo que no sabía nadar o que le tenía miedo al agua y que Cecilia lo acompañaba, que él se tiró, no llegó a sumergirse, Cecilia lo agarró y lo llevó hasta la escalera, es decir que está claro que Privato prestaba atención a las particularidades de cada uno de sus alumnos y los conocía y así autorizó a Ailín Lorenzo a ir directamente a la parte baja sin subir por la escalera, y esto es importante porque Giraldi conocía quién era Privato, había delegado en ella y el principio de confianza hace que sea intransferible alguna hipotética desviación de Privato de la regularidad de sus conductas, lo que no va a sostener, pero la intransferibilidad a Giraldi por imperio del principio de confianza rige sin margen de dudas; que podría construir un conflicto de intereses y decir que Privato siempre cumplió y dudarlo en este caso, pero no lo va a sostener y además, sostenga lo que sostenga, el principio de confianza neutraliza cualquier transferibilidad de una hipotética desviación en el 302 Poder Judicial de la Nación cumplimiento de la regla, y sobre el principio de confianza se remite a lo dicho con solvencia por el Dr. Silvestroni. Añadió que otro aspecto cuestionado por la querella es la razonable homogeneidad del grupo en cuanto a capacidades de nado y la adecuación de los ejercicios que se realizaban, así afirmó que se mezclaban chicos que sabían y que no sabían, pero del expediente surge que el grupo tenía una razonable homogeneidad, más allá de la heterogeneidad que todo grupo posee, cada nivel o nivelito tiene un piso y un techo, lo contrario requeriría que para 22 alumnos hubiera 22 profesores, pues todos los chicos van a tener siempre alguna diferencia, la homogeneidad no es absoluta; que además Privato era plenamente consciente de los alumnos que tenían mayores limitaciones y esto lo demuestran dos hechos, lo que señaló Aparicio y lo que ya dijo sobre la “mancha puente”, y Giraldi sabía de esta conciencia de Privato. En cuanto a la adecuación de los ejercicios considera que prácticamente hubo unanimidad en los testigos en que los ejercicios que proponían los profesores no eran cansadores ni los dejaban exhaustos o superaban sus capacidades; que los chicos con sus palabras señalaron que más o menos todos hacían los ejercicios, mejor o peor, también los padres dijeron que no se quejaban y lo relataron con mucha naturalidad ambos, si bien podían tener el cansancio lógico de la colonia, así lo señalaron por ejemplo Bacchi, la madre de Mantiñan, la de Lorenzo, Consorti y el padre de Pedemonte; en cuanto al último ejercicio, disiente con la hipótesis fáctica planteada por la Fiscalía; que lo primero que le parece oportuno decir sobre este ejercicio, si vamos al plano que esta parte identificó como n°1, es que se suponía que los chicos estaban en fila del punto 2 al 3, afuera de la pileta, se tiraban desde el punto 2 al 4, donde estaba Privato, y de ahí se dirigían a la escalera número 1, es decir que era un triángulo y en este ejercicio no iban pegados al borde, el chico debía tirarse, meterse adentro de la pileta, lo cual constituye aprendizaje, con el cuidado del caso, esto es, la profesora en el agua, pero no es lo mismo que nadar con el borde aprehensible de un lado y la profesora del otro que tirarse al centro de la pileta; que estos ejercicios no están hechos al azar y no es casual que éste 303 fuera el último, pues supone en el chico superar la barrera de ir hacia el medio de la pileta y flotar en un ambiente más difícil que el anterior, pero esto no quiere decir que no hubiera condiciones de seguridad, porque estaba la profesora, aunque la condición psíquica puede ser distinta; que sabemos cuál era la consigna y Privato dice que autorizó a Lorenzo a ir directamente a la parte baja donde estaban los chicos de Avila, que en esto coincide con el Dr. Virgolini en que habría habido violación de la consigna con Borthelle, que dijo que fue directamente a la parte baja, pero lo relevante no es generalizar la eventual violación a la regla del “uno por uno”, como ocurrió con Cudicio o Borthelle, y trasladarla a Florencia, sino que el tema es si ésta llegó o no a la escalera; que tanto la Fiscal como la querella sostienen que no llegó pero esta parte coincide con la profesora Privato en que efectivamente llegó a la escalera, y acá va a fundar el agravio múltiple que le generó a esta parte la resolución del Tribunal que declaró la nulidad de las declaraciones de Mantiñan y Díaz pues si Florencia llegó a la escalera y se condena a Giraldi porque no había canaleta, con esas declaraciones podía probar que la canaleta era irrelevante porque Florencia llegó a la escalera, y si se condena a Giraldi porque se dice que con Florencia no se cumplió la regla del uno por uno con esas declaraciones podría sostener que Florencia llegó a la escalera, pero el Tribunal le impide valorarlas, además no se pudo interrogar a Mantiñan, con lo que el agravio se incrementa; que Nathalie dijo que recién cuando la vio llegar a Florencia a la escalera ella se tiró y Santiago Díaz, que estaba atrás de las nombradas según la Fiscalía, vio a las dos juntas en la escalera y ahi se tiró, pues no se podía tirar antes, las vio a las dos juntas porque estaba afuera y recién se tiró hacia la profesora, por lo tanto el agravio es inmenso, por una torpeza policial no se pudo incorporar declaraciones realizadas inmediatamente después del día del hecho, además los padres dijeron que ellas reproducían lo narrado por sus hijos, por lo tanto una eventual condena a Giraldi sosteniendo la tesis de la querella, esto es que Florencia no llegó a la escalera, estaría generando un agravio directo por la nulidad de esta declaración. En cuanto a las pruebas que puede valorar, de ellas surge Florencia se tiró y llegó a la escalera y en 304 Poder Judicial de la Nación este sentido entiende verídicos los dichos de Privato, que dice que vio cuando Florencia estaba en la escalera, se tiró Nahtalie, llegó a la escalera y se juntó con Florencia; que en realidad la madre dijo otra cosa, esto es que su hija no vio nada porque cuando se tiró cerró los ojos y nadó con los ojos cerrados; Santiago Díaz dijo que se tiró, llegó a la profesora y salió por la escalera, luego pasaron dos chicos más que supone salieron por el mismo lugar, luego pasó Borthelle que no salió por ahí sino que fue directo a lo bajito y en su trayecto vio a Florencia abajo del agua, pensando que estaba buscando una gomita del pelo por lo que no le dio importancia, es importante porque dijo que la vio abajo al borde, no abajo de la escalera, y luego Giuliano Bacchi dice que cuando está por subir la escalera la ve a Florencia debajo de la escalera, entonces cabe preguntarse dónde la vio Borthelle, si la vio abajo de la escalera o si la vio antes o después de la escalera; que la primera hipotesis es la de la querella, recogida por la Fiscalía, esto es que Florencia no llegó a la escalera y quedó antes de ésta, entonces Borhtelle la vio antes de la escalera, al borde, pero no se entiende por qué no la vieron los niños que pasaron antes que Borthelle porque no la vieron como Díaz, ahora si Borthelle fue la única persona que la vio y fue hasta lo bajito, pudo haberla visto pasando la escalera; si Borthelle la ve en el punto 6 de su plano, es decir antes de la escalera, quiere decir que el cuerpo inerte ascendió en contra de la ley de gravedad, subió hasta la escalera y ahí la vio Bacchi; en cambio, si Borthelle, que fue directo hasta lo bajito la vio en el punto 5, es decir pasando la escalera, donde la pileta se inclina, y después Bacchi la vio en la escalera, si el cuerpo se movió lo hizo de manera descendiente, entonces Borthelle la ve y no referencia la escalera como dato sino el piso y el borde, entonces cabe preguntarse de qué lado de la escalera estaba; que si bien no puede valorar las declaraciones nulas sí puede valorar la pendiente de la pileta y entonces si Borthelle fue hasta lo bajito por qué no pensar que la vio cuando fue hasta la escalera y que el cuerpo de Florencia siguiendo la pendiente de la pileta fue descendiendo y llegó hasta la escalera; que esto 305 es mucho más lógico que sostener lo contrario, esto es que se hundió entre la profesora, que estaba en lo hondo, y la escalera cercana a 1,40 m, que ninguno de los tres que pasaron la vio y que Borthelle la vio y el cuerpo fue ascendiendo; que aquélla le parece la mejor explicación de lo que sucedió, teniendo en cuenta que Borthelle fue directamente a la parte baja, y esto demostraría que Florencia llegó a la escalera, la traspasó, Borthelle la vio traspasando la escalera y después el cuerpo inerte se fue deslizando hacia abajo hasta que llegó hasta la escalera donde la vio Bacchi, que dio el grito; que de todas maneras esta explicación tampoco permite esclarecer las razones por las que Florencia se hundió, decir que superó la escalera para Giraldi es importante porque quiere decir que llegó a la escalera y entonces el ejercicio era adecuado a las capacidades de nado de la niña, pues no se quedó a mitad de camino, pero no responde a todos los interrogantes, que tampoco entiende la desmedida angustia de Mantiñan, pero no puede valorar esta circunstancia. En cuanto al proceder de Giraldi y del personal de “Megatlón” posterior al fallecimiento, Kamenetzky empezó a hacer “RCP”, Ávila la ayudó a sacarla y fue a buscar al médico, éste vino corriendo y la ayudó a hacer las maniobras y insistentemente emergencias Giraldi lo hasta que se por “Megatlón contratada primero que comunicó All hace con es la Boys”, llamar línea de luego se contactó con la madre y dejó un mensaje al padre para que acudieran inmediatamente; que también está probado que cuando sacaron a la niña el cuerpo no tenía signos vitales, por lo que cualquier intento de resucitación estaba destinado al fracaso; que la duda es cuánto tiempo estuvo en el agua, la querella menciona de 4 a 11 o 12 minutos según lo que dice el libro del Dr. Patito, pero el Dr. Sapag afirmó aquí que el mínimo son 2 minutos, por lo que estaríamos entre 2 y 14 minutos; que tampoco se dan las circunstancias que contaron los médicos acerca de que si el agua hubiera estado fría el proceso de asfixia habría tardado más, pero no eran las condiciones del agua de ese día, era un día de calor, la pileta estaba techada, por lo que el agua no era fría y entonces es más razonable pensar que estuvo poco tiempo en el agua a que estuvo mucho tiempo. Añadió que aquí nadie intentó enfermar a Florencia como sostiene la querella, Giraldi simplemente sintió consternación 306 Poder Judicial de la Nación frente a lo sucedido, oyó lo que relató Privato y todo ocurrió muy rápidamente, tampoco se explica que hayan intentado enfermarla, es decir Avila menciona a Giraldi llorando al lado de Florencia y la querella habla en cambio de un Giraldi calculador tratando de enfermarla y de ofrecer dinero, además sería un mentiroso torpe, pues según cuenta la madre Giraldi le dijo que la niña tenía un problema cardíaco, según el padre un desvanecimiento, es decir que Giraldi tendría una gran frialdad para fingir lo que fingió según Avila y también la torpeza de contar una versión distinta a un padre y a otro, hipótesis que parece impensable. En la segunda parte de su alegato formuló algunas aclaraciones, en primer lugar en cuanto al rol de Mariano Rosemberg como profesor guardia de agua; que ya explicó su rol como coordinador de pileta, pero tenía este segundo rol, como explicaron Canavese y Giraldi, cuando había grupos numerosos con la pareja pedagógica y se superaban los 18 niños por grupo se subdividían en tres grupos de 12; que según la grilla de trabajo incorporada, por la mañana durante toda la colonia estaban Giselle Spino, Romina Luzzi y Mariano Rosemberg como guardia de agua y en diciembre y enero a la tarde estaba Rosemberg, en febrero no estaba como guardia de agua a la tarde sino como coordinador, pues ya sabían la cantidad de “colonos” que había, y de hecho el nombrado aparece en el video; que a fs. 920 están las condiciones y actividades de la colonia, los aranceles y consta que la colonia para los socios VIP era gratis por la mañana, entonces la afluencia de chicos a la mañana era masiva, por eso había más profesores guardia de agua a la mañana y no era necesario que los hubiera por la tarde en el mes de febrero. En cuanto a la cantidad de guardavidas, entiende que estamos ante normas extrapenales con las cuales se debe construir la tipicidad y la atribuibilidad de un delito a una persona pero resulta ilógico pensar que algo es un delito en la Capital y cruzando la Av. Gral. Paz deja de serlo, pues según lo que dicen las dos reglamentaciones de la Provincia de Buenos Aires, una sobre piletas y otra sobre guardavidas, la primera dice que cada pileta tiene que tener un guardavidas y la segunda uno cada cien bañistas, curiosamente acá Phagouapé no conocía las normas de su jurisdicción; que además en el 307 expediente se presentaron reglamentaciones de ciudades, de provincias argentinas, países vecinos y europeos, como también los criterios propios de entidades como el Sindicato Único de Guardavidas, y puede decirse que aparecen los siguientes criterios: en Cataluña sólo se alude al tamaño del natatorio, la Provincia de Buenos Aires (decreto 2769) establece un guardavidas cada cien bañistas, el Sindicato Único y la Mutual recomienda una combinación de ambos criterios, en piletas de 25 metros un guardavidas cada cien bañistas etc, y parece bastante lógico que se haga depender del tamaño del natatorio y de la cantidad de bañistas la cantidad de guardavidas; que así “Parque Norte” tiene tres piletas de 4000 m2 cada una (ver fotos aportadas por defensa de Storchi), es decir que cada pileta es más de diez veces más grande que la de “All Boys”, pero colocando dos guardavidas se cumple con la norma, esa sería la posición de la querella, pero ni el testigo Phagouapé diría que en una pileta de 4000 m2 dos guardavidas serían condición de seguridad suficiente; como se señaló en la instrucción, y lo dijo también Canavese, que era gerente de deportes y tenía experiencia como profesor de educación física y de natación, criterios para seguía estos “Megatlón” criterios porque e incorporó consideró que otros eran los adecuados y estamos hablando del deber de cuidado, tenemos muchas normas y entonces por qué aplicar una ordenanza no reglamentada y no aplicar el plan municipal de natación, ya que se estaba en una clase de natación, norma que sí es operativa y que exige un solo guardavidas; es más, una testigo aportada por la querella refirió que un chico cayó sobre su cabeza un día que había muchos chicos, y si bien era directora de un colegio no sabía cuántos guardavidas se requerían aunque aplicaba el plan municipal de natación, los colegios del Gobierno de la Ciudad aplican ese plan, en el cual la natación aparece como materia curricular dentro de educación física y ese plan determina que tiene que haber un guardavidas, pero también hay otro razonamiento que hizo el Dr. Silvestroni, en punto a que después de la ordenanza 41.718 vino la ordenanza que creó el Consejo Metropolitano de Guardavidas y después éste dictó una norma que señala que recoge los criterios del convenio colectivo de trabajo, entonces tendríamos normas extrapenales más benignas, pero cree que este argumento no corresponde, la 308 Poder Judicial de la Nación querella debería admitir, si es tan legalista con las normas extrapenales, que hay una norma que debe aplicarse retroactivamente, pero la posición de esta Defensa es que al momento de los hechos no se violaba ninguna norma, estamos hablando de la sana praxis y quiénes mejor que los propios guardavidas para determinar cuáles son los mejores criterios en piletas públicas o semipúblicas, además está hablando del convenio colectivo de trabajo aprobado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, no de un panfleto del sindicato de guardavidas. Con respecto a las resoluciones del Consejo Metropolitano de Guardavidas, la querella entendió erróneo el razonamiento de esta parte, pero aclara que acompañó la resolución que le pareció que correspondía al caso, la del mes de noviembre que fue completada por una resolución de diciembre, pero la querella mencionó que había otra resolución y que en esa misma resolución en el artículo 9 se habla de los grupos de riesgo y de personas con necesidades especiales y se señala que requieren un guardavidas especial, pero esta parte entiende que los niños no son grupos de riesgo y tampoco lo considera así el plan de natación, pues un grupo de chicos de ocho años no son grupos de riesgo, es el momento cuando uno aprende a nadar, los grupos de riesgo son los discapacitados, los obesos; que además el querellante señala que hay otra resolución donde se recomiendan muchísimos guardavidas para los quince polideportivos, la del 28 de septiembre de 2006, pero en realidad se trata del operativo de seguridad para natatorios de la Ciudad para la temporada 2006/2007, son quince complejos polideportivos y se dice que en el período de más afluencia de usuarios, enero y febrero, se prevén 254 guardavidas más 38 de la temporada anterior, o sea un total de 292, pero no computa la querella que en los considerandos se dice que en los momentos de más afluencia llegan a ir 350.000 personas y ello da 1198 bañistas por cada guardavidas; se podrá decir que no concurren los 350.000 al mismo tiempo, pero la cuestión es que está previsto que un día de mucho calor acuda esa cantidad de gente y esa es la relación de guardavidas por bañista, cuando la que había el día del hecho era de un profesor para 8,4 bañistas. En cuanto al tema del piletón ya dijo que se mantenía 309 cerrado, y así lo señalaron Carlini, Iconomopulos, Giraldi, y que se abría bajo las condiciones regladas, esto es, chicos con adultos o grupos de aprendizaje o de colonia con sus docentes, pero según el criterio de la querella tendría que haber cuatro guardavidas, dos por el piletón y dos para la pileta, por lo que no se entiende la imputación de la querella; que lo cierto es que la pileta tuvo inspecciones periódicas pero nunca fue clausurada ni cuestionada en sus condiciones de seguridad, ni por la cantidad de guardavidas, la canaleta perimetral o la plataforma sobreelevada; que es verdad que decían que había dos guardavidas pero era para cumplir los dos turnos, para cumplir con el convenio de trabajo, pero cuando iba la inspección había uno solo y no obstante no la clausuraron, es decir que no había ninguna falsedad, encubrimiento o información mal dada. En cuanto al tema de la plataforma sobreelevada sólo dirá que la misma guardavidas dijo que vio perfectamente a la niña debajo del agua, por lo que todo lo que se habló de resplandor, de efecto espejo, no viene al caso pues ese día no había resplandor ni ese efecto, en cuanto Kamenetzky miró vio a la niña abajo del agua y en esto coincide con la Sra. Fiscal. Respecto de la habilitación del natatorio, señaló que estaba habilitado desde 1983 y cuando se hicieron las reformas en julio de 1998 se presentó la documentación y planos actualizados, se actualizó en función de una resolución de la Subsecretaría de Inspección General de 1993, cfr. fs. 1104/1105, en la que se dice que como no se ha reglamentado la ordenanza y las piletas funcionan en Buenos Aires debe dictarse alguna norma para que las piletas funcionen, aunque sea con una autorización precaria y así se establecen algunos requisitos; que entonces cuando se hicieron las modificaciones se presentaron con la firma del entonces presidente Brey y también se presenta el contrato de concesión, esto lo dice porque en la cláusula 22 de dicho contrato se establece que la concesionaria “All Boys vinculados 2000 S.A.” con la tiene que habilitación, hacer todos circunstancia los trámites que se le preguntó a la Dra. Miguez en cuanto a si se había hecho algún poder y no lo recordaba, pero es evidente que “All Boys 2000” actuó en virtud de esa cláusula, aparentemente la administración admitía que con esa cláusula “All Boys 2000” podía hacer los trámites de habilitación en representación del 310 Poder Judicial de la Nación club “All Boys” por ser el concesionario de la pileta, aunque la habilitación fuera de éste, además la pileta iba a quedar para el club terminada la concesión; que en 1998 se hicieron muchas inspecciones, pero la inspección a los efectos de la habilitación que prevé esta resolución, que es una inspección especial donde venían de Aguas, de Verificaciones, etc, se hizo el 7 de julio de 2000 y en ella no se clausuró el natatorio, y la resolución de la Subsecretaría de Inspección General de 1993 dice que si están comprometidas las condiciones de seguridad, higiene o moralidad debe clausurarse el natatorio, pero esto no se hizo; que el 14 de noviembre de 2000, ante la pasividad de la administración pública, Miguez presentó un escrito pidiendo “pronto despacho”, para que se le otorgue la habilitación, entonces la administración reacciona con una intimación de mejoras del 28 de noviembre de 2000 notificada en la sede de Alvarez Jonte el 9 de enero de 2001, pero de las diez mejoras la única que requería algún tipo de trabajo edilicio era un lavapiés, lo demás era reseñalización y presentar documentos certificados por escribano, en enero es difícil encontrar una escribanía abierta, o quizás no lo hicieron, pero pidieron prórroga y consta en el expediente que el 22 de febrero se hicieron tres o cuatro certificaciones notariales que se presentaron en el expediente, y no había que violar la clausura judicial para hacer una certificación, como sostiene la querella, sino que sólo se certificaba el plano y luego salió la habilitación, por lo que no hay nada que sea irregular. Añadió que lo cierto es que el tema de los guardavidas era una función de Canavese y no se le puede atribuir a Giraldi, aunque todo estaba bien armado, y el tema de la plataforma tampoco se le puede atribuir a éste, más allá de su no incidencia; que aquí hay dos cuestiones y los incumplimientos alegados por la querella no tienen incidencia en el hecho, y por otro lado tampoco son atribuibles a Giraldi, pues no eran su rol, no tenía que ocuparse de tramitar las habilitaciones o de estar como guardavidas, parecería que tenía que estar en todas partes, le imputan todo, pero el tema de los guardavidas era un rol de Canavese, la plataforma era un rol de los guardavidas y si la consideraban necesaria debían pedirla, tampoco el tema de 311 la canaleta tiene que ver con Giraldi, era un tema de los arquitectos eligieron ese sistema, Giraldi fue a trabajar a una pileta que para él cumplía las condiciones de seguridad, y la habilitación era un tema de Guido Miguez que se canalizaba a través de Luciana Miguez, además todas estas infracciones no tuvieron ningún eco en la administración pública que es la autoridad de aplicación y no lo es la Defensoría del Pueblo. Para concluir adhirió al pedido de extracción de testimonios por el delito de falso testimonio, agravado por ser en contra de Giraldi, respecto de las testigos Fernández Justoni y Straquadini, pues cuando declaró la señora Rombolá dijo que la que informó en la reunión en su casa que sacaron a una profesora y la enviaron a la casa para ahorrarse la jornada era la madre de Bacchi, pero ésta no dijo nada de eso, en cambio las dos testigos afirmaron que fue la madre de Sandro Damilano Maison, y una dijo que lo recordaba porque se acordaba del nombre del cantante popular, además dijeron que fue el día del velorio, pero luego apareció la madre de Sandro y sostuvo que fue unos días después pues ella primero no quería hablar con la madre de Florencia, luego aceptó y habló a la semana como muy pronto; que además esta testigo tampoco refirió el incidente aludido, ni mencionó que Giraldi tuviera que ver con ello, además dijo que no había ningún adulto cuando fue a la casa de Rombolá, por lo que hay tres indicios claros del falso testimonio cometido; y que también entiende que hubo falso testimonio por parte de María Angélica Möller, pero no lo puede alegar como defensa de su cliente, pero considera que el Tribunal, de advertir que existió falso testimonio debería ordenar la investigación; que ello lo dice por lo que la querellante expresó ante el Juzgado instructor. Por todo lo expuesto el Dr. Alonso, en primer lugar, adhirió a la nulidad articulada por la Defensa de Storchi y relativa a la intervención autónoma de la querella en estas actuaciones, que entiende que, de declararse, es extensible a su pupilo ya que contra él no hay acusación pública, y, de no decretarse la nulidad, pide se absuelva a Giraldi del delito y por los hechos que se le imputa; asimismo solicita que se tengan presentes las reservas del caso federal y de casación formuladas en razón de las declaraciones de nulidad de las testimoniales de Nathalie Mantiñan y Santiago Díaz, por 312 violación a las garantías Poder Judicial de la Nación constitucionales de la defensa en juicio y del debido proceso; que se extraigan testimonio testimonios agravado por por parte de la las comisión de testigos falso Graciela Straquadini y Liliana Fernández Justoni; que se impongan las costas a la querella y se regulen los honorarios profesionales de esta Defensa. Por su parte el Dr. Alonso al ejercer su derecho a dúplica, entiende que la réplica no es procedente, pues el falso testimonio versó sobre el supuesto retiro de un docente. Que respecto de las testigos Fernández de Justoni y Straquadini, señaló que fue muy claro en su alegato en cuanto a que las testigos dijeron que habían estado al día siguiente o el día del velorio con la señora Rombolá y que entonces la señora Maison había dicho que se había ido una docente y que recordaban claramente que era la mamá de Sandro, por el nombre del cantante, pero luego compareció esta última y refutó totalmente los hechos relevantes en lo que hacen al falso testimonio, pues el evento no se vinculaba con la salida de ningún docente y también dijo luego de varias insistencias de la querellante que concurrió por lo menos una semana más tarde a la casa y que cuando habló con Rombolá no había ningún adulto presente. El Dr. Nicolás Guzmán, defensor de María Cecilia Privato, adelantó que pedirá la absolución de su asistida y señaló que se adentrará en la cuestión principal que va a definir el hilo de lo que va a exponer, esto es, que no puede afirmarse luego del juicio que el 12 de febrero de 2001 Privato haya violado algún deber de cuidado que estaba a su cargo; que esto es así porque más allá de la convicción de esta defensa, sobre cómo ocurrieron los hechos, y aunque no se compartiera esta hipótesis, siempre habrá dudas sobre la versión de los acusadores; que no plantea que estas dudas recaigan sobre todos los aspectos sobre los que versó el juicio sino sobre cuestiones puntuales que son las que definen el caso. Agregó que sobre algunas cuestiones se logró certeza, así que el día que falleció Florencia estaba en la colonia; que estaba en la pileta haciendo un ejercicio en la parte honda y a cargo de 313 Privato; pero no ocurre lo mismo sobre cuestiones trascendentes, que son las que definen el análisis de si existió o no violación al deber de cuidado. Agregó que nadie puede decir que ese día Florencia no llegó a la escalera en la última pasada del ejercicio, ni asegurar que los chicos, como dijo la Sra. Fiscal, se tiraban al agua apenas el anterior le tocaba la mano a la profesora, allí la Fiscalía marcó una supuesta violación del deber de cuidado por Privato, en el entendimiento de que no habría cumplido con la pauta de esperar a que Florencia llegara a la escalera, pero si lo que se pretende es aplicar una condena debe conocerse con certeza el hecho puntual, qué es lo que ocurrió mientras se hizo el ejercicio, y los jueces deben poder exhibir una argumentación sin fisuras que dé cuenta de las condiciones de modo, tiempo y lugar en que se produjo el mismo y la supuesta violación del deber de cuidado y en este sentido, la determinación del alcance del deber de cuidado que estaba en cabeza de Privato, cómo se determina este deber y hasta dónde llegaba su posición de garante. Entiende que los acusadores en definitiva no fueron muy precisos en indicar un principio y un fin del deber de cuidado en cabeza de Privato, pero todos los deberes tienen un principio y un fin que define su posición de garante respecto de los terceros, y una vez conocido éste se puede ver el siguiente paso del análisis, esto es establecer si en ese arco se produjo una infracción de ese deber de cuidado en cabeza de Privato; que sobre la base de lo dicho por los testigos Boffa y Pizano se puede establecer que el deber terminaba cuando los menores llegaban a la escalera, cuando el menor estaba aferrado a la escalera, al cuerpo sólido, como dijo Pizano, y ya está en una posición segura, lo que permite al docente pensar razonablemente que en la normalidad del ejercicio puede prestar atención al siguiente alumno, es decir que es razonable que una vez que el menor llegó a la escalera el docente dé paso al siguiente niño, como dijeron estos testigos. Añadió que en el juicio enfrentamos un problema relacionado con la determinación de la supuesta infracción al deber de cuidado, y es que esta actividad no está reglada o reglamentada a través de normas jurídicas, como puede ser la conducción de automóviles, y en ese caso sería mucho más sencillo determinar qué norma fue infringida, pero como no es una actividad codificada hubo que 314 Poder Judicial de la Nación recurrir a la investigación en el juicio para establecer cuáles son los usos y costumbres y las pautas en la docencia que establecen cómo se tiene que hacer el ejercicio en el contexto del cual se produjo el lamentable deceso de Florencia y una vez conocidas estas pautas V.V.E.E. no pueden apartarse de las conclusiones emergentes de esta investigación. Que en el juicio quedaron establecidas cuáles son estas pautas razonables, incluso si al día de hoy cambiaran las pautas y los docentes de natación decidieran que hay que esperar que el chico salga del agua, que esté abrigado con una toalla, etc, para dar paso al niño siguiente, esto no influiría en este caso, ya que hay que analizar los criterios rectores al momento en que ocurrió el hecho; que de todas maneras por lo que dijeron Boffa y Pizano estas pautas no cambiaron y el ejercicio se sigue practicando de igual manera; y que la propia Fiscalía reconoció este límite temporoespacial de dónde empezaba y terminaba la posición de garante de Privato en el ejercicio. Continuó señalando que entonces una vez establecido el alcance del deber de cuidado hay que analizar cómo se desarrolló el ejercicio ese día y como se adecua a las pautas analizadas, hay que conocer con precisión qué hizo o dejó de hacer Privato respecto de lo que debía hacer o no hacer según estos usos y costumbres y éste es el momento donde se van a producir los escollos para realizar este análisis, para establecer cuáles son las acciones u omisiones que pudieron haber implicado una violación a su deber de cuidado. Agregó que en este sentido destaca que el resultado lamentable del deceso no puede ser el patrón en función del cual se analiza cómo actuó Privato, el resultado no indica por sí solo que se haya cometido un delito, y por más obvio que sea esto hay que remarcarlo; que se debe determinar si la imputada miró a Florencia cuando hacía el ejercicio, si estaba en el agua de cara al borde de la pileta, si esperó a que llegara a la escalera y si recién en ese momento dio paso al siguiente niño, y esta parte va a concluir que Privato miró a Florencia en todo momento mientras hizo el ejercicio, que estaba dentro del agua ubicada en el vértice del triangulo mirando a los chicos, que esperó a que Florencia llegara hasta la escalera, se tomara de ella y empezara a subir y que recién en ese 315 momento le dio paso al siguiente chico; que, para condenar, los jueces deben estar en condiciones de negar cualquiera de estas afirmaciones, esto es sostener que Privato no miró, que no estaba dentro del agua o que no esperó a que la niña llegara a la escalera; que esta parte considera que no existen razones válidas para afirmar esto con la certeza que requiere el dictado de una condena, incluso la prueba más clara de que ello es así, de que no hay certeza, la tuvimos en días pasados cuando escuchamos los alegatos de las partes, pues cada una dio una versión distinta de lo ocurrido y así tenemos hoy cuatro hipótesis distintas: la querella incluso puso de manifiesto desacuerdos internos, pues en su alegato por derecho propio el señor Möller dijo que para él Privato estaba afuera del agua cuando se produjo el deceso, luego su abogado señaló que en realidad habría fallecido en ese primer ejercicio, que describió como una suerte de cajón y dijo que lo explicaría pero no lo hizo, por su parte la Fiscalía dio otra versión y sostuvo que Florencia no había llegado a la escalera y la defensa de Giraldi elaboró una cuarta hipótesis, lo cual no es casualidad, pues las pruebas no permiten fundar un grado de convicción en cuanto a cómo se llevó a cabo el ejercicio, a que Privato violó un deber de cuidado y de qué manera. Asimismo expresó que en el juicio penal se maneja el concepto de verdad, los jueces deben estar convencidos de que el pensamiento que van a reflejar en la sentencia coincide con la realidad de lo que ocurrió, y esto es anterior al principio “in dubio pro reo”, debe obtenerse la verdad para aplicar una condena y el poder jurisdiccional para aplicar una condena, no puede estar divorciado del saber, del conocimiento; que esto nos introduce en la cuestión de las dificultades probatorias que enfrentamos en este juicio y la falta de certeza deriva de dificultades probatorias que se presentaron en el debate y que no puede ser atribuidas a ninguna de las defensas, sino que dependen pura y exclusivamente de la actuación de la propia querella y en algunos casos de los órganos jurisdiccionales; que esto lo señala porque estas dificultades nunca van a poder ser una excusa para la complacencia respecto de las hipótesis acusatorias y no pueden ser tomadas en este sentido; que la primera dificultad es la minoridad de los testigos, pues los principales testigos eran los niños, que declararon y algunos 316 Poder Judicial de la Nación no recordaban prácticamente nada, otros recordaban algunas cosas, inclusos sus manifestaciones no estaban tan guiadas por sus recuerdos sino por lo que les parecía lógico o probable; que el caso de Nathalie Mantiñan es paradigmático, no declaró porque estaba muy traumada, muy angustiada, y esta parte no insistió aunque sabía que ante el Juzgado instructor había dicho cosas muy importantes para esta defensa, y fuera su declaración directa o indirecta a través de sus padres, corroboraba la hipótesis de esta defensa, sin embargo no tienen la posibilidad de contar con este testimonio tan importante, ya que Nathalie es la que se tiró inmediatamente después de Florencia y eran amigas; que el paso del tiempo incidió de gran manera en su caso porque dificultó la corroboración de sus hipótesis, si bien no la imposibilitó porque con lo que hay le alcanza para sostener que aquéllas pueden ser consideradas confirmadas, y así lo dirá el Dr. Gandolfo, pero es cierto que la dificultó, pues hoy los chicos tienen catorce o quince años y al momento tenían ocho o nueve años, con una memoria en formación, y no es lo mismo que un adulto recordando algo ocurrido hace cinco o seis años, de hecho todas las partes estaban convencidas de que iba a ser una dificultad y por ello solicitaron la incorporación por lectura de la declaración de los menores y así lo había ordenado al tribunal, pero luego se empezaron a declarar nulas estas declaraciones por ciertas cuestiones formales; que la prueba más clara de esta dificultad son las contradicciones entre los propios chicos, algunos se contradijeron no sólo entre ellos sino consigo mismos, si se considera lo que dijeron en la etapa de instrucción, y ello en cuestiones puntuales que son las que definen el caso. Agregó que el paso del tiempo también obedeció a ciertas acciones por parte de la querella, pues su defendida estaba en condiciones de ser juzgada en marzo de 2003 y ya se había formulado requerimiento de elevación a juicio, pero tuvieron que pasar cuatro años para que el debate se pudiera llevar a cabo y esto principalmente por la actividad de la querella, que pretendía que estuvieran en juicio los presidentes de “All Boys” y de “Megatlón”; que por otro lado en el juicio nos enteramos de que los chicos habían sido visitados uno por uno, grabados y se les 317 había pedido que hicieran dibujos, incluso fueron ayudados a confeccionarlos y en ellos se habían hecho anotaciones, y quien hizo todo eso fue la mamá de Florencia, por lo que debe destacar la deslealtad de la querella, que no aportó los cassettes oportunamente y ello les impidió conocer qué dijeron los chicos días después del hecho; que además la querella les preguntaba a los chicos todo el tiempo si la gente de “Megatlón” había hablado con ellos apuntando a una distorsión de determinados conceptos en la mente de los niños, pero si algo quedó probado es que la única persona que pudo haber hecho esto es la mamá de Florencia, y hay una prueba de que esto es así, ya que Gonzalo Consorti dijo que Florencia no sabía nadar, luego alguien le preguntó por qué había dicho eso y manifestó que se lo dijo la mamá, y si nadie hubiera hecho esta pregunta habría quedado como un juicio de valor propio del testigo, pero ahora tenemos la duda de en cuántas ocasiones pudo haber ocurrido esto en el juicio y en cuántos casos lo que dijeron los chicos pudo ser producto de lo que les comentó la mamá. Seguidamente el Dr. Gabriel Gandolfo manifestó que se referirá a cada uno de los hechos relevantes que se han acreditado y a los que no se han podido acreditar; que la primera cuestión tiene que ver con qué sabía hacer Florencia en el agua, lo cual es relevante porque a partir de la afirmación, falsa, de que no sabía nadar, la Fiscalía y la Querella construyen sus acusaciones; que la primera pregunta elemental es qué es nadar, y es la capacidad de desplazarse en el agua ayudándose de los movimientos necesarios sin necesidad de tocar el suelo u otro apoyo; que en el juicio quedó probado que Florencia sabía desplazarse de esta manera, no está diciendo que fuera una experta nadadora, lo cual está claro, pero lo que sostiene es que sabía nadar en la medida necesaria para estar donde estaba y hacer los ejercicios que estaba haciendo; que Privato explicó en su indagatoria que niveló a la niña cuando entró a la colonia, vio que entraba sin miedo, que sabía flotar y hacer pequeños desplazamientos en el agua, aunque sin ninguna técnica, esto lo confirmó el testigo Carlini, que el 3 de febrero vio a la niña y a su familia en la pileta y la vio desplazarse en el agua en la parte profunda, por eso cuando se enteró de lo ocurrido dedujo que debió haberle pasado algo, alguna descompensación, porque no podía entender que con esas 318 Poder Judicial de la Nación capacidades pudiera haberse ahogado; que por su parte la señora Rombolá terminó por reconocer que su hija sabía flotar parada y también hubo que recordarle lo que había dicho ante el Juzgado instructor sobre que en Córdoba ella le había enseñado a flotar, aunque la testigo señaló que esto debería haber ocurrido en 1996 cuando ella fue docente en esa provincia y que la niña podría haberse olvidado, pero el papá de Florencia dijo que en enero de 2001 la familia había estado en Córdoba en una pileta y con Florencia, a lo que hay que sumarle que había estado en diciembre de 2000 en la pileta del club “Imperio” por no menos del quince días y que los propios padres reconocieron que desde 1996, cuando aprendió a flotar según sus propios dichos, hasta 2001 había hecho pileta recreativa, y con esto quieren resaltar que cuando llegó a “All Boys” como mínimo sabía flotar desde hacía varios años y había tenido contacto frecuente con el agua en distintas piletas, aunque quizás no hubiera tomado clases de natación; que esto lo destaca porque quiere que quede claro que Florencia en función de estos antecedentes no podría haberse olvidado de cómo flotar, además es altamente improbable en función de la experiencia y el sentido común negar el hecho de que en todo ese tiempo no haya podido evolucionar en sus habilidades en el agua y debe descartarse de plano que pudiera haber involucionado, es decir, que cuando llegó a “All Boys” supiera menos que lo que sabía en 1996, lo que es absurdo. Añadió que quedó probado que cuando llegó al club nadaba “perrito”, y los testigos Pizano y Boffa explicaron que este nado es la técnica natural de nado, que es una habilidad innata y se aprende sin que nadie tenga que enseñarlo, y todos sabemos que para ello no es necesario meter la cabeza en el agua; y que en definitiva lo que les interesa destacar es que como mínimo la niña tenía las habilidades necesarias para hacer los ejercicios que hizo y para estar donde estaba, y justamente estos ejercicios tienden a que los chicos vayan consolidando su confianza en el agua y ganen autonomía, y en función de ello la afirmación de que Florencia no sabía nadar es cierta únicamente si se define nadar de acuerdo a un estilo especifico, pero nadie dijo que Florencia fuera una nadadora con técnica, si en cambio entendemos nadar 319 como lo ha definido según el diccionario de la Real Academia Española, y así también lo definió el testigo Pizano, podemos asegurar que Florencia sabía nadar lo suficiente para ejecutar los ejercicios que se realizaban, y si se sostiene que es falso que no supiera nadar, es falsa como consecuencia la premisa sobre la que la Fiscalía y Querella construyen su acusación, y esto de que Florencia sabía nadar cabe respecto de todos los chicos que estaban en el grupo, pues todos realizaron todos los ejercicios que Privato les indicaba y además el deceso se produjo después de terminado el ejercicio y no durante éste; que además, ya que hablamos de los ejercicios, cabe preguntarse si eran sobreexigentes o torturantes y definitivamente la respuesta es no y no se los puede considerar de esa manera, una sesión de tortura como dijo el Sr. Möller, además ningún testigo en el juicio sostuvo esto, más aún, en un plano más general, ningún testigo dijo que algo de lo que hizo en la colonia o en la pileta, cualquier ejercicio, le haya costado. Afirmó también en cuanto a la distancia que tenían que recorrer en el ejercicio en triángulo, que no superaba los cuatro metros, ello quedó probado, la explicación de Privato no fue desmentida por ningún testigo y además la corroboran plenamente la mamá de Giuliano Bacchi, que dijo que la profesora estaba a unos metros, el propio Giuliano, que mencionó medio metro, y si bien no estaba a esa distancia da la pauta de que era corta; que Anahí Ridolfo dijo que no era mucho el trayecto hasta el borde y ningún chico dijo que el trayecto fuera largo, entonces la conclusión es obvia, esto es que los ejercicios que estaba haciendo Privato eran adecuados para ese grupo; que quizás la prueba más contundente es que la propia Florencia el día del hecho realizó sin ningún tipo de dificultades el primer ejercicio que efectuaron antes del triángulo, que implicaba ingresar al agua por la colchoneta y desplazarse paralelo al borde hasta salir por la escalera de la parte más profunda, y este trayecto era bastante más largo que el triángulo no obstante lo cual Florencia lo hizo cuatro veces sin dificultad, entonces no puede decirse que no estaba capacitada para hacer el del triángulo; que además los testigos Pizano y Boffa dijeron que un chico con estas habilidades para hacer 4 o 5 metros no podía tardar más de quince segundos, lo que indica el escaso grado de dificultad del ejercicio. Asimismo señaló que 320 Poder Judicial de la Nación se ha cuestionado que en el grupo de Privato había chicos con diferente nivel de natación, pero es normal que así sea y lo explicó con claridad Canavese, que dijo que había un piso y un techo, que a los que estaban más cerca del “piso” les costaba más, a los otros menos, pero todos podían hacer los ejercicios; y volviendo a qué es nadar, en las declaraciones de los chicos y de los padres hay contradicciones que son aparentes, así la mamá de Giuliano afirmó que su hijo sabía flotar, pero no nadar, el niño dijo que le tenía “miedito” al agua, que era del nivel bajo o medio y que todos los del grupo tenían más o menos el mismo nivel, la mamá de Nathalie expresó que su hija sabía nadar, pero no sabía ningún estilo, el papá de Tomás mencionó que sabía nadar, pero dependiendo del significado que se dé a “nadar”, Anahí Ridolfo dijo que sabía nadar muy poco, que sabía flotar pero que pudo hacer los ejercicios sin dificultad, el padre de Santiago Díaz afirmó que su hijo estaba aprendiendo, y así lo señaló éste, Mariano Aparicio indicó que en el grupo de Privato estaban los que no sabían nadar muy bien, otros como Pedemonte y Consorti dijeron que sí sabían nadar; que en este sentido Ailin Lorenzo dijo que sabía nadar, pero estaba en el grupo más avanzado de Avila aunque el día del hecho había pedido estar en el de Privato, unos dicen que sabían, otros que sabían más o menos pero ello está condicionado por su propia percepción y por lo que entienden por nadar, pero no hay duda del hecho objetivo y concreto de que todos pudieron hacer sin dificultad alguna el ejercicio, incluida Florencia; que con esto quiere decir que la nombrada no era una excepción a la media del grupo, podía hacer lo mismo que los otros con más o menos dificultad, según con quien se la compare, pero es un problema de precepciones, lo cual se advierte en lo que opinan los chicos, así Micaela Pedemonte y Rulli dijeron que Florencia no sabía nadar, pero Mariano Aparicio y Candela Palacios afirmaron que sí sabía, Gonzalo Consorti señaló que no sabía nadar pero luego aclaró que lo decía porque se lo dijo la mamá de Florencia y finalmente afirmó que Florencia nadaba más o menos en el grupo, pero en definitiva todo lleva a la conclusión de que Florencia estaba en condiciones de hacer los ejercicios que lo hicieron, y además realizó los anteriores sin 321 necesidad de que Privato la ayudara. Asimismo señaló que otra cuestión a la que se refirió el Sr. Möller es que Privato obligaba a los chicos a hacer cosas imposibles, que era una especie de dictadora, lo cual es un absurdo, pues todos aquí se manifestaron con la mejor opinión de Privato, así la madre de Lorenzo dijo que sus tres hijos fueron alumnos de su pupila; que una segunda cuestión es que, como Florencia sabía nadar, dicho con aquel alcance, podía ir a la parte profunda a hacer determinados ejercicios; que esta cuestión fue esclarecida por los testimonios de Avila, Pizano, Boffa y Canavese, que son profesores de natación y han explicado que realizar ejercicios en la parte profunda para los aprendices es habitual e incluso necesario, que implica lograr que el chico se vaya adecuando al medio, ganando confianza y evolucionando, y ello lo dicen personas altamente calificadas, pues Boffa es rectora del instituto Dickens, uno de los más importantes de país, es decir que Privato llevando a los chicos a la parte profunda no cometió ninguna irresponsabilidad e hizo lo que tenía que hacer con un grupo donde los chicos más o menos sabían desplazarse en el agua, además estas visitas a lo profundo eran puntuales pues, la mayor parte del tiempo el grupo de Privato estaba en la parte baja, al revés de lo que ocurría con el grupo de Avila. En cuanto a la supuesta prohibición de la señora Rombolá a Privato de llevar a Florencia a la parte profunda, entiende que no existió tal prohibición, pero en caso de que hubiera existido, cabe analizar qué alcances y efectos podría haber tenido, en este sentido señala que cuando un padre lleva a un hijo a un establecimiento educativo o deportivo implícitamente acepta los contenidos que ese establecimiento pretende impartir y los mecanismos de enseñanza, y si como padres no les gusta la forma en que lo hacen tienen la libertad de cambiar a los niños de lugar, incluso lo hicieron los padres de Florencia respecto del club “Imperio”, pero no podemos imponerles nuestros criterios a los profesores porque los chicos al ingresar en estas comunidades forman parte de un grupo y si se pretende una enseñanza personalizada y que los profesores hagan lo que los padres quieren hay que contratar un profesor particular, pero en las clases grupales es el docente el que evalúa las condiciones y actividades de los chicos y no hay prohibición del padre que haga operativa una excepción a la regla; que de 322 Poder Judicial de la Nación lo contrario, si un padre dijera que el chico sabe nadar e indicara que en la hora de pileta se lo deje hacer lo que quiera esto no libera de responsabilidad al profesor; que tampoco una prohibición le crea de por sí un deber de cuidado extra a los profesores, esta indicación de los padres va a servir para que el docente ajuste su propia evaluación sobre lo que el chico puede hacer, pero no crea una prohibición o un deber de cuidado autónomo ni puede decirse que el profesor haya violado el deber de cuidado porque no respetó esa prohibición, lo que en cambio sí ocurriría en cuestiones médicas, y así a Privato le dijeron que Florencia no podía sumergirse y no estaba en condiciones de controvertirlo, entonces cumplió lo que le dijeron; que no puede dejar de referirse a lo que dijo Consorti en cuanto a que la madre de Florencia le hizo esta recomendación o prohibición a Privato, que sobre este tema ya dijo su colega lo que pudo haber ocurrido y quedó envuelto en un marco de duda, además la prohibición de la madre de Florencia es una cuestión relativa y no debe dársele mayor importancia. Continuó diciendo que en cuanto al ejercicio en triángulo en el contexto del cual se produjo el deceso, entiende que quedó claro que ir a lo hondo era una conducta habitual, así los profesores Boffa y Pizano dijeron que eran ejercicios habituales para la enseñanza de la natación, al igual que el primer ejercicio de desplazamiento paralelo al borde, además ninguno de los niños dijo que estos ejercicios fueran excesivos, torturantes, etc y Florencia los realizó sin ayuda, las cuatro primeras pasadas ante la vista de Privato y sin ayuda de ésta, que sólo ayudaba a los que la requerían, que no era el caso de Florencia, que no necesitaba ayuda para hacerlos, pero sí para ingresar al agua; que además la Fiscal de juicio mencionó como elemento disvalioso respecto de Privato que ayudó a Mariano Aparicio y no lo hizo respecto de Florencia y efectivamente esto es así, pero significa que Mariano necesitaba ayuda y Florencia no y es un punto más que marca cómo se apreció de manera arbitraria la prueba, frente a un hecho concreto y objetivo, esto es el hecho de que Privato ayudó a Mariano y no a Florencia permite dos hipótesis, la primera y más cercana al sentido común es que uno necesitaba 323 ayuda y el otro no, y otra más rebuscada es que ambos necesitaban ayuda, pero Privato por alguna suerte de antipatía hacia Florencia no la quiso ayudar; que frente a estas dos alternativas la Fiscalía optó por la más adecuada a su hipótesis acusatoria pero lo hizo de manera arbitraria y sin dar razón de por qué eligió esta versión sobre la otra, forzando los acusatoria, hechos lo cual para que configura se adecuen a su hipótesis arbitrariedad, en lugar de adecuar su hipótesis a los hechos; que Anahí Ridolfo dijo que no sabía nadar pero sí flotar y que el ejercicio en triángulo no le pareció difícil ni exigente, entonces en la hipótesis mas perjudicial para esta defensa estaría en las mismas condiciones que Florencia; que la testigo Magnolia señaló que ninguno de sus tres hijos, que habían concurrido a esa pileta, se había quejado de los ejercicios, Tomás Borthelle señaló que no sentía que se le pidiera hacer cosas que no podía hacer, Micaela Pedemonte y Santiago Díaz dijeron lo mismo y también los padres de los niños, Mabel Cáceres, Nora Ribas, Gustavo Pedemonte y Luis Ridolfo, en definitiva los ejercicios se podían hacer perfectamente. En cuanto a uno de los puntos más trascendentales para esta Defensa y para la resolución de este caso, esta parte afirma de manera categórica que Florencia llegó a la escalera, y esto es trascendental, porque tiene que ver con el alcance del deber de cuidado exigible a Privato; que en la indagatoria su pupila señaló que Florencia entró al agua por la colchoneta, después Privato le dio un empujoncito hacia el lado de la escalera y luego la vio tomada de la escalera y en actitud de subir, ahí le dio la orden de arrojarse a Nathalie y así lo hizo sucesivamente hasta que llegó a Giuliano que detectó el cuerpo de Florencia, por lo que se suspendió el ejercicio; que sostiene que la niña llegó a la escalera en razón del lugar donde fue hallado el cuerpo, esto es en el fondo de la pileta debajo de la misma, así lo dijeron de manera terminante Kamenetzky y Avila que la rescataron; que además Bacchi expresó que vio el cuerpo cuando iba a subir la escalera para tirarse, Borthelle vio el cuerpo cerca del borde, Micaela Pedemonte dijo que creía que la habían sacado cerca de la escalera, el comisario Capuchetti dijo que según los testimonios que recogió inmediatamente después del hecho, al parecer la encontraron cerca de la escalera y así surge del 324 Poder Judicial de la Nación croquis de fs. 187, además no hay un solo testigo que desmienta esta versión, que afirme que la encontraron en otro lado o que no haya llegado a la escalera; que ciertamente no podemos citar en apoyo de esta postura de la defensa las declaraciones de Nathalie Mantiñán, Santiago Díaz y Micaela Pedemonte ante la instrucción, que dijeron que la vieron tomada de la escalera, ello en función de las nulidades declaradas por el Tribunal, en su criterio de manera incorrecta; que Nathalie no pudo declarar por recomendación médica y los otros dos sí lo hicieron, pero no recordaron lo que habían dicho con toda precisión en fecha cercana al día del hecho, además pasaron seis años, a pesar de Privato y en contra de Privato, y aclara que con esto no está criticando la actividad del tribunal pero es un hecho objetivo que no se puede discutir, que, volviendo a la argumentación principal, encontramos que la Fiscalía y la Querella desmienten que Florencia haya llegado a la escalera, la querella lo niega y no lo explica y llena sus vacíos argumentales y probatorios con frases efectistas para la prensa, pero no adecuadas para decidir sobre la libertad de las personas; que a su vez la Fiscalía ensaya una argumentación, esto es que si hubiera llegado e intentado subir la escalera habría hecho ruido al caer y se la hubiera escuchado, es posible que si hubiera caído se la habría escuchado pero no sabemos cómo volvió al agua, pudo soltarse de la escalera y caer sin hacer ruido, pero esto que sostiene la Fiscalía se contradice con algo que dirá después; que además, así como consideran que Florencia no llegó a la escalera, ni la Querella ni la Fiscalía niegan que el cuerpo haya sido encontrado debajo de aquélla, entonces no se comprende cómo pueden convivir en un razonamiento lógico ese postulado de que no llegó a la escalera con este hecho; que esta parte intentó imaginarse qué pudo ocurrir pero no hay una explicación razonable; que si imaginamos que Florencia se sumergió en algún punto del trayecto que tenía que hacer entre Privato y la escalera, para llegar hasta donde fue encontrado el cuerpo tuvo que haber subido inerte la pendiente en contra de la ley de gravedad y como si estuviera empujada por alguna corriente subacuática que no existe en una pileta; que en cambio para esta Defensa está claro que Florencia llegó a la 325 escalera, y naturalmente no puede descartarse ello sobre la base del argumento que dio el Fiscal de instrucción en el requerimiento de elevación a juicio, esto es que por el resultado es obvio que no llegó a la escalera, pues no hay argumentos lógicos que permitan descartar lo que sostiene esta Defensa, que la niña llegó a la escalera y por algún motivo, quizás por un desvanecimiento, haya vuelto a ingresar al agua, se haya sumergido y haya fallecido como consecuencia de la sumersión, resultado no hay permita profundidad de la ninguna razón descartar pileta, lógica esta esta que premisa. parte a En partir cuanto sostiene que del a la en la escalera había 1,40 m y trata este tema porque la querella insiste que en realidad donde decía 1,40 m había 1,53 m, ello basada en la inspección ocular del juez Lucini, pero en las fotos tomadas ese día se advierte fácilmente que ese día, cuando había 1,53 m, el agua estaba al mismo nivel del borde, fs. 580, en cambio en las fotos del día del hecho y en el video se advierte que había mayor distancia entre el agua y el borde, 13 o 15 cm, con lo que puede decirse que donde figuraba 1,40 m había esa profundidad, además queda claro que la escalera no fue movida, que estaba justo en la línea roja de demarcación y que no hubo modificación de pruebas en este sentido, aunque no se impute ello a Privato. Agregó que aquí no se agota la insistencia de la querella en querer seguir sumando sustancia cargosa a la imputación cueste lo que cueste e incluso a costa de la lógica, así el papá de la niña afirmó que el día del hecho entre el borde y el agua había 40 cm, pero si miramos las fotos y el video no se advierte de ninguna manera tal circunstancia, pero incluso aceptando tal posibilidad, si había 40 cm de diferencia el día del hecho la profundidad era de 1,13 m, es decir que Florencia hacía pie, pero no está sosteniendo esto sino que donde decía 1,40 había 1,40, lo cual señala para mostrar el absurdo de que la querella no resigna nada, que dice cosas sin sentido y señala distintas circunstancias según su conveniencia, pero ello es absurdo y afecta el sentido común; que de todos modos este tema de la profundidad sirve para introducirse en una cuestión, si había 1,40 m y Florencia medía 1,37 m, la niña estaba a muy poco de hacer pie y si estaba tomada de la escalera esto permite introducirse en la manera inusual, excepcional, en que 326 se produjo la sumersión y Poder Judicial de la Nación ahogamiento, pues la profundidad indica que alguien se hunde apenas con un pequeño envión podría haber salido a la superficie, máxime estando al lado de la escalera. Continuó sosteniendo que la niña se ahogó de manera absolutamente silenciosa, sin dar señales de alerta, sin hacer nada que permitiera a los que estaban en la pileta observar alguna circunstancia que podría haber provocado una rápida acción, la prueba más elocuente es que nadie vio o escuchó nada, además contraría lo que ocurre en la gran mayoría de los casos, como señalaron los testigos Canavese e Iconomopulos, así el último dijo que en los casos a los que asistió siempre hubo algo que permitió vislumbrar la situación de peligro y actuar en consecuencia, también lo mencionó el Dr. Fachal, que fue el primero que introdujo el tema del “ahogado silencioso” y luego se incorporó prueba vinculada con el sistema “Poseidón”, es decir que si en países mas desarrollados se elabora un sistema de alta tecnología para solucionar esta problemática es justamente porque se advierte que ésta puede razonablemente escapar a los sentidos del hombre; que “Poseidón” no está diseñado para cubrir la espalda a los desatentos, sino porque incluso a la persona más atenta el silencioso puede pasarle desapercibido; que la Querella dice que la niña no podría haber gritado porque tenía los pulmones llenos de agua, pero antes de llegar a esa etapa final, si las cosas hubieran ocurrido como en la enorme mayoría de los casos, debió transitar un período en el que debió gritar, patalear, intentar de alguna manera conservar su vida y no lo hizo; que la Fiscalía por su parte dejó entrever que pudo existir algún grito o señal, pero que pudo no haber sido escuchada debido al ruido existente en la pileta, pero Privato estaba a 4 metros, Kamenetzky a 4 o 5, los chicos de Privato a igual distancia, el grupo de de Avila a 7, 8, 10 metros pero nadie oyó ni vio nada, cómo suponer entonces que gritó y no se la oyó, además frente al hecho concreto de que nadie vio ni oyó nada la Fiscalía supone que quizás gritó, pero que no se la escuchó; que la Fiscalía había dicho para refutar tímidamente el hecho de que llegó a la escalera que de haber caído la hubieramos escuchado, pero ahora dice que el murmullo no permite escuchar nada, lo cual implica decir blanco 327 y negro a la vez y ello constituye arbitrariedad, esto es forzar los hechos a la hipótesis y no a la inversa; y que en cualquier caso estamos todos de acuerdo en que estamos en una etapa de certezas y las suposiciones no alcanzan para nada. Entiende que otro tema fundamental es cómo se ejecutó el ejercicio, pues allí la Fiscalía sitúa la supuesta violación del deber de cuidado que atribuye a Privato y sostiene que no se respetó la regla del uno por vez, citando en su apoyo los dichos vertidos en el debate por Tomás Borthelle y Santiago Diaz, y los de Ivana Cudicio y Juan Ignacio Jaime incorporados por lectura, en cuanto habrían dicho que cuando tocaban la mano de la profesora se tiraba el siguiente chico; que es cierto que Santiago Díaz dijo que cuando un chico estaba en el agua el que seguía debía esperar que compañero avanzara dos o tres metros para poder tirarse, pero el día posterior al hecho dijo algo absolutamente diferente a lo que dijo en el juicio, y esto debió servir como mínimo para que la Fiscalía excluyera el testimonio del nombrado, más aun cuando al declararse la nulidad de la declaración la Fiscal se manifestó en desacuerdo, pero ahora se sirve de esta nulidad; que por su parte Gonzalo Consorti dijo que se tenían que tirar cuando recibían la indicación de la profesora, no habló de tocarle la mano, y si se le atribuye credibilidad en cuanto a lo que oyó que dijo la madre de Florencia también en este sentido debe tenerla; Mariano Aparicio dijo que se tiró cuando recibió la orden de Cecilia; Ailin Lorenzo dijo que la orden para tirarse la daba Cecilia, de que cuando llegaban a la escalera se tenía que tirar el siguiente, y esto es importante porque como explicó Privato era del grupo de Avila pero estaba con ella por una cuestión de afinidad personal y fue una de las que no respetó la consigna, y coincide con Privato en que ésta la autorizó para que siguiera nadando y al mismo tiempo avisó a Avila, pero si Ailin tuvo necesidad de pedir permiso para no subir por la escalera es que la consigna era salir por la escalera, de lo contrario no había permiso que pedir; en este punto la Fiscal sostuvo que Avila desmintió a Privato, pues dijo que no estaba atento a lo que hacían los chicos de Privato cuando se incorporaban a su grupo, pero lo más parecido a esto en la declaración de Ávila es que no recuerda si ese día alguno de los chicos de Privato fue hacia el grupo del dicente, lo cual 328 Poder Judicial de la Nación es muy diferente a desmentir; que además Giuliano dijo que había que tirarse, tocar a la profesora y volver a la escalera, es decir que frente a cada testimonio que utiliza la Fiscal para decir que en esta parte final de los hechos los chicos podían optar por subir a la escalera o seguir nadando hay otro igualmente valido que dice que tenían que subir por la escalera y que no habia tal opción, incluso el testigo Marcio Manelli, que cita la Fiscalía, estaba en el grupo de Avila y al momento del hecho estaba haciendo pileta libre con el grupo de éste, por lo que no podía saber la indicación que Privato le había dado a los chicos, es decir que como mínimo es un testigo poco fiable; que la Fiscalía no dio ninguna razón de por qué eligió ciertos testimonios frente a otros, es aceptable que pueda creerle más a uno que a otro pero debe explicar por qué. En definitiva entiende que es uno de los puntos sobre los que existe las más cerrada controversia y según el art. 3 C.P.P. debe estarse a la situación mas favorable a su defendida. Con respecto a la conducta de Privato con posterioridad a que Florencia llegó a la escalera y se sumergió de manera silenciosa, tres preguntas. Por qué no la vio sumergida, por qué el hecho de no verla no le llamó la atención y qué hizo luego de que Giuliano dio la alarma. Primera pregunta respuesta sencilla, no la vio por reflejo del agua, Carlini, Pizano y Boffa, cualquiera que estuvo en una pileta sabe que en esa posición es muy difícil ver por el reflejo. Segunda, no le llamó la atención ver a Florencia porque había llegado a la escalera y tenía que continuar, subir y dirigirse hasta donde estaba Avila, entonces cuando volvió a mirar y no la vio creyó razonablemente que las cosas habían ocurrido como ocurren en el normal desenvolvimiento de las cosas, que había salido, por eso no le llamó la atención no verla. Prosiguió señalando, en cuanto a qué fue lo que hizo cuando recibió el alerta, Privato dijo que cuando Giuliano le avisó inmediatamente le gritó a Kamenetzky y se dedicó a contener al niño que todavía estaba en el agua, y de inmediato aquella se tiró al agua; que pasaron escasos segundos, así Giuliano dijo que el salvataje fue “al toque”; que a su juicio Privato hizo lo que tenía que hacer, habiendo un chico en el agua, le avisó a Kamenetzky, y sacó al 329 chico que estaba en el agua tapándole los ojos, todo esto fue simultáneo; que la Fiscal sin llegar a ese extremo dice que no entiende por qué no tuvo la reacción natural de ir a rescatarla, es uno de los mayores sinsentidos que tienen que resolver, Privato estaba con uno de sus alumnos en el agua que estaba con estado de shock por haber visto el cuerpo de compañerita sumergida, Privato hizo lo que tenía que hacer, avisó a Kamenetzky y fue a atender a este chico, la guardavidas hizo lo que tenía que hacer, pasaron segundos, además la propia Kamenetzky dijo que desde donde ella estaba ubicada se hallaba en condiciones de llegar más rápido a Florencia por el envión, también lo ratificaron Pizano y Boffa, si bien Carlini dijo lo contrario Kamenetzky dijo que ella llegaba primero. Agregó que es falso que Privato y Kamenetzky se endilguen mutuamente responsabilidades, las preguntas a los testigos fueron obligadas en función de la acusación, que la guardavidas se quedó dormida y no asistió a Florencia, esto para demostrar que Privato hizo lo que tenía que hacer; que esto no significa endilgar responsabilidad a Kamenetzky, cada una hizo lo que tenía que hacer; que cabe imaginar qué hubiera ocurrido si Privato se hubiera desentendido de Giuliano en el agua, era tan alumno como Florencia, Privato hizo lo que tenía que hacer, en escasos segundos el cuerpo estaba rescatado. Un último punto es la cuestión médica, la querella habló de ello y le parece que excedió el análisis de los hechos y pruebas para entrar en una acusación personal a los abogados, dijo que se pretendió enfermar a Florencia, que se trajeron enfermedades que no existen en el país, etc.; que como fue esta defensa la que propuso una instrucción suplementaria con los médicos, puesto que había una declaración del Dr. Patitó en instrucción donde introdujo la hipótesis de las arritmias y aclaró que eran patologías que no surgían de la autopsia e informes histopatológicos, pero había una situación incontrastable, que nadie había visto ni oído nada, entonces algo tendría que haberle pasado para que Florencia su hubiera ahogado en tal modo, pues alguien la hubiera visto, máxime como dijo Micaela Pedemonte que se había como derrumbado. En virtud de ello, se asesoraron con profesionales y propusieron una pericia médica, para afirmar o descartar la hipótesis, acá los médicos dijeron con total claridad, aunque no descartaron contundentemente, es 330 Poder Judicial de la Nación que era altamente improbable que hubiera sufrido una arritmia, pero quedó más reforzada la hipótesis del desvanecimiento, que puede obedecer a causas más sencillas y cotidianas, pero esta referencia a la cuestión médica apunta a dos cosas, quieren dejar en claro que no comparten nada de lo que dice o hace la querella pero son respetuosos de su dolor, esta parte no barre abajo de la Seguidamente forzaron alfombra el los Dr. la prueba Nicolás hechos a que Guzmán partir no les consideró de la conviene. que aquí se de un constatación resultado. La primer cuestión jurídica a analizar es si la muerte de Florencia es prueba suficiente de que fue víctima de un homicidio, la respuesta es sumamente importante, las acusaciones de la Fiscalía y de la Querella parecen construirse a partir de este razonamiento falaz, si murió es porque alguien la mató, es decir que explican el resultado disvalioso sólo como producto de un delito; que según Sancinetti, en su trabajo “Subjetivismo e Imputación Objetiva”, es corriente en la práctica judicial señalar que el resultado cumple una función de reemplazo, en lugar de la prueba del dolo y la culpa, los jueces se conforman con el resultado. Si se alcanza el resultado el autor tiene dolo o culpa o hay fuerte presunción de que ha querido este resultado. También hace referencia Zaffaroni al referirse al tipo objetivo sistemático la exagerada atención sobre el resultado (Derecho Penal Parte General, Tratado, 2000, p. 528). Qque la querella y la fiscalía, especialmente la primera, pretenden razonar sobre la siguiente formula: final malo, todo malo, esta situación emocional rebeló a los padres contra todo y contra todos, la profesora, guardavidas, coordinador, Ciudad, pero presidente no presidente de tiene club “All el Gobierno “Megatlón”, nada que ver con el Boys”, de la principio constitucional de responsabilidad penal por el hecho culpable, que no admite un principio de responsabilidad exclusivamente por el resultado. Pide se rechace las acusaciones, pues no se probó concretamente una infracción al deber de cuidado garantizado por Privato; la realidad contiene dosis de azar, de la cual dependen los golpes de suerte y las desgracias accidentales, tal como lo indica Günther Jakobs. Que tiene la 331 convicción de que la muerte de Florencia fue un tremendo infortunio, una desgracia imprevisible. En cuanto a calificación, la querella propone que se califiquen los hechos como dolo eventual, lo que no tiene ningún viso de razonabilidad, es completamente arbitraria, no tiene ningún sustento, además no exhibió las razones por las que calificó el hecho como homicidio con dolo eventual, si fuera así habría que contestar afirmativamente que Privato ingresó a la pileta con dolo de homicidio de Florencia, y esto concurre realmente con una tentativa de homicidio eventual respecto de cada uno de los chicos; que la Fiscalía en cambio propone la calificación de homicidio culposo, en este caso hay que analizar un concepto fundamental, la noción de infracción al deber de cuidado, no puede haber delito culposo sin ella, cuando el agente ha actuado manteniendose dentro de los parámetros del riesgo jurídicamente permitido para la actividad; que Privato cubrió los riesgos previsibles según marcan los usos y costumbres para la enseñanza de la natación en ese momento. Roxin para determinar la imprudencia en actividades no reglamentadas, se pregunta cómo se habría comportado en una situación concreta una persona cuidadosa y consciente, si la actuación se mantiene dentro del marco establecido por la figura del baremo, no concurre una creación de peligro o al menos no se supera el riesgo permitido, (Derecho Penal, por Parte lo tanto General, no procede tomo I, la pag. imprudencia 1009). En definitiva considera que quedó probado con los testimonios de Boffa y Pizano que las pautas seguidas por Privato durante realización del ejercicio se adecuaron a los usos y costumbres, nada de lo que hizo se alejó de la práctica habitual. También consideró necesario detenerse en otra cuestión, refirió que las acusaciones argumentaron como si Privato fuera una profesora particular de Florencia, pero estaba a cargo de un grupo de chicos y no lo era, si lo hubiera sido solo en una situación excepcional permitiría justificar que no haya visto el momento en que Florencia se desplomó, una vez que estaba tomada de la escalera pero no es el caso, estaba en el contexto de un ejercicio grupal, desarrollado según las pautas que marcan los usos y las costumbres; que todos sabemos que cuando alguien está a cargo de un grupo no somos panópticos, vemos todo, la mirada va y viene, se posa en el lugar en que tiene que estar 332 Poder Judicial de la Nación posada, según criterios de razonabilidad, esto es lo que pasaba, cuando Florencia se tomó de la escalera Privato dejó de verla y se dirigió al resto del grupo, luego por razones imprevisibles Florencia se hundió, se soltó de la escalera, se cayó, se desvaneció, pero debe quedar claro que no hay pruebas de que Privato no haya actuado de este modo, en las condiciones de normalidad en que se desarrollaba el ejercicio Florencia estaba capacitada para salir de la pileta, que el hecho de que se haya desplomado a escasos metros sin dar una señal de alerta es la prueba más evidente de que fue un hecho imprevisible que no permitió a Privato advertir la menor señal para desviar su mirada del grupo en que la tenía posada hacia Florencia, de haber ocurrido ello sí debería haber actuado de otra manera. Stratenwerth señala en su libro “Derecho Penal, Parte General I – El Hecho Punible”, refiere que el deber de cuidado solo puede referirse a resultados que son previsibles, no dándose en el caso que Privato hubiera podido preveer la muerte de Florencia porque el ejercicio se llevaba a cabo en un contexto de absoluta normalidad. Ello, le permite afirmar también razonablemente que la actividad de Privato no constituyó una actividad situada fuera del riesgo jurídicamente permitido; que Florencia murió desgracia, no como de una consecuencia conducta de una delictiva, imprevisible es injusto responsabilizarla de la muerte. En cuanto a los pedidos de pena sostiene que el de la querella en cuanto requiere doce años de prisión, no guarda ninguna razonabilidad, puesto se aleja de las pautas que marcan las normas penales y la ley 24.660, dicho petitorio violenta la finalidad resocializadora del art. 1 de la mencionada ley, por ello la Querella debió recurrir a una exaltación con ribetes políticos para pedir estas penas e hizo referencia a los casos de “Cromañón”, “LAPA”, etc, como si la muerte de Florencia no tuviera una entidad trágica suficiente y fuera necesario asociarla a hechos terribles de nuestro pasado. Por su parte la Fiscalía pidió cuatro años de prisión, no entiende qué pauta tuvo para pedirla, se desentendió del art. 1 de la ley citada, o sea la finalidad resocializadora de la pena, y también de los arts. 26 y 41 C.P., ya que Privato no tiene antecedentes, tiene una hija de tres años, un marido, una 333 familia, padres, amigos, trabaja decentemente, ni se fundó cuál es la razón por la que se considera que tiene que ir a la cárcel, porque no tiene capacidad de comprender y respetar la ley, nadie lo explicó, por ello, en caso de que se dicte condena por homicidio culposo, en subsidio, pide se aplique la pena mínima y la inhabilitación sea para el ejercicio de la docencia de la natación y también por plazo mínimo legal. Finalmente señala que el hecho de jugar, según la Querella, causa dolor, pero es juzgar injustamente es lo que causa dolor; que sin hacer ninguna argumentación jurídica, se puede entender que el pedido de pena sea derivado del dolor de los padres, pero lamenta que no se haya podido encauzar este dolor en los parámetros legales, de cualquier manera y volviendo a la oportunidad histórica del tribunal, la tiene, pero para que se diga de una vez por todas que el Derecho Penal no es venganza privada, no está para paliar el dolor y saciar la sed de venganza, por más legitimo que sea el dolor, es justamente sustituto de esta venganza privada. Que confía en que va a prevalecer la aplicación estricta del derecho. Asimismo propone como ejercicio al momento de meditar sobre el caso se tenga presente que Privato también tiene una madre y es madre, por todo ello solicita: 1) absolución de Privato, subsidiariamente se le aplique la pena mínima prevista para el delito del art. 84 C.P. y subsidiariamente que en caso de imponerse pena de inhabilitación se refiera a la enseñanza de la natación y por el término legal mínimo; 2) para el caso de que no se resuelva como se pide hace reserva de casación y del caso federal por afectarse el debido proceso adjetivo. El Dr. Cristian Poletti, letrado defensor de Giselle Vanesa Kamenetzky, expresó que los alegatos que lo precedieron han sido muy completos y han tratado largamente la prueba producida por lo que es poco lo que puede agregar; que se referirá a ciertos pasajes de la acusación de la querella y de la Fiscalía; que esta última ha dicho en su alegato que la conducta de Kamenetzky de no observar al lugar de la pileta donde estaba Florencia es su infracción al deber de cuidado derivado de su posición de garante asumida en el rol de guardavidas, al señalar que su asistida no la estaba mirando. Que por su parte los doctrinarios más conocidos, Zaffaroni, 334 Poder Judicial de la Nación Roxin, Jakobs, Kaufmann, Cerezo Mir, son coincidentes en que si una conducta peligrosa debe ser ejecutada o no y de qué forma es algo que debe enjuiciarse en base a circunstancias concretamente evidenciadas y aportadas por el círculo definido de obligaciones y por las respectivas situaciones; que aquí escuchamos en varias ocasiones que Kamenetzky estaba parada en el momento del suceso en una posición equidistante entre el grupo del profesor Avila y el de Privato; que también que varios testigos, mencionaron la a los actitud que se referirá constante oportunamente, anterior al hecho de Kamenetzky como de absoluta atención sobre el espejo de agua, entonces cabe preguntarse si es posible que el 12 de febrero el accionar de su habitualmente asistida era su haya estado conducta, tan según alejado lo que del que dicen las acusaciones, y si pudo ser su comportamiento tan negligente o criminal que haya tenido relación con el resultado dañoso que se produjo con la muerte de Florencia Möller. Agregó que para descifrar estas incógnitas analizará algunos de los temas que entiende no han sido tratados por las defensas anteriores; que así recuerda oportunidades a la profesora mencionó que Dreiling, la que guardavidas en varias observaba permanentemente el agua, controlando ambas piletas, también lo dijo Iconomopulos en cuanto a que la función del guardavidas no sólo es mirar a los bañistas que están en la pileta, sino que es una tarea muy activa que incluye interactuar con la gente, caminar, hablar, poner andariveles, acomodar los materiales, también lo señalaron Carlini mencionó otros guardavidas; específicamente que la que por su guardavidas parte era verdaderamente obsesiva en cuanto a mirar el espejo de agua en su trabajo y que al hablar con él no miraba a sus ojos sino que mantenía la vista sobre la pileta; que el profesor Avila también dijo que se movía por todo el natatorio y estaba en todos los lugares y el testigo Canavese señaló que era obsesiva en su trabajo y que contestaba sin dejar de mirar el espejo de agua. Respecto de la situación del grupo ese día, de las personas que estaban en ese momento en la pileta y de los focos de atención que podían convocar su mirada, destaca ciertos parámetros que surgieron de las declaraciones testimoniales: el 335 profesor Avila habló de una situación referenciada por la Fiscal en su alegato respecto de Kamenetzky, y dijo que cuando salía con su grupito de la parte honda los chicos de su grupo se gritaban con los de Privato, Bacchi habla de un retumbe, de un murmullo, con lo cual la pileta que se vio durante la inspección ocular no era la que presenciaba su asistida al momento de los hechos, ya que en aquella ocasión el agua estaba tranquila, sin ruidos, sin focos de atención y a todos nos pareció que podía verse desde donde estaba la guardavidas el lugar donde estaba el cuerpo de Florencia; que por su parte el testigo Avila mencionó que mientras estaba en la parte baja jugando con sus chicos oyó que alguien lo llamaba, que sólo atinó a salir del agua y a colaborar con la guardavidas, ayudando a sacar a Florencia, y esto habla de la posición de la guardavidas, que tiene que tener en cuenta los eventuales focos peligrosos de la pileta; que se conforman con las situaciones vividas por varios de los guardavidas que estuvieron en esta audiencia, que mencionaron específicamente Carlini, por ejemplo, que en las piletas de Megatón hizo dos salvamentos en la parte baja, Phagouapé contó el caso de una persona sacada de una profundidad de 80 cm y resucitada por un guardavidas, la profesora Boffa que sufrió incidente con un chico que se le tiró encima cuando nadó en lo hondo, lo que habla de la cantidad de focos de atención que se presentaban en ese momento en la pileta y a ello se puede sumar el tema de la pileta libre; que quedó claro en su óptica que estaba conformada no tan sólo por los dos andariveles emplazados a tal efecto sino también por la parte baja enfrentada a la zona donde estaban los chicos de la colonia y tal vez en la parte honda después de que se retiró Avila, que se conjeturó que podía haber 6, 10 personas allí, pero también eran un foco de atracción distinto que llamaba la atención de la guardavidas, que estaba posicionada en el mejor lugar, según refieren los testigos, para contemplar todas las circunstancias peligrosas que se estaban dando en el predio. En este contexto señaló el grupo de la pileta en parte baja y parte honda con sus profesores, Pérez Ferrer y Dreiling en el piletón, las personas que nadaban en los dos andariveles centrales y eventualmente un grupo de pileta libre que estaba en la parte baja y tal vez en la parte profunda como mencionó, todos factores de atención que llamaban 336 Poder Judicial de la Nación a la visión y ocupación de la guardavidas; que en este sentido el hecho de caminar la pileta al que aludieron Carlini, Phagouapé, Canavese, Iconomopulos, es lo que estaba haciendo Kamenetzky según se acreditó en el juicio, además interactuaba con quienes estaban en la pileta, no estaba detenida observando exclusivamente un lugar en ese momento sino que controlaba todo el predio, situada entre los grupos de riesgo en un lugar que le permitía controlar todos los focos de atención. Respecto de la relación de Kamenetzky con los chicos que estaban en actividades de colonia, varios guardavidas han dicho que éstos ven muchos chicos por día y que el hecho de verlos cotidianamente les permite saber cuáles saben ó no nadar; que en este caso la guardavidas no tenía ningún dato respecto de Florencia que le pudiera hacer pensar que era en sí una niña que podía tener algún riesgo en la pileta, no sabía si podía o no hundir la cabeza, no sabía nada de su operación, y según los médicos que declararon, Chimski y Dukovsky, podemos decir que era una chica sana para los que la miraban; que además su colega el Dr. Gandolfo fue muy claro al mencionar cuál fue el relato de la profesora Privato respecto de cómo se manifestaba ese nadar “perrito” o moverse en el agua por parte de Florencia, es decir que ésta en ningún momento fue una persona especial a tener en cuenta por parte de la guardavidas, no tenía motivo para dedicarle especial atención, para mirarla más que lo que miraba a los demás chicos que estaban en el natatorio; que en cuanto al ejercicio que estaban realizando los chicos en la parte baja, no aparecía para Kamenetzky como algo riesgoso, más allá de lo que se hacía cotidianamente, Carlini expresó que era una actividad normal, con cero riesgo, Avila dijo que se hacía habitualmente y hasta la propia Fiscal mencionó que la mecánica era correcta, referenciando a ciertos testigos, Pizano dijo que era normal que llevara chicos que no saben nadar a lo hondo, inclusive los hijos de quien habla aprendieron a nadar en piletas y han estado sin saber nadar en la parte honda haciendo ejercicios, es decir que es algo que no sorprende, por lo que Kamenetzky no tenía un deber especial de atención con este grupo; que además estaba específicamente custodiado por la profesora, 337 que no estaba lejos sino interactuando junto a ellos a escasos metros, como lo dicta la mecánica del ejercicio, flotando en el agua junto a los chicos; que sobre si esta actividad era cansadora o no para los niños ya han hablado sus colegas, el padre de Borthelle dijo que nunca oyó que su hijo se quejara, Tomás Borthelle señaló que los ejercicios no eran esforzados por demás, la madre de Sandro Maison afirmó que si al niño le hubieran costado no los habría hecho, Gonzalo Consorti que no le parecían mucho esfuerzo y que no se cansaba, el padre de Micaela Pedemonte y ésta dijeron lo mismo, entonces no debía Kamenetzky ocuparse específicamente de un grupo al que no le parecía cansador o por demás exigente esta circunstancia, ya que había varios focos que ocupaban su atención y que, como ya dijo, estaban tanto en la parte honda como en la parte baja, y al respecto debemos recordar lo que dijeron los guardavidas sobre los salvatajes que hicieron en la parte baja. Respecto del salvataje, que fue realizado “al toque” como dijo uno de los adolescentes, entiende que demuestra el accionar diligente de su pupila, pues al recibir el aviso Kamenetzky concurrió al salvataje y lo hizo sin necesidad de ayuda, salvo para sacar a la niña del agua como refirió Avila; que además el Dr. Saudan expresó que cuando él llegó la guardavidas ya estaba haciendo la resucitación y que la nombrada lo secundó eficazmente cuando él procedió. Añadió que la querella mencionó que había conocimiento y conciencia plena en Kamenetzky de la falta de elementos de seguridad y que ello hace pensar en la representación que exige el dolo eventual, pero es poco lo que va a dedicar a ese pasaje, además también le dedicó poco tiempo la Querella a la situación específica de su cliente, pero sí hablará de circunstancias que pueden rozar el ámbito de responsabilidad de Kamenetzky, que hacen a la habilitación de esa pileta donde cumplía sus funciones, a los elementos de seguridad, y así recuerda que el Dr. Fachal, de la Defensoría del Pueblo, fue categórico al manifestar que todas las piletas incumplían la ordenanza, inclusive la de “All Boys”, pero durante el interrogatorio de este testigo discutieron por acerca el de Dr. qué Alonso normas más de estaban quince o no abogados vigentes, entonces pensemos que estamos hablando de una guardavidas de 25 años, cuyo accionar habitual estaba dado porque en todas las piletas se procedía de la misma manera, además el propio Dr. 338 Poder Judicial de la Nación Masquelet dijo que la normativa era tan compleja que tenían una oficina especial para dictaminar sobre estas cuestiones, por lo tanto no podía exigirse a Kamenetzky que estuviera al tanto de si esa ordenanza estaba o no vigente cuando ella sabía que se habían hecho varias inspecciones en la pileta, incluso las había presenciado, y que no culminaron con la clausura, y en esto son coincidentes los dichos de Torrente y Brey, autoridades del club “All Boys”, que señalaron que desde 1997, aproximadamente, las reformas que se habían hecho eran de primer orden, novedosas, buenas, en este sentido y relacionado con la habilitación, la silla elevada, la necesidad de un salvavidas o un palo; que Kamenetzky fue clara y también los guardavidas que declararon señalaron que la silla elevada sirve para otro ámbito, que los rescates en la pileta se hacen personalmente, sin necesidad de contar con elementos que puedan ayudar, y esto lleva a referirse específicamente al momento en que Florencia se sumergió y dejó de estar a la vista de las personas que estaban al lado de ella y al tema del “ahogado silencioso”; que varios testigos se refirieron a ello, también el Dr. Patitó dijo que discrepaba con el informe del Hospital Italiano traído por la Fiscalía, pues la mecánica del ahogado era hacer movimientos bruscos, en ello coincide con el Dr. Sapag, que dijo que el ahogado hacía movimientos convulsivos, el guardavidas Carlini por su parte dijo que una persona no se hunde así nomás, hace alguna manifestación, que a todas luces era la que esperaba su pupila para actuar y que debió haber sido vista por alguno de los presentes y de Kamenetzky, añadiendo que no se extenderá al respecto porque sus colegas dieron eficaz respuesta a esta cuestión, pero quiere mencionar al sistema “Poseidón”, que surge del artículo de “Clarín” y también fue mencionado por los testigos Iconomopulos y Fachal, que aludió al “ahogado silencioso”, indudablemente los guardavidas están preparados y dedican su atención a encontrar una reacción por parte de la persona que tiene dificultades, a vislumbrar en su cara o ademanes alguna cuestión que los haga proceder al salvataje, pero no fue esto lo que ocurrió; que la Fiscalía señaló que no sabemos si dio aviso o no y ello hace pensar en cómo no la vio nadie, tampoco la gente del gimnasio, 339 que desde las cintas de correr tenía visión de la pileta, los que flotaban al lado de ella, los chicos que estaban en el borde o con Avila, no tenemos una explicación, y esto nos hace entrar en la cuestión de la duda, que ha sido definida por Raúl Washington Abalos y por jurisprudencia de la Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I, citada por D’Albora en su Código comentado, T.I, pág. 21 de la sexta edición; que sólo resta mencionar que el ámbito natural de la duda son las proposiciones fácticas y acá nos encontramos en una situación que no permite eficazmente y con la certeza apodíctica que exige una resolución final que diga que esta niña se sumergió pidiendo o no pidiendo auxilio, entonces respecto de ello la duda debe primar y debe estarse al principio “in dubio pro reo”. Para culminar, quiere hacer una mención sobre la pretensión punitiva de la Fiscalía; que la desproporción de la pena pedida por la Querella no encuentra arraigo en circunstancias probatorias, ni siquiera en el dolo eventual invocado hace que no se dedique y adhiera a lo dicho por el Dr. Guzmán, pero sin perjuicio de ello señala que el tipo delictivo que se imputa a Kamenetzky, homicidio culposo, tiene una escala penal y la Fiscalía eligió una sanción de tres años de prisión, de posible cumplimiento en suspenso, pero cabe mencionar que su asistida es madre, es hija, es investigadora del CONICET, es una mujer de familia, y esta parte no entiende por qué se ha elegido en desapego de las normas de los arts. 26 y 41 C.P. una pena tan extensa, sin atender a las posibilidades de que la condena pueda estar más próxima al mínimo legal. Por todo ello pide se absuelva a Kamenetzky de la imputación que se le ha realizado y mantiene las reservas de casación y del caso federal manifestadas a lo largo del debate. La Dra. Mabel Lassi, defensora de Horacio Roberto Bugallo, señaló que desde el comienzo del debate esta defensa se viene preguntando qué hace Bugallo en este juicio y no encuentran respuestas, y las respuestas están en el alegato de la querella, dice esto porque en principio Bugallo fue indagado por el delito culposo, procesado por este delito, luego sobreseído, elevado a juicio pr un delito culposo, ahora nos encontramos con una acusación de la querella por delito doloso. He aquí el primer punto de crítica, la incongruencia, formula 340 Poder Judicial de la Nación reserva casatoria y federal desde ya. Las respuestas están en el discurso de la querella. Lo único que permite “justificar” la presencia de su pupilo en el juicio es que la querella parte de premisas o enunciados empíricos totalmente falaces, y hace derivar de ellas conclusiones no menos falaces desprovistas totalmente de sustento fáctico jurídico, ello para poder justificar la presencia de Bugallo en el juicio y atribuirle responsabilidad penal en la muerte de Florencia Rombolá, por su sola calidad de presidente ocasional del club “All Boys”, al momento del hecho. La primera premisa falsa emerge de su propio discurso cuando dice que en esta pileta nadie se hacía cargo de nada y esto es extensible a Bugallo, así le endilga que debió hacerse cargo de la pileta, no explica cómo, contenido y alcance de ese supuesto deber, sustento normativo ni aportó prueba al respecto. juicio y contrato reconocido de concesionaria Sin perjuicio de ello quedó probado en el por concesión la querella entre “Megatlón”; si el la club existencia “All recurrimos a Boys” la de un y la naturaleza jurídica del contrato de concesión y sus notas esenciales, puntualiza como notas típicas de estos contratos que no hay vinculo representativo entre el concesionario y el concedente, porque el primero siempre actúa a nombre propio, tampoco hay relación laboral, citando a Farina y a Marienhoff y Lorenzetti, de ello podemos concluir, si tomamos en cuenta la naturaleza jurídica del contrato de concesión, donde la parte concesionaria pone a disposición del concedente su organización comercial pero lo hace por cuenta a nombre y riesgo propio, y le adicionamos la circunstancia de que entre “All Boys” y “Megatlón” existía un contrato de concesión, que databa de más de cinco años, y ese contrato en la clausula 2a. daba el objeto de esta concesión, explotación, que todo gerenciamiento, lo etc, atinente era al natatorio, una actividad concesionada, no puede afirmarse válidamente que el presidente del concedente haya omitido hacerse cargo de la pileta; que esto porque no estaba dentro de sus competencias, atribuciones u obligaciones. Otro enunciado falso es la responsabilidad penal que la querella atribuye a Bugallo por la sola calidad de ser el presidente del club, calidad meramente ocasional o 341 accidental, y por el hecho de ser el titular del club ser el titular de la pileta, se dice que aportó el lugar y que por ello es responsable, y que compartía con Storchi la decisión de utilizar la pileta en estas condiciones. En primer lugar la querella no probó que la pileta funcionara de manera irregular y sin requisitos mínimos de seguridad, además pretende atribuir una responsabilidad penal a Bugallo echando mano a principios y criterios propios y exclusivos del ámbito de la responsabilidad civil, así se refiere al art. 1113 Código Civil, que se refiere exclusivamente a la responsabilidad objetiva del dueño o guardián de la cosa riesgosa, en este caso del natatorio. La teoría del riesgo creado que recoge la norma es una teoría que establece responsabilidad por el solo hecho de ser el dueño de una cosa riesgosa, en este caso el club podría responder, no Bugallo, civilmente por este evento dañoso, esto es responder económicamente, estamos hablando de un resarcimiento pecuniario y no de una pena, de ninguna manera de esta responsabilidad objetiva se puede hacer derivar una responsabilidad penal que siempre es subjetiva, art. 18 C.N. y principios elementales del derecho penal. Mismas consideraciones merecen sus afirmaciones poco felices de que poco importa que fuera Storchi, Bugallo o Giraldi o quien tuviera el poder de decisión sobre organización y desarrollo de la colonia, lo cierto es que funcionaba en la pileta del club “All Boys”, le da lo mismo que fuera cualquiera. No es cierto que Bugallo compartiera con Storchi ninguna decisión relacionada con lo que fue el objeto de concesión, la querella permanentemente busca asimilar, confundir las personas jurídicas, las instituciones, cuando ha quedado completamente comprobado que son personas jurídicas diferentes, autónomas e independientes. Que Bugallo no compartía ninguna decisión sobre el objeto de la concesión, lo han dicho el propio Storchi; Carlini, Kamenetzky, Luciana Miguez, incluso algunos de los padres y la propia Rombolá; que en su testimonio no hizo sino marcar permanentemente esta independencia física, jurídica y funcional entre ambas instituciones, así dijo que cuando estudiaba en el bachillerato tenía idea de que “All Boys” no era un buen club, y cuando se mudó los vecinos le dijeron que ya no era “All Boys”, nada tenía que ver con ese club sino que era “Megatlón”, es decir que cuando la inscribió sabía que no la inscribía en “All Boys” 342 Poder Judicial de la Nación sino en la red “Megatlón”. Es decir no sólo reconoce que el club no gerenciaba ya el natatorio sino además fue ello lo que la decidió a inscribirla, de lo contrario no lo habría hecho, le tenía mucha manía al club, así lo dijo ella. Asimismo dijo que entonces es evidente que la propia querella a efectos de justificar su posición inflexible en este juicio y la responsabilidad que pretende atribuir a Bugallo lo hace caer en contradicción, no confió a su hija a Bugallo o al club sino a “Megatlón”, y lo hizo porque sabía que el club no tenía nada que ver, de lo contrario no lo habría hecho, pero por otro lado la querella por su sola calidad de presidente dice que Bugallo debe responder penalmente por la muerte de la menor porque el natatorio estaba mal organizado, a sabiendas de que esa organización le era manifiestamente ajena. Es una verdadera contradicción e incongruencia y deja en claro la actuación irregular de la querella, a la que sólo le interesa justificar su posición, tiene una vocación permanente de asimilar al club con “Megatlón”, al club con Bugallo, a Bugallo con Storchi, asimila personas jurídicas, funciones, y de ello hace derivar responsabilidades penales, pero Bugallo no es el club ni éste es Bugallo. Esto merece una refutación crítica, y para ello recurre al estatuto del club, que en el capítulo IV, art. 33, dice que el club será administrado, representado etc. por una comisión directiva, compuesta por presidente, etc., no está diciendo que es el presidente el que dirige, representa, etc. sino una comisión, sin embargo sólo fue traído Bugallo al juicio por su sola calidad de presidente al momento del hecho, sin tenerse en cuenta la organización del club, que tiene órganos ejecutivos etc., y que justamente fue el órgano deliberativo por excelencia, la asamblea de socios, la que aprobó el contrato de concesión desde hacía cinco años, y que cuando asumió Bugallo estaba totalmente consolidada. Que el estatuto en ningún modo le atribuye la función de organizar el natatorio pero sí es su obligación cumplir las decisiones tomadas por la comisión directiva y la asamblea de socios; que justamente la decisión de aprobar la concesión fue tomada en asamblea, es decir que Buballo no toma decisiones, en todo caso las ejecuta. No tenía entonces motivos para apartarse de lo 343 establecido en el contrato de concesión y no se le puede derivar una responsabilidad penal por la sola calidad de ser presidente; por su parte cita la cláusula 24a. del contrato, donde se previó que algún dirigente futuro podría oponerse a la decisión tomada en ese momento y que la concedente sería responsable por los actos u omisiones de sus directivos que turben la ejecución del presente e incluso se fijan multas. El tercer enunciado falso de la querella es su fin de lucro, que supuestamente habría movilizado vilmente a Bugallo a omitir cumplir con la supuesta conducta debida; se dijo que Bugallo se beneficiaba con los ingresos de los niños que acudían a esta colonia donde se los colocaba en situación de riesgo; el club no es Bugallo y si alguien se beneficiaba era el club, no su pupilo, además el club es una asociación civil sin fines de lucro, los cargos que se detentan son honoríficos, “ad honorem”, no se percibe absolutamente ninguna remuneración, como ya dijo; que Bugallo trabaja desde hace treinta años en relación de dependencia en el laboratorio “Casasco”, no es un empresario como alegó la querella. El club tampoco era socio de “Megatlón”, lo dijo también claramente Storchi en su declaración, percibía un canon mensual procedente del 50% de la cuota social, que debe ser entendida como la cuota del socio de cancha, como dice el anexo III del contrato, 14 pesos a valor histórico, también lo declararon Torrente, Storchi y Brey, lo reitera porque parece que no ha quedado claro, esto equivalía a algo más de cinco pesos por socios, pero no por las ganancias, no participaba de las ganancias, no había sociedad con el club sino una concesión que no es lo mismo. Por lo tanto el club no percibía ningún otro ingreso de ningún otro servicio, ni siquiera percibía por los ingresos que pudieran derivar de la colonia de vacaciones. Es un error de la querella decir que de esos 1200 pesos que se abonó por Florencia para que fuera aprender a nadar, el club percibía la mitad, no es así, el anexo III dice que la concesionaria se reserva para sí cualquier otro ingreso derivado de su autónoma explotación y el club no recibe ningún porcentaje o canon por las actividades que desarrollaba “Megatlón”, entonces no es cierto que el club se beneficiara económicamente con las actividades de “Megatlón” y por ello tenía que hacerse cargo Bugallo de supervisar las actividades, es más, el socio del club no podía utilizar las 344 Poder Judicial de la Nación instalaciones (cláusula de 11a.), “Megatlón” los salvo precios los que abonara fijaba la una tarifa concesionaria (cláusula 10a.), los usuarios de “Megatlón” podían utilizar cualquiera de las sedes, es decir todos esos clubes concesionados, por lo que reitera que es falso el supuesto móvil de lucro. También hace derivar de la cláusula 4a., aunque no lo dice, el supuesto deber de fiscalizar las actividades, entiende que ello proviene de la última versión de esa cláusula, pero fue inserta cuando la obra todavía no estaba en ejecución, y estamos en presencia de un derecho, una facultad, de supervisar cómo se hacía, materiales, tiempo y forma, etc, de ello habló Torrente, también Brey, y dijeron que en ese momento no llamaron a una comisión de especialistas para ver si esto estaba bien, y si bien ellos no eran arquitectos las cosas se habían hecho bien. También se dijo que frente al estado Bugallo tenía la obligación de impedir que funcionara en estas condiciones y que no puede desligar su responsabilidad alegando un instrumento privado, acá nadie desligó responsabilidad, por su propia naturaleza, según este contrato el concesionario pone una organización; que además le recuerda al letrado de la querella, que el estado no lo acusó ni le reprochó injusto penal alguno, es más, el representante del Ministerio Público Fiscal pidió su sobreseimiento, pero más allá de estas falacias de las cuales hace derivar conclusiones falaces entiende que la querella no aportó ninguna prueba que permita ser valorada en el sentido de destruir el estado de inocencia con que Bugallo llegó a este juicio; que además entiende que al concretar su pretensión punitiva omitió describir el hecho, valorar la prueba, establecer cuál era el nexo causal y cómo este se concretaba en el resultado, más aún, cuando pretendió fundamentar la pretensión punitiva debió recurrir a supuestas conductas posteriores al hecho, lo que evidencia que no tenía pruebas sobre las cuales alegar para poder fundamentar estos catorce años de prisión que solicita. Si nos detenemos en su discurso, dice que no se compadece con la conducta desplegada con posterioridad al hecho, al permitir que el natatorio volviera a funcionar luego de la muerte de la niña, y que la pena es por haber colocado mucho 345 tiempo a los niños en situación de pretensión peligro, punitiva esto no muestra fue ni a las claras siquiera que la someramente fundamentada, se basada en supuestas conductas posteriores, no entiende de dónde obtiene este dato de que después del hecho Bugallo insistió, reclamó y permitió; que deduce en el plano conjetural e hipotético y por lo que dijo Rombolá es que supuestamente Bugallo después de vencido el plazo de diez años renovó el contrato, pero esto es totalmente falaz, la cláusula 13a. dice que se establece el plazo en diez años a prorrogarse por cinco más, opción que queda exclusivamente reservada a la concesionaria. En virtud de esto va a solicitar no ya la nulidad de la acusación de la querella sino su misma inexistencia al momento de ser valorada. Ahora se referirá brevemente al momento concreto del hecho a Bugallo del punto de vista jurídico y fáctico, Bugallo entró literalmente con una faja de clausura, estaba clausurado cuando Bugallo en julio de 2000 asumió como presidente, a raíz de un juicio de quiebra, luego convertido en concurso, mientras ello duró “Megatlón” continuó funcionando normalmente, en ningún momento se clausuró a “Megatlón” cuando el club estaba clausurado, esto consta en el expediente de quiebra, también entró alegóricamente con una faja de clausura, lo dijeron Brey, Torrente, Piccone; que cuando Bugallo asumió el club la situación era caótica, atípica, la comisión hacía ya tres meses que no ejercía sus funciones y el club prácticamente estaba acéfalo, con una junta provisoria de socios, como dijo Piccone; que cuando ocurrió el hecho que nos convoca, el 12 de febrero de 2001, Bugallo llevaba tan sólo seis meses de presidencia, había asumido una presidencia de un club que estaba en quiebra, acéfalo, donde no se encontraba la documentación, lo dijo el síndico; que no se le puede exigir a Bugallo que en medio de esta situación también se representara o se pusiera a reflexionar si la pileta estaba habilitada; que con independencia de si Bugallo conoció o no el mentado contrato, quedo probado que la concesión estaba consolidada, Bugallo lo sabía, lo dijo Storchi; que su asistido comenzó a ser socio del club a través de “Megatlón”, hacía tres años que era socio; que Kamenetzky dijo que lo conocía porque era usuario del natatorio, sabía en calidad de usuario que el natatorio funcionaba normalmente y nunca había sido clausurado, no tenía por qué sospechar o cuestionarse si estaba o no 346 Poder Judicial de la Nación habilitado el natatorio, puesto que “Megatlón” funcionaba ininterrumpidamente desde hacía cinco años, la obra había sido entregada y aceptada por la comisión saliente conforme la cláusula 4a.; que Bugallo conocía “Megatlón”, confiaba a sus hijos y a su familia a esta institución, entendía y veía que las cuestiones funcionaban normalmente, esta concesión a su vez fue aprobada por una asamblea de socios, quedó aclarado el objeto de la concesión y que entre estos sectores estaba el natatorio, entre las obligaciones del concedente, clausula 3a., estaba entregar el uso y goce de sectores concesionados, el concedente quedaba limitado al sector cancha y al fútbol amateur, únicos sectores del que el club tenía que hacerse cargo, entiende que estas cláusulas traen una perfecta delimitación funcional, territorial y la carga fundamental que pesa sobre cada uno de los contratantes, distribuye claramente cuáles son las actividades sociales y deportivas y el ámbito de la administración y la responsabilidad de cada una de ellas, de ello podemos concluir la manifiesta ajenidad de Bugallo en el hecho que se le imputa; que la conducta que se le atribuye no le era exigible, quedó probado con la documentación incorporada que “Megatlón”, presidida por Storchi, tenía una estructura organizativa en la que se elaborara un plan de acción que luego los coordinadores llevaban a cabo en las distintas sedes, también que cada uno de estos sectores actuaban con competencias específicas y responsabilidades propias que no se superponían, ni el club ni Bugallo formaban parte de esa organización; que Bugallo no era socio de Storchi ni de “Megatlón”, tampoco accionista, el club no participaba de las ganancias, no había relación laboral ni de representación, había un contrato de concesión que es totalmente diferente, por lo tanto no le es imputable ni a la concedente ni a Bugallo responder penalmente por una organización que era totalmente ajena, ya que esos sectores estaban concesionados. Sobre los supuestos riesgos introducidos por la querella, está acreditado que no excedieron el marco del riesgo permitido pero además ninguno de ellos se concretó en el resultado muerte, plataforma sobreelevada, presencia de dos guardavidas, canaleta, ordenanza 41.718, ya fue suficientemente explicado por sus colegas, los 347 da por reproducidos y adhiere. La misma situación se da respecto de las supuestas intimaciones que habría conocido Bugallo, está probado que no las conoció, que entraban por Jonte y tenían que ver con las actividades concesionadas y las resolvía la propia gerencia de la empresa porque eran una incumbencia propia, además las observaciones en ella contenidas no eran relevantes ni jugaban en la producción del resultado muerte; en cuanto al dolo, como todo elemento del tipo penal, debe ser probado, de ninguna declaración o medio de prueba quedó ni siquiera lejanamente semejante postura; se probó probado entonces o que puede inferirse no le se puede atribuir este penoso hecho so riesgo de violentar elementales principios de derecho penal como el de culpabilidad. Para concluir, toda afirmación en un proceso penal, donde están en juego las personas y el futuro de éstas, debe sustentarse en elementos probatorios de entidad tal que permitan trascender meramente el plano conjetural y demostrar que la postura de quien acusa no es producto del libre juego de su pensamiento o de suposiciones. Que los supuestos factores de riesgo y premisas empíricas de las que la querella pretende derivar una responsabilidad penal carecen de sustento probatorio, estamos dentro de una red conjetural impropia de una acusación penal, por lo tanto irresponsable y temeraria. Bugallo que fue constituido indebida e innecesariamente en este juicio debió enfrentar en los últimos seis años todo tipo de improperios, se lo llamó asesino, se le dijo inclusive que el móvil vil de homicida lo hallaba en el fin de lucro, que era un empresario inescrupuloso, tuvo que salir a dar explicaciones en su familia, su trabajo y su entorno; que también tuvo propuestas laborales y debió rechazarlas, cabe preguntarse quién se va a hacer cargo de todo esto, no es poco estar acusado de la muerte de una niña a la que ni siquiera conoció, esta extensión de responsabilidad penal propuesta es tan absurda que recurrimos a ella cuando en realidad sabemos que el derecho penal es la última “ratio” del estado, lo dicho la lleva concretamente al tema de las nulidades oportunamente deducidas, las que ratifica en este momento y da por reproducidas por razones de brevedad, concretamente se refiere a nulidad del auto de elevación a juicio por ausencia de motivación y por falta de requerimiento del Ministerio Público, fue planteada en aquel momento y luego 348 Poder Judicial de la Nación en oportunidad formalmente del por art. 354 entenderse C.P.P., que no fueron constituían rechazadas sentencia definitiva, por ello propicia que el tribunal se expida al respecto y a los fines de eventualmente poder recurrir la sentencia; misma situación la vinculada con el impulso autónomo de la querella, se refiere concretamente al auto de procesamiento. En virtud de lo expuesto formula el siguiente petitorio: en primer lugar, se haga lugar a las nulidades articuladas, en subsidio se declare la inexistencia de la acusación de la querella al tiempo de ser valorada; presentes las reservas casatorias y federales que se han formulado por violación del derecho de defensa en juicio y debido proceso, principio de congruencia, culpabilidad, inocencia y legalidad, para el caso de que el tribunal entienda que la ordenanza 41.718 estuviera reglamentada al momento del hecho, y que se absuelva a Bugallo imponiéndose costas a la querella. Finalmente pide la nulidad de la acusación en vez de la inexistencia de la misma. V.- Nulidades: Previo a ingresar a analizar la materialidad y responsabilidad del hecho enrostrado a Fernando Martín Storchi, Julio Cesar Giraldi, Horacio Roberto Bugallo, Giselle Vanesa Kamenetzky y a María Cecilia Privato, debe expedirse este Tribunal sobre los planteos nulificantes efectuados por la defensa de Storchi, a los cuales se adhirieron las otras partes, y el impetrado por la de Bugallo. El Dr. Virgolini señaló específicamente, que en esta instancia vuelve a reiterar el planteo de nulidad de la resolución de la Sala I de la Excelentísima Cámara Criminal y Correccional obrante a fs. 2657/2672 en la que se legitima al querellante para requerir la elevación a juicio de las presentes actuaciones de manera autónoma en relación a los imputados Bugallo, Storchi y Giraldi. Asimismo pide la separación de la parte querellante en atención que a su juicio la misma se ha comportado de modo irregular durante todo este proceso, lo que es incompatible con su calidad. Ello por cuanto a su juicio se ha ocultado prueba a 349 las partes y al Tribunal, específicamente hace referencia a grabaciones que habría efectuado Marisa Rombolá, de diálogos que había mantenido con los chicos; que ese ocultamiento de prueba a su juicio, es un vicio esencial del procedimiento que le impide a la querella conservar el rol autónomo que le fue otorgado; que es dable exigir a la querella un deber de lealtad hacia el Tribunal y a las otras partes, deber del que se infiere su obligación de aportar las evidencias que tuviera en su poder a fin de descubrir la verdad real. También encuadra dentro de esa actuación irregular de la querella, que la Sra. Rombolá habló con los chicos al entrevistarlos y pudo haber influido en sus posteriores declaraciones. Por su parte, la Dra. Lassi también reiteró la falta de requerimiento de elevación a juicio del Ministerio Público y la actuación autónoma de la querella, pidió la anulación de los alegatos efectuados, aunque sin precisar claramente cuáles fueron los motivos que la llevaron a pedir tal sanción procesal y por último peticionó la nulidad del auto de elevación a juicio obrante a fs. 3082/3090. El Dr. Ramos Padilla, al contestar dichos planteos, consideró que el comportamiento irregular imputado por la querella, ocultamiento de pruebas, grabación de los menores o determinación de los testigos, en modo alguno puede teñir de nulidad las actuaciones, ni tampoco permiten apartarlo como querellante. En este sentido refirió que las partes pueden traer a juicio las pruebas pertinentes, útiles y hábiles; que no se trata de esconder prueba, sino de hacer valer su derecho. También se le atribuye haber sido incoherente, contestando que en modo alguno lo fue y que sólo se atuvo a lo resuelto por el Tribunal, entiende cuyo que en fundamento su consideró acusación se válido; respetó que el también principio de congruencia y aunque estas cuestiones ya fueron planteadas y resueltas, consideró que describió acabadamente el hecho atribuido; que se le dio un encuadre jurídico, qué fue el hecho que se le imputó probatorios a cada incorporados uno, al se analizó expediente, los que elementos incluso se valoraron las circunstancias atenuantes y agravantes al pedir su pena; y finalmente, respondiendo al pedido de su apartamiento por su actuación autónoma, mencionó que ya también 350 Poder Judicial de la Nación fue resuelto por la Cámara Criminal y Correccional y por el Tribunal. La Sra. Fiscal General, en el marco de las facultades propias del Ministerio Público, en lo que atañe al control de legalidad, señaló en primer lugar, que en cuanto a las nulidades peticionadas sobre el requerimiento de elevación, auto de procesamiento y actuación autónoma de la querella, se remitía a lo contestado por esa Fiscalía oportunamente, y que ya fuera resuelto por la Excma. Cámara Criminal y Correccional y por este Tribunal. Agregó asimismo, ya en relación a un supuesto incumplimiento del deber de lealtad que tendría la querella en cuanto al ofrecimiento de prueba, que el hecho de que haya grabado a los niños, en nada afecta el derecho de defensa en juicio porque en el juicio las partes pudieron interrogar a los mismos; que en cuanto a los cassettes que no fueron acercados a este proceso señaló que desconoce los motivos por los cuales no fueron presentados, pero era una potestad de la querella hacerlo. Tampoco coincide con las defensas en cuanto a que el Ministerio Público debe ser imparcial, calidad que también se le exige a la querella, cuando en realidad al que se le debe demandar parcialidad es al órgano jurisdiccional; citando a Ferrajoli considera incorporar los que no cassettes, era obligación por lo que de debe la querella rechazarse la nulidad. Con relación al planteo de la defensa de Bugallo, entiende que carece de fundamentación y considera que el requerimiento cumple con los requisitos del último párrafo del art. 347 del C.P.P.N. y tanto es así que la defensa pudo refutar sus argumentaciones, por lo que deber rechazarse dicho planteo. En primer lugar, en relación a los planteos de nulidad referidos a la resolución de la Sala I de la Excma. Cámara Criminal y Correccional en cuanto posibilitó la actuación autónoma de la querella, del auto de elevación a 351 juicio y de su ampliación, ante similares planteos efectuados en la etapa preliminar este Tribunal en los autos de fs. 3789/3793 y en la decisión de 4034/4043, dispuso rechazar las impugnaciones de aquellos actos procesales, por lo que cabe remitirse a los fundamentos allí vertidos. En cuanto a la separación del querellante por una supuesta deslealtad procesal considera este Tribunal que debe llegarse a la misma solución, ello por las razones que se expondrán. En primer término cabe señalar que nuestro ley ritual ha seguido un criterio restrictivo en materia de nulidades, limitando aquellos la posibilidad supuestos expresamente o en surjan de los de decretar que la las dichas normas correlación sanciones las a estipulen armónica de las disposiciones que componen el ordenamiento jurídico vigente y siempre que en tales casos, medie perjuicio para alguna de las partes. En este sentido el art. 166 del código adjetivo prevé que sólo pueden ser declarados nulos los actos procesales en los cuales no se hayan observado las disposiciones prescriptas bajo pena de nulidad, con lo cual la ineficacia de un acto sólo puede derivar de una amenaza expresa y categórica de la ley que lo disciplina, ó como ya se señalara, del conjunto del régimen procesal tomado como sistema, ello sin perjuicio del supuesto de nulidades consideradas en forma genérica por el art. 167 del mismo cuerpo legal que hacen al derecho de defensa y a la intervención de las partes esenciales (ver Guillen, Alejandro s/ recurso de casación, Sala 3ª, registro 158, rta. 2/5/1997; Piromalli, Rubén Pascual s/ recurso de casación, Sala 4ª, registro nro. 822, rta. El 30/4/1997, entre otros). En este sentido no se advierte en nuestro ordenamiento procesal que se prevea como sanción de nulidad la omisión por una de las partes de incorporar la totalidad de la prueba que tuviera en su poder, ni tampoco constituye una causal de separación del querellante (falta de personería del acusador o su representante, falta de legitimidad, falta de acción o incapacidad sobreviniente). Por otra parte, como bien señalan Navarro y Daray, el ofrecimiento de prueba constituye una facultad, no una obligación; al querellante le incumbe aportar las piezas de convicción que estime necesaria para la justificación y triunfo 352 Poder Judicial de la Nación de su pretensión (cfr. Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto R., “La Querella”, DIN Editora, 1999, pág. 209) . Por ello se considera que asiste razón tanto a la parte querellante como al Ministerio Público Fiscal en entender que exigirle al querellante que presente todos los elementos probatorios de que tuviere conocimiento, no solo violaría el principio contradictorio sino también carecería de sustento legal y en consecuencia se violaría el principio de legalidad. La defensa de Storchi, asimismo, ha sugerido que la Sra. Marisa Rombolá ha contaminado los testimonios de los niños que estuvieron presentes al momento del hecho, al entrevistarlos y en consecuencia entiende que también se trata de una “deslealtad procesal” que lleva implícito el alejamiento de la querella. Cabe señalar que no ha precisado la defensa en qué ha consistido tal influencia, ni el grado en que impactó en sus testimonios; ello, a todo evento, hace a la valoración de este Tribunal, por lo que su pretensión no puede prosperar. En su caso, en el supuesto que los letrados de la defensa entendieran que la Sra. Rombolá, deliberadamente buscó que los niños declararan falazmente, estaríamos en un supuesto de instigación al delito de falso testimonio (art. 275 del Código Penal), que tienen la potestad de denunciar. Tampoco ha de prosperar la pretensión nulificante de la acusación efectuada por la defensa de Bugallo. Sin perjuicio de que no ha sido clara la Dra. Lassi en cuanto a cuáles serían los vicios que presentaría dicho acto procesal, este Tribunal considera que se ha descrito debidamente el supuesto típico que se le atribuye a su defendido y que de hecho ha posibilitado que ella formule debidamente su actividad. Tampoco puede sostenerse la invalidez de la requisitoria por la circunstancia de que a su juicio se ha violado el principio de congruencia, haciéndola radicar tan sólo en la calificación jurídica seleccionada por el acusador en su relación con el hecho que describe, puesto que la disparidad de criterio sobre el encuadramiento típico no afecta el ulterior ejercicio de la defensa del imputado acerca del hecho endilgado, cuya descripción prevalece. Lo dicho cabe también 353 respecto de la no vinculabilidad jurídica de la subsunción típica del hecho acusado para el Tribunal, precisión que ha puesto en duda la defensa de Storchi. La doctrina es unánime al respecto, esto es que el dato de la calificación jurídica del hecho imputado no puede ser reputado como un elemento esencial de la pretensión punitiva, porque no supondrá vinculación alguna para el Tribunal ni servirá como tal a los efectos de individualizar el objeto procesal; así, pues, el órgano judicial es libre para enjuiciar libremente el hecho de la manera que considere más apropiada, y en principio no encontrar ninguna limitación para tal labor, salvo que la calificación jurídica adoptada conlleve una mutación esencial de la pretensión deducida (cfr. Asencio Mellado, José María, “Principio acusatorio y derecho de defensa en el proceso penal”, Ed. Estudios Trivium, primera edición, 1991, pág. 88/90). VI.- Materialidad: La prueba reunida durante el debate autorizan a tener por acreditado que el día 12 de febrero de 2001, aproximadamente a las 15.30, Florencia Ayelén Möller Rombolá, entonces de nueve años de edad, efectuaba ejercicios de natación junto a otros niños en la pileta ubicada en la sede del Club “All Boys”, sito en la Avenida Álvarez Jonte 4180 de esta ciudad y que fuera cedida oportunamente a “All Boys 2000 S.A.”, en el marco de actividades acuáticas que desarrollaba en la colonia de verano 2000/2001; ellos consistían en introducirse al agua desde la parte profunda, desplazarse hasta donde se encontraba la profesora a cargo de un grupo de niños, María Cecilia Privato, a unos tres o cuatro metros de distancia, y luego de alcanzarla, retornar a la escalera que se hallaba a la altura aproximada de 1,40 metros de profundidad, para luego salir de la pileta; en el curso de tal actividad, en un momento determinado, antes de salir de la pileta, la niña se hundió y permaneció sumergida completamente por un lapso aproximado de entre tres a diez minutos, en un sitio cercano a la escalera aludida; que a raíz de lo sucedido aquella aspiró agua con sus pulmones en tal cantidad que le produjo su muerte. Dicha muerte es atribuible a Fernando Martín Storchi, Presidente de la empresa “All Boys 2000 S.A.”, según surge del poder general (obrante a fs. 29/31) y a Julio César Giraldi, 354 Poder Judicial de la Nación coordinador de deportes de “Megatlón-All Boys”, según resulta del folleto entregado por esa institución (reservado), quienes tenían el deber de control de una fuente de peligro que operaba en su propio ámbito de dominio como la pileta de natación antes referida. En efecto, Storchi incumplió las normas de seguridad contempladas en la ordenanza municipal nro. 41.718 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “Normas para la habilitación y funcionamiento de los natatorios”, publicada en el Boletín Municipal nro. 17.954 del 21/01/1987, específicamente el artículo 31, que exige durante las horas de funcionamiento de una pileta la presencia en el recinto de dos personas con título de guardavidas, y la plataforma sobreelevada que asegure la clara visualización de los bañistas. Al respecto, ha quedado demostrado que al momento que se produjo el hecho aquí tratado solo estaba presente en la pileta una guardavidas, Giselle Vanesa Kamenetzky, y no se contaba en el natatorio con la referida plataforma sobreelevada. Por su parte, Giraldi no impidió ese día, en su condición de máxima autoridad deportiva de la colonia, que se llevaran a cabo las actividades natatorias en un espacio peligroso, que no se encontraba asegurado conforme mandaba la normativa mencionada. Que al haber infringido ambos dichas normas de seguridad originaron un peligro mayor que el permitido (propio de toda actividad a cumplirse en una pileta), y se concretó finalmente en la aparición del resultado, todo lo cual era previsible para los señalados. También cabe atribuir dicho óbito a María Cecilia Privato y Giselle Vanesa Kamenetzky, la primera profesora de la colonia de vacaciones y la segunda en ejercicio del rol de guardavidas (según el folleto mencionado), al infringir el deber objetivo de cuidado que cada una de ellas debía observar en forma individual: al no prestar a la niña que tenían bajo su protección la debida atención, que demandaba sus condiciones de garante, incrementaron el riesgo existente, que desembocó en el resultado acaecido todo lo cual era previsible para ambas. 355 Antes de ingresar a valorar las conductas atribuibles a cada uno de los imputados resulta indispensable realizar las siguientes consideraciones: a) Que conforme resulta de los informes obrantes a fs. 165/169 y fs. 370, el primero de ellos emitido por el Dr. José Ángel Patitó y el Dr. Humberto Velázquez y el segundo sólo por el primero de los nombrados, y de lo expuesto por ellos al prestar declaración durante la audiencia de debate, la muerte de Florencia fue producida por asfixia por sumersión. En el mismo sentido se expidió el Dr. Alfredo Horacio Sapag en la experiencia obrante a fs. 182/184 y que fuera ratificada también por él durante el debate. En cuanto al proceso que llevó a tal resultado, tanto el Dr. Patitó como el Dr. José María David, nos explicaron en primer término, que el mecanismo que lleva a la muerte en tales casos, puede variar entre tres y diez minutos, lapso que fuera confirmado por el Dr. David y el Dr. Sapag, (aunque este último habló de dos minutos); aquél comienza con la entrada de agua en la vía aérea con ruptura del tejido pulmonar que es lo que se ve en la autopsia y lleva a la constatación del elemento que hace al diagnóstico, el “plancton” (Dr. Patitó); el acceso del “plancton” al corazón es posible, señaló el Dr. David, porque la vía de ingreso del agua es la vía aérea, pasa por la boca, faringe, laringe, tráquea, bronquios, bronquiolos formados por los alvéolos, entonces pasa a la vía circulatoria y luego a la cardíaca, aclarando que no se encuentra “plancton”, cuando la muerte se produce antes de la sumersión. También dichos expertos descartaron que se hubiera sumergido con vida en virtud de las razones expuestas, afirmando contundentemente “que la persona cayó con vida, respiró abajo del agua y murió en el agua”, lo que les permite descartar cualquier muerte súbita por falla cardiaca u otras patologías. En tal sentido, teniendo en sus manos estudios clínicos realizados a la niña en el “Instituto Cardiovascular Infantil”, en el mes de octubre de 1997, como así también un estudio radiológico realizado en 1999, el Dr. Patitó refirió que el corazón está dentro de los límites normales y no había alteraciones cardíacas pulmonares o cerebrales. El Dr. David, cardiólogo, al exhibírsele el electrocardiograma, junto con los estudios previos practicados 356 Poder Judicial de la Nación a la víctima, refirió que los mismos revelan que la niña era normal, que no tenía patologías y que no hay ningún signo electrocardiográfico que indique que fuera portadora de alguna patología de las referidas en los estudios de fs. 3667/3672 y 4228/4229. Por otra parte la médica pediatra de Florencia la Dra. Graciela Ducovsky que la atendió hasta su fallecimiento, confirmó que se trataba de una nena “sana”, y que la última vez que la vio fue el 23 de agosto de 2000 por una congestión de vías aéreas superiores, mocos claros y tos. Por su parte el Dr. Alberto Chinski refirió que antes de hacerle la operación tendiente a solucionar una hipertrofia adenoidal realizó estudios prequirúrgicos: análisis de sangre, ecocardiograma, etc., y en razón de que “estaba bien” procedió a tal práctica, pues si hubiera tenido algún problema cardíaco o de otro tipo no hubiera llevado a cabo dicha intervención asistencial; que posteriormente a la operación evolucionó favorablemente y luego de un tiempo los tubos de ventilación cayeron espontáneamente, sin que hubiera algún motivo que le impidiera a Florencia realizar prácticas de natación. También quedó claro en el debate, que no descarta la causal de muerte por sumersión, que la niña se hubiera desmayado previamente, ya sea por hipoglucemia, por un reflejo vasogaval u otro motivo, porque aún estando inconsciente sigue respirando. En este sentido se ha señalado, confirmando las experiencias técnicas ya mencionadas y las explicaciones que dieran los peritos, que cuando una persona cae al agua su primera reacción es efectuar una inspiración profunda antes de hundirse; después hace una amnea voluntaria hasta que la elevación de la concentración de CO2 y el descenso de la O2 obligan a una inspiración forzada; luego la inhalación de agua continúa y pueden aparecer convulsiones. La respiración cesa y se instaura una anoxia cerebral irreversible que ocasiona la muerte, precisándose como datos a tener en cuenta los hallazgos en las vías aéreas de una “espuma tranqueobronqueal”; espuma que se forma por la mezcla de agua y moco que experimenta un batido por los movimientos respiratorios convulsivos agónicos. En cuanto a la irreversibilidad de la anoxia cerebral los 357 expertos sitúan la misma, entre tres y diez minutos, aclarándose que en caso de niños y con aguas muy frías puede haber recuperación después de un tiempo considerable de permanencia debajo del agua (ver en este sentido “Medicina Legal y Toxicología”, 4a. edición 1991, reinpresiones 1992, 1994, Barcelona España, J.A. Gisbert Calaguig, Masson-Salvat). El Dr. David también nos explicó que no hay un tiempo preciso para que el rescate de una persona que haya estado sumergida sea efectivo y pueda reanimarse. Agregó que la afectación cardiaca en la asfixia es secundaria a la falta de oxigenación; en el caso de sumersión hay una dificultad del organismo para oxigenar la sangre y ello tiene como efecto final la afectación cardiaca; se puede hablar, según el galeno, de tres a cinco minutos, pero hay dos aspectos: “puede llegar a recuperar el ritmo cardíaco para lo cual no debe pasar mas de diez o quince minutos y a veces se recupera pero el paciente queda con daño neurológico ya que las células nerviosas son mas sensibles a la falta de oxigenación”. Luego de que la guardavidas Giselle Kamenetzky “empezara el salvataje” acudió en auxilio el Dr. Hernán Gerardo Saudan, médico del club, quien señaló que la niña no tenía ningún signo vital, ni signos de respiración ni pulso y que no obstante el masaje cardíaco no reaccionó y que decidieron no continuar la reanimación cuando pasó mas de una hora. Por su parte el Dr. José Gustavo Pérez, quien fue el segundo de los médicos que la atendió, quien habría arribado unos 20 o 25 minutos después de que sacaron a Florencia del agua, según lo señala el imputado Giraldi, refirió que ellos continuaron haciendo maniobras para liberar la zona, respiración asistida boca a boca y masaje con una técnica de uso común, llegando a los pocos instantes otros móviles con más aparatología, defibrilador, bolsa, etc, otra médica y dos ambulancias de “Paramedic”. También confirmó que cuando él arribó la niña no tenía signos vitales, ni pulso, ni frecuencia cardiaca ni respiración espontánea; la Dra. Hamasaki mencionó que al arribar al lugar el Dr. Pérez le comentó que la nena ya había fallecido, igualmente ella le hizo maniobras de reanimación y estuvieron por lo menos una hora; que como es su obligación realizar algún acto médico se le colocó una vía de respiración, oxigenoterapia para ver si respondía y no la cardiovirtieron 358 Poder Judicial de la Nación porque era una niña, pero el ritmo dio siempre negativo, nunca hubo ninguna respuesta. En suma todos los datos y conclusiones de los expertos nos llevan a concluir con certeza que el óbito tuvo como etiología la asfixia por sumersión, sin que en nada modifique dicha conclusión que la víctima hubiera estado consciente o inconsciente al momento de sumergirse; también se concluye que Florencia se encontraba muerta al momento que fue extraída del agua. b) Que no obstante haber transcurrido más de seis años desde que se produjo la muerte de Florencia Ayelén Möller Rombolá, y la corta edad de la mayoría de los testigos, lo que ha posibilitado que no todas las versiones coincidieran y algunas aparezcan hasta contradictorias, entiende el Tribunal que los datos recogidos durante el debate han posibilitado reconstruir el hecho histórico que se atribuye a los imputados. b.1) En primer término tenemos que el óbito se produjo en una actividad acuática que realizaba Florencia en la pileta ubicada en el club “All Boys”, cuya instalación había sido cedida por el “Club Atlético All Boys Asociación Civil” a la Sociedad Anónima denominada “All Boys 2000”, en formación en ese momento, práctica que estaba bajo el control y la orbita de la “colonia de verano 2000-2001” que era organizada por dicha institución. Según surge del contrato de concesión obrante a fs. 33/46 celebrado el día 31 de agosto de 1995, entre el club “All Boys” como concedente, representado por Pablo José Brey como Presidente, Juan José Torrente como Secretario General y Carlos Alberto Oliva como tesorero, y la Sociedad Anónima denominada “All Boys 2000” en aquél momento en formación, inscripta en la Inspección General de Justicia, el 19 de noviembre de 1996, representada en ese acto por su Presidente Fernando Martín Storchi, y su Vicepresidente el Sr. Pablo Daniel Polarez, en su cláusula 2da. se fija como objeto la concesión a favor de la concesionaria de la administración y explotación comercial de todos los sectores propiedad del concedente individualizados en el Anexo I y dentro de la mencionada explotación comercial 359 quedan incluidas todas las funciones relativas a la administración y explotación de todas las actividades que hacen al objeto del contrato, mediante la actividad del personal contratado por la concesionaria. En la cláusula 3ª. se señala que el concedente se obliga a entregar a la concesionaria el uso y la responsabilidad de todos los sectores y la concedente solo continuará realizando tareas inherentes a su propia administración y funcionamiento de sus órganos de gobierno y el fútbol profesional y amateur. En la cláusula décimo novena se prescribe que la concesionaria será la única responsable de la selección personal y contratación, necesario para en el nombre del concedente, cumplimiento de las del tareas concernientes a la explotación motivo del contrato; y que la concesionaria se reserva en forma exclusiva el derecho de establecer el número de personas a emplear y a determinar las remuneraciones, las altas y bajas de dicho personal empleado. Tenemos entonces que de la lectura del contrato resulta que quedaba bajo el control de la concedente, entre otros sectores, la pileta y todas las actividades que se desarrollaban en ella, incluida claro está, la “colonia de varano” y el derecho de contratar el personal que estimaran conveniente, siendo el único responsable al respecto “All Boys 2000 S.A.”. Dicho convenio y sus efectos fueron reconocidos por el propio Storchi, Brey, Bugallo y Torrente. Por su parte, según resulta del folleto que entregaba “All Boys 2000 S.A.”, aunque aparezca en su portada la leyenda “Megatlón-all boys”, a quienes concurrieran a la “colonia de verano 2000/2001”, entre otros, en lo que nos interesa, aparecen como responsables de la colonia, como gerente Rubén González, coordinador de deportes Julio Giraldi, coordinador de pileta Mariano Rosemberg, médico Hernán Saudan, guardavidas Horacio Carlini y Giselle Kamenetzky, todos ellos contratados por “All Boys 2000 S.A.””, según lo relató Storchi, y subordinados a las instrucciones, que según Carlos Alberto Canavese, emanaban de la “Red de Clubes”. Asimismo se ha comprobado que Florencia participaba de la colonia de vacaciones entre cuyas prácticas se encontraba las de natación. En efecto, según surge del relato de Giraldi y de la propia madre de la niña, el día 1° de febrero de 2001, los 360 Poder Judicial de la Nación padres de Florencia se entrevistaron con éste último, quien les dio explicaciones sobre como se desarrollaba la colonia y les mostró los instructivos, y especialmente les indicó sobre los “nivelitos” y como se hacían las pruebas para categorizarlos, procediendo aquéllos a inscribir a sus hijos ese mismo día, según resulta de la ficha correspondiente reservada en Secretaría; también le comentaron los padres que Florencia estaba operada de adenoides, que tenía “diábolos” puestos, y que no podía sumergirse, circunstancia que quedó anotada en la mencionada ficha, como así también la edad que ella tenía. El día viernes 2 de febrero los Möller Rombolá se reunieron con los profesores Ávila y Privato a quienes reiteraron la patología que había sufrido Florencia quien luego tomó contacto con el grupo. Que luego de efectuarle un test de nivelación, Florencia fue incluida en el “nivelito 2” por Privato. En este sentido Privato refirió que los grupos de la colonia trabajaban en dos niveles, “nivelito 2” y “nivelito 1”; que el primero tenía como objetivos la flotación ventral (boca abajo), flotación dorsal (plancha), desplazamientos con patadas o brazadas sin técnica específica de estilos, entradas al agua en parte playa y profunda y desplazamiento en ambos; que el techo es el “nivelito 1” donde se trabaja específicamente la técnica de nado. En cuanto a Florencia dijo que el día que hicieron el test de nivelación durante el cual estaban presentes los padres, le pidió que bajara por la escalera y no tuvo temor en ingresar al agua, luego le pidió que se colocara boca abajo y lo hizo, y posteriormente en posición dorsal, que también logró; que ella no tenía estilo para nadar, que fue lo que la llevó a colocarla en el “nivelito 2”, aunque sabía respirar. En el mismo sentido declaró Giraldi y lo confirmaron los padres de Florencia. Por su parte Carlini relató al Tribunal que vio a Florencia junto con sus padres en la pileta, una semana antes del hecho, nadando en modo rudimentario, siempre acompañada por su madre en el agua y en pequeñas distancias, tres o cuatro metros. Confirman cuáles eran las prácticas a seguir en el “nivelito 2” el folleto ya señalado, en cuyo acápite “detalles 361 de niveles” aparecen entre los objetivos generales, entre otros y como techo, los siguientes: flotación boca abajo (pérdida de la verticalidad), conocimientos de los fenómenos del agua como fluido, desplazamientos en general, hábitos básicos de pileta y entorno, sencillas entradas al agua, y adaptación en la pileta grande tanto en la parte baja, como en la parte profunda. b.2) En cuanto a los ejercicios de natación que se realizaron el día del hecho, se puede inferir de los distintos testimonios y como lo precisó la Sra. Fiscal General, que en un primer momento, en la parte playa de la pileta de 25 mts. de largo por 12 mts. de ancho, según surge de los planos de habilitación, los integrantes del “nivelito 2” hicieron una especie de juego denominado “mancha puente”, donde los chicos pasaban entre las piernas de otro para “salvar”. Que el grupo del “nivelito 1” fue hacia la parte profunda quedando el grupo, donde se encontraba Florencia –“nivelito 2”-, realizando técnicas de desplazamiento en la parte baja. Que luego como a las 15, el grupo a cargo de la profesora Privato, compuesto por catorce o quince chicos, se fue a trabajar a la parte profunda y en ese sector realizaron dos tipos de ejercicio: uno consistente en deslizarse por una plancha de “goma eva”, que utilizaban como tobogán, el cual aparece sujetado por Juan Ignacio Jaime, que estaba en el borde de la pileta y en el otro extremo por la profesora que se encontraba en el agua, y luego se desplazaban pegados al borde hasta llegar a la escalera ubicada a 2,20 mts de profundidad. Que la segunda de las prácticas, que también se realizó en dicho sitio, estribó en lanzarse de cualquier forma al agua, o deslizarse por dicha plancha, nadar en diagonal hasta donde se encontraba la profesora, donde los chicos no hacían pie y volver hacia la escalera -que se encontraba aproximadamente a 1,40 mts de profundidad según se pudo observar en el video reservado-, para salir caminando hacia la parte baja, aunque algunos de los chicos lo hicieron nadando hasta dicho lugar. Que al mismo tiempo que se desarrollaban dichas prácticas, en el medio de la pileta, es decir por los andariveles centrales, practicaban natación personas ajenas a la misma –según Privato unos diez socios en tal zona-; y dentro del llamado “piletón”, ubicado a una altura superior, un grupo de doce menores –según Marta 362 Poder Judicial de la Nación Isabel Perez Ferrer- donde desarrollaban su actividad, chicos de entre tres y cuatro años, acompañados por dos profesoras, según los dichos de Dreiling, llevando a cabo las tareas de vigilancia en todo el ámbito de los natatorios la guardavidas Giselle Kamenetzky, siendo reconocido por ella, y confirmado por Privato, Giraldi, Ávila, Canavese, entre otros. Los también a elementos tener por incorporados comprobado que al proceso en el autorizan último de los ejercicios, que era controlado por Privato y que fue efectuado en la parte participaron profunda, entre en catorce la y modalidad quince ya chicos, explicada, entre ellos: Nathalie Mantiñan, Santiago Díaz, Sandro Damilano Maison, Tomás Borthelle, Mariano Aparicio, Giuliano Bacchi, Anahí Ridolfo, Ailín Lorenzo, Candela Palacios Monti, Ivana Cudicio, Gonzalo Consorti, y Macarena Bianchi, siendo Juan Jaime el que sostenía el elemento plástico que funcionaba como tobogán; que la mayoría de ellos tenían limitada técnica de desplazamiento en el agua; que tal circunstancia no solo lo indica la categoría en que se hallaban -“nivelito 2”-, sino también surge de lo expuesto por Anahí Karina Rodolfo y Santiago de Jesús Díaz. En relación a Florencia, se expresó durante el debate que “Florencia no sabía nadar” (Consorti), que “Florencia no era como para estar en la parte honda” (Pedemonte), “porque la había visto ratificada agarrarse por Adriana del borde” Mabel (Lorenzo), Cáceres, madre circunstancia de Nathalie Mantiñan, a quien su hija le refirió que aquélla no sabía nadar. Que dicha circunstancia fue comunicada por la madre de Florencia a María Cecilia Privato el día viernes 9 de febrero de 2001, en presencia de la Sra. Mabel Anunciada Maldonado, quien relató en la instrucción que acompañó a la mamá de Florencia al club “All Boys” y presenció cuando Marisa Rombolá se entrevistó con Privato en el gimnasio; que en el curso de la conversación le dijo que estaba muy preocupada, porque la “nena” le había contado que había ido a la parte profunda. Confirmó dicha versión Gonzalo Nicolás Consorti, quien mencionó que le pareció que cuando trajeron a Florencia la mamá le indicó a la profesora que no la mandara a la parte profunda, porque no sabía nadar; que esto lo escuchó él pero no recuerda 363 cuando fue ni cuanto tiempo antes del hecho. En suma, se concluye que la capacidad para nadar de Florencia, al igual que la de los otros chicos, era reducida, que podía flotar y trasladarse utilizando una técnica rudimentaria como es la del nado “perrito”. También se encuentra comprobado que en el lugar donde se efectuó la última práctica los niños no hacían pie, ni tampoco lo hacía la profesora Privato en el sitio donde se encontraba ubicada. Ello fue confirmado principalmente por Kamenetzky quien relató que al momento de realizar los ejercicios con Florencia la profesora no hacía pie y atento la edad de los niños y la estatura correspondiente a la misma es lógico suponer que el agua les tapaba la cabeza. También en este sentido declararon Anahí Karina Ridolfo, Gonzalo Nicolás Consorti, Santiago De Jesús Díaz, entre otros. En el curso de la última actividad, en la fila y listos para lanzarse al agua, detrás de Florencia se encontraban aproximadamente cuatro o cinco concurrentes, entre ellos Nathalie Mantiñan, quien según su madre, Adriana Mabel Cáceres, se hallaba ubicada inmediatamente después de Florencia; Mariano Daniel Aparicio, que fue casi el último después de Florencia, “dos nenes más y luego él” dijo; Santiago de Jesús Díaz, quien refirió que se tiró después que la víctima; Tomás Borthelle, quien señaló que Florencia estaba delante suyo y que cree que habían dos o tres chicos entre ambos; y Giuliano Bacchi, quien descubriera a Florencia en el fondo de la pileta. Que la consigna para este tipo de ejercicio -según Canavese quien dijo ser gerente de deportes de las diferentes sucursales de “Megatlón”- para chicos que tienen poca habilidad para desplazarse, es que el mismo debe ser controlado y llevado a cabo en forma progresiva, y si se lleva a los niños a la parte profunda, como en el caso, el guardavidas debe acercarse a una distancia razonable y bajo la dirección del profesor deben ingresar y egresar “de a uno” de la pileta, en forma ordenada, siendo para él el profesor quien debe vigilar que los niños estén en orden y afuera de la pileta; así lo confirmó el profesor Giraldi, quien refirió que el trabajo que deba hacerse con el grupo del “nivelito 2” debe ser muy seguro y las prácticas deben desarrollarse “de a uno”. 364 Poder Judicial de la Nación Dicha consigna no fue adoptada por la profesora Privato, en la última práctica natatoria. Así tenemos que la misma Privato reconoció que Ailín Lorenzo al igual Tomas Borthelle, se fueron nadando hacia la parte baja, al mismo tiempo que otro de los intervinientes se tiraba al agua. Por su parte Claudia Elena Zadorollne, madre de Giuliano Bacchi, manifestó que su hijo le dijo en relación al ejercicio que “los chicos no esperaban a que los nenes llegaran a la escalera”; Ivana Antonella Cudicio, relató que “Cecilia solo miraba cuando se tiraban y un poquito más, porque después tenía que mirar al otro que se tiraba y ya no los podía mirar a los que iban para la escalera”; por su parte Tomas Borthelle refirió “que el chico siguiente se tiraba cuando el de adelante le tocaba la mano a la profesora”; Santiago de Jesús Díaz no solamente respalda lo afirmado en cuanto a que en la pileta permanecían más de un chico en el natatorio al mismo tiempo, sino que nos reveló que en un momento “la pasó y luego no la vio más”. En suma está claro, que la consigna del “uno a uno”, no era respetada por Privato. Por su parte, cabe señalar que Florencia fue hallada sumergida en un sitio cercano a la escalera según lo refirieron Privato, Kamenetzky, Ávila, Tomás Borthelle y Giuliano Bacchi, siendo advertida tal situación por el último de los nombrados. En tal sentido, Privato relató que quien la alertó con un grito refiriendo “señorita hay alguien abajo del agua” fue Giuliano Bacchi ante lo cual le avisó a Giselle Kamenetzky, quien se tiró para salvarla, mientras que ella abrazó a Giuliano que estaba asustado, y salió con el nombrado a la parte baja; Kamenetzky refirió que estando parada en la parte baja de la pileta grande, de dónde según ella observaba todos los sectores del natatorio, escuchó un llamado de alarma de la profesora, “algo como que había alguien abajo”, por lo cual miró y vio una persona sumergida al lado de la escalera en la parte profunda; Ávila relató que el día del hecho estaba con su grupo en la parte profunda, del lado del gimnasio, y la profesora Privato del otro lado, cerca de la cabina de control de carnets, en la parte media; que en un momento escuchó un grito y que lo llamaban, por lo que salio rápidamente de la pileta y apoyó una 365 pierna en la escalera para ayudar a la guardavidas a sacar el cuerpo de Florencia hacia afuera de la pileta y luego salió corriendo para que la gerencia llamara a una ambulancia; Tomas Borthelle manifestó que cuando volvía a la parte baja vio a Florencia sumergida en el agua, pero no creyó que se estaba ahogando, pensó que estaba jugando bajo el agua con la “gomita del pelo” y que luego el chico que estaba atrás le dijo al guardavidas que se estaba ahogando, entonces el guardavidas se tiró; Giuliano Bacchi manifestó que cuando subía por la escalerita para salir de la pileta fue cuando vio a Florencia en el fondo, por lo que le advirtió a la profesora y ésta comenzó a gritar, y le tapó los ojos. c) Una de las cuestiones debatidas resulta ser cuales son las normas jurídicas que regulaban la habilitación y funcionamiento de los natatorios. Este Tribunal entiende que en la fecha en que sucedió el hecho se encontraba vigente la ordenanza nro. 41.718 que fuera publicada el 21 de enero de 1987. Que en relación al tema que nos ocupa, específicamente establecía entre las medidas a adoptar, en relación a la seguridad, lo previsto en el artículo 31 que señala que durante las horas de funcionamiento debían estar presentes en el recinto de la pileta dos personas con título de guardavidas, reconocidos por la Municipalidad de Buenos Aires, las que se ubicarán en plataformas sobreelevadas que aseguren la clara visualización dirección de los competente bañistas, podrá dejando exigir en claro distintos que la números de guardavidas teniendo en cuenta el funcionamiento del natatorio. Asimismo, entre otras medidas de seguridad también exige el artículo 15 una canaleta de derrame corrida y perimetral, proyectada de manera tal que el exceso de agua y las materias en suspensión que entren en ella no puedan volver al natatorio, cuyo borde sea fácilmente aprehensible con la mano. Las defensas han fundamentado que, la ordenanza en cuestión, no estaría vigente en virtud de que dicha normativa no había sido reglamentada, esto desde el punto de vista formal. Al respecto cabe señalar, que pronto que se analice la ordenanza bajo estudio, dictada dentro de las atribuciones 366 Poder Judicial de la Nación que tiene la legislatura local y de las facultades atinentes al poder de policía, las que no pertenecen al Estado Nacional, (artículo 129 de la Constitución Nacional, y legislación nacional complementaria) se advierte que dicho instrumento legal no subordina su entrada en vigencia a su reglamentación, aunque le haya otorgado en su artículo 3° al Poder Ejecutivo local la facultad de reglamentar las normas, atribución de la que ha hecho uso dicho órgano, por ejemplo, al reglamentar el artículo 31, mediante el Decreto nro. 865 del día 6 de junio de 2005, en relación a la creación del Registro lo señala Público de Guardavidas. En efecto, como bien Gordillo la reglamentación no es requisito previo para cumplir la ley, es decir que debe cumplirse desde el momento de su promulgación y publicación, pues no depende en modo alguno, de que el Poder Ejecutivo desee reglamentarlas o no: los jueces y la misma administración deben acatar, ejecutar o hacer ejecutar en los casos concretos, interpretándolas para salvar sus vacíos en la medida en que fuera necesario en los casos ocurrentes, pero sin depender de que no hayan sido reglamentadas (cfr. Gordillo, Agustín, Tratado de Derecho Administrativo, Tomo I, Parte General, 5ta. Edición, Ed. Fundación De Derecho Administrativo, Bs. As. 2000, pág. 63/64). Y está claro que una futura reglamentación, en esta materia de seguridad, no podrá alterar su espíritu, es decir “la finalidad que surge del contexto de la ley”, en el caso, reducir las medidas de precaución mínimas que exige dicha ordenanza. En esta inteligencia, la norma reglamentaria no puede aparecer contradiciendo el texto, pues sería ilegítima (C.S.J.N., Fallos: Tomo 269:120, Tomo 232:287, Tomo 244:39, entre otros, citados por Gordillo en la obra referida). Otro de los argumentos esgrimidos por la defensa ha sido que en el artículo 4 de la ordenanza 41.718 se dispone que si la entrada en vigencia de la reglamentación que el Departamento Ejecutivo oportunamente elabore en virtud de lo dispuesto en el artículo 3° coincidiera con la iniciación de la temporada estival, se prorrogará su cumplimiento hasta la finalización de la misma, a efectos de que los natatorios 367 puedan adecuar sus interpretando los suspendía entrada la actividades señores en a la defensores vigencia de nueva que normativa, dicho toda la artículo ordenanza, interpretación que no se condice con el texto ni con su espíritu, pues lo único que señala dicha norma es que en caso de que el Departamento Ejecutivo reglamentara la ordenanza en cualquiera de sus artículos, los requisitos que impusiera a los natatorios para su funcionamiento serían suspendidos hasta la finalización de la temporada estival, finalizada la misma dichos recaudos se hacían exigibles. También manteniendo esta línea defensista, los letrados han señalado que dicha ordenanza no estaba vigente materialmente, ya que a su entender la imposición de dos guardavidas ha sido derogada de hecho por la recomendación efectuada el día 14 de noviembre de 2006, por el “Consejo Metropolitano de Guardavidas Natatorios la ciudad de de Seguridad Buenos en Aires”, Balnearios creado por y la ordenanza 52.241, publicada en el Boletín Municipal nro. 385, del 16/2/98, al sugerir en el Anexo I, artículo 8 de las recomendaciones, que en los natatorios de 25 mts. de largo y hasta cien usuarios (ver acta rectificatoria nro. 34, del 29 de noviembre de 2006, punto 11), la cantidad no puede ser menor a un guardavidas. Al respecto cabe hacer hincapié en que la única función que tiene el Consejo mencionado, compuesto por once miembros (ver artículo 3 de la ordenanza 52.241/97), provenientes de la Dirección General de Deportes del Ministerio de Educación de la ciudad, del gremio respectivo y de la Asociación Mutual de Guardavidas Argentinos y Asociados y su reglamento 195/2001, resulta ser la de un organismo asesor de la Dirección General de Deportes, y que en tal carácter podrá intervenir en el diseño de las políticas dirigidas, entre otras, al diseño de un sistema de formación, evaluación, promoción y habilitación de los Guardavidas y Servicios de Seguridad y rescate en los balnearios y natatorios; es decir, que dicho consejo solamente puede hacer recomendaciones, las que carecen del imperio jurídico de la reglamentación. Sin perjuicio de lo expuesto, y de que sus contenidos son posteriores al hecho de la presente causa, resulta de interés para este Tribunal examinar las discusiones plasmadas 368 Poder Judicial de la Nación en las actas 15, 17 y 18 de los integrantes del Consejo Metropolitano (ver documentación reservada y aportada por la Fiscalía en el debate) referidas a las sugerencias tendientes a que el Poder Ejecutivo reglamente el artículo 31, más específicamente acerca de la cantidad de guardavidas. En el acta nro. 15, de la reunión celebrada el 1° de julio de 2002, se transcribe que “...comenzando la ponencia de argumentaciones los miembros coinciden que la actual ordenanza nro. 41.718 relativa a la habilitación y funcionamiento de los natatorios y que en su artículo 31 habla acerca de la cantidad de guardavidas, es demasiada amplia y no se ajusta a las reales necesidades de cada piscina, si bien es muy difícil determinar con exactitud la cantidad de guardavidas para cada pileta, se coincide en que los elementos a tomar en cuenta para determinar tal cantidad son medidas de la pileta, profundidad, forma de las mismas, cantidad de usuarios, visibilidad por la iluminación. Otros temas a tener en cuenta se relacionan en cuanto al tipo de público (por ejemplo si son personas con necesidades especiales, miembros o contingentes de colonias de vacaciones, etc.) y las piletas para chicos, las que en su mayoría no cuentan con guardavidas...”. En el acta nro. 17 se plasma el dialogo mantenido en cuanto a la necesidad del número de guardavidas en relación al tamaño de la pileta y entre las sugerencias aparece que en las de 25 mts. sea de un guardavidas, contemplando la situación de que en el caso de que no se encontrara el guardavidas en el recinto de la pileta, deberá desalojarla. En el acta nro. 18 se deja constancia que uno de los tópicos a tener en cuenta para la cantidad de guardavidas resulta ser el tipo de público asistente. Por su parte, en relación a la cantidad de guardavidas, en el caso de que existiera una pileta para niños se recomienda que sea vigilado por el mismo guardavidas que custodia la pileta de grandes, siempre y cuando la pileta de menores se encuentre en un lugar cercano y debe entenderse, a la vista del guardavidas. Para el caso de que la pileta de niños esté ubicada lejos del alcance del mismo guardavidas, no emiten opinión. En los considerandos de la recomendación de fecha 14 369 de noviembre de 2006 se hace mención a que debido a los diversos accidentes fatales en varios natatorios de la ciudad de Buenos Aires, y las consecuencias que de ello se desprende, se requiere definir parámetros de seguridad con los cuales establecer correctamente seguridad y rescate y los servicios de fundamentalmente guardavidas, los ámbitos de aplicación; siendo de injerencia dicha recomendación inclusive a los natatorios privados. Dichos precedentes nos permiten interpretar el artículo 9º de las recomendaciones, en cuanto ahí se señala que “las actividades especiales que se desarrollen en los ámbitos de aplicación, asimismo en grupos de riesgo, personas con necesidades especiales y aquellos que la autoridad de aplicación con la colaboración del Consejo Metropolitano de Guardavidas determinen, deben disponer la presencia de un guardavidas exclusivo para la seguridad de dichos grupos, con las exigencias establecidas en los incisos antecedentes”. En efecto, porque los “grupos de riesgo”, a que hace referencia el mencionado Consejo, (mejor sería decir “grupos en riesgo”), los constituyen no solamente las personas discapacitadas, sino también los niños que concurren a las colonias de natación; ello surge claramente de las actas mencionadas y de una interpretación lógica, habida cuenta la edad de los participantes y de su limitada habilidad natatoria y no se limitan a las personas gordas ni a las de condiciones diferentes, como refieren los defensores. Asimismo, si bien el mencionado Consejo no se expidió respecto a los “piletones” para niños de corta edad, de las discusiones de sus integrantes también se infiere que cuando la pileta no está a la mira del guardavidas pareciera que debe además exigirse otro guardavidas. En nuestra visita al recinto adonde estaban ubicadas las piletas, pudimos constatar que desde donde se hallaba situada probablemente Kamenetzky –como ella refiriera- no se podía controlar a los chicos de tres a cinco años que jugaban en el “piletón”, aunque estuvieran bajo el control de una profesora y una ayudante. En atención a lo expuesto se entiende que en modo alguno puede afirmarse que la ordenanza en cuestión no se encontraba vigente materialmente, pues como advierte Zaffaroni 370 Poder Judicial de la Nación la legislación en cuestión no está derogada por normas que posibiliten reducir la medida de seguridad reglada por la ordenanza, ni tampoco superada por una técnica que evite el peligro de modo mas eficaz (cfr. Zaffaroni Raúl Eugenio, Alagia Alejandro, Slokar Alejandro, Derecho Penal Parte General, Ed. Ediar, edición 2000, pág. 530). En suma, fuera de las cuestiones de operatividad de la ordenanza ya señaladas, en cuanto a que tenía vigencia formal al igual que material, cualquier reglamentación en el futuro no podrá ser incompatible con lo dispuesto en el artículo 31, de allí que deba interpretarse que cuando dicha norma prescribe distinto número que de la dirección competente guardavidas, teniendo podrá en exigir cuenta el funcionamiento del natatorio, el estándar mínimo será el de dos personas supuestos con título especiales de guardavidas “colonias”, por pileta, personas y en los discapacitadas, piletas de niños de muy corta edad, etc., el órgano responsable deberá asignar otro guardavidas. La normativa estaba vigente también para la administración municipal, ya que como se puede advertir del Expediente de Habilitación reservado en Secretaría, en el informe de inspección previa elaborado por el Departamento de Espectáculos Públicos, de fecha 7 de julio de 2000, obrante a fs. 66/67, se dejó plasmado una serie de incumplimientos de la ordenanza respectiva (41.718), obrando en dicho legajo también la intimación que efectuara el Director General de Verificaciones y Habilitaciones, Dr. Horacio Daniel Spandonari, al club “All Boys”, por nota del 28 de noviembre de 2000, a cumplir con lo exigido, la que fuera recibida el 9 de enero de 2001 por la institución, que según la Dra. Miguez le fue hecha llegar a las autoridades de “Megatlón”. La circunstancia de que por resolución 1078/SSIG/93 se haya autorizado a la ex Dirección General de Habilitaciones y Permisos a conceder autorizaciones de funcionamiento con carácter precario, para el uso de natatorios hasta tanto sea aprobada la reglamentación de la ordenanza 41.718 en nada modifica lo aseverado en cuanto a la vigencia de la ley, pues la “habilitación definitiva” estaba supeditada a la exigencia 371 de nuevos requisitos que se reglamentaran en el futuro. Por lo demás, la operatividad de la ordenanza 41.718, en modo alguno dependía de una intimación, en concreto, que habría tenido que cursar la autoridad de aplicación; ya que aun en el caso de un eventual incumplimiento de la propia autoridad de control, los baremos de seguridad ya eran conocidos y oponibles a los operadores de natatorios como lo era, al momento, del hecho Fernando Storchi. También al solo efecto ilustrativo cabe señalar que el “Sindicato Único de Guardavidas y Afines” al requerírsele información sobre cuales eran las normas de seguridad que debían regir en relación a la cantidad de guardavidas interpretaron que conforme al art. 31 de la ordenanza 41.718 debían permanecer dos guardavidas en el recinto de la pileta sin especificar las medidas del natatorio ni la cantidad de bañistas como parámetros (cfr. fs. 2317). La defensa de Storchi hizo mención para defender su argumento del guardavidas único, de lo establecido en el art. 9 del Anexo de la Convención Colectiva de Trabajo nro. 179/91. Al respecto debe señalarse que el Convenio Colectivo de Trabajo rige las condiciones de trabajo, derechos y obligaciones de los trabajadores guardavidas y afines que presten servicios en playas marítimas, artificiales, fluviales, natatorios, lagos, piletas, lagunas, muelles naturales y/o o espigones utilizados para prácticas deportivas o en todo lugar donde se practique actividades acuáticas, sean de carácter público o privado. Es decir, que el tema seguridad le es ajeno en lo que atañe a los concurrentes de dichos establecimientos y solo regula las condiciones en que debe desarrollar su trabajo los guardavidas. En cuanto al acto administrativo de la habilitación del natatorio del club “All Boys 2000 S.A.”, si bien existe un proceso penal en el que se investiga a los otorgantes de dicha autorización (ver fotocopias de la causa nro. 82.203/02, caratulada: “Spandonari, Horacio Daniel y otros s/ delito de acción pública), lo cierto es que pronto que uno analice las actuaciones que obran en Secretaría, aparece como irregular. Tampoco menoscaba lo afirmado en cuanto a la vigencia de los recaudos contemplados en el artículo 31 la circunstancia de que estuvieran vigentes en 372 otras jurisdicciones otros Poder Judicial de la Nación ordenamientos donde sólo se exigen un guardavidas, pues el poder de policía, como ya se señalara, es competencia de la jurisdicción local; además por otra parte, la violación de dicha normativa solamente constituye un indicio de una violación de una norma de cuidado, porque por sí sola, como ya lo expondremos al analizar la conducta de Storchi, dicha infracción no puede implicar que nos enfrentemos ante un delito imprudente. Finalmente es menester señalar que este Tribunal ha analizado en particular la exigencia de los dos guardavidas y la plataforma sobreelevada que prevé la reglamentación, pues como se verá incumplimiento, fácilmente mas la adelante, ausencia aprensible, no entendemos de una tiene que canaleta relación el otro perimetral alguna con el resultado producido. d) Procederes disvaliosos atribuidos a cada uno de los imputados: d.1) Tal como surge del contrato de concesión ya citado, la empresa “All Boys 2000 S.A.”, en aquél entonces en formación, se hizo cargo, según la cláusula 3ª., de la custodia de la pileta, entre otros sectores del club concedente –“All Boys”-. Esto no ha sido discutido por ninguna de las partes, no solamente “All Boys 2000 S.A.” tenía el control de la pileta sino que además, según la cláusula 19ª., tenía el derecho de establecer en forma exclusiva el número de personas a emplear y a determinar las remuneraciones, las altas y bajas de dicho personal contratado. Asimismo, como se señalara, en oportunidad de dicho acuerdo, era presidente Fernando Martín Storchi y vicepresidente Pablo Daniel Colarez. La defensa del imputado Storchi, al alegar, nos impuso de una división de tareas dentro de la organización de su defendido, siempre refiriéndose a “Megatlón”, entidad que carece de personería jurídica. Según refirió, Storchi y Fernando Kleiman se ocupaban de las estrategias comerciales y de relaciones institucionales, Guido Miguez de la dirección operativa y “hacer que los centros funcionen” y Diego Pellegrino estaba a cargo de las finanzas, haciendo referencia 373 a una tetrarquía, con tres funciones, una de ellas realizada por dos personas; que dependiendo de Guido Miguez estaba el sector vinculado con los deportes, debajo de Miguez estaba Canavese que era coordinador general de deportes y subordinado a éste los coordinadores de sede y por debajo los profesores y guardavidas; que dentro de la competencia de Miguez estaba también la rama administrativa y dependiendo de él los gerentes de cada sede, en el caso de “All Boys” el Sr. Rubén González. También explicó la defensa, que las funciones de Storchi no eran jerárquicamente superiores a las del sector operativo sino coordinadas, porque la autoridad de “Megatlón” no es Storchi sino el directorio. En tal sentido, Storchi al prestar declaración indagatoria refirió que la organización que existía al momento del hecho era la siguiente: Guido Miguez y Diego Pellegrino tenían tareas más operativas, y otros dos directores generales que no tenían tareas tan funcionales u operativas, entre ellos, él; que como director general se ocupaba de las negociaciones, de los contratos con dirigentes de las entidades deportivas, de negociar con propietarios de inmuebles, la posibilidad de hacer una inversión, de la supervisión general de las actividades y de la asignación de gerentes de las sucursales; que Miguez era y es director operativo y en su momento era el gerente de todos los gerentes de todas las sucursales, se ocupaba de que éstas funcionaran correctamente; que Pellegrino era director de administración y finanzas. En cuanto a la gerencia de deportes señaló que tenía a su cargo todo lo relacionado con la práctica de actividad física en las distintas sucursales, confeccionaba los programas, y determinaba las actividades de cada sucursal, designaba los coordinadores deportivos de cada sede y todo lo que tenía que ver con el funcionamiento del natatorio, desempeñando la calidad de gerente, Alberto Canavese. Para concluir, dijo Storchi que Guido Miguez era el director operativo de la organización, y entre ello, se ocupaba de todas las cuestiones de habilitación de las sedes; y en lo que atañe a los guardavidas era una decisión que tomaba Canavese como gerente de deportes de la “red de clubes Megatlón”. No obstante la estrategia defensista de evitar que se responsabilice a Storchi de la muerte de Florencia, al señalar que no estaba dentro de sus funciones el deber de vigilancia 374 Poder Judicial de la Nación sobre la pileta que tenía como miembro del directorio de “All Boys 2000 S.A.”, entendemos que estaba dentro de su competencia evitar cualquier peligro que pudiera acrecentar el riesgo que constituía la pileta. Ello por cuanto, en primer lugar, debe indicarse que quien contrató la concesión fue “All Boys 2000 S.A.”, ya inscripta al momento del hecho, de la cual Storchi era presidente, por lo que hacer referencia a la estructura de una organización cuya constitución se desconoce, (nos referimos a “Red de clubes Megatlón” ó “Megatlón”), no tiene respaldo en instrumento legal alguno, según las constancias que obran en este proceso, es más, ante la autoridad estatal controladora aparece “All Boys 2000 S.A.”, como responsable (ver expediente de habilitación, presentación efectuada por Guido Miguez, como apoderado de “All Boys 2000 S.A.” a fs. 117). En este sentido lo que sí surge de las declaraciones de Storchi es que en cada club concesionado, se constituyó una sociedad anónima para la explotación de actividades deportivas en el mismo, así hizo referencia al club “Almagro” –“Almagro 2000 S.A.”-, “Racing Club” –“Racing 2000 S.A.”-, “Estudiantes de Buenos Aires” y “Villa Crespo”, entre otros, haciendo hincapié que miembros del directorio se intercambiaban, sin que aparezca esta supuesta entidad comercial –“Megatlón”- como concesionaria de los distintos espacios deportivos. También está acreditado que la sociedad que aparece diseñando e implementando la colonia de verano 2000/2001 es “All Boys 2000 S.A.”, aunque aparezca el logo de “Red de clubes Megatlón”. De ello se infiere que toda decisión relacionada con la concesión debía ser adoptada en lo que atañe a la organización y desarrollo de la colonia, por el directorio de “All Boys 2000 S.A.”, de la cual Storchi, se reitera, era presidente. En suma, no quedan dudas que en lo que se refiere a los espacios concesionados en el Club All Boys y a las prácticas deportivas, medidas de seguridad, personal necesario y otros recursos, son responsabilidad de “All Boys 2000 S.A.”. En esta inteligencia, no puede soslayarse el hecho de que cuando se formalizó el contrato de concesión, la ordenanza 41.718 se encontraba vigente y era operativa, por lo que el 375 directorio de “All Boys 2000 S.A.” debía cumplir con las normas de seguridad que exige tal instrumento legal, el que debía conocer teniendo desenvolvía, en consideración especialmente en lo el que rubro se en el que se a los refiere guardavidas y a la plataforma sobreelevada, que permitían reducir ciertamente el riesgo originado en esa “fuente de peligro” que es una pileta. El directorio de “All Boys 2000 S.A.” no debió iniciar ningún emprendimiento deportivo o recreativo, sin haber garantizado las medidas de seguridad requeridas por la ordenanza mencionada. Aún cuando se considerara que nos hallamos frente a un “holding” de empresas, lo cierto es que aparece como práctica empresarial el no cumplir con la ordenanza en los distintos clubes incluidos dentro de lo que denominan “Red Megatlón”. En este sentido, Canavese nos explicó que en las piletas de las sedes “Devoto”, “Villa Crespo”, “All Boys”, “Caballito Center” y “Racing”, la política era que hubiera un guardavidas en los natatorios, cada cien usuarios, o dos cada cincuenta metros, sin tener en cuenta el número de bañistas, explicando que con ciento cincuenta usuarios tendría que haber dos guardavidas, con doscientos cincuenta usuarios tres guardavidas, es decir que la cantidad de usuarios modifica la cantidad de guardavidas. Aunque aparece que, según Storchi, era el profesor Canavese quien tomaba esa decisión, o sea, cuántos eran los guardavidas que debían estar presentes durante las prácticas natatorias, se entiende que es una determinación que Canavese no podía tomar por sí solo, teniendo en cuenta la trascendencia de la misma, nada menos que la seguridad en las piletas, pues se reitera, el incumplimiento de la ordenanza se extendía a todas los natatorios de la “Red Megatlón”. Tampoco puede aceptarse que dentro de la estructura central Storchi no tuviera ninguna incumbencia en las decisiones empresariales ya que era el presidente de “All Boys 2000 S.A.” y teniendo en consideración el rol que le cupo a él en la organización de los distintos emprendimientos. Según nos refirió éste, a partir de 1991 fueron celebrando distintos contratos de concesión, con diferentes clubes, con el objeto de desarrollar actividades deportivas y de recreación, es así que 376 Poder Judicial de la Nación celebró contratos similares al del club “All Boys” con “Racing Club”, club “Almagro” y otros, y el que llevaba adelante la gestión de estos negocios junto con otros socios, era él. Es decir, que no era una persona ajena o que podía desconocer las distintas condiciones que demandaban dichos emprendimientos. Por otra parte, Canavese nos refirió que Storchi dialogaba con todos los responsables sobre las condiciones y cuestiones de trabajo, señalando específicamente en relación a este tema, que “imagina que en el seno de las conversaciones de la conducción se pasan estos datos”, refiriéndose al tema del personal de seguridad; “que normalmente siempre esta preocupación está en todos los niveles por como se va a hacer el trabajo y para que todo funcione bien”. De allí que sostener que cada director desarrollaba su actividad sin informarse de lo que hacían los otros, decir que funcionaban como departamentos estancos, no se condice con la realidad. En el caso en concreto, en lo que se refiere al tema de seguridad de las piletas y específicamente al número de guardavidas y la necesidad de una plataforma sobreelevada, no se trata de una decisión baladí, sino que implicaba, no solamente incrementar los gastos de la organización, sino también disminuir el riesgo propio de los natatorios semi-públicos explotados comercialmente por la empresa. Como miembro del directorio de “All Boys 2000 S.A.”, Storchi tenía la posibilidad y el deber, en virtud de la responsabilidad institucional, de instrumentar las medidas, y en este caso cumplir con la obligación de seguridad que preveía la ordenanza, y de ese modo conjurar los peligros que podían originarse en la pileta por el incumplimiento de dichas reglas de cuidado. Ello por cuanto no puede desconocerse que “All Boys 2000 S.A.” tenía bajo su control lo que podríamos llamar un “espacio peligroso”, tal cual es la pileta y su entorno de ahí deriva el deber de garante del directorio de dicha sociedad que es quien tenía que tomar las decisiones que podían impedir el aumento del riesgo no permitido, sin haber adoptado ninguna decisión en tal sentido, ninguno de los miembros. Específicamente, en relación al suceso que nos toca, es menester señalar que la circunstancia de que quien estaba en 377 custodia de la pileta, el directorio del club “All Boys 2000 S.A.” que tenía como presidente a Storchi, no haya cumplido con los reglamentos existentes en lo que se refiere a los guardavidas y a la plataforma sobreelevada, aumentó el peligro existente, a un nivel prohibido por la norma, para el bien amenazado, o sea, la integridad física de las personas que nadaban en aquélla; es decir que, disminuyó las chances de salvamento, riesgo que era previsible para el imputado. Está claro, que tal incumplimiento aumentó el peligro y disminuyó a su vez la chance de salvamento, toda vez que la presencia de dos guardavidas hubiera reducido notablemente la posibilidad de que Florencia se ahogara, pues como señalara la testigo Dreiling, ayudante de la profesora de los niños de más corta edad, se trata de “dos ojos más”, con mayor posibilidad de control sobre toda el área de la pileta y todos los demás “focos de peligro”, y con posibilidad de ubicarse en distintos lugares, lo que hubiera podido contrarrestar los efectos del reflejo del sol sobre el espejo de agua. En igual sentido, si hubiera habido una plataforma sobreelevada colocada en el lugar debido, también hubiera servido para tener una mejor panorámica de la superficie y del fondo de la pileta, ello teniendo en consideración de que efectivamente el natatorio debía contar con dos guardavidas, uno de los cuales estaría circulando. En suma, Storchi en su carácter de director tenía el dominio sobre la pileta del club “All Boys”, que se trataba de un “espacio peligroso”. Al no cumplir con la normativa vigente en relación a las medidas de seguridad ya indicadas, aumentó el riesgo y disminuyó la chance del salvamento, peligro que era evitable porque tenía la posibilidad de hacerlo, y que finalmente, se concretó en la muerte de la víctima. d.2) En lo que se refiere a Julio César Giraldi también se considera que es responsable de la muerte por sumersión de Florencia, al permitir, como coordinador de deportes de la colonia de vacaciones del club “All Boys 2000 S.A.” que las actividades natatorias se llevaran a cabo en una pileta que no contaba con las medidas de seguridad exigidas por la reglamentación, las que ya fueran posibilitaron el resultado ya indicado. 378 evidenciadas y que Poder Judicial de la Nación Según nos dijo el propio Giraldi, él tenía el cargo de coordinador deportivo, lo que implicaba organizar específicamente en el tema de la colonia, todas las actividades deportivas y recreativas, y la confección de instructivos de colonia para profesores en consuno con Canavese y los demás coordinadores, que trataba de contemplar la mayor cantidad de situaciones posibles, incluyendo una planificación a cumplir en la colonia de verano, y dicho instructivo incluía todo lo relacionado con la actividad natatoria. En cuanto a la función que cumplía Giraldi en la colonia de vacaciones, era como el nombre lo indica, supervisar todas las actividades que se realizaban durante la misma, incluyendo las prácticas que se desarrollaban en la pileta, lo que así surge del organigrama reservado. Tanto la imputada Kamenetzky como Privato refirieron que las instrucciones las recibían del imputado Giraldi. En tal sentido Ávila, profesor del otro grupo, señaló que Giraldi concurría a la pileta para controlar las actividades que realizaban ellos, que “era muy rompe pelotas”. También confirma la supervisión del nombrado Giraldi sobre la actividad acuática, la testigo Dreiling quien señaló que “a ella la supervisaba Giraldi” y le atribuye a Mariano Rosemberg ser coordinador de pileta, es decir distribuir a los profesores en la pileta. Aunque algunos de los testigos como Ávila y la misma Dreiling refirieron que Rosemberg era el coordinador de pileta, ello en modo alguno limitaba la superioridad jerárquica que tenía Giraldi sobre éste y los guardavidas, y la supervisión que ejercía, en definitiva, sobre todos ellos. También cabe destacar, que el día del hecho estaba presente Giraldi como coordinador de deportes que incluía, claro está, también toda la actividad relacionada con la pileta. Asimismo se desprende de la declaración de la propia querellante, la Sra. Rombolá, que quien la recibió a ella y a su familia para interiorizarlos de las actividades que desarrollaban en la colonia y quien los puso en contacto con la profesora Privato, fue Giraldi, instruyéndola a esta última a tomar nota de la imposibilidad de Florencia de bucear. Asimismo, Canavese expresó con respecto al organigrama ya 379 mencionado, que el trabajo del coordinador de deportes tiene que ver con la organización de la colonia, que está por encima de los demás profesores y guardavidas, porque hay una jerarquía, aunque cada uno puede tomar decisiones por sí mismo cuando es parte de su competencia, por ejemplo la guardavidas si la pileta no está en condiciones, puede cerrarla reafirmando que Giraldi estaba a cargo de toda la actividad deportiva y se trataba de una persona muy eficiente incluso cargoso para sus subordinados. Ahora bien, Giraldi al declarar, también dijo que su jefe era Canavese quien era responsable de coordinar todas las actividades deportivas en los clubes pertenecientes a la llamada “Red Megatlón”, lo que fue confirmado por Storchi y el propio Canavese al señalar que se desempeñaba como gerente de deportes de las diferentes sucursales y trabajaba en la planificación, ordenamiento y ejecución de las actividades de los socios del club, lo que incluía la organización de las colonias de verano. Sin embargo, se considera que, no obstante esta relación jerárquica entre Canavese y Giraldi, en modo alguno puede sostenerse que este último no fuera responsable de la pileta que supervisaba. Ello por cuanto tenía su custodia, al igual que la supervisión de los niños que practicaban actividades natatorias, dado su carácter de coordinador de deportes de la colonia de verano. Él tenía la capacidad de evitar que la pileta funcionara sin los resguardos exigidos por la ordenanza y ésta era su responsabilidad. Giraldi tenía amplia experiencia en la profesión, según él mismo nos relatara, desde 1989 venía trabajando en el ámbito privado y desde 1995 es profesor del “Instituto Hansen” en el nivel de jardín de infantes y primaria; que estuvo trabajando también en el club “Racing de Avellaneda” en la temporada 1994/1995, y a partir del año 1997 trabajó como coordinador deportivo de “Megatlón-All Boys”. Podía preveer, dada su experiencia, no solamente que la pileta es un “espacio peligroso”, sino que el no cumplir con la ordenanza, o sea, la presencia de dos guardavidas y la plataforma sobreelevada, que también le era exigible conocer dado su condición, incrementaba el riesgo y la posibilidad de un resultado disvalioso, tal cual sucedió. 380 Poder Judicial de la Nación No se advierte un solo dato en este juicio que permita suponer que el imputado hubiera dado alguna directiva o hecho conocer a sus superiores que la pileta, en las condiciones referidas, no podía ser utilizada, es más permitió el desarrollo de las actividades sin ningún tipo de advertencia. En suma, la pileta estaba bajo su custodia y dominio cuando Florencia realizó las últimas prácticas natatorias. Al autorizar que la pileta funcionara sin las reglas de cuidado exigidas por la ordenanza 41.718 incrementó el peligro y finalmente se concretó en la muerte de aquélla. d.3) En lo que se refiere a la responsabilidad de Privato, ésta era quien oficiaba de profesora en la colonia de vacaciones y quien debía cuidar los niños que estaban en su grupo, niños con deficiente técnica natatoria. En atención a ello, es dable demandar, según los dichos de los coordinadores de deportes de “All Boys” (Giraldi) y de la llamada “Red Megatlón” (Canavese), y del testigo Pizano, que en la parte profunda, específicamente, los resguardos debían ser mayores, es decir, que entraran de a uno, que no los perdiera de vista hasta que estuvieran afuera de la pileta y ayudarlos en su caso. Sin embargo, de las declaraciones de los distintos niños, ya analizadas, es dable inferir que contrariamente a la consigna, no solamente los mismos no entraban o ingresaban de a uno, permaneciendo al mismo tiempo en el espejo de agua, sino que por lo menos dos de los concurrentes – Tomás Borthelle y Ailín Lorenzo- salieron por un lado distinto –parte baja- lo que no coincide evidencia un con lo escenario que que señala en nada la defensa. se compadece Ello nos con las obligaciones que le exigían su actividad que era obrar de modo tal que le permitiera controlar, desde donde se encontraba, la actividad que estaba desarrollando cada uno de los niños que se encontraban en el “nivelito” a su cargo, y de ese modo evitar cualquier daño a la integridad física de aquellos. Privato ha pretendido aventar su responsabilidad al señalar, al prestar su declaración indagatoria, que cuando le tocó a Florencia realizar la actividad, quien se encontraba en 381 el medio, quinta o sexta, aquella se tiró como “cocodrilo”, luego ella le dio el impulso para ir hasta la escalera –la de 1,40 mts. aproximadamente-, y que lo último que vio fue agarrarse la nena de la misma y su cola fuera del agua. Al respecto cabe señalar, que sin perjuicio, como ya lo veremos, de que su obligación no solamente se limitaba a vigilar a Florencia hasta que llegara a la escalera sino que su deber se mantenía en todo momento aún fuera de la pileta, lo cierto es que su versión se desdibuja si tenemos en consideración que ninguno de los chicos que se encontraban en la fila, ni la guardavidas escucharon el ruido que hubiera producido al caerse de la escalera, si es que subió como lo dice Privato. Sin perjuicio de ello, cabe recordar que Mariano Daniel Aparicio refirió que fue casi el último en tirarse después de Florencia, y que se dio cuenta que era su turno porque Cecilia le dijo que se tirara, siendo que después que salió del agua escuchó que Giuliano gritó que había algo abajo, una nena; por su parte, Santiago de Jesús Díaz refirió que en un momento dado la pasó y no la vio mas, ni siquiera cuando la pasó; que Tomás Borthelle, que estaba más atrás, vio a Florencia abajo del agua en un sitio cercano a la escalera, en un punto límite entre lo bajo y lo profundo, ya que iba hacia ese lugar; y Giuliano Bacchi refirió que al llegar a la escalera pudo advertir a Florencia debajo de ella, dándole aviso a su profesora. Es decir que Privato, luego de que Florencia la alcanzara y retornara empujada por ella, hacia la escalera, la perdió de vista, pues de otro modo hubiera tenido que intervenir de inmediato, ya sea ella misma o dando aviso a quien actuaba de guardavidas; pero lo cierto es que pasaron mínimamente casi tres minutos entre que se hundió la menor y se produjo el fallecimiento, y ese es el tiempo que seguramente les tomó a Nathalie Mantiñan, a Santiago de Jesús Díaz, a Mariano Daniel Aparicio, a Tomás Borthelle y a Giuliano Bacchi, para hacer el ejercicio indicado, según el tiempo que estimara María del Carmen Boffa –profesora de educación física, entrenadora de natación y quien trabaja en el plan del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires-. En efecto, dicha profesora refirió, en cuanto al lapso que puede tardar un chico que nada estilo “perrito” en 382 Poder Judicial de la Nación realizar un trayecto de alrededor de cuatro metros en el agua, que es entre diez y quince segundos, a su entender, a lo que se debe agregar que la distancia a recorrer era de tres o cuatro metros de ida y tres o cuatro metros de vuelta, y la circunstancia de que, como ya se dijera reiteradamente, los niños tenían limitada su facultad de desplazamiento en el agua. Como ya se anticipara el deber de vigilancia de Privato no se acotaba hasta que los niños llegaban y se asían de la escalera, sino que se extendía hasta que salieran del agua y más aún, por lo que el esfuerzo defensivo de querer probar la ajenidad de aquélla con el hecho, aún a costa de testimonios contaminados que (en su momento llevó al Tribunal a anular los mismos al verificar irregularidades que presentaba el acto), resulta estéril. En nada modifica lo expuesto que Florencia no hubiera efectuado algún movimiento que exteriorizara lo que le estaba sucediendo, tales como levantar la mano, gritar u otro tipo de expresión, es decir que se tratara de lo que se llama un “ahogado silencioso” (como lo describiera Iconomópulos), pues se daría el mismo supuesto del que hubiera sufrido una pérdida de conocimiento ocasionado por un reflejo vasovagal: la profesora debió vigilar atentamente a todos los que estaban en su grupo, máxime cuando se trataba de niños de corta edad. Este Tribunal descarta que Privato obligara a los niños a realizar actividades que estaban fuera de sus posibilidades ni de las prácticas previstas en el instructivo de la colonia de verano, ni que los ejercicios demandaran un esfuerzo extraordinario que pudiera llevar a los niños a un agotamiento tal que pusiera en riesgo sus vidas. Así nos lo hicieron conocer varios de los niños como Giuliano Bacchi, Ailín Azul Lorenzo y Tomás Borthelle, entre otros. En suma, el contexto en que se desarrolló la última práctica, esto es, en un lugar de riesgo como es una pileta y el hecho de que Privato tuviera a su cargo niños de corta edad y de bajo rendimiento como nadadores, nos permite inferir que omitió cumplir encomendada con como la obligación profesora, al 383 que no demandaba vigilar a la tarea Florencia debidamente, lo que permitió que la misma muriera por asfixia por sumersión. d.4) En lo que atañe a Kamenetzky, debe decirse en primer término que la misma revestía al momento del suceso la calidad de guardavidas, según lo reconoció y lo corroboraron los testigos Canavese, Dreiling y Ávila, entre otros y los imputados Privato y Giraldi. En cuanto a la función que cumple un guardavidas, el sentido común nos señala que justamente es la de prevenir accidentes y asistir a quienes se encuentran en peligro dentro del agua, aún en el caso de que se encuentren sumergidos. Según nos relató Julio César Giraldi la guardavidas de todo el natatorio era Kamenetzky y que los responsables de la seguridad en dicho espacio son los guardavidas, es decir que tienen el deber de controlar dicho espejo de agua. Según Canavese, el guardavidas no tenía injerencia en los tipos de ejercicios que se realizaban en la pileta para la enseñanza de natación, pero sí tenían control de la seguridad, aclarando que si se llevaba a los chicos a la parte profunda el guardavidas debe acercarse a una distancia razonable. Por su parte Carlini, guardavidas del club “All Boys 2000 S.A.” del turno mañana señaló que los profesores no tienen que instruir a los guardavidas que tienen que hacer, aunque si ven a un grupo que puede requerir mas de su presencia, ellos colaboran con los profesores, tampoco toman conocimiento si los chicos saben o no nadar. Señaló asimismo que la función de guardavidas es la prevención, tienen que observar; que la misión del guardavidas en el ámbito del natatorio es la de prevención y seguridad; que entre sus cometidos se encuentra también el de controlar el fondo de la pileta y el de impedir que entre un niño solo a la misma, pues consideró que si un niño se encuentra con el profesor está profesor de debidamente educación resguardado. física, El testigo entrenador de Pizano, natación y guardavidas, expuso que el guardavidas debe resguardar con mayor intensidad a los grupos que se encuentran en la parte profunda y si hay mas de un grupo en esa parte, tiene que estar ubicado en un lugar equidistante. Por su parte Ávila confirmó que si bien la profesora y la guardavidas no trabajaban aisladamente, uno depende del otro, tienen distintas funciones, 384 Poder Judicial de la Nación uno la enseñanza y el aprendizaje y el otro la seguridad en la pileta, cada uno hace su tarea; que en los ejercicios que hacían en la parte profunda, ellos manejaban sus clases y la guardavidas estaba atenta a lo que ellos hacían, pero no le informaban a dónde iban a ir o qué ejercicio iban a realizar, no teniendo porqué decirle el paso que iban a dar. Asimismo Iconomópulos, director de la división capacitación de “Megatlón” en el área de emergencias médicas y de profesión guardavidas, señaló que el trabajo de guardavidas es netamente preventivo; que el guardavidas trabaja en equipo con el profesor que hace la actividad guiada, así ejemplificó: si se hace una actividad en la parte profunda y con todos los chicos afuera, el guardavidas debe mirar la actividad por cualquier problema que se puede suscitar, pero también debe visualizar que los demás chicos de la pileta estén en el marco de seguridad que esta actividad pretende, esto es, que los chicos no caminen por todos lados, en suma reflexionó, es un trabajo en equipo, uno confía en el trabajo del otro y hace el suyo lo mas profesional posible, agregando que para prevención el guardavidas debe caminar la pileta, estar constantemente circulando y mirar la actividad que se está haciendo. La propia Kamenetzky reconoció su obligación de custodia de los niños que ingresaban a la pileta al igual que de las personas que nadaban en la pileta libre, aclarando que en cuanto a la atención que debía poner era la misma en todos los sectores, pues existen riesgos en ambas partes de la pileta; que entiende que cuando lleva a los chicos que no saben nadar a la parte profunda, el profesor toma recaudos y el guardavidas intenta cubrir este sector sin desatender el resto de su obligación; que por su entrenamiento estaba en condiciones de hacer un rescate sola. Tenemos entonces, tal como nos han indicado los testigos, que era inherente a la función de la guardavidas garantizar la seguridad de todas aquellas personas que se encontraban en la pileta, pero debía maximizar su atención en aquellos niños que estaban nadando en la parte profunda porque el riesgo era mayor. También queda claro, que las funciones de Privato y de Kamenetzky eran 385 distintas aunque ambas eran garantes de la seguridad de los niños de la colonia, siendo más amplia la de Kamenetzky, claro está, porque se extendía su responsabilidad a todos aquellos que se encontraban en el interior de la pileta. El deber de control de Kamenentzky de todos modos, no excluía el deber de control de Privato. En lo que se refiere al lugar en el que se encontraba ubicada Kamenetzky al momento de la última práctica realizada por Privato y cuál fue su intervención en la asistencia de la menor, la imputada refirió que estaba parada en el borde de la pileta, en el sector frente al gimnasio, del lado izquierdo, entre el grupo que manejaba Ávila, en la parte baja y el de Privato, aunque más cercano al primero de ellos. Ello fue confirmado por los testigos Ávila y Lorenzo y por la imputada Privato, sin que exista ningún testimonio que lo desmienta. Asimismo la imputada refirió que de ese lugar podía observar prácticamente todos los sectores del natatorio, aclarando que si bien estaba parada en el borde de la pileta, circulaba, entendiendo que no había zonas donde no pudiera ver bien, que la iluminación era natural, sin poder recordar donde estaba mirando en el momento de la inmersión de Florencia, aunque no podía escuchar porque los chicos eran muy ruidosos. Agregó que en un momento determinado del ejercicio oyó un grito de la profesora pudiendo percibir que la llamaba por su nombre, que le gritaba “como que había alguien abajo”, por lo cual miró y sin problemas vio a Florencia abajo del agua, a la altura de la escalera; que el espacio no era muy grande entre la escalera y el fondo y ahí estaba el cuerpo, al lado de la pared, por lo que fue corriendo y se tiró a sacarla, lo que pudo hacer con la ayuda de Ávila, procediendo posteriormente a realizar las maniobras de resucitación que fueran infructuosas, mientras que Privato llevó a Giuliano Bacchi hacia la parte baja de la pileta, tapándole los ojos. En tal sentido, Ávila, confirmó que la guardavidas estaba ubicada entre su grupo y el de Privato, aclarando que en oportunidad de encontrarse jugando con los chicos escuchó un grito y posteriormente que lo llamaban para dirigirse a la escalera para ayudar a la guardavidas, que ya se había tirado a sacar a Florencia, y que luego salió corriendo hacia la gerencia para llamar una ambulancia. Por su parte, Privato ubicó a Kamenetzky en el croquis efectuado en la pizarra de la sala de audiencias, en el 386 Poder Judicial de la Nación mismo sector indicado y una vez advertida por Bacchi de que había un cuerpo debajo de la escalera, efectuó un grito de auxilio a la guardavidas, quien inmediatamente se tiró a rescatarla. También Ailín Azul Lorenzo refirió que había una guardavidas que estaba cerca de ellos y que era una mujer. Si bien Kamenetzky manifestó, como ya se dijera, que desde donde se encontraba ubicada podía observar claramente las distintas zonas de la pileta, es decir que afirmó “que no había zonas donde no pudiera ver bien”, tanto el Tribunal que se constituyó en el lugar, el día 19 de marzo de este año, en las primeras horas de la tarde (esto es en, en horario y época del año cercana a la que sucedió el hecho), como oportunamente el Sr. Juez a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción nro. 5, el Dr. Julio Lucini, el 6 de junio de 2001, también en horas de la tarde, pudieron advertir que desde el lugar en que Kamenetzky estaba ese día el “efecto espejo” que provocaba el reflejo del sol sobre el agua limitaba la visión en la zona de mayor profundidad, lo que pudo confirmar el video de la Policía Federal respecto a las condiciones lumínicas que presentaba la pileta el mismo día del hecho. A ello cabe agregar que también se pudo comprobar que dado el borde sobreelevado que rodea la pileta, no se podía observar el lugar donde fue encontrada Florencia, desde el sitio en que se dijo que estaba ubicada la guardavidas, con la claridad expresada por ella. Dichos impedimentos debían llevar a la enjuiciada a circular constantemente alrededor de la pileta, ésta es la diligencia que debía adoptar. No obstante ello, cabe recordar que Florencia estuvo por lo menos casi tres minutos debajo del agua. Se trata de un tiempo prolongado y si la guardavidas hubiera estado atenta, hubiera advertido que Florencia no había salido de la pileta e intervenido en consecuencia. La falta de diligencia para evitar cualquier obstáculo en su vigilancia y la falta de atención evidenciada en el caso por Kamenetzky constituyen la infracción del deber objetivo de cuidado atribuido, sin que nada influya en dicha conclusión la circunstancia de 387 que Florencia no hubiera exteriorizado que se estaba ahogando desde que era su deber, justamente, controlar la actividad de todos los concurrentes a la pileta, en cualquier supuesto y no solo en los casos en que, de forma manifiesta o evidente se exterioriza una dificultad. d.5) Finalmente también se ha atribuido a Horacio Roberto Bugallo, presidente del club “All Boys”, al momento del suceso, ser responsable de la muerte de Florencia Möller Rombolá ya que dicha entidad deportiva había dado en concesión la pileta y otros sectores de la entidad a la sociedad anónima “All Boys 2000”, lo que a juicio de los querellantes no lo desligaba de actividades las del obligaciones club y del de fiscalizar cumplimiento de todas las las normas reglamentarias de seguridad. Al respecto cabe señalar, en primer término, como ya se dijera en varios tramos de esta sentencia, que en el contrato de concesión, en su cláusula 2ª., se cedía la administración y explotación comercial de todos los sectores propiedad del concedente, que incluía la pileta al igual que todas las actividades. En la cláusula 19ª. se establece que la concesionaria será la única responsable de la selección y contratación del personal necesario para el cumplimiento de las tareas concernientes a la explotación motivo de ese contrato. Asimismo que la concesionaria se reserva en forma exclusiva el derecho de establecer el número de personas a emplear, y a determinar las remuneraciones, así como las altas y bajas de dicho personal empleado. Dicho contrato que fuera reconocido por los firmantes Torrente, Brey y Storchi, implicaba a juicio de este Tribunal que la custodia del objeto peligroso pasaba a manos del concesionario y él es quien debía cumplir los recaudos de seguridad que exige la normativa vigente. En este sentido el propio Storchi reconoció que al 12 de febrero de 2001 él era el presidente de “All Boys 2000 S.A.”; que la concesión abarcaba el natatorio y los restantes anexos, agregando que con respecto a la situación de Bugallo, que él no tiene ninguna intervención ni “nada que ver” con la organización “Megatlón”; que no tiene injerencia en las cuestiones que se deciden dentro de “All Boys 2000 S.A.”. Tampoco ninguno de los testigos que comparecieron en este 388 Poder Judicial de la Nación juicio nos hicieron conocer que Bugallo hubiera realizado diligencias tendientes a controlar u organizar actividades dentro del predio concesionado. No puede soslayarse que en la cláusula 18ª. se indica que el concedente podrá designar representantes que tengan a su cargo la fiscalización de las actividades que la concesionaria lleve a cabo con motivo de la explotación concesionada, así como el mantenimiento cláusula, es una de las facultad obras. del Como surge concedente de dicha designar o no representantes para asegurar el correcto servicio, pero en modo alguno puede inferirse de la misma que tuviera la potestad para asumir el control de la pileta, y concretamente, en lo que aquí interesa, la contratación de los guardavidas necesarios para garantizar la seguridad conforme a la reglamentación vigente y también con arreglo a la misma, la instalación en aquella de una plataforma sobreelevada. Se llega a tal conclusión habida cuenta la naturaleza jurídica del contrato de concesión. Según la definición que nos da Gastaldi del contrato de concesión privada, se trata de un convenio por el cual una parte se obliga a otorgar autorización a otra para la explotación de un local o un servicio que le compete y desea prestar a terceros, obligándose ésta otra parte a realizar tal explotación en su propio nombre, por su cuenta y a su riesgo por un tiempo limitado, con la posibilidad de control de aquélla. Señala dicho autor que el concesionario asume como principal obligación y adquiere también como principal derecho la realización de la explotación concedida; asevera que el concesionario actúa siempre por su cuenta y a su riesgo, que se traduce en la responsabilidad de la actividad frente a los terceros, ya que sin perjuicio de que por la apariencia éstos pueden ir contra el concedente, el concesionario deberá responder en definitiva por los perjuicios que ello ocasione, agrega que la actuación en nombre, por cuenta y a riesgo del concesionario incide asimismo en otros aspectos, como el laboral, puesto que correrán por cuenta de aquél no solo las remuneraciones sino las obligaciones del patrono. En cuanto al control se refiere, dicho autor señala que la reglamentación debe surgir de cláusulas expresas contenidas en el contrato y 389 si nada se determinara habrá que atenerse a la naturaleza de éste (ver Gastaldi, José María, “El contrato de concesión privada”, Ed. Astrea, Rodolfo Depalma y hnos., 1974, pág. 90/140). Bajo éste análisis, es dable reiterar que frente a un contrato que prevé expresamente cuáles son los derechos de cada una de las partes en el que se delega la custodia de cada uno de los sectores concesionados, como así también la facultad de contratar personal, el número, las altas y bajas del personal y a determinar las remuneraciones, cabe concluir que Bugallo no solamente carecía de facultades para intervenir en las decisiones empresariales de “All Boys 2000 S.A.” al respecto, sino también que estaba imposibilitado contractualmente y de hecho de impedir que se desarrollaran las actividades natatorias tal como se efectuaron. En suma, carecía de la calidad de garante porque no tenía ni el control material ni jurídico sobre la pileta, y tampoco podía intervenir en las actividades que desarrollaba “All Boys 2000 S.A.” en dicho “espacio de peligro”; en consecuencia, no le era exigible evitar la posible concreción de un resultado lesivo. Por todo lo expuesto, se entiende que no le es atribuible la muerte por sumersión de Florencia Möller Rombolá. VII.- Tipicidad: Las conductas atribuidas a Storchi, Giraldi, Privato y Kamenetzky se encuentran atrapadas por el tipo penal del artículo 84 del Código Penal de la Nación, o sea, por la figura del homicidio culposo, dado que obraron con imprudencia, negligencia e inobservaron los reglamentos vigentes lo que causó la muerte de Florencia Ayelén Möller Rombolá. a)En efecto, en relación a Storchi, como ya se dijera, tenía el deber de control de una “fuente peligrosa” que operaba en el propio ámbito de dominio, tal cual era la pileta, es decir que tenía la calidad de garante. La posición de garante existe, como lo señala Corcoy Bidasolo (“El delito imprudente, criterios de imputación del resultado”, PPU Barcelona, 1989, primera edición 1989, pág. 390 Poder Judicial de la Nación 162/163), por la situación del autor, en relación a esta fuente de peligro. En el caso que nos toca, como ya dimos por acreditado, Storchi era presidente de “All Boys 2000 S.A.”, sociedad a la cual se le habían cedido todas las instalaciones, incluida la pileta en cuestión donde se realizaban actividades natatorias, es decir que tenía la custodia de ese “foco de peligro”. Aún cuando se diera por cierto que existió una “organización” similar a un “holding de empresas”, se tuvo por corroborado que Storchi tenía el control sobre dichas instalaciones. Según señala Stratenwerth, de la cuestión de qué bienes deben ser protegidos y qué peligros deben ser conjurados, resulta el deber de garante al igual que el deber de cuidado: ambos deberes se definen y se delimitan recíprocamente, a modo de ejemplo dicho autor refiere: que el titular de una fábrica peligrosa tenga que instalar los mecanismos de seguridad necesarios deriva de su posición de garante; la cuestión de si puede asumir cierta medida de riesgo depende de las reglas generales de cuidado. Asimismo agrega que el deber de conjurar los peligros que amenazan el bien incluye al otro deber, de prestar atención a si él puede estar en peligro; por ello, respecto de la relación de garante tiene que ser suficiente con que aquella sea reconocible (Stratenwerth, Günter, “Derecho Penal Parte General I, el hecho punible”, 4ta. Edición, 2000, ed. Hammurabi”, pág. En el mismo sentido 529/532). Bacigalupo refiere que la posición de garante puede surgir de la posición en que se encuentra un deber de cuidado respecto de una “fuente de peligro”, es decir que el garante asumió una garantía de seguridad respecto de una fuente de peligro que tiene bajo su control (Bacigalupo, Enrique, “Derecho Penal Parte General”, ed. Hammurabi, pág. 392). Lo dicho lleva a señalar que los garantes están especialmente obligados, en la situación mencionada, a eliminar aquellos peligros percibidos y que aparecen desde un comienzo. En este sentido Frisch al referirse a la responsabilidad de los órganos directivos de las empresas señala que no se puede poner seriamente en duda su calidad de garante y su responsabilidad 391 para la exclusión de los peligros derivados de la explotación del negocio (cfr. “Responsabilidad Penal de las empresas y sus órganos y responsabilidad por el producto”, Frisch, Wolfgang, “Problemas fundamentales de la responsabilidad penal de los órganos de dirección de la empresa. Responsabilidad penal en el ámbito de la responsabilidad de la empresa y de la división del trabajo”, J.M. Bosch Editor, S. Mir Puig – D.M. Luzón Peña, 1996, pág. 99/127). Al poner en funcionamiento la colonia de vacaciones, más específicamente, al posibilitar actividades de natación en una pileta, y no cumplir con las medidas de seguridad previstas en la ordenanza 41.718, concretamente lo señalado en el artículo 31 en cuanto exige la presencia de dos guardavidas y una plataforma sobreelevada, se elevó el natural riesgo inherente a la pileta a un nivel superior del permitido, riesgo que se concretó finalmente en la muerte de Florencia por asfixia por sumersión. No desconoce este Tribunal, y en eso coincidimos con Corcoy Bidasolo, que las pautas de conductas previstas por una regla técnica fijan un estándar mínimo, tienen un carácter indicativo, y constituyen criterios rectores del comportamiento en el desempeño de actividades peligrosas. En suma, sirven de guía orientativa sobre lo exigible en cada caso para determinar la existencia o no de una realización típica; son reglas que “a priori” parecen convenientes en orden a la evitación de lesiones a bienes jurídicos, aunque su incumplimiento tendría solamente relevancia penal cuando existió una infracción a una norma de cuidado (cfr. Corcoy Bidasolo, ob. cit. pag. 106). Esta norma de cuidado abarca todas las posibles conductas capaces de crear un riesgo no permitido de lesión de un determinado bien jurídico –vida, integridad física- o de aumentarlo a un nivel prohibido, y dicho riesgo puede ser consecuencia de una creación activa de peligro –tipo omisivo imprudente o de la no prestación de una pretensión activa de salvaguarda-. El contenido del deber objetivo de cuidado se deriva de la previsibilidad de una lesión para bienes jurídicos por el riesgo que genera su proceder. Se ha cuestionado que los tipos culposos son tipos penales abiertos y en consecuencia se estaría violando el principio de legalidad penal. En este sentido cabe señalar que 392 Poder Judicial de la Nación la necesidad de valoraciones jurídicas para dar contenido a los tipos imprudentes es aceptado por la doctrina mayoritaria, dada la imposibilidad advertida de determinar el deber objetivo de cuidado exigible en el caso concreto con carácter general. Que eso se haga así, aclara Corcoy Bidasolo, no implica la conculcación del principio de legalidad penal ya que la norma de cuidado sí está prevista en el tipo y será a ésta a la que debe atenerse el juez en su valoración –al exigir por ejemplo que se obre prudentemente y con la debida diligencia-; tampoco es cierto que un deber objetivo de cuidado así concretado sea menos accesible al ciudadano y en consecuencia tenga menos eficacia motivadora (Corcoy Bidasolo, ob. cit., pag. 120). Por su parte, Zaffaroni, Slokar y Alagia señalan en tal sentido, que es innegable que son múltiples las actividades en que es previsible el resultado lesivo. No obstante, en esa previsibilidad –que con frecuencia es previsión- hay una limitación de carácter normativo que la deja particularmente fuera del tipo, o sea, que determina qué previsibilidad es típicamente relevante. A menudo el criterio es reconocido y determinado por la misma ley material que suele indicar los límites del deber de cuidado: a esto se refiere específicamente el texto legal cuando menciona la inobservancia de los deberes y reglamentos. Señalan los autores mencionados que con todo, no cualquier infracción reglamentaria implica mecánicamente una violación al deber objetivo de cuidado; que dada la organización federal –artículo 1° C.N.- y la garantía del régimen municipal –artículo 5° C.N.- (en el caso el artículo 129 de la Carta Magna), se vuelve inaceptable que la tipicidad de una misma acción dependa solo de ordenanzas municipales. En principio, el artículo 84 no es una ley penal en blanco, y, además no puede violar el principio de igualdad ante la ley, para concluir en este aspecto, que las violaciones reglamentarias son indicios de violación al deber de cuidado siempre a condición de que se hallen vigentes, lo que no es una cuestión formal sino material, dando como ejemplo que un límite de velocidad establecido reglamentariamente no estaría vigente si la misma autoridad regula la señalización luminosa para circular a una velocidad superior. Igual criterio se impone 393 para dichos autores, si la reglamentación ha sido superada por la técnica que evita el peligro de modo mas eficaz y por supuesto en los casos en que la violación reglamentaria no tiene relación alguna con el resultado producido (Zaffaroni Eugenio Raúl, Alagia Alejandro, Slokar Alejandro, “Derecho Penal, Parte General”, Ediar, 2000, pág. 529 y siguientes). El directorio de “All Boys 2000 S.A.”, del cual era presidente Storchi, incumplió con las reglas técnicas previstas en el artículo 31 de aplicación entre otras a las piletas semipúblicas –dos guardavidas y plataforma sobreelevada-. Dicha disposición legal se encontraba vigente y era operativa tal como nos explayáramos en el punto correspondiente, y no ha sido derogada por ninguna norma técnica que asegure en mayor medida a los que practican natación. Dicho incumplimiento trajo aparejado un aumento del peligro en un nivel superior al permitido por la norma lo que se concretó, en el caso aquí tratado, en el óbito de Florencia Möller Rombolá. Se asevera ello por cuanto si durante las prácticas natatorias en las que participó la nombrada en el marco de la colonia de vacaciones, hubieran estado presentes dos guardavidas, sobreelevada, posibilitado y como una si se ya mayor hubiera lo instalado describiéramos, vigilancia sobre toda una se la silla hubiese pileta y evitado el obstáculo que ello significaba el reflejo del agua. Su instrumentación hubiera reducido claramente el peligro que corría la vida de los niños (ver Bacigalupo, ob. cit., pág. 391). Está claro que el fin de protección de la norma, el artículo 31 de la ordenanza mencionada, era evitar el incremento de un riesgo permitido y fijar un límite en los natatorios semi-púlblicos que posibilitaba la concreción de un resultado, es decir, de ahogamientos por sumersión que podían producirse en el espejo de agua. En este sentido Roxin señala que si el autor rebasa el riesgo permitido y con ello sigue incrementando el riesgo que precisamente aún era tolerable, crea un riesgo en conjunto, sencillamente prohibido; y ese riesgo prohibido en su totalidad también se realiza si se produce el resultado. Asimismo, refiere que no se puede descomponer el riesgo en un quantum permitido y otro prohibido y exigir una comprobación de la causalidad separada para cada 394 uno, es algo que se sigue Poder Judicial de la Nación necesariamente del fin de la protección de la norma de cuidado, que también es en otros casos tan importante para la cuestión de si se ha realizado un peligro no permitido. Afirmando por último que el legislador tiene que insistir en el cumplimiento de la norma de cuidado precisamente allí donde su observancia ciertamente aumenta claramente la posibilidad de salvaguardar el bien jurídico, pero no lo garantiza con absoluta seguridad (cfr. Roxin, Claus, “Derecho Penal Parte General”, Tomo I, 2da. edición, pág. 379 y siguientes). La omisión imprudente aquí tratada es imputable a Storchi por ser director de una empresa que llevó a cabo un emprendimiento incumpliendo las normativas vigentes de seguridad. Schünemann principio de la ha señalado con descentralización, razón que característico tras el en la organización de la empresa moderna y la transformación de la función de poder y de decisión de las altas instancias, por él condicionada, la “organización de la responsabilidad” –por decirlo con una expresión tópica-, amenaza con convertirse en la “organizada irresponsabilidad”, lo que desde un punto de vista jurídico penal se expresa a través de un cambio de la imputación del hecho hacia abajo, si no hacia los miembros de la organización que están más abajo, ya que sólo ellos llevan a cabo por sí mismos la actuación tipificada en el supuesto de hecho penal o administrativo. Al respecto señala el autor citado que se admite mayoritariamente en la doctrina, en principio, una posición de garante que afecta al director del establecimiento, custodia de una cosa peligrosa, que se extiende parcialmente hacia abajo a través de cada acto de aceptación descentralizador (ver Schünemann, Bernd, “Cuestiones básicas de dogmática jurídico-penal y de política criminal acerca de la criminalidad de la empresa”, Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, t. XLI, fasc. II, mayo-agosto de 1988, Madrid, pág. 531/557). Por su parte, en relación a este punto, Stratenwerth refiere que también en el delito de omisión imprudente pueden intervenir varios, como, dicho a modo de ejemplo cuando los directores de una empresa omiten retirar un producto cuya 395 nocividad para la salud habrían tenido que reconocer; dado que en el delito imprudente está excluida la coautoría se plantea la cuestión de si el director individualmente también responde si no se puede comprobar que él habría podido producir la resolución necesaria de todo el directorio. Agregando que eso no se puede fundamentar con la teoría de la equivalencia, si no sólo en vista a las particularidades de la imputación en caso de decisiones de un ente colectivo. Así como cada uno que la aprobó es responsable por ella, incluso si la mayoría habría podido tomarla aún sin su concurso, así también tiene que responder por no haberla tomado cada uno que no actuó en esa dirección, de otro modo, cada uno se podría desgravar, hace notar el autor citado, con la excusa de la inactividad equivalente al resto (Stratenwerth, ob. cit., pág. 531/532). En tal orientación Frisch afirma que no se puede poner seriamente en duda la existencia de una responsabilidad especial de los órganos directivos de la empresa para la exclusión de los peligros derivados de la explotación del negocio. Pues dichos órganos no sólo ostentan en principio (excluyendo además a terceros) el poder de organización para una serie de acciones, resultando por ello específicamente competentes para la exclusión de los peligros derivados de las mismas, sino que ejercitan dicho poder de organización con pretensión de responsables de duración, las por lesiones lo en que los resultan bienes también jurídicos de terceros o de la colectividad que se pueden derivar de esa configuración estable de la organización. Y, en consecuencia, están especialmente obligados a eliminar aquellos peligros que, de haber existido desde un comienzo, hubieran sido un argumento contrario a la constitución de dicha relación duradera; así ocurre, refiere dicho autor, cuando, como consecuencia de alteraciones en las instalaciones, se produce un peligro tal para el medio ambiente o para bienes jurídicos de terceros que, de haberse percibido desde un principio dicha instalación no hubiese sido puesta en marcha ó cuando resulta visible un fallo en el plan de actuación que de ser conocible en el momento de la elaboración de dicho plan, habría convertido a éste en un acto de creación de un riesgo desaprobado (ver Frisch, Wolfgang, en ob. cit. pág 118/119). En esta inteligencia, es dable reiterar que Storchi, 396 Poder Judicial de la Nación como parte del directorio de “All Boys 2000 S.A.”, tenía la custodia de una fuente de peligro, estaba obligado como garante a cumplir las normas de seguridad consagradas respecto de la pileta, y tenia la competencia de dictar las medidas en consecuencia, al igual que los otros miembros del directorio, ello para evitar elevar el riesgo, el que era previsible, cognosible, habida cuenta su calidad. Finalmente cabe señalar, que al crear una situación peligrosa el imputado, como presidente de “All Boys 2000 S.A.” y por consiguiente como custodio de la pileta, no puede invocar ni el principio de confianza ni el principio de división de trabajo, que a nuestro juicio tampoco ha sido acreditado como ya se ha dicho (cfr. Stratenwerth, ob. cit., pág. 530 y siguientes), desde que, cabe reiterarlo, su conducta alternativa conforme al deber de cuidado hubiese reducido ciertamente el riesgo para la vida de la víctima a un nivel aceptable y con ello, evitado muy posiblemente el resultado de su muerte. En suma Storchi como miembro del directorio de “All Boys 2000 S.A.”, es responsable por haber incumplido las normas de seguridad que estaban vigentes, y que posibilitó la muerte por asfixia por sumersión de Florencia Möller Rombolá. Por último, no obstante que la querella durante todo este proceso ha hecho hincapié en que también “All Boys 2000 S.A.” no observó la obligación de que la pileta cuente con una canaleta perimetral, fácilmente aprehensible con la mano (art. 15 de la ordenanza citada), lo cierto es que no se ha probado que la ausencia de tal recaudo, en el caso concreto hubiera incrementado el riesgo traducido en el resultado, ya que ninguno de los testigos menciona que en el curso del último de los ejercicios Florencia Möller Rombolá hubiera intentado agarrarse del mismo. b) También la conducta atribuida a Julio Cesar Giraldi, encuentra adecuación típica en el artículo 84 del Código Penal de la Nación, pues al no impedir prácticas natatorias en la pileta, por parte de los concurrentes a la colonia, dada su calidad de coordinador de deportes de la 397 misma, violó un deber objetivo de cuidado y ello elevó un riesgo que se concretó en el resultado. Como ya nos refiriéramos al describir los fundamentos por los cuales se le atribuye esta conducta, efectivamente las pruebas nos indican que en razón del cargo que desempeñaba, tenía el deber de protección de las vidas de los concurrentes a la colonia de vacaciones frente a los peligros que podían amenazarlos, y tales deberes son indudables cuando se tiene por objeto el cuidado de personas que requieren su atención, como es el caso de niños que apenas podían desplazarse en el agua, y el cuidado de una fuente de peligro como es una pileta. Es decir que, el imputado asumió, al desempeñarse en dicha función, una garantía de seguridad. También le era exigible, en ese rol, que pudiera prever el riesgo creado. Iguales consideraciones que las efectuadas en forma precedente respecto del imputado Storchi sirven para descartar a su respecto la aplicación de los principios de confianza y división del trabajo, al igual que para afirmar que el incremento del riesgo por él generado y su conducta alternativa conforme al deber de cuidado hubiese reducido ciertamente el peligro para la vida de la víctima y con ello evitado muy posiblemente el resultado. c) En cuanto a lo que se refiere a la imputada María Cecilia Privato, el juicio de tipicidad que corresponde emitir resulta ser también el de homicidio culposo (art. 84 del Código Penal de la Nación). En efecto, Privato como profesora de natación de la colonia de verano, había asumido la protección de los niños que tenía a su cargo. En virtud de ello, debía vigilarlos durante toda la actividad que desarrollaban en la pileta, control que no solamente abarcaba, específicamente en relación a Florencia, hasta que llegara a asirse de la escalera, sino que iba mas allá, hasta que aquella saliera de ese espacio de peligro. No obstante ello, violó el deber de cuidado objetivo, al obrar con descuido, negligencia que trajo aparejado que Florencia, falleciera por asfixia por sumersión. Asimismo, dado el carácter de las actividades que estaban a su cargo, Privato debió prever la posibilidad de la aparición de este resultado. 398 Poder Judicial de la Nación d) Finalmente, en relación a Giselle Vanesa Kamenetzky, su proceder se encuentra atrapado por el tipo penal imprudente mencionado, en atención a que aquella, como guardavidas, tenía el deber de garantizar la seguridad de todas las personas que se encontraban en el espejo de agua; especialmente a los niños de corta edad que se hallaban en la parte profunda y que tenían poca capacidad para desplazarse en el agua. En esta inteligencia, debía adoptar todas las medidas de cuidado que pudieran impedir un resultado disvalioso. En el caso concreto, como ya se indicara, Kamenetzky no vigiló debidamente a Florencia, cuando ella realizó el último de los ejercicios y no tomó los recaudos necesarios como era el de circular alrededor de la pileta, o colocarse en un lugar desde el que pudiera observar debidamente las prácticas que se realizaban en la misma para vencer el reflejo del sol que le impedía ver el fondo. Debe reiterarse que Florencia permaneció sumergida por un lapso de casi tres a diez minutos, lo que nos denota que de haber obrado diligentemente hubiera podido evitar la muerte de Florencia, siendo dicho resultado previsible, en atención, como ya se dijera, a la aptitud natatoria de los niños, la “fuente de peligro” que constituía la pileta y su calidad de guardavidas. e) La defensa de Fernando Martín Storchi introdujo en la discusión la cuestión relativa a los delitos de omisión impropia, señalando que la querella no había fundado adecuadamente la diferencia existente entre los delitos activos y omisivos en cuanto a que en los segundos la causalidad no está presente; que tampoco la querella se hizo cargo del reparo constitucional de los delitos de omisión impropia no escritos; ni explicitó la situación generadora del deber de actuar en cabeza de Storchi ni la situación jurídica y la disponibilidad en la que se encontró éste y que lo obligaba a actuar, ni cual era el nexo de evitación. Como primera cuestión hay que aclarar que es cierto que en nuestro derecho sustantivo no existe una norma en la parte general del Código Penal (como ocurre en Alemania, art. 399 13 del StGB, introducido en 1969; o en España, art. 11 del Código Penal de 1995) que establezca una ampliación expresa de la imputación penal por la producción de un resultado, cuando lo que se omite es su evitación en el contexto de una situación especial de garantía, o luego de la realización de una conducta previa de creación o incremento del peligro de materialización del resultado. No obstante ello, como veremos seguidamente, ello no significa que sea atendible el planteo que se señala al principio del presente acápite. Dado que los acusados lo fueron en base a un tipo penal activo de homicidio, atribuyéndoseles por la querella las omisiones que se señalaron en puntos anteriores, sí corresponde, como lo planteara la defensa de Storchi, que en esta sentencia se de respuesta a varias cuestiones relativas a la pretendida fuente de responsabilidad a fin de determinar si es o no sustentable la pretensión punitiva desplegada por la querella a la luz del principio constitucional de legalidad (lex praevia art. 18 de la C.N.). Para ello se debe analizar la cuestión de la causalidad dado que, como señaló la defensa de Storchi, en la tipicidad omisiva no existe nexo de causación -a diferencia de la tipicidad activa-, requiriéndose sí que el agente no haya colocado la acción que hubiese interrumpido la causalidad que provocó el resultado. Se afirma que siendo la causalidad una categoría del ser, ambas formas -comisiva y omisiva- se basan en ella, ya que, la primera se determina comprobando que con la supresión de la conducta prohibida desaparece el resultado (causación), en tanto que en la segunda se termina verificando que, con la hipotética interposición de la conducta debida, desaparece el resultado (evitación). Se concluye así, que en éste último grupo de delitos -los omisivos- existe un nexo de evitación que funciona como el equivalente típico del de causación, señalándose que en ambas formas se revela la causalidad a efectos de individualizar la conducta debida (Cfr. Zaffaroni – Alagia – Slokar, ob. cit, pág. 546). Se han abandonado ya las teorías decimonónicas que pretendían buscar a toda costa -aun en las omisiones- alguna actividad que recondujera causalmente a la modificación del mundo exterior (Luden, con su acción simultánea; Klug, Glaser y 400 Poder Judicial de la Nación Merkel, acción previa que no se evita, lo que implicaría un dolo subsequens; Binding, acción interna que aplica el omitente para reprimir sus impulsos). Sin embargo en la actualidad se sigue afirmando que una omisión y un resultado pueden estar unidos por una relación de causalidad, relación que, sin embargo, deja de presentar un carácter mecánico, consistiendo en el entendimiento de la relación causal como una categoría del pensamiento, por lo que no existiría obstáculo alguno en afirmar que un determinado resultado es reconducible tanto a factores positivos como a negativos, o -más puntualmente- que toda modificación del mundo exterior tiene su origen (por ejemplo cuando el tren arrolla al automóvil pero el guarda del paso a nivel no ha bajado las barreras) tanto en condiciones positivas como negativas (Cfr. Enrique Gimbernat Ordeig "La Causalidad en la Omisión Impropia", Rubinzal Culzoni, 2003, p. 9 y ssgtes.). En la actualidad, es mayoritaria la dirección doctrinal que niega en general la funcionalidad de una ley de causalidad en clave naturalista que determine un enlace físiconatural pues relación de verificar entre omisión causalidad mediante una y (ex resultado nihilo no nihil comprobación puede fit) existir debiéndose hipotética con una probabilidad muy cercana a la certeza el efecto de la acción omitida sobre el resultado que la norma incriminadora deseaba impedir. Siguiendo a Gimbernat Ordeig (op.cit. p. 25) se puede afirmar que con el intento de demostrar que la omisión es tan causal del resultado como lo puede ser un hacer positivo, de lo que se trata es de evitar la objeción que la punibilidad de la comisión por omisión vulnere el principio de legalidad (algo que preocupación expresiones fuera planteado constante, legales por porque de, por la si defensa se ejemplo de mantiene "causar la Storchi) que las muerte" significan causar en sentido fisiconatural una muerte, sería imposible subsumir en el tipo penal del art. 84 del Código Penal argentino, sin infringir el nullum crimen sine lege, cualquier clase de omisión. Veamos que esto no es así, salvo que aceptásemos el 401 escándalo jurídico que implicaría dejar impunes graves omisiones determinantes del resultado muerte como las que se han probado en la presente causa. En efecto, como señala el citado autor, en el tema de la relación de causalidad se acude en definitiva, para los delitos de omisión que consisten, como en el caso, en la causación de un resultado típico a través de la inobservancia de un deber específico, a la fórmula adoptada de la conditio sine qua non: una omisión es causal -o (cuasi) causal- si, añadida in mente la acción omitida, desaparece con un alto grado de probabilidad el resultado. La fórmula de la conditio sine qua non adaptada es la que determina causalidad); requisito la sin relación embargo adicional resultado que, para además, complementándose así de en las omisiones que el omitente esté la causalidad en una causalidad (o se de cuasi exige, como responda posición con un por el especial, criterio de imputación en el rol de garante interpretado en perspectiva ético-solidarista o en el aumento del riesgo (Cfr. Stratenwerth; Rudolphi, cit. Por Andrea Raffaele Castaldo, “La Imputación Objetiva en el delito Culposo de Resultado”, BdeF, 2004, p. 54). Este criterio de imputación, que debe surgir claramente a partir de una incuestionable equivalencia en el caso concreto entre la omisión y la acción positiva (como lo señala Günther Stratenwetrh, “Derecho Penal- Parte General, Edersa, 1982, p. 292 y ss.), para poder superar el señalado cuestionamiento constitucional, en virtud del principio de legalidad, se ha configurado claramente en cabeza de los acusados. En efecto, tal como se dijo, Storchi era el presidente de la empresa que tenía a su cargo -por contrato firmado por él mismo- el control del natatorio, poseyendo además la facultad de establecer el número de personas a emplear –entre ellos lógicamente los guardavidas- y a determinar las remuneraciones, las altas y las bajas de dicho personal empleado; y de realizar las mejoras que estimara necesarias, entre ellas, obviamente, las que hacían a la seguridad del personal y de los usurarios. Sin embargo, a pesar de las importantes mejoras que 402 Poder Judicial de la Nación se realizaron inicialmente en el ámbito del natatorio, al momento del hecho, no se había destinado en el lugar el número de guardavidas necesario según la exigencia reglamentaria que ya se analizara, ni se había implementado la plataforma sobrelevada que, como se analizó, hubiese significado –cuanto menos- una drástica disminución a niveles permitidos del riesgo de producción del resultado dañoso que posteriormente se vio realizado con la muerte de Florencia Möller Rombolá. Tomar dichas medidas, cognoscibles para él por estar contenidas en la reglamentación de la actividad de empresario en el ámbito deportivo que desarrollaba como profesión habitual, como el propio Storchi reconociera en su declaración, hubiese significado un esfuerzo práctico y económico menor en relación a la importancia económica y social del emprendimiento que tenía a su cargo. Sucintamente en doctrina se exige en los delitos de omisión, para que un resultado pueda ser imputado a una inactividad,: a) o bien que la acción omitida hubiera evitado el resultado con una probabilidad rayana en la seguridad doctrina dominante-; b) o bien que se de la certeza o seguridad de que la acción hubiera impedido el resultado típico -doctrina minoritaria- ; c) o bien que la acción omitida hubiera disminuido el riesgo de la producción del resultado -doctrina también en minoría-. Sin embargo, como bien sostiene el autor que estamos siguiendo en este punto, siendo que la que se ha denominado "doctrina dominante", para poder zanjar el problema que se suscita cuando la evitación del resultado depende de la ulterior intervención de un tercero -en el caso de autos, la omisión de Storchi de proveer el segundo guardavidas y la plataforma sobreelevada en el natatorio del club “All Boys”- la solución habrá que buscarla en el nivel de riesgo permitido de los focos de peligro y en si el correspondiente garante -en este caso el mencionado Fernando Storchi- ha cumplido o no con su obligación de mantener en ese nivel -o de reconducirlo a él, en el supuesto de que hubiera sido ya sobrepasado- el foco de peligro causante del resultado típico (Gimbernat Ordeig, "Causalidad, Omisión e imprudencia", Anuario de Derecho Penal y 403 Ciencias Penales, Madrid, Septiembre-Diciembre, MCMXCIV) siendo que, como se dijo, la implementación de los medios de aseguramiento requeridos habría evitado muy posiblemente el riesgo de producción del resultado o disminuido a un nivel permitido el riesgo de su producción. La teoría de la imputación objetiva, desarrollada sobre el modelo de los delitos imprudentes señala, en uno de los enunciados más comunes, que para un castigo por imprudencia, se necesita que el autor, en primer lugar, haya creado un riesgo no permitido, y que, en segundo lugar, ese riesgo se haya realizado en una forma contradictoria con el fin de protección de la norma infringida. Señala situación de precedente Claus peligro o Roxin que (mayormente injerencia, del la provocación denominada latín de una comportamiento íngerere, inmiscuirse) fundamenta el deber de evitar un resultado típico posiblemente originado en aquélla situación y que, ya desde el Siglo XIX, rigen como fuente la ley, el contrato y el comportamiento precedente, como las tres razones en virtud de las cuales se originan deberes de evitación de resultados ("Injerencia e Imputación Objetiva", Nuevas Formulaciones en las Ciencias Penales - Homenaje a Claus Roxin, Lerner - Córdoba, 2001, p. 141 y ss.). Se discute hoy en día no solo la derivación causal del deber de garante -al que nos referimos previamente- sino también la teoría formal del deber jurídico. La opinión hoy predominante reconoce tan solo dos grandes grupos [creadores] de posiciones de garante: la asunción de una función de protección y el deber de vigilancia de fuentes de peligro. El segundo caso –aplicable a los acusados- se fundamenta en la idea de que la creación de peligros trae en sí la obligación de prevenir sus consecuencias dañosas. Así por ejemplo, quien dirige una fábrica de productos químicos debe ocuparse de que la población no sea dañada por explosiones o gases venenosos. Si esa persona omite las medidas de seguridad requeridas, deberá rendir cuentas por las consecuencias que tengan lugar" (Claus Roxin, op.cit., p. 142/3). Para Roxin -a quien seguimos en este punto- la condición decisiva para la fundamentación de una posición de garante es la posibilidad de 404 imputación objetiva del Poder Judicial de la Nación comportamiento precedente causante de peligro, pues solo aquél a quien se puede imputar conforme a parámetros jurídicos el peligro creado tiene responsabilidad de ello, debiendo prevenir, llegado el caso, la transformación de la puesta en peligro en una lesión diferente o en otra más grave. Señala el mismo autor que la posición de garante depende de que: a) el comportamiento precedente haya creado un riesgo jurídicamente relevante para la víctima; b) que el comportamiento precedente haya excedido el riesgo permitido (Roxin, op.cit., p. 144/5). A pesar del esfuerzo de la defensa de Storchi en negar lo evidente, ha quedado demostrado en autos que en el natatorio explotado por la empresa que él presidía no se daba cumplimiento a reglamentación, medidas medidas de que seguridad habrían exigidas impedido por con la alta probabilidad la muerte de Florencia. Siendo absolutamente decisiva la cuestión del foco de peligro para resolver el presente caso, es menester considerar la situación apreciable por los acusados, existente ex ante de la materialización del resultado lesivo -muerte de la víctima-, ya que la existencia o no del peligro típico se debe decidir en el momento en que el sujeto aún no ha comenzado a actuar y puede optar entre hacerlo en una u otra dirección. Es en el momento en que se va a actuar en el cual la norma debe dirigir su conminación al sujeto, mandándolo a hacer o no algo en determinada dirección (Cfr. Jesús M. Silva Sánchez, "El delito de Omisión", BdeF, 2003, p. 355). Tal mandato de actuación debe estar en función de la situación en que aparezca -en aquél momento- el bien jurídico merecedor de protección: en el caso de Storchi, la vida y la salud de los usuarios del natatorio del Club All Boys. No cabe la más mínima duda que el hecho de ser la desempeñada por los acusados, una actividad necesariamente reglamentada por el hecho de estar en juego la vida y la salud de las personas, cobra sentido la implementación de baremos o estándares de seguridad por parte de la autoridad –si se quiere siempre perfectibles- a los cuales –en el caso de Storchi- un empresario diligente puede remitirse para cumplir adecuadamente con su derecho de ganar dinero lícitamente, sin perjudicar a 405 los usuarios, y sin que sea necesario caer en una situación autodestructiva en términos económicos como sería el supuesto de “autoclausura” que Storchi planteó como alternativa a su conducta empresarial negligente. La ventaja con la que contaban los acusados es que todos ellos –como lo reconocieron expresamente- tenían experiencia y estaban capacitados para lo que hacían. Como conocían su oficio, conocían también los deberes que les incumbían respecto de las personas con las que interactuaban profesionalmente en el ámbito de la natación –en lo que nos interesa- en el que se desempeñaban. Usuarios, socios, alumnos, estaban en mayor o menor grado, bajo su custodia, situación en la que los acusados se pusieron a sí mismos al adoptar libremente el desarrollo de una actividad –la enseñanza de la natación- que entraña de por si riesgos, los cuales estaban obligados a mantener dentro del límite de lo permitido, límite que todos ellos conocían perfectamente en base a su reconocida experiencia. Cuando existe ex ante una fuente de peligro, el propietario o poseedor -en nuestro caso organizador u operadorefectivo de esas cosas potencialmente peligrosas tiene un deber de evitación que alcanza no solo a los casos de peligros derivados directamente de la cosa, sino también a los que lo hacen de la actuación de terceros -en el caso de Storchi, coordinadores, docentes y guardavidas- cuando el propietario, poseedor u organizador ha omitido previamente las medidas de aseguramiento. Lo anterior implica que el mencionado deber de evitación no tiene como fundamento la responsabilidad por propiedad u organización de la cosa, sino la existencia de una omisión precedente contraria a deber (Cfr. Landau. P.W., cit por Silva Sánchez, op. cit. p. 360). Ahora bien, tal como hemos reseñado previamente ha quedado demostrado en la presente causa la existencia de deberes de aseguramiento que estaba obligado a instrumentar Fernando Storchi, como presidente de “All Boys 2000 S.A.” – junto al resto del directorio de la empresa- antes de que se produjese la muerte de Florencia, y se señaló además cuál era la fuente de esos deberes –la Ordenanza nro 41.718, publicada el 21 de enero de 1987-. Se dijo “ut-supra” que la norma especialmente aplicable era el 406 artículo 31 de la citada Poder Judicial de la Nación ordenanza que establece que durante las horas de funcionamiento del natatorio debían estar presentes en el recinto de la misma, dos personas con título de guardavidas, reconocidos por la Municipalidad de Buenos Aires, las que se ubicarán en plataformas sobreelevadas que aseguren la clara visualización de los bañistas, dejando en claro que la dirección competente podrá exigir otro número de guardavidas teniendo en cuenta el funcionamiento del natatorio. En lo que respecta a Julio César Giraldi, que desempeñó el rol de coordinador deportivo de la colonia de vacaciones del club “All Boys 2000 S.A”, que tenía a su cargo organizar el funcionamiento de la colonia en cuanto a las actividades deportivas y recreativas, de consuno con Canavese y los demás coordinadores, supervisando la tarea de docentes y guardavidas, entre ellos obviamente Kamenetzky y Privato, tarea en la cual acredita amplia experiencia según el mismo refirió al Tribunal, por reglamentarios en lo que orden debió al conocer número los de requerimientos guardavidas y la plataforma sobrelevada, dejó de adoptar cualquier diligencia tendiente a que la pileta se utilizase en condiciones de seguridad para los bañistas. María Cecilia Privato, por su parte, omitió el cuidado debido como profesora a cargo de niños con un bajo nivel de experiencia en la natación, desatendiendo específicamente a Florencia, lo que posibilitó que la misma muriera asfixiada por ahogamiento. En el caso de Giselle Vanesa Kamenetzky cabe meritar que realizó deficientemente el deber de vigilancia que tenía por su rol de guardavidas en el momento del hecho, circunstancia que motivó que Florencia no pudiese ser rescatada con la premura que hubiera permitido evitar su muerte. Las referidas omisiones, reveladoras todas ellas de un “actuar negligente” en el ámbito de las competencias personales de cada uno de los imputados deben ser subsumidas en el tipo penal del art. 84 del C.P. quedando descartada la tacha de inconstitucionalidad que introdujera la defensa de Fernando Storchi. 407 f) La parte querellante ha calificado las conductas de los imputados como homicidio doloso en los términos del art. 79 del Código Penal de la Nación, señalando que todos los imputados eran conscientes del riesgo, se representaron el mismo, lo asumieron y lo elevaron, provocando la muerte de Florencia Möller Rombolá; agregó también aquélla que está prohibida la elevación del riesgo, y que dicha elevación es absolutamente independiente del disvalor de la intención; solo así se puede entender que tanto el dolo directo de primer grado como el de segundo grado, como el dolo eventual pueden ser castigados con la misma penalidad. Afirmó a su vez la querella que el hecho de que la norma por encima del evento límite prohíba ya la elevación del riesgo, es lo que permite una estructura conceptual común a toda clase de dolo y el tratamiento unitario, citando autores como Sancinetti, Jakobs y Welzel, para concluir que los inculpados tuvieron el ánimo reprochable caracterizante del dolo eventual, porque está probado a su juicio que mediante la representación de la posibilidad de que ocurra el delito, su estado de ánimo fue guiado por la indiferencia, la desaprensión, y los fines egoístas vinculados al lucro, prefirieron correr el riesgo y de esa manera asintieron implícitamente y optaron por dirigir sus acciones hacia el delito (requerimiento de elevación a juicio al que hace referencia en su alegato). En primer término, es menester señalar que no aparece claro cuál es la posición que adopta la parte querellante sobre el dolo eventual, inclusive hace alusión a corrientes contradictorias. En principio aparece en su requerimiento de elevación y en su alegato, que esa parte pretende objetivizar el contenido del dolo al no hacer referencia a elemento subjetivo alguno y esta idea de “normativizar” u “objetivizar” el dolo es rechazable pues como bien lo señala Donna, resulta contrario al principio de culpabilidad: ya que el dolo es un criterio subjetivo de imputación y tiene naturaleza psicológica. Una cosa es que se pretenda demostrar el dolo a través del tipo objetivo, recurriendo a indicadores objetivos, pero ello de ninguna manera implica que el dolo sea objetivo (cfr. Revista de Derecho Penal, 2003-2, Delitos contra las personas-II, ed. Rubinzal-Culzoni, pág. 515). 408 Poder Judicial de la Nación En modo alguno ha acreditado la querella en este debate, el elemento subjetivo exigido para considerar que estemos frente al delito de homicidio doloso ó que en el accionar de los imputados haya mediado dolo eventual. Como bien lo ha señalado la Cámara Nacional de Casación Penal (Sala III) en la causa “Cabello, Sebastián s/ recurso de casación”, es necesario probar con certeza la existencia del dolo, es decir que “la muerte de la víctima la hicieron parte de su plan y en esa medida la quisieron”. Siguiendo a Roxin entendemos que puede afirmarse el concepto de dolo eventual en los supuestos en que el autor incluye en sus cálculos la realización de un resultado disvalioso reconocido por él como posible, y se ha decidido concientemente en contra del bien jurídico protegido por el correspondiente tipo, y aún en contra de sus propias esperanzas de evitarlo (cfr. Roxin, Claus, ob. cit., pág. 425). Es decir que la diferencia con el tipo culposo radica en que éste último, el imputado pese a su conciencia de riesgo, confía en poder evitar el resultado atento sus capacidades. Esta confianza, según el autor citado, de arribar a un desenlace airoso, que es más que una débil esperanza, no permite llegar a una decisión en contra del bien jurídico protegido. Por su parte Donna, al hablar del dolo eventual, refiere que para hablar del dolo eventual debe demostrarse siempre la existencia de la voluntad conciente del autor en contra del bien jurídico, y esto se explica por la concurrencia de dos elementos básicos: a)representación del peligro, el autor debe ser conciente del riesgo de lesión del bien jurídico, que debe tratarse de una representación “seria y concreta”; y b) aceptación del riesgo lo que no implica “querer ni desear” el resultado, sino simplemente “resignarse o conformarse” frente a su posible producción, para concluir que habiendo conciencia del riesgo el dolo eventual solo puede descartarse cuando exista una verdadera confianza en la evitación que debe ser entendida como voluntad, no como un mero deseo o esperanza irracional (cfr. Donna, Edgardo, ob. cit., pág. 521). Es decir, que la confianza en la evitación del resultado, resulta clave para diferenciar ambas figuras. 409 Por su parte Zaffaroni afirma que habrá dolo eventual cuando según el plan concreto del agente la realización del tipo es reconocida como posible aceptando seriamente la posibilidad de la producción del mismo, aclarando que si el agente toma conciencia del posible curso lesivo de su acción, porque lo advierte o le informa un tercero, no habrá dolo eventual si confía en que lo puede evitar (cfr. Zaffaroni, Eugenio Raul, Alagia Alejandro, Slokar Alejandro, ob. cit., pág. 500). En esta inteligencia, es dable afirmar que según los distintos datos allegados al debate puede inferirse que tanto Storchi como Giraldi, Privato y Kamenetzky confiaron en poder aventar el resultado. Los dos primeros de los nombrados, por la estructura organizativa con que contaban en la colonia, específicamente en lo que se refiere al personal a cargo de las prácticas natatorias, aunque resultaba insuficiente, como se demostró, podían estimar la evitabilidad de cualquier infortunio, lo que es extensible al caso en sí de Florencia; y en lo que se refiere a Privato y Kamenetzky, en base a su capacidad técnica, la primera como profesora de natación, y la segunda como natatorias guardavidas con determinado los podían llevaron niños, a cabo creyendo preservar la que las ante integridad prácticas un física suceso de los que los participantes de la colonia. En suma, la querella no ha acreditado enjuiciados hubieran tenido un desprecio, como señalara, por la integridad física de los niños de una entidad tal que posibilite afirmar que la estimación de la evitabilidad de un resultado lesivo para aquélla, hubiese estado constituido solo por un mero deseo o esperanza irracional, ni tampoco que dentro de su plan estuviera matarlos, al desarrollar las actividades de natación en la colonia de verano. VIII.- Culpabilidad: No se advierten causales de justificación ni de inculpabilidad que pudieran tornar lícitos los procederes enrostrados ni que impidan reprochar los mismos. Se formula tal juicio de antijuridicidad y culpabilidad porque las partes no han alegado efectivamente ningún supuesto que impida responsabilizar a sus pupilos. 410 Poder Judicial de la Nación Por otra parte, es necesario recalcar que a todos los imputados, habida cuenta la actividad que desarrollaban les era exigible en todo su alcance su deber de información respecto de las normas que regulaban su profesión, no pudiendo escudarse en una supuesta ignorancia de las mismas (cfr. H.H. Jescheck, Tratado de Derecho Penal, Parte General, Vol. I, pág. 631). IX.- Autoría: Cabe responsabilizar a Fernando Martín Storchi, Julio Cesar Giraldi, María Cecilia Privato y a Giselle Vanesa Kamenetzky como autores del delito de homicidio culposo (arts. 45 y 84 del Código Penal). X.- Penas: Para graduar la pena es necesario observar el concreto ilícito culpable atribuido a los imputados. Esto no sólo se vincula a las garantías propias del estado de derecho, es decir a las limitaciones al poder punitivo del estado (principio de proporcionalidad), sino que también tiene relación con la estructura de un sistema de mensuración que pretende indicar el carácter disvalioso de cierto hecho con relación a otros que lesionen o pongan en peligro el mismo bien jurídico. Para graduar la pena se debe tener en cuenta el ilícito y la culpabilidad –al igual que en la teoría de la imputación en general-; sin embargo en el momento de la determinación de la pena, lo que debe atenderse es cuál es la intensidad de ambos (Cfr. Patricia S. Ziffer, “Lineamientos de la determinación de la pena”, Ad-Hoc, 1999, p. 120/1). En el delito imprudente, la gravedad del injusto dependerá de la gravedad de la infracción del deber objetivo y subjetivo de cuidado. La infracción del deber objetivo de cuidado será mayor cuanto mayor sea el riesgo creado por esa infracción. Las medidas de cuidado, que integran el deber objetivo de cuidado, se dirigen precisamente a evitar riesgos relevantes de lesión. Cuanto mayor sea el número de medidas de cuidado no atendidas por el autor, mayor gravedad alcanza la infracción del deber objetivo de cuidado y, en consecuencia, el 411 riesgo creado, debiendo atender la medida de pena, en primer lugar, a la gravedad de la infracción y, luego, a la magnitud del resultado (Mirentxu Corcoy Bidasolo, “El delito Imprudente” BdeF, 2° Edición, 2005, p. 357/8). Toda vez que en el caso se ha tenido por comprobada la condición de autores de cuatro de los imputados, en el sentido de que cada uno de ellos tuvo la concreta y apreciable posibilidad de disminuir el peligro y evitar el resultado, la medida de la pena habrá que buscarla, como ya se dijo, en la graduación de la gravedad del injusto imprudente. En cuanto a las penas a imponer se considera razonable teniendo en cuenta las consideraciones ya efectuadas: a) a Fernando Martín Storchi la pena de cuatro años de prisión participar y nueve como años miembro de de inhabilitación un órgano especial societario para y/o como miembro de sociedades que tengan como objeto llevar a cabo prácticas deportivas, o intervenir en emprendimientos a título personal que tengan la misma finalidad. En relación consideración, como a la pena agravantes, de la prisión se naturaleza toma del en hecho enrostrado, toda vez que el imputado era presidente de una sociedad que tenía a su cargo la colonia de vacaciones y en ese marco, al incumplir las normas de seguridad puso en peligro la integridad física de una gran cantidad de niños que a ella concurrían; por otra parte, dada la posición directiva que ejercía en la misma sociedad le era fácilmente asequible cumplir con los recaudos exigibles para garantizar la vida de aquéllos, de modo que cabe considerar a la infracción al deber de cuidado atribuido, el carácter de especialmente grave; y como atenuantes, que carece de antecedentes, que se encuentra casado y es padre de familia, que tiene hábitos laborales, y demás pautas mensurativas previstas en los art. 40 y 41 del Código Penal. En relación a la segunda de las penas, la de inhabilitación especial, debe considerarse que sus valores esenciales son la intimidación y la seguridad para los terceros; lo primero por la pérdida de bienes que involucra y lo segundo por las abstenciones que importa (cfr. Nuñez, Ricardo C., “Manual de Derecho Penal”, Parte General”, 3ª. 412 Poder Judicial de la Nación edición, pág. 364/365). En suma y que con esta clase de sanción se castiga una acción que constituye una violación de los deberes de despojado conducta de las y de esa manera posibilidades de el condenado seguir se ve ejerciendo la actividad (cfr. Terragni, Marcos A. en AA.VV., Código Penal y Normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencia, Hammurabi, Buenos Aires, 1997, pág. 236). Teniendo en cuenta el alcance de dicha pena, conforme la imprudencia que se ha probado en este juicio, y a fin de evitar el riesgo que implica estar a cargo de una institución bajo cuyo su paraguas se realizan distintas prácticas deportivas, y el peligro que conlleva para la integridad física de quienes concurren, el imputado se hace merecedor del monto de la pena indicada. b) A Julio César Giraldi las penas de tres años y seis meses de prisión y siete de inhabilitación especial para desempeñarse como profesor de educación física y/o coordinador de actividades deportivas. En lo que atañe a la pena de prisión se tiene en cuenta, como agravantes, la naturaleza de la acción imputada, pues como coordinador de deportes de la colonia de vacaciones tenía a su cuidado los niños que concurrían a ella y puso en peligro su integridad física al autorizar su ingreso a la pileta; aunque en inferior medida que Storchi, lo que determina así un menor juicio de reproche, Giraldo tenía de todos modos poder de decisión, podía resolver no realizar las prácticas natatorias e impartir instrucciones a los profesores en ese sentido; y como atenuantes, que carece de antecedentes, que está casado y es padre de familia, que tiene hábitos laborales y demás pautas mensurativas previstas en los arts. 40 y 41 del Código Penal. En los que se refiere a la segunda de las penas, la de inhabilitación especial, teniendo en consideración analizar la sanción se los impuesta llega al monto fundamentos a Storchi y ya la señalado, vertidos al imprudencia comprobada en su actuación como coordinador de deportes, a fin de evitar en el futuro que ponga en peligro la integridad 413 física de personas que concurran a realizar actividades deportivas. c) Los Dres. Vázquez y Huarte Petite dijeron: A María Cecilia Privato a las penas de tres años de prisión de ejecución condicional y de inhabilitación especial de seis años para desempeñarse como profesora de educación física. Para fundamentar dicha pena de prisión se tiene en consideración, como agravantes, la naturaleza del hecho, toda vez que tenía a su cargo niños con poca capacidad de desplazamiento en el agua y con distintas aptitudes natatorias lo que requería una diligencia especial, y que denotó durante las prácticas específicamente natatorias, al cuidado y de en lo Florencia, que tal se como refiere se ha comprobado al analizar su conducta, una imprudencia de entidad; y como atenuantes, que desarrolló actividades sin contar con el apoyo de las medidas de seguridad que exigía la ordenanza municipal, lo que reducía sus posibilidades de evitar el resultado sin exonerarla; que carece de antecedentes, que es madre de un niño, que tiene hábitos laborales y demás pautas mensurativas previstas en los artículos 40 y 41 del Código Penal. Se deja en suspenso la condenación impuesta teniendo en consideración, en primer término, y como ha señalado la Corte Suprema de la Nación, que el artículo 26 del Código Penal tiene por finalidad evitar imposición de condenas de efectivo cumplimiento en los supuestos de delincuentes primarios, como en el caso, imputados de la comisión de conductas ilícitas que permitan la aplicación de la pena de hasta tres años y que tal aserto, encuentra explicación en la demostrada imposibilidad de alcanzar en tan breve plazo de prisión el fin de prevención especial positiva que informa el artículo 18 de la Constitución Nacional (C.S.J.N., S. 579, XXXIX, Squilario, Adrián y otro s/ defraudación especial en grado de partícipe primario). En el caso de autos, teniendo en cuenta que la magnitud que la violación del deber de cuidado atribuida a aquélla ha posibilitado fijar la pena en ese tope legal, las pautas de carácter personal ya referidas, que han servido 414 Poder Judicial de la Nación también para atenuar el monto de la sanción (en concreto, sus hábitos laborales y su condición de madre de una niña de corta edad), y el tiempo transcurrido desde el hecho (durante cuyo transcurso ha continuado normalmente en su inserción social), son de utilidad para persuadir al Tribunal de la inconveniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad a la que resultará condenada, conforme reza la citada disposición. Se considera adecuado sujetar a la nombrada a la obligación de fijar residencia y someterse al control del Patronato de Liberados por el término de dos años (art. 27 bis, inciso 1° del Código Penal). En relación a la pena de inhabilitación especial, se estima adecuado el monto señalado, habida cuenta las consideraciones ya efectuadas en relación a la naturaleza de las prácticas natatorias desarrolladas, y la imprudencia comprobada en su actuación como profesora, a fin de evitar en un futuro que ponga en peligro la integridad física de personas que estén bajo su cuidado. El Dr. Salas dijo: Siendo el delito imputado a María Cecilia Privato, el de homicidio culposo, el resultado contiene ya de por sí el máximo de dañosidad al bien jurídico, por lo que cabe atender solamente a la gravedad de la infracción al deber realizado en el hecho por parte de la autora. Para mensurar ello se tiene en cuenta que Privato fue quien niveló a Florencia en lo que se daba en llamar “nivelito 2”, y que fue quien dispuso la realización de los distintos ejercicios en el agua, incluido el realizado en forma triangular en la parte honda de la pileta, en el cual resultara ahogada Florencia. Considero adecuado imponer a Maria Cecilia Privato la pena de tres años y tres meses de prisión e inhabilitación especial por el doble de tiempo para desempeñarse como profesora de educación física. Valorando ex ante el peligro del mencionado ejercicio, a los ojos de Privato, se considera como agravantes: que ésta se desentendió de la suerte y el destino de Florencia 415 por un lapso considerable de tiempo –al menos a partir del momento en que se sumergiera y hasta que el niño Giuliano Alfredo Bacchi diera el aviso varios minutos después-; que desconsideró la merma antirreglamentaria de guardavidas para adoptar una mayor prudencia y cuidado de los alumnos; que dejó de prestar generalizadamente atención al destino al que se iban dirigiendo los diferentes alumnos luego de realizado el ejercicio por lo que mal puede calificarse su proceder de un simple descuido; que subestimó la presencia de ruido ambiental, movimiento en la superficie del agua, y reflejo lumínico, circunstancias que indicaban que debió haber actuado más prudentemente que si esa combinación de circunstancias no hubieran existido; y que, finalmente, no adoptó mayores recaudos motivados en el hecho de que su madre le había pedido que no la llevara a la parte honda, y que había tenido con la niña muy pocas clases, con el detrimento en conocimiento y confianza mutua que esto último implicó en la práctica. Se consideran como atenuante su carencia de antecedentes penales, que tiene hábitos laborales y que es madre de un niño, y demás pautas mensurativas de los artículos 40 y 41 del C.P. En cuanto al tiempo de la inhabilitación que se estima adecuada, se tiene en cuenta además –con fines de prevención especial- la necesidad de impedir que Privato tenga ocasión de poner en peligro la vida y la integridad física de personas que puedan estar en el futuro en la misma situación en la que estuvo la víctima del presente hecho. d) A Giselle Vanesa Kamenetzky las penas de dos años y seis meses de prisión de ejecución condicional y cinco años de inhabilitación especial para desempeñarse como guardavidas. Para sostener dicha pena de prisión, se tiene en consideración como agravante, la naturaleza del hecho, esto es, la grave desatención demostrada en el cuidado de las personas que se hallaban en el agua al momento del suceso, especialmente en relación a Florencia, tal como se ha demostrado durante el juicio, y como atenuantes, que tenía que custodiar distintos “focos de peligro”, es decir que se le exigía una mayor cautela y que estaba dispuesta a una mayor propensión a perturbaciones, por ello el reproche que puede hacerse es menor; también, que 416 Poder Judicial de la Nación no contaba con el soporte de otro guardavidas y de la plataforma sobreelevada, todo lo cual redujo igualmente sus posibilidades de evitar el resultado, sin por eso exonerarla; finalmente, que es madre, que tiene hábitos laborales y demás pautas mensurativas previstas en los artículos 40 y 41 del Código Penal. El cumplimiento de dicha pena se deja en suspenso por los mismos fundamentos que llevaron a este Tribunal a idéntica solución en el caso de María Cecilia Pivato. También se considera conveniente imponer a la nombrada a la obligación de fijar residencia y someterse al control del Patronato de Liberados (art. 27 bis, inciso 1° del Código Penal). En cuanto a la pena de inhabilitación especial se entiende adecuado el monto indicado, en razón de los fundamentos ya vertidos en relación a los demás imputados y principalmente el grado de imprudencia acreditado durante este proceso y a fin de evitar el riesgo que su actuación significa para los bañistas. XI.- No obstante que se encuentra bajo investigación la actuación de los miembros del órgano habilitador, es preciso alertar a las autoridades responsables en cuanto a que en esta sociedad del riesgo, al decir de Ulrich Beck, las autoridades de control y vigilancia deben extremar su diligencia en la verificación de los recaudos exigidos por las leyes para que los emprendimientos de toda clase puedan desarrollar su actividad, pues el costo que lleva aparejado la desidia estatal es muy grave, está en juego la salud y la integridad física de nuestra población. XII.- Extracción de testimonios: Las defensas de Fernando Martín Storchi y de Julio Cesar Giraldi solicitaron la extracción de testimonios para que se investigue el delito contemplado en el art. 275 del Código Penal en relación a Liliana Fernandez Justoni y Graciela Stracquadaini, por entender que declararon falazmente durante el debate. Fundamentan su pedido básicamente entendiendo que 417 las testigos dijeron que habían estado al día siguiente del suceso con la Sra. Marisa Rombolá y que en su presencia la testigo Gloria Leticia Maison, madre de Sandro Damilano Maison, dijo que el día de la muerte de Florencia, atento la poca cantidad de concurrentes, las autoridades de la colonia de vacaciones le instruyeron a una profesora que se retirara. Dicho pedido no lo hace suyo el Tribunal por considerar que no puede afirmarse sin hesitación que ambas testigos hubieran declarado de modo mendaz. En efecto la testigo Maison por el tiempo transcurrido, no pudo precisar realmente lo sucedido pues dijo no recordar que alguien le comentara algo sobre que faltara algún profesor el día del hecho y que se lo haya comentado la querellante. Tampoco fue categórica en cuanto al día en que fue a la casa de la madre de Florencia, ni recordaba si había otro adulto presente. Además Liliana Fernandez Justoni tampoco indicó el día que presenció esa charla, al señalar que la conversación de la Madre de Sandro fue unos días después de la muerte de Florencia, para acompañar a los papás, aunque sí fue contundente en cuanto a que efectivamente Maison había referido tal incidencia. Tampoco la Sra. Stracquadaini mencionó el día exacto, sino que dijo que fue un día a darle el pésame a los padres y que la vio a la mamá de Sandro en esa oportunidad. En suma, es razonable que debido al lapso que pasó desde que se produjo la muerte de Florencia algunos datos, casi sin relevancia para este proceso, se hayan olvidado, ella es la razón por lo que se considera que no puede afirmarse que aquellas hayan mentido en este proceso. XIII.- Costas: En atención al resultado del presente proceso, los imputados Fernando Martín Storchi, Julio César Giraldi, María Cecilia Privato y Giselle Vanesa Kamenetzky, deberán cargar con las costas del proceso (art. 29 inc. 3º del Código Penal). En cuanto al imputado Horacio Roberto Bugallo, teniendo en cuenta la resolución adoptada a su respecto, y lo establecido por el art. 531 del Código Procesal Penal de la Nación, se eximirá a la querella del pago de las costas por entenderese que pudo razonablemente considerarse con derecho a ejercer la acción contra él. 418 Poder Judicial de la Nación XIV.- Honorarios: A fin de regular los honorarios del Dr. Cosme Victorio Rombolá, que patrocinó a la querella en la etapa inicial del proceso y hasta abril de 2001, se tiene en cuenta que presentó los escritos de fs. 123, 164, 266, 283, 319/321, 345/346 y 376, como también la naturaleza y mérito de esas tareas, su extensión en el tiempo, el resultado final de la causa y las demás pautas previstas en la ley 21.839, por todo lo cual se estima adecuado fijarlos en la suma de tres mil pesos. El Dr. Juan Pablo Alonso asistió a los imputados Privato y Storchi en la etapa instructoria y hasta el comienzo del plenario; en tal carácter suscribió los escritos de fs. 480, 507, 552, 566/574, 744/745 (apelación), 763, 2133, 2146 y 2271, y asistió a la indagatoria de fs. 423 y a las audiencias de fs. 548, 550 y 596 (declaraciones testimoniales).Por ello, y atendiendo a la naturaleza y mérito de esas tareas, su extensión en el tiempo, el resultado final de la causa y las demás pautas previstas en la ley 21.839, se fijará sus honorarios en la suma de quince mil pesos respecto de la imputada María Cecilia Privato y en igual monto respecto de Fernando Martín Storchi. El Dr. Alonso y el Dr. Esteban Pablo Evangelista asistieron al encausado Julio César Giraldi, en calidad de codefensores. El primero efectuó las presentaciones de fs. 451, 2276/2278 (apelación), 2377, 3174, 3539, 3578, 3639, 4211 y 4374, el segundo aceptó el cargo a fs. 3581 y presentó el escrito de fs. 4217, y ambos suscribieron los de fs. 3600/3602 (ofrecimiento de prueba) y 3775/3776 (adhesión a planteo de nulidad); el Dr. Alonso asistió a las indagatorias de fs. 517 y 2358/2360 y ambos actuaron en la audiencia de debate, que se prolongó por más de dos meses y en la que el primero formuló alegato. En consecuencia, y atendiendo a la naturaleza y mérito de esas tareas, su extensión en el tiempo, el resultado final de la causa respecto del imputado y las demás pautas previstas en la ley 21.839, se entiende adecuada la suma de veinte mil pesos en forma conjunta. 419 Asimismo corresponde fijar la retribución del Dr. Fabián Luis Grosso, asistente técnico del imputado Horacio Roberto Bugallo desde la etapa instructoria. En tal carácter el letrado presentó los escritos de fs.2907, 2950, 3098/3103 (planteo de nulidad), 3104, 3105, 3133, 3135/3139 (planteo de nulidad), 3160/3161 (expresión de (recusación), (apelación), agravios), 3427/3431 3406/3410 3182, 3190, 3199/3208 (revocatoria),3413/3417 (inconstitucionalidad), 3501/3518 (queja), 3579, 3227/3240 (recurso de casación), 3298/3303, 3609/3612 (ofrecimiento de prueba), 3621, 3626, 3631, 3716, 3741/3753 (nulidad), 3802/3814 y 3943/3955 (recursos de casación), 3970/3984 (queja), 3998/4001 (nulidad), 4051/4064 (recurso de casación), 4118/4134 (queja), 4169/4186 (recurso extraordinario) y 4296 (revocatoria), promovió el incidente de falta de acción que corre por cuerda y asistió a la audiencia de debate, que se prolongó durante más de dos meses. Por ello, y atendiendo a la naturaleza y mérito de esas tareas, su extensión en el tiempo, el resultado obtenido en la sentencia y las demás pautas previstas en la ley 21.839, se los fijará en la suma de cuarenta mil pesos. Finalmente, para regular los honorarios profesionales de los Dres. Nicolás Guzmán y Gabriel Gandolfo, letrados defensores de María Cecilia Privato, se tiene en cuenta que actuaron a partir de la etapa del plenario (fs. 3575), que presentaron los escritos de fs. 3573, 3576, 3598, 3613/3616 (ofrecimiento de prueba), 3647/3649 (recurso de reposición), 3663/3664, 3777, 4022 y 4277/4280 (recurso de reposición) y asistieron a la audiencia de debate, que se extendió por más de dos meses y en la que formularon alegato. En consecuencia, atendiendo a la naturaleza y mérito de esas tareas, su extensión en el tiempo, el resultado final de la causa y las demás pautas previstas en la ley 21.839 la suma de veinticinco mil pesos en forma conjunta. La fijación de la retribución de los Dres. Adrián Maloneay, Julio E.S. Virgolini, Mariano Silvestroni, Marta F. Fernández, Marcelo Llorenz, Alejo Ramos Padilla, Claudio Lanza, Mabel Susana Lassi, Héctor Horacio Suez, Cristian A. y Ariel J.I. Poletti, que actuaron como defensores, y la de los peritos de parte de la querella, Dr. Humberto Velázquez, y de la Defensa de la encausada Privato, Dra. Eugenia Liliana Levitin, 420 Poder Judicial de la Nación será diferida hasta tanto informen su número de clave única de identificación tributaria. En atención a ello y al mérito que ofrece el acuerdo que antecede el Tribunal RESUELVE: I.- RECHAZAR LAS NULIDADES planteadas por la defensa de Fernando Martín Storchi y Horacio Roberto Bugallo, a las que se adhirió la defensa de Julio César Giraldi. II.- CONDENAR a FERNANDO MARTÍN STORCHI, de las demás condiciones personales obrantes en autos, como autor materialmente penalmente responsable del delito de homicidio culposo, a cumplir las penas de CUATRO AÑOS DE PRISION, con accesorias legales, y NUEVE AÑOS DE INHABILITACION ESPECIAL para participar como miembro de un órgano societario y/o como socio en sociedades que tengan como objeto llevar a cabo prácticas deportivas, o intervenir en emprendimientos a título personal que tengan la misma finalidad, y al pago de las costas del proceso (arts. 12, 29 inciso 3°, 45, y 84, primer párrafo del Código Penal de la Nación). III.- CONDENAR a JULIO CÉSAR GIRALDI, de las demás condiciones personales obrantes en autos, como autor material penalmente responsable del delito de homicidio culposo, a cumplir las penas de TRES AÑOS Y SEIS MESES DE PRISION, con accesorias legales, y SIETE AÑOS DE INHABILITACION ESPECIAL para desempeñarse como profesor de educación física y/o coordinador de actividades deportivas, y al pago de las costas del proceso (arts. 12, 29 inciso 3°, 45 y 84, primer párrafo del Código Penal de la Nación). IV.- CONDENAR a MARÍA CECILIA PRIVATO, de las demás condiciones personales obrantes en autos, como autora material penalmente responsable del delito de homicidio culposo, a las penas de TRES AÑOS DE PRISIÓN, cuyo cumplimiento se deja en suspenso, y SEIS AÑOS DE INHABILITACION ESPECIAL para desempeñarse como profesora de educación física y al pago de las costas del proceso (arts. 26, 29 inciso 3°, 45 y 84, primer párrafo del Código Penal de la Nación). V.- IMPONER a MARÍA CECILIA PRIVATO, la obligación de 421 fijar residencia y someterse al control del Patronato de Liberados por el término de dos años (art. 27 bis, inciso 1° del Código Penal de la Nación). VI.- CONDENAR a GISELLE VANESA KAMENETZKY, de las demás condiciones personales obrantes en autos, como autora material penalmente responsable del delito de homicidio culposo, a las penas de DOS AÑOS Y SEIS MESES DE PRISION, cuyo cumplimiento se deja en suspenso, y CINCO AÑOS DE INHABILITACION ESPECIAL para desempeñarse como guardavidas, y al pago de las costas del proceso (arts. 26, 29 inciso 3°, 45 y 84, primer párrafo del Código Penal de la Nación). VII.- IMPONER a GISELLE VANESA KAMENETZKY la obligación de fijar residencia y someterse al control del Patronato de Liberados por el término de dos años (art. 27 bis, inciso 1° del Código Penal de la Nación). VIII.- ABSOLVER a HORACIO ROBERTO BUGALLO en orden al hecho por el cual la querella requirió la elevación a juicio y solicitó su condena, sin costas. IX.- NO HACER LUGAR a la extracción de testimonios para la investigación de la posible comisión del delito de falso testimonio solicitada por la defensa de Storchi y de Giraldi. X.- REGULAR los honorarios profesionales del Dr. Cosme Victorio Rombolá, en la suma de TRES MIL PESOS; los del Dr. Juan Pablo Alonso en la suma de QUINCE MIL PESOS respecto de la imputada María Cecilia Privato y en QUINCE MIL PESOS respecto de Fernando Martín Storchi; los de los Dres. Juan Pablo Alonso y Esteban Pablo Evangelista en la suma de VEINTE MIL PESOS, respecto de Julio César Giraldi; los del Dr. Fabián Luis Grosso, en la suma de CUARENTA MIL PESOS; y los de los Dres. Nicolás Guzmán y Gabriel Gandolfo, en la suma de VEINTICINCO MIL PESOS. XI.- DIFERIR la fijación de los honorarios de los Dres. Adrián Maloneay, Julio E.S. Virgolini, Mariano Silvestroni, Marta F. Fernandez, Marcelo Llorenz, Alejo Ramos Padilla, Claudio Lanza, Mabel Susana Lassi, Héctor Horacio Suez, Cristian A. y Ariel J. I. Poletti y los de los peritos Humberto Velázquez y Eugenia Liliana Levitin, hasta tanto 422 Poder Judicial de la Nación informen su número de clave única de identificación tributaria. Insértese, hágase saber y cúmplase. Una vez firme el presente fallo procédase conforme el artículo 494 del Código Procesal Penal y oportunamente practíquese cómputo de pena respecto de los imputados Storchi y Giraldi, como también de las penas de inhabilitación impuestas. Comuníquese a la Policía Federal, al Registro Nacional de Reincidencia, a la Secretaría Electoral, a los Juzgados de Ejecución Penal y en lo Civil que correspondan, a la Inspección General de Justicia, a la Secretaría de Deportes de la Nación, del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires. Devuélvase los expedientes que corren por cuerda y a los presentantes la documentación reservada en Secretaría. En su oportunidad ARCHIVESE LA CAUSA. MARTÍN E. VÁZQUEZ ACUÑA ALBERTO HUARTE PETITE LUIS R. J. SALAS (en disidencia parcial) Ante mí: ERICA S. MANIGOT Secretaria 423