PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA DOCTORADO EN CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS ESTUDIOS SOCIALES Y CULTURALES DE LA MEMORIA RELATORÍA (Sesión: jueves 27 de Agosto) Andrés Felipe Manosalva Correa La sesión del 27 de agosto tuvo como temática principal las representaciones de la memoria, entendidas estas como la forma en que se ha interpretado y presentado no solo desde la historia, sino también desde otras disciplinas como la literatura o la comunicación. Esta sesión estuvo dividida en dos partes: en primer lugar, la discusión del problema de la representación de la memoria en la historia con base en el texto de Paul Ricoeur (2000) titulado “Historia y memoria: La escritura de la historia y la representación del pasado” y, en segundo lugar, se abordó la propuesta de diferenciación de los tiempos históricos entre acontecimiento y estructura del texto de Reinhart Koselleck (1993) “Futuro pasado: para una semántica de los tiempos históricos”. Antes de entrar plenamente al abordaje del texto de Ricoeur, se formularon preguntas como la siguiente ¿Qué pasa con la memoria en los textos literarios? Frente a esto, hubo un acuerdo en señalar que la historia, no ha colonizado, ni pretende colonizar la representancia de la memoria, pues también la literatura lo ha hecho1. Esta última con efectos más intensos sobre la sociedad, siendo incluso, vehículos de memorias ficticias en algunos casos, pero en otros casos, como por ejemplo en La Violencia de mitad de siglo XX, más crítica que la misma historiografía. También surgieron cuestionamientos sobre el tema de la memoria y lo real, donde no se negó la materialidad de lo real, pero indicando que el acercamiento a esta materialidad, termina convirtiendo la realidad en un constructo. Entrando a abordar los postulados de Ricoeur se profundizó en la problemática que tiene el pacto de verdad del historiador con el lector. Ricoeur indica que el proceso historiográfico tiene 3 etapas no exentas de fuertes obstáculos que ponen en duda la posibilidad de llevar a cabo el pacto: Una primera de acceso y selección de fuentes; una 1 Y no solo la literatura, sino también desde otras disciplinas. Un ejemplo importante fue la propuesta desde el periodismo realizada por Rodolfo Walsh, denominada Proyecto Walsh con base en la obra periodística “Operación Masacre”. Véase la página web del proyecto Walsh: http://proyectowalsh.com.ar/ segunda de explicación y comprensión de estas; y una tercera: el proceso de escritura. Todas estas fases tienen algo en común, son actos humanos que no están exentos de subjetividad. Por ejemplo las fuentes, que bien pueden no haber sido elaboradas para la posteridad, no son representaciones completamente neutrales de la realidad y son parte de un momento histórico. En cuanto al texto de Koselleck se ahondó en la diferencia entre una historia de acontecimientos e historia de estructuras, no con el fin de que sean tratadas en la práctica de forma separada, sino más bien para mostrar que hay una tensión fructífera entre lo narrativo y lo descriptivo. Los acontecimientos son susceptibles de ser narrados con un antes y un después, donde las individualidades son protagonistas, mientras las estructuras, con una duración mayor, están dirigidas a la descripción de aspectos que van más allá de historias individuales. La idea es que haya una interacción constante entre ambos niveles, porque reduciendo la escala de análisis, como lo hace la microhistoria, se pueden ofrecer explicaciones que desde una historia meramente estructural no se podrían dar2. El asunto de la narración histórica nos sirve para conectar la temática de la sesión pasada con la del día de hoy, pues se hace interesante observar, como lo indica Beatriz Sarlo (2006), que las narraciones o relatos históricos han sido mayoritariamente aceptadas (consumidas) por parte del público. Al parecer historias con una linealidad (nudodesenlace) y con más certezas, en vez de hipótesis, así como también investigaciones que se acerquen a los asuntos de la vida cotidiana, son para los lectores más llamativas porque “parecen responder plenamente las preguntas del pasado”. Frente a esto pueden surgir cuestionamientos frente a lo que demanda el lector al acercarse a la representación del pasado: ¿Qué busca? ¿Será únicamente representaciones del pasado que se acomoden a su memoria? y ¿El desinterés frente a lo estructural se basa solamente en una búsqueda de certezas que la historia académica no ofrece? Al respecto anota Giovanni Levi (1994): “La consideración de la pequeña escala se propone, entonces, como un modo de captar el funcionamiento real de mecanismos que, en un nivel “macro”, dejan demasiadas cosas sin explicar”. Tampoco se trata de quedarse en la pequeña escala pues se podría caer en lo anecdótico. 2