Los criterios de la Política de Igualdad y no Discriminación son los siguientes: (i) Territorialidad: El ámbito de cobertura de esta Política de Igualdad y no Discriminación es nacional. La Política de Igualdad y no Discriminación, además, será transversal a todas las instituciones del Ministerio Público. Por lo tanto, los servidores públicos de la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y las Personerías Municipales, en el cumplimiento de sus funciones deberán: •Identificar las diferencias que se convierten en mecanismo de exclusión o en desventajas y trabajar por superarlas, especialmente cuando pueden resultar afectadas las mujeres o las personas en situaciones de desventaja o de mayor vulnerabilidad. •Formular estrategias, acciones y mecanismos orientados al logro de la igualdad y equidad entre las personas. •Identificar las situaciones de desequilibrio o desigualdad entre las personas afectadas y promover medidas para corregirlas. •Disponer de todo lo necesario para evitar que se presenten actuaciones o decisiones que resulten discriminatorias, a veces de manera sutil, que terminan negando o desconociendo derechos. •Reconocer y proteger la diversidad de las personas y la pluralidad de la sociedad, siempre en el respeto del orden jurídico y de los derechos fundamentales. En ejercicio de la función de intervención judicial y administrativa, los funcionarios del Ministerio Público deberán: (ii)Funcionalidad: Los servidores del Ministerio Público tendrán en cuenta esta Política para el ejercicio de la función preventiva, la intervención judicial y administrativa y la función disciplinaria. •Informar adecuadamente sobre los derechos constitucionales fundamentales de los solicitantes del servicio. •Aplicar el principio de igualdad y no discriminación en todas sus intervenciones. •Velar porque el Principio de Igualdad y no Discriminación sea efectivo en las decisiones judiciales y administrativas en las cuales interviene. •Activar la función disciplinaria cuando no se cumpla con el principio de igualdad y no discriminación. En ejercicio de la función preventiva vigente, los servidores públicos deberán: •Vigilar la gestión pública e impulsar las decisiones de políticas públicas dirigidas a garantizar la igualdad, la no discriminación, la equidad de género y el ejercicio de los derechos, en particular de las personas o poblaciones en situación de desventaja o vulnerabilidad. •Promover acciones dirigidas a la transversalización de la perspectiva de género en las instancias de su jurisdicción. •Identificar situaciones de discriminación y violencia de género y actuar para transformarlas. •Impulsar acciones en las entidades públicas de nivel nacional y territorial dirigidas a la promoción, defensa y garantía de los derechos, especialmente de las mujeres, la población indígena, los niños y las niñas, las comunidades afrodescendientes y poblaciones en situación de desplazamiento. •Vigilar la aplicación y el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales en materia de igualdad y no discriminación. •Reconocer y proteger a todas las personas como sujetos de derechos, especialmente a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, dando alcance a la actuación preventiva con perspectiva de género. Fotos: Archivo UNFPA 3.3. Criterios de la Política de Igualdad y no Discriminación En ejercicio de la función disciplinaria, los servidores del Ministerio Público deberán: •Informar sobre la función, el procedimiento y los efectos de una sanción disciplinaria. •Asegurar que los procedimientos utilizados y las decisiones adoptadas tengan en cuenta la igualdad entre hombres y mujeres, así como el mandato de no discriminación de las personas por razón de su sexo, étnia o cualquier otra condición particular. 4. ¿Cómo se evaluará y se hará seguimiento a la Política de Igualdad y no Discriminación? Todas las entidades que forman parte del Ministerio Público son responsables de la aplicación de esta Política de Igualdad y no Discriminación. La Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y las Personerías Municipales deben conocerla y darla a conocer. En la Procuraduría General de la Nación, la Secretaría General, bajo la orientación de la Viceprocuraduría y en coordinación con la Procuraduría Delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia, la Adolescencia y la Familia, realizará acciones para promover entre los servidores públicos las relaciones fundadas en el respeto y el reconocimiento de la diferencia para que no constituyan discriminación o desventaja, así como para identificar y corregir aquellas situaciones inequitativas que puedan presentarse por razones diversas entre los servidores y las servidoras del Ministerio Público. Para el monitoreo de la Política de Igualdad y no Discriminación, la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y las Personerías Municipales rendirán anualmente un informe con corte a 31 de diciembre de cada año sobre los avances, obstáculos y casos emblemáticos que materialicen la aplicación de esta Política, con el fin de rendir un informe general que se dará a conocer por la Procuraduría General de la Nación antes del 8 de marzo de cada año. Para efecto de consolidar la información relacionada con la ejecución de esta Política, la Procuraduría Delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia, la Adolescencia y la Familia elaborará un documento que remitirá a cada una de las entidades que forman parte del Ministerio Público con el fin de recoger, sistematizar y evaluar la información solicitada. Procuraduría Delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia, la Adolescencia y la Familia Tel. 5878750 ext. 11428 correo: procurandolaequidad@procuraduria.gov.co Igualdad y no discriminación Política de Igualdad y no Discriminación del Ministerio Público Uno de los pilares del sistema democrático es la plena garantía y efectividad de los derechos humanos, los cuales, en la Constitución Política de Colombia, son derechos constitucionales, fundamentales, inalienables e inherentes. Por lo tanto, es mandato que las autoridades públicas deban proteger a todas las personas en el ejercicio de sus derechos y libertades, así como asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los deberes de los particulares (artículo 2º CP). La Procuraduría General de la Nación, en uso de sus funciones constitucionales y legales como representante de la sociedad y garante de los derechos fundamentales, vigila el cumplimiento de la Constitución, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos. Del mismo modo, debe proteger los derechos humanos y asegurar su efectividad (numerales 1º y 2º, artículo 277 CP). Con fundamento en lo anterior, mediante Resolución N° 210 de Mayo 24 de 2010, la Procuradora General de la Nación (E) adoptó la Política de Igualdad y no Discriminación del Ministerio Público con el fin de que todos los servidores que prestan su servicio a la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y las Personerías Municipales, la ejecuten en el cumplimiento de sus funciones y, a través de ella, promuevan la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. Igualdad y no discriminación 1. ¿Cuáles son los fundamentos constitucionales y legales de la Política de Igualdad y no Discriminación? La Constitución Política reconoce el principioderecho de la igualdad que se traduce en (i) que «[t]odas las personas nacen libres e iguales ante la ley y recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión opinión política y filosófica»; (ii) que el Estado debe «promover las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de grupos discriminados o marginados»; y (iii) que «el Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan» (artículo 13 CP). La Corte Constitucional ha reconocido tres dimensiones específicas al principio de igualdad: (i) La igualdad ante la ley, según la cual no existe distinción de ningún rango en la forma de aplicarla; (ii) la igualdad de trato, con la cual se quiere decir que la ley no debe regular de forma diferente la situación de las personas que deben ser tratadas de manera igual o que debe regular de forma diversa la situación de personas que deben ser tratadas de manera diferente; (iii) la igualdad de protección, que es, a su vez sustantiva porque parte de la situación en que se encuentran los diversos grupos por ser comparados para determinar si la clase de protección y el grado en que se les otorga es desigual, y positiva, porque en caso de presentarse una desigualdad injustificada en del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera» (artículo 1º). Del mismo modo establece que «los Estados Partes tomarán en todas las esferas, y en particular en las esferas política, social, económica y cultural, todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer, con el objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre». razones objetivas relativas al goce efectivo de derechos, el Estado debe adoptar acciones para garantizar igual protección (Sentencia C-507 de mayo 25 de 2004. M. P. Manuel José Cepeda Espinosa). Del mismo modo, la Constitución Política reconoce específicamente que «[l]a mujer y el hombre tienen iguales derechos y oportunidades. La mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación» (artículo 43 CP). En desarrollo de lo anterior, en el ámbito nacional pueden citarse, entre otras, la Ley 581 de 31 de mayo de 2000, «[p]or la cual se reglamenta la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios», la Ley 823 de 10 de julio de 2003, «[p]or la cual se dictan normas sobre igualdad de oportunidades para las mujeres» y la Ley 1257 de 4 de diciembre de 2008, «[p]or la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres». Ya en el ámbito internacional, son múltiples los tratados de derechos humanos que reconocen el principio-derecho de igualdad y no discriminación, los cuales, de conformidad con el artículo 93 de la Constitución, hacen parte del bloque de constitucionalidad. Entre esos tratados pueden mencionarse, por ejemplo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Ley 74 de 1968), el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Ley 74 de 1968), la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Ley 248 de 1995) y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Ley 51 de 1981). De otro lado, la Ley 1098 de 8 de noviembre de 2006, «por la cual se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia», establece en su artículo 12 que «[s]e entiende por perspectiva de género el reconocimiento de las diferencias sociales, biológicas y psicológicas en las relaciones entre las personas según el sexo, la edad, la etnia y el rol que desempeñan en la familia y en el grupo social». Así, de acuerdo con esta última normativa, [L]a expresión ‘discriminación contra la mujer’ denotará toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad I g u a l d a d De esta forma, la perspectiva de género o enfoque diferencial de género es el modo de análisis para brindarles a las mujeres un trato justo, razonable y proporcionado, ordenado para garantizarles el disfrute de sus derechos y n o constitucionales fundamentales. Sin embargo, también debe procurarse garantizar este trato justo, razonable y proporcionado a todas aquellas personas o grupos de personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad. De otro lado, la Corte Constitucional ha defendido la constitucionalidad de las acciones afirmativas ordenadas a eliminar o reducir las desigualdades de tipo social, cultural o económico y a favorecer a determinadas personas o grupos, entre ellas las mujeres. Este trato especial y diferenciador con fundamento en la distinción sexual no tiene por finalidad marginar a otras personas, sino que tiene como objetivo «aminorar el efecto nocivo de las prácticas sociales que han ubicado a esas mismas personas o grupos en posiciones desfavorables» (Sentencia C-964 de 21 de octubre de 2003. M. P. Álvaro Tafur Galvis). 2. ¿Por qué una Política de igualdad y no discriminación para el Ministerio Público? Principalmente porque la entidad garante de los derechos y de las garantías constitucionales que debe dar cumplimiento con el mayor grado de diligencia a sus diversas obligaciones constitucionales y convencionales relativas al respeto, la protección, el restablecimiento y la promoción de los derechos de las mujeres y de las personas en situación de vulnerabilidad es el Ministerio Público. En segundo lugar, porque este Ministerio pretende que esta Política de Igualdad y no Discriminación sea el punto de partida para que otras entidades del Estado adopten políticas públicas similares ordenadas a la efectividad de los derechos constitucionales fundamentales de las mujeres y de las personas en situación de mayor vulnerabilidad. Así, la Política de Igualdad y no Discriminación compromete al Ministerio Público a adoptar procesos, proyectos y estrategias encaminados a remover los obstáculos que configuran efectivas desigualdades de hecho en contra de las mujeres. 3. ¿Cómo se adelantará la Política de Igualdad y no Discriminación? 3.1. La Política de Igualdad y no Discriminación tendrá como base unos principios fundamentales y se ejecutará a través del establecimiento de unas estrategias y unos criterios para la vigilancia de este principio-derecho. Forman parte de la Política de Igualdad y no Discriminación los siguientes principios: (i) El respeto debido a la dignidad de la persona humana. (ii) El reconocimiento a todo ser humano de la condición de persona y de sujeto titular de derechos fundamentales. (iii) La igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. (iv) La protección integral de la familia. (v) La efectividad de los derechos y garantías constitucionales. (vi) El respeto a los derechos a la libertad de conciencia, de libertad religiosa y de libertad de pensamiento. (vii) La perspectiva de derechos y la protección integral de los mismos. (viii)La equidad e inclusión social. (ix) La corresponsabilidad del Estado y la sociedad y el principio de subsidiariedad. (x) La colaboración y la cooperación entre los diversos agentes del Ministerio Público. 3.2. Estrategias de la Política de Igualdad y no Discriminación Forman parte de la Política de Igualdad y no Discriminación las siguientes estrategias: Vigilancia superior (i) Vigilancia Superior a la garantía de los derechos desde la perspectiva de género. Ésta se concreta en la vigilancia a las políticas y gestión públicas, la aplicación del cumplimiento de la normativa nacional e internacional vigente para Colombia y el retiro de los obstáculos de carácter cultural que tienden a minusvalorar a las mujeres o a las personas en situación de mayor vulnerabilidad; Capacitación (ii) Capacitación de las y los servidores públicos del Ministerio Público en derechos humanos y en la aplicación del principioderecho de igualdad y no discriminación; Producción de conocimiento (iii)Producción de conocimiento mediante la realización de las funciones misionales del Ministerio Público y mediante estudios sobre temas de interés para el desarrollo de la Política de Igualdad y no Discriminación; Comunicación (iv)Comunicación a través de estrategias de información, educación para la divulgación y promoción de las responsabilidades del Estado y los derechos de las personas, en relación con la igualdad y la no discriminación. d i s c r i m i n a c i ó n