gestión de empresas La rentabilidad de la calidad total Es mucho más sencillo definir la calidad total que proceder a su efectiva implantación. ¿Cualquier organización, por pequeña que sea, puede intentar asumir el reto de la calidad total? pág 70 pd Manuel Enrique Sansalvador Sellés José Antonio Cavero Rubio Universidad Miguel Hernández de Elche 1. INTRODUCCIÓN C omo consecuencia de las características del entorno económico actual, existe un consenso generalizado de que las organizaciones están abocadas a velar de forma continua y prioritaria por su nivel de competitividad. Siguiendo al profesor Lizcano (1996: p. 240), la competitividad de los productos está en función de la capacidad de los mismos para satisfacer a los clientes, quienes fundamentan su decisión en dos elementos que se han configurado como los ejes principales de la competitividad de las empresas: precio y especialmente calidad. Dada la relevancia de la calidad como factor clave en toda actividad empresarial de cara a consolidar la posición competitiva de la organización (Jhonson y Kaplan, 1988: p.205), es preciso hacer partícipe de la misma a toda la organización, lo que implica optar por una metodología práctica y una cultura que guíe su implementación efectiva. Como señala Bueno (1991: p.14), la calidad total (Total Quality Management) podría ser la más indicada para alcanzar la satisfacción del cliente en todas las activida(1) A modo de ejemplo James (1.997: p.33), define la Calidad Total como la filosofía de dirección que busca continuamente mejorar la calidad de actuación en todos los procesos, productos y/o servicios de la organización, considerada como un todo, satisfaciendo las necesidades y expectativas del cliente. pd des, tanto en sus relaciones con los clientes externos como en el funcionamiento interno de la empresa. No obstante, la consolidación de la filosofía de la calidad total, no se consigue de forma espontánea, sino que es el resultado de una continua evolución en las estrategias de dirección, especialmente durante los últimos cien años que, además, delimita los distintos escenarios que hoy en día se pueden encontrar en las empresas. Por ello, a través del presente trabajo, en primer lugar se analizará el desarrollo de la gestión de calidad desde sus orígenes, donde simplemente se sugería la existencia de problemas a corregir, hasta la actual era de la calidad total. No obstante, dado que como dice Niven (1993: p. 71) es mucho más sencillo definir la calidad total(1) FICHA RESUMEN Autores: Manuel Enrique Sansalvador Sellés y José Antonio Cavero Rubio Título: La rentabilidad de la calidad total Fuente: Partida Doble, núm. 193, páginas 70 a 83, noviembre 2007 Localización: PD 07.11.05 Resumen: Nadie puede dudar del interés de la calidad total pero supone un coste en inversiones, esfuerzo, tiempo y dedicación de todos los miembros de la organización que puede ser complicado de asumir, especialmente si se trata de organizaciones de pequeño y mediano tamaño. Este trabajo muestra cómo la calidad total no es coto privado de grandes empresas. Para ello analiza la rentabilidad económica de las pymes españolas que han ganado o han sido finalistas al Premio Europeo de la Calidad desde 1997. Descriptores ICALI: PYME. Calidad. Rentabilidad. Gestión de la calidad. pág www.partidadoble.es 71 gestión de empresas nº 193 noviembre 2007 « Cada organización debe elaborar su propia metodología para implantar la calidad total « que proceder a su efectiva implantación. ¿Cualquier organización, por pequeña que sea, puede intentar asumir el reto de la calidad total? Si bien conceptualmente nadie puede dudar del interés de tal apuesta, debemos ser conscientes de que el coste de las inversiones a realizar, así como el importante esfuerzo e implicación, tiempo y dedicación de todos y cada uno de los miembros de la organización, puede ser complicado de asumir, especialmente si se trata de organizaciones de pequeño y mediano tamaño. De esta forma es lógico que las pymes, teniendo presente sus limitaciones, desconfíen de la rentabilidad, al menos a corto y medio plazo, de la gestión de la calidad total. En consecuencia, el principal objetivo que nos marcamos con este trabajo es demostrar que la calidad total no es coto privado de grandes empresas. Para tal fin se analizará la evolución de la rentabilidad económica de las pymes españolas que han ganado o han sido finalistas al Premio Europeo de la Calidad desde 1997, fecha en que la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad comenzó a reconocer explícitamente los esfuerzos de las pymes por la calidad total. 2. LA EVOLUCIÓN HACIA LA CALIDAD TOTAL La calidad, de una u otra forma, ha estado presente desde el principio de los tiempos. El hombre prehistórico evolucionó de sus toscas herramientas de madera a otras de piedra porque para él la piedra, más resistente y cortante que la madera, era un material de mayor calidad. Por otra parte, como señala Juran (1951: p.44), las especificaciones sobre calidad son tan antiguas como la historia escrita. La Biblia habla de especificaciones para los edificios(2), los alimentos(3) y otros productos, e incluso la fabricación de alfarería china en las factorías King-Topág 72 Ching (1.644 a.C.) o la manufactura egipcia del lienzo (2000 a. C.) se llevan a cabo respetando determinadas especificaciones (Juran, 1951: p.44). Los primeros antepasados de las actuales normas sobre calidad, en opinión de Giménez (1986: p. 50), son una serie de rudimentarios textos relacionados con la seguridad y salud humana, que aparecen en Europa entre los siglos XIII y XIV. No en vano es durante la Edad Media cuando comienzan a surgir los primeros organismos encargados de unificar los criterios de calidad y asegurar la calidad intrínseca de los productos. Estos organismos eran los gremios de artesanos (Badia y Bellido, 1999: p. 13). La primera Revolución Industrial, acaecida en el siglo XVIII, supuso el paso del sistema gremial, basado en el trabajo artesanal, al sistema de factorías. Los pequeños talleres se vieron impotentes ante los gigantes fabriles, produciéndose una integración de los artesanos en las fábricas como obreros o como capataces. Las teorías sobre división de trabajo asestaron un duro golpe a la producción artesanal y, en consecuencia, a la gestión de la calidad asumida íntegramente por los propios artesanos. Sin embargo, las bases que forjaron nuestro actual sistema industrial son producto de una Segunda Revolución Industrial acaecida a finales del siglo XIX (Klilsberg, 1975: p. 130). En estos años emerge con fuerza la figura de Frederick Winslow Taylor, cuyas tesis, esencia de la llamada dirección científica, se consideran el primer intento de organizar integralmente el trabajo humano en la industria basándose en ciertos principios (Klilsberg, 1975: p. 190) que afectaron de manera trascendental a la gestión de la calidad desarrollada hasta entonces. La dirección científica ofreció el telón de fondo ideal para el desarrollo de una gestión de la calidad basada en la inspección de productos a gran escala organizada mediante un departamento central. El hecho de centrar la actividad inspectora en un departamento ayudaba a fomentar la idea, muy extendida en las industrias occidentales durante gran parte del siglo XX, de (2) Reyes, 1.6. (3) Levítico, 11. pd La rentabilidad de la calidad total que el logro de la calidad era responsabilidad exclusiva del departamento de calidad. Así, la gestión de la calidad durante esta etapa puede sintetizarse en un continuo fluir del producto de un departamento funcional a otro hasta llegar al final del proceso, donde el departamento de calidad, a través de una exhaustiva inspección, segregaba los productos defectuosos. Evidentemente, una estrategia de estas características, donde la práctica totalidad de los esfuerzos se centraba exclusivamente en la inspección final, si bien en muchos casos permite anticiparse a los clientes en la detección de fallos, no posibilitaba el desarrollo de una calidad orientada hacia la prevención que, mediante el estudio de las causas de los errores, evitara su continua repetición. La gestión de la calidad basada en la inspección siguió hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial (Feigenbaum, 1963: p. 31). Como señala Udaondo (1992: p. 16) desgraciadamente las guerras son uno de los fenómenos que más favorecen la investigación, y evidentemente el mayor conflicto bélico de la historia no fue una excepción. Durante la Segunda Guerra Mundial, la industria norteamericana tuvo que hacer frente a la carga añadida de producir rápidamente cantidades enormes de productos militares de elevada fiabilidad. Lógicamente inspeccionar la totalidad de la producción requería tiempo, no era práctico y resultaba excesivamente costoso (Deming, 1989: p. 23). Las necesidades del momento sirvieron de estímulo al resurgimiento de una estrategia que, si bien ya había sido introducida por Shewhart (1931) durante los años veinte, encontró en la guerra el catalizador ideal para extender su aplicación a diferentes industrias: el control estadístico de la calidad. Shewhart observó que el proceso de fabricación era de naturaleza variable, por lo que los productos no podían ser totalmente estandarizados en esencia, aunque sí podían producirse con constancia dentro de una determinada tolerancia. Admitida la variación en los procesos, el esfuerzo se centraba ahora en determinar qué variación podría ser corregida, para lo cual desarrolló el concepto de gráfico de control. pd De esta forma, los trabajos de Shewhart concluyeron la posibilidad de ejercer un control continuo sobre el proceso de producción en todos sus puntos que incidirá positivamente sobre la consistencia del producto final. Como vemos, la era de la inspección y la del control de la calidad partieron de enfoques completamente distintos; la primera se centró en el producto, mientras que la segunda lo hizo en el proceso. Sin embargo, el desarrollo de los gráficos de control no fue la única contribución del control estadístico de la calidad al desarrollo de la industria. En opinión de Feigenbaum (1963: p. 32) la aportación más relevante fue la introducción del muestreo en la inspección de productos, como un sistema eficaz para analizar una partida de productos y determinar si debía ser enviada al cliente, sin necesidad de estudiar el cien por cien de los mismos. No obstante, y a pesar de reconocer sus ventajas, James (1997: p. 31) considera que el muestreo, debido a la aplicación que la industria hizo del mismo, evolucionó como un trabajo especializado, lo que permitió a la empresa delegar la calidad a un reducido grupo de especialistas. Precisamente en opinión de Deming (1989: p. 378), dicha especialización es el principal motivo por el que la gestión de la calidad, finalizada la Guerra Mundial, no cosechó los éxitos esperados en Estados Unidos. Según advierte el citado autor, el gran error que cometieron las organizaciones norteamericanas fue considerar la calidad parcela de unos pocos especialistas, cuando el control pág www.partidadoble.es 73 gestión de empresas nº 193 noviembre 2007 de la calidad es tarea de todos. La dirección no supo o no quiso entender sus responsabilidades, por lo que en ningún caso asumió el mando de la calidad, algo indispensable para consolidar cualquier política nueva que quiera introducirse en una organización. Era fundamental abandonar la perspectiva de la calidad como algo en manos de un reducido número de especialistas. Situación que empezó a darse con la entrada en escena del aseguramiento de la calidad. Con la irrupción de esta nueva era de la calidad, la dirección comenzó a vislumbrar que era posible asegurar la calidad en el mismo lugar de fabricación, para lo que evidentemente se precisaba, por encima incluso de la aportación de los especialistas en control de la calidad, la implicación en todos los trabajadores de planta. Ello posibilitó liberar a la calidad del ostracismo al que hasta entonces estaba siendo sometida. El desarrollo del aseguramiento de la calidad supuso un revulsivo, especialmente en Occidente, respecto a la visión que hasta entonces se tenía de la calidad, posibilitando la inclusión de su gestión entre las políticas empresariales de multitud de organizaciones. Si bien el término aseguramiento de la calidad se presta a otros significados, desde la aproximación efectuada al tema y utilizando la interpretación que ISO (1995, p. 15) hace del mismo, se define como el conjunto de acciones planificadas y sistemáticas implantadas dentro del sistema de la calidad, con el fin de propiciar la confianza adecuada de que una entidad cumplirá ciertos requisitos para la calidad. Es decir, según señalan Juran y Gryna (1993: p. 565), el objetivo del mismo es proporcionar la evidencia necesaria de que las actividades relacionadas con la calidad se realizan de forma efectiva. Como vemos, la era del aseguramiento de la calidad basa su enfoque en el sistema. A través del cual se pretende conseguir una producción homogénea capaz de satisfacer determinados estándares de capág 74 lidad. No obstante, ¿cuándo podemos situar el nacimiento de esta nueva era de la calidad? Siguiendo a Fuentes (1998: p. 206), el origen de las normas y/o guías sobre aseguramiento de la calidad se debe básicamente al desarrollo del sector nuclear, la areonáutica y, sobre todo, a las necesidades de la industria militar. Ello es consecuencia tanto del elevado coste de los equipos como, lo que es más importante, de la posibilidad de que se produzcan pérdidas humanas, lo cual, resulta inaceptable. Cuando las ventajas de los sistemas de aseguramiento de la calidad empezaron a apreciarse, se reconoció la necesidad de una norma para sistemas de calidad que pudiera ser utilizada por la industria en general. Por lo que en 1979 el Instituto Británico de Normalización desarrolló, tomando como referencia las normas AQAP de la OTAN, la norma BS5750. Mientras tanto, los organismos de normalización de EEUU, Australia y Canadá emitían normas de aseguramiento que cubrían las mismas materias, y a partir de 1983 muchos otros países se unen a la corriente normalizadora de la calidad. Dado el interés que despertó el tema, y con el fin de armonizar la gran cantidad de disposiciones sobre calidad que estaban surgiendo en distintos países del mundo, la Organización Internacional de Normalización (ISO), decidió elaborar una norma internacional que orientara a las empresas en la implantación de sistemas de calidad, a la vez que posibilitaran evaluar internacionalmente la capacidad de calidad de las empresas. De esta forma, la publicación en 1987, por parte del comité ISO TC176, de la serie de normas ISO 9000 supuso un paso trascendental en la normalización de la calidad a nivel supranacional, posibilitando la existencia de un lenguaje universal que, además, facilitó el desenvolvimiento de las organizaciones en los nuevos mercados globales (Naz, 1993: p. 128). Puesto que en los protocolos de ISO se establece la necesidad de que todas las normas sean revisadas periódicamente. Hasta el pd La rentabilidad de la calidad total Aún aceptando la validez de los sistemas de calidad derivados de la correcta aplicación de las normas ISO 9000 es conveniente que las organizaciones se apoyen en los logros obtenidos para iniciar nuevos proyectos, y subir unos peldaños en la escalera de la mejora continua, planteándose, en la medida de sus posibilidades, dirigir los esfuerzos hacia la gestión de la calidad total. 3. GESTIÓN DE LA CALIDAD TOTAL En la actualidad nos encontramos en la era de la gestión de la calidad total. Un nuevo enfoque de la misma que, si bien su introducción en Estados Unidos y Europa es relativamente reciente, la mayor parte de sus innovaciones fueron ya desarrolladas en Japón durante el período comprendido entre 1950 y 1965 (Galgano, 1993). En efecto, el paso definitivo en el avance de la gestión de la calidad lo dieron los japoneses, evolucionando desde el tradicional control de la calidad hacia sistemas mucho más participativos e integradores, que con el tiempo darían lugar a lo que hoy se conoce como calidad total. No obstante, antes de la Segunda Guerra Mundial, el interés de la industria japonesa por cualquier tema relacionado con la calidad era mínimo. De hecho, los productos japoneses se caracterizaban por ser muy baratos pero de muy mala calidad (Juran, 1997: p. 35 F.2). La llegada a Japón del fenómeno calidad se inicia en 1945, durante la ocupación aliada, como sugerencia directa de los norteamericanos para mejorar el pésimo estado en que se encontraba el servicio de telecomunicaciones de Japón necesario para la administración militar. De esta forma, promovido por las Fuerzas Aliadas de Ocupación se celebró, a finales de 1945, el primer seminario sobre control de calidad dirigido a directivos e ingenieros del sector de las telecomunicaciones (Juran, 1997: p. 35 F.2). (4) El profesor Deming ya había realizado un primer viaje a Japón en 1.946, bajo la tutela de la Economic and Scientific Section del Ministerio de Guerra de Estados Unidos, habiendo entablado amistad con algunos de los mayores expertos en estadística de Japón. pd « La calidad total no entiende de tamaños de empresas « momento se han producido dos revisiones, la primera en 1994 y la segunda, y más importante, en el año 2000. Como consecuencia del gran interés que suscitaron entre los investigadores japoneses las técnicas norteamericanas para el control de la calidad, en 1946 Kenichi Koyanagi reconvirtió uno de los antiguos grupos de científicos formados durante el conflicto bélico por las autoridades militares japonesas, en lo que se conoció como Unión de Ciencia e Ingeniería Japonesa, abreviadamente JUSE. Su objetivo, promover esfuerzos en ingeniería industrial, en el control de la calidad y en la investigación operativa (Deming, 1989: p. 377). En 1950 el JUSE invita a un célebre consultor norteamericano, el Dr. Deming(4), a participar en dos seminarios dirigidos a difundir el control de la calidad en las empresas. La experiencia americana sirvió para que Deming (1989: p. 378), comprendiera la importancia de no limitar, como había ocurrido en Estados Unidos, la calidad a un reducido grupo de especialistas. Era necesario implicar hasta sus últimas consecuencias a la alta dirección empresarial que, al igual que el resto de la organización, debía comprender sus responsabilidades respecto a la calidad. A través de las conferencias que Deming dirigió en 1950, 1951 y 1952 a altos directivos, así como la visita que en 1954 efectuó otro prestigioso experto invitado también por el JUSE, el Dr. Juran, se consiguió concienciar a la alta dirección sobre la importancia de la calidad orientada hacia el consumidor y entendida como una actividad a nivel de toda la compañía. En opinión de Udaondo (1992: p. 17), esto supuso el origen del fenómeno japonés. No obstante, pese a la trascendencia de los seminarios impartidos por expertos americanos, que fueron complementados por visitas a empresas extranjeras y por un exhaustivo estudio de la bibliografía existente sobre el tema, el JUSE entendió que era necesario proceder a lo que Galgano (1993: p. 82) llama un gran «battage promocional de la calidad». Como consepág www.partidadoble.es 75 gestión de empresas « nº 193 noviembre 2007 Muchas organizaciones se limitan en su estrategia de calidad a realizar inspecciones « cuencia de ello se institucionalizó en 1951 los llamados Premios Deming, en honor al célebre autor, otorgados a aquellas personas y empresas que destacaran en el ámbito de la calidad. A partir de esta y otras entradas, los japoneses idearon algunas estrategias sin precedentes para crear lo que Karatsu (1992: p10) ha denominado, la tercera revolución industrial a través del control efectivo de la calidad: 1. Los altos directivos personalmente tomaron parte en liderar una revolución que se extendió a toda la nación. 2. Todos los niveles y funciones se sometieron a formación en la gestión para la calidad(5). Por otra parte como señalan Badía y Bellido (1999: p. 32), el carácter oriental, muy marcado por las enseñanzas del confucionismo y el budismo que defienden la bondad del hombre, encaja perfectamente con una filosofía de la calidad que implica hasta el último empleado. A este respecto conviene destacar el papel que jugaron los llamados siete instrumentos estadísticos desarrollados por Ishikawa(6) para aproximar la estadística a toda la organización, incluido el personal operativo (obreros y empleados). 3. Se acometió la mejora de la calidad a un ritmo continuado y revolucionario, aplicando las técnicas y los programas de control de calidad en todos los sectores de la empresa. 4. La mano de obra se involucró en la mejora de la calidad a través del concepto del círculo de control de la calidad(7) (o simplemente circulo de calidad), desarrollado a partir de 1962 cuando la dirección se dio cuenta de que era necesaria la cooperación de todo el mundo, especialmente de los trabajadores, si se quería producir artículos de gran calidad (Karatsu, 1992: p. 97). pág 76 5. Guiadas por el espíritu de mejora constante, se fomento la realización de auditorias internas del control de la calidad por parte de la alta dirección con un carácter esencialmente formativo (Juran y Gryna, 1997: p. 35 F.15). Los anteriores puntos coinciden con la definición efectuada en 1967 por el JUSE, sobre las características especiales de la aplicación del control de la calidad en la industria japonesa (Galgano, 1993: p. 85). Dichas aplicaciones posibilitaron el desarrollo de la calidad total en dicho país y, como consecuencia del éxito cosechado, propiciaron la exportación a Occidente de esta filosofía. 4. RENTABILIDAD DE LA CALIDAD TOTAL: CUATRO CASOS DE ESTUDIO 4.1. Justificación del estudio Si bien cada organización debe ser quien elaborare su propia metodología de implantación de la calidad total (Munro-Faure, L. y Munro-Faure, M.,1994: p. 353), la Fundación Europea para la gestión de la Calidad (EFQM)(8) desarrolló en 1991 un documento, el Modelo Europeo de Calidad, que tanto en su versión para grandes empresas, como en sus adaptaciones para el Sector Público o para las Pequeñas y Medianas Empresas ofrece un interesante marco genérico de criterios para orientar a cualquier organización que desee seguir el camino de la calidad total. Dicho modelo denominado actualmente modelo de excelencia EFQM, supone un paso importante en la sistematización de los conceptos esenciales en los que se debe basar cualquier estrategia de calidad total, facili- (5) Juran, en un seminario dedicado a la «gestión del control de calidad», introdujo la idea de que la calidad no es sólo un problema técnico, sino un problema de gestión. (6) Los siete instrumentos estadísticos, también llamados siete herramientas estadísticas de la calidad son: diagrama causa-efecto; cuadro de Pareto; estratificación; histogramas; gráficos de control del proceso; diagramas de dispersión; y hoja de verificación (Ishikawa, 1.993: p. 192). (7) El círculo de calidad es un pequeño grupo de empleados que, de manera voluntaria, se reúnen periódicamente con el objeto de destacar, analizar y resolver problemas conjuntamente (Enrick, Lester y Mottley, 1.989: p. 365). (8) Creada en 1988 por los presidentes de las siguientes compañías europeas: Bosch, BT, Bull, Ciba-Geigy, Dassault, Electrolux, Fiat, KLM, Nestlé, Olivetti, Philips, Renault, Sulzer y Volkswagen. pd La rentabilidad de la calidad total tando a su vez la autoevaluación, lo que permite valorar el progreso de la organización y la fijación de planes de mejora.Por otra parte, supera claramente a otras posibles aportaciones efectuadas por distintos autores en un aspecto fundamental: no se trata de una aproximación personal a la calidad total, sino compartida por un gran número de profesionales y organizaciones. En efecto, se trata de un modelo consensuado por importantes expertos europeos, cuya utilización ha ido creciendo exponencialmente en los países más desarrollados de Europa. Tomando como referencia dicho modelo, la EFQM convoca desde 1992 sus premios a la excelencia empresarial, Premios Europeos de Calidad, a través de los cuales se pretende reconocer las mejores prácticas empresariales en cinco categorías: grandes empresas, pequeñas y medianas empresas (pymes) independientes, pymes filiales, organizaciones del sector público y unidades operacionales. Se trata del galardón europeo más prestigioso otorgado a la excelencia en la organización, por lo que ser ganador, o simplemente finalista del mismo, demuestra una importante implicación en pro de la calidad total. En consecuencia, a fin de evidenciar si la apuesta por la calidad total tiene su reflejo en la cuenta de resultados, seguidamente analizaremos la evolución que ha tenido, entre 1996 y 2005, la rentabilidad económica de las cuatro únicas sociedades españolas que han ganado o han sido finalistas del Premio Europeo de la Calidad, en la modalidad pequeñas y medianas empresas (pymes) independientes(9). Como se ha puesto de manifiesto en la introducción hemos decidido centrar el estudio en las Pymes, a fin de resaltar que la calidad total no entiende de tamaños. Antes de proceder a la exposición de los resultados obtenidos, conviene efectuar una breve descripción de los casos objeto de estudio: pd • Gas Natural de Álava (Gasnalsa) es una sociedad anónima constituida en 1976 en Vitoria y dedicada a las actividades de distribución y suministro de gas natural a consumidores a tarifa, así como a la distribución y venta de gases licuados de petróleo por canalización. En el 2005 sus ingresos de explotación ascendieron a 27.881.088 euros, su activo a 5.676.426 euros, y cuenta con 45 empleados. • Fundería Condals es una sociedad anónima constituida en 1976 en Manresa y dedicada a la fundición de hierro y nodular. En el 2005 sus ingresos de explotación ascendieron a 38.981.895 euros, su activo a 22.613.931 euros, y cuenta con 88 empleados. • Mod Lang es una sociedad limitada constituida en 1996 en Zaragoza y dedicada a la formación de lengua inglesa. En el 2005 sus ingresos de explotación ascendieron a 648.413 euros, su activo a 816.802 euros y cuenta con 8 empleados. • Microdeco es una sociedad anónima constituida en Eibar en 1963 (actualmente ubicada en Ermua) dedicada al decoletaje y tallado de piezas de precisión de pequeño diámetro. En el 2005 sus ingresos de explotación ascendieron a 15.612.764 euros, su activo a 11.663.005 euros, y cuenta con 96 empleados. 4.2. Análisis de la rentabilidad económica en los casos estudiados Una vez justificada la elección de las cuatro organizaciones que nos servirán de base para analizar la rentabilidad de la calidad total, procede exponer los resultados obtenidos en cada caso. (9) En 1997 se otorgó por primera vez el Premio Europeo de la Calidad en su modalidad de Pymes siendo premiada una organización española, Gas Natural de Alava S.A. A partir de 1998 en el premio para Pymes se distingue a las filiales de las organizaciones independientes, habiendo sido destacadas en esta última categoría hasta el 2005 otras tres sociedades españolas: Funderia Condals S.A. en 1998, Mod-Lang S.l. en 1999 y Microdeco S.A en 2003. pág www.partidadoble.es 77 gestión de empresas nº 193 noviembre 2007 En la tabla 1 se muestra la evolución, entre 1996 y 2005, de la rentabilidad económica de las pymes analizadas así como de los sectores a los que pertenecen. En el caso de Gasnalsa, Fundería Condals y Microdeco para configurar el sector se han considerado los estados contables de las organizaciones españolas que figuran en la base de datos del Sistema de Análisis de Balances Ibéricos con su mismo código CNAE (códigos 4020, 2751 y 3110 respectivamente) que tuvieran menos de 250 empleados (en total 114 empresas, 113 empresas y 207 empresas respectivamente). Dado el reducido tamaño de Mod-Lang, para establecer su grupo de comparación se ha decidido limitar el número de empleados a 20. Es decir, en este último caso para establecer el sector se han considerado los estados contables de las organizaciones cuyo código CNAE fuera 8042, y que tuvieran menos de 20 empleados, lo que proporciona un total de 430 empresas. El primero de los casos a analizar es el de Gasnalsa. La estrategia de calidad desarrollada por esta empresa comienza a dar sus primeros frutos en 1994 con la implantación y certificación de un sistema de aseguramiento de la calidad bajo la norma ISO 9001, primer Certificado de Registro de Empresa obtenido por una entidad de servicios en Álava. No obstante lejos de considerar la obtención de dicho certificado como un último objetivo, lo contemplan como un punto de partida hacia la excelencia. Consecuen- cia de este planteamiento es la obtención en 1997 del Premio Europeo de la Calidad siendo la primera Pyme española en obtener el citado galardón. En el gráfico 1 se aprecia un importante crecimiento de la rentabilidad económica en los dos años posteriores a la consecución del citado premio llegando a casi un 20%. Alcanzado este máximo, aunque la rentabilidad económica sigue una línea decreciente con alguna ligera subida, en ningún caso llega a bajar del 10%, presentando en todo momento unos valores muy superiores a los del sector. A continuación analizaremos la rentabilidad de Fundería Condals. En el gráfico 2 puede apreciarse como su rentabilidad económica crece considerablemente hasta 1998, precisamente el año en que queda finalista en el Premio Europeo de la Calidad, donde alcanza un pico del 7,7% superando claramente al sector. Dicha rentabilidad cae en 1999 hasta situarse en torno al 4,62% para a partir de entonces mantener, con alguna subida o bajada, un porcentaje que oscila entre el 3% y el 4% sin verse afectado por la caída en la rentabilidad económica que se produce en el sector desde el 2002. La importante subida que experimenta la rentabilidad económica de la empresa, durante los noventa, hasta alcanzar su máximo en 1998 coincide con la introducción gradual de TA B L A 1 EVOLUCIÓN DE LA RENTABILIDAD ECONÓMICA. PERIODO 1996 - 2005 (%) 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 15,53 12,03 14,86 19,92 14,98 13,99 14,09 10,25 11,62 10,94 SECTOR CNAE 4020 5,16 4,05 3,93 2,54 2,17 2,67 4,02 3 2,77 2,44 FUNDERÍA CONDALS 0,85 4,45 7,7 4,62 4,04 4,62 2,86 4,66 3,13 3,72 SECTOR CNAE 2751 3,12 4,87 6,3 5,27 5,07 4,94 6,05 3,65 1,76 -0,39 MOD-LANG 6,98 5,98 6,82 3,52 3,61 3,76 3,79 4,65 4,39 7,07 SECTOR CNAE 8042 5,38 2,53 2,57 2,71 -3,86 0,57 2,08 4,03 3,88 7,19 10,11 8,28 9,71 8,79 9,94 8,92 5,46 4,09 7,09 6,76 4,12 4,93 4,75 5,25 4,58 3,67 3,53 4,54 3,56 3,38 GASNALSA MICRODECO SECTOR CNAE 3110 Fuente: Elaboración propia partiendo de la información contenida en el Sistema de Análisis de Balances Ibéricos. pág 78 pd La rentabilidad de la calidad total ciertas ideas innovadoras fruto de la visita que, a principios de los noventa realizaron responsables de la empresa a Japón: • Diagrama de responsabilidades de proceso. • Grupos estables de mejora. • Como resultado de todo ello ya en 1993 la empresa obtuvo la certificación del Sistema de Calidad según el referencial ISO-9002 y el Formación a todos los trabajadores en nuevas tecnologías, prevención de riesgos, calidad y producción. GRÁFICO 1 RENTABILIDAD ECONÓMICA GASNALSA 25 20 15 10 5 0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2004 2005 Sector Gasnalsa GRÁFICO 2 RENTABILIDAD ECONÓMICA FUNDERÍA CONDALS 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 -1 Fundería Condals pd Sector pág www.partidadoble.es 79 gestión de empresas nº 193 noviembre 2007 premio a la Calidad Industrial de la Generalitat de Catalunya. En el caso de Fundería Condals es posible comparar sus ingresos de explotación con la media del sector al mantenerse los coeficientes de variación en unos valores lo sufi- cientemente bajos. El Gráfico 3 pone de manifiesto como la diferencia entre los ingresos de explotación de la empresa, y la media de los del sector, conforme la empresa avanza en la senda de la calidad total, se va haciendo cada vez más pronunciada, llegando casi a cuadruplicarse en diez años. GRÁFICO 3 INGRESOS EXPLOTACIÓN FUNDERÍA CONDALS 40.000 30.000 20.000 10.000 0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Sector Condals GRÁFICO 4 RENTABILIDAD ECONÓMICA MOD-LANG 8 6 4 2 0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 –2 –4 –6 Mod-Lang pág 80 Sector pd La rentabilidad de la calidad total Seguidamente procede analizar el tercero de los casos objeto de estudio, Mod-Lang, empresa que comienza a recoger los frutos de su apuesta en pro de la calidad en noviembre de 1998, cuando certifica su sistema de aseguramiento de la calidad por la ISO 9001 para todos sus servicios. Poco después, en 1999 logra el Premio a la Excelencia Empresarial en Aragón, y ese mismo año queda finalista en el Premio Europeo a la Calidad de la EFQM, siendo la empresa europea más pequeña que jamás haya obtenido dicho reconocimiento. En el gráfico 4 se aprecia como la rentabilidad económica de Mod-Lang no sólo es superior a la del sector, sino que es mucho más estable. Especialmente cabe destacar como mientras el sector sufre una importante caída en su rentabilidad económica en 1999, llegando incluso a situarse en valores negativos en el año 2000, Mod-Lang se mantiene estable con valores entre el 3% y 4% que van creciendo a partir de 1999, fecha en la que recordemos obtiene el reconocimiento a su modelo de calidad total, hasta situarse entorno al 7% en el 2005. Concluiremos con el último de los casos objeto de estudio, Microdeco, empresa cuyo primer paso en la senda de la calidad lo da en 1993 a través de la implantación y certificación de un sistema de aseguramiento de la calidad conforme a la norma ISO 9002. Unos años más tarde la empresa decide apostar por una estrategia más ambiciosa y dirigir sus esfuerzos hacia la calidad total, planteándose la adopción del modelo EFQM de excelencia como referencia. Fruto de dicha apuesta es la obtención en el 2003 del Premio Europeo de la Calidad otorgado por la EFQM en reconocimiento a su responsabilidad social corporativa, evidenciando de esta forma la consecución de un nivel de excelencia contrastado. Precisamente puede verse en el gráfico 5 como en el 2003 la empresa rompe una tendencia decreciente en su rentabilidad económica iniciada en el año 2000 (del 9,94% en el año 2000 pasa al 4,09% en el 2003). A partir del 2003 la rentabilidad económica comienza a crecer estabilizándose en valores próximos al 7%, claramente superiores a los del sector. 5. CONCLUSIONES Parafraseando a Kierkegaard «la vida debe ser vivida en el futuro, pero sólo puede ser entendida en el pasado». Así el estudio de la evolución de la gestión de la calidad desde sus orígenes, además de un interesante ejercicio de historia, permite evidenciar los distintos niveles de calidad que en la actualidad es posible encontrar en nuestras empresas. No en vano, hoy en día son muchas las organizaciones que limitan su estrategia de calidad a la realización de inspecciones. Por muy modernos que sean los métodos de inspección GRÁFICO 5 RENTABILIDAD ECONÓMICA DE MICRODECO 12 10 8 6 4 2 0 1996 1997 1998 1999 2000 Microdeco pd 2001 2002 2003 2004 2005 Sector pág www.partidadoble.es 81 gestión de empresas nº 193 noviembre 2007 que se apliquen, si éste es el único sistema utilizado para garantizar la calidad de los productos, estaremos ante el nivel de gestión de la calidad más bajo. Conforme la empresa avance en la senda de la calidad, los elementos que quedan atrás no deben ser sustituidos, sino completados y mejorados. De esta forma, el control de la calidad admite la existencia de inspecciones. A su vez, el aseguramiento de la calidad incorpora la posibilidad de emplear técnicas estadísticas de control de procesos, así como la realización de inspecciones. Por último la calidad total, incorpora y sobrepasa las etapas anteriores. Si bien el principal objetivo del presente trabajo no es otro que analizar la rentabilidad de la calidad total, en cualquier organización con independencia de su tamaño, la consecución del mismo nos ha llevado a estudiar la evolución en la gestión de la calidad de las cuatro únicas sociedades existentes en nuestro país cuyos modelos de excelencia han sido destacados internacionalmente con el Premio Europeo de la Calidad en su modalidad para pymes. En ninguna de las cuatro organizaciones analizadas, la implantación de los modelos de calidad total se produjo de forma espontánea, sino que fue resultado de la evolución en las distintas estrategias de calidad comentadas. En todos los casos, se procedió a la implantación y certificación de sistemas de aseguramiento de la calidad conforme a las normas ISO 9000, previamente al desarrollo de los modelos de excelencia que permitieron a las firmas ganar o ser finalistas al Premio Europeo de la Calidad. Todo ello no hace sino corroborar que la adecuada implantación de sistemas de aseguramiento de la calidad, por encima de cualquier ventaja comercial derivada de la obtención de un certificado de calidad, puede y debe ser el origen de una auténtica transformación interna. Si bien es cierto que la calidad total es mucho más que cumplir los requisitos de una determinada norma, un sistema de calidad normalizado, sin ser condición suficiente, es uno de los componentes que bien elaborado puede ayudar a producir con éxito un entorno de calidad total (Munro-Faure, 1994, p. 9; Desmarets, 1995, p. 12; Lacunza, 1997, p. 274; Badía y Bellido, 1999, p. 33). Aunque dependerá de cómo se hayan implantado los requisitos establecidos por las normas ISO 9000, pág 82 previsiblemente, y así parece constatarlo el estudio realizado, una organización con un sistema de aseguramiento de la calidad encontrará menos dificultades a la hora de adoptar el modelo europeo de la calidad, como referente de calidad total, que otra con una menor cultura de la calidad. Con independencia de la educación sobre calidad que una adecuada implantación de un Sistema ISO 9000 vaya a introducir en la organización, es preciso señalar la existencia de determinados puntos de la norma ISO 9001 que, pese a la evidente superioridad del modelo europeo de la calidad, debidamente potenciados, pueden facilitar la posterior implantación del mismo (Sansalvador, Trigueros y Reig, 1999). Destacado el importante papel que la adecuada implantación de un sistema de aseguramiento de la calidad puede tener como un primer peldaño, desde donde planificar el posterior salto a la calidad total, el siguiente paso es precisamente deliberar sobre si el tamaño de la organización puede condicionar o no dicha decisión. Es decir, por mucho que Crosby insista en que «la calidad no cuesta», dado el sacrifico que supone para cualquier organización la implantación de un modelo de calidad total es lógico que, especialmente las pymes duden de la rentabilidad de dicha estrategia. Con el fin de disipar estas dudas, hemos analizado la evolución en los últimos diez años de la rentabilidad económica de Gas Natural de Álava S.A., Funderia Condals S.A., Mod-Lang S.L. y Microdeco S.A, todas ellas pymes destacadas con el Premio Europeo de la Calidad, así como de los sectores a los que pertenecen. Se puede apreciar como en todos los casos, a excepción de Fundería Condals, la rentabilidad económica es claramente superior a la del sector. Además es destacable el importante crecimiento que experimenta la rentabilidad económica, especialmente en los años inmediatamente posteriores a la consecución del Premio Europeo de la Calidad, sobretodo si se compara con sus respectivos sectores. Tan sólo en el caso de Fundería Condals dicho ratio presenta un comportamiento distinto, llegando incluso a alcanzar en algunos ejercicios valores inferiores a los del sector, si bien muestra un comportamiento mucho más estable que este último. Por otra parte, puesto que sus coeficientes de variación alcanzan valores lo suficientemente bajos, es posible comparar los ingresos de explotación de Fundería Condals con la media del sector. Los resultados de di- pd La rentabilidad de la calidad total cho análisis no pueden ser más concluyentes, conforme la empresa avanza en la senda de la calidad total la diferencia entre los ingresos de explotación de la empresa y la media de los del sector se va ensanchando, llegando casi a cuadruplicarse en diez años. En conclusión, del estudio realizado se desprende la rentabilidad de la calidad total con independencia del tamaño o sector al que pertenezca la empresa. Por ello, aún siendo conscientes de las dificultades, y asumiendo que la evolución hacia la excelencia necesariamente debe seguir un proceso gradual, el tamaño no tiene por que ser un obstáculo insalvable que impida el desarrollo de una adecuada estrategia de calidad total. ✽ BIBLIOGRAFÍA Asociación Española de Administración y Dirección de Empresas (AECA) (1998): Principios de contabilidad de gestión: el sistema de costes basado en las actividades, n.º 18, AECA. Badía, A. y Bellido, S. 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