PERIÓDICO Q U I N C E N A L DEDICADO AI. BELLO SEXO EDUCACIÓN Y LABORES — MODAS - DIBUJOS PARA BORDAR FIGURINES - T PATRONES - MÜSICA - BORDADOS AÑO X V I I - 5 DE SETIEMBRE DE 1883. - NÜAÍ. 17 Cada número consta de ocho piujinas en. folio, de amena é iiistnictiva lectura, ilustradas con excelentes grába- les V modelos de todas clases de labores; y como extraordinario, alternando convenientemente, dibujos para crones :liet, malla, encaje ingics, y aly-unos c/i coíom-para bordar en ciiñíunazo, con sedas, etc., piezas de música y fiel pl¡eiJ,'o.s estam])adüs ¡lor las dos caras. icion es ]a única que facilita éstos á sus abonadas y la que puede Auia'i'inAituis V ¡iiitu.io.s i'iCAbOtí. Esta publicacii nronorcion'ir a ias'señoras mae^strasde niñas colecciones completas de dibujos para la enseñanza de los bordados. Dihnios tío hacen por encargo toda clase do trabajos y se pi'oporcionan, a recoger en la Admnnstracion, no .sólo muesli-as de los puntos bordados, sino también las confecciones que se pidan, á precios convencionales. No se hará ningún encargo sin haber recibido su imiiorte. _ . , . , . ,, LA GUIRNALDA obsequia ademas á sus siiscritoi-as con vanos regalos y prunas de miportancia que deben verse en el prospecto. MODO ])E HACER LAS SÜSCEICIONES Ú ENCAllGOS QUE HAN DE ABONAIÍSR SIFiíPIlE POR ADIÍLANTADO. 1 al Enjn-ocincias, dirigienü sellos do correos. También pu rer!iri>-o en el precio que corresponda. , , ,, •- •, ., . T.h;,.(.,.l.iinaciones por extravío de los números de L A GUIUNALDA se servirán ji l;is suscritoras dentro de los T,in'/Í>R si'-uíenfcB- Madrid, 15 dias.—Provincias, un mes. —Ultramar y extranjero, tres meses. Pasados estos plazos deberán abonarse los números al precio de venta. Para toda carta que exija contestación deberá enviarse el sellocon-cpondicte. pRECIOS DE SUSCRICION \^ EDICIÓN.—EDUCACIÓN Y LABORES. 2.a EDICIÓN.—MODAS. 3.a EDICIÓN.—DIBUJOS PABA BORDAR. Madrid: en usta AdmiiiÍKtracioii: Un mes, 1 p«setíi,=Un año, l ] . = E u laa librerías: TrimoBlvo, y (Jlas.^Año, [t P r o v i n c i a s : dirigiéndofic t esta Adminiatraciüii: Triine&l.ro, 'J'ilO ptas.z^Ücmcstro, ü'iJ>i.=A!iüj^U,=Por corresponsales: TrinieRlro,S'/ap.=.Semeslr(i,'7,"i'.=.\.ño, lü. Extranjero y U l t r a m a r : en la Administración : Año, LO piij.=l'or comisionado, 2D. Madrid: en esta Administración : Un mes, 1 pésela. = Uii año, T l . = En las librerías: rrimeatre,;) j)is.=Año, \'¿. Provincias; dinjíiéndose A esta Administración: Trimestre, ;í,óO pts. =Sunnsstre, (¡'óO.=Añü, 12.=Por corrospoiisalea: Trimestre, •i'/.T!'.=y'íinestre,';'50.=:Ano,13. Extranjero y i . l t r a m a r ; o n la Administración : Año, 2U pl3.=Por comisionado, -JS). Madrid: en esta Administración: Semestre, 4 ptas. = A ñ o , 7'¿0-=En las lilirorías: íiemostre, 4'5 ' pts.=Aiio, 8 50. Provincias: dirig-íéndosoaesta Ailminiatrncion: Semestre, •í'.'iü p l s . ^ A ñ o . 8. —Por con'OK]ionsales:Í3emeatrc,."rp. = A ñ o , y'yO. Extranjero y Ultramar; en lii Administración: Año lí'dO péselas.=Por comisionado, 17'50. EDICIÓN CÜMÜETA (1.» 2.» j 3.H) EDICIONES i.-i j 2.a EDICIONES 1.a y 3.» ó 2 . " j IfiMadrid: Mes, VTñ pt8,=Tr¡mcstro, J . ^ b e mesU'e, 8.=Aiio, 1,'). Proviiiciau: Triinustro, -VM lüs.^.Se mostré, 9. —Año, 17.=l'ur coiTOspousalüs: ii, y'úü V l/TiO. Exlraiijtii'o y Ultramar: Año. 2,'» pts. y SO jiuv üomitíionadü. Madrid: Un mes, l'ádpls.^Trimeíítre, .róO, =Bemi!stre, iS'50.=Año, lU. Provincias: Trimestre, ,'i pís. =;Semesl.re, y T i i . ^ A ñ o , ]7'íiO.= Í'or ciirrespon.'iales, rj'.>Mij*.'iíty W:x\. Extranjero y Ultramar: Año, 23 pts. -$ 50 p'jr comisionado. Madrid: Un mes, 'I p t s . = T n mes tro, 6. =Semestre, l l . = A ñ o , LO. Provincias; Trimestre, 7 ptafi.=Semeatro, Id,—Año, í i . = P o r corresponsales: 7'5tí, la y 2o. Extranjero y U l t r a m a r . Año, 35 ptae. y dO por comisionado. ÁLBUMS DE DIBUJOS, LETRAS Y ENLACES vincias á 30 céntimos entregados á domicilio, tes á 25 céntimos cada uno. También se remitiriin ¡i provincias por el correo, abonándolo^ an- SE P U B L I C A LOS D Í A S 5 Y 20 D E CADA MES ADMON.: BARCO, 2 DUP., 3.", MADRID Propietario, D. Miguel H. de Cámara, « quien se dirigirá toda la correspondencia. SUMARIO DESGKIl'CIÓN DE LOS GRADADOS DEL TE^TO B*Tis((i (lo modas, pnr Elisa S.'—El equipaje dol Rey José, novóla orifinol (contiuuiición), por D. R, l'orez Gnldós.—líl piauo, iior J- iluyoral.—¿I'or l^é " " s" Cíisjin'í —I.H9 plantas qiiu no so vün, por don 1. SOMBRERO ISABET,.—Eate elegante sciubrero se haco 'joa()ii¡n'01iiiodÍllíi y Puip.—MiBCOláiiea —Clmradit.—Advoríüncias. de raso ilc color, formando Cíiprichosos buHoiics y se adorna —lieaciipciim de loa grabados dol texto.—Laboren.—Explicación dol pIief;o de dibujoH para bordar.—Modas.—Doscriiición del Hg'u- con u n lazo de terciopelo y un grupo do pluuiaa exterior- . rín Iluminado y patróu cortado en Paría, por Elisa tí.'—Anuncios^ mente. Debaj'o del ala está adoroado con u n a guirnalda do G í r a h n d o . s e n f 1 tpxto-—Sombrero Inahr.l.—Vestidito para niña. frutas, —Trajes para iwaeo.—Cayiota de paja y raao ~ S ' mbrcro de paja.— 2. ViESTiDiTo PARA NIÑA.— E s de liccluira inglesa y Traje pafa recibir visitas,—Cuerpo para trajo do teatro.—Trajo para visitas.—Capota de paja do color.—Entredós para nianleloría está adornado, tanto por delante como por detrá-s, con un pley toallas.—J'untilla do crochet.—Ramito bordado ti plumetis y giido á tablas. Uiio-g entredoses de encaje adornan el cuello, realce. formando esclavina, y las bocamangas. E d i c i ó n dft líthovea.—riiefío de dibujos para bordar y otro ux3. TiiAJKS l'AitA PASEO — L a primera de las dos figuraa traordinario do laborea, por M. M, de que con.sta e.stc grupo lleva un vestido de lanüla, cuya B l d i c i ó n d e m o d a s . —Figurín iluminado y patr6n cortado GU l'aría'. falda está adornada con volantes. Cuerpo coraza perfectamente cntaliado. Túnica de tela brocliada y de color más oacuro que la falda, (p;c forma pouf por detrás. Sombrero de ADVERTENCIAS paja negra con las alas ligeramente inclinadas hacia abajo, adornado con una gran phu'ia. La segunda figura lleva u n El número favorecido con el premio mayor en vestido compuesto de una falda d tablas (lao forman grupos de trecho en trecho, y entre ellas tiras de encaje crudo: u n el último sorteo del mes anterior, es el 1 1 . 8 4 6 . La rizadito sirve de i'omaLc á la falda. Cuerpo túnica do seda señora auscril'ora que tenga este númex'o entre los brochada, E.ste cuerpo, entallado y abierto por delante por la cinco que les liemos dado para tener opción á las parte inferior, lleva todo ali'cdedor u n a nnclia tira de eiiciije rifas mensuales, podrá elegir lo que mejor le con- semejante á las de la falda. P o r detrás forma un pouf bastante abultado, y en el talle tiene una jioreión de tazadas de venga de los objetos ofrecidos. terciopelo negi'o. Mangas ajustadas terminadas por puños do encaje Cuello alio adornado con lazadas de terciopelo. Las señoras suscrltoras á la 1." ó 2.' edición que lo sean también á la 3.^, reciben lo correspondiente á ésta, ó sea el pliego de dibujos para formar álbum en el reparto del 20 do cada mes. Las que sólo estén suscritas á la 3.* edición, recibirán los pliegos de dibujos ordinarios de la 1.*, según expresa el sumario. Los pliegos oxtraordinario-s de dibujos se dan en la I.'' edición, y sólo dos veces al año repartimos pliegos de labores en la 2." edición, ó sea en la de modas. Las señoras suscritoras á la edición de labores que deseen alguna vez el patrón cortado, el figurín ó cualquiera de las piezas de miísica que se den solamente en la edición de modas, lo podrán adquirir pidiéndonoslo directamente^ mediante 50 céntimos de peseta por cada objeto. De la misma manera, las suscritoras á la edición de modas podrán á su vez pedirnos, por la misma cantidad, los pliegos de dibujos ordinarios y los de colores que repartamos en la edición de labores, y por 1 peseta los extraordinario.^ que se hagan sólo para esta edición. Rogamos muy encarecidamente á nuestras suscritoras y también á los señores corresponsales que se fijen bien en lo que en cada una de las ediciones de ii-v GaiiiN.vI.DA repartimos, para que se eviten reclamaciones improcedentes. Además del sumario en que consta lo que á cada edición corresponde, liemos adoptado recientemente repetir con toda separación en la cubierta que damos en todas las ediciones lo que en cada una de éstas debe recibirse. A pesar de esto, aún hay suscritoras á la edición de modas, por ejemplo, que reclaman el pliego de dibujos y alguna á la 3." que pida el pliego extraordinario, cuando no el figux'ín, y de seguro no lo liarían si leyesen al menos esta cubierta ó las condiciones de la publicación. - 4. C A P O T A D E P A J A Y U A S O , — E l fondo de esta capota es de paja, y está cubierta con raso graciosamente plegado y fruncido, rodeado por tiras de encaje capricliosaniento dispuestas. Sogún se ve en el modelo, esta capota es peijucLiita, alta de ala, y deja completamente descubierta la frente: debajo del ala está adornada con rosna. 5. SoMitiiEItn j)i3 PAJA.—Este sombrero es de color: el ala avanza bast;inte sobre la frente y la copa es m u y chata: está adornado con flores campestres y bizos do terciopelo negro. G, TttAJB PAUA UECIBtR VISITAS.—VcSÜdo d c Seda COU falda corta á grandes tablas on toda su longitud. Cuerpo blusa de la misma tela, enteramente plegado y ceñido al talle por un ointurón de cuero. D c debajo de la aldeta de la blu.4a, (¡uo es bastante larga, Sale por la parte de detrás un paño de tela q u e , plegado caprichosamcutc, forma el pouj, cayendo Iiasta media falda, Esclavina de encaje crudo. Mangas ajustadas, terminadas por puños de encaje. 7. CliElil'ü PAitA TRAJE l>E TEATRO.—Este cuerpo de vestido es un modelo m u y elegante eu la actualidad: enteramente aj Jstado, forma tanto por delante como i)or detrás u n grao peto, dc debajo del cual salen la túnica y el pouf. Unas tiras de pasamanería, terminadas por un flequillo, forman una espeeie-dc berta ali'ededor de los hombros, sirviendo de remate á otras de encaje negro.-Mangas altas de hombros, y con un hullonado de encaje en la parte superior. 8. TRAJE P A R A V I S I T A S . — V e s t i d o de seda brochada, falda lisa, terminada on el bajo por un rizado de encaje. Cuerpo ajustado y de peto, adornado en el delantero con una pechera fruncida. Alrededor dc los hombros lleva un rizado do encaje semejante al do la falda que figura berta. Hombreras de pasamanería. Manga.s ajustadas y un poco cortas, terminadas por volantes do encaje. Sombrero de raso con ala u n poco alta q u e rodea perfectamente e! rostro, dejando descubierta la fi'ente, y q u e está adornado con u n a guirnalda de jazmines. líridas de raao formando un gran lazo, í). C A P O T A D E P A J A D E C O L O U . — E s t a capota es peque- ñifca, algo alta d c copa, y está adornada con una gran eeltarpe de raso de color y con u n a guirnalda df. flores colocada en el borde del ala, y que adorna tambiiín el lado. 10. ENTREDÓS PARA MANTELERÍA Y TOALLAS, bordado al pasado con algodones de color, dominando el azul .v el encarnado. 11. P U N T I L L A D E CROCHET y galón bordado á punto do cruz con algodones de color, para trajecitos de niño, 12. K A M I T O BORDADO Á PLii.iiETis Y UEALCE.—Tam- bién puede bordarse con oro para centro de un tarjetero. PRIMERA EDICIOIf.—LABORES Dosoripción del patrón cortado. Toxto.—Ptioffo do dibujoB núm. 17. Explicación del pliego de dibujoa n ú m 17. 1. Leti-íi para sábana, bordada al realce y imnto de armas. — 2 . Kelojgi'.i para bordar con s e d a s . — 3 . Zapatilla para matices.—4. Tra.'jera de la z a p a t i l l a . — 5 . Ángulo de pañuelo, para bordar al plumetis y ojetes aobro batista.—6. Ángulo p i r a tapete, bordado á la o r i e n t a l . — 7 . Pecbera para bordar al ]ta,sadü y punto de anna.s. — Del 8 al H , 23 y 24. Escudos para pañuelos, bordado-i al realce y punto de armas. — D L ' I 15 al 22. I'cstoiie.'i bordados lí la inglesa, para trajes de niños,—Noii)bi'e.9, cifras y enlaces para pañuelos, y tiras para soutache. E l que repartimos coa esto número á las señoras suscri' toraa á la edición de modas, es el del cuerpo de la primer» figura del figurín iluminado. E s t e patrón consta de siete piezas que son; Delantero.—Costadillo del delantero.—Costadi11o de la csjialda.—Espalda.—Chaleco.—Hoja superior d e I» m a n g a . — H o j a iuferior de la manga. ELIBA TERCERA EDICIÓN Pliüíío <ie dilnijos núm H. ^^NUIsTOlOS MONITOR DE LA BORDADORA MANUAL DE TODA C U S E Explicación del pliego extraordinario de labores. S.* ilustrado DE LABORES con láminas en negro y en colores tiradas y grabados en el icxto. aparte HK^OPILAUO DE LO HEJOH Q'JE SE HA nJlitiaiiO EH VARIAS HACIOSES POa H " Abecedario bordado á cadeneta, para mantelería, — Tira de encaje Rcchclieu para coleba.—-Ángulo para sábanas, bordado al realce,—Letras para sábanas y ropa blanca. SEGUNDA EDICIÓN. 'MODAS Toxto.—Fi£riirín iluiniímtiu y patrón cortuílo. Descripción del figurín iluminado. TRAJES l'AltA PASEO. P R Í M E R A F I G U R A . Veatido de surali color tabaco y foiiiflríí estampado. F a l d a redonda, terminada jio'-cuatro plegados en el deliiiitero: por detrás lleva nn solo volante plegado. lí! delantal es do foulard, y está recortado fnrmando pieos: al lado dereeho tiene una csiieeio de solapa cubierta con / O Í Í lard y ni izquierdo una echarpe plegada que cae recta y que está ceñida á media falda b;.jo ti" bizo de cinta ile raso. E l cuerpo es de sitrah y está adurnado todo alrededor del bajo con un ancho bitís semejante al deiatital: la espalda es entallada y termina por u n a aldeta frac. Los delanteros están adornados con lirag de encaje figurando solapas. Mangas de codo, terniinadas por dos volantes de encaje puestos pié con pió. tíonibrero do paja gruesa, atlornado con una corona de flores y frutas. plíOUNPA FioültA. T r a i c p a r a niño de cu;itro años. Este traje es de velo, color azul marino. Se compone de un vestido recto sin más cosnira que la de debiijo de los brazos. E n la parte inferior lleva un frunce terminado por un volante de encaje puesto en el borde. Gran cuello Plerrol, adornado con cncíiie. Mangas de codo con puños de encuje. Lazos de raso rosa por delante y por detrás 'le la falda. Sombrero marinero do. paja inglesa ferrado en faillc, y adornado con u n a cinta que rodea la copa y se anuda por detrás, TERCIÍUA PiauítA. Trajo do tafetán . ^ / a a ' y ea.'íiniir: la falda, que es redonda, está adornada con nn volante l'iz;ido terminado por un plegado cstrecliito. líncíma de este volante cae una falda bucea, también de tafetáii. J->os plegailos do casimir forman la ti'inioa; el uno pasa por la parte anterior de la falda formando delantal, el otro pegado al talle, por medio de grandes pliegues, forma una falda lincea en la parte inferior al talle, confundiéndose con el jWiiJ. Cuerpo de casimir abotonado recto y con peto tanto por delante como por detrás, ficliú 'le tafetán plegado, sostenido en la costura del hombro y de la sisa y que termina en punta sobre el peelio. Cuello vuelto, de terciopelo. Sombrero de piíja del mismo color que el vestido con plegado de terciopelo y pcnaebo de pluma. Esto libro os de innegable utilidad, para el bello sexo, puesto que proporciona instrucción y gr^to sobiz á las señoras, dLHcriliiendü con claridad y cxaclilud íoda clase de labores, desde la n]á.s sencilla i la más complicada. Jís utilí.simo para las señoras Directoras de líseuelas Normales, Colegios y í l a c s t r a s de niñas, puerto que, por medio de las magníficas lámina.s, ya en negro, ya en colores, que contiene, logran tener una ciileeeión de modelos cuya adquisición, siempre costosa, es difÍL-il fuera de las grandes capitales. liste libro, dividido en dos partes, enm|)rende: PjttMr.ii.v i'AUTi; —l'iñiogo. —NuLicia histüiica ilal l)or.la:lo.—Importancia lie la lnit;im elei:ció]i ilc lus modol'i-i |>arii l]or[|itr.—ProcedLmiüiilOH liara pasür lúa (iilxijos á las tulas. -Miiin;ra lifi ajíraiitlur 6 ro(iiicir 1(13 ¡tilMi.jijs —HonlailüS en lilniíco. - lii-rihi liia dJ tuiíii^on'a.— lioivl«ilus i'ii nljali)riii —lionladus con SQ.II.S ili) coloresi -l.aliortis ila Tolpilla.-Uoniadu á la Oriental — llonlailu.s ile ai>l¡i;ui:iñn —lioniado ciguhitrío.—Uordadu ilo ciiititiis —Florus canlailiiH.—IJunlados en oro.^ Hurihnl'J i'oii cinMoMcjllo .y leiitejuulaa. - líordailo Sül>reiiue.slo.—Floroí de reulcu cuj;ii)adas —Calado.s. St;iiu.siiA i"iirb{.-LiihoruH á pinito do affiíja —Tiirot.—Divuraoa puntos rio üfj-iya -Crucliot.—A|ilLr;ii-,iOT)oy dj OH livcr.soy puriloa do crocliet. —Míillii —Aplii-aoioiioa dol l)oi-da Iit do maliii.-Fri volilé -Flocüs —liíirilailo llenai-imioiito.—l'iisiimanüriiL. —soinaclio.- Itunliidoseu tul.—I'^ncnjos. -l-incajc iiif,''l¿s.—líiicuje ItoiíainaiionLO.- Cahidoa, modelos de calados en di.stinlás liiljn''es. Klnros y p •jaru.'i do lana —Floras do lela —Flores y fruías du dívursos inaloiiales. —l'^lorcs do papjl, —FliH'esilcíira y ]>laia.—FluruH y iVulas ÍIJ i:ci'a. —Laboreü ,1Ü fanUisia, Jísta obra, de 'lUU páginas de texto con S(j grabados intercalados, 0(i laminasen negro, '¿¡-í- en colores y su cubierta al cromo, vale 8 pesetas en Madrid y S,óO en provincias. Los iied¡ilo.s se liarán á la Administración do L A GíJmNAi.PA, Barco, 2 duplicado, Madrid. lll'CnMRNDAMnS el nuevo corséí"i\ja modela para -ujeíítr y disminuir cl vientre c iiiipüdir toda clase dc! dolenciiw. Id. Piincesa, larL;Ü pai'fl vestir con 'legaticia. ]'¡s sin diíjiuLa el de mejor i'iirnni que so •^"imce en JCsjiaña y en (;l cxtriiiij(írn, listos corsea lian obtenido elpmniioen la Exposición Universal dc l'aria. Mayor, 50, Josefa Martines, proveedora du lalíeal Ca,sa. liA CosTU!tEitA, Manual dfl^ la Costnroraen faniilin, pur don O. lloniando do Poroda. \]n tomo en 8.0 miiyor, de 2o8 páginas, con .sil cubierta á trea tintas^ Z'l láminas qiio contiejien r i o figura.* V una gran íkija con 31 escajaa de proixtrcion en tamaño miturat para el corte do lus vcstidus y ])Ki-a trazar toda cla.se de patrones.—Pi'e(!Ío, 3 jie.'íctft.s en Madrid y 8 jitas. 50 céntimos en lírovincias.Lassuaeritonis de JJA GUIRNALDA lo podrán í'd(¡u¡rir por 2 pLiLs. 50 céntinioi :n Madrid y jKír3pesetius en provincias, jiidiéndo lo directa/neiitc á .su Administración. LECCIONES Dlí COSAS ^ SOlülK PRIMERAS MATSEIAS IITDUSTEIALES r o n 1.A HÜÑOaiTA D O Ñ A PUBIPIOAOrON" PELTBER M A K 9 T l: A H U F m : I O I I , I N .S T I 'J' U 'I' K I Z Y 1* It O KIC H 0 R A KN LOS JAKDINKS J)l¡ LA IKKANCIA Dlt M A U K I D , E s t e precioso librito do l e c t u n í , r e c i e n t e m e n t e d e c l a r a d o d e t e x t o por el Consejü d c i n s t r u c c i ó n P ú b l i c a , hállase de ventíi e n las p r i n c i p a l e s librerías y en Ja A d n i i n i s t r a c i ó n d e e s t e periódico, al precio d e u n a p e s e t a e l ejemplar. OBRAS ÜL 3 .P. GALÜÚS NOVEr:.AS ESrA>;OLAS CONTÉ jri'ORÁNJ! AS 35, CARRETAS. 35 EPISODIOS NACIONALES Ullimas novcilailes en cajas y liolsa.s para boLlas y bíinÜTOB.' Especiales cammeios HoliiaQ j manlccatlas de Viena, TiíAKAi.GAit. Pintoresca relación de este glorioso combate naval (4.!'. ediv.); 2 pesetas. IJA CóllTlü I>H C.tRLOS IV. Cuadro de costumbres de aquel reijiadíj (3.a edic.)', 2 pesetas. 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Ofrace esta novda el cuadro más acabado que se puede hacer de las costumbres de algunos pueblos y del fanatismo político y religioso de las familias Ki. 1!) DK JFAKZO Y I;I. 2 D E apegadas alo antiguo. Un tomo JfAYo. Descripción dü los Iie- en 8.0, de 32U ¡idginas, '2pesel<i-s. cbos gloriosos dé estos dias en 1808 (2.a ef/iV.); ¿pesetas. GLORIA. (DOS tomos.) (2.a HAILIÍS. Relato de la insigedic. La trascendencia de! peniifí victoria que tanto liinnilió samiento de estJV novela, el in«i ejército francés (2A&.ÍÍc.); 2 terés dramático que encierra, y pesetas. la extraordinaria belleza de su forma literaria reputan e.^ta NAPOLEÓN EN CHA-MAUTIJÍ. obra, según se ba dicbo, cmuo Defensa que liizo Jladríd cuando fué sitiado (2.a edic); 2 ]ic- la mejor de esto género de las contenijioráuea.*. .setas. Tomo iirimcro, en 8.<J, de ZARAGOZA, narración de la 41'i páginas. 2 pesetas. Tomo selieróica defensa del pueblo aragundo en 8.0, do 376 páginas, 2 gonés (2.a cdir.); 2 péselas, 2}eseifís. GERO>'A. Curiosa reseña de !MAHTANELA f3.tt edici)n)i. los snfriniiciifos de un pueblo E.-S un idilio ])recioso, en que el que supo resistir n! ejército autor, según eminentes críti francés (2.a edic); 2 pesetas. eos, lia trazado de mano maes C.-íDiz, Novelesca descriptra tipos encantadores y desción dü Io.s sucesos que tuvieron arrollado un pensamiento d e lugar en las Cortes de 1812 {2.a vadfsimo con tertuira y delicaedic); 2 i)esetafl, deza. Un temo en 8.o, de 288 páJ U A N JMARTIN KL K M P E C I ginas, 2 pesefii.f. NAiio. Episodios de bi guerra en que tanto se distinguió este L A FAMILIA P E L E Ó N líocii. grande hotubre; 2 pesetas. (Tres tomos) (2.a edición.) Esta L A HATALLA C E LOS A H A - novela en que so describen la vida y costumbres madrileñas, l'lLE.s. Iideresaiife leyenda de lia producido gran sensación en uno do los liedlos de armas más el publico. Excita mucho la cunotables de la ludia contra los riosidad de todo.s y la ha juzfranceses (2.a edic); 2 péselas. gado muy favorahlcmeiite la E L E<¡un'A.n-:iH:LPLEY JOSIS, critica. 2 ji;Me 1*175 cada tomo. Estudio acahiiilo de Jas ideas y costnnibrcs de lo5 ])r¡inenis CoMPKNDio de historia uniaños de este siglo 2 jjesetas. ilKMOltlAS DK UN CORTESA- versal, iior d Padre Loriquet, traducción de D. José TamaNO J)E iyi5. Ciiiiiplota ideaKld riz y Guerrero. Tomo I.-ií¿¥(lobieriii) abscduto y de la ¡mlíloria antigua. Esta obrita os de tica de 1814; 2 pesetas. gran importancia para la enseñanza de bi historia eu las cBL A .SK(.ÍT:NDA CASACA. IÍC' cuclas de niños, l i a d a falta en Ili'simo laiadro de las costumEE]iaña iina_ liistoria de este gébre.'' políticas en ios años del nero que aticione á los jóvenes 1-5 ai 20; 2 pc.-eiaí. á la lectura y les haga adquirir ICL GKANDK OltlENTK. Fiel el deseo de instruirse. El métopintura de ios hombres y sociedo que sigue en la exposición y dades .secretas que tanto per- los ciiaib'oscronológico.s que Ift turbaron el ])aís p(jr los años de completan, han alcanzado u n 1820 al 21; 2 pesetas. feliz éxito en Erancia, donde se 7 i)K J U M O , Relación nove- h a adopfulo univer-siilmente como texto para bis escudas. lesca de los acontecimientos políticos del año 1822 2 peseta.s. Tomo U . Historia romana. L o s c r E N M U . 111.IOS D E SAN LUIR. Narra i:on vivos co- Este libro, del mismo autor, contiene todo lo sucedido deslores los sucosos do la intorvende el origen de los romanos y eion francesa y de la caída del régimen constitucional; 2 i)e- fundación de liorna, hasta el iin del imperio do Occidente. Ed setas. por demás imiiortante para la JÍL TEKROU UB 1824. Conenseñanza de la niñez y se removedora reí^eña de los excesos comienda á las madres de famide la reacción afeoluti.sta y do lia y muy especialmente á bw las crueldades llevadas á cabo señoras m a e s t r a s d e n i ñ a s . por órdenes de las Oomisiones Aprobados por la censura eclemilitares ejendiras; 2 pesetas. siástica, y declarados do texto. TTN VOLUNTARIO REALISTA. Tomo i n . ílhtoria de la Interesante noticia de las consEdad Media, por M. Lofrane. piraciones de Cataluña; 2 peContiene esta obrita el rcsiímen setas. de todos los principales acontecimientos ocurridos desde la Los Al'O.'íTÓLico.s, En este dcsirucciím del imperio romatomo, como en los anteriores, no de Occidente hasta la toma se narran sucesor niuy imporde Coiistantinopla por los turtantes de la époc» en que Ijgucos bajo las órdenes de Mahoraron Olózaga y otros hombres mot I I . notables; 2 pesetas, Precio; 1 peseta cada tomo XJN FACcio.so >rAs Y- ALGUen rustica ,v 1,25 en cartoné. NOS FRAILES M¿Nos. Ultimo Para provincias los misrcos, tomo de la coieceion; tan inte- .numentando d certificado de resante ^como los anteriores; 2 correos. pesetas. •- 1 ^ L\ REVISTA DE MODAS (JUiliNAJ.l>A 129 manga. Se hacen muchos de tela limosin forrados en seda tornasolada y con cuello de terciopelo. Kl cuerpo de este abrigo es ajustado como el de una levita, sirviéndole de complemento una esclavina cortada al hilo por delante, y ajustada en los hombros por medio de dos jiinzas: esta esclavina está abierta por la espalda y sus bordes fijos hasta debajo del talle por medio de un pespunte. Por la parte inferior está vuelta la esclavina y replegada por delante en toda su extensión para formar la manga. Los abrigos levitas e-s-tán también muy en moda y se ven modelos lindísimos. Entre otros citaremos uno de gasa terciopelo forrado en seda negra. Los delanteros van cerrados hasta el talle, y están adornados con rizados de encaje; este mismo adorno se repite á lo largo do la costura de debajo del brazo; á la mitad próximamente de la falda del abrigo se coloca un gran grupo de lazos de cinta paja y negra, que figura estar sostenido por medio de una doble cinta que va de una cadera á la otra, pasando por la parte inferior del tallo. La espalda es entallada y lleva un pliegue hueco en el bajo del talle; un entredós de encaje forma triángulo á arabos lados de la parte superior de la espalda. Manga ¡iagoda cun una sola costura, adornada con lazadas de cinta y terminada por un plegado'de encaje; gola de encaje alrededor del cuello. Ajjroxímase el otoño con sus días roelaucólicos y Irifítes como una balada alemana, y comienzan las señoras á preocujiarse de los trajes de entretiempo que han de adoptar para esa estación intermedia, en la que ofrece verdadera dificultad el vestir con elegancia, puesto que hay necesidad de adoptar un traje medio que, sin ser ya completamente de verano, no sea tampoco de tanto abrigo como IQS de invierno, pues sabido es que en otoño, especialmente en Madrid, hacen dias hermosísimos. Adaptándose la moda á las necesidades de la estación, empieza ya á insinuarse ligeramente y á mostrar sus nuevas creaciones, que pudiéramos llamar hallonfi deessai (globos-correos), encaminados á sondear la opinión y sus corrientes, así como los globos-correos tienen por objeto averiguar la dirección de las corrientes del aire. Aun cuando todavía sería aventurado asegurar cuáles serán las formas y los adornos más en moda para la estación próxima, sin embargo, podemos ya, sin temor de incurrir en error, anticipar algunas noticias á nuestras amables lectoras y trazar, por decirlo asi, las líneas generales que han de servir de base á la moda. Los colores claros, los colores pálidos., hasta Los sombreros de paja de coloi'es oscuros y los ahora tan en moda, ceden su puesto á otros más de fieltro reemplazan ya á los de paja blanca y de oscuros, en armonía con la estación y con el as- su color natural. Entre los ¡^rimeros citaremos uno pecto que ofrece la naturaleza. El color de hoja de paja gris, con alas levantadas jjor delante y seca^ el azul marino, el verde aceituna, el gris pi- por detrás, pero en cambio muy caídas de los lazarra, parecen ser los llamados á gozar de más dos. Este sombrero forrado interiormente en raso aceptación: los cuadros, que tanto se han llevado de color, colocado formando frunces, está adornado este verano, se asegura qne continuarán usándose con iin gran ramo de flores. todo el otoño, y aun es de presumir, vistas las Ya que de sombreros hablamos, no dejaremos muestras de tela que envían los fabricantes, que pasar esta ocasión de llamar la atención de nuesestarán en moda también para invierno. tras lectoras acerca de la elegante tienda que con Hasta ahora se observa poca novedad en la he- el título de Le Fi'Jit-bouqiteí, se ha abierto recienchura de los trajes: las faldas continúan haciéndo- temente en la calle del Caballero de G-racia númese cortas y con l^oco vuelo, ¡íero, sin embargo, con ros 6 y 7. En ella hemos tenido ocasión de ver senalguno más que el que hasta ahora se han llevado. cillos y elegantes sombreros, en los que domina el Los cueri^os se hacen largos de talle y altos de más distinguido buen gusto, por cuya razón recohombros, moda que deben tenerrau}""buen cuidado mendamos á nuestras suscritoras no dejen de viside no exagerar las señoras gruesas y cortas de cue- tarla. 11 o,porqu6 les hace parecer un poco contrahechas. Para terminar la revista de hoy, describiremos Los volantes, el encaje, las tiras de terciopelo y las un elegante y sencillo traje de entretiempo. Comtiras bordadas, juntamente con los encañonados y pónese de \\n vestido de lana lisa, color de hoja los frunces, son los adornos más generalmente seca, cuya falda corta y con poco vuelo está pleadoptados. De su acertada combinación resulta un gada á anchas tablas en toda su extensión. Sobre conjunto más ó menos elegante y distinguido, y esta falda cae una túnica de lana brochada, color en ella consiste la habilidad de la modista. bronce, sobre fondo color de cuero. Los delanteros Los chalecos Moliere y las chaquetillas ajusta- de la túnica van abrochados hasta el bajo del talle, das están también muy en moda; Uévanse los pri- y adornados con x\n rizado de encaje; están ajustameros para traje esmerado, y destíñanselas segun- dos por medio de dos pinzas y recogidos hacia das para trajes de diario, y como sustitución del atrás con una tira de cinta ancha que se sujeta á un abrigo, puesto que estas chaquetillas tienen largas botón colocado en la costura del costadillo de la aldetas y yon, por decirlo asi, un abrigo en p e - espalda, que es entallada. Manga pagoda con una (jueño. sola costura. Esclavinita corta, con costura en reY 5''a que de abrigos hablamos, algo hemos de dondo sobre el hombro, y recta y al hilo por dedecir de algún modelo muy en moda en estos mo- trás; esta esclavina se hace de terciopelo bronceado mentos y que, según afirman las modistas y los y se adorna con un rizado de encaje. Un sombreXJeriódicos de modas de París, ha do gozar de gran rito de paja color bronce, forrado interiormente favor este invierno. El abrigo á que nos referimos en terciopelo color cuero, con ala levantada por dees el llamado Fédora, que no es otra cosa sino una lante un poco al bies, y adornado con ramas de lila, especie do pelisa con esclavina vuelta formando completa este elegante al par que sencillo traje. AÑO i v i i , — NüM. 17 — T) lie í^eücmbrc de 1883. ELISA S.* . "I ] r>o LA GlJJlíNALDA EPISODIOS NACIONALES POR B. mu GALDfe . contener su cólera y levantándose también.—Ven que eu tí no puede caber ningún sentimiento generoso. ¡Mereces la abyección en que vives! Márchate, quiero estar solo. E L E Q U t P A J E D E Í . T-\KX T O S E — ¡Si será preciso ponerle algunas arrobas dn •C'iillthllllU'iúu.'; •• hierro en los pies al D. (Juijote de la Puebla!—d'jn —¡Perdidü. perdido para siempre!—exclamú don Monsalud dando algunos pasos, con escasa según-, Eernando con inmensa angustia—¡Sin honor, sin dad...—Parece que se tambalea el piso... Adiós, principios, sin pal-riotisnio, sin religión, sin lazo hasta después. Tengo que hacer. D. Fernando fue de aquí para allí con inmensa alguno con ln «ociedad, ni con l'-spañn, ni con la familia, ni con Dios...! ¡(Jh (|ué aflicciónj qué casti- agitación. Hizo por último el espanto lugar en é! á una violenta y súbita cólera, que se manifestara go, Dios mío! —Puesto (¡ue usted no quiere probarlo—dijo el en sus gestos y voces de un modo que asombró más sargento, ediando otro medio cuartillo, ^ m o lo be- á Salvador. — ¡No eres tú, tú no eres, no!—exclamó con airoberé yo. Luego dormiré seis lioras y así se olvidan ciertas cosas, co.sas terribles Sr. J). Fai'uando. que na lora voz. — ¡Me he equivocado! Dios se está burlando de raí... es un castigo: ¡pero qué castigo, me atormentan noche y día. —Dios te tocará eu el corazón, infeliz joven — Dios mío! dijo Navarro,—y hará penetrar un rayo de sn diviSin conqirender aquellas palabras, Salvado]- se. na luz en tu o.'ícuro entendimiento, y te reconcilia- detuvo ante el agitado anciano. La generosidatl de rás con España, con Dios, con tu madre y... con- su noble corazón eclipsada por falsas ideas, y bi migo. turbación física en que se hallaba, inspiróle algu—¿Ilecon ciliar me yo? — dij'o el joven severa- nas palabras consoladoras para el anciano; mas mi mente dejando á un lado el vaso vacio.—Yo no me hecho trivial le desvió de aquel buen camino, s o reconciliaré jamás; eché los dados. Me voy á Fran- parando á uno y otro personaje más de lo que escia; consagraré mi vida á trabajar contra esta fe- taban. E n la versatilidad de sus juicios, Salvador achac'i las incoherentes palabras de G-arrote á estementida patria que aborrezo. —Justamente despreciado por ios hombres y nuación y debilidad mental ocasionada x'>or la fal!;t maldecido por Dios, tu vida será un inherno y tu de sustento y el pavor de la próxima muerte. Penmuej-te horrorosa y desesperada como la mía. Mí- sándolo así, echó en el vaso cuanto en la botella rame, eu mí tiene.s un ejemplo de cómo castiga restaba, y con intención compasiva, le dijo; Dios en la última hora á los que hím olvidado su — ¡Vaya, pelillos á la mar! Sr. Garrote... Beba doctrina. Sin ser blasfemo ni traidor, como tñ, j^o usted y le caerá bien... Luego llevaré otro gatidesihe sido muy pecador. He vivido largo tiempo con mus al señor cura. vida piacer.tera y feliz; pero en esta postrera noc! e —Quita allá—contestó D. Fernando, ai^artáudr)de mi vida, me con.sidej-o el más desgraciado de se con horror del joven.—Tú no eres quien yn los hombres, no seguramente jior la muerte que me ¡ creí... Tú eres de casta de borrachos y traidores, amenaza y que merezco y deseo, pues los españo- I Tleciliió Salvador con paciencia el insulto, y les debemos morir ccmo caballeros y como cristia- empinando el codo, dijo: nos. Uno de los más amargos motivos de pena para —Puesto que usted no lo quiere, no se des}iermí, es verte insensible á mis ruegos, degradado, diciará tan buen vino. Se lo quitamos á unos arrieenvilecido, verte en el camino de tu total mengua ros que venían de la Nava. y perdición, sin poder remediarlo, verte en ese esLa cabeza de Monsalud, que era de muy poca tado de locura y embriaguez, aferrado á la maldad. resistencia j)ara la bebida, á cansa de su antigua Si respondieras, aunque sólo fuese con eco muy sobriedad, luego que su cuerpo recibió aquel tr;idébil, á mis sentimientos y á mis ideas, si no me siego, se desorganizó completamente; se oscu]:ecÍ<'parecieses, como me ])areces, un verdadero mons- ron sus facultades, desmayóse su cuerpo, entrújn truo, esta pasajera amistad que nos une podría ser de improviso la innoble estupidez y el repugnanfi' un sentimiento más grande, Salviidor, mucho más cinismo de que había dado ya algunas pruebas en grande y hermoso para tí y para mí. la conferencia con su jjadre, y perdió su caractei-, Monsalud le miró con sorpresa. su generosidad, su buen juicio, su discreción, per—He sentido vivísima incliniiciiin hacia tí— diólo todo, para no ser más que un vulgar soldad'». continuó el anciano.—En esta soledad en que rae —-Sr. Grarrote... —dijo tambaleándose, —adiós... encuentro, ausente de los mío.s, con uu pié dentro Parece que se mueve el piso... ¿por qué baila usdel sepulcro y la eternidad llamando á m i alma, tú ted?... podrías ser consuelo inefable de este anciano mo—Vete, vete, déjame solo—replicó I). Fernando ribundo, recibiendo en cambio de mí lo que jamás sin mirarle. has tenido, ni esperas tener. ^ ¡ B o n i t o fin han tenido las campañas del padre Monsalud se levantó y con súbita cólera apos- Respaldiza y del Sr. Navarro!— exclamó dewjtués do una carcajada de imbecilidad, que retumb(> pn trofó al anciano en estos términos: —Viejo astuto, ¿quieres engañarme con lisonjas la estancia como un eco infernal.—¡Bonito ñnl... y beberías para que te deje escapar? Yo no soy ¡Échese su merced á guerrillero!... ¡Quién lo hal-ia como 3os guerrilleros, que se venden por dinero. de decir... aquí está el primer caballero del condaSu señoría de la llave dorada no conoce o n qué ¡ do, el de la llave dorada, el gran ü . Fernando (ñiclase de personas está tratando. ¡Pues no es poco rrote, que tjuiso derrotar él solo ios ejércitos de Napoleón!... fiPor qué no trajo consigo á Garlitos para sabihondo el viejecito!... 1 —¡Miserable!—exclamó D. Fernando, sin poder que le sacara del paso?... Me hubiera gustado ver LA (¡riRNALDA á todo el hato de salteadores de canrinos, distribuiiLos en e&tas cámaras reales, esperando la orden del (•orouel.,. ¡Adioy, Sr. D. Fernando Quijote, adiós... Ijiien viajo!... D. Fernando se acercó á Salvador, y asiéndole el brazo y aiíretándoie con tanta fuerza como si su mano fnese una tenaza de hierro, le dijo sombríamente: ^—Salvador, cuando me saquen de este calabozo, Iiaz ítiego sobre mí: mi destino es ese, mi castigo no será el castigo que merezco, si no sucede asi. ¡nios lo quiere! —¿Fuego 3'o':'—repuso el joven con sonrisa de demente. - Y o me voy... Salgo de guardia ahora... i-'.ntrará otro... Ko quiero matar... me da mucho íemblor y me ¡íougo malo. "Lucharon por breve rato en la acongojada alma del guerrero sentimientos divertios. Luego sintió (jue las lágrimas brotaban de sus ojos, una aliicfión Lorrible le abrumaba. Apartóse del joven, coriió hacia él; mas su as^iecto, su habla, su embriaguez: le llenaron de espanto. —Mi muerte—exclamó,—por las circunstancias i'spantosas que la rodean, no se parece á uingaiia 'j|,ra muerte. Creo que toda la naturaleza se desquicia en derredor mío y que en medio del cataflismo general vivo mui'iendo._ Tile ^íarece que la iiiuerfce del malvado, como la del justo entre los ¡n.stos, no puede verificarse sino entre tinieblas Iin/• rorosas y confusión del cielo con la tierra. ¿Es de J¡ oche? ¿Es de día?¿Eres un ángel ó un demonio?... Jiii^'B de aquí, monstruo mío... No sé lo que siente mi alma al verte y al oirte... ¿Esto es vida ó qué es esto? ¡Dios poderoso, acoge mi alma... y basta, l'.ista ya de suplicio! El Sr. Gfarrote se arrojó al suelo. Monsalud, á causa del vino, no vio en todo aquello más que demencia y miedo. Hasta que no se halló fuera y lecibió en la frente el fresco de la noche no se aclarsiron sus juicios, ni pudo conocer que había estado' inconveniente, cruel y... grosero. XIX Cuando se quedó solo, elevó D, Fernando de nuevo su pensamiento á Dios. Adquirió con esto ! cierta tranquilidad, cierto rejjoso emanado de la ])iofuuda convicción de su inmensa desgracia, y | ;H:eptando aquella amai-gura se engrandecía á sus ](i-opios ojos. La fogosidad de su imaginación lie- : "V'ábale á compararse con los colosos de infortunio, : pero superándolos á todos; tan pronto recordaba á ¡ Job de la antigüedad hebraica, como á Edipo de In-y tiempos herc'iicos, y hasta en sus coloquios, en . >us alegatos, ora tiernos, ora coléricos con la divi- ' nidad, se les pai'ecía. ! Después de uu instante de estupor contemplativo, sintió anhelo vivísimo de comunicar á alguien la congoja de su alma, y se acordó de su amigo ! llespaldiza, cuya voz había oído poco antes al tra\('.ti del tabique sin hacerle caso. La endehle pared consistía en un armazón de maderas y adobes, cubierta á trechos de viejísimo yeso, que formaba en sus irregulares claros y fajas al modo de un fantástico mapa. Por diversas partes, y principalmente junto al suelo, había muchos agujeros por donde podían pasar el ruido y la claridad, pero no objeto 131 alguno más grueso que uu dedo. Golpeó D. Fernando el tabique, diciendo: —Sr. D. Aparicio, Sr. Tiespaldiza , ¿está usted ahí? El cura contestó desde la otra parte: -—Sí, Sr, D. Fernando, -aquí estoy más muerto que vivo. ¿Con quiénhablaba usted?... ¿Hay esperanzas de salvación? Me parece que trataba usted con Salvadorillo Monsahid... Es mal sugeto, y no liay que fiar muclio en él. ^ A m i g o Respaldiza—dijo G-arrote sentándose en el suelo y apoyando su rostro en la pared, junto á un sitio donde menudeaban las grietas,—Acerqúese usted á este sitio doude me encuentro, y óigame. Tengo que hablarle. — Ya estoy... ¿Hay esperanzas de escajiatoria? —No hay que pensar en escaparse, señor cura. Naiestra muerte es inevitable. —¡0]i! ¡Dios mío Jesucristo!—exclamó Respaldiza con voz desfigurada por la aflicción y el llanto.—¿Qué hemos hecho para tan triste fin?. . ¿Pero no será posible intentar?.,. Echemos abajo este tabique: juntémonos, y entre los dos ejecutaremos algo ingenioso para salir de aquí—Es difícil. Por mi parte no intentaré nada para salvar esta miserable vida, que es para mí el más horroroso peso. ¡Somos muy pecadores! —Yo no tanto... ¿pero es posible que no logremo.'^...? ¡OIJ! Desde aquí .siento los aullidos de esos lobos carniceros, de esos demonios del iu6erno que nos guardan. Están borrachos, y parece como que bailan y Juegan. —No nos ocupemos <.le nuestros enemigos, y pensemos en la salvación de nuestras almas—dijo con unción D. Fernando.—Sr. Kespaldiza, usted es sacerdote. —Sí, sacerdote soy—repuso con desesperación el clérigo,—y cojno sacerdote digo, que esto es una gran picardía, una gran infamia, un asesinato horrendo. ¡Ya se las verán con Dios! —Usted es sacerdote—añadió D. Fernando—y un buen sacerdote, piadoso, instruido, aunque ahora caigo en que no cuadraba muy bien á su estado el tener tan buena puntería; pero sea lo que quiera, usted es un hombre de bien, 3' uu sacerdote cristiano, á cuyas manos baja Dios en el santo oficio de la misa. —Sí, sí. ^ P u e s bien, siendo usted sacerdote y yo pecador, quiero confesarme en esta hora suprema; quiero confesarme, sí, después de treinta y tantos años de impenitencia. Prolongado silencio anunció el estupor del sacerdote. —¿No me contesta usted?—preguntó impaciente Navarro. —¡Confesarse!... Linda ocasión ha escogido usted. . Aunque todavía puede .ser que nos indulten. —No hay que esperar tal cosa. Seamos dignos de nosotros mismos, y muramos como caballeros cristianos. • —¡Morir!—repitió angustiosamente el cura. Retembló el tabique con sordo estam^iido. La cabeza de Respaldiza había chocado violentamente contra él. —Sr. D. Aparicio—dijo D. Fernando después de una pausa,—he visto á Dios, ^u LA GUIlíNALDA — ¿ A D i o s ? . . . ¿ D ó n d e , a m i g o mío, dúiule? — A q u í , aL|uí uiis-iiio en este oscuro calabozo. H e v i s t o x^asar a u t e mí t a m b i é n m i v i d a e n t e r a , y m e lian o c u r r i d o cosas que esijantarán á usted c u a n d o .se las refiera. —¡Es s i n g u l a r ! ¡Yer á D i o s y n o p e d i r l e q u e n o s sacara do aquí!,.. ¡Ali! U s t e d t i e n e razón, meamos piadosos y b u e n o s cristianos en e s t a h o r a s u p r e m a , único m e d i o d e q u e DJos n o s f a v o r e z c a . Chillar y j u r a r con d e s e s p e r a c i ó n en estos t r a n c e s no e.s p r o p i o del e s p í r i t u cri.stiano. R e c e m o s , S r . D . F e r n a n d o , oremos h u m i l d e m e n t e con toda la c o m p o s t u r a y d e v o c i ó n posible.s. N o se m e olvidó el r o s a rio; a q u í e s t á . P i d a m o s á D i o s d e t o d o corazón que... — A n t e s c o n f e r e n c i e m o s u n poco—dijo G a r r o t e — p u e s no sólo t e n g o q u e r e v e l a r á u s t e d secretos m u y g r a v e s , sino p e d i r l e consejo y ^Jarecer sobre a l g ú n p u n t o delicado d e conciencia. — Y a soy t o d o oidos. Er^ PIANO ISÍDgún instrumento ile música se encuenti-a nnís universalmente aceptado que el piano; ninguno tampoeu presentii múnos inconvenientes. No liacü thuui n\ \)VÍ-.]U¡ (valicndonos de una expi-esíún vulgari. como los ¡n.-^tniliicnto.'i de viento, itü molesta, como el violin, no liace conti'ahei.-haw iUa.s jóvenes ((ite .so dedicnn ii.su estudio, como el arpa, ni es necesaria la constante aíinac¡(5n como en casi todos los instrumentos do cuerda. Desde Alsacia pasó á Inglaterra, donde el mecánico Cíuidede Bruel, cmbajadorde Sajonia en Londres [178ljj, de.-<cubri(5 que las cuerdas de acero calentadas hasta el wm] producían mejor soniílo. Y en los pianoá de aquella época se encontraban sus cuerdas de hilo de hierro menos las If) t'iltinms,, que eran d e l a t e n . La casa de Sebastian Erad .«obrci)njó desde 1775 hasta iSló á todos los constructores de pianos, aunque sólo eonstruiji en esta última fwha :íOD pianos pnra cada año. La casa Toadwod de Londres construía ya de 1BI5 á 182:Í ha.^ta L.SOil pinnos por año, y de.sde aquella época son imimerabies los pianos que han salido de las fábricas nacionales y extranjera.s, como inumér:d)Icfi son los en•süyos heclios para perfeccionarlos. Así.el piano d j mesa, cuyo mecanismo llamado de escape llevó Peízol de Sajonia á Paris; la barra metiilica lie Erard; el cubrir con lieltros los martillos; el que estos hieran las cuerdíis por encima como en los voricales; el escape inylcs de los pianos de cola aplicado por l'ape á los pianos de mesa, el enderezar las teclas (antes de en tercera parte torcitíasj el escape en los verticales de Roler y Chmchet y otras mil innovaciones, han elevado al piano ú la altura en que se encuentra; sólo ol sistema de aliiiación por clavijas se halla hoy como eii la infancia del piano, sin que la multitud de ensayos heclios ¡lor los e(jnstructores franceses hayan da(iü(que sepamos) resultado alguno satisfactorio. De todos conocido es el instrumento de que nos oí^upamos, y p(n' esto nos abstenemos de describirlo; sólo nos resta rei'íjmendar á los que se dedican á su e.^tudio una constancia sin líjnites j.iara que, en voz de martirizar li sus oyentes, les proporcionen [al paso que á ellos misjuos se le proporcio?ian) un inocente placer, un delicioso gozar durante el que se vive la vida del sentiniienío y de la fantasía. Es cierto que la delicadeza cu los sonidos es privilegio exclusivo de los pianos de griin precio, tocado por pianistas de gran talla; tocado por principiantes os el martirio J. MAYORAL. de la vecindad... Sin cmbarg-o, el piano se oye, y este elegante mueble es. en nuestro concepto, el instrumento indispensable de toda reunión de buen gusto. ¿POR Gilí: NO Sl^ CASAN? Nü hemos de decir ninguna de las infinitas intrigas en que ha jugado un principal papel, como tampoco las constantes profanacione.s de que es objeto, ni le hemos Nuestro apreciahle é ilustrado colega El Día, publicó de considerar como crimina! porque nos sirvamos de él no há mucho tiempo un urtíiailo. enumerando las causas \¡iiríí ikffoUm' aly,"uiias composiciones nunsicules. Solo di- que en su .^^untir iidUiíun en la poca afición que los bomremos algo sobre su oríj^-on, valiéndonos de unos apuntes l)i-es muestran al matrimonio, basando especialmente su extractados de M Mtindn Musical. argumentación en las exigfmcias de la vida moderna, en Hacia el año de Hlíí, Pantalcón Habresteit, profesor el lujo excesivo y en la educación frivíjla (pie, á su modo de música y de baile de Leipzig, retirado en una aldea de \Q\\ n^ciben las peñoi'ns. de Sajuniii, halló un medio de jnejorar el salterio; tué reICstc articulo, que aun cuando tiene un-gran londo de eomendado el invento al rey de Polonia cinco años des- verdad, está un poco recargado do color, lia recibido la imés por el barón de Dies'kan, valiendo al autor Habres- siguiente oportuna contestación en que el bello sexo teit el nombramiento de músico de la capilla real su ilefiende con ra/.ón y con valentía sus derechos: nuevo invento. "Con e! epig-rafe que encabeza estas lineas se ha publiEra este instrumento un doble salterio, en el que se cado en el periódico de su digna dirección un artículo tocaba con dos pidillos forrados de algodón sobro unas (pie, persiguiendo un fin mora], encierra apreciaciones que no podemos dejar pasar sin correctivo. Y como harto cuerdas metálicas y otras de violin. líscipión Mefei asegura que el priinero que inventó el retraídos andan los hombres sin necesidad de (jue un fechido y los martillos fué Crietólbli de Pádua. y algunos diario tan leido venga á dnrles la razón ^• presentarles autfires alemanes dicen que CTI 1717 existía v.n Dresdeun los inconvenioiites del matrimonio, nos vemos obligadas A'crdadero piano-forte con martillos, licclio jior Gottoh á salir en defensa de la clase á que, á pesar nuestro, Sclioter, con el ¡lUe se podia tocar fuerte y suave. Tam- jiertenecemos. bién fué presentado este instrumento al rey de Polonia, El principal cargo que se nos hace es el de exhibirnos qniejí mandó perleccionarlo por confundir la armonía el demasiado, y no ha tenido en cuenta el articulista que resonar demasiado, dando esto origen ¡I los apagadoi-es vivimos en un siglo que ha sustituido el refrán de "El de paño, que pronto inventóCristófoli. Ijuen paño en el arca se vcndc" por el de "Más vende El precio de estos instrumentos en casa de Silberman. quien más anuncia.» Nuesti'a carrera es el malrinmnio y para llegar á él tenemos que utih/.ar los medios que usté • constructor de órganos en Estrasburgo, era de ¡í.ííDO rs. I,A GUlKNALriA 135 rlf'i; iior; indican como las más sogni'o.« pnrü VL'ali/.arlo. Si posesión de conocimientos ini]iorfautes, respecto á la nna jnuctiaclia írii:ip:i, vii-tuosa, Ik-na de atructivop, se organograila de las plantas y á la existencia de muchas viste niodcstiimentü. sale sólo los doming'os y fiestas de ((uo huliierau ctürnamcnte ijuedado en el olvido á no ser guardar y no siente rubor confesando ({ue en ve/, de ])orel intlispensable y poderoso auxilio de tan precioso liaccr rrijrluU ó//t(i¿iure repasa la^; camisas y /ir(/a los bolo- medio de invesí'igación. V.n la got7i tle agua de un estanque, en el COIM) dn nes á la levita de su papá, nstedes lanzan sobro su IVente nieve que desciende de la atmósfera, en el polvo (pu' el iiniitem<a de ntrsi. Rquivaic esto ;Í cendenaiin ;i ¡.eriiétiio i.-elilíato, cubi'c los diversos objetos, hállanse vegetales dignos de p(>rf|ne ustedes, (pie se casan sin escn'i])nlo con eleg'anles estudio y cuya misión y funciones no son indifereidcs de antecedientes dudosos, no afrontan el ridiculo de nnirse para (jue se los considere con menospreciativo desden, ii una';«;••*''de inmaculada lioni-aiici;. lidíense, pues, toda Su iníluencía e s a WH-:» grandísima en multitud de rem')la cul]ia sí, sabiéndolo nosotras, acudimos para alucinar- nienos (¡ue tienen lugar en tomo nuestro, por cuyo les á la edncacióu en cuieg-ios, al Ijailo, á los pasecjs, motivo se estudian con alguna d('tencióu por los hombres de ciencia, en la seguridad de descubrir importantes heteatros y establecimientos balnearios. Ko está allí el mal. no. Los hombres no se casan, por- chos con este conocimiento. Hay. en efecto, vegetales (pie sólo con el uso de nna f|ne casarse es ó—debe de ser—renunciar á jug-arse en una noche el .sueldo 6 la riíuta de un .^^l^, despedir.=fe de lente poderosa ú un microscopio son visibles, como ai.-oncierta.s aveuturas más caras (jue el niás dÍS|ieud¡oño mu- tcce con muchas cn]ttógrainas, por ejemplo algunos honiriinnuio, y dar un adiós eterno ;í la vida de i>erpéíua gos (¡ue nacen y viven en sitios doutie no se sos¡ieeha la Imelya que, si destruyo la salud, en cambio lialafi'a y .'^a- existencia de ninguna planta. Los estudios botánii;os alterca de estos seros híin ido iirogresando á medida ¡pie lisface los apetitos. Y acerca de los trajes suntuoso.-, las .-^illei'ias de bni- el perfeccionamiento y uso del microscopio ha sido eatel, los muebles ma(¡ueados con ijue aincnnv.acl anlor mayor y se ha encontrado más al alcance de la generalidel articulo al que intente doblar el cuello ;i la i-oyunda, dad. Laíístructura de esta.-; plantas es homogénea; suelen no crea usted que es oro todo lo i|ue reluec, jmosio i|ue hallarse formadas do tejido celui;u'. no observándose oti'os la lu/, eléctrica del Prado alumbra muelias sillt-rías de (jrganos destinados á las funcionen ijue efectúan las ih'. brocatel con la marca de í'ábrit^a de casa, y barnizadas orden más elevado. La forma de las células es prolonga^ ]xn- las delicadas manos de hi señorita con ciertos iVaseos da, cilindrica, tubulosa casi siempre, por más (pie en algunas ocasiones se presente biijo el aspecto poliédrica. de setenta y cinco céntimos. Bien suboraos que hay excepciones, pero ellos confirman la regla g-eneral. Si el autor de "/.Por qué no se casan'.'" que debe ser algún soltf'n'in emiiedernido, i'ecalcitranle. quiere salir de su error y de su i'stado, acuda á cualquiera de nosotras y st couvt.'ncerá de (jue esos treinta mil reales que gana el joven médico, abo<iTido ó ingeniero, y que se derriten sin saber cómo en sus manos, son en las nuestras jnucho más (pu; suliciente ]»ara proporcionarle comodidades, biencsíar, ]iaz y goce de que ni siquiera tiene noticia. Aprovechan esta ocasión ¡nira besar su mano \' olVccersc de él y de V. S. tí. Vanas dccolns di- Sankí Riliv. \'i)v la (.'Ojiin, P. P. Hi:KtíA. P. D. Conste que nuestro amanuense no tiene hijas casaderas. LAS TLANTAS QUI:, NU SE VLN F-Titre las maravillas (pie la ciencia lia puesto al alcance de todos, PC halla la de haber descubierto vegetales de tan diminuto tainafio que la vista no los aprecia normalmente, por más que los tenga á toda hora á su dominio .V alcance. Forman parte tle esa inmensidad de objetos que constituyen el mundo, de lo iníinitaineníe pequeño, del cual teneino.s exacta idea merced al uso del podereso instrumento óptico (jue Zacarías .hinsen puso en manos de los hombres dedicados á estas investigaciones en los últimos aTios del siglo \ v [ . Al microscopio es, pues, á quien ilebemos tan portentosos ilescubrimientos, acerca fie los cuales cuanto más se medita es mayor la admiración ((ue so Jes lu-ofesa. Al microscopio es también deudora la botánica de la La can.sa de las alteraciones que experimentan las sustancias orgánicas conocidas con el nombre genérico de fermentacii'm, es el desarrollo de algunos vegetales invisibles, de la categoría di^ los á que nos referimos, los cuales ocasionan esos iirofuniios cambios en la materia basta que acaban por destruirla en ab.soluto. En concepto del eminente <iuímico M. Pasteur, el fermento que ocasiona la trasformación del vino en vinagre es una planta criptógama llamada por los l)otánicos inirroiUrma (ir.eU. asi como otras fermentaciones son debidas á vegetales análogos. Examinado detenidamente el aire de sitios determinados, solían encontrado plantas enteras ó fracciones de las mismas que no son agcnas entcrainento al desarrollo en aquellas localidades de algunas enfermedades (pie tojnan el caráUir ei>Íilémico. Todo esto es lo que constituye, en unión do otras sustancias, ese cuerpo de naturaleza tan complii^ada como dificil de estudiar que los higienistas y químicos designan con el nombre de iniasma. Hay también otras dolencias que reciben el nombre de flto-parasitarias, entre las cuales se cuentan no pocas do las que tienen por principal asiento la piel, las cuales son debidas, como indica su denominaciiín etimológica, á vegytales invisibles; poro que no por c^ti es menos cierta su existencia, cuya vida es la alteraci'ui do nuestra salud en un espacio más ó menos extenso. T)e igual suerte hay también vegetales par¿sitos lii.otros, como acontece con el hongo, que se desarrolla en determinadas ocasiones en el fruto del centeno y forjna un precioso medícame])to denominado cornezuelo do centeno, acerca de cuya naturaleza han existido bip()tesis contrarias entre los hombres de ciencia que se lian detiicado á tan interesante estudio, aunque hoy parece que se han fijado las opiniones en la verdadera naturaleza de eso cuerpo, (pie consiste, como acabamos do indicar, en el desarrollo de una planta microscópica llamada por Decandolle Sdcrolium c-lavus, y por Lexeilie Sjihacdio, segelimi, que al crecer sobre el centeno altera por completo LA GUIRNALDA I;Í(> sus propiedades y k' torna de aliincntie'id en veiiciiosn, lis una muestra de la paciencia del chino. si bien la ciencia utiliza este cuerpo como un medicaEl grano está encerrado debajo de un vidrio tic aumento de resultados preciosos en determinados casos, mento, en un guaf-dapelo de plata. Lo acompaña una Iiasta el punto de ser un elemento de salvación por su caja tle madera conteniendo una e.-^pecie de discurso respecto al grano de arroz. cncrjíico modo de obrar. Pero sojí en número extraordinario las especies de plantas comprendidas eu la catet^oría de diminutas y para cuya apreciación son indispeusabies los medios que Uno de los viulínes más antiguos en los Estados-Unisuministran los aparatos fisi'cos citados. Los brillantes trabajos del eminente físico iiiíjlcs dos do América, es sin duda, el que posee "W. Y. MacTyndall han demostrado la existencia en el aire de phcrson. Hace más de 100 años se le conoce en la 'familia. Tiene 26(5 años, liabiéndolo construido Is'lcolá Amati, de alf^unas plantas, cu3^o papel no debe ser en modo alf^uno Uremoua, uno de los más célebres fabricantes de! mundo. iudilcrente bajo el punto de yista do la salud y de la E.ste nació en 1Ó87, y cuando tenía 30 años lo construyó. vida. Más todavía: tenemos que confesar que los conociSe conserva en m u y buen estado y está considerado como mientos que hoy se poseen acerca de este asunto son un excelente instrumento. bastante incompletos y se hallan lejos aún de satisfacer las exifjencias del que desee conocer tan compleja como interesante cuestión. De aquí, pues, que incesantemente se ofrezcan nuevos heclios que son otras tantas verdades Ha^' tres colores que son raros en las flores y que que adicionar al catálogo de los adelantos y progresos ]nucha g-ente quisiera introducir en ellas: el negro, el que en cl estado actual de movimiento cientíñco se orig-i- verde y el azul. Esto puetie lograrse. ,;Cómo'.' He aquí nan á toda hora y donde más novedades, por consi- la receta. Para el negro se cogen los pequeños frutos que crecen g-uiente, resultan de los fructíferos estudios practicados en los álamos y cuando están bien secos so reducen á lior hábiles observadores. Mas no vacilaremos en decir que cl camino empren- polvo ¡mpalpablc. Para el verde se enijilea el zumo de ruda. dido en estos descubrimientos conduce á hechos que la Y ]iara cl azul la coronilla, que es una hierba que se química, la patología y la terapéutica han de utilizar en alto grado y ha de ser el luminoso faro que les guíe por cria entre las nueces, se la dejar secar y se reduce igualel tempestuoso y encrespado mar en que con tanta gloria mente á polvo m u y fino. Para servirse de diclios ])o]vop, se Iiacc la siguiente como diñcultad surcan sus naves. Felices los pilotos que composición: s e t o m a e l color de (¡uc se quiera t e ñ i r l a las conduzcan á seguro é invariable puerto! planta, so mezcla con estiércol de ovLyas y se añado viJO.^QUIN OLM1ÍOILJ,.\ Y P Ü I G . nagre y un poco de sal, formando con todo una pasta blanca do consistencia de miel, que contenga una tercera parte de color. Esta composición se deposita sobro la raíz de una planta cuyas llores sean blancas: después se riega con agua un poco teñida del mismo color y se contim'ia cultivándola como de ordinario. IVLISCELjAISrEA PENSAMIENTOS.—La mujer no ama; se ama. —Felicidad es lo que se busca ó lo que so pierde: nunca lo que se encuentra ni lo que se tiene. —Es m u y triste lo qué nos pasa con los grandes hombres; todos sabemos para llorarles, el día que mueren; pero no podemos saber, para alegrarnos, ci dia que nacen. —Los espíritus que se aparecen obran y liablan como aquellos á quienes se aparecen. Eu la antigüedad venían á reclamar una sepultura y se quejaban de no ¡joder atravesar el lago Estigio. En la edad moderna, entre los católicos, piden sufragios para salir del purgatorio, lo cual, como es natural, nunca piden los espíritus protestantes. P01ÍSÍ\ CHINA li-N UN GUANO Dlí AlltlüK.—L'U profesor cliino h a presentado rucientemonto una curiosidad al musco de "City Hail», de Londres, liste trabajo es de caligrafía, y consiste en una estrofa do poesía compuesta por el mismo maestro, que contiene treinta y tres distintos bien formados caracteres chinescos, bien escritos y sin abreviaturas, sin lünguna contradicción, aunqhe los caracteres más complicados del idioma no están introducidos en esta poesía liliputiense. Parece increíble, pero es cierto, que la totalidad de esos treinta y tres caracteres está inscrita en un grano de arroz. UTILIDAD DE LAS IIOUMIGAS.—¿Quiéji habría de decir que las hormigas, que aquí tanto nos molestan y contj'a las que se toman toda clase de precauciones, habían de ser solicitadas y atendidas por sus útiles servicios? Pues nada juás exacto: en Mantua (Italia) establecen los propietarios de olivares una colonia de hormigas al pié de cada árbol, convencidos de que, lejos de atacar á sus intereses, los defienden, destruyendo las larvas de insectos que realmente perjudican á los frutos. El botánico alemán Hatzebug ha probarlo experimcntalmente que las hormigas no atacan á ninguna fruta que esté sana, ni causan tampoco perjuicio alguno á los árboles. CHARADA En ]ii-¡ma y segunda olvido. Encuentras tercia en el griego, Ciiar/a ¡llanta; y á mi iodo Me voy cuando me marco. (La solución frt d númo-o próximo) Solución á la aiilorior; Oreja. liiip. Lil. de L A GUIRNALDA, Pozas, 12.