Ricardo Cantó García 200920346 “El sentido estético de vivir” La ética La convivencia humana es una aventura que se inventa –que inventamos– cada día. Como tal, está plagada de dificultades y preguntas que amenazan no sólo la relación entre las personas sino a estas mismas en sus dimensiones más profundas. La conciencia de los hombres y mujeres es interpelada diaria y constantemente por los requerimientos y las consecuencias de su trato con los demás. Como una suerte de respuesta necesaria a estos desafíos cotidianos, las civilizaciones y sus culturas han arbitrado diversas normas que permiten desarrollar esa convivencia de la mejor manera imaginable. Cuando esas normas se asumen como socialmente exigibles se conocen como reglas morales. Con frecuencia, y de acuerdo con el grado de desarrollo de las grandes culturas, las normas morales se familiarizan sólidamente con los principios religiosos, hasta el punto que muchas veces resulta difícil distinguirlos. Pero las normas morales –permisivas o restrictivas, imperativas o prohibitivas–, traducidas siempre en costumbres, y en ocasiones recogidas como reglas legales formales, no responden a todas las necesidades del convivir de las gentes. De una parte, hay situaciones que sobrepasan las fronteras culturales y que atañen a la humanidad en su totalidad. De otra parte, hay facetas o dimensiones de las relaciones interpersonales –como las propias del ejercicio profesional– que se pueden acotar o deslindar más o menos fácilmente por conformar un hábitat humano diferenciado en el que se esperan conductas ideales. Para uno y otro caso están las respuestas éticas. La ética vendría, así, a estar conformada por los principios y propuestas que buscan una mejor relación humana más allá de los límites de cada formación cultural, dentro del marco genérico y supra cultural de la humanidad. Y también más acá de los linderos generales de la sociedad si, por ejemplo, se refiere a un determinado quehacer dentro de ella, como podría ser la actividad empresarial o el ejercicio profesional. La ética es la rama de la filosofía que tiene como propósito la reflexión en torno al fenómeno de la moralidad, tal y como éste se manifiesta histórica y socialmente. La moral está constituida por un conjunto de prácticas individuales y sociales en las cuales se ponen en juego las emociones, las razones, las costumbres y las convicciones. La ética en tanto reflexión es eminentemente teórica, la moral en cambio se refiere al ámbito de la construcción de la persona y por ello parte de un quehacer cotidiano en donde la razón no puede permanecer alejada de la emoción, en donde la libertad, la conciencia y la responsabilidad serán los ejes en torno a los cuales se desarrolla la identidad de los sujetos morales. La estética La estética es la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza. La palabra deriva de las voces griegas αἰσθητική (aisthetikê) «sensación, percepción», de αἴσθησις (aisthesis) «sensación, sensibilidad», e -ικά (ica) «relativo a». La estética estudia las razones y las emociones estéticas, así como las diferentes formas del arte. La Estética, así definida, es el dominio de la filosofía que estudia el arte y sus cualidades, tales como la belleza, lo eminente, lo feo la disonancia, desde que en 1750(en su primera edición) y 1758 (segunda edición publicada) Baumgartenusara la palabra "estética" como "ciencia de lo bello, misma a la que se agrega un estudio de la esencia del arte, de las relaciones de ésta con la belleza y los demás valores". Algunos autores han pretendido sustituirla por otra denominación: calología, que atendiendo a su etimología significa ciencia de lo bello (kalos, «bello»). La estética es la ciencia que estudia e investiga el origen sistemático del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte, según asienta Kant en su "Crítica del juicio". Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los problemas del arte. Si la Estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas será el valor que se contiene en su forma de manifestación cultural y aunque un variado número de ciencias puedan ocuparse de la obra de arte, sólo la Estética analiza filosóficamente los valores que en ella están contenidos. La palabra axiología viene del francés axiologie, y este del griego ἄξιος: que significa «digno, con valor», y del francés logie, que significa «logía»; o sea que la palabra axiología significa «teoría de los valores o de lo que se considera valioso». Por lo tanto, la axiología es parte de la filosofía consagrada a la doctrina de los valores. Pero cabe aclarar que la axiología no sólo trata de los valores, sino también de los antivalores, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse a base de su grado de importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros. Cultura e Identidad La idea de cultura bajo una concepción antropológico-cultural, se refiere a todo aquello conocimientos, valores, tradiciones, costumbres, procedimientos y técnicas, normas y formas de relación...- que se transmiten y adquieren a través del aprendizaje. Es la información que se transfiere socialmente y no genéticamente, lo que se hereda y genera en la vida social y no lo que se trasmite y desarrolla en el plano de la pura biología. En tanto la identidad de un pueblo o colectiva la podemos entender como lo que un sujeto se representa cuando se reconoce o reconoce a otra persona como miembro de ese pueblo. Se trata, pues, de una representación intersubjetiva, compartida por una mayoría de los miembros de un pueblo, que constituiría un sí mismo colectivo. La identidad está constituida por un sistema de creencias, actitudes y comportamientos que le son comunicados a cada miembro del grupo por su pertenencia a él. Esa realidad colectiva no consiste, por ende, en un cuerpo ni en un sujeto de conciencia, sino en un modo de sentir, comprender y actuar en el mundo y en formas de vida compartidas, que se expresan en instituciones, comportamientos regulados, artefactos, objetos artísticos, saberes transmitidos; en suma, en lo que entendemos por una cultura. El problema de la identidad de los pueblos remite a su cultura. Estilo de vida En la actualidad existen infinidad de estilos de vida, entonces la cuestión es cuál de todos ellos debemos adoptar; para esto debemos de tomar en cuenta la cultura que tengamos, un nivel de educación adecuado, tener una ética y estética formidables pero sobre todo conocer los pros y contras que existen en cada una de estas partes que forman el ser humano en la sociedad que al fin al cabo todo vuelve a caer en la naturaleza de la palabra de Estilo de vida la cual es vivir en una sociedad.