Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(3):e19–e22 ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA www.elsevier.es/oftalmologia Sección iconográfica El simbolismo ocular en la obra pictórica de Odilon Redon Eye on symbolism painting of Odilon Redon M.C. Fernández Jacob Servicio de Oftalmología, Hospital La Paz, Madrid, España Introducción Odilon Redon (1840-1916) es un pintor enigmático y poco conocido: es todavía un artista del que quedan muchas facetas por descubrir. Llamado el «Príncipe del Sueño», nace el 20 de abril de 1840 en Burdeos en el seno de una familia acomodada de viticultores. De frágil salud en su infancia, a los 6 años sufre de ataques epilépticos, tuvo 2 episodios de depresión a los 29 y a los 45 años, falleciendo a los 76 años en París como consecuencia de una congestión pulmonar. Influido inicialmente por la pintura de Corot, es contemporáneo de pintores impresionistas como Monet, Renoir, Van Gogh, Gauguin o Degas y desarrolló, sin embargo, un estilo propio, muy avanzado para su época, de forma que se constituyó en el padre de los pintores nabis, como Vouillard o Denis1 . No solamente se destacó como pintor, sino que también escribió numerosos artículos y fue un apasionado de la literatura. Amigo y admirador de Mallarmé y Baudelaire2 , se apasionó por Edgar Allan Poe3 así como por el estudio de la naturaleza, sobre todo de las teorías de Darwin sobre la evolución de las especies4 . Esta pasión por la pintura y por la literatura hacen de él un artista especial, que intenta plasmar en su obra no solo los conceptos plásticos, sino también los propiamente literarios, adentrándose en el simbolismo y en el mundo de lo oscuro y de lo indeterminado. Odilon Redon y España. Rincones negros. Influencia de la época negra de Goya en su obra. La representación del globo ocular en sus trabajos litográficos En enero de 1863 viaja a España y recorre los Pirineos. Las montañas y, en general, todo lo español dejan en él una profunda impresión, sobre todo, la obra de Goya. No podemos olvidar que Goya falleció en Burdeos en abril de 1828 y que Redon probablemente tuvo acceso a través de sus profesores a los grabados de la última época de Goya, la época negra4 . Goya hace un grabado sobre el globo aerostático en 1805 (fig. 1). Sobre este mismo tema Odilon Redon hace un grabado (fig. 2) que incluye en la versión litográfica del álbum de Edgar Allan Poe3 acompañado de la leyenda El ojo como un globo grotesco se dirige hacia el infinito. La analogía entre el globo aerostático y el ocular servía de metáfora del conocimiento a través de la mirada: de elevar la visión más allá, al infinito. Goya y Redon, artistas visionarios, fueron capaces de ir más allá, de explorar territorios donde la luz no llegaba, de intuir nuevas vías con los ojos de la mente. Muchas de sus creaciones revelaron lo peor del ser humano, sus miedos y sus temores más profundos, pero también mostraron algunas de las infinitas posibilidades al abrigo de lo indeterminado. Correo electrónico: manifo@gmail.com 0365-6691/$ – see front matter © 2012 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2012.12.006 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. e20 ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(3):e19–e22 Figura 1 – Francisco de Goya. Globo aerostático (1805). Hamburgo Kunsthalle. Figura 2 – Odilon Redon. Ojo globo (1878). Museo de Arte Moderno, Nueva York. Ojos hacia el infinito, caprichos de la imaginación, rincones en sombra de lo inexplorado, sus obras dan forma a todo lo realmente esencial de la condición humana. El negro es el color más esencial, aseguraba Redon «hay que respetar el negro»5 . Era el negro de la etiqueta española, de los cuadros barrocos, el negro betún del Greco, de los fondos de Velázquez y de las pinturas negras de la última época de Goya. El negro de la «noche oscura del alma» de san Juan de la Cruz. Un negro noche de sueños y de pesadillas, el negro de los rincones ocultos y desconocidos. Así, en la lámina Visión (fig. 3) incluida en su álbum Sueños, inspirado por la literatura de Edgar Allan Poe, el globo ocular aparece como un elemento esférico descarnado desprovisto de anejos, que muestra a los espectadores el camino hacia lo nuevo, quizás hacia lo desconocido, de forma similar a como lo usa en su grabado del Ojo globo. El ojo, de nuevo, para Redon viene a significar la psique humana llena de proyectos, que se ve afectada por el consumo de sustancias psicotrópicas en la fig. 4 El ojo con adormidera. Figura 3 – Visión (1879). La Haya Gemeentemuseum. El simbolismo ocular en los grabados de la teoría evolucionista de Darwin Redon hace una serie de litografías relacionadas con las teorías de la evolución de Darwin6 , donde en una serie de láminas revela los orígenes de la vida a través de una representación original de la teoría darwiniana. En un intento de enlazar la vida vegetal y la animal, en la lámina Hubo quizás una visión primera ensayada en una flor (fig. 5), también denominada la flor del pantano, Redon sintetiza la teoría de la evolución desde el primer estadio vegetal hasta el estadio final, humano, simbolizado de nuevo por el ojo. Hacemos notar la importancia que Darwin daba al ojo en su libro El origen de las especies6 (p. 239): el científico lo consideraba como el órgano «más complejo y más perfecto», capaz de sembrar la duda sobre la teoría de la selección natural. De esta manera, también Redon utiliza el ojo para significar el máximo desarrollo humano, al final de la escala evolutiva. Figura 4 – El ojo con adormidera (1892). Museo de Orsay, París. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(3):e19–e22 Figura 5 – Hubo tal vez una visión primera ensayada en una flor (1893). La Haya Gemeemtemuseum. De esta manera en la lámina El pólipo deforme vagaba por las riberas, cual suerte de cíclope sonriente y horrible (fig. 6), de nuevo continúa la presencia recurrente del ojo, el nexo evolutivo que de lo vegetal pasa a lo animal y que luego formará la parte más sublime de la existencia humana: lo que hombre es capaz de proyectar hacia el infinito, hacia las nuevas fronteras del conocimiento, lo que realmente le hace crecer como individuo. El tema de los ojos cerrados El motivo de los ojos cerrados es algo realmente emblemático y especial en la obra de Redon. En estas obras (figs. 7 y 8) una cabeza vuelta hacia el hombro izquierdo desnudo, está inclinada, con los ojos cerrados. El cabello, o tal vez un velo, se eleva hacia el cielo. En este caso, los ojos cerrados indican recogimiento, meditación del Figura 7 – En el cielo/Ojos cerrados (1889). Óleo sobre papel. Museo Van Goht, Amsterdam. e21 Figura 6 – El pólipo deforme vagaba por las riberas, cual suerte de cíclope sonriente y horrible (1893). La Haya Gemeentemuseum. hombre hacia su propio mundo interior. El ojo, que ha sido protagonista de la exteriorización del pensamiento en su obra litográfica, ahora, al cerrarse, permite al hombre conocer su propia realidad, su yo más íntimo y profundo. Cuando pinta estos motivos, Redon abandona la litografía y el negro y utiliza el color, el lienzo y el óleo. El título En el cielo fue dado por el propio Redon a este óleo (fig. 7), considerando el cielo como un espacio mental al que el hombre puede llegar cerrando los ojos y mirando hacia su interior. La figura de esta serie de cuadros, considerada por Redon como una cabeza de un andrógino e inspirada en el famoso Esclavo moribundo de Miguel Ángel, está conservada en el museo del Louvre. La androginia es una concepción central del movimiento simbolista al que Redon pertenece y que tiene su Figura 8 – Ojos cerrados (1890). Óleo sobre lienzo. Museo de Orsay, París. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. e22 ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(3):e19–e22 del mundo material y la exaltación de los valores espirituales, así, en la imagen de Cristo (fig. 9), una figura introspectiva que medita sobre sus sufrimientos, también utiliza el tema de los ojos cerrados. De esta manera, la representación del órgano visual permite a este artista excepcional y poco conocido llenar sus obras de contenido espiritual, tanto para mostrar el ojo y aquello que nos abre hacia el mundo y al exterior (en sus litografías sobre las obras de Poe o Baudelaire) como para mostrar el recogimiento interior en sus obras al óleo «ojos cerrados». bibliograf í a Figura 9 – Cristo (1907). Pastel. Museo de Orsay, París. inspiración en el Juan el Bautista de Leonardo, y que proclama la coincidencia entre los 2 sexos como el estado ideal del hombre. Es interesante hacer notar como Redon utiliza el tema de los ojos cerrados para mostrar la espiritualidad, el aislamiento 1. Denis M. Oeuvres récents d’Odilon Redon. L’Occident. 1903:256. 2. Baudelaire. Oevbres complètes. Paris: Gallimard; 1975, 1857–1862. 3. Poe EA. Oeubres en prose traduites par Charles Baudelaire. París: Le Dantec; 1951. 4. Odilon Redon, (1840-1916). Catálogo de la Exposición de la Fundación Mapfre. Museo de Orsay. Madrid: TF Editores; 2012. 5. Redon O. Sobre la vida y los artistas. Buenos Aires: Poseidon; 1945. 6. Darwin C. L’origine des espéces au moyen de la sélection naturelle ou la préservation des races favorisées dans la lutte pour la vie. Drouin: Paris Flammarion; 1992.