Citibank España, S.A. ha transferido la propiedad de su negocio de banca de consumo a bancopopular-e, S.A., entidad de crédito autorizada por el Banco de España, inscrita en el Registro de Bancos y Banqueros con el número 0229 y en el Registro Mercantil de Madrid, al Tomo 12.468, libro 0, folio 201, sección 8, hoja M- 198.598, inscripción 13ª. Tiene su domicilio social en Madrid, Calle Velázquez nº 34 (C.P.28001). Las marcas Citi, Citibank, Citigroup, Citicorp, el Diseño de Arco, la Ola Azul y todas las marcas registradas similares y derivaciones de las mismas, así como otras marcas utilizadas o propiedad de Citigroup y sus filiales, son utilizadas temporalmente por bancopopular-e, S.A., bajo licencia de Citigroup Inc. y otras entidades del grupo vinculadas. INFORMACIÓN SOBRE LOS INSTRUMENTOS FINANCIEROS OFRECIDOS POR CITIBANK ESPAÑA, S.A. Citibank España, S.A. (“Citi”) tiene la obligación, en cumplimiento de lo establecido en la Directiva 2006/73/CE, de Mercados de Instrumentos Financieros (“MiFID” o “la Directiva”), así como en Ley 24/1988 del Mercado De Valores y el Real Decreto 217/2008 sobre el régimen jurídico de las empresas de servicios de inversión y demás entidades que prestan servicios de inversión, de proporcionar a sus clientes o potenciales clientes, información de forma comprensible sobre los instrumentos financieros ofrecidos. Esta descripción deberá incluir una explicación de las características del tipo de instrumento financiero en cuestión y de los riesgos inherentes a ese instrumento, de una manera suficientemente detallada para permitir que el cliente pueda tomar decisiones de inversión fundadas. En cumplimiento de lo anteriormente expuesto, se refleja a continuación la mencionada información, a fin de que Usted tenga un debido conocimiento de las condiciones y características del/los instrumento/s financiero/s que Citi pone a su disposición. Esta información será actualizada cuando sea necesario, y en todo caso cuando Citi ofrezca a sus clientes/potenciales clientes, productos o instrumentos financieros diferentes de los aquí descritos. Citi le informa que los productos de Inversión que comercializa no son depósitos bancarios. No conllevan garantía ni obligación alguna por parte de Citibank/Citigroup, ni de ninguna de sus filiales, excepto en los casos en los que alguna filial sea el emisor o garante del producto. La inversión en estos productos conlleva riesgo de pérdida del capital invertido. Los productos de Inversión están sujetos a la volatilidad de los 1 mercados, a variaciones en los tipos de interés y a la fluctuación de las divisas. INSTRUMENTOS FINANCIEROS 1.- DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA NATURALEZA DE LOS INSTRUMENTOS FINANCIEROS: PRODUCTOS COMPLEJOS “VERSUS” NO COMPLEJOS La especificación de un producto como complejo o como no complejo no viene determinada de forma concreta ni en MIFID ni en la normativa de transposición española. Es decir, en estos textos normativos no existe un “numerus clausus” de lo que ha de entenderse como producto complejo o no complejo, y ello pese a que el artículo 79 bis de la Ley de Mercado de Valores establece una serie de valores e instrumentos financieros que sí han de considerarse tienen la categoría de instrumentos no complejos. Sin embargo, de un análisis conjunto de esta normativa, así como de una interpretación que de dichos textos ha hecho el Comité Europeo de los Reguladores de Valores –CESR- (actualmente ESMA o Autoridad Europea de los Mercados de Valores), podemos llegar a las siguientes consideraciones: a) PRODUCTOS NO COMPLEJOS MIFID (artículo 19, apartado 6 de la directiva de primer nivel) y la Ley del Mercado de Valores (79 bis apartado 8), en relación con la obligación que las entidades que prestan servicios de inversión tendrán respecto de sus clientes de exigirles que faciliten información sobre sus conocimientos y experiencia en el ámbito de inversión correspondiente al tipo concreto de producto o servicio ofrecido o solicitado, a fin de evaluar si el servicio o producto de inversión previsto es adecuado para el cliente (test de conveniencia), incluyen una enumeración de aquellos productos que 2 pueden ser considerados como “no complejos”. Esta enumeración abarca las siguientes categorías: - acciones admitidas a cotización en un mercado regulado o en un mercado equivalente de un tercer país. - instrumentos del mercado monetario. - Bonos y obligaciones u otras formas de deuda titulizada (excluidas las obligaciones o los valores de deuda titulizada que incluyan derivados). - Acciones/participaciones de una OICVM (es decir, de instituciones de inversión colectiva amparadas por la directiva 85/611/CE – comúnmente denominada directiva UCITS-). Aparte de lo anterior, dichas normas establecen que además de los anteriores, también se podrán considerar como no complejos otros productos, siempre que cumplan (todos) los siguientes criterios: a) siempre que no incorporen un producto derivado; b) que existan posibilidades frecuentes de venta, reembolso u otro tipo de liquidación de dicho instrumento a precios públicamente disponibles para los participantes en el mercado y que sean precios de mercado o precios ofrecidos, o validados, por sistemas de evaluación independientes del emisor; c) que no impliquen pérdidas reales o potenciales alguna para el cliente que excedan del coste de adquisición del instrumento (pérdida superior al 100% del nominal invertido); d) que esté a disposición del público información comprensible, suficiente y adecuadamente completa sobre sus características, de 3 modo que permita a un cliente minorista medio emitir un juicio fundado para decidir si realizar una operación en ese instrumento. b) PRODUCTOS COMPLEJOS Por oposición a los no complejos, los productos complejos englobarán todos aquellos valores o instrumentos financieros que no se puedan encuadrar dentro de alguna de las categorías anteriores. Como regla general, estos productos pueden no ser adecuados para inversores no profesionales. El ESMA establece específicamente como productos complejos, los siguientes: 1) Instrumentos derivados, incluyendo - Valores que dan derecho a adquirir o a vender tales valores negociables o que dan lugar a una liquidación en efectivo, determinada por referencia a valores negociables, divisas, tipos de interés o rendimientos, materias primas u otros índices o medidas. - Contratos de opciones, futuros, permutas («swaps»), acuerdos de tipos de interés a plazo y otros contratos de derivados relacionados con valores, divisas, tipos de interés o rendimientos, u otros instrumentos derivados, índices financieros o medidas financieras que puedan liquidarse en especie o en efectivo; - Contratos de opciones, futuros, permutas («swaps»), acuerdos de tipos de interés a plazo y otros contratos de derivados relacionados con materias primas que deban liquidarse en efectivo o que puedan liquidarse en efectivo a petición de una de las partes (por motivos distintos al incumplimiento o a otro suceso que lleve a la rescisión del contrato); 4 - Contratos de opciones, futuros, permutas («swaps») y otros contratos de derivados relacionados con materias primas que puedan liquidarse en especie, siempre que se negocien en un mercado regulado o SMN; - Contratos de opciones, futuros, permutas («swaps»), acuerdos de tipos de interés a plazo y otros contratos de derivados relacionados con materias primas que puedan ser liquidados mediante entrega física no mencionados en el punto 6 de la Sección C y no destinados a fines comerciales, que presentan las características de otros instrumentos financieros derivados, teniendo en cuenta, entre otras cosas, si se liquidan a través de cámaras de compensación reconocidas o son objeto de ajustes regulares de los márgenes de garantía; - Instrumentos derivados para la transferencia del riesgo de crédito; - Contratos financieros por diferencias. - Contratos de opciones, futuros, permutas («swaps»), acuerdos de tipos de interés a plazo («FRAs») y otros contratos de derivados relacionados con variables climáticas, gastos de transporte, autorizaciones de emisión o tipos de inflación u otras estadísticas económicas oficiales, que deban liquidarse en efectivo o que puedan liquidarse en efectivo a elección de una de las partes (por motivos distintos al incumplimiento o a otro suceso que lleve a la rescisión del contrato), así como cualquier otro contrato derivado relacionado con activos, derechos, obligaciones, índices y medidas no mencionados en la sección C del Anexo 1 de la directiva, que presentan las características de otros instrumentos financieros derivados, teniendo en cuenta, entre otras cosas, si se negocian en un mercado regulado o SMN, se liquidan a través de cámaras de compensación reconocidas o son objeto de ajustes regulares de los márgenes de garantía. 5 2) Productos estructurados, ya sean con forma de bono u otro tipo de valor (incluso titulizado), cuyo subyacente o en cuya estructura se incorpore un instrumento derivado de los anteriores. 3) Acciones admitidas a cotización en un mercado que no pueda tener la consideración de regulado o que no sea considerado como mercado equivalente de un tercer país. 4) Acciones/participaciones de Instituciones de Inversión Colectiva que no tengan la consideración de UCITS (es decir, fondos no armonizados). 2.- FONDOS DE INVERSION/SICAVS (“IICs”). Son IICs aquellas que tienen por objeto la captación de fondos, bienes o derechos del público para gestionarlos e invertirlos en bienes, derechos, valores u otros instrumentos, financieros o no, siempre que el rendimiento del inversor se establezca en función de los resultados colectivos. Podrán tener la forma de patrimonio sin personalidad jurídica propia (Fondos de Inversión) o forma societaria (SICAVS). Las IIC que Citibank comercializa son IICs abiertas, es decir aquellas cuyo objeto sea la inversión colectiva de los fondos captados entre el público y cuyo funcionamiento esté sometido al principio del reparto de riesgos; y cuyas unidades, a petición del tenedor, sean recompradas o reembolsadas, directa o indirectamente, con cargo a los activos de estas instituciones. Todas ellas tienen la consideración de IICs armonizadas (“UCITS”), de tal forma que éstas han sido autorizadas en España u otro Estado de la Unión Europea al amparo de la Directiva 85/611/CE, siendo aptas para su comercialización en nuestro país toda vez que se hallan debidamente inscritas en el registro de instituciones de inversión colectiva de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 6 Según su vocación inversora, a grandes rasgos pueden distinguirse los siguientes tipos de IICs:1 o Fondos de renta fija. Son aquellos que invierten la mayoría de su patrimonio en activos de renta fija (obligaciones y bonos, letras, pagarés, etc). Aquellos que, dentro de esta categoría invierten únicamente en activos a corto plazo (plazo de reembolso inferior a 18 meses) y no pueden invertir en activos de renta variable, se denominan fondos monetarios (“money market”). o Fondos mixtos. Son aquellos que invierten parte de su patrimonio en activos de renta fija y parte en renta variable. o Fondos de renta variable. Invierten la mayor parte de su patrimonio en activos de renta variable. Dentro de esta categoría se establecen subcategorías, según los mercados en los que se invierta (Europa, USA, etc), los sectores (telecomunicaciones, finanzas, etc) u otras características de los valores en los que el fondo invierte. o Fondos globales. Estos fondos no tienen definida con precisión su política de inversión y por tanto tienen libertad para no fijar de antemano los porcentajes en renta variable o fija en los que el fondo va a invertir. o Fondos garantizados. Son fondos que aseguran que, como mínimo, a una fecha determinada, se conservan la totalidad o parte de la inversión inicial efectuada. Las IICs armonizadas, tal y como se han definido en el presente documento, tienen la consideración, a los efectos de MiFID, de instrumentos no complejos; no obstante determinada tipología de estros 1 Fuente: Guía Informativa de la CNMV sobre fondos de inversión 7 productos, como pueden ser los fondos de inversión libre (comúnmente conocidos como “hedge funds”) serán considerados, sin embargo, como instrumentos complejos. En todos los casos, Citi entregará a cada partícipe o accionista, con anterioridad a la suscripción de participaciones o acciones de las IICs, un ejemplar traducido al castellano del Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (DFI) y del último informe de contenido económico publicado de la institución. Tratándose de IICs extranjeras, además se entregará un ejemplar de la Memoria sobre las modalidades previstas de comercialización en territorio español. Dichos documentos está a disposición de los clientes o potenciales clientes en cualquiera de nuestras sucursales; de la misma forma, Citi posibilitará la consulta por medios telemáticos de todos estos documentos a sus clientes. Esta documentación contiene toda la información de la IIC en cuestión sobre los riesgos asociados a la inversión en estos productos y tiene la consideración de información apropiada a los efectos de lo establecido en MiFID. 3.- BONOS (NOTAS) ESTRUCTURADOS Un Bono Estructurado es un título de Renta Fija emitido por una entidad, que permite a su inversor obtener en un plazo determinado, una rentabilidad final vinculada a la evolución de un activo subyacente determinado, entre los que podemos destacar: Índices Bursátiles (de cualquier mercado: nacional e internacional). Acciones individuales o cestas de acciones (nacionales e internacionales). Tipos de Interes: Euribor, Libor Commodities (materias primas: petróleo, oro, .....) 8 La gestión que se realiza en los Bonos Estructurados es una gestión pasiva, a través de la inversión de una parte del capital en derivados (opciones). Los Bonos Estructurados son instrumentos con liquidez diaria garantizada, en condiciones normales de mercado, por el propio emisor. El inversor podrá consultar el precio de cotización diario de los Bonos en cualquiera de las sucursales de Citi, a través del servicio telefónico de Citiphone Banking y en la plataforma de valores www.citibank.es. Estos Bonos son ofrecidos por Citi en su calidad de comercializador, y pueden estar emitidos por otras entidades de Citigroup o por terceras entidades financieras de primer orden, siempre que ostenten, al menos, una calificación crediticia de Aa+ según la agencia de rating Standard&Poor’s o AA- según Moody’s. A grandes rasgos, pueden distinguirse dos modalidades de Bonos comercializados por Citi, según tengan el nominal que se invierte protegido a vencimiento del Bono, o por el contrario, que exista riesgo de pérdida del principal invertido. Además, existe una tercera categoría de productos estructurados, denominados “reverse convertible”, en los cuales el inversor, a vencimiento del Bono puede recibir, en lugar del capital invertido más el correspondiente cupón, un número determinado de títulos del subyacente al que el Bono está referenciado. En todos los anteriores casos estos productos tendrán la consideración de instrumentos financieros complejos. Como regla general, estos productos están sujetos a los siguientes riesgos, que los inversores deben valorar adecuadamente antes de realizar una inversión: Riesgo de Crédito: Los inversores asumen el riesgo de crédito completo de la Entidad Emisora. 9 Riesgo de Capital: Posibilidad de perder parte del capital invertido si se venden los títulos antes de la fecha de amortización de los mismos. Adicionalmente, si los Bonos adquiridos no tienen el principal protegido a vencimiento, existe el riesgo de pérdida parcial o total del capital inicial invertido. Riesgo del tipo de interés: El riesgo en los tipos de interés durante el periodo de inversión puede acarrear la reducción del precio del Bono y viceversa. Riesgo de Mercado: El Cupón Variable del Bono está ligado al comportamiento del subyacente. No hay garantía de que el subyacente se revalorizará durante el plazo de inversión del Bono, pudiendo ser el Cupón final del 0%. Riesgo de Opción: El Precio del Bono, anterior a la fecha de vencimiento, se ve afectado por una serie de factores que influyen en el precio de la opción que da cobertura al Bono para el pago final del Cupón. Entre estos factores cabe destacar: volatilidad de índice, tipos de interés y el tiempo restante en cada momento hasta la fecha de vencimiento. Riesgo de Liquidez: A pesar de no estar obligado a ello, el emisor facilitará la existencia de un mercado secundario preferiblemente con base diaria, que permite la venta de los Bonos al precio de cotización vigente, que podrá ser superior o inferior a valor nominal del Bono. El diferencial máximo entre los 10 precios de compra-venta está sometido a un diferencial o “spread”. Riesgo de Liquidación: Al vencimiento, el importe de reembolso es transferido al tenedor del Bono tras ser recibido por Citi del emisor. Esto puede dar lugar a un retraso en el pago de algunos días después de la fecha de vencimiento. Riesgo de Sucesos: Puede haber ajustes en los términos del Bono debido a sucesos tales como interrupción de mercados y cambios en las leyes impositivas. Riesgo País: El Pago de los Bonos puede verse afectado por las condiciones económicas y políticas del país del Emisor. La concurrencia del riesgo País puede incluso derivar en la pérdida de una parte o la totalidad del capital invertido. Debido a una circunstancia de orden político o económico puede incluso producirse el reembolso en la moneda local del país del Emisor en lugar de la moneda en que se realizó la inversión. Riesgo de Conflicto de Intereses: Los inversores deben estar convencidos y sentirse cómodos con las entidades y las distintas partes implicada en la emisión. El emisor y otras entidades participantes instrumento pueden ser en la la emisión misma del entidad corporativa, aunque realicen diversas funciones y tengan distintos papeles en la emisión. El agente de cálculo, tal y como éste se define en el contrato que el inversor firme, posee facultades que pueden tener un impacto en el valor y el 11 funcionamiento de los Bonos, (por ejemplo, capacidad de declarar la amortización anticipada en caso de que se cumplan las circunstancias de mercado referidas por el producto). Tales capacidades pueden generar conflictos de interés, debido a las facultades que posee el agente de cálculo que podrían afectar de forma negativa a los tenedores de los Bonos. Riesgo de Concentración: Al adoptar cualquier decisión de inversión, usted debe tener siempre en cuenta que la concentración es un elemento importante a considerar. Una posición concentrada puede definirse como una presencia significativa de un único valor, de valores de un único emisor o de una determinada clase de valores en la cartera de un inversor. No existe una única pauta o un porcentaje máximo de un valor o clase de valores en concreto que se adapte a todos los inversores. Las posiciones concentradas pueden conllevar un riesgo mayor que un enfoque diversificado en cuanto a títulos y emisores. 4.- VALORES (RENTA VARIABLE Y RENTA FIJA) NEGOCIADOS EN MERCADOS ORGANIZADOS El Banco ofrece a sus clientes, como receptor y transmisor de órdenes, la posibilidad de comprar, vender, canjear, amortizar, etc. valores de renta variables (acciones) y de renta fija (bonos, títulos de deuda pública, pagarés, etc.) negociados en mercados organizados. Toda la citada operativa se realizará en base a las propias decisiones de inversión de los clientes, sin que por consiguiente el Banco preste, en relación con dichas operaciones, ningún servicio de asesoramiento. Por consiguiente la actividad de Citi se limitará únicamente a tramitar las órdenes que cursen sus clientes, que serán ejecutadas en el mercado o centro de ejecución 12 correspondiente por Banco Inversis, S.A., entidad elegida por Citi para la canalización de estas operaciones. Como regla general, estos productos está sujetos a los siguientes riesgos, que los inversores deben valorar adecuadamente antes de ordenar una operación: a) VALORES DE RENTA VARIABLE Podemos definir como valores de renta variable aquellos activos financieros sin vencimiento establecido y cuyo rendimiento, por lo que respecta a los dividendos, evolucionará de acuerdo a la marcha de la empresa emisora. El valor de renta variable más característico y típico es la acción. Las acciones son definidas como aquellos títulos representativos de cada una de las partes iguales en las que se divide el capital social de una sociedad. Otorgan a su propietario (accionista) derechos económicos (reparto de beneficios en forma de dividendos, participación preferente en las ampliaciones de capital) y políticos (participación y voto en la junta general de accionistas). Las acciones son consideradas, a efectos de MiFID, como instrumentos financieros no complejos. En este tipo de valores, el principal riesgo que se deriva de la inversión en este tipo de títulos es la posibilidad de obtener unas rentabilidades menores a las esperadas, de tal forma que según la evolución de la acción, pueda producirse incluso una pérdida total respecto de la cantidad invertida. La cotización de una acción depende en cada momento de la valoración que los diferentes participantes en el mercado realicen de la entidad que emite los títulos. Esta valoración dependerá de distintos factores, unos de carácter puramente económicos, como pueden ser las expectativas sobre los resultados futuros de la sociedad y su tasa de 13 crecimiento, y la evolución prevista de los tipos de interés, etc., y otros que trascienden este ámbito. b) VALORES DE RENTA FIJA2 Los valores de renta fija comprenden un amplio abanico de instrumentos negociables que emiten tanto las empresas privadas como las instituciones públicas. De modo genérico podríamos definir la renta fija como aquel conjunto de activos financieros con vencimiento establecido y que ofrecen una rentabilidad fija en función de un tipo de interés constante. Como regla general, estos productos tienen la consideración de instrumentos financieros no complejos, si bien en aquellos supuestos en los que por sus especiales características o porque en su estructura contenga un instrumento derivado, la consideración será la de instrumento complejo. Dentro de este último apartado podríamos incluir a modo de ejemplo, las acciones/participaciones preferentes, cuya naturaleza mixta (Renta Fija – Renta Variable) las hace poseedoras de esta consideración. A diferencia de lo que ocurre con los valores de renta variable, el titular de valores de renta fija está “financiando” a la empresa que emite los títulos, y por tanto tiene unos derechos económicos (cobro de los intereses) pero no políticos, ya que no es propietario de la sociedad. Como regla general, el riesgo por la inversión en este tipo de productos es, asimismo, que la rentabilidad de la inversión sea menor que la esperada inicialmente. También hay que tener en cuenta otro principio de carácter general, y es que los precios de los activos financieros son sensibles a las expectativas generales sobre la marcha de la economía, sobre el comportamiento específico de determinados sectores o compañías, etc. 2 Fuente: Guía Informativa de la CNMV sobre productos de renta fija 14 Existen otros riesgos asociados a la inversión en valores de renta fija, como pueden ser los de tipo de cambio (riesgo de variación en los tipos de cambio de las divisas; sólo afectará por tanto a los instrumentos denominados en monedas distintas del euro), y el riesgo operativo o de procedimiento. Éste derivaría de la posibilidad de cometer errores al transmitir instrucciones de compra o venta a las entidades financieras. Es el único riesgo que el inversor puede anular por completo, revisando con cuidado las órdenes antes de transmitirlas al intermediario. Después es necesario comprobar que las ejecuciones se corresponden con las instrucciones transmitidas y la situación del mercado, y realizar un adecuado seguimiento periódico de las cuentas de valores. También hay otras fuentes importantes de riesgo que pueden afectar a la rentabilidad de un valor de renta fija, y que reflejamos a continuación: RIESGO DE TIPOS Y PRECIO El riesgo de precio supone la posibilidad de que, cuando el inversor desee vender el activo, su precio de venta sea inferior al de compra. En el caso de la renta fija, este riesgo está unido fundamentalmente a la evolución de los tipos de interés, y se manifiesta cuando el horizonte temporal de la inversión es inferior al plazo de vencimiento del valor. RIESGO DE CREDITO O INSOLVENCIA Es el riesgo de que el emisor de un valor no pueda hacer frente a sus pagos, tanto de cupones como de reembolso del principal, o de que se produzca un retraso en los mismos. El emisor puede ser una empresa, entidad financiera, un Estado o un organismo público. RIESGO DE REINVERSION 15 Si el activo adquirido tiene una vida inferior al horizonte de inversión que se desea mantener, a su vencimiento se deberá adquirir otro hasta completar ese periodo. Tal situación origina un riesgo de reinversión, pues podría ocurrir que en esa fecha, la rentabilidad que ofrezcan los activos sea inferior a la que se obtuvo inicialmente a ese plazo. RIESGO DE FALTA DE LIQUIDEZ El riesgo de falta de liquidez se refiere a una posible penalización en el precio obtenido al deshacer la inversión, en el caso de que fuese necesario realizar la venta con rapidez. En casos extremos, podría suponer la imposibilidad de recuperar el dinero en el momento deseado Hay que tener en cuenta que el cálculo del riesgo total no es la suma de todos, sino una cifra inferior que tiene en cuenta las posibles correlaciones. -o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o- 16