Otorga créditos para la recertificación profesional ActuAlizAción en lA composición Módulo 3 de FórmulAs inFAntiles Nucleótidos y ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga en fórmulas infantiles. Tercera entrega del curso que brinda una completa actualización en la composición de fórmulas infantiles, rubro que tiene un gran desarrollo en la farmacia y cuya temática debe ser abordada en profundidad por el profesional farmacéutico. Serán cuatro módulos especiales. Junto con la cuarta entrega (junio 2011), el cuestionario de evaluación. Por Lic. Delia Rodríguez Lubary * n . M3 Nutricia.indd 1 Si bien pueden sintetizarse a partir de sustancias simples, en determinados períodos en los que hay un rápido turnover celular, los procesos de síntesis pueden no llegar a cubrir la demanda, como en períodos de crecimiento normal (bebés y niños). En estos casos, es necesario el aporte externo de nucleótidos a través de la dieta. Por lo tanto, los nucleótidos son considerados “nutrientes semiesenciales”. s s s ucleótidos Forman la estructura base del ADN y ARN. Son mediadores fisiológicos y constituyentes de co-enzimas. Regulan el metabolismo (actúan a nivel de la transferencia de energía, síntesis y degradación de moléculas de gran tamaño) y son capaces de optimizar la función de desarrollo y reparación de los tejidos hepático e intestinal. 2/5/11 18:12:56 eFectos. La leche materna contiene nucleótidos. El calostro aporta las concentraciones más elevadas y durante las cuatro primeras semanas de lactancia estas cantidades disminuyen a la mitad, manteniéndose luego en niveles constantes. Los nucleótidos de la leche humana influyen en el sistema inmune mediante un aumento en la actividad celular de la producción de interleukina2, un aumento en la respuesta a vacunas y un aumento en la producción de anticuerpos. Estos efectos son el resultado del requerimiento de nucleótidos para el crecimiento y la división celular. Los nucleótidos suplementados en las fórmulas infantiles han demostrado que son capaces de imitar la actividad de estos compuestos en la leche humana Se debe tener en cuenta que los nucleótidos se degradan por aplicación de calor, por lo que no se recomienda el calentamiento de la fórmula. Existen varios trabajos que demuestran los efectos de la fortificación con nucleótidos en niños a término. A nivel inmunológico, incrementan la respuesta a la vacunación. Es similar a la alcanzada por niños alimentados a pecho, facilitan la fagocitosis y aumentan la actividad de los macrófagos. En cuanto al aparato gastrointestinal, contribuyen a su desarrollo, maduración y reparación de los tejidos, y también incrementan la absorción de hierro. Además, se observaron perfiles de HDL y VLDL similares a los de los niños amamantados, indicando su influencia en el metabolismo intestinal y hepático de lipoproteínas. M3 Nutricia.indd 2 Ácidos GrAsos poliinsAturAdos de cAdenA lArGA (lc-puFA). Hace no muchos años, las fórmulas infantiles no contenían ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga. La leche de vaca contiene ínfimas cantidades de este tipo de grasas, mientras que los aceites vegetales no las contienen. La leche humana, considerada el “gold standard” de la alimentación del lactante, contiene cantidades significativas de dos LC-PUFA´s de gran importancia biológica, el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido araquidónico (ARA) (ver fig. 1). Figura 1. Ácidos grasos DHA y ARA. DHA contiene 22 átomos de carbono con 6 dobles ligaduras –la primera comienza en la posición n-3–. ARA contiene 20 átomos de carbono con 4 dobles ligaduras –la primera comienza en la posición n-6–. El DHA es el ácido graso predominante de las membranas de células del sistema nervioso central y el componente principal de las membranas fotoreceptoras de la retina. Llega a un 50% del total de los ácidos grasos de los segmentos externos de los conos y bastones. La acumulación de DHA comienza en el útero y continúa luego del nacimiento, aumentando en forma exponencial durante el primer año de vida. Alcanza un depósito total de aproximadamente 4g entre los 3 y los 4 años de edad. 2/5/11 18:12:59 El ácido DHA puede afectar la función sináptica y las capacidades cognitivas, ya que en regiones donde se produce la sinapsis provee fluidez de las membranas plasmáticas. Constituye más de un 30% del total de fosfolípidos de membrana en el cerebro, por lo que se lo considera esencial para mantener la integridad de éstas y, por lo tanto, la excitabilidad neuronal, la función sináptica y las habilidades cognitivas. El ácido araquidónico (ARA) también se acumula durante el desarrollo pre y post natal. Es el ácido graso predominante en las células del sistema inmune y las células sanguíneas. El ARA es precursor de prostaglandinas y leucotrienes. M3 Nutricia.indd 3 * Licenciada en Nutrición Dto Marketing Médico de Nutricia-Bagó Docente de la Escuela de Licenciados en Nutrición de la UBA s s s pruebAs. Se ha demostrado en diversos estudios de investigación que los niños que recibían fórmulas infantiles no suplementadas con LC-PUFA’s tenían niveles plasmáticos más bajos de DHA y ARA que aquellos niños amamantados. También se demostró que los niveles de DHA en el cerebro aumentan con la edad en niños amamantados y no lo hacen en aquellos que reciben fórmulas sin LCP. Los adultos son capaces de sintetizar LCP’s a partir de sus precursores –ácido linoleico (w-6) y linolénico (w-3)–. Sin embargo, los niños no pueden sintetizarlos en forma eficiente, especialmente los prematuros y durante los primeros meses de vida, por la inmadurez enzimática propia de esa etapa de la vida. Es por esto que deben ser aportados en su dieta. La leche humana provee naturalmente LCP’s. Los niveles de DHA son más variables, ya que dependen de la dieta y estilo de vida de la madre, mientras que los niveles de ARA se mantienen relativamente constantes, independientemente de la ingesta. Se debe tener en cuenta que la suplementación de las fórmulas infantiles con DHA sin ARA puede reducir los niveles circulantes de ARA, interfiriendo en el crecimiento. Por lo tanto, la suplementación con DHA se debe acompañar con ARA para evitar un desbalance entre la serie w-3 y w-6. En el año 2008 se realizó el Consenso de Munich, en el que se establecieron las siguientes recomendaciones: • El alimento de elección en niños sanos es la leche materna, que naturalmente aporta cantidades significativas de LC-PUFA’s. • Cuando la lactancia no es posible, se recomienda el uso de una fórmula suplementada con DHA, entre 0,2 y 0,5% del total de ácidos grasos y con al menos igual cantidad de ARA. • En niños mayores, después de la primera infancia, sería conveniente el consumo habitual de alimentos fortificados con LCP’s o la ingesta habitual de yema de huevo, pescado e hígado, pero todavía no se conocen los requerimientos exactos de LCP’s. 2/5/11 18:13:02 BiBLiogRAFíA • Uauy R. Role of nucleotides in intestinal development and repair: implications for infant nutrition. J Nutr 1994;124:1436S-1441S. • Carver J . Dietary nucleotides: cellular immune, intestinal and hepatic system effects. 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