TOCA PENAL 28/2016 Monclova, Coahuila de Zaragoza, a (18) dieciocho de Marzo del (2016) dos mil dieciséis. Vistas las constancias del Toca Penal 28/2016, para resolver el recurso de apelación interpuesto por el Agente del Ministerio Público, en contra del Auto de libertad de ***********, dictado por el Juez de Primera Instancia en Materia Penal del Distrito Judicial de Sabinas, dentro del proceso penal ***********, que por el delito de Lesiones gravísimas que ponen en peligro de muerte, se instruye a SENTENCIA ***********, en agravio de ***********, se procede a PENAL continuación a establecer los siguientes: No.53/2016 R E S U L T A N D O S: PRIMERO. Que el auto impugnado concluyó con los siguientes puntos resolutivos: PRIMERO.- Al no haber pruebas pendientes por desahogar, siendo las diecinueve horas del veinte de marzo de dos mil quince, se dicta AUTO DE LIBERTAD, a favor de ***********, en contra de quien el Agente del Ministerio Público Adscrito ejercitó acción penal por la comisión de los elementos del delito de LESIONES GRAVISIMAS QUE PONEN EN PELIGRO DE MUERTE, previsto y sancionado por los artículos 337 y 342, del Código Penal en vigor. SEGUNDO.- Comuníquese la presente resolución al Segundo Comandante de la Policía Operativa del Estado, para que la ponga en inmediata libertad única y exclusivamente a lo que esta causa legal se refiere. TERCERO.- Hágase saber a la Agente del Ministerio Público que la presente resolución es apelable sin efectos suspensivos de conformidad con lo dispuesto por el artículo 555, fracción IV, del Código de Procedimientos Penales en vigor. CUARTO.- NOTIFÍQUESE.- En forma personal a las partes.- Así lo acordó y firmó el C. Licenciado **********, Juez de Primera Instancia en Materia Penal del Distrito Judicial de Sabinas, con residencia en ésta Ciudad, ante el C. Licenciado ***********, Secretario del Juzgado que autoriza.- DOY FE.” SEGUNDO. El recurso de mérito fue admitido por el A quo quien, a su vez, lo envió a este Tribunal Distrital. Formado el Toca correspondiente y substanciando legalmente, fueron citadas las partes para oír la sentencia que hoy se pronuncia, con base en los siguientes: 1 C O N S l D E R A N D O S: PRIMERO. De conformidad con lo dispuesto en la fracción l del artículo 27 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 140 y 141 de la Constitución Política del Estado de Coahuila de Zaragoza, 14 fracción III, 32, 520 y 550 del Código de Procedimientos Penales del Estado, publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, en mayo de 1999, así como lo dispuesto en el artículo 1, 2 y 23 de la Ley General para prevenir y sancionar los delitos en materia de secuestro, reglamentaria de la fracción XXI del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo tercero transitorio del Código de Procedimientos Penales, aplicado al sistema acusatorio y oral en el Distrito Judicial de Monclova, 8, punto 1, inciso H de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos en relación con el artículo 1 del Pacto Federal, este Tercer Tribunal Distrital, tiene competencia para conocer y resolver los recursos de apelación y queja que se interpongan en contra de los autos o resoluciones pronunciados por los Juzgados Penales de esta circunscripción territorial, y del Juzgado Primero de Primera Instancia en Materia Penal en Sistema Acusatorio y Oral del Distrito Judicial de Monclova. El artículo 8, punto 1, inciso h, de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos (pacto de San José Costa Rica), establece: Artículo 8. Garantías Judiciales “1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la 2 TOCA PENAL 28/2016 sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.” Por su parte el artículo 1 del Pacto Federal, dice: “Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes. Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.” El artículo 520 del Código de Procedimientos Penales Publicado en el Periódico Oficial del Estado, en Mayo de 1999 establece: “DERECHO DE IMPUGNACIÓN. El Ministerio Público, el inculpado y su defensor tienen derecho a impugnar las resoluciones que se dicten en el proceso penal, salvo que la ley disponga otra cosa. La parte civil, el ofendido o víctimas solo podrán impugnar las resoluciones que señale este Código.” Por su parte el artículo 550 del ordenamiento legal invocado establece: “OBJETO DEL RECURSO. El recurso de apelación tiene por objeto principal que el tribunal distrital o la sala que corresponda, modifique o revoque la resolución impugnada, con base en los agravios que se hagan valer en su contra; salvo los casos que exceptúe la ley. Se revocará o modificará la resolución que se apeló, si para ello hay agravios procedentes. Si son improcedentes, se confirmará.” 3 SEGUNDO. Los agravios expresados por el Licenciado ************, en su carácter de Agente del Ministerio Público, los que obran de la foja (35) a la (44), los que por economía procesal se tienen por reproducidos en este considerando, pues en nuestra legislación local adjetiva no hay precepto alguno que establezca la obligación de llevar a cabo tal transcripción, pues en relación a los mismos se contestan y se analizan en la forma que son planteados como más adelante se expresará, a lo anterior sirve de fundamento la siguiente jurisprudencia: No. Registro: 196,477 Jurisprudencia Materia(s): Común Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: VII, Abril de 1998 Tesis: VI.2o. J/129 Página: 599 IUS 2005 CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. EL JUEZ NO ESTÁ OBLIGADO A TRANSCRIBIRLOS. El hecho de que el Juez Federal no transcriba en su fallo los conceptos de violación expresados en la demanda, no implica que haya infringido disposiciones de la Ley de Amparo, a la cual sujeta su actuación, pues no hay precepto alguno que establezca la obligación de llevar a cabo tal transcripción; además de que dicha omisión no deja en estado de indefensión al quejoso, dado que no se le priva de la oportunidad para recurrir la resolución y alegar lo que estime pertinente para demostrar, en su caso, la ilegalidad de la misma. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo en revisión 374/88. Antonio García Ramírez. 22 de noviembre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Vicente Martínez Sánchez. Amparo en revisión 213/89. Jesús Correa Nava. 9 de agosto de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura. Amparo en revisión 322/92. Genoveva Flores Guillén. 19 de agosto de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Jorge Alberto González Álvarez. Amparo en revisión 673/97. José Luis Pérez Garay y otra. 6 de noviembre de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Loranca Muñoz. Secretario: Gonzalo Carrera Molina. Amparo en revisión 767/97. Damián Martínez López. 22 de enero de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: José Mario Machorro Castillo, secretario de tribunal autorizado por el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: José Zapata Huesca.” TERCERO. Se procede al estudio de los agravios presentados por el licenciado *************, en su carácter de Agente del Ministerio Público, y de su análisis se determina lo siguiente. 4 TOCA PENAL 28/2016 Dice que le causa agravio la resolución impugnada en el considerando cuarto y resolutivo primero y segundo al considerarse indebidamente que con las pruebas que aportó el agente del ministerio público, son ineficaces para tener acreditados los elementos constitutivos del delito en comento, además el a quo realiza una incorrecta apreciación y valoración del material probatorio existente en el sumario violando los artículos 435, 438, 440, 441, 442, 446, 447 y 448 del Código de Procedimientos Penales del Estado, al establecerse que no están comprobados todos y cada uno de los elementos descriptivos o materiales, así como los normativos del cuerpo del delito que nos ocupa excluyendo restarles valor sin percibir la conducta delictiva realizada por la inculpada, lo fue causarle una herida que lo puso en peligro de muerte como lo establece el artículo 337 y 342 del Código Penal vigente en el Estado, circunstancias que si son probadas en autos con el dictamen médico forense practicado por el doctor ***********, así como los testimonios de *********** y la propia declaración ministerial de la inculpada. Sigue alegando como agravio la representación social, que resulta inaplicable el artículo 67 fracción III del Código Penal del Estado, en lo referente a la excluyente de delito, porque para que procesa a su aplicación tendría que salvaguardar un bien jurídico de mayor valor ponderativo y en el caso concreto no se encuentra dentro del supuesto señalado, toda vez que, deberá tomarse en cuenta que hubo un odio por parte de la inculpada al haber ultimados a sus padres y herida a su abuela lo que aprovecho un momento que el ofendido Ernesto Abraham se encontraba recapacitando de lo que había hecho y le solicitaba 5 que lo matara como lo refiere la testigo Rocío Castro San Agustín. No le asiste razón a la representación social, puesto suponiendo sin conceder efecto legal alguno, el hecho que se encuentren demostrados los elementos del cuerpo del delito a estudio conforme lo dispone el artículo 30 del Código Penal vigente en el Estado, también lo es, que tal como quedó acreditado en la resolución impugnada se justifica un excluyente de delito que tiene referencia en relación a la responsabilidad penal, es decir, que si bien es antijurídica la conducta de la indiciada porque objetivamente afecta un bien jurídico y contraria a una norma jurídica respecto al tipo penal concreto como lo es de lesiones, pero ello no es contraria a la norma prohibitiva sin se realiza con causa de licitud, es decir, el delito existió nació al mundo factico y jurídico pero con una eximente de licitud que excluye la punibilidad de la conducta. Ello es así, porque de la propia declaración que vierte la inculpada ante el investigador de delitos a la cual nos remitamos en obvio de repeticiones innecesarias y se tiene por reproducida íntegramente, en lo que aquí interesa está refiere, entre otras cosas; que serían aproximadamente las siete horas con veinte minutos de la tarde del día doce de marzo del dos mil quince, cuando se encontraba en la sala de su casa, cuando escucho donde abriera la puerta principal y vio que era su esposo Neto que traía una pistola en la mano derecho y se asustó mucho y no se paró del sillón y les dijo el ofendido “ustedes así lo quisieron, nos vamos a morir todos juntos”, y en eso la declarante le grito a su papá diciéndole a neto que no les abaña a hacer nada y le apunto a su mamá y le disparo en la cara e 6 TOCA PENAL 28/2016 inmediatamente le disparo a su abuelita en la cara y su papá le dijo que que estaba haciendo y su esposo le disparo a su papá y Neto se acercó hasta la declarante y le puso la pistola en la frente y en eso le timbro el celular a neto y contestó sin dejar de apuntarle con la pistola en la cara y aprovecho la declarante para gritar auxilio y le dijo “tu así lo quisiste te voy a matar, tu sabes que yo soy malo, y aun así lo que hiciste, te voy a matar y luego me voy a matar yo”, y le quito la pistola de la frente y la boleto hacia donde él estaba con las cachas hacia el lado de la declarante y la bajo a la altura de sus manos y le dijo “ mátame, mátame, si no lo haces te voy a matar a ti y luego me mato yo”, y como sintió que Neto realmente iba a matarla porque lo vio muy decidido para evitar que la matara agarro el arma aun y cuando estaba sentada en el sillón y le disparó a Neto sin ver bien a qué altura. Declaración la anterior que fue valorada conforme a las reglas de ley en la resolución impugnada, lo cual es ajustado a derecho y que contario alegado a la representación social que con el caudal probatorio se justifica la responsabilidad penal de la indiciada, sin embargo, conforme a la mecánica delictiva y la prueba de los hechos no hay testigos presenciales que justifiquen tal aseveración del Ministerio Público, además de ello que la conducta desplegada por la indiciada se encuentra justificada conforme al artículo 67 fracción III, porque si bien dicha figura jurídica como lo es el estado de necesidad que tiene lugar cuando entran en conflicto bienes jurídicos y magnitudes de afectación de los mismos que son más o menos equivalentes, operan como una causa de inculpabilidad, es decir, que se trata de un estado de necesitad esculpante; y si bien en el caso concreto se está frente a dos bienes jurídicos en riesgo de ser 7 lesionados como en el presente caso lo es, la vida tanto del sujeto activo como del pasivo, y pudiera ser que no se justificara el estado de necesidad, pero también lo es, que puede estar fundado en una legítima defensa, pues es de explorado derecho que las excluyentes o eximentes de delito o de culpabilidad en su caso se excluyen entre sí. De donde se infiere con lo anterior que la inculpada actuó amparada bajo un estado de necesidad justificante ante el temor de ser herida o muerta dado el peligro concreto en que ese momento corría en su persona, pues esta así lo refiere de su propia declaración, que el ofendido desde mucho antes del hecho éste tenía una conducta agresiva de lo que se infiere y dada la relación sentimental que los unía por ser esposos sabía que debido a la conducta del hoy ofendido éste sí pudo haberla lesionado o privado de la vida. En apoyo a lo anterior se aplica la siguiente tesis: Quinta Época Registro: 299031 Instancia: Primera Sala Tesis Aislada Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo CVII Materia(s): Penal Página: 1343 MIEDO GRAVE, TEMOR FUNDADO, LEGITIMA DEFENSA Y ESTADO DE NECESIDAD, EXCLUYENTES DE. No se deben confundir las excluyentes de responsabilidad señaladas en la fracción IV del artículo 15 del Código Penal. Dichas excluyentes son el miedo grave o el temor fundado y el estado de necesidad. Algunos autores y juristas inclusive, diferencian el miedo grave, que se basa en elementos externos objetivos, y el temor fundado, que únicamente contiene una motivación subjetiva. Y es un error caracterizar el miedo grave por la "vis compulsiva", que es una característica no de ésta, sino de la excluyente que se enmarca en la fracción I del artículo 15. Estableciendo una graduación en la defensa 8 TOCA PENAL 28/2016 personal contra una agresión, podemos diferenciar las excluyentes examinadas en la siguiente forma: La excluyente de legítima defensa real, exige la existencia material objetiva de una agresión actual. La legítima defensa putativa, exige la creencia subjetiva, pero fundamentada en elementos externos objetivos, en la existencia de una agresión actual, y en el último grado de esta escala, la excluyente de miedo grave o temor fundado e irresistible de un mal inminente y grave en la persona del contraventor, exige la existencia de un miedo o temor, que es una alteración meramente psicológica, y con determinadas características que señala la ley de que la agresión se llegue a actualizar, se llegue a realizar. Amparo penal directo 6020/50. Fonseca Colín Manuel. 15 de febrero de 1951. Mayoría de tres votos. Disidentes: Luis G. Corona y José Rebolledo. La publicación no menciona el nombre del ponente. Con lo anterior, se considera suficiente para confirmar el sentido de la resolución impugnada, toda vez que la misma se encuentra fundada y motivada, al respecto se aplica las siguientes fuentes del derecho: “No. Registro: 175,082 Jurisprudencia Materia(s): Común Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXIII, Mayo de 2006 Tesis: I.4o.A. J/43 Página: 1531 FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL ASPECTO FORMAL DE LA GARANTÍA Y SU FINALIDAD SE TRADUCEN EN EXPLICAR, JUSTIFICAR, POSIBILITAR LA DEFENSA Y COMUNICAR LA DECISIÓN. El contenido formal de la garantía de legalidad prevista en el artículo 16 constitucional relativa a la fundamentación y motivación tiene como propósito primordial y ratio que el justiciable conozca el "para qué" de la conducta de la autoridad, lo que se traduce en darle a conocer en detalle y de manera completa la esencia de todas las circunstancias y condiciones que determinaron el acto de voluntad, de manera que sea evidente y muy claro para el afectado poder cuestionar y controvertir el mérito de la decisión, permitiéndole una real y auténtica defensa. Por tanto, no basta que el acto de autoridad apenas observe una motivación pro forma pero de una manera incongruente, insuficiente o imprecisa, que impida la finalidad del conocimiento, comprobación y defensa pertinente, ni es válido exigirle una amplitud o abundancia superflua, pues es suficiente la expresión de lo estrictamente necesario para explicar, justificar y posibilitar la defensa, así como para comunicar la decisión a efecto de que se considere debidamente fundado y motivado, exponiendo los hechos relevantes para decidir, citando la norma habilitante y un argumento mínimo pero suficiente para acreditar el razonamiento del que se deduzca la relación de pertenencia lógica de los hechos al derecho invocado, que es la subsunción. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 447/2005. Bruno López Castro. 1o. de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Claudia Patricia Peraza Espinoza. Amparo en revisión 631/2005. Jesús Guillermo Mosqueda Martínez. 1o. de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretaria: Alma Margarita Flores Rodríguez. Amparo directo 400/2005. Pemex Exploración y Producción. 9 de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Jesús Antonio Nazar Sevilla. Secretaria: Ángela Alvarado Morales. 9 Amparo directo 27/2006. Arturo Alarcón Carrillo. 15 de febrero de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Karla Mariana Márquez Velasco. Amparo en revisión 78/2006. Juan Alcántara Gutiérrez. 1o. de marzo de 2006. Unanimidad de votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Mariza Arellano Pompa”. Con apoyo en los artículos 135 y 137 de la Constitución Política Local, 27 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, 38, 40, 176, 177, 289, inciso 5), 290, fracción III, 508, fracción IV, 520, 550 y 570, del Código de Procedimientos Penales, publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado, en mayo de 1999, se resuelve: PRIMERO. Se confirma el auto de libertad de, dictado por la Juez de Primera Instancia en Materia Penal del Distrito Judicial de Sabinas, dentro del proceso penal ***********, que por el delito de Lesiones gravísimas que ponen en peligro de muerte, se instruye a ***********, en agravio de ***********. SEGUNDO. Notifíquese a las partes, con fundamento en los artículos 139 fracción VII, 147 y 148 del Código de Procedimientos Penales, publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado en mayo de 1999. Con testimonio de la presente resolución remítase al Juez de origen, de conformidad con el artículo 572 del Código en cita y en su oportunidad, archívese el Toca como asunto concluido, remitiéndose al archivo regional del Poder Judicial para su resguardo y depósito, con fundamento en el artículo 132 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Así lo resolvió y firma el licenciado ***********, Magistrado del Tercer Tribunal Distrital del Estado, quien actúa con el licenciado ************, Secretario de Acuerdo y 10 TOCA PENAL 28/2016 Trámite, que autoriza en los términos de los artículos 49 y 50 fracción II de la Ley Orgánica del Poder Judicial. DOY FE. (DOS FIRMAS ILEGIBLES) “El Licenciado ********** Secretario de Acuerdo y Trámite del Tercer Tribunal Distrital del Estado, hago constar y certifico que, en términos de lo previsto en los artículos 27, fracción IX, 58, 68 y 75, fracción III, de la Ley de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Coahuila de Zaragoza, en esta versión pública se suprime la información considerada como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento mencionado y en las disposiciones aplicables”. “Asimismo, este documento fue cotejado previamente con su original por el servidor público que elabora la presente versión pública”. 11