delimitación del concepto y recomendaciones para el

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Revista Cúpula 2015; 29 (1): 51-63
CYBERBULLYING: DELIMITACIÓN DEL CONCEPTO Y RECOMENDACIONES
PARA EL ABORDAJE DIRIGIDAS A PADRES,
MAESTROS Y SECTOR SALUD
Marcia Aguilar Sandí *
REVISIÓN
BIBLIOGRÁFICA
RESUMEN
ABSTRACT
El continuo e intenso desarrollo de
tecnologías de información y comunicación,
y el consecuente acceso a computadoras
personales y aparatos móviles para casi todas
las personas, ha mejorado de forma innegable
cada ámbito del desempeño humano, en
cuenta la salud. Sin embargo, paralelamente,
se han precipitado también diversas formas
de abuso. El cyberbullying se expande
rápidamente en todos los países donde los
jóvenes tienen acceso a la tecnología, y
está generando preocupación a causa de
los efectos que tiene sobre la educación y el
bienestar tanto físico como emocional de esta
población. Este artículo está escrito desde
la perspectiva de la Psicología de la Salud,
y su objetivo es brindar una definición del
concepto de cyberbullying, así como ofrecer
una propuesta de trabajo para que pueda
ser prevenido, detectado y combatido desde
los centros educativos, los servicios de salud
y desde el hogar, de manera de preservar y
mejorar la salud mental de los más jóvenes.
The continuous and intensive development of
information and communication technologies,
and the resulting access to personal computers
and mobile devices for most people, has
undeniably improved all areas of human
performance, health account. However, in
parallel, it has also precipitated several forms
of abuse. Cyberbullying is expanding rapidly in
all countries where young people have access
to technology, and is generating concern
because of the effects that it has on the
education as well as the physical and emotional
well-being of this population. This article have
been written from the perspective of Health
Psychology, and aims to give a definition of
the concept of cyberbullying and offer a work
proposal for it to be prevented, detected and
fought from schools, health services and from
home, as to preserve and enhance youth
people mental health.
Keywords: Cyberbullying, bullying, prevention,
intervention, mental health, adolescence.
Palabras Clave: Cyberbullying, bullying,
prevención, intervención, salud mental,
adolescencia.
*Máster en Psicología Clínica y de la Salud. Residente de primer año del Programa de Especialidadad Psicologìa Clìnica. Servicio de Psicología
Clìnica HNP, CENDEISSS-UCR
maragsand@hotmail.com
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INTRODUCCIÓN
abusador, y verbalmente, intimidar, amedrentar
y abusar. Es un término que internacionalmente
alude a la conducta agresiva que se manifiesta
entre jóvenes escolares del mismo grado,
esta sería la característica esencial que lo
diferenciaría de las otras formas de violencia
en la escuela: para hablar de bullying, tiene
que darse entre iguales, puesto que el bullying
es una relación de violencia, no una situación
de violencia, y para que haya relación, debe
haber convivencia.
En términos generales, la violencia es un
problema de Salud Pública. Las lesiones,
invalidez y muerte que provoca son la parte
visible, sin embargo, acarrea consecuencias
múltiples y diversificadas a nivel social,
psicológico y biológico (Espín et. al. 2008:3).
La Organización Mundial de la Salud (citada
por Espín, op. cit.) define la violencia como
el uso intencional de la fuerza o el poder, de
hecho o como amenaza, contra uno mismo,
otra persona o un grupo o comunidad; que
causa o pudiera causar lesiones, muerte,
daños psicológicos, trastornos del desarrollo
o privaciones. Todos los conceptos incluidos
en esta definición serían aplicables también al
fenómeno del bullying, así como a su variable
más moderna, el cyberbulling.
Las conductas de bullying no son un
fenómeno nuevo. Donegan (2012:33) rastrea
antecedentes incluso hasta 1530. Lo que sí
es nuevo es la creciente atención y alarma
social que suscitan. Salgado (2012:130)
y Asebey (2013:109) ubican como primer
intento para hacerlas visibles un estudio
longitudinal realizado por Olweus en Noruega.
En este estudio, el Dr. Olweus (1998, citado
por Cabezas & Monge, 2007:136 y por Navas,
2012:28) definió bullying como una situación
de acoso e intimidación, en la que un alumno(a)
es expuesto, de forma repetida durante un
tiempo, a acciones negativas llevadas a
cabo por otro alumno o varios de ellos. Pero
aún más novedosos que el término, son los
matices que ha tomado el bullying desde ese
primer estudio. Como mencionan Batista,
Román, Romero & Salas (2010:8) hace
algunos años no había teléfonos celulares
con cámara de vídeo para grabar los golpes
a un(a) compañero(a). Tampoco se pensaba
que el acoso en las escuelas pudiera llevar al
suicidio de la víctima.
Aunque el propósito del presente trabajo se
centra particularmente en el cyberbullying,
conviene hacer un repaso de algunos
conceptos respecto al bullying en general para
ampliar su comprensión.
La palabra bullying corresponde a un término
anglosajón. Aunque en la literatura en lengua
española se le ha tratado de sustituir por
términos como acoso escolar, victimización,
hostigamiento, maltrato entre pares, matonaje,
agresión entre pares, amenaza, interacciones
agresivas e intimidación entre pares (Salgado,
2012:131), para Carozzo, Bennites, Salgado &
Horna (2012:13) estos términos corresponden
a situaciones diferentes de violencia escolar,
cada una con características particulares. Por
lo tanto, para efectos del presente ensayo,
se conserva la palabra en inglés. Bullying,
como detalla Cabezas (2007:124) proviene de
“bully” que sustantivamente significa matón o
La evolución tecnológica del bullying
Mientras que la tecnología suele ser una de
las más importantes unidades de medida
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persona más fea, la menos inteligente…
o en Costa Rica, páginas de “tierrosos” y
“tierrosas”.
del progreso de los países, algunos de sus
avances, como la internet y los teléfonos
celulares, han modificado permanentemente
las relaciones entre las personas. Gracias
a estos avances se superan barreras
tradicionales como fronteras, diferencias
culturales y diferencias socioeconómicas (Del
Río, Bringue, Sádaba & González, 2009:307).
Sin embargo, este desarrollo también han
fomentado nuevas formas de intimidación que
pueden difundirse muy rápidamente y llegar a
un gran número de personas (Buelga, Cava &
Musitu, 2010:784). Así, el bullying tradicional
ha evolucionado a lo que se denomina
cyberbullying, también llamado, según
Garaigordobil, (2011:235,) ciberacoso, acoso
cibernético, electrónico, digital, entre iguales.
Hinduja & Patchin (2011:1) definen este
término como un daño repetido e intencional,
ocasionado a través de computadoras,
teléfonos celulares u otros aparatos
electrónicos. Para Garaigordobil (2011:235)
tiene que haber menores de edad en ambos
extremos del ataque para que se considere
cyberbullying: si hay algún adulto implicado,
este concepto no se aplica. Tampoco debe
homologarse a la conducta de adultos que
engañan a menores para encontrarse con
ellos fuera de la red o explotar sus imágenes
sexuales.
3. Crear un perfil o espacio falso en nombre
de la víctima, donde se escriban a modo
de confesiones en primera persona
sucesos personales, solicitudes explícitas
de contactos sexuales, y otros.
4. Dejar comentarios ofensivos en foros
o participar agresivamente en chats
haciéndose pasar por la víctima, de
manera que las reacciones le caigan
a quien ha sufrido la usurpación de
personalidad.
5. Poner la dirección de correo electrónico
en determinados sitios para que luego
sea víctima de spam, de contactos con
desconocidos...
6. Usurpar su clave de correo electrónico
para, además de cambiarla de forma
que el legítimo propietario no lo pueda
consultar, leer los mensajes que le llegan
a su buzón violando su intimidad.
7. Provocar a la víctima en páginas que
cuentan con un moderador (chats, juegos
en línea, comunidades virtuales...) para
que sea expulsada de ahí.
Algunos ejemplos específicos de conductas
que
son
cyberbullying
(Garaigordobil,
2011:236):
8. Hacer circular rumores sobre la víctima,
de forma que sean otros quienes, sin
poner en duda lo que leen, ejerzan sus
propias formas de represalia o acoso.
1. Subir a la red una imagen comprometedora
(real o fotomontaje) o datos delicados
que pueden perjudicar o avergonzar a la
víctima, y compartirlo con sus contactos.
9. Enviar mensajes amenazantes por correo
electrónico o mensaje de texto, perseguir
y acechar a la víctima en los sitios de
2. Incluir, con foto, a la víctima en una
página donde se trata de votar quién es la
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con intenso contenido sexual; llamar
y colgar ininterrumpidamente (Carozzo,
Benites, Zapata & Horna, 2012:21)
Internet en los que participa habitualmente,
provocándole una sensación de agobio.
10.Desde el teléfono celular, pueden llamar
repetidamente a la víctima y no hablar en
cuanto ésta contesta; llamar en horarios
inadecuados o inoportunos; lanzar
amenazas, insultar, gritar; realizar llamadas
La Tabla 1 muestra una comparación entre las
características típicas del bullying, y las del
cyberbullying.
Tabla 1
Comparación entre las características básicas del
bullying y el cyberbullying
Bullying
Cyberbullying
Comportamiento agresivo con la intención
de causar daño físico y psicológico.
El cyberbullying es primordialmente una relación de
violencia psicológica. El distanciamiento que ofrece
la tecnología facilita que el ofensor se sienta menos
culpable, o incluso ignore las consecuencias de sus
acciones, así, puede ser más cruel y llegar más allá
de lo que típicamente haría en una situación cara a
cara.
Silencioso e invisible, los agresores se
aseguran de que los profesores y los
administrativos del centro educativo no se
enteren de sus actos de matonismo, mientras que la víctima y los espectadores guardan silencio.
El ofensor puede enmascarar su identidad detrás de
una computadora o un teléfono celular. En la mayoría
de los casos, utiliza pseudónimos o nombres falsos
para acosar a la víctima.
Las conductas agresivas son reiteradas, el
agresor intimida y maltrata a la víctima en
forma sistemática y sostenida, dentro del
Colegio o incluso fuera de él.
Aunque el agresor pueda, por ejemplo, postear una
foto una sola vez, puede luego ser reproducida un
número indefinido de veces.
La relación interpersonal se caracteriza por
un desequilibrio de poder (real o superficial,
de poder o fuerza) que hace que la víctima
se vea impotente para salir de esa situación
por sí sola.
Aunque los acosadores no necesitan ser más
grandes o físicamente más fuertes que sus víctimas,
el anonimato les hace más fácil atacar con impunidad. Sin saber exactamente a quién responder, y
enfrentándose a un acoso más público, la víctima se
siente más vulnerable: no logra estar segura en
ningún momento o lugar.
Fuente: Elaboración personal a partir de Cabezas (2007:124-125), Carozzo et. al (2012:14), Donegan (2012:34),
Buelga, Cava & Musitu (2010:784)
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Buelga, Cava & Musitu (2010:784) proponen
una
clasificación
de
las
agresiones
cibernéticas, según la conducta específica del
agresor. Las principales categorías son:
4. Violación de la intimidad (difusión de
secretos o imágenes de la víctima).
5. Exclusión social (exclusión deliberada de
la víctima de grupos en la red).
1. Hostigamiento (envío y difusión de
mensajes ofensivos o vulgares).
2. Persecución
(envío
amenazantes).
de
6. Suplantación de la identidad (envío de
mensajes maliciosos haciéndose pasar
por la víctima).
mensajes
3. Denigración (difusión de rumores sobre
la víctima).
Tabla 2
Características del acosador y de la víctima
en el cyberbullying
Acosador
Víctima
Pueden ser tanto hombres (que encuentran la
tecnología y los aparatos muy atrayentes) como
mujeres (más dadas a la agresión indirecta).
Parece más probable que sean adolescentes
más que niños(as) o púberes.
Pueden ser mujeres u hombres, y tienden a estar en la
adolescencia más que a ser púberes o niños.
Permanecen anónimos en sus ataques, pero
suelen respaldarse en sus amigos. Existe alguna
evidencia de que víctimas de bullying utilizan el
cyberbullying para desquitarse de quienes los
atormentan físicamente.
Pueden presentar pocas habilidades en la toma de
decisiones o ser socialmente inmaduros. Sin embargo,
también pueden ser ingenuos, y ser blanco de cyberbullying por esta razón, aunque tengan buenas relaciones
con los demás.
Se describen cuatro tipos:
- El “Angel Vengador”: se ve a sí mismo como
vigilante, y usa este medio para proteger amigos
que podrían estar sufriendo de bullying.
- El “Hambriento de Poder”: quiere imponer su
autoridad y control sobre otros a través del miedo,
siendo por lo general pequeño físicamente, y
etiquetado por los demás como “nerd”, o poco
tractivo socialmente.
- Las “Chicas Malas”: actúan en grupo, por lo
común se hallan aburridos y buscan entretenerse
de esta forma.
- El “Inadvertido”: normalmente no pretende
realizar el daño, pero responde a la situación (por
ejemplo, reenviando o comentando) sin pensar
seriamente en las consecuencias de sus
acciones.
Pueden estar experimentando situaciones temporales
que los hacen vulnerables, por ejemplo, un distanciamiento con sus amigos, problemas de salud física o
mental, una mala relación entre sus padres, o problemas
académicos.
Fuente: Elaboración personal a partir de Feinberg & Robey (2009:1-2), Smith et. al (2008:383)
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tradicional. Aun así, en un estudio realizado
por Zhou et. al (2013:14) la percepción de
más de dos tercios de las y los adolescentes
estudiados era que el daño infligido a otros
a través del cyberbullying es de moderado
a mínimo, porque se trata de un pasatiempo
o un juego. Esto es un indicativo de lo poco
que llegan a tomarse en serio las personas su
conducta en la red, y lo fácil que es, por lo tanto,
que caigan en este tipo de conductas. Algunas
de las consecuencias del cyberbullying sobre
las víctimas son:
Para Garaigordobil (2011:235) el acosador y
la víctima son niños, niñas o adolescentes,
habitualmente compañeros de colegio o
escuela y se relacionan en la vida cotidiana,
aunque Feinberg & Robey (2009:1-2) pueden
no estar de acuerdo con esta afirmación,
puesto que, ya que los ataques son anónimos,
es difícil llegar a esta conclusión en todos los
casos. De cualquier forma, sí parece estar
comprobado que las víctimas de bullying en
los centros educativos son más vulnerables
a sufrir también de cyberbullying (Menesini,
et.al, 2012:456). La Tabla 2 brinda una
caracterización general de las niñas, niños
o adolescentes que pueden involucrarse
en cyberbullying, como acosadores o como
víctimas.
- Sentimientos de temor, inseguridad,
miedo, culpa, tristeza, agresividad y
retraimiento así como cuadros depresivos
que pueden conducir al suicidio, bajo
rendimiento escolar, que tiene que ver con
el ausentismo y puede terminar incluso en
el abandono de la escuela. Problemas de
atención y concentración, en sus hábitos
alimenticios y de sueño (Carozzo, Benites,
Zapata & Horna, 2012:35).
Independientemente de las características
propias de víctimas y victimarios, Hoff & Mitchell
(2009, citados por Garaigordobil, 2011:247)
indicaron como detonantes de la agresión la
ruptura de relaciones entre los(as) jóvenes,
especialmente de relaciones de pareja; la
envidia, los celos; y la intolerancia relacionada
con prejuicios raciales o sexuales. En el estudio
de dichos investigadores, el cyberbullying era
un medio de venganza y/o una forma para
afrontar la frustración. Además, los cuidadores
adultos se quedan fuera de la situación a causa
de sus escasos conocimientos tecnológicos o
la falta de comprensión del medio.
- La víctima no suele contar lo que está
vivenciando, por temor a represalias de sus
agresores, para no causar preocupaciones
a su familia, o como una medida de
precaución para sí misma, tratando de evitar
el acoso fingiendo escaso o nulo interés
por la situación (Batista, Román, Romero &
Salas, 2010:73).
- Enfermedades psicosomáticas, especialmente dolor de cabeza y dolor de estómago (Løhre et. al., 2011:4).
Consecuencias del cyberbullying sobre la
salud física y mental
En general, como indican Del Río, Bringue,
Sádaga & González (2009:310-311) las
víctimas del cyberbullying llegan a sufrir los
mismos efectos negativos sobre su salud
mental y física que las víctimas de bullying
- Consumo de sustancias (Alianza por la
seguridad en internet, 2011:12).
- Conductas como suspender el uso
de la computadora o el teléfono celular
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Horna, 2012:35)
de forma repentina, mostrarse nervioso o
asustado en cuanto recibe un mensaje de
texto o un correo electrónico, no querer
salir ni compartir con pares, manifestar
enojo, frustración o tristeza después de
haber utilizado la computadora o teléfono
celular, evitar las discusiones respecto a
con quién se comunica o qué hace en las
redes sociales son además indicativos de
que algo anormal está sucediendo (Hinduja
& Patchin, 2011:3)
- Gracias a la impunidad de sus actos,
puede llegar a suponer que la intimidación,
la amenaza y la humillación son medios
válidos para conseguir sus objetivos,
exponiéndose así a desarrollar una
conducta delictiva (Navas, 2012:28).
Todos los implicados, incluso los espectadores,
sufren algún deterioro, al menos en su
desarrollo moral (Salgado, 2012:140).
- Los daños psicológicos del acoso
sufrido pueden ser persistentes y afectar
aún en la vida adulta (Del Río, Bringue,
Sádaba & González, 2009:308).
Intervención
Tal como afirman Popovic´, Djuric´ & Cvetkovic´
(2011:415) el cyberbullying se presenta bajo
varias modalidades, esto representa una gran
dificultad a la hora de establecer su prevalencia
pero, más importante aún, a la hora de diseñar
programas de prevención e intervención.
En cuanto al agresor, éste vivencia el
cyberbullying de la siguiente forma:
- Cambia rápidamente de ventana o
cierra programas en cuanto alguien se
acerca a la computadora, se muestra
desproporcionadamente molesto si se
restringe su uso de la computadora o el
teléfono celular, evita conversar acerca
de con quiénes se relaciona o qué hace
en las redes sociales, parece estar
usando múltiples cuentas o usuarios en
las redes sociales o usa nombres falsos o
pseudónimos (Hinduja & Patchin, 2011:3).
El Ministerio de Educación Pública de Costa
Rica tiene un Protocolo específico para el
Acoso, matonismo, bullying y cyberbullying
en los centros educativos de secundaria. No
es, sin embargo, un problema que le competa
exclusivamente al sector educativo, como ya
se ha expuesto en párrafos anteriores.
La prevención, que involucra a todos los actores
sociales, implica promover un uso saludable
de la tecnología, así como diagnosticar
los problemas que puedan derivarse de
un uso indebido y tratar oportunamente a
víctimas y victimarios, rehabilitarlos y evitar
complicaciones o secuelas a largo plazo.
- No siente remordimiento por sus
acciones, es incapaz de comprender el
sufrimiento de sus víctimas, básicamente
porque tiene dificultades para mantener
relaciones interpersonales positivas con sus
pares. En algunos casos tiene problemas
de rendimiento escolar, de autoestima y
de conducta (Carozzo, Benites, Zapata &
En las Tablas 3, 4 y 5 se presentan algunas
propuestas de intervención.
57
Revista Cúpula 2015; 29 (1): 51-63
Tabla 3
Acciones preventivas en el primer nivel de atención
Prevención en primer nivel
Objetivo
Identificar y
controlar los
agentes causales
del cyberbullying:
factores de riesgo
en víctimas y
victimarios y
conductas de
riesgo en el uso
de la tecnología.
Acciones a desarrollar
en el hogar
Acciones a desarrollar
en el centro educativo
Acciones a desarrollar
desde el Sector salud
1. Participar en las iniciativas de información y capacitación que se ofrezcan en
la comunidad.
2. Conversar en la familia
respecto a casos de cyberbullying que hayan escuchado o presenciado, así como
los riesgos de la red, protección de su información y de
su imagen. Motivar a los
menores a reportar cualquier situación de abuso
que lleguen a padecer.
3. Establecer reglas y límites
respecto al uso de la
internet y los teléfonos
celulares:
colocar
las
computadoras en un lugar
donde toda la familia tenga
acceso, controlar el tiempo y
planificar actividades que no
impliquen
el
uso
de
tecnología.
4. Utilizar filtros y otros tipos
de control del acceso a
páginas determinadas.
. Proveer al personal docente capacitación, para que
sea replicada, en:
- Privacidad y datos personales en redes sociales,
contactos con desconocidos, manejo de la imagen
en la red.
- Precauciones que requieren el uso de cámaras web.
- Qué es el ciberbullying.
- Qué es el sexting.
- Responsabilidades legales
de las acciones cometidas
en Internet.
2. Proveer a las familias
capacitación, a través de las
Escuelas para padres, en
los mismos temas mencionados anteriormente.
3. Realizar un diagnóstico
con la población estudiantil
sobre cuáles son los usos
que dan a la internet, cuáles
son las redes sociales en las
que más participan, cuál es
su grado de conocimiento
del tema.
3. Brindar capacitación a las
y los estudiantes en el uso
seguro,
responsable
y
saludable de la red.
4. Fomentar la discusión de
casos y la sensibilización,
que lleven a que se denuncien las situaciones, rompiendo el código del silencio.
5. Desarrollar un plan de
intervención basado en las
características propias de la
población estudiantil y el
entorno, en el que además
de las medidas correctivas
se planifiquen actividades
para promover el respeto
por la diversidad y el
rechazo a cualquier forma
de violencia.
1. Capacitar a las y los
profesionales,
especialmente quienes trabajan con
personas menores de edad,
en los factores de riesgo de
víctimas y victimarios.
2. Desarrollo de sesiones
informativas y programas
educativos sobre comportamientos seguros en la red.
Fuente: Elaboración personal
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Tabla 4
Acciones preventivas en el segundo nivel
de atención
Prevención en segundo nivel
Objetivo
Detectar y detener el
cyberbullying.
Acciones a desarrollar
en el hogar
Acciones a desarrollar en
el centro educativo
1. Iniciar la conversación. En
cuanto se detecte algún cambio
en la conducta del menor o se
presuma algo.
2. Tomar en serio la situación.
3. Transmitir apoyo y confianza a
la víctima: tranquilizarle y asegurarle que la situación se detendrá.
4. Acompañar y ayudar a la
víctima a que guarde las pruebas
del acoso, depure su lista de
contactos, reconfigure sus redes
sociales.
5. En el caso de que el hijo(a) sea
el victimario, pedir cuentas sobre
su conducta: desde cuándo lo
sucede, por qué lo hace, quiénes
están involucrados. Informar que
este tipo de conducta no es aceptable en el hogar y adoptar medidas correctivas, enfatizando siempre en que este comportamiento
causa dolor a personas reales. En
caso de que la situación se le
torne inmanejable, solicitar ayuda
profesional.
6. Ser un ejemplo positivo: no
reaccionar con violencia.
1. Aún cuando sea difícil
establecer quién puede estar
detrás del cyberbullying, sí es
posible trabajar con la víctima y
los
presuntos
espectadores.
Deben existir límites claros en el
centro educativo y hacer saber a
la población estudiantil que este
tipo de conducta no será tolerada.
2. Elaborar una investigación
sobre los involucrados (sin poner
a víctimas y victimarios a confrontarse) y determinar la gravedad de
la situación, comunicando todo a
madres, padres o encargados y
brindándoles
recomendaciones
para manejar esta situación en el
hogar.
3. Implementar medidas de
protección inmediatas para las
víctimas.
4. Ofrecer atención psicosocial a
víctimas y victimarios, incluyendo
preparación
para
posibles
acciones legales.
Fuente: Elaboración personal.
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Tabla 5
Acciones preventivas en el tercer nivel
de atención
Prevención en tercer nivel
Objetivo
Mejorar la calidad de vida de
las personas involucradas,
evitando o reduciendo la
aparición de secuelas del
cyberbullying.
Acciones a desarrollar
en el hogar
Acciones a desarrollar en
el centro educativo
1. Brindar apoyo en cada paso del
abordaje, reiterando a la víctima que
no es su culpa haber sido acosado
pero reiterando las medidas de uso
adecuado de la internet.
2. Preferiblemente, es conveniente
no revocar el derecho al uso del
teléfono celular o la computadora. Si
esto se hace, podría favorecerse
que si, con el tiempo, el menor es
revictimizado, no lo informe por
temor a perder estos privilegios.
1. Manejar el abordaje y seguimiento
de la situación en estricta confidencialidad, para evitar la estigmatización
de los involucrados.
2. Insertar actividades tendientes a
promover una cultura de paz en el
currículum habitual de los estudiantes. Por ejemplo, que elaboren
carteles contra el cyberbullying en la
clase de arte, que presenten obras de
teatro sobre el tema en asambleas
escolares, que elaboren investigaciones sobre el uso ético de la
tecnología…
3. Promover un clima de seguridad en
el centro educativo, que los educadores manifiesten una preocupación
genuina por todos los estudiantes
(incluyendo aquéllos con problemas
de conducta), corrigiendo conductas
como el uso de apodos o los juegos
de manos.
4. Reforzar el reglamento escolar
haciendo de conocimiento general
que el cyberbullying no es tolerado en
el centro.
Fuente: Elaboración personal.
Conclusiones
o definir para todos los casos quién ha sido
el cerebro detrás del cyberbullying, algunos
factores parecen claramente predictivos de
este tipo de violencia. Identificarlos y medirlos
puede servir para actuar oportunamente. La
variedad de recursos de promoción de la
salud y prevención de la enfermedad que se
han desarrollado desde la Psicología de la
Existe una buena cantidad de publicaciones
respecto al bullying y al cyberbullying. A través
de la revisión bibliográfica que se llevó a cabo,
surgen muchas dudas, pero también se pueden
extraer algunas lecciones importantes. Aun
siendo difícil establecer una causalidad directa
60
Revista Cúpula 2015; 29 (1): 51-63
al investigar más y aportar más, e invitar a
otros sectores a colaborar. Muchas veces, las
instituciones actúan aisladas unas de otras, o
aisladas de las familias, esta fragmentación
debe superarse.
Salud pueden ser puestos al servicio de este
problema.
Es posible que existan importantes lagunas
en el conocimiento del cyberbullying en Costa
Rica, y particularmente en zonas alejadas del
Área Metropolitana.
Finalmente, deben combatirse la minimización
y la autocomplacencia. Ninguna persona
merece ser víctima de la violencia, ni
físicamente ni a través de la tecnología. Si la
salud y la calidad de vida de una persona se
ven afectadas por un problema, este problema
es público.
También se necesita que se involucren en
la investigación y en la acción, otros actores
sociales aparte del sistema educativo, puesto
si bien es cierto que el escenario donde se
gesta el cyberbullying es primordialmente la
escuela o el colegio, sus consecuencias se
extienden hasta los ámbitos familiar, médico
y social.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Alianza por la seguridad en Internet
(2011) Guía A.S.I para la prevención del
ciberbullying. Alianza por la seguridad en
Internet A.C. México. Disponible en http://
www.asi-mexico.org/sitio/archivos/Guia_
ASI_Ciber-Bullying_WP_FINAL.pdf
El punto crítico podría ser que las autoridades
tienden a actuar sólo después de que los casos
han presentado consecuencias extremas. Es
importante recordar que invertir en actividades
de prevención primaria como la educación para
la paz, la resolución alternativa de conflictos y
la creación de climas seguros en los centros
educativos o en las familias puede resultar
más eficaz con relación al costo y aportar
beneficios considerables y duraderos.
2. Asebey, M. (2013) “La complicidad del
Sistema Educativo y Político en el acoso
académico”. En J. Carozzo (compilador)
Bullying, opiniones reunidas (pp. 107
– 122). Perú: Observatorio sobre la
violencia y convivencia en la Escuela.
El sector salud no debe ser el último
en intervenir curando las secuelas del
cyberbullying en víctimas y victimarios, debe
ser de los primeros, a través de la prevención.
3. Batista, Y.; Román, G.; Romero, P.
& Salas, I. (2010) Bullying, niños
contra niños. Reporte de Seminario
de Título presentado a la Carrera de
Educación Parvularia y Básica Inicial
del Departamento de Educación de la
Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad de Chile para optar al título
de Educadora de Párvulos y Básica
Inicial. Chile.
También es importante recordar que para
diseñar las intervenciones es vital conocer y
comprender el contexto de la violencia y las
características específicas de la población a
la que va destinada. Las y los profesionales
del sector salud cuya práctica está en las
zonas rurales les beneficiarán ampliamente
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