CAPÍTULO SEGUNDO MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL Este capítulo consiste en una delimitación tanto histórica, como doctrinaria de la Garantía Constitucional del Antejuicio, presentando un estudio basado en las diversas Constituciones que se han promulgado en nuestro país, así como en una serie de fuentes doctrinarias acerca del tema que nos compete; haciendo énfasis en sus conceptos, sus características y su justificación. 1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL ANTEJUICIO EN EL SALVADOR El siguiente estudio, es un resumen de lo que ha constituido el Antejuicio en nuestro país; haciendo un recorrido por las diversas Constituciones de El Salvador, haciendo énfasis en los años de sus promulgaciones, así como del procedimiento regulado en éstas, para la realización del Antejuicio. La primera Constitución del Estado Independiente de El Salvador, promulgada el 18 de Febrero de 1841, fue la que reguló de una manera formal la Garantía Constitucional del Antejuicio, ya que anteriormente la práctica era emitir decretos de forma aislada para legislar en los diversos ámbitos jurídicos. En esa época la estructura legislativa estaba organizada por medio de un sistema bicameral, lo que significaba que el Poder Legislativo se ejercía por medio de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores. Siendo la Cámara de diputados la que tenía exclusivamente el derecho de acusar ante el Senado al Presidente y a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia; en todos los casos en que su conducta fuere notoriamente contraria al bién de la sociedad o a los deberes de sus destinos, impuestos por la Constitución y las leyes. Art. 54 de la Constitución del Estado Independiente de El Salvador: La Cámara de Diputados tiene el derecho exclusivo de acusar ante el senado al Presidente o a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia en todos los casos en que su conducta sea notoriamente contraria al bien de la sociedad o a los deberes de sus destinos impuestos por la Constitución y las leyes, y por los delitos que expresa el artículo 50. 1 ––––––––––––––––––––––––––– 1. Cfr. Méndez, José María; Historia Constitucional de El Salvador; tomo VII; editorial UTEC; El Salvador, 1999, Pág. 82 5 Art. 50 de la Constitución del Estado Independiente de El Salvador: Los Magistrados se hacen responsables por traición, venalidad, cohecho o soborno, falta grave en el ejercicio de sus funciones, y por delitos comunes que merezcan pena más que correccional. 2 Siendo necesario los dos tercios de los votos de los miembros del senado, para que hubiera lugar a formación de causa en contra del funcionario al que se le realizaba el antejuicio; para que luego fuese procesado por los tribunales comunes. Posteriormente se promulgaron cuatro Constituciones más, en los años 1864, 1871, 1881 y 1883, en las cuales no se modificó el procedimiento de Antejuicio. La Constitución de la República de El Salvador de 1883, regulaba la Responsabilidad de los Funcionarios Públicos, de la siguiente manera: El artículo 127 de dicha Constitución establece: Todo ciudadano salvadoreño, tiene el derecho de acusar, ante la Cámara de Diputados, al Presidente de la República, Magistrados de la Corte de Justicia, Ministros de Estado, y Agentes Diplomáticos y Consulares por traición, venalidad, usurpación de poder, falta grave en el ejercicio de sus funciones y delitos comunes que no admitan excarcelación; la Cámara acogerá siempre ésta acusación y la instaurará al Senado, por medio de un Fiscal que de su seno nombrará al efecto. Las personas que no pudieren constituirse acusadoras, tendrán los derechos de queja o denuncia conforme a la ley. La responsabilidad de los Gobernadores será deducida ante el Poder Ejecutivo. 3 En el año de 1886, se promulgó otra Constitución de la República, la cual adoptó el sistema legislativo de tipo unicameral; aunque la Responsabilidad de los Funcionarios Públicos seguía sin sufrir mayores alteraciones, salvo que se incrementaba el número de Funcionarios Públicos que gozarían de la Garantía Constitucional del Antejuicio. La Constitución de 1939, hace un aporte sustancial en cuanto a las Responsabilidades de los Funcionarios Públicos, al desarrollar los delitos oficiales, subsanando ese vacío que poseían las Constituciones anteriores. __________________________ 2. Ibidem; pág. 83. 3. Cfr. Enciclopedia Virtual Miguel de Cervantes; www.cervantesvirtual.com; Constitución de El Salvador de 1883. 6 Tanto la Constitución de 1945, 1950, 1962, no cambiaron sustancialmente el procedimiento a seguir en caso de realizarse un Antejuicio, con la salvedad que a lo largo de éstas, se fueron incorporando funcionarios, a la vez se fueron suprimiendo funcionarios a los que se les otorgaba la prerrogativa funcional del Antejuicio. La Constitución de la República de El Salvador de 1950, regulaba la Responsabilidad de los Funcionarios Públicos, de la siguiente manera: Dicha Constitución, en su artículo 211, establece: “Todo funcionario civil o militar, Antes de tomar posesión de su cargo, protestará bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución, ateniéndose a su texto, cualquiera que fueren las leyes, decretos. Órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo además, el exacto cumplimiento de los deberes que el cargo le imponga, por cuya infracción será responsable conforme a las leyes. El artículo 212 de la Constitución de 1950, establece: “ El Presidente y el Vicepresidente de la República, los Designados a la Presidencia, los Ministros y Subsecretarios de Estado, los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y de las demás Cámaras de Segunda Instancia, el Presidente y Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, el Fiscal General de la República, el Procurador General de la República, los miembros del Consejo Central de Elecciones y Consejo Superior de Salud Pública, y los Representantes Diplomáticos, responderán ante la Asamblea Legislativa, por los delitos oficiales y comunes que cometan. 4 Es así como llegamos a la Constitución de 1983, la cual a pesar de haber experimentado diversas reformas sustanciales, es la Constitución vigente hasta éstos días ; en la cual se desarrolla un capítulo especial llamado “Responsabilidad de los Funcionarios Públicos; cabe destacar que su procedimiento es el mismo, con la salvedad de la incorporación de nuevos funcionarios, así como la supresión de otros; tónica que han experimentado todas las Constituciones que nuestro país ha promulgado a lo largo de su historia. En conclusión, la Independencia de América Central como entidad política, se había declarado en la Ciudad de Guatemala en 1821, y se reiteró allí mismo en 1823; pero no fue sino hasta 1839, cuando un pequeño grupo de ciudadanos de San Salvador, declaró que la tierra y la gente que les rodeaban, constituía una República Independiente; la patria de El Salvador. Es así, que se promulgó la Constitución del Estado Independiente de El Salvador en 1841, estando contemplado, desde entonces un procedimiento para deducir responsabilidades a los Funcionarios Públicos de aquella época. 5 _________________________________ 4. Cfr. Enciclopedia Virtual Miguel de Cervantes; www.cervantesvirtual.com; Constitución de El Salvador de 1950. 5. Ibidem. 7 Cabe destacar que el Antejuicio, a pesar de ser un mecanismo jurídico antiguo, no ha experimentado mayores cambios en cuanto a su proceso; su poca y algunas veces nula aplicabilidad, hacen difícil su investigación, y el matiz político del cual hoy en día se ve impregnado, hacen que sea un tema polémico en nuestro país. 2. DEFINICIONES DE ANTEJUICIO Para tener una idea más clara de lo que és el Antejuicio, es necesario presentar una lista de definiciones elaborada por diversos autores, realizando un análisis simultaneo de cada una de ellas. Según el Diccionario Enciclopédico Quillet; El Antejuicio: es el trámite previo establecido como garantía a favor de los jueces y magistrados, y en el que se decide si ha lugar o no, a proceder criminalmente contra ellos, por razón de su cargo. 6 Del anterior concepto cabe destacar, que lo define como una garantía por razón del cargo, es decir que no constituyen ventajas o derechos de carácter personal, sino prerrogativas estrictamente de la función o cargo, ya que el Antejuicio se aplica únicamente a Funcionarios Públicos. Otro aspecto importante de éste concepto, es que lo considera como el trámite previo, para decidir si ha lugar o no a proceder criminalmente contra ellos, lo cual significa que es el mecanismo a priori en el cual se hace una valoración, basándose en elementos fácticos y jurídicos para establecer, si el Funcionario Público, tiene que ser procesado criminalmente por el acto cometido. Según Oswaldo López; El Antejuicio: Son las reglas destinadas a preparar el juicio criminal, o si se prefiere, a obtener que se declare por Autoridad Competente, haber lugar a formación de causa en contra de determinadas personas, como son los diversos desafueros. 7 Esta definición, aunque no muy apartada de la anterior, introduce nuevos elementos que le dan una mayor claridad a nuestro análisis, los cuales son: a) En primer lugar, menciona que será la Autoridad Competente, la que se encargue de declarar, si ha lugar o no a formación de causa, en contra del 6. Cfr. Diccionario Enciclopédico Quillet; tomo I, Edit. Argentina Arístides Quillet. S.A.; Buenos Aires, 1976, Pág. 338. 7. Cfr. López, Oswaldo; “Manual de Derecho Procesal Penal”, tercera edición, Santiago de Chile, 1951, Pág. 387. 8 Funcionario Público que ha cometido un delito; dichas Autoridades Competentes en El Salvador, son: La Asamblea Legislativa y La Corte Suprema de Justicia, (tema al cual le hemos dedicado un apartado especial en la presente monografía). b) Otro elemento que introduce el autor, es el de “Formación de Causa”; el cual según el autor José Becerra Bautista, consiste en “La probabilidad marcada de que el Funcionario Público inculpado pudo haber cometido el hecho sancionado, cuya responsabilidad o inocencia se determinará en un juicio contradictorio ante la Cámara o Tribunal correspondiente” 8 Para Jiménez de Asúa; el Antejuicio; más que un privilegio procesal o una prerrogativa, “Es una garantía para la buena Administración y sobre todo la entera libertad de la justicia, que no puede quedar abandonada a las acusaciones de los que resulten condenados o de los que se crean, sin motivo, desposeídos de un derecho”. 9 Aquí el autor, mira al Antejuicio, no en relación al Funcionario Público, sino que en función de la Administración de Justicia, ya que garantiza: a) Que todos respondamos por los actos que cometemos, seamos Funcionarios Públicos o nó. b) También los protege que se les esté juzgando, algunas veces sin causa justificada, lo cual, integrándolo, nos lleva, según el autor a una buena Administración de Justicia. Para Guillermo Cabanellas; el Antejuicio: “Es el trámite previo, para garantía de jueces y magistrados, y contra litigantes despechados o ciudadanos por demás impulsivos, en que se resuelve, si ha lugar o no a proceder criminalmente contra tales funcionarios judiciales por razón de su cargo, sin decidir sobre el fondo de la acusación”. 10 Aquí el autor define el Antejuicio, como una garantía para los Funcionarios Públicos, como una protección contra litigantes despechados, es decir como una medida protectora por conflictos, venganzas, hacia los funcionarios, lo cual hace que no estén siendo acusados constantemente por ciudadanos impulsivos, y lo único que lograrían sería entorpecer las actividades administrativas de los Funcio8. Cfr. Becerra Bautista, José; El Fuero Constitucional; Edit.JUS, México, 1945, Pág. 60. . 9. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño; cuaderno dos, editorial Dr. José Matías Delgado, 1994, Pág.42. 10. Cfr. Cabanellas, Guillermo; Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual; tomo I, edit.Heliasta; Argentina; 1998, pág.303 . 9 narios Públicos; Además establece que el objetivo del Antejuicio, es resolver si ha lugar o no a que se le procese penalmente por el acto delictivo cometido. Es importante destacar, que en el Antejuicio no se hace una valoración en sentido estricto, sobre el fondo de la acusación, ya que su función se agota declarando ha lugar a formación de causa, es decir despojando de la Garantía Constitucional que goza el Funcionario Público imputado, lo que permite la entrada al Proceso Penal; dejando abierta la posibilidad, que la parte defensora del Funcionario Público imputado, en el curso del proceso penal común, pueda desvirtuar las sospechas que se generaron contra éste, así como también, que se incorporen más indicios de prueba contra éste, por la parte acusadora. Para Estados Democráticos, como el nuestro, es indispensable contar con mecanismos jurídicos como el Antejuicio, ya que con ello se garantiza: Primero: Que el Funcionario Público que ha cometido un delito, responda por él, como lo establece el principio de igualdad que regula nuestra Constitución de la República en su artículo tres. Y Segundo: Como una garantía para dicho funcionario, pero no para que evada su responsabilidad, sino que se le protege que se le esté procesando sin justa causa, y muchas veces hasta por venganza, ya que no es de extrañar que hayan rencillas entre o hacia los funcionarios públicos por situaciones del pasado, ya que todavía no podemos decir que vivimos en un pleno Estado de Derecho; lo que hace que lo jurídico pase a un segundo plano y se convierta en una situación política, perdiendo su finalidad; que es que todos por igual respondamos por nuestros actos. 3. EL FUERO Y EL ANTEJUICIO A continuación, presento un análisis doctrinario acerca del “Fuero”, ya que es una figura jurídica tan relacionada con el Antejuicio, que hasta puede prestarse a confusiones, por ende, considero esencial hacer un estudio sobre éste; haciendo énfasis en su concepto, tipos de fueros, así como una comparación con el Antejuicio. Según Abelardo Torré; El Fuero, se divide en personal y real. El Fuero Personal: Es un privilegio otorgado a una clase o categoría de personas, que consiste en el derecho de ser juzgados por tribunales especiales, formados por miembros de su misma clase o categoría profesional. 10 El Fuero Real: Consiste en la existencia de tribunales especiales, pero cuya competencia está determinada por la naturaleza de las relaciones jurídicas en cuestión, y sin que ello implique privilegio alguno. 11 Según el Diccionario Enciclopédico Quillet; El Fuero: Es aquel que gozan algunas personas para llevar sus causas a ciertos tribunales por privilegios del cuerpo, de que son individuos, cada uno de los privilegios o exenciones que se conceden a una provincia, ciudad o persona. 12 De ambos conceptos, se colige, que el Fuero, es un privilegio personal, que tenían ciertas personas, por razón de su clase, generalmente de la nobleza, de llevar sus causas a tribunales especiales, conformados especialmente para ellos; por miembros de su misma clase, jerarquía o profesión; inhibiendo a los tribunales comunes de conocer de sus causas. Por esa razón, se puede decir, que las personas que gozaban del Fuero, atraían a la jurisdicción; ya que: 1) Se conformaban tribunales especiales para ellos. 2) Los tribunales se dirigían hacia ellos. Nuestra Constitución de la República, en su artículo 190, es tajante al establecer expresamente; “Se prohíbe el Fuero de atracción”, lo cual está en concordancia con el Principio de Igualdad entre las personas, contemplado en su artículo tres. El cual expresamente dice: “Todas las personas son iguales ante la ley, para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencia de nacionalidad, raza, sexo o religión, no se reconocen empleos ni privilegios hereditarios”. Es así, que por mandato constitucional, en nuestro ordenamiento jurídico, no se reconocen fueros personales, lo cual implica que los tribunales comunes serán los competentes de juzgar a cualquier persona que se le impute un delito. Dicho principio, no impide que existan jurisdicciones especiales, como lo es la militar, en virtud de la cual, los tribunales militares, tienen la potestad de procesar a los militares por los delitos exclusivamente militares que cometan; ya que según el artículo 46 del Código de Procedimientos Civiles, “Los militares no gozan de fuero de guerra en lo civil”. ________________ 11. Cfr. Torré, Abelardo; Introducción al Derecho; Edit. Perrot; Buenos Aires; 1993; Pág. 621. 12. Cfr. Diccionario Enciclopédico Quillet; tomo IV; Editorial Arístides Quillet. S.A., Buenos Aires; 1976; pág.143 11 En conclusión, se puede decir que Fuero y Antejuicio, son dos términos diferentes, ya que el hecho de que un Funcionario Público goce del Privilegio Constitucional del Antejuicio, no significa que posee algún tipo de Fuero, ya que si al Funcionario Público, se le decreta Formación de Causa, éste será juzgado por los tribunales comunes, como a cualquier ciudadano que se le impute un delito, no habiendo atracción de la jurisdicción hacia él. 4. LA INMUNIDAD Y EL ANTEJUICIO A continuación, se presenta un estudio acerca de la garantía jurídica de la Inmunidad; haciendo una delimitación de ésta, estableciendo una serie de conceptos brindados por diversos autores, las críticas que se hacen sobre ésta, y como conclusión, una comparación entre la Inmunidad y el Antejuicio; con la finalidad de tener una mayor claridad acerca de ambos términos, que por lo semejantes, también pueden prestarse a confusiones en cuanto a su aplicabilidad entre uno y otro privilegio. Según Guillermo Cabanellas; La Inmunidad: “Es la exención o liberación de cargas personales o reales, relevo de las medidas procesales por expresa concesión legal; la inmunidad puede ser personal, real o local, según a lo que haga referencia; la primera se refiere al Fuero de las personas, como la que tienen los parlamentarios y los diplomáticos; la segunda se relaciona con los bienes, como la que alcanza a ciertas instituciones benéficas y religiosas; y la tercera se concreta a ciertos lugares, cual ocurre con los domicilios de los diplomáticos”. 13 Según Luis Cousiño Mac Iver; La Inmunidad: “Es la prerrogativa que suspende la persecución penal o procesamiento del funcionario, mientras se mantiene el status jurídico que lo crea”. 14 Según Manuel Osorio; La Inmunidad: “Es la prerrogativa que ampara a los miembros del Poder Legislativo, diputados y senadores, en virtud de la cual, no pueden ser detenidos ni presos, mientras estén en el ejercicio de su mandato, salvo el caso de haber sido sorprendido in fraganti en la comisión de un delito considerado grave, sin que tampoco pueda ser procesado o juzgado a menos que el cuerpo legislativo conceda la correspondiente autorización”. 15 –––––––––––––––––––––– .13. Cfr. Cabanellas, Guillermo; Diccionario de Derecho Usual; Edit. Heliasta; Argentina; 1998, tomo I, Pág. 303. 14. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño ;edit. Dr.José Matías Delgado; 1994; Pág. 40. 15. Cfr. Osorio, Manuel; Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales; Edit. Heliasta, Argentina, 1982; Pág. 384. 12 En los anteriores conceptos, todos los autores coinciden en otorgarle a la Inmunidad, el carácter de prerrogativa funcional, es decir que es un privilegio en virtud del cargo que ostentan los Funcionarios Públicos que gozan de ella. Prerrogativa que impide, que se le pueda aplicar la Ley Penal; por ende podemos hablar de una excepción a la aplicación de la Ley Penal respecto a las personas; lo que hace imposible la persecución penal respecto a ellas. Otro aspecto importante, es que la Inmunidad, no consiste en una prerrogativa Absoluta, ya que la suspensión a la persecución Penal o Procesal Penal, dura únicamente mientras se mantiene el status jurídico que la crea, es decir que la Inmunidad no favorece al Funcionario más allá del término de su cargo; luego de éste término dicha Inmunidad queda extinguida. Es así, que el autor Ricardo C. Núñez; establece que la naturaleza jurídica de la Inmunidad es la exclusión de la pena por altos fines políticos. 16 En nuestra legislación, el Principio de Inmunidad, está plasmado en el artículo 17, inciso segundo del Código Penal, el cual textualmente dice: “No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, no se aplicará la Ley Penal Salvadoreña, cuando la persona goce de privilegios, según la Constitución de la República y el Derecho Internacional, y cuando goce de inviolabilidades en determinadas materias, de conformidad con lo dispuesto en la Constitución de la República”. Según el Derecho Internacional Privado, gozarán de Inmunidad Diplomática: 1) Los Jefes de Estado Extranjero que se encuentren en territorio nacional. 2) Los Representante Diplomáticos acreditados en el País, y además personas que gocen de Inmunidad según las Convenciones y Tratados Internacionales vigentes en El Salvador. Estos principios, los establece el Código Bustamante en sus artículos 297 y 298, conocido como el Código de Derecho Internacional Privado. En cuanto a la Inmunidad Parlamentaria, Guillermo Cabanellas, la define como: “Prerrogativa procesal, de senadores y diputados, que los exime de ser detenidos o presos, salvo los casos dispuestos por las leyes, ni procesados ni juzgados, sin la expresa autorización del respectivo cuerpo, en virtud del desafuero. Son fácilmente distinguibles el concepto de Inmunidad Parlamentaria, que no hace procesables a los legisladores mientras lo sean y por razón de delitos, y el de Inviolabilidad Parlamentaria, que impide castigar, tanto durante el mandato legislativo, como una vez terminado éste, al senador o diputado por las manifestaciones y votos, que como tal haya formulado, porque tales ideas, –––––––––––––––––––––––––––––––––– 16. Cfr.. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño, edit. Dr. José Matías Delgado; 1994, El Salvador. Pág. 41. 13 expresiones y actitudes no se consideran nunca delictivas para asegurar la libertad de la función”. 17 En cuanto a los diputados, nuestra Constitución de la República, en el artículo 238, inciso segundo; les establece la prerrogativa de Inmunidad, al establecer textualmente: “Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo período, no podrán ser detenidos o presos, ni llamados a declarar, sino después de concluido el período de su elección”. En el artículo anterior, se evidencia un claro ejemplo de Inmunidad, que nuestra Constitución de la República, les otorga a los diputados. En conclusión, podemos establecer que Inmunidad y Antejuicio, no son lo mismo, ya que el Antejuicio, es el trámite previo establecido como garantía a favor de ciertos funcionarios públicos, en el que se decide si ha lugar a formación de causa, lo cual genera que se pueda procesar criminalmente contra ellos; en cambio en la Inmunidad, dichos funcionarios públicos, mientras dure el período para el cual fueron elegidos, no podrá haber persecución penal contra ellos, 5. EL PRINCIPIO DE INVIOLABILIDAD A continuación, presento un análisis doctrinario y legal del Principio de Inviolabilidad, ya que está íntimamente ligado al Antejuicio, por ende, luego de delimitarlo, prosigo a hacer las comparaciones pertinentes, así como a establecer sus diferencias. En nuestro país, el Principio de Inviolabilidad está regulado en el artículo 125 de la Constitución de la República, el cual textualmente dice: “Los Diputados representan al pueblo entero, y no están ligados por ningún mandato imperativo. Son inviolables y no tendrán responsabilidad en tiempo alguno por las opiniones o votos que emitan”. Para el penalista chileno, Luis Cousiño Mac Iver; “La Inviolabilidad, es una prerrogativa, en virtud de la cual, los que gozan de ella, quedan exentos de toda responsabilidad penal y no pueden ser perseguidos judicialmente en ningún momento, a lo menos en el país de comisión del hecho”. 18 ___________________________________________ 17. Cfr. Cabanellas, Guillermo; Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual ; Edit. Heliasta, tomo IV, 1998, Pág. 427. 18. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño, edit. Dr. José Matías Delgado; 1994; Pág. 40. 14 Para Jiménez de Asúa; “La Inviolabilidad, consiste en causa de justificación, amparada en el ejercicio de un derecho”. 19 De ambos conceptos, podemos sintetizar, que la inviolabilidad, es un privilegio en virtud de un cargo público, por medio de la cual, quien la goza, no puede ser castigado. Es así, que se habla de la Inviolabilidad de los diputados, por las opiniones que emiten durante sus intervenciones en la Asamblea Legislativa, lo que constituye la Inviolabilidad Parlamentaria. 6.EL ANTEJUICIO Y EL PRINCIPIO DE IGUALDAD EN EL DERECHO OBJETIVO Esta igualdad consiste en que, en general, la norma jurídica, considera a los hombres en un plano de igualdad proporcional, sin entrar a considerar las múltiples e infinitas desigualdades que existen entre ellos. En otros términos, consiste en tratar igualmente a los iguales, es decir a todos aquellos que estén en las mismas circunstancias. Como es lógico, esta afirmación debe tomarse como principio general, válido aún en aquellos casos en que se legisla para un sector determinado de hombres, pues se les considera a todos en un mismo plano. El derecho no puede contemplar constantemente las desigualdades humanas, pues se caería en la arbitrariedad, ni tampoco ignorarlas en absoluto, pues entonces sería una construcción abstracta. 20 El Principio de Igualdad del Derecho Objetivo, no se presenta en todos los derechos habidos y por haber; es sólo expresión de una particular valoración político-social; la existencia histórica de extraordinarias e irritantes desigualdades, como lo fueron los privilegios de la nobleza, fueros, etc, confirman el aserto. Este Principio de Igualdad ante la ley, ha sido tildado de meramente formal, pues como dice Sampay; “La igualdad ante la ley, es igualdad ante los tribunales y administración que aplican la ley, independientemente que del precepto jurídicoformal derive o no una mayor desigualdad y sujeción”. 21 En las modernas democracias sociales, se tiende a establecer una igualdad material, en el sentido de igualdad de posibilidades, o si se quiere, de igualdad ante la vida, asegurando a todos los hombres el mínimo económico necesario para el desarrollo integral de la personalidad humana, porque no puede dudarse que la verdadera libertad y la auténtica justicia, no podrán realizarse, si no es sobre la base de una relativa igualdad. _______________________________ 19. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño, edit. Dr. José Matías Delgado; 1994; Pág. 42. 20. Cfr. Torré, Abelardo; Introducción al Derecho; Edit. Perrot; Argentina; 1993; Pág.186. 21. Ibidem Pág. 187. 15 En el caso del Antejuicio, no obstante todas las justificaciones que los entendidos en la materia le puedan dar, está en función de un privilegio entre las demás personas, con la salvedad que no es un privilegio personal, sino en función del cargo público; además, no se trata de eximir a los funcionarios públicos de responsabilidad, sino una garantía para su procesabilidad. Por ende, considerando el Principio de Igualdad, que nuestra Constitución de la República plasma en su artículo tres; “Todas las personas son iguales ante la ley”, Como una igualdad proporcional, entonces no hay violación a éste principio.