LA RECONCILIACIÓN COMUNITARIA ENTRE LOS TSELTALES La reconciliación comunitaria entre los tseltales José Antonio Paoli Bolio RESUMEN. Este artículo muestra una forma muy común de reconciliación entre los tseltales de las cañadas de Ocosingo, que abarca parte de la zona de conflicto en Chiapas. Se muestran procedimientos básicos del sistema de hacer justicia según los usos y costumbres del mundo tseltal de esta región. A fin de aclarar la concepción y las creencias que estas prácticas suponen, transcribimos y traducimos párrafos que nos explican algunas reglas fundamentales básicas para llevarse a cabo. Presentamos algunas palabras clave para hablar de justicia, discernimiento, mediación, solidaridad, reconciliación. Con estos elementos podemos aproximarnos a la sabiduría de esta cultura indígena para practicar y organizar la reconciliación comunitaria y restablecer la comunicación. NOS INTRODUCIREMOS EN LAS FORMAS de restablecer la armonía, de superar los conflictos, de mediar, de aceptar el castigo impuesto por la comunidad y de arreglar los conflictos entre personas o facciones en el mundo tseltal. Para restablecer la concordia, los tseltales no requieren del aparato represivo del Estado. El proceso que describiremos tiene la finalidad de curar los daños físicos y morales y de volver a vivir en armonía. Nos aproximaremos a una concepción y a una práctica de la justicia muy distinta a la regulada por la Constitución y el derecho positivo mexicano. El colonialismo, desde el siglo XVI hasta hoy, sigue sin ver los derechos al interior de los pueblos que habitan este territorio al que llamaron Nueva España y luego República Mexicana. Los derechos y obligaciones que esos pueblos se dan a sí mismos, los modos de discernir y juzgar para restablecer la comunicación y el bien comunitario, se han ignorado durante largos siglos. Estudiaremos una forma de hacer justicia llamada sujtesel o’tanil (el regreso del corazón). Esta práctica es bastante común cuando se hace justicia al interior de las comunidades tseltales de Ocosingo, Chiapas. ANUARIO 2002 • UAM-X • MÉXICO • 2003 • PP. 29-41 29 ARTE, CULTURA Y TRADICIÓN Sujtesel o’tanil Podemos traducir esta expresión como “el regreso de nuestros corazones”. Quizá una traducción menos afortunada sea “perdón” o “reconciliación”. Esta es una costumbre muy usada en las cañadas de Ocosingo y en otras comarcas tseltales y poco aplicada en Bachajón y otras regiones. Algunas veces la comunidad juzga que no puede o no debe realizarse el juicio del regreso del corazón y alguno o algunos de los protagonistas del conflicto pueden recibir castigos, como ir a la cárcel de la comunidad por algunos días o pagar una multa. La comunidad juzga cuál es el procedimiento adecuado para el caso. Sin embargo, quien cometió la falta puede solicitar el sujtesel o’tanil.1 Aunque la falta se realice contra alguien en particular, se considera que toda falta altera el kuxlejal (la vida), el lamalil k’inal (el medio ambiente de paz) y por lo mismo afecta a toda la comunidad y al mundo. Iniciemos con la presentación del sujtesel ko’tantik en la explicación del compañero Mariano Toledo Velázquez, de la comunidad de La Sultana, casi al final de la cañada de Patiwits: Ja tulan skoblal te bin’ut’il ya sujtes ko’tantik ¿Bin ora ya spas ito? Ja te k’alal ora ya sk’ojotik ta jahchem k’op, teme ay jo’otik ta jlumaltik o jmohlol la stah te jun k’op sok. ¿Bin ya jpastik? Te bin muk’ scoblalil ta orita ta suhtesel o’tanil. ¿Banti ya jtahtik ito? Ja te k’alal jo’otik ay ja’tel ta jlumaltik. ¿Mach’atik te a’teletike? Ay a’tel yu’un bahlumilal, ay a’tel yu’un iglesia. Ja ya yilik te k’op te hahchem, ta sahchibal ya kah yilbelik ban kah a te k’ope. Es muy importante, hay gran valor en saber cómo regresar nuestros corazones. ¿Cómo se hace eso? En el momento en que iniciamos un pleito, si estamos en nuestro pueblo e iniciamos el problema con un compañero, ¿qué hacemos? Es muy importante que en ese momento regresemos el corazón. ¿Cómo dirigir ese regreso del corazón? Hay en nuestro pueblo quien tiene trabajo para dirigir esos procesos. ¿Quién dirige este trabajo? Hay servidores de lo civil, hay servidores de la iglesia. Tenemos que ver el problema que se inició, desde el principio tenemos que ver la causa de la dificultad. 1 Sujtesel ko’tantik quiere decir el regreso de nuestros corazones y sujtesel o’tanil es una forma más abstracta, que quiere decir el regreso del corazón. O’tanil opera aquí como una forma genitiva, donde el poseedor de la acción es el corazón, cualquiera que sea su dueño. 30 LA RECONCILIACIÓN COMUNITARIA ENTRE LOS TSELTALES Teme ay jun tulan k’op ya yich’ jalel, jaxan ma’ x weht sbelalile, yik’el te yan mohlolotik te mach’a ya sna tsahtayel, mach’a ya sna meltsa’anel ja te k’op hahchem, jich me a te lok’ sbelalile. Si el problema es muy grave de tratar y sin embargo no se halla salida, tenemos que buscar a otro compañero que tenga discernimiento, que sepa cómo observar y seleccionar los procesos adecuados, que sepa cómo arreglar con verdad la complicación que se ha iniciado y de esa manera eliminarla. Te bin muk’ scoblal jate bin ya spas, jich te binti ya spas te k’axlanetike: ya sjahch jun tsib ya kaltik jun acta sbijil. Ta jun jlumaltik lum teb te jich pasel te k’op jameto. Ma nix ba jich pasel yu’un ja jun stalelik ta jlumaltike te bin muk’ sk’oblalile xk’oye, ja teme ta schebal te mach’a hahchem k’op ya tsakbe sba sk’ab. Es importante no hacerlo como lo hacen los ladinos. Ellos inician un escrito que se le llama acta. En nuestras comunidades esto se hace muy poco, casi no se hace porque no es el modo de ser de nuestros pueblos. Lo que sí es verdaderamente importante es que si los dos iniciaron el pleito se den la mano. Ja ito teme ta jun yorahil ma’ xk’oy ta chahpanel, ja sk’oy spisil antsetik, alaletik te ban ya xkoy yalik. Ya xkoy smeltsa’anel sok tsahtayel ja te k’ope. Ja yu’un yich’ lokesbel te k’op hahchem. ¿Bin yu’un yax k’oy te alaletik? Talem te me’el mamaletike. Ja ya sk’an teme ma’ xk’oy ta pasel te bin k’op hahchem. Ja nix k’oyem te alaletike yu’un ya yilic te bin k’op hahchem. Te hich yilel ma’ xu yich’ pasel yan vuelta. Si el problema no puede arreglarse entre los enfrentados y el mediador, entonces se reúnen todas las mujeres y los niños, se juntan para arreglar el problema o para disminuirlo. Así, en asamblea tendrá que salir la dificultad ¿Pero para qué reunir a los niños? Vienen los ancianos y las ancianas. Se necesita que así sea para que no vuelva a darse este problema. Por esto se lleva a los niños, para que vean el problema, y que sepan que eso no puede volver a suceder otra vez. Silencio y sujtesel o’tanil Cuando el problema se soluciona se declara el sujtesel o’tanil (el regreso del corazón), entonces ya nadie debe hablar de las faltas o delitos cometidos. La persona que fue perdonada normalmente no vuelve a recibir recriminación, puede volver a tener cualquier puesto o trabajo dentro de la comunidad aunque haya defraudado. Eso ya quedó de lado, porque la comunidad ha regresado su corazón, ha renovado sus lazos. 31 ARTE, CULTURA Y TRADICIÓN Cuando se dan problemas muy severos, se formula un juicio con testigos y pruebas. Pero al final, si el culpable reconoce su error, pide perdón y acepta el castigo; la comunidad normalmente lo perdona y ya no se vuelve a mencionar la falta. Por eso es importante que no quede por escrito. Si así fuera es como si no se hubiera perdonado al culpable, como si se guardara en un papel su delito (but’il ya sk’ej smulil ta jun). Se necesita restablecer nuestra confianza otra vez, la grandeza de nuestro corazón nuevamente (muk’linel ko’tantik yan vuelta). La mediación El proceso de mediación es muy importante; y para que exista mediación es necesario que alguien, alguna persona con autoridad moral, acepte “ponerse en medio” (mach’a ya yak’ sba ta ohlil ). Es bueno que quien “se pone en medio” tenga cargo en la comunidad, a fin de hacer a la propia sociedad intermediaria a través de tal o tales sujetos. Se entiende que cuando las partes aceptan como mediador a una persona respetada por la comunidad, la comunidad está representada por él o ellos de tal manera que no se afronten los problemas desde las partes sino desde quien tiene un trabajo comunitario ad hoc, o como diríamos desde nuestra perspectiva hispana, desde quien tiene autoridad formal y moral en la sociedad. La racionalidad de los tseltales para mantener el lekil kuxlejal supone, normalmente, poner la confianza en su sociedad para resolver el problema junto con la capacidad personal de las partes en conflicto. El punto de vista de los individuos enfrentados es importante pero subordinado a la mediación de los que tienen trabajo en la comunidad. Nuestro entrevistado de La Sultana nos señala que hay encargados de la comunidad, hay quien sabe observar y elegir (mach’a ya sna tsahtayel ), quien sabe hacer justicia o arreglar con verdad (mach’a ya sna meltsa’anel ). Detengámonos un poco en estos dos términos: tsahtayel y melsa’anel. Mach’a ya sna tsahtayel, mach’a ya sna meltsa’anel (Quien tiene discernimiento, quien sabe juzgar) Normalmente, el problema no puede solucionarse de inmediato. En esos casos habrá que recurrir al tsahtayel (observar con precaución, o tener discernimiento) y ese será el objetivo en una primera fase. El mediador no soluciona de entrada, sino que con su buen criterio y su tranquilidad, disminuirá la agresión. Para lograrlo se requiere alguien con mucha autoridad moral y con una buena actitud, no con regaño ni 32 LA RECONCILIACIÓN COMUNITARIA ENTRE LOS TSELTALES violencia. Hay verdaderos artistas, psicólogos, especialistas dentro de la comunidad que conjuntan su posición y su credibilidad en su habilidad en el trato. Nos explica un promotor del Comité de Derechos Humanos Fray Pedro Lorenzo de la Nada (CDHFPLN), Celestino Sánchez, mediador en diversos conflictos en la comunidad de San Luis, cerca de la reserva de los Montes Azules, por el rumbo de Monte Líbano: Uno mediador deberá propiciar que las partes hablen bajo, que no griten (ma’ sok tulan k’op) y tengan una actitud de humildad y sinceridad (spek’elil sok spisil yo’tanik). Irá despacio, transmitirá tranquilidad a los quejosos. Se requiere tiempo, ir poco a poco para arreglarnos entre nosotros. El proceso supone entrar a un espacio diferente donde la prudencia, la tranquilidad, el discernimiento y la autoridad moral del mediador son fundamentales para el buen término del proceso, para llegar a un lekil melsa’anel (arreglo con verdad). El primer paso será tsahtayel. Tsahtayel es una forma de apreciación importante entre los tseltales. Equivale a observarse, tranquilizarse, a serenarse a sí mismo y al medio ambiente. Con frecuencia se usa como un buen deseo: tsahtay aba, o tsahtay me aba (que te observes a ti mismo con serenidad, o mi deseo es que tengas discernimiento en relación contigo mismo). Quizá, precisando el sentido, podríamos decir que la expresión tsahtay me aba equivale a decir “que me hagas a mí el bien de serenarte, observarte y discernir sobre ti mismo”. Un elemento clave será encontrar las causas del enfrentamiento. Te kajetik (las causas) son lo primero que deberá precisarse y hacerse claras para todos los que intervendrán en un juicio cualquiera y ante un juicio del regreso del corazón. El jurado (te patan ja’teletik) o, como les llaman en diversas comunidades, “los magistrados”, tendrán que saber qué originó el problema y cómo se desarrollaron los hechos, reunirá testigos, pruebas, cargos, pruebas antecedentes y consecuentes, y con este panorama tendrá mayor perspectiva para fijar las causas para poder discernir y luego juzgar. Mach’a ya sna ta lek bin’u’t’il ya spas te lekil tsahtayel, ya sna te kajetik. ¿Banti ya sjach te chukel? Quien sabe bien cómo discernir conoce las causas. ¿Dónde inició el enredo? Los diálogos y las consideraciones pueden durar semanas. Las personas en conflicto tendrán que esclarecer en privado la situación con ayuda del mediador o de un jurado. Podrían haber casos que no es conveniente ventilarlos entre toda la comunidad, 33 ARTE, CULTURA Y TRADICIÓN como puede ser un problema de adulterio, pero normalmente las resoluciones se presentan ante una amplia asistencia de la comunidad. Es la comunidad la representante del kuxlejal, ella juzga y ella perdona o condena, y cada uno de sus miembros debe dar su palabra. Sin la palabra de la comunidad no hay un lekil meltsa’anel propiamente dicho. Pedir el sujtesel ko’tantik ¿Cómo pide alguien a la asamblea perdón? Un promotor del CDHFPLN en Santa Elena, comunidad ubicada casi al inicio de la cañada del río Perla, nos habla como si reconociera su falta y pidiera el sujtesel ko’tantik a la asamblea comunitaria: Kermanotak: Ya jk’ambe jbahtik sujtesel ko’tantik, yu’un te hich yax ayin te kuxlejal a. Manchuk ya kuts’inix bajtik, manchuk ay te bin ya kalbe jbajtikix, tohkotikix te kristianohik, ma’ spisiluk ora ya jkuts’ino jbajtik. Jauk ak’a wen kuxlejal ku’untik. Te perdon ya jk’antike yu’un melel, ma’ lotiluk. Ja at ma’ ya xbohloban xan, jo’on ma’ ya jbohlban xan. Ja hich ya sk’anbe sujtesel ko’tantik abi kermano. Hermanos: queremos regresar nuestros corazones porque así nace la vida, el espíritu. Ya no nos molestaremos, ya no habrá recriminaciones, somos gente recta, no nos molestamos en todo momento. Queremos darnos buen espíritu, vida buena. El perdón que queremos es verdadero, no falso. Tú no harás más maldad y yo no haré mal ya más. Por eso se necesita que regresemos nuestros corazones ya, hermano mío. Cada oración de esta petición revela relaciones peculiares. Cuando dice Ya jk’anbe jbahtik sujtesel ko’tantik, está señalando que todos, intersubjetivamente, queremos darnos a nosotros mismos el regreso del corazón. Se trata de un acto colectivo donde quien habla asume que todos lo piden y todos lo otorgan. La palabra jbahtik es una forma reflexiva que indica que todos los miembros de esa congregación quieren que se realice e interactúan para lograrlo. La fórmula supone que quieren uno del otro, incluidos todos los miembros de la comunidad, reconciliarse, regresar sus corazones. Se trata de una acción mutua donde todos afectan y son afectados. No sólo es colectiva, ya que lo colectivo puede estar referido a lo externo, sino que es expresamente autotransformante. La transformación se realiza en esta mutualidad social pero tiene sentido en relación con una dimensión cósmica más allá del aquí y del ahora. Incluso más allá de esta vida. 34 LA RECONCILIACIÓN COMUNITARIA ENTRE LOS TSELTALES Veamos la siguiente oración: yu’un te hich yax ayin te kuxlejal a (porque así nace la vida). Nace el buen orden en el que se desarrolla la armonía, el wen kuxlejal, cuyo nombre ya es sagrado. Para que surja esta buena vida del espíritu se requiere de una gestión social, de un pacto comunitario trascendente, no basta que la persona le pida perdón en privado al otro. Se requiere de la presencia y la sanción de todos. Este pacto se asume ante Dios (ta stojol te jTatiltik), ante los kahkananetik para engrandecer el kuxlejal (la vida, el espíritu). Por eso no será extraño que afirmen al final: Teme ya sujtes ko’tantike kermano, ja lek ya sujtes ko’tantik ta stojol te jTatiltik Dios, ma’yukix problema. Si regresamos nuestros corazones mi hermano será bueno, pues regresamos nuestros corazones ante nuestro Padre Dios y ya no habrá ninguna dificultad. Los dos o más personas en conflicto piden perdón y lo otorgan, asumen que se trata de una acción recíproca ante la comunidad. Le piden perdón también a la comunidad, porque han perturbado su ambiente de paz (slamalil k’inal ). En algunas ceremonias después de abrazarse entre sí, van y abrazan a cada uno de los miembros de la comunidad y le piden expresamente que “regrese su corazón”. Te slamalil k’inal ya xtal yan vuelta yu’unik jun nax co’tantic ayotik. El ambiente de paz regresa otra vez porque somos ya un sólo corazón. Esta es la justicia el lekil meltsa’anel. Veamos las partículas que conforman estas dos palabras: LEK: es la raíz de bueno. IL: es una partícula que en este caso aumenta a bueno. LEKIL: significa lo que es muy bueno. MEL: es la raíz de verdad, o verdadero. TSAH: raíz de escoger o elegir. También puede referirse al acto de observar y ser precavido, de tener discernimiento. AN: lo que va o está en una postura o en un proceso. EL: en este caso subraya la condición de sustantivo. Lekil meltsa’anel significa que con bien y con verdad se elige, o se juzga, después de discernir con precaución. Esta es una palabra que se suele traducir como justicia. Aquí se presupone que hay un meltsanwanej, o persona que tiene buen discernimiento, un discernimiento que se ejerce con verdad. 35 ARTE, CULTURA Y TRADICIÓN Otro término muy usado para hablar de justicia es lekil chahpanel, o el muy buen arreglo. Las palabras lekil melta’anel acentúan la relación de buen discernimiento y las palabras lekil chahpanel enfatizan en que se trata de la buena solución, del buen acuerdo que ambas partes asumen en presencia de la comunidad y de sus principales o no pero donde el énfasis está puesto en la acción de las partes. Con el sujtesel ko’tantik viene la solidaridad liberadora La práctica del sujtesel ko’tantik es una forma de reconciliación clave para armonizar y restablecer la solidaridad comunitaria. Detengámonos en algunos términos que nos permitirán aproximarnos a conceptos que traducimos como solidaridad. Un profesor tseltal de Oxchuc, originario de la comunidad de Yochib, nos habla de la solidaridad y de la unidad que se tiende a generar después de una ceremonia de sujtesel o’tanil: Teme ay chukel ya sk’an lekil meltsa’anel, ya sk’an chi’imtesel, ya sk’an jultesbeyel sch’ulel ta koltawanej, ta joyinwanej yan vuelta. Si hay enredo hay su querer de un buen arreglo, hay su querer de endulzar, hay su querer de que se junte el alma para liberarse, para hacerse compañeros otra vez. Cada vez que leemos las palabras ya sk’an (hay su querer), presuponemos la existencia de un sujeto que quiere. Y nos preguntamos, ¿de quién es ese querer? Y nos respondemos: de la circunstancia, ya que, dado el objetivo de liberarse del problema, la circunstancia “quiere” un lekil meltsa’anel. La situación, como kuxlejal, quiere restaurar la armonía. Las personas se hallan en el contexto de este gran sujeto y en él deben realizar el sujtesel o’tanil siendo “solidarios” (jultesbeyel sch’ulel ta koltawanej). Se ha roto el orden del kuxlejal. La palabra que usa aquí nuestro interlocutor no es problema (wokol ), sino enredo o amarre (chukel ). La palabra chukel también se usa para hablar de la prisión o cárcel. Para decir “Juan fue a la cárcel”, decimos “Juan bajt ta chukel”. Cuando alguien hace algo muy grave la comunidad puede juzgarlo y decidir amarrarlo a un árbol. Entonces decimos que “Juan está amarrado”, que “a Juan le dieron amarre” (Juan yak’ ta chukel ). Cuando dicen que el caso es difícil usan la palabra chuhkul. Podemos interpretar esta palabra como enredo, atadura. La partícula ul se aplica a algo abundante o que prolifera, como un plantío, por ejemplo. Chenek’ es frijol y chenek’ul es frijolar. Chukul es un adjetivo que significa abundancia de amarres, enredado, dificultad. 36 LA RECONCILIACIÓN COMUNITARIA ENTRE LOS TSELTALES En el contexto referido se sobrentiende que las personas en conflicto han perdido su libertad, se han amarrado de múltiples maneras al enfrentarse. Los que se han peleado están en un enredo múltiple y ello implica que han perdido su libertad. Se requiere de la “solidaridad” comunitaria para liberarlos de esta dificultad. Detengámonos por un momento en el concepto que traducimos como “solidaridad”. Nuestro interlocutor dice: Ya sk’an jultesbeyel sch’ulel ta koltawanej, ta joyinwanej. Hay cuatro partículas en el verbo jultesbeyel: JUL: es la raíz del verbo llegar. TES: partícula transitivizante (hacer a otro). BEY: es una partícula que refiere a realizar algo en otro. EL: indica infinitivo. Ch’ulel significa alma. El chulel para los tseltales y los tsotsiles es santo y eterno; Sin embargo, a veces también puede entenderse como razón y como corazón. Jultesbeyel ch’ulel significa que cada uno hace que otro llegue al alma. Es decir que los miembros de ese grupo se hacen llegar mutuamente al alma, a lo santo, a lo eterno, a lo razonable, al corazón. Todos son sujeto de esta acción trascendental. Nadie es objeto pasivo, ya que la partícula tes se presupone un sujeto que hace en otro y, por tanto, que todos los que intervienen en esta acción son activos. En este contexto se sobrentiende que todos ellos actúan sobre todos los otros, al mismo tiempo que todos y cada uno son afectados por acción de los otros y de sí mismos. La palabra ta aquí puede tomarse como una preposición que indica direccionalidad, en castellano podríamos considerarla “a” o “hacia”. Para comprender mejor esta oración analicemos la palabra koltawanej: KOLTA indica ayuda y también liberar. Cuando alguien fue liberado de la cárcel se dice la skoltayel bajel ta chukel. Si descomponemos esta palabra podríamos decir que kol refiere a crecimiento y ta supone orientación, direccionalidad. Así, kolta es una nueva palabra que supone lo que crece y se dirige a, o hacia. Esto quiere decir ayudar o liberar. WANEJ se refiere a oficio, estado, actitud. Koltawanej significa tener la actitud de ayudarse y liberarse mutuamente. La palabra ta aquí también puede tomarse como una preposición que indica direccionalidad, “a” o “hacia”. 37 ARTE, CULTURA Y TRADICIÓN La palabra Joyinwanej tiene las siguientes partículas: JOY: raíz de compañero. IN: partícula que indica que un sustantivo se usa de tal o cual manera. WANEJ: en este caso también se refiere a actitud. Joyinwanej: significa compañerismo. El proceso de sujtesel ko’tantik no es un acto sólo de arrepentimiento y perdón, sino de hacerse llegar el uno al otro al alma, a lo santo, a lo eterno, para desenredarse y liberarse mutuamente. Nuestra palabra solidaridad no traduce fielmente las relaciones, las formas de asociación y complementariedad intersubjetiva que tiene la expresión. Carlos Lenkesdorf nos ha explicado con detalle diversas relaciones intersubjetivas construidas en lengua tojolabal que parecen aplicarse de manera muy similar en tseltal. Todos los individuos solidarios son, como entre los indígenas mayas tojolabales, “sujetos agenciales” en convivencia con otros “sujetos agenciales”.2 Así la transformación mutua y el mutuo conocimiento no consiste en pensar al otro como objeto pasivo que simplemente recibiera la acción del otro, sino que todos los participantes constituyen activos e influyentes transformadores de los otros en vistas a un objetivo común, que en este caso consiste en la liberación del problema común. En tseltal, de manera similar al tojolabal, los sujetos agenciales no sólo son las personas, también los objetos y las situaciones. Ya sk’an jultesbeyel sch’ulel ta koltawanej, ta joyinwanej significa que la situación de enredo “quiere”, para solucionarse, que uno al otro se hagan llegar al alma, a lo santo, a lo eterno, a lo razonable, al corazón, de tal manera que estén orientados hacia una actitud de ayuda liberadora, que estén orientados hacia la actitud de compañerismo, al lekil kuxlejal. El sujtesel k’otantik es un proceso solidario tan importante que se presenta como una tendencia de la comunidad hacia lo santo, hacia reconciliación y la unidad, de tal manera que no es difícil que se le cante y se le tome como un ideal superior. Cantarle al sujtesel ko’tantik Tuvimos un seminario con los promotores de educación del Municipio Autónomo de San Manuel en la cañada de las Tazas, en el municipio constitucional de Ocosingo, entre julio y febrero de 1998-1999, en el que se elaboraron diversos materiales 2 38 Carlos Lenkersdorf, Los hombres verdaderos: voces y testimonios tojolabales, Siglo XXI/UNAM, 1996, cap. 4. LA RECONCILIACIÓN COMUNITARIA ENTRE LOS TSELTALES didácticos, entre los que se cuentan algunas canciones que los educadores compusieron, musicalizaron e interpretaron. Una de ellas presenta al sujtesel ko’tantik. Sujtesel Ko’tantik Te jo’otik k’alal kuxulotik li’i ta bahlumilal, ja lek te ya sujtes ko’tantik ta skuenta te mulil. Te jo’tik mulawilotik te yakuk kabey jbatik perdón yu’un jichuk yax jilotik ta jun nax o’tanil K’an jbajtik apisiltik te jo’otik pobreotik ma xu ya konratay jbahtik li’i ta bahlumilal Te jo’otik pobreotik te ak’a k’an jbajtik ta pajal yu’un jich ya x chiknax ta ilel te katel ta komonal. Regresar nuestros corazones Nosotros, cuando vivimos aquí en el mundo, es bueno que regresemos nuestros corazones en relación al delito. A nosotros nos gusta perdonarnos los unos a los otros porque así permanecemos en un solo corazón. Eso queremos todos nosotros, nosotros que somos pobres no podemos estar en contra de nosotros mismos aquí en el mundo. Nosotros los pobres queremos darnos igualdad porque así aparecerá claro a la mirada nuestro trabajo comunal. 39 ARTE, CULTURA Y TRADICIÓN Este canto se inicia con un nosotros excluyente: jo’otik, ya que en tseltal existen dos pronombres de primera persona del plural, uno incluyente jo’tik y otro excluyente jo’otik o jo’otkotik. ¿A quién se excluye y a quién se incluye? No se especifica, pero en el contexto quizá se incluye sólo a los tseltales, a la gente que pertenece al pueblo tseltal o a los indígenas que viven en la comunidad indígena. Tal vez en la mente de estos creadores está incluido todo lo que ellos llaman te jlumaltik tseltal (el pueblo tseltal), que abarca a todos los de esta cultura. Aunque más abajo señalan una identidad: “los pobres”. Y ese “nosotros”, cuando vivimos aquí en el mundo (k’alal kuxulotik li’i ta bahlumilal), es bueno que regresemos nuestros corazones en relación al delito. El subrayado es claro en el contexto de la canción. En el jumaltik tseltal, y en muchos otros pueblos indios, es claro que la vida de este mundo sólo es una parte de la vida, del kuxlejal, y que “endulzar” (chi’imtesel ) o armonizar la vida es una cuestión importante no sólo para esta vida. Queremos darnos igualdad (te ak’a k’an jbajtik ta pajal ) porque así aparecerá claro a la mirada (yu’un jich ya x chiknax ta ilel ) nuestro trabajo comunal (te katel ta komonal ). Conclusión El restablecimiento de la armonía es la finalidad central del ejercicio del lekil meltsa’anel, de la justicia buena que se realiza con verdad y discernimiento adecuado. La justicia supone valores donde se destacan el bien (lekil ), la verdad (melel ) y el discernimiento cuidadoso (tshtayel ); si falta alguna de estas cualidades no hay lekil meltsa’anel y la armonía no puede restaurarse. Estos valores son factores clave si se quiere hablar de justicia en el mundo tseltal, y en particular de un buen proceso de reconciliación. Para que se restablezca la armonía se requiere que las personas en conflicto confíen más en la comunidad que en sí mismos. También se necesita de la autoridad moral de personas con cargo, respetadas, con autoridad moral, prudencia y humildad. Estos valores son cruciales, son indispensables para que el proceso del sujtesel o’tanil fluya y llegue a feliz término. Para que haya regreso del corazón es necesaria la aceptación pública y humilde (pekel ) por parte de quien rompió la armonía, el reconocimiento de su responsabilidad por los daños causados, la declaración de que el delito se realizó contra toda la comunidad y que es la misma comunidad, como entidad colectiva, la que perdona, y no solamente quien recibió la ofensa directamente. 40 LA RECONCILIACIÓN COMUNITARIA ENTRE LOS TSELTALES Una vez que el infractor solicitó que se realizara el proceso del sujtesel o’tanil, del regreso de los corazones de todos los miembros de la comunidad, hasta los pequeños que ya tienen uso de razón; una vez que aceptó y cumplió con el castigo la solidaridad comunitaria se hace presente y el compromiso profundo de guardar silencio, como si el delito nunca hubiera existido, es una garantía de que el acuerdo comunitario, el perdón comunitario, es vivo y operante. El silencio entonces se hace gratitud, solidaridad y liberación: jultesbeyel sch’ulel ta koltawanej es un silencio que incluso hace relaciones aún más consistentes que las de antes. No podría guardarse el recuerdo del delito en un papel, porque ese escrito rompería la gratitud, solidaridad comunitaria, y sería un atentado contra la liberación lograda ya como un acto de justicia. Guardar silencio, guardar este silencio del sujtesel o’tanil, constituye un alto honor. Esta es una de las formas mediante las cuales habla fuerte la dignidad comunitaria del mundo tseltal. 41