Nº226

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ESPAI D’OPINIONS
Nº226
Octubre 2012
Maria Duran i Febrer
Advocada
JUSTICIA PARA PERSONAS POBRES,
JUSTICIA PARA PERSONAS RICAS
La Justicia es el último recurso que tiene la ciudadanía para ver reconocidos o
restaurados sus derechos. La Justicia tiene una vertiente abstracta “lo que es
justo, deseo de justicia, justicia para todos, etc. ” que vincula a todos lo seres
humanos hasta que esta abstracción se define en una vindicación concreta, en
la petición de determinado pronunciamiento a favor de quien lo solicita o de
quien se opone y en este sentido, no sólo es fundamental la imparcialidad del
juzgador, sino disponer de capacidad material para litigar, poder practicar la
prueba necesaria para acreditar el derecho o la vulneración del mismo y si no
está conforme con la sentencia, recurrir a un tribunal superior.
La Justicia emana del pueblo Esta máxima esta recogida en la Constitución
Española, que en su artículo primero establece a la Justicia como valor
superior del Ordenamiento Jurídico, como un derecho fundamental en su
artículo 24 estableciendo que Todas las personas tienen derecho a obtener la
tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e
intereses legítimos, sin que en ningún caso pueda producirse indefensión; y en
su artículo 119 garantizando el acceso a la justicia, en todo caso respecto de
quienes acrediten insuficiencia de recursos para litigar.
La anterior fundamentación constitucional fue la base para la aprobación de la
Ley 25/1986, de 24 de diciembre, de Supresión de las Tasas Judiciales.
¿Qué ha pasado entre el 24 de diciembre de 1986 y el 20 de noviembre de
2012 para que, con la misma Constitución en la cual se basó la supresión de
las tasas judiciales ahora se fundamenta, no sólo, la generalización de las
tasas judiciales para la primera instancia sino para la apelación y casación con
un coste inasumible para muchas personas?
¿Garantiza la Ley 10/2012 de 20 de Noviembre de Tasas Judiciales, el acceso
a la justicia, que ésta siga siendo un valor superior y un derecho fundamental
de las personas? Definitivamente no.
Esta ley supone una flagrante vulneración del Derecho a la Justicia en un doble
sentido: la existencia de personas vulnerables que no tendrán derecho a
justicia gratuita ni capacidad económica para poder litigar y a las normas de
impartir justicia en España.
Muchas personas en situación de vulnerabilidad dejarán de poder exigir sus
derechos por no poder hacer frente al coste de la justicia y porque tampoco
tienen derecho al beneficio de justicia gratuita. La ley deja fuera del beneficio
de justicia gratuita a personas que bien por su situación alegal, bien porque la
unidad familiar tiene una mayor capacidad económica, se ven impedidas
acceder al beneficio de justicia gratuita, incluso en supuestos en los que se
quiere demandar al miembro de la unidad familiar con mayor capacidad
económica.
Las mujeres víctimas de violencia de género son un colectivo que se verá
afectado directamente por la ley de tasas judiciales, en general serán personas
pertenecientes a colectivos desfavorecidos las que verán quebrantado ex lege,
su derecho a la tutela judicial efectiva.
En el Ordenamiento Jurídico Español el recurso es un pilar de la Justicia, si a
quien perjudica una sentencia en primera instancia no tiene posibilidades de
que aquella sea revisada por una instancia judicial superior, la justicia deja de
ser tal. Y ante unas tasas judiciales para los recursos (apelación y casación) no
sólo disuasorias, sino en muchos casos de imposibilidad material su abono, el
derecho a recurrir queda sesgado y limitado a las personas con mayor
capacidad económica.
Hace años ya, gobernando el Partido Popular en España, a iniciativa del PSOE
se alcanzó un Pacto para la Justicia, la idea de que determinadas materias son
cuestión de Estado y por tanto deben trascender la voluntad de quien gobierna
en determinado momento propició este acuerdo ¿Qué ha fallado ahora? ¿la
intransigencia de un ministro de justicia?...
Esperemos que el Tribunal Constitucional pueda enmendar este entuerto, lo
que no obviará que en el ínterin haya muchos ciudadanos y ciudadanas
damnificados.
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