BIOENERGÉTICA PRESENTACIÓN Todos hemos tenido y podemos tener dificultades psicológicas que se reflejan muscularmente, es lo que llamamos una “coraza“. Los bloqueos de nuestro cuerpo son los que originan los problemas de nuestra vida, donde el ser humano está enfocado actualmente a la satisfacción de sus necesidades, estos bloqueos se originaron en el desarrollo de la persona, i.e., ocurrió algo que impidió la identificación del ser pleno. Estas dificultades se interpretan como una frustración de las necesidades que ocurren desde la infancia y crean dolor, este proceso estructura la personalidad y nos vamos haciendo afines a personas parecidas a nosotros, con nuestros problemas y necesidades similares. Se dice que a los 7 años se ha formado el carácter, ya es el carácter de un viejo XD , es decir, que todo lo decisivo en cuanto a formación ha tenido lugar a estas alturas del crecimiento. Suele pasar que reaccionamos igual en las situaciones, con acciones programadas…activamos el “automático” en dichas situaciones y vemos lo que queremos, ya sea en la mirada del atracador, o lo que sea, no vivimos la situación tal cual es, ni llegamos a conocer realmente a la otra persona, simplemente, salimos corriendo, le pegamos, cualquier cosa que hayamos grabado como conducta automática robotizada, actuando como un actor de una película guardada en nosotros desde pequeños, es la automatización del carácter…esto se representa igualmente por contracciones musculares que hacen que esta espasticidad llegue a ser algo crónico y en su consecuencia más directa toma la forma de una zona del cuerpo bloqueada, a la que no llega energía, la cual no sentimos, no tenemos emociones porque no existe un flujo y por lo tanto a nivel personal queda paralizada. El carácter es la estrategia de sobrevivir para que nos amen por lo que hacemos y no por lo que somos. Para estar en paz con uno mismo debemos solucionar los problemas con nosotros mismos primero, no con el mundo y para ello debemos reconocer en nosotros nuestro/s tipo/s de carácter/es, habiendo 5 clases: esquizoide, oral, masoquista, psicopático y rígido…pudiendo mezclarse dependiendo de la importancia de la vivencia de una emoción durante nuestra vida, que ha podido marcarnos cambiando así nuestro carácter… CARACTERES: C. Esquizoide C. Oral C. Psicopático C. Masoquista C. Rígido Estructura energética: esquema Cada punto del cuerpo se corresponde con la estructura bioenergética del siguiente dibujo: Formas de expresar nuestra energía EL CARÁCTER ESQUIZOIDE EL CARACTER ESQUIZOIDE Recordemos que la energía (chí o kí) se encuentra en una cantidad limitada en nuestro cuerpo, y su condición sana es la de circular libremente, suele ocurrir que la estructura del carácter (la experiencia lo va formando) puede llegar a limitar dicha circulación y la respiración de forma plena. Este bloqueo se origina por la represión y luego inconscientemente la evasión de la emoción a la que no queremos enfrentarnos, y se deja de sentir porque la energía se retiene, no existe movimiento, se ha “dormido”… Aura del carácter esquizoide El carácter esquizoide es reconocible por los siguientes síntomas: Existe una separación entre la cabeza y los sentimientos Lema: “Mi vida está en mi cabeza” Se hace más caso a los “presentimientos” Personas muy cabezotas, tenaces, incluso rígidas En cuanto al cuerpo: tienen poco contacto visual con los ojos, son de cuerpos duros, delgados, enclenques, etc. De tendencias como la frialdad de fondo, sin armonizarse con nada, no cogen el ritmo bailando, etc. Se proyectan a través de las matemáticas, la filosofía, profesionalmente, como Einstein, Kafka, etc. Se origina por la vivencia del rechazo, en el primer año de vida la unión con la madre sigue viva teniendo lugar una vivencia subjetiva. En el ciclo natural del flujo de energía, que empieza por la cabeza, empiezan así los problemas, en la primera fase, las personas de carácter esquizoide no conectan con sus propias necesidades, no saben lo que necesitan, no las identifican…se escudan con frases como “¿Pareja? ¿Para qué?” para evitar aceptar que realmente necesitan una relación amorosa, como una autodefensa. Renuncian a satisfacer necesidades para no ser dependientes, de forma que consiguen una capacidad para sufrir sin que les moleste, generan una máscara y una coraza… En cuanto a las relaciones personales son insatisfactorias, existe un rechazo al mundo y una renuncia a las relaciones amorosas: “El amor es mentira”, “Hay mucho engaño”, “Esos no durarán ni dos lunas”, etc. La experimentación del mundo como algo hostil, como si cada persona llevara una bomba en su interior a punto de explotar con el mero hecho de contactar una con otra, de forma que se suprimen las necesidades porque piensa que no tiene derecho a vivir, se retiran hacia adentro y viven en la cabeza: rechazo de la rabia que es acumulada, defensa muy externa ( insensibilidad) : al romperse son los más vulnerables con lo que hay un miedo a expresar la rabia, como una energía oculta esta coraza hace que no se pueda conectar con nada, ni las extremidades del cuerpo, en casos extremos… Existe un corte energético que disocia la parte alta del cuerpo con la parte baja, el diafragma está tenso, el impulso no sale, se asustan de su propia ira contenida, del peligro que suponen por el daño que pueden llegar a hacer si se convierte en violencia: efecto olla a presión: gran resentimiento hacia el mundo, que les debe mucho… Otra característica física son los pies cóncavos, andan apoyándose en el lado de los pies…dolor al que se hacen insensibles… Al romperse la barrera siente el rechazo de un recién nacido, prefiere ser independiente para que no le pidan nada, la clave es: una gran desconfianza. Preferencia por relaciones con animales, ideas, política, etc. Kafka escribió su paranoia esquizoide en la “metamorfosis”… No da nada porque “nadie regala nada”, no se suele comprar nada para sí mismo, no arregla nada que esté roto, todo lo que tiene es sólo “suyo”, no se abre a nadie, existe una falta de amor propio y al otro, como cuidarse es para otros, tampoco lo hace, no se ducha, no se arregla (Síndrome de Diógenes), pero si colecciona basura o tonterías, casos extremos como vivir con gatos y basura hasta que muere… El orgullo es lo que más dificulta el desarrollo, una base con estructura de carácter esquizoide fuerte ya se vive al principio de la vida, sobre ella puede construirse un nuevo carácter que veremos más adelante, de forma que chocan…etc. ENFOQUE TERAPÉUTICO DE LA BIOENERGÉTICA PARA EL CARACTER ESQUIZOIDE: Conectar con la tierra y consigo mismo para abrirse al mundo, reconocer que uno es hipersensible a los estímulos externos…por lo que hay que extremar la delicadeza en y el contacto físico con las personas de este carácter. Saber que aparecerá el temor y la ira (pánico) y reconocerlo, existe una gran tensión del cuello para arriba, la máscara de la cara (para el cual hay un ejercicio que se puede hacer) soltando las contracciones del pecho y del diafragma mejora la respiración, “enraizarse”, etc. Bioenergética: Ejercicios para el carácter Esquizoide Secuencia elaborada por José Ignacio Fernández Alonso y Monika Klein. A parte de las mantas se recomienda un cojín o rodillo cilíndrico… MOVILIZARSE Preparar un acolchado en el suelo, con mantas de lana por ejemplo. Empezaremos por el enraizamiento de chi-kung como postura inicial. Estiramiento y distensión Enlaza las manos y eleva los brazos tensos sobre la cabeza para dejarlos un rato así… Lleva una mano hacia arriba para notar el estiramiento de todo el cuerpo hasta el abdomen. Mantén unos instantes y relaja… Lleva la otra mano arriba hasta percibir el estiramiento del abdomen. Alterna las manos con una cadencia lenta y rítmica, así hasta 10 repeticiones. Menearse y golpear con los puños Mueve todo el cuerpo realizando movimientos enérgicos sin tener en cuenta si son o no armónicos mientras lo haces. Empieza con las manos, brazos y hombros. Deja que toda la parte superior del cuerpo sea arrastrada por esos movimientos enérgicos. Luego empieza a mover también la pelvis y los glúteos, como si alguien te cogiera por las nalgas y quisieras liberarte. Mientras te sigues moviendo transforma los meneos en golpes de boxeo con los puños estirados. En este movimiento libera los músculos de tu cara, permite que surjan gestos. Lleva las mandíbulas hacia adelante y de lado y enseña los dientes como queriendo morder. Luego dilata las aletas de la nariz. Acompaña las manos y puños con la voz. Haz gruñidos y sonidos amenazadores. Escucha interior Postura inicial (enraizamiento). Ojos cerrados. [Dar primero un tiempo sin hablar para dejar que se sienta el interior de cada persona]. Intentar sentir qué ha cambiado. ¿Qué partes del cuerpo te parecen más vitales? ¿Es más profunda la respiración? ¿Notas tensiones o constricciones? Si es así, ¿dónde? Distensión de los dedos de los pies De pie sobre las mantas adoptando la posición de enraizamiento anterior. Pon un pie vertical doblando los dedos hacia la planta. Ahora, gradualmente, pisa cada vez más fuerte el suelo hasta sentir dolor (pero no exagerado). Al mismo tiempo usa las mandíbulas con movimientos masticadores. Fuerza la espiración y expresa las sensaciones que experimentas con sonidos leves como “ahh” y “ohh”. Quizá puedas sentir que los tendones, músculos y articulaciones de las puntas de los pies se vuelven más flexibles y elásticos y que percibes mejor las sensaciones de esa parte del cuerpo si acompañas el estiramiento con la voz. Acompaña lo que ocurre abajo con los gestos de la cara y con la mandíbula. Distensión del tobillo Lleva hacia atrás la rodilla manteniendo el estiramiento de la punta del pie. Se transfiere la tensión al tobillo (si el dolor es fuerte es que se ha exagerado el estiramiento). Fuerza la espiración y expresa las sensaciones que experimentas con sonidos leves como antes: “ahh” y “ohh”. [Cambiamos de pie y empezamos por los dedos y luego pasamos al tobillo] Levantar y avanzar De nuevo en la postura inicial. Ahora ponte de pie sobre una sola pierna, levanta el talón de la otra pierna y adelántalo con toda la fuerza posible como a lo lejos, unas veces al frente, otras de lado y otras atrás. Mira en la misma dirección de esos lanzamientos y avanza la mandíbula. El movimiento de lanzar ha de partir del abdomen. Expresar la agresividad Da un paso hacia adelante y asesta un golpe con toda tu fuerza llegando hasta la mitad de las piernas, altérnalas a menudo para ejecutar el ejercicio por ambos lados acompañándolo con frases en voz alta como “¡Cuidado!”…para ello puedes recordar algún momento de tu vida en el que estuviste encolerizado o enojado. Menear las piernas Levanta una pierna y agítala junto con el pie, como si quisieras sacarla fuera del agua. Haz el ejercicio alternando las piernas como cinco veces cada una. Acompaña el movimiento con sonidos fuertes y vigorosos. Escucha interior Postura inicial y ojos cerrados de nuevo. Ahora pon atención a lo que sientes en las piernas y las plantas de los pies. ¿Cómo es el contacto con el suelo? ¿Te sientes muy vital y seguro sobre los pies? ¿Sientes que las piernas son más vitales? ¿Sientes un tibio calor que te invade de los talones a las nalgas? ESTIRAMIENTO CON EL RODILLO PARA LA RESPIRACIÓN Postura inicial en el suelo. Tiéndete en posición supina sobre dos mantas dobladas. Flexiona las rodillas y apoya totalmente las plantas de los pies en el suelo, separados unos 30cm. Los brazos se abandonan a lo largo del cuerpo. Cabeza erguida. Ojos cerrados. Se puede colocar una servilleta enrollada bajo el cuello. Toma un tiempo para sentir tu cuerpo y el contacto con el suelo. Observa la respiración que debe ser abdominal. El acordeón Desde la postura inicial, tendido sobre el rodillo para la respiración, apoyando sobre él la parte superior de las clavículas, piernas dobladas y plantas de los pies bien apoyadas sobre el suelo. Levanta los brazos llevándolos atrás y extiéndelos a los lados de la cabeza hasta casi tocar el suelo. Con la flexión del cuello, la cabeza resbala un poco hacia atrás. La boca está entrecerrada. Permanece unos minutos en esta postura. Muévete ligeramente sobre el rodillo, hacia delante y hacia atrás, a derecha e izquierda. Así individualizas los puntos de tensión de la espalda. Elige poco a poco estas tensiones, aspirando profundamente con los pulmones y el abdomen emitiendo gemidos que expresen dolor. Escucha interior De nuevo postura inicial de enraizamiento pero ahora con los ojos cerrados. RELAJACIÓN DE LA CABEZA Distensión del cuello en el suelo Volvemos al suelo, tendidos en posición supina como antes. Enlaza los dedos de las manos formando una base donde apoyar la nuca, cómodamente. Aproxima los codos entre sí y con las manos levanta la cabeza hasta acercar lo más posible la barbilla al esternón. Mantén un poco la postura y luego lleva la cabeza hacia atrás ofreciendo resistencia con las manos pero no muy fuerte, con elasticidad. Debes de hacer cierto esfuerzo con los músculos del cuello para apoyar la cabeza sobre la tierra. La boca debe de estar abierta. Respira emitiendo sonidos suaves. Repetimos 10 veces el ejercicio. Escucha interior De nuevo de pie, enraizados y ojos cerrados. Tomamos conciencia de nuestros sentimientos. ¿Dónde se centran las tensiones ahora? ¿Notas algo nuevo? BALANCEO SOBRE LA ESPALDA Seguimos en el suelo. Postura inicial. La respiración va a ser inspirando profundamente hasta el abdomen y exhalando hondamente con un suspiro. Aproxima las rodillas al pecho y abrázalas con los dos brazos. Luego levanta del suelo la cabeza, los hombros y la parte superior de la espalda. Da un empujón y comienza a balancearte hacia atrás y hacia adelante. Aumenta poco a poco el movimiento de oscilación. Luego ve disminuyendo de nuevo poco a poco. Escucha interior Postura inicial (enraizamiento). Ojos cerrados. RESURGIR Y CONCLUIR Tras la profunda relajación experimentada vamos a devolverle al cuerpo su fuerza y flexibilidad para ponernos de nuevo en pie en un nuevo estado de conocimiento consciente. Distenderse y estirarse Postura inicial de suelo. Empieza lentamente a estirarte y alargarte a voluntad. Empuja hacia afuera las manos y ambos talones alejándolos de ti. Respira profundamente, estírate, retuércete, gime, gruñe, lo que prefieras. Postura de plegaria musulmana Gírate sobre el vientre. Siente un momento esa posición y luego adopta la postura de plegaria musulmana. Aproxima las rodillas al busto y desplaza hacia atrás la pelvis, hasta sentarte sobre las pantorrillas o los talones. Pies separados unos 20cm. Con las palmas de las manos hacia arriba forma una base para descansar la frente. Deja que el tórax caiga hacia adelante, el ano y la región ilíaca están relajados y ligeramente abiertos. Respira profundamente emitiendo un leve sonido. Imagina que un canal para la respiración une la boca cerrada y el ano, como si la espiración del sonido profundo que emites pasara por éste último. Tras seguir por unos instantes de este modo la respiración, ejerce una leve presión con las manos sobre la frente y sobre las sienes, para después relajarlas de nuevo. El delicado movimiento de las manos es semejante al del acto de ordeñar una vaca. Repítelo unas 10 veces. Gira un poco la frente varias veces entre tus manos. Mantén la postura, descansa y escucha lo que sucede en tu interior. Resurgir En la postura de plegaria acuclíllate. Desplaza la pelvis hacia arriba y extiende lentamente las piernas manteniendo el busto flexionado adelante. Tras haber enderezado las piernas empieza a levantar progresivamente el busto, una vértebra tras otra, dejando pasar al final la nuca y la cabeza. Ejercicio de “quitarse la máscara” Apoya los dedos de una mano en la frente, más o menos sobre el nacimiento de la nariz y las cejas. La palma de la otra mano se apoya sobre la nariz y los pómulos. Ahora, aparta las manos a la vez en dirección contraria, ejerciendo una cierta presión sobre la piel del rostro. Los dedos de la primera mano correrán hacia arriba por la frente, entre el cabello, presionando el cuero cabelludo hasta detrás de la cabeza. A la vez, la otra mano correrá sobre la nariz, la boca y la barbilla. Luego aparta lentamente las manos de la cara hasta llegar a la altura de los hombros. Visualiza que quitas una “capa gris” que cubre tu cara como una máscara, y sacudiendo las manos la tiras fuera. Coordina la respiración, inspirando al estirar y exhalando al sacudir las manos para tirarla fuera, sacando la voz y expresando con ella el sentimiento “uaah”. Repetimos este ejercicio varias veces. Mientas inhalas, tus manos se mueven por tu cara, una hacia arriba de la frente y el cuero cabelludo y la otra hacia abajo por tu nariz, boca, barbilla y cuello. Tira de lo que queda de la máscara gris y fría, presionando con los dedos y la palma de la mano. Exhala, sacudiendo las manos y tirando la capa sucia hacia afuera. Exprésalo con la voz. Escucha interior Postura inicial en el suelo. Ojos cerrados. Permanece en esta postura tumbado y haz inventario. ¿Cómo te sientes ahora? ¿Te has aproximado a tí mismo? ¿Cómo percibes el cuerpo? ¿Cómo sientes los ojos? ¿Es tu mirada más clara? Bioenergética: El carácter Oral Julio 27, 2009 EL CARÁCTER ORAL Un pozo sin fondo 1. 2. 3. 4. 5. 6. Descripción Formación del carácter Características físicas y condición bioenergética Características psicológicas Enfoque terapéutico Ejercicios Aura del carácter Oral Descripción Hablamos de una estructura ORAL cuando la persona presenta muchos rasgos típicos de la infancia, especialmente de la etapa oral. La experiencia esencial del carácter oral es la PRIVACIÓN. Las personas de este tipo viven con la constante sensación de carencia, de necesidad. La sensación de vivir en un profundo vacío interior da lugar a un carácter muy infantil y dependiente. RASGOS Débil sentido de independencia. Se pega a los demás para que le sostengan, le atienden y le cuiden, i.e., que le satisfagan todas sus necesidades: - “No tengo suficiente, necesito que me den”. Confunde la dependencia con el amor : – “No puedo vivir sin tí”. Suele tener una dificultad en estar sólo. Tiene una necesidad exagerada de contacto con otras personas, su calor y apoyo. Demuestra una disminución de la agresividad. Contrafobia: Algunas personas de este carácter disimulan estos rasgos adoptando (evadir el problema) actitudes compensatorias: se muestran excesivamente independientes pero no aguantan cuando están sometidas a presión. Formación del carácter LA CARENCIA El carácter oral se forma durante el primer año de la vida, en una fase pregenital cuando la sexualidad todavía no está relacionada con los genitales sino cuando todo el placer está en la boca, en la “fase oral”. En esta época el niño depende totalmente de la madre (o substituto): necesita que le nutran y cuiden. El carácter oral se forma cuando en esta época el niño vive un ABANDONO, una PÉRDIDA, una CARENCIA. Esta privación es una experiencia subjetiva: puede que haya un abandono de verdad por muerte o enfermedad, un absentismo por trabajar o una madre depresiva, pero también puede ser suficiente la ausencia de la madre durante unos días: el niño “se queda sin teta” o sin las carencias que necesitaba…esto puede bastar para experimentar la sensación de ABANDONO y DESAMPARO. Esta experiencia va a construir la base de su carácter, toda su vida le acompañará una sensación de INSATISFACCIÓN Y VACÍO. Frecuentemente el niño vive otras experiencias de frustración o desilusión en la vida temprana (buscando contacto o protección de sus hermanos o el padre) y estas vivencias pueden dejar un sentimiento de amargura. Características físicas y condición bioenergética Características físicas * El cuerpo ORAL suele ser largo y delgado (también existe el oral gordo) y siempre blandito, con redondeces. * La musculatura está subdesarrollada y flácida (no nervuda como en el esquizoide) y la piel es fina como de un bebé. * Miembros finos: Las piernas suelen ser larguiruchas y esbeltas, con unos pies también finos y estrechos. Las piernas muestran una falta de contacto con el suelo, como si no fueran capaces de mantener el cuerpo erguido. Las rodillas son características: estando de pie el oral suele tensar las rodillas mucho hacia dentro. Los brazos cuelgan como apéndices largos y débiles, las manos (igual que los pies) son finas y delgadas y suelen estar frías. * La cabeza suele ser la parte más desarrollada. * Ojos: mirada de reclamo (suplicando) pidiendo, como si aún necesitar mamar * Los hombros están muy poco desarrollados y caen hacia abajo * El pecho está hundido * En general, el cuerpo da la sensación de “irse hacia abajo” * Son cuerpos muy elásticos y flexibles, se retuercen sin dificultad * Signos físicos de inmadurez como pelvis subdesarrollada, escaso vello * Respiración poco profunda. Debido a la privación oral redujeron la intensidad del impulso de mamar Condición Bioenergética * La estructura oral tiene una carga energética extremadamente baja (la justa para vivir) * La energía circula por las zonas periféricas del cuerpo pero de una forma muy débil * Como el niño crece de la cabeza hacia abajo, la mayor concentración energética se encuentra en la cabeza mientras la falta de energía se hace más notable en la parte inferior * Todos los puntos de contacto con el medio ambiente están poco cargados (pies y manos fríos), los ojos son débiles (tendencia a la miopía) y el grado de excitación sexual es reducido * Las principales tensiones están en el cuello y el pecho Teoría sobre las causas de la condición energética: El cuerpo oral experimenta un desarrollo linear que resulta en un cuerpo largo y frágil. Una posible explicación: el retraso en la maduración del individuo el cual permite que los huesos crezcan desmesuradamente. Otro factor: la incapacidad de la musculatura subdesarrollada para controlar el crecimiento óseo. Sin duda, la respiración tan poco profunda mantiene el nivel energético tan bajo [Bioenergética de A. Lowen] Características psicológicas Un pozo sin fondo: la insatisfacción y el vacío Haber vivido la frustración de la carencia, es decir, tener un carácter oral es formado como una defensa ante el miedo al abandono, un miedo a “caer si se les suelta”. Otras características: Incapacidad de estar sólo, necesidad exagerada de contacto Se apoya y se pega a los demás. La sensación del vacío interior le hace buscar a alguien que le de seguridad, le satisfaga, le nutra (miedo a morirse de hambre), le de lo que necesite, le valore: DEPENDENCIA Sensación “Me deben algo” (a causa de la privación vivida) Necesidades muy infantiles: “que me den justo lo que yo quiero, cuando yo quiera” Pareja: buscando la pareja ideal, la “media naranja”, confundiendo dependencia con amor. Quieren querer al máximo, pueden estar buscando toda la vida, una relación tras otra, o quedarse pegado, viviendo la carencia en ambos casos Falta de RESPONSABILIDAD, la pone en el otro: “Tú tienes que hacer lo que yo quiera”: posesivos, manipuladores, celosos. De forma que no se responsabiliza de su bienestar. QUIERE RECIBIR – NO DAR Dificultad de acabar tareas por falta de energía y auto-confianza Relación con la autoridad: se pega a ella y se nutre INHIBICIÓN de los IMPULSOS AGRESIVOS: no coge, sino anhela, suplica (con la mirada). Por miedo al abandono se traga la rabia. Ante la frustración se hace la VÍCTIMA: se queja, culpabiliza (hasta de enfermedades) y busca nuevos salvadores que pronto le fracasarán El vacío nunca se llena con nada de fuera. Ansiedad contínua. Gran tendencia a la DEPRESIÓN. Es el NO PUEDO, se retira de la vida para no vivir la desilusión Enfoque terapéutico * FORTALECER LAS PIERNAS: para conseguir un mayor aporte de energía los pies * SENTIR LA FUERZA * Mejorar la capacidad de RESISTENCIA en todos los ejercicios es de suma importancia mantener las condiciones de carga (no interrumpir los ejercicios de pronto) * Trabajar las tensiones en los ojos (expresar la rabia), en los hombros y la espalda. Ejercicios de DESCARGA * SACAR LA RABIA * AUTO-AFIRMACIÓN ORAL CONTRAFÓBICO : Sabe que el vacío está dentro de él y pone todo su empeño en convertir su dependencia en independencia. Así que lucha para ser autosuficiente: -”Tengo que demostrar que soy independiente”, intentando dar la imagen de la persona sobrada, la que siempre da, como si estuviese haciendo un continuo favor al otro: – “No necesito nada de nadie”, a menudo cambiando de pareja, de trabajo,…toda la vida. Se trata de un montaje: no aguanta cuando está sometido a presión. Finalidad del carácter oral: es la lucha que se establece entre querer ser independiente y ser dependiente. Ejercicios bioenergéticos para el Carácter Oral Secuencia elaborada por José Ignacio Fernández Alonso y Monika Klein. EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN Para desbloquear las zonas de más tensiones. Su efecto liberador y tranquilizador ayuda a restablecer el fluir de la energía bloqueada Carácter Oral Respiración abdominal Túmbate sobre la espalda, con las piernas ligeramente separadas y dobladas, las plantas de los pies apoyadas sobre el suelo. Con las manos colocadas en el abdomen, una por encima del ombligo y justo debajo del mismo. Concentramos nuestra atención en la respiración. Inhalamos por la nariz y exhalamos lenta y suavemente por la boca ,que está ligeramente abierta. Relajamos la cara, los ojos, la frente, la lengua, los labios y las mandíbulas. Sintiendo el contacto de las manos, llevamos la atención a esta zona y dirigimos todo el aire hacia el abdomen. Respiramos tranquilamente y sin forzar, observando cómo, poco a poco, con cada inspiración, el vientre se va hinchando como un globo, para luego deshincharse completamente. Inspiramos por la boca, llevamos el aire al abdomen y exhalamos por la boca, el ritmo se hace más lento, la respiración más profunda. Sentimos como nuestras manos suben y bajan al tiempo que nos relajamos más y más. Inspiración y exhalación se hacen cada vez más fluida y rítmica, como el oleaje del mar. Respiración torácica Para desbloquear tensiones en el cuello, espalda y costados. Seguimos inhalando con la nariz y exhalando por la boca entreabierta. Manteniendo la misma posición, vamos cambiando las manos: ponemos una mano en el centro del pecho y la otra en la garganta, sin ejercer presión. Permitimos que el contacto con estas zonas desplace la respiración a la parte superior del cuerpo. Sin forzar y conscientemente, dirigimos todo el aire al pecho notando como se expande, los costados se estiran durante la inspiración y vuelven a su posición inicial en la expiración. Empezamos a inspirar suavemente por la boca ligeramente abierta. Notamos como la garganta se ablanda y gradualmente deja entrar más aire, sentimos como se mueve todo nuestro pecho y la espalda. El pecho se abre y se cierra, se llena y se vacía, las tensiones se aflojan. Disfrutamos de esta sensación. Respiración completa Manteniendo la posición y el ritmo de nuestra respiración vamos desplazando la mano de la garganta al abdomen mientras la otra se queda en el centro del pecho. Ahora vamos a dirigir el aire primero al vientre y de ahí al pecho, exhalando vaciamos primero el pecho y después el abdomen. No hay que forzar nada, simplemente poner la atención, primero sentir la mano en el abdomen, mandar el aire ahí, desde ahí dirigirlo hacia el pecho expandiendo la zona torácica, la exhalación empieza en el pecho, continuando por vaciar completamente el abdomen. Las manos suben y bajan al ritmo de la respiración. Sentimos la carga energética y con la descarga nos abandonan las tensiones. La energía fluye. Ejercicios de la voz Para percibir la respiración con más claridad y para hacer más profunda y lenta la exhalación del aire. Proporciona una relajación física profunda y elimina bloqueos psíquicos Vamos a poner la Posición del Zen: Sentados, con las piernas cruzadas, la espalda relajada, la columna recta y la mirada a dos metros en frente; O bien, de pie en postura de enraizamiento (como en Chi-Kung). Respirando de forma relajada y fluida. Música: Inhalamos por la nariz y dejamos salir el aire por la boca. Ahora vamos a empezar a exhalar largamente cantando el sonido a. Inspiramos profundamente y exhalamos con este sonido un tiempo, notamos las vibraciones que nos produce en el cuerpo. Después hacemos lo mismo con las vocales o,u,i y e. Pronunciamos vocales sueltas en el momento de exhalar el aire: Pones la atención en percibir las diferencias que se producen al entonar dos vocales diferentes. ¿Percibes las diferentes vibraciones que la voz produce en el cuerpo? Vamos cambiando la intensidad de la voz. Empezamos con la voz baja para ir aumentando el volumen hasta donde sea posible. ¿Cómo sientes la diferencia? Es importante que prestes atención a los sonidos que emites. ¿Cómo suenan? ¿Cambian? ¿Se hace más profunda tu respiración? ¿Cómo sientes tu garganta? ¿Afloran sentimientos? Si es así, presta mucha atención. Ahora tienes este tiempo que tú mism@ has elegido, experimenta con otros sonidos. Si te apetece puedes exhalar con quejidos, suspiros, gruñidos, susurros, etc. Date la libertad de expresar lo que necesites. Escucha interior Ojos cerrados. Poco a poco vamos dejando de emitir sonidos, respiramos tranquilamente, mantenemos la postura y con los ojos cerrados miramos hacia adentro de nosotros mismos. ¿Cómo te sientes ahora? ¿Cómo es tu respiración? ¿Cómo percibes tu garganta? ¿Tu mirada es más clara? ¿Cómo percibes tu cuerpo? ¿Te has aproximado a ti mismo? EJERCICIOS EN EL SUELO 1. ESCUCHA EN EL SUELO Postura básica de suelo: tumbados boca arriba, las piernas dobladas y las plantas de los pies firmemente apoyadas en el suelo, los pies abiertos con el ancho de las caderas, los brazos se abandonan a lo largo del cuerpo, la cabeza está erguida, la barbilla un poco metida. Cierra los ojos. Toma conciencia de tu cuerpo, siente tu peso, siente el contacto con la tierra, observa la respiración, que se hace tranquila y profunda. 2. MULLIR LA PELVIS Este ejercicio permite extender la relajación de la pelvis hacia arriba, a través del diafragma, hasta el tórax. Toma la postura del punto 1 y acerca los talones a los glúteos, apoyando bien las plantas de los pies en el suelo. Al mismo tiempo, levanta la pelvis lo más arriba posible, hasta formar un puente con piernas, pelvis y espalda. Luego relaja los glúteos y baja un poco la pelvis (unos 10 centímetros). Ahora eleva muy lentamente los talones del suelo, un centímetro a la vez, y bájalos igual de despacio hasta casi tocar el suelo. Realiza este movimiento varias veces, lentamente, arriba y abajo, hasta que las piernas empiecen a temblar. Acuérdate de mantener la mandíbula y los glúteos relajados. Deja que aumenten las vibraciones, moviendo los talones hacia el punto en que se origina el reflejo vibrador. Deja que las vibraciones se transmitan a la pelvis y el abdomen. Continúa con este ejercicio y respira profundamente dejando salir sonidos de satisfacción. 3. EJERCICIOS MUSCULARES PARA LA SEXUALIDAD Fortalece los músculos que son especialmente importantes para la sexualidad (vagina, músculo que rodea el órgano sexual masculino, esfínter del ano). Estiramientos de los músculos pélvicos: Tumbado sobre la espalda, cruza los tobillos y acerca las rodillas al pecho. Pasa las manos por debajo de las pantorrillas y coge el talón izquierdo con la mano derecha y el talón derecho con la mano izquierda. Mantén la cabeza apoyada contra el suelo. Respira varias veces relajada y profundamente. A continuación, mientras exhalas el aire, aprieta con fuerza el esfínter y los restantes músculos de las caderas, hasta tener la sensación de tirar del ano hacia adentro y hacia arriba. Relaja los músculos al inspirar. Repite este proceso de tensión-relajación varias veces. Acompáñalo con la voz. Ahora, mientras tomas aire, imagina como se ensancha la cadera y presiona ligeramente el esfínter hacia afuera, sin miedo. Después de este movimiento de expansión, encoge los músculos y exhala. De esta forma las caderas se dilatan y se contraen, alternativamente. Deja que la respiración fluya hasta el abdomen mientras haces el ejercicio. Siente como circula la sangre en las caderas. ¿Percibes una oleada de calor en esta zona? Repite el ejercicio. Vuelve a apretar con fuerza el esfínter y los músculos de la zona pélvica como tirando del ano hacia adentro y hacia arriba. Relaja los músculos al inspirar. Dale voz a las sensaciones y sentimientos. Ahora, retira las manos, baja y estira las piernas y coloca los brazos a los lados. Escucha interior: en esta postura, observa cómo te sientes ahora, ¿qué sensación tienes en la región pélvica?, ¿Se te ha movido algo? Estiramiento de los abductores : (Usar una manta, cojín, etc. debajo de la parte lumbar) Acerca los pies a las nalgas, junta las plantas de los pies y abre las piernas todo lo que puedas. Coloca las manos sobre el abdomen para percibir los movimientos de tu respiración. Intenta separar al máximo, pero sin sobrepasar los propios límites. ¿Sientes dolor en adoptar esta posición? Intenta reducir el dolor respirando con más conciencia y relajando la parte superior de la espalda y la cara. ¿Disminuye el dolor? ¿Cómo te sientes en esta posición? ¿Estás cómod@? ¿Notas algún bloqueo en las caderas o muslos? ¿Percibes vibraciones o cosquilleos en los músculos de las piernas? Permanece al menos un minuto en esta posición. Relájate cuanto puedas y con mucho cuidado intenta aumentar el estiramiento mientras respiras profundamente. Para finalizar, extiende las piernas de nuevo y relájate. Observa las sensaciones y/o cambios que han producido en ti este ejercicio. Dejarse llevar : tumbad@ sobre la espalda, cruza las manos detrás de la nuca. Dobla las piernas. Levanta los pies, lleva las rodillas al pecho y abre las piernas todo lo que puedas. Relaja los pies y las pantorrillas y obsérvate a ti mism@ en esta posición. ¿Sientes como se estiran los muslos? ¿Estás dejando entrar y salir aire libremente o te encuentras conteniéndolo de alguna manera? ¿Cómo te sientes en esta posición? Sin abandonar la postura, empieza a dibujar pequeños círculos con la pelvis. Gira suavemente en el sentido de las agujas del reloj y luego en sentido contrario. Las piernas deben seguir el movimiento de las caderas. … ¿Sientes un efecto relajante? ¿Respiras de forma más plena y profunda? … Inspira una vez por la boca y observa los cambios que se producen en tí. … Deja de mover las caderas, baja las piernas, coloca los brazos a los lados del cuerpo y relájate. Escucha interior: ¿Cómo te sientes ahora? ¿Cómo percibes tu región pélvica? ¿Quedan tensiones o te sientes libre de ellas? ¿Cómo percibes tu cuerpo? ¿Te has aproximado a ti mism@? 4. GOLPEAR LA PELVIS Usando el cojín o manta anterior, debajo de la zona lumbar, tomamos la posición básica, tumbados sobre la espalda en el suelo y con los pies bien apoyados en la tierra. Levanta la pelvis y con la región del hueso sacro empieza a golpear ligeramente, amortiguando el golpe en el suelo. Repite este movimiento rápida y rítmicamente durante un minuto. Haz como si golpearas la pelvis para echarla fuera, a fin de eliminar la energía acumulada. Acompaña cada golpe con un sonido profundo procedente de la misma pelvis. Si este ejercicio despierta una cólera rabiosa, aumenta los golpes, acentuando el movimiento de la pelvis y gritando las palabras que te surjan. Escucha interior: En la postura inicial, presta atención a los estímulos interiores que provienen de la región pélvica. EL BERRINCHE (sacar la rabia) El ejercicio constituye una oportunidad para desahogarse a fondo. Tumbad@ sobre la espalda, cierra los puños, dobla las piernas y empieza a patalear y a dar puñetazos contra el suelo (sobre la manta o el cojín). ¡Mantén las rodillas dobladas al dar las patadas! (evitar lesiones en la espalda) Patalea como te apetezca. Intercala puntapiés, patadas y golpes con gritos enfurecidos que salgan de lo más hondo de tu ser o utiliza palabras como “NO”, “NO QUIERO”, “VETE”,… Aprovecha para aumentar el volumen de la voz. Sigue con el berrinche hasta que hayas agotado tus fuerzas. Después relaja los brazos y las piernas, permanece tendido en el suelo y relájate. Date la vuelta a la derecha y ponte en posición fetal. … Ahora, poco a poco, te vas estirando, tomando a la vez contacto con tu respiración. Comienzas a explorar y a reconocer el espacio a tu alrededor. Cuando lo sientas puedes abrir los ojos mientras continúas tomando contacto con tu alrededor. … Ahora, cada cual, a su tiempo, se va incorporando hasta ponerse en pie. BIOENERGÉTICA: El carácter Psicopático Teoría por J. Ignacio Fernández Alonso y Mónica Klein CARÁCTER PSICOPÁTICO INTRODUCCIÓN Este carácter es un poco complejo pero diremos que la esencia de la actitud psicopática es la NEGACIÓN de los sentimientos (recordemos que el carácter esquizoide se disocia de sus sentimientos). En la personalidad psicopática, el ego o, la mente, se vuelve contra su propio cuerpo y sus sentimientos, especialmente los sexuales. El ego sano debería apoyar al cuerpo y a uno mismo positivamente, no subvertir la energía en beneficio de la imagen. Otro aspecto a tener en cuenta de este carácter es su afán de conseguir/conquistar poder, y la necesidad de dominar y controlar. La forma de conquistar el poder la podemos dividir en dos: una es la de imponerse violentamente, de una forma tiránica “Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros” – Sócrates / 470 AC – 399 AC La segunda forma es ir minando la fortaleza de un individuo de modos seductores. Condición bioenergética Según se imponga el individuo con ese carácter de manera abierta o seductora, tendrá una condición distinta; en la primera se puede observar una gran desproporción en el cuerpo de las dos mitades del mismo: la superior y la inferior (cintura a piernas). La energía en la parte superior es muy grande en comparación de la inferior. Generalmente hay un bloqueo de energía alrededor de la cintura + diafragma que bloquea la circulación de esta así como de sentimientos hacia la parte de abajo. Su cabeza está sobrecargada de energía, hay una excesiva excitación del aparato mental. Sus ojos están siempre observando con desconfianza (no abiertos para ver las interrelaciones). La necesidad de imponerse también está dirigida contra el yo. La cabeza está tensa y el cuerpo dominado tensamente. Características físicas Como se ha dicho, muestra un desarrollo desproporcionado de la mitad superior del cuerpo ( imagen ampliada del yo), mientras que la mitad inferior es más débil y podría parecerse en este tramo a la del carácter oral, incluso, podría encontrase con una combinación de rígido y oral o también masoquista y oral ( en el tipo más seductor ). Hay tensiones marcadas en la zona ocular que comprenden los ojos y la zona occipital. Tanto en el violento como en el seductor puede apreciarse la desproporción de las dos mitades del cuerpo. Pero en el primero es más marcado que en el segundo, que es más proporcionado. Características psicológicas Una personalidad psicopática necesita tener a una persona a quien pueda controlar; pero aunque parezca que lo domina, al mismo tiempo depende de ella por lo que existe un carácter oral en cierto modo, dentro de este carácter. Dicha necesidad de controlar o dominar está íntimamente relacionada con el temor de ser controlado. Es decir, ser usado, el sujeto NO puede tolerar una derrota…esto colocaría a la persona que la sufre en la posición de una víctima. La negación del sentimiento es básicamente una negación de la necesidad. La maniobra del carácter psicopático consiste en hacer que los demás lo necesiten a él, para no tener que expresar su propia necesidad; por eso, siempre está en “la parte más alta del mundo”. Factores etiológicos e históricos Entender el carácter psicopático es sumamente complejo pues él mismo niega el sentimiento. Por ello, unas palabras sobre la historia personal contribuirán a entender el proceso de curación. El factor más importante para entender cómo funciona el carácter psicopático es saber que el padre o la madre son seductores sexuales. Esta seducción es vetada, y para satisfacer las necesidades narcisistas del padre o la madre, así atrae al niño/a y lo vincula. Una relación así no tiene en cuenta las necesidades del/a niño/a de apoyo y contacto físico (esta carencia de apoyo explica la parte oral del carácter ). La relación seductora crea un triángulo en el que la/el niña/o se pone en contra del progenitor del mismo sexo impidiéndole su identificación con él y estimulando al mismo tiempo, la identificación con el progenitor del sexo opuesto. Hay además un elemento masoquista derivado de la sumisión al progenitor seductor: el/la niño/a no puede ni rebelarse ni alejarse de la situación, la única defensa es interna. Este elemento masoquista aún es más fuerte en el tipo seductor. La primera maniobra es la de entablar una relación en un papel masoquísticamente sumiso, después entrará el papel sádico de la relación. Aspecto espiritual El problema principal es el de haber sido traicionado y tiene miedo de dejarse llevar y confiar, puesto que fue utilizado intenta controlar a los demás atrayendo la agresión y la traición hacia sí mism@. Teme que su esencia interna sea mala o cruel debido a lo que proyecta. Su necesidad sería la de poder confiar en los demás poder cometer errores y sentirse segur@. Lo que necesita es liberarse del pánico y sentirse segur@. Debe de aprender a confiar en sí mism@ y en los demás. Han de dejar de precipitarse hacia el futuro y RENDIRSE a la expresión divina del Universo, que es la vida en la Tierra tal y como es el presente, RENDIRSE a la condición humana con su imperfección actual y sentirse segur@s en esta condición humana. Es bueno sentir los propios pies. Calentarlos enraizándose en la Tierra, notar la energía en las piernas. Concentrándose en su Núcleo de Luz y repetirse el mantra ESTOY SEGUR@, SOY BUEN@. EJERCICIOS PSICOPÁTICO 1. Estiramientos. En especial ejercicios de pelvis y piernas. Apoyarse sobre el pie derecho, estirar el brazo derecho hacia el lado opuesto, mano izquierda en cadera empuja cadera hacia la derecha. Cambio Dedos cruzados en nuca. Doblarse hacia un lado y hacia el otro. Dedos cruzados en nuca. Torsión hacia uno y otro lado. Misma posición anterior. Doblarse para acercar la frente hacia una y otra rodilla. Estiramiento de columna vertebral. Sacar cuello. Girar pelvis y movimientos pélvicos. Estiramiento de espalda. En posición de pie. Llevar la rodilla al pecho. Tomar dedo grande del pie y estirar la pierna. 2. Golpear el suelo con los glúteos. Acostado y con las plantas de los pies asentados en el suelo inhalar y levantar pelvis, exhalar y golpear el suelo con los glúteos. 3. Flexión de rodillas. De pie. Llevar las manos al frente y flexionar las rodillas tanto como sea posible sin levantar los talones. Puede hacerse en función de estiramiento o en posición de estrés. También puede hacerse por parejas tomados de las muñecas. 4. Frente a frente, por parejas, unos sosteniéndose solamente con las piernas, el otro empujándolo con una mano sobre el pecho. Cambian. ¿Es mejor aguantar que empujar? 5. Luchas: Sentados de frente, juntando las plantas de los pies y apoyándose en manos tratar de llevar al otro a la pared opuesta. Después sentados, espalda con espalda. Igualmente tratar de llevar al otro a la pared opuesta. 6. Igualmente sentados, tanto terapeuta como paciente. El terapeuta pasa los brazos hacia el frente por los hombros del paciente y atrapa a este quien tiene los brazos como atrapados por detrás. Una vez que el terapeuta ha afianzado bien al paciente se le invita a liberarse haciendo énfasis en que siente de quien quiere liberarse. Esta situación puede llevar a catarsis y hay que invitarlos a que descarguen rabia. 7. MASAJE. Profundo en cuello, hombros, nuca (sentados). 8. Delicado, relajante, tratando de que el terapeuta transmita amor. El paciente acostado de espaldas. El terapeuta le da el masaje en cara y cuello con la modalidad de que hace tamborilear suavemente con los dedos como si tecleara. 9. Después, se entrelazan las manos de terapeuta debajo de la nuca del paciente y se le mede la cabeza con movimientos suave casi imperceptibles. El paciente acostado, con almohada bajo su espalda para que su cabeza caiga libremente. Esta debe permanecer libre, no permitiendo que el paciente tome el control. 10. MUSICA AFRICANA. Mover la cabeza libremente, no bailar, después brazos, después piernas y después bailar. 11. Terapeuta situado detrás del paciente. Ambos de pie. Terapeuta toma la cabeza del paciente y la mueve a voluntad, venciendo resistencia del paciente. Después se le mueven hombros y brazos. 12. Música rítmica africana, caminando, buscando identificarse con un animal interior. Representando a dicho animal, enfrentarse a los demás. Expresar rabia. Tratando de asustar, después enfrentándose. Cuando llegan a un nivel alto de enfrentamiento proporcionar toalla enrollada para que luchen tirando de los extremos. 13. A ciegas, caminando por el salón y contactando a los otros y expresarse afecto mutuamente. 14. Abrazados, cuerpo a cuerpo de costado, en círculo, muy bien pegados, se giran todos hacia un lado y a un tiempo todos se sientan sobre las piernas del compañero de atrás. Después sentido contrario. Carácter masoquista BIOENERGÉTICA Teoría por José Ignacio Fernández Alonso y Monika Klein. CARÁCTER MASOQUISTA: El carácter abnegado “Si hago lo que tú quieres que te gustaré” (idea loca) Aura del carácter masoquista UNA ACTITUD ANTE LA VIDA “Es demasiado” En general se asocia el masoquismo con el deseo y el placer de sufrir. Y de manera más específica alude a una perversión sexual que consiste en buscar el placer a través del dolor, sea éste físico o emocional, infringido por la persona deseada. No se trata de esto cuando hablamos del carácter masoquista en Bioenergética. Lo más característico de este carácter es la sumisión. Esta sumisión sucede y se muestra sólo exteriormente, sin embargo, por dentro está ocurriendo todo lo contrario. Es frecuente la queja pero no se rebela. Es común que por dentro, a un nivel emocional más profundo, albergue fuertes sentimientos de rencor, negativismo, hostilidad y superioridad. Pero estos sentimientos están energéticamente bloqueados ya que estas personas temen explotar de manera violenta. Son personas que a menudo padecen por el hecho de tener “siempre demasiado”: Demasiadas cosas que hacer Demasiadas sensaciones no asimiladas Demasiada comida Son personas que, en lo que respecta a tomar o dejar entrar en su interior, no escogen mucho. Comen sin lamentarse, incluso lo que es indigesto y permanecen sentados sobre su inmensa furia. CUERPO Parece como si llevasen un peso sobre las espaldas y a menudo tienden a acumular masa muscular o adiposa, a veces parece que tengan el cuello corto, sus movimientos son fatigosos. Precisamente por el miedo que tienen a explotar, normalmente poco consciente, estructuran en su cuerpo un patrón muscular de contención. Se trata de una estructura muscular poderosa y maciza que frena toda manifestación directa de las emociones negativas y sólo permite dar salida a las manifestaciones verbales y las quejas. Su sensación física comprende, por una parte una sensación de pesadez y por la otra ira reprimida y una irritabilidad interior. En realidad se sienten cargados y al mismo tiempo sosegados, de manera que su furia se manifiesta exteriormente sólo con manifestaciones verbales o quejidos. FINALIDAD DEL CARÁCTER (Correlato psicológico) La fuerte contención energética reduce notablemente su agresividad, limita su búsqueda de reconocimiento y su capacidad de autodefensa. En lugar de defenderse se queja y se lamenta. La queja es la única expresión vocal que puede emitirse fácilmente con la garganta cerrada. En lugar de agresividad, podemos observar un comportamiento provocativo en estas personas, que tiende a arrancar a la persona objetivo una reacción lo bastante fuerte para que les permita a aquellas desahgorse de forma violenta y explosiva. Este patrón se puede observar en diversas situaciones y es también característico en el sexo. El estancamiento de la carga energética debido a que ésta se encuentra fuertemente reprimida, produce en estas personas la sensación de estar “atascado en una ciénaga”, sin poder moverse libremente. Otra de sus características es cierta actitud de sumisión y complacencia. A nivel consciente se auto-identifica con el deseo de agradar, pero a nivel inconsciente esta actitud es desplazada por el rencor, el negativismo y la hostilidad. Estas emociones suprimidas deben desahogarse para que estas personas puedan reaccionar libremente a las situaciones de la vida. Los puntos de fuerza de estas personas consisten, sobre todo cuando logran expresar su furor en el momento justo, en la capacidad de sufrir y en su sentido de la confianza: deseo de estrechar los contactos personales asumir las responsabilidades (hacerlo todo para luego culpar de la gran carga obtenida) superar las crisis (¡soy muy fuerte!) En las relaciones interpersonales se sienten a menudo frustrados o poco considerados, lo que a menudo les lleva a encerrarse en sí mismos. Pueden ser personas excesivamente generosas, siempre dispuestas a satisfacer las necesidades de otros. Son grandes cuidadores. También pueden ser políticos (W. Churchill), artistas (Santiago Segura), etc. Otro ejemplo es el personaje Sancho Panza. FORMACIÓN DEL CARÁCTER (Etiología) Esta estructura de carácter surge en la etapa pre-genital, entre el primer y el tercer año de vida. Es el momento en que el niño empieza a separarse de la madre. “La pequeña adolescencia”, la época del “NO”, de la oposición a los padres, de la auto-afirmación. La experiencia que da origen a esta estructura del carácter ocurre en el seno de familias en las que el amor y la aceptación se combinan con presiones rigurosas. Es frecuente encontrar una madre dominante y abnegada y puede ser también una madre sobre-protectora (incluso ambas cosas). Con frecuencia vamos a encontrar un padre pasivo y resignado, o bien uno emocionalmente distante/ausente. La madre dominante sofoca literalmente al niño, lo anula y le hace sentirse extraordinariamente culpable por cualquier intento de declarar su libertad o de exteriorizar una actitud negativa. Es típica una fuerte concentración en comer y en “eliminar”, es decir, para el niño es algo así como una presión desde arriba y desde abajo: “sé un buen niño”, “da gusto a tu madre”, “acábate la comida”, “haz de vientre regularmente que mamá lo vea”, etc. Todos los intentos del niño por auto-afirmarse frente a estas presiones fueron aplastados. Todos los tipos de estructura masoquista tuvieron explosiones de ira cuando eran niños y les obligaron siempre a ceder. Una experiencia común de la niñez es la sensación de estar aprisionados, con sólo una reacción posible de rencor, que termina con la derrota y el desplome del individuo. El niño no ve la manera de salir de esta situación. La experiencia subjetiva es que estaba forzad@ a elegir entre el amor de sus padres (especialmente de la madre) y auto-afirmarse buscando satisfacer sus instintos y necesidades. La RENUNCIA que llevó a cabo produjo una gran FRUSTRACIÓN que le causa a la vez RABIA y MIEDO (emociones básicas). Esto origina una vivencia de rabia contenida contra el mundo, la vida y a la vez miedo a expresarse. Así, se convierte en un/a “niño@ buen@, sumis@ y callad@”. Con la segunda infancia, a los 3-7 años, se repite la experiencia, se repliega ante la autoridad, ante los niños más asertivos. En la adolescencia no se rebela. Al llegar a la edad adulta busca el permiso de otros y a veces es la pareja dominante o la maltratadora. A menudo su actitud provocadora invita a la agresión. El masoquista tiene miedo a cualquier situación precaria o a sacar el cuello (lo mismo debe decirse de los genitales) porque teme la mutilación. En este tipo de carácter se observa una fuerte ansiedad de castración. Pero más importante y sintomático es su temor de sentirse cercenado de las relaciones con sus padres que le proporcionan amor, pero bajo ciertas condiciones. Resumiendo, son cuestiones fundamentales en este carácter, las siguientes: Control de las funciones fisiológicas y represión de la autoexpresión Oral: experimentó la privación. Masoquista: experimentó la SUPRESIÓN de su independencia. La SUPRESIÓN se ha podido producir de las siguientes maneras: Control y sobreprotección con la apariencia de cuidado. El niño se vuelve obediente y se convierte en un buen chico. Ironía, castigo, en nombre de buenos sentimientos, del tipo: “es por tu bien” y una amenaza de retirar el amor al niño si no obedece. El niño bloquea sus sentimientos agresivos, pero al hacerlo con ellos también se bloquean sus sentimientos tiernos genuinos. La enseñanza del aseo, forzando al niño a estar dispuesto según los horarios y conveniencias de sus padres. Se crean en el niño tensiones en la parte baja del cuerpo (control intestinal y de esfínteres) así como en la parte superior, para suprimir la rabia. El ego del masoquista fue literalmente aplastado. La agresión entonces se vuelve contra sí mismo. Humillación Ha sido profundamente humillado y se siente inferior. Pudo vivir el rechazo en la fase edípica, momento en que los niños necesitan sentirse valorados Asoció su cuerpo con algo sucio y desagradable Desconfianza Se ha sentido querido por la madre, por tanto no ha vivido un sentimiento de privación del amor materno sino que más bien ha sido asfixiado (madre asfixiante). La desconfianza viene de la experiencia de que los sentimientos tiernos de la madre fueron utilizados para humillarle o manipularle hasta lograr su sumisión. Por eso desconfía de los sentimientos tiernos de otras personas. ASPECTO FÍSICO Y CONDICIÓN BIOENERGÉTICA Bajo de estatura, recio y musculoso. Músculos poderosos Piel de color moreno Forma de tonel Cuello corto y grueso. Morillo de toro (como con mucha tensión) Cabeza hundida Ojos que transmiten tristeza, sufrimiento, dolor (disimulado) Expresión bonachona en la cara Cintura corta y ancha Pelvis prominente y glúteos planos. Recuerda la postura del perro con el rabo entre las piernas Trasero grande pero apretado, cerrado. Sufren mucho estreñimiento. Hombros caídos pero tensos Manos y pies pequeños ORAL – MASOQUISTA De cintura para arriba como el carácter oral, el cuerpo como el de una niña o un adolescente. De cintura para abajo de carácter masoquista: caderas y trasero anchos con la base de la pelvis levantada hacia arriba. Otra variante es el masoquista atípico con rasgos corporales esquizoides: alto y delgado. CONDICIÓN BIOENERGÉTICA En contraste con la estructura oral, la masoquista está cargada de energía. Esta carga está fuertemente retenida pero no congelada Órganos periféricos débilmente cargados. Acción expresiva limitada Garganta contraída que emite una voz débil y retenida salvo en los instantes de rabia Tensión en los hombros que limita la movilidad de los brazos Tensiones a nivel de suelo pélvico: limitan la expresión a nivel de tracto intestinal y órganos sexuales. Es frecuente dolencias de colon (colon irritable). Colapso de todo el organismo que se origina a nivel pélvico Las tensiones en el cuello y la cintura limitan la auto-expresión, lo que genera una tendencia a la ansiedad ENFOQUE TERAPÉUTICO Necesita aprender, mirando hacia adentro de sí mism@ para conocerse mejor Necesita también aprender a reconocer cuáles son sus necesidades más profundas Incluso se puede decir que a este carácter la meditación le va especialmente bien ya que le hace tanto bien como por tener que mantenerse concentrado en una única actividad Aumentar las capacidades expresivas con la ampliación y eliminación de los bloqueos del cuello, los hombros, la pelvis y las piernas Utilizar los ejercicios bioenergéticos para superar los límites de sus inhibiciones, para descargarse y renunciar al control Reconocer y dar expresión a su “demonio interior”, ese que internamente se burla de los esfuerzos que realizan ambos, paciente y terapeuta. Expresiones como “no quiero”, “te odio”, pueden llegar a aparecer. Este “demonio” va a inyectar constantemente la duda y la desconfianza en todas las situaciones de la vida y también frente a la terapia Observar el conflicto con el terapeuta: si no lo invalida y deja la terapia entonces muy probablemente hay tendencia a sumisión frente a él. Conexión y expresión abierta de sentimientos negativos El terapeuta debe cultivar una auténtica simpatía frente a los esfuerzos del paciente Atención a los hábitos y estilos de vida destructivos En terapia, el paciente masoquista lucha con sentimientos profundos de humillación cada vez que “se desahoga”, lo que puede manifestarse en forma de vómitos, eliminaciones fecales o actitudes de desafío. EJERCICIOS BIOENERGÉTICOS PARA EL CARACTER MASOQUISTA Teoría por José Ignacio Fernández Alonso y Monika Klein 1. Escucha interior En la postura de enraizamiento cierra los ojos y toma conciencia de tu cuerpo, de tu respiración, simplemente observa sin cambiar nada. Recorre mentalmente el cuerpo desde las plantas de los pies subiendo poco a poco por las piernas, por todo el torso, las manos y los brazos, el cuello, la cabeza…hasta la coronilla. Observa tus sentimientos mientras observas la respiración…poco a poco empiezas a mover los dedos de las manos ,las muñecas, el cuello, mueves la lengua y los músculos de la cara y abres los ojos, volviendo a tomar contacto con el lugar. 2. Movilización de los brazos y costados Asume la postura inicial y levanta ambos brazos extendidos sobre la cabeza, enlaza las manos, con las palmas hacia el techo. Empieza a llevar una mano hacia arriba, a fin de percibir claramente el estiramiento de todo el costado hasta el abdomen. Mantén la postura unos instantes, luego relájate. Lleva la otra mano hacia arriba, hasta volver a percibir el estiramiento del abdomen. Alterna las manos con una cadencia lenta y rítmica. Deja que la respiración salga cada vez con un prolongado sonido de “aah”. 3. Asentamiento Flexión del busto: desde la postura inicial, con las rodillas flexionadas, “abandona el busto” y muy lentamente, vértebra a vértebra déjalo caer hacia adelante, oscilando la cabeza y los brazos y dejando caer el peso. Imagina que este ejercicio ahuyenta todo lo que te molesta. Tus pies están fírmemente apoyados en el suelo, tus piernas te sostienen, tu cabeza y busto bambolean relajadamente. Respira profundamente llevando el aire al abdomen. Toma aire por la nariz y déjalo salir suavemente por la boca echando todo el aire. Hinchas y deshinchas el vientre al ritmo de tu respiración. Inhalas energía fresca y junto con el aire gastado dejas salir todas tus molestias. Acompaña la expiración con sonidos como “oooh”. Sigue bamboleando y deja que la fuerza de la gravedad atraiga el busto aún más abajo. Sigue respirando tranquila y profundamente mientras expresas tus sensaciones con la voz. Desenrollarse: ahora, lleva gradualmente el busto a una postura erguida, vértebra a vértebra sin cambiar la respiración. La cabeza y el cuello siguen bamboleándose relajados, hasta quedar erguido el busto. Trata de sentir el movimiento en cada vértebra. Lo último que sube es la cabeza. Vas abriendo los ojos. Agita un pie detrás de otro, agita la piernas, los brazos, mueve suavemente el cuello….haz escucha interior…vuelve a la postura inicial, cerramos los ojos, tu cuerpo está relajado…vuelve a prestar atención a tu interior... ¿cómo te sientes ahora? ¿qué sensaciones recorren tu cuerpo?..¿cómo es tu respiración?, ¿ha habido cambios? Escúchate. 4. Movimiento circular de la pelvis a) Desplazamiento lateral: asume la postura inicial. Carga todo el peso del cuerpo sobre una pierna y desplaza la pelvis en la misma dirección. Lleva el peso sobre la otra pierna y desplaza la pelvis en la dirección correspondiente. Oscilar rítmicamente: haz oscilar la pelvis durante un minuto alternando el movimiento con un compás de marcha rítmico, sosegado y elástico. Mantén las rodillas ligeramente dobladas, las piernas relajadas y el busto erguido. Inspira y espira profundamente con la boca ligeramente abierta. b) Desplazamiento hacia adelante y hacia atrás durante un minuto. Ahora lleva la pelvis adelante y atrás. Mueve sólo las articulaciones de las nalgas; las piernas y el busto permanecen inmóviles, las rodillas dobladas. Cuando mueves la pelvis adelante, arqueando ligeramente la región lumbar. Al hacerlo, inspira. Mientras lleves la pelvis hacia atrás exhala. Acompaña el movimiento con un sonido bajo que aumenta lentamente de intensidad. Si resulta difícil puede ayudar colocar una mano bajo el ombligo y la otra en el cóccix, para sentir mejor los movimientos. c) Rombos: ahora une los dos movimientos del punto a y b, para formar un rombo: derecha-adelante, izquierda-atrás. Continuando un minuto así. Invierte la dirección de rotación, durante otro minuto, sigue respirando con la boca semiabierta. d) Hacer rodar la pelvis: ahora, haz que la sucesión de los movimientos sea cada vez más circular de forma que la pelvis ejecute una verdadera circunvalación. Acuérdate de sólo mover las articulaciones de las nalgas y las vértebras lumbares, el resto del cuerpo está lo más quieto posible. Levanta ligera y lateralmente los brazos. Acompaña el movimiento con la respiración, inspira usando también la voz durante el movimiento hacia atrás y expira al adelantar. Mueve también la mandíbula con pequeños movimientos masticadores. La percepción sucesiva: cierra los ojos y presta atención: ¿puedes sentir también un movimiento interior, incluso una sensación de calor en la pelvis y la parte inferior de la espalda? Intenta establecer un contacto entre la pelvis y la cara, especialmente los ojos. 5. Ejercicios para los hombros y el cuello Para desbloquear tensiones a nivel de los hombros y la parte superior de la espalda, relajando también el cuello y la cabeza. Muy útil no sólo para el masoquista sino para quien está largo tiempo sentado mirando hacia abajo (teclado) y cuando estamos bajo tensiones y sobrecargado de trabajo. “La torre”: Asume la postura inicial de pie, enlaza las manos y levanta los brazos con las palmas hacia arriba. Alárgate lo más posible hacia lo alto y mantén esta postura unos 30 a 50 segundos. Luego baja lentamente los brazos a lo largo del cuerpo. Respira fluida y profundamente sin retener el aliento en ningún momento. “El broche”: Sigue en la postura inicial de pie. Alza los brazos sobre la cabeza y gira las palmas hacia afuera. Después junta las manos, palma contra palma; aprieta las manos con fuerza y mantén la presión medio minuto. “Despuntar las alas”: Desde la postura inicial de pie levanta los brazos sobre la cabeza con los codos doblados. Con una mano, coge el codo del brazo opuesto y llévalo hacia abajo, detrás de la cabeza, hacia la clavícula. Presta atención en mantener la espalda recta. Permanece en tensión alrededor de un minuto y luego suelta el codo y cambia de lado. Rotación de los codos: en la postura inicial de pie. Flexiona ligeramente los brazos detrás de la espalda y enlaza las manos. Mueve los codos muy lentamente hacia arriba, alternativamente. Siente el estiramiento. Permanece recto y deja que actúen las tensiones sobre los hombros y el tórax unos 30 segundos. Hacer palanca con los brazos: Postura inicial de pie. Extiende los brazos hacia atrás y enlaza las manos. Levanta las manos detrás de la espalda unos 30 segundos, lo más alto posible. Mantén el busto erguido. Contracción de los hombros: Postura inicial de pie. Flexiona los brazos con los codos hacia afuera y en alto, de modo que los hombros y los brazos formen una sola línea horizontal. Lleva los codos arriba y atrás. Mantén la postura unos 2 minutos. Siente las clavículas aproximándose/tocándose mientras se abre la parte superior del tórax. A cada espiración aumenta la distensión del tórax y con la inspiración no disminuyas absolutamente la contracción de los hombros. La percepción sucesiva: Postura inicial de pie y ojos cerrados. Desplaza tu atención por los brazos, los hombros y la parte superior del tronco, siente qué ha cambiado. ¿te parecen estas zonas más mullidas, cálidas y ligeras? Dejar caer los hombros: postura inicial de pie. Levanta los hombros hacia las orejas y luego déjalos caer con un movimiento brusco. 10 repeticiones. Acompañarlo de sonidos ligeros. Descargar los puños hacia abajo: Postura inicial de pie. Cierra las manos en puños y elévalos a la altura de los hombros. Descarga de 5 a 10 puñetazos con fuerza, con ambos brazos hacia el busto. Acompañarlo de sonidos fuertes y agudos. La percepción sucesiva: Postura inicial, ojos cerrados. Una vez más, desplaza tu atención por los brazos, los hombros, la parte superior de la espalda y el pecho. ¿Qué sensaciones percibes? BIOENERGÉTICA: EL CARÁCTER RÍGIDO Libertad a costa de entrega Teoría por José Ignacio Fernández Alonso y Monika Klein, modificada por mí Descripción Hablamos de una estructura rígida cuando la persona muestra una actitud de orgullo reflejado por una postura corporal erguida y tiesa. La cabeza elevada y la espalda recta son señales de su alto ego. Busca mostrar su superioridad e imponer al otro, dejar claro que es guap@, inteligente, fuerte. Trata de destacar ciertas características o capacidades para fascinar a los demás. Pero este orgullo es en defensa propia. La rigidez inflexible sirve para mantener el control y la preocupación por su imagen tapa el vacío y las heridas del interior. La persona con esta estructura de carácter experimentó en la niñez el rechazo de su progenitor del sexo opuesto, lo que fue vivido como una traición al amor, ya que el placer erótico, la sexualidad y el amor son la misma cosa para el niño. A fin de compensar este rechazo, decidió controlar los sentimientos de dolor, furia y bondad, conteniéndolos. Le atemoriza rendirse porque implicaría liberar de nuevo esos sentimientos. De tal modo no trata de alcanzar directamente lo que necesita, sino que lo intenta a través de manipulaciones. El rechazo del amor sexual hiere su orgullo. La persona rígida reprime sus sentimientos y acciones para no parecer tonta. Se muestra mundana, ambiciosa y agresivamente competitiva. Mientras dice “Soy superior, lo sé todo”, siente terror de ser traicionada y herida, por lo que evita cualquier vulnerabilidad. Mantiene la cabeza en alto y la columna recta, mostrando gran control exterior, e identificación con la realidad física. Utiliza esta fuerte posición del ego como excusa para evitar el descontrol, pues teme cualquier proceso involuntario no determinado por el ego. El yo interior se encuentra tapiado para evitar cualquier filtración de sentimientos. Realizará el acto sexual con desprecio, no con amor. Su contención crea más orgullo. Exige amor y deseo de los demás, pero cuando interactúa con ellos recurre seductoramente a modelos comparativos para no comprometerse. No ama, compite, lo que le hace sentir herido y competir aún más, en un círculo vicioso insatisfactorio. La persona rígida tiene miedo a ceder, para ella ceder es perder el control, quedarse atrapada, rendirse y someterse. Por eso pone todo su empeño en mantener la guardia para que no le utilicen ni se aprovechen de ella. Existe una orientación a explorar y dominar a los demás (como una venganza para que no le vuelvan a engañar, hace que dependan de él/ella), siendo incapaz de entrar en relaciones de igual a igual. Quieren un control total de sí mismos y de los demás: “No puedo mostrarme desnudo al mundo”. Ejemplo: Mostrar sensualidad como alguien sexy: por dentro es frío y rígido Para evitar esto frena sus impulsos de abrirse: el control sobre su conducta le asegura un buen contacto con la realidad, no obstante, también le priva de la espontaneidad. El conflicto básico de su personalidad es la incapacidad de entregarse al amor y al placer. Formación del carácter El carácter rígido se forma entre los 3 y los 7 años aproximadamente. El niño ha llegado a esta etapa sin vivenciar grandes carencias. A los tres años el niño ya no depende tanto de sus padres para recibir energía. Cada vez siente más necesidad de expresar su afecto, de descargar su energía. Entra en la fase genital, es decir, desarrolla un interés por sus genitales. En estas edades el niño necesita satisfacer unas necesidades amorosas, eróticas (empiezan a masturbarse) y expresar sus sentimientos a sus padres. El niño se encuentra en la fase edípica y su deseo se dirige hacia el padre del sexo opuesto. El aspecto sexual va unido al sentimiento de amor. El niño es completamente inocente y expresa su amor como deseo de intimidad física y de placer erótico. Anhela al progenitor del sexo opuesto y empieza a competir con el progenitor del mismo sexo por el objeto de amor. Cuando el padre/la madre rechaza la sexualidad manifiesta del niño, este al principio no lo entiende. Existe una gran incomprensión. Siente el rechazo inesperado como amenaza de pérdida del amor. Es una experiencia muy dolorosa. El padre/la madre la ha traicionado, se siente castrado, le odia por el rechazo; además suele desarrollar culpabilidad hacia el progenitor del mismo sexo por competir con él; el niño también se siente traidor por esta competencia. Odia a ambos y lo expresa volviéndose agresivo, hostil, exigente. Vive un conflicto y confusión. Estas descargas desagradables son reprimidas por los padres y el grado de represión determinará la variante de carácter rígido que va a desarrollar el niño. Al verse privado de su necesidad de vivir su mundo erótico genital, el niño se repliega en sí mismo, la energía se paraliza básicamente en la zona de los genitales y de la cabeza. El rechazo de su sexualidad se le queda grabado, va a tener grandes dificultades de expresar su amor y afecto y en recibirlo. Teme que esta experiencia se va a repetir, que van a volver a rechazarlo. No quiere sentirse humillado otra vez. No va a entregarse de nuevo para evitar vivirlo una vez más. Características físicas y condición bioenergética Correlato corporal Cuerpo armónico, proporcionado. Perfecto desde el punto de vista morfológica Cuerpo vivo, tiene mucha presencia y atracción Está integrado y conectado Se mantiene muy derecho, tendencia a la rigidez Espina dorsal recta Cabeza erguida Ojos brillantes Buen color de la piel Los glúteos salen hacia atrás Condición bioenergética Está muy cargado de energía pero no la saca toda Mucha energía en los puntos periféricos de contacto con el medio, puede tantear, es decir, controlar la realidad antes de entrar en acción La retirada es periférica: permite la circulación de los sentimientos pero limita su expresión Mucha energía en la cabeza (tensiones de cuello y en la base del cráneo provocan una acumulación de energía en la cabeza) La tensión en el diafragma impide que la energía de la cabeza conecte con la parte inferior Anillo de tensión a la cintura, desconectando la sexualidad del corazón Mucha energía contenida: tensión en la parte genital, pero desconectado con el mundo de la emoción Muchas tensiones en los músculos largos extensores y tensores (rígidos en las capas superficiales) Tensiones en los ojos (como si tuvieran mucha luz pero no la manifiestan) Tensiones en el tórax, inspiración contenida Espalda tensa, recta y rígida (para no dejarse ir, autocontrol) Características psicológicas La experiencia dolorosa vivida por el rechazo de la búsqueda del placer erótico y sexual marca al carácter rígido y en adelante se controla para evitar una nueva humillación mostrando una actitud de orgullo. En general, la persona rígida teme la sumisión que para ella significa la pérdida de su libertad, su independencia. Para mantener esta libertad, la persona rígida se controla a sí misma y a los demás. Controla todo lo que está a su alrededor para no conectar con su interior (control = energía basada en el miedo). Está en contacto con la realidad. Se convierte en una persona ambiciosa, competitiva y agresiva. Para esta persona, la pasividad es lo mismo que la vulnerabilidad. Está en contacto con sus sentimientos pero no los expresa ya que es un gran peligro. Capta muchas sensaciones pero las controla en su mente. En el contacto sexual le cuesta mucho la entrega, si se entrega se rinde, si se rinde puede ser destruido. A menudo busca el placer sexual sin implicación emocional. En la relación íntima no confía en su pareja, no se entrega, teme la nueva traición. Quiere,…pero no ama. Los subtipos del carácter rígido REPRESIÓN SEXUALIDAD +AGRESIVIDAD Hombre fálico – narcisista pasivo – femenino Mujer masculino-agresivo histérico Fálico – Narcisista El padre no cortó la agresividad al niño, por lo que está en contacto con su energía de una forma desenvuelta en el mundo y un carácter basado exclusivamente en la realidad lo que le aporta seguridad en sí mismo y de esta forma suele conseguir un estatus social y/o económico. A menudo será arrogante y vigoroso pero abiertamente agresivo atacando antes de que le ataquen a él. Muy hablador y ambicioso. Pasivo – Femenino El padre si reprimió en este caso la agresividad del niño, es frecuente que tenga que ver el tener una madre seductora, que teme al padre primero. En este caso no está en contacto con su energía y agresividad por lo que tiene problemas para enfrentarse a todo lo que “huele” a varón; tiene ciertos rasgos femeninos e incluso se puede dar una voz afeminada. Se pueden dar muchos aspectos psicológicos masoquistas porque no sabe enfrentarse al mundo, es mucho más blando y suave que el tipo fálico-narcisista. Esto es, una pasividad y una latente homosexualidad (así, mostraría al padre que no es un peligro). Corporalmente se pueden distinguir: con los hombros estrechos y redondeados, la zona pélvica más prominente, más femenino (parecido al oral) o bien, con los hombros anchos, cintura y caderas estrechas (más parecido al psicopático) Las manos son blandas y bastante débiles. Sus modales son muy corteses y suaves, siendo amistoso pero tímido,…se disculpa mucho. A veces es torpe. En cuanto al cuerpo, tiene mucha inmovilidad física, que se expresa en su incapacidad para mostrar las emociones. Las tensiones son profundas, siendo la musculatura suave y blanda. Masculino – Agresivo La niña no vivió el rechazo por los padres sino que la madre le permitió un grado de agresión aliándose con ella y proporcionándole un entorno seguro; sin embargo su sexualidad fue rechazada por el padre sin sentirse enfrentada a ambos progenitores, porque la madre estaba de su lado. Tiene mucha energía y puede ser abiertamente agresiva y “mandona” (puede parecerse al estereotipo de lesbiana masculina); es competitiva y siente desprecio hacia otras mujeres y probablemente hacia su propia feminidad y/o sexualidad. [vídeo Es muy exigente, consigo misma y no se permite debilidades; tiene comportamientos masculinos y un cuerpo fuerte, armónico pero con rasgos más masculinos, sin embargo existe una rigidez en los movimientos, la sexualidad reprimida, que es el camino normal de descarga de energía, resulta en una enorme cantidad de energía disponible. La suele retener por miedo a liberarla perdiendo así el control. Histérico La niña vivió la represión de su agresividad por parte de la madre. Está enfrentada por tanto a ambos progenitores, siendo el padre autoritario la niña puede desarrollar un gran temor hacia el varón. Vive la relación con la madre como una rivalidad por conseguir el afecto del padre; esta rivalidad le marca en su vida como adulta, compitiendo con otras mujeres manipulando para conseguir sus objetivos. Posee una gran rigidez corporal, se protege con una armadura de músculos en tensión; espalda rígida e inflexible, cuello "tieso", cabeza erguida y pelvis tensa. Hay una gran rigidez en las partes "blandas" del cuerpo frontal: pecho y vientre. La armadura funciona como retención de la ansiedad, genera una respiración reducida por un control inconsciente sobre los músculos, todo esto se oculta bajo un cuerpo armónico de gran belleza: tiene gracia y perfección, es la "femme fatal". [vídeo] Se caracteriza por un intenso temor a la sexualidad y un intenso aunque reprimido deseo sexual; son personas inclinadas a sexualizar todas las relaciones no sexuales y son propensas a los estallidos emocionales irracionales, a la dramatización y el comportamiento histriónico. Seducen para identificar el peligro, son las llamadas “calienta braguetas”, el contacto sexual despierta en ella una gran angustia, por eso, una vez que ha seducido, se retira fuertemente angustiada. Oral – histérico Combinación de privación oral y frustración genital: es una mezcla de características orales y rígidas. Existe una dependencia oral oculta por un rígido orgullo. Cuando una niña que ha padecido la privación oral hace del padre su objeto amoroso, le transfiere los deseos orales insatisfechos de contacto y apoyo, además de la necesidad de amor sexual. Cuando se enfrenta a la frustración genital, el daño es muy grave, ya que significa un rechazo a ambos niveles. El conflicto entre necesidades orales y deseo genital se manifiesta como una lucha entre la dependencia y la independencia. Se echa en falta una actitud agresiva hacia la vida y la sexualidad, la estructura corporal puede variar según la predominancia de las características orales y rígidas. ENFOQUE TERAPÉUTICO Trabajar la confianza – abrirle el corazón Ejercicios de abandono (dejarse caer de espaldas y que lo cojan) Trabajar la flexibilidad del cuerpo (rodillas, brazos,etc) Hacerle vivir los sentimientos tiernos y expresarlos como puros Trabajar las áreas de mayor tensión: cuello, hombros y pelvis Ejercicios para liberar las grandes tensiones sexuales que padecen Frente a la terapia (si es que asiste) se queja de falta de sentimientos. Desea abrirse a ellos, pero teme que le hagan daño, lo que expresa como “no me rendiré”. Escoge el sexo antes que el amor, lo que no es satisfactorio. Piensa que si se abre dolerá, si se cierra se privará de sentimientos. La terapia debe llevar a esta persona a conectar su corazón con sus genitales. En el proceso, la sombra dirá “no te amaré”, hasta que alcance la otra orilla del compromiso y el amor. Físicamente, la persona rígida presenta proporciones armoniosas, tiene mucha energía y está integrada. Puede tener dos tipos de bloques: una suerte de armadura en planchas o como cota de mallas, como si fuera un traje tejido con cadenas que le cubren el cuerpo. La pelvis está inclinada hacia atrás y es fría. Como tarea vital, el carácter rígido necesita abrir los centros de sentimiento y dejar que fluyan de una forma visible para los demás, compartiendo sus sentimientos. El paisaje interior de esta persona contiene aventuras, pasión y amor. Hay montañas que escalar, causas que defender e idilios que alimentar. Podrá volar, como Ícaro, hacia el Sol, o conducir a la gente hasta la tierra prometida; su amor y pasión por la vida resultan inspiradores para los demás, pudiendo ser un líder natural en cualquier área. Puede establecer contactos profundos con otras personas; podrá jugar en el universo y disfrutar plenamente la vida. EJERCICIOS DE BIOENERGÉTICA PARA EL CARÁCTER RÍGIDO Diciembre 5, 2009 Estos ejercicios sirven para trabajar las tensiones musculares que más afectan a la estructura del carácter rígido. Los estiramientos son para trabajar la zona alta, en especial hombros y cuello que es donde se encuentran las mayores tensiones musculares. Por José Ignacio Fernández Alonso y Monika Klein. Estiramientos de pie Postura de enraizamiento, pies paralelos, aproximadamente a la altura de los hombros, rodillas ligeramente flexionadas, respiración libre y relajada, dejando suelto el abdomen. 1. Eleva los brazos hacia el cielo, palmas hacia arriba. Cada vez que soltamos el aire estiramos uno de los brazos, como si quisiéramos tocar el cielo. Repetimos el ejercicio con el mismo brazo en total cinco veces. Luego cambiamos al otro brazo, misma operación. 2. La palma de la mano se apoya sobre la cabeza, mientras que al soltar el aire, con la otra mano estiramos hacia abajo, como si quisiéramos tocar el suelo. Repetimos el ejercicio 5 veces y cambiamos. 3. Movimientos de cuello: adelante-atrás y derecha-izquierda realizados con mucho cuidado. Ojos abiertos, tomando consciencia de la cómo está siendo nuestra respiración, sintiendo el estiramiento sin dolor, 10 repeticiones. 4. Pintar un círculo con la barbilla, moviendo en círculos la cabeza como si estuviéramos pintando un círculo frente a nosotros con la barbilla, 5 veces en cada sentido. 5. Movilizar la parte alta del cuerpo. Dejamos los brazos sueltos a lo largo del cuerpo y comenzamos a balancearnos de uno a otro lado sin dejar que los brazos suban más allá de la altura de la cintura. Después dejamos que los brazos lleguen un poco más arriba, a la altura del centro de la espalda, mientras nos balanceamos con el cuerpo de lado a lado, después un poco más hasta la altura de los hombros, luego bajamos progresivamente de nuevo hacia abajo, hasta por debajo de la cintura y nos vamos deteniendo. 6. Postura de enraizamiento. Pies un poco más separados, rodillas flexionadas, apoyando las manos justo por encima de las rodillas y mantenemos la espalda recta, hundiendo la región lumbar y mirando hacia el techo…después doblamos los codos y vamos bajando lentamente el torso hacia el suelo a la vez que flexionamos las rodillas y nos dejamos caer en el suelo suavemente mientras miramos al techo, finalmente dejamos caer la cabeza y flexionamos la espalda. Por último encogemos los músculos del abdomen, ahora vamos a enderezarnos arqueando lentamente la espina dorsal a partir del sacro y dejando la cabeza para el final. Repetir 10 veces una proyección mental en la que una ola nos recorre la espalda, desde la base del espinazo hasta la coronilla. Escucha interior Ahora vamos a trabajar con la pelvis. El trabajo con la pelvis persigue recuperar el movimiento libre y espontáneo en esa zona que el carácter rígido tiene inhibido a causa del miedo a la entrega, o dicho de otra forma: para sostener la actitud de no-entrega. La pelvis es fundamental en la expresión libre de uno mismo, lo que implica también el aspecto sexual. Nos encontramos en el suelo. Pintar con la pelvis: Sentimos que en la base de la pelvis tenemos la cabeza de una brocha de pintar, de punta redondeada. Separamos un poco las piernas, haciéndonos conscientes de nuestra respiración. Ahora movemos la pelvis adelante y atrás, visualizando cómo se traza un círculo contínuo de color rojo, cambiamos la dirección del círculo sin dejar de pintar….escuchamos nuestro interior… El arco bioenergético: es un ejercicio que también se usa en Tai chi, abre la respiración y aumenta la carga energética, poniendo en evidencia los cortes energéticos y las tensiones crónicas, ayudando a descargar la tensión muscular del vientre que ocasiona la barriga y la panza, comunes en personas de edad madura. Comenzamos. De pie, en la postura de enraizamiento y con los pies un poco más abiertos que la anchura de las caderas y los talones un poco hacia afuera, estiramos los codos como queriendo juntarlos y los puños hacia adelante para permitir que se abra el tórax. La pelvis relajada y la cabeza recta, ponemos la mirada en el horizonte sin dejarse caer demasiado hacia atrás pero con el pecho levantado. Los puños. con los nudillos hacia arriba, se sitúan a la altura de los riñones. Las rodillas flexionadas lo más posible sin levantar los talones del suelo. La pelvis “sale” hacia adelante…arqueándonos hacia atrás sobre las muñecas, dejamos caer el peso sobre los dedos de los pies pero sin levantar los talones del suelo. Respiramos poniendo atención y empujando con en el bajo vientre, dejamos salir un sonido: “Aaaah” durante la expiración…permitiendo que aparezcan vibraciones…realizamos escucha interior…cerrando los ojos tomando conciencia de los dolores o tensiones que hayan podido surgir…observarlos al igual que la forma de nuestro círculo, si ha sido más pronunciado por un lado que por otro y qué puede significar esto… Ejercicios en el suelo con mantas Escucha en el suelo: Postura básica de suelo: tumbados boca arriba, las piernas dobladas y las plantas de los pies firmemente apoyadas en el suelo, los pies abiertos con el ancho de las caderas, los brazos se abandonan a lo largo del cuerpo, la cabeza está erguida, la barbilla un poco más metida. Cerramos los ojos. Tomamos conciencia del cuerpo, sentimos el peso y el contacto con el suelo, observando la respiración que se hace tranquila y profunda. Mullir la pelvis: Para extender la relajación de la pelvis hacia arriba, a través del diafragma hasta el tórax. Asumimos la postura inicial y acercamos los talones a los glúteos, apoyando bien las plantas de los pies en el suelo. Al mismo tiempo, levantamos la pelvis lo más posible, hasta formar un puente con piernas-pelvis-espalda. Relajamos los glúteos y bajamos un poco la pelvis (alrededor de 10cm); ahora elevamos muy lentamente los talones del suelo, 1 cm a la vez, bajándolos igual de lento hasta casi tocar el suelo. Realizamos este movimiento varias veces, lentamente arriba y abajo, hasta que las piernas empiecen a temblar. Nos acordamos en este punto de mantener la mandíbula y los glúteos relajados, dejando que aumenten las vibraciones, moviendo los talones hacia el punto en que se origina el reflejo vibrador. Dejamos que estas vibraciones se transmitan a la pelvis y al abdomen….5 minutos acompañando el ejercicio de sonidos de satisfacción (ooh, aah!, etc.) Abandonarse: para vivir conscientemente la natural necesidad de abandonarse o el temor a hacerlo y permitir así, que influya en estos sentimientos. Mejorando la circulación de la sangre y de la energía en todas las partes internas del abdomen y rebajando las profundas tensiones presentes en el suelo pélvico. Es muy beneficioso en el caso de trastornos menstruales, prostáticos, problemas abdominales, hemorroides o disfunciones sexuales. Ponemos una manta en el suelo, con otra manta enrollada como un cilindro, ahora nos tumbamos sobre la primera tomando la postura inicial y colocando la segunda manta debajo del hueso sacro, mientras apoyamos bien sobre el suelo la espalda y los glúteos, sin dolores. Colocamos las manos entrelazadas debajo de la base del cráneo, tocando el suelo con los codos y abriendo así el tórax. Acercamos los pies a los glúteos…Dejamos caer lentamente las rodillas uniendo las plantas de los pies y aproximamos despacio las rodillas y el interior de los muslos sin que se lleguen a tocar (cerrando las piernas no del todo), se trata de encontrar la distancia en la que las piernas empiezan a vibrar, entonces mantener la posición conjuntamente a una respiración profunda y suave. Al transmitirse las vibraciones a la pelvis, continuamos respirando hondo por la boca hasta el abdomen y sintiendo el temblor que provocan estas vibraciones en la zona interior del cuerpo. El efecto de este ejercicio suele ser muy placentero, sin embargo, si sientes que la vibración es demasiado fuerte o te provoca emociones con miedo, puedes suavizar el movimiento modificando el ángulo de las piernas, recuperando cuando se desee la posición donde se origina la vibración.