ABAD NEGRO - cliolicenciados

La profecía del abad negro
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cuidada y esmerada. Cuide la ortografía, la caligrafía, evite los tachones, etc.
El trabajo se presenta MANUSCRITO (escrito de su puño y letra). La encuadernación
debe ser correcta pero sencilla: un folio como portada con una ilustración y un folio de
contraportada.
El trabajo lo entregará grapado.
FECHA DE INICIO: 12 de enero de 2015.
FECHA DE ENTREGA: 18 al 20 de febrero de 2015
GLOSARIO: En primer lugar y, antes de leer el libro, busque en el diccionario las
siguientes palabras: abad, ocluido, denotar, mutismo, lúgubre, mole, premonición,
bulliciosa, escéptico, altivo, inquirir, esporádico, titubeo, carcasa, dédalo, herrumbre,
inhumado, inhóspita, memorándum, aberrante, devoto, mella, ancestral, reputado,
hebreo, perniciosa, pábilo, estertor, celda (de abadía), insania, algarabía, aterida, hosca,
altanera, mefítica, contrito.
ACTIVIDADES
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El florecer de las Órdenes Religiosas
Resulta realmente prodigioso el resurgimiento de viejas Órdenes y la aparición de nuevas
familias religiosas de toda índole.
a) Órdenes Monásticas
Recordemos no sólo espiritual sino también cultural, de las grandes Ordenes antiguas,
sobre todo de la fundada por S. Benito. Desde el comienzo, la abadía benedictina tomó la
forma de un pequeño estado que podía servir de modelo a la nueva sociedad cristiana
que surgió después del desastre ocasionado por las invasiones bárbaras.
En el curso de la Edad Media dos fueron las grandes Ordenes Monásticas que brillaron en
Occidente. La primera de ellas fue la Orden benedictina, que multiplicó sus monasterios
por toda Europa, siempre en fidelidad a la regla que el gran patriarca del monacato, S.
Benito; y la segunda, la Orden del Cister, aparecida en el siglo XII, que recibió un decidido
impulso merced al espíritu de S. Bernardo.
El crecimiento de las Ordenes Monásticas fue impresionante. Cluny, monasterio
benedictino fundado a comienzos del siglo X, cuya influencia se extendería a toda la
Iglesia, contaba en 1100 con 10.000 monjes y 1450 casas. El Cister, en menos de 50 años,
agrupó 348 monasterios.
El monasterio era una pequeña ciudad, con su sala capitular, el claustro, el scriptorium,
las celdas o dormitorios, el comedor, la hospedería, la enfermería y las dependencias
donde se conservaban los productos agrícolas cosechados. En torno a él vivía una especie
de «familia», una verdadera ciudad monástica, integrada por los que administraban las
tierras de la abadía o trabajaban en ella, cuyas casas circundaban los edificios
conventuales, dando origen a verdaderas aldeas. Todos vivían muy cerca del convento, si
bien una «clausura» los separaba de la Comunidad, a fin de que la intimidad y el
recogimiento de los monjes no se viesen turbados.
b) Órdenes Mendicantes
Hubo quienes prefirieron renunciar a la paz de los claustros monásticos para lanzarse
más directamente a las lides apostólicas. Así creyó entenderlo S. Domingo de Guzmán
(1170-1221), hijo de un noble de Castilla. Fundó entonces la Orden de Predicadores,
cuyos miembros se dedicarían no sólo a la contemplación sino también al apostolado,
principalmente intelectual y de predicación. De dicha Orden saldrían Sto. Tomás, S.
Raimundo de Peñafort, Eckhardt y tantos otros grandes.
La Orden iniciada por S. Domingo ejerció un influjo considerable en la vida religiosa y
cultural de la época. Sin embargo mayor aún fue la influencia que tuvo otro gran
fundador, S. Francisco de Asís (1182-1226), creador de la Orden de los Hermanos
Menores, difundiendo en el ambiente la piedad evangélica y la devoción a la humanidad
de Jesús, tan propias de su espiritualidad. También de esta Orden salieron grandes
teólogos, como S. Buenaventura.
Tanto la Orden de S. Domingo como la de S. Francisco tuvieron gran afluencia de
candidatos. En 1316, los franciscanos contaban con 1400 casas y más de 30.000
religiosos; los dominicos, en 1303, con 600 casas y 10.000 frailes.
Junto a estas dos grandes órdenes, surgieron otras, dado que algunas órdenes
monásticas fueron convertidas en mendicantes. Así los Carmelitas, al advertir que su
presencia en Tierra Santa se hacía prácticamente imposible a causa de los turcos, se
expandieron por Europa como «Tercera Orden Mendicante». Y también los Agustinos,
bajo cuyo nombre el Papa unió a diversos grupos que seguían la regla de S. Agustín.
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Los monasterios como fuente protectora y propulsora del desarrollo Macarena Flores R.
A menudo al hablar de la Edad Media, se hablaba de una época oscura, se pensaba en un
proceso de decadencia de la cultura clásica greco-romana. Si bien ahora ya no se concibe
al Medioevo como aquellos diez siglos de oscurantismo aunque es cierto se dio origen al
nacimiento de una sociedad rural.
La Edad Media, en vez de ser un periodo de decadencia, es más bien uno en el cual la
concepción de la vida cambia, cobrando gran importancia el cristianismo, centro
fundamental de la sociedad medieval.
Fueron los monasterios los que se preocuparon de mantener bibliotecas, labrar las
tierras y educar y prestar servicio a la población, todo, con gran disciplina. Es en esto
donde hemos de centrarnos, en los monasterios como base esencial de la conservación
de la cultura clásica
De los aportes más grandes hechos por los monasterios, y de mayor importancia, que
trascenderá el tiempo hasta los días de hoy, es el de conformar centros de investigación y
recopilación del saber. La tarea de copistas es algo habitual y frecuente en las órdenes
monásticas, resulta ser una de las tareas que se realizan durante el día.
La tarea más monumental de los monasterios y que será su mayor patrimonio es la
transcripción y recopilación del saber greco- romano y la cultura clásica en general. Difícil
resulta pensar en cómo se hubiera dado el florecimiento cultural de la Baja Edad Media
sin tener la colección de los clásicos por parte de los copistas. Sin éstos el estudio de los
clásicos que caracterizan tanto al siglo XI y XII. Es así como el brote de nuevas corrientes
de pensamiento, el desarrollo de diversos estudios y ciencias, la asimilación de
conocimientos, el nacimiento incluso de la Universidad, son sólo la cosecha de siglos de
minucioso trabajo por parte de los monjes apegados a las reglas.
PRÓLOGO
Dibuje un mapa de Inglaterra y explique en 7 o 10 líneas su clima.
Escriba 7 o 10 líneas sobre Caronte y otras 7 o 10 líneas sobre el cuadro “La laguna
Estigia” .Haga una fotocopia del cuadro.
Escriba 7 o 10 líneas sobre la reina Victoria de Inglaterra.
Un rumor en el armario
Copie las líneas en las que se menciona a un puritano e investigue qué es un puritano.
Busque información, de 7 a 10 líneas, sobre la expedición del Plymouth.
El Hampton College
Copie las líneas en las que habla de la lepra. Investigue que es la lepra y qué efectos tuvo
la peste en la Edad Media, en 1348.
Explique, en 5 líneas, por qué son difíciles los hermanos Fenton.
Una visita a la antigua abadía
En, 7 o 10 líneas, defina y describa qué es una abadía.
Memorial de Stanley Fenton
Investigue en 10 líneas cuando Ulises se tapa los oídos y con qué finalidad.
La inocencia devuelve la vida
Aparece una mención a la IIª Guerra Mundial. Copie esas líneas y escriba de 10 a 15
líneas sobe ese conflicto.
El olor de la sangre
Copie las líneas, indicando la página, en las que la profesora Miss Boyle nos explica lo
que se odia.