PRODUCCION PÚBLICA DE MEDICAMENTOS EN ARGENTINA Evangelina Martich Introducción La política de salud entendida como parte de las políticas sociales hace que aquella sea asumida como uno de los derechos inherentes a la condición de ciudadanía y por lo tanto un deber del Estado de suministrar uniformemente determinadas prestaciones básicas esenciales para la vida de las personas. La política de salud como tal abarca diversos aspectos: políticos, sociales, económicos, institucionales estratégicos, e ideológicos, entre otros, y también varios sectores como ser el estado, el mercado y la propia sociedad abarcando así también los diferentes actores que en todos esos sectores interactúan. Justamente de esa multiplicidad de actores deriva la necesidad de comprender cuales son las relaciones de poder entre ellos. Porque son estas relaciones las que acaban afectando el proceso decisorio (de cualquier política pública, no sólo de salud) y que luego definirá las estrategias a ser implementadas como así también la distribución de los recursos para su ejecución. Los gastos en salud se han visto incrementados en los últimos años en gran parte debido al aumento de los gastos con medicamentos específicamente y que no necesariamente han repercutido en mejoras en los resultados sanitarios (indicadores de morbi-mortalidad) de la población. Los medicamentos constituyen el recurso médico y terapéutico utilizado con mayor frecuencia, eso significa que las limitaciones en su producción, circulación y consumo tienen impactos sobre la salud de la población, produciendo además malestar colectivo. En América Latina en particular, el financiamiento de los medicamentos depende en gran parte (dos tercios) de los ingresos de las personas (gastos de bolsillo) lo que ha derivado además en un fuerte efecto regresivo en las formas de acceso a los mismos.1 1 Falbo, 2003 Falbo, R (2003) “Impacto Redistributivo del Programa Remediar”. (Informe Final) Buenos Aires. Comisión Nacional de Programas de Investigación Sanitaria (CONAPRIS). 1 Los medicamentos son un bien económico y por lo tanto están sujetos a la dinámica de los mercados, pero son además y fundamentalmente un bien social debido al valor intrínseco que ellos representan por tratarse de insumos básicos y esenciales a los cuidados de salud. Es de esa forma que demandan un importante papel y responsabilidad del poder público, relacionado directamente a la concreción de los derechos de los ciudadanos a la salud y configurando el problema del acceso a los medicamentos uno de los mayores desafíos que los sistemas de salud deben afrontar. El Estado podrá desempeñar diferentes funciones con respecto a medicamentos, dependiendo además del tipo de política farmacéutica que se pretenda implementar. De esta forma, el Estado podrá regular, informar, proveer e incluso producir medicamentos. La producción pública de medicamentos es un área estratégica dentro de la salud, a partir de comprender las características inherentes al sector. El sector farmacéutico La producción de medicamentos es una de las ramas productivas más importantes de la economía mundial. La participación de la industria farmacéutica en la economía global ha crecido enormemente en las últimas décadas por diversas razones entre las que podemos mencionar el envejecimiento de la población y consecuentemente el aumento de las enfermedades crónicas junto con una creciente mercantilización de la atención de la salud lo que además se evidencia en un gran incremento del consumo de medicamentos. El mercado farmacéutico global presenta características de mercado oligopólico e incluso monopólico para ciertos casos, donde pocos oferentes concentran grandes partes de las ventas. En Argentina, existen alrededor de 350 laboratorios farmacéuticos (entre nacionales, multinacionales y públicos). De esos, unos 80 laboratorios, concentran el 95% de las ventas en el mercado interno. 2 La estrategia de producción de los laboratorios locales es altamente dependiente de la importación de principios activos y es por esta fuerte dependencia del mercado externo para la provisión de insumos que resulta altamente sensible a la política cambiaria. 2 Desde la óptica de los gobiernos existen algunos medicamentos que pueden ser considerados estratégicos, por tratarse de productos medicinales que revisten de tal importancia que podrían repercutir en la producción de salud, rol indelegable e inherente del Estado.3 Estos medicamentos estratégicos a su vez pueden ser divididos en dos grupos: Medicamentos Críticos y Medicamentos Huérfanos. A la primera categoría, los llamados críticos, pertenecen aquellos medicamentos estratégicos que presentan dificultades para garantizar su provisión pública (sea por falta de oferentes, discontinuidad de la oferta, variación de precios, etc.). Estos productos están generalmente relacionados con Programas Sanitarios asociados a una ley (tuberculosis, Salud Sexual y Reproductiva, Diabetes, Enfermedades de Transmisión Sexual) y cuya continuidad debe ser asegurada. La segunda categoría, medicamentos huérfanos, son aquellos que responden a patologías que si bien padecen millones de personas, representan baja rentabilidad para el sector farmacéutico. Por ello su disponibilidad es limitada y la investigación y desarrollo es mínimo. Entre algunas de esas patologías podemos mencionar: el Mal de Chagas, la Malaria, la Leishmaniosis, entre otras. En los últimos 30 años, de los 1556 medicamentos desarrollados, sólo 21 responden a las demandas de enfermedades olvidadas.4 Una alternativa para enfrentar las dificultades de disponibilidad de los medicamentos estratégicos y reducir el impacto social que esto podría producir es utilizar la capacidad instalada existente en el sector público para producir medicamentos. La producción pública de medicamentos no es sólo una herramienta técnica para asegurar la disponibilidad de estos productos, sino además y fundamentalmente una concepción 2 Martich E. A política de medicamentos genéricos e o mercado farmacêutico na Argentina e no Brasil.Dissertação de mestrado apresentada à Escola Nacional de Saúde Pública (ENSP) FIOCRUZ. Rio de Janeiro. Maio 2013. 3 Office of Development Studies.Bureau of Development Policy (BDP).United Nation Development Program st (UNDP), Global Public Goods cooperation in 21 . century, 1999. 4 http://www.dndial.org/pt/doencas-negligenciadas/contexto.html 3 estratégica de política. Ello deriva de su alta capacidad de incorporar innovación y agregar valor, generar empleo altamente capacitado e incluso aportar al funcionamiento de la economía local. La producción publica en Argentina Los laboratorios de producción pública argentinos nacieron en diferentes épocas y lugares del país, por ello que presentan diferentes niveles de complejidad y potencialidades, ya que además han sido creados para resolver problemáticas de distintas localidades del ámbito nacional, provincial o municipal. Actualmente Argentina cuenta con 39 laboratorios de producción pública de medicamentos que se localizan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en 12 provincias (Córdoba, San Luis, Buenos Aires, Santa Fe, Formosa, Misiones, La Pampa, Río Negro, Tucumán, Corrientes, Chaco y Mendoza). Sin embargo, no todos han registrados productos, es decir, iniciado una actividad productiva concreta. El primer medicamento producido por un laboratorio público y registrado ante la autoridad competente del sector, ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) fue en el año 1993. Desde entonces el ritmo ha sido inconstante con periodos de mayores inscripciones y otros de ausencia total. Marco regulatorio En el año 2008 se creó a través de una Resolución del Ministerio de Salud (286/08) el Programa Nacional para la Producción Pública de Medicamentos, Vacunas y Productos Médicos, con el objetivo de fomentar la producción estatal. Esta iniciativa se complementó en el año 2011 con la sanción de la Ley 26.688/11 que declaró de interés nacional la investigación y producción pública de medicamentos, materias primas para la producción de medicamentos, vacunas y productos médicos, entendiendo a los mismos como bienes sociales. Sin embargo hasta el presente no se ha reglamentado la norma. A su vez la disposición 1719/11, dentro del ámbito del ANMAT, el Programa para el apoyo a la innovación en medicamentos y productos para la salud, cuyo objetivo principal era el de disponer de una plataforma específica para la asistencia de proyectos de investigación y desarrollo relacionados con procesos y productos que revistan carácter de innovadores y resulten de interés 4 para la salud pública. Una disposición posterior (Disposición 2124/11) creó el Programa Nacional de Control de Mercado de Medicamentos y Productos Médicos también en el ámbito del ANMAT. ¿Cuál es el papel asignado a la Producción Pública de Medicamentos? La disyuntiva es si seguir produciendo medicamentos de consumo masivo para patologías de gran prevalencia o bien complementar la demanda produciendo aquellos medicamentos que no se producen en el sector privado. Por supuesto que la respuesta no es fácil por diferentes razones: -La gran mayoría de los medicamentos producidos por los laboratorios públicos ya son producidos por laboratorios privados. -Competir con numerosos productores de la industria privada nacional que aportan productos de calidad y a bajo costo, resultaría casi que irracional. El sector de producción publica de medicamentos en Argentina nunca representó una amenaza para el sector privado, ya que éste último, sea de origen nacional o internacional ha liderado el mercado. Sin embargo, luego de la crisis sufrida en el país en el año 2001 la producción pública consiguió ganar espacio en la agenda del Estado Nacional. La OMS sostiene que la Política Farmacéutica de un país debe asegurar la accesibilidad (disponibilidad equitativa y asequibilidad de los medicamentos esenciales), la calidad de dichos medicamentos en términos de eficacia e inocuidad, y la promoción del uso racional y eficiente de los fármacos por parte de los profesionales sanitarios y los consumidores5. Sería de esperar que el Estado en su rol de productor de medicamentos complementase el fomento de la producción propiamente dicha con la creación de un sólido marco regulatorio que controle todas las etapas de la cadena que van desde la producción, pasando por la distribución hasta llegar al consumo, el fomento del uso racional de los productos y los posteriores controles post-venta de los medicamentos. Incurriendo además en la capacitación adecuada de los recursos 5 OMS. Organización Mundial de la Salud. El acceso a los medicamentos esenciales: una necesidad mundial. Boletín de medicamentos esenciales, OMS, 2003; (32):12-3. 5 humanos, en la integración de grupos de investigación y desarrollo, estableciendo incluso alianzas público-privadas y fomentando también cooperación entre países. El fomento de la producción publica de medicamentos como una estrategia política debería tender además a optimizar la capacidad de los productores públicos que son habitualmente proveedores de los programas sanitarios con miras a cubrir las necesidades del Estado en medicamentos. En conclusión, en las políticas públicas que lleven a los medicamentos como objetivo es imprescindible buscar el mayor equilibrio posible entre las áreas involucradas (económica, científica, técnica, industrial y sanitaria ) y los objetivos a los cuales cada una de ellas tienden: maximizar el acceso a los medicamentos, asegurar la calidad, seguridad y eficacia de los productos, minimizar los costos, promover el uso racional de los productos, salvaguardar empleos, promover la investigación y desarrollo, y asegurar una economía fuerte. 6